acuda en auxilio de los mas necesitadosufdcimages.uflib.ufl.edu/ca/03/59/90/22/00333/00066.pdf ·...

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__ su EL MUNDO, SAN JUAN, r. K. - DOMINGO 4 DE DICIEMBRE DE 1938» i ACUDA EN AUXILIO DE LOS MAS NECESITADOS En la Navidad da 1937, haca un año, EL MUNDO acogió «n IUI co- lumnas una plausible Iniciativa dal Negociado da Bienestar Social ads- crito al Departamento de Sanidad, haciendo llegar hasta al público una relación de veinticinco casos da personaa necesitada» q. implora- ban la ayuda dal ciudadano porto- rriqueño, para encauzar sus vidas y aliviar en algo su miseria. Es- ta relación seguía los pasos da una obra humanitaria comenzada an 1913 por Adolph S. Ochs, editor del "New York Times". Ochs para aquella facha presentó en su perió- dico a la nación casos da cien per- sonas merecedoras de ayuda, y to- dos los anos su periódico ha con- tinuado haciéndolo, recibiendo la dádiva generosa da sus lectores. En esta Navidad de 1938, el Ne- gociado de Bienestar Social acuda por segunda vez a hacer un llama- miento, presentando otros easos dignos de recibir el consuelo de una pequeña contribución que mi- tigue su dolor. No se trata lec- tor, —como dijéramos antes— da hacer caridad ostensiva. No sa trata tampoco de extender una li- mosna al mendigo que nos detiene el paso en la esquina de la calle, salmodiando con voz quejumbrosa el ruego de una dádiva. El dolor de estos seres es más Intimo, sa esconde al público y per- manece mudo, dejando oir sola- mente el reproche de una tos que destroza sus pulmones, ti tlc-tae monótono de un bastón que gula los ojos cerrados a la luz, o el llan- to tímido del niño qua -tiene ham- bre y encubra el rostro con la mar- chita palidez del mal que desgaja su vida. Es también la angustia de la muerta que viene pausada, con tanta más cueldad cuanto qua es inevitable el golpe de su guadaña por la falta material de la medicina administrada a tiempo, el descanso bien hechor que restau- ra las energías, y el alimento que preste nueva vida a la savia roja da la sangre. Ahora qua es víspera de Navi- dad., lector, extiende tu mano ga- naros*.. Ahora que sa aproxima 'a Navidad y se repite la tradición de la Nochebuena, con sus naci- miantoa y sus cascabeles, haz bro- tar en los labios la gratitud flore- cida an sonrisas y en villanclos de gloria a Dios an laa alturas. (Envío del Negociado de Bienestar Social) Larga espera Enriqueta, de 40 anos de edad, es madre de cuatro niños. Miguel, au esposo, tiena SO anos. Fué una ves empleado con un sueldo qua la permitía vivir decentemente. Hoy asta en ausencia forzosa del hogar y no regresará por varios anos. La atribulada eaposa y los hijos son victimas de estas terri- bles circunstancias. Sola con sus cuatro hijos varo- nas» Rafael, de 13 ano*-da edad; Miguel, de 12; Francisco, de 9; y Osvaldo, de S; lucha Enriqueta de- nodadamente por el sostenimien- to de su familia. Espera ansiosa el retorno de su esposo al hogar; pero mlentraa tanto, ¿qué será de esta madre y de sus cuatro hijos? Sagrada misión Irene tiene sólo 19 años; pero hace ya algún tiempo que la muer- ta de la madre la ha convertido en gula de su familia. El padre, hombre laborioso que ganó el sustento de su familia una vez, está hoy enfermo, sin trabajo, triste y desalentado, El hogar se derrumbó. El padre y sus dos hi- jos, de 14 y 12 anos se resguardan en un zaguán, dónde la caridad les permite existir. Irene encontró amparo en un hogar amigo y contra todos los obstáculos casi Insuperables que la salen al paso ha podido termi- nar su octavo grado. Inmediatamente se adiestró en un oficio con la esperanza de ga- nar lo bastante para reunir nueva- menta a su familia. Sus esfuerzos hasta la fecha han sido infructuo- sos. Su único deseo es reconstruir su hogar y levantar asi el espíritu decaldo de su padre. Necesita tra- bajo. Abnegación de abuela Esta abuelita es sola, sin una mano amiga, ni familiar que la ayuda. Viva con sus dos nieteci- tos, "da siete y ocho anos de edad: una parejita en quien cifra ella todo su cariño y sus esperanzas. El mayor, da ocho ano», es un caso sospechoso de. tuberculosis pulmonar. La abuelita se deses- pera al ver cartear da alimentos a sus nietos, a quienes no desea separar de su lado. Confia en que aún existan almas buenas y sus nietos no perecerán de hambre. A pesar da sus muchos ano», ella lava alguna ropa y paga al al- quilar da la habitación; ¡pero es tan escaso lo qua logra reunir! Con 815.00 mensuales se manten- drían unidos sbuela y nietos. ¿Qué ofrecer tú. lector? Se busca: ¡Un hogar! Jesusa a los 68 anos dt edad se encuentra enferma, sin recursos. sin familiares y sin hogar. Su úni- co tacho con unos pedazos da en- cerado sobre un pobre camastro an un rinconcito de una da nues- tras barriadas más pobres y des- oladas. Ei victima del hambre, la hume- dad y la miseria. ¡Con 8300 podríamos levantarle un hogar y librarla da tanto dolor. Sacrificio de madre Amalla. Joven, agradada y muy hacendosa, es viuda daada haca un ano. Madre de 5. hijltos, todos me- nores*'ha pasado por la terrible prueba da' tañar qua repartirlos entra, algunas familias que, aun- que pobres también, las proporcio- nan pan y abrigo. U madre vira en un sitio donde Iss facilidades da trabajo más in- dependien U son escasas, y sufre por esta dispersión obligada da su pequeña familia. Ella podría tra- bajar an una fábrica da enlatado que hay en laa cercanías, pero no dispona da tiempo pues ayuda y haca mandados en las casss donde les facilitan albergue a alia y a aus hijos. La vida asi as muy doloro- sa para Amalia que no tiene más ambición que vivir bajo un aolo techo. Con muy poco dinero ayudaría- mos a esta madre a ver su deseo cumplido. Árbol fuerte LeLonor es uns anciana da 80 años da edad, tronco de una fami- lia honrada. Ha recogido en su hogar a sus dos hijos: Msris, viu- da, con 4 niños; Lorenzo, muy an-' fermo, con su esposa, que espera un nuevo vastago, y cinco hijos más. La enfermedsd y el desem- pleo incapacitan s ests familia pa- ra ganarse al sustento. Les una sin embargo un fuerte vinculo fami- liar. La abuela, de dura raigam- bre, les mantiene unidos contra todo azote. ¡SI pudiéramos ayudarla en tan valerosa lueha! Cuatro hermanitas Miguel, de 14 años; Lucas, de 13; José, da 10 años; y Rafael, de 3, encuentran desamparados. José, el psdre, está en un Sanatorio An- tituberculoso atacado por la te- rrible plaga blanca. Luisa, la ma- dre, sufre de la misma enferme- dad. Vive apesadumbrada por la imposibilidad da poder ganar «1 sustento da aua hijos, por su falta de salud, por las muchas privacio- nes que sufren y lo que es más cruel psrs