a l i m u g o r comunica c estudios venezolanos de ... · del ininco-ucv. sobre nuestro aniversario...

171
Política pública y ciudadanía CENTRO GUMILLA comunica ción Estudios venezolanos de comunicación • 1º trimestre 2016 • Nº 173 GALERÍA DE PAPEL ALICIA DE LIMA / 2016

Upload: dothu

Post on 27-Sep-2018

216 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • Po

    lti

    ca p

    b

    lica

    y c

    iud

    adan

    a

    CENT

    RO G

    UMILL

    A

    comunicacinEstudios venezolanos de comunicacin 1 trimestre 2016 N 173

    GALE

    RA

    DE

    PAPE

    L A

    LICI

    A D

    E LI

    MA

    / 201

    6

  • DirectorMarcelino Bisbal

    Editor adjuntoConsejo de Redaccin

    Consejo editorialJess Mara AguirreMarcelino Bisbal Agrivalca CanelnAndrs CaizlezGustavo HernndezCarlos Delgado FloresHumberto ValdiviesoFrancisco A. PellegrinoHonegger MolinaJos Martnez-de-TodaCarlos CorreaLuis Carlos Daz

    Consejo FundacionalJos Ignacio ReyJos Martnez-de-TodaFrancisco TremonttiJess Mara AguirreCsar Miguel RondnMarcelino BisbalIgnacio IbezEpifanio Labrador

    Colaboradores del presente nmeroMoraima GuanipaLuis Ernesto BlancoJos Luis PrezAlianza por la Libertad de ExpresinJohanna Prez DazaJhenny RivasAnyinet SalomRichard TahanAntonio PascualiComit por una radiotelevisin de servicio pblico (RTSP)Fundacin Acceso LibreAlonso MoleiroBoris MuozJess UrbinaAndrena Elena Aponte Domnguez

    RevisinMarlene Garca

    Asesor GrficoVctor Hugo Irazbal

    Produccin EditorialBimedia 21 Diseo Editorial

    Edificio Centro Valores,local 2, esquina Luneta,Altagracia. Apartado 4838Caracas, Venezuela ZP 1010.Telfonos: 564.9803 - 564.5871Fax: 564.7557

    Redaccin Comunicacin:[email protected] SIC:[email protected] de Documentacin:[email protected]:[email protected]:[email protected]

    Depsito Legalpp 197502 DF851ISSN: 0251-3153

    Comunicacin no compartenecesariamente las opinionesvertidas en los artculos firmadosque expresan, como es obvio,la opinin de sus autores.

    Los textos publicadosen la seccin de Estudios dela Revista son arbitrados.

    La revista Comunicacin de la Fundacin Centro Gumilla est indizada en la base de Datos Clase A de la Fundacin Venezolana de promocin del investigador, al igual queen Latindex (Catlogo de revistas)

    Visite nuestra pgina en la web:http://www.gumilla.org

    J-00138912-1

  • N 173 | Estudios venezolanos de comunicacin Centro Gumilla

    Perspectiva Crtica y Alternativa Integrantes de la Red Iberoamericana de Revistas de Comunicacin y Cultura

    PRESENTACIN

    ANIVERSARIO

    APORTES

    DOSSIER

    HABLEMOS

    ESTUDIOS

    DOCUMENTOS

    DATA

    LEGADOCOMUNICACIONAL

    comunicacin

    Poltica pblica y ciudadana 2

    Pensamos insistir Carlos Delgado Flores ..................................................................................................................................... 4

    Cuarenta aos de la revista Comunicacin: Esa bsqueda tenaz Moraima Guanipa 7

    Reinventemos el periodismo Luis Ernesto Blanco ....................................................................................................................................... 15

    Implicaciones del Foro Econmico Mundial 2016 para la divulgacin cientficaJos Luis Prez 21

    Qu entendemos por polticas pblicas de comunicacin? Andrs Caizlez ............................................................................................................................................ 29

    Asamblea comunicacional Gustavo Hernndez Daz ............................................................................................................................... 37

    Propuestas de la Alianza por la Libertad de Expresin para consideracin de la Comisin Permanente del Poder Popular y Medios de Comunicacin de la Asamblea NacionalAlianza por la Libertad de Expresin ............................................................................................................ 43

    Ley de Comunicacin del Poder Popular. Entre contradicciones y convenienciasJohanna Prez Daza ....................................................................................................................................... 49

    Los canales parlamentarios. El Caso de ANTV Jhenny Rivas 55

    Es posible una nueva poltica pblica de comunicacin en Venezuela?Mariela Matos Smith 63

    Estudio 2015: censura y autocensura en periodistas y medios de comunicacin en Venezuela Instituto de Prensa y Sociedad-Venezuela (IPYS) ........................................................................................... 87

    Contrahegemona? Comportamiento de medios digitales y Twitter durante el proceso de las elecciones parlamentarias de diciembre 2015 Carlos Delgado Flores / Anyinet Salom ....................................................................................................... 101

    Redes sociales para la participacin cvica y poltica de estudiantes de la Universidad Catlica Andrs Bello Richard Tahan 113

    Radio y televisin: una irresuelta prioridadAntonio Pasquali ......................................................................................................................................... 125

    Proyecto de Ley Orgnica de la RadiotelevisinComit por una radiotelevisin de servicio pblico (RTSP) 129

    Informe anual 2015 sobre el estado de Internet en VenezuelaFundacin Acceso Libre 139

    Unas lneas finales para Pedro Llorens Alonso Moleiro ............................................................................................................................................. 149

    Luis Ramiro Beltrn (1930-2015) Jos Martnez de Toda ................................................................................................................................. 151

    Umberto Eco se despide Marcelino Bisbal .......................................................................................................................................... 156

    Umberto Eco: ms all del bien y del mal Boris Muoz 160

  • comunica cin

    PRESENTACIN

    173

    2

    C elebramos en el mes de noviembre de 2015 el cuadragsimo aniversario de nuestra revista Comunicacin de la Fundacin Centro Gumilla. Nmero de antologa. Artculos de calidad acadmica y pertinencia social, fusio-nados con la Galera de Papel a cargo de Vctor Hugo Irazbal, Premio Nacional de Artes Pls-ticas. Satisfaccin nuestra de haber alcanzado cuarenta aos de perseverancia. Son 172 nmeros y 1.490 artculos, estudios empricos, reflexiones crticas en torno a la comunicacin y la cultura, nada ms y nada menos.

    Desde el nmero uno de Comunicacin, dcada de los setenta, hemos insistido en esta loable misin pedaggica: Conscientes de no estar en posesin de la frmula para dotar a nues-tros pases de un sistema perfecto de comunica-ciones, nada nos impide y mucho nos obliga a que lo sigamos buscando. Esa bsqueda tenaz es la gran tarea a la que se orienta, desde su mismo nacimiento, este modesto boletn.

