«amamos la patria no porque sea grande, sino porque es ...€¦ · “no soy de aquí … ni soy...

Año 11 - Nº 114 Fcio. Varela enero de 2013

«Amamos la Patria no porque sea grande, sino porque es nuestra.» Séneca

Fcio. Varela enero de 2013Pag. 2

Hace ya un año que el naciente

enero nos trajo la mala nueva.

Había fallecido María Isabel

Osellame, alma y nervio de este Centro

de Investigaciones Educativas, docen-

te por vocación quien, a lo largo de

diecisiete años se ocupó y preocupó

por la recuperación y el funcionamien-

to de la institución.

Tenaz y activa, ejerció la con-

ducción del CIE buscando, siempre, el

SUTEBA

Boccuzzi 334355-3577 / 4255-3760

ConstruyendoEscuela Públicay organización

popular

SeccionalFlorencio Varela

Pa

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C.I

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Persiguiendo la

excelenciaAsí podría titularse la reunión lle-

vada a cabo en el ex Club Ducilo, de

Berazategui, por los Centros de Investi-

gaciones Educativas de la Región IV, que

integran Quilmes, Berazategui y Florencio

Varela.

Allí los directores de los servicios,

los bibliotecarios de cada C.I.E. y el Equi-

po Técnico Regional, dieron a conocer las

actividades realizadas durante el año que

concluía, compartieron experiencias y pro-

yectaron acciones conjuntas a llevar a

cabo en próximos encuentros. La directo-

ra del CIE de nuestro Distrito, Cecilia

Nespeca, hizo uso de la palabra para des-

tacar el trabajo del equipo de profesores

que dictan los cursos gratuitos oficiales

y con puntaje, que se ofrecen a docentes

de la Región y evaluó, por medio de da-

tos estadísticos, el desempeño de los mis-

mos que año a año, favorecen a mayor

cantidad de maestros. Asimismo, se die-

ron a conocer los planes futuros que los

CIEs proyectan para dar mayor brillo al

desempeño docente en esta zona.

¡Al trabajo!Tras el receso de verano reanuda sus actividades y la atención al público,

a partir del 11 de febrero, el Centro de Investigaciones Educativas en su sede de

Moreno 19.

Comenzará allí –según el cronograma establecido oportunamente- el dicta-

do de cursos gratuitos de capacitación para docentes en actividad, con un lleno

total de la matrícula ofrecida.

Un año despuésmejoramiento y la capacitación del ma-

gisterio regional. Incansable, luchado-

ra, guía, discutida e indiscutible. Su voz

se llamó a silencio aquel 8 de enero pero

perdura entre las paredes de la sede

educacional el testimonio vivo de su

palabra y su pensamiento. Allí está,

como siempre, presente, renaciendo

cada día, cada vez que, al frente de un

curso, un maestro inicia la tarea de sem-

brar conocimientos.

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informaciónInternet

Propiedad intelectual Nº 878120

Declarada de Interés Legislativo

por el H. Concejo Deliberante de

Florencio Varela.

Declarada de «Interés cultural»

por disposición 1/04 del Consejo

Escolar de Florencio Varela.

Publicación mensual de

distribución gratuita

Enero 2013 - Año 11 Nº 114

Directora-propietaria:

Graciela Esther Linari

Diseño:

María Gonzalez

Realización:

Tarumá Producciones

Lavalle 120

(B1888 IWD) F. Varela

Tel.: 4255-1882

E-mail:

[email protected]

Impreso en Imprenta Balbi

Av. Larralde Nº 5820- Wilde

Fcio. Varela enero de 2013 Pag. 3

En tapa: Dibujo del artista Romano

Cuberli, realizado en 1991 en celebra-

ción del centenario del partido.

En contratapa: “El cura nanas de mi

gente” (De mentiras, mitos, verdades

y leyendas de Florencio Varela). Obra

del artista Daniel Symcha realizada

para la inauguración del edificio del

Hospital “Mi Pueblo”, 1992.

“No soy de aquí … ni soy de allá …” cantaba el desaparecido trova-

dor Facundo Cabral.

“No tengo edad, ni porvenir, y ser feliz es mi color de identidad…”,

entonaba.

Qué simples sus palabras para definir pertenencia porque para él, que

transitaba un mundo tan ancho en alas de su música, la pertenencia –la iden-

tidad- no era material. Era etérea e impalpable, invisible, necesaria y presente,

más allá del lugar de residencia.

Y a este concepto adhiero al reconocer que “soy de Varela”, aunque no

nací en este Distrito. Soy porteña, de Caballito, y llegué aquí a construir mi

familia. Mi vida. Un hombre compañero y tres hijos para mirar al futuro.

Ahora dos nietos.

Tengo más de setenta años (es “mi edad”); mi “porvenir” ya es

pasado y transcurro el día a día pensando en el mañana … y “ser feliz” (lo fui

y sigo trabajando para serlo) es, también, mi “color de identidad”.

