ambivalencia reapropiación

10
La ambivalencia de la reapropiación Julio Souto Salom, Mestrando PPGS-UFRGS. Disciplina: Teoria Sociológica Contemporânea Professor: Fernando Coutinho Cotanda Al afrontar nuestro objeto de estudio, la llamada “literatura marginal” brasileña 1 , como un movimiento de reapropiación del discurso literario por parte de los grupos tradicionalmente excluídos de la palabra, partíamos de las perspectivas socio-políticas de Bourdieu, inevitablemente situado en el centro del cánon teórico contemporáneo para el estudiante de sociología recién formado. Así, esta exclusión de la palabra se nos presentaba como un escándalo, al que Bourdieu denomina “desposesión”: la desigualdad del orden social priva a los dominados de la posibilidad de “realizar plenamente su humanidad”; los expolia, les impide el acceso a lo que por derecho les corresponde, como a cualquier hombre; realiza el monopolio de los bienes “universales”, que consisten en la facultad de gozar de una obra de arte, en desarrollar un discurso racional o en elaborar análisis políticos. (Nordmann, 2010: 8. Cursiva nuestra). Esta lectura, si bien aparece en principio como sociológicamente consistente, no dejaba de plantearnos dudas sobre la pertinencia y justificativa de un análisis que, partiendo de estas premisas, apuntara desde su inicio a conclusiones previsibles y políticamente estériles. Con la intención de desestabilizar un marco teórico que nos parecía epistemológicamente demasiado sólido, buscamos la confrontación de las teorías sobre la “desposesión” de Bourdieu, con algunos de sus críticos más recientes. Un interesante punto de partida fue el citado libro de Charltotte Nordmann (2010), donde la cuidadosa revisión de las teorías políticas de Bourdieu se contrasta con las formulaciones filosóficas de Jacques Rancière 2 . Este filósofo, discípulo rebelde de Althusser, situa en el centro de sus reflexiones la relación tensa entre el discurso científico y el sentido común, o dicho de otra forma, entre el intelectual y el subalterno. Rancière aproximará la posición epistemológica de Bourdieu a la 1 Entendemos aquí el movimiento literario de la primera década del s. XXI, agrupado principalmente en torno de los tres números especiales “Literatura Marginal” de la revista Caros Amigos (2001, 2002, 2004), editados por el escritor paulista Ferréz. Además de este autor, destacan otros como Sérgio Vaz, Sacolinha, Alan da Rosa, Dona Laura...; y eventos como los saraus de la Cooperifa o la “Semana da Arte Periférica”. La primera aproximación sistemática a este movimiento desde el campo académico, hasta ahora referencia obligatoria, es el trabajo de la antropóloga Erica Peçanha do Nascimento (2009). 2 Pero no solo este, también desfilarán por las páginas, con total pertinencia y enorme efectividad, las formulaciones de otros pensadores como Bernard Lahire, Luc Boltanski, Gayatri Spivak, Judit Butler, o Abdelmalek Sayad.

Upload: julio-souto

Post on 26-Jul-2015

118 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Reflexión sobre la "Literatura Marginal" brasileña a partir del libro "Bourdieu/Ranciere. La política entre sociología y filosofía" de Charlotte Nordmann. Documento de trabajo.

TRANSCRIPT

Page 1: ambivalencia reapropiación

La ambivalencia de la reapropiación

Julio Souto Salom, Mestrando PPGS-UFRGS.

Disciplina: Teoria Sociológica Contemporânea

Professor: Fernando Coutinho Cotanda

Al afrontar nuestro objeto de estudio, la llamada “literatura marginal” brasileña1, como un

movimiento de reapropiación del discurso literario por parte de los grupos tradicionalmente

excluídos de la palabra, partíamos de las perspectivas socio-políticas de Bourdieu, inevitablemente

situado en el centro del cánon teórico contemporáneo para el estudiante de sociología recién

formado. Así, esta exclusión de la palabra se nos presentaba como

un escándalo, al que Bourdieu denomina “desposesión”: la desigualdad del orden social priva a los dominados de la posibilidad de “realizar plenamente su humanidad”; los expolia, les impide el acceso a lo que por derecho les corresponde, como a cualquier hombre; realiza el monopolio de los bienes “universales”, que consisten en la facultad de gozar de una obra de arte, en desarrollar un discurso racional o en elaborar análisis políticos. (Nordmann, 2010: 8. Cursiva nuestra).

