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Actualidad, Psicoanálisis y Cultura Mayo 1997 Publicación semestral 900 pts. Las ilustraciones de este número son fabulaciones pertenecientes al acerbo cultural colectivo; los textos que las acompañan son de "l'einte mil leguas de riaje submnrino" de Jules Verne Consejo editorial: Adolfo Berenstein Aurelio Gracia Víctor Korman Comíté de redacción: X¿vier Ametller Joan Bas Miguel Díaz Joan Homs Anna Miñarro Jordi Xand¡i Diseño gráfico: Ferran Carles Montse Plass Publica: G¡aberkor, S.C.P Producción Editorial: RBA Realizaciones Editoriales, S.L. Barcelona Distribución: Paidós Mariano Ctbí,92 Tel.2OO 0l 22 Fax20229 54 08021 Barcelona Defensa, 599 Tel. 331 90 08 Fax345 61 69 1065 Buenos Aires Rubén Darío, 118 Colonia Moderna TeL.579 59 22 Fax 590 43 61 03510 México DF Dep. Legal: B-6300-año 1993 alcuarto Redes de 1oImaginarlo Lou Andreas-Salomé Hiltrud Amuser Una poeta del psicoanálisis Adolfo Berenstein Una tardecon Marguerite Duras Marta Pessarrodona La trágica fiestade la palabra. Los toios en la literatura Anna Miñano / Jordi Xandri Vertiginosas islas Teresa Shaw Dossier: Redes de 1o imaginario De la imasen-biombo a la realidad virtual. Román Gub-ern Sobre la imagen virtual (y su carencia de virtud). Iesús González Requena Publicidad. El otro mito de la caverna. Ramón Sala Los psicofármacos y la promesa de la felicidad. Gustavo Winter El deseocomo fuerza creadora: Delmira Agustini y M" EugeniaVaz Ferreira. Teresa Shaw La imasinación del lector de comics. Recreaóión de la creación.Javier coma La pasión místico-amorosa: imágenes para dos ensueños. Isabel O¡ensanz La faz no reconociday las imágenes de la pobreza.Jordi Estivill Telespectadores ¿Ciudadanos o consumidores? Tomás Delclós San Cristobal de las Casas, Chiapas ¿Una nueva utopía? Miguel Díaz Una utopía para el siglo xxr. Isabel Escudero La utopía verdadera. Agustín García Calvo Entrevista con Humberto Rivas Reflexiones sobre la visita de los brigadistas Gabriel Jackson Aprender y saber Xavier Ametller Eljudío wagneriano como paradigma def racismo- César Vidal Individualismo: la buena manera de seresoísta Manuel Cruz Canciones de la muerte JoanHoms ¿Un malentendido? (I)

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Page 1: al cuarto - Editorial LucinaActualidad, Psicoanálisis y Cultura Mayo 1997 Publicación semestral 900 pts. Las ilustraciones de este número son fabulaciones pertenecientes al acerbo

Actualidad,Psicoanálisisy Cultura

Mayo1997

Publicaciónsemestral

900 pts.

Las ilustracionesde este número

son fabulacionespertenecientes

al acerbo culturalcolectivo;

los textos que lasacompañan son de"l'einte mil leguas

de riaje submnrino"de Jules Verne

Consejo editorial:Adolfo BerensteinAurelio GraciaVíctor Korman

Comíté de redacción:X¿vier AmetllerJoan BasMiguel DíazJoan HomsAnna MiñarroJordi Xand¡i

Diseño gráfico:Ferran CarlesMontse Plass

Publica:G¡aberkor, S.C.P

Producción Editorial:RBA RealizacionesEditoriales, S.L.Barcelona

Distribución:PaidósMariano Ctbí,92Tel.2OO 0l 22Fax20229 5408021 Barcelona

Defensa, 599Tel. 331 90 08Fax345 61 691065 Buenos Aires

Rubén Darío, 118Colonia ModernaTeL.579 59 22Fax 590 43 6103510 México DF

Dep. Legal:B-6300-año 1993

al cuarto

Redes de1o Imaginarlo

Lou Andreas-SaloméHiltrud Amuser

Una poeta del psicoanálisisAdolfo Berenstein

Una tarde con Marguerite DurasMarta Pessarrodona

La trágica fiesta de la palabra.Los toios en la literaturaAnna Miñano / Jordi Xandri

Vertiginosas islasTeresa Shaw

Dossier: Redes de 1o imaginarioDe la imasen-biombo a la realidad virtual.Román Gub-ern

Sobre la imagen virtual (y su carenciade virtud). Iesús González Requena

Publicidad. El otro mito de la caverna.Ramón SalaLos psicofármacos y la promesade la felicidad. Gustavo Winter

El deseo como fuerza creadora:Delmira Agustini y M" Eugenia VazFerreira. Teresa Shaw

La imasinación del lector de comics.Recreaóión de la creación. Javier coma

La pasión místico-amorosa: imágenespara dos ensueños. Isabel O¡ensanz

La faz no reconocida y las imágenesde la pobreza. Jordi Estivill

Telespectadores ¿Ciudadanoso consumidores? Tomás Delclós

San Cristobal de las Casas, Chiapas¿Una nueva utopía? Miguel Díaz

Una utopía para el siglo xxr. Isabel Escudero

La utopía verdadera. Agustín García Calvo

Entrevista con Humberto Rivas

Reflexiones sobre la visitade los brigadistasGabriel Jackson

Aprender y saberXavier Ametller

Eljudío wagneriano como paradigmadef racismo-César Vidal

Individualismo:la buena manera de ser esoístaManuel Cruz

Canciones de la muerteJoan Homs

¿Un malentendido? (I)

Page 2: al cuarto - Editorial LucinaActualidad, Psicoanálisis y Cultura Mayo 1997 Publicación semestral 900 pts. Las ilustraciones de este número son fabulaciones pertenecientes al acerbo

Dossier: Rede de' ls irmg¡r:¡l&

-No te canses Preguntando cuán-irr acabará tu camino. Ahí donde el:rañana y el aYer se unen, ahí aca-r r rá. . .

