adquisición de la lengua materna

9
ADQUISICIÓN DE LA LENGUA MATERNA Y SU FUNCIÓN EN LA IDENTIDAD 1 Dra. Lidia Rodríguez Alfano 1 En la celebración del "Día de la lengua materna", por invitación de CONACULTA, a través del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León. expuse las siguientes reflexiones sobre el tema que ahora pongo a consideración de los lectores de Aprender a Ser. Introducción La interpretación que se da más comúnmente al concepto de "lengua materna" deriva de la etimología, por lo qué se cree que esta designación se aplica al idioma que el bebé adquiere en el trato con su madre; pero esta interpretación es verdadera sólo en parte. Los estudiosos del lenguaje se refiere a la "lengua materna" como la primera que es adquirida por el niño, y puede corresponder a la que habla la madre, pero también a la del padre o cualquier persona con quien se tiene contacto en la etapa inicial de la vida. En esta ocasión, reflexionaremos en torno a la lengua materna: a las teorías que intentan explicar su adquisición; las capacidades que implica la enseñanza de sus usos oral y escrito, y la "competencia comunicativa"; así como el conflicto de identidad que surge cuando no corresponde a la lengua nacional. Debate sobre la adquisición de la lengua materna La adquisición de la lengua materna se ha planteado desde diversos enfoques, entre los cuales destacan los planteamientos, en parte complementarios y en parte opuestos, de Piaget y de Chomsky. Desde la perspectiva de la Psicología constructivista, Jean Piaget concibe el desarrollo del lenguaje en paralelo con el desarrollo del pensamiento y sus etapas. Propone que, del mismo modo en que el niño pasa por varias etapas, desde la senso-motora y las del pensamiento abstracto, su lenguaje se desarrolla también por etapas. Partiendo de los ensayos mediante el balbuceo, pasa por la expresión holofrástica, en la que el bebé dice todos un mensaje en una sola palabra, por otras fases en que construye frases cada vez más completas hasta llegar a incorporar en su lenguaje las 'estructuras 1

Upload: yrama-vergara

Post on 28-Oct-2015

65 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: Adquisición de la Lengua Materna

ADQUISICIÓN DE LA LENGUA MATERNA Y SU FUNCIÓN EN LA IDENTIDAD 1

Dra. Lidia Rodríguez Alfano1En la celebración del "Día de la lengua materna", por invitación de

CONACULTA, a través del Consejo para la Cultura y las Artes de Nuevo León. expuse las siguientes reflexiones sobre el tema que ahora pongo a consideración de los lectores de Aprender a Ser.

Introducción

La interpretación que se da más comúnmente al concepto de "lengua materna" deriva de la etimología, por lo qué se cree que esta designación se aplica al idioma que el bebé adquiere en el trato con su madre; pero esta interpretación es verdadera sólo en parte. Los estudiosos del lenguaje se refiere a la "lengua materna" como la primera que es adquirida por el niño, y puede corresponder a la que habla la madre, pero también a la del padre o cualquier persona con quien se tiene contacto en la etapa inicial de la vida.

En esta ocasión, reflexionaremos en torno a la lengua materna: a las teorías que intentan explicar su adquisición; las capacidades que implica la enseñanza de sus usos oral y escrito, y la "competencia comunicativa"; así como el conflicto de identidad que surge cuando no corresponde a la lengua nacional.

Debate sobre la adquisición de la lengua materna

La adquisición de la lengua materna se ha planteado desde diversos enfoques, entre los cuales destacan los planteamientos, en parte complementarios y en parte opuestos, de Piaget y de Chomsky.

Desde la perspectiva de la Psicología constructivista, Jean Piaget concibe el desarrollo del lenguaje en paralelo con el desarrollo del pensamiento y sus etapas. Propone que, del mismo modo en que el niño pasa por varias etapas, desde la senso-motora y las del pensamiento abstracto, su lenguaje se desarrolla también por etapas.

Partiendo de los ensayos mediante el balbuceo, pasa por la expresión holofrástica, en la que el bebé dice todos un mensaje en una sola palabra, por otras fases en que construye frases cada vez más completas hasta llegar a incorporar en su lenguaje las 'estructuras complejas' que implican, por ejemplo, la subordinación, como en: "el coche cuyas llantas cambiamos es de mi tío". Al admitir este paralelismo entre el desarrollo del pensamiento y del lenguaje, se acepta que ambos se realizan a partir del nacimiento, y dependen del medio en que crece el niño: si el ambiente no es apropiado, no se desarrolla el pensamiento ni el lenguaje, ya que al momento de nacer constituyen una capacidad general, no diferenciada.

