alejandro de la sota museo provincial de león

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  • ESTTICA. ngel Martnez Garca-Posada MUSEO PROVINCIAL DE LEN. Alejandro de la Sota

    Alejandro de la Sota. Croquis del Museo Provincial de Len, 1984.

  • ESTTICA. ngel Martnez Garca-Posada

    Un museo es un gran almacn de cosas buensi-

    mas que se permite sea visitado. Su existencia es

    un hecho antinatural: nada ha sido creado para

    almacenarse. Otro asunto. Hoy han aumentado en

    mucho los temas de readaptacin de edificios. Es

    corriente que un viejo gran hospital o un antiguo

    cuartel se destinen a centros culturales. Un nuevo

    Museo de Arte Contemporneo puede ser desti-

    nado a sede poltica, mientras que otro Ministerio

    se traslada a un edificio bancario. Antes fue un

    Instituto de Investigaciones Agronmicas el que

    alberg a la Presidencia, que parece que ahora

    podr pasar a un edificio tambin bancario, que

    no lo era. Todo est ya sucediendo en Madrid.

    El eclecticismo arquitectnico parece obligado

    a nuestros proyectos, y parece tambin obligado

    a un mayor

    sosiego en nuestras ocupaciones y desocupa-

    ciones.

    En Len, el seor obispo pasa el viejo edificio

    de Correos y Telgrafos, y el Museo Provincial al

    Palacio del Episcopado.

    Volviendo al tema. El museo-almacn es un edificio

    que, como todos los almacenes, existe slo de

    manera intrnseca en lo guardado. Refleja cierta

    tristeza muchas horas del da y todas las de la

    noche: Abierto de 10 a 2 y de 5 a 8. Las horas

    de apertura se relacionan naturalmente con la

    obligada vigilancia.

    Podra, debera, ser envuelto el museo-almacn

    con dependencias ms alegres y de uso ms

    permanente: bibliotecas, escuelas de restauracin,

    oficinas de informacin y turismo, bar, club, saln

    de conferencias, etc., que, fuera de las horas de

    visita del museo, seguiran dando vida al edificio

    que lo envuelve.

    Creara el conjunto, un punto vital de movimiento

    de personas interesadas por temas prximos a las

    artes y sera un complemento al gran foco que

    en Len representa la Catedral. Todo es posible

    en Len.

    El museo-almacn exige una forma natural de

    contenedor regular. La forma regular admite la

    plenitud de gran espacio nico y un montn de

    subdivisiones para minimizar los espacios de

    exposicin. Nuestro contenedor es un cubo ais-

    lado dentro del edificio actual, despus de haber

    vaciado su interior. Total hermetismo defendido

    del robo, incendio

    Este cubo tiene sus grandes graderos-estanteras

    (plantas), abiertas al gran patio interior de gran

    iluminacin cenital. Las plantas graderos-estan-

    teras podrn romperse con pequeos agujeros

    salteados en sus forjados para exposicin de obras

    de arte de mayores alturas y tambin para lograr

    puntos de vista ms atractivos.

    La ms baja de las plantas tiene una abertura

    central sobre ella que la transforma en una sala

    ms de exposicin. Puede hacerse una planta

    ms en la cota -8,13, para aumentar metros de

    almacenes. Las plantas-gradas estn en cotas

    alternativas, respecto a las del edificio existente,

    logrando as un sugestivo juego de alturas. Las

    entradas al container-museo son pequeas y

    situadas de forma que se establezcan itinerarios

    lgicos. El servicio de movimiento de objetos de

    exposicin fuera-dentro del museo, se establece

    por escaleras y montacargas, desde el exterior

    del cubo, con zona y muelle de descarga.

    Un gran ventanal-museo-pasos-zona de exposi-

    ciones temporales logra la comunicacin y unin

    visual necesaria entre el museo y el resto del

    edificio. Este resto es importantsimo.

    Volviendo al tema de la remodelacin; se derriba

    la mayor parte del interior, en mal estado de

    conservacin, casi en ruina, aparte del total

    desorden. Se conservan las crujas exteriores

    de la edificacin actual y se limpian las divisio-

    nes interiores. Se construye una nueva planta

    sobre ellas.

    Las crujas se conservan, despus de saneados

    sus muros, se estructuran con prticos metlicos

    embebidos sus pilares en el grueso de estos mu-

    ros, forjados con independencia para conservar

    algunos artesonados existentes.

    El nuevo tico tendr un largo y corrido mirador

    bajo el alero, que nos permitir contemplar la

    fachada sur de la catedral en todo su esplendor.

    Un descubrimiento.

    En la parte hacia el patio, el Sur, magnfica solana

    de descanso. Entendiendo la arquitectura, hoy,

    sin forma, as sera donde se proyecte. No ha

    de ser distinto en el caso de que sea aadido

    a algo existente. Ha de cuidarse primero en s

    misma y luego, en el posible rechazo que pudiera

    producir la introduccin en un medio que existe

    de un cuerpo extrao. El cuidar de este posible

    rechazo es la atractiva aventura.