)le costó mucho trabajo emqezan.. caminar, sabía que me iba a res-:rlar en el lodo ahí adelante, Pero,. , , tn sabiéndolo. tenía que caminar-'.1 caída. Esa y otras que seguiríanJe spués. Porque camlnal es tam-'rién

tropezarse Y caer. Y esto no' r rc lo enseñó e l Vie jo Antonio. me-.r enseñó la montaña, y créanmeque el examen no fue nada fácil."''

\ ¡ ¡as:. Ertraído de 1os documendos del Foro

:.pecial para la Reforma del Estado, mesa- J¿¿¿r'a Constituciótt, nuevo Constilu)'et7te,¡.,n Cristóbal de las Casas, julio de 1996.

- Del epílogo del 1lbro La vengan:a de la':':t:,ria. H. Tertsch, Ed. El País-Aguilar,

\ f "Jr id 1993..: S. Freud, El tncLlestar en la cultura' O. C.

. \\1. pg. 108. Ed. Amorrortu' Bs As.,. r ó

- Todo el material que hace referencia al

:ZL\ nos fue proporcionado por Iñaki de la:..¡.r¡iació Cultural El Raval (El Lokal) de

3.:;elona, a quien agradecemos su colabo-- :J I O11.

-' DLario El País.Barcelorta. 6 de noviem--: : de 1996.

1; : t ¡ .L" negllta eS mla.i:.¡rme de la Comisión Nacional sobre la

:¡::arición de Personas, Nunca Más,Ed.

- IEB-\. Buenos Aires, 1984.-:z de la Audiencia Nacional española.\ \'.-\A. Erase tnta vez.la Pctz, CEAR,

: Planeta. Barcelona, 1996.LJ negnta es mla.

I \ntonio Machado, Poesías Completas,. . ritios t CarLtares, XXIX, pg. 239.

- .:J.lión Austral. Espasa Calpe. Madrid'. . -: P¡l¿bras del Subcomandante Insurgente

1.1::Jt¡i en ia inauguración del Foro Especial

:.:: r¡ Retbrma del Estado. San Cristóbal- : L. r Casas. Chiapas. México 30 dejunio- . ' 96 .

Isabel Escudero, profesora t¡tu-lor de psicodidóctica en la Univer-sidad Nacional de Educación aDistancia, poetisa -Coser Y cantar,Cifra y aroma...- y escritora; rlosmLrestra un acercantiento crítico alconcepto de utopía. A Partír de laevidencia que "aquello que no estáen ninguna parte" (utoPía) no seencuentrT tampoco en tiemPo algu-no (ucronía), asistimos a un radi-cal despliegue de enfoques que nosperntite recorrer aLgunos de los en'vítes a que dicha realidad (¿ineali-zable?) nos enfrenta. Cíerra la tra'yesía un breve, condensado ysugerente texto de Agustín GarcíaCalvo, filósofo y poeta de tma tanextensa como intensa obra: De losnúmeros, Sermón de ser Y no ser,Canciones y soliloquios, Del ritmodel lenguaje, etc. Ambos han cola-borado en "todo tipo de estrategias

.t conjuras contra la realidad J- sLtsmentiras".

Empezaré apuntando a la contra-dicción que ya se da en esta formu-lación: no es posible hablar de uto-pía si junto a ella colocamos esaotra cosa de siglo, sea el siglo XXIo el siglo III antes de Cristo.

Me explico: no hay utoPía ver-dadera que no sea una ucronía almismo tiempo, y subrayo lo de "almismo t iempo". (e l esPacio no esmás que una ideación representa-da del Tiempo), así que cualquiersubversión de la representación delconcepto imPlica un ataque a laidea. a la raíz misma de la abstrac-ción. A nadie se nos hurta que cual-ouier invención de un mundo nue-vo, de algo fuera de lugar, de unnuevo espacio o topos mundano,(una utopía imaginada), acarea iP-so facto una alteración del Tiempo.Hasta las más banales invencionesde la Ciencia Ficción, toda esaimaginería peliculera de Odiseas,lel Espacio. desde sus comienzosmás rudimentarios hasta sus ú1ti-mas sofisticaciones. enraizadas en

Ni derechos. ¡: j l - : ; ; ' . ¡ . ; . ;rentre atiba r' ¿iác;.irrestá la pelea

sinfin de artilugios para avanzar .retroceder en é1. Pero eso sí. obeiciendo como premisa previa a losconceptos pasado y futuro. o se:aceptando la cuestión del Tiemp..en su concepción ideal y en su tr¡yectoria vulgarizada y/o científicisin abordar ni cuestionar el caráclindomable y escurridizo del mis-mo, en cuanto nos situamos fuerade la domesticidad de la idea.Estamos siempre "cayéndonos depresente", cayéndonos del ahora.en el pozo del sinfín, y ese mied.'caerse es insoportable.

