adaptacion psicometrica del cde

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INTRODUCCIÓN La presente investigación tiene como objetivo adaptar psicométricamente el cuestionario de Dependencia Emocional en una población universitaria (instrumento construido en el 2006, en Medellín-Colombia por Lemos, M y Londoño, N), ya que en el Perú no se cuenta con un cuestionario que mida dicha variable, es por ello que se decide investigar el tema con mayor amplitud y para ello se necesita el instrumento validado y adaptado en el Perú. En el Perú no se cuenta con muchas investigaciones acerca del tema, puesto que los psicólogos especializados en temas de pareja no han puesto mucho énfasis en la variable de Dependencia Emocional, a pesar que es una problemática muy frecuente en las relaciones de pareja, no solo en el Perú sino también en gran parte del mundo, que puede llevar a consecuencias muy graves si no es detectado y manejado adecuadamente. Es por ello que se entiende como dependencia emocional a la necesidad extrema de afecto que una persona necesita de su pareja sentimental, lo cual implica una severa alteración de su personalidad, ya que la persona dependiente distorsiona el concepto de amor como si esta fuera una necesidad indispensable para vivir y sentirse seguro, porque no percibe la idea de vivir sin pareja, debido a un extremo miedo a ser rechazados, miedo a ser abandonados, miedo a ser no queridos. 8

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INTRODUCCIÓN

La presente investigación tiene como objetivo adaptar psicométricamente el

cuestionario de Dependencia Emocional en una población universitaria

(instrumento construido en el 2006, en Medellín-Colombia por Lemos, M y

Londoño, N), ya que en el Perú no se cuenta con un cuestionario que mida dicha

variable, es por ello que se decide investigar el tema con mayor amplitud y para

ello se necesita el instrumento validado y adaptado en el Perú.

En el Perú no se cuenta con muchas investigaciones acerca del tema, puesto que

los psicólogos especializados en temas de pareja no han puesto mucho énfasis

en la variable de Dependencia Emocional, a pesar que es una problemática muy

frecuente en las relaciones de pareja, no solo en el Perú sino también en gran

parte del mundo, que puede llevar a consecuencias muy graves si no es

detectado y manejado adecuadamente.

Es por ello que se entiende como dependencia emocional a la necesidad extrema

de afecto que una persona necesita de su pareja sentimental, lo cual implica una

severa alteración de su personalidad, ya que la persona dependiente distorsiona

el concepto de amor como si esta fuera una necesidad indispensable para vivir y

sentirse seguro, porque no percibe la idea de vivir sin pareja, debido a un

extremo miedo a ser rechazados, miedo a ser abandonados, miedo a ser no

queridos.

Asimismo, se pueden identificar ciertas características de la persona que sufre de

dependencia emocional como la excesiva necesidad de aprobación de su pareja,

satisfacer los requerimientos de su pareja sin importarle sus propios intereses, la

excesiva necesidad de expresiones constantes de amor, la idealización y

sumisión hacia su pareja, lo cual hace que su pareja sea su máxima prioridad,

entre otras características.

La consecuencia más notoria que trae este tipo de relación es la violencia

doméstica, tanto física como psicológica, ya que un factor muy relevante es el

machismo, problema muy arraigado en el Perú.

8

Se puede explicar este problema, cuyo posible antecedente podría derivar de la

historia personal del sujeto dependiente, que pudo haber sido la carencia de

afecto y atención de parte de sus padres, así también el rechazo y la indiferencia

de los mismos, lo cual hace que la persona busque llenar ese vacío que dejaron

sus padres, en su pareja, aceptando para ello cualquier tipo de condiciones.

Las personas emocionalmente dependiente vive en función de lo que los demás

piensen de ellos, si los otros lo aprueban se sienten bien, si por el contrario son

rechazados, sienten que no son dignos de su amor. El concepto de ellos mismos

varía en función del concepto que los demás tienen sobre ellos.

Ante todo lo mencionado podemos inferir que la dependencia emocional, a pesar

de ser un tema poco conocido y abordado, trae consecuencias muy graves lo cual

implica un mayor interés de los profesionales especializados en el tema, ya que el

Perú no esta exento de dicha problemática, es por eso que se realiza esta

investigación con la finalidad de aportar un instrumento que pueda medir esta

variable en sus diferentes dimensiones, lo cual ayudará a posteriores

investigaciones que podrán relacionar la dependencia con otras variables que

están de la mano de ésta, como la autoestima, la asertividad, entre otros.

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Se entiende por dependencia emocional como una distorsionada concepción del

amor que impide que el sujeto exprese sus propios sentimientos de manera

adecuada lo que obstaculiza el desarrollo de su propia autoconfianza,

autorespeto y seguridad.

9

Este tema suele ser importante de estudiar puesto que en la actualidad, nuestro

país no cuenta con un cuestionario y/o test psicológico que pueda medir dicha

variable.

Por ende, se necesita de una prueba que pretenda utilizarse en un contexto

diferente al que fue creada, lo cual es necesario realizar todo un proceso de

adaptación y estandarización; y es por ello que se realizará modificaciones que

pasarán por un proceso serio que garantice un correcto manejo y comprensión

de los ítems.

Esta investigación se llevará acabo en la población universitaria, debido a que se

cree que la dependencia emocional se da en su mayor porcentaje en dicha

población entre las edades que oscilan de 17 a 35 años, ya que en este intervalo

de edades es cuando se establecen la mayor cantidad de relaciones de parejas

relativamente duraderas, y es ahí donde la dependencia emocional puede surgir a

causa de muchos factores.

Por consecuente, la finalidad de la presente investigación es lograr la adaptación

psicométrica Cuestionario de Dependencia Emocional, de manera que sea

adapte a una nuestra realidad. Además de proporcionar un instrumento adecuado

a los profesionales psicólogos y a profesionales interesados en dicha área.

El presente estudio pretende responder a la siguiente interrogante:

¿Cuáles son las características psicométricas del Cuestionario de Dependencia

Emocional, en razón de validez y confiabilidad, en jóvenes universitarios?

2. JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA

Esta investigación nace como consecuencia de la falta de un cuestionario y/o test

psicológico que pueda medir la variable de dependencia emocional, es aquí

10

donde surge la necesidad de manejar un instrumento de medición que cumpla

con los requisitos básicos como la validez y confiabilidad

La razón metodológica de la presente investigación es la necesidad de tener

instrumentos más objetivos y sencillos por lo cual el Cuestionario de Dependencia

Emocional debe ser adaptado y validado en nuestra realidad y así se pueda

utilizar el instrumento en estudios posteriores como un instrumento válido y

confiable

La razón práctica de la realización de esta investigación es para proporcionar un

instrumento más adecuado a nuestra realidad y necesidades Asimismo, se

pretende obtener las propiedades psicométricas del instrumento, incluyendo los

baremos; y de esta forma contribuir al área clínica en sus diversas especialidades

como terapia familiar y terapia de pareja.

El estudio resulta viable, pues se dispone de los recursos necesarios para llevarla

a cabo, ya que se cuenta con la prueba específica para ser aplicada en la

población universitaria.

11

3. OBJETIVOS:

Objetivo General:

Adaptar psicométricamente el Cuestionario de Dependencia Emocional en

jóvenes universitarios de una universidad pública

Objetivos específicos:

Establecer la confiabilidad del Cuestionario de Dependencia Emocional en

jóvenes universitarios de una universidad pública

Establecer la Validez del Cuestionario de Dependencia Emocional en

jóvenes universitarios de una universidad pública

Establecer la Baremación del Cuestionario de Dependencia Emocional en

jóvenes universitarios de una universidad pública

Identificar la prevalencia de la variable de dependencia emocional en

jóvenes universitarios de una universidad pública

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4. MARCO TEÓRICO

4.1 Antecedentes

En el Perú no se cuenta con investigaciones relacionadas a Dependencia

Emocional, puesto que se carece de un instrumento que haya pasado por un

proceso de adaptación, validación o construcción que pueda medir esta variable.