    Un ciber-pregonero hara pblica esta primicia en la Matrix de los hermanos Wachowski: La revista Comunicacin piensa insistir pese a las adversidades econmicas. Altos costos impiden su salida en impreso. Gobierno autocrtico venezolano niega la inteligencia y la sociedad del conocimiento.

    La agudeza de George Orwell, 1984 y La rebe-lin de la granja, nos asiste: No se establece una dictadura para salvaguardar una revolucin; se

    hace la revolucin para establecer una dictadura. Pese a esta hora menguada para Venezuela, el equipo Comunicacin sigue y seguir insistiendo en la democracia comunicacional. No declinar en este proyecto civilista.

    El Ciber-pregonero tambin informara en las redes sociales: Primicia: Comunicacin estar en formato electrnico. La Pgina Web de la revista Comunicacin, a cargo de Mariela Matos, presenta una innovadora estructura de contenidos. El nmero 173, es tema vital para la democracia venezolana: Poltica pblica y ciuda-dana.

    Venezuela espera por la implementacin de polticas pblicas de comunicacin desde hace ms de cincuenta aos. Ratelve-70, Comit por una Radiotelevisin-1990 y Unesco-2000, son referentes indiscutibles en esta discusin. La pol-tica pblica no depende del Poder Ejecutivo, no es gubernamental ni se afilia a intereses crema-tsticos. Pluralidad, libertad de opinin, indepen-dencia editorial, cualidades de un genuino Estado democrtico.

    Esta es la revista Comunicacin con sus nuevas secciones. Dossier aborda estos asuntos: Qu entendemos por polticas pblicas de comunica-cin?, de Andrs Caizlez; Asamblea comu-nicacional, de Gustavo Hernndez Daz; Ley de Comunicacin del Poder Popular, de Johanna Prez Daza y Los canales parlamentarios. El caso de ANTV de Jhenny Rivas.

    Poltica pblica y ciudadana

  • 3

    PRESENTACIN

    comunica cin173

    Hablemos profundiza en el tema Es posible una nueva poltica pblica de comunicacin en Venezuela?, con la participacin del diputado Toms Guanipa, presidente de la Comisin de Medios de la Asamblea Nacional; la abogada Jhenny Rivas, especialista en libertad de expre-sin y en derecho a la informacin y comunica-cin; el politlogo Carlos Correa por Espacio Pblico y el maestro Antonio Pasquali, fundador del Ininco-UCV.

    Sobre nuestro Aniversario las palabras de Moraima Guanipa y de Carlos Delgado Flores nos invitan a pensar la revista Comunicacin en el marco de la sociedad del conocimiento. Dos Aportes abren el debate: Reinventemos el perio-dismo de Luis Ernesto Blanco e Implicaciones del Foro Econmico Mundial 2016 para la divul-gacin cientfica de Jos Luis Prez. Estudios entra de lleno en la libertad de expresin y tenden-

    cias digitales con estos trabajos: Periodismo en arenas movedizas: IPYS-2015; Contrahege-mona? Comportamiento de medios digitales y Twitter durante las elecciones parlamentarias de diciembre 2015 de Carlos Delgado Flores y Anyinet Salom y Redes sociales para la parti-cipacin cvica y poltica de estudiantes de la UCAB de Richard Tahan. Las secciones Data y Documentos ofrecen cifras actualizadas y reflexiones sobre la radiotelevisin pblica y el estado del arte de Internet en Venezuela. El nmero 173 de la revista Comunicacin honra el legado comunicacional de tres insignes pensa-dores y humanistas: Pedro Llorens, Luis Ramiro Beltrn y Umberto Eco.

    Comunicacin, desde ahora, informatizada y en el ciberespacio!

    GAL

    ERA

    DE

    PAPE

    L C

    ARM

    EN S

    EEKA

    TZ /

    2016

  • comunica cin

    ANIVERSARIO

    173

    4

    H oy, cuando nos reunamos para celebrar los cuarenta aos de la revista Comuni-cacin, estaremos a su vez celebrando el lema que impulsa estos ocho lustros que la convierten en decana venezolana de las publica-ciones acadmicas dedicadas a la comunicacin social: pensamos insistir. Escucho el vocablo en mi interior y resuena acompasado con el verso de Rafael Cadenas, en Memorial: la palabra no es el sitio del resplandor, pero insistimos, insis-timos, nadie sabe por qu.

    Por qu insistir? Es acaso obra de la necedad? Es un mero ejercicio de la voluntad?

    Hace cuarenta aos, un grupo de profesores y alumnos dieron forma a una voluntad colectiva, la de reunirse para estudiar y proponer alterna-tivas crticas para la produccin de comunicacin social que vena hacindose en el pas. Generaron as una publicacin modesta como la que ms, el boletn Comunicacin: estudios venezolanos de comunicacin. Perspectiva crtica y alternativa, impreso en multgrafo, con una cartula de cartu-lina de color, con un tiraje modesto, pero que ya entonces, daba dual expresin de una voluntad: la de conformar una comunidad de aprendizaje y la de permanecer el tiempo que la vida dijera, evolucionando como lo hace la vida misma.

    Pensamos insistir

    El autor, miembro del Consejo de Redaccin de Comunicacin, se hace una pregunta que l mismo intenta responder: Por qu insistir? No hay respuesta definitiva a esa interrogante. Nos dice que todava no hemos encontrado lo que estamos buscando. La clave es seguir porque Comunicacin y sus miembros siguen apostando por la vida y sus utopas. Les parece poco?

    CARLOS DELGADO FLORES

  • 5

    ANIVERSARIO

    comunica cin173

    Es un buen momento para nombrarlos: Jos Ignacio Rey, Jos Martnez-de-Toda, Francisco Tremonti, Jess Mara Aguirre, Csar Miguel Rondn, Marcelino Bisbal, Ignacio Ibez y Epifanio Labrador.

    Buena parte de esa vida ha sido propiciada por la complicidad de la Compaa de Jess, que ha visto en ella una peculiar forma de apostolado intelectual. As, orgnicamente, Comunicacin ha crecido como testimonio del dilogo que sus pginas convocan. La comunidad ha aumen-tado desde su ncleo inicial y ya cuenta genera-ciones, sin mencionar a sus lectores, sus interlo-cutores. Los alumnos se volvieron profesores, los aprendices compaeros y despus maestros. Los jvenes crecieron, se casaron o formularon algunos otros votos. Los ritos del encuentro se fueron multiplicando, esta vez, movidos por la vida que iba fluyendo en el seno de la comunidad: las bodas y los bautizos de hijos y de libros, las conferencias y los recuerdos de viaje, los encuen-tros, las despedidas, las pocas nostalgias y las muchas esperanzas. Todo esto gira en torno a la cita de todos los mircoles, la reunin de redac-

    cin, de la que van saliendo los trabajos que nutren cada nmero. As, no menos de 1.600 reuniones, a lo largo de 400 meses (diez por ao) han dado vida a 172 nmeros de la revista, compendio de 1.490 artculos desplegados en 17.532 pginas, elaborados por 1.975 colaboradores y es curioso, por dems, este guarismo, ya que 1975 es el ao de inicio Es una buena cosecha, de la cual, francamente, nos enorgullecemos.