Por su parte, Noam Chomsky concuerda con Piaget al admitir que el desarrollo del lenguaje depende del medio. Pero su corresponden a los seres humanos. Con este tipo de argumentos sostiene que la adquisición de la lengua

1

Page 2: Adquisición de la Lengua Materna

materna es la mera argumentación en pro de esta dependencia del ambiente en la adquisición de una lengua es muy distinta, pues afirma que: así como de la semilla que no cae en "buena tierra" no surge una planta con todas las características que tiene en potencia, el ser humano, lo mismo que cada especie animal, tiene desde antes de nacer, una capacidad ya diferenciada para el lenguaje, un 'dispositivo especial' característico de su especie, que no se realizará en todo su potencial a menos que el medio aporte lo requerido para ese fin.

Como puede observarse, tanto Piaget como Chomsky rechazan la propuesta behaviorista, según la cual el niño nace como dotado de una tábula rasa, de una caja negra, y sólo a partir del aprendizaje posterior surgirían las capacidades del pensamiento y del lenguaje. En lugar de esa `caja negra', Piaget propone una capacidad no diferenciada para el pensamiento y el lenguaje; y Chomsky, una predisposición específica para un manejo de las estructuras del lenguaje propio de la especie.

Lo que Chomsky propone como "prueba" de su argumentación es que, a pesar de que los fetos de diversas especies de mamíferos son muy semejantes en el primer tercio del embarazo respectivo, en el último tercio cada uno se va diferenciando, tanto en la apariencia como en las potencialidades que su "programación biológica" prevé, y que incluyen las estructuras básicas de la comunicación. Esto es que, así como en los genes de un ser humano se tiene la información sobre el tamaño que tendrán sus manos, el largo de sus brazos, el color de los ojos, de la piel y del cabello, etc., también por determinación genética sucede que un niño al nacer no ladra ni pía ni croa, etc. Es decir, no emite sonidos propios de otra especie sino los que corresponden a los seres humanos. Con este tipo de argumentos sostiene que la adquisición de la lengua materna es la mera especialización, en un idioma concreto, de las `estructuras universales' del lenguaje, con las cuales el ser humano cuenta en forma innata.

Este debate, que se presentó en París en 1975 (al reunir físicamente a Piaget, ya anciano, y al joven Chomsky) sigue abierto. Algunos estudiosos de la adquisición de la lengua materna admiten la propuesta constructivista, y otros defienden el innatismo lingüístico, y de ambas corrientes provienen argumentos muy sólidos que son producto de investigaciones, y a la vez, cuestionamientos sobre algunas de sus propuestas.

De las propuestas de Piaget se cuestiona la relativa a que las etapas de desarrollo del pensamiento y del lenguaje se han de dar en forma rígida, y lo mismo las edades en que el fundador del constructivismo psicológico ubica cada una de esas etapas. Sin embargo, se admite sin reservas que las estructuras tardías son las últimas que el niño adquiere, y que esta adquisición corre en paralelo con el desarrollo del pensamiento abstracto.

De los planteamientos de Chomsky se cuestiona sólo la identificación de la estructura de la oración, conformada por sujeto y predicado, que él plantea como rasgo característico del lenguaje humano, considerando que en todas las lenguas conocidas se presenta. Quien plantea este cuestionamiento es Shanker, profesor de la Universidad de Toronto quien realizó una investigación sobre el lenguaje de los primates. Sus resultados mostraron que la estructuración del mensaje en oraciones es comprendida y producida por chimpancés a los que se les enseña a comunicarse mediante representaciones jeroglíficas. Con todo, sigue en pie la propuesta chomskiana sobre el innatismo lingüístico.

2

Page 3: Adquisición de la Lengua Materna

De este modo, hemos de seguir atentos a los estudios piagetianos y chomskianos, hasta que se tenga la prueba contundente con base en la cual se admita la validez completa de una propuesta y los planteamientos suficientes para descartar a la otra.

