alejandro xul solar, carta astral de página opuesta
TRANSCRIPT
74
Alejandro Xul Solar, Carta astral deOliverio Girondo, s.d. Col. MuseoXul Solar
Página opuesta:A. S. Witcomb, Retrato de OliverioGirondo, [1891?]. Col. SADE
Le Château d’eau, ExpositionUniversel, Paris, 1900.
75
1890
Octavio José Oliverio Girondo nace el 17 de agos-
to en la casa familiar de la calle Lavalle 1035
(demolida en la construcción de la Avenida 9 de
Julio). Hijo de Juan Girondo Aramburu (1846-
1927) y Josefa Uriburu Arenales (1855-1921), es
el menor de siete hermanos: Juan, Eduardo,
Laura, Rafael, Lucio y Alberto. En la familia se
destacan dos presidentes: José Evaristo Uriburu
(hermano de la madre) y el general golpista José
Félix Uriburu (primo del propio Oliverio).
1900
Viaja a Europa por primera vez. En París, su
padre lo lleva a visitar la Exposición Universal.
Sabemos que estudia en un colegio de Epsom,
Inglaterra; testimonios existentes difieren al indi-
car otros estudios en el Lycée Louis-Le-Grand de
París o en el internado de la orden dominica
Albert-le-Grand, en Arcueil.
1904-1908
Cursa sus estudios secundarios, alternativamente,
en el Instituto Libre de Segunda Enseñanza y en
el Colegio Nacional Sud (luego Colegio Nacional
Bernardino Rivadavia). Al Instituto Libre asisten
–además de su hermano Alberto– Ricardo
Güiraldes, Adán Diehl, Alfredo González Garaño
y Alberto Lagos, quienes integran el denominado
“Grupo Parera”, que tiene sus reuniones en el
taller de Alejandro Bustillo, grupo al que se irán
sumando Tito Cittadini, Aníbal Noceti, Carlos
Ayerza, Rodolfo Franco y Roberto Ramaugé.
1905
El 23 de octubre nace en Buenos Aires la futura
esposa de Oliverio, Norah Lange, hija de un inge-
niero noruego llegado a la Argentina a fines del
siglo XIX.
1909
Inicia sus estudios de Derecho y en los años
siguientes realiza numerosos viajes a Europa.
1911-1914
En La Revista Teatral y Social publica en 1911,
junto con René Zapata Quesada, su primera nota
de arte, dedicada a la exposición las obras de
Gonzalo “Chalo” Leguizamón Pondal. Probable-
mente a esta época pertenecen las primeras cari-
caturas de Oliverio, realizadas a la acuarela, entre
las que se cuenta la del general colombiano Rafael
Uribe y Uribe.
Antes del estallido de la Primera Guerra
Mundial integra el “grupo de la Rue Bagneux” del
cual participan los mexicanos Roberto
Montenegro, Dr. Atl (Gerardo Murillo), Jorge
Enciso y Adolfo Best Maugard, el guatemalteco
Carlos Mérida y los argentinos Lagos,
Leguizamón Pondal, Jorge Bermúdez, Alberto
López Buchardo, Alfredo González Garaño,
Pelele, Fernán Félix de Amador, Ricardo y
Gregorio López Naguil.
En París o en Mallorca –donde el mismo grupo
se nuclea alrededor de Hermenegildo Anglada
Camarasa– se frecuenta con Diego Rivera y
Cronología de Oliverio Girondo*
Patricia M. Artundo - Martín Greco
* La aparición de nuevos trabajos deinvestigación y la localización de algunosdocumentos –muchos de ellos inéditos–permite corregir o precisar algunos datosrelacionados con la vida de OliverioGirondo; entre ellos: su fecha de naci-miento –al igual que la de Norah Lange–,los colegios en los que estudió, su partici-pación en la revista Sur, la duración de suviaje al Brasil en 1943 o las fechas de suviaje a Europa durante la segunda pos-guerra. Asimismo, ha sido posibleampliar considerablemente la informa-ción sobre la participación del poeta en lavida política, así como sus vínculos con lasociedad artística y literaria de su tiempo.
76
Angelina Bellof. Esta última realiza un retrato,
que será reproducido varios años después en la
revista Alfar (La Coruña). De Rivera, por su parte,
Oliverio conservará dos dibujos; uno de ellos, Dos
mujeres, dedicado por el pintor “Al amigo
Girondo”.
En 1913 asiste a la presentación en Buenos Aires
de Nijinsky y los Ballets Russes de Diaghilev; con
Evar Méndez y otros compañeros, conoce a la bai-
larina Karsavina. Vicente Martínez Cuitiño men-
ciona a Oliverio entre los visitantes ocasionales del
Café de los Inmortales, junto a Zapata Quesada,
Alfonso de Laferrère y Raúl Sosa.
1915
En el Teatro Apolo estrena el 30 de noviembre el
drama teatral en tres actos La madrastra escrito
en colaboración con Zapata Quesada. Lo repre-
senta la Compañía Angelina Pagano dirigida por
Joaquín de Vedia, cuyos primeros actores son
Emilia Saleny y Salvador Rosich. Se hacen eco de
este estreno distintos medios, entre ellos Nosotros,
La Nación, La Prensa y El Diario, aunque la obra
no tiene éxito. En La Gaceta de Buenos Aires,
Méndez, amigo de los autores, escribe:
“Exageraríamos si dijéramos que este drama es
una obra impecable y no seríamos sinceros, enga-
ñaríamos a los autores si afirmáramos que nos
satisface por completo su primera producción.
Tenemos derecho para reclamarles más, en la
seguridad de que no seremos defraudados”.
1916
También con Zapata Quesada, escribe La comedia
de todos los días, comedia en tres actos que no llega
a estrenarse. Probablemente dicha pieza haya sido
reelaborada por sus autores en los años siguientes,
ya que en 1922 Zapata Quesada la menciona entre
sus obras en colaboración con el título Almas a la
moda. Esta es su última actividad ligada al teatro
aunque su interés por él no lo abandonará; en este
tiempo realiza estudios de música.
El 31 de agosto, a pocos días de haber cumpli-
do 26 años, presenta para su evaluación su tesis
de doctorado titulada Warrants agrícolas.