ella, por haberse visto obligsda a separarse para siempre del más pequeño, cuando tenia ao- lo varios días da nacido. Esta es- tado da cosas ha determinado an ella un desequilibrio nervioso que se acentúa cada ves más. La sbuels, snclsns y pobre, ha amparado a tres de los hijos, y aunque da lejos, vigila y cuida da otro de tres años, que aún perma- nece con la madre. Urge reunir a los cuatro herma- nos en un mismo hogar y ayudar para su sostenimiento con una cantidad regular semahalmente. Grave dilema Juan, el padre, es un tuberculo- so qua ambula por las calles y sa resiste a ingressr en un hospital. Miguéis, la madre, cuida sola Je sus cuatro hijoa de 10; 5; 3 y 2 años. Csrenta da recursos de alo- ja en una caaucha miserable. Vive la madre acuciada por el temor de que el padre da sus hijos vuelva al hogar. Va la salud de ellos peligro inmlnenta y piensa que es preferible que el padre con- tinúe ambulando, y que sus hljojs se salven del contagio de la tuber- culosis. Ella sólo puede aportar para los gastoa de su familia un dólar y cincuenta centavos sema na les,, que gana en ocupación que requiere gran esfuerzo físico. La abuelita materna da los niftoá, (siempre las bondadosas abuelas), encorvada y triste consigue algunos centavos, y con ellos mitiga el hambre de sus nietecitos. ¡Cuadro desolador que se pre- senta ante nuestra vlsts! ün pa- dre enfermo sin medios de protec- ción para sus hijos, lleva sobre sus hombros el pesado fardo del deber sin poder cumplirlo. Una' madre que sacrifica su amor de esposa, por salvar la salud de sus queri- dos hijos. Niños que carecen de alimentos y de un hogar: y, una anciana abuela que mendiga para ayudar en algo! Migdalia Mlgdalia sufrió muy rudo golpe cuando apenas contaba- ocho años. La tuberculosis le arrebató a su madre, único sostéi. del hogar, pues su padre las habla abandona- do muchos aftgs antes, sin qus Ja- más sa haya sabido su paradero. El hogar se.convirtió en ruinas. Los cuatro hermanltos menores fueron repartidos entra familiares pobres que por caridad, y casi sin f poder, sa hicieron cargo da ellos, y ella fuá colocada en una institu- ción para niñas huérfana». Hoy Migdalia ea una señorita dispues- ta a lanzarse a la lucha por la vi- da. Ambiciona poder reconstruir aquel hogar en que pobremente pasara, quizás, los diss mas felices de su vida y reunir da nuevo a sus hermanos a quienes ella, como hermana mayor, espera encauzar por buen camino. No quiere que sean por más tiempo carga para sus parlantes pobres. Sabe coser y quiera comprsr una máquina para poder trabajar en su hogar sin descuidar a su» hermanos. Necesitamos una maquine de co- ser y 835.00 para empatar a equi- par el hogar y cubrir sus primaras necesidades al salir da la Institu- ción. Noble aspiración Lola ha sufrido mucho. Total- mente ciega, ha Unido que sufrir una serie de operaciones peligro- sas psra sólo poder distinguir hoy objetos y coloras. Es slumna muy ejemplar y aprovechada, y tiene grandes aspiraciones Desea es- tudiar, no sólo psra satisfacción propia, sino con el fin da luego trasmitir sus conocimientos a sus compañeros ciegos, misión para la cual tiene buenas aptitudes. Cur- sa su primara año de Escuela Su- perior por el Negociado de Estu- dios Libres, y la Institución está en condicionas da conseguir uns bees qua consisten de albergue y enseñanza gratis en un colegio fuera dal país. Podría obtenerle también libre de costa el pasaje. Con 81» anuales para material de enseñanza y gastos personales te' completarla la cantidad requerida pera que esta' niña realice sus as- piraciones. ¿A quién no interesa cooperar por ai bien da aquellos qua no han tenido la dicha da ve*? Ayudando a Lola contribuimos Indirectamen- te a proporcionar maestros nuevos LA CRUZADA DEL AÑO PASADO El Negociado de Bienestar Social del Departamento de Sanidad recibe anualmente miles de solicitudes en demanda de auxilio de todas clases. Dicha oficina estudia un gran número de estas solicitudes y se empeña en poner al alcance de los que a ella acuden cuantos recursos de carácter publico y privado hay en la comunidad, tales romo asistencia médica, albergue en instituciones, ya sea temporera o permanentemente, y otros innumerables servicios nimios en apariencia pero que contribuyen a la solu- ción de los problemas que se les presentan. Es sin embargo, muy cierto que en casi todas astas dificultades hay envuelto casi siempre un problema económico, y -una vez agotados los recursos obtenidos de amigos y parientes para facilitar ayuda en este sentido el Negociado de Bienestar Social, que no tiene fondos disponibles para esta atención en su presupuesto oficial, se enfrenta con la imperiosa necesidad de recurrir directamente al público. Por este motivo en diciembre del año pasado, inspirados por la campana de los "Needlest Cases" que lleva a cabo el periódico New York Times todos los años en Nueva York, presentamos al público la historia de veinticinco de nuestras fami- lias pobres vergonzantes, un número limitadísimo de los pocos que podemos estudiar escogidos de entre el gran número de solicitantes. Conviene saber que la selección de estos casos está basada en la convicción de que debido a las condiciones de carácter, relaciones de familia, método de vida de las personas de cuyo tratamiento social somos responsables presentan ma- yores probabilidades de, con un pequeño esfuerzo, ponerse en condiciones de seguir valiéndose sin el auxilio extraño. Más claro. No ayudamos a quien no está dispuesto a ayudarse a si mismo. Nos ceñimos estrictamente a la norma "Ayúdate, que Dios te ayudará". EL MUNDO ofreció sus páginas psra hacer nuestra primera campaña y acogió calurosamente la idea publicando los casos no una, sino varias veces, haciendo llamamientos elocuentes por medio de editoriales, e informando al público diaria- mente sobre los donativos y cartas recibidas. Aquella parte de nuestro publico alerta siempre al socorro de los necesitados, respondió al llamamiento. Cada cual con- tribuyó a la medida de sus fuerzas. Los donativos individuales fluctuaron desde la suma de 81.00 hasta 850.00. Se recaudaron 8680.87, suma que representa el 20 por ciento de lo solicitado para nuestras familias, cantidad mínima indispensable para satis- facer solamente algunaa de laa necesidades fundamentales de-la vida de seres sumidos en la mayor miseria; y sa logró el auxilio directo para un caso. Sin embargo, nuestros colaboradores en esta obra no podrán Jamás imaginarse el bien realizado con tan pequeña cantidad: Veamos: . ESFUERZO HEROICO: ¿Recordáis a la niña de "Esfuerzo Heroico", a Elenita, la estudiante de 16 años, del curso.Normal de la Universidad, la que