ALCANZAMOS NUESTRO BOLETÍN Nº 100

Este mes de febrero, nuestro Boletín Especial de Caza cumple 100 números y eso se merece, sin duda, unas palabras.

Son ya 100 boletines realizados con el único objetivo de mantenerle al día sobre lo que sucede en el mundo de la caza.Más de ocho años en los que le hemos ofrecido artículos de fondo con los temas que a todos nos interesan, le hemos contado las noticias y le hemos propuesto un montón de suculentas recetas de caza, entre otras cosas.Y siempre de manera totalmente gratuita. Porque nuestro interés es hacer de la caza un deporte del que todos podamos disfrutar.

No podemos dejar pasar esta “celebración” sin agradecerle el apoyo que durante todo este tiempo nos ha mostrado.Hemos crecido mucho, muchísimo, y somos conscientes de que eso sólo puede conseguirse gracias a quienes se han mantenido fieles a lo largo de los años, recomendándonos además a otros cazadores que se han unido a nuestro colectivo.Gracias a todos.Seguiremos trabajando para llegar al número 200...

Porque la caza es mucho más que nuestro negocio, es nuesta pasión.

BOLETÍN MENSUALBoletín número 100. Febrero 09

1.- Artículo del mes: PREJUICIOS Y VERDADES SOBRE LA CAZA2.- Producto recomendadoPRISMATICOS ZEISS VICTORY RF. Con medidor de distancia e información balística.3.- Ofertas especiales4.- Nuestros compañeros los perros: KAI5.- Las noticias del mes.6.- Gastronomía:

– Ficha nº 199: TORDOS AL VINO BLANCO– Ficha nº 200: TORDOS CON ACEITUNAS

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1.- ARTÍCULO DEL MES:PREJUICIOS Y VERDADES SOBRE LA CAZA.Artículo remitido por Luis Alberto Hernández (Guatemala).

Uno de los temas inherentes al desarrollo humano sobre los que se lee poco, es el de la cacería, caza o arte venatorio que se viene practicando en el planeta desde hace miles de años. Algunas personas la consideran como una actividad contraria al pensamiento del humano civilizado. No comparten la idea de perseguir al animal para apoderarse de él enfrentando experiencias antagónicas, astucias leales y destrezas natas, tres elementos sin los cuales toda fuerza bruta es inútil.

En mi biblioteca de caza y pesca encuentro el libro titulado EL PLACER DE LA CAZA, escrito por Jean Castaing (Juan Castaña, en español, imagino), colección Herakles, Editorial Hispano Europea de Barcelona, España, edición 1956, en cual basaré algunas ideas. Dice Castaing: “La caza es un séptimo sentido que, situado entre los otros los excita y coordina aumentando su excelencia. No analizo la caza sino el modo de advertir su especial resonancia espiritual, la manera de gozar su placer y conferirle sentido a su significado. No pierdo la esperanza de que estas páginas sirvan para excusar ante los no participantes de nuestra afición, aquello que tan a menudo condenan sin un exacto conocimiento del tema.”

Agrego lo leído en el libro MISCELÁNEA CINEGÉTICA Vol. VIII de Raimundo Durán y Salvador Pons, Editorial Sintes, Barcelona, España, edición 1962: “El cazador mata animales que pueblan la tierra, criaturas de Dios como todo en el universo. ¿Es moral? ¿Puede el hombre cazar y dar muerte a los animales?. El hombre tiene la necesidad de alimento y los animales la aptitud de satisfacerla. Este sólo hecho indica que la aptitud de éstos se subordina a la necesidad del primero, y no es contraria sino complementaria y cumple la obra de Dios”. “Así lo ha interpretado el instinto y la razón lo ha confirmado: mata el cazador con orgullo, muestra ufano, sin alardes, el premio de su esfuerzo (al que respeta y ama). Generaciones han cazado, todos los pueblos han aplaudido al tirador certero. No puede ser inmoral la acción que han sancionado los hombres de todos los tiempos y de todos los pueblos. Puede, pues, el hombre cazar, puede matar animales, como diría Jovellanos, sin miedo y sin melindre. Y prosigue: “Los códigos de moral, las religiones, que son las que más ancha esfera abarcan, también sancionan la caza: Y tened señorío sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo y sobre todos los animales que se mueven sobre la tierra, dijo Dios al hombre en la Creación. Y al cazar y nutrirse con su carne y cubrirse con sus pieles y plumas el hombre ejerce el señorío que le dio quien pudo dárselo”.