Sé –debiéramos saberlo todos- que nada hay más desprovisto de iden-

tidad que un sitio sin historia. Anónimo. Sin presencias materiales ni figuras

patriarcales. Por ello me reconozco de Varela, pueblo mío …

Caminando tus calles yo, una más “con horarios y obligaciones” (1)

entre los miles de peatones que van dejando la huella de sus pasos, zigza-

gueando por tus cansadas veredas.

Porque me pierdo en tus quintas, aspirando la fragancia de la tierra

húmeda y fecunda, generosa dadora de flores y de frutos…

Porque busco la sombra de tus rotundos ombúes que me hablan de

tiempos pasados, de escritores y dominicos, de promesantes y terratenientes

…

Porque transito el silencio de tu camposanto, donde reposan pioneros y

fundadores, vecinos, y entre ellos, dos de aquellos que me hicieron mujer y

madre …

Porque vibro con las gambetas de tus “halcones”, que cada semana –

gladiadores que luchan por deporte- se juegan en equipo para alcanzar la

gloria …

Porque admiro la perseverancia de los hilos de agua fresca que dibujan

tus sedientos arroyos y despierto por las mañanas con el trino de las aves que

se esconden del cemento en las copas de los árboles …

Porque admiro tu vientre continente de gente de todas partes que te

funda cada día …

Porque aquí están mi casa, mis hijos, mis nietos y ese aire campesino

tan tuyo … Florencio Varela … pueblo mío … Porque es importante haber

nacido en algún lugar, pero también lo es –y quizás más- el haber parido hijos

y soñado nietos en ese lugar …

Por eso … pueblo mío … me reconozco hija, te adopto Madre.… Me

entrego a tu identidad. Etérea. Necesaria. Presente.

¿Yo? Una más que fatiga sus días bajo tu aire campesino y tu vecina

virtud.

¿ Yo? Yo soy de Varela.

Graciela Linari

(1) Verso de “Oda a Buenos Aires”, de José Isaacson

Soy de Varela


La Hermana Emilia, una de las Hermanas Azules que desarrolla su tarea desde

hace años en los barrios de San Jorge y Santa Rosa, entre otros de nuestro Distrito,

hizo llegar un saludo navideño acompañado por un texto en el que expresa su opinión,

luego de leer “¿Profesión? Periodista”, el libro de Romeo Rosselli.

Dice: “El libro de ‘nuestro’ periodista lo estoy gozando y no yo sola sino que

algunas páginas las leemos y ‘las rezamos’ en comunidad.

Hay varias cosas que me sorprenden.

Tengo la sensación de haber ‘desperdiciado’ momentos de encuentro, de no

haberle sacado el ‘jugo’ (en el mejor sentido de la palabra) a algunos encuentros y

conversaciones. Romeo tenía una riqueza interior que no supe descubrir. Y … bue-

no… algo de eso me regala ahora.

No le conocía algunos aspectos de poeta, guitarrero y cantor …

Sus reflexiones sobre el periodismo son de una actualidad impresionante.

Y como verás en el adjunto que te mando, sus reflexiones en la última Navi-

dad nos sirvieron para rezar estos días y nos inspiraron para hacer este saludo de

Navidad que te envío y que enviamos a todas las comunidades de hermanas azules

dispersas por todos los continentes.”

He aquí la tarjeta que, desde Florencio Varela, replicó el pensamiento de Romeo

Rosselli, llevándolo a otros horizontes:

El doctor Armando Chávez Rivera, profesor norteamericano que llegó de

visita a la Argentina, ofreció una charla sobre Guillermo Enrique Hudson en las

instalaciones del Museo Histórico Provincial existente en la casa natal del natura-

lista varelense.

El disertante es catedrático en la Universidad de Houston, Victoria, estado

de Texas. Especialista en la obra de Hudson, el doctor Chávez Rivera compartió

con la audiencia sus investigaciones sobre el tema basándose, principalmente, en

las obras del escritor sudamericano editadas en los Estados Unidos de

Norteamérica.

Antecedieron a la disertación del visitante la agrimensora Analía Fariñas,

quien se explayó sobre “Los Hudson en Florencio Varela”, y el ingeniero Rodolfo

Cabral, que se ocupó de la toponimia de Hudson en la zona.

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leer,

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Fotos con historia

El 30 del mes en curso –día

del 122° aniversario de la sanción de

la ley 2397 por la cual se creó el parti-

do de Florencio Varela- a las 11, que-

dará inaugurada en el Museo Comu-

nitario de Artes Visuales e Histórico

del Distrito, una muestra de fotogra-

fías tomadas por el doctor Eduardo

Negri, recientemente fallecido.

Las obras a exhibir, donadas

al Museo en ocasión del centenario

del Partido, son imágenes en blanco

y negro y rescatan lugares y edifi-

cios históricos de alto valor

referencial para el Distrito.

“Celebremos”, texto de Romeo

Rosselli en un saludo navideño

Un profesor norteamericano

disertó sobre G. E. Hudson


Primer

siglo


En recuerdo de Vittorio Emmanuelle Robertazzi, de Jorge Miles, de Baltazar

Tejeiro Sánchez y de Ángel Basta, vecinos que me precedieron en la búsqueda de

nuestras raíces.