Pero sobre todo se nos preseni.siempre la cuestión de la Utopía ,su conexión con el Futuro. Sinembargo, si observamos en e1 en-sueño de nuestras utopías sentr-mentales, nuestras añoranzas se ¡menlan más b ien de a lgún rastr , .pasado incierto. de algún recuc:.no histórico, que vuelve \¡tvo unrotra vez, y cada vez más vtvo curto más lejano y perdido. Cuandr.nos invaden las ensoñaciones dego deseado y, al parecer. todar'íasucedido, la cosa se presenta ccrrempujada desde atrás, como uncuerdo desplazado hacia delante-de alguien que soy !o ! Que nt-soy yo al mismo tiemPo- \' que sv i re como un "pasado porreni r "vez de como futuro, de tal sueneque. a \eces. en e l lenguaje po" j r :se dicen cosas como. por eiem¡l"Recuerdo que moriré en Pans utarde de lluvia", y que esta fomllac ión contradic tor ia no nos r i ¡ . rta, sino que nos parece lógica rverdadera, aunque desde luego lco o nada tenga que ver con laRealidad y el orden del Tiempt.

Para abordar, pues, con honr¡¿cualquier aproximación a la uto¡no tenemos más remedio que J.'-sentrañar primero el orden v sus-tancia 'ideal' de la Realidad. quenos vende aquí y ahora como "nl

tural", y después quizá. aparez;rlas flores bajo la losa que las s..ica. Pongo este ejemplo. más bielvegetal, porque en ia lucha ecol¡gista se ve, bastante claramenie.ta necesaria prioridad de atacarprimero a lo que destru¡'e esoque llamamos Naturaleza: el :itomóvil. 1a gasolina. las nucle¡-r;las autopistas etc.. atacar al energo antes que ima-einar ni diseñrninguna tierra verde. ni ninsúnmundo meior . n inguna utopi i .Atacandtr 1o que 1a n-ta¡t. l¡r qL3

Una utopíapafa el siglo xxl.Isabel Escudero

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paru el srglo )oil-Isabel Escudero

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e:. :.. iue nada fácil."'l

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Isabel Escudero, profesora titu-lar de psicodidáctica en la (Jniver-sidad Nacional de Educación aDistancia, poetisa -Coser y cantar,Cifra y aroma...- y escritora; nosmuestra un acercamiento crítico alconcepto de utopía. A partir de laevidencia que "aquello que no estóen ninguna parte" (utopía) no seencuentra tampoco en tiempo algu-no (ucronía), asistimos a un radi-cal despliegue de enfoques que nospermite reconer algunos de los en-vites a que dicha realidad (¿irreali-zable?) nos enfrenta. Cierra la tra-vesía un breve, condensado ysugerente texto de Agustín GarcíaCalvo, filósofo y poeta de una tanextensa como intensa obra: De losnúmeros, Sermón de ser y no seqCanciones y soliloquios, Del ritmodel lenguaje, etc. Ambos han cola-borado en "todo tipo de estrategiasy conjuras contra la realidady susmentiras".

+ Intervención de 1a autora en la mesa re-donda del mismo título en las JornadasLiterarias Internacionales celebradas enBarcelona, del 1 a1 7 de octubre de 1993.

Empezaré apuntando a la contra-dicción que ya se da en esta formu-lación: no es Dosible hablar de uto-pía si junto a ella colocamos esaotra cosa de siglo, sea el siglo xxIo el siglo ttl antes de Cristo.

Me explico: no hay utopía ver-dadera que no sea una ucronía almismo tiempo, y subrayo lo de "almismo tiempo". (el espacio no esmás que una ideación representa-da del Tiempo), así que cualquiersubversión de la representación delconcepto implica un ataque a laidea, a la raíz misma de la abstrac-ción. A nadie se nos hurta que cual-quier invención de un mundo nue-vo, de algo fuera de lugar, de unnuevo espacio o topos mundano,(una utopía imaginada), acalrea ip-so facto una alteración del Tiemoo.Hasta las más banales invencionesde la Ciencia Ficción. toda esaimaginería peliculera de Odiseasdel Espacio. desde sus comienzosmás rudimentarios hasta sus úiti-mas sofisticaciones, enraizadas enla Ciencia "seria", implican entraren un tiempo diferente. Lafanta-sía creadora ha diseñado repetidasveces "máquinas del tiempo" y un

sintrn de artilugios para avanzar oreüoceder en é1. Pero eso sí. obede-ciendo como premisa previa a losconceptos pasado y futuro, o seaaceptando ia cuestión del Tiempoen su concepción ideal y en su tra-yectoria vulgarizada y/o científi ca-sin abordar ni cuestionar el carácterindomable y escurridizo del mis-mo, en cuanto nos situamos fuerade la domesticidad de la idea.Estamos siempre "cayéndonos delpresente", cayéndonos del ahora.en el pozo del sinfín, y ese miedo acaerse es insoportable.

Pero sobre todo se nos oresentósiempre la cuestión de la Utopía ensu conexión con el Futuro. Sinembargo, si observamos en el en-sueño de nuestras utooías senti-mentales, nuestras añóranzas se ali-mentan más bien de algún rastro depasado incierto, de algún recuerdono h is tór ico. que vuelve v ivo una rotra vez. y cada vez más vivo cuan-to más lejano y perdido. Cuandonos invaden las ensoñaciones de al-go deseado y, al parece¡ todavía nosucedido, la cosa se presenta comoempujada desde atrás, como un re-cuerdo desplazado hacia delante-de alguien que soy yo y que nosoy yo al mismo tiempo- y que sevive como un "pasado porvenir" envez de como futuro, de tal suerteque, a veces, en el lenguaje poéticose dicen cosas como, por ejemplo:"Recuerdo que moriré en París unatarde de lluvia", y que esta formu-lación contradictoria no nos vioien-ta, sino que nos parece lógica yverdadera, aunque desde luego po-co o nada tenga que ver con laRealidad y el orden del Tiempo.