¿Es nociva una cacería sin trampas ni venenos y sólo a especies no amenazadas al ser comparada con la captura de peces y la matanza de reses en los rastros? ¿o con las pilas de animales asfixiados y quemados (conejos, cervatillos, serpientes, etc.) que se contabilizan después de cada roza o cada zafra? ¿o con el acto del ama de casa que retuerce el pescuezo de la gallina para el banquete del medio día?.Durán y Pons, antes de exponer sus análisis sobre leyes, explotación y repoblación racional de reservas y cotos de caza (lo que en Guatemala muy pocos saben hacer), sentencian lo siguiente: “Platón, en un arranque de entusiasmo llama a la caza el divino ejercicio, escuela de las virtudes militares”. Y continúan: “También Cicerón la ensalza elocuentemente y por último, los cazadores modernos en especial en Francia y Alsacia, la asocian a la religión cristiana, celebrando solemnes fiestas y cultos poniendo el ejercicio venatorio (cacería) bajo la protección de San Huberto”. ¿Cómo puede, pues, ser inmoral lo que la conciencia no rechaza timorata, lo que las religiones abonan, lo que la filosofía aplaude, lo que el arte ensalza y la poesía canta? Según estos raros libros, la cacería es un instinto natural que seduce a ricos y pobres desde los albores de la humanidad por obra de la herencia y la naturaleza misma. Hace pocos años la ciencia logró descubrir y aislar el gen llamado “del cazador” que desde el período cuaternario salta feliz de unos a otros individuos dentro de las sociedades. Una historia interesante: El señor Castaing efectuaba un viaje en barco cuando vio pasar un grupo de aves. -“!Son patos!...” gritó, lo que fue escuchado por un compañero de viaje. - ¿Es usted cazador? – preguntó el vecino de silla. - Así es…respondió nuestro amigo. -Yo también, dijo el otro entonces -; y por cierto que poseo un hermoso vedado donde llegan financieros, políticos y gente encopetada y me halaga poder ofrecerles tanto una buena mesa como un abundante botín de caza. Y usted ¿dónde practica su afición? Un poco azorado, Castaing confesó que no poseía ningún coto, que hacía la caza trivial que se conocía en su región yendo a veces a un trozo de pantano de unas cuarenta hectáreas en donde cazaba solo o con amigos, y que cada uno con su perro gozaba el lugar a su modo. Castaing preguntó si él acaso tenía un buen perro, respondiendo el otro con menosprecio: -“No los soporto, eso está bien para la literatura. Sólo sirven para espantar las piezas antes que lleguemos los cazadores. No son útiles. Sin ellos hemos matado en mi coto esta temporada cuatro mil conejos, seiscientas cincuenta liebres y ochocientos faisanes levantados por mis guardias; en cambio de perdices no pasamos de las quinientas.”

- ¿Y a usted, cómo le ha ido?. Castaing indicó que llevaba unas cuarenta o cincuenta piezas cobradas entre conejos y avutardas, subrayando que su satisfacción por la caza no radicaba en el peso del morral sino en la labor de su perro y en la búsqueda de las piezas en los campos a las cuales perro, escopeta y cazador les daban su oportunidad para salvarse. El vecino dijo : “-Pero amigo, usted no es un cazador ¡Usted no es más que un poeta!” Refiere Castaing: “Me sentí muy mal…¿habría perdido el tiempo y durante treinta años tan sólo he sido un desafortunado y estéril poeta, cuyo ligero morral sólo contiene una profusa colección de versos e ilusiones? ¿acaso me faltó la habilidad de poder cometer asesinato en serie en contra de los animales silvestres? ¿Me equivocaría al considerar la captura como un premio a la búsqueda de la presa atendiendo antes a los medios que al propio resultado? Esa triste lectura me ha hecho reflexionar en lo que sucede en campos y montañas (no sólo en Guatemala) en los que se realizan actividades de caza. En nuestro país, según entiendo, se reglamenta la Caza en dos vertientes: Cacería deportiva y cacería de subsistencia, la cual considero debiera llamarse UTILITARIA, ya que el Diccionario Pequeño Larousse de 1972 aclara que “Subsistencia es “Lo necesario para la vida humana “, mientras que “Utilitario” es “Quien sólo se propone un objetivo interesado. // -M. Persona que coloca la utilidad por encima de todas las consideraciones.”