“Dos cosas dan nacimiento a una nación: una rica herencia de memorias

y el deseo de conservar esas memorias”.

E. M. Hulme

Nacido en los días previos al centenario del Distrito y difundido a través de las páginas del diario El Sol durante

1989/90/91, “Primer Siglo” retoma hoy contacto, a través de “Palabras con historia”, con el público al que estuvo

originalmente destinado: alumnos, docentes, vecinos.

En sus páginas, un resumen de hechos y noticias que fueron delineando la historia de este pueblo, hoy populoso

Distrito, ayer naciente conglomerado de mujeres y hombres llegados de distintos horizontes para sembrar en esta tierra

simiente fecunda.

Los datos publicados fueron obtenidos en archivos históricos o extraídos de diversas publicaciones periodísti-

cas o estadísticas, editadas o inéditas y aspiran a echar algo más de luz sobre el rico pasado o, simplemente, a rescatar del

olvido situaciones y circunstancias que fueron realidades para quienes vivieron aquí en algún momento de esos años.

1989 - 2013

El dibujo de la tapa es una obra de la artista María Nicolasa Trivilino, inspirada en una fotografía del año

1907, tomada en el sepelio del doctor Boccuzzi.

A Juan Linari, el abuelo italiano a quien no conocí y que trajo a América este

nombre, el de mis ancestros, crecido en lejanos y celestes campos de lino.

A Juan Rosselli, aquel otro italiano que regó esta tierra con su sudor de

inmigrante, luego de haber sembrado en ella esperanzas.

A Sergio Rosselli Linari, el retoño más tierno de aquellos viejos troncos,

marchitado tempranamente.

A Romeo Rosselli, por la vida compartida.

A Facundo y Nehuén Estupiñán, que son futuro.

Ayer, hoy y mañana.


Hace algo más de ciento cuaren-

ta años –el 7 de diciembre de 1871- cien-

to once mujeres y hombres, pobladores

de los cuarteles 3° y 4° de Quilmes, con-

vocados por Juan de la Cruz Contreras,

propietario de una extensión de terreno

(coloreada en el plano adjunto), suscri-

ben un documento dirigido al Goberna-

dor de la Provincia –Mariano Acosta- en

el que expresan el deseo de formar en

esas tierras “un pequeño pueblo, que

deberá denominarse San Juan”. Aclaran

en el petitorio que ya Contreras “ha cos-

teado la edificación de una capilla de su

propio peculio” y que se halla dispuesto

también a “ceder en propiedad para pla-

za del pueblo y local en donde pueda

De San Juan a Florencio

Varela, más de un siglo

construirse la escuela pública, la

estensión de terreno” señalada en el refe-

rido plano.

Evaluado el documento, Saturni-

no Salas, Pedro Benoit y Jaime Arrufó,

agrimensores al servicio de la Provincia

refrendan el petitorio (2 de abril de 1872)

expresando que el Departamento a su car-

go “nada tiene que objetar sobre la fun-

dación de este nuevo pueblo”, remitien-

do la responsabilidad a la Municipalidad

quilmeña quien, no obstante, demora la

repuesta. Entre otros reparos las autori-

dades de Quilmes aducen que “estas di-

visiones y subdivisiones de los partidos

para formar pueblos, al paso que debili-

tan los ya existentes, sólo sirven para for-

mar miserables villorrios sin atractivo, sin

porvenir, sin vida, en fin”.

Los meses siguientes son testigos

del intercambio de reclamos y explicacio-

nes hasta diciembre de 1872 en que, ante

la consulta provincial sobre si los terre-

nos previstos para la creación del pueblo

disponen de “buena ubicación cerca de

algún camino público, agua, espacio dis-

ponible para municipalidad, escuela, igle-

sia, cementerio, mercado, etcétera, más

áreas disponibles para lo que la legisla-

ción antigua nombraba ejido (lugar para

esparcimiento común)”, Gregorio Torres,

apoderado de Juan de la Cruz Contreras,

responde. Dice en su nota, entre otras

aclaraciones, que “existe ya una capilla

habilitada para decir misa y se da por diez

años un edificio aparente para escuela,

mientras se haga el que debe servir para

este establecimiento, teniendo ya recogi-

dos, entre algunos vecinos, más de se-

senta mil pesos para la construcción de la

iglesia…”

Una semana después (19 de di-

ciembre de 1872) el Departamento Topo-

gráfico bonaerense resuelve enviar una

inspección ocular al sitio y encomienda

la tarea a Jaime Arrufó quien dice en su

informe (28 de enero de 1873) que la si-

tuación topográfica del terreno y sus con-

diciones geológicas no tienen nada que

pueda objetarse como inconveniente para

sigue en pag. 08

Plano que acompañó la solicitud de

los vecinos en 1871. (Copia existen-

te en el Museo Comunitario de Artes

Visuales e Histórico de F. Varela)


un centro de población ya que hay “una

colina de mucha extensión, circundada

elípticamente de taludes por donde se

desaguan las lluvias y cuyas corrientes

se dirigen al NO, a caer en el arroyo de

Las Piedras, distante 5.000 varas de dicha

‘Casa de Tejas’, donde hay un puente lla-

mado ‘de la Fe’, en madera, bien construi-

do y bien conservado. Hacia el E se diri-

gen los desagües a otro arroyo llamado

de Giménes, pero de menor importancia”.