Actualmente, a nivel internacional existen algunas pruebas que se acercan al

constructo de la dependencia emocional (Spouse Specific Dependency Scale

SSDS, Interpersonal Dependency Inventory IDI, Relationship Profile Test RPT).

La Spouse Specific Dependency Scale (SSDS) fue creada por Rathus y O’Leary

(1997) para medir Dependencia emocional. Esta prueba se construyó inicialmente

con 178 ítems, 129 ítems provenientes de otros escalas relacionadas con este

constructo, nueve provenientes de los criterios del DSM III R para el trastorno de

personalidad por dependencia, y 40 construidos a partir de la descripción hecha

en la literatura. Luego de una primera revisión, la escala quedó

conformada por 159 ítems agrupados en 15 componentes. Se aplicó a 196

estudiantes de la Universidad de Stony Brook (Nueva York), 65 hombres y 131

mujeres (edad media de 19.9 años y un rango de 18 a 26).

El instrumento fue sometido a juicio de cinco expertos y analizado

psicométricamente. Los resultados arrojaron una escala con tres componentes

diferenciados por género, de 10 ítems cada uno: Apego ansioso, Dependencia

exclusiva y Dependencia emocional. El coeficiente de confiabilidad general fue de

0.93 tanto para hombres y como para mujeres. El alfa para la sub-escala de

Apego ansioso fue de 0.89 en hombres y 0.88 en mujeres, en Dependencia

exclusiva los alfas fueron de 0.89 en hombres y 0.84 en mujeres, y finalmente, la

sub-escala dependencia emocional obtuvo alfas de 0.84 y 0.86 respectivamente.

Al analizar esta escala se encontró que fue diseñada con base en el tema de

la violencia conyugal, de tal modo que está más orientada a este tipo de población

donde se presentan estas dificultades y, además, se muestra cierta tendencia a

evaluar la dependencia desde los rasgos del trastorno de personalidad por

13

dependencia, por lo cual no se consideró idónea para evaluar el constructo en

nuestra población.

El Inventario de Dependencia Interpersonal (Interpersonal Dependency

Inventory IDI), creado por Hirschfeld, Klerman, Gough, Barrett, Korchin y Chodoff

(1977), partió de la definición de Dependencia Interpersonal, entendida como un

complejo de pensamientos, creencias, sentimientos y comportamientos que giran

alrededor de la necesidad de asociarse de forma cercana con otros significativos.

Un primer borrador del instrumento incluía 98 ítems que fue aplicado a dos

muestras: una compuesta por 88 hombres y 132 mujeres (media de edad de 24

años), y otra constituida por 180 pacientes psiquiátricos con diferentes

diagnósticos, 76 hombres y 104 mujeres.

Posterior al análisis de confiabilidad y validez de la prueba, el instrumento

quedó conformado por 48 ítems y tres sub-escalas: Dependencia emocional en

otra persona, Falta de auto confidencia social en sí mismo y Aserción de

autonomía.

Hirschfeld, Klerman, Gough, Barrett, Korchin y Chodoff (1977) realizaron

también el análisis de validez del IDI con 48 ítems en una muestra de 187

participantes, 121 identificados como población normal y 66 como pacientes

psiquiátricos. Se encontraron alfas de 0.87 para la subes cala de Dependencia

emocional en otra persona, 0.78 para Falta de auto confidencia social en sí mismo

y 0.72 en Aserción de autonomía. No se encontraron diferencias de género en

ninguna de las sub-escalas, tanto en pacientes psiquiátricos, como aquéllos

considerados como población normal. Al evaluar los enunciados del Inventario de

Dependencia Interpersonal se encontró que se centran en la evaluación de la

dependencia de manera general, más que en Dependencia emocional acorde con

la definición de Castelló (2000, 2005).

Finalmente, el Test de Perfil Relacional (Relacional Profile Test - RPT) fue

construido por Bornstein y Languirand en el 2002 (citado por Bornstein,

Geiselman, Eisenhart & Languirand, 2002) y mide tres conceptos relacionados

con la dependencia: Sobredependencia destructiva, Desapego disfuncional y

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Dependencia saludable. Bornstein, Geiselman, Eisenhart y Languirand (2002)

llevaron a cabo una investigación para medir la validez de constructo de la

prueba. Aplicaron el RPT además del Inventory of Altered Self-Capacities (IASC)

y el Collins and Read’s Adult Attachment Scale, a 90 estudiantes de una clase de

psicología general del Gettysburg College, con edades entre 17 y 21 años (edad

media de 18 años con desviación de 0.82).

Los resultados mostraron que las personas con puntuaciones altas en la

subescala Sobredependencia destructiva experimentaban preocupaciones acerca

del abandono, ansiedad sobre la disponibilidad de sus cuidadores, problemas con

la cercanía y la intimidad, dificultad para resistir la presión externa y la influencia,

además de alteraciones en la identidad y en la regulación del afecto. Las

personas que puntuaron alto en la subescala Desapego disfuncional

experimentaban sensaciones de desolación y dificultad para expresar afecto e

insatisfacción con la vida. Por último, las personas con puntuaciones altas en

Dependencia saludable consideraban que podían depender de los otros en algún

momento, eran capaces de experimentar sentimientos genuinos de intimidad y

cercanía, tenían pocas preocupaciones acerca del abandono por parte de otros

significativos, y eran capaces de evaluar la crítica externa y resistir las influencias

de otros en un momento determinado. Las mujeres obtuvieron puntuaciones

significativamente más altas que los hombres en las sub-escalas

Sobredependencia destructiva y Dependencia saludable.

Bornstein, Languirand, Geiselman, Creighton, West, Gallagher y Eisenhart

(2003) realizaron una nueva investigación para relacionar las puntuaciones

obtenidas en esta prueba con seis pruebas más (Interpersonal Dependence

Inventory, IDI; Separateness Scale, SS; Satisfaction with Life Scale, SWL; Toronto

Alexithymia Scale, TAS; Need for Approval Scale, NAPP y Relational

Interdependent Self-Construal Scale, RISC). Se evaluó, además, la confiabilidad

test- retest a las 23 y 85 semanas.

El estudio se llevó a cabo con una muestra inicial de 130 estudiantes de

psicología general del Gettysburg College (75 mujeres y 55 hombres), quienes

llenaron la batería de pruebas. A las 23 semanas, 50 de estos participantes

15

volvieron a llenar el RPT y otros 50 más lo hicieron a las 85 semanas de la

primera evaluación.

Encontraron diferencias significativas al comparar las puntuaciones de los

hombres y las mujeres en las sub-escalas Sobredependencia destructiva y

Dependencia saludable, con puntuaciones más elevadas en las mujeres. Sobre la

correlación entre las sub-escalas, se encontró que la subescala Dependencia

saludable estaba inversamente relacionada el Desapego disfuncional y la

Sobredependencia destructiva; las puntuaciones entre la Sobredependencia

destructiva y el desapego disfuncional no estuvieron relacionadas.

Al evaluar la confiabilidad de las sub-escalas se encontraron coeficientes alfa

de 0.83 en Sobredependencia destructiva, 0.68 en desapego disfuncional y 0.75

en dependencia saludable, que se consideraron aceptables, así como unas

correlaciones con respecto a la escala total semejantes. La escala también mostró

unos adecuados niveles de con fiabilidad test retest a las 23 semanas en la

mujeres (0.68 en sobredependencia destructiva, 0.71 en desapego disfuncional y

0.56 en dependencia saludable); en los hombres ésta fue adecuada en las sub-

escalas Desapego disfuncional (0.80) y Sobredependencia destructiva (0.63),

pero no en Dependencia Saludable (0.23). La confiabilidad a las 85 semanas fue

aceptable para todas las sub-escalas con un valor de 0.65 en Sobredependencia

destructiva, 0.55 en Desapego disfuncional y 0.48 en Dependencia saludable y no

mostró diferencias significativas entre géneros.

