algunas consideraciones en torno al significado de la tradición - maría madrazo

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Contribuciones desde Coatepec ISSN: 1870-0365 [email protected] Universidad Autónoma del Estado de México México Madrazo Miranda, María Algunas consideraciones en torno al significado de la tradición Contribuciones desde Coatepec, núm. 9, julio-diciembre, 2005, pp. 115-132 Universidad Autónoma del Estado de México Toluca, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28150907 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Un estudio reflexivo sobre las definiciones de tradición y su vigencia como categoría en las ciencias sociales y humanidades

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  • Contribuciones desde CoatepecISSN: [email protected] Autnoma del Estado de MxicoMxico

    Madrazo Miranda, MaraAlgunas consideraciones en torno al significado de la tradicin

    Contribuciones desde Coatepec, nm. 9, julio-diciembre, 2005, pp. 115-132Universidad Autnoma del Estado de Mxico

    Toluca, Mxico

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=28150907

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  • JOS ARANDA SNCHEZ MICHEL MAFFESOLI: UNA SOCIOLOGA DE LO BANAL

    115Contribuciones desde Coatepec NMERO 9, JULIO-DICIEMBRE 2005

    Algunas consideracionesen torno al significado

    de la tradicinSome considerations about the meaning

    of traditionMARA MADRAZO MIRANDA1

    Resumen. El concepto tradicin que desde su origen marcaba la idea de la permanencia deuna comunidad en el tiempo ha dejado de ser un sinnimo de un conservadurismo ultramontano;en el mbito de las ciencias sociales ya no designa las supersticiones que obstaculizaban elProgreso; por el contrario, el reciente cuestionamiento frontal de la Ratio y el cuestionamientodel fenmeno de la globalizacin han contribuido a una revalorizacin de lo tradicional; as seve que la tradicin es un signo indeleble de la identidad cultural, de lo vernculo y de lariqueza cultural de la humanidad.Palabras clave: tradicin, antropologa.

    Abstract. The concept tradition that marked the idea of the permanency of a community in thetime from its origin has stopped to be a synonym of an ultramontane conservatism; in theenvironment of the social sciences it no longer designates the superstitions that blocked ofthe Progress; on the contrary, the recent front question of the Ratio and the phenomenon ofthe globalization have contributed to a revaluation of the traditional thing; it is seen this waythat the tradition is an indelible sign of the cultural identity, of the vernacular thing and of thehumanitys cultural wealthKeywords. Tradition, Anthropology.

    La tradicin viva es que nuestro s-mismo refleje al pasadoy que el pasado refleje a nuestro s-mismo autoexpre-sivamente. Pero la tradicin viva debe ser algo como unsentimiento temporal y eterno que integra creativamente atradicin y tradicin. En esa tradicin viva el mundo vive:El mundo histrico tiene su propia realidad en la tradi-cin. En la medida en que vive la tradicin ese mundo vive.

    Nishida Kitar

    Este artculo pretende caracterizar a grandes rasgos el uso actual del trminotradicin. Esta descripcin tiene dos momentos. El primero consiste enhacer un repaso somero de los sentidos que se le ha dado en diversas1 Facultad de Antropologa de la Universidad Autnoma del Estado de Mxico. Correo electrnico:

    [email protected].

    PGINAS 115-132

  • MARA MADRAZO MIRANDA ALGUNAS CONSIDERACIONES EN TORNO AL SIGNIFICADO DE LA TRADICIN

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    disciplinas y luego se observan los elementos que entran en juego y especificansu uso en la actualidad.

    La construccin de una categoraLa palabra tradicin es polismica en la medida en que su sentido se ha venidoconstruyendo y renovando, incluso desde mbitos diversos; lleva la impronta delo coloquial, de la teologa cristiana y, recientemente, ha emergido como unacategora de las ciencias sociales, y en su largo periplo ha venido mostrandoevaluaciones contradictorias. Por un lado, la tradicin ha sido considerada comouna expresin de la permanencia en el tiempo de una comunidad; en este sentidoes una de las formas que asume la memoria colectiva y una generadora de identidad.Pero desde otro punto de vista ese anclaje no es otra cosa que un sntoma evidentede la dificultad de adaptacin expedita a los crecientes cambios que exige la vidamoderna o el progreso, cuando no, se ha dicho con frecuencia, una mera conjuncinde ignorancias y simplezas que en muchos casos reflejan una mente obtusa. Estosucede porque la tradicin ha sido comprendida en trminos de un autoritarismoirracionalista que sin mayores miramientos traduce la idea de que la experienciade las nuevas generaciones no debe contradecir el saber acumulado y decantadopor las generaciones anteriores. Segn esto a la tradicin hay que obedecerla yhasta reverenciarla,2 por supuesto en detrimento del espritu crtico.

    En efecto, el uso cotidiano de la palabra apunta, por un lado, hacia todoaquello que se hereda de los antepasados as como, de una u otra forma, a losactos que se repiten en el tiempo o que provienen de otra generacin. Se habla,entonces, de tradiciones religiosas, festivas, comunicativas, normativas, tcnicas, es-tticas, culinarias, recreativas, etc. Esta manera de asumir la tradicin predomina enlas llamadas sociedades folk cuyo modo de vida poco tiene que ver con el delas grandes urbes; ah, la idea de tradicin an mantiene un lugar importante en lavida social y se le considera como un componente esencial de la vida en la medida enque ocupa espacios sociales indistintamente. Incluso en algunas comunidades in-dgenas, por ejemplo, la tradicin (el costumbre) es incluso considerada como2 Ferrater Mora (1944) seala que una actitud como sta puede ser denominada tradicionalista en

    la medida en que 1) la actitud segn la cual es deseable seguir lo que se llama la tradicin, porla cual suele entenderse el conjunto de normas, reglas, creencias, costumbres, etc., vigentes enuna comunidad humana; 2) la tendencia a sobreestimar la tradicin (o lo que se llaman tambinlas tradiciones). 2) Tiene generalmente un sentido peyorativo, lo que no sucede, o no sucedenecesariamente, con 1). Los que entienden tradicionalismo en el sentido 1) estiman a menudoque seguir la tradicin o las tradiciones hace posible la continuidad de una cultura, y que todoantitradicionalismo constituye una indeseable ruptura de tal continuidad.

