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A RUIENES INTFRESA LA CUNICUL- TURA Hoy apenas interesa a.nadie la .Cunicultu- raí. La cría y explotación del conejo no se ha intenbado todavía en España, ^ excepción d^e contadas y muy prestigiosas personas que, en su excepción, significan y^ un exponente de calidad. La Cunicultura española ha q^uedado t•educida, hasta el momento presente, á una de tantas actividades abandonadas a]a ru- tina y patrimonio ^xclusivo de las gentes más hum'Idzs. Y nada más alejado de las reali- dades económicas del t.iempo presente. Y aun de los a^ctuales cunicultores, ^, cuán- tos conocen el rendimiento económico del ani- mal ? i, Cuántos conocen y dístinguen las ra.- zas? ^Cuántos podrían afirmar conocer la^s dist^ntas t•amas de la Cunicultura industrial y moderna? ^Guántos se han preparado para dar al conejo los cuidados y atenciones que necesita? 'Seguramente serán muy escasos los que puedan contestar afirmativamente a to das estas preguntas. En el extra^njero, los^ conocimientos cuníco-

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A RUIENES INTFRESA LA CUNICUL-TURA

Hoy apenas interesa a.nadie la .Cunicultu-raí. La cría y explotación del conejo no se haintenbado todavía en España, ^ excepción d^econtadas y muy prestigiosas personas que, ensu excepción, significan y^ un exponente decalidad. La Cunicultura española ha q^uedadot•educida, hasta el momento presente, á unade tantas actividades abandonadas a]a ru-tina y patrimonio ^xclusivo de las gentes máshum'Idzs. Y nada más alejado de las reali-dades económicas del t.iempo presente.

Y aun de los a^ctuales cunicultores, ^, cuán-tos conocen el rendimiento económico del ani-mal ? i, Cuántos conocen y dístinguen las ra.-zas? ^Cuántos podrían afirmar conocer la^sdist^ntas t•amas de la Cunicultura industrialy moderna? ^Guántos se han preparado paradar al conejo los cuidados y atenciones quenecesita? 'Seguramente serán muy escasos losque puedan contestar afirmativamente a todas estas preguntas.

En el extra^njero, los^ conocimientos cuníco-

las están más universalmeste conocidos y dela Cunicultura se obt^enen grandes beneficioseconomi:;os como consecuencia de la an.igiie-dad de detarminadas industrias de ]a piel, enEspaña casi desconocidas y aun sin carac;e-res de explo.ación en el día de hoy. Y siend^oasí, no es raro que al hablar de ia cría y ex-plotación del canejo los espír tus fuertes s^sonrian, como si ese animal, o no fuera capazde explotación industrial, o es^a ind•zstriamerec,era la repulsa de ^as gentes por algúnmotivo ignorado. Y e ŝ más lamentabl^ es_asituación, toda vez qu^e, según todas las re-ferenc as y datas, ha sido España el puntode intrcducción del conejo en Europa segúnquedará suficientemcnte probada en el capítulo que, acerca del Origen del canejo, publi-camos en otro lugar de esta misma obra.

España ha conocido pmimerccmente ctd cane-jo y, además, España, por su si_uación y con-dicion^s ci máticas, es tierra propicia a sucultivo. Y España, cum^o en otras tantas ac-tividades, ha abandonado sua riquezas natu-rales las ha exportado, por d^e ĉirlo así, al extranjero, ha dado a éste medios para iniciarsu explotación, y únicamente cuando todaslas n^ c^ones se encuen:ran bien situadas enCunicultura, ^es cuando, p,rcatándose de sulabor, verdaderamante suicida, trata de ini-ciar una industria que debió ser caracterís-ticamente española, Y menos mal si aún llegaa tiempo para exig"r en 1a mesa de los int^-r^eses económicos europeos un buen lugar y

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que las demás naciones se avengan a cederleun sitio en su mesa.

La tardanza en despertar de su le,argo de-be servir a la Cunic^ltura española de aci-cate, y contando con las admirables condiciones de nuestro suelo y de nuestro cl^ma, re-cuperar el tiempo perdido y proceder a im-plantar esta industria, colocándose a la cabe-za de ella, como le correspond^e en derecho,aunque no por su incapacidad, por su desidiay por su abandona.

Y creyendo posible esta recuperación delt^empo perdido, hemos dedica,d^o todas nues-txas actividades a la propaganda de ^esta in-dustria, y a fin de que ésta pueda ser fructífera, hemos pr•ocurado, al mismo ^tiempo,proporcionar los elementos necesarios paraque el ^éxito acompañe al nuevo industr`al.

Se hacía preciso dar a conocer las ^•azas cleselección, únicas de las que se pueden espe-rar uu buen rendimiento económico, y a eaaefin conseguimos dar a admirar en la Expos'-ción Nacional de Ganados, el año 1930, en]a Casa de ^Campo de Ma^dri^d, las m^odernasrazas cunícolas.