Esta lectura, si bien aparece en principio como sociológicamente consistente, no dejaba de

plantearnos dudas sobre la pertinencia y justificativa de un análisis que, partiendo de estas premisas,

apuntara desde su inicio a conclusiones previsibles y políticamente estériles. Con la intención de

desestabilizar un marco teórico que nos parecía epistemológicamente demasiado sólido, buscamos

la confrontación de las teorías sobre la “desposesión” de Bourdieu, con algunos de sus críticos más

recientes.

Un interesante punto de partida fue el citado libro de Charltotte Nordmann (2010), donde la

cuidadosa revisión de las teorías políticas de Bourdieu se contrasta con las formulaciones filosóficas

de Jacques Rancière2. Este filósofo, discípulo rebelde de Althusser, situa en el centro de sus

reflexiones la relación tensa entre el discurso científico y el sentido común, o dicho de otra forma,

entre el intelectual y el subalterno. Rancière aproximará la posición epistemológica de Bourdieu a la

1 Entendemos aquí el movimiento literario de la primera década del s. XXI, agrupado principalmente en torno de los tres números especiales “Literatura Marginal” de la revista Caros Amigos (2001, 2002, 2004), editados por el escritor paulista Ferréz. Además de este autor, destacan otros como Sérgio Vaz, Sacolinha, Alan da Rosa, Dona Laura...; y eventos como los saraus de la Cooperifa o la “Semana da Arte Periférica”. La primera aproximación sistemática a este movimiento desde el campo académico, hasta ahora referencia obligatoria, es el trabajo de la antropóloga Erica Peçanha do Nascimento (2009).

2 Pero no solo este, también desfilarán por las páginas, con total pertinencia y enorme efectividad, las formulaciones de otros pensadores como Bernard Lahire, Luc Boltanski, Gayatri Spivak, Judit Butler, o Abdelmalek Sayad.

Page 2: ambivalencia reapropiación

de Althuser (no sin cierto maniqueismo), criticando su “cientificismo”: una miopía respecto a las

relaciones de poder que conforman el discurso científico/intelectual. Esta llevaría al sociólogo a

proponer formulaciones deterministas (la lógica implacable de la “reproducción”) que impedirían

toda transformación política del régimen de desposesión, ya que la emancipación de los subalternos

debería pasar necesariamente por la acción científica del intelectual (mediante la cual los

dominados tomarían consciencia de su situación). Las disposiciones para la empatía del intelectual

con los dominados se explicaría por la posición estructural del campo de producción cultural,

inscrito en el campo del poder, situando al intelectual en una posición dominada en el campo

dominante. Finalmente, la reapropiación de lo universal por parte de los subalternos, no dejaría de

suponer un momento problemático en términos de emancipación. El subalterno, forzado a adquirir

el habitus y el idioma dominante para poder pensar y escapar de la dominación, estaría sufriendo

una nueva forma sumisión. Como Nordmann reconoce, Rancière en este momento está

radicalizando las posiciones de Bourdieu, al establecer que con este nudo teórico sería imposible

pensar la impugnación del orden social que está implícita en la reapropiación:

Él [Bourdieu] también da testimonio del vínculo entre la impugnación de la dominación y la apropiación de la cultura dominante. Lo que subraya es que la adquisición del dominio del lenguaje legítimo, pese a que sea incuestionablemente liberadora y que demuestra ser necesaria para la elaboración de una palabra política autónoma, sin embargo no está exenta de una cierta forma de sumisión a los valores dominantes. Allí donde Bourdieu pone de manifiesto una ambivalencia, un problema, Rancière ve una condena pura y simple. (Nordmann, 2010: 129).

A partir del negativo de esta caricatura hiperbólica del argumento de Bourdieu (fantasma de

Althuser, o de un cierto “sentido común marxista”, hegemónico en las ciencias sociales europeas de

los sesenta), Ranciere construirá todo su trabajo filosófico sobre la necesidad de postular la

igualdad de capacidades, como paso previo y fundamental de cualquier análisis social políticamente

pertinente. En trabajos como El maestro ignorante (2003), Rancière reconstruirá experiencias

pedagógicas que niegan de partida toda partición asimétrica de las capacidades de las personas. Así,

solo negando el fundamento de la desposesión, el filósofo conseguiría provocar una acción política

que rompa el ciclo de la reproducción. No desarrollaremos aquí una exposición más profundizada

de las teorías de Rancière; anotaremos, sin embargo, que si bien el filósofo se servía en aquel

ensayo de la historia decimonónica del pedagogo Jacotot, otros trabajos han querido ver un

paralelismo con acciones recientes en el campo de la estética y la política. Aproximando el foco a

nuestro objeto de estudio, pensamos por ejemplo en la disertación de Pablo La Parra (2011), que se

servía de los planteamientos de Rancière para estudiar el trabajo artístico-político de Antoni Abad y

Eugenio Tisselli con los motoboys paulistas3.

