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ACTA CONFERENCIA JORNADAS CENTENARIO FALLECIMIENTO DEL ILUSTRE D. JUAN BETHENCOURT ALFONSO 1913- 2013 . Fecha: 28-05-2013 Título: “Del gánigo al caldero. Útiles y enseres de los indígenas canarios y su evolución hasta nuestros tiempos.” Autor: Dolores Gregoria Delgado Miranda. Introducción. En ocasiones nos preguntamos si los antiguos habitantes de nuestras islas Canarias eran gentes extrañas o alejadas de nosotros, o qué es lo que sabemos de su vida cotidiana o de los enseres que fabricaban y utilizaban. Hoy podemos afirmar que el mito del guanche salvaje de las remotas épocas prehispánicas trasladado a nuestros tiempos a través de investigadores, fueron gentes cercanas, tanto cronológicamente como culturalmente. Es necesario hacer desaparecer el concepto de nómadas cuando existen numerosos asentamientos antiguos con elementos de trabajo colectivo humano que refleja una voluntad de permanencia, unos utensilios de recolección, molienda, elaboración de tejidos, cocina, ambiente y vida adaptados a lo que el territorio ofrecía. Nos apoyaremos en disciplinas tales como la historia, la arqueología, las fuentes documentales, las crónicas, los archivos parroquiales..., para realizar un resumen y estudiar cómo evolucionó y se transformó esta sociedad y algunos de sus elementos materiales. Por lo que nos basaremos en los datos aportados por la arqueología y las fuentes históricas en un primer momento. Página 1

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ACTA CONFERENCIA JORNADAS CENTENARIO FALLECIMIENTO DEL ILUSTRE D. JUAN BETHENCOURT ALFONSO 1913-2013 .

Fecha: 28-05-2013

Título: “Del gánigo al caldero. Útiles y enseres de los indígenas canarios y su evolución hasta nuestros tiempos.”

Autor: Dolores Gregoria Delgado Miranda.

Introducción.

En ocasiones nos preguntamos si los antiguos habitantes de nuestras islas Canarias eran gentes extrañas o alejadas de nosotros, o qué es lo que sabemos de su vida cotidiana o de los enseres que fabricaban y utilizaban. Hoy podemos afirmar que el mito del guanche salvaje de las remotas épocas prehispánicas trasladado a nuestros tiempos a través de investigadores, fueron gentes cercanas, tanto cronológicamente como culturalmente. Es necesario hacer desaparecer el concepto de nómadas cuando existen numerosos asentamientos antiguos con elementos de trabajo colectivo humano que refleja una voluntad de permanencia, unos utensilios de recolección, molienda, elaboración de tejidos, cocina, ambiente y vida adaptados a lo que el territorio ofrecía.

Nos apoyaremos en disciplinas tales como la historia, la arqueología, las fuentes documentales, las crónicas, los archivos parroquiales..., para realizar un resumen y estudiar cómo evolucionó y se transformó esta sociedad y algunos de sus elementos materiales. Por lo que nos basaremos en los datos aportados por la arqueología y las fuentes históricas en un primer momento.

Carte Generale de L'Afrique1

1 MAPS HISTORICAL AFRICA nw. 1829Página 1

Cuando llegaron los primeros pobladores a las islas procedentes del continente africano, se encontraron con un medio ambiente, un paisaje distinto del que conocía y dominaban. Necesitaron adaptarse a este nuevo medio y aprovechar los recursos limitados que el territorio insular era capaza de ofertar y producir. Debían sobrevivir inicialmente con el alimento que ellos portaban tanto vegetal como animal, ya que el único mamífero existente datado a su llegada era la rata gigante2.

Vital era obtener los utensilios y fabricar los elementos básicos para su uso cotidiano, elementos materiales necesarios para su subsistencia en el nuevo destino, así como para el desarrollo de sus manifestaciones culturales y de la práctica de sus tradiciones. Una dificultad añadida era la diferencia sustancial entre los elementos concretos que se hallaban en cada una de las islas, lo que se encontraba en una como por ejemplo, la obsidiana en Tenerife destacaba por su ausencia en otras, por esas particularidades las sociedades insulares evolucionaron de forma diferente, si bien manteniendo elementos comunes.

Estos antiguos pobladores vivían en cuevas, con un estilo de vida sencillo y rudimentario. De ahí que exploten al máximo los recursos naturales como la piedra y el barro, elaborando útiles y ornamentos. Del mismo modo, hacen uso de la madera para sus armas y de la piel de las cabras para confeccionar elementos con las que cubrirse. Para esta supervivencia, los conocimientos adquiridos se transferían a través de la transmisión oral. El término “tradición” procede del latín “traditio-traedere” cuyo significado va asociado al concepto de entregar, todo aquello que una generación hereda de su antecesora y por considerarlo de especial interés lo lega a la siguiente.