caminaba media hora todas las mañanas para tomar la guagua, la que carecía de alimentos y ropa, la que no conoció las horas• libres y despreocupadas del estudiante? Pues bien, con 830.00 se hicieron todos sus gastos de pasaje y libros du- rante el año, y al llegar el mes de Junio, graduóse con honores del curso Normal de 1938, y el mes de agosto, la encuentra llevando el pan de la Instrucción a un grupo de niños en un pueblecito de nuestras montañas. Y la suerte sigue favorecién- dola. La madre ha encontrado trabajo en el mismo barrio donde ejerce de maestra la hija; el padre mejora notablemente da su cruel dolencia; y los hermanltos, alentados con el triunfo de la mayor, redoblan sus esfuerzos y estudian con mayor sosiego. AMOR, BENDITO SEAS: - ' La cantidad ofrecidale, $25.00, es rehusada por el hombre que aún crea posible abrirse solo un nuevo camino. La ma- dre, angustiada por la carencia dt lo más indispensable para los hijos, asume la dirección, acepta el dinero, emprende un pequeño negocio. El ejemplo de la mujer animosa da bríos al hombre, quien presta entonces su ayuda y el negocio prospera. No es tarea fácil, maa los hijos tienen segura el' pan de cada dia , VALIOSA AMISTAD: ^_______ Hija de tuberculosos.- El padre no existe ya. La madre habrá de terminar sus días* en la institución qué la alberga. Cinco dólares invertidos en la compra de una cama le hacen cabida en un Rogar amigo, y lo que es más. han establecido una relación tan estrecha entra- acogedora y acogida, que le brindan sin lugar a duda hogar y protección cuando la ma- dre ya no sea más. LA CARGA DE LOS AftOS: Los años de la buena anciana, no le pesan ya. Su paso es firme y seguro. ¿Como no? .Ahora tiene un cuarto suyo, amueblado con el auxilio de amigos, y que se paga con toda puntualidad mediante la auma que le fué asignada Una aso- ciación religiosa proporciona loa alimentos diarios. VOS COMIMOS EL PRINCIPAL: La orfandad se cebó por completo en la triste casita en cuyos cimientos rompían monótonamente las olas del mar ve- cino. Siete niños completamente solos quedaron a merced tuya, que contribuíste a esta buena obra. 855.00 fueron necesarios para rescatar y mantener unido a esta pequeño grupo hasta encontrar solución definitiva a sus problemas. Tres están hoy bajo la protección del Gobierno Insular y dos en hogares adoptivos. Los doa mayorcitoa buscan su vida lo mejor que pueden. Aún nos preocupa la suerte qua puedan correr MATERIAL PRECIOSO: Uno de los casoa qua más ventajas ha derivado de la ayuda Inicial ofrecidale fué Felicita, la joven alumna de un orfelinato preparada ya convenientemente para trabajos de oficina, pero retenida en la institución por falta de hogar, ya que su madre y su hermanita vivían con parientes de condiciones económicas tales que no le permitían ofrecerle albergue tam- bién a ella. Una persona que brindó su a poyo "decidí do a nuestra campaña, interesada en el caso, logró conseguirla empleo. Y al empleo determinó la rsunión de la pequeña familia en un modesto hogar, producto del fruto dt la labor dt la Joven. Hay más noticias alentadoras sobre este caso qua nos reservamos por razones obvias. Y asi podríamos informar de todos y cada uno da los casos de que nos sentimos responsables ante el público que nos alentó en esta cruzada. Algunos que pudieron por ai miamos resolver sus problemas sin recurrir al fondo levantado para ellos, lo cedieron a otros casos menos afortunados. NEGOCIADO DE BIENESTAR SOCIAL. y medios de enseñanza para los ciegos de nuestra isla. La fe salva Rosa tiena un brazo y una pier- na inútiles a causa de una menin- gitis cuando era pequeña. Huérfa- na, fué albergada en una Institu- ción, pero su Impedimenta física no le permitió hacer grandes pro- grasos, da modo qut al salir care- cía da la preparación necesaria para enfrentarse de lleno con los problema» de la vida. Su espíritu altamente religioso le ha hecho resignarse con su suer- te, y con profunda fe espera poder conservar a su lado, las dos 'Jamas criaturas que Dios puso en su ho- gar: Alma, cíe 8. y Noel, de 2 años pequeñas criaturas qut sólo tienen en el mundo ti Inmenso ca- riño de su desventurada madre. A pesar de su Incapacidad física Rosa quiere trabajar con una pe- queña crianza de cerdos que le produzca lo suficiente para man- tener Intacta su pequeña familia. Necesita poco para empezar. La cieguita de la vox melódica Elena se graduará este año de petavo grado en una escuela para Niños Ciegos. Posee grande apti- tudes para el canto y la música. Desea aprender ambas cosas psra después ganarse el sustento de su madre y hermanos, quienes son para alia motivo de gran preocu- pación, porque desea verlos felices y contentos. La cantidad de ciento cincuen- ta dolores serla una buena apor- tación para dar comienzo a una obra tan laudable. El año pasado un donante generoso contribuyó con 85.00 que están aún en depósi- to as espera de otros donativos. Elena que es cieguita, piensa en au madre y hermanos, ¿Quién pen- sará en ella, ayudándola a ver rea- lizadas BUS aspiraciones de ser ma- estra de Canto y Música para lue- go aer el amparo dt sus familia- res? Gemelas Hace unos cuantos años Cándi- da y Dolores, dos gemelas huérfa- nas dt padrt y madrt, quedaron al cuidado dt la abuela. Esta, sa- crificándose en su deseo de man- tenerlas a su lado, logró con mu- cho esfuerzo colocarlas en un or- felinato. Hoy están crecidas, saludables, bien parecidas, y poseen cierta preparación para ganarse decente- mente la vida. La abuela, más vieja y menos fuerte hoy, las espera para que le sirvan dt báculo. Pero no tiene nada que ofrecerles en lo qut es- tas jóvenes sa encaminan. Se necesitan 855.00 para afron- tar las necesidades del momento! ¿Quién los aportará? Hogar, por ti suspiro... Un rostro de niño dulce y bue- no es el de Enriqulto D., pero se nota ansioso. Parece como si bus- cara algo que no encuentra. Por azares del destino hace años quedó huérfano de madre. Su padre habla abandonado el hogar. No se na sabido más de él. Conserva el ni- ño gratos recuerdos de su hogar destruido, y guarda retratos, pos- tales, cartas, que son elocuente símbolo en su vida. Todo su afán se cifra en encontrar a su padre y vivir en un hogar. Desde su más tierna infancia ingresó an un or- felinato como "mascota", por no tener siquiera la edad mínima re- querida y ahora su permanencia allí se hace larga y tediosa. A este niño nunca la ha procu- rado familiar alguno. Es inteli- gente, obediente y amable. Con 815.00 mensuales por algún tiempo se podría pagar un hogar adecua- do para él, mlentraa se realizan otras gestiones para localizar a su padre. No es fuerte Enriqulto. Los médicos le