3 El proyecto megafone.net de Abad y Tisselli consistía en el trabajo con diversos colectivos marginalizados o invisibilizados (motoboys paulistas, taxistas clandestinos en México DF, gitanos en Lleida, discapacitados físicos en

Page 3: ambivalencia reapropiación

El debate sobre la ambivalencia de la reapropiación es tremendamente interesante para el estudio de

la literatura marginal. Podemos considerar este movimiento literario como una reapropiación

colectiva de la capacidad literaria, desestabilizando el orden establecido que repartiría

asimétricamente el uso de la palabra entre los habitus escolásticos capaces del “desinterés”, y los

trabajadores prácticos atrapados en la “lógica de la necesidad”. Considerando las especificidades de

la realidad social brasileña, pensamos en las nociones de Jessé Souza en torno a la construcción

social de la subciudadanía de la “ralé brasileira”, mediante la exclusión selectiva de los atributos de

la modernidad (Souza, 2000). La exclusión de la palabra escrita, y más aún, de la capacidad para

ficcionalizar y fabular, dejaría a toda esta masa de subciudadanos condenados a un habitus precario,

sin llegar a constituir el habitus primario imprescindible para el ejercicio de la ciudadanía (Souza,

2003).

Si pensamos estrictamente en el campo literario brasileño, es preciso citar a Antonio Cándido y sus

reflexiones sobre “Literatura y subdesarrollo” (1989), donde definió el extenso y desigual

analfabetismo histórico como hecho fundamental de la formación del campo. Considerando el

contexto colonial de la formación nacional brasileña, Cándido destacaba como la producción

literaria tomaba disposiciones atípicas (respecto a los formatos conocidos en la Europa Occidental),

siendo orientada principalmente a públicos restringidos en las metrópolis, sin la formación de una

masa de lectores equiparable a la del folletín decimonónico. Así, con el desembarco de las

industrias culturales a partir de la segunda mitad del siglo XX, los públicos articulaban los nuevos

hábitos de consumo (radio, cine, televisión...), con patrones culturales propios de la tradición oral y

el folklore, sin pasar previamente por la formación de lectores de novela o prensa. En este contexto,

pensar en la “literatura marginal” como una apropiación de los formatos novelescos canónicos, con

autores oriundos de las periferias de las megalópolis reivindicando a autores como Flaubert, Kafka

o Bukowsky, supone una gran transformación llena de intrigas sociológicas.

La literatuda marginal será significante precisamente por eso: en la reapropiación de la capacidad

literaria, las producciones culturales subalternas sufrirán transformaciones ambivalentes. Lo que nos

cuestionamos es si esta reapropiación implica una emancipación en lo universal, al impugnar el

reparto de las capacidades; o por el contrario, los imperativos del campo literario son vividos como

sumisión a la cultura dominante.

Barcelona...), mediante la distribución de dispositivos de telefonía móvil con tecnología fotográfica geoposicionada, y la organización autónoma de asambleas periódicas. Colectivamente, los grupos se servían de la tecnología apropiada como medio para conocerse y auto-representarse. La Parra veía en la implementación de este proyecto una experiencia del tipo “maestro ignorante”, en el que el momento político desestabilizaría el orden social de reparto de las capacidades.

Page 4: ambivalencia reapropiación

Es significativo apreciar como Bourdieu colocara el campo de producción cultural siempre dentro

del campo del poder, sin considerar las producciones de las culturas populares en el mimso nivel

simbólico y de absrtacción que las culturas de elite. Como dijimos antes, la idea de la “cultura de la

necesidad”, que sería incapaz del distanciamiento propio de la “cultura escolástica”, impide que en

los espacios sociales exteriores al campo del poder se cree una producción cultural capaz de pensar

la propia situación dominada y, por tanto, impotente para romper el ciclo de la violencia simbólica.

Según este modelo, “el lenguaje de los dominantes no es simplemente el único legítimo; de

creérsele a Bourdieu, es el único que permite la adopción de una mirada objetiva sobre sí mismo”

(Nordmann, 2010: 31). Por tanto, la producción cultural subalterna será forzosamente transformada

en sus movimientos ascendentes, tanto de consagración de autores, como de emancipación de

grupos. Argumento similar podemos encontrar en Spivak (2009), para el que las culturas

subalternas serían incapaces de “hablar”, ya que sus producciones culturales serán simpre

entendidas como “ruido” desde las posiciones dominantes. Como señala Nordmann (2010: 85-90,

106-109), este argumento será criticado por estudiosos de las culturas populares como Michel de

Certeau, Bernard Lahire, Jean-Claude Passeron, Roger Chartier, James C. Scott, o el propio

Rancière, que de una u otra forma pondrán en valor la dimensión política (“táctica”, o “infra-

política”) de las prácticas culturales populares como forma de resistencia e impugnación.