Para abordar, pues, con honradezcualquier aproximación a la utopíano tenemos más remedio que de-sentrañar primero el orden y sus-tancia 'ideal'de la Realidad, que senos vende aquí y ahora como "na-tural", y después quizá, aparezcatlas flores bajo la losa que las sofo-ca. Pongo este ejemplo, más bienvegetal, porque en la lucha ecolo-gista se ve, bastante claramente, es-ta necesaria prioridad de atacarprimero a lo que destruye esoque llamamos Naturaleza: el au-tomóvil, Ia gasolina, las nucleares.las autopistas etc., atacar al enemi-go antes que imaginar ni diseñarninguna tierra verde, ni ningúnmundo mejor, ninguna utopía.Atacando lo que la mata, lo quenos mata, quizás algo pueda enton-ces vlvlr -slempre que no tenga-mos demasiado claro ni definidoqué es eso de 'vivir 'v eso de

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')'iaturaleza'-. El primer motor de-be ser esto que se nos hace aquí Yahora invivible: ésa es una tácticapolítica eficaz, y desde luego siem-pre abierta. porque siemPre tienealgo que hacer.

Vamos a ver primero el estado de1a cuestión:

El Estado de las cosas /1as cosas del Estado

Se nos ha obligado a acePtar laRealidad con tanta "naturalidad"que, efectivamente, nos Parece lomás natural del mundo tratar deel estado de las cosas, intentando,eso sí, reformarlas modificándolas''a mejor", pero olvidando que pre-viamente habría que considerar queel estado de las cosas es antes denada las cosas del Estado. Que lascosas de este Mundo, Y el Mundo Ysus cosas todo, o sea la Realidadtse nos da ya como Estado; Y queesa médula de Estado que se da enel Mundo y sus hombres -hoY díamás que nunca, sobre todo en losPaísei llamados Desarollados- noes otra cosa que Dinero.

El valor de crédito

Si las cosas y los tratos entunpasado aún no muY lejano todavíaiuvieron un "valor de uso" Y se lostocaba, palpaba, Y disfrutaba, estevalor de usoj con el florecimientoindustrial y comercial, pasó a "va-1or de cambio" -como bien analizóMarx- y con ello el trabajo, o seael tiempo de la vida, se trocabapor cosas y bienes útiles, todavíaconsoladores del precio que costa-ban, pero hoy día en el Progresodel Progreso, ambos valores, el deuso y el de cambio, han sido suPe-rados y sustituidos Por un tercervalor más ideal que nunca'. el valorde crédito, que no es más que lasublimación extrema del valor decambio, que por una ilusoria purifi-cación se ha desprendido de su ba-se carnal y material -en el sentidofísico de la materia- de aquel viejovalor de uso y así la comPra-ventade personas Y cosas -Ya no susten-tadas por su utilidad- ha quedadoreducida a su pura oPeración abs-tracta e ideal. Cosas que Ya nacendestinadas a una sola Y única fun-ción: su venta Y tráfico de la Pro-ducción de inutilidades típica de lasSociedades del Bienestar.

Respecto a este Punto clave delmaterialismo dialéctico: trabajo

asalariado como "tiempo de la vi-da" ya podéis ver como lo de la re-ducción del tiempo de la jornadalaboral -que antes era, o más preci-samente debería haber sido, una as-piración utópica revolucionaria delproletariado- ahora, en virtud deese invento de la crisis, resulta pa-radójicamente que es 1a Patronal yel Capital, y precisamente elCapital del automóvil, (¡en su de-sesperado canto de cisne!) quien 1opropone; ahora la idea "revolucio-naria" la toman Ellos, los deAriba. Todo indica que el viejo va-lor de cambio vida por dinero, enel Régimen capitalista avanzado-el Régimen democrático- ya novale. Pasamos al puro valor decrédito, al puro dinero: el uso ytrueque, no ya del tiempo/dineropor cosas, ("Tiempo es dinero","Time is money" como dicen los in-gleses), sino el trueque de dineropor dinero; aquél "tiempo es dine-ro" se ha convertido en "dinero estiempo" ("Time is money / Moneyis time")I

Transubstanciación

Dinero ideal. Dinero monoteístadel Neoliberalismo económico que,como el Dios único de la religiónverdadera, no admite más represen-tación que su Idea misma en formade hostia consagrada, que se repar-te por igual para la salvación de to-dos los hombres y que inclusoadopta esa forma ilusoria para laspoblaciones: dinero para la igual-dad/fraternidad de los hombres,trampa fácil en la que caen conti-nuamente las reivindicaciones sin-dicales.

En ese beneficio nivelador igua-litario del dinero, sin duda se fundala fe sindicalista de la izquierda:dinero/amor, nivelador de las cla-ses sociales y las injusticias deNatura con los hombres. Todos sa-bemos, sobre todo desde el padreFreud, que el dinero es mierda, pe-ro en cambio no nos da asco, sinoregusto y adicción su trato. Quizásu poder máximo se ejerce por esatransubstanciación en dine-ro/amor (en dinero consagrado quese nos da repartido en comuniónpara la igualitaria salvación) y no,como antaño, en su cara palpablede dinero contante y sonante, co-mo todavía se daba en las viejasformas de comercio y de explota-ción y dominio económico o políti-co. Prevalece hoy su cara sublime:el Dinero ideal -no materializadoen moneda- sino espiritualizado almáximo, e incorporado a la persona

como firma en forma de créditopersonal. Encarnado en el indivi-duo democrático, en su persona,hecho firma personal estampadaen tarjetas de créditos (cuantasmás mejor) -y en los EstadosDesanollados como credibilidadPolíticoeconómica Nacional en laBalanza de Pago y el juegoInternacional de la Moneda. Mirarcomo, eufemísticamente, al Dinerose le llama, en esas instancias delas Altas Finanzas, todavíaMoneda, aunque poco o nada tieneoue ver este dinero ideal, inmate-rial, con aquellos doblones de orodonde el viejo avaro de Moliérehundía con arrobo sus sarmentosasmanos; ni tampoco con aquella mo-nedita redonda, como el mismoMundo, que rodaba de mano enmano, y, que como el Mundo así sedessastaba.