    Debo adems sealar que como comunidad de aprendizaje, nuestra historia no es demasiado original: as ha surgido buena parte de la academia en todas partes del mundo, as ha surgido la nuestra, hoy convertida en la ltima trinchera contra la barbarie. As han surgido bandas musi-cales, colectivos creativos, empresas. Quisiera creer que as surgen los proyectos de cambio, pero sera un pedante si as lo hiciera. Dejo eso s, la esperanza de que estas pginas le sean de utilidad a quienes han venido y vienen con nosotros, y a quienes vendrn, porque uno de los secretos de la vida si es que acaso la vida tiene alguno es su constante vocacin por el futuro. Eso la distingue, como vida, del mero hbito de negarse a morir.

    Entrega de reconocimientos a ex-directores y personas que con su trabajo apoyan la publicacin.

    Presentacin del libro Encrucijadas de la comunicacin en Venezuela .

  • comunica cin

    ANIVERSARIO

    173

    6

    Pero por qu insistir?Al final de la presentacin del primer nmero,

    hay una afirmacin: Conscientes de no estar en posesin de la frmula para dotar a nuestros pases de un sistema perfecto de comunicaciones,

    nada nos impide y mucho nos obliga a que lo sigamos buscando. Esa bsqueda tenaz es la gran tarea a la que se orienta, desde su mismo naci-miento, este modesto boletn. La frmula, ciertamente, no ha aparecido en estos aos, pero s lo han hecho numerosas trans-formaciones en los procesos de produccin de cultura y comu-nicacin social. De muchas de

    ellas, la revista ha dado cuenta, reflejando sus contextos, analizando sus potencialidades de transformacin social, sin perder de vista que la intencin declarada en el mismo texto que nos mueve y que nos mover en futuros anlisis es exclusivamente constructiva y primordialmente creadora, sin olvidar por ello que frecuentemente, una crtica severa y radical es, en este y otros campos, necesaria condicin de posibilidad de lo que, no existiendo, debera llegar a existir.

    Insistimos por eso, porque an no hemos encontrado lo que estamos buscando. Porque an hay realidades que conocer, poderes que develar, capacidades humanas que acompaar. Porque soplan vientos de cambio y porque seguimos apostando por la vida y por sus utopas, porque como dice El Nano, Joan Manuel Serrat, sin utopa, la vida sera un ensayo para la muerte.

    La buena noticia es que cada vez somos ms los compaeros de ruta, desplegados en esta bsqueda, en esta insistencia. Para ellos, vaya la salutacin de esta comunidad que hace ya muchos aos, se comprometi a seguir.

    CARLOS DELGADO FLORES

    Periodista. Magister en Comunicacin Social.

    Director del Centro de Investigacin de la

    Comunicacin de la Universidad Catlica

    Andrs Bello. Profesor de pregrado y postgrado

    en la UCAB y la UCV. Miembro del Consejo de

    Redaccin de la revista Comunicacin

    Porque soplan vientos de cambio y porque seguimos

    apostando por la vida y por sus utopas, porque como dice

    El Nano, Joan Manuel Serrat, sin utopa, la vida sera un

    ensayo para la muerte.

    Mercedes Pulido saludando al coordinador

    de la Galera de Papel, Vctor Hugo Irazbal.

  • 7

    ANIVERSARIO

    comunica cin173

    E n el mundo de las revistas acadmicas vene-zolanas alcanzar cuarenta aos ininterrum-pidos, casi medio siglo de permanencia, es toda una proeza, por decir lo menos. 172 nmeros acumulan un verdadero rcord de continuidad editorial y convierten a la revista Comunicacin en la decana de las publicaciones venezolanas dedicadas al estudio de la comunicacin social en sus ms amplios y diversos mbitos.

    Proeza de tenacidad y entrega a un propsito. Esto y ms es lo que celebramos esta tarde: las cuatro dcadas de la revista Comunicacin. Estudios venezolanos de comunicacin. Nos congrega un nuevo aniversario, cuyas palabras de presentacin tengo el honor y el gusto de compartir con ustedes, de esta revista nacida al cobijo de la Compaa de Jess, de su Centro Gumilla, inicialmente Centro de Comunicacin Social Jess Mara Pelln.

    Nace Comunicacin, en 1975, como un boletn creado por un grupo de profesores y alumnos de la Escuela de Comunicacin Social de la Univer-sidad Catlica Andrs Bello, UCAB (1961), la

    primera escuela de carcter privado entre las universidades del pas dedicada a impartir estu-dios de comunicacin junto a las dos universi-dades pblicas, Universidad Central de Vene-zuela, UCV (1946), y la Universidad del Zulia, LUZ (1959). El nombre de la revista, Comunica-cin, bien responda al cambio que estos centros de estudios adoptaron al comienzo de la dcada de los aos 70, cuando pasaron a denominarse Escuelas de Comunicacin Social y no de Perio-dismo, como hasta entonces se llamaban, con un perfil polivalente que atenda al reconocimiento de una creciente diversidad disciplinaria y profe-sional.

    Nace Comunicacin en un tiempo de conflictos blicos y crisis polticas: el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende en Chile (1973) y la instauracin de ominosas dictaduras en el Cono Sur; el escndalo Watergate que llev a la destitucin de Richard Nixon como presidente de los Estados Unidos (1974); el fin de la guerra de Vietnam (1975); el conflicto rabe-israel, entre otros. En el pas entrbamos en la vorgine de

    Cuarenta aos de la revista Comunicacin:

    Esa bsqueda tenazEstas palabras de la profesora Moraima Guanipa, de la Universidad Central de Venezuela, brindan una panormica que abarca desde los inicios de la revista hasta nuestros das. Adems, nos recuerdan que Comunicacin es la memoria investigativa del quehacer comunicacional venezolano y de Amrica Latina. La autora resalta el ttulo del nmero aniversario, Pensamos insistir, como una sea de identidad tanto del pasado como del presente y, por supuesto, del futuro de la publicacin.