En este lugar situaríamos el debate entre Néstor García Canclini y António Cornejo Polar sobre la

teoría de la hibridación y los correspondientes “peligros de la metáfora”. Sin la gestualizada

violencia retórica de los franceses, entre el maestro peruano y su discípulo “argen-mex” podemos

apreciar un fructífero diálogo, que desgranará los desdoblamientos y reflejos de los productos

culturales híbridos (transitando a medio camino entre lo popular, lo masivo y lo canónico).

Observando la inestabilidad de las producciones culturales latinoamericanas de finales del siglo

XX, frente al rígido modelo boudesiano del campo cultural, Canclini señalaba que “debemos partir

de Bourdieu, pero ir más allá para explicar como se reorganiza la dialéctica entre divulgación y

distinción cuando los museos reciben millones de visitantes y las obras literarias clásicas o de

vanguardia son vendidas en supermercados o se transforman en videos” (Canclini, 1989).

Afirmando la fluidez de la hibridación de modelos y lógicas, Canclini parecía llegar a

formulaciones en las que parecía difícil pensar las jerarquías y relaciones de poder implícitas en las

prácticas culturales, riesgo del que alertará Cornejo Polar (2002). El propio Canclini recoje las

críticas cordiales de su maestro en su introducción a las siguientes ediciones de Culturas híbridas,

cuando reconoce que, en la tentativa de mostrar la fertilidad de la hibridación cultural, puede haber

destacado sesgadamente las “hibridaciones felices”, perdiendo de vista las tensiones y resistencias

enfrentadas por las “heterogeneidades no dialécticas” (Cornejo Polar, 1996).

Page 5: ambivalencia reapropiación

Un debate semejante podría leerse en la crítica de Jessé Souza a la tradición intelectual brasileira

que calificada como “sociología de la modernidad inauténtica”, especialmente en la caracterización

del Dilema Brasileño planteada por Roberto DaMatta (Souza, 2001). En la caracterización híbrida y

oscilante del “malandro” como centro esencial de la cultura brasileira4, a medio camino entre la

tradición y la modernidad, DaMatta sería ciego a la “gramática moral de la desigualdad brasileira”,

foco central del trabajo de Souza. Éste destacará los mecanismos propios de la “modernidad

selectiva” a la hora de habilitar el acceso a los recursos propios de lo universal, generando una

exclusión histórica sobre la gran masa de “la ralé”. Es interesante observar como Souza recupera un

argumento tangencial de Gilberto Freyre caracterizando la “esclavitud musulmana”, para realizar un

tratamiento de la reapropiación semejante al de Bourdieu. Al observar como el esclavo sería tratado

con una relación afectiva ambigua, casi parte de la familia pero al mismo tiempo violentamente

dominado, Freyre hablaba de la relación sado-masoquista de la estructura social brasileña (aun hoy

apreciable, por ejemplo, en la cotidianeidad de una empleada doméstica, un chófer o un guarda-

espaldas). En este contexto, el dominado asumiría de forma irreflexiva e idealizada los atributos del

dominante, y toda ilusión de movilidad social ascendente pasaría necesariamente por la adopción de

sus habitus. En el tratamiento de Souza, la ambivalencia de la reapropiación aparece si cabe más

sesgada que en la exposición de Bourdieu, remarcando la dimensión de denuncia de la violenta

situación (física y simbólica) en la que es atrapada la ralé. Esta producción teórica podría entenderse

como reacción a un cierto sentido común celebratorio apreciable en el actual momento de

prosperidad brasileña, donde “el país del futuro” parece estar declarando el fin de sus miserias. La

reactivación del mito freyriano de la “democracia racial” podría ser uno de los elementos contra los

que reacciona Souza, pensando en las resistencias al diálogo entre heterogeneidades enfrentadas,

más que en la ilusión de una supuesta “cordialidad” que permitiría trayectorias de emancipación

indoloras.