Después, preparar convenientemente a losfuturos indus•triales acerca de los métod^osmodernos de explotación y de cría. Para ^ello,editamos num^erosos folletos y 1°bros que, mu-chos de ellos, se han distribuído gratuitamen-t•e por la Asociación o por eI Ministerio deAgriaultura, Di^^ección General de Gana-dería.

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No cvntentvs con esta labor d`vulgadora,se ha recorrido gran parte de España pro-n_•n^iando conferancias y dando cursillos decorta duración, poniéndenos en eontac`o conla c'ase campesina. ut^lizando, además, la ra-dio comv excelente medio de propaganda.

Anualmente y a fin de no perder el con-tacto d^ Ics cunicultores entre sí, y de éstos,a su vez„con la masa general del país. se hanorganizado Exposiciones de Cunicultura yPele'ería en Madrid y otras pob'aciones^, a lavez gue se iniciaba, modes`amente, el curt'docon Ia inauguracíón d^e los Cursos de Curtído"y Confección d^ la Piel.

Era preciso aún con más intensidad poseerun lazo de t^nión entre los cun•cultores. y aes+.e fin se ed^tó ^una revista Industria,s Ru-r,a^es y AgrZOUláura (1), en la que se tratabant^emas cunículas, y, por último, la AsociaciónNacional de Cunicultores de España in`ens^-ficó todas estas propagandas ,y aun comple-tó su labor con la creación de la CooperativaAgro pecuaria, que actuó como Central parala venta en común de los productos de la Ĉu-nicultux•a.

J•untv a esta labor s•e desarrolló o^`ra den-tro d^e ^a acción gs`.atal. consiguiéndose p^^een el Conseio Superior Pecuar'o del Minis-terio de As^•ricultura se asignara un nuestoa la representación de la i^sociación, la queno sólo tomó parte en todos los asuntos que

(l) Burranu, Jii• Aíudttid.

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afectaban a la ganadería nacional, sino quellamó la atención de los Poderes públicos hacia esta rama de la ganadería menor; orga-n'zando, a su vez, las secciones de Cunicul-tura en las Exposiciones Mundiales de Romay da Leipzig, organizadas por la AsociacicínMundial de Avicultura Cien:ífica.

En el orden juríd'co se consiguiú anularuna patente que impedía la explotación de losanimales peleteros, y que, de continuar en vi-gor, hubiera hecho imposible la vida cuníco-la en España, y s^e tramitaron asun^os rela-cionados con la venta de la cai•ne en el mercado de Madrid.

Grac•as a esta labor, inteligente.nente des-arrollada se ha cons^guido in'^sresar a la opi-nión, y hoy son muchos l.os que conoc•en laCunicultura como fuente de beneficios, y esde esperar que, desbrozado el camino de laincomprensión y del abandono, la marcha dela industria será normal y cada día más flo-rec'ente.

Pero ya quiénes interesa la Cunicultura?En general, a todos, absolutamente a todos.

A los unos, de u^na manera directa, camo pro-ductores; a los otros de mánera indirec`a,como consumidores^ o transformadores de lasprimeras materias por el conejo.

Directamente interesa al labrador. El la-brador, y englobam^os en este nombre a todocampesino que en rég'men de propiedad o deaparcería, y aun de trabajq a jornal, dedica

sus acticidades al trabajo de Ia tierra, debeser ounicultor.

La Agriculttu•a deberá estar siPmpre ^^^^n^i^ia la Ganadería. Todo agricultor deberá s^erganadero. Y la Cunicultura es una de las ra-mas d^e la ganadería, quizá la que reúne ma-yorés fac^lidades y ventajas por las caracte-rísticas determinantes de la misma.

La Cunicultura es esencialmente industriafamiliar.

No necesita grandes esfuerzos ni trabajos;puede, pues, estar bajo el cuidado y v^gilan-cia de la mujer y de las hijas del campesi-no, mientras el padre trabaja en su profe-sión u oficio. Además, la Cunicultura ocupapequeña cantidad de tiempo y es compatiblecon los cu=dados de la casa y del hogar. E1conejo, sobre todo los gazapillos, necesitanatenciones, cuidado, cariño y m.anos blandas,características todas de la mujer.

La Cunicultura es ind•ustria esencialmen,tefemenina.

Además, el mayor gasto de un conejar esta alimentac=ón. Esta 1a tiene a su alcanceel ca^mpesino mediante el aprovechamiento delos residuos agrícolas existentes en toda casade labor, mas los verd^es, f^orrajes y hierbasque diariamente puede reĉoger del campo ytransportar del campo a su casa al regresarde su labor díaría. Apenas tíene gastos de aIi-menta,ción el conejar casero y fam`liar; siem-pre que no se le quiera sacar de esta ca.r^c-terfstica, Pxplotando más animales de los que,

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l.n C'unirnlluru ^^s iudutitria g^?nuinanu,ntc Íemouiua. P^^ro lo ,.

rnnr,l^^^ mií.c In pro^luu„í,5n rle P^•lo d,^ An^orn.

pw• la importancia econ6mica del negocioagrícola que lleve la casa, sea aconsejable.