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    autoridad y la mayora de las normas, prcticas, creencias e instituciones depen-den de ella. En estas sociedades se puede hablar de una especie de culto a latradicin. En cambio, en las sociedades marcadas por la racionalidad productivacapitalista y el individualismo, la palabra con frecuencia sirve para descalificar yexpresa la idea de lo anacrnico, el retraso material y el conservadurismo. Noobstante, en ciertos sectores de estas sociedades impregnadas o incluso invadidaspor la globalizacin, esto es, por una especie de cultura formante o matriz bsica,la idea de tradicin juega un papel crucial en la medida en que se le asume comouna forma de resistencia; es una respuesta a manifestaciones ms o menos radica-les que tienden a favorecer lo que se considera vernculo, lo propio, en tanto queconstituye un signo de autenticidad y de identidad de una comunidad.

    Esta actitud ante la tradicin en forma alguna es un sntoma de conservadu-rismo ultramontano; sectores polticos de signos ideolgicos muy diversos en-cuentran en lo vernculo una respuesta a la cultura transnacional que borra laidiosincrasia de una nacin, su originalidad cultural. Mas no es sta una actitudsignada por el radicalismo de los globalifbicos. As, en sociedades como la mexi-cana, por ejemplo, las Tradiciones particulares del arte y la literatura son confrecuencia muy apreciadas por los conocedores y por el gran pblico, [...] pero lastradiciones en cuanto modelos normativos de accin y de creencias son recorda-das como intiles y molestas (Zavala, 1994: 156; cfr. Shils, 1991: 3). Incluso,entendida como factor de diversidad, un sector de las tradiciones y sus objeti-vaciones han sido asumidas en el mundo globalizado como parte del patrimonioinmaterial de la humanidad3 en la medida en que tenderan a enriquecer la di-

    3 En el artculo 2 de la declaracin de la Convencin para la salvaguardia del patrimonio culturalde la humanidad de la UNESCO (Conferencia General de la Organizacin de las NacionesUnidas para la Educacin la Ciencia y la Cultura) se define el patrimonio cultural inmaterialcomo los usos y representaciones, expresiones, conocimientos y tcnicas junto con los ins-trumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes que las comunida-des, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de supatrimonio cultural. Y ms abajo se detalla que este patrimonio se manifiesta particularmenteen los siguientes mbitos:a) tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehculo del patrimonio culturalinmaterial;b) artes del espectculo;c) usos sociales, rituales y actos festivos;d) conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo;e) tcnicas artesanales tradicionales.Es importante destacar que esta accin de salvaguardia est inscrita en el marco formulado demanera particular por la Declaracin Universal de Derechos Humanos (1948), al Pacto interna-cional de Derechos Civiles y Polticos (1966) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles yPolticos (1966).

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    versidad cultural y la creatividad humana (UNESCO, 2004: 2). En ltima ins-tancia, esta premisa es tambin una respuesta a la percepcin de las comunidadeshumanas reducidas a la condicin de masa, sin arraigo, sin identidad profunda,esto es, sin tradicin y sin memoria. Paradjicamente, esta masa, al carecer de talhondura, es tambin marcadamente individualista, pues en el sentido que ahorainteresa, se muestra prcticamente incapaz de ejercer su comprensin ms alldel mbito de la inmediatez de su propia experiencia subjetiva e inmediata.4

    Por otra parte, y esto parece ser una verdad de Perogrullo, de una sociedada otra cambia el sentido de la tradicin; no tiene siempre el mismo significado niel mismo valor, pues stos dependen de factores muy variados: el grado de con-ciencia de la importancia conferida por generaciones anteriores a la tradicin; lamemoria de sus portadores; el inters por la conservacin de los vnculos con elpasado; el grado de resistencia ante los cambios e innovaciones, y la posibilidadde adaptacin del fenmeno tradicional a la realidad.

    Luego de estas acotaciones que enmarcan la problemtica comprensin deltrmino en el momento actual, es oportuno dirigir primero la atencin hacia elsignificado etimolgico de palabra. Gmez de Silva (1988) apunta que la palabraproviene de latn traditionem, acusativo de traditio (tema tradition-) tradicin,enseanza, accin de transmitir o entregar; de traditus, participio pasivo detradere: entregar. La tradicin, prosigue este autor, denota ante todo la trans-misin de los elementos de una cultura de una generacin a otra o la idea decostumbre cultural. En este mismo tenor en el Diccionario de autoridades selee: Noticia de alguna cosa antigua, que se difunde de padres a hijos y se comu-nica por relacin sucesiva de unos en otros. Esta obra recoge tambin el sentidojudicial del trmino, el de entrega: Entre los jurisconsultos se toma por lo mis-mo que entrega: y as dice, que por la tradicin se transfiere el dominio de unacosa vendida o enajenada de otro modo.