Legislación argentina a su respecto. Juicio crítico
sobre los mismos, con la que obtiene el título de
abogado, profesión que no ha de ejercer nunca.
Junto a Zapata Quesada y a Raúl Monsegur
funda el semanario Comœdia cuyo primer núme-
ro aparece en el mes de diciembre y que se exten-
derá hasta el mes de abril del año siguiente. Entre
sus colaboradores se cuentan Absalón Rojas,
Méndez, el Vizconde Lascano Tegui, Alejandro
Sirio y José Ingenieros. El semanario organiza
encuestas y algunas “Anécdotas” o notas como
“Los adefesios de Buenos Aires”, hacen pensar en
la pluma de Oliverio. En sus páginas, este último
da a conocer la que al parecer es su primera cola-
boración literaria “A la que todavía no ha venido”
(24 de marzo de 1917). Baldomero Fernández
Moreno en sus memorias refiere que en el París
Hotel, “mentidero político y artístico de aquellos
tiempos, nos reuníamos por la noche con
Laferrère, Girondo, Zapata Quesada, Monsegur,
Lascano Tegui, en horas de verdad vibrantes de
juventud y de entusiasmo”.
1917
En Europa es corresponsal del magazine Caras y
Caretas, para el que remite los artículos “Las
maravillas de la escultura” y “El plagio en la escul-
tura”, que lo muestran como un “corresponsal de
arte” y señalan un área de interés que mantendrá
a lo largo de toda su vida. Otro testimonio de ese
interés lo proporciona Roma II, un cuaderno de
apuntes tomados en la capital de Italia en el mes
de octubre.
Anónimo, Retrato de OliverioGirondo, [191?]. Col. SADE
Alfredo Guido, Cartel para La madrastra, 1915.
77
A fines de diciembre, se encuentra en Milán
con Emilio Pettoruti y se interesa vivamente por
sus diseños para mosaicos, entendiendo a esta
técnica como una alternativa válida para la deco-
ración mural.
Luego de ser operado de apendicitis, se dirige a
Génova y Barcelona, y al fin regresa brevemente a
Buenos Aires.
1918
Resultado de su viaje a Italia es la nota “A orillas del
Lago di Como”, publicada en febrero en Plus Ultra,
un suplemento ilustrado publicado por Caras y
Caretas, pero dirigido a un público más selecto.
1920-1921
Viaja por España, Francia, Italia, el norte de Áfri-
ca, Brasil, donde dibuja y escribe los borradores
de lo que será su primer libro.
Con reuniones entre París y Buenos Aires, se
consolida “La Púa”, de la que formaron parte los
hermanos Alberto, Rafael y Oliverio Girondo,
Méndez, Roberto Levillier, Laferrère, Monsegur,
Zapata Quesada, Martínez Cuitiño, Rafael
Crespo, Lazcano Tegui, Absalón y Nerio Rojas,
Diehl, Güiraldes y Alfredo González Garaño.
Desde hacía años ya se encontraban menciones
de esta “activa y vigilante sociedad”, tal como se la
califica en La Gaceta de Buenos Aires del 7 de
diciembre de 1915.
En París en 1921, el escultor español Mateo
Hernández realiza un busto de Girondo, “tallado
directamente del natural”.
1922
En diciembre publica en una edición de semilujo
su primer libro Veinte poemas para ser leídos en el
tranvía, en la Imprimerie Coulouma en
Argenteuil, siguiendo los parámetros del livre
d’art. Las ilustraciones son del propio autor, que
dedica la obra al grupo de “La Púa”, de la misma
manera que en 1925 lo hará el Vizconde con su
De la elegancia mientras se duerme.
Los Veinte poemas, y Fervor de Buenos Aires de
Jorge Luis Borges, publicado al año siguiente, son
los más importantes iniciadores de la literatura
de vanguardia en Argentina.
1923
Durante la primera mitad del año viaja por
España y el norte de Africa, escribiendo los poe-
mas de su próximo libro, titulado provisional-
mente España, paisaje alucinado. Presencia
combates de la guerra española-marroquí.
Los Veinte poemas tienen una buena acogida en
Francia y España, destacándose las reseñas elo-
giosas de Jules Supervielle, Jean Cassou, Francis
de Miomandre, Margarita Nelken, Enrique Díez-
Canedo y Ramón Gómez de la Serna. Girondo
viaja a Madrid para conocer a este último, ini-
ciando una amistad para toda la vida.
A fines de este año, Monsegur, el Vizconde y
Jules Supervielle organizan la exposición de
Pedro Figari en la Galerie Druet de París.
Emilio Pettoruti, La primavera,1914. Col. Universidad Nacional
de La Plata
Caras y Caretas, n. 1001,8 de diciembre de 1917.Col. Fundación Espigas
78
En diciembre Girondo regresa a Buenos Aires,
se incorpora de lleno a la vida literaria local y par-
ticipa en muchas iniciativas artísticas. Su primer
libro es muy bien recibido entre los escritores
jóvenes.
1924
A comienzos de este año, publica en La Nación su
poema “Tanger”, ilustrado con una tinta y una
acuarela suyas. Por su parte, Sirio se ocupa de ilus-
trar para Plus Ultra el poema “Calle de las sierpes”.
Se cuenta entre los fundadores del periódico
Martín Fierro, cuyo primer número aparece en
febrero; dirigido por Evar Méndez, habría de
aglutinar las fuerzas de la vanguardia literaria y
artística argentina. Oliverio escribe, entre otras
colaboraciones, el provocativo “Manifiesto de
Martín Fierro” para el cuarto número, del 15 de
mayo. Asociada al mismo periódico, funda –
junto a Méndez, Zapata Quesada y Güiraldes– la
Sociedad Editorial Proa que en la práctica será
financiada y dirigida siempre por Méndez.
Junto a sus hermanos Rafael y Eduardo, es
miembro de la primera comisión directiva de la
Asociación Amigos del Arte, que cuenta entre sus
miembros con figuras destacadas de la sociedad y
de la actividad cultural porteña.