Días más tarde, desde Provincia, llega

la respuesta aprobando “la traza del pue-

blo que el señor Juan de la Cruz Contreras

y otros tratan de fundar en el partido de

Quilmes” (11 de febrero de 1873). (1)

(1) Vale aclarar que el pueblo crea-

do el 11 de febrero de 1873 es el recono-

cido bajo el nombre de San Juan, creán-

dose la confusión al incorporarse a la

comisión vecinal el padre José María

Fonteris (o Fronteriz), en 1876, momen-

to en que comienza a consignarse el

nombre del pueblo como San Juan Bau-

tista, aparentemente luego populariza-

do por el uso.

Una década después del reco-

nocimiento del pueblo de San Juan, el

26 de agosto de 1883 y con la firma de

Jorge Barton, vicepresidente de la Co-

misión de Fomento y de Alejandro

Villabrille, secretario, una nota dirigi-

da al presidente de la Municipalidad

de Quilmes, Eduardo Casares, señala

que dicha Comisión “vería con el ma-

yor placer que esa digna Municipali-

dad diese los pasos necesarios hasta

conseguir el cambio de nombre de

este pueblo de San Juan Bautista por

el de Florencio Varela. Es un deber

sagrado popularizar lo más posible la

memoria de este ilustre varón por más

que ella jamás se borrará de los fastos

de nuestra historia”.

“Esta comisión –prosigue la

nota- cree llenar un deber de gratitud

poniendo a este pueblo el simpático

y querido nombre ya referido. Al dar

este paso nos guía solo la idea men-

cionada y la de cortar confusiones que

siempre existen con el nombre actual

dada la profusión de pueblos y pro-

vincias de este nombre. Además, se-

ñor Presidente, estamos viendo dia-

riamente la formación de nuevos pue-

blos con nombres de militares a quie-

nes la Nación les es deudora de eter-

nas memorias, pero, acaso los solda-

dos de la idea ¿no son tan dignos

como aquellos de eterna gratitud?”

La nota es derivada por el Mu-

nicipio de Quilmes al Superior Gobier-

no de la Provincia, expresando no so-

lamente su adhesión al requerimiento

sino solicitando, además, el cambio de

nombre de la estación del ferrocarril

del pueblo de San Juan por el del pe-

riodista citado.(10 de octubre de 1883).

Señala el texto remitido a La Plata que

“es verdaderamente satisfactorio que

de la iniciativa popular surja la idea de

dar un nombre civil a una población,

en nuestro país donde, desgraciada-

mente, sólo se honran de esta manera

los nombres de los guerreros”.

El Departamento de Ingenieros

provincial –Jorge Coquet, Pedro Sal-

vadores y Rómulo Otamendi- se expi-

de favorablemente a principios de fe-

brero de 1884 y el 19 de ese mes, el go-

bernador Dardo Rocha firma el docu-

mento por el que se autoriza el cambio

de nombre solicitado y, casi dos años

después (14 de octubre de 1886) una

nota del Directorio de los Ferrocarriles

de la Provincia, enviada al Ministro de

Obras Públicas, comunica que el “Po-

der Ejecutivo ha resuelto cambiar el

nombre de la estación San Juan, la que

debe llamarse en adelante Florencio

Varela.” Dispone también que esta mo-

dificación se haga saber por circular y

que se proceda a arreglar los boletos y

los impresos “de la manera que fuere

posible”. (2)

Ya en estos tiempos, El

Quilmero, periódico del vecino Distrito

(15 de abril de 1886), cita en sus pági-

nas la orden emitida por el Gobierno

Provincial a la corporación municipal

para que cambie el nombre del pueblo

“nombrándolo Florencio Varela, por es-

tar así resuelto con anterioridad”. (3)

Al año siguiente – agosto

de1887- se difunde en el mismo medio

una carta en la que se comenta el dis-

gusto de los “pájaros de sacristía, que

gustan ver perpetuarse en todo el nom-

bre de sus santos”, ante el cambio de

nombre. (4)

(2) SCHLATTER, Eduardo .- “Le-

yes, contratos y resoluciones referidas

a los ferrocarriles y tranvías a trac-

ción mecánica de la República Argen-

tina. Recopilación” – Tomo V – Parte

II – Págs. 220 – 1903 – Bs. As. – Talle-

res de la Penitenciaría Nacional.

(3) Citado en LEVORATTI, Jorge –

“Los orígenes de Florencio Varela –

1830-1918” – Pág. 40 -Editorial Estilo

Gráfico – Témperley – 1996

(4) Ibid

N. de la R. Las citas encomilladas de la

correspondencia transcripta fueron to-

madas de los Expedientes N° 278 y 628,

de 1876 y 1884, del Ministerio de Go-

bierno de la Provincia de Buenos Aires.