Bornstein, Geiselman, Gallagher, Ng, Humees y Langui rand (2004),

desarrollaron una nueva investigación que constó de tres estudios para examinar

la relación entre las puntuaciones del RPT con respecto al género, rol de género y

el estereotipo sexual. En el primer estudio se tomó una muestra de 174

participantes, 92 mujeres y 82 hombres (con una edad media de 19,04 años y

desviación de 0.85), de una clase de psicología general en Gettysburg College; a

quienes se les aplicó el RPT en grupos de 10 a 12 personas. De este estudio, y

tomando las puntuaciones obtenidas en los estudios previos (Bornstein et al,

2002; Bornstein et al, 2003), se obtuvieron puntuaciones para la población no

clínica del RPT, además de unos niveles de confiabilidad aceptables:

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Sobredependencia Destructiva = 0.85, Desapego Disfuncional = 0.69 y

Dependencia Saludable = 0.77.

El segundo estudio evaluó el impacto del estereotipo sexual en los ítems del

RPT. Esta investigación se llevó a cabo con una muestra de 43 mujeres y 40

hombres de una clase de psicología general de la misma universidad, entre los 18

y 22 años (edad media de 19.9 años y desviación de 1.30) que no habían

participado en estudios previos sobre el RPT. Para este estudio se utilizó una

versión modificada del RPT donde se pedía a los participantes que calificaran

cada uno de los ítems en una escala likert que iba desde estereotípicamente

masculino a estereotípicamente femenino.

Los resultados de este estudio arrojaron que las tres sub-escalas del RPT

diferían en con respecto al grado en que ellas reflejaban comportamientos

estereotípicamente masculinos y femeninos. La escala Desapego Disfuncional fue

percibida como más estereotípicamente masculina, mientras que la

Sobredependencia Destructiva más estereotípicamente femenina; resultados

similares a los esperados.

El tercer estudio examino la relación RPT y los roles de género. Para su

realización se utilizó el BCRL cuestionario usado para evaluar este constructo.

Ambas pruebas fueron aplicadas a 84 mujeres y 49 hombres de una clase de

psicología general de Gettysburg College, quienes tenían entre 18 y 22 años y no

habían hecho parte de ningún estudio sobres el RPT. Los resultados mostraron

una correlación negativa entre las puntuaciones de masculinidad y la subescala

sobredependencia destructiva para ambos géneros, así como ninguna relación

con las de feminidad. Las puntuaciones e subescala de desapego disfuncional no

estuvieron relacionadas con masculinidad, tanto en hombre como en mujeres,

negativamente correlacionadas con feminidad en las mujeres, y negativamente

correlacionadas con androginia en ambos sexos. Las escala dependencia

saludable estuvo positivamente correlacionada con masculinidad, feminidad y

androginia en hombres.

17

4.2. LOS TEST PSICOLÓGICOS

“Test” es un concepto cuya denominación se atribuye a Cattell, quien lo

utilizo por primera vez hacia 1890, y que puede ser sinónimo de prueba.

Para Anastasi (1998) un test psicológico constituye esencialmente una

medida objetiva o tipificada de una muestra de conducta

Los Test son un recurso más con que se cuenta a la hora de evaluar y tratar

de conocer determinados aspectos de una persona. A pesar de que jamás se

podrá dar una última palabra sobre las habilidades o condiciones de una persona

por solo la aplicación de una prueba de este estilo, sí se puede pensar que son un

medio más objetivo y más seguro que la apreciación personal de un entrevistador.

La construcción de los tests parte de la base de medir un aspecto específico y

claro. No se hacen tests para medir cualquier cosa, al azar, a lo que resulte en el

momento de aplicación. Es por esto mismo que cuando se aplican se debe tener

muy claro cuál es el motivo de la aplicación y qué se pretende con él.

Los tests son construidos y estandarizados en un mismo proceso, mediante

el cual se prueba con muchos sujetos y se tabulan y analizan los resultados para

cada zona y para cada cultura antes de ser liberados para su uso. Son además

sometidos a prueba de validez y confiabilidad.

4.2.1 Clasificación de los test

Existen diversas formas de clasificar a los test psicológicos dependiendo esto

de diversos criterios que se pueden adoptar, entre los más utilizados tenemos:

a) Según el modo de expresión:

Verbales: el evaluado responde oralmente dando de palabra su

respuesta.

Impresos: también denominados de “lápiz y papel”, en ellas el sujeto

responde de forma escritura la preguntas que el test cuestione.

Gráficos; en las que el evaluado tiene que realizar trazos, grafismos o

dibujos.

18

Manipulativos: se requiere de la manipulación de algún material.

b) Según el constructo que explora

Test de eficiencia: evalúa aspectos intelectivos u cognitivos de la

personalidad, a su vez pueden dividirse en:

Test de inteligencia, test de aptitudes; (miden aspectos del

funcionamiento del intelecto pero independientes de las

adquisiciones culturales) y test de conocimiento u aprovechamiento

(mide las adquisiciones culturales del sujeto en determinadas

áreas o materias).

Test de personalidad: miden características de la personalidad

como son la estabilidad emocional, la sociabilidad, las aptitudes,

entre otras. A su vez se clasifican en:

o Métodos de observación normalizados.

o Test de conducta objetivas.

o Test proyectivos

o Métodos expresivos.

o Cuestionarios de personalidad

4.3 CUESTIONARIOS

Los cuestionarios consisten en un conjunto más o menos amplio de preguntas

o cuestiones que se consideran relevantes para el rasgo, características o

variables que son objeto de estudio. Hay dos tipos de cuestionarios:

a) los aplicados en la medición y diagnostico psicopedagógico.

b) Los utilizados en la recolección de datos en las encuestas

19

4.4. ASPECTOS METODOLÒGICOS DE LAS INVESTIGACIONES DE

EVALUACIÒN PSICOLÒGICA

4.4.1 VALIDEZ

Cerdá (1972), la validez es cuando está demostrado que el test mide

aquello que se presuponía o se pretendía midiese. La validez de un test no está

en función del mismo, sino del uso al que va a destinarse. Únicamente podemos

hablar de validez en tanto un test es adecuado a su uso y función en relación con

un determinado criterio. Por consiguiente, los procedimientos que existen para

determinar la validez de un test se basan en establecer la relación entre sus

resultados y otros hechos que podamos observar y estén en relación muy directa

con el tipo de conducta que intentamos evaluar.

Anné (1980), refiere que la validez de un test es lo que este mide y a cómo

lo mide. Sobre esto no puede decirse que ningún test tiene una validez alta o

baja, su validez debe determinarse respecto al uso particular para el que lo

consideramos.

Fundamentalmente, todos los procedimientos para determinar la validez de

un test se basan en las relaciones entre las actuaciones en dicho test y otros

hechos observables independientemente relativos al rasgo de conducta que se

está considerando.

Tipos de validez:

Según Cerdá (1972), podemos distinguir cinco tipos de validación en función de

los siguientes criterios:

a) Al utilizar el test deseamos determinar cuáles son los resultados de un

grupo de individuos, al aplicarles este test en lo que concierne a un

conjunto de cuestiones de las que el contenido del test constituye una

muestra representativa.

b) Aplicamos el test con la finalidad de predecir cuál será el resultado futuro

de estos sujetos, en algún tipo de conducta exterior al test pero relacionada

con el.

20

c) Deseamos utilizar el test para averiguar el estado presente de varios

individuos en algún aspecto de la conducta exterior al test.

d) Al utilizar es test nos planteamos la cuestión de averiguar el grado en que

los sujetos reflejarán en sus resultados.

e) Una última variante se producirá si lo que nos proponemos es averiguar

cuál es la saturación de un test en un determinado factor, tal y como se

definen estas estructuras mediante las técnicas del análisis factorial.

4.4.1.1 Validez de contenido.

Para este tipo de validez hay que partir de la base de que un test es una

muestra normalizada de algún tipo de conducta y que , en consecuencia, es

preciso determinar hasta qué punto el conjunto de ítems contenidos en el test

constituyen una muestra representativa del aspecto de la conducta que vamos a

medir.