En julio viaja hacia el norte por el Pacífico, lle-
vando la representación de distintos órganos de
vanguardia. Visita Chile, Perú, Cuba, México y
Estados Unidos. Establece vínculos con otros
intelectuales, como Joaquín Edwards Bello, Pablo
Neruda, José Carlos Mariátegui, Xavier de
Villaurrutia y Manuel Maples Arce.
1925
Aparece en Proa de enero su poema “Insomnio”.
Desde Estados Unidos viaja a Francia y España.
En Madrid la editorial Calpe publica su segundo
libro de poemas, dedicado a España y titulado
finalmente Calcomanías. Es muy bien recibido por
la crítica de ambas márgenes del Atlántico. Este
libro también trae ilustraciones del propio
Girondo. Algunos de sus poemas habían sido anti-
cipados por la Revista de Occidente de Madrid,
dirigida por José Ortega y Gasset.
En abril regresa a Buenos Aires y se hace cargo
de una reestructuración profunda de Martín
Fierro, que desde el número 18 define aún más su
perfil de vanguardia. Aparece como codirector
–junto a Méndez, Sergio Piñero, Alberto Prebisch
y Eduardo J. Bullrich–y escribe varios artículos
sobre artes plásticas.
En mayo participa de unas lecturas literarias
por Radio Cultura junto a otros poetas martinfie-
rristas como Leopoldo Marechal, Raúl González
Tuñón, Borges, Güiraldes, Lange y el peruano,
radicado en la Argentina, Alberto Hidalgo.
Le sugiere a Figari que ilustre el poema gau-
chesco Martín Fierro, al mismo tiempo que pro-
pone la erección de un monumento a José
Hernández. Prepara el recibimiento de Gómez
de la Serna, con un “banquete en movimiento”
y un suplemento extraordinario del periódico
Martín Fierro. Allí publica la ilustración
“Instantánea del cerebro de Ramón”, realizada
en el estilo de un dibujo del propio escritor
español, “Lo que llevamos en la cabeza”, de
Ramonismo (1923). Ramón, finalmente, desiste
de su viaje.
En la Editorial Martín Fierro, del periódico
homónimo, se publica la “edición tranviaria” de
los Veinte poemas para ser leídos en el tranvía.
Anuncia un libro de Membretes, que nunca apare-
cerá en vida de Girondo.
Norah Lange publica su primer libro, La calle
de la tarde con prólogo de Jorge Luis Borges e
ilustraciones de Norah Borges.
Jorge L. Borges, Fervor de BuenosAires, 1923. Cat. 70
Ricardo Güiraldes, Don SegundoSombra, 1926. Cat. 79
79
1926
Participa del “Primer Salón de Escritores” organi-
zado por Guillermo Korn desde la revista
Valoraciones de La Plata. Allí “exhibe” seis acuare-
las, entre ellas Ubu-Roi, El festejante y Suzanne
Desprès, que son reproducidas junto a las obras
remitidas por otros escritores como Güiraldes,
Borges, Marechal, Cayetano Córdova Iturburu y
Ricardo Molinari.
Se enemista con Hidalgo, quien lo excluye a últi-
mo momento del Índice de la poesía americana,
publicado ese año con prólogo de Vicente
Huidobro, Borges y el propio Hidalgo. Sí es inclui-
do, con tres poemas de Calcomanías, en la Antología
de la poesía argentina moderna, ordenada por Julio
Noé y publicada por la revista Nosotros.
Participa de los agasajos para recibir a F. T.
Marinetti en Buenos Aires.
Planea un tercer libro, nunca publicado, del que
sólo se conoce una parte del título provisional:
Geografía.
Martín Fierro inaugura su nueva sede de
Tucumán y Florida. Poco después, Girondo aban-
dona la dirección del periódico para viajar a
Europa a fin de año. Antes de partir, graba un
disco fonográfico titulado “Carnaval”, hoy perdi-
do, y asiste a un banquete en honor de Güiraldes,
donde conoce a Norah Lange e inicia la relación
que, a pesar de ciertas interrupciones, habría de
durar hasta el final de sus vidas.
1927
En marzo debe regresar abruptamente de Europa
por la muerte de su padre. Pocas semanas después
fallece su hermano Eduardo.
A comienzos del mes de marzo aparece la
Exposición de la actual poesía argentina, organiza-
da por Pedro J. Vignale y César Tiempo, el libro
más importante dedicado a la “nueva generación”
argentina. Allí se incluyen cinco poemas de
Oliverio. Por su parte, el escritor argentino radi-
cado en España Valentín De Pedro publica su
Nuevo parnaso argentino, una selección de escri-
tores entre los que se cuenta Oliverio que aparece
representado con su poema “Toledo”.
En el remate de arte precolombino realizado en
el Hôtel Drouot, Oliverio adquiere 29 piezas entre
huacos, estatuillas en piedra, pequeños fetiches
en oro y fragmentos de tejidos. A partir de enton-
ces y durante los dos años siguientes, continúa
con sus compras de arte precolombino a las que
suma 4 piezas de arte africano.
Probablemente durante este año se crea la
Agrupación de Amigos del Libro de Arte, fundada
y presidida por Adelia de Acevedo, cuyas ediciones
se distribuían en Madrid, París y Buenos Aires. El
primero de los libros publicados es La mojiganga
de la muerte de Calderón de la Barca y uno de los
últimos Primavera portátil (1934) de Adriano del
Valle. Ediciones de lujo, de las que como suscrip-
tor, Oliverio recibirá el ejemplar número 37 de
cada una de ellas, mientras que su amigo, el
“Petiso” González Garaño el ejemplar número 38.
Alberto Hidalgo lo ridiculiza en el cuento “El
plagiario”, incluido en su libro Los sapos y otras
personas.
Valoraciones, La Plata, n. 10,agosto de 1926. Cat. 92
Dirección de “Martín Fierro”,Invitación a la inauguración
del nuevo local, 1926.Col. Museo Xul Solar
80
En septiembre organiza junto a Méndez una
comida en honor de Alfonso Reyes. Acosado por
las deudas, el periódico Martín Fierro publica su
último número en noviembre; sin embargo, en su
cierre no son ajenas las cuestiones políticas.
Habrá varios intentos por revivirlo, todos inúti-
les. Los jóvenes de la “nueva generación” comien-
zan la diáspora de la vanguardia.
