Álvaro uribe de la santidad

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Álvaro Uribe de la santidad “Una facción de fieles incondicionales al profeta, permaneció inmune a la realidad” Tomado de: http://www.las2orillas.co/alvaro-uribe-de-la-santidad/ Por: Eduardo del Río Amador | septiembre 25, 2014 "Nota Ciudadana" es un espacio generado por nuestros lectores y no refleja o compromete el pensamiento ni la opinión de Las2Orillas.CO La mente humana es un misterio. La forma en que las creencias arraigadas en lo más profundo de nuestros valores y nuestros sentimientos, sobreviven a la evidencia contraria y contundente es algo que ha fascinado a los psicólogos durante décadas. Un caso paradigmático es Joseph Smith, el fundador del mormonismo. Para los mormones, Smith fue un iluminado, escogido por Dios para una misión trascendente sobre la Tierra. Cuentan los mormones, que a Smith se le apareció el ángel Moroni, revelándole una verdad divina: el pueblo de Israel fue el habitante original de los Estados Unidos, mucho antes que los aborígenes; que en el principio del tiempo, Cristo y Satanás fueron hermanos gemelos; que la piel negra fue una marca de Dios para distinguir a los hijos de Caín; y que que los seres humanos somos descendientes genéticos de los ángeles, los cuales son seres materiales, de carne y hueso, que habitan en planetas de otras galaxias. Todo esto lo hizo a través del libro de Mormón (el primer profeta de esta religión que, según Smith, vivió entre el 311-385 D.C). Sin embargo, Smith fue un hombre de vida desordenada y delictiva. Estuvo en prisión varias veces por estafa, y murió atrincherado y echando bala contra una turba de sus antiguos seguidores que le perseguían para lincharlo. La muchedumbre estaba enardecida tras descubrir cómo Smith les había robado, y por haber ultrajado a varias de sus esposas, las

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  • lvaro Uribe de la santidad Una faccin de fieles incondicionales al profeta, permaneci inmune a la realidad Tomado de: http://www.las2orillas.co/alvaro-uribe-de-la-santidad/ Por: Eduardo del Ro Amador | septiembre 25, 2014

    "Nota Ciudadana" es un espacio generado por nuestros lectores y no refleja o compromete el pensamiento ni la opinin de Las2Orillas.CO

    La mente humana es un misterio. La forma en que las creencias arraigadas en lo ms profundo de nuestros valores y nuestros sentimientos, sobreviven a la evidencia contraria y contundente es algo que ha fascinado a los psiclogos durante dcadas.

    Un caso paradigmtico es Joseph Smith, el fundador del mormonismo. Para los mormones,

    Smith fue un iluminado, escogido por Dios para una misin trascendente sobre la Tierra.

    Cuentan los mormones, que a Smith se le apareci el ngel Moroni, revelndole una verdad

    divina: el pueblo de Israel fue el habitante original de los Estados Unidos, mucho antes que los

    aborgenes; que en el principio del tiempo, Cristo y Satans fueron hermanos gemelos; que la

    piel negra fue una marca de Dios para distinguir a los hijos de Can; y que que los seres

    humanos somos descendientes genticos de los ngeles, los cuales son seres materiales, de

    carne y hueso, que habitan en planetas de otras galaxias. Todo esto lo hizo a travs del libro

    de Mormn (el primer profeta de esta religin que, segn Smith, vivi entre el 311-385 D.C).

    Sin embargo, Smith fue un hombre de vida desordenada y delictiva. Estuvo en prisin varias

    veces por estafa, y muri atrincherado y echando bala contra una turba de sus antiguos

    seguidores que le perseguan para lincharlo. La muchedumbre estaba enardecida tras

    descubrir cmo Smith les haba robado, y por haber ultrajado a varias de sus esposas, las

  • cuales haba seducido a sus espaldas: Dios te ha escogido como mi esposa secreta, solo no

    se lo digas a tu marido.

    Una faccin de fieles incondicionales al profeta, permaneci inmune a la realidad, y asumi la

    tarea de llevar la buena nueva por todo el mundo, tanto as, que el mormonismo existe. Para

    los mormones, toda la evidencia irrefutable sobre la vida de Smith, no es ms que propaganda

    negra de los infieles y del Maligno: el profeta no muri en su ley, dando bala como el

    delincuente que siempre fue, sino que muri como un mrtir, presa de las envidias y los odios

    que provocaba su perfeccin interior. Si buscamos imgenes del santo norteamericano en la

    red, encontraremos nada distinto la iconografa propia de los hroes morales de la humanidad.