    El significado de entrega ha sido, en general, el que se ha ido imponiendoen la actualidad en la mayora de las ciencias que recurren al concepto de tradi-cin en su inventario conceptual, aunque por mucho tiempo predomin la idea delo entregado, del legado, como se puede constar bastante bien en el uso cotidianode la palabra en nuestro idioma; es decir, se ha entendido que una tradicin es unconjunto de normas, de creencias, etc., con frecuencia incorporadas a instituciones.Sin embargo, pese a este acuerdo, no hay que perder de vista que si en el usocotidiano es una palabra ambigua, en el pensamiento cientfico presenta caracte-rsticas heterogneas.

    4 En la mencionada declaracin (2004: 2) se establece que el patrimonio cultural inmaterial esun factor de acercamiento intercambio y entendimiento entre los seres humanos.

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    Llegando a este punto es oportuno continuar refiriendo con brevedad el usodisciplinario del concepto de tradicin.

    La conceptualizacin de la tradicin se ha ido desarrollando en el campo delas ciencias sociales y humanidades. Disciplinas como el Derecho, la Filosofa, laHistoria, y ms recientemente la Hermenutica, la Antropologa y la Sociologatienen ya este trmino para describir y comprender las realidades que estudian;adems, se estn construyendo teoras ms elaboradas especficamente en torno ala categora de tradicin.

    Ahora bien, con el carcter de entrega, la tradicin fue entendida como unsistema intermedio entre el antiguo derecho romano y el derecho moderno; con-sista en el procedimiento lcito de transferencia de una cosa o propiedad, entre, por lomenos, dos personas.5 Pareciera que el contrato de esta cesin se sigue representandoactualmente en la transmisin de cualquier tradicin, porque intervienen los mis-mos elementos: el propietario y el transmitente, un elemento o el objeto quese va a entregar, el acto de entrega y la intencin de la transmisin.

    El concepto de tradicin, por otra parte, es entendido en el mundo religiosocristiano6 no como una mera entrega material, sino espiritual y sagrada; es a lavez testimonio-memoria y testimonio-comunicacin. Ante todo se refiere a lapredicacin de la revelacin por parte de los apstoles mediante la transmisinoral. sta an se conserva viva en el seno de la Iglesia, aunque estuvo amenazadapor los reformadores de los siglos XV y XVI que no consideraron importante elmensaje verbal al reconocer slo la Escritura como nica fuente verdadera de laPalabra. Pero en el marco del Concilio de Trento se decret, en 1546, que larevelacin divina estaba contenida en la Escritura y en la Tradicin, por lo queambas deban ser recibidas con el mismo aprecio y veneracin. En el ConcilioVaticano II se refrend la unidad fundamental de la Tradicin con la Escrituracomo transmisiones, oral y escrita, de una misma Revelacin. En conclusin,

    5En el mbito del derecho el trmino tradicin es muy antiguo y su significado es el acto deentregar, referido al hecho de transmitir y adquirir una propiedad que conlleva al cumplimien-to de un cierto nmero de reglas o requisitos: 1) Dos personas, el propietario y transmitente quedebe ser el dueo y el aceptante que ha de tener capacidad para adquirir. 2) Un elemento real, osea una cosa que est en comercio. 3) Un acto o forma consistente en la transmisin o entrega.4) Intencin del tradens de transmitir y del accipiens de adquirir la propiedad de esa cosa por elsolo hecho de tal entrega. Este elemento intencional es esencial en la tradicin como medio deadquirir, pues la entrega de una cosa puede tener lugar bajo distintos fines, se lee en la Enciclo-pedia Universal Ilustrada Europeo-Americana (1928).

    6La palabra t. evoca una nocin religiosa antiqusima, segn la cual se acepta un mensaje que esdigno de fe y que la exige, el cual llega por audicin, transmitido de palabra; el objeto de estemensaje es independiente de la persona que lo trae, la cual no obra ms que en nombre de ladoctrina que anuncia (Haag, 2000).

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    como lo seala de La Brosse, la Iglesia, que nos transmite la Escritura [...], nos latransmite en el interior de otras numerosas tradiciones vivas, sin las cuales laEscritura misma no tendra ya todo su sentido y no sera transmitida verdadera-mente. De la misma forma con gran claridad en el Diccionario Enciclopdico deSalvat (1995) se sintetiza esta idea (ver tambin Prez, 1994: 181-182):

    Para el catolicismo se da la tradicin a causa del desfase de la Escritura por larevelacin, a la vez que la condiciona. En un nuevo aspecto de la cuestin, larevelacin connota al sujeto que la recibe con fe y que le presta la condicin deposibilidad; no es una realidad ahistrica, sino que comporta a los hombres vivosque la actualizan en su fe. Por tanto la escritura no se adecua con la revelacin nicon la fe, ni la revelacin se expresa totalmente en la Escritura, ni la fe, nace slode la Escritura [...] La tradicin es la que presta a la relacin revelacin-fe (esdecir a la religin como fenmeno social) su vehculo de integracin y perpetui-dad. Si la Escritura es el mbito vital de la religin la tradicin es el subsuelosociolgico de la Escritura que, sin solucin de continuidad, vitaliza la Escrituray las tradiciones.La tradicin por comportar un elemento histrico y sociolgico, junto a la tenazconservacin, incluye entre sus virtualidades la transformacin, el progreso y laevolucin. La experiencia de lo santo, que tiene como momentos extremos larevelacin y la fe, se realiza en ritos, se capta en mitos, se conceptualiza endoctrinas o frmulas establecidas...