prescriben un régimen He vida sedentaria. ¿Dónde Irá a parar cuando salga del orfelina- to? ¿Encontré alguna vea a su padre? Mirando hacia el porvenir % Miguel F„ Ingresó hace años en una institución, enfermizo, débil, huérfano da madre tuberculosa. Todo lo qut sa ha hecho para loca- lizar familiares suyos, ha sido In- útil. Nunca ha sentido el calor de un hogar, y al salir de la Ins- titución vivirá solo hasta que for- me el suyo propio. Ahora Miguel tiene 17 años y conoce un oficio, pero le sirve de poco pues se le pide vasta expe- riencia cuando va a colocarse. Mi- guel está seguro de que si monta au propio negocio M hará dt bue- na clientela, porque ha aprendido bien su oficio. Pero ¿quién lo ayu- dará? El ha sido slmeprt un mu- chacho delicado y no podrá hactr trabajos fuertes. Necesita practi- car au oficio, ya como principian- te o como su propio patrono. Nece- sitará alrededor de 850.00 que lo encaminarían hacia una vida útil y feliz. < La gran plaga blanca La campaña de EL MUNDO en las Navidades dai Año 1837, ende- rezó en parte la situación de Ma- ría, de 66 años de edad, viuda, y de sus cinco «hijos, cuatro enfermos de tuberculosis. 825.00 dieron comienzo a un pe- queño negocio que h\ proporciona- do pan a sus hijos enfermos, ys bastante mejorados, y qua ella es- pera no sigan la ruta de loa pri- meros tres fallecidos victimas da la misma enfermedad. El pago de un bono por la canti- dad de 840.00 a la muerte de una da sus hijas, nsce ya varios año*. sa utilizó an hacer reparaciones y pintar la casa, que sa encontraba muy deteriorada y en pésimas con- diciones higiénicas. Sa haca necesaria continuar la ayuda a esta buena madre y s sus cinco hijos, de manera que ella pueda seguir su defensa contra la t miseria y la horrible plaga blan- ca. La carga de los años Luisa Pérez es ya conocida. Es la anclanita a quien alumbró el sol 1 de la felicidad al cerrarse nues- tra Campaña de los Casos Nece- sitado» en las Navidades del año 1937. Una alma buena tendió su- mano para sostener a esta anciana que descendiendo los ñutimos peldaños de su vida, tncontrábasa sin hogar y alimentos. 835.00 cubriaron al pago del al- quiler de casa por el término de un año; un bono de 40 centavos semanales para alimentos, dona- dos por la Sociedad de San Viran- te de Paúl han sido una valiosa contribución. Otras manos gene- rosas han ayudado a completar la obra. Precisa continuar favoreciendo a Luisa. Esperanza remota Laura estará preparada para ganarse la vida dentro de poco. De ella dependen su madre daga y tres hermanitos, físicamente dete- riorados por la extrtma pobreza. Una pequeña suma proporciona- rla hogar donde reunir esta fami- lia, con Laura haciendo las vacas dt Jtít y provttdor. Lucha sin tregua Regino O, dt 38 años da tdad, dt oficio industrial y con estudios de octsvo grsdo, ts csssdo y pa- dre de siete hijos. La herencia o el medio, y acaso los dos, determi- naron su reclusión en un hospital de donde fué dado de alta. Amella, la esposa de 28 años de edad, sufre de la vista y padece una afección nerviosa, lo qua es explicable por los sufrimientos y grandes privaciones qut marcan su vida. Los hijos: Luisa, 12 años, estu- dia séptimo grado; Dolores, dt 11; Amelia, de 9; Irene, de 8; Jorge, de 6; Francisco, de 5; y Julio de i años. Los cinco mayores asistan a la escuela y son aprovechados. Regino vuelve al hogar para en- contrar una situación de pobreza y miseria, complicada aer i amenté con la enfermedad de Amelia, quien manifiesta ya síntomas que lo preocupan. Esta situación de- termina una recaída en su enfer- medad, que lo conduce nuevamen- te al hospital, repitiéndose ls lar- ga separación. La madre y sus siete hijos que- dan detrás con sus problemas. Ella lucha sola y ve con tristeza cómo se desmorona su hogar. Con una pequeña cantidad men- sual contribuirá a llevarse pan y tranquilidad a esta familia hon- rada. A nsiedad Alberto J., fué uno de los hono- res da su clase en octavo grado y desea vivamtnlt hacer sus estu- dios de escuela superior. Sui pa- dres murieron de tuberculosis pul- monar, y loa tres hermanitos me- nores ven en Alberto su único sos- tén en el futuro. Alberto tiene ¿hora hogar y ali- mentos, pero sus protectores no pueden enviarlo a la escuela. Por ironías del destino, el muchacho está emparentado con personas de elevado rango .ocial que no iO aceptan como familiar. Los parien- tes maternos, que lo quieren, están cargados de hijos y no tienen re- cursos económicos. Ama los libros y siente un placer Infinito con alguno qua sabe pro- piedad suyo. Sr rostro, siempre triste y pensativo, se torna alegre ante la perspectiva de tener un li- bro nuevo en sus manos. Se con- forma empero con libros usados y ni aún estos posee... Para ayudar a estt Joven en sus estudios de escuela superior duran- te 4 años se necesitan 850.00, por- que tiene asegurado ya un hogar por el tiempo que duren sus estu- dios. Amor con amor ae paga La familia se compone de la ma- dre, Victoria, viuda y enferma; tres hijo» propios, Margarita, da 20 años de edad; Augusto da 18; y Elisa de 17; y una hija de crian- za, Ruth, de 10 años, huérfana a la cual adoptaron ella y su esposo antes de morir ésta y cusndo su situado les permitía hscer esta obra de caridad. La muerte prematura del espo- so dejó a la viuda sin recursos, que hubieran de utilizarse en al pago dt dtudas que dejaran a salvo al nombre de la familia. Victoria ha recorrido la gama da todos los trabajos rudos para qua sus hijos no pasasen hambre. En- ferma, luego, vino la inevitable ca- táatrofe: la familia repartida; ella sola con el hijo menor, Aguato, Jo- ven ya de 18 años, fuerte, dispues- to para ti trabajo, qut no llega. Tampoco llega ocupación remune- rada* para Elisa, dada da alta por haber cumplido la edad reglamen- taria en la Inst' ución donde fué recluida y educada. Aún están fuera del hogar' las dos más pequeñas, quienes no pue- den visitarlo, ni aún de vacaciones, por la escasez imperante allí. Au- gusto y Elisa quieren, y merecen, una oportunidad de trabajo para recompensar a su madrt de los enermes sacrificlrs que por ellos ha reslizado. Libradas del arroyo- Huérfanas de padre, la majlra demente, Irla. Natalia y Cielito in- gresaron en un hogar para niños desamparados. Sus doa hermani- tos 'menores. J y 7 sños viven con una tia abuels, sncisns ys. sin recursos para i sostenimiento, fuera de las limosnas que almas buenas le dan. Iris, la mayor, orna un curso da ama de llaves y tapera terminarlo a fines de este año. Está deseosa da ayudar a sus hermanltos para qua no lo pasen tan mal. Sa necesl- tan por lo menos 810.00 mensuales (Continúa ea la página 13 Col. 2) I aaaaaaaaasBBi