    Algo muy parecido, aunque en menor grado, pasa con el uribismo, si denominamos as al

    movimiento de simpatizantes y adoradores de la persona de lvaro Uribe Vlez. Sobre l,

    desde el ms temprano inicio de su carrera pblica, existe una cadena ininterrumpida de

    indicios, evidencias, testimonios, documentos oficiales y periodsticos, fotografas, y toda clase

    de informacin, para concluir que lvaro Uribe ha estado ligado a sectores del narcotrfico y

    grupos armados ilegales; o para concluir, en el mejor de los casos, que Uribe tiene

    demasiadas cosas que aclarar ante la justicia.

    Para el uribismo, no hay nada que aclarar o todo ha sido aclarado. Dice Paloma Valencia, que

    Uribe no tiene una sola mancha en su carrera pblica, que es una persona ntegra y un

    ejemplo a seguir, que es un smbolo de la poltica nacional, que todas las acusaciones en su

    contra son por la envidia que produce su excelencia de carcter y su popularidad, y casi

    considera una hereja pretender, siquiera insinuar, que pueda existir la ms pequea sospecha

    sobre la honorabilidad del expresidente Uribe.

    Pero, quin tiene la razn? Quines sealan a Uribe o sus defensores?

    Quien est familiarizado con el mtodo cientfico, est al tanto de cmo se hace para

    interpretar un conjunto amplio de datos en el momento de formular una teora coherente que

    los explique. Existe una regla de oro: la teora ms simple, que explique la mayor cantidad de

    datos, y necesite recurrir a la menor cantidad de excepciones, es la teora correcta.

    Los datos son estos:

    1. El auge de licencias de aviacin a narcotraficantes en su administracin de Aerocivil.

    2. El lavado de dlares del narcotrfico a travs de los equipos de ftbol tras su ley de

    financiacin democrtica de los clubes, donde se vendan acciones mediante bonos, sin

    pedir cuentas sobre el origen de los dineros.

    3. Todas las Convivir que impuls en su gobernacin, infiltradas por paramilitares, y

    que tenan en sus nminas personajes con antecedentes penales demostrados para ese

    entonces.

    4. Sus aliados parapolticos, hoy condenados por la justicia, a quienes protega con

    embajadas mientras avanzaban los procesos judiciales.

    5. El artculo en el referendo de 2003, donde ofreci curules a los paramilitares,

    nombrados por l mismo, en congreso, asambleas y concejos, que fue declarado

    inexequible por la corte constitucional.

    6. El exfiscal Luis Camilo Osorio, quien garantiz que las familias de los jefes

    paramilitares extraditados conservaran sus fortunas ilegales.

    7. Su exministro de interior y justicia, Fernando Londoo, destituido e inhabilitado por

  • corrupcin, que hace ditirambos a Carlos Castao en sus espacios de opinin.

    8. Su DAS al servicio de paramilitares con Jorge Noguera.

    9. Su secretario de gobierno, Pedro Juan Moreno, que se reuna con El Alemn y Pedro

    Bonito.

    10. Sus generales de confianza y condecorados (Rito Alejo, Mario Montoya, Buitrago)

    que terminaban cometiendo crmenes contra la humanidad de la mano de paramilitares.

    11. Su jefe de seguridad durante dcadas, Mauricio Santoyo, que traficaba con droga

    desde Palacio, alidado del cartel de los Cifuentes Villa (ex cuada de Uribe) y que tena

    vnculos con la oficina de Envigado.

    12. La revictimizacin mediante el discurso, de los asesinados en los falsos positivos:

    esos jvenes no estaran recogiendo caf.

    13. La revictimizacin de la comunidad de San Jos de Apartad, al no condenar las

    masacres contra su poblacin, sino justificarlas: en esa comunidad hay gente buena,

    pero algunos estn sindicados de ser auxiliadores de las FARC.

    Las hiptesis para explicar los datos son dos:

    1. La de Cepeda: Uribe es el legtimo heredero del narcoestado que se forj desde la

    aparicin del cartel de Medelln, y las relaciones del cartel con los presidentes Lpez

    Michelsen, Turbay, Betancur, Barco, Gaviria y Samper; y alfil del proyecto regional

    contrainsurgente paramilitar que uni a polticos, terratenientes y narcotraficantes para

    combatir a la guerrilla y mantener el narcoestado, y responsable de la red de

    corrupcin, criminalidad y violencia que ocurri a lo largo de sus 2 gobiernos.

    2. La de Paloma Valencia: Uribe es una mente pura y santa, sun hombre ntegro, incapaz

    de toda maldad, una flor de virtud que florece en medio de un pantano de muerte,

    corrupcin y poder mafioso, a quien todo el mundo ha engaado en su buena fe.