    MORAIMA GUANIPA

  • comunica cin

    ANIVERSARIO

    173

    8

    una bonanza petrolera que abri el comps de la Gran Venezuela; la nacionalizacin petro-lera; el derroche de recursos y el endeudamiento. Nace en tiempos tambin de nuevos entusiasmos, algunos de los cuales quedaron en promesas incumplidas o en desafos que alcanzan nuestro presente: un renovado espritu latinoamericanista y la revisin crtica del subdesarrollo; el Proyecto

    Ratelve, propuesta surgida en el marco de la creacin del Consejo Nacional de la Cultura (1974), que aspiraba a la incor-poracin de un servicio pblico no gubernamental de radio y televisin en el panorama meditico venezolano; la recu-peracin de las voces dispersas de esos otros excluidos, amino-rados en los discursos del poder poltico y meditico.

    Ya en el primer nmero de la revista, en el ao 1975, su equipo fundador justificaba

    la existencia de esta publicacin a partir de una preocupacin que, a pesar del tiempo transcu-rrido y pese a los avances logrados en trminos de nuevas posibilidades comunicativas, sigue vigente: Consideramos vital y urgente liberar las virtualidades expresivas y comunicacionales de nuestros pueblos latinoamericanos, sumidos habitualmente en un silencio obligado. Cons-cientes de no estar en posesin de la frmula para dotar a nuestros pases de un sistema perfecto de comunicaciones, nada nos impide y mucho nos obliga a que sigamos buscando. Esa bsqueda tenaz es la tarea a la que nos orienta, desde su nacimiento, este modesto boletn.

    En consonancia con las exigencias de su tiempo, el Boletn Comunicacin, como se llam en sus primeros momentos, hizo suya una perspectiva crtica que reconoca y defenda la posibilidad transformadora de la comunicacin en nuestras sociedades, especialmente las latinoamericanas, con lo cual se sostena que la democratizacin de las comunicaciones constitua un aspecto clave para la democracia. No en vano, una de las lneas ms permanentes a la que el equipo de Comuni-cacin le ha dedicado su esfuerzo investigativo, y para el cual ha convocado la reflexin de investi-

    gadores tanto nacionales como extranjeros, es el de la comunicacin alternativa.

    Los trabajos y abordajes tericos, las experien-cias sobre comunicacin alternativa, como cons-tat Ricardo Martnez (N 51-52 Aniversario, 1985): no es la idea fija del equipo Comuni-cacin pero es su desarrollo ms completo y el que le identifica. Es tambin uno de los aportes ms significativos de un grupo de investigadores venezolanos en la comprensin de la comunica-cin en Amrica Latina, aporte especialmente valioso si se considera la proverbial dificultad para un esfuerzo reflexivo mantenido, organi-zado, coherente y permanentemente vinculado a la docencia y a la realidad nacional (p. 138).

    Este constituye con propiedad un desidertum para el mbito de lo comunicacional en Venezuela y en Amrica Latina. Una comunicacin que no est al servicio de las grandes corporaciones, y su tendencia oligoplica montada sobre la lgica mercantil, pero tampoco instrumentalizada por la mediacin gubernamental. Una comunicacin no hegemnica sino plural. Este es un eje articu-lador de la revista y a mi juicio acaso uno de sus legados ms perdurables.

    Comunicacin es en rigor una revista acad-mica, marcada adems por el carcter monogr-fico que tiene desde sus inicios, desde las portadas de manufactura artesanal que sintetizaban el tema central de cada nmero. As naci cuando era un boletn que planteaba una comunicacin para comunicadores. Si bien estaba pensada inicialmente para el mbito de los profesionales de la comunicacin, la revista deriv hacia lo propiamente acadmico e interdisciplinario. Con su amplitud temtica, de metodologas, gan un renovado impulso al constituirse en referencia para profesores, investigadores y especialmente estudiantes de comunicacin y de diversas disci-plinas de las ciencias sociales.

    Como destac Antonio Pasquali (N 129, 2005), es una publicacin de referencia en epistemologa de la comunicacin, en el mbito nacional y latinoamericano (p. 90). Y este esp-ritu latinoamericano, esta vocacin latinoameri-canista se expresa desde sus primeras ediciones, cuando en la revista comienzan a aparecer las principales y ms connotadas voces de la investi-gacin en comunicacin latinoamericanas: Jess

    Conscientes de no estar en posesin de la frmula

    para dotar a nuestros pases de un sistema perfecto de comunicaciones, nada nos

    impide y mucho nos obliga a que sigamos buscando. Esa bsqueda

    tenaz es la tarea a la que nos orienta, desde su nacimiento,

    este modesto boletn.

  • 9

    ANIVERSARIO

    comunica cin173

    Martn Barbero, Mario Kapln, Nstor Garca Canclini, Rosa Mara Alfaro, Ral Fuentes Navarro, Jos Marques de Melo, Guillermo Orozco, entre muchos otros.

    Temas como las polticas de comunicacin y de cultura llegaron para quedarse en las pginas de la revista, al calor de hitos iniciales como las discusiones de la Unesco, del Informe Mac Bride, de un Nuevo Orden Mundial de la Informacin y de la Comunicacin (Nomic), en el plano inter-nacional, y en lo nacional, con la incorporacin de lo comunicativo en el V Plan de la Nacin. Lo que fue un hilo temtico a finales de los 70 y 80 se prolongara en las dcadas siguientes con las discusiones referidas a los proyectos legislativos y las polticas gubernamentales relacionados con la comunicacin y la cultura. No en vano el equipo sostena que la pretensin de aislar la comunica-cin del terreno de la poltica es la ms poltica de las pretensiones (N 10-11, 1976).

    Otro tanto ocurri con el desarrollo tecno-lgico de las comunicaciones y las llamadas nuevas tecnologas de la informacin y la comu-nicacin (TIC). Desde la polmica irrupcin de las mquinas VDT en las redacciones de diarios nacionales en los aos 80, desde el nmero 33-34 de la publicacin dedicado a Tecnologa y Comu-nicacin (1980) hasta la dimensin global y omn-moda de los desarrollos tecnocomunicativos de alcance planetario que trajo Internet a partir de los aos 90, la revista no ha cesado de ofrecer un amplio abanico de abordajes terico-meto-

    dolgicos sobre estas espectaculares y no menos dramticas transformaciones.

    Si en las primeras dcadas el anlisis ideol-gico de los medios tuvo peso especfico en sus ediciones, as como la estructura econmica de los medios, particularmente los venezolanos: prensa, cine, radio, televisin, la revista tambin se abri a los nuevos paisajes y territorios de lo comu-nicativo: la cultura urbana, la cultura meditica. De los medios pasamos a las media-ciones, para recordar un ttulo de Martn Barbero. Lo masivo industrial como la cultura de nuestro tiempo, pero no solo desde el pesimismo cultural o la mirada ideolgica de las industrias culturales. Nmeros como los dedicados a las tele-novelas y el cine dan cuenta de estos fenmenos culturales que merecan atencin y anlisis, en tanto expresan la cultura masiva de nuestro tiempo.