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    EL MUNDO, SAN JUAN, r. K. - DOMINGO 4 DE DICIEMBRE DE 1938» i

    ACUDA EN AUXILIO DE LOS MAS NECESITADOS En la Navidad da 1937, haca un

    año, EL MUNDO acogió «n IUI co- lumnas una plausible Iniciativa dal Negociado da Bienestar Social ads- crito al Departamento de Sanidad, haciendo llegar hasta al público una relación de veinticinco casos da personaa necesitada» q. implora- ban la ayuda dal ciudadano porto- rriqueño, para encauzar sus vidas y aliviar en algo su miseria. Es- ta relación seguía los pasos da una obra humanitaria comenzada an 1913 por Adolph S. Ochs, editor del "New York Times". Ochs para aquella facha presentó en su perió- dico a la nación casos da cien per- sonas merecedoras de ayuda, y to- dos los anos su periódico ha con- tinuado haciéndolo, recibiendo la dádiva generosa da sus lectores.

    En esta Navidad de 1938, el Ne- gociado de Bienestar Social acuda por segunda vez a hacer un llama- miento, presentando otros easos dignos de recibir el consuelo de una pequeña contribución que mi- tigue su dolor. No se trata lec- tor, —como dijéramos antes— da hacer caridad ostensiva. No sa trata tampoco de extender una li- mosna al mendigo que nos detiene el paso en la esquina de la calle, salmodiando con voz quejumbrosa el ruego de una dádiva.

    El dolor de estos seres es más Intimo, sa esconde al público y per- manece mudo, dejando oir sola- mente el reproche de una tos que destroza sus pulmones, ti tlc-tae monótono de un bastón que gula los ojos cerrados a la luz, o el llan- to tímido del niño qua -tiene ham- bre y encubra el rostro con la mar- chita palidez del mal que desgaja su vida. Es también la angustia de la muerta que viene pausada, con tanta más cueldad cuanto qua es inevitable el golpe de su guadaña por la falta material de la medicina administrada a tiempo, el descanso bien hechor que restau- ra las energías, y el alimento que preste nueva vida a la savia roja da la sangre.

    Ahora qua es víspera de Navi- dad., lector, extiende tu mano ga- naros*.. Ahora que sa aproxima 'a Navidad y se repite la tradición de la Nochebuena, con sus naci- miantoa y sus cascabeles, haz bro- tar en los labios la gratitud flore- cida an sonrisas y en villanclos de gloria a Dios an laa alturas.

    (Envío del Negociado de Bienestar Social)

    Larga espera Enriqueta, de 40 anos de edad,

    es madre de cuatro niños. Miguel, au esposo, tiena SO anos. Fué una ves empleado con un sueldo qua la permitía vivir decentemente. Hoy asta en ausencia forzosa del hogar y no regresará por varios anos. La atribulada eaposa y los hijos son victimas de estas terri- bles circunstancias.

    Sola con sus cuatro hijos varo- nas» Rafael, de 13 ano*-da edad; Miguel, de 12; Francisco, de 9; y Osvaldo, de S; lucha Enriqueta de- nodadamente por el sostenimien- to de su familia.

    Espera ansiosa el retorno de su esposo al hogar; pero mlentraa tanto, ¿qué será de esta madre y de sus cuatro hijos? Sagrada misión

    Irene tiene sólo 19 años; pero hace ya algún tiempo que la muer- ta de la madre la ha convertido en gula de su familia.

    El padre, hombre laborioso que ganó el sustento de su familia una vez, está hoy enfermo, sin trabajo, triste y desalentado, El hogar se derrumbó. El padre y sus dos hi- jos, de 14 y 12 anos se resguardan en un zaguán, dónde la caridad les permite existir.

    Irene encontró amparo en un hogar amigo y contra todos los obstáculos casi Insuperables que la salen al paso ha podido termi- nar su octavo grado.

    Inmediatamente se adiestró en un oficio con la esperanza de ga- nar lo bastante para reunir nueva- menta a su familia. Sus esfuerzos hasta la fecha han sido infructuo- sos. Su único deseo es reconstruir su hogar y levantar asi el espíritu decaldo de su padre. Necesita tra- bajo. Abnegación de abuela

    Esta abuelita es sola, sin una mano amiga, ni familiar que la ayuda. Viva con sus dos nieteci- tos, "da siete y ocho anos de edad: una parejita en quien cifra ella todo su cariño y sus esperanzas.

    El mayor, da ocho ano», es un caso sospechoso de. tuberculosis pulmonar. La abuelita se deses- pera al ver cartear da alimentos a sus nietos, a quienes no desea separar de su lado. Confia en que aún existan almas buenas y sus nietos no perecerán de hambre.

    A pesar da sus muchos ano», ella lava alguna ropa y paga al al- quilar da la habitación; ¡pero es tan escaso lo qua logra reunir!

    Con 815.00 mensuales se manten- drían unidos sbuela y nietos.

    ¿Qué ofrecer tú. lector?

    Se busca: ¡Un hogar! • Jesusa a los 68 anos dt edad se

    encuentra enferma, sin recursos. sin familiares y sin hogar. Su úni- co tacho con unos pedazos da en- cerado sobre un pobre camastro an un rinconcito de una da nues- tras barriadas más pobres y des- oladas.

    Ei victima del hambre, la hume- dad y la miseria.

    ¡Con 8300 podríamos levantarle un hogar y librarla da tanto dolor. Sacrificio de madre

    Amalla. Joven, agradada y muy hacendosa, es viuda daada haca un ano. Madre de 5. hijltos, todos me- nores*'ha pasado por la terrible prueba da' tañar qua repartirlos entra, algunas familias que, aun- que pobres también, las proporcio- nan pan y abrigo.

    U madre vira en un sitio donde Iss facilidades da trabajo más in- dependien U son escasas, y sufre por esta dispersión obligada da su

    pequeña familia. Ella podría tra- bajar an una fábrica da enlatado que hay en laa cercanías, pero no dispona da tiempo pues ayuda y haca mandados en las casss donde les facilitan albergue a alia y a aus hijos. La vida asi as muy doloro- sa para Amalia que no tiene más ambición que vivir bajo un aolo techo.

    Con muy poco dinero ayudaría- mos a esta madre a ver su deseo cumplido. Árbol fuerte

    LeLonor es uns anciana da 80 años da edad, tronco de una fami- lia honrada. Ha recogido en su hogar a sus dos hijos: Msris, viu- da, con 4 niños; Lorenzo, muy an-' fermo, con su esposa, que espera un nuevo vastago, y cinco hijos más. La enfermedsd y el desem- pleo incapacitan s ests familia pa- ra ganarse al sustento. Les una sin embargo un fuerte vinculo fami- liar. La abuela, de dura raigam- bre, les mantiene unidos contra todo azote.

    ¡SI pudiéramos ayudarla en tan valerosa lueha! Cuatro hermanitas

    Miguel, de 14 años; Lucas, de 13; José, da 10 años; y Rafael, de 3, s« encuentran desamparados. José, el psdre, está en un Sanatorio An- tituberculoso atacado por la te- rrible plaga blanca. Luisa, la ma- dre, sufre de la misma enferme- dad. Vive apesadumbrada por la imposibilidad da poder ganar «1 sustento da aua hijos, por su falta de salud, por las muchas privacio- nes que sufren y lo que es más cruel psrs ella, por haberse visto obligsda a separarse para siempre del más pequeño, cuando tenia ao- lo varios días da nacido. Esta es- tado da cosas ha determinado an ella un desequilibrio nervioso que se acentúa cada ves más.

    La sbuels, snclsns y pobre, ha amparado a tres de los hijos, y aunque da lejos, vigila y cuida da otro de tres años, que aún perma- nece con la madre.

    Urge reunir a los cuatro herma- nos en un mismo hogar y ayudar para su sostenimiento con una cantidad regular semahalmente. Grave dilema

    Juan, el padre, es un tuberculo- so qua ambula por las calles y sa resiste a ingressr en un hospital.

    Miguéis, la madre, cuida sola Je sus cuatro hijoa de 10; 5; 3 y 2 años. Csrenta da recursos de alo- ja en una caaucha miserable.

    Vive la madre acuciada por el temor de que el padre da sus hijos vuelva al hogar. Va la salud de ellos peligro inmlnenta y piensa que es preferible que el padre con- tinúe ambulando, y que sus hljojs se salven del contagio de la tuber- culosis.

    Ella sólo puede aportar para los gastoa de su familia un dólar y cincuenta centavos sema na les,, que gana en ocupación que requiere gran esfuerzo físico. La abuelita materna da los niftoá, (siempre las bondadosas abuelas), encorvada y triste consigue algunos centavos, y con ellos mitiga el hambre de sus nietecitos.

    ¡Cuadro desolador que se pre- senta ante nuestra vlsts! ün pa- dre enfermo sin medios de protec- ción para sus hijos, lleva sobre sus hombros el pesado fardo del deber sin poder cumplirlo. Una' madre que sacrifica su amor de esposa, por salvar la salud de sus queri- dos hijos. Niños que carecen de alimentos y de un hogar: y, una anciana abuela que mendiga para ayudar en algo! Migdalia

    Mlgdalia sufrió muy rudo golpe cuando apenas contaba- ocho años. La tuberculosis le arrebató a su madre, único sostéi. del hogar, pues su padre las habla abandona- do muchos aftgs antes, sin qus Ja- más sa haya sabido su paradero.

    El hogar se.convirtió en ruinas. Los cuatro hermanltos menores fueron repartidos entra familiares pobres que por caridad, y casi sin f poder, sa hicieron cargo da ellos, y ella fuá colocada en una institu- ción para niñas huérfana». Hoy Migdalia ea una señorita dispues- ta a lanzarse a la lucha por la vi- da. Ambiciona poder reconstruir aquel hogar en que pobremente pasara, quizás, los diss mas felices de su vida y reunir da nuevo a sus hermanos a quienes ella, como hermana mayor, espera encauzar por buen camino. No quiere que sean por más tiempo carga para sus parlantes pobres. • Sabe coser y quiera comprsr una máquina para poder trabajar en su hogar sin descuidar a su» hermanos.

    Necesitamos una maquine de co- ser y 835.00 para empatar a equi- par el hogar y cubrir sus primaras necesidades al salir da la Institu- ción. Noble aspiración

    Lola ha sufrido mucho. Total- mente ciega, ha Unido que sufrir una serie de operaciones peligro- sas psra sólo poder distinguir hoy objetos y coloras. Es slumna muy ejemplar y aprovechada, y tiene grandes aspiraciones Desea es- tudiar, no sólo psra satisfacción propia, sino con el fin da luego trasmitir sus conocimientos a sus compañeros ciegos, misión para la cual tiene buenas aptitudes. Cur- sa su primara año de Escuela Su- perior por el Negociado de Estu- dios Libres, y la Institución está en condicionas da conseguir uns bees qua consisten de albergue y enseñanza gratis en un colegio fuera dal país. Podría obtenerle también libre de costa el pasaje. Con 81» anuales para material de enseñanza y gastos personales te' completarla la cantidad requerida pera que esta' niña realice sus as- piraciones.

    ¿A quién no interesa cooperar por ai bien da aquellos qua no han tenido la dicha da ve*? Ayudando a Lola contribuimos Indirectamen- te a proporcionar maestros nuevos

    LA CRUZADA DEL AÑO PASADO El Negociado de Bienestar Social del Departamento de Sanidad recibe anualmente miles de solicitudes en demanda

    de auxilio de todas clases. Dicha oficina estudia un gran número de estas solicitudes y se empeña en poner al alcance de los que a ella acuden

    cuantos recursos de carácter publico y privado hay en la comunidad, tales romo asistencia médica, albergue en instituciones, ya sea temporera o permanentemente, y otros innumerables servicios nimios en apariencia pero que contribuyen a la solu- ción de los problemas que se les presentan. Es sin embargo, muy cierto que en casi todas astas dificultades hay envuelto casi siempre un problema económico, y -una vez agotados los recursos obtenidos de amigos y parientes para facilitar ayuda en este sentido el Negociado de Bienestar Social, que no tiene fondos disponibles para esta atención en su presupuesto oficial, se enfrenta con la imperiosa necesidad de recurrir directamente al público.

    Por este motivo en diciembre del año pasado, inspirados por la campana de los "Needlest Cases" que lleva a cabo el periódico New York Times todos los años en Nueva York, presentamos al público la historia de veinticinco de nuestras fami- lias pobres vergonzantes, un número limitadísimo de los pocos que podemos estudiar escogidos de entre el gran número de solicitantes. Conviene saber que la selección de estos casos está basada en la convicción de que debido a las condiciones de carácter, relaciones de familia, método de vida de las personas de cuyo tratamiento social somos responsables presentan ma- yores probabilidades de, con un pequeño esfuerzo, ponerse en condiciones de seguir valiéndose sin el auxilio extraño. Más claro. No ayudamos a quien no está dispuesto a ayudarse a si mismo. Nos ceñimos estrictamente a la norma "Ayúdate, que Dios te ayudará".

    EL MUNDO ofreció sus páginas psra hacer nuestra primera campaña y acogió calurosamente la idea publicando los casos no una, sino varias veces, haciendo llamamientos elocuentes por medio de editoriales, e informando al público diaria- mente sobre los donativos y cartas recibidas.