Por eso no es necesario tanto rigor y puede ser suficiente con seleccionar

unas palabras representativas dentro del número de vocablos que se considera

constituye el lenguaje común o usual (Cerdá, 1972).

La validez de contenido supone esencialmente el examen sistemático del

contenido del test para determinar si comprende una muestra representativa de la

forma de conducta que ha de medirse (Anné, 1980).

4.4.1.2 Validez empírica

También llamada de criterio y/o predictiva, esta validez indica la eficacia de un

test en la predicción de la conducta del individuo en situaciones específicas. Para

ello se compara la actuación en el test con un criterio, es decir, una medida

directa e independiente de lo que está destinado a medir el test (Anné, 1980).

4.4.1.3 Validez Concurrente

21

Es el grado de correlación que existe entre la varianza de un test y la

varianza de las notas de un criterio tomando ambos datos al mismo tiempo. Por lo

tanto, el test se administra a un grupo de personas acerca de las cuales ya

tenemos las notas que nos van a servir como criterio.

La validez concurrente es importante cuando se utiliza un test mas para la

descripción y el diagnóstico de una conducta que existe en el momento en que se

explora que para la predicción de resultados futuros, aunque, si un test denota

una buena validez concurrente, también se podrá utilizar luego este test con fines

predictivos, puesto que la validez concurrente y predictiva son en el fondo una

misma cosa, con la diferencia de que el criterio se toma al mismo tiempo en vez

de tomarlo con un intervalo. No obstante, hay tests que no tienen el mismo grado

de validez concurrente que predictiva, porque en los sujetos que utilicemos como

muestra al calcular la validez predictiva se habrán producido algunas variaciones

en el intervalo de tiempo transcurrido (Cerdá, 1972).

Según Cerdá (1972), los criterios que más a menudo se utilizan para hacer

validaciones concurrentes son: a) la utilización de grupos de contraste, y b) la

utilización de distribución de calificaciones

a) Grupos de contraste: es el procedimiento que más se usa para la

validación de tests con fines de despistaje, cribaje o detectación. Lo

característico de estos grupos es que siempre escojamos a sujetos

que estén situados en las zonas extremas de la distribución, con lo

cual se construye los grupos de contraste.

b) Distribución de calificaciones: se refiere al rasgo o tipo de conducta

sobre el que deseamos tener un criterio, se calificará con arreglo a un

sistema gradual de puntuación.

4.4.1.4 Validez de Constructo

La validez estructural de un test es el grado en que este mide una

elaboración o un rasgo teóricos. La validación estructural, puesto que se fija en

una descripción de la conducta más permanente y de una clase más abstracta.

22

Es de particular importancia para la validez estructural es el análisis

factorial, procedimiento estadístico para la identificación de los rasgos

psicológicos. En esencia, el análisis factorial es una técnica depurada para el

análisis de las interrelaciones de los datos de la conducta. En este proceso, el

número de variables o categorías en función de la cuales puede describirse la

ejecución de cada individuo se reduce desde el número original de test a otro

relativamente pequeño de factores o rasgos comunes (Anné, 1980)

4.4.2 CONFIABILIDAD

La confiabilidad también llamado fiabilidad (Cerdá, 1974). Un test es fiable

cuando al aplicarlo dos o más veces al mismo individuo o grupo de individuos en

circunstancias similares se obtiene asimismo resultados análogos.

Averiguar la fiabilidad de un test equivale, por lo tanto, a estimar la

intensidad del error inherente al mismo, o si se quiere de su grado de imprecisión

y consiste en esencia, en averiguar la consistencia o estabilidad de las notas

obtenidos por los mismos individuos al administrarles el mismo test (Anne, 1980)

Los métodos más adecuados para calcular la fiabilidad de un test son los

siguientes:

4.4.2.1 Método de test-retest:

Primer método que se utilizó para calcular la fiabilidad de un test según

Serdá, 1974. El procedimiento es simple y consiste en aplicar el test do veces al

mismo grupo de sujetos, calculando luego el coeficiente de fiabilidad para las dos

series medidas. Este coeficiente de fiabilidad recibe el nombre de “coeficiente de

estabilidad temporal” e indica el gradúen que se puede afectar las puntuaciones

de un test por las fluctuaciones que se pueden producir en el intervalo de tiempo

en los sujetos (tensiones emocionales, fatiga, actitud hacia el examen, etc) o bien

en las condiciones de aplicación del test (elementos perturbadores, ruidos,

excesos de temperatura, descuidos de algún aspecto de instrucciones, etc).

23

4.4.2.2 Método de series paralelas:

Consiste en construir dos o más tests paralelos, es decir, equivalentes. Para

ello se utilizan cuestiones de naturaleza y dificultad análogas pero de apariencia

distinta. Se utiliza los procedimientos de análisis de ítems, se puede realizar con

toda exactitud. En principio, dos series equivalentes deben tener el mismo número

de ítems, es tos deben ser de dificultad análoga, deben medir lo mismo y las

instrucciones, tiempos limites de administración, ejemplos y otros aspectos de

cada uno de los tests, tienen que ser equiparables.

Una vez demostrada la equivalencia de las dos formas, se aplican ambas, una

inmediatamente después de la otra, al mismo grupo de sujetos y la correlación

entre las dos series de puntuaciones será el coeficiente de fiabilidad del test, al

que se denomina también “coeficiente de equivalencia” las diferencias obtenidas

estarán producidas en su mayor parte por las fallas que existan entre la

semejanza o equivalencia de los ítems, aparte de la influencia que puedan ejercer

los errores muestrales. Si los dos tests se aplican en un intervalo de tiempo, el

coeficiente ya no será solo de equivalencia de ítems, sino también de “estabilidad

temporal” supuesto un buen coeficiente de equivalencia.

4.4.2.3 Método de división de dos mitades:

Este método consiste generalmente en hacer una sola aplicación del test y

una vez que se han obtenido las respuestas, dividir los elementos del test en dos

partes equivalentes, puntuarlas por separado y calcular su correlación. Una previa

condición parta aplicar este método es que las dos partes en que se vaya a

dividir el test sean verdaderamente equivalentes. Para ello es necesario que de

antemano se conozca la dificultad de cada ítem. Sí el test está compuesto por

ítems de la misma dificultad o con el mismo “peso específico” para medir un

rasgo, entonces podremos dividir el test en una primera y una segunda mitad. El

procedimiento será correcto excepto para aquellos tests que aunque cumplan las

24

anteriores condiciones sean de excesiva longitud y exijan un esfuerzo prolongado

de atención.

4.5 DEFINICIONES DE DEPEDENDENCIA EMOCIONAL

La Dependencia emocional se define como un patrón persistente de

necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir de manera

desadaptativa con otras personas (Castelló, 2000). Este patrón de necesidades

incluye creencias acerca de la visión de sí mismo y de la relación con otros, tales

como creencias sobrevaloradas frente a la amistad, la intimidad y la

interdependencia.

Además, creencias sobre las emociones generadas por las relaciones

cercanas e íntimas, por la soledad y la separación. Son manifestaciones también

los comportamientos interpersonales orientados a mantener la cercanía

interpersonal como pedir o dar ayuda y consejos.

Tradicionalmente, se han considerado dos tipos de dependencia: la

instrumental y la emocional. La primera se caracteriza por falta de autonomía en

la vida cotidiana, inseguridad, carencia de iniciativa, búsqueda de apoyo social,

indefensión, dificultades para tomar decisiones y para asumir responsabilidades y

desenvolverse con eficacia. La segunda, la dependencia emocional, se

caracteriza por excesivas demandas afectivas, relaciones interpersonales

estrechas y relaciones de pareja desequilibradas, donde prevalece la sumisión y

la idealización de la pareja, con baja autoestima e imperiosa necesidad del otro,

que lleva a comportamientos excesivos de aferramiento y alto temor a la soledad

(Castelló, 2000; 2002; 2005).