Girondo vuelve a partir y en diciembre se reúne
en París con Gómez de la Serna, Jean Cassou,
Sonia Delaunay y Valery Larbaud.
1928-1929
Norah Lange viaja a Noruega.
En París asiste a la primera gran exposición
dedicada al arte precolombino: Les Arts Anciens
de L’Amérique tiene lugar durante los meses de
mayo y junio de 1928 en el Pabellón de Arte
Decorativo, Museo del Louvre. Alfred Métraux y
Georges-Henri Rivière son los curadores.
Aunque ignoramos la fecha, sabemos que
Oliverio y Alfredo González Garaño donan en
total tres piezas diaguitas al Museo de Etnografía
del Trocadéro.
Girondo pasa fuera de la Argentina tres años,
en los cuales se establece en París, viaja por Italia,
Egipto y el País Vasco, y visita a Ramón en
Portugal. Durante su viaje a Egipto –emprendido
entre los meses de enero y febrero de 1929– lleva
un cuidadoso registro de los lugares visitados,
que asienta en varios cuadernos de apuntes.
1930
En su prolongada estancia parisina se frecuenta
con Toño Salazar, Sirio, Victoria Ocampo, José
Ortega y Gasset, Gómez de la Serna, Jean Cocteau
y Mathilde Pomés, entre otros. También allí asis-
te a algunas ventas especiales de libros románti-
cos y modernos como la organizada por el
experto Georges Andrieux en el Hôtel Drouot en
noviembre de ese año.
Se asocia al Pen Club de Buenos Aires, reciente-
mente creado.
1931
Aparece la revista Sur. En su ausencia, Victoria
Ocampo lo incluye en el “Consejo de redacción”
del primer número. Oliverio pedirá ser excluido,
lo que ocurre ya a partir del segundo número.
Mantiene estrechos lazos con Sur, sobre todo
durante el primer período –en 1936 aparece en
tirada aparte de la revista su prólogo al catálogo
de la Colección Crespo y un año después edita
Interlunio con el sello de Sur–, pero no publicará
ningún texto allí y elegirá siempre otros medios
para dar a conocer sus poemas y artículos.
Pedro J. Vignale y César Tiempo,Exposición de la actual poesía argentina, 1927. Cat. 92
Les Arts Anciens de L’Amérique,1928. Col. Fundación Espigas
Oliverio Girondo, “Menu 17 Août 1930”, 1930. Col. SADE
81
Vuelve para establecerse en Argentina. Reanuda
su relación con Norah Lange. En junio recibe a
Gómez de la Serna, en su primera visita a Buenos
Aires.
Participa de la Comisión Homenaje a Lino
Enea Spilimbergo –integrada entre otros por
Atalaya, José Bonomi, Emilio Centurión, Horacio
Coppola, Jacobo Fijman, José Planas Casas, Ulises
Petit de Murat– en desagravio por la falta de
comprensión del jurado del Salón Nacional de
Bellas Artes que no reconoció con un premio el
valor de su obra. A través de la donación de este
grupo de amigos, ingresa al Museo Nacional de
Bellas Artes el óleo Figura.
1932
Participa de la creación y de las reuniones de
Agrupación de Artistas Signo, dirigida por
Pettoruti y que funciona en el sótano del Hotel
Castelar. Allí, y hasta comienzos de 1934, los inte-
lectuales argentinos recibirán a muchos de sus
pares extranjeros, como Federico García Lorca,
Pablo Neruda, Gómez de la Serna, Huidobro,
Luigi Pirandello, Pierre Drieu de la Rochelle,
David Alfaro Siqueiros. La década del treinta es la
de la mayor participación de Girondo en la vida
literaria pública.
Con el sello editorial de la Sociedad Editorial
Proa, publica Espantapájaros (al alcance de todos),
con una carátula de José Bonomi. Girondo opta
con este libro por una estrategia publicitaria inédi-
ta en nuestra ciudad, según se lee en un testimonio
de la época: “Un enorme espantapájaros paseán-
dose por las calles de la ciudad anunció, como en
los carnavales de la Costa Azul, que podía comen-
zarse el alacraneo: el libro de Girondo,
Espantapájaros, se hallaba al alcance de todos, en
cualquier librería. Las caricaturas del autor, algu-
nas de las cuales fueron hechas con un huevo pasa-
do por agua y un viejo elástico de la cama en que
durmió cuando posaba en el Museo de Luján, lle-
naron el local de la calle Florida en que antes se
exponían los corsés de una casa de modas.” (El
Mundo, 15 de agosto de 1932) El libro se vende
bien, pero la crítica en general lo recibe como el
último coletazo de una vanguardia ya finalizada.
A fines de septiembre, movido por su perdura-
ble interés por las culturas precolombinas, viaja al
Norte, para encontarse con Alfred Métraux, direc-
tor-fundador del Instituto de Etnología Americana
de la Universidad de Tucumán. Coincide su visita
con la de Drieu La Rochelle. Métraux y Drieu par-
ten en una expedición al Chaco reencontrándose
un par de semanas después con Oliverio y con su
hermano Alberto en el este salteño, en territorio
chané. A esta época pertenecen los manuscritos
titulados “Expedición a Quilmes”.
1933
En el mes de marzo arriba a Buenos Aires proce-
dente de Montevideo el mexicano Siqueiros.
Durante ese año, Buenos Aires asiste a una polé-
mica generalizada en torno a la función del arte en
la sociedad. Junto a Spilimbergo, Berni, Enrique
Lázaro y Juan Carlos Castagnino, Siqueiros lidera
el equipo que realiza el mural en la quinta Los
Granados del dueño del diario Crítica. Al parecer,
Siqueiros recorre junto a Oliverio la ciudad en
busca de un muro donde ejercitar su “plástica dia-
lectico-subversiva”.
Girondo responde a la encuesta de la revista
Contra (1933) –dirigida por Raúl González Tuñón
y claramente comprometida con Siqueiros– titu-
lada “¿El arte debe estar al servicio del problema
social?”; lo hacen también Nydia Lamarque,
Borges, Córdova Iturburu y Luis Waismann.