    Aquella parte de nuestro publico alerta siempre al socorro de los necesitados, respondió al llamamiento. Cada cual con- tribuyó a la medida de sus fuerzas. Los donativos individuales fluctuaron desde la suma de 81.00 hasta 850.00. Se recaudaron 8680.87, suma que representa el 20 por ciento de lo solicitado para nuestras familias, cantidad mínima indispensable para satis- facer solamente algunaa de laa necesidades fundamentales de-la vida de seres sumidos en la mayor miseria; y sa logró el auxilio directo para un caso. Sin embargo, nuestros colaboradores en esta obra no podrán Jamás imaginarse el bien realizado con tan pequeña cantidad: Veamos: . ESFUERZO HEROICO:

    ¿Recordáis a la niña de "Esfuerzo Heroico", a Elenita, la estudiante de 16 años, del curso.Normal de la Universidad, la que caminaba media hora todas las mañanas para tomar la guagua, la que carecía de alimentos y ropa, la que no conoció las horas• libres y despreocupadas del estudiante? Pues bien, con 830.00 se hicieron todos sus gastos de pasaje y libros du- rante el año, y al llegar el mes de Junio, graduóse con honores del curso Normal de 1938, y el mes de agosto, la encuentra llevando el pan de la Instrucción a un grupo de niños en un pueblecito de nuestras montañas. Y la suerte sigue favorecién- dola. La madre ha encontrado trabajo en el mismo barrio donde ejerce de maestra la hija; el padre mejora notablemente da su cruel dolencia; y los hermanltos, alentados con el triunfo de la mayor, redoblan sus esfuerzos y estudian con mayor sosiego. AMOR, BENDITO SEAS: - '

    La cantidad ofrecidale, $25.00, es rehusada por el hombre que aún crea posible abrirse solo un nuevo camino. La ma- dre, angustiada por la carencia dt lo más indispensable para los hijos, asume la dirección, acepta el dinero, emprende un pequeño negocio. El ejemplo de la mujer animosa da bríos al hombre, quien presta entonces su ayuda y el negocio prospera. No es tarea fácil, maa los hijos tienen segura el' pan de cada dia , VALIOSA AMISTAD: ^_______

    Hija de tuberculosos.- El padre no existe ya. La madre habrá de terminar sus días* en la institución qué la alberga. Cinco dólares invertidos en la compra de una cama le hacen cabida en un Rogar amigo, y lo que es más. han establecido una relación tan estrecha entra- acogedora y acogida, que le brindan sin lugar a duda hogar y protección cuando la ma- dre ya no sea más. LA CARGA DE LOS AftOS:

    Los años de la buena anciana, no le pesan ya. Su paso es firme y seguro. ¿Como no? .Ahora tiene un cuarto suyo, amueblado con el auxilio de amigos, y que se paga con toda puntualidad mediante la auma que le fué asignada Una aso- ciación religiosa proporciona loa alimentos diarios. VOS COMIMOS EL PRINCIPAL:

    La orfandad se cebó por completo en la triste casita en cuyos cimientos rompían monótonamente las olas del mar ve- cino. Siete niños completamente solos quedaron a merced tuya, tú que contribuíste a esta buena obra. 855.00 fueron necesarios para rescatar y mantener unido a esta pequeño grupo hasta encontrar solución definitiva a sus problemas. Tres están hoy bajo la protección del Gobierno Insular y dos en hogares adoptivos. Los doa mayorcitoa buscan su vida lo mejor que pueden. Aún nos preocupa la suerte qua puedan correr MATERIAL PRECIOSO:

    Uno de los casoa qua más ventajas ha derivado de la ayuda Inicial ofrecidale fué Felicita, la joven alumna de un orfelinato preparada ya convenientemente para trabajos de oficina, pero retenida en la institución por falta de hogar, ya que su madre y su hermanita vivían con parientes de condiciones económicas tales que no le permitían ofrecerle albergue tam- bién a ella. Una persona que brindó su a poyo "decidí do a nuestra campaña, interesada en el caso, logró conseguirla empleo. Y al empleo determinó la rsunión de la pequeña familia en un modesto hogar, producto del fruto dt la labor dt la Joven. Hay más noticias alentadoras sobre este caso qua nos reservamos por razones obvias.

    Y asi podríamos informar de todos y cada uno da los casos de que nos sentimos responsables ante el público que nos alentó en esta cruzada. Algunos que pudieron por ai miamos resolver sus problemas sin recurrir al fondo levantado para ellos, lo cedieron a otros casos menos afortunados.

    NEGOCIADO DE BIENESTAR SOCIAL.

    y medios de enseñanza para los ciegos de nuestra isla. La fe salva

    Rosa tiena un brazo y una pier- na inútiles a causa de una menin- gitis cuando era pequeña. Huérfa- na, fué albergada en una Institu- ción, pero su Impedimenta física no le permitió hacer grandes pro- grasos, da modo qut al salir care- cía da la preparación necesaria para enfrentarse de lleno con los problema» de la vida.

    Su espíritu altamente religioso le ha hecho resignarse con su suer- te, y con profunda fe espera poder conservar a su lado, las dos 'Jamas criaturas que Dios puso en su ho- gar: Alma, cíe 8. y Noel, de 2 años pequeñas criaturas qut sólo tienen en el mundo ti Inmenso ca- riño de su desventurada madre.

    A pesar de su Incapacidad física Rosa quiere trabajar con una pe- queña crianza de cerdos que le produzca lo suficiente para man- tener Intacta su pequeña familia.

    Necesita poco para empezar. La cieguita de la vox melódica

    Elena se graduará este año de petavo grado en una escuela para Niños Ciegos. Posee grande apti- tudes para el canto y la música. Desea aprender ambas cosas psra después ganarse el sustento de su madre y hermanos, quienes son para alia motivo de gran preocu- pación, porque desea verlos felices y contentos.

    La cantidad de ciento cincuen- ta dolores serla una buena apor- tación para dar comienzo a una obra tan laudable. El año pasado un donante generoso contribuyó con 85.00 que están aún en depósi- to as espera de otros donativos.

    Elena que es cieguita, piensa en au madre y hermanos, ¿Quién pen- sará en ella, ayudándola a ver rea- lizadas BUS aspiraciones de ser ma- estra de Canto y Música para lue- go aer el amparo dt sus familia- res? Gemelas

    Hace unos cuantos años Cándi- da y Dolores, dos gemelas huérfa- nas dt padrt y madrt, quedaron al cuidado dt la abuela. Esta, sa- crificándose en su deseo de man- tenerlas a su lado, logró con mu- cho esfuerzo colocarlas en un or- felinato.

    Hoy están crecidas, saludables, bien parecidas, y poseen cierta preparación para ganarse decente- mente la vida.

    La abuela, más vieja y menos fuerte hoy, las espera para que le sirvan dt báculo. Pero no tiene nada que ofrecerles en lo qut es- tas jóvenes sa encaminan.

    Se necesitan 855.00 para afron- tar las necesidades del momento! ¿Quién los aportará? Hogar, por ti suspiro...

    Un rostro de niño dulce y bue- no es el de Enriqulto D., pero se nota ansioso. Parece como si bus- cara algo que no encuentra. Por azares del destino hace años quedó huérfano de madre. Su padre habla abandonado el hogar. No se na sabido más de él. Conserva el ni- ño gratos recuerdos de su hogar destruido, y guarda retratos, pos- tales, cartas, que son elocuente símbolo en su vida. Todo su afán se cifra en encontrar a su padre y vivir en un hogar. Desde su más tierna infancia ingresó an un or- felinato como "mascota", por no tener siquiera la edad mínima re- querida y ahora su permanencia allí se hace larga y tediosa.

    A este niño nunca la ha procu- rado familiar alguno. Es inteli- gente, obediente y amable. Con 815.00 mensuales por algún tiempo se podría pagar un hogar adecua- do para él, mlentraa se realizan otras gestiones para localizar a su padre.

    No es fuerte Enriqulto. Los médicos le prescriben un régimen He vida sedentaria. ¿Dónde Irá a parar cuando salga del orfelina- to? ¿Encontré alguna vea a su padre? Mirando hacia el porvenir %

    Miguel F„ Ingresó hace años en una institución, enfermizo, débil, huérfano da madre tuberculosa. Todo lo qut sa ha hecho para loca- lizar familiares suyos, ha sido In- útil. Nunca ha sentido el calor de un hogar, y al salir de la Ins- titución vivirá solo hasta que for- me el suyo propio.