Castello (2003), define la dependencia emocional como la necesidad

afectiva extrema que una persona siente hacia otra a lo largo de sus diferentes

relaciones de pareja. No obstante, su carácter crónico no se basa en la sucesión

de dichas relaciones sino en la personalidad de estos sujetos; es decir, el

dependiente emocional lo es también cuando no tiene pareja, aunque esto no sea

25

lo más habitual porque su patología provoca que busque otra desesperadamente.

De hecho, una de sus características es que no soportan la soledad.

Castello (2005), define la dependencia emocional como una necesidad

afectiva extrema y continua, que obliga a las personas que la padecen a

satisfacerla en el ámbito de las relaciones de pareja; en consecuencia, gran parte

de la vida de estas personas gira en torno al amor. Aunque este fenómeno puede

aparecer puntualmente en la vida de un individuo (es decir, sólo en una de sus

relaciones), lo más normal es que sea una constante en él; por lo tanto, la mayor

parte de sus relaciones de pareja presentarán un patrón característico regido por

la mencionada necesidad afectiva extrema

4.6 CARACTERÍSTICAS:

Las características se pueden observar en tres áreas: relaciones interpersonales

(con especial hincapié en las de pareja), autoestima y estado anímico:

A) Relaciones interpersonales:

Tendencia a la exclusividad en las relaciones. Esto se da tanto en las

relaciones de pareja como en las amistades de estas personas, sintiéndose

más cómodas hablando con un único amigo que en un grupo

numeroso, en el que no se tiene el suministro afectivo necesario y

pueden, paradójicamente, encontrarse más solas. Esta exclusividad,

dentro ya de las relaciones de pareja, da a entender que más que cariño

hay necesidad hacia el otro, implica una cierta falta de construcción

personal.

Necesitan un acceso constante hacia la persona de la cual dependen

emocionalmente. Esto se traduce en un agobio asfixiante hacia ella con

continuas llamadas, mensajes al móvil, aferramiento excesivo, deseo de

hacer con ella cualquier actividad, etc. La motivación de este acceso

constante es por un lado la necesidad emocional y por otro la ansiedad

por una posible pérdida del otro.

Necesitan excesivamente la aprobación de los demás. En los antecedentes

patológicos de estos pacientes aparecen

26

en muchas ocasiones historia de trastornos de la alimentación. Esto

indica el desequilibrio emocional subyacente, su autorrechazo y también

los deseos de agradar (en el caso de los trastornos alimentarios, también

físicamente) a los demás.

Ilusión al principio de una relación o cuando conocen a una persona

“interesante”. Esta ilusión tiene mucho de autoengaño, de la misma forma

que cuando se da una ruptura pueden pensar que por ver de vez en

cuando a su pareja no se van a volver a enganchar a ella, o que si ésta

ha prometido dejar de agredirles sistemáticamente creer que en esta

ocasión será cierto.

Subordinación en las relaciones de pareja. Es un medio para preservar la

relación a toda costa, algo que hacen muy bien y que es atrayente para sus

parejas por el suministro narcisista que les proporciona. Las relaciones de

pareja de los dependientes emocionales son marcadamente asimétricas,

desequilibradas. Uno de sus componentes es el que domina claramente en

la pareja y el otro (en este caso, el dependiente emocional) sólo se

preocupa de su bienestar, de hacer lo que su pareja desee, de magnificar y

alabar todo lo que hace, de ser el objeto de su desprecio narcisista e

incluso a veces de su rabia, tanto psíquica como física.

Idealizan a sus parejas y las escogen con unas características

determinadas: Son ególatras, con gran seguridad en sí mismas, frías

emocionalmente. El narcisismo de estas personas es la contrapartida de la

baja autoestima de los dependientes emocionales, por eso se produce esta

idealización y fascinación.

Las relaciones de pareja atenúan su necesidad, pero siguen sin ser felices.

De todas maneras tampoco esperan serlo porque su existencia es

una sucesión de desengaños y no tienen el componente esencial del

bienestar: quererse a sí mismos. Este componente, por otra parte, es

fundamental para poder llevar a cabo relaciones de pareja sanas,

equilibradas y mutuamente gratificantes.

27

Tienen un miedo e intolerancia terribles a la soledad, base de su

comportamiento ante las rupturas, de su necesidad de otra persona, del

apego y parasitismo que tienen hacia ella u otras personas. Esta

intolerancia a la soledad se debe a que la relación del dependiente

consigo mismo es muy negativa; con otras palabras podemos afirmar que

“no se soportan”.

Presentan cierto déficit de habilidades sociales, como falta de asertividad.

También destaca el egoísmo, fruto de la necesidad patológica que tienen

hacia otras personas. La exclusividad y el agobio que pueden llevar a cabo

también hacia amistades denota precisamente ese egoísmo.

B) Autoestima:

Autoestima y autoconcepto muy bajos. No esperan ni echan a faltar el

cariño de sus parejas porque tampoco lo sienten hacia sí mismos, y

generalmente tampoco lo han tenido de sus personas más significativas a

lo largo de sus vidas.

El autoconcepto es también bajo por simple coherencia con la autoestima,

aunque esto en ocasiones no es así en tanto pueden desarrollar

habilidades a lo largo de su vida en las cuales adquieran confianza y

seguridad.

C) Estado de ánimo

Manifiestan estar tristes y preocupados. La sensación de tristeza e

infelicidad que planea sobre las vidas de los dependientes emocionales; el

estado de ánimo es por tanto disfórico y con tendencia a las rumiaciones

sobre posibles abandonos, sobre el futuro de la relación, el miedo a la

soledad y qué podrían hacer para mitigarlo, etc.

Como síntesis de estas características se puede extraer las que se

consideran básicas para la dependencia emocional, que están presentes

necesariamente para que una persona dependiente. Se tiene:

a) Miedo e intolerancia a la soledad.

28

b) Historia de relaciones de pareja gravemente desequilibradas, o una

única

relación que por su duración ha ocupado la mayor parte de la vida adulta

del sujeto.

c) Baja autoestima.

5. MÈTODO

5.1 Población

Estuvo conformada por jóvenes universitarios de Lima.

5.2 Muestra:

El tamaño de la muestra estuvo conformada 150 fueron estudiantes de las

diferentes universidades para la evaluación del cuestionario de Dependencia

Emocional y el API para la respectiva validez y confiabilidad. Luego se evaluó a

266 estudiantes de la Facultad de Psicología para la aplicación de la prueba del

cuestionario de Dependencia Emocional

5.3 Tipo de muestreo: no probabilística intencional

5.4 Diseño de investigación y variables:

5.4.1 Diseño:

La presente investigación es de tipo psicométrico y aleatorio

5.4.2 Variables:

Variable de estudio: Dependencia emocional

Variable de control: edad, sexo, año de estudio

29

5.5 Operacionalización de Variables:

6. INSTRUMENTO

Nombre: Cuestionario de Dependencia Emocional

Autoras: Mariantonia Lemos Hoyos y Nora Elena Londoño Arrendondo

Procedencia: Colombia

Aplicación: Adolescentes y adultos

El cuestionario fue construido con 66 ítems de los cuales para el cuestionario

final quedaron 23 ítems y seis factores ya que los 43 restantes no cumplió con

los criterios para la selección, auto-

aplicado, cada ítem valorado en una escala likert de seis puntos que va desde uno

(Completamente falso de mí) hasta seis (Me describe perfectamente). Se

construyó sobre la base teórica del Modelo de la Terapia Cognitiva de Beck (Beck,

Freeman et al, 1995) tomando en cuenta el constructo de Perfil Cognitivo como un

perfil distintivo que le es propio y específico a personas con dependencia emocional,

en el que se consideran características psicológicas en función de las

concepciones que la persona tiene de sí mismos y de los otros, la identificación de

los estímulos que le son particularmente amenazantes y las estrategias

interpersonales.

30

• Concepto de sí mismo: creencias sobre lo que es, piensa o como se describe a nivel

cognitivo, emocional y social una persona. En el caso de la dependencia emocional

nombra ideas de desvalimiento, susceptibilidad y poca valoración personal. Ítems 3,

4, 5*, 6, 7, 17, 18, 20, 21*, 30, 31, 32, 41*, 44, 45, 46, 47, 60, 65.