El pueblo guanche, origen.

Han existido diferentes teorías acerca del origen de los guanches. Unos les han atribuido origen egipcio, cartaginés o vikingo, otros un paralelismo con el pueblo celtíbero (en palabras de nuestro médico ilustre Dr. Bethencourt Alfonso), hasta un origen autóctono como restos del pueblo que habitó la desaparecida Atlántida. Si bien queda clara la afirmación teórica de nuestro salto por razones obligadas (teoría del destierro) o voluntarias desde el continente africano a nuestras costas ya avalada por muchos investigadores.

La teoría dominante con las pruebas científicas, señala que los primeros pobladores eran procedentes del Norte Occidental de África. Esta cultura muy

2 A raíz de una reciente publicación en Biological Journal of the Linnean Society, sabemos algo más de las extintas ratas gigantes de Canarias (Canariomys bravoi y Canariomys tamarani). Parece ser que la dieta de ambas especies era muy similar: básicamente materias vegetales no herbáceas (2010), es decir, frutos, semillas, bulbos y hojas o tallos de plantas leñosas.

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duramente llamada «cultura de sustrato» o arcaica, se observará en Tenerife y La Gomera de una modo más puro, por haber sido las menos afectadas por las posteriores llegadas. Eso no significa que las culturas de ambas islas sean idénticas, pues aunque tengan un tronco común se encuentran ciertas diferencias raciales y culturales.3 Sin embargo, habían elementos frecuentes y semejantes en todas las islas: los molinos de mano, el tagoror, la cerámica semiesféricas, las viviendas en cuevas o asociadas con elementos de piedras, el tratamiento de las pieles, el gofio, el lenguaje, etc...todo ello evidencia un fondo común, una cultura basal o “de sustrato” generalizada en todo el Archipiélago y que responde a la cultura más antigua.

Roque del Malpaso en Arona.

Algunos investigadores aseveraron que la fecha de la llegada de las diferentes oleadas se hallaba en torno al siglo III a. de C. (Álvarez Delgado), otros basándose en los textos de Plinio, dieron como período de las arribadas, en el último cuarto del siglo I antes de Cristo (Anuarios de Estudios Atlánticos, 1977). Si bien con los últimos hallazgos de restos cerámicos que fueron localizados fortuitamente en 2003 por el paleontólogo Francisco García-Talavera Casañas cuando desarrollaba, junto con investigadores del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife, el proyecto de investigación Macaronesia 2000, en el cordón litoral fósil de la Bahía del Salado en la isla de La Graciosa, del período Holoceno (Erbanense)4, confirma la mayor antigüedad. Si bien el Departamento de Edafología y Geología de la Universidad de La Laguna una vez realizadas nuevas analíticas sobre la caracterización de las pastas de los fragmentos cerámicos hallados en el yacimiento afirmaron que: "La datación nos sitúa en una época en la que no existe cerámica a torno en toda la fachada atlántica y sin embargo se encuentra en Canarias", por lo que los 3 CANARII: La génesis de los canarios desde el mundo antiguo. JOSE JUAN JIMENEZ GONZALEZ, Centro de la Cultura Popular Canaria, 2005. (ISBN 9788479264925). Tribu que fue desterrada de la Mauritania Tingitana.

4 El Laboratorio de Datación y Radioquímica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Madrid que realizara in situ dataciones por termoluminiscencia calibrada (OSL), dató que la fecha que se sitúa en un arco entre el 1.100 y el 900 antes de Cristo.

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investigadores expresan su convicción de que esta cerámica podría pertenecer a gentes vinculadas con el Próximo Oriente, en concreto, fenicios.”5

Fragmento cerámico Yacimiento La Graciosa.

Por todo lo anterior, les fue necesario adaptarse al nuevo medio con tal de aprovechar los recursos limitados que el territorio insular era capaz de producir. Para la subsistencia y desarrollo de sus manifestaciones culturales y la práctica de sus tradiciones necesitaban obtener los utensilios y elementos materiales necesarios del medioambiente al que llegaron.

Útiles y su evolución.

Era un pueblo principalmente pastoril, que compartía actividades agrícolas, con un estilo de vida sencillo y aparentemente rudimentario. Pero capaces de explotar dentro de sus posibilidades los recursos naturales que le proporcionaba el entorno, materias primas que se hallaban en las cercanías de sus centros poblacionales, piedra, barro, … elaborando los útiles que necesitaban y los ornamentos para sus rituales. Del mismo modo, hacen uso de la materia vegetal, de la madera con la que confeccionaban algunos elementos y la piel de las cabras para elaborar pieles con las que resguardarse y cubrir sus necesidades básicas.