La Agrupación de Artistas Signo, dirigida
ahora por Leonardo Estarico, organiza la expo-
Oliverio Girondo, “Prólogo a unaexposición”, tirada aparte de la
revista Sur, n. 23, 1936.Col. Martín Greco
Signo, Buenos Aires, a. 1,[abril] 1933. Cat. 91
82
sición El violín de Ingres en la que “pintan cua-
dros los literatos, componen sonetos los pinto-
res”. Las pinturas de Nicolás Olivari, Alfonsina
Storni, Borges, Ulises Petit de Murat, Norah
Lange, Raúl González Tuñón y Leonidas
Barletta se exponen en la sede de Signo y en el
catálogo –la revista quincenal de la agrupación–
se reproduce el listado de obras, entre ellas figu-
ra La mujer etérea de Oliverio Girondo. Las cró-
nicas periodísticas de la época revelan que esta
obra consiste en una caja cerrada, atada por una
cuerda, en la que se lee la siguiente inscripción:
“Aquí yace la mujer etérea, la del corazón bien
plantado”.
En el mes de octubre, llega a Buenos Aires
García Lorca con quien Oliverio y Norah entablan
rápidamente amistad. El registro de la fiesta orga-
nizada para la publicación de 45 días y 30 marine-
ros de Lange, a la que asisten Neruda –también de
visita en Buenos Aires– Raúl González Tuñón,
Conrado Nalé Roxlo, Jorge Larco, Xul Solar,
Méndez, Pettoruti, marca el ánimo que acompañó
a la presencia de Lorca entre nosotros hasta fines
de marzo del año siguiente.
De manera coincidente con la apertura del
nuevo local del Museo Nacional de Bellas Artes, los
herederos de Juan Girondo donan a esa institución
un conjunto de veinticinco obras de su colección.
Entre ellas se encuentra el famoso retrato que le
hiciera Ignacio Zuloaga al padre de Oliverio, ade-
más de dos pinturas de Figari: Patio y Pericón.
Desde este año habita en la casa de la Calle
Suipacha 1444, que recién adquiere por compra
en 1954.
Es elegido vocal del Pen Club de Buenos Aires.
Otros miembros de la comisión directiva son:
Juan Pablo Echagüe (presidente), Gustavo
Martínez Zuviría, Eduardo Mallea, Fernández
Moreno y Carlos Ibarguren.
1934
Se anuncia su compromiso con Norah Lange,
aunque no se casarán hasta diez años después.
Firma, junto a muchos miembros de su familia y
varios miles de personas, una solicitada de adhe-
sión a la “Comisión Popular de Conmemoración
Nacional del 6 de Septiembre de 1930” en recuer-
do del golpe de Estado en el que su primo herma-
no José Félix Uriburu derrocó a Hipólito Yrigoyen.
Desde este año y hasta 1938, se traducen al
francés cuatro textos suyos en la Revue Argentine
de París, dirigida por Edmond de Nerval, seudó-
nimo de Octavio González Roura.
En diciembre participa del homenaje a Evar
Méndez al cumplirse diez años de la fundación de
Martín Fierro.
1936
Pasa los veranos fuera de la ciudad, para trabajar
intensamente. Este, y los próximos años, irá al
Tigre donde adquirirá una quinta; allí también
tiene su bergantín bautizado “Martín Fierro”.
Participa activamente en la organización del
Congreso Internacional de los Pen Clubs. Recibe
en su casa a varios de los congresales, como Henri
Michaux y Giuseppe Ungaretti. Junto a Roberto
Arlt y otros escritores, asiste a un curioso
Norah Lange, 45 días y 30 marineros, 1933. Cat. 81
Anónimo, Retrato de OliverioGirondo en La Recalada, Tigre, s.d.Col. Susana Lange
83
Es fundador de Editorial Sudamericana S. A.,
junto a Victoria Ocampo, Antonio Santamarina,
Eduardo J. Bullrich, Alejandro Shaw, Jacobo
Saslavsky, Andrés Bausili, Alejandro Menéndez
Behety, Carlos Mayer, Alfredo González Garaño,
Tito Arata y Rafael Vehils. Uno de los primeros
proyectos de la editorial es la Colección de
Clásicos Latino-americanos que sería confiada a
Alfonso Reyes, pero finalmente no se concreta.
Oliverio convoca a Planas Casas para ser asesor
artístico de la editorial. Asimismo, dirige la edi-
ción de la Colección Infantil, un conjunto de cua-
tro libros escritos por Julio Rinaldini, María Rosa
Oliver, Guillot Muñoz y Leopoldo Marechal, e
ilustrados por Antonio Berni, Horacio Butler,
Toño Salazar y Juan A. Ballester Peña. A fines de
ese año, Oliverio también organiza la exposición
de maquetas, pruebas de compaginación y origi-
nales de la Colección en la Asociación Amigos del
Arte, para cuyo catálogo escribe el prólogo.
En una carta de diciembre, Pedro Henríquez
Ureña le escribe a Alfonso Reyes: “Otro de los
socios [de Sudamericana] es Oliverio: aunque no
es de los que han puesto más, ha tomado la
empresa como su asunto personal y trabaja todo
el día en ella; ha encontrado al fin un quehacer en
la vida”. Sin embargo, pocos meses después
Girondo se iría apartando de la editorial, dirigida
entonces por el catalán Antonio López Llausás.
En la exposición organizada por Amigos del
Arte –Pintura española: de los primitivos a
Rosales– se exhibe un Nacimiento parte de un
retablo del siglo XV que pertenece a su colección.
1940
Ante la invasión alemana de Francia, se constitu-
ye Acción Argentina, una agrupación antifascista y
proaliada, que reúne a liberales y socialistas. En
su manifiesto se declara: “Como argentinos y
“almuerzo futurista” ofrecido por Marinetti, en el
que Pettoruti decora los manteles.
Se realiza la exposición de la colección Rafael
Crespo en el Museo Nacional de Bellas Artes; el
libro-catálogo lleva un extenso ensayo de
Girondo. Por su parte, Sur publica este texto en
forma de tirada aparte de la revista.
1937
Abandona el Pen Club, desengañado por la comi-
sión directiva presidida ahora por Carlos
Ibarguren.