    El estudio de la tradicin interesa a la filosofa bajo distintos aspectos. Unpunto de reflexin reside en la antinomia entre el espritu tradicional y el espritude novedad, fincado en ideas como las de desarrollo y progreso. En sentidogeneral, indica una actitud espiritual de reaccin ante acontecimientos histricoso movimientos culturales revolucionarios en nombre de un complejo de valorestransmitidos por la historia, con una propensin a fijar estos valores como pre-eminentes (Urdanoz, 1975: 671). Con este mismo concepto se denominan losdistintos movimientos filosficos y sociales que, alertados por el menosprecio dela tradicin cristiana, vista como obstculo para el saber y la libertad, reaccionancontra el encumbramiento de la razn individual. Particularmente es relevante eltradicionalismo encabezado Joseph de Maistre y Louis de Bonald que, como idelo-gos de la restauracin postnapolenica, defendieron el orden catlico haciendo unacrtica filosfica a los principios sobre los que se sustenta el pensamiento Ilustrado.

    En la historiografa, la tradicin (entendida como tradicin oral o memoriaoral) juega un papel sobresaliente en tanto que constituye una fuente muy apre-

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    ciable para documentar el pasado.7 En efecto, el fundamento histrico de la tradi-cin puede ser notable, por lo cual constituye una reserva testimonial de variasgeneraciones, que no slo documenta el pasado, tambin la presencia del pasadoen el presente.

    El componente histrico del concepto en cuestin lo delinea con precisinel filsofo Nishida Kitar (Jacinto, 1994: 151-180); para l la tradicin es elprincipio constitutivo de la realidad histrica (Jacinto, 1994: 157), o dicho conotras palabras, concluye que sin tradicin no hay historia ni mundo histrico. Lapercepcin y la constitucin del mundo son posibles gracias a la tradicin y aligual que la historia, la tradicin tiene su origen en los mitos, y en sus comienzosposee el carcter de religin tnica. Asimismo, destaca este filsofo, las dimen-siones activas8 de la tradicin en tanto que es una fuerza dinmico-dialcticaque proporciona sentido al mundo histrico; es decir, advierte que el significadode la tradicin proviene de un pasado ya establecido, pero no es fijo, sino que seva transformando, dando lugar a nuevos significados. Por tanto, la tradicin com-prende en s misma imgenes y contenidos relacionados con el origen y el pasado,por una parte, y referencias del presente en el que acta, por otra.

    Estas palabras dejan ver que la tradicin es un fenmeno que puede serobservado sincrnicamente cuando, por ejemplo, se considera la realizacin deuna fiesta patronal en un tiempo y espacio determinados y, diacrnicamente, alhacer un corte transversal en el tiempo para detallar su trayectoria. El estudio delas distintas recepciones que se han hecho de El Quijote o La Iliada funcionantambin como ejemplo. De hecho y esto es ms ilustrativo es ya un lugarcomn decir entre los especialistas y escritores que la literatura debe ser entendi-da como una gran tradicin.

    Guiada por el propsito de describir y entender las sociedades que han sidodefinidas como tradicionales, en antropologa y la sociologa9 recientemente se

    7 Por tradicin oral en tanto fuente histrica Jean Vansina (1987: 33) entiende todos los testimo-nios orales, narrados, concernientes al pasado [...] testimonios hablados y cantados. [...] Ademsno todas las fuentes orales son tradiciones orales. Son las fuentes narradas; es decir, las que sontransmitidas de boca en boca por medio del lenguaje.

    8 La tradicin es activa porque al ir haciendo es hecha, lo que tiene el carcter de haber sidohecho y, al mismo tiempo, tiene el carcter de hacedor, un carcter activo( Jacinto, 1989: 416).

    9 Desde fines del siglo XIX los cientficos sociales han reflexionado en torno a las sociedades enlas que juega un papel relevante la tradicin. Ferdinand Tnnies en Comunidad y sociedad(1888) propuso una caracterizacin de la transicin de la sociedad feudal (que a grandes rasgospuede llamarse comunidad) a la capitalista (sociedad) a partir de una serie de contrastes que, ensuma, reflejan la contraposicin entre lo originado naturalmente y lo contractual como relacio-nes personales de intimidad y confianza frente a relaciones frente a extraos, lazos moralesconjuntos, colectivos y cooperativos frente a vnculos independientes, despersonalizados; reci-

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    expresaron algunas opiniones en torno de este tema. Desde esta perspectiva, di-cho en una apretada sntesis, se describe la tradicin como un fenmeno culturalpresente en todas las sociedades y que consiste en la suma de formas de conductasocial y ritual aprendidas y transmitidas de una generacin a otra, y que contribuyena caracterizar el universo cultural de la comunidad. En esta perspectiva se hacehincapi en que la tradicin posee un significado colectivo en cuanto es reconociday aceptada por una comunidad, o por grupos que la poseen y transmiten; igualmente,se le reconoce por la importante funcin de reproducir conocimientos, prcticas,creencias y valores originados en el pasado, pero que son esenciales en el presentepara establecer la continuidad, identificacin y cohesin cultural de la comunidad.La tradicin es, pues, un elemento necesario de toda cultura en tanto forma organi-zada de vida de un grupo multigeneracional humano, sellado por un estilo vitalpropio [...] (Sambarino, 1980: 122). En esta lnea considero oportuno citar, porsu claridad, a Jess Tapia Santamara (1989) quien al reflexionar el valor heursticodel concepto de tradicin describi el proceso de la tradicionalizacin como lainstauracin de usos sociales relativos al trabajo, a las relaciones de parentesco,a la poltica, al saber cosmolgico, mdico, arquitectnico, de produccin, a ritualesreligiosos, de curacin, sociales, agrcolas, y del ciclo de la vida del hombre; a lasartes y a las creencias bajo la forma de hbitos y costumbres en la sociedad:

    al considerar los usos sociales, el antroplogo analiza sus componentes, sustransformaciones, sus determinantes, su eficacia social, sus significados cam-biantes y plurales, su lugar en la cultura y en las ideologas de las diversassociedades. Por lo tanto, ms que conceptos abstractos o realidades fijas yconcretas, la tradicin y la costumbre son, en antropologa social, categorasanalticas, herramientas que nos adentran en el conocimiento de una sociedad(Tapia, 1989:108).