• Concepto de otros: creencias sobre lo que se piensa que es, a nivel cognitivo,

emocional y social, el otro. Para el dependiente emocional implica ideas de

sobrevaloración e idealización del otro. Ítems 1, 16, 43.

• Amenazas: situaciones o eventos que generan estados emocionales

perturbadores para el sujeto; en este caso refiere situaciones que nombren la posible

ruptura de la relación o cualquier sensación de incomodidad del otro que pueda

provocarla más adelante. Ítems 8, 9, 10*, 19, 22*, 23, 24, 34, 35, 36, 37, 48, 49, 50,

51, 56, 57, 58, 59.

• Estrategias interpersonales: modo como los diversos tipos de personalidad se

relacionan y actúan con otras personas y el modo como utilizan el espacio inter-

personal. Las conductas de aferramiento y de búsqueda de atención, así como

conductas que buscan reparar la ruptura son las típicas en la dependencia

emocional. Ítems 2*, 11, 12, 13, 14, 15, 25, 26, 27, 28, 29, 33, 38, 39, 40, 42, 52, 53,

54, 55*, 61, 62, 63, 64, 66.

* Ítems invertidos.

Dentro del análisis Estadístico Se evaluó la consistencia interna de la prueba a partir

del coeficiente Alfa de Cronbach de las sub-escalas y en la totalidad de la

prueba. Se obtuvieron los datos de frecuencia y estadísticos descriptivos, se realizó

la prueba de normalidad a cada una de las variables de análisis para identificar el

tipo de prueba estadística a emplear: paramétrica o no paramétrica. Además, se

consideraron los grados de libertad de las variables analizadas, revisan do que

fueran los mismos que se tenían en cuenta para el análisis de datos en las

pruebas, y que los valores estadísticos presentados estuvieran en línea con los datos

31

estadísticos proporcionados. Para todos los análisis llevados a cabo se supuso un

nivel de significación estadística del 5% (α = 0.05). Como regla de decisión se tomó

en cuenta:

• Si el valor de p<α se considera región de rechazo, por lo tanto se rechazó la

hipótesis nula.

• Si el valor de p>α se considero región de aceptación, por lo tanto no se rechazó la

hipótesis nula.

El análisis factorial se llevó a cabo con el método de componentes principales

con rotación ortogonal varimax y oblicua (oblimin directo) para dimensiones no

correlacionadas con todas las variables. Ambos análisis comenzaron por

determinar si los datos se ajustaban al análisis factorial (AF), calculando el índice

de Kaise Meyer - Olkin (KMO), con el criterio que si el índice era mayor que 0.7 se

justificaba el AF. También se calculó la prueba de esfericidad de Bartlett.

Para la elección de los factores y los ítems que lo conforman, se consideraron los

siguientes criterios:

• Los factores debían tener un valor propio mayor que 1.

• La pregunta debía tener una saturación (carga factorial) igual o superior a 0.50.

• La pregunta se debía incluir en un solo factor; aquel en el que presentara un

mayor nivel de saturación, preguntas con cargas similares en distintos factores

fueron excluidas.

• Debía poseer una congruencia conceptual entre todas las preguntas que se

incluyeran en un factor.

• Un factor debía estar conformado por tres o más preguntas, a excepción de

aquellos factores en el que dos preguntas estuvieran claramente sustentadas por

la teoría o por el coeficiente de consistencia interna.

• Un factor debía poseer una confiabilidad superior a 0.5

Asimismo, la confiabilidad el alfa total de la escala fue de 0.950. Al realizar el

análisis de confiabilidad de las subescalas se encontraron alfas aceptables para las

32

subescalas concepto de sí mismo, amenazas y estrategias interpersonales.

Sin embargo, en todas se señalaron ítems que debían ser eliminados para

aumentar la confiabilidad. La subescala concepto de otros tuvo un alfa muy bajo

(á= 0.437), que llevó a que se considerara pertinente pensar en eliminar esta

subescala completamente. Los alfas finales para las subescalas fueron concepto de sí

mismo 0.809, amenazas 0.903, y estrategias interpersonales 0.878.

El análisis factorial exploratorio se realizó con el cuestionario de 66 ítems. La medida

de adecuación KMO del Cuestionario de dependencia emocional alcanzó un

puntaje superior a 0.7 y la prueba de esfericidad de Bartlett estuvo por debajo de 0.05,

validando el procedimiento del análisis factorial (KMO = 0,954; Bartlett p = 0.000).

El Alfa de Cronbach inicial de la prueba para los 66 ítems fue de 0.950, con un 55.46%

de varianza total explicada para 13 componentes. De los 66 ítems iniciales que

contenía la prueba, fueron excluidos los siguientes 43 ítems por

no cumplir con los criterios considerados para la elección

(numeral 4.9): 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 10, 11, 12, 13, 14, 15,

16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 31, 32, 33,

34, 39, 40, 41, 42, 43, 47, 49, 52, 54, 55, 59, 60, 62, 66.

La prueba finalmente quedó conformada por 23 ítems y seis factores, los cuales

explican un porcentaje de la varianza de 64.7%. El primer factor quedó

conformado por siete ítems, y al analizar la explicación

de la varianza, éste es el que mayor porcentaje aporta con un 38.86%, y un valor

propio de 8.94. El segundo y tercer factor quedaron conformados cada uno por

cuatro ítems, con un porcentaje de explicación de la varianza de 6.34 y 5.70

respectivamente, y los ítems cargan con valores no inferiores a 0.6. El cuarto y

quinto factor quedaron conformados por tres ítems, con porcentajes de explicación

de la varianza de 5.02 y 4.68 respectivamente.

Al cuarto lo cargaron ítems con valores no inferiores a 0.07, y al quinto ítems con

valores no inferiores a 0.6. Por último, el quinto factor quedó conformado por dos

ítems, con un porcentaje de explicación de la varianza de 4.1. Sus ítems cargaron

con valores no inferiores a 0.75, lo cual hace que se le considere pese al poco

número de sus ítems.

33

El valor Alfa de Cronbach alcanzado por las subescalas estuvo entre 0.617 y

0.871, el de la escala total fue de 0,927.

Factores que miden la prueba

FACTOR 1: Ansiedad de separación. Ítems (2, 6, 7, 8, 13, 15,17)

FACTOR 2: Expresión afectiva. Ítems (5, 11, 12,14)

FACTOR 3: Modificación de planes. Ítems (16, 21, 22,23)

FACTOR 4: Miedo a la soledad. Ítems (1, 18,19)

FACTOR 5: Expresión Límite. Ítems (9, 10,20)

FACTOR 6: Búsqueda de Atención. Ítems (3,4)

7. PROCEDIMIENTO

En primer lugar se llevó a cabo la revisión de la literatura de acuerdo al tema de

dependencia emocional y sobre validez y confiabilidad. Además se realizó una

aplicación piloto de 10 personas aleatoriamente para verificar si los ítems son

comprendidos.

En segundo lugar se llevó a cabo la validez de criterio de jueces para la revisión

de los ítems y se modificaron, asimismo se constató con la escala de acuerdos y

desacuerdos entre los jueces. Para la aplicación del test se coordinó con la

persona encargada de dicha institución para la respectiva autorización, lo cual nos

facilitó el día de las reuniones, el día de la evaluación y la recopilación de los

datos que compete a la identificación del nivel de dependencia emocional de los

participantes hacia sus parejas. Una vez obtenida la información, se elaboró la

base de datos y calificó los instrumentos y por último se procedió a realizar el

correspondiente análisis estadístico en el programa estadístico SPSS 15.

34

RESULTADOS

Para la adaptación psicométrica del instrumento se realizo una serie de procesos estadísticos que permitieron determinar las propiedades del test en función de validez y confiabilidad.

1) CONFIABILIDAD

El Cuestionario de Dependencia Emocional fue sometido a una prueba de confiabilidad con el propósito de estimar cuantitativamente la consistencia interna empleando dos procedimientos, el método de dos mitades y el método de homogeneidad.

