allí con su desierto Árido

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Hablando de la página en blanco: Caminé todo el día pensando en un cuento de Felisberto que habla de un literato sin asunto. Jodido tema ese, cuando se nos antoja escribir y no encontrar de qué hablar. El literato, que no es más que un escritor pero nombrado de una manera tan pomposa para estos días como el adjetivo pomposo que si nos pusiéramos a hablar de él tenemos tela para rato pero la gramática no es demasiada entretenida para ponerse a rasguear palabras sobre ella, más bien todo lo contrario. A donde quiero llegar es que en los años 30 del siglo pasado seguro la palabra literato era tan común como lo es hoy la palabra bloguer. El problema de este literato es grave, no grave como un cáncer, claro, pero si no está bueno quedarte toda la noche tomando mates lavados y que no te salga una sola palabra y que suena la alarma del ferrocarril llamando a sus empleados fantasmas. No es tan grave y solo esas extrañas y absurdas personas que sueñan con escribir como yo van a entenderme. Grave en el sentido cuando después de haber escrito unos cuantos cuentitos y un puñado de versos se piensa que con el tiempo va a ser más fácil escribir pero empiezan las dudas, con la pérdida de la ingenuidad se va el atrevimiento de hablar de cualquier cosa. Como cuando tuviste dos o tres novias y cuando te déjanoslo su fosforescencia en tu pieza que se va apagando de todo y querés volver a estar con alguien te parece que no sabés ni por dónde empezar.

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Arena, viento, soledad, una mujer desnuda muere , un balde de plástico

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All con su desierto rido, ella espera que la ataque con palabras

Hablando de la pgina en blanco:

Camin todo el da pensando en un cuento de Felisberto que habla de un literato sin asunto. Jodido tema ese, cuando se nos antoja escribir y no encontrar de qu hablar. El literato, que no es ms que un escritor pero nombrado de una manera tan pomposa para estos das como el adjetivo pomposo que si nos pusiramos a hablar de l tenemos tela para rato pero la gramtica no es demasiada entretenida para ponerse a rasguear palabras sobre ella, ms bien todo lo contrario. A donde quiero llegar es que en los aos 30 del siglo pasado seguro la palabra literato era tan comn como lo es hoy la palabra bloguer. El problema de este literato es grave, no grave como un cncer, claro, pero si no est bueno quedarte toda la noche tomando mates lavados y que no te salga una sola palabra y que suena la alarma del ferrocarril llamando a sus empleados fantasmas. No es tan grave y solo esas extraas y absurdas personas que suean con escribir como yo van a entenderme. Grave en el sentido cuando despus de haber escrito unos cuantos cuentitos y un puado de versos se piensa que con el tiempo va a ser ms fcil escribir pero empiezan las dudas, con la prdida de la ingenuidad se va el atrevimiento de hablar de cualquier cosa. Como cuando tuviste dos o tres novias y cuando te djanoslo su fosforescencia en tu pieza que se va apagando de todo y quers volver a estar con alguien te parece que no sabs ni por dnde empezar.

Como reconstruir la historia de un vaso que acaba de explotar contra el suelo en la cocina, su eleccin entre tantos otros vasos similares en la gndola de un supermercado, cuando el borde de ese vaso toc los labios de la mujer que amo o am, su participacin en cumpleaos y dems brindis,, noches de verano de vino con soda y melancola, su relacin con el detergente y la esponja que le devolva su transparencia y no mucho ms. Un vaso que se fabric en China como millones de vasos ms, que cruz el ocano en un barco con una ciudad de contenedores sobre su cubierta que vaya a saber con que otras cosas llenas, cosas repartidas a lo largo y ancho de este mundo y si conociera un poquito la historia de ese barco se podran llenar tantas pginas en blanco. Pero lo poquito que s de ese barco fue que transport lo que hasta hace unas horas era mi vaso y ahora son muchos pedacitos de vidrio envueltos en una hoja de diario dentro de una bolsa junto a otros desperdicios.

Regresando al literato de Felisberto, ste siente que necesita salir de su casa y as escapar de sus meditaciones que lo atoran y no lo dejan hacer nada con su pgina en blanco. En las veredas se imagina ingresando en la vida y de ese modo encontrar de que hablar, a pocas cuadras de su casa se choca junto a unos vecinos, que lo reconocen como escritor, y en compaa de ellos se chocan con un arroyo donde en la orilla hay una mujer envenenada osea que est del lado de la muerte. Despus de un rato de conversaciones y abstracciones se le trunca el posible cuento. Me vino a la cabeza por que es lo que me sucede a m desde hace meses, todos los das no veo la hora de llegar a casa para ponerme a escribir y cuando aparece la pgina en blanco nada, puntos suspensivos, mi voz interior desaparece y las notas que fui garabateando fuera de casa y simulaban ser fragmentos de una posible obra maestra, en el momento de hacer algo con ellos no me dicen nada. Enciendo un sahumerio, pongo msica cool, algo de Bjork o Sigur Rs y aparte de relajarme y darme unas ganas de tirarme a la cama y fumar, para escribir no me auxilian demasiado. Golpear el teclado para ver si mgicamente se manifiesta una sucesin de palabras que de pronto armen un cuento tampoco ms que acercarme a la rotura parcial o total del teclado. Y hoy ya romp un vaso y hace unos das se me llen de hongos un organo y tambin romp unos abrazos as que debo tratar con mayor cuidado todo lo que me rodea que ando enrachado.

Me mir hacindose el distrado como creyendo que yo no me doy cuenta de sus miedos. Dibujas en mis esquinas tringulos que se chocan y arman estrellitas. Da un salto, se toca la nariz y da tres vueltas. Cierra los ojos por unos minutosHabla la pgina en blanco: l est ah sentado por horas, el cree que soy su enemiga, su Nmesis pero todo lo contrario. El vaco no me gusta. Me mira asustado casi con terror como si mi color le recordara las peores cosas, el guardapolvo de una maestra a punto de dar un examen, la chaquetilla del dentista, las sbanas del hospital donde nunca volvi a despertar su padre.

Los mosquitos, las motos afuera, la canilla del bao, el recuerdo de un beso que no fue, de una caricia que aun quema