Entraremos en detalle en cada uno de estos elementos y en su perdurabilidad, evolución o desaparición hasta la época reciente, con ayuda de entre otras disciplinas como la Antropología Social y Cultural.

La piedra.

5 El Día.es Arqueología y Cerámica. Ana Santana. Agencia EFE. Artículo 12/05/2010. Página 4

Para modificar la naturaleza hay que utilizar los medios que en ella misma se encuentran. Para cortar las carnes y las pieles; para afilar los huesos, trabajar la madera; para hacer piezas de piedra como molinos o morteros, etc.; para construir y transformar nuevos medios, se necesitan unos instrumentos básicos, unos instrumentos duros, cortantes y que estén al alcance del individuo, sin esfuerzos añadidos. Si bien existen claras dudas sobre el conocimiento del uso de la metalurgia, puesto que este elemento no se hallaba en las islas, es probable que en origen este grupo poblacional tuviese herramientas obtenidas con el tratamiento de minerales. Se produce cuando menos un retroceso cultural a la llegada y el hombre canario tiene que desarrollar su técnica con un material sustituto: la piedra.

- Los cuchillos.- Los objetos conocidos como “cuchillos” o “”cuchilletes” dan lugar a formas que suelen ser atípicas, es decir, que no se someten a una forma determinada. Se encuentran en abundancia en las cocinas, en los concheros y en las cuevas sepulcrales como ofrendas funerarias. Se supone que se emplearían para la obtención de comida y como herramienta aunque también pudieran ser utilizados como armas.

- Percutores, mazos y pulidores.- Aparte de los cuchillos y hachas, hay que citar otros instrumentos líticos como los percutores y mazos para golpear y trabajar la piedra, los pulidores para suavizar superficies y que suelen ser de basalto o de lava muy porosa. Con este instrumental básico podían trabajar sobre la carne, las pieles, la madera, los huesos y otras piedras. Con ellos pueden cortar, romper, machacar, escarbar, pulir, seccionar, triturar, etc ...

- El molino de piedra.- Este objeto de la cultura material asociado a la molturación de cereales para la obtención del gofio, se compone de dos piezas o muelas, la materia prima es la lava porosa o basalto vacuolar, de las que la inferior va enclavada en el suelo y la superior gira. Es el elemento del ajuar doméstico que ha pervivido hasta la actualidad sobre todo en el ámbito rural. La pieza superior, en su cara externa, suele tener algunos orificios, donde se colocaban los dedos o pequeños palos de madera para imprimir el movimiento, normalmente de vaivén. La muela superior tiene un orificio central para introducir el grano de mayor tamaño y algunos tienen labrado un saliente que hace de embudo para depositar el grano que va descendiendo por al boca en la medida en que se va moliendo.

Ya en época pos-conquista estos utensilios evolucionan básicamente en un mayor tamaño del diámetro y un pequeño mecanismo que va en la parte interior de la muela superior o chaveta para facilitar la rotación de la muela. Las piedras labradas por el isleño son incorporadas, con variaciones técnicas y de tamaño a la nueva cultura y formarán parte junto a los sistemas de molienda que los conquistadores traen de la vieja Europa. De esta forma los conquistadores introducen en las islas otros tipos de molinos, ya sean de agua

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o de viento, siguiendo la misma técnica de molienda pero de proporciones muchos mayores, llegando en la actualidad a los eléctricos en las actuales.

Evolución del molino.

Otros elementos en piedra utilizados en la vida doméstica han perdurado hasta hace relativamente poco tiempo y que aun podemos ver en alguna cuadra, gallanía, goros, como pequeños o medianos recipientes tallados en piedra para comederos o bebederos de animales, conocidos como piletas.

- Lascas y tabonas.- Obtenidas preferentemente de basalto y obsidiana. Las lascas que proporcionan la talla, van a servir de cuchillos, hachas, raederas, raspadores, etc…El sílex, material más fácil de tallar y más utilizado por pueblos prehistóricos, falta en Canarias. La obsidiana negra, brillante, de tipo vidrioso y con reflejos metálicos, se utiliza para los instrumentos de este

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material volcánico que los guanches denominaban tabona6 y que por este nombre se extendió luego al resto de los instrumentos cortantes de piedra.

La Piel

Las pieles de los ovicápridos (ovejas, cabras) transformadas por los habitantes de las islas eran utilizadas para protegerse de las inclemencias del tiempo, entre otros usos destacan:

- El guapilete, gorro o sombrero con formas distintas, sobrevivió en la montera tinerfeña de lana usada por el vulgo hasta fines del siglo XVIII. Confeccionadas con pieles adobadas de cordero o cabrito con el pelo afuera. El vértice delantero, le caía por detrás una cogotera cuadrada o en trapecio, ofreciéndose por ambos lados una cogotera cuadrada o con el vértice delantero, o una cogotera en trapecio con orejeras que se ataban a voluntad rematada con un gorullo teñido en color vivo. Visiblemente presente aún en el traje típico herreño.