Expresión oral y escrita y competencia comunicativa

Con frecuencia se piensa que hablar bien es hablar como se escribe; pero al admitirlo así, se olvida que de la lengua materna lo primero que se adquiere es el desarrollo de las capacidades del lenguaje oral. Al respecto, los estudiosos de los procesos de alfabetización han comprobado que una vez que se aprende a leer y escribir, se pierden habilidades que se habían desarrollado en el proceso previo de la

adquisición; por ejemplo, la habilidad de interpretar las señales de la naturaleza y con base en ellas, orientarse. En consecuencia, se cuestiona la enseñanza de la lengua materna cuando, en lugar de proponerse el desarrollo de la habilidad de comunicarse por vía oral o por escrito, se centra en el conocimiento de los mecanismos abstractos del sistema de la lengua; es decir cuando, en nuestro caso, en lugar de enseñar "el uso del español", se enseñan solamente los mecanismos que distinguen el español de otras lenguas, sin aplicar el conocimiento en situaciones de uso real.

También hay quienes creen que hablar correctamente consiste en utilizar el lenguaje formal. Pero conviene recordar la serie de situaciones en que el grupo social al que se pertenece (o el que constituye un auditorio ocasional) rechaza a quien se expresa en forma diferente a la que caracteriza a sus miembros. Por ejemplo, algunos adultos critican a los jóvenes, porque en vez de esmerarse por hablar "correctamente", según los criterios de la escritura o del estilo "culto", prefieren no perder los rasgos del lenguaje que aseguran su pertenencia al grupo. Al respecto, hemos de admitir que críticos y criticados tienen razón, sólo en parte. Si bien es verdad que los jóvenes tienen que emplear en su lenguaje los usos que los identifican con el grupo, también es cierto que por eso muchas veces fracasan en la exposición de `trabajos escolares' que serán evaluados considerando la redacción, y ese problema los acompaña el resto de su vida pues en muchos casos, aunque ya no sean jóvenes, siguen sin desarrollar la capacidad de comunicarse en situaciones formales.

Lo recomendable es que en la enseñanza de la lengua materna se ofrezcan oportunidades para que los estudiantes, desde el nivel medio, desarrollen sus habilidades de expresión oral y escrita. Este ideal es tomado en cuenta en todas las instituciones de nivel superior, pero la falla radica en que, en lugar de ofrecérsele al estudiante la participación en talleres donde la práctica promueva la adquisición, se obliga a maestros y alumnos a cumplir programas que tienen como objetivo central el aprendizaje (muchas veces abstracto) de una serie de conceptos sobre planteamientos teóricos de la lingüística que describen perfectamente el sistema de la lengua, sin la aplicación en situaciones reales.

3

Page 4: Adquisición de la Lengua Materna

Lo más recomendable es que, en vez de "clases de redacción" o "cursos de expresión oral y escrita", la currícula universitaria incluya "talleres de competencia comunicativa". El sentido del término "competencia" es el dado por Chomsky en referencia a los conocimientos que un hablante nativo adquiere de su lengua y de sus reglas de uso, y que los etnólogos de la comunicación (Dell Hymes y Gumperz) amplían hasta considerarla como la habilidad para cambiar de estilo, según el tipo de situación o de

evento comunicativo. Entendida así la competencia comunicativa, el objetivo de dichos talleres será la adquisición de la lengua materna en toda su riqueza.

Conflicto entre identidad nacional y lenguas maternas

El conflicto entre la identidad y la lengua materna surge cuando ésta no corresponde a la lengua nacional. Un caso digno de mención es el del creole haitiano. Esta lengua ha sido recientemente reconocida como la lengua nacional, y al mismo tiempo, la lengua de identidad de Haití. Sin embargo, una larga historia de conflictos precedió a este reconocimiento; y para entender esta historia, es necesario introducir una digresión explicativa*.

Se denomina `creole' o `criolla' a una lengua que se origina a partir de un `pidgin'. El nombre de "pidgin" designa una lengua que surge de la mezcla de dos lenguas, una con mayor prestigio que la otra, y que se crea con una sola función, generalmente, la del comercio. El más famoso pidgin en la actualidad es el llamado "pizin", usado en las costas de China a fin de realizar sus transacciones con los barcos británicos. Este pidgin es una mezcla: del inglés, lengua de mayor prestigio, que aporta el vocabulario; y el chino, lengua de menor prestigio, que aporta la sintaxis. En los pidgins la morfología no existe: no hay formas (sufijos o auxiliares) que indiquen el tiempo (presente, pasado o futuro, como en quiero, quise, querré) ni los modos verbales (subjuntivo como quisiera), por ejemplo, sino que todo se dice en infinitivo (querer). Asimismo, no hay plurales ni distinción de género gramatical. El pidgin se aprende siempre como segunda lengua, pues no tiene hablantes nativos.