Operaciones de Bolsa:actos de Fe

Nada tiene que ver, pues, eso to-davía palpable y, a veces procura-dor de algunos goces terrenales,ese dinero de bolsillo, "humano",con ese otro Dinero mayúsculo,"divino", que aletea inmaterial enlas altas esferas de la Economía yla Política, ya idénticas en su actualforma de Estado/Capital. Poco tie-ne que ver aquella compra y disfru-te de utilidades y artefactos del vie-jo progreso que se daba en vivocomercio -alma de los Pueblos-(Karl Polanyi. La gran transJorma-ción.Editonal La Piqueta. Madrid)con la catedral de inutilidades delHipermercado actual, y poco quever aquellos posibles particularescon este Dinero ideal que es Puratransacción, puras firmas en movi-miento: por fin la Idea Supremabatiéndose sin cesar, con ningúnotro motor que la Fe: {las operacio-nes de Bolsa, son sobre todo actosde Fe); y así crece al moverse,arrastrando en desasosegado y con-tinuo baile, a hombres y muJeres,como aquellas embrujadas zapati-llas rojas del cuento.

La desazón del sustituto

Y como lo que los hombres ha-cen no es inocente y por puro feedback dialéctico les hace a su Yez aellos, pasó así 1o que en el ReyMidas, pero al contrario: el Dineroideal fue tocando el alma de loshombres y les convirtió a todos endinero (en precio), o sea en valot

en el Mercado; ya sabemos que:"Todo necio / confunde valor / conprecio" (A. Machado). Y no en orode ley. como en la fábula. sino enley pura: dinero.

Un signo fatal marca a la llama-da Sociedad del Bienestar, que sedebate entre la sobreabundancia(lariqueza es otra cosa) y la mise-ria más miserable que jamás hayacaído sobre los hombres es. eseMalestar, cadavez más generaliza-do, de los pudientes del Bienestarque les tiene siempre en permanen-te insatisfacción con esa desazónoue dan los sustitutos nacidos dela Supernada publicitaria.'

Otras caras del Dinero:la credibilidadde la Imagen

Pero hay hoy otras caras delDinero sublimado más poderosastodavía que conviene desvelar. Yson aquel las que v ienen escr i tas enel discurso icónico e imaginista delos Mass-media: nos referimos a laImagen fabricada y administradapor los Medios de Formación deMasas, a través del prestigioso ritode la Comunicación. Hoy la entra-da en el Poder, la Fama, se hace através de la Información, no merefiero sólo a la imagen televisiva,oue en cierto modo es tan ardienteque quema a sus ídolos y simula-cros en el mismo instante en quelos lanza, sino a la creación globaldel Personaje para Masas encompacto conciliábulo de todos losMedios de Comunicación. comoeufemísticamente le llaman a laSobreinformación (Televisión,Prensa, Revistas, Radio, etc.).

'Masa'y 'Persona'

Crean la imagen de cualquier im-bécil, o cualquier evento para en-tretener a las Masas, porque bien 1osaben los expertos de márketingque los fenómenos de Masa, sonsiempre de tMasat y tPersonat, yuna alienta y da constitución a laotra. Lo uno va con lo otro. Por esola Televisión -y también la Prensay revistas- tienen que estar conti-nuamente generando nueYos fan-tasmas y quitándolos pronto de enmedio. para sustituirlos por otrosen continua depreciación, alzándo-los y devaluándolos, para llenar elcaudal informativo, con esa celeri-dad con que hoy se escribe, o másbien se televisa la Historia.

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Las dos Fes

Y es que la forma de credibili-dad actual, el valor de crédito,personal o estatal -condición pri-mera de existencia- Pasa hoY Porla Fe audiovisual o Fe actual, queconsiste en "creer en lo que se ve"en contraposición de aquella otravieja fe religiosa que consiste en"creer en lo que no se ve" (o en elcaso de la Ciencia -religión

actual- con esta Fe de 1o invisible,además completada con la otra Por-que: '¡¿¿ve Vd. los virus?". "Puesno". "¡Y sin embargo dice Vd. queexisten!"'. La Realidad hoY es rea-lidad televisada: "sólo el que saleen ia Televisión existe"; esta Fe au-diovisual, y su entramado fantas-mático, es la que crea Realidad -la

oue fabrica la Historía desde elmismo instante en que se emite enla pequeña pantalla, Porque comodicen los locutores "se han produ-cido las siguientes noticias"; y asírodo, hasta lo más sangriento e ina-ceptable, nos llega Ya hechoHistoria a nuestros anestesiadosojos de televidentes crónicos.

El Psicoanálisis como tácticapolítica

Por nuestra parte trataremos deesbozar aquí una propuesta políticapuntual: en el punto que nos encon-tramos, y teniendo en cuenta Pues,que el "estado de las cosas" no esotro que las cosas del Estado, lapropuesta de cualquier mundonuevo implica la disolución de loque ahorá y aquí tenemos:

No hay más utopía que deshacerlo hecho. (Quizá sea una Propuestaa la que no es ajena mi condiciónt'emenina). Esa fue la utoPía dePenélope que aquí proPongo: des-hacer el tapiz. Deshacer de noche1o que se ha hecho de día -esa uto-pía sería también la del Psicoaná-lisis- valiéndonos de esta metáforade "noche" y "día" Para enfrentarese ouehacer "nocturno" del sub-consiiente, aún no vendido, conese trajín de la vigilia, generalmen-re convertido en dinero, en sus di-ferentes apariciones -bien en sutbrma laboral y mercantil, o en suiorma aún más carnal Y sutil de laidentidad y el negocio delYo Per'sonal.