6 Diccionario histórico-etimológico del amaziq insular (Canarias). tabona (De *tawunt > tabon, s. f. sing. ‘piedra’, y adición del morfema hispano de género.)1. f. Tf. ant. Navaja, cuchillo o lanceta de obsidiana. Fuentes:§ «[...] usavam de varas, que aguçavam com pedras mui agudas (as pedras se chamam tubonas), [...]» [Frutuoso (1590) 1966: 75].§ «Aprovechabanse para cortar devnas piedras negras como pedernal, […] se hacía rajas, y con estas rajas cortaban, y sajaban, y desollaban. A estas llamaban tabonas» [Abreu (ca. 1590, III, 11) d. 1676: 88v y 1787: 73v].§ «Tenian oficiales que les cortaban los vestidos, y olleros que hacían losa, y Carpinteros que labraban con tabonas de pedernal, y lo vendian, y la paga era en Ceuada, carne, y legumbre» [Abreu (ca. 1590, III, 12) d. 1676: 89r y 1787: 74r].§ «Tomo vna, Tabona: ques vna piedra prieta y liſa como azauache, que herida vna con otra ſehaze en rajas y queda con filo como nauaja, con que ſangran y ſajan» [Espinosa 1594, II, 2: 33r].§ «Vuelvo otra ves a nuestros gentiles canarios, estos para cortar sus cabellos y para pulir y labrar otras cossas tenian unos pedernales agudissimos puestos en unas cuevillas [cuernillos] que era la comun herramienta de que usaban y aun hasta oi en algunas aldeguelas remotas y lugarsillos pobres de estas islas usan de algunas puntas de pedernal tan subtiles que sirve de sangrar y saxar sus mo//radores y las llaman tabonas. Yo e visto algunas y aunque me causo admiraçion quando me noticiaron que con ellas sangraban quede algo templado viendo su delgadez y subtileza con la qual me afirmaron personas fidedignas que se daban también una cissura como con la mas apuntada lanceta» [Sosa (1678: 112r-112v) 1994: 288-289].§ «[Tenerifean Dialect.] Tavonas Knives made of sharp stones» [Glas 1764: 179].Piedra para pulir objetos de alfarería.

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- Tamarco, pieles de cuero gamuzado del ganado que poseían. No conocieron el lino ni el algodón ni la lana, pues aunque poseían ovejas, éstas pertenecían a una raza africana sin lana. Quizás sea un antecedentes de la manta esperancera para el ámbito pastoril aunque si bien inicialmente estas mantas se fabricaban en los telares de las islas, en el s. XVII y XVIII se exportan a las Indias y en el XIX se introducen las mantas inglesas y la capa se confecciona a partir de ella. Sin cuello ni mangas, abierto por delante, los brazos se sacaban por agujeros que ocupaban el lugar de las mangas. Las pieles eran cosidas con correas, tendones o tripas de cabras por medio de agujas de espinas, pero especialmente con punzones de hueso de cabra, a modo de lezna de zapatero se agujereaba la piel y se introducía la cuerda. En los cuerpos momificados se puede apreciar la habilidad de estos cosidos.

- Ahico, para la defensa del pudor, taparrabos, faldellines, sayas o zagalejo, con ella se conservaba la movilidad sin riesgo a una exhibición indecorosa. Pieza que ha trascendido en el traje típico como enagua interior que utilizan las mujeres y que va desde la cintura hasta los pies, de hecho es la pieza que mantiene contacto directo con la piel.

- Huirmas, protección que iba desde el pie a la rodilla, de piel con el pelo al aire atadas igual que los tamarcos. Han sobrevivido al transcurso de los tiempos asociadas al parte del vestido típico, las conocidas polainas.

- Cobertura de techumbres. Las cabañas de forma circular estaban sustentadas con una estructura de madera y de piedra seca en la base, recubierta con pieles para aislarse de las inclemencias del tiempo.

- Especial referencia para los zurrones7. Separadamente de los odres y cueros para la contención y transporte de la leche y la cebada, los zurrones de piel de cabra y bolsas de cuero gamuzado se usaron tal y como se han conservado hasta nuestros días, para guardar el gofio después de haberlo amasado en el propio zurrón.

Zurrón y batijero.

7 Tomaremos prestadas las palabras del pastor, d. Eliécer Median que nos lo define como “pequeño contenedor hecho en piel de baifo cuya principal función consiste en servir para amasar el gofio”.