Escribe para la La Nación dos escritos de carác-
ter político: “El mal del siglo” (febrero) y “Nuestra
actitud ante Europa” (abril).
Con el sello editorial Sur da a conocer
Interlunio, ilustrado con once aguafuertes de
Spilimbergo, tras varios meses de trabajo conjun-
to. Es su única obra de ficción en prosa.
Norah Lange publica Cuadernos de infancia,
dedicado “A Oliverio Girondo –cuyo elogio siem-
pre resultaría mezquino– por su severa, generosa
y paciente culpabilidad en este libro”. De manera
recíproca, él le dedica Interlunio.
1938
Ramón Gómez de la Serna escribe una extensa
“silueta” sobre Girondo en la revista Sur que,
ampliada, integrará luego el libro de Retratos
contemporáneos (1941). Allí anuncia que
Girondo está escribiendo un libro “de trescientas
páginas”, nunca terminado: Diario de un salvaje
americano.
1939
Integra, junto a María Rosa Oliver, Eduardo
Mallea, Borges, Spilimbergo, Adolfo Bioy Casares
y muchos otros, la “Comisión Argentina de Ayuda
a los Intelectuales Españoles”, antifranquista.
Rafael Alberti, Ora [sic] marítima:seguido de baladas y canciones
del Paraná, 1953. Cat. 68
84
como hombres no sabríamos soportar un destino
igual o parecido al impuesto a Checoslovaquia,
Polonia, Dinamarca, Noruega, Holanda y
Bélgica”. Oliverio Girondo firma este manifiesto,
junto a Borges, Bioy Casares, Adolfo Mitre,
Victoria Ocampo, Alfredo González Garaño,
Mujica Láinez, Marcelo T. de Alvear, Julio
Rinaldini, Mallea, Gerchunoff, Nicolás Repetto y
muchísimos otros.
Da a conocer Nuestra actitud ante el desastre,
que reúne sus reflexiones sobre la guerra europea
junto a los escritos políticos de 1937. A causa de
esta publicación mantiene una polémica con
Adolfo Mitre en las páginas del periódico antifas-
cista Argentina Libre fundado ese año por
González Roura. En sus páginas colaboran algu-
nos de los principales actores del período, algu-
nos de ellos amigos de Oliverio como Luis E. Soto
y Julio Rinaldini. En el mismo semanario, Norah
Lange publica un artículo condenando la expan-
sión alemana: “Se calumnia al pueblo noruego” y,
en el diario El Mundo, otro titulado “Noruega
bajo la opresión extranjera”.
La Sociedad Argentina de Escritores instituye el
Premio Martín Fierro al mejor libro de poesía
publicado o inédito, destinado a estimular la pro-
ducción de escritores menores de 30 años. El pre-
mio previsto para el año 1940 y los dos siguientes,
es sostenido económicamente por Oliverio. En su
primera edición –con un jurado integrado por
Soto, Borges y González Lanuza– lo obtiene Juan
Rodolfo Wilcock con su Libro de poemas y cancio-
nes y al año siguiente, Enrique Molina con Las
cosas y el delirio. En 1942 lo gana María Granata
por Umbral de la tierra. Girondo se relaciona
entonces con una nueva generación de poetas
entre los que se cuentan además Olga Orozco y
Daniel Devoto, todos ellos colaboradores de la
revista Canto (1940).
Llegan al país Rafael Alberti y María Teresa
León. Lo hacen al igual que un importante grupo
de artistas, escritores e intelectuales, escapando
del franquismo, luego de finalizada la Guerra
Civil en España. Girondo ayudará personalmente
a muchos de ellos, ofreciéndoles trabajo, casa o
dinero, en especial a Gómez de la Serna, que
había llegado en 1936.
En agradecimiento, Gómez de la Serna dedica
“al escritor más original y fantasmagórico de la
literatura argentina, a Oliverio Girondo, prócer
según el noble estilo de los prototipos, entrañable
y viejo amigo, admirado poeta” su obra más
característica, las Greguerías. Repetirá esta dedi-
catoria en todas las ediciones posteriores, hasta su
muerte en 1963.
Aparece la revista Saber Vivir (1940-1956), diri-
gida por José Eyzaguirre y Carmen Valdés, revista
que convoca a un gran número de artistas y escri-
tores, muchos de ellos exiliados del franquismo y
del Estado Novo; en ella se darán a conocer algu-
nos poemas de Oliverio.
Junto a Conrado Nalé Roxlo y Samuel
Eichelbaum, integra la comisión de homenaje a
Baldomero Fernández Moreno, por el 25 aniver-
sario de la aparición de Las iniciales del misal.
1941
Viaja junto a Norah a La Rioja.
1942
Publica Persuasión de los días, su libro más exten-
so, con 54 poemas. En Sur, el ex martinfierrista
González Lanuza realiza una crítica negativa del
libro, mientras que desde Saber Vivir, Ezequiel
Martínez Estrada le dedica un largo poema en
ocasión de su aparición.
Durante la venta de la biblioteca de Matías
Errázuriz, Oliverio adquiere varios libros perte-
Ramón Gómez de la Serna,Greguerías, 1917. Col. Museo Xul Solar
Saber Vivir, a. 5, n. 56, enero de1945. Col. Fundación Espigas
85
necientes a este bibliófilo y coleccionista de arte,
entre ellos uno de los libros más valiosos de su
colección, el Amadís de Gaula, publicado en 1519.
Dirige la edición de lujo de Cántico espiritual de
San Juan de la Cruz, ilustrada por su sobrina Laura
Mulhall Girondo, bajo el sello de la Editorial
Martín Fierro e impreso por Francisco A.
Colombo. A este impresor se le ofrece en diciem-
bre un homenaje por sus cincuenta años de labor
gráfica, entre cuyos organizadores está Oliverio.
1943
Publica a lo largo de estos años en La Nación y en
otros medios, numerosos poemas que nunca
recogerá en volumen.
Oliverio, como muchos otros en ese momento,
recibe con cierta esperanza el golpe militar de
junio de 1943, en tanto se consideraba que venía
a acabar con la “década infame” y la germanofilia
del gobierno de Ramón Castillo.