    En los aos 80 hicieron un ajuste en su nombre. Pasaron de ser Estudios venezolanos de comuni-cacin. Perspectiva crtica y alternativa, deno-minacin que encabezaba sus primeros nmeros, a ser Estudios venezolanos de comunicacin. Revisaron la Escuela de Frankfurt y sus postu-lados, pero no renunciaron a la perspectiva crtica ni al desmontaje de los dispositivos mercantiles que cebaron el crecimiento y la expansin de las industrias culturales. Como sealaba Marcelino Bisbal al recordar, en los treinta aos de la revista, por qu fueron tan determinantes los postulados de Frankfurt: Estbamos convencidos, y creo que an seguimos en ese camino, que el terico crtico era una condicin desde la cual analizar el fenmeno de la comunicacin secuestrado por ese espacio de las grandes industrias culturales y su cultura de masas que impeda y obstaculizaba (todava!) la necesaria democratizacin de las comunicaciones (2005, N 129, p. 91).

    No es acaso esa misma inquietud la que acompaa a la revista en estos tiempos cuando la hegemona comunicativa viene dada no solo por la expansin de los aparatos mediticos y de las telecomunicaciones de las empresas privadas con alcance global, sino tambin de gobiernos en

    Comunicacin es en rigor una revista acadmica, marcada adems por el carcter monogrfico que tiene desde sus inicios, desde las portadas de manufactura artesanal que sintetizaban el tema central de cada nmero.

    Moraima Guanipa durante sus palabras.

  • comunica cin

    ANIVERSARIO

    173

    10

    funciones de Estado? Poda pedrsele menos a una publicacin que si en algo no ha cedido es en mirar y escudriar crticamente el quehacer meditico, sus alcances, su impacto en la sociedad?

    Tempranamente se distanciaron de discursos que desde la mirada ideolgica y moral justifi-caron intentos estatizadores que, desde el poder poltico, pretenden instrumentalizar la comuni-

    cacin en funcin de su propio beneficio propagandstico. Defendiendo la libertad de expresin y los derechos a la informacin y a la comunica-cin, no han dejado de denun-ciar tambin los desmanes y las estrategias del poder meditico, de sus trampas y encantamientos. Tampoco han cedido a los cantos favorables del uso de las nuevas tecnolo-gas, sino que han dado espacio a voces que desde una exhaus-tiva revisin permiten entrever

    los dilemas de un mundo cada vez ms interco-nectado pero que igualmente coloca a las mayo-ras en el frgil lugar del interactuado, como dira Manuel Castells, sometido a los dictmenes del control hegemnico, sea del Estado o de las grandes corporaciones tecnomediticas.

    Esa bsqueda tenaz de la que hablaban hace ya cuarenta aos, es profesin de fe que le ha permitido a esta publicacin tener la sufi-ciente flexibilidad como para anticipar cambios de rumbos en las perspectivas crticas que militantemente mantenan: siguen pensando y persistiendo en aspectos claves como la idea de una comunicacin y una democracia comunica-tiva; en hablar, investigar y dar testimonio de las voces silenciadas del pueblo; en confrontar y no renunciar al necesario escrutinio de los poderes e intereses polticos y econmicos, sean oficiales o privados, que intentan enmascarar o imponer agendas comunicativas y culturales.

    Tenaces, pero no tercos. Ms bien tenaces pero flexibles y, sobre todo, plurales, as ha sido el perfil editorial de una revista que no ha cesado en abrir sus pginas a las ms diversas posturas epistemolgicas y metodolgicas; a investigadores no solo apostados en distintas y

    en ocasiones encontradas corrientes del pensa-miento contemporneo, sino tambin prove-nientes tanto de universidades y centros de investigacin pblicos y privados, nacionales e internacionales, como pertenecientes a distintas generaciones. Incluso la conformacin del equipo editorial da cuenta de ello cuando a lo largo de estos aos se han sumado nombres y presencias provenientes de otras instituciones universitarias, como la UCV y del mbito profesional de la comu-nicacin. Al equipo fundacional, que merece un aplauso de pie por su iniciativa, conformado por Jos Ignacio Rey, Jos Martnez-de-Toda, Jess Mara Aguirre, Marcelino Bisbal, Csar Miguel Rondn, Epifanio Labrador y los siempre recor-dados Francisco Tremonti e Ignacio Ibez, cabra aadir una ya larga y destacada lista de nombres hoy vinculados de manera insoslayable a esta publicacin que, bien como miembros del Consejo de Redaccin, bien en calidad de colabo-radores, siguen considerndose parte de algo, como dira Jess Mara Aguirre (N 100, 1997)...parte de esa comunidad que es Comunicacin.

    Pero la tenacidad tambin est en la disciplina que contagia y comunica un equipo que en la diversidad de su condicin, religiosos y laicos, tambin cumplen con rituales como el hecho de contar con un consejo editorial que tiene la ya legendaria costumbre de reunirse religiosamente, es decir semanalmente desde hace dcadas. Todo un logro en un pas que, como el nuestro, ha hecho de la discontinuidad y la improvisacin las hila-chas del tejido de Penlope.

    La revista destaca no solo por ser la ms antigua de las publicaciones especializadas en comunicacin en el pas y acaso en Latinoam-rica. Tambin pongo el acento en el hecho que Comunicacin es una suerte de experiencia de lectura hbrida o en dos niveles, al combinar con sabidura y buen tino el saber y rigor acadmico con sus protocolos y exigencias terico-meto-dolgicos con un carcter divulgativo que pone a disposicin de un pblico no especializado ni necesariamente conocedor del campo comunica-tivo, una variedad de temas y abordajes que enri-quecen la visin en presente del devenir comuni-cacional venezolano e internacional.

    Episodios y fracturas en el devenir nacional como los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989;

    De la mano del maestro Vctor Hugo Irazbal, premiado artista

    venezolano, responsable del diseo y la diagramacin, la

    revista con su seccin Galera de papel y el uso de obras en sus

    distintas pginas, es tambin un compendio de nombres noveles y consagrados de las artes visuales

    venezolanas contemporneas.

  • 11

    ANIVERSARIO

    comunica cin173

    la masacre de El Amparo; la intentona golpista del 4 de febrero de 1992, por solo citar algunos, e incluso internacionales, como la Guerra de las Malvinas o los Juegos Olmpicos, fueron vistos, analizados desde una perspectiva comunica-cional. Tambin cuentan con una seccin que han mantenido desde sus primeros aos: Actua-lidad, en la que se tocan y comentan tpicos vinculados con el devenir sociopoltico nacional e internacional, adems de ofrecer la agenda de eventos y sucesos. Todo ello, junto con una seccin de resea de libros, le otorga a la revista un patrn ameno, adems de que permite seguir el hilo de una historia que ya cuenta cuarenta aos de acontecimientos, personajes, hechos de la comunicacin del pas y de otras latitudes. Quizs por eso, la revista pueda ser leda segn se quiera o prefiera en modo de publicacin de trabajos arbitrados o en el registro coyuntural de hechos referidos a las comunicaciones.