Volviendo la literatura marginal y la obra de Ferréz, observamos como se mantienen elementos

propios de las culturas populares y subalternas: frecuentes marcas de oralidad, dinámica narrativa

propia de productos culturales masivos como el cómic o el cine de acción, temáticas marginales y

4 También deberíamos mencionar el fundante artículo de Antonio Cándido, “A dialéctica da malandragem” (1979). En este se observará esa dialéctica oscilante entre los patrones de orden y desorden protagonizada por el personaje “malandro”, próximo al arquetipo del trickster o a los protagonistas de la literatura picaresca ibérica. Sin embargo, cabe resaltar que la caracterización de Cándido hace referencia a un personaje literario (el protagonista de Memórias de um Sargento de Milicias, de Manuel de Almeida) y por extensión, a un arquetipo simbólico cultural. El riesgo de DaMatta, señalado por Souza (2001), es situar esta representación cultural en un supuesto centro esencial de la sociedad brasileña. La misma peligrosa indefinición parece apreciarse en João César de Castro Rocha, cuando retoma el motivo de la “dialéctica de malandragem” para proponer una “dialéctica da marginalidade”, en vistas del creciente éxito de la literatura marginal. Leyendo a Rocha (2005), no parece claro si está refiriéndose a representaciones culturales (nunca situadas socialmente en términos de producción y consumo) o a carácteres antopológicos de la sociedad brasileña.

Page 6: ambivalencia reapropiación

populares (como el tratamiento épico del “bandido social” de Hobsbawm, sin duda relacionado con

la consolidada figura de Lampião en la literatura de cordel). Al mismo tiempo, se presenta todo un

referencial anclado en un particular corpus caprichosamente seleccionado entre la literatura

canónica, desde el realismo de Flaubert y Gorki, hasta la poética urbana y marginal de João

António. La difícil articulación no solo es apreciable en la lectura atenta de la obra de Ferréz

(trabajo que dejamos para los especialistas del área de letras), sino también en la presentación

mediática y en la construcción social del autor. Pensamos, por ejemplo, en sus entrevistas en

televisión o prensa, en su auto-presentación en internet (blog, página web, página de facebook....),

en su situación en el seno de la industria editorial (el video-trailer de Deus foi almoçar, su última

novela publicada en la editora Planeta; las solapas y presentación editorial de sus novelas, donde

son frecuentes elogios de escritores y críticos consagrados, destacando su “talento literario y

capacidad ficcional”). Esta ubicación incómoda en un campo de producción cultural inscrito en el

campo del poder, intenta ser compaginado con un discurso político crítico que condenará

radicalmente todo lo relacionado con la cultura dominante (la “elite”, el “sistema”, los

“playboys”...), y se enfatizan públicamente los gestos de “toma de posición” en el que Ferréz

impugna la lógica de una consagración literaria “canónica” (rechazó una beca de una universidad

estadounidense para estudiar literatura durante un año; mantiene su residencia en Capão Redondo,

Zona Sul paulistana, donde mantiene varios proyectos con la comunidad local, como la marca de

ropa “1daSul” o la ONG “Interferência”).

Paseando por Buenos Aires, aproveché para conocer algo parecido a una “literatura marginal

argentina”. La editora Eloísa Cartonera, ubicada en el barrio de la Boca5, compra el material a

cartoneros locales para publicar artesanalmente ediciones pirata de autores consagrados (Enrique

Lihn, Rodolfo Walsh), de éxito contemporáneo (César Aira, Roberto Piglia...), o de producción

marginal (Douglas Diegues, Washington Cucurto...). Charlando con los socios de la cooperativa,

mientras ellos no paraban de encuadernar páginas y pintar las portadas de cartón al mismo tiempo

que me invitaban a ojear los títulos del catálogo en la estantería (todos entre 10 y 20 pesos), terminé

charlando sobre Ferréz y la actual literatura marginal brasileña6. Plantee una posible aproximación

entre Ferréz y Washington Cucurto, escritor argentino fundador de la editora cartonera, con un perfil

biográfico y estilo literario que podría ser cercano al de Ferréz. Distraidamente, conversaba sobre la

trayectoria del escritor brasileño con los editores de Eloísa Cartonera...

– No sé, habrá quien critique que a pesar de sus orígenes, haya terminado publicando en Planeta...

5 En Aristóbulo del Valle, 666 (La Boca). Ver más en <http://eloisacartonera.com.ar> (Accesible el 05/08/2012)6 En el catálogo de Eloísa Cartonera, consta el título Brasil '70, antología de autores como Chacal o Chico Alvim,

autores también conocidos por su “poesía marginal”. Las diferencias entre esta generación y la actual, en su diferente uso del término marginal, ya fueron estudiados por Nascimento (2009).