¿Qué hacer, pues, entonces conesa energía subconsciente todavíar.iva y rebelde que nos bulle cuan-do bajamos la guardia de la con-,-iencia y la seguridad Personal?Sin duda los materiales oníricos,

los que sin querer se despiertan enel fondo de los ensueños y en losdescuidos de nuestro bien atrinche-rado 'yo'aparecen desordenados ycaóticos, y así no pueden ser pro-ductivos- en el buen sentido de laoroducción. ni cfeadores ni descu-bridores para los hombres. -si noson- enhebrados oor el hilo razo-nante de la lógicá y el sentido co-mún, en el decir del lenguaje po-pular. que es el pensar mismo ensu discunir inteligente: razón co-mún de todas las Lenguas.

Esos materiales poéticos y lin-güísticos. mezclados a deseos sincauce, tienen que ser templados porlas leyes del habla y del arte, seruncidos a las hormas rítmicas y ar-mónicas que son las que van a ha-cer certera su flecha en el corazónde los hombres. Esas artes tempo-rales -entre las que en primer lugarestá el hablar mismo, el hablar enrazón común que ya es, a su vez,razón poética- ese hablar enrazóncomún, bien nos lo muestran lastradiciones orales de los pueblos,es ya un decir poético, o sea un ha-cer; son esas cadencias rítmicas yesas combinaciones semánticas ysintácticas en juego permanente, enjuego con el tiempo 1as que van afacultar que hable el yo lírico quees, también, el yo gramatical, osea, un yo cualquiera que se dueley que canta por debajo de nuestrocaso particular y de la Realidad quenos venden; un yo popular, y yodiría aquí, un 'yo anárquico', quesiendo de todos y de nadie acierta ahablar con inteligencia y verdad.

Pero este milagro raras veces senos da espontáneamente, porqueesa espontaneidad e improvisacióna que nos tienen acostumbrados, yque tanto publicitan los Medios deFormación de Masas, es un falsonaturalismo, pobre y torpe que pa-rece estar destinado a convencemosde nuestra propia tolpeza y arritmia-la misma que la del Tráfico- y aconfirmarnos que eso es Realidad yque es lo único que hay: que ésa esnuestra triste condición, aunque,por otro lado, te compensen dicién-dote que eres "la Reina del hogar"o "el Rey de la carretera" para ven-derle detergentes o automóviles.

Para que se dé ese milagro depoder dar voz ordenada y poética aesa confusión, como nos recordabael poeta, en la muerte de AbelMartín no basta con soñar, hay quevigilar el sueño: "Un hombre quevigila el sueño / algo mejor que losoñado". Recordar las varias exhor-

taciones al despertar que eI poetanos hace como Jesús en los Evan-gelios: ";Velad!". Porque -si esverdad, como tan expresivamenteplasmó Goya, que los Sueños de larazón producen monstruos- es, re-cíprocamente verdad, que la razónde los sueños es la que nos libera ynos quita el miedo.

De ello podrían venirnos algunosalientos de rebelión y entendi-miento, que les quede a las gentespor debajo de sus intereses particu-lares y personales, por debajo desus nombres propios y la seguridadoersonal: identidad del individuoque, por definición, tiene que serigual de reaccionario y estatal co-mo el Estado/Capital, a cuya ima-gen y semejanza fue creado,comoya en el Génesis fue creado a ima-gen y semejanza de Dios.

¿Y qué otra cosa -volviendo anuestra metáfora- se hace al desha-cerse el tapiz de Penélope? Otracosa es, sin duda, que se atentacontra el Tiempo: en su cara máscreyente, en la Historia y en elFuturo: en el Progreso, puesto queeste tapiz evidentemente no Pro-gresa, siempre está por hacer,nunca está hecho ni terminado, pa-ra burla y engaño de los desespera-dos pretendientes que compiten ensustituir a Ulises, el ausente, en elcoruzón de Penélope.

Quizás ese hacer y deshacer fe-menino puede ser un modelo deutopía, porque, en primer lugar, es-tá contra el tiempo, porque no esun modelo de futuro; es como unaresistencia que se alimentara desdeatrás. desde un pasado incierto. pe-ro vivo y así es verdaderamente ac-tual, como lo es el pan de cadadía, y como lo es ese laboreo sinfin, ni horario, ni precio, de lasmujeres -al menos antes del Desa-rrollo- cuando no estaban tan en-tregadas como los hombres a loshorarios laborales del Estado y laBanca.

Y porque este modelo de desha-cer el tapiz. lejos de creer en nin-gún Futuro, está venciendo alTiempo con su propia sustancia:dando, como dice el pueblo, tiem-po al tiempo, y no en espera deningún mañana, sino en el cadadía, siguiendo esa sensata máximaevangélica de que: "acada día consu mal le basta". No se cree en laHistoria y por lo tanto, en ningúnSiglo ni Epoca, venidera ni pasada(todas están en ésta), por lo tantono podemos proclamar con verdad

ninguna Utopía para el siglo xxt. Yporque, en fin, esa resistencia fe-menina que hace y deshace el ta-piz, cuida los medios no separán-dolos de los fines, y así, "comoquien no quiere la cosa", se resuel-ve con artimañas y destrezas, y nocon la barbarie y la violencia terro-rista que suelen usar los que lla-mándose enemigos del Estado imi-tan y multiplican la violencia delEstado, procedimiento que sólopuede generar otro Estado (comoclaramente se ve en el caso de losactuales y sangrientos Naciona-lismos).