    Como parte del rigor y el cuidado por la memoria investigativa que sus ediciones recogen, la revista ofrece ndices actualizados que responden, hoy como ayer, a estndares interna-cionales que facilitan la indexacin y la bsqueda por temas, autores, palabras clave, (tesauros). Tambin resulta destacable el hecho, que cual-quier internauta agradece, de tener a su dispo-sicin el registro de la revista en las pginas del Centro Gumilla, al cual est adscrita desde 1985, en su sitio web: (www.centrogumilla.org). All se puede acceder a la revista y todos sus nmeros desde 1975, hoy en da disponibles en Internet, lo que les garantiza una difusin ilimitada.

    Hay otro aspecto al que quiero referirme. La revista vivi un proceso de cambio que toc incluso su presentacin y diseo. El modesto boletn mimeografiado, en formato de cuaderno, de apenas 28 pginas engrapadas, dio paso a cambios en su nmero de pginas (ms de 140) y formatos: Las crticas por la presentacin defi-ciente escribe el equipo en 1980, el aumento en los costos de papel, y en fin la seguridad que nos ha otorgado la aceptacin creciente por parte de los suscriptores tanto nacionales como interna-cionales, nos ha animado a esta transformacin sin variaciones en el precio (N 25-26, 1980, p. 4), que por entonces era de 8 Bs. Y vaya que s lo hicieron y lo lograron: en los aos 90 cambiaron

    al formato tal y como hoy lo conocemos, pero adems la revista, que en sus anteriores etapas sum ilustraciones y dibujos tomados de diversas fuentes, se abri a un diseo en el que lo grfico no fue mera ilustracin de cada trabajo, sino que se convirti en una marca particular de identidad, en parte integral del concepto y del diseo.

    De la mano del maestro Vctor Hugo Irazbal, premiado artista venezolano, la revista, con su seccin Galera de papel y el uso de obras en sus distintas pginas, es tambin un compendio de nombres emergentes y consagrados de las artes visuales venezolanas contemporneas. Vctor Hugo Irzabal y la diseadora Ver-nica Alonzo hacen de cada nmero una suerte de edicin nica, como esta edicin aniversaria, con piezas del propio maestro Irazbal.

    Hace casi veinte aos, cuando el equipo de Comunicacin pasaba revista a los cien nmeros publicados, algunos de sus miembros vean improbable que la publica-cin alcanzara su nmero 150 o 200 en el formato impreso (N 100, 1997, p.p. 4-9). Hoy un presente igualmente tenaz hace posible que celebren su 40 aniversario con una edicin en papel, el nmero 172. Llegan a cuarenta aos de existencia y en la portada de este nmero aniversario destaca un lema que es sea de identidad tanto de su pasado como de su presente y futuro: pensamos insistir.

    Insisten, ergo existen. Son tenaces, no hay duda. Y qu bueno que as sea. Salud!

    MORAIMA GUANIPA

    Profesora de la Escuela de Comunicacin Social

    dela Universidad Centralde Venezuela (UCV),

    donde se desempea como Jefa del Departamento

    de Periodismo. Licenciada en Comunicacin

    Social, Universidad del Zulia (LUZ) y Magister

    Scientiarum en Literatura Venezolana (UCV).

    Episodios y fracturas en el devenir nacional como los sucesos del 27 y 28 de febrero de 1989; la masacre de El Amparo; la intentona golpista del 4 de febrero de 1992, e incluso internacionales, como la Guerra de las Malvinas o los Juegos Olmpicos, fueron vistos, analizados desde una perspectiva comunicacional.

    http://www.centrogumilla.org
  • AP

    OR

    TES

    GAL

    ERA

    DE

    PAPE

    L A

    LICI

    A D

    E LI

    MA

    / 201

    6

  • comunica cin

    APORTES

    173

    14

    GAL

    ERA

    DE

    PAPE

    L A

    LICI

    A D

    E LI

    MA

    / 201

    6

  • 15

    APORTES

    comunica cin173

    L a forma en la que ejerci el periodismo hasta hace poco ms de una dcada se transform y no es factible pensar que se volver al pasado. Las audiencias ya no son las mismas: la generacin que hoy tiene entre 20 y 30 aos combina contenidos de medios tradicionales con puntos de vista y comentarios de nuevos forma-dores de opinin en la plaza pblica digital; ya no se detiene en lealtades, pasa de un emisor a otro sin pestaear.

    Ante eso, los medios estn experimentando reacomodos para adaptarse a las nuevas plata-formas y a esos nuevos mercados, tanto en el modo como cuentan las historias como en la sustentabilidad. La realidad es que la viabilidad del negocio est en entredicho y sigue sin encon-trarse un modelo que haga rentable las nuevas plataformas.

    Debido a esta preocupacin, el Medialab UCAB, conjuntamente con Medianlisis y con el apoyo del Centro de Investigacin de la Comu-nicacin UCAB y la Escuela de Comunicacin Social, organiz durante el mes de junio una acti-vidad denominada Reinventemos el periodismo. Se trat de dos foros que contaron con invitados nacionales e internacionales a travs de video-

    conferencias, cuyo propsito fue mostrar a los estudiantes de periodismo de esa universidad la forma como se cuentan las historias desde los nuevos medios y los modelos de negocios posi-bles que hay detrs.

    VERSTIL CON LAS HERRAMIENTAS, INFLEXIBLE CON LOS PRINCIPIOSLa sesin dirigida a entender cmo se hace perio-dismo en los nuevos medios cont con la partici-pacin, va videoconferencia, de Ramn Salave-rra (Universidad de Navarra) y la presencia en sala de Celina Carquez (Cronica.uno) Jeanfreddy Gutirrez (El Cambur, el medio del centro). Lo primero que hizo Salaverra fue desmitificar el tema de los nuevos medios. Llama la aten-cin la utilizacin del calificativo nuevos para mencionar medios digitales. Los que tienen veinte aos no han visto ms medios que esos, as que seguir caracterizando a los medios digitales como nuevos es una connotacin que en s misma lleva una carga conservadora y tradicional.

    Para Salaverra hablar de periodismo digital en 2015 es una tautologa porque cualquiera que sea el tipo de medio, sus actividades de investigacin, produccin y difusin de contenidos se realizan

    Reinventemos el periodismoEditores, periodistas y acadmicos discutieron en la UCAB acerca del tipo de medio que est surgiendo en las plataformas digitales, las rutinas que se imponen y los modelos de negocio que adaptan los nuevos emprendimientos periodsticos.