En julio Norah y Oliverio contraen matrimonio
en la Iglesia San Nicolás de Bari, formalizando una
relación de más de quince años. De luna de miel
pasan por Montevideo, donde se encuentran con
Supervielle. Luego van al Brasil y permanecen allí
dos meses, encontrándose con Gabriela Mistral,
Oswald de Andrade y Mário de Andrade. Regresan
en septiembre, por las Cataratas del Iguazú.
1944
Dirige junto a Eduardo J. Bullrich –presidente de
la Sociedad de Bibliófilos Argentinos desde
1930– la edición homenaje de Choix de poèmes
de Jules Supervielle; una edición de lujo impresa
por Francisco A. Colombo para el que se prevé
un grupo de suscriptores, un proyecto sobre el
que los dos argentinos comenzaron a trabajar
durante el año 1943. El mismo libro aparece bajo
el sello de Editorial Sudamericana.
En Papeles de Buenos Aires –revista dirigida por
Adolfo y Jorge de Obieta– publica un grupo de
membretes inéditos. En la misma publicación,
además de Macedonio Fernández, aparecen
varias figuras ligadas a Oliverio: Supervielle,
Gómez de la Serna, Keller, Galtier y los más jóve-
nes Molina y Orozco.
En dos artículos publicados ese año en
Contrapunto de Buenos Aires y La Revue Argentine
de París, Evar Méndez afirma que Oliverio
Girondo fue el “gran animador” del movimiento
martinfierrista.
1946
Aparece Campo nuestro, libro que resultará pro-
blemático para la crítica posterior. Para una ver-
sión anterior de este libro, Oliverio trabaja en una
edición probablemente de lujo, acompañada por
sus acuarelas en las que ilustra el paisaje de
campo: ranchos, “chinitas” y gauchos, tranqueras
y caballos.
A fines de noviembre de este año tiene lugar la
subasta de la biblioteca de Sir Thomas Phillips
realizada en Sotheby’s de Londres; Oliverio
Girondo adquiere varios libros pertenecientes a
este famoso anticuario y bibliófilo del siglo XIX,
entre ellos un ejemplar único del Philesbián de
Candaria y Los cuatro libros del valeroso Cavallero
Cirongilio de Tracia.
Jules Supervielle, Choix de poèmes,Sudamericana, 1944. Col. Academia
Argentina de Letras
Bernardo Vargas, Don Cirongilio,1545. Libro adquirido por Girondo
en Sotheby’s.
Anónimo, Norah Lange y OliverioGirondo en su casa de Suipacha
1444, s.d. Col. Susana Lange
86
1947
Daniel Devoto publica su Libro de cantos: 1938-
1944 para voz y piano, en 50 ejemplares en papel
offset, con un dibujo coloreado a mano por María
Luisa Orús de Hermitte. Allí se incluyen poemas de
Ricardo Molinari, Miguel Echevarne y Eduardo
Keller y un texto de Oliverio: “Embelecos”, forma-
do por tres poemas de Persuasión de los días
(“Nubífero anhelo”, “Aparición urbana” y
“Nocturno”).
Viaja con Norah Lange a Mendoza y luego,
desde fines de mayo hasta principios de diciembre,
a Europa. En París conoce los medios existencialis-
tas y se encuentra con Supervielle, Cassou, Tristan
Tzara, Jorge Guillén y Felisberto Hernández.
Gracias a la intervención de Girondo, este último
logra publicar Nadie encendía las lámparas en
Sudamericana.
1948
Recibe en su casa a Juan Ramón Jiménez, quien
dicta una serie de conferencias en Buenos Aires.
Por intermedio de Enrique Molina, conoce a
Aldo Pellegrini.
1949
Participa activamente en la celebración del vigé-
simoquinto aniversario de la aparición del perió-
dico Martín Fierro, organizada por la Sociedad
Argentina de Escritores. Escribe para la ocasión
un largo texto en que fija la historia de la publi-
cación, El periódico Martín Fierro 1924-1949.
Algunas de las obras de su colección participan
de la importante Exposición de arte oriental, organi-
zada por la Sociedad de Amigos de Arte Oriental.
1950
Juan Carlos Onetti dedica La vida breve a Norah
y Oliverio.
Publica en La Nación los “Versos al campo”,
nunca recogidos en volumen.
1951
En abril, aparece en La Nación “Instancias a un
poeta”, con el que Girondo inicia la última y más
revolucionaria etapa de su poética.
1953
Su poema «Figari pinta» es incluido en Pedro
Figari 1861-1938, con veinticinco obras del artis-
ta reproducidas en color y textos de Girondo,
Manuel Mujica Láinez, Rinaldini y Jorge Romero
Brest. Dos de los cuadros allí reproducidos, El
patio y Candombe, se presentan como pertene-
cientes a la «Colección Oliverio Girondo»; es pro-
bable que estos hayan ingresado a su colección a
comienzos de los años de 1940. Figari, además, le
había obsequiado otra obra, Las beatas.
Aparece la revista Letra y Línea (1953-1954), ges-
tada en casa de Oliverio, que cuenta con la direc-
ción de Pellegrini y como redactores a Miguel
Brascó, Carlos Latorre, Julio Llinás, Enrique
Molina, Ernesto B. Rodríguez, Osvaldo Svanascini,
Mario Trejo, Alberto Vanasco, y Juan A. Vasco. En
su número 2 y precedidos de un texto de Pellegrini,
se anticipan poemas del próximo libro de Oliverio.
1954
Publica En la masmédula, primera edición com-
puesta por dieciséis poemas. La mayoría de los
críticos reciben la obra con frialdad. Será exaltada
especialmente por los poetas más jóvenes, sobre
los que tendrá una honda repercusión: Carlos
Latorre, Edgar Bayley, Raúl Gustavo Aguirre,
Francisco Madariaga. Mientras que Juan Filloy y
Miguel Ángel Asturias reciben positivamente su
libro, otros amigos como Córdova Iturburu
rechazan ese nuevo “experimento”.