Page 7: ambivalencia reapropiación

– ¿Terminado? ¿Terminado o empezado? Washington [Cucurto] también ya publicó dos novelas con Planeta, en la editorial emecé. Y estuvo en Alemania con una beca, y de ahí salió un nuevo título para la editora [(Titulo alemán)]. Pero eso es normal, es su vida, su carrera... No vamos a pedirle que se quede acá toda la vida, de acá no va a sacar plata, no va a llegar a ningún lado... Sería como pedirle a un jugador de un equipo humilde que no fichara por un equipo europeo, por respeto a... ¿por respeto a qué? No, no... Ahora Washington está siendo conocido, lo que también da más visibilidad a Eloísa Cartonera, aunque cada vez tiene menos tiempo para estar por acá... nosotros seguimos publicándolo, es un gran amigo y una figura importantísima para la editora.(Conversación editor de la cooperativa “Eloísa Cartonera”, Buenos Aires, 03/08/12)

Los desconocidos contextos de la editora cartonera7 nos desviarían del tema que nos ocupa, por lo

que cerraremos la digresión para volver a pensar en la trayectoria de Ferréz, apreciando

movimientos, conflictos y ambivalencias. No por acaso comentaba en reciente entrevista en TV

Cultura, (Programa “Entrelinhas”, 27/06/2012): “estar aquí ya es un conflicto”. Contrasta la imagen

de Ferréz en diversos videos amataurs distribuidos en youtube, entrevistas en medios comunitarios

o documentales como Literatura y Resistencia8, con el ponente invitado a charlas en universidades

o programas literarios.

Tal vez una de las claves para el análisis productivo resida en la dimensión colectiva de la

trayectoria del movimiento. La caracterización del malandro, arquetipo híbrido, pasaba por el

individualismo radical en la oscilación entre universos. El malandro ponía como único horizonte la

fruición propia o en todo caso la supervivencia individual. Esto lleva a que la actual literatura

marginal rechace este imaginario, asociándolo no a la exclusión y la marginalidad social, sino al

cinismo individualista y la indefinición moral. “Malandro que é malandro não cospe para cima”,

dice el refrán que recuerda Castro Rocha leyendo la obra de Paulo Lins (Rocha, 2005: 42),

constatando como el desprecio por este arquetipo se debe a que, en su particular competición por la

supervivencia y el lucro, los malandros evitan “malandrear” a individuos de clases superiores,

prefiriendo la explotación de “otários” más débiles, de clases inferiores (sus iguales), cuyas posibles

represalias nunca serán tan temibles. “É noiz é coisa do rap”... dice Mano Brown en conversación

gravada con Ferréz9, refiriéndose a la dimensión colectiva del movimiento hip-hop en un universo

en el que la lucha se libra en términos personales: “malandro quando tem dinheiro, se joga”,

concluye Borwn. Lo que nos recordaría esta diferenciacia entre la dimensión colectiva de la

literatura marginal, frente al individualismo irresponsable de las hibridaciones malandras, sería la

polaridad anotada por Boltanski y Chiappello entre “redeiros” y “articuladores de rede”,

7 Sobre la incipiente red transnacional de editoras cartoneras en latinoamérica y europa, y especialmente sobre la fundación y trayectoria de Eloisa Cartonera (pionera en el género), ver el trabajo de Johana Kunin (2009).

8 Producido por el propio Ferréz, con las marcas 1daSul Filmes y Literatura Marginal Editora, 2009. Más información en <http://www.ferrez.com.br/index.php?option=com_content&view=article&id=16:only-one-edit-window-how-do-i-create-read-more&catid=28:current-users&Itemid=44> (Accesado 05/08/2012).

9 !Mano Brown e Ferréz em uma conversa sobre rap”, disponible en <http://www.youtube.com/watch?v=6y7CkyN3fU4>, accesado 05/08/2012.

Page 8: ambivalencia reapropiación

relacionando movilidad y explotación (2009: 369-382). Los “redeiros” se comportarían como

hibridadores irresponsables, sacando provecho individual de la comunicación entre universos

desconectados. En lugar de eso, la tensión entre la trayectoria social ascendente, que extraería a los

escritores de éxito de sus comunidades de origen, y la inmovilidad de los sectores de origen, que se

sentirían representados por esta literatura, se resuelve articulando densas y fluídas redes de

comunicación entre la comunidad de orígen y la de destino, en las que la posición del nodo

articulador no tiene como principal función mantener su posición clave. Por eso las marcadas tomas

de posición de los escritores originarios de la literatura marginal – como comentamos antes, en

ocasiones, hasta sobreactuadas –, en paralelo a su trayectoria de consagración literaria. Vemos como

Ferréz se esfuerza en divulgar y reseñar el trabajo de otros escritores de su grupo, dando lugar a lo

que Benito Martínez llamó de “literatura de mutirão” (Martínez Rodríguez, 2003).