    LUIS ERNESTO BLANCO

  • comunica cin

    APORTES

    173

    16

    utilizando tecnologas y procesos de carcter digital. Si uno est trabajando en un medio para la web, toda la cadena de produccin est caracterizada por ese denominador comn, pero en los denominados medios analgicos, incluso un peridico, todos los eslabones de produccin, previos a la impresin y distribucin fsica del peridico, se hacen de manera digital. No existe

    tal periodista que trabaje con una mquina de escribir, con papel carbn, sin buscar refe-rencias en las redes digitales.

    Seal adems que habra que entender desde el punto de vista gramatical y profesional que lo digital est al servicio del periodismo y ningn perio-dista debe dejarse obnubilar por las posibilidades de las tecnologas. Cuando uno se orienta al periodismo digital, lo importante no es cultivarse en las destrezas tecnolgicas,

    sino desarrollar un adecuado perfil profesional como periodista; que sea un buen periodista. Esto significa ser verstil con las herramientas pero inflexible con los principios.

    En cuanto a la formacin de los futuros comu-nicadores, le parece un error centrar la forma-cin en el dominio de las destrezas, porque eso es algo que termina quedndose obsoleto en muy poco tiempo. A su juicio es mucho ms adecuado cultivarse adecuadamente en los fundamentos, en los principios, que puedan adaptarse al ritmo del cambio de las tecnologas.

    El catedrtico de la Universidad de Navarra y autor, entre otros libros, del Manual de redaccin ciberperiodstica, establece cinco rasgos princi-pales que deben acompaar a un periodista:

    w Sentido crtico: capacidad de distinguir lo rele-vante de lo accesorio; actuar con prudencia, distinguir lo verdadero de lo falso. Las tecno-logas son capaces de sustituir las actividades fsicas o aquellas que no tienen alta carga intelectual. Un periodista que pretenda no ser sustituido por las mquinas debe cultivar su capacidad crtica.

    w La honradez: hay que actuar de manera hon- rada con las fuentes y con el pblico. Este carcter tico debe formar parte de los atributos del periodista en su actuacin cotidiana.

    w La destreza comunicativa: es esencial la capa-cidad de expresarse de manera rica, concreta, utilizando las posibilidades comunicativas que ofrecen las redes digitales. Poner el lenguaje multimedia al servicio de un nico mensaje.

    w La agilidad: los periodistas desde siempre han tenido que lidiar con la falta de tiempo. Ya desde el siglo XIX, han estado obligados a actuar en un contexto de urgencia temporal que ya no es das u horas, sino minutos o segundos.

    w Finalmente, est el dominio de la tcnica, incluye aspectos de seguridad digital que lo proteja y proteja sus fuentes y su investigacin.

    LA HOJA DE EXCEL COMO FUENTE Una de las nuevas rutinas aparecidas con los medios digitales es el llamado periodismo de datos, al cual se refiri Jeanfreddy Gutirrez, periodista que viene realizando trabajos de esta naturaleza para elcambur.com.ve, un medio digital venezolano que se define como periodismo de centro. Para Gutirrez, el primer paso para hacer periodismo de datos es perder el miedo a la hoja de Excel; verla y entender que all tambin hay noticia

    A pesar de que Venezuela est en mora con la aprobacin de una ley de acceso a la informa-cin pblica, con lo cual, hasta el Banco Central de Venezuela elude su obligacin de publicar datos de inflacin, ndice de desabastecimiento y otros indicadores macroeconmicos, existen noticias escondidas dentro de una memoria y cuenta, un registro policial y otros documentos que en apariencia son speros e impenetrables. Cualquier persona que quiera hacer periodismo de base de datos, no debe comenzar por el final; no debe comenzar diciendo que quiere hacer infografas bonitas que expliquen el concepto; lo primero es escudriar en los datos, seala Gutirrez, quien sostiene que una obligacin del periodista es revisar estadsticas, revisar datos oficiales y no quedarse solamente con la declara-cin del vocero, porque eso puede significar una visin equivocada de la magnitud del problema.

    RAMN SALAVERRA

    Cuando uno se orienta al periodismo digital, lo importante

    no es cultivarse en las destrezas tecnolgicas, sino desarrollar

    un adecuado perfil profesional como periodista; que sea un

    buen periodista. Esto significa ser verstil con las herramientas

    pero inflexible con los principios.

  • 17

    APORTES

    comunica cin173

    En una hoja excel, en una tabla, puede estar la informacin que confirme o rebata la declaracin oficial, que por lo general aspira a que nadie se va a tomar la molestia de revisar, de confirmar la memoria y cuenta, ni otros documentos oficiales.

    El periodismo de datos tiene el reto de usar las herramientas digitales para contrarrestar y contrastar a las fuentes. Ac es importante no proteger las fuentes; al contrario, cuando se consigue algo hay que decirle al lector de dnde salieron los datos, e incluso las tcnicas usadas para rescatarlos porque el periodismo de datos se basa en la transparencia y esto comienza por el propio periodismo.

    La clave est en el dominio de la fuente que permita interpretar una tabla, entrevistar una hoja de clculos que posee mucha informacin. Para ello es necesario saber cules son las preguntas que deben hacerse, que la gente quiere saber. Otra caracterstica del periodismo de datos es que muchas de las herramientas de visualizacin que existen en la web permiten que no solamente el periodista se haga las preguntas, sino que la audiencia se haga sus propias preguntas y obtenga las respuestas.

    VENCER EL CERCO COMUNICACIONALA Celina Carquez le toc hacer la transicin de los medios impresos a los digitales. Despus de una dilatada trayectoria como reportera de la versin impresa de El Nacional, est ahora en cronica.uno un medio comunitario en la web, enfocado a los estratos D y E. Decidimos atacar este nicho y enfocarnos a esos estratos porque esa poblacin est ms afectada por el cerco comunicacional y la nica versin que reciben es la que llega a travs de los medios oficiales y de la propaganda guber-namental. La clase media puede vencer el cerco comunicacional.

    Aunque en Venezuela muchos creen que Internet sigue siendo un fenmeno de clases medias, ms de la mitad del pas tiene actual-mente conexin, lo cual evidencia que las clases populares tambin usan las plataformas digitales para compartir informacin y eso es parte de la apuesta de cronica.uno para conquistar estratos socioeconmicos ms deprimidos. Es muy importante la crnica para contar las historias de

    la gente y los temas nacionales de forma que todos lo entiendan. Sentimos que hay un divorcio entre lo que percibe la gente de las comunidades y lo que realmente le pasa; tambin hemos entendido que las plataformas son otras. Nosotros usamos todas las herramientas posibles y cada una tiene un impacto distinto, pero en las comunidades lo que ms se utiliza es Facebook, en vez de Twitter, que es ms de clases medias. Traba-jamos con Piktochart, Google Drive, Google Analytics para medir; pero nuestra prioridad es tener una historia y generar confianza en nuestra audiencia. No funciona ir, hacer un repor-taje y no regresar: se trata de ir, volver, insistir.