    La tradicin, en tanto acciones y prcticas heredadas que influyen el ordensocial, se realiza como parte de una cultura dada (cfr. Boyer, 1990: 23-121) enla que la poblacin no se cuestiona si debe o no seguir la tradicin pues la consi-dera una verdad aceptada que se repite conformando un patrn de comportamien-to acostumbrado. El antroplogo se aproxima al estudio de la tradicin con el

    procidad, trueque y cambio frente a compra y contrato, y sancin divina frente a sancin ejem-plar (Harris, 1999: 167). Diez aos despus tambin Durkheim (1975) en La divisin social deltrabajo, al exponer sus reflexiones sobre las formas de cohesin social (solidaridad orgnicay solidaridad mecnica, que pueden compararse a los de comunidad y sociedad de Tnnies),toca esta materia.

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    objetivo de explicar y describir los patrones de conducta que se derivan de ella, enun lugar y tiempo determinados.

    En sntesis, el concepto de tradicin se ha utilizado para definir una ciertaclase de fenmenos sociales o procesos culturales observables, dejando de ladocuestiones directamente relacionadas con el fenmeno de la tradicin vista comoproceso, tales como su origen, el proceso de transmisin y sus actores, su duracin.As, hay un inters por estudiar la historia de las tradiciones, que rebase la estrictaatencin centrada en la funcin normativa que desempean las tradiciones en lasociedad.

    Debido a la diversidad de posturas y aspectos asumidos en relacin con latradicin resulta difcil pensar la tradicin de manera abstracta. Por tanto, sindejar de considerar en su totalidad las perspectivas expuestas y de acuerdo con elplanteamiento de este trabajo, puede concluirse una definicin amplia y operativa:la tradicin es un proceso de transmisin, que viene del pasado al presente, serealiza mediante una cadena de repeticiones que no son idnticas, sino que pre-sentan cambios e innovaciones, y se van acumulando para crear lo que sera lagran tradicin, un acervo reunido a lo largo de las repeticiones y que abarca lasdiferentes versiones de la transmisin. Adems, el estudio de cualquier tradicinrequiere del conocimiento del entorno fsico y el contexto cultural en donde stase presenta, as como del anlisis de su contenido particular.

    Como ha podido verse, la idea de tradicin que se ha estado exponiendo seencuentra reflejada y tambin complementada mediante las referencias a las no-ciones de tradicin activa, tradicin objetiva y tradicin acumulada que acontinuacin se explican. Estas reflexiones sirven para exponer la idea de tradi-cin que est emergiendo en estos momentos.

    Aspectos para el anlisis de la tradicin

    A) La tradicin activa-tradicin vivaPara explicar la idea de tradicin viva se parte de la dicotoma tradicin viva/vestigio propuesta por Miki Kiyoshi (1995: 365-372), quien destaca la diferenciaentre concebir la tradicin como algo que slo pertenece al pasado, y que debe serrespetado y aceptado, por su edad, como si representara a un anciano o unaantigedad. O bien, concebir la tradicin como un proceso de transmisin activo,es decir, la tradicin viva, la que se ubica en el tiempo actual, fruto de una serie dereiteraciones del contenido entregado, el cual no se conserva idntico, sino que essusceptible a ser modificado parcialmente, y est abierto a los impulsos creativosde sus detentadores. El aspecto del cambio es uno de los principales rasgos de la

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    tradicin, pues es el mecanismo que produce la continuidad de la tradicin entrelos transmisores de una cultura. La tradicin cambia entonces constantemente, escreada en el presente:

    La tradicin viene a ser tal mediante nuestra accin y, en consecuencia, podemosdecir que tambin la tradicin es algo que nosotros hacemos. Sin creacin no haytradicin: la tradicin misma pertenece a una creacin. Incluso lo que viene a sertradicin no slo es algo que fue creado en el pasado, sino que viene a ser viva encuanto tradicin mediante la creacin en el presente (Kiyoshi, 1995: 368).

    La tradicin viva se opone a la tradicin de los objetos inertes, porque acta,se traslada de un lugar a otro, crece, se preserva mediante la transformacin; sincambio no hay tradicin porque toda repeticin o reiteracin es sinnimo detransmisin que conlleva un proceso de seleccin y adaptacin. En este sentido elciclo de la tradicin abarca el pasado, el presente y el futuro: La tradicin es algoque activamente es hecho vivir en el presente, pero la accin del presente siempreencierra una relacin con el futuro: mediante la accin, la tradicin del pasado seune al presente y al futuro (Kiyoshi, 1995: 366).