Estar contra los tiempos.Alocución

No podemos hacer ningún pro-grama para la utopía mas que pro-Doner un "estar contra los tiem-pot", y algo de esa interminableucronía cotidiana de deshacer lohecho (1o hecho por el yo estatal ypersonal, siempre patriarcal, aun-que anide también en las mujeres).Y que desde aquí, desde lo cotidia-no, aunque mi imaginación de Evasiempre viva sueñe Paraísos y bus-que sin fin la "causa perdida" -11e-nando la herida de su vacío jugan-do a las casitas o haciendocomiditas en nombre del sagradoAmor- no por ello os voy a hablaren positivo de ningún Paraíso, sinode la Expulsión y la Condena, quees lo único que sabemos y sufn-mos.

Llamadas a la desconfianza

Desconfiar, pues, de los Paraísosy Utopías que os diseñan y venden-sobre todo a los jóvenes- y a losque os conducen embobados, por-que no sólo no son Paraísos, sinoformas de Miseria deslumbrado-ra. Volvamos nuestros ojos al tristemodelo tan frecuente que nos ofre-cen esas oleadas de jóvenes africa-nos y latinoamericanos. que vie-nen desde su Miseria a nuestraMiseria- fascinados por el Paraísotelevisivo del Consumo y el Pro-greso: a esa engañadora Utopía, dela que nosotros somos propietarios.entregan su vida en flor, porque novienen ellos sólo empujados por 1oinsoportable de sus miserias deallí, sino, sobre todo atraídos y en-gañados por ese señuelo letal denuestro Paraíso del Desarrollo.Nuestro mundo, éste, es su Utopía:una Utopía envenenada.

Desconfiar también de esa ente-lequia de lo "Juvenil" -inventadapor el Mercado para florecimiento

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del Marketing, ese halago "intere-

\ado" que os hacen Para vendermás y en el que muchos caen fasci-nados. Ellos, ios de Arriba, sí queson expertos enfabricar Y venderUtopías y Futuros. que no nos de-jan vivir aquí Y ahora.

Lo sagrado es lo desconocido

Y en cuanto a la utoPía imagina-ria. masa de los ensueños, -aquella

que parece que nos nace de lo hon-do del corazóny laraz6n- que noDarece estar administrada ni diseña-ba desde Aniba, sino que brota co-mo el deseo, hay que ser delicadosv astutos al mismo tiemPo. Porqueéso de que vuele nuestra imagina-ción en pos de algún "sueño"' eseafán involuntario en construir un"nuevo mundo" más justo, máshermoso, más hermanado, Y sobretodo. más gracioso. es algo vivo.no controlado Por la voluntad, Yque nace en e l manant ia l de los de-,eos. de la misma Producción amo-rosa y el imaginario insatisfecho,pero de "e11o" no conviene hablarporque no sabemos. Porque en cier-io modo es sagrado Por descono-cido. Pero sí sabemos que no Puedeser un Proyecto, ni un Camino, niun Programa. ni un Futuro. sinoque, más bien, tiene, como antesdecíamos, que estar emPujado des-de atrás, por lo que aquí Y ahora senos viene haciendo insoPortable.Y de eso insoPortable, de eso cadadía más intratable sí conviene ha-blar, y hablar mucho Y mal, Y hastamurmurar sí es Preciso, de corro encoro, de boca en boca, contra lascaras del tirano, como hacían lasvieias comadres en los Pueblos Y1as adivinas antes y durante la bata-lla: un hablar que es actuar.Decir la verdad (señalando lasmentiras) y repetirla en cada lugarv cada día -sin distinguir entre 'lo

público'y ' lo privado'- que "esto

ño es vida" que Ya está bien de quenos sigan dando "gato por liebre".Y en cuanto a los jóvenes, que noos diseñen lajuventud Y la vidacomo un anuncio de Coca-Cola.

.\pelando a las mujeres

Alertarnos, sobre todo las muje-res, contra las inutilidades que nosvenden para llenarnos, Y al mismotiempo vaciarnos la vida; decir noa esos regalos envenenados que nosconceden a las mujeres, el Mercadolaboral de los Estados Progresados,para hacer de nosotras unos "hom-

L'recitos". Quejarnos las mujeres-la queja es muy femenina- (tam-

hoy día el capital de inversión másrentable es el Capital de laCultura); (¡además poco ganamoslas mujeres con hacernos ministras.juezas o policíasl)

Y más cosas que no nos gustanpodrían enumerarse aquí a la horade destejer eI tapiz, única utopíaque aquí proponemos, pero eso escuestión de cada día, y como decía-mos antes, siguiendo al Sermón dela Montaña "a cada día con su malle basta". Sólo hay que estar des-piertos: despiertos no sólo en la vi-gilia sino desde el sueño. Alerta,pues, que nuestro sueño sea, comodecía el poeta, un sueño vigilado yque en ese despertar caiga quiencaiga, aunque, a veces, tenga quecaer el propio sueño.

Notas:1. Esta conversión ha sido minuciosamentetratada por Agustín García Calvo en su libroAnáLisis de Ia Socíedad del Bíenestar.Editorial Lucina, 1.993.2. Respecto a estas cuestiones de 'Dinero','Persona','Estado/Capital','Individuo',

etc., remitimos a la serie: "Análisis de laSociedad del Bienestar", de Agustín GarcíaCalvo, publicada recientemente en Diario16, y recogidas posteriormente en el libro yacitado, con el mismo título.3. Esta anécdota fue refe¡ida así, más o me-nos, por A. García Calvo, rememorando unainterlocución que mantuvo en un coloquiocon algún asistente público, en relación conla resistencia de dicho oyente a la equipara-ción de las "verdades científicas" con la ferelisiosa.

