A UN GRAN HINCHA TIGRE

En este ultimo juego de Tigres en Colombia tuve la fortuna de poder asistir a ver a los Tigres en Sudamérica por lo que me tome la libertad de llevar un trapo del rostro de un gran amigo de la infancia con la frase,”Nunca darse por vencido”.Su nombre era Ricardo Aldape Guerra y al principio de los años 80’s fue condenado a muerte en la ciudad de Houston ,Texas por el crimen de un policía, delito del cual era inocente y por lo que paso 15 años de su vida obteniendo su libertad en 1997 pero

muriendo trágicamente en un accidente automovilístico cuatro meses más tarde. Pensaras que cual es la relación que existe entre este hecho y los Tigres pero leyendo este artículo lo podrás comprender. Recuerdo aquella noche lluviosa de Mayo, una noche triste que contrastaba con aquellos días de alegría que vivimos como hinchas de Tigres. La lluvia no dejaba de caer y El Topo se despedía de mi diciéndome:”hay te encargo la camiseta, cuídala”. Era una camiseta amarilla con una franja azul en el pecho que compartíamos con orgullo y que en esos días me había tocado a mi tenerla.En esos tiempos no existía la mercadotecnia que existe ahora y una camiseta con los colores de Tigres bastaba para demostrar el amor por tu equipo.

En sus palabras encontraba un tono raro cuando me dijo que iba a Laredo, lugar que en ocasiones visitábamos y la realidad la supe unos días después cuando me dì cuenta que había cruzado el río bravo en busca del sueño americano.Intensiones que lo llevarían a vivir algo que jamás podría haberse imaginado; ser condenado a muerte por un crimen que no cometió No pasaron ni dos meses de su partida cuando me entere de la noticia, Aldape era acusado de el

asesinato de un policía en Houston, Texas y condenado a muerte por medio de una inyección letal. La imagen de aquel muchacho de tan solo 20 años de edad llorando al conocer la noticia de que sería ejecutado por medio de una inyección recorrió pronto los noticieros de México y de Estados Unidos.El gobierno americano hablaba de una ejecución rápida ya que ese delito era catalogado como muy grave y sumándole la discriminación y el odio que existe en el otro lado por la gente de origen latino se veían pocas posibilidades de que el gobierno americano diera marcha atrás en sus intenciones. La tristeza y la impotencia me invadieron por completo,¿Cómo era posible que mi gran amigo de la infancia con el que compartía tantas cosas en la vida estuviera en esa

situación?Por mi mente pasaron aquellos días en que juntos asistíamos al estadio para alentar a Tigres no importando nuestra situación económica, si no traíamos dinero nos arriesgábamos a brincarnos la cerca aun con el riesgo de ser atrapados por los porros que cuidaban el estadio y que estaban acostumbrados a golpear a cuanto se les antojaba y que cometiera irregularidades dentro o en los alrededores del estadio.O aquellos días en que durante los entrenamientos en la Facultad de medicina podíamos estar cerca de nuestros ídolos, platicar con ellos y pedirles un autógrafo sin el temor de ser despreciados o ignorados.

Pero el tiempo seguía su marcha y había que hacer algo por lo que rápidamente el barrio empezó a actuar casi por instinto, pintando mantas de apoyo hacia Aldape y de protesta contra la pena de muerte y la discriminación en Estados Unidos contra los emigrantes de origen latino y así podías ver gente de todas las edades colaborando con la pinta de mantas e incluso con comida para los que tenían ya tiempo de estar hasta altas horas de la noche preparando lo que sería una marcha de protesta contra la acusación injusta que pesaba sobre Aldape por

parte del gobierno Americano. Las lágrimas de algunas madres del barrio me conmovían, tal vez veían a Aldape como si pudiera ser alguno de sus hijos y aportaban lo que fuera para ayudar. El golpe de la injusticia del vecino país del norte había tocado las fibras mas profundas del pueblo de Nuevo León y toda la gente de todas partes a donde fuéramos nos daba su ayuda. Anduvimos por escuelas, por calles, por plazas y en todos lados la gente nos dio su ayuda económica o cuando menos moral que también era muy necesaria, esto con el fin de poder ayudar en algo a la familia de de Aldape. A su vez en Houston, Texas, grupos de mexicanos radicados allá también iniciaron una lucha en contra de este castigo para todos injusto y que demostraba una vez más el odio racial que existe en la unión americana. Pensamientos encontrados cruzaban por mi mente, algunos graciosos como aquella vez que jugando en una cancha que se encontraba cerca de unas marraneras en una descolgada del “topo” en la que iba solo contra el portero, se salio un montón de marranos y le quitaron la pelota llevándosela entre sus patas y causando la hilaridad de todos los ahí presentes .O algunas mas sublimes como la vez que en un torneo de nuevos valores en el que nos encontrábamos mirando hacia dentro del estadio recargados en la cerca un poco resignados porque no trìamos dinero para entrar y la vigilancia se veía muy difícil de pasar, de repente sentìmos una gran mano pero a la vez tierna que se poso sobre nuestros hombros y que nos encamino hacia la puerta y que al estar frente a ella escuchamos una voz decir a los boleteros,¡Vienen conmigo!,voz que de inmediato reconocimos,era la gran figura de Don Carlos Miloc que viendo tal vez nuestras ansias de entrar,nos regalaba ese momento tan inolvidable de poder ver a nuestros queridos Tigres.Lo único que hicimos fue agradecerle a Don Carlos ese gesto tan grande y como locos entramos corriendo por el túnel que da a la parte baja de las gradas. Recordaba también aquella vez en que en una discusión con el arbitro en un juego de futbol el topo al acercarse corriendo a reclamarle, patio sin querer una piedra que paso muy cerca