(A.H.P.B.A.)

sigue en pag. 09

viene de pag. 07

De San Juan

a Florencio Varela

Ingeniero Pedro Benoit


Corre octubre de 1890. En la Cá-

mara de Diputados de la Provincia se tra-

ta la creación de un partido a propuesta

de los legisladores Pedro Bourel y Sotero

Vázquez, propietarios de sendas fraccio-

nes en el pueblo de San Juan, y José

Fonrouge, quienes sugieren para el nue-

vo distrito el nombre que ya lleva el pue-

blo: San Juan. Un par, Ernesto Julio

Weigel Muñoz, disiente con tal propues-

ta proponiendo que en el nombre a elegir

se haga justicia “con alguno de nuestros

grandes hombres” y hace indicación para

que se le imponga el nombre de Florencio

Varela pues con ello “no se hará otra cosa

–dice- más que llenar un vacío, discernir

un homenaje y rendir tributo de justicia

a la memoria de aquel cuyo martirio en-

cuadra la tradición gloriosa de la prensa

argentina”.

Dice en otro párrafo de su alocu-

ción que, “entre los tantos hombres que

tienen derecho a ser recordados por me-

dio de la designación de los partidos de

la provincia de Buenos Aires, se encuen-

tra el nombre de uno de sus hijos que ya

lo lleva la estación ubicada, precisamen-

te, al lado del pueblo de San Juan…

Hago, pues, indicación para que el nom-

bre de este partido, en vez de San Juan,

sea el de Florencio Varela… Quienes nos

hemos educado en las tradiciones de

amor a la libertad y de odio al despotis-

mo, creo que no podemos jamás desco-

nocer –y hemos de recordar siempre con

veneración- que entre los que han con-

tribuido a legarnos esas tradiciones, abrie-

ron heridas igualmente profundas en el

organismo de la tiranía, la espada de

Lavalle y la pluma de Varela”. (5)

Tras arduas discusiones y en la

octava sesión extraordinaria de la Cáma-

ra Alta (23 de enero de 1891), los miem-

bros de la Comisión de Legislación –V. sigue en pag. 10

viene de pag. 08

1891: De pueblo

a partidoFernández Blanco, Secundino Zamora y

M. Aravena- luego de estudiado el pro-

yecto de ley, autorizan al Ejecutivo a “eri-

gir en partido al pueblo de San Juan, de-

biendo denominarse partido de Florencio

Varela” y aconsejan la sanción definitiva

del proyecto, que dice también que los

límites del nuevo distrito serán determi-

nados por el Departamento de Ingenie-

ros, previa aprobación del Poder Ejecuti-

vo.

Cuatro días después el proyecto

es tratado y aprobado, con la firma de los

legisladores Víctor del Carril, Vicente A.

Merlo, José Fonrouge y Alberto Ceppi y

el 30 de enero, convertido en Ley 2397, al

ser promulgado con la rúbrica de Julio A.

Costa, gobernador del primer estado ar-

gentino, nacido en Quilmes y propietario

de tierras en el flamante distrito.

Antes de seis meses de sanciona-

da la ley, es nuevamente el diputado Al-

berto Ugalde, tenaz opositor a la creación

de este Partido, quien solicita la deroga-

ción de la norma legal por entender que

aún no se ha concretado la mensura que

debe determinar los límites del partido

creado. Tras el pase a comisión de la soli-

citud, finalmente el 28 de julio de 1891 se

dan a conocer las fronteras del nuevo dis-

trito: al N.E. limita con “el partido de

Quilmes y con las propiedades de Ana

Kemmis, de los herederos de Garay y de

los herederos de Montes, de Valentina

Barragán de Donlevy, de Pareja y varios,

de Juan Pedro Estevenet y parte de los

terrenos de Davidson; al S.E., con las de

Sánchez, P. Risso, José Devincenzi, José

Semper, José M. Has, herederos de

Barranda y partido de La Plata, con las

propiedades de Neil Buchanan y la suce-

sión de E. Zamudio y de Eugenio y Fran-

Dr. Sotero Vázquez


“Es un pueblo tan capaz de ser independiente por sus elementos de vida,

que tiene hasta una vía férrea propia, diremos así, que es un ramal del Ferro-

carril del Sud por el cual se liga con La Plata y con todo el resto de la Provin-

cia”.

Diputado Pedro Bourel – Sesión de la H.C.D.

23 de septiembre de 1890

“Existe agregada al expediente una solicitud en que los propietarios

más importantes de aquella localidad, propietarios muchos de ellos lindantes

con el mismo pueblo, casas como las de Davidson, como la de Arellanos y otras

tantas, se oponen y aducen razones de peso, pidiendo a la Legislatura no haga

lugar a la creación de este nuevo partido y probando que, con la creación de él

se traerían dificultades muy serias”.

Diputado Alberto Ugalde – Sesión de la H. C.D.