De hecho, como veremos adelante, el cazador subsistente o utilitarista, según yo, entra en la categoría de “cazador de oficio”, en quien también debería recaer una alta responsabilidad en el cuido, protección, propagación y desarrollo sostenible de la fauna y el ambiente ecológico integral de las áreas en donde caza. Pero ¿cómo…? Según Castaing no se logrará el mejoramiento y recuperación de la fauna de caza con tan sólo poner infinidad de trabas a los denominados “cazadores deportivos”. En nuestro país, los cazadores deportivos no se cuentan por decenas de miles ni mucho menos. Ellos salen de caza en fines de semana o aprovechando algún feriado (pues tienen sus propios trabajos u otras actividades productivas) para regresar y degustar con la familia, o compartir con allegados y amigos, pero ¡jamás! para mercadear el producto de su pasión. En otros niveles, debido a problemas de pobreza y pocas oportunidades de trabajo la extracción de fauna (y bosque) se lleva a cabo a toda hora, durante toda la semana, incluyendo sábados y domingos, y ésto es una de las verdaderas raíces del problema. Lo anterior, sin citar la destrucción integral que afrontan las áreas rurales por el avance de la frontera agrícola, uso de químicos, vastas quemas de caña, minería y petroleras que abren caminos y necesitan de carne y otros recursos para los trabajadores, etc. Recordemos que la conservación racional no es simplemente contemplar y prohibir, sino aprovechar y hacer sustentables los recursos, aportando análisis y soluciones adecuadas como realistas. Agrega mi amigo Jean que, por si lo anterior fuera poco, existen dos categorías: tiradores o cazadores según el caso: Los primeros gustan de jalar el gatillo y quemar pólvora a fin de llenar el morral a como dé lugar. Los segundos se deleitan con la preparación de la salida, la convivencia personal, el contacto con la naturaleza, la búsqueda y el acto del tiro como colofón (o final), si se da la oportunidad. Para el tirador, el tiro como tal es objetivo, medio y conclusión, mientras que la cacería (cuya diosa protectora es Diana o Artemisa) obliga a poner en juego ciencia, conciencia, fortaleza, sagacidad y la experiencia del cazador y eventualmente del perro, siendo el tiro y la muerte del animal la forma de concluir el ciclo. NO SE CAZA PARA MATAR SINO SE MATA A LA PRESA PARA HABER CAZADO, es la cita que hace “Flannagan el verde” sobre Ortega y Gasset en su documento de Internet LA CAZA Y EL DEPORTE de hará unos cuatro años. “Como cazadores- dice Jean Castaing-, comportémonos ante los animales silvestres que serán nuestras presas y nuestro alimento como si pudieran comprendernos; merezcamos su respeto, observando lealmente las reglas del juego que les imponemos”. Así, -honrando el deporte de Tartarín de Tarascón, obra de Alfonso Daudet que recomiendo leer-, mencionaré las clases de cazadores que circulan por los montes de los diversos países en que se practica la actividad de la caza, incluyendo al nuestro. Aclaro que no las he inventado arbitrariamente.

En mi investigación bibliográfica, estas definiciones las he tomado de otro documento sumamente especializado, identificado así: ENCICLOPEDIA UNIVERSAL DE LA CAZA. Colección Herakles, 2 tomos, Jorge de Palleja y José Gibert. Editorial Hispano Europea, Barcelona, España. 1969. Consultadas las páginas 270, 271 y 272 del tomo I, encontramos, entre otras, las definiciones que aparecen adelante, en orden alfabético, que pueden darnos parámetros de los niveles de daño con los que puede impactarse la fauna de una región:

CAZADOR – A: m y f. Quien caza por oficio o por diversión. // Según la Ley de Caza española vigente desde el año 1902, es aquél que persigue, acosa, busca, aprehende o mata los animales fieros o salvajes y los amansados o domésticos que hayan recobrado su libertad primitiva. // El que sabe buscar, perseguir, tirar a la pieza y cobrarla finalmente. CAZADOR CARNICERO: // El poco deportivo al que sólo le preocupa matar como sea, apeonando, parada, con reclamos, con tal de poder traer el zurrón rebosando de caza. Es el cazador que no se enorgullece de la calidad de su tiro, sino de la cantidad de piezas cobradas. CAZADOR DEPORTIVO: // El que caza por cazar y no por matar, ya que siente pasión por la caza y no lo atrae la sangre, cumpliendo cuanto dispone la Ley de Caza y su Reglamento. CAZADOR DOMINGUERO: // Aquel que va a cazar, o puede ir a cazar, tan sólo los domingos y días festivos. CAZADOR FURTIVO: // La peor alimaña que vive de la caza y el mayor enemigo de los cazadores deportivos. Etimológicamente el vocablo procede del latín “fur”, ladrón. Es, pues, el que roba la caza ajena matándola dentro de un terreno vedado o acotado o el que caza en terreno franco o libre infringiendo las leyes y disposiciones que regulan el ejercicio de la caza. (…) Para que se califique a un cazador de furtivo no es necesario que venda la caza ni tener en cuenta su clase social ni su situación económica.