de el arbitro motivo por el cual lo expulso por considerarlo una agresión y con el reporte que levanto lo expulsaron por lo que restaba de la temporada; echo que era tan injusto guardando las diferencias como lo que en ese momento estaba viviendo en Houston. Los grupos de mexicanos organizados en aquella ciudad consiguieron recursos para llevar a los padres de Aldape para que pudieran estar cerca de su hijo y así levantarle el ànimo que en esos momentos era tan importante , por nuestra parte empezamos con nuestras marchas de protesta en contra de la ejecución y pidiendo apoyo al gobierno mexicano para que por medio de sus relaciones con el gobierno americano pudieran detenerla; objetivo que se logro ya que fue aplazada hasta una nueva fecha con lo que esto daba tiempo para que pudiera facilitársele un abogado.

Aldape · Entró ilegalmente a EE.UU. · Fue condenado a muerte por el asesinato de un policía · Pero habían falseado las pruebas. Fue un crimen atroz el de James Harris, y sus compañeros policías querían hacer justicia, o mejor dicho, tomarse venganza. No les importó que el verdadero asesino hubiera muerto en un tiroteo. Querían un culpable que

estuviera vivo. El acusado fue, entonces, el mexicano Ricardo Aldape Guerra, un inmigrante indocumentado. Total, pensaron, iba a ser un proceso fácil y expedito. Y el jurado, efectivamente, no vaciló en condenarlo a muerte aunque fuera inocente. El caso de Aldape Guerra se convirtió así en el paradigma de cómo se aplica la justicia a un "ilegal" en una corte norteamericana. Todas las pruebas en su contra fueron deliberadamente alteradas. Los seis testigos del "hecho" fueron amenazados por la policía para que dijeran que "vieron más de lo que vieron", como luego reconoció un juez. Aldape Guerra estuvo a punto de ser ejecutado cinco veces, a pesar de que insistiera en su inocencia. La última vez, frenaron al verdugo seis horas antes de que le fuera a aplicar la inyección letal.Echo que es para volver loco a cualquiera, pero “el topo” tubo el aguante suficiente para soportar esto y todo lo que mas adelante tenía que vivir. Y, tal vez, el gobierno americano hubiera llevado a cabo la ejecución, si no fuera porque mucha gente creyó en su versión de la historia, y sobre todo, porque un abogado se encargó con garra de desnudar el proceso al que había sido sometido. En estados como Texas, la pena de muerte es el arma favorita de los fiscales y los

jurados para hacer pagar un asesinato. Pero el principio de presunción de inocencia suele convertirse en pura teoría, cuando se trata de un inmigrante sin papeles. "Es más fácil culpar a alguien que legalmente no tiene derechos”. El pesado clima político que existe en torno a la inmigración ilegal favorece indudablemente la adversidad de los jurados en las cortes. Aunque no todos los casos son iguales, es llamativa la velocidad con que se condenan a los ilegales a muerte. Los "ilegales" son en general pobres, y no suelen hablar inglés, lo que facilita que la policía haga de sus derechos papel picado. Justamente, los indocumentados suelen firmar declaraciones que no entienden y recibir una asistencia legal muy débil. Es así que el caso de Aldape sólo se encarriló cuando un abogado privado se puso a trabajar en él. Su condición le podría haber costado la vida. En realidad, Aldape presenció el asesinato de Harris. Estaba junto a su matador, Roberto Carrasco Flores, cuando éste le disparó una bala certera en el cuerpo, durante un incidente de tránsito. Horas después, el verdadero asesino murió en un tiroteo con la policía, y junto a su cuerpo se encontró el arma que utilizó contra su víctima, así como municiones del mismo calibre. Pero la policía se empeñó en culpar a Aldape, a pesar de que la prueba de la parafina no detectó rastros de pólvora en sus manos. Luego se ocupó de manipular a los testigos, utilizando, incluso, amenazas. Fue así que Aldape, que entonces tenía 20 años, fue a parar a la fila de la muerte. Un maniquí fue utilizado en el juicio, en donde presentaba a un Aldape con el pelo largo, barba y un aspecto descuidado que contrastaba con el maniquí del verdadero asesino que era presentado con el pelo corto y un aspecto más presentable, para así poder manipular a los testigos y a la audiencia.