do" donde nos permiten ser "lasreinas del hogar"); quejarnos, tantode ese trabajoso y costoso Amorcon que nos atan nuestros maridos(nuestras parejas) y nuestros hijos,Amor al que, en sacrificio gustoso,hemos dedicado nuestra salvación,como de ese otro fastuoso Amor in-teresado que a las mujeres nos tie-ne la Publicidad -que tanto parecemimarnos- porque, quizás, hayadescubierto en nosotras las raícesmismas del dinero (no olvidéis quefuimos las mujeres el primer di-nero de los hombres). Dinero fe-menino, hoy más que nunca hechocapital en envoltorio de Belleza:señuelo de la belleza femenina quemueve -más que ningún otro- elMercado de los Estados Desarro-llados: que vende el Modelo Idealfemenino, Utopía inalcanzable quecumple dos funciones esenciales:por un lado la conversión de laMujer en Dinero puro.y, por otro,

de la frustración femenina, Y suconsiguiente culpabilidad y auto-castigo, por no alcanzar al Modelo.

Muieres. desconfiar también deese célo de la Ciencia, y sobre todode la Medicina (quizá Por culPabi-lidad patriarcal milenaria) haciavuestro cuerpo femenino, (cuerPoglorioso que no se sabía a sí mis-mo, y que ahora se sabe, demasia-do y se nos hace saber Y tener co-mo propiedad). CuerPo caPturadoy sistemáticamente explorado, Pe-netrado y deshabitado hasta en susúltimos rincones por la Medicina("Masculina", como toda laCiencia).

Desconfiar también de losGobiernos Progresados y susMinisterios de Cultura que tienen agala adornarse con alguna titularrepresentante típica del género por-que eso Yende mucho cara ala en-

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Lautopía Entrevistaverdadera con Humberto RivasAgustín García Calvo

Si uno fuese caPaz de mirar en símismo atentamente, se daría cuentade que uno por 1o bajo, todos' esta-mos locos, que vivimos, Por ahíabajo, en una locura muy secreta'que nos permite ahí los más insóli-tos atrevimientos. saltos y conexio-nes, con los otros Y con el mundo.Y, por tanto, sentimos ahí también,por lo bajo, pero claramente, laiondición de demencia de la nor-malidad. la simplif icación y mise-ria de la ordenación Y de la vidasocial en que uno. Por encima- Par-ticipa. De manera que lo que Pasa,por ahí encima, es que hacemos co-mo que nos lo creemos. mientrasque en ese sentido sabemos (Por lobajo) que llevamos una vida (lareal) de ficción Y de mal teatro,sostenido sólo por el'lmiedo de vi-vir" que se estableció en el comien-zo de los tiemPos (con la Historia)de todos y de uno mismo. Ahí esdonde está la utoPía verdadera, elsitio sin sitio del deseo, en tantoque las utopías ideales ordinarias,que quieren contraer matrimoniocon la Realidad, quedan Por ellomismo condenadas a Ponerse en elFuturo, que es el esPacio de la ilu-sión dominante con nombre deRealidad. Pero la utopía verdaderaestá aquí, ahora mismo, en mí don-de no ioy nadie real. Y falvezlasola diferencia entre unos Y otrosestá en el grado de fe, en la medidaen que uno se identifica con su Per-sonáje real (ficticio) y se vuelve,oor ende. insensible a la divina lo-cura que le core Por lo bajo' Porentre las carnes.

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Fotografía de Humberto Rivas

Humberto Rivas es fotógrafo.Nació en Buenos Aires Y actttal-mente reside en Barcelona, ciudaden la que ejerce como docente deImagen y Técnica Fotográfica. Hareal iz.ado nume rosas exposicionesdentro y fuera de EsPaña, desta-cando la que tuvo lugar en elI.U.A.M. (Centro Julio Gonzólez) deValencia.

Le agradecemos su amabilidadal lcceder a una entrevista connuestra Revista Y cedernos unosoriginales que son un breve Perointeresanté exponente de su visióncomprometida del mundo de la fo-tografía.

La entrevistafue realizada PorJoan Homs y Aurelio Gracia en di-ciembre de 1996.

Empecé con la Pintura. Luego se-guí con la fotografía Y Pintandohasta el año 68, cuando decidí quela pintura no era lo mío.

Me inicié en el mundo de 1a foto-grafía por esto, porque soy un au-téntico enamorado del cine. En elaño 58, quería hacer imágenes Pró-ximas a las de las películas deBergman, director interesado por lacuestión del personaje.

En el año 70 formamos una coo-perativa para producir nuestras pe-lículas y decidimos hacer un docu-mental, un mediometraje. EnArgentina había ganado las eleccio-nes el peronismo Y quisimos hacerun documento del día anterior a latoma del poder; el día de la toma Yel día posterior. Nos organizamosen cuatro equipos con los que in-tentábamos cubrir los distintos as-pectos de la realidad: la calle, lospolíticos, policías, presos guerrille-ros, exiliados que llegaban al aero-puerto, etc.

El día de la tun desfile mililPalacio de Co¡Gobiemo y pallamada de lvlalos militares dicha gente en leque era la recucracia. De reEa cerrar la callvez más lentosque parar; la -ezar y los militipronto había sla gorra y se p

Esta fue nueque tuvimos qde la represiórme encanta, pgrafía me aparalcance de miel cine signifirmientos culpodía retorno.

Pregunta: Jne y fotografíteria prima estar por la fotointerés por re¡

Humbertoen un principrmente intentoimágenes crerlidad, pero ncveo una cosaproducir misra que la imal

P.: Resultade una imagegen del otro.cuestión donrmo ser que tÉrala realizac'

H. Rivas:sado mucho.que yo so1, frigual que unneasta, quienPero en el arque un punrcque desarrolJcómo lo diceun retrato. urre hay que stNOSOüOS CSü

objeto para tpara ofrecer