23 de septiembre de 1890

cisco Burzaco y, al N.O., con el partido

de Almirante Brown, con las propieda-

des de Felipa Segismundo de Laprida,

Elena Robson de Gebbie y Davidson y

parte de las de Bustamante, herederos

de Piñero, Ferrer, Costa, Obligado y Ca-

ñada de Gaete, por medio con el mismo”.

Aprobada esta mensura el 10 de

septiembre de 1891 con las firmas de

Víctor del Carril, Vicente A. Merlo, Ben-

jamín C. González y Enrique López, es

rubricada por el gobernador Costa cinco

días después. Florencio Varela ya es un

partido del conurbano bonaerense y co-

mienza a dar sus primeros pasos de vida

independiente.

Ya en agosto Julio Sallano había

sido nombrado Juez de Paz suplente; en

septiembre se conoce el nombramiento

del Jefe de la Guardia Nacional en el Dis-

trito, cargo que recae en el vecino Este-

ban G. Moyano y, en noviembre, es el tur-

no de designar una comisión encargada

de formar el registro cívico y el padrón de

extranjeros a fin de proceder a la elección

de las primeras autoridades municipales.

Confeccionadas las listas, el 22 de no-

viembre se convoca al acto eleccionario

en el Distrito, a realizarse en enero de 1892,

que significará el debut de los varelenses

en el ejercicio de su ciudadanía.

(5) Diario de Sesiones – Honorable Cá-

mara de Diputados de la Provincia – 7

de Octubre de 1890 – Pág. 191

sigue en pag. 11

viene de pag. 08

Dr. Pedro Bourel


A diecisiete días de iniciado el

nuevo año se realiza la votación por la

que resultan electos los primeros muni-

cipales que habrán de regir los destinos

del flamante Partido. Veinticuatro horas

después, bajo la presidencia provisoria

de Simón F. Moranchel, se declara abier-

ta la sesión preparatoria y se vota en

forma nominal, eligiendo intendente a

Guillermo Davidson; presidente del Con-

cejo Deliberante a Simón F. Moranchel y

vicepresidente, a Diego Mc Morine, to-

dos por unanimidad. Completan la inte-

gración del Cuerpo Aniceto Díaz,

Baldomero Serrano, Juan Brown y

Gabino F. Risso.

En esta reunión se resuelve que,

en celebración de la elección de las pri-

meras autoridades, se hagan colocar

veinte faroles a querosene en el trayec-

to que une la estación del ferrocarril con

la plaza principal, disponiendo el pago

de 7 pesos m/n por cada luminaria insta-

lada y lista para el servicio.

El lunes 22 de febrero se abren

las sesiones ordinarias y esa jornada se

aprueba la primera ordenanza impositiva

que rige en el Partido, la que obliga al

pago anual de una patente de 30 pesos

m/n a los carruajes particulares de cua-

tro ruedas y a las carretas tiradas por

bueyes; de 40 pesos m/n si son carrua-

jes de alquiler y de 15 pesos m/n si son

de dos ruedas (tilburys, dockcarts,

sulkys, jardineras o carros de reparto).

En lo que respecta al deporte –o al en-

tretenimiento- la ordenanza fija el pago

de 50 pesos m/n anuales por las can-

chas de pelota o las mesas de billar si-

tuadas en establecimientos públicos y

de sólo 10 pesos m/n al año si las can-

chas son de bochas o de bolos. Se ocu-

pa también la ordenanza de los animales

domésticos, imponiendo el pago de una

patente de 2 pesos m/n al año para los

canes que transiten dentro de la traza

del pueblo.

Por estos años ya funciona en

Florencio Varela una escuela –de cate-

goría infantil- establecida sobre el Cami-

no Real –hoy Avenida San Martín- en

una propiedad de don Manuel Peleteiro,

1892: Primeras

autoridades

viene de pag. 10

sigue en pag. 12

la que es dirigida primeramente por

Emiliana Albarracín y luego por María

Vitale. Tres meses después el estableci-

miento pasa a funcionar en una casa de

Natalio Ciocca y allí alcanza el número de

77 alumnos, de 1° a 3° grados, por lo que

la Dirección General de Escuelas designa

a Alcira Albarracín como ayudante.

Apenas organizada la Municipali-

dad, el Partido es dividido en cuatro cuar-

teles de los que son nombrados alcaldes

Luciano Garay, Jacinto Sosa, Baldomero

Serrano y Eulalio Díaz. Meses después,

Garay es remplazado por Marciano

Martínez y Díaz, por Jorge Dreyer.

El presupuesto de gastos recien-

temente sancionado asciende a $16.000

m/n. Simón Moranchel renuncia a la pre-

sidencia del Concejo Deliberante y a su

banca y pasa a ocupar su cargo Diego

Mc Morine, ingresando Juan Brown (su-

plente) como edil titular en tanto el doc-

tor Pedro Bourel es designado asesor le-

trado de la Comuna.

Inicialmente ocupa la titularidad

del Juzgado de Paz Juan Mc Morine y

Juan Brown acepta el cargo de Defensor

de Menores.

