Aeromagnetismo para encontrar minerales 09:57

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El aeromagnetismo ha sido utilizado tradicionalmente para descubrir depósitos de minerales por todo el mundo aprovechando la desigual respuesta del terreno a las ondas magnéticas lanzadas desde el aire. Las zonas de contacto de rocas con diversas propiedades magnéticas se detectan gracias a los datos obtenidos en la investigación aeromagnética. Su alto rendimiento y bajo precio de ejecución la han convertido en una tecnología «ideal» para afinar y decidir qué zonas reúnen mejores condiciones para actuar por métodos más tradicionales como los sondeos de investigación.

A falta de la decisión que finalmente adopte el Gobierno sobre si autoriza o no a Cairn-Capricorn a investigar en el golfo de Valencia, en el sector se considera que ha llegado el momento de «zanjar» las incógnitas sobre el potencial petrolífero de esta zona. Más de 10 perforaciones fallidas en tierra y al menos otras 20 en el mar desde los años setenta no evitan que en la industria estén convencidos de que «hay petróleo» esperando a ser encontrado.

Técnicas Geofísicas para descubrir yacimientos minerales en Afganistán

Expertos del Laboratorio de Prospección de la UPM analizan técnicas e instrumentación de prospección terrestre utilizadas por el Servicio Geológico de EEUU en una investigación minera en Afganistán.

19.07.10

El periódico The New York Times ha publicado recientemente los resultados de un macro-proyecto de investigación minera realizado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos en Afganistán. Se trata de una valoración de yacimientos metálicos (hierro, cobre, cobalto,…) incluyendo la presencia de oro y entre los que destaca unas enormes reservas de litio valoradas en casi un trillón de dólares.

Geología de Afganistán Afganistán está atravesado de Este a Oeste por la cordillera del Indo-Kush, que representa la continuación del Pamir y del Himalaya. Su compleja historia tectónica está relacionada, en buena parte, con su posición al oeste de la cordillera del Himalaya.

A nivel estructural, su geología puede entenderse como un rompecabezas de bloques de corteza separados por zonas de falla, cada uno con una historia geológica diferente. Este rompecabezas se acopló mediante una serie de acontecimientos tectónicos que datan del Jurásico (entre 205 y 135 millones de años).

Esta historia geológica tan diversa ha dado como resultado un patrimonio mineral muy significativo, con más de 1 millar de extracciones minerales registradas hasta la fecha.

La minería en Afganistán ha estado históricamente centrada en la producción de piedras preciosas, estando establecidas algunas de las minas antiguas más conocidas del mundo con las extracciones de lapislázuli para los faraones egipcios.

Con las exploraciones de los años 60 y 70 se descubrieron recursos muy importantes de minerales metálicos, como cobre, hierro y oro, y minerales no metálicos, como halita, talco y mica.

Al parecer, el nuevo yacimiento encontrado en Afganistán se encuentra en la provincia de Ghazni, al sur de Kabul, en la parte oriental del país. Este yacimiento sería el de mayor contenido en Litio de todo el mundo, situándose por encima de los yacimientos de Bolivia, hasta ahora el país con mayores reservas en dicho metal.

Prospección geofísicaAfganistán cuenta con estudios de prospección geofísica desde 1955, cuando se creó el Servicio Geológico Afgano, realizados en su mayor parte empresas y organismos de la antigua Unión Soviética, especialmente vuelos aeromagnéticos y campañas terrestres geoeléctricas, de resistividad y de polarización inducida.

En el año 2006, el Servicio Geológico de los Estados Unidos puso en marcha un macro-programa de prospección geofísica aerotransportada con el objeto de disponer de muchos de los datos inaccesibles realizados anteriormente y una nueva campaña de prospecciones terrestres.

Las técnicas de prospección geofísica consisten en medir determinados parámetros geofísicos a partir de los cuáles se determina la distribución de una determinada propiedad del terreno en el subsuelo. Los principales métodos empleados en esta campaña han sido:

Estudios de magnetometría, en los que midiendo las variaciones locales del campo magnético, se pueden localizar y caracterizar recursos geológicos asociados a procesos térmicos, en especial yacimientos metálicos. Otros minerales como los que contienen el litio, están asociados a las rocas generadas en la segunda fase del proceso de formación de las rocas plutónicas por enfriamiento paulatino del magma del interior de la tierra.

Medidas gravimétricas. Con éstas, a través de los valores de alta definición de la gravedad terrestre, se encuentran las formaciones que tienen diferente densidad. Entre las de mayor densidad se encuentran las de minerales metálicos que producen unas claras anomalías gravimétricas positivas.Tanto los datos magnéticos como los gravimétricos, se pueden obtener a gran escala, mediante los vuelos que han servido para localizar las grandes zonas de interés (figura 3), como en estudios locales terrestres (figuras 5 y 6). Esa fase, en actual desarrollo, está proporcionando los datos de los recientes yacimientos publicados y, además de las técnicas anteriores, se realizan investigaciones de la resistividad y la polarización eléctrica del subsuelo.

Las técnicas y la instrumentación de prospección terrestre utilizadas son similares a los equipos con los que cuenta el Laboratorio de Prospección de la Universidad Politécnica de Madrid. Además de los equipos de prospección gravimétrica y magnética, las técnicas más empleadas son:

Perfiles electromagnéticos, que pueden realizarse de forma continua, con los que mediante un barrido con distintas frecuencias de emisión se localizan los cambios laterales de formaciones geológicas (figura 7). Los aerotransportados se realizan a poca altura, con helicópteros o avionetas, lo que puede representar un problema de seguridad.

Estudios para diferenciar las formaciones de interés a distintas profundidades. Entre ese tipo de estudios, denominados sondeos, se emplean sobretodo los sondeos electromagnéticos (figuras 9 y 10), con los que estudia las respuesta del subsuelo tras emitir pulsos electromagnéticos desde la superficie. Aunque estos estudios pueden alcanzar fácilmente los 500 metros de profundidad, tiene mucho más beneficio económico los yacimientos más próximos a la superficie, que pueden explotarse con minas a cielo abierto.

El último paso de prospección geofísica es la prospección superficial de detalle, con métodos tomográficos con los que se obtienen imágenes de la distribución de las distintas propiedades del subsuelo. También pueden realizarse perfiles de georadar con antenas de muy baja frecuencia (figuras 11 y 12).

Una vez localizados los distintos yacimientos, deberán realizarse perforaciones para contrastar los datos de prospección geofísica y evaluar las reservas existentes mediante la cuantificación de las concentraciones de los minerales que interese explotar.

La forma de llevar a cabo esas investigaciones ha aparecido en varios reportajes emitidos el domingo 20 de junio por Cuatro Televisión y CNN plus, en los que un equipo del Laboratorio de Prospección de la Universidad Politécnica de Madrid presentaba la metodología de campo de las técnicas de prospección geofísica.