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Las pieles también fueron utilizadas en el ámbito doméstico principalmente para elaborar la manteca y para la conocida como mecida de la leche. Destacamos aquí la importancia del cabrero como conservador y transmisor de muchas de las costumbres aborígenes. Este procedimiento persistió en el sur de Tenerife hasta no hace mucho tiempo, con la diferencia de que el odre se colgaba del techo y luego le imprimían movimiento de un lado y otro con ritmo y paciencia, con lo cual, y después de más de una hora, se obtiene la mantequilla y la leche mecida o espesa, a la que se atribuye remedios estomacales. El último pastor que utilizó esta práctica fue d. Salvador González Alayón, del que resalto la capacidad de transmitir la información sobre usos y costumbres8.

La madera.

Las maderas principalmente procedentes del bosque termófilo (acebuche, sabían, barbusano etc...) fueron aprovechados para realizar diferentes objetos relacionados con la vida cotidiana como por ejemplo en lanzas, añepas, cetros, ... Como símbolo de poder real, el valor del cetro hoy sigue teniendo vigencia ya que es un complemento protocolario presente en las celebraciones en todos los municipios españoles que denotaba en la persona que lo portaba, autoridad sobre un grupo o colectivo. En Tenerife, estos cetros derivan del uso del bastón corto de mando utilizado por los chaureros9, como así lo señala d. Juan Bethencourt Alfonso. O el uso de la madera para componer los lechos o yacijas vegetales principalmente con madera de sabina conocidas como “chajascos10 o parihuelas” en tea o sabina.

8 De la leche, además de su destino para uso inmediato o para su transformación en queso, también se obtiene la mantequilla, y de ella la manteca de ganado: proceso al que se denomina mecida de la leche. Para realizar este mágico proceso, el paso de la leche a la manteca de ganado, qué mejor que seguir los pasos que han efectuado dos cabreros de larga tradición: Salvador González Alayón (Arona, 1919) y José Trujillo González (Vilaflor, 1927). Artículo publicado en el nº 1 de la revista Mundo Rural de Tenerife. (www.bienmesabe.org).

9 VV.AA. FRANCISCO LEMUS. Historia del pueblo guanche. La conquista de las Islas Canarias. EDITOR, 1997. ISBN 9788487973109.

10 JUAN ALVAREZ DELGADO. Nota lingüística.Página 9

Leonardo Torriani. Vestimenta aborigen.

La práctica del uso de la lanza como apoyo por parte de pastores, al igual que la lucha canaria y el juego del palo actual, hunde sus raíces en los usos y costumbres propios de las sociedades indígenas del archipiélago. En respuesta al fenómeno de aculturación y de persecución pública de las costumbres aborígenes, lógicamente una práctica guerrera que había sido utilizada contra los castellanos como fue el empleo de palos, quedó prohibida y así a principios del siglo XVI se proclaman una serie de ordenanzas que prohíben la entrada en las ciudades canarias portando palos.

Como objetos excepcionales se han catalogado varias vasijas de madera semiesféricas, entre ellas un recipiente de la Cueva del Salitre en Montaña Rajada en la Orotava, si bien son bastante escasas en proporción a las vasijas confeccionadas con barro11. También existen como excepcionales en Tenerife, los peines documentados para el Valle de Santiago.

Fragmento de cuenco semiesférico de madera. Cueva de Uchova. San Miguel de Abona.

Industria ósea.

Esta, se desarrolla a partir del aprovechamiento de los huesos largos de las especies animales domesticadas (cabra, oveja, cerdo) de las que se

11 DOLORES G. DELGADO MIRANDA. Otro ejemplo se dio entre el ajuar funerario de la Cueva de Uchova en el municipio de San Miguel de Abona. Revista Cultural la Tajea nº 36.

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obtienen útiles para realizar multitud de actividades relacionadas con el uso cotidiano para el trabajo de la cerámica, la cocina, la vestimenta.

Cuerno de cabra.

También existe constancia del uso del cuerno de cabra como útil a la hora de la siembra12. Los utensilios relacionados con las pieles y tallados en huesos son los que principalmente fueron empleados para coser. Tenemos los punzones, las espátulas y los porta-punzones. El punzón, servía a modo de lezna, con él se hacía el agujero para pasar el hilo o la correílla. Para evitar las frecuentes roturas de la punta del punzón, se construían porta-punzones de hueso, por su mayor resistencia, aunque también se pueden considerar otras funcionalidades.

Por lo que se refiere a las espátulas, hueso largo y aplanado con un agujero en un extremo, no se conoce bien su finalidad. Prácticamente casi todos los materiales de hueso han desaparecido en el uso cotidiano, arrinconados hasta su desaparición por la aculturación y solo presentes como materiales auxiliares en el trabajo de la elaboración moderna de cerámica de la que hablaremos a continuación.