CAZADOR DE OFICIO: // Aquél cuyo medio de vida es la caza, de cuyo producto se mantiene él y su familia. Caza con licencia, tiene derechos y merece los respetos que quepan del deportista. Llegamos aquí al final de mis elucubraciones cinegéticas, cuyo afán es dar una idea general de lo que es la afición que heredé de mi tío Luis Roberto, y lo que ella ha representado en el corazón de muchos amantes, como yo, del aire libre. Así, de los textos, investigación y experiencia personal, brotan algunas conclusiones:

1) Los principales problemas de deterioro de la fauna de un país son: depredación, falta de información y capacitación a cazadores y la poca conciencia que tienen de su protagonismo como componentes de sistemas naturales integrales.

2) La cacería no es una actividad destructiva ni inmoral y es perfectamente compatible con la conservación y la sostenibilidad para las familias rurales.

3) La cacería sólo es comprendida por personas que son o han sido cazadores. 4) La mayoría de cazadores, en su edad madura se tornan conservadores de áreas y cotos de caza con

conciencia de hecho, para proteger y propagar las especies. 5) Muchos líderes, dueños de empresas y clubes promotores así como donantes para la vida silvestre,

conservación y deporte son cazadores muy respetables. 6) La caza sirve para controlar animales silvestres que se han

convertido en plagas. 7) Proporciona beneficios como son alimento, deporte y oportunidades

de trabajo. 8) En Guatemala, los cazadores hemos sido desorganizados,

indolentes, venales o ignorantes al no preocuparnos o no pronunciarnos ante los problemas que atañen a la cacería y sus entornos. No ejercemos la solidaridad.

Y - para finalizar-, formulo estas sencillas recomendaciones: 1. Procuremos ennoblecer nuestra actividad: No seamos furtivos ni carniceros sino deportivos o de oficio según el caso, para lo cual sugiero con respeto cumplir las disposiciones sobre caza del país que sean coherentes y realistas. 2. Por lo anterior, la reglamentación, vigilancia, capacitación y resto de actividades conexas con la cacería y similares debieran ser llevadas a cabo por personas expertas en conservación pero especialmente conocedoras y ligadas al arte venatorio a fin de que se tomen decisiones actualizadas, útiles y de provecho tanto para la fauna de caza como para los propios cazadores.

3. Como cazadores y pescadores de corazón, busquemos capacitarnos entre nosotros mismos y organizarnos definitivamente a fin de tener voz y voto para resolver problemas y propiciar, proteger y propagar nuestras especies de caza y pesca para que quienes sigan nuestros pasos puedan gozarlas también.

Ilustro mi última como humilde recomendación con lo acotado por nuestro buen amigo Jean Castaing al finalizar su citada obra literaria, cuando debido a ciertas circunstancias de su tiempo se dirige al Parlamento de su país en los siguientes términos: “Señores diputados: Si en su generosidad no quieren olvidar a los cazadores y si de verdad desean ser útiles, lean y comprendan el artículo que les adjunto. He aquí el único proyecto de ley que puede satisfacerles: Proyecto de ley sobre la organización de la caza en Francia: Artículo Único – LA CAZA PERTENECE A LOS CAZADORES. Y cuando lo hayan votado, señores diputados, déjennos en paz, a fin de que nuestro goce se base en la ilusión”.

¡Buena caza!...

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3.- OFERTAS ESPECIALES

4.- NUESTROS COMPAÑEROS LOS PERROS: KAI

Los orígenes del Kai se localizan en los perros de talla mediana que vivieron en la antigüedad en Japón.Recibe el nombre del distrito en el que se estableció (Kai, Departamento de Yamanashi), una región rodeada de montañas, una orografía que sin duda ha influido de manera notable sobre el físico de la raza..Se piensa que su tendencia natural a formar jauría contribuyó de manera excepcional a mantener la pureza de la raza.En 1934 esta raza fue declarada “Monumento natural”.