Tabla 2

Consistencia interna por homogeneidad del total

Los resultados arrojaron un Alfa de .894 lo cual indica un alto nivel de confiabilidad.

Tabla 3

Consistencia por homogeneidad de los factores

Los factores obtuvieron los coeficientes que oscilan de 0.4 hasta 0.813, ello demuestra que el instrumento es consistente para la población universitaria.

35

Alfa de Cronbach N de elementos

,894 22

FACTORES Ítems α

Factor 1 2,5,6,7,12,14,16 ,777

Factor 2 4.10.11.13 ,798

Factor 3 15,20,21,22 ,813

Factor 4 11,17,18 ,580

Factor 5 8,9,19 ,400

Factor 6 3 …….

Tabla 4

Consistencia interna por método de dos mitades

Por este método se confirma la consistencia de las puntaciones al evaluar el constructo de Dependencia Emocional

2) VALIDEZ

2.1) VALIDEZ DE CONTENIDO

La validez de contenido implica hallar si es que los ítems son una representación significativa del constructo a medir. Se realizó a través del criterio de jueces y a través del análisis de correlación Ítem – Test.

Tabla 5

Análisis de contenido por criterio de jueces

36

  r Ρ

Coeficiente de Spearman-Brow ,855 ,01

Se observa que los coeficientes de la V de Aiken llegó de 0.8 a 1, excepto el ítem 3 por lo cual fue eliminado de la escala original (según Ortiz, 1993 citado por Vigo, 2003).

Tabla 6

Análisis de correlación Ítems – Puntaje total

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

De acuerdo al análisis de asociación obtenida se aprecian coeficientes que varían desde .251 hasta .752 a un nivel altamente significativo (p<.01), lo cual implica la contribución de los ítems al total de la prueba.

Tabla 7

Análisis de correlación Ítems – Factor 1

37

ITEM r ρ1 ,427(**) ,0002 ,591(**) ,0003 ,621(**) ,0004 ,693(**) ,0005 ,406(**) ,0006 ,567(**) ,0007 ,538(**) ,0008 ,251(**) ,0029 ,674(**) ,00010 ,752(**) ,00011 ,594(**) ,00012 ,612(**) ,00013 ,663(**) ,00014 ,596(**) ,00015 ,561(**) ,00016 ,550(**) ,00017 ,575(**) ,00018 ,389(**) ,00019 ,364(**) ,00020 ,606(**) ,00021 ,497(**) ,00022 ,590(**) ,000

ÍTEMS r ρÍtem 2 ,695(**) ,000ítem 5 ,577(**) ,000ítem 6 ,726(**) ,000ítem 7 ,654(**) ,000Ítem 12 ,665(**) ,000ítem 14 ,646(**) ,000ítem 16 ,622(**) ,000

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

La correlacion de Pearson fue desde .577 hasta .726, a un nivel altamente significativo.

Tabla 8

Análisis de correlación Ítems – Factor 2

ÍTEMS r ρÍtem 4 ,811(**) ,000ítem 10 ,887(**) ,000ítem 11 ,683(**) ,000ítem 13 ,776(**) ,000

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

La correlación de Pearson fue desde .683 hasta .887, a un nivel altamente significativo.

Tabla 9

Análisis de correlación Ítems – Factor 3

ÍTEMS r Ρ

Ítem 15 ,827(**) .000

ítem 20 ,810(**) .000

ítem 21 ,763(**) .000

ítem 22 ,804(**) .000

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

La correlación de Pearson fue desde .763 hasta .827, a un nivel altamente significativo.

Tabla 10

Análisis de correlación Ítems – Factor 4

ÍTEMS r Ρ38

ítem 1 ,674(**) ,000ítem 17 ,715(**) ,000ítem 18 ,816(**) ,000

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

La correlación de Pearson fue desde .674 hasta .816, a un nivel altamente significativo.

Tabla 11

Análisis de correlación Ítems – Factor 5

ÍTEMS r Ρítem 8 ,557(**) ,000ítem 9 ,773(**) ,000ítem 19 ,719(**) ,000

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

La correlación de Pearson fue desde .557 hasta .773, a un nivel altamente significativo.

2.2) VALIDEZ DE CONSTRUCTO

Se aplicó el test de KMO y Bartlett para determinar si la muestra tenían la condiciones necesarias para realizar el análisis factorial, estas condiciones implican que la muestra tenga un peso factorial mayor a .50 y un nivel de significancia < = a .05.

Tabla 12

Test de KMO Y Bartlett

Kaiser-Meyer-Olkin.

,845

Test de Bartlett 1,281,551Gl 231Sig. ,000

El KMO presenta un peso factorial de .845 ubicándose en un nivel sobresaliente y en el Test de esfericidad de Bartlett se aprecia un nivel altamente significativo.

39

Tabla 14

Análisis Factorial Exploratorio de componentes principal por rotación

Componente1 2 3 4 5 6

Ítem 1 ,664ítem 2 ,633Ítem 3 ,684 ,316ítem 4 ,762ítem 5 ,749ítem 6 ,450 ,604Ítem 7 ,643 ,403ítem 8 ,732ítem 9 ,595 ,459Ítem 10 ,769Ítem 11 ,362 ,357 ,304 ,391ítem 12 ,340 ,638ítem 13 ,688ítem 14 ,349 ,468 ,446ítem 15 ,725 ,339ítem 16 ,737ítem 17 ,373 ,418 ,372 ,391ítem 18 ,784ítem 19 ,729ítem 20 ,682 ,348ítem 21 ,792ítem 22 ,738

El componente 1 explica el …… de la varianza total reuniendo al ítem 3 del factor 6; los ítems 4, 10 y 13 del factor 2 y el ítem 9 del factor 5 de la escala original. El componente 2 reúne los ítems 15,

40

20, 21 y 22 del factor 2 de la escala original. El componente 3 reúne los ítems 2, 5, 7 y 14 del factor 1 de la escala original.El componente 4 reúne los ítems 6, 12 y 16 del factor 1; el ítem 17 del factor 4 de la escala original. El componente 5 reúne los ítems 1 y 18 del factor 4; el ítem 11 del factor 2 de la escala original. El componente 6 reúne los ítems 8 y 19 del factor 5 de la escala original.

2.3) VALIDEZ DE CRITERIO

Se procedió a correlacionar la medida de los puntajes entre el Cuestionario de Dependencia Emocional (CDE) y la Escala de Evaluación Conductual de la Personalidad (API). Además, de 3 escalas del API.

Tabla 16

Análisis de correlación del CDE – API

R ρTotal de

API .421 .000

Existe una correlación positiva y altamente significativa (r= .421; p< .01).Tabla 17

Análisis de correlación del CDE con tres escalas del API

R ρEscala Emocional ,393(**) ,000Escala Social ,198(*) ,015Escala cognitiva ,266(**) ,001

** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).* La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).

Existe una correlación altamente significativa entre el CDE y la escala emocional del API (r= .393; p< .01). Existe una correlación significativa entre el CDE y la escala cognitiva del API (r= .266; p< .01), a comparación de la escala social que presenta una correlación altamente significativa (r= .198; p< .05).

Tabla 18

Baremación

N Válidos 150

Perdidos 0Media 48,18Mediana 47,00Moda 49Desv. típ. 14,887Varianza 221,625Mínimo 22Máximo 96

41

Percentiles 5 27,00

10 29,1015 32,00

20 35,20

25 38,00

30 40,00

35 41,0040 43,00

45 45,90

50 47,00

55 49,00

60 49,6065 51,15

70 54,70

75 56,25

80 60,80

85 63,0090 68,00

95 78,35

Se realizó en función de la muestra el establecimiento de los percentiles, para la Baremación correspondiente.

Tabla 19

Niveles

En esta tabla se observan los niveles obtenidos, los cuales son: dependencia nula (22 - 37); baja dependencia (38 - 46); dependencia moderada (47 - 55), alta dependencia (56 - 132).