Juan Davidson, padre del jefe co-

munal, cede una fracción de terreno de su

propiedad para que allí se levante el ce-

menterio y se integra una comisión veci-

nal con Francisco López, José Dapena y

Ramón Estévez a efectos de estudiar las

tres propuestas presentadas para la cons-

trucción de la necrópolis. Tras la evalua-

ción es elegido el presupuesto de Agustín

Borsani e hijo, que asciende a $1.460, in-

ferior a los $1.800 presentados por Juan

Melzi y los $2.350 fijados por Ambrosio

Bernaschina. Días antes de la inaugura-

ción del camposanto Eliseo Leali dona una

cruz de madera para ser colocada en la

base que guardará la piedra fundamental

y también H. Freyría obsequia una cruz

de gran tamaño con igual propósito. En

un nuevo aniversario del Día de la Inde-

pendencia se bendice la piedra fundamen-

tal del cementerio, actuando como padri-

nos Catalina Allen de Bourel y Juan

Intendente Guillermo Davidson


Davidson.

El intendente, Guillermo Davidson,

es autorizado a efectuar la compra de una

campana para la iglesia local y el cura so-

licita la construcción de un “water-closet”

en la capilla por entender que se trata de

una obra “muy indispensable y urgen-

te”.

Frente a la propagación de la vi-

ruela en los distritos vecinos, enferme-

dad que está adquiriendo “carácter epi-

démico”, el Concejo dicta una ordenanza

por la que declara la obligatoriedad de la

vacunación para todos los habitantes del

Partido, so pena de aplicárseles “una

multa que variará de $20 a $100, en caso

de que ser produzca un caso de viruela y

resulte no estar vacunado …”

El magro presupuesto con que se

mueve el Municipio lleva a las autorida-

des a solicitar el aporte del Ferrocarril del

Oeste para que les permita adquirir “a un

precio muy convencional y módico, 150

viene de pag. 11

“… no puedo dejar de significarle la impresión dolorosa que deja en los

ánimos, penetrados de que si es fácil encontrar médicos que lo remplacen, no se

encontrará el modelo suyo, como médico que representa a igual altura la ciencia y

la caridad, consiguiendo así inspirar la seguridad consoladora a los hogares de

contar en todo momento con los auxilios no limitados al tratamiento, sino extendi-

dos en los hogares pobres, al aprovisionamiento gratuito de los elementos de

asistencia …”

Carta del doctor Pedro Bourel al doctor Nicolás Boccuzzi,

cuando éste se alejara temporariamente de Varela

para radicarse en Mendoza.

28 de febrero de 1892

“…interrogué a don Lucas Tetti si quería por esposa y mujer a doña

Celestina Luraschi y si él se otorgaba por su esposo y marido y habiendo contes-

tado que sí, interrogué a doña Celestina Luraschi si quería por su esposo y

marido a don Lucas Tetti y si ella se otorgaba por su esposa y mujer y habiendo

contestado que sí …”

Acta N° 1 del primer Libro de Matrimonios

existente en el Registro Civil

19 de mayo de 1892

metros de arena de la que se extrae de las

canteras del Empalme Pereyra”, para ser

utilizada en el revoque de la Iglesia y en el

arreglo de la plaza principal.

En la lejana Londres ven la luz

otros dos libros de Guillermo Enrique

Hudson: “El naturalista en el Plata” y

“Fan” y comienza a funcionar en el paraje

conocido como Capilla de los Ingleses la

escuela N° 4, con dirección de Elvira de

Oliveira.

En la zona urbana Nicolás Castaldo

funda la “Farmacia Italiana”.

El 27 de noviembre se realizan las

elecciones de municipales y resultan ele-

gidos Tomás Guthrie y Manuel Lagos, ti-

tulares, y Jorge Dreyer, suplente, para

remplazar a Baldomero Serrano y Aniceto

Díaz.

Cierra el año el Concejo Deliberan-

te –en su primer período- con cuarenta y

una sesiones realizadas.

Merced al aporte de nuestros avisadores, y especialmente de la Municipalidad de Flo-rencio Varela, “Palabras con historia” distribuye gratuitamente los 1500 ejemplares deesta edición especial en escuelas, bibliotecas y centros culturales del Distrito, como loviene haciendo desde el Nº 1.

“Palabras con historia”“Palabras con historia”


Callecitas de pueblo de mil casitas bajas;

veredas arboladas, jardines de color;

patios y enredaderas y siesta provinciana,

mi Florencio Varela, bella como la flor.

Crecí por tus rincones, bebí tu noche larga

y en el Varela Junior me descubrí cantor.

Más tarde la guitarra y mis sueños de jilguero

cruzaron el Riachuelo, cargados de ilusión.

Luego eché mis raíces en tu bendito suelo,

te dí mi voz, mi fruto y hasta el verso mejor;

dejé mil serenatas besando tus ventanas

por eso, con orgullo, me siento tu cantor.