Los años siguientes fueron de una lucha intensa por parte de los grupos de mexicanos radicados en Houston. Los constantes viajes que tenían que realizar los padres de Aldape que aún siendo ya unos viejos demostraron una gran fuerza mas allá de lo explicable ayudaron una y otra vez a detener la ejecución. Por su parte Aldape desde la cárcel nos daba ánimos por medio de cartas y nos decía que el iba a luchar hasta el final, que nunca se iba a dar por vencido y les iba a demostrar a los

gabachos que el era libre de toda culpa.En ocasiones nos escribía del futbol mexicano ya que a veces le permitían verlo por televisión o escucharlo en la radio.ahí pudo celebrar el ultimo campeonato de Tigres en el 82 y ver algunos partidos del mundial del 86,incluso en una carta recuerdo que me escribió.”Yo sigo siendo Tigre y no voy a dejar caer la bandera”,¡Tigres ,Tigres y ya!Tu camarada siempre “En las buenas y las malas” Me contó que en una ocasión en una gira que tuvo el Monterrey por allá un jugador de los rayados que el no conocía muy bien lo fue a visitar,y al presentarse le dijo “soy el abuelo Cruz” por lo que Aldape le contesto;”Pués no me acuerdo muy bien de ti y además yo soy Tigre y mis ídolos son Battocletti,Barbadillo y Tomas Boy”.Por lo que cuando el abuelo llego a Monterrey se lo platico a Bato quièn un tiempo después fue a visitarlo hasta la cárcel de Hunstville,Texas y estuvo platicando con Aldape por un largo rato aunque al

principio no lo conocía debido a que nunca había visto a Bato rapado lo que lo saco de onda.Sin embargo esto demostró la gran calidad humana que tiene Bato.

Las primeras esperanzas de libertad comenzaron en 19991 cuando una abogada americana de nombre Sandra Babcock se encargo del caso “Ella fue la primera abogada que creyó en mi inocencia” me diría en una ocasión Aldape y fue ella quien le entrego el caso al abogado Scott Atlas para que pudiera unos años mas tarde obtener su libertad. El 16 de Abril de 1997 fue ese inolvidable día en que Aldape aparecía en el aeropuerto de la ciudad bajando por las escaleras del avión para terminar en un fuerte abraso con quienes fueron sus angeles durante esos largos años de injusta condena:sus padres. De inmediato fue el centro de atención de todos los medios de comunicación del país que

querían obtener sus palabras incluso fue invitado a una entrevista a un canal Alemán de televisión. Ese mismo día de su llegada no faltaron los oportunistas que sabiendo que Aldape era Tigre le dedicaron una hora entera en un programa deportivo del canal doce el cual realizaron en la casa de sus familiares. El sábado siguiente como siempre lo hacia Aldape asistió a un juego de los Tigres que en ese tiempo estaban en primera A y el cual le ganaron a Saltillo 4 a 1. En ese mismo juego al finalizar el mismo Hernández Jr. Pidió una entrevista con Aldape para que diera su punto de vista del juego, y al querer Hernández Jr. como es su costumbre hacer que Aldape opinara lo mismo que el, este le respondió:”Para entender el futbol no se necesita escucharte a ti”lo que le molesto a Hernández Jr. Quien de inmediato mando a comerciales.También en ese juego comento:”Al próximo juego voy a ir a sol porque yo soy de ahí de la raza de sol”.Por lo que los próximos juegos los prefirió ver desde ahí. Los días continuaron y Aldape fue contratado por Tv Azteca para hacer una telenovela y se daba tiempo para ir al estadio y visitar lugares que tantas ganas tenía de ver después de tantos años de encierro. También era muy común verlo en las concentraciones del equipo, ya que comenzó una mistad con algunos de los jugadores de Tigres y tuvo la fortuna de ver como los Tigres volvían a el lugar que nunca debieron de haber dejado, la primera división y hasta parece que dios le dio la libertad para poder realizar ese sueño. Todo era felicidad pero tal parece que su destino estaba escrito y cuando venía de la ciudad de México después de terminar la telenovela en la que participaba, tuvo un accidente en la carretera de Matheuala que le costo la vida al impactarse detrás de un camión que misteriosamente desapareció sin dejar huella y que la televisora para la que trabajaba nunca se encargo de hacer una investigación e incluso no ha vuelto a hablar mas de esto. De inmediato la noticia le dio vuelta a todo México y hablaba de la muerte del exconvicto,del actor pero… yo veía a aquel Tigre que brincaba cercas que se arriesgaba a todo con tal de estar con su equipo, al que nunca perdió la fé,al que nunca olvido sus colores aun estando preso,a aquel que venció a la muerte muchas veces y que nunca se dio por vencido hasta obtener su libertad,hasta demostrar su inocencia.Pero sobre todo, al gran amigo al que me dijo que estaría por siempre “En las buenas y las malas” Y llevó siempre con orgullo los colores de Tigres.

DESCANSE EN PAZ. RICARDO ALDAPE GUERRA

“el topo” “el garrudo” En memoria de los tiempos de locura.

NUNCA DARSE POR VENCIDO