Ante la ambivalencia de la reapropiación, que implicaría una forzosa deslocación y aislamiento de

la comunidad e identidad de origen, se reacciona con trayectorias de movilidad conectadas y

situadas, donde la toma de posición no enfatizará tanto a donde se quiere llegar, sino de donde se

viene y con quién se está.

Para cerrar, recuperaremos la comparación entre Rancière y Bourdieu propuesta por Nordmann que

servía de provocación inicial a este ensayo, entendiendo a los autores como simplificación de dos

posiciones epistémicas, que nos ayuden a pensar sobre cómo (y para qué) enfrentar nuestro objeto.

Ante la literatura marginal, Rancière vería un momento político de inestabilidad, donde se impugna

el orden policial de reparto de capacidades. Según esta perspectiva, sería el poder del discurso

universal (la palabra poética), la que abriría la posibilidad de resistencia y reapropiación. Sin

embargo, esta dimensión filosófica, que enfatizaría el poder transcendente de la política, en el que

se igualan de hecho las capacidades de todos, sería incapaz de apreender las contingencias sociales

que tuvieron que ser enfrentadas por la literatura marginal, derivadas de una estructura social

históricamente construida. La reapropiación, leída como una “subjetivación” capaz de oponerse a

las identidades constrictivas, no podría entender el trabajo realizado sobre las mismas, como las

subversiones llevadas a cabo sobre los término “marginal” y “malandro”, o el aprovechamiento de

la dimensión colectiva específica de formas culturales populares.

La mirada de Bourdieu, centrada únicamente en las determinaciones estructurales del campo

inscritas en el habitus del dominado, tendría dificultades para explicar la dimensión emancipatoria

de la literatura marginal. La ambivalencia sería problemática, pues al ascender en el campo, el

escritor marginal sería forzado a adoptar el habitus dominante (la reivindicación de la universalidad

de la literatura, por ejemplo, o las actitudes del “escritor” o el “intelectual”), renunciando a su

disposición originaria, y viendo como se reduce el espacio de posibilidad para una “toma de

Page 9: ambivalencia reapropiación

posición” elegida. Las trayectorias de los escritores serían leídas como movimientos ascendentes en

el campo literario (y por tanto, en el campo del poder), donde las posibles transformaciones del

mismo derivarían del uso de los capitales transferidos, y no del discurso articulado. Este último

sería indiferente en términos políticos, pues para ser efectivo en el campo del poder, debería

previamente haber adoptado las formas dominantes (únicas capaces de una apreensión de la

violencia simbólica).

Sin embargo, una mirada sociológica filosóficamente informada (por recuperar la oposición

planteada por Nordmann) permitiría una lectura política de la literatura observada. Entendemos que

existe una impugnación del orden dominante cuando actores excluídos entran en el campo literario,

apropiándose del discurso universalista de la modernidad. Pero esta apropiación no puede realizarse

ex nihilo, como un momento político estallando en el resquebrajado orden policial, sino que

debemos situarla socio-históricamente. Esto implicaría, previamente, situar nuestro espacio de

observación (la ciencia, el conocimiento legítico, el discurso del “intelectual”) y desde esta

reflexividad tratar de comenzar el diálogo simétrico con las culturas subalternas estudiadas.

Entenderemos así como la comprensión práctica de la situación dominada, que no pasó por el uso

del conocimiento científico y sociológico, se dió en un contexto político particular, y fue este

mismo contexto el que permitió un determinado tipo de respuesta y apropiación. Enunciado esto, el

fenómeno de la “literatura marginal” podría ser leído en sus dimensiones singulares, como un

movimiento auto-articulado, singular y relevante, pero no necesariamente ni milagroso (como diría

Bourdieu10) ni cotidiano (como podría pensar Rancière11). Creemos que, si como sociólogos

pretendemos una “toma de posición” efectiva, solidaria con los sujetos estudiados, deberiamos

pensar que factores coyunturales (culturales, demográficos, económicos, tecnológicos...; globales,

regionales, locales, hiperlocales...) están envolviendo esta transformación política de la cultura.