87
Desde la revista Buenos Aires Literaria, se pro-
duce una polémica entre Borges y Bioy Casares
por un lado, y Letra y Línea por otro, publicación
desde la que se responde con el artículo “Borges y
Bioy, paladines de la literatura gelatinosa”. Por su
parte Bioy y Julio E. Payró escriben un ofensivo
poema en contra de Oliverio y Pellegrini.
Invitado por el editor Gonzalo Losada, viaja a
Chile junto a Norah Lange para celebrar los cin-
cuenta años de Pablo Neruda.
1956
Losada da a conocer una edición ampliada de En
la masmédula, con veintiséis poemas.
Oliverio está muy próximo a los integrantes del
grupo Poesía Buenos Aires (1950-1960) revista
que en su número 21 incluye dos de sus poemas
de Oliverio.
Tiene lugar la exposición Arte chino antiguo de
la que participa como prestador.
1958
Publica Topatumba, una plaquette con un solo
poema, ilustrada por Enrique Molina.
1959
Con una traducción de Girondo y Molina, apare-
ce Una temporada en el infierno de Arthur
Rimbaud en la Colección Los Poetas, dirigida por
Pellegrini, bajo el sello editorial de Compañía
General Fabril Editora, de Jacobo Muchnick. En
la concreción de esta colección también partici-
pan Rafael Alberti y María Teresa León, Asturias,
Lysando Z. D. Galtier, Rodolfo Alonso, Adolfo de
Obieta. La ilustración de tapa es Martha Peluffo.
En el mes de diciembre, Oliverio y Molina
publican una nota conjunta en Noticias Gráficas
explicando la complejidad de la tarea emprendi-
da al traducir la obra de Rimbaud; dicho texto
servirá de prólogo a la segunda edición del libro,
publicada en 1962.
Firma, junto a Borges, Norah Lange, Canal
Feijóo, Carlos Alberto Erro, Roberto Giusti y
algunos otros escritores, la adhesión de la SADE
al petitorio de Ramón Menéndez Pidal “pro
amnistía de los presos y asilados políticos de
España y Portugal”.
1960
Graba un disco leyendo muchos de los poemas de
En la masmédula, en una antología sonora que
dirigen Arturo Cuadrado y Carlos Mazzanti, la
tapa del disco lleva una ilustración de Luis
Seoane. La edición incluye 10 discos numerados
acompañados por un poema autógrafo.
1961
Participa, junto a otras quinientas personas, del
imponente agasajo a Gonzalo Losada, por los
veinticinco años de actividad como editor en la
Argentina.
Sufre un accidente que lo disminuye físicamen-
te hasta el final de sus días. Norah Lange dirá que
pasaron entonces cinco años casi sin salir a la
calle.
1962
La SADE organiza una celebración por el cuadra-
gésimo aniversario de Veinte poemas para ser leí-
dos en el tranvía. Intervienen Carlos Alberto Erro,
Córdova Iturburu, Molina y Alberti. Este último
prepara un poema escénico en honor de Norah y
Oliverio. Un mes después, a Girondo, junto a un
numeroso grupo de escritores, le toca homenaje-
ar a su vez a Alberti, que cumple 60 años y se
marcha de la Argentina.
Francisco Urondo da a conocer una extensa
entrevista a Oliverio en Leoplán; las fotos de Jorge
Arte chino antiguo, Teatro Colón,1956. Col. Fundación Espigas
Exposición de pintura china y japonesa, Salón Peuser, s.d.
Col. Fundación Espigas
88
Aguirre lo retratan en su casa, rodeado de su
biblioteca y objetos de su colección.
1963
Editorial Losada publica la última edición de En
la masmédula, ahora con 37 textos y un dibujo de
Molina en la cubierta. Oliverio sigue escribiendo
poemas, pero poco es lo que se sabe de ellos, que
permanecerán inéditos.
1964
Aldo Pellegrini prepara una antología de Oliverio
que sale bajo el sello de Ediciones Culturales
Argentinas con dos años de retraso.
1965
Norah y Oliverio, acompañados por una enfer-
mera, viajan por última vez a Europa. En abril,
visitan en Roma a Rafael Alberti y María Teresa
León. En mayo van a París y en junio a Madrid,
desde donde regresan a Buenos Aires.
1967
Muere en Buenos Aires el 24 de enero y es enterra-
do en el Cementerio de la Recoleta. En el funeral,
su antiguo compañero Córdova Iturburu declara:
“Había abierto a la realidad del arte con el signo
de la juventud. Con ese signo vivió y con ese signo
murió”.
1968
Se publican sus Obras completas, preparadas por
Norah Lange y Enrique Molina.
Probablemente este año aparece la segunda
edición grabada de En la masmédula, en una
colección dirigida por Héctor Yánover.
1970
En un importante remate de arte y antigüedades
organizado por la firma Bullrich, Norah vende
parte de la colección de Oliverio; entre ellas sale a
la venta un conjunto de obras del período preco-
lombino. Norah abandona la casa de la calle
Suipacha; dona al Museo de Arte Hispanoame-
ricano “Isaac Fernández Blanco” cerca de 500
libros pertenecientes a la biblioteca de Oliverio.
1972
El 4 de agosto muere Norah Lange.
1973
En mayo, se realiza la venta de otra parte de su
colección de obras de arte también en Bullrich.
Probablemente sea Federico Vogelius quien
adquiere un conjunto de 18 obras de
Spilimbergo, dibujos y algunas acuarelas realiza-
das para Interlunio, incluido un estuche de
Leprêtre para contenerlos. Pocos años después,
desde la revista Crisis, Vogelius da a conocer algu-
nos de esos dibujos preparatorios para las plan-
chas de Interlunio y otros dibujos inéditos como
El paso del tiempo.
En el mes de julio, salen a remate los libros más
importantes que componían su biblioteca; la
firma Bullrich publica un impresionante catálogo
de 600 lotes, con primeras ediciones, ediciones de
lujo, libros de caballería, libros dedicados al escri-
tor, que en su conjunto definen el perfil de biblió-
filo de Oliverio Girondo.
Catálogo de la venta de la Colección Girondo, Bullrich Arte yAntigüedades, 1970.Col. Fundación Espigas
Crisis, n. 37, mayo de 1976.Col. particular
89
Jorge Aguirre, Retrato de OliverioGirondo, publicado en Leoplán
en 1962.