CARACTERÍSTICAS FÍSICAS:– Altura a la cruz: 53 en machos, 48 en hembras. – Color: negro, rojo, atigrado negro o rojo.– Destacan por su pelaje atigrado. De hecho, resulta característico de

la raza que de cachorros presenten un único color, que se irá volviendo atigrado con los años.

– El pelo de la capa externa es duro y recto.– Ojos pequeños, casi triangulares.– Musculatura bien desarrollada.– Extremidades fuertes.– Articulaciones tibio-tarsianas excepcionalmente desarrolladas.– Cola de inserción alta, gruesa, la lleva sobre la espalda correctamente enroscada.

CARÁCTER:Animal despierto y vigilante donde los haya.Estas características le convierten en una magnífico compañero para la caza, pero también en uno de los mejores animales de compañía que puede haber.

UTILIZACIÓN EN LA CAZA:Utilizados principalmente para la cacería de jabalís y venados.

CUIDADOS ESPECÍFICOS:– Como cualquier otro, precisará del necesario ejercicio

físico.

5.- LAS NOTICIAS DEL MES

– Productores y cazadores refuerzan la cooperación en proyectos ambientales (13/02/09).– Abierta la veda de caza de perdiz con reclamo en Castilla La Mancha (04/02/09).– La repoblación ilegal de 1998, causa de la desaparición de liebres (28/01/09).– Finaliza la temporada de caza en el Parque Natural de L'Albufera (27/01/9).– Levantada la prohibición de caza menor en Ávila (21/01/09).– Suspendida la caza del corzo en la Reserva Regional de Fuentes Carrionas (21/01/09).– Cazador herido por la embestida de un jabalí (20/01/09).– Levantada la prohibición de cazar en Vizcaya (16/01/09).

Pulse sobre el título que le interese para poder ver la noticia completa.

6.- GASTRONOMÍA

Hacía ya unos meses que no traíamos a nuestro boletín al siempre suculento tordo.

Por eso este mes hemos querido “lucirnos” y le ofrecemos dos recetas que harán las delicias de cualquiera y, lo mejor, son de muy fácil elaboración.

RECETA 199: TORDOS AL VINO BLANCO

RECETA 200: TORDOS CON ACEITUNAS

RECETA 199:

TORDOS AL VINO BLANCO

Dificultad: Fácil.

Ingredientes:Para 6 personas:

– 12 Tordos.– 1 vaso y medio de vino blanco.– 12 lonchas de tocino.– 15 bayas de enebro.– 9 cucharadas de manteca de cerdo.– Pimienta.– Sal.

Primer paso:Lo primero será limpiar bien los tordos. Después nos aseguraremos de que están bien secos, para envolver cada uno con una loncha de tocino.En una cazuela de barro, calentamos la manteca de cerdo y, cuando esté bien caliente, saltemos en ella los tordos.

Segundo paso:Añadimos las bayas de enebro, la sal, la pimienta y el vino.Tapamos la cazuela y dejamos que todo junto se cueza, a fuego moderado y durante un tiempo aproximado de 25 minutos.

Tercer paso:Servir en la propia cazuela.

RECETA 200:

TORDOS CON ACEITUNAS

Dificultad: Media.

Ingredientes:Para 4 personas:

– 8 tordos.– 200 g. de aceitunas machacadas.– 4 dientes de ajo.– 2 cebollas.– Medio vaso de vino rancio.– Aceite de oliva.– Pimienta.– Harina.– Tomillo.– Sal.

Primer paso:Limpiamos bien las aves, las salpimentamos y partimos por la mitad.De esta forma, en una cacerola, ponemos un poco de aceite a calentar y sofreímos los tordos.Cuando los tordos comiencen a coger color, añadimos los ajos y la cebolla, que previamente habremos partido en juliana.

Segundo paso:Cuando la cebolla esté dorada, añadimos una cucharada de harina, removiendo bien todo.Posteriormente, añadimos media copa de vino rancio, que dejaremos ir reduciendo poco a poco.Cuando el vino se reduzca, pondremos una ramita de tomillo, añadimos agua y dejamos que cueza durante unos 20 minutos más.

Tercer paso: Transcurrido este tiempo, ajustamos de sal y es el momento de añadir las aceitunas machacadas (o rotas).Dejamos hervir durante otros cinto minutos.Ya está listo para servir.