Siguiendo con la polaridad que acabamos de enunciar, esta contribuición científica no sería ni

mesiánica (como podríamos leer en las teorías del “intelectual” de Bourdieu) ni irrelevante (como

podríamos llegar, en un caso extremo, al seguir las directrices del maestro ignorante), sino humilde

y relativa, valiosa en función de su articulación práctica.

10 Según el calificativo que utilizó para los movimientos de los sin papeles y los desempleados, articulados autónomamente sin recurrir al partido o a la acción intelectual. Esta reapropiación sin la presencia de las formas culturales dominantes se le presentaba a Bourdieu como “milagrosa”, según expresó en Propos sur le champ politique (Nordmann, 2010: 103).

11 Tomamos la palabra del libro de Michel de Certeau (1996), pero nos referimos a una concepción más amplia, que comprendería la “infrapolítica” de James C. Scott, o las “impugnaciones del orden policial” de Rancière. En esta, el determinismo atribuido al estudio sociológico de las estructuras sociales intenta ser compensado con una perspectiva casi épica de las resistencias cotidianas del débil. Esta puesta en valor de la “infrapolítica”, que no deja de ser pertinente, podría llevarnos a subestimar la relevancia de movimientos políticos atípicos, como es el caso estudiado.

Page 10: ambivalencia reapropiación

BIBLIOGRAFÍA

BOLTANSKI, Luc e CHIAPELLO, Ève, O Novo Espírito do Capitalismo, São Paulo, Martins Fontes, 2009.

CANCLINI, Néstor García, Culturas híbridas. São Paulo, EDUSP. 2008.

CANDIDO, Antonio. “Literatura e subdesenvolvimento”. En: A educação pela noite & outros ensaios. São Paulo: Ática, 1989. p. 140-162.

_________________. "Dialética da Malandragem (caracterização das Memórias de um sargento demilícias)" En: Revista do Instituto de estudos brasileiros, no 8, São Paulo, USP, 1970, pp. 67-89.

CORNEJO POLAR, Antonio, "Una heterogeneidad no dialéctica: Sujeto y discurso migrantes en el Perú moderno", en Revista Iberoamericana Vol. LXII, n° 176-177. Julio-diciembre, 1996. 837-844

_______________________. “Mestizaje e hibridez: los riesgos de las metáforas”. Revista Iberoamericana, Vol. LXVIII, Núm. 200, Julio-Septiembre 2002, 867-870

CERTEAU, Michel de, La invención de lo cotidiano, México, Universidad Iberoamericana, Departamento de Historia, 1996.

KUNIN, Johana, Akademia Cartonera: A Primer of Latin American Cartonera Publishers. Pararell Press, University of Wisconsin-Madison, United States, 2009.

LA PARRA PÉREZ, Pablo, Arte y desacuerdo: un estudio del proyecto Megafone.net de Antoni Abad a partir de las tesis estético-políticas de Jacques Rancière. Disertación de maestría. Barcelona, Universitat Pompeu Fabra, 2011. Disponible en <http://hdl.handle.net/2072/169995>, accesado el 05/08/2012.

MARTINEZ RODRIGUEZ, Benito, “Mutirões da palavra: literatura e vida comunitária nas periferias urbanas”. Estudos de Literatura Brasileira Contemporânea, no 22. Brasília, janeiro/junho de 2003, pp. 47-61.

NASCIMENTO, Erica Peçanha, Vozes Marginais na Literatura. Rio de Janeiro, Aeroplano, 2009.

NORDMANN, Charlotte. Bourdieu/Rancière. La política entre sociología y filosofía. Buenos Aires: Nueva Visión, 2010.

ROCHA, João Cezar de Castro . The 'Dialectic of Marginality': Preliminary Notes on Brazilian Contemporary Culture. Centre for Brazilian Studies - University of Oxford - Working Paper Number 62, Oxford, v. 62, p. 1-39, 2005.

RANCIÈRE, Jacques, El maestro ignorante: cinco lecciones sobre la emancipación intelectual, Barcelona, Laertes, 2003.

SOUZA, Jessé. A modernização seletiva: uma reinterpretação do dilema brasileiro. Brasilia: UnB, 2000.

____________. “A Sociologia Dual de Roberto Damatta: descobrindo nossos mistérios ou sistematizando nossos auto-enganos?”. Revista Brasileira de Ciências Sociais, v. 44, 2001.

____________. “(Não) reconhecimento e Subcidadania, ou o que é "ser gente"?”. Lua Nova. Revista de Cultura e Política, São Paulo, v. 59, p. 51-74, 2003.

SPIVAK, Gayatri Chakravorty, Pueden hablar los subalternos?, Barcelona, Museu d'Art Contemporani de Barcelona, 2009.