    B) La tradicin objetivaLa tradicin objetiva se define como el conjunto de experiencias transmitidas[que] funciona como medio para objetivar nuevas experiencias e integrarlas en elacervo de lo ya adquirido. La experiencia concreta de una comunidad es, de estamanera, tradicin de su experiencia de la realidad: la experiencia hace posible latradicin y sta, a su vez, hace posible la experiencia (Prez, 1993: 38). O dichocon otras palabras, la experiencia se entiende en este contexto como el marco dereferentes cognitivos guardados en al memoria individual o colectiva que posibi-litan y modelan social y culturalmente la captacin de las experiencias que se vansucediendo a la comunidad o la persona.

    Se entiende tambin que la tradicin objetiva es en realidad el resultado dela tradicin viva, y conforma el universo tradicional que caracteriza a una sociedady refuerza el sentido de identidad de sus habitantes.

    C) La tradicin acumuladaA diferencia de la tradicin viva que se basa en el proceso de transmisin, latradicin acumulada no se refiere a procesos, sino a contenidos; muchas veces se

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    llama la tradicin de un pueblo a sus artesanas, a sus construcciones, a su comida,a sus relatos; es decir, a la cuantificacin de objetos o creencias que conserva yque configuran su acervo memorstico. Y algunas veces se refiere a tradicionesmuertas, que sobreviven slo como muestra de lo que fueron anteriormente.

    Como se haba sealado, la tradicin ha sido considerada fundamentalmen-te como contenido, ahora quisiera revisar la cuestin de transmisin. Los elemen-tos que se ponen en juego en este acto social son:

    a) La transmisin y lo transmitido

    Vista de manera general se puede explicar la transmisin como un factor esencialde toda cultura, pues su funcin tiene que ver con el proceso de continuidad de lavida social.

    La transmisin cultural de un conocimiento, prctica, costumbre, mito,etc. jams se reduce a una simple reconduccin mecnica individualizada; msbien es un acto de carcter colectivo, como lo atestiguan en todas las culturas losrituales que la acompaan, trtese de algo de la naturaleza o lo sobrenatural, delmundo de los hombres, a nivel biolgico o social, del pasado, del futuro o de lasnecesidades del presente. El estudio de la transmisin revela entonces que lasdiversas modalidades a la que est sometida en todas las sociedades no obedecensolamente a una lgica de eficacia prctica, sino a una intencin cultural (Bonte eIzard, 1991).

    La responsabilidad de la intencin cultural recae directamente en losposeedores y transmisores de la tradicin. El grupo humano es el responsable deconservar y seleccionar los contenidos de las transmisiones, es quien controla yestablece los mecanismos de repeticin: procesos de adquisicin y memoriza-cin, as como situaciones y contextos de interaccin social en que se manifiestala tradicin.

    La transmisin es entonces la entrega de cosas y acciones humanas quetienen sus orgenes en el pasado y puede darse tambin de una generacin a otra,en el transcurso de la vida de un pueblo. Incluye objetos materiales o cosas: cons-trucciones, monumentos, esculturas, pinturas, artesanas, herramientas, libros,mquinas; expresiones verbales como mitos, leyendas, historias, creencias etc.as como eventos, prcticas como las fiestas, ceremonias, cargos, costumbres ytcnicas de trabajo e instituciones. En estos casos lo que se transmite son modelosde acciones que funcionan como principios establecidos para continuar la tradicin.

    La transmisin puede comprender todo lo que una sociedad de un tiempodado posee, y que ya exista cuando sus poseedores presentes llegaron, no se trata

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    del producto de un proceso fsico en el mundo externo, o exclusivamente delresultado de una necesidad ecolgica o psicolgica (Shils 1981: 12). La transmi-sin ensea a vivir a los hombres con su entorno y a reconocerse como parte de lacomunidad.

    b) La temporalidad de la transmisinLa transmisin de la tradicin se realiza en el tiempo. El pasado le otorga autoridada la tradicin y la vuelve respetable dentro de la comunidad; las nuevasgeneraciones, en efecto, aceptan su autoridad porque est respaldada por un procesode acumulacin cultural que controlan y cuidan sus poseedores. As, la tradicines un pasado creador del presente, pues El hombre ha sido formado a travs dela experiencia y la recepcin de tradiciones en un medio ambiente dado en queciertas creencias y prcticas prevalecen. Algunos individuos ms que otrosmantienen en pie su pasado adquirido previamente (Shils, 1991: 48).

    El registro del pasado se graba en la memoria, el hombre reconstruye supropia imagen, incorpora sus experiencias siempre con base en el pasado, ste lesirve al hombre para el conocimiento de la realidad, y para aprehender el mundoque lo rodea.

    El sentido de su propia identidad es, en parte, la percepcin presente del pasado.La forma como el individuo se percibe a s mismo incluye cosas que no se limitana sus propias experiencias, no es ms su percepcin limitada por su propia vida.La imagen de s mismo va ms all de lo contenido en su cuerpo en el momentode imaginar; es lo que incorpora como parte de su carcter y autopercepcin. Porejemplo, particularidades de otras personas en el pasado, de su misma familia ode su mismo sexo, de su misma edad, o de su mismo color o grupo tnico; de sunacionalidad, de su pueblo y de su vasta cultura, en la que ellos han sidoasimilados[...]En la definicin de s mismos se incluye la construccin de su pasado. [...] Delmismo modo que el hombre se ha acercado al pasado, es como se ha percatadode la tradicin (Shils, 1981: 51-52).

    Adems del papel que desempea el pasado en la tradicin, su relacin conel presente tambin es importante: el pasado funciona como fundamento del pre-sente. Y la idea de tradicin no debe reducirse a lo que ha sucedido, sino al enca-denamiento de los tiempos pasados con los tiempos modernos.