El barro. La cerámica.

La elaboración de la cerámica es una de las actividades más perdurables en la cultura de los pueblos a lo largo de la historia. El proceso de aprendizaje se ha transmitido generacionalmente desde tiempos muy antiguos hasta la actualidad, siendo la mujer quien ha jugado un papel trascendental en la custodia y entrega de los conocimientos, que ha monopolizado el sistema tradicional de confección del barro, ya señalado en las crónicas, la alfarería era oficio de mujeres13, que se encargaban de las labores del hogar.

Son los restos cerámicos, el material que más se encuentra en las excavaciones arqueológicas y a los que los investigadores prestan mucha atención debido a la información que puede ofrecer en cuanto a cronología, forma de vida, 12 ABREU GALINDO [(ca. 1590) 1977: 160] dejan constancia en sus crónicas: “La manera de cultivar la tierra para su sementera era juntar veinte y mas canarios,... tenía un palo en que metían un cuerno de cabra. Yendo uno tras otro, surcaban la tierra, las cuales regaban con las acequias que tenían(...)”.

13 ABREU GALINDO, “Historia de la Conquista de las 7 Islas Canarias”. Pag 58. Página 11

alimentación, etc...Así lo explica L. Diego Cuscoy al señalar que «persisten en los poblados de cuevas junto a los poblados de casas y los enterramientos, (…), en vecindad con enterramientos en túmulos (en Gran Canaria); una cerámica neolítica al lado de otra de variada tipología y bella decoración pintada. Los ejemplos se multiplican”14. En Canarias la cultura aborigen al distribuirse territorialmente en forma y en fases temporales diferentes, se aprecia en la cerámica diferencias tanto en la decoración como en el acabado según la ubicación de este material. Con los millares de fragmentos estudiados observamos gran variedad de asas y mangos, llegando L. Diego Cuscoy a clasificar la cerámica por los diferentes apéndices de los vasos cerámicos guaches de los yacimientos de la isla de Tenerife.

Si realizáramos una sinopsis sobre los patrones que se distribuyen en la cerámica en el territorio isleño, veríamos que en algunas islas como Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria o La Palma, evolucionó mucho más debido a los contactos que se produjeron con otras civilizaciones haciendo mella en las características de la cerámica. Sin embargo en otras islas como Tenerife, La Gomera o El Hierro, hubo menos contacto con el exterior por diferentes razones, por lo que su cultura quedó aislada y poco influenciada hasta el momento de la Conquista.

En estas últimas, los ejemplos de la cerámica prehispánica aparecen en los yacimientos arqueológicos de forma más escasa y muy fragmentada, consecuencia del uso de pastas de mala calidad. Se han descubierto piezas de formas irregulares, de desigual textura y con decoración incisa.

Asas y Mangos de vasos guaches de los yacimientos de la isla de Tenerife. 15

En La Gomera predominan fundamentalmente las formas esféricas, semiesféricas y ovales de tamaño medio y pequeño. Escasean los apéndices y suelen tener los bordes muy engrosados, algunos con decoración impresa. Las piezas de El Hierro están poco elaboradas y suelen tener formas semiesféricas, esféricas y troncocónicas invertidas. “Su decoración es escasa, reducida a una ancha

14 DIEGO CUSCOY, LUIS, “Notas bibliográficas. Revista de Historia de Canarias.” Tomo 21. Año 28. Número 109-112

15 LUIS DIEGO CUSCOY, “La cerámica de Tenerife como elemento definidor de la vida guanche”. 1950Página 12

acanaladura horizontal bajo el borde o a una sucesión de impresiones digitales en el mismo lugar”. 16Teniendo en cuenta las fuentes documentales sobre los hábitos alimenticios de los primeros pobladores del archipiélago, se pueden intuir ciertos usos de la cerámica y su continuidad. Este material cerámico estaba más ligada a la finalidad de ser un utensilio para responder a necesidades domésticas que a una función estética, esto implica una producción no industrial y la amortización de las piezas hasta su inutilización (huellas de reparación o lañado).

El “gánigo”17 como comúnmente se suele denominar al conjunto de recipientes de arcilla, moldeados a mano y sin torno que utilizaban los guanches, son vasos de fondo cónico, esféricos, generalmente lisos o con decoraciones muy sencillas, y sus combinaciones, dando lugar a una gran variedad de formas que se han encontrado e interpretado como el desarrollo de un continuo proceso de aprendizaje prolongado en el tiempo. Según la forma y decoración de la cerámica, ésta puede ser utilizada como seña de identidad de las familias o grupos poblacionales como en la actualidad. Recordemos que al igual que con los palos o lanzas, a partir del siglo XV se prohíbe la fabricación de cerámica al estilo guanche sintiéndose los más perjudicados en este aspecto los bandos de guerra por ser los más controlados.