La Cunicultura apenas tiene gastos de im-plantación. Todos estos gastos se reducen amaterial y a animales, y tanto unos comootrns pueden reduc^rse al mínimo, iniciandomodes_am^nte la exp^otación y aumentándo-la cuando conveng^a y se tenga dinero d^sponible.

Y, por último, la venta de los productos esrelativamente fácil y segura, siempre que elcampesino, lej^os de vivir aislado e indiv dual-men^e, posea espíritu de unión y de asocia-ción y de cooperacipn. ^

Los organismos exis^tentes,pueden faĉil^tar-le el problema de colocación de los produc,tos y obtener el máximo beneficio económi-co, suprimiendo toda clase de intermediarios.

Pero no sólo es al labrador o campesino aqu'en puede interesar esta exp'otación; también le interesa al propietario rural que lle-va por sí la administración de sus prop:e-ctades.

En toda casa de labor de alguna importaii-cia existe una gran cantidad de resid^uosagrícolas, y has^ta de industr as de primeratransformación que, o no tendrán cumplidoaprovechamiento, o que éste, si existe, ha ^deser deficiente, Pues bien; la Cunicultura per-mite no sólo el aprovechamiento y utilizac^ónde estos r2siduos, sino la transformación delos mismos obteniendo la venta y aun el beneficio industrial correspandiente a toda

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('UNICULTIiRA

transformación, aunque sea tan sencilla comola producción de carne, piel o pelo.

Pero al mismo tiempo padrá dedicar a laindustria los brazos de lAS hombres perma-nentes q^ue trabajen en su explotación agrí-cola en los días, muchos en el año, en el queel trabajo fuera de la casa no sea posible. D^eeste modo, obtendrá un mejor aprovecha-miento del trabajo agrícola, resolv:endo, enesos días de paro forzoso, Ia solución a tosproblemas de construcción o reparación delmaterial, preparación de las pieles, curtidode las mismas, preparación dei pelo y miI ymil faenas que no requieren momen'^to de^,er-minado para su. ejecuc'ón, y que pueden ser•diferidas para un momento oportuno.

Y tanto el propietario rural, como el trabajad.or agrícola, necesitan comer. El cone-jar les proporcionará carne abundante, nu-tritiva, sana y económica. El presupuesto fa-miliar q^uedará aliviado, puesto que se aho-rrará la cansignación de carner y la raza me-jorará, toda vez que una de las lacras^ de lapoblación rural española es la ausencia deproteínas en la alimentacidn.

La industria cunicola no es exclusiva <c'campo.

'Ta^mbién el obrero de la ciudad puede participar en ella, siempre que disp^onga su viday su casa lejos de las aglomerac'ones^ urba-nas, que -envenenan su organismo. Las casi-tas, más o menos rodeadas de un pec7ueñojardín o huerta, deben ser e] ideal de los^ tra-

S^ncilla nu+++uru do pcaxr w^ cw+ejo, utilir.un+lo un saco pri^pnrndo

t' mi^^li;:nte PI nnsilin dn ini;i rno+nn:^ nr:linnriu.

bajadores. En ellas han de encontrar un des-canso en su ruda labor y la compensación asus afanes diarios en la lucha por la vida.

El conejar familiar es el complemento dela casita de campo, y en su cuidado encon-trará disíracción la mujer de la casa, al mismo t empo que provisiones para su despensay pieles que hagan confortable la casa, y has-ta embellecer su indumentaria, aprendiendoel corte y confección de la piel, que requieremanos femeninas,

También aquí, aunque en menor escala,pueden encontrar aplicación los residuos dela casa. del jardín o huerta e incluso m^uchasyerbas silvestres que pueden ser aprovecha-das por los huéspedes del conejar.

Pero no son s^ólo los obreros agrícolas qu'e-nes pueden iniciar la Cunicultura. Todo aquelque viva en el campo, todo aquel que poseauna villa, chalet, iorre, masía, cortijo, etc.,es decir, todo aquel que disponga de unahuerta o de un jardín o de ^un patio, puedeen ellos efectuar su pequeña instalación ca

^ĉ^; z de proporcionarle carne barata, sana y^ómica para su mesa y aun para la venta

convec'nos o amigos. ^

ORES QUE TNTEGRAN EL EXITOEN CUNICULTURA

Ŭna vez conocida la ímportancia económi-ca de la Cunicultura y los beneficios que pue-de reportar a la economía pública y privada