    En este sentido el presente no es un instante evanescente, sino un continuodentro del horizonte temporal multigeneracional. Y en este horizonte se produce

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    la transmisin de la herencia social de los mayores, que representan un pasadosuyo. De ah que resulte claro que el dador de una tradicin, y la tradicin, noson el pasado, sino una parte del presente; e igualmente actual es el receptor quela hace suya o la realiza (Sambarino, 1980: 130). En esta perspectiva estudiar latradicin significa estudiar los fenmenos tradicionales de hoy, vigentes, en susmanifestaciones actuales.

    c) Transmisin: persistencia y transformacin

    En la tradicin no hay slo la remisin a un pasado colectivo, cuyo mantenimientoes importante, no se trata simplemente de repetirlo. En el curso de su desarrollo,la tradicin es una combinacin de los elementos esenciales, que se conservanintactos junto a aspectos nuevos que se suman a ella. Porque una tradicin actualno puede conservarse, generalmente, idntica a la de sus predecesores, enfrentadistintas situaciones de cambio e innovacin. Los cambios que sufre en latransmisin son variados y responden a diversas causas; sus poseedores son losprincipales responsables de las modificaciones, pero tambin deben serconsiderados otros aspectos como la memoria selectiva del grupo, las circunstanciasy decisiones en el contexto cultural, e incluso, a veces, es la realidad quien imponelos cambios a la tradicin.

    Por tanto, la transformacin de sus componentes es inevitable y la transmi-sin continua se convierte en una cadena, en una secuencia de variaciones, ya seapor los temas u objetos recibidos; esto se puede observar en la tradicin oral, lasversiones de un relato oral son el testimonio de su reiterada comunicacin y gene-ralmente son recreaciones de una misma historia. Como parte del proceso de trans-misin hay que considerar la seleccin y adaptacin que se relacionan directa-mente con la forma de posesin de cada tradicin y con los mecanismos detransmisin de cada cultura. Dentro de la misma tradicin no slo hay niveles dediferenciacin y especificidad en la posesin, tambin hay diferentes interpreta-ciones y nfasis (Shils, 1981: 26-27).

    El proceso de reiteracin puede ser real o simblico, segn la estructuraformal de cada tradicin, puede representar formas, sentidos, actitudes, temas,acciones, etc., aunque la tradicin cambie, siempre para los poseedores y destina-tarios sigue manteniendo el mismo sentido.

    Segn el modo en que se reproducen, las tradiciones se pueden clasificarcomo activas y fijas. Activas son aqullas que no admiten cambios nica-mente algunos muy insignificantes en su estructura y contenido, parte de susignificado radica en el respeto a su forma original, ejemplo de esto son los ritua-

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    les religiosos. Activas son la mayora de las tradiciones que sin transformarseabsolutamente aceptan modificaciones, generalmente en aspectos superficiales,pero ocasionalmente pueden llegar hasta desviar su sentido original. Vale comoejemplo el caso de las danzas tradicionales en donde aspectos como el vestuario ylos adornos se confeccionan con materiales cada vez ms econmicos, pero lacoreografa y la msica se conservan.

    d) Significacin histrica y colectiva de la tradicinLa tradicin es un bien que pertenece a la comunidad, que tiene un sentido colectivoporque es conocida y atae a grupos de personas, y se difunde como parte de laexperiencia que los hombres ms viejos heredan a los jvenes. Segn su funcinrectora y didctica, la tradicin es parte de la realidad cotidiana que construye elmundo de los individuos. La nica autora de la tradicin est en la memoriacolectiva, su verdadero origen es la cadena de voces y actos reiterados en el tiempopor los individuos integrados a su comunidad. El anonimato queda entoncesentendido a partir de la idea de que la creacin de una tradicin lleva el sello de locomn. Adems, como lo seala Sambarino (1980: 126), El carcter colectivode la tradicin es un aspecto que participa en el refuerzo de la identidad de losindividuos de una comunidad, la participacin en algo que es comn, valioso yaceptado por el grupo, como es la tradicin, despierta un sentimiento afectivo enel hombre en relacin con su s-mismo colectivo.

    e) Tradicin e identidadLa tradicin es un factor que forma parte de la identidad cultural de una comunidad,sus elementos transmitidos intervienen en la formacin de las imgenes del smismo y del ente social. La carga de pasado de la tradicin funciona comoconocimiento precedente a las nuevas generaciones que les ayuda para hacer frentea las nuevas experiencias de la vida. La tradicin es vital y cultural, ensea a loshombres a conocer su realidad y tambin les muestra como son dentro de esarealidad; asimismo, refuerza el sentido de identidad del individuo y del grupofrente al olvido ocasionado por el tiempo:

    la tradicin se realiza en los individuos, pero no es un fenmeno individual. Serealiza en ellos pero no en cuanto meros individuos, sino en cuanto miembros deun grupo social, sujetos de una relacin social. Aun en el caso extremo de trans-misin de tradiciones de un individuo a otro, la tradicin implica necesariamente

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    una apertura del individuo respecto a su semejante, ya como entrega, ya comorecepcin, ya como ambas cosas. Pero eso es lo de menos. Al transmitir la tradi-cin o al recibirla, el individuo est funcionando como representante de un gru-po social ms amplio y complejo. Pues finalmente el sentido profundo de latradicin no es slo la perpetuidad de la vida sin ms, el mero vencimiento deltiempo, sino la prolongacin indefinida del grupo social a travs del tiempo(Herrejn, 1994: 141).

    f) Duracin de la tradicin

    Shils, ante la pregunta de si es posible medir la duracin de un fenmeno como latradicin, advierte que para hablar del tiempo que dura una tradicin es preciso,en primer lugar, pensar en trminos de generaciones, pues, pese a que en srepresentan un fragmento de tiempo poco preciso. De hecho, propone que unacreencia o prctica que es hecha popular que sobrevive por poco tiempo no llegara ser una tradicin, pues para ser considerada como tal, debe ser continuada por lomenos por tres generaciones; en efecto, al menos se precisa de dos transmisionesen tres generaciones para que un patrn de creencia o accin pueda estimarsecomo tradicin (Shils, 1981: 15).