A veces, los recuerdos me llevan al pasado,

a la vieja Candela o hasta el bar de Charlón,

a las noches ilustres del Defensa y Justicia

cargado de nostalgia me grita el corazón.

Aquello de que nadie es profeta en su tierra

me arrastró a los caminos en alas de la voz,

y crucé las fronteras del miedo y la nostalgia

y volví tantas veces porque aquí está el amor.

Alfredo PereyraPa

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nosta

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Bendito suelo

Frente de la anti-

gua sede del club

Defensa y Justicia,

sobre la avenida

San Martín. (Foto

archivo El

Varelense).


El repicar de las campanas de igle-

sia acompañó su vida, desde aquel 24 de

julio de 1825 en que abrió los ojos a la

vida a la vera de la majestuosa Catedral

de Quilmes hasta la partida de su morada,

plaza por medio con la centenaria San Juan

Bautista aquí, en Florencio Varela.

Ángel José Basta, docente larga-

mente octogenario, reconocido vecino,

memorioso y devoto, entregó su último

suspiro al despertar este 2013, tras so-

portar una cruel enfermedad que fue mi-

nando sus energías.

En el anexo de la Escuela Normal

de Quilmes aprendió sus primeras letras

y ya en Florencio Varela –adonde llega a

vivir con su familia a los 11 años- comple-

ta su educación primaria. Después ingre-

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Ángel Basta, vecino,

ingresó a la historiasa, en la ciudad de Buenos Aires, al Insti-

tuto Santa Catalina, para cursar el magis-

terio y de allí pasa a la Escuela Normal de

San Martín, donde se gradúa. Entre sus

compañeros de estudio en dicho estable-

cimiento Ángel recordó –en un reportaje

del periódico Mi Ciudad- a un compañe-

ro, también docente, luego volcado a la

política, Alfredo Bravo, con quien mantu-

vo contacto hasta su fallecimiento.

Ya docente, desarrolla su vocación

en diversos establecimientos del Distri-

to, principalmente en escuelas de adul-

tos, en épocas en que las clases se dicta-

ban en locales inadecuados, desprovis-

tos de luz y alejados del asfalto –como en

La Sirena y La Capilla- escuelas en las

sigue en pag. 15

Angel Basta durante una proce-

sión en honor a San Juan Bau-

tista, durante las Fiestas Patro-

nales. (Foto archivo El

Varelense)


que se desempeña como director organi-

zador de las N° 27 y 28 (hoy 702 y 704).

Como delegado de las escuelas para ado-

lescentes y adultos participa, en repre-

sentación del Distrito, en el Primer Con-

greso Provincial que dio por fruto la ela-

boración del reglamento que ordenaría

esta rama de la enseñanza.

Consejero y también Comisiona-

do Escolar en diversos períodos, ejerce

fructífera actividad en varias congrega-

ciones religiosas como el Apostolado de

la Oración, la Acción Católica, Cateque-

sis y Caritas, siendo asimismo Ministro

Extraordinario de la Eucaristía.

Miembro de las comisiones fun-

dadoras de la iglesia Santa Lucía y de las

capillas –hoy parroquias- Nuestra Seño-

ra de Luján, en Zeballos, y San Cayetano,

en el Kilómetro 26, participa activamente

en la creación del Colegio Parroquial y

Escuela Industrial San Juan Bautista y del

Colegio San Francisco de Asís, del barrio

Chacabuco.

Apenas alcanzada la mayoría de

edad –en 1947- ingresa a la Municipali-

dad como auxiliar de secretaría, durante

la intervención de Juan Carlos Mahíques

y continúa en la Comuna, desempeñando

diversos cargos –Jefe de Recaudación,

Director de Rentas y secretario durante

las intendencias de Luis Calegari, Julián

Baigorri, Ernesto Scrocchi y Guillermo

Pereyra- hasta su jubilación.

Admirador de Guillermo Enrique

Hudson forma en la década del ’60 y jun-

to a los vecinos Amador Rosselli, Carlos

Fava y Ramón C. Suárez, la Asociación

Amigos de Hudson, con el propósito de

lograr la puesta en valor del solar natal

del naturalista y escritor y de difundir su

obra.

Preservador de historias y memo-

rioso, brega por la recuperación de la Ca-

pilla Presbiteriana de Saint John y de la

Estancia Santo Domingo, dos emblemas

del Distrito y vuelca en diversas publica-

ciones –propias y compartidas- páginas

d e historia con el propósito de legar ese

conocimiento a las generaciones futuras.

En los últimos años, integra la Asocia-

ción V.A.R.E.L.A. –Vecinos

Autoconvocados Recordando el Lumino-

so Ayer- donde se pone al frente de una

revista con un rico contenido en imáge-

nes y recuerdos locales.

Sereno y en paz, Ángel Basta in-

gresó a la historia. Deja una larga heren-

cia de trabajo, servicio y vecindad. Las

campanas de la iglesia cercana ofrenda-

ron su respetuoso tañido en la despedi-

da.

viene de pag. 14

«amamos la patria no porque sea grande, sino porque es ...€¦ · “no soy de aquí … ni soy...

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