    Qu hiptesis explica mejor todos los datos, sin tener que recurrir a muchas excepciones?

    La hiptesis de Cepeda explica todos los datos de la manera ms simple: Uribe hace parte de

    esa red criminal. Es imposible estar sumergido en una piscina y no mojarse. Naturalmente, la

    evidencia penal que existe es indirecta, y nunca ser directa, qu esperan, un memorando

    donde ordena matar jvenes inocentes? Una fotografa tomando aguardiente con Carlos

    Castao? Bueno, Francisco Villalba, el exparamilitar, deca tener esa fotografa. Fue asesinado

    meses despus de haber confesado.

    La hiptesis de Paloma, en cambio, no explica nada: que Uribe sea un santo no explica por

    qu siempre est rodeado de narcos y paras; no explica nada, y necesita recurrir a

    excepciones: los paras lo hacen por venganza criminal, es acusado por aliados del terrorismo,

    ha sido engaado en su buena fe, fue infiltrado por paramilitares, jams su aliado; los actos

    de corrupcin fueron a sus espaldas, etc. La hiptesis de Paloma solo se sostiene mediante un

    acto de fe: seguir a Uribe, creer en l, es un acto de fe.

    Pero contemplemos la posibilidad de que Uribe sea un santo. La ciencia histrica y la teologa

    nos ensean cmo resolver este dilema.

  • Para lidiar con la existencia de casos extraordinarios, la ciencia histrica utiliza el principio de

    analoga, que consiste en plantear esta pregunta: Ha ocurrido en el pasado que una persona

    fuertemente ligada durante su vida a conductas delictivas haya sido considerado

    simultneamente por un amplio nmero de personas como un ser virtuoso vctima de

    calumnias y envidias? La respuesta es s, y es propio de lderes pseudo-religiosos e impostores

    mesinicos, como Joseph Smith en EEUU, o como Haile Selassie, el dictador de Etiopa,

    considerado el mesas de la religin Rastafari.

    Los historiadores nos diran que lo ms probable es que Uribe sea un pcaro como Smith, y un

    tirano como Selassie, que tiene engaada a su fanaticada. Pero tambin nos diran que no se

    puede descartar la posibilidad de que Uribe sea un santo solo porque es ms probable que sea

    un pcaro: es posible que sea verdadero Dios y verdadero hombre. Para lo cual nos queda el

    criterio de la teologa para identificar la santidad.

    El primer criterio es, dice el Vaticano, la reputacin de santidad. Digamos que Uribe la tiene:

    de 48 millones de colombianos, 2,7 millones (quienes votaron por Zuluaga en primera vuelta,

    es decir, los que tienen la fe a prueba de todo) lo creen santo, y Paloma Valencia ser la que

    promueva la positio (as le dicen a los procesos de canonizacin) ante la Santa Sede.

    El otro criterio son los milagros, que deben ser 3. Estos pueden ser los 3 huevitos: la

    seguridad democrtica, la confianza inversionista y la cohesin social. Todo esto se recoge en

    un amplio expediente que es enviado al Vaticano, donde se realiza un proceso legal, y se

    escoge un abogado del diablo, quien contradice las evidencias de santidad, que en nuestro

    caso podra ser Cepeda.

    Seguridad democrtica? Claro, 5 mil falsos positivos producto de su buena conciencia y la

    confianza en sus subalternos. Confianza inversionista? Claro, Drummond y Pacific Rubiales

    han pagado paramilitares para cuidarles su patrimonio. Cohesin social? Sin duda, un pas

    polarizado entre uribistas y antiuribistas, recordando los peores das del odio entre liberales y

    conservadores. Un verdadero legado de santidad.

    Seamos intelectualmente honrados con el uribismo. En el mejor de los casos, Uribe no es

    ningn hroe moral, ni un santo: es un tonto, un inepto, incapaz de darse cuenta que vive

    rodeado de maleantes y hampones de la ms alta peligrosidad, cuyas buenas intenciones

    (Convivir, recompensas por bajas) han producido miles de muertos inocentes y la violencia

    ms brutal, como para andar considerando darle una segunda oportunidad.

    Siempre le digo esto a los uribistas: digamos que Uribe es inocente. Est bien. Cmo lo han

    engaado durante toda su carrera! Qu circulo tan peligroso en el que se desenvuelve! Es

    como si un aura de muerte y crimen anduviera detrs de l para tratar de enlodarlo. Mejor

    dicho: Satans persiguiendo a Jesucristo para tentarlo en el desierto. Aunque la mtafora

    bblica tampoco es muy benvola con Uribe. Al fin y al cabo, el apstol Santiago, era

    hermano de aquel al que llamaban El Mesas.