En algunos casos, el pidgin, por diversas razones, pasa a tener hablantes nativos y entonces se hace necesario que cumpla con todas las funciones comunicativas y expresivas. Desde ese momento, se le llama creole o lengua criolla. Ésta pasa por varias etapas en las cuales van incorporando elementos morfológicos (sufijos o auxiliares) que marquen con precisión lo que los hablantes necesitan diferenciar (tiempos verbales, género, plurales, etc.), y cuando ha adquirido prestigio, por contar con una gramática escrita y Literatura reconocida, puede pasar a constituirse en `lengua estándar'.

A su vez, las lenguas estándares, vengan o no de un creole, pueden constituirse en "la lengua oficial", cuando es aquélla en la que se redactan los documentos oficiales, como registros de nacimiento o defunción, por ejemplo, o bien es reconocida como "la lengua nacional", cuando sirve de identidad a los  residentes de un país, del mismo modo que su himno nacional o su bandera.

4

Page 5: Adquisición de la Lengua Materna

*La explicación sobre el concepto de pidgin y creole, así como la historia del creole haitiano se desarrolla a partir de datos ofrecidos en la Sociolingüística, de Hudson, cuya ficha se incluye en las referencias bibliográficas.

Pues bien, la historia del creole haitiano se inició cuando los españoles llegaron a la isla que ahora ocupan la República Dominicana y Haití, trayendo con ellos la viruela y la esclavitud, dos plagas desconocidas por los taínos, habitantes autóctonos, quienes no pudieron contra ellas y fueron exterminados. Una vez que Haití pasó a ser propiedad de Francia, los nuevos conquistadores se vieron en la necesidad de contar con mano de obra, y empezaron a importar esclavos de África. Esta práctica se realizó en Haití y en otras naciones americanas en una modalidad especial: ya que con el fin de evitar que los numerosos esclavos se alzaran contra sus amos, quienes eran minoría, los conquistadores se ingeniaron para comprar esclavos provenientes de tribus diferentes, de modo que no compartieran una lengua, y por tanto, no fuera fácil su comunicación.

En estas condiciones, el pidgin, del que luego surgiría el creole haitiano, surgió de la mezcla del francés, lengua de prestigio que aportó el vocabulario, y una diversidad de lenguas africanas de las cuales se tomaba una simplificación de la sintaxis. La única función cumplida por ese pidgin era la del trabajo.

Pero, una vez que esclavos y esclavas o amos y esclavas procrearon, el pidgin se constituyó en creole, pues ya contaba con hablantes nativos. Asimismo, la lengua naciente hubo de evolucionar y fue adquiriendo la complejidad necesaria para cumplir funciones de comunicación y de expresión. Podríamos imaginar que la madre del futuro primer hablante del creole haitiano tendría que expresar al bebé su cariño y cantarle canciones de cuna en su lengua materna; por su parte, el padre se dirigiría al pequeño en otra lengua distinta; y ambos progenitores tomarían elementos del pidgin, pero, con el fin de asegurar su comunicación completa, habrían de introducir en el habla más y más elementos morfológicos y nuevos vocablos. Una vez que todos los hablantes del pidgin hicieron sus aportaciones en ese proceso, surgieron las convenciones necesarias y se fue dando forma a la nueva lengua.

El creole haitiano pasó a constituirse en la lengua de los esclavos, y en ella se creó sólo literatura oral, pues ni a los esclavos ni a sus hijos se les permitía aprender a escribir. La lengua oficial y nacional, durante todo el periodo colonial, fue el francés. Lo más interesante es lo que pasó después de la Independencia: una vez terminada la lucha, quienes hasta entonces habían sido esclavos decidieron deshacerse de sus amos, y les dieron la oportunidad de volver a Francia. Además, como uno de sus logros, se decretó el derecho a la educación para toda la población, ahora conformada únicamente por ex esclavos y su descendencia. El

5

Page 6: Adquisición de la Lengua Materna

problema que surgió entonces fue ¿quiénes serían los maestros de escuela, cuando ninguno sabía leer?, y la solución, traer a maestros franceses.