Una de las posibles clasificaciones distingue cuatro tipos básicos de vasos en la cerámica de Tenerife según sus formas: cuenco semiesférico, cuenco semiesférico con borde reentrante, cuenco de paredes altas, o el cuenco ovoide. Una tipología destacable es el ánfora18: recipientes de gran tamaño con una forma muy característica (piriforme) y asas a ambos lados del mismo. De origen fenico-púnico, donde eran empleadas generalmente para el transporte de conservas de pescado, vino y aceite.

Cerámica tipo anforoide.

Caracterísitca de la cerámica.- De manera genérica, la decoración en la mayoría de las piezas suele ser incisa, acanalada o impresa, con temas sencillos que corresponden a simples rayados o motivos geométricos, normalmente ornamentada de las asas hacia el borde conteniendo en su base una protuberancia o puntillón

16 NAVARRO MEDEROS, J.F., Los Aborígenes, todo sobre Canarias, Centro de la Cultura Popular Canaria, Santa Cruz de Tenerife, 2005

17 THOMAS J. ABERCROMBY. El término estaría relacionado con la voz “gánnek” de las lenguas bereberes.

18 MATILDE ARNAY DE LA ROSA, EMILIO GONZÁLEZ REIMERS. Ánforas Prehispánicas de Tenerife, Anuario de Estudios Atlánticos, nº 29, p.599-634.

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similar a las ánforas de antecedentes fenicias y romanas. En los bordes de las piezas aparece la citada decoración y excepcionalmente en el interior de las piezas con temas espiraliformes (platos). La pasta suele ser irregular, y su color varía del rojo al negro. Las piezas están confeccionadas con un procedimiento rudimentario, que determina ciertas deformaciones. La casi excepcionalidad entre las manifestaciones materiales, son unas pequeñas piezas cerámicas denominadas como microcerámicas, las cuales han sido catalogadas para las islas de Fuerteventura, Lanzarote, La Palma, Gran Canaria y Tenerife. Las cuentas de barro en sus diferentes modalidades fueron los elementos básicos para el ornamento personal.

Funcionalidad de la cerámica.- Resulta complicado reconocer la función doméstica exacta que tenía cada una de las formas cerámicas en la sociedad indígena canaria. Sin embargo, teniendo en cuenta las fuentes documentales sobre los hábitos alimenticios de los primeros pobladores del Archipiélago, se pueden intuir ciertos usos de la cerámica:

- Las vasijas con apéndice vertedero pueden haberse adaptado bien a la actividad ganadera como utensilios apropiados para el ordeño de las cabras y el vertido de diferentes líquidos.

- El tostado de cereales podría realizarse en vasijas de escasa profundidad y amplia base por una mayor comodidad para este proceso. Los recipientes adecuados para la mezcla de distintos alimentos son los semiesféricos, y posiblemente los ovoides.

- Las vasijas con apéndices vertedero pueden haberse adaptado bien a la actividad ganadera como utensilios apropiados para el ordeño de las cabras y el vertido de diferentes líquidos.

- Las ánforas y recipientes de tamaño medio y grande pudieron haber servido para contener y almacenar diferentes productos sólidos como el grano, si bien la permeabilidad de las pastas no permitiría el almacenamiento de líquidos a largo plazo.

- Ciertas formas pequeñas pudieron haber servido como lámparas, empleando aceites animales como combustible, como juguetes para la población infantil o como muestra de elementos de la práctica en la enseñanza de esta actividad.

Cerámica tradicional.- Los procedimientos de elaboración de la cerámica prehispánica y de la tradicional de la que es heredera, son similares. Sin embargo, con la llegada de los europeos, muchos de los antiguos elementos decorativos han desaparecido motivados por un profundo cambio de vida, de usos y de costumbres, adquiriendo nuevos inercias influenciados por los diversos grupos ocupacionales como andaluces, portugueses y extremeños entre otros. Apareciendo entonces piezas como braseros, ollas para cocinar, bernegales y tallas para el agua, sahumerios o quemadores, etc. Técnicamente, la cerámica pierde calidad. Se debilitan las formas ovoides para dar paso a las ovales y redondas, aunque algunos tipos evolucionan, otros como los lebrillos y las hondillas permanecen. Las paredes de las piezas son ahora más gruesas, y los elementos accesorios se transforman o se anulan. Tras la Conquista desaparece el mango vertical macizo, dejan de añadirse elementos como el asa-vertedero y su variedad de ‘pitorro’, transformándose los ‘mamelones’ en agarraderos y lengüetas.