    Ahora Miguel tiene 17 años y conoce un oficio, pero le sirve de poco pues se le pide vasta expe- riencia cuando va a colocarse. Mi- guel está seguro de que si monta au propio negocio M hará dt bue- na clientela, porque ha aprendido bien su oficio. Pero ¿quién lo ayu- dará? El ha sido slmeprt un mu- chacho delicado y no podrá hactr trabajos fuertes. Necesita practi-

    car au oficio, ya como principian- te o como su propio patrono. Nece- sitará alrededor de 850.00 que lo encaminarían hacia una vida útil y feliz. < La gran plaga blanca

    La campaña de EL MUNDO en las Navidades dai Año 1837, ende- rezó en parte la situación de Ma- ría, de 66 años de edad, viuda, y de sus cinco «hijos, cuatro enfermos de tuberculosis.

    825.00 dieron comienzo a un pe- queño negocio que h\ proporciona- do pan a sus hijos enfermos, ys bastante mejorados, y qua ella es- pera no sigan la ruta de loa pri- meros tres fallecidos victimas da la misma enfermedad.

    El pago de un bono por la canti- dad de 840.00 a la muerte de una da sus hijas, nsce ya varios año*. sa utilizó an hacer reparaciones y pintar la casa, que sa encontraba muy deteriorada y en pésimas con- diciones higiénicas.

    Sa haca necesaria continuar la ayuda a esta buena madre y s sus cinco hijos, de manera que ella pueda seguir su defensa contra la

    t

    miseria y la horrible plaga blan- ca. • La carga de los años

    Luisa Pérez es ya conocida. Es la anclanita a quien alumbró el sol1 de la felicidad al cerrarse nues- tra Campaña de los Casos Nece- sitado» en las Navidades del año 1937.

    Una alma buena tendió su- mano para sostener a esta anciana que descendiendo los ñutimos peldaños de su vida, tncontrábasa sin hogar y alimentos.

    835.00 cubriaron al pago del al- quiler de casa por el término de un año; un bono de 40 centavos semanales para alimentos, dona- dos por la Sociedad de San Viran- te de Paúl han sido una valiosa contribución. Otras manos gene- rosas han ayudado a completar la obra.

    Precisa continuar favoreciendo a Luisa.

    Esperanza remota Laura estará preparada para

    ganarse la vida dentro de poco. De ella dependen su madre daga y tres hermanitos, físicamente dete- riorados por la extrtma pobreza.

    Una pequeña suma proporciona- rla hogar donde reunir esta fami- lia, con Laura haciendo las vacas dt Jtít y provttdor. Lucha sin tregua

    Regino O, dt 38 años da tdad, dt oficio industrial y con estudios de octsvo grsdo, ts csssdo y pa- dre de siete hijos. La herencia o el medio, y acaso los dos, determi- naron su reclusión en un hospital de donde fué dado de alta.

    Amella, la esposa de 28 años de edad, sufre de la vista y padece una afección nerviosa, lo qua es explicable por los sufrimientos y grandes privaciones qut marcan su vida.

    Los hijos: Luisa, 12 años, estu- dia séptimo grado; Dolores, dt 11; Amelia, de 9; Irene, de 8; Jorge, de 6; Francisco, de 5; y Julio de i años. Los cinco mayores asistan a la escuela y son aprovechados.

    Regino vuelve al hogar para en- contrar una situación de pobreza y miseria, complicada aer i amenté con la enfermedad de Amelia, quien manifiesta ya síntomas que lo preocupan. Esta situación de- termina una recaída en su enfer- medad, que lo conduce nuevamen- te al hospital, repitiéndose ls lar- ga separación.

    La madre y sus siete hijos que- dan detrás con sus problemas. Ella lucha sola y ve con tristeza cómo se desmorona su hogar.

    Con una pequeña cantidad men- sual contribuirá a llevarse pan y tranquilidad a esta familia hon- rada. A nsiedad

    Alberto J., fué uno de los hono- res da su clase en octavo grado y desea vivamtnlt hacer sus estu- dios de escuela superior. Sui pa- dres murieron de tuberculosis pul- monar, y loa tres hermanitos me- nores ven en Alberto su único sos- tén en el futuro.

    Alberto tiene ¿hora hogar y ali- mentos, pero sus protectores no pueden enviarlo a la escuela. Por ironías del destino, el muchacho está emparentado con personas de elevado rango .ocial que no iO aceptan como familiar. Los parien- tes maternos, que lo quieren, están cargados de hijos y no tienen re- cursos económicos.

    Ama los libros y siente un placer Infinito con alguno qua sabe pro- piedad suyo. Sr rostro, siempre triste y pensativo, se torna alegre ante la perspectiva de tener un li- bro nuevo en sus manos. Se con- forma empero con libros usados y ni aún estos posee...

    Para ayudar a estt Joven en sus estudios de escuela superior duran- te 4 años se necesitan 850.00, por- que tiene asegurado ya un hogar por el tiempo que duren sus estu- dios. Amor con amor ae paga

    La familia se compone de la ma- dre, Victoria, viuda y enferma; tres hijo» propios, Margarita, da 20 años de edad; Augusto da 18; y Elisa de 17; y una hija de crian- za, Ruth, de 10 años, huérfana a la cual adoptaron ella y su esposo antes de morir ésta y cusndo su situado les permitía hscer esta obra de caridad.

    La muerte prematura del espo- so dejó a la viuda sin recursos, que hubieran de utilizarse en al pago dt dtudas que dejaran a salvo al nombre de la familia.

    Victoria ha recorrido la gama da todos los trabajos rudos para qua sus hijos no pasasen hambre. En- ferma, luego, vino la inevitable ca- táatrofe: la familia repartida; ella sola con el hijo menor, Aguato, Jo- ven ya de 18 años, fuerte, dispues- to para ti trabajo, qut no llega. Tampoco llega ocupación remune- rada* para Elisa, dada da alta por haber cumplido la edad reglamen- taria en la Inst' ución donde fué recluida y educada.

    Aún están fuera del hogar' las dos más pequeñas, quienes no pue- den visitarlo, ni aún de vacaciones, por la escasez imperante allí. Au- gusto y Elisa quieren, y merecen, una oportunidad de trabajo para recompensar a su madrt de los enermes sacrificlrs que por ellos ha reslizado. Libradas del arroyo-

    Huérfanas de padre, la majlra demente, Irla. Natalia y Cielito in- gresaron en un hogar para niños desamparados. Sus doa hermani- tos 'menores. J y 7 sños viven con una tia abuels, sncisns ys. sin recursos para i sostenimiento, fuera de las limosnas que almas buenas le dan.

    Iris, la mayor, orna un curso da ama de llaves y tapera terminarlo a fines de este año. Está deseosa da ayudar a sus hermanltos para qua no lo pasen tan mal. Sa necesl- tan por lo menos 810.00 mensuales (Continúa ea la página 13 Col. 2)

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