    RENTABILIZAR EL PERIODISMONuevos medios han surgido en la plataforma digital, con enfo-ques particulares y aunque cada vez ms son consultados por las audiencias y generan incidencia en la opinin pblica, sigue siendo una tarea pendiente el tema de la sostenibilidad. A pesar de eso, han surgido estructuras de negocio y modos de financiamiento que los hacen viables. Sobre esos temas conver-saron tambin en el Centro Cultural de la UCAB, los editores Omar Lugo (elestimulo.com) y Angel Alayn (prodavinci.com) acompaados de forma virtual por Enrique Naveda (plazapublica.com.gt) y Guillermo Franco (pulzo.com), para contar las experiencias de sus propios medios e iniciativas en el marco de la sesin denominada Cmo se gerencian los nuevos medios.

    LO IMPORTANTE ES QUE SE DIVULGUELa Universidad Rafael Landvar de Guatemala tuvo la iniciativa de crear un medio de comunica-cin dirigido a abordar los grandes temas nacio-nales y hacer pblica informacin sensible para el pas. As naci Plaza Pblica (plazapublica.com.gt), un medio digital que actualmente se compone de unas quince personas y cuya estructura sigue a cargo de la universidad, pero que tambin se apoya en organizaciones de cooperacin interna-

    CELINA CARQUEZ

    Es muy importante la crnica para contar las historias de la gente y los temas nacionales de forma que todos lo entiendan. Sentimos que hay un divorcio entre lo que percibe la gente de las comunidades y lo que realmente le pasa; tambin hemos entendido que las plataformas son otras.

  • comunica cin

    APORTES

    173

    18

    cional como Open Society Foundations y la ONG Hivos International https://www.hivos.org/

    El apoyo se obtiene en dos vas: apoyo al crow-founding y la segunda va es por proyectos; cober-turas concretas de temas de inters nacional, como fue el caso del juicio por genocidio contra el expre-sidente Ros Montt. Era la primera vez que se juzgaba a un jefe de Estado por genocidio en Guate-

    mala; eso tena mucha relevancia internacional y la cobertura era muy costosa porque significaba no solamente estar atentos a lo que ocurra, sino hacer la recons-truccin histrica, meterse en los archivos y revivir el caso, dice Enrique Naveda, integrante del equipo de Plaza Pblica, para quien lo ms importante es que el contenido se divulgue, que el pas los entienda y es por ello que sus contenidos pueden ser tomados y compartidos por cualquiera, siempre que se cite la fuente.

    NECESIDAD Y PASINPara Angel Alayn, editor de Prodavinci (proda-vinci.com) la clave del emprendimiento perio-dstico es primero que nada, partir de una nece-sidad: yo como lector me senta insatisfecho de las lecturas que consegua en Venezuela; cuando lea otras revistas de afuera yo deca por qu este tipo de trabajo periodstico no se puede hacer en Venezuela? All comenz todo, pero es imposible hacerlo sin sentir pasin; porque uno pasa mucho tiempo trabajando como un lobo solitario, apren-diendo de cosas que no sabes, quejndote de cosas que crees que van a funcionar y no funcionan.

    Prodavinci naci en el formato blog con el apoyo de un grupo de amigos poetas, narra-dores, periodistas, economistas, que en lugar de escribir en sus propias plataformas, aceptaron el llamado de Alayn de apoyar una nica inicia-tiva. Siempre fue un emprendimiento de bajo costo y lo sigue siendo. Lo que le ofrecamos a los participantes era poner sus trabajos en una vitrina interesante. Es una pgina de autor, que se distingue en funcin de la gente que lo est publicando.

    Una vez agotado el formato blog se transform en una revista digital que consigue la mayora de su trfico con el apoyo de las redes sociales y el boca a boca de la gente. Est claro que se pueden conseguir clics fciles poniendo mujeres semi-desnudas o elementos escandalosos, o sesgar la publicacin de sucesos, pero ese es un tipo de audiencia que no es la que se plantea Prodavinci, que quiere compartir algunas ideas, anlisis, periodismo de explicacin para que la gente pueda, a partir de all, comentar sobre el tema.

    Desde el punto de vista de la gerencia el prin-cipio bsico ha sido mantener los costos fijos muy bajos. La apuesta es una a largo plazo y no hay que temer al fracaso. Un fracaso no te debe detener, es un aprendizaje, da una serie de lecciones para un prximo emprendimiento.

    LO DIGITAL COMO REFUGIOOmar Lugo viene de los medios impresos. Antes estuvo en El Mundo Economa y Negocios hasta que el cambio de lnea editorial promovido por los nuevos propietarios de la Cadena Capriles oblig su salida. Est ahora en El Estmulo (elestimulo.com), que forma parte de una plataforma multi-marca que incluye Urbe bikini, Bienmesabe, Climax y El Capital. Su modelo de negocio se basa en la publicidad.

    Para hablar de emprendimientos periodsticos en Venezuela seala que lo ms importante es tomar en cuenta el entorno para diferenciarse y tener xito en medio de un ecosistema donde proliferan medios, unos ms reconocidos que otros, con ms credibilidad y tambin una zona oscura de portales, que no sabemos quines son. Gente que crea medios porque cree que es una forma de manipular.

    Para Lugo, el periodismo digital tiene muchas limitaciones. Uno de los errores es pensar que lo que funciona afuera funciona aqu tambin. Ac es otro contexto, por la seguridad, por la conec-tividad, por el trfico. Eso hace de Venezuela un laboratorio nico tambin para gestin de medios de comunicacin.

    En el caso de El Estmulo no es Twitter, como pudieran muchos creer, la fuente fundamental de trfico. Google nos aporta ms. El factor dife-rencial es el contenido, que la gente lo comente y lo comparta.

    NGEL ALAYN

    Para el editor de Prodavinci (prodavinci.com) la clave del

    emprendimiento periodstico es primero que nada, partir de una

    necesidad: yo como lector me senta insatisfecho de las lecturas

    que consegua en Venezuela; cuando lea otras revistas de

    afuera yo deca por qu este tipo de trabajo periodstico no se

    puede hacer en Venezuela?

    https://en.wikipedia.org/wiki/Open_Society_Foundationshttps://www.hivos.org/https://www.hivos.org/https://www.hivos.org/https://www.hivos.org/
  • 19

    APORTES

    comunica cin173

    CURAR Y AGREGARGuillermo Franco, autor de libro Cmