agatha christie - el misterio de las siete esferas

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EL MISTERIO DE LAS SIETE ESFERASAgatha Christie

El Misterio De Las Siete Esferas

Agatha Christie

GUA DEL LECTOREn un orden alfabtico convencional relacionamos a continuacin los principales personajes que intervienen en esta obra: BABE ST. MAUR: Artista de revistas musicales. BATEMAN, Rupert: Secretario particular de sir Coote. BATTLE: Sagaz y activo superintendente de Scotland Yard. BOWER, Alfred: Antiguo criado de la finca de Chimneys y ms tarde del Club Seven Dials. BRENT, lady Eileen (alias Bundle): Hermosa y moderna muchacha, hija de lord Caterham. CATERHAM, lord Alistair Brent: Despreocupado aristcrata dedicado a la poltica y a la prctica del golf. CATERHAM, Marcia: Hermana del anterior y ta de Bundle. COOTE, Mara: Esposa de sir Oswald Coote. COOTE, sir Oswald: Multimillonario y rey del acero. DAVENTRY, Socks: Bonita muchacha invitada del matrimonio Coote. DEVEREUX, Ronny: Funcionario del Foreign Office. EBERHARD: Inventor alemn de gran vala. EVERSLEIGH, Bill: Compaero de Devereux y, como ste, empleado en el Foreign Office. HOWELL: Ama de llaves de los Caterham. LOMAX, George: Subsecretario de Estado. MACATTA: Dama diputado obsesionada por la poltica. MACDONALD: Jardinero jefe de los Coote. MELROSE: Coronel y jefe de la polica del condado. MOSGOROVKY: Director del Club Seven Dials. MURGATROYD: Propietario de Almacenes Murgatroyd. STEVENS: Criado de Jimmy Thesiger. THESIGER, Jimmy: Joven de la buena sociedad, desocupado y divertido. TREDWEIX: Majestuoso mayordomo de la finca de Chimneys. WADE, Gerry: Excelente muchacho, amigo ntimo de Jimmy y Bill. WADE, Loraine: Hermana del anterior e hija ilegtima de Mr Wade. WILLIAMS: Uno de los jardineros de Chimneys.

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CAPTULO IEn El Que Se Compran DespertadoresAquel agradable joven llamado Jimmy Thesiger baj de dos en dos los peldaos de la gran escalera de Chimneys. Tan precipitado era su descenso que fue a chocar con Tredwell, el majestuoso mayordomo, cuando ste cruzaba el vestbulo llevando caf recin hecho. Slo debido a su maravillosa presencia de nimo y a su agilidad de acrbata, no ocurri una catstrofe. Perdone se excus Jimmy. Oiga, Tredwell, soy el ltimo en bajar?. No, seor. Mr. Wade est an en sus habitaciones. Magnfico! respondi Jimmy entrando en el comedor. No haba nadie en l excepto su anfitriona, cuya mirada de reproche le caus la misma sensacin de incomodidad que experimentaba al ver los ojos de un abadejo en el mostrador de la pescadera. Por qu tena aquella seora que mirarle de esa forma?. Cuando se pasan unos das en una casa de campo, no es costumbre presentarse a desayunar puntualmente a las nueve y media. Es verdad que haban dado ya las once y cuarto, hora que acaso constituyera el lmite mximo; pero, despus de todo... Temo haber bajado algo tarde, lady Coote, no le parece?. Oh, no importa! repuso la dama con voz melanclica. En realidad, la gente que llegaba tarde al desayuno le causaba una seria preocupacin. Durante los diez primeros aos de su vida de casada, su marido, sir Oswald Coote (quien an no era noble), armaba un terrible escndalo si su primera comida del da le era servida medio minuto despus de las ocho de la maana. Lady Coote aprendi a considerar la falta de puntualidad como uno de los ms horrendos pecados. El hbito es difcil de cambiar. Era, adems, una mujer diligente y no poda dejar de preguntarse adonde llegaran aquellos jvenes en la vida a menos que se levantaran temprano. Como sir Oswald a menudo haba dicho a periodistas y amigos: Atribuyo enteramente mi xito a mi costumbre de madrugar, a mi vida frugal y metdica. Lady Coote era una mujer alta y bien parecida con un estilo un tanto trgico. Posea unos ojos de mirada triste y una voz profunda. El artista que buscara un modelo para Raquel llorando a sus hijos hubiera estado encantado con ella. Tampoco hubiese hecho mal papel en los melodramas, interpretando a la sufrida esposa que escapa en medio de la ventisca de las garras del villano. Pareca como si, en su vida, hubiera una gran pena secreta; sin embargo, a decir verdad, lady Coote no se haba visto turbada jams, excepto por la meterica ascensin de sir Oswald a la prosperidad. En su juventud fue una alegre y extravagante criatura, muy enamorada de Oswald Coote, el ambicioso joven de la tienda de bicicletas contigua a la ferretera de su padre. Vivieron muy felices: al principio en dos habitaciones, en una casa pequea despus, en una mayor a continuacin y, ms tarde, en sucesivas casas de

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creciente magnitud, pero siempre a razonable distancia del trabajo, hasta que sir Oswald alcanz tal preminencia que l y el trabajo no eran ya interdependientes, complacindose entonces en alquilar la mayor y ms suntuosa residencia que pudo encontrar en toda Inglaterra. Chimneys, propiedad del marqus de Caterham, era un lugar histrico y, al alquilarlo por dos aos, sir Oswald crey haber alcanzado la cima de su ambicin. Lady Coote no comparta la misma satisfaccin. Era una mujer sola. Durante la primera parte de su vida de casada su principal entretenimiento consisti en franquearse con la muchacha, e incluso, cuando la muchacha se multiplic por tres, la conversacin con sus domsticas constituy an la principal distraccin de lady Coote. Ahora, con mltiples doncellas, un mayordomo majestuoso como un arzobispo, varios criados de formidables proporciones, un enjambre de pinches de cocina y lavaplatos, un terrible cocinero con temperamento, una ama de llaves gorda como un globo inflado y bajo cuyos pies pareca crujir el suelo, lady Coote se encontraba como en una isla inhspita, desierta. Suspir, resignada, y sali por la puerta cristalera con gran alivio para Jimmy Thesiger, que inmediatamente se sirvi ms riones y ms beicon. Lady Coote permaneci unos instantes en actitud trgica en la terraza, haciendo acopio de valor para hablarle a MacDonald, el jardinero jefe, que contemplaba el dominio sobre el cual reinaba con ojo autocrtico. MacDonald era el prncipe entre los jardineros jefes. Conoca su funcin: gobernar. Y lo haca: como un dspota. Lady Coote se le acerc, presa de nerviosismo. Buenos das, MacDonald. Buenos das, milady. Hablaba como corresponda a los jardineros jefes, con un tono lgubre pero muy digno, como un emperador en un entierro. Me preguntaba si esta noche podramos tener uvas de postre. Todava no estn a punto para ser cogidas dijo MacDonald, bondadosa pero firme. Oh! exclam lady Coote. Entonces, reuni todo su valor. Ayer estuve en el invernadero, prob una y me pareci muy buena. MacDonald le dirigi una mirada de reproche que le hizo sonrojarse como si se hubiese tomado una imperdonable libertad. Evidentemente, la fallecida marquesa de Caterham no se haba atrevido jams a entrar en uno de sus propios invernaderos a coger uvas. Si milady lo hubiese ordenado, se le habra servido un racimo dijo MacDonald con voz severa. Oh, gracias! repuso lady Coote. En otra ocasin, as lo har. Pero no estn todava a punto para ser cogidas. No, supongo que no murmur lady Coote. Lo dejaremos para mejor ocasin. MacDonald mantuvo un silencio impresionante. Lady Coote volvi a hacer acopio de valor.

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Iba a hablarle del csped de ms all de los rosales. Pens que podramos usarlo como campo de bolos. A sir Oswald le gusta mucho ese juego. Y por qu no?, pens lady Coote. Conoca bien la historia de Inglaterra. No estaba sir Francis Drake jugando a los bolos cuando la Armada Espaola fue avistada?. Era, indudablemente, un juego de caballeros al que MacDonald no podra oponer ninguna objecin razonable. Pero no contaba con la caracterstica predominante de todo buen jardinero jefe, que consiste en oponerse a todas y cada una de las insinuaciones que se le hagan. Sin duda podra ser usado para ese fin observ MacDonald, sin comprometerse. Pronunci esas palabras en tono descorazonador, pero su verdadero objeto era hacer que lady Coote caminara hacia su propia destruccin. Si se recortara y limpiara... en fin. dijo la seora esperanzadamente. Si repuso MacDonald despacio. Podra hacerse; pero, para eso, Williams habra de dejar su trabajo en el arriate inferior. Oh! exclam lady Coote vacilante. Las palabras arriate inferior carecan de significado para ella, pero era indudable que constituan una insuperable objecin desde el punto de vista de MacDonald. Y sera una lstima tener que hacerlo prosigui el jardinero jefe. Si, desde luego dijo lady Coote. Claro que si. Se pregunt por qu asenta tan fervorosamente. MacDonald le dirigi una mirada muy dura. Desde luego observ, si milady lo ordena... Dej la frase sin terminar, pero su tono amenazador era demasiado para ella y capitul enseguida. Oh, no! repuso. Comprendo lo que quiere decir, MacDonald. No, es preferible que Williams siga en el arriate inferior. Eso mismo pensaba yo, milady. Si dijo lady Coote. Si, ciertamente. Supuse que estara de acuerdo conmigo, milady sigui diciendo el jardinero jefe. Oh, ciertamente repiti ella. MacDonald se llev la mano al ala del sombrero en seal de despedida y se alej. Lady Coote suspir, apesadumbrada, y mir cmo se alejaba. Jimmy Thesiger, repleto de riones y beicon, sali a la terraza y suspir de una manera muy diferente. Magnfica maana coment. Si? dijo lady Coote con aire ausente. Oh, si!. Supongo que si. No lo haba notado. Dnde estn los dems?. Navegando en el lago?. Creo que si. Quiero decir que no me extraara. Lady Coote dio media vuelta y entr rpidamente en la casa. Tredwell estaba examinando la cafetera. Oh! dijo lady Coote. No ha bajado Mr...?. Wade, milady?. Si, Mr. Wade. No ha bajado an?.

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No, milady. Es muy tarde. Si, milady. Oh!. Supongo que bajar a alguna hora, Tredwell. Indudablemente, milady. Ayer baj a las once y media. Lady Coote consult su reloj. Faltaban veinte minutos para las doce. Una ola de compasin la invadi. Es muy pesado para usted, Tredwell, tener que servir desayunos tan tarde y la comida a la una. Estoy acostumbrado a los caballeros jvenes, milady. El reproche era digno, pero inequvoco. En los mismos trminos hubiera podido un prncipe de la iglesia reprocharle a un turco o a un infiel que hubiese, de buena fe, cometido una irreverencia. Lady Coote se sonroj por segunda vez aquella maana; pero entonces se produjo una oportuna intervencin. La puerta se abri y un joven de aspecto grave, provisto de gafas, asom la cabeza. Oh, est aqu, lady Coote!. Sir Oswald pregunta por usted. Me reunir con l enseguida, Mr. Bateman. Lady Coote se alej apresuradamente. Rupert Bateman, secretario particular de sir Oswald, sali por la puerta cristalera, junto a la cual se encontraba Jimmy Thesiger en actitud displicente. Buenos das, Pongo dijo Jimmy. Supongo que tendr que ir y mostrarme agradable con esas condenadas chicas. Me acompaas?. Bateman neg con la cabeza, cruz la terraza a paso ligero y desapareci por el ventanal de la biblioteca. Jimmy lo mir, sonriente. Haban ido al mismo colegio cuando Bateman era un muchacho serio que usaba gafas, le pusieron el mote de Pongo sin razn aparente alguna. Pongo segua siendo la misma clase de borrico de antes, pensaba Jimmy. Las palabras la vida es real, la vida es diligencia, parecan escritas especialmente para l. Jimmy bostez y se encamin lentamente en direccin al lago. Las muchachas se encontraban all y no tenan nada de extraordinario: dos de ellas eran de cabello oscuro y la otra rubia. La que se rea ms era Helen, segn pens Jimmy; haba otra, llamada Nancy, y a la tercera se la conoca, por alguna razn indeterminada, por Socks. Con ellas se encontraban sus dos amigos: Bill Eversleigh y Ronny Devereux, que estaban empleados en el Foreign Office a ttulo puramente ornamental. Hola dijo Nancy, o posiblemente Helen, Jimmy. Dnde est ese como-sellame?. No querrs decir que Gerry Wade no se ha levantado an, verdad? observ Bill Eversleigh. Deberamos hacer algo al respecto. Sino tiene cuidado, algn da, cuando baje a desayunar, se encontrar con que ya se ha servido el t dijo Ronny Devereux. Es una vergenza intervino la muchacha conocida por Socks. Su actitud preocupa mucho a lady Coote. Cada da se parece ms una gallina que quiere poner un

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huevo y no puede. No est bien. Saqumosle de la cama propuso Bill. Vamos Jimmy. Tenemos que ser ms sutiles objet Socks. Sutil era una palabra que pareca gustarle mucho y que empleaba con mucha frecuencia. Yo no soy sutil repuso Jimmy. No s qu hay que hacer para serlo. Pongmonos de acuerdo y hagamos algo al respecto maana por la maana sugiri Ronny vagamente. Podramos hacerle levantar a las siete. La casa se tambalear: Tredwell perder las patillas y dejar caer la tetera. Lady Coote tendr un ataque de nervios y se desmayar en brazos de Bill. Sir Oswald exclamar: Ah!, y las acciones del acero subirn un punto y cinco octavos. Pongo dar muestras de emocin arrojando las gafas al suelo y pisotendolas. No conoces a Gerry observ Jimmy. Me atrevo a asegurar que una suficiente cantidad de agua fra, cuidadosamente administrada, podra despertarlo, pero slo se dara la vuelta y se quedara dormido nuevamente. Debemos pensar en algo ms sutil que el agua fra protest Socks. Como qu? pregunt Ronny bruscamente. Pero nadie supo contestarle. Deberamos pensar en algo distinto dijo Bill. Quin es capaz de usar su cerebro?. Pongo afirm Jimmy. Ah viene apresuradamente, como de costumbre. Pongo siempre ha tenido cerebro. sa ha sido su desgracia desde que era nio. Pidmosle consejo. Mr. Bateman escuch con paciencia las propuestas un tanto incoherentes. Su actitud era la de alguien que se dispone a levantar vuelo. Les dio la solucin sin prdida de tiempo. Yo sugerira un despertador dijo, con voz enrgica. Tengo uno para evitar quedarme dormido por la maana. He averiguado que una taza de t en la cama servida con discrecin no es suficiente para despertarse del todo. Se alej con paso rpido. Un despertador observ Ronny meneando la cabeza. Un despertador!. Se necesitaran por lo menos una docena para despertar a Gerry Wade. Y por qu no? repuso Bill muy acalorado. Ya lo tengo!. Vayamos a Market Basing y compremos un despertador cada uno de nosotros. Hubo risas y confusin. Bill y Ronny fueron en busca de los coches. Jimmy fue el encargado de ir a espiar al comedor y regres rpidamente. Ya est all dijo, desquitndose del tiempo perdido, comiendo grandes cantidades de tostadas y mermelada. Cmo evitaremos que venga con nosotros?. Se decidi que haba que encargarle a lady Coote que lo retuviera en la casa, cosa que fue llevada a cabo por Jimmy, Nancy y Helen. Lady Coote se sinti asombrada y preocupada. Una broma?. Tendrn cuidado, verdad, chicos?. Quiero decir que no rompern los muebles ni emplearn demasiada agua. Hemos de devolver la casa la semana prxima

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y no me gustara que lord Caterham pensara... Bill, que haba regresado del garaje, la tranquiliz. No tema, lady Coote. Bundle Brent, la hija de lord Caterham, es una buena amiga ma y tambin le gustan mucho las bromas. Crame. De todas maneras, no causaremos ningn estropicio. Planeamos algo muy distinto. Sutil dijo la muchacha llamada Socks. Lady Coote se alejaba tristemente por la terraza cuando Gerald Wade sali del comedor. Jimmy Thesiger era un joven rubio y de aire angelical, y todo cuanto poda decirse de Gerald Wade es que era an ms rubio y ms angelical y que su rostro vaco de expresin haca, por contraste, parecer inteligente el de Jimmy. Buenos das, lady Coote dijo Gerald Wade. Dnde estn los dems?. Han ido a Market Basing. Para qu?. Alguna broma dijo lady Coote con su voz profunda y melanclica. Es muy temprano para bromas observ Mr. Wade. No tanto como usted cree repuso lady Coote agudamente. Temo haberme retrasado algo dijo Mr. Wade con admirable franqueza. Es algo extraordinario, pero siempre soy el ltimo en levantarme. Muy extraordinario murmur lady Coote. No s por qu ser sigui diciendo Mr. Wade con aire dubitativo. No puedo imaginarlo. Por qu no se levanta temprano, simplemente? sugiri lady Coote . Oh! exclam Mr. Wade. La sencillez de la solucin le sorprendi. Lady Coote sigui hablando animadamente. He odo muchas veces a sir Oswald asegurar que nada hay tan provechoso para un joven como adquirir la costumbre de la puntualidad. Ya lo s observ Mr. Wade. Tengo que hacerlo cuando estoy en la ciudad. Quiero decir que he de estar en el Foreign Office a las once de la maana cada da. No debe usted creer que soy un perezoso, lady Coote. Qu flores tan bonitas tiene usted en el arriate inferior! prosigui, cambiando rpidamente de tema. No puedo recordar cmo se llaman, pero en casa hay algunas de sas de color malva. A mi hermana le encanta cuidar el jardn. Lady Coote mordi el anzuelo. La jardinera la traa de cabeza. Qu clase de jardineros tiene?. Slo uno. Es un viejo tonto, que no sabe muy bien su oficio, pero hace lo que se le dice. Y esto es muy importante, no lo cree usted?. Lady Coote asinti con una profundidad de sentimientos en el tono de voz que hubiera sido de inapreciable valor para una actriz dramtica. Comenzaron a hablar de las iniquidades de los jardineros. Entretanto, la expedicin llevaba a cabo sus planes. El principal establecimiento comercial de Market Basing fue invadido y su propietario se sinti profundamente asombrado por la sbita demanda de relojes despertadores. Ojal estuviera Bundle aqu! murmur Bill. T la conoces, verdad, Jimmy?.

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Os gustara mucho. Es una chica esplndida y, adems, muy inteligente. La conoces t, Ronny?. El interpelado movi la cabeza. No conoces a Bundle?. Dnde has estado vegetando?. Debes ser algo ms sutil, Bill dijo Socks. Deja ya de alabar a tus amigas y sigamos con nuestros asuntos. Mr. Murgatroyd, propietario de los Almacenes Murgatroyd, habl con gran elocuencia. Si me permite aconsejarla, seorita, yo no escogera se de siete chelines y once peniques. Es un buen reloj. No intento desprestigiarlo, pero no puede compararse con ste de diez chelines con seis peniques. Vale la pena pagar la diferencia. No me gustara que despus pudiera usted pedirme... Era evidente para todos que haba llegado el momento de poner fin a la verborrea de Mr. Murgatroyd. No queremos un despertador que funcione bien dijo Nancy. Mientras lo haga durante un da, tenemos bastante observ Helen. No queremos un despertador sutil intervino Socks. Slo tiene que sonar muy fuerte. Queremos... empez a decir Bill, No pudo acabar la frase, porque Jimmy, que tena aptitudes tcnicas haba captado el mecanismo. Durante los siguientes cinco minutos en la tienda no se oy otra cosa que el terrible sonido de varios despertadores sonando a la vez. Finalmente, escogieron seis. Vamos a hacer una cosa dijo Ronny. Comprar uno en nombre de Pongo. Despus de todo, fue una idea suya y sera una vergenza que no estuviera representado. Muy bien observ Bill. Y yo me quedar uno en nombre de lady Coote. Cuantos ms haya, mejor. Adems, no debemos olvidar la ayuda que nos presta. Seguramente, en estos momentos estar martirizando al pobre Gerry. Ciertamente, en aquel instante lady Coote estaba contando con todo detalle una larga historia acerca de MacDonald y un melocotn que gan un premio, con lo que se estaba divirtiendo mucho. Los relojes fueron envueltos y pagados. Mr. Murgatroyd vio alejarse los coches con aire asombrado. Los jvenes de clase alta eran muy vivarachos, aunque bastante difciles de comprender. Se volvi, con un suspiro de alivio, para atender a la esposa del vicario que quera un nuevo tipo de tetera que no goteara.

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CAPTULO IISobre Los DespertadoresDnde los pondremos?. La cena haba terminado. Una vez ms, lady Coote tena un papel que representar. Sir Oswald, inesperadamente, dio la solucin al sugerir una partida de bridge. Acaso la palabra sugerir no sea la ms adecuada. Sir Oswald, como corresponda a uno de nuestros capitanes de la industria (el nmero 7 de la serie I), expres una preferencia y quienes lo rodeaban se apresuraron a seguir los deseos de aquel gran hombre. Rupert Bateman y sir Oswald formaron pareja contra lady Coote y Gerald Wade, lo cual constituy un arreglo muy conveniente. Sir Oswald jugaba al bridge extremadamente bien y le gustaba tener un compaero que le correspondiera. Bateman era tan eficiente jugador de bridge como secretario. Ambos se concentraban exclusivamente en lo que tenan entre manos y no decan sino las palabras precisas: Dos sin triunfo, doblo, tres picas. Lady Coote y Gerald Wade eran amables y habladores, y el joven jams olvidaba decir, cuando terminaba cada mano: Ha jugado usted admirablemente, compaera, en un tono de admiracin que lady Coote encontraba a la vez nuevo y muy consolador. Hay que aadir que tenan muy buenas cartas. Se supona que los dems bailaban en otra habitacin con la msica de la radio. En realidad, estaban agrupados frente a la puerta de la habitacin de Gerald Wade, y el ambiente estaba lleno de risas contenidas y del tic-tac de los despertadores. Debajo de la cama, en hilera sugiri Jimmy, contestando a la pregunta de Bill. Y a qu hora los pondremos?. Quiero decir, a qu hora han de sonar?. Os parece que lo hagan todos a la vez o a intervalos?. Esta cuestin fue objeto de un considerable debate. Unos argan que un dormiln de la categora de Gerald Wade mereca que los ocho despertadores sonaran a la vez. Los dems opinaban que deban hacerlo uno tras otro, de forma continuada y firme. Finalmente, prevaleci este ltimo parecer. Los despertadores fueron dispuestos para que sonaran uno tras otro, empezando a las seis y media de la maana. Y espero dijo Bill en tono virtuoso que esto le sirva de leccin. Escuchad, escuchad grit Socks. Se pas a tratar entonces la cuestin de dnde deban esconderse los relojes, cuando se produjo una sbita alarma. Cuidado! susurr Jimmy. Alguien sube la escalera. Hubo cierto pnico. Todo en orden dijo Jimmy. No es ms que Pongo. Aprovechando que en aquel momento descansaba de la partida de bridge, Mr. Bateman se diriga a su habitacin en busca de un pauelo. Se detuvo y, en un segundo, se hizo cargo de la situacin. Hizo entonces un solo comentario, sencillo y prctico.

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Los oir cuando suba a acostarse. Los conspiradores se miraron consternados. Qu os dije? exclam Jimmy con voz reverente. Pongo siempre ha sido inteligente. El inteligente continu su camino. Es verdadasinti Ronny Devereux. Ocho despertadores funcionando a la vez hacen un ruido infernal. Incluso Gerry, a pesar de lo borrico que es, se dar cuenta de que algo se trama. Me pregunto si lo es observ Jimmy Thesiger. Si es qu?. Tan borrico como creemos. Ronny se le qued mirando. Todos conocemos bien a Gerald. Lo conocemos verdaderamente? objeto Jimmy. Algunas veces he pensado que no es posible que haya alguien tan borrico como l parece ser. Todos se le quedaron mirando. Haba una expresin de seriedad en la cara de Ronny. Jimmy dijo, eres inteligente. Eres un segundo Pongo afirm Bill. Bueno se defendi Jimmy, es lo que se me ha ocurrido pensar. No seamos tan sutiles exclam Socks. Qu vamos a hacer con los despertadores?. Ah vuelve Pongo. Preguntmosle a l sugiri Jimmy. Despus de pedirle que se exprimiera el cerebro, Pongo dio su opinin. Esperad hasta que est dormido. Entonces, entrad en silencio en la habitacin y colocadlos en el suelo. Pongo vuelve a tener razn observ Jimmy. Guardemos los despertadores ahora y bajemos para no provocar sospechas. La partida de bridge segua con una pequea modificacin. Sir Oswald tena a su esposa por compaera y le sealaba uno tras otro los errores que cometa. Lady Coote aceptaba los reproches con buen humor y una total falta de inters. Comprendo, querido reiter una y otra vez. Tienes razn. Y continu incurriendo en los mismos errores. Bien jugado, compaero, muy bien jugado le deca a intervalos Gerald Wade a Pongo. Bill Eversleigh estaba haciendo clculos con Ronny Devereux. Digamos que se acuesta alrededor de las doce. Cunto tiempo crees que debemos concederle?. Una hora, acaso?. Bostez. Es curioso. Generalmente me acuesto a las tres de la madrugada, pero esta noche, slo porque debemos permanecer despiertos un rato, me gustara meterme ya en la cama. Todos afirmaron que sentan el mismo deseo. Mi querida Mara se oy decir a sir Oswald, ligeramente irritado, te he dicho muchas veces que no vaciles jams cuando vayas a jugar tus cartas. Al hacerlo, das

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informacin a los dems jugadores. Lady Coote tena una buena respuesta para esto. Como sir Oswald descansaba, no poda hablar acerca de la forma en que se jugaba. Pero se call. Sonri bondadosamente, se inclin hacia delante y fij los ojos en las cartas de Gerald Wade, que se encontraba a su derecha. Su ansiedad desapareci al ver la dama, jug el rey, recogi la baza y extendi sus cartas. Cuatro bazas y una por encima anunci. Creo que fui muy afortunada al hacerme con las cuatro bazas. Afortunada murmur Gerald Wade, empujando su silla hacia atrs y dirigindose hacia la chimenea, donde se encontraban sus amigos. Afortunada, dice. Esa mujer necesita que la vigilen. Lady Coote estaba recogiendo el dinero. Ya s que no juego bien dijo en un tono fnebre en el que se adverta cierta satisfaccin. Pero, en realidad, tengo mucha suerte. Jams sers buena jugadora de bridge, Mara afirmo sir Oswald. No, querido repuso lady Coote. Ya lo s. Siempre me lo dices, y trato de mejorar mi juego. Si, lo intenta dijo Gerald Wade en voz baja. Y sin emplear subterfugios. Es capaz de apoyar la cabeza en el hombro de uno si no encuentra otra manera de verle las cartas al contrario. Ya s que procuras hacerlo observ sir Oswald, pero no tienes sentido del juego. Tienes razn, querido repuso lady Coote. Esto es lo que siempre me dices. Y me debes otros diez chelines, Oswald. Si? dijo sir Oswald sorprendido. Si. Mil setecientos puntos, que, en total, son ocho libras y diez chelines. Slo me has dado las ocho libras. Perdname dijo sir Oswald. Un error. Lady Coote le sonri con tristeza al aceptar el billete de diez chelines. Quera mucho a su esposo, pero no estaba dispuesta a dejar que le estafara aquel dinero. Sir Oswald se dirigi a una mesita auxiliar y se sirvi un whisky con soda. Eran ya las doce y media cuando todos se fueron a acostar. Ronny Devereux, que ocupaba la habitacin contigua a la de Gerald Wade, fue el encargado de vigilar. A las dos menos cuarto, llamo a la puerta de los conspiradores. Todos ellos, en pijama y batn, se reunieron hablando en voz baja y conteniendo la risa. Hace unos veinte minutos que ha apagado la luz les inform Ronny quedamente Cre que nunca iba a hacerlo. Hace un momento he entreabierto su puerta y me ha parecido que estaba completamente dormido. Trajeron los despertadores, pero entonces se present otra dificultad. No podemos entrar todos. Haramos mucho ruido. Que lo haga uno solo y los dems le entregarn los relojes desde la puerta.

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Se produjo una acalorada discusin acerca de quin deba encargarse de ello. Las tres muchachas fueron descartadas porque no seran capaces de contener la risa. Bill Eversleigh no fue aceptado a causa de su estatura, peso y firmeza al pisar, adems de su falta de maa, que neg fieramente. Jirnmy Thesiger y Ronny Devereux fueron considerados aptos, pero finalmente, la gran mayora se decidi por Rupert Bateman. Pongo es la persona ms indicada asinti Jimmy. Camina con la suavidad de un gato. Y si Gerald se despierta. Pongo encontrar una excusa plausible que le calme sin hacerle sospechar. Algo sutil sugiri Socks pensativa. Exactamente asinti Jimmy. Pongo llev a cabo su misin limpia y eficazmente. Abri con suma cautela la puerta de la habitacin y desapareci en la oscuridad llevando dos despertadores. Un momento despus reapareci para volver a entrar con otros dos relojes y repiti la operacin dos veces ms. Finalmente, sali. Todos contuvieron el aliento y escucharon. La rtmica respiracin de Gerald Wade todava se escuchaba, pero ahogada, disimulada y sepultada debajo del tic-tac triunfante y apasionado de los ocho despertadores adquiridos en la tienda de Mr. Murgatroyd.

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CAPTULO IIILa Broma FracasadaLas doce dijo Socks inquieta. La broma como tal no haba tenido xito. Por su parte, los despertadores haban cumplido su misin. Haban sonado a su debido tiempo con tanto vigor y estridencia que Ronny Devereux salt de la cama con la confusa idea de que haba llegado el da del Juicio Final. Si tal fue el efecto que produjeron en su habitacin, cul deba ser el causado en aquella en la que se encontraban?. Ronny sali apresuradamente al pasillo y aplic el odo a la puerta. Esperaba or algunos juramentos, los esperaba lleno de confianza y satisfaccin, pero no oy nada. Es decir, no oy nada de cuanto esperaba. Los relojes seguan emitiendo su montono tic-tac, con arrogancia y fuerza. Y entonces son otro con una nota aguda que habra provocado una irritacin aguda hasta en un sordo. No caba la menor duda: los despertadores funcionaban correctamente. Hacan lo que Mr. Murgatroyd haba asegurado y mucho ms. Pero, al parecer, en Gerald Wade encontraban la horma de su zapato. Los confabulados se sintieron defraudados. Ese tipo no es un ser humano gru Jimmy Thesiger. Quiz ha credo que era el timbre del telfono y se ha dado la vuelta, quedndose dormido nuevamente sugiri Helen (o posiblemente Nancy). Me parece un caso muy notable afirm Rupert Bateman con toda seguridad. Creo que debera ser examinado por un mdico. Quizs sufre alguna enfermedad del odo sugiri Bill. En mi opinin observ Socks, creo que se est burlando de nosotros. Claro que lo han despertado, pero quiere hacernos creer que no los ha odo. Todos miraron a Socks con respeto y admiracin. Es una idea admiti Bill. Gerry es un muchacho sutil afirm Socks. Ya lo veris. Sin duda bajar a desayunar ms tarde que de costumbre slo para hacernos quedar mal. Y puesto que en aquellos momentos el reloj sealaba algo mas de las doce, la opinin general fue que la teora de Socks era correcta. Slo Ronny Devereux discrepaba. Olvidis que yo estaba frente a su puerta cuando son el primer despertador. No importa lo que haya intentado hacer despus, el primero debi sorprenderle y algo hubiera hecho. Dnde lo pusiste, Pongo?. En la mesa cerca de su oreja dijo Mr. Bateman. Tuviste una buena idea. Pongo observ Ronny. Ahora, dime prosigui, volvindose a Bill: cmo reaccionaras tu si una condenada campanilla empezara a sonar junto a tu odo a las seis y media de la maana?. Oh, Dios mo! exclam Bill. Dira...

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Call bruscamente. Claro que si repuso Ronny. Y yo tambin y cualquier persona. Aquello que llaman la bestia que todo hombre lleva dentro saldra a la superficie. Pues bien, no sali. Por eso afirmo que Pongo, como de costumbre, tiene razn y que Gerry debe padecer alguna extraa enfermedad del odo. Ya son las doce y veinte observ una de las chicas. Me parece que la cosa pasa de castao oscuro dijo Jimmy lentamente. Una broma es una broma, pero esto ya va demasiado lejos. No est bien para los Coote. Bill le mir fijamente. Qu quieres decir?. Que no es propio de Gerry hacer algo por el estilo repuso Jimmy. Le fue difcil encontrar palabras para expresar lo que senta. No quera dar a entender mucho, pero, sin embargo, vio que Ronny lo miraba sbitamente alerta. En aquel momento, Tredwell entr en la habitacin y mir a su alrededor, vacilante. Pens que Mr. Bateman se encontraba aqu dijo disculpndose. Hace un momento sali por la puerta cristalera repuso Ronny Tredwell pas los ojos de l a Jimmy Thesiger y volvi a mirarlo. Como si les hubieran llamado, los dos jvenes salieron del comedor tras Tredwell, que cerr cuidadosamente la puerta. Bien dijo Ronny. Qu sucede?. Como Mr. Wade no bajaba, seor, me tom la libertad de mandar a Williams a su habitacin. Si?. Williams ha bajado corriendo presa de gran agitacin, seor. Tredwell hizo una pausa, como si quisiera prepararles para algo. Me temo, seor, que el joven caballero haya muerto mientras dorma. Jimmy y Ronny lo miraron asombrados. Tonteras! exclam Ronny despus de un momento. Es... es imposible. Gerry... La expresin de su rostro cambi. Voy a ir yo mismo. Williams debe haberse equivocado. Tredwell extendi la mano y le detuvo. Jimmy, con una extraa sensacin de distanciamiento, comprendi que el mayordomo dominaba la situacin. No, seor. Williams no se ha equivocado. Ya he mandado a buscar al doctor Cartwright y, entretanto, me he tomado la libertad de cerrar la puerta con llave antes de informar a sir Oswald acerca de lo sucedido. Ahora debo encontrar a Mr. Bateman. Tredwell se alej apresuradamente. Ronny estaba paralizado por el asombro. Gerry murmur. Jimmy cogi a su amigo por el brazo y lo llev hacia la terraza, obligndole a sentarse. Tmatelo con calma, amigo mo dijo bondadosamente. Dentro de un minuto, te sentirs mucho mejor. Pero le miraba con curiosidad. No imaginaba que Ronny y Gerry Wade fueran tan buenos amigos.

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Pobre Gerry! dijo pensativamente. Tan lleno de salud como pareca estar!. Ronny asinti. Esa broma de los despertadores parece fnebre ahora prosigui Jimmy. Es extrao, verdad, que la farsa se mezcle tan a menudo con la tragedia. Hablaba sin pensar, para dar tiempo a que Ronny se recobrara. El otro se mova inquieto Quisiera que el mdico llegara de una vez. Quiero saber... dijo Ronny. Qu quieres saber?. De qu muri. Jimmy frunci los labios. Quiz del corazn aventur. Ronny se ri con una risa breve y burlona. Oye, Ronny... dijo Jimmy. Qu?. Jimmy encontr difcil seguir hablando. No querrs decir... no pensars... Quiero decir que no creers que... que, bien, que lo han matado, verdad?. Como Tredwell ha cerrado la puerta de su cuarto, no s qu pensar. Jimmy crey que sus palabras merecan una contestacin, pero Ronny sigui con la mirada fija. Movi la cabeza y permaneci en silencio. Nada poda hacer sino esperar. Asique esper. Tredwell lleg un momento despus. El doctor desea verlos a ustedes dos, caballeros. En la biblioteca, por favor. Ronny se puso en pie de un salto. Jimmy le sigui. El doctor Cartwright era un hombre joven, de aspecto enrgico y rostro inteligente. Les salud con una breve inclinacin de cabeza. Pongo, que pareca estar ms serio que nunca, hizo las presentaciones. Creo que era usted muy buen amigo de Mr. Wade dijo el mdico, dirigindose a Ronny. Su mejor amigo. Aja!. Este asunto parece muy claro. Sin embargo, es triste. Pareca gozar de excelente salud. Sabe usted si tomaba algo para dormir?. Para dormir? repiti Ronny asombrado. Dorma como un tronco. No le oy jams quejarse de insomnio?. Nunca. Bien, los hechos son muy sencillos. Sin embargo, temo que deber haber una investigacin. De qu muri?. No hay duda acerca de ello. En mi opinin, debido a una sobredosis de doral. Estaba en la mesita de noche, en la cual hay asimismo una botella y un vaso. Es algo muy penoso. Jimmy hizo la pregunta que pareca temblar en los labios de su amigo y que, por algn motivo, Ronny se senta incapaz de formular.

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Se excluye la posibilidad de que alguien interviniera en su muerte?. El doctor le mir fijamente. Por qu lo pregunta?. tiene usted motivos para sospechar?. Jimmy mir a Ronny. Si su amigo saba algo, aquel era el momento de hablar. Pero Ronny neg repentinamente con la cabeza. Ninguno repuso claramente. Y en cuanto al suicidio?. Ciertamente, no. Ronny fue enftico. El mdico no pareca muy convencido. No sabe nada que pudiera inducirle a hacerlo?. Acaso dificultades econmicas o alguna mujer?. Ronny neg otra vez con la cabeza. Debemos pensar ahora en sus parientes. Hay que avisarlos. Tiene una hermana, media hermana mejor dicho, que vive en Deane Priory, a unas veinte millas de aqu. Cuando no estaba en la ciudad, Gerry viva con ella. Bien dijo el mdico. Debemos avisarla. Yo ir a verla repuso Ronny. Es algo muy penoso, pero alguien debe hacerlo. Mir a Jimmy. T la conoces, verdad?. Ligeramente. He bailado con ella una o dos veces. Entonces, iremos en tu coche. No te importa, verdad?. Me falta valor para ir solo. Est bien le tranquiliz Jimmy. Iba a sugerrtelo. Sacar el coche. Estaba contento de tener algo que hacer. La actitud de Ronny le intrigaba. Qu saba o sospechaba?. Y por qu no le comunicaba al mdico sus sospechas, si las tena?. Unos momentos despus, los dos amigos viajaban en el coche de Jimmy con alegre despreocupacin por cosas tales como el lmite de velocidad. Jimmy dijo Ronny al cabo de un rato, supongo que eres el mejor amigo que me queda ahora. Bueno repuso Jimmy. Por qu lo dices?. Hay algo que me gustara comunicarte, algo que deberas saber dijo con voz ronca. Acerca de Gerry Wade?. Si. Jimmy esper. Bien? inquiri finalmente. No s si debo murmur Ronny. Por qu?. Estoy ligado por una promesa. Oh!. Entonces quiz sea mejor que no me lo digas. Sigui un silencio. Sin embargo, me gustara... T piensas mejor que yo, Jimmy. Lo cual no es muy difcil repuso ste desabrido. No, no puedo dijo Ronny sbitamente. Muy bien. Haz lo que te plazca.

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Se produjo una larga pausa Cmo es? pregunt Ronny. Quin?. Esa chica, la hermana de Gerry. Jimmy no habl durante algunos momentos y, despus, lo hizo con una voz que, por algn motivo, se haba alterado. Es una buena muchacha. En realidad, es magnfica. Gerry la quera mucho. A menudo hablaba de ella. Y ella le corresponda. Ser muy duro para la pobre. Si, desde luego. Permanecieron en silencio hasta llegar a Deane Priory. Miss Lorraine, les dijo la doncella, estaba en el jardn. Si queran podan ver a Mrs. Coker. Jimmy dijo claramente que no quera ver a Mrs. Coker. Quin es esa seora? pregunt Ronny mientras se dirigan hacia un jardn algo descuidado. La vieja que vive con Lorraine. Recorrieron un sendero pavimentado a cuyo extremo vieron a una muchacha con dos perros de aguas negros. Era de corta estatura, muy rubia, y llevaba un viejo vestido de lana. No era la clase de muchacha que Ronny esperaba encontrar. Ni tampoco del tipo que Jimmy prefera. Se adelant hacia ellos con uno de los perros cogidos del collar. Cmo estn ustedes? dijo. No hagan caso de Elizabeth. Acaba de tener cachorros y recela de todos. Se comportaba de forma absolutamente natural. Cuando levant la cara, sus mejillas se sonrojaron levemente. Sus ojos eran de un azul oscuro, como la flor de la genciana. De pronto se agrandaron, era una expresin de alarma?. Como si lo hubiera adivinado. Jimmy se apresur a hablar. Miss Wade, le presento a Ronny Devereux. Debe de haber odo hablar de l a Gerry. Oh, si! se volvi hacia Ronny con una clida sonrisa de bienvenida. Creo que estaban ustedes pasando unos das en Chimneys. Por qu no ha venido Gerry tambin?. Nosotros... pues... no ha sido posible tartamude Ronny. Nuevamente, Jimmy vio una expresin de temor en los ojos de la muchacha. Miss Wade empez a decir, me temo que tenemos malas noticias para usted. En el acto, Lorraine se puso alerta. Gerry?. Si, Gerry. Est... Dganmelo!. Dganmelo! De pronto se volvi hacia Ronny. Usted me lo dir. Jimmy sinti el aguijn de los celos y en aquel momento supo lo que haba vacilado en admitir para si. Supo porqu Helen y Nancy y Socks no eran sino chicas para l, y nada ms.

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Slo medio oy la voz de Ronny que deca con bravura: Si, miss Wade. Yo se lo dir. Gerry ha muerto. Era una muchacha valerosa. Contuvo una exclamacin y dio un paso hacia atrs, pero un momento despus estaba haciendo preguntas ansiosas: Cmo?. Cundo?. Ronny le contest con la suavidad de que fue capaz. Polvos para dormir?. Gerry?. No caba duda alguna en cuanto al tono de incredulidad de su voz. Jimmy la mir. Era casi una mirada de aviso. Sbitamente sinti que Lorraine, en su inocencia, poda decir demasiado. A su vez, le explic con gentileza la necesidad de una investigacin. Lorraine se estremeci. Declin su ofrecimiento de llevarla a Chimneys con ellos, explicando que ira all ms tarde. Tena un pequeo coche de dos plazas. Pero primero quiero estar un rato a solas dijo con voz temblorosa. Lo comprendo asinti Ronny. Desde luego murmur Jimmy. La miraron sin saber qu hacer. Muchas gracias a los dos por haber venido. Regresaron en silencio. Haba cierta tirantez entre ellos. Dios mo, esa muchacha tiene valor coment Ronny un rato despus. Jimmy asinti. Gerry era amigo mo observ Ronny. Me corresponde a mi cuidar de ella. Ah, si; desde luego. De regreso a Chimneys, lady Coote, llorosa, se acerc a Jimmy. Pobre muchacho deca, pobre muchacho. Jimmy hizo todas las observaciones propias del caso. Lady Coote le dio largos detalles de la muerte de varias queridas amigas suyas. Jimmy la escuchaba por respeto a sus sentimientos, y por fin logr apartarse de su lado sin parecer grosero. Subi las escaleras rpidamente. Ronny sala de la habitacin de Gerald Wade. Pareci sorprenderse de la aparicin de Jimmy. He entrado a verlo dijo. Vas a hacerlo t tambin?. Creo que no repuso Jimmy, a quien no le gustaba la muerte. Opino que todos sus amigos deberan hacerlo. Lo crees as? pregunt Jimmy con la impresin de que Ronny Devereux se portaba de manera muy extraa. Si, es una muestra de respeto. Jimmy suspir, pero cedi. Bueno dijo, entrando en la habitacin y apretando algo los dientes al hacerlo. La cama estaba cubierta de flores. Jimmy mir breve y nerviosamente aquella cara plida. Poda aquella figura inmvil ser el angelical y sonrosado Gerry Wade?. Se estremeci. Al dar media vuelta para salir de la habitacin, sus ojos se posaron en la repisa y se detuvo asombrado. Los despertadores estaban alineados en ella.

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Sali rpidamente. Ronny le esperaba. Parece que est durmiendo. Qu mala suerte ha tenido! murmur Jimmy. Un instante despus, agreg: Quin coloc los despertadores en hilera en la repisa?. Cmo quieres que lo sepa?. Supongo que habr sido alguno de los criados. Lo curioso es sigui diciendo Jimmy que hay siete y no ocho. Falta uno. Lo has observado t tambin?. Ronny contest algo ininteligible. Siete en lugar de ocho dijo Jimmy frunciendo el ceo. Me pregunto por qu?.

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CAPTULO IVUna CartaDesconsiderado. No puedo llamarlo de otra manera dijo lord Caterham con voz quejumbrosa y suave, satisfecho del adjetivo. Si, muy desconsiderado insisti. A menudo encuentro que esos hombres que se han formado a si mismos carecen totalmente de consideracin. Es muy posible que a eso se deba que consigan amasar tan grandes fortunas. Pase la mirada tristemente por la finca de sus antepasados, cuya posesin haba recobrado aquel mismo da. Su hija, lady Eileen Brent, conocida por sus amigos y la sociedad en general como Bundle, estall en una carcajada. T jams amasars una gran fortuna observ secamente, aunque, desde luego, supiste sacarle un buen pico al viejo Coote al alquilarle esta casa. Que aspecto tiene?. Es presentable?. Es uno de esos hombres grandes repuso lord Caterham estremecindose ligeramente, de rostro cuadrado y cabello gris acerado. Transmite fuerza. Posee lo que se llama una personalidad poderosa. Es la clase de hombre que resultara de la trasformacin de una apisonadora en un ser humano. Un pelmazo? sugiri Bundle. Un pelmazo de tomo y lomo, y lleno de las ms deprimentes virtudes, como la sobriedad y la puntualidad. No s qu es peor, si una personalidad poderosa o un poltico diligente. Siento preferencia por los ineptos alegres. Un inepto no hubiera podido pagar el precio que pedas por este viejo mausoleo le record Bundle. Lord Caterham se estremeci. Quisiera que no empleases esa palabra, Bundle. Ahora que comenzbamos a olvidarnos del tema. No comprendo por qu eres tan terriblemente sensible acerca de ello. Despus de todo, la gente tiene que morirse en alguna parte replic Bundle. Pero no en mi casa aleg lord Caterham. No veo por qu no. Mucha gente lo ha hecho. Montones de bisabuelos y abuelos. Eso es distinto argy lord Caterham. Es lgico que los Brent fallezcan aqu; ellos no cuentan. Pero no quiero que los extraos tambin lo hagan. Y me opongo muy especialmente a las investigaciones. Eso se va a convertir en una costumbre. Ya es el segundo caso. Recuerdas el jaleo que tuvimos hace cuatro aos?. Del cual, por cierto, considero a George Lomax como el nico culpable. Y ahora quieres hacer responsable al pobre Coote. Tengo la certeza de que el pobre hombre se sinti tan molesto como t. Muy desconsiderado insisti lord Caterham empecinado. No debera invitar a

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la gente propensa a tales cosas. T dirs lo que quieras, Bundle, pero no me gustan las investigaciones ni me han gustado nunca. Pero sta no es igual que la anterior repuso Bundle tratando de calmarlo. Quiero decir que esta vez no se trat de un asesinato. Pudiera haberlo sido, por la importancia que ese cabeza hueca de inspector le dio. No ha podido jams sobreponerse a ese asunto de hace cuatro aos. Piensa que cada muerte que se produce aqu es forzosamente un turbio asunto criminal con graves implicaciones polticas. No tienes idea del lo que arm. Tredwell me lo ha contado. Busc huellas dactilares en los sitios ms absurdos. Y desde luego, todas las que encontr en la habitacin correspondan al muerto. Es el caso ms claro que pueda imaginarse, aunque si fue suicidio o accidente es algo que no se aclar. Yo conoc a Gerry Wade dijo Bundle. Era amigo de Bill. Te hubiera gustado, pap. Jams vi a nadie tan inepto y alegre como l. No me gusta nadie que venga y se muera en mi casa con el propsito de fastidiarme insisti lord Caterham. Desde luego no me imagino a nadie asesinndolo dijo Bundle. La idea es absurda. Claro que lo es asinti lord Caterham, y cualquier persona que no sea el borrico del inspector Ragln se dara cuenta. Quiz se sintiera importante al buscar huellas dactilares prosigui Bundle con intencin de calmar a su padre. De todas maneras, el veredicto fue muerte accidental, no es verdad?. Lord Caterham asinti. Tenan que mostrar alguna atencin a su hermana. Hay una hermana?. Lo ignoraba. Media hermana, segn creo. Es mucho ms joven que l. El viejo Wade se escap con la madre de la chica. Acostumbraba a hacer esas cosas. No le gustaba ninguna mujer a menos que perteneciera a otro hombre. Me alegro que ese no sea uno de tus malos hbitos dijo Bundle. Siempre he llevado una vida muy respetable y temerosa de Dios afirm lord Caterham. Considerando que no hago dao a nadie, parece raro que no me dejen en paz. Si solamente... Se interrumpi al ver salir su hija por la puerta cristalera. MacDonald llam Bundle con voz clara. El emperador se acerc. Algo que poda interpretarse como sonrisa de bienvenida trat de expresarse en su rostro, pero el lgubre natural de todos los jardineros la disip. Si, milady dijo. Cmo est usted? pregunt Bundle. No muy bien repuso MacDonald. Quera hablarle acerca del campo de bolos. El csped ha crecido mucho. Mande a alguien que lo corte. MacDonald mene la cabeza con aire dubitativo. Para ello tendra que sacar a William del arriate inferior, milady.

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Al infierno con el arriate inferior repuso Bundle. Que empiece enseguida. Adems, MacDonald... Si, milady. Corte algunas uvas del invernadero. Ya s que no es el momento adecuado porque nunca lo es, pero quiero comer uvas. Comprendido?. Bundle regres a la biblioteca. Lo siento, pap dijo. Quera hablar con MacDonald. Decas algo?. En realidad, si repuso lord Caterham. Pero no importa. De qu hablaste con MacDonald?. Intentaba quitarle de la cabeza la idea de que es Dios Todopoderoso, pero es imposible. Supongo que los Coote habrn sido un incordio. No es hombre de preocuparse por una apisonadora por grande que sea. Cmo es lady Coote?. Lord Caterham consider la pregunta. Creo que ha ido a demasiadas funciones teatrales de aficionados. Al parecer, se sinti muy trastornada por el asunto de los despertadores. Que despertadores?. Tredwell me lo acaba de contar. Al parecer, los invitados prepararon una broma y compraron varios despertadores, que escondieron en la habitacin del joven Wade. Y luego, el pobre muchacho apareci muerto, lo que hizo que la broma resultara fnebre. Bundle asinti. Tredwell me cont algo ms, bastante extrao, acerca de los relojes prosigui lord Caterham deleitndose en el relato. Alguien los recogi para ponerlos encima de la repisa, en fila, cuando el pobre individuo estaba ya muerto. Por qu no haba de hacerlo? pregunt Bundle. Tampoco yo lo encuentro extrao observ lord Caterham. Pero, segn dijo Tredwell, produjo cierta excitacin. Nadie admiti haberlo hecho. La servidumbre fue interrogada y todos juraron no haberlos tocado. En realidad, constituye un misterio. El coroner hizo algunas preguntas acerca de ello en la investigacin, y ya sabes lo difcil que es explicar cosas detalladamente a gente de esa clase. Si admiti Bundle. Desde luego admiti lord Caterham es muy difcil comprender algunas cosas despus de que hayan sucedido. No comprendo el sentido de la mitad de las que Tredwell me ha contado. A propsito, Bundle, ese muchacho muri en tu habitacin. Bundle hizo un gesto de desagrado. Por qu tiene la gente que morir en mi habitacin? pregunt indignada. Esto es precisamente lo que yo deca observ lord Caterham triunfalmente. Muy desconsiderado. Todo el mundo es desconsiderado hoy en da. Pero no me importa aadi Bundle valientemente. Por qu habra de importarme?. Pues a mi me molestara mucho dijo su padre. Soara cosas raras: manos espectrales y cadenas que entrechocan. Bien observ Bundle, te olvidas de que mi ta abuela Louise muri en tu cama. Me pregunto sino vers su espritu inclinado sobre ti.

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Algunas veces si asinti lord Caterham con un estremecimiento, sobre todo despus de comer langosta. Gracias a Dios, no soy supersticiosa afirm Bundle. Sin embargo, aquella noche, al sentarse ya en pijama frente al fuego de su habitacin, sus pensamientos se dirigieron hacia aquel alegre y bobo Gerald Wade. Era imposible creer que alguien tan lleno de ganas de vivir pudiese suicidarse. No, la otra solucin deba ser la correcta. Seguramente tomaba algn somnfero y, sin darse cuenta, ingiri una sobredosis. Eso era posible. Suponer cualquier otra cosa significaba atribuir a Gerry Wade una capacidad intelectual que no tena. Su mirada se fijo en la repisa y empez a pensar en la historia de los despertadores. Su doncella le haba hablado extensamente de ello, aadiendo un detalle que, al parecer, Tredwell no crey digno de mencionar a lord Caterham, pero que excit la curiosidad de Bundle. Siete despertadores estaban puestos en hilera en la repisa y el otro se encontr en el csped, adonde haba sido arrojado desde la ventana. Bundle medit sobre dicho detalle, que pareca una cosa perfectamente intil y sin sentido. Poda muy bien imaginarse a una de las doncellas recogiendo los relojes y que, ms tarde, temiendo verse envuelta en el caso, negara haberlos tocado. Pero seguramente ninguna de ellas hubiera arrojado un reloj al jardn. Lo habra hecho el propio Gerry Wade cuando la campanilla le despert?. No. Tambin eso era imposible. Bundle recordaba haber odo decir que la muerte de Wade ocurri a primeras horas de la madrugada y que, naturalmente, con anterioridad se produjo el estado comatoso. Bundle frunci ceo. Aquel asunto de los relojes era ciertamente curioso. Tendra que hablar con Bill Eversleigh. Ella saba que haba sido uno de los invitados. El pensamiento y la accin eran simultneos en Bundle. Se dirigi a su pequeo escritorio, que se cerraba mediante una persiana enrollable. Cogi una hoja de papel y escribi: Querido Bill: Hizo una pausa para tirar de la bandeja del escritorio. Se haba atascado como haba sucedido en otras ocasiones. Bundle tir de ella con impaciencia, pero no se movi. Record que, en una ocasin anterior, un sobre fue la causa del atasco. Cogi un cortapapeles y lo insert en la ranura, movindolo en su interior hasta que asom la esquina de una hoja de papel. Bundle la sac. Era la primera pgina de una carta, algo arrugada. La fecha le llam la atencin: 21 de septiembre. Veintiuno de septiembre murmur Bundle lentamente. Ese fue seguramente el da... Call. Si, estaba segura de ello. Gerry Wade fue encontrado muerto el da veintids. sta era la carta que estaba escribiendo la vspera de la tragedia. Bundle alis el papel y ley el texto. Estaba incompleto.

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Mi querida Lorraine: Llegar a casa el mircoles. Me siento muy bien y contento. Ser delicioso volverte a ver. Debes olvidar lo que te dije acerca de Seven Dials1. Pens que sera algo chistoso, pero no es as. Siento haberte hablado de ello. No es una cosa en la que muchachas como t deban mezclarse. Olvdalo, quieres?. Quera decirte algo ms, pero tengo tanto sueo que no puedo mantener los ojos abiertos. En cuanto a Lurcher, creo que... Aqu terminaba la carta. Bundle frunci el entrecejo. Seven Dials. Dnde se encontraba aquel lugar?. En alguno de los barrios bajos de Londres. Las palabras Seven Dials le recordaban algo ms, pero, por el momento, no saba qu. Su atencin estaba fija en dos frases: Me siento muy bien y tengo tanto sueo que no puedo mantener los ojos abiertos. Eso no encajaba, porque aquella noche Gerry Wade tom una dosis tan grande de cloral que no volvi a despertar. Y por qu la haba tomado si lo que escribi en la carta era verdad?. Bundle mene la cabeza. Pase la mirada por la habitacin y se estremeci. Acaso Gerry Wade la estaba contemplando en aquel instante. Haba muerto en aquella habitacin. Permaneci sentada, sin moverse. Slo el tic-tac de su pequeo reloj de oro quebraba el silencio. Este sonido era desusadamente fuerte e imponente. Bundle mir hacia la repisa. Un vivido retrato apareci en su imaginacin. El muerto tendido en la cama y siete despertadores dejando or su tic-tac en la repisa, fuertemente, ominosamente: tic-tac, tic-tac...

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Siete esferas.

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CAPTULO VEl Hombre De La CarreteraPap dijo Bundle, abriendo la puerta del sanctasanctrum de lord Caterham y asomando la cabeza, me voy a Londres en el Hispano Suiza. No puedo resistir ms la monotona de este lugar. Pero si llegamos ayer se sorprendi lord Caterham. Ya lo s, pero parece que hace cien aos. Haba olvidado lo aburrido que puede ser el campo. No estoy de acuerdo contigo objet lord Caterham. Es pacfico; eso es, pacfico. Y muy cmodo. Me complace ms de lo que puedes imaginar haber regresado a Chimneys y volver a disponer de Tredwell. Ese hombre se desvive por mi comodidad de la manera ms extraordinaria. Alguien ha venido esta maana preguntando si podran celebrar una recuperacin de las muchachas exploradoras en nuestro parque. Querrs decir reunin le interrumpi Bundle. Reunin, recuperacin, qu ms da. Tener que negarme a ello me hubiera colocado en una situacin muy embarazosa y es probable que hubiese dado mi consentimiento. Pero Tredwell me sac de esa difcil situacin. He olvidado ya lo que dijo. Era algo muy ingenioso que no poda herir los sentimientos de nadie, pero que dejaba la cosa muy clara. Yo no me conformo con la comodidad dijo Bundle. Quiero emocin. Lord Caterham se estremeci. No tuvimos ya bastante hace cuatro aos? pregunt en tono quejumbroso. De eso hace ya mucho tiempo repuso Bundle. No confo mucho en encontrar algo ms de emocin en Londres, pero, por lo menos, no me dislocar la mandbula bostezando. Por mi experiencia argy lord Caterham, la gente que va en busca del peligro acaba encontrndolo. Y bostez largamente. De todas maneras prosigui, tampoco me importara ir a la ciudad. Bien, entonces vamos asinti Bundle. Pero apresrate, porque tengo prisa. Lord Caterham haba empezado a levantarse, pero al or las palabras de su hija volvi a sentarse. Dices que tienes prisa? pregunt con recelo. Muchsima afirm Bundle. Eso lo arregla todo dijo lord Caterham. No voy contigo. No es conveniente para un hombre de mi edad viajar contigo en el Hispano Suiza cuando quieres llegar rpidamente a alguna parte. Me quedar aqu. Como quieras observ Bundle saliendo de la biblioteca. Entonces, entr Tredwell. El vicario desea verle, milord, para hablarle acerca de cierta infortunada

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controversia que se ha producido respecto al estatuto de la Brigada Juvenil. Lord Caterham gru. Me pareci recordar, milord, que le haba odo decir durante el desayuno que ira paseando hasta el pueblo esta maana para hablar con el vicario de este asunto. Se lo ha dicho usted as? pregunt lord Caterham con ansiedad en la voz. Si, milord. Espero haber hecho bien. Claro que si, Tredwell. Usted siempre hace las cosas bien. No podra hacerlas de otra manera aunque se lo propusiera. Tredwell sonri benignamente y se retir. Entretanto, Bundle haca sonar la bocina ante la puerta del jardn mientras una nia sala corriendo de la caseta del guarda, apremiada por la voz de su madre. Corre, Katie. Debe ser milady, con tanta prisa como de costumbre. Era caracterstico de Bundle tener prisa, especialmente cuando estaba sentada al volante de un coche. Era buena conductora y posea una considerable habilidad y sangre fra. De lo contrario, su temerario modo de conducir hubiera acabado en desastre ms de una vez. Era un fresco da de octubre, con el cielo azul y el sol brillante. Los pinchazos del aire hicieron aflorar la sangre a las mejillas de Bundle y la llenaron de ganas de vivir. Aquella maana haba remitido a Deane Priory la inacabada carta de Gerry Wade a Lorraine Wade, incluyendo unas lneas explicativas. La curiosa impresin que la carta le haba causado quedaba algo disminuida a la luz del da, pero, sin embargo, segua creyendo que requera una explicacin. Intentara ver a Bill Eversleigh y obtener de l detalles ms completos de aquella tragedia. Entretanto, era una maana magnfica y el Hispano Suiza corra como una exhalacin. Apret el pie contra el acelerador y el Hispano Suiza respondi enseguida. Las millas pasaban veloces, haba poco trnsito y Bundle tena ante si una larga recta. Entonces, sin el menor aviso, un hombre sali, tambalendose, de un seto y se meti en la calzada. Era imposible detener el coche a tiempo. Bundle vir rpidamente hacia la derecha. El coche casi volc en la cuneta. Fue una maniobra peligrosa, pero tuvo xito. Bundle tuvo casi la certeza de haber esquivado al hombre, evitando as una catstrofe. Mir hacia atrs y sinti una desagradable sensacin. El coche no lo haba atropellado, pero, a pesar de todo, debi haberle dado de refiln al pasar. Estaba echado boca abajo en la carretera y yaca terriblemente inmvil. Bundle salt del coche y corri hacia l. Jams haba atropellado con su automvil algo ms importante que alguna gallina vagabunda. Que el accidente no hubiera sido culpa suya no mermaba su ansiedad. El hombre podra estar ebrio, pero ebrio o no, ella lo haba matado. Estaba segura de ello. El corazn le lata fuertemente, resonndole en la cabeza. Se inclin sobre l y le dio la vuelta. No gru ni se quej. Vio que se trataba de un hombre joven, de rostro agradable, elegantemente vestido y que luca un pequeo bigote. No haba seal externa de herida alguna, pero tena la certeza de que haba muerto o se estaba muriendo. Los prpados del hombre se movieron. Entreabri los ojos. Eran lastimeros, como los de un perro. Pareca querer decir algo. Bundle volvi a inclinarse

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sobre l. Si dijo ella. Si?. Aquel hombre quera hablar, lo deseaba ardientemente y ella nada poda hacer para ayudarlo. Por fin oy las palabras, como un susurro. Seven Dials... dgale a... El hombre quera pronunciar un nombre y apelaba para ello a todas sus desfallecidas fuerzas. Si. A quin se lo tengo que decir?. Dgaselo a... Jimmy Thesiger... Las palabras salieron de sus labios, y entonces, de pronto, la cabeza cay hacia atrs y su cuerpo se relaj. Bundle se sent sobre sus talones, temblando de pies a cabeza. Jams hubiera imaginado que podra sucederle algo tan horrible. Estaba muerto y ella lo haba matado. Trat de sobreponerse. Qu deba hacer?. Su primer pensamiento fue acudir a un mdico. Era posible que aquel hombre slo estuviera desvanecido y no muerto. Su instinto rechazaba esa posibilidad, pero ella se esforzaba en creerla. De una manera u otra, deba meterlo en el coche y llevarlo al mdico ms cercano. Aquella zona de la carretera estaba desierta y no haba nadie que pudiera ayudarla. A pesar de su esbeltez, Bundle era fuerte y tena msculos de acero. Acerc el coche lo ms posible y entonces, haciendo acopio de todas sus fuerzas, arrastr y tir del cuerpo inanimado hasta meterlo en el vehculo. Fue algo terrible, pero hizo de tripas corazn y al fin lo consigui. Entonces, se puso al volante. Un par de millas ms adelante, lleg a un pueblo y no tard en encontrar la casa del mdico. El doctor Cassell, un hombre de mediana edad y rostro bondadoso, se sorprendi al entrar en su consultorio y encontrarse con una joven a punto de desmayarse. Bundle habl con voz entrecortada. Creo... creo que he matado a un hombre. Lo atropell. Est en el coche. Yo... conduca demasiado de prisa, supongo. Siempre he conducido as. El doctor la mir con ojo prctico, se dirigi hacia una estantera y verti algo en un vaso. Beba esto dijo y se sentir mejor. Bundle obedeci y el color volvi a sus mejillas. El doctor asinti. As est mejor. Ahora quiero que se siente tranquilamente aqu. Yo saldr y har lo que tenga que hacer. Una vez me haya cerciorado de que nada puede hacerse por ese hombre, regresar y me lo contar todo. Estuvo ausente largo rato. Bundle miraba el reloj colocado sobre la repisa de la chimenea. Cinco minutos, diez, un cuarto de hora, veinte minutos... No regresara jams el doctor?. La puerta se abri y el doctor Cassell entr en el consultorio. Tena un aspecto distinto, segn observ Bundle enseguida: estaba ms serio y alerta. Algo haba en sus manera que ella no alcanzaba a comprender, como una excitacin reprimida.

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Vamos a ver, seorita dijo . Cunteme lo sucedido. Dice que atropello a ese hombre. Dgame exactamente cmo ocurri el accidente. Bundle lo explic lo mejor que pudo. El doctor la escuchaba con atencin. Y el coche no pas por encima de l?. No. En realidad, cre que haba podido esquivarlo. Dice que se tambaleaba?. Si. Cre que estaba ebrio. Y sali del seto?. Haba un portaln en el seto. Debi salir por all. El doctor asinti, despus se recost en la silla y se quit los quevedos. No me cabe la menor duda dijo de que conduce usted de forma muy arriesgada y que, uno de estos das, quizs atropell a alguien. Sin embargo, hoy no lo ha hecho. Pero... El coche no lo toc. Ese hombre ha muerto de un tiro.

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CAPTULO VIOtra Vez Seven DialsBundle lo mir asombrada. Poco a poco, el mundo, que desde haca tres cuartos de hora estaba al revs, recobr la posicin normal. Transcurrieron dos minutos antes de que Bundle hablara, pero cuando lo hizo no era ya aquella muchacha aterrorizada, sino la verdadera Bundle, fra, serena, eficiente y lgica. Cmo pudo ser herido de un balazo? pregunt. No lo s repuso el mdico secamente, pero lo fue. Tiene una bala de fusil en el cuerpo. Tuvo una hemorragia interna; por ello usted no descubri lesin alguna. Bundle asinti. La cuestin es prosigui el doctor: quin dispar contra l?. No vio usted a nadie por all?. Bundle neg con la cabeza. Es extrao observ el mdico. De tratarse de un accidente, lo ms natural sera que el causante saliera corriendo para prestar auxilio, a menos, naturalmente, que no supiera lo sucedido. No haba nadie por all afirm Bundle. En la carretera, quiero decir. Supongo prosigui el mdico, que ese pobre muchacho deba estar corriendo y que la bala lo alcanz cuando cruzaba el portaln, con la consecuencia de que sali a la carretera tambalendose. No oy ningn disparo?. Bundle dijo que no con un gesto. Es difcil or nada con el ruido del coche contest. Tiene razn. No dijo nada al morir?. Murmur algunas palabras. Nada que pueda arrojar alguna luz sobre la tragedia?. No. Quera que comunicara algo, no s qu, a un amigo suyo. Ah, si!. Y mencion Seven Dials. Aja! exclam el doctor. No es un lugar apropiado para uno de su clase. Acaso el asaltante proviene de ese barrio. No debemos preocuparnos por esto ahora. Djelo todo en mis manos. Yo lo notificar a la polica. Desde luego, tendr que darme su nombre y direccin, porque la polica seguramente querr interrogarla. En realidad, quiz fuera mejor que me acompaara a la comisara ahora. Podran molestarse conmigo por haberla dejado marchar. Fueron juntos en el coche de Bundle. El inspector de polica era un hombre de hablar lento. Se sinti abrumado por el nombre de Bundle y su direccin, y le escribi su declaracin con mucho cuidado. Chicos! exclam. Ha sido eso. Los chicos practicando. Son unos estpidos. Disparan a los pjaros sin consideracin alguna por quien pueda encontrarse al otro lado

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de un matorral. El mdico pens que no era una solucin muy lgica, pero comprendi que el caso estara pronto en mejores manos y no juzg oportuno hacer objeciones. Cul es el nombre del muerto? pregunt el sargento, humedeciendo la punta del lpiz. Llevaba un tarjetero. Al parecer se trata de Mr. Ronald Devereux, con residencia en Albany. Bundle frunci el ceo. Aquel nombre le recordaba algo. Estaba segura de haberlo odo con anterioridad. Slo cuando estaba a medio camino de regreso Chimneys, lo record. Desde luego!. Ronny Devereux, el amigo de Bill en el Foreign Office. l y Bill, y, eso era, Gerald Wade. La sorpresa fue tal que Bundle casi se sali de la carretera. Primero, Gerald Wade, despus, Ronny Devereux. La muerte de Gerry Wade pudo deberse a un descuido, pero la de Ronny Devereux tena sin duda una interpretacin ms siniestra. Entonces, Bundle record algo ms. Seven Dials!. Cuando el moribundo lo dijo le result familiar. Ahora saba la razn: Gerald Wade mencionaba Seven Dials en la ltima carta a su hermana, que haba empezado a escribir la vspera de su muerte. Y aquello estaba relacionado con algo cuya comprensin se le escapaba. Con la mente ocupada en estas cosas, Bundle conduca tan despacio que nadie la hubiera reconocido. Llev el coche al garaje y fue en busca de su padre. Lord Caterham estaba tranquilamente leyendo el catlogo de unas ediciones raras que se ponan prximamente a la venta y se sinti enormemente asombrado al ver a Bundle. Incluso para ti es imposible haber ido a Londres y regresar en tan poco tiempo. No he estado en Londres repuso Bundle. Atropell a un hombre. Cmo?. Slo que en realidad no lo hice. Le dispararon. Cmo le dispararon?. No s cmo, pero le dispararon. Por qu disparaste contra l?. Yo no lo hice. No deberas disparar contra la gente dijo lord Caterham con un suave tono de reproche. No deberas hacerlo. Me atrevo a decir que muchos se lo merecen, pero hacerlo no te traer sino disgustos. Te digo que no dispar contra l. Entonces, quin lo hizo?. Nadie lo sabe repuso Bundle. Tonteras! exclam lord Caterham. No es posible disparar contra un hombre y atropellado sin que nadie lo haya hecho. No fue atropellado dijo Bundle. Pensaba que t lo habas hecho. Dije que pensaba haberlo hecho. Probablemente, fue el estallido de un neumtico observ lord Caterham. A

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veces suenan como los disparos. As lo dicen las novelas de detectives. Eres verdaderamente imposible, pap. Parece que tengas menos cerebro que un conejo. En absoluto protest lord Caterham. Vienes con una absurda historia de un hombre atropellado y con una bala en el cuerpo y no s cuntas cosas ms y esperas que yo lo comprenda todo por arte de magia. Bundle suspir resignada. Prstame atencin dijo ella. Te lo contar en palabras de una slaba. Le relat lo sucedido y al acabar aadi: Ya est. Lo has comprendido ahora?. Desde luego. Todo est muy claro. Comprendo que estuvieras agitada, querida. No estaba muy equivocado cuando antes de irte te dije que quien buscaba el peligro acababa por encontrarlo. Me complace mucho acab lord Caterham con un ligero temblor, haberme quedado aqu. Volvi a hojear el catlogo. Donde est Seven Dials, pap?. En alguna parte del East End, supongo. Algunas veces he visto autobuses que van all. O ser, acaso, Seven Sisters?. Jams he estado all, afortunadamente, porque imagino que es un lugar que no me gustara. Sin embargo, tengo la curiosa impresin de haber odo hablar de l no hace mucho en relacin a alguna cosa. Conoces a Jimmy Thesiger, verdad?. Lord Caterham estaba nuevamente absorto en la lectura del catlogo. Haba hecho un esfuerzo por mostrarse inteligente sobre el asunto de Seven Dials, pero esta vez no lo hizo. Thesiger murmur vagamente, Thesiger. Uno de los Thesiger de Yorkshire?. Es lo que te estoy preguntando. Prstame atencin, pap. Es muy importante. Lord Caterham hizo un desesperado esfuerzo por parecer inteligente sin tener que pensar demasiado en lo que se le preguntaba. Hay algunos Thesiger en Yorkshire dijo animado. Y si no me equivoco, tambin los hay en Devonshire. Tu ta abuela Selina se cas con un Thesiger. Y de qu me sirve eso? exclam Bundle. Lord Caterham solt una risita. De poco le sirvi a ella tambin, sino recuerdo mal. Eres imposible repiti Bundle levantndose. Tendr que buscar a Bill. Si, querida contest su padre pasando una hoja. Ciertamente. Desde luego. Bundle se levant con un suspiro de impaciencia. Quisiera poder recordar lo que deca aquella carta murmur, casi para si misma . No la le con mucha atencin. Algo sobre una broma, que Seven Dials no era ningn chiste. Lord Caterham levant sbitamente la vista del catlogo. Seven Dials? dijo. Desde luego, ahora lo recuerdo. Qu recuerdas?. Por qu me sonaba familiar. George Lomax ha estado aqu. Por una vez Tredwell ha fallado y lo dej pasar. Iba a la ciudad. Parece que la prxima semana habr una

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reunin poltica en la Abada y que ha recibido una carta de aviso. Qu quieres decir con una carta de aviso?. En realidad, no lo s. No entr en detalles. Creo que deca Cuidado y El peligro amenaza y todas esas cosas. Pero fue escrita en Seven Dials. Recuerdo claramente que l lo dijo. Iba a consultar con Scotland Yard. Ya sabes cmo es George. Bundle asinti. Conoca bien a aquel animoso servidor pblico, George Lomax, subsecretario permanente de Estado de Su Majestad para los asuntos extranjeros, a quien muchos evitaban debido a su costumbre de recitar en privado sus discursos pblicos. A causa de sus ojos saltones muchas personas, entre las cuales se contaba Bill Eversleigh, le conocan con el mote de El besugo. Dime pregunt. El besugo estaba interesado por la muerte de Gerald Wade?. Creo que no, aunque bien poda estarlo. Bundle permaneci en silencio durante algunos minutos. Se esforzaba en recordar con exactitud qu deca la carta que haba mandado a Lorraine Wade y, al mismo tiempo, imaginarse cmo era la muchacha a la que iba dirigida. Cmo sera aquella chica a la que, al parecer, Gerald Wade quera tanto?. Cuanto ms pensaba en ella, ms le pareca que no era la clase de carta que un hermano escribira a su hermana. Dijiste que la chica Wade era slo medio hermana de Gerry? pregunt sbitamente. Bien, desde luego, estrictamente hablando, supongo que no era, quiero decir que no era, su hermana en absoluto. Pero se llama Wade?. En realidad, no. No era hija del viejo Wade. Como te dije, l se escap con su segunda esposa, que estaba casada con un truhn. Supongo que el tribunal le concedera al marido rufin la custodia de la hija, pero l ciertamente no us ese privilegio. El viejo Wade quera mucho a la nia e insisti en que llevara su apellido. Ya comprendo observ Bundle. Eso lo explica todo. Qu es lo que lo explica todo?. Algo que me extra acerca de una carta. Creo que es una muchacha bastante bonita dijo lord Caterham. O es lo que he odo decir. Bundle se dirigi a sus habitaciones, pensativa. Tena varias cosas que hacer. Primero deba encontrar a ese Jimmy Thesiger. Acaso Bill pudiera ayudarla a conseguirlo. Ronny Devereux haba sido amigo de Bill. Si Jimmy Thesiger lo era de Ronny, era posible que Bill tambin lo conociera. Despus estaba Lorraine Wade, que quiz pudiera arrojar alguna luz sobre la cuestin de Seven Dials. Evidentemente, Gerry Wade le haba dicho algo al respecto. Su ansiedad para que lo olvidara tena un viso trgico y siniestro.

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CAPTULO VIIBundle Hace Una LlamadaEncontrar a Bill no ofreca dificultad alguna. Al da siguiente por la maana, Bundle fue a Londres con su coche esta vez sin aventuras por el camino y lo llam por telfono. Bill dio grandes muestras de alegra e hizo varas sugerencias en cuanto a comer, tomar el t, cenar y bailar. Bundle las rechaz todas. Dentro de uno o dos das volver y saldr contigo, pero por el momento estoy muy ocupada. Oh! exclamo Bill. Qu aburrimiento. No, no lo es repuso Bundle. Es cualquier cosa menos aburrido. Conoces a alguien que se llame Jimmy Thesiger?. Si, y tambin t. No, yo no. Claro que si. Todo el mundo conoce a Jimmy. Lo siento dijo ella, pero por una vez parece que no soy todo el mundo. Pero debes conocerlo insisti Bill. Un tipo con la cara rosada. Tiene pinta de borrico, pero en realidad tiene tanto cerebro como yo. No me digas! repuso Bundle. La cabeza le debe pesar bastante cuando anda. Quieres ser sarcstica? pregunt Bill. Hago un dbil esfuerzo por serlo. A qu se dedica Jimmy Thesiger?. Qu quieres decir con a qu se dedica?. Acaso pertenecer al Foreign Office te impide comprender tu propio idioma?. Ah, ya entiendo!. Quieres saber si tiene algn empleo. No. Slo ronda por ah. Por qu habra de trabajar?. Ms dinero que cerebro, eh?. Yo no dira eso. Te he dicho que tiene ms cerebro de lo que parece. Bundle permaneci en silencio. Dudaba ms y ms. Aquel joven ocioso no pareca ser un aliado que prometiera mucho. Sin embargo, su nombre haba sido lo primero en acudir a los labios del moribundo. Ronny aprecia mucho la inteligencia de Jimmy dijo Bill. Ya sabes, Ronny Devereux. Thesiger es su mejor amigo. Ronny... Bundle call, indecisa. Estaba claro que Bill no saba nada de la muerte de su amigo. Entonces le pareci extrao que los peridicos de la maana no mencionaran el caso. Era una noticia demasiado jugosa como para pasarla por alto. Slo poda haber una explicacin: por razones desconocidas, la polica ocultaba el asunto. Bill segua hablando. Hace la mar de tiempo que no he visto a Ronny, desde el fin de semana en tu casa,

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cuando el pobre Gerry Wade muri. Hizo una pausa y prosigui: Supongo que estars enterada de eso. Oye, Bundle!: Ests ah todava?. Claro que si. No has dicho esta boca es ma en mucho rato. Empezaba a creer que habas colgado. No. Estaba pensando en algo. Comunicara a Bill la muerte de Ronny?. Decidi que no era algo que deba decirse por telfono. Pero pronto, muy pronto, debera reunirse con l. Entretanto... Bill... Dime. Quizs cene contigo maana. Magnfico!. Y despus iremos a bailar. Tengo muchas cosas que contarte. En realidad, he tenido una mala suerte espantosa. Maana me lo contars le interrumpi Bundle. Quieres darme ahora la direccin de Jimmy Thesiger?. Jimmy Thesiger?. Eso es lo que he dicho. Vive en Jeremyn Street... O es, acaso, la otra calle?. Exprmete ese magnfico cerebro que tienes. Si, Jeremyn Street. Espera y te dar el nmero. Hubo una pausa. Ests todava ah?. Siempre estoy ah. Uno nunca sabe con estos condenados telfonos. Es el nmero 103. Lo tienes?. Si. Gracias, Bill. Si, pero para qu lo quieres?. Me dijiste que no lo conocas. No, pero dentro de media hora lo conocer. Vas a su apartamento?. Correcto, Sherlock. Pero si todava no se habr levantado. No?. Creo que no. Quiero decir: quin se levanta a esta hora sino tiene por qu hacerlo?. Mralo desde este punto de vista. No tienes idea de cunto me cuesta llegar aqu cada maana a las once. Cuando me retraso, El besugo pone el grito en el cielo. No puedes imaginarte lo terrible que es esta vida, Bundle. Maana por la noche me lo contars todo dijo Bundle apresuradamente. Colg el auricular y analiz la situacin. Primero consult la hora. Eran las doce menos veinticinco. A pesar del conocimiento de las costumbres de su amigo que Bill tena, crey que Mr. Thesiger estara ya a aquella hora en situacin de recibir visitas y tom un taxi para dirigirse al nmero 103 de la calle Jeremyn. Le abri la puerta el ejemplo ideal del mayordomo retirado. Su rostro, corts y desprovisto de toda expresin, era uno de los que se encontraban por decenas en aquel

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aristocrtico barrio de Londres. Quiere usted venir por aqu, madame?. La llev arriba, a un saln extremadamente cmodo, provisto de enormes sillones de piel. Sumida en una de aquellas monstruosidades haba otra muchacha ms joven que Bundle, pequea, de cabello rubio, vestida de negro. A quin debo anunciar, madame? No dar mi nombre dijo Bundle. Quiero ver a Mr. Thesiger por un asunto importante. El mayordomo se retir con una inclinacin, cerrando la puerta tras de si. Hubo una pausa. Es un bonito da dijo la muchacha rubia tmidamente. Muy bonito asinti Bundle. Se produjo otra pausa. He venido del campo en coche esta maana dijo Bundle iniciando una conversacin y pens que bamos a tener una de esas terribles nieblas. Pero no ha sido as. No repuso la otra muchacha, no lo ha sido. Yo tambin he venido del campo prosigui. Bundle la mir con mayor atencin. Se haba sentido ligeramente disgustada al encontrar a aquella muchacha all. Ella perteneca a la clase de personas que gustan de ir derechas al grano y pens que tendra que librarse de la otra antes de poder hablar del asunto que la haba llevado all. No era algo que pudiera ser tratado delante de desconocidos. Pero al mirarla atentamente se le ocurri una idea extraordinaria. Podra ser?. La muchacha llevaba luto riguroso. Era algo arriesgado, pero Bundle crey estar en lo cierto. Se arm de valor. igame dijo. Es usted, por casualidad, Lorraine Wade?. Lorraine la mir asombrada. Si. Cmo ha podido adivinarlo si no nos conocemos?. Bundle hizo un gesto de satisfaccin. Sin embargo, ayer le escrib. Soy Bundle Brent. Fue usted muy amable al mandarme la carta de Gerry dijo Lorraine. Le he contestado dndole las gracias. Jams hubiera esperado encontrarla aqu. Voy a decirle lo que me ha trado aqu repuso Bundle. Conoca usted a Ronny Devereux?. Lorraine asinti. Estuvo en casa el da en que Gerry... Despus ha venido a verme una o dos veces. Era uno de sus mejores amigos. Lo s. Bien, pues ha muerto. Lorraine abri la boca, sorprendida. Muerto!. Pero si pareca rebosante de salud. Bundle le cont los sucesos del da anterior lo ms brevemente posible. Una expresin de miedo y horror se retrat en el rostro de Lorraine. Entonces es verdad, es verdad.

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Qu es verdad?. Lo que he pensado, lo que he estado pensando durante estas ltimas semanas. Gerald no muri de muerte natural. Fue asesinado. Usted ha pensado eso?. Si. Gerry no hubiera tomado somnferos jams. Dej escapar una breve risa. Dorma demasiado bien para necesitarlos. Siempre me pareci extrao, y a l tambin. Yo s que as lo crea. Quin?. Ronny. Y ahora sucede esto y l ha sido asesinado. Hizo una pausa y prosigui : por eso vine aqu hoy. Tan pronto recib la carta de Gerry que usted me mand, quise ver a Ronny, pero me dijeron que no estaba. Entonces pens en venir a ver a Jimmy, que era un buen amigo de Ronny. Cre que quiz l me dira lo que deba hacer. Quiere decir... Bundle hizo una pausa... acerca de Seven Dials. Lorraine asinti. Se dispona a hablar, pero en aquel momento Jimmy Thesiger entr en el saln.

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CAPTULO VIIIJimmy Recibe VisitasAl llegar a este punto, debemos retroceder unos veinte minutos, al momento en que Jimmy Thesiger, que emerga de la niebla del sueo, tuvo conciencia de que una voz conocida le deca palabras extraas. Su mente intent hacerse cargo de la situacin, pero no lo logr. Bostez y se dio la vuelta. Una seorita desea verlo, seor. La voz era implacable. Estaba tan dispuesta a repetir aquellas palabras una y otra vez que Jimmy se resign a lo inevitable. Abri los ojos y parpade. Qu dice, Stevens? pregunt. Reptalo. Una seorita desea verlo, seor. Oh! Jimmy hizo un esfuerzo para comprender. Para qu?. No lo s, seor. No, supongo que no pareci pensar en ello. No, claro que no. Stevens recogi la bandeja junto a la cama. Le traer t recin hecho, seor. ste est fro. Cree usted que debo levantarme y recibir a esa seorita?. Stevens no respondi, pero mantuvo la espalda bien erguida, y Jimmy entendi la seal correctamente. Esta bien cedi Jimmy. Supongo que deber verla. Ha dado su nombre?. No, seor. No ser, por casualidad, mi ta Jemima?. Porque, si es ella, no me levanto. La seorita, seor, no puede ser ta de nadie, a menos que sea el miembro ms joven de una familia notablemente numerosa. Aja! reaccion Jimmy. Joven y adorable. Cmo es?. La joven seorita, seor, es indudablemente comme il faut, si puedo permitirme emplear esta expresin. Puede usarla dijo Jimmy, condescendiente. Su pronunciacin francesa, Stevens, si me permite decirle, es muy buena. Mucho mejor que la ma. Me complace escucharlo, seor. ltimamente he seguido un curso de francs por correspondencia. De verdad?. Es usted maravilloso, Stevens. Stevens sonri con aire de superioridad y sali de la habitacin. Jimmy permaneci echado en la cama, tratando de recordar los nombres de las muchachas jvenes y adorables, estrictamente comme il faut, que pudieran visitarlo en su casa. El mayordomo regres con el t recin hecho, y Jimmy se lo tom mientras se senta picado por una agradable curiosidad.

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Supongo, Stevens, que le habr facilitado algn peridico para que se entretenga dijo. Si, seor, el Morning Post y el Punch, seor. El timbre de la puerta le hizo salir nuevamente. A los pocos momentos, regres. Otra seorita, seor. Cmo?. Jimmy se agarr la cabeza con ambas manos. Otra seorita, seor. No quiere dar su nombre, pero dice que debe tratar un asunto muy importante. Jimmy le mir asombrado. Todo eso es muy extrao, Stevens, muy extrao. A qu hora regres anoche?. A las cinco, seor. Y cmo... cmo estaba?. Algo alegre, seor, slo alegre. Se senta inclinado a cantar Rule Britannia. Qu extraordinario! dijo Jimmy. Rule Britannia, eh?. No me imagino a mi mismo cantando Rule Britannia estando sobrio. Algn patriotismo latente sacado a la superficie por el estmulo de un par de copas de ms. Estaba celebrando algo en Mustard and Cress2, segn recuerdo. No es un sitio tan inocente como su nombre parece indicar, Stevens hizo una pausa. Me pregunto... Si, seor?. Me pregunto si, estando bajo el influjo de este estmulo, no habr puesto un anuncio en el peridico pidiendo una niera o algo por el estilo. Stevens tosi. Dos muchachas. Parece raro. En el futuro, tendr que evitar el Mustard and Cress. Es una bonita palabra, Stevens: evitar. El otro da la vi en un crucigrama y me gust. Jimmy se vesta rpidamente mientras hablaba. Diez minutos ms tarde, estaba preparado para recibir a sus desconocidas visitantes. Al abrir la puerta de la sala, la primera persona a quien vio fue a una muchacha de cabello oscuro, esbelta, que le era totalmente desconocida. Estaba de pie junto a la chimenea. Entonces, sus ojos se dirigieron hacia un enorme silln de piel y su corazn lati apresuradamente. Lorraine!. Ella se levant y habl primero, con cierto nerviosismo. Debes estar muy sorprendido de verme, pero tena que venir. Enseguida te explicar el motivo. Esta es lady Eileen Brent. Bundle, as es como suelen llamarme. Probablemente habr odo hablar de mi a Bill Eversleigh. Oh, si, naturalmente! repuso Jimmy, tratando de hacerse cargo de la situacin . Sintense y tomemos un cctel o lo que sea. Los dos muchachas declinaron el ofrecimiento. En realidad prosigui Jimmy acabo de levantarme de la cama. Eso me dijo Bill observ Bundle. Cuando le dije que vena a verle, me asegur que estara usted durmiendo an.2

Mostaza y berros.

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Pero ahora ya estoy levantado repuso Jimmy. Es sobre Gerry dijo Lorraine. Y ahora, sobre Ronny... Que quieres decir con ese ahora acerca de Ronny. Ayer lo mataron de un tiro. Qu? grit Jimmy. Bundle repiti el relato por segunda vez. Jimmy escuchaba como si estuviera soando. El viejo Ronny... muerto murmur. Qu demonios es todo este asunto?. Se sent en el borde de un silln, permaneciendo pensativo durante un par de minutos y despus habl con voz queda. Hay algo que debera decirles. Si dijo Bundle animndolo. Fue el da en que Gerry Wade muri. Cuando bamos a tu casa para darte la noticia dijo, sealando a Lorraine con un movimiento de cabeza, Ronny me cont algo. Es decir, empez a contrmelo. Haba algo que quera decirme, pero despus dijo que estaba ligado por una promesa y no sigui hablando. Ligado por una promesa repiti Lorraine pensativa. Eso dijo. Naturalmente, no insist. Pero l se comportaba de una manera extraa, muy extraa. Entonces, tuve la impresin de que sospechaba algo y cre que se lo dira al doctor, pero ni siquiera lo sugiri. Despus pens que acaso me haba equivocado y ms tarde todo pareci tan claro que cre que mis sospechas eran totalmente infundadas. Pero cree que Ronny segua sospechando? pregunt Bundle. Jimmy asinti. Eso pienso ahora. Ninguno de nosotros le volvi a ver vivo desde entonces. Creo que estaba tratando de averiguar por su cuenta la verdad acerca de la muerte de Gerry. Es ms, estoy convencido de que lo averigu. Por eso lo mataron. Entonces trat de avisarme, pero slo pudo pronunciar esas dos palabras. Seven Dials dijo Bundle estremecindose ligeramente. Seven Dials asinti Jimmy con gravedad. Por lo menos, tenemos esto como punto de partida. Bundle se volvi hacia Lorraine. Iba usted a decirme... Ah, si!. Primero, acerca de la carta. Se dirigi a Jimmy. Gerry dej una carta. Lady Eileen... Bundle. Bundle la encontr. Le explic las circunstancias en pocas palabras. Jimmy la escuchaba, muy interesado. Era lo primero que saba acerca de la carta. Lorraine la sac del bolso y se la alarg. La ley y despus mir a la muchacha. Ahora puedes ayudarnos. Qu es eso que Gerry quera que olvidaras?. Lorraine frunci el ceo, perpleja. Me resulta muy difcil recordarlo exactamente ahora. Por error, abr una carta de Gerry. Recuerdo que estaba escrita en papel barato y con letra bastante difcil de leer. La encabezaba una direccin en Seven Dials. Entonces me di cuenta de que no era para mi y

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volv a meterla en el sobre sin leerla. Ests segura? pregunt Jimmy suavemente. Lorraine ri por vez primera. Se lo que piensas y admito que las mujeres somos curiosas, pero esa carta ni siquiera pareca interesante. Era una lista de nombres y fechas. Nombres y fechas repiti Jimmy pensativo. A Gerry no pareci importarle mucho prosigui Lorraine. Se ri. Me pregunt si haba odo hablar de la Mafia alguna vez y entonces coment que sera curioso que una sociedad as funcionara en Inglaterra, porque los ingleses no eran aficionados a esas cosas secretas. Nuestros criminales observ no tienen una imaginacin tan pintoresca. Jimmy silb por lo bajo. Estoy empezando a comprender dijo. Seven Dials debe ser el cuartel general de alguna sociedad secreta. Como dice en la carta que estaba escribindote, al principio debi parecerle una broma. As lo afirma. Y hay algo ms: su ansiedad porque olvidaras lo que l te haba dicho. Slo puede haber una razn para ello: si esa sociedad sospechara que sabes algo, entonces estaras en peligro. Gerald se dio cuenta y estaba terriblemente preocupado por ti. Hizo una pausa y luego continu en voz baja: Imagino que todos corremos peligro si decidimos seguir adelante en este asunto. Si decidimos? exclam Bundle indignada. Estoy hablando de ustedes dos. Es diferente en lo que a mi respecta. Yo era amigo del pobre Ronny mir a Bundle. Usted ha cumplido su cometido comunicndome su mensaje. No, por el amor de Dios, usted y Lorraine no deben mezclarse en esto. Bundle interrog con la mirada a la otra muchacha. Ella ya haba decidido, pero evit dar ninguna pista en aquel momento. No deseaba empujar a Lorraine Wade a una misin tan peligrosa como aqulla. Pero el rostro de Lorraine brill de indignacin. Crees por un momento que yo podra mantenerme al margen cuando han matado a Gerry, a mi querido Gerry, el hermano mejor, ms carioso y ms bondadoso que ninguna chica haya tenido?. Era la nica persona que tena en el mundo!. Jimmy se aclar la garganta, incmodo. Lorraine, pens, era maravillosa, sencillamente maravillosa. Mira dijo vacilante. No debes decir eso de que te encuentras sola en el mundo. Tienes muchos amigos que estaremos contentos de hacer por ti cuanto podamos. Comprendes lo que quiero decir?. Es posible que ella comprendiera, pues se sonroj y, para cubrir su azoramiento, empez a hablar con nerviosismo. Est decidido dijo ella. Har cuanto pueda y nadie podr impedrmelo. Y yo tambin, desde luego afirm Bundle. Ambas miraron a Jimmy. Si repuso l. Si, ya veo. Una vez ms le miraron. Estaba pensando sigui diciendo Jimmy cmo vamos a empezar.

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CAPTULO IXPlanesLas palabras de Jimmy llevaron la discusin a un terreno ms prctico. En realidad dijo no tenemos mucho en que basarnos. Slo las palabras Seven Dials, y ni siquiera se dnde est. No