abriendo puertas y ventanas, por julieta beristain

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“Abriendo puertas y ventanas” Julieta Beristain, Integrante del Geenap. Tras el comunicado que emitió la Casa Blanca en Estados Unidos y las declaraciones del Presidente, Barack Obama respecto del estado de situación político en Venezuela, devinieron las repercusiones y el cierre de filas latinoamericano para apoyar y preservar la democracia y la figura legítima del Presidente Nicolás Maduro. Definida la postura americana como “preocupación” para con la población venezolana en tanto que exige que se cumplan los derechos fundamentales de los mismos, la apertura del dialogo y la liberación de aquellos que son considerados presos políticos, como el líder de la oposición local Leopoldo López. El ‘gigante’ norteamericano efectivizó a través de una nueva orden presidencial la ampliación de la Ley de Defensa de Derechos Humanos y Sociedad Civil de 2014: aquellos funcionarios venezolanos del pasado y presente, que Estados Unidos considere que violan los DDHH de ciudadanos venezolanos, y que se involucran, a su criterio, en actos de corrupción pública no serán bienvenidos en Norteamérica. Además, bloquearon bienes que tenían siete funcionarios del actual gobierno bolivariano en Estados Unidos y se les prohibió efectuar transacciones bajo su legislación. La injerencia norteamericana en los últimos años ha tenido que tomar otro ropaje. Si durante la década

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Nota de opinión sobre el conflicto entre Venezuela y Estados Unidos, en referencia al orden "moral" exigido por Obama en las últimas semanas. Publicado en infoblancosobrenegro.com por Julieta Beristain, integrante del Geenap.

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Page 1: Abriendo Puertas y Ventanas, Por Julieta Beristain

“Abriendo puertas y ventanas”

Julieta Beristain, Integrante del Geenap.

Tras el comunicado que emitió la Casa Blanca en Estados Unidos y las

declaraciones del Presidente, Barack Obama respecto del estado de situación político en

Venezuela, devinieron las repercusiones y el cierre de filas latinoamericano para apoyar

y preservar la democracia y la figura legítima del Presidente Nicolás Maduro. Definida

la postura americana como “preocupación” para con la población venezolana en tanto

que exige que se cumplan los derechos fundamentales de los mismos, la apertura del

dialogo y la liberación de aquellos que son considerados presos políticos, como el líder

de la oposición local Leopoldo López.

El ‘gigante’ norteamericano efectivizó a través de una nueva orden presidencial

la ampliación de la Ley de Defensa de Derechos Humanos y Sociedad Civil de 2014:

aquellos funcionarios venezolanos del pasado y presente, que Estados Unidos considere

que violan los DDHH de ciudadanos venezolanos, y que se involucran, a su criterio, en

actos de corrupción pública no serán bienvenidos en Norteamérica. Además, bloquearon

bienes que tenían siete funcionarios del actual gobierno bolivariano en Estados Unidos y

se les prohibió efectuar transacciones bajo su legislación.

La injerencia norteamericana en los últimos años ha tenido que tomar otro

ropaje. Si durante la década neoliberal, sus dictados se dirigían a quien detentara el

poder ejecutivo, a partir del surgimiento de los nuevos gobiernos progresistas en la

región, su direccionamiento apunta a los sectores de la oposición política, como a los

grupos económicos concentrados. Situación que pone en evidencia la alteración del

marco geopolítico. El retorno de gobiernos populares, permitió el histórico “No al

ALCA” que proclamó Hugo Chávez, la unidad del MERCOSUR, el crecimiento

económico (individual y colectivo en la región), la negación del neoliberalismo como

sistema económico, pero también social y cultural, y el empoderamiento de la sociedad

civil.

Entonces, como “ciudadanos” debemos –ante tal situación- preguntarnos qué es

lo que entendemos como “derechos fundamentales” aplicando la lógica y rememorando

el accionar, por lo menos, de la gestión de Barack Obama en materia de relaciones

internacionales.

Page 2: Abriendo Puertas y Ventanas, Por Julieta Beristain

Obama había tomado como eje de campaña las políticas humanas sentenciando

el cierre efectivo del campo de detención Guantánamo. Solo con intenciones de

recordar y añorar palabras con que supo enamorar al electorado americano allá por el

2007, se cita al actual mandatario: “Vamos a cerrar Guantánamo. Vamos a dar

ejemplo, no solo con palabras, sino con hechos. Esa es nuestra visión para el futuro”.

Pues, el futuro llegó hace rato y con él la historia real del “haz lo que yo digo, no

lo que yo hago”; porque Guantánamo no sólo sigue operando, sino que además, aquel

que conduce la cueva del terror jamás accedió a la petición de diferentes organizaciones

internacionales como por ejemplo, Amnistía Internacional, que en reiteradas ocasiones

reclamó el cierre y la posibilidad de acceder a las instalaciones para realizar una

inspección ocular y constatar el estado físico de los reclusos y las condiciones en las que

transitan su ‘condena’.

No existe razón válida para seguir financiando Guantánamo. Al menos, no

lógica. A sabiendas de que solo el 1% de los 800 reclusos que pasaron por allí fueron

juzgados y condenados por la Comisión Militar, es que podemos preguntarnos si el

concepto de “políticas de derechos humanos” contiene el mismo significado que el

concebido en esta parte del mundo o si sólo se aplica para ellos, por ellos y se exige por

ellos para los demás.

Habiendo retomado cierta línea histórica es que nos resulta extraña la

preocupación de los Estados Unidos en relación a las condiciones políticas actuales –

juzgable siempre que los fundamentos no estén coaptados por intereses propios-. De

aquí nace la teoría sobre la ampliación de la ley nombrada: ¿Cuáles son los intereses

reales de un país sobre el otro? ¿Acaso EEUU pretende obtener un rédito económico y

especula sobre la fuerza política de Maduro dentro de los límites geográficos de

Venezuela?

No podemos confiar en el discurso moralista del Jefe de Estado de un país que se

ha enriquecido a costa de fracturar la vida política de otras naciones, que aún fomenta

relaciones económicas colonialistas, que reconoce la legitimidad de gobiernos de facto

como sucedió en Honduras tras el desplazamiento por la fuerza de Manuel Zelaya en el

2009 y utiliza una doble vara para apuntalar solo a aquellos gobiernos que le hacen

frente, para luego demonizarlos ante el mundo y provocar crisis económicas y políticas

con el fin de apoderarse de bienes materiales y/o de doblegar a un país en pos de sus

intereses.

Page 3: Abriendo Puertas y Ventanas, Por Julieta Beristain

La sensación de conciliación es endeble, la reacción norteamericana ante la falsa

preocupación deja entrever una línea política que busca abrir más puertas, más ventanas

que iluminen una nueva etapa de enriquecimiento a través del sometimiento de otras

naciones democráticas.