Por supuesto que esos maestros importados de la "madre patria" enseñaban a leer y escribir el francés, y no el creole haitiano, que no tenía escritura. En consecuencia, la lengua oficial y nacional siguió siendo el francés. Hubo de pasar mucho tiempo, más de dos siglos, para que el creole haitiano tuviera escritura y gramática escrita, adquiriera el reconocimiento de sus hablantes y, ya con el prestigio necesario, pasara a constituirse, casi a finales del Siglo XX, en `la lengua oficial' que da la identidad a los actuales pobladores de Haití.

Pero el conflicto entre lengua materna e identidad no es privativo de Haití. Un caso cercano es el del Spanglish, lengua en proceso que resulta de la mezcla del inglés y el español y que, pese a ser la lengua que da unidad e identidad a la población de los hispanos en Estados Unidos, se encuentra en condiciones de marginación respecto al inglés, lengua oficial que da la identidad nacional a los residentes de ese país. Y, ¿qué decir de las 60 lenguas que dan a México su riqueza lingüística y cultural? Ninguna de ellas, aunque cuente con Literatura y escritura, así como una descripción formal de su gramática, ha llegado a constituirse en `lengua de identidad nacional'.

Este conflicto no es fácil de resolver, y la historia de las políticas lingüísticas en México así lo manifiesta. El valor de las lenguas indígenas y de la cultura de la cual son testimonio ha sido reconocido por algunos personajes en ciertas épocas de nuestra historia. Algunas pruebas de ello son: varios de los frailes que vinieron a evangelizar durante el periodo colonial se interesaron en registrar los rasgos del náhuatl y de otras lenguas mexicanas; también ha habido extranjeros a quienes, como a Humboldt, ha sorprendido el enorme valor de la pluralidad lingüística de nuestro país; asimismo, algunos gobiernos del México Independiente y de la época de la post - Revolución, dieron pasos oportunos para asegurar la conservación de ese tesoro lingüístico cultural.

La discriminación de las lenguas y las culturas distintas a la oficial y nacional se da también en otros países; por ejemplo, el vasco y el catalán, así como el gallego, son lenguas que nunca han alcanzado el reconocimiento que las integre, al lado del castellano, como lenguas de identidad española.

En el intento por resolver el problema, Sudáfrica ha enfrentado mayores dificultades. Después del triunfo de Nelson Mandela, los sociolingüistas fueron convocados para elegir la nueva lengua nacional que sustituyera al africaner, producto de la mezcla de inglés, holandés y alemán, es decir, reflejo de la cultura de los blancos que los esclavizaron por siglos. El problema resultó muy complejo, pues los sociolingüistas han de elegir una de las múltiples lenguas que, en muy similar grado de prestigio, eran habladas exclusivamente por la población negra (sólo en Johannesburgo se hablaban más de 50); y, además, una vez elegida una lengua, han de determinar cuál variedad específica es la más difundida para que pueda

aceptarse como la que dé identidad al país.

En México, el problema es muy similar al de Sudáfrica, y el mero intento de proponer que alguna de esas 60 lenguas fuera la de identidad nacional sería absurdo, pues las otras 59 quedarían en la misma

6

Page 7: Adquisición de la Lengua Materna

situación de desventaja y discriminación. Por tanto, la solución no será como la que se encontró en Paraguay, donde el guaraní se adoptó, al lado del español, como lengua de identidad nacional. Más bien, en nuestro país deberíamos seguir el ejemplo de Suiza, donde no se ha pensado en tener UNA lengua que sea "la nacional", sino que las lenguas maternas de todos los pobladores son a la vez las lenguas nacionales y de identidad.

En caso de que se aceptara esta última propuesta, en lugar de festejar el "Día de la lengua materna" estaríamos celebrando el "Día de nuestras lenguas maternas", y con ellas, el valor plural de la identidad mexicana.

Referencias bibliográficas:

*Chomsky, Noam y Jean Piaget (1979). Teorías del lenguaje, teorías del aprendizaje. Trad. Silvia Furió. Barcelona:

*Gumperz, John, (1982). «The linguistic basis of communicative competence», en Deborah Tannen editor, Analyzing Discourse: Text and Talk, Georgetown, University. Round Table on Languages and Linguistics, pp. 323-334

*Hudson, R.A., (1981). La sociolingüística. Barcelona: Ed. Anagrama.

*Hymes, Dell, (1974). Foundations in Sociolinguistics and Ethnographyc Approach, Philadelphia: University of Pennsylvania Press,

*Shanker, Stuart, Sue Savage-Rumbaugh & Taylor Talbot J. (1998). Apes, Language, and the Human Mind. New York: Oxford University Press.

7