    Ahora, de vuelta a la pregunta planteada arriba, no siempre es posibledeterminar el tiempo que durar una tradicin. Puede deteriorarse al perder sentidoen la sociedad o cuando es olvidada por sus poseedores, dos respuestas que sonprcticamente una. Tambin, la tradicin asume dos formas: se habla de tradicionescontinuas y discontinuas, segn la frecuencia con que son realizadas. Si se entiendepor continua la regularidad de la prctica de una tradicin, las tradicionesdiscontinuas se presentan fundamentalmente como tradiciones recobradas: Confrecuencia vemos en la historia que lo que en una poca estaba com-pletamenteolvidado, en otra poca posterior resucita como tradicin. Esa resurreccin se basaen las acciones de los hombres de esa poca (Jacinto, 1995: 366).

    As mismo, existen las tradiciones que muestran un carcter cclico en cuan-to se rigen por el calendario y se repiten peridicamente mientras subsisten. Tn-gase por ejemplo las celebraciones y rituales del calendario agrcola, las fiestaspatronales y del calendario catlico como la Navidad, la Semana Santa, etc.

    Por otra parte, las denominadas nuevas tradiciones por lo comn derivan deotras ubicadas en el pasado que se modifican, pues han perdido su vigencia al darpaso a nuevas formas tradicionales. Este rasgo de actualidad responde al estrechovnculo que mantiene en la comunidad donde desempea siempre alguna fun-cin, adems de mantener los lazos con el pasado.

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    Las tradiciones tambin fenecen: las cosas mueren con la situacin que lasgeneraba o con la persona que las hizo, recuerda Shils (1981: 31); desaparecendel horizonte social cuando su significado ya no es percibido como tal por lasnuevas generaciones; se habla entonces de abandono u olvido. Pero, es comnque en muchas ocasiones se adaptan a las cambiantes y heterogneas circunstan-cias para no desaparecer del todo o para renovarse.

    g) La tradicin y las tradicionesLa tradicin es el nombre genrico, abstracto, utilizado para referir la multitud detradiciones que son sus expresiones concretas constituidas como una red detradiciones interconectadas, que incluso reflejan el orden cultural y social de unapoblacin. Por eso, cuando en un sitio se observa un sistema de tradiciones amplioy vigente suele decirse que se trata de una poblacin tradicional. En este sentido,Sambarino (1980: 141), desde una ptica estructural, considera que Si cadatradicin es parte de un conjunto de tradiciones, al que se llama tradicin, es partedel conjunto estructurado de una forma de vida colectiva, todo cambio deimportancia en la estructura se ha de acompaar con un cambio correspondienteen el sistema de tradiciones.

    En conclusin, se pudo observar en este repaso que el concepto tradicintuvo desde su origen un sentido positivo, porque marcaba la idea de la permanen-cia de una comunidad en el tiempo. Pero fue a partir del rechazo a la corrientefilosfica del siglo XIX llamada tradicionalismo, asociada polticamente a laRestauracin, que el concepto de tradicin se carg de connotaciones peyorativas.

    En aos recientes, el cuestionamiento frontal de la Ratio y la globalizacinhan contribuido a una revalorizacin de lo tradicional; as se ve a la tradicincomo un signo indeleble de la identidad cultural, de lo vernculo y, en esta medi-da, se le considera un patrimonio de la cultura inmaterial de la humanidad. Eltrmino tradicin tambin adquiri un matiz positivo e incluso se le ha venidoconsiderando como una categora de estudio en el mbito de las ciencias socialesy las humanidades; particularmente la reflexin ha tomado un nuevo sesgo alestablecerse una preocupacin por el proceso mismo de transmisin.

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    Mara Madrazo Miranda es Licenciada en Letras espaolas (UniversidadVeracruzana), Maestra en Estudios tnicos y del Lenguaje (El Colegio deMichoacn); profesora de tiempo completo y coordinadora de Investigacin yposgrado en la Facultad de Antropologa de la Universidad Autnoma del Estadode Mxico. Entre sus publicaciones recientes estn los artculos El cancioneroveracruzano. Recopilacin y redaccin de los materiales, en Memoria del XIIColoquio de las Literaturas regionales, Universidad de Sonora, 1992. Variacionesdel personaje mtico: Juan del Monte, en Jerman Argueta y Ernesto Licona(coords.), Oralidad y cultura, Mxico, CONACULTA, Culturas Populares, 1994.Mestizaje y sincretismo en la fiesta patronal de Xico, en Hern Prez (ed.)Mxico en fiesta, Zamora, El Colegio de Michoacn, 1998. El pavo real y eltapacaminos. Cuentos y versos de Xico. Prlogo, recopilacin, seleccin y notasde Mara Madrazo Miranda, Universidad Veracruzana/ CONACULTA-FONCA, Xalapa,2000. Lnea de investigacin: Sociedades rurales.