APLICACIÓN DEL CUESTIONARIO DE DEPENDENCIA EMOCIONAL EN LA FACULTAD DE PSICOLOGÍA DE LA UNFV

42

NIVELES PUNTAJES

Ausencia de dependencia 22 a 37

Dependencia baja 38 a 46

Dependencia moderada 47 a 55

Dependencia elevada 56 a 132

Tabla 20

Análisis descriptivo de los niveles de Dependencia Emocional según sexo

SEXOAusencia de dependencia Dependencia baja

Dependencia moderada

Dependencia elevada Total

F % F % F % F %Mujeres 66 41,50% 44 27,70% 22 13,80% 27 17,00% 159

Varones 32 30,20% 29 27,40% 20 18,90% 25 23,60% 106

Total 98 37,00% 73 27,50% 42 15,80% 52 23,60% 100%

En la tabla 20 se puede observar que el 41.5 % de mujeres presenta “ausencia de dependencia”; mientras que el 23.6 % de varones presenta una “dependencia elevada”.

Tabla 21

Análisis descriptivo de los niveles de Dependencia Emocional según la edad

EDADAusencia de dependencia

Dependencia baja

Dependencia moderada

Dependencia elevada Total

F F F F17 a 20 27 26 18 30 10121 a 25 66 43 23 19 15126 a 34 5 4 1 3 13

Total 98 73 42 52 265

En la tabla 21 se puede observar que 30 personas del rango de edad de 17 a 20 años presentan una “dependencia elevada”; mientras que 66 personas del rango de edad de 21 a 25 presentan “ausencia de dependencia”.

Tabla 22

Análisis descriptivo de los niveles de Dependencia Emocional según pareja actual

Pareja Actual

Ausencia de dependencia

Dependencia baja Dependencia moderada

Dependencia elevada Total

F % F % F % F %SI 52 37,70% 38 27,50% 24 17,40% 24 17,40% 138

NO 46 36,20% 35 27,60% 18 14,20% 28 22,00% 127

Total 98 37,00% 73 27,50% 42 15,80% 52 19,60% 265

En la tabla 3 se puede observar que las personas que han tenido y tienen pareja presentan “ausencia de dependencia” en un 37 %; mientras que 19.6 % presenta una “dependencia elevada”.

43

Tabla 23

Análisis descriptivo de los niveles de Dependencia Emocional según año de estudios

Año de estudios

Ausencia de dependencia Dependencia baja

Dependencia moderada

Dependencia elevada Total

F % F % F % F %1° Año 12 23,10% 13 25,00% 8 15,40% 19 36,50% 522° Año 23 37,70% 19 31,10% 11 18,00% 8 13,10% 613° Año 19 35,80% 8 15,10% 12 22,60% 14 26,40% 534° Año 23 41,80% 20 36,40% 7 12,70% 5 9,10% 55

5°Año 21 47,70% 13 29,50% 4 9,10% 6 13,60% 44

Total 98 37,00% 73 27,50% 42 15,80% 52 19,60% 265

En la tabla 22 se puede observar que el 1º año presenta una “dependencia elevada” con un 36.5 %; el 2º año presenta “ausencia de dependencia 4 se puede observar que el 1º año presenta una “depende” con un 37.7 %; el 3º año presenta “ausencia de dependencia” con un 35.8% ; el 4º año presenta “ausencia de dependencia” con un 41.8% ;y el 5º año presenta “ausencia de dependencia” con un 47.7 %.

DISCUSIÓN

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El constructo “dependencia emocional” implica la presencia de una característica o aspecto (uno

o varios) que aumenta la probabilidad de adoptar patrones insistentes de necesidades

emocionales insatisfechas (Castelló, 2000). Por lo tanto, el riesgo constituye una medida de

probabilidad, validada estadísticamente, de que en el futuro se produzcan comportamientos que

se intentan cubrir de manera desadaptativa en una relación de pareja.

De acuerdo a los objetivos planteados en la presente investigación, y analizando los resultados se

puede apreciar que tales objetivos han sido alcanzados, puesto que el cuestionario presenta

niveles óptimos de confiabilidad, validez de constructo, contenido y de criterio, ya que se

considera que son necesarias para una mayor consistencia de la prueba y la correspondiente

baremación, lo cual permite identificar los posibles niveles de dependencia emocional presentes

en una relación de pareja.

En cuanto a la confiabilidad se obtuvo un α = .894, asimismo se obtuvieron los puntajes de los seis

factores que oscilaron desde α = .4 hasta .813; excepto en el factor 6 debido a que solo está

constituido por un ítem, por lo cual no se realizó el análisis de confiabilidad. Lo cual muestra que

es consistente por el método de homogeneidad, al igual que el cuestionario original construido

por Lemos y Londoño (2006), en Medellín – Colombia, cuya α = .950. Por otro lado la confiabilidad

de la prueba es demostrada nuevamente a través del método por mitades en el cual se alcanzó un

coeficiente de confiabilidad de .855.

En cuanto a la validez de contenido se consideró dos procedimientos, la validez por criterio de

jueces, en la cual se obtuvo un índice de acuerdos de 0.8 a 1, entre un grupo de jueces

competentes y calificados, para verificar cuan pertinentes eran los ítems. Luego se procedió a

realizar el análisis ítem – puntaje total cuyo coeficiente de correlación más bajo es de r=.752 y el

más alto alcanzó un r=.251; y el análisis ítem – factores presentan un alto coeficiente de

correlación, lo cual implica la contribución de los ítems al total de la prueba y los ítems a sus

respectivos factores, excepto el factor 6 por estar compuesto por un solo ítem, no se realiza un

análisis de correlación debido que por defecto el coeficiente de correlación sería uno; no

obstante, en la correlación ítem – puntaje total, el ítem 3 contribuye de manera directa a la

prueba.

En cuanto a la validez de constructo se realizó el análisis factorial exploratorio y el análisis

factorial confirmatorio y el porcentaje total obtenido de la varianza acumulada de ambos análisis

fue de 64.092 a comparación de la escala original que obtuvo una varianza total acumulada de

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64.7, e identificaron 6 subescalas conformadas por ítems consistentes, sin embargo muestran

que los factores no se ajustan de manera adecuada al modelo teórico propuesto por las autoras

del instrumento, aunque 3 factores (los que agrupan un mayor grupo de ítems del CDE), se

asemejan en cierta medida a los 3 factores hallados en la muestra.

En cuanto a la validez de criterio, se consideró correlacionar la medida de los puntajes totales de los CDE y el API, considerando dentro de sus 5 escalas 3 de ellas (cognitiva, emocional y social), puesto que eran de mayor relevancia para conocer el nivel de relación del constructo dependencia emocional con las conducta inadaptadas que mide el API.

Por último, se realizó la baremación correspondiente según la muestra para lograr identificar los

niveles de dependencia emocional en las relaciones de pareja (Ausencia de dependencia,

Dependencia baja, Dependencia moderada y Dependencia elevada).

CONCLUSIONES

1. El CDE alcanza indicadores adecuados de confiabilidad por consistencia interna

obteniendo un α=.894, por homogeneidad y α= .855 por dos mitades.

2. La validez de contenido en el CDE, tanto para los ítems que integran el modelo original del

CDE como los ítems hallados por el análisis factorial demuestran niveles altos de

significancia, reafirmando la contribución de cada ítem al instrumento.

3. El estudio factorial exploratorio y confirmatorio se ajustan al modelo teórico de las 6

escalas planteadas por las autoras del CDE, pero la distribución de los ítems varían en su

posición dentro de los factores del CDE.

4. El CDE permitió tener una alta correlación significativa con el API.

5. Se obtuvo una baremación de acuerdo a la muestra tomada, los cuales se agruparon en 4

niveles.

RECOMENDACIONES

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1. Según lo evaluado el instrumento, se recomienda establecer otros tipos de confiabilidad y

validez.

2. Ampliar y variar la población y muestra.

3. El CDE presenta características psicométricas consistentes, lo que puede ser contrastado

con otras pruebas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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