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Horno de cocción. La Atalaya

Con la conquista se introduce una importante innovación tecnológica como fue el uso de hornos de cocción. En esta época para alcanzar mayor resistencia se introdujo el horno de una o de dos cámaras, que logra la cocción a temperaturas muy superiores de las que conseguían los guanches. Se introduce una novedad tecnológica, el torno éste permite elaborar la cerámica de manera más fácil y rápida. A pesar de ello, gran parte de la población sigue empleando el método de confección tradicional a mano.

La victoria de los conquistadores sobre los indígenas isleños tuvo trascendentales consecuencias; se desarrolla un proceso de aculturación a todos los niveles, recibiéndose la nueva cultura a costa de la anterior, sometida por voluntad propia o a la fuerza al modelo de vida y creencias de los conquistadores. Se aprende a cultivar la tierra según el sistema castellano, las posesiones se reparten, se admiten nuevos sistemas de vida y cultivo, si bien la mayoría de los indígenas siguieron siendo pastores y vivieron apartados de los núcleos centrales de poder y población, las islas entran en una economía de mercado.

Nuestros antepasados y sobre todo en los bandos menos controlados, es decir los de paces en la zona sur, continuaron utilizando sus conocimientos anteriores, siendo ahí donde encontramos la mayor pervivencia de este elemento de la cultura guanche, la fabricación de piezas cerámicas que evolucionan adaptándose.

Tomando como ejemplo la zona del actual San Miguel de Abona, Juan Bethencourt Alfonso nos instruía en la recopilación de su obra “Historia del pueblo guanche”, cómo se realizaban las labores en esta práctica alfarera que se transmitía de madres a hijas:

“(…) Aseguran en Garañaña las loceras o alfareras, que su industria les viene de los guanches, que fabricaban la loza como hoy, pero que algunas piezas son de distintas formas y no tenían hornos para quemarla,

sino que las ponían en montón en el suelo cubriéndolo con leña, a la que daban fuego y le añadían combustible hasta que se ponía la loza colorada. (…)”.

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Ejemplos de cerámica relacionados con el uso doméstico (de arriba abajo y de izquierda a derecha): bernegal, jarro, orza, plato, lebrillo, vaso, tinaja, sahumador, posible orinal. Piezas recopiladas

en el Catálogo de Alfarería tradicional de San Miguel de Abona.

Es de destacar la labor realizada por este Ayuntamiento que realiza un trabajo de investigación con la compilación de estos elementos materiales en el “Catálogo de alfarería tradicional de San Miguel de Abona”. Contamos con el trabajo de Manuel A. Fariña González19, por el que conocemos algunos datos de la última locera de Garañaña, María Antonia Martín García, como ella misma lo apunta en el reportaje de Luis Álvarez Cruz20: “(…) desciendo de familias que trabajaban el barro, arte que ha de terminar en mí, porque ya ni los hijos ni los nietos quieren aprender este modo de ganarse la vida (…)”. La información que aporta es inestimable, esta locera nos describe sus quehaceres para obtener la materia prima (el barro), desmenuzarlo, mezclarlo con arena, amasar, confeccionar las piezas, bruñir con una mezcla de almagre y aceite o petróleo, frotándolo con un callao liso de la mar hasta obtener la pieza deseada. Señalamos que la riqueza tipológica de la cerámica que podemos hallar es abundante, así entre otros el lebrillo para amasar harina, el tostador de grano o el tarro de ordeño de uno o dos bicos, la clásica olla para el guisado de diversos alimentos, la hondilla, o un brasero. Tarros de ordeño con almagrado, la olla para guisar leche, el cucharón para sacar la cuajada o la escudilla para tomar leche y gofio, las orzas, el plato almagrado cuya funcionalidad es la misma que en la actualidad, para servir alimentos, el sahumador o sahumerio para perfumar el hogar quemando plantas aromáticas, el bernegal para almacenar el agua y conservarla fresca, almagrado y bruñido, con ondas impresas, tinajas, el vaso para extraer el agua.

Con este trabajo quisiera que se imprimiera el sello de d. Juan Bethencourt Alfonso y el mío propio, que no es otro que el de conservar el legado de la raza guanche, la herencia que debemos conservar para poder transmitirla a las generaciones venideras lo más original posible, y no renunciar al reconocimiento de los nuevos modelos en los avances realizados por los artesanos que consideramos ahora como tradicionales.

19 MANUEL A. FARIÑA GONZALEZ. “Las loceras de San Miguel de Abona", publicado en El Pajar, en su nº3 de agosto de 1998)20 ÁLVAREZ CRUZ, LUIS La Prensa, reportaje bajo el titular de Las últimas alfareras de Tenerife, el 10 de noviembre de 1935.

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