actitud adoles para el grupo

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LA ACTITUD, VALORES Y LOS IDEALES DEL ADOLESCENTE 18-22 AÑOS Las actitudes y los valores son fenómenos psicosociales intrapersonales muy característicos y, por ser intrapersonales, son conformados por el adolescente en interacción con el ambiente. Las actitudes, estructuras psicológicas, configuradas por el adolescente cumplen unas funciones básicas en el individuo. Estas funciones son: 1º Dan una interpretación del mundo 2º Son instrumentales, adaptativas o utilitarias 3º Expresan los valores 4º Creadoras de autoestima Estas, evaluaciones afectivas del sujeto, son predisposiciones positivas hacia aquello que da sentido y mantiene coherencia en la visión que el sujeto tiene de la realidad como totalidad; y por el contrario, genera actitudes negativas a todo aquello que rompe y pone en peligro su armonía. Esta predisposición es interior del ser humano, fruto de sus creencias o experiencias ante situaciones concretas. No son innatas, sino que se adquieren, se aprenden, se modifican, se maduran y suelen ser estables, y su fundamento último hay que buscarlo en los valores. Las actitudes, además de las funciones básicas señaladas, cumplen una función de normalización. Así mismo, son manifestaciones externas del "YO", ya que tanto los valores como las actitudes sirven a la función de mantener y exaltar el autoconcepto. Un sistema de valores y actitudes se mantiene mientras sea capaz de provocar en el individuo un autoconcepto competente y moral, ya que el individuo tiene actitudes positivas hacia aquello que se le presenta como manifestación de su competencia personal. Siempre que hablamos de valores, de actitudes, es necesario hablar de las normas. Las normas son pautas de conducta, criterios de actuación que dictan cómo debe ser el comportamiento que debe seguirse. Son externas, cuando son generadas por la sociedad; e internas, cuando es el individuo el que se las impone a sí mismo como criterio de conducta. Las actitudes y las normas se diferencian porque aunque las dos son principios de acción, éstas, las normas, advierten al sujeto desde fuera u coaccionan su actuación El individuo las aprende dentro del sistema institucional, y cumpliéndolas se adapta a la sociedad. Si las normas son correctas se basan en los Valores. Los valores, las actitudes y las normas se pueden enseñar, y por esto se pueden aprender desde el momento de nacer, en el proceso de socialización que todo ser humano tiene En primer lugar en los núcleos de socialización primaria, familia, grupos de iguales y escuela, produciéndose la enculturación del individuo. En segundo lugar, la aculturación, a través de los grupos secundarios, medios de comunicación, club, Iglesia, Universidad, trabajo... Esta enseñanza se realiza en buena parte por vía emocional y por propia experiencia. La familia transmite valores, actitudes, normas, más por lo que hace que por lo que dice; por lo que es importante la formación y la colaboración de la familia en la escuela. El individuo va formando su personalidad, en parte por la herencia,

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Page 1: Actitud Adoles Para El Grupo

LA ACTITUD, VALORES Y LOS IDEALES DEL ADOLESCENTE 18-22 AÑOS

Las actitudes y los valores son fenómenos psicosociales intrapersonales muy característicos y, por ser intrapersonales, son conformados por el adolescente en interacción con el ambiente. Las actitudes, estructuras psicológicas, configuradas por el adolescente cumplen unas funciones básicas en el individuo. Estas funciones son:

1º Dan una interpretación del mundo2º Son instrumentales, adaptativas o utilitarias3º Expresan los valores4º Creadoras de autoestimaEstas, evaluaciones afectivas del sujeto, son predisposiciones positivas hacia aquello que da sentido y mantiene coherencia

en la visión que el sujeto tiene de la realidad como totalidad; y por el contrario, genera actitudes negativas a todo aquello que rompe y pone en peligro su armonía. Esta predisposición es interior del ser humano, fruto de sus creencias o experiencias ante situaciones concretas. No son innatas, sino que se adquieren, se aprenden, se modifican, se maduran y suelen ser estables, y su fundamento último hay que buscarlo en los valores.

Las actitudes, además de las funciones básicas señaladas, cumplen una función de normalización. Así mismo, son manifestaciones externas del "YO", ya que tanto los valores como las actitudes sirven a la función de mantener y exaltar el autoconcepto.

Un sistema de valores y actitudes se mantiene mientras sea capaz de provocar en el individuo un autoconcepto competente y moral, ya que el individuo tiene actitudes positivas hacia aquello que se le presenta como manifestación de su competencia personal. Siempre que hablamos de valores, de actitudes, es necesario hablar de las normas.

Las normas son pautas de conducta, criterios de actuación que dictan cómo debe ser el comportamiento que debe seguirse. Son externas, cuando son generadas por la sociedad; e internas, cuando es el individuo el que se las impone a sí mismo como criterio de conducta. Las actitudes y las normas se diferencian porque aunque las dos son principios de acción, éstas, las normas, advierten al sujeto desde fuera u coaccionan su actuación El individuo las aprende dentro del sistema institucional, y cumpliéndolas se adapta a la sociedad. Si las normas son correctas se basan en los Valores.

Los valores, las actitudes y las normas se pueden enseñar, y por esto se pueden aprender desde el momento de nacer, en el proceso de socialización que todo ser humano tiene En primer lugar en los núcleos de socialización primaria, familia, grupos de iguales y escuela, produciéndose la enculturación del individuo. En segundo lugar, la aculturación, a través de los grupos secundarios, medios de comunicación, club, Iglesia, Universidad, trabajo... Esta enseñanza se realiza en buena parte por vía emocional y por propia experiencia.

La familia transmite valores, actitudes, normas, más por lo que hace que por lo que dice; por lo que es importante la formación y la colaboración de la familia en la escuela. El individuo va formando su personalidad, en parte por la herencia, en parte por el ambiente y bastante por las opciones libres e intencionadas que forman su biografía.

Los valores se integran mediante la reflexión, la interacción con el medio y la práctica social, junto con el desarrollo de las capacidades, cognoscitivas, la personalidad, las habilidades técnicas y las destrezas operativas. En si los valores sirven para orientar la acción humana.

Los valores se jerarquizan por criterios de importancia. Cada persona construye su escala de valores personales. esto quiere decir que las personas preferimos unos valores a otros.

Usted por ejemplo, ¿en qué orden de importancia colocaría los siguientes seis valores?DignidadSolidaridadSaludHonestidadAmistadEducación

Características de cada valor y su escala de importancia.

Page 2: Actitud Adoles Para El Grupo

Valores Religiosos: Fin Objetivo: Dios Valores Morales: Fin Objetivo: Bondad Valores Estéticos: Fin Objetivo: Belleza Valores Intelectuales: Fin Objetivo: VerdadValores Afectivos: Fin Objetivo: Amor Valores Sociales: Fin Objetivo: Poder Valores Físicos: Fin Objetivo: Salud Valores Económicos: Fin Objetivo: Bienes, riqueza

LAS ACTITUDES Y VALORES EN EL ADOLESCENTE

Al igual que sucede con los intereses, es difícil que haya alguna actitud o grupo de actitudes que sea universalmente aplicables a la adolescencia, pues difieren de la misma forma que los individuos y los ambientes. Lo que si podemos afirmar es que la adolescencia es una época en la que surgen nuevas actitudes e ideas, que moldean la personalidad del individuo de esta edad, y su ajuste a la vida. De la misma forma aunque la formación de valores abarca toda la vida del ser humano, los aspectos intelectuales y emocionales de éstos, atraviesan el momento más atractivo en este período.

Uno de los procesos del desarrollo del adolescente consiste en el aprendizaje de las normas sociales de su cultura, mediante el cual adquiere actitudes y necesidades psicológicas,. En este sentido nos parece muy importante resaltar que una persona que trabaje con jóvenes debe conocer las formas y métodos para fomentar las actitudes buena y desalentar las malas. El enfoque que se debe seguir debe ser individual a cada persona, pues en última instancia las actitudes y los ideales son un asunto individual más que de grupo.

El joven adolescente considera que el mundo desde una perspectiva temporal, por lo que necesita buscar un conjunto de valores y normas de conducta que le sirvan de guía en su vida, y sistentes en los momentos importantes de su vida. En este sentido, Fierro, un autor afirma refiriéndose a la adolescencia, ¨La autonomía propia, la agudizada conciencia de si mismo en una autoestima y autoconcepto explícitos, el desarrollo del razonamiento moral, todo ello se asocia con el hecho de que el adolescente interioriza y abraza valores.

En cuanto a los ideales del adolescente debemos subrayar que componen un mundo entre mítico y soñado que les sirve de base para sus proyectos vitales . Es necesario tener muchos ideales a lo largo de esta etapa para conseguir dar forma a un proyecto de vida. También hay que tener en cuenta que son muchos y diferentes y diferentes los ideales , ya que estos pueden pertener al plano espiritual como la solidaridad, o al material como el dinero.

Los adolescentes suelen idealizar a personas que admiran a las cuales quieren parecerse, en este sentido debe hacerse hincapié en la incidencia que tienen los medios de comunicación en la formación de ideales. La idea de querer parecerse, por ejemplo, al protagonista de una película, puede llevar al muchacho a la frustación.

Las personas, ídolos, personajes de los medios de comunicación, juegan un papel muy importante en la formación de valores del adolescente , a través de sus opiniones. El grupo de compañeros también influye directamente directamente sobre este aspecto, el adolescente observa cómo el grupo tiene unos valores que debe integrar en su propia escala de valores para ser aceptado por ellos. Pero también las influencias que tienen lugar al tratar de parecerse a una persona admirada, pueden ser positivas para el muchacho. Los primeros estimulantes adultos suelen ser los padres que contagian a sus hijos sus ganas de vivir, su entusiasmo por determinadas aficciones o actividades . Los profesores juegan un papel importante, sobre todo si a la vez que imparten bien su materia, conectan afectivamente con sus alumnos. Los ideales son necesarios en la adolescencia, pues esto les ayuda a desarrollarse como personas. El adolescente en el difícil proceso de su maduración, reemplaza las ilusiones frustadas por otras nuevas que cree alcanzables, a veces, cuando estas últimas se pierden, se convence de la inutilidad de todas ellas y pueden reaccionar demostrando apatía e indiferencia ante el estado del mundo o por el contrario en una terca rebeldía que le lleva a herir a los adultos que le rodean por su complicidad en los desastres sociales y por su carencia de ideales. Pero todo ello en el fondo no significa otra cosa que el joven busca un mundo ideal y digno con el que pueda identificar su yo ideal.Podemos concluir en que el adolescente tiene que plantear su proyecto vital y optar por una de las múltiples formas de vivir, en un mundo cada vez más diverso y con una gran variedad de opciones. Los valores e ideales le ayudarán a tomar decisiones responsables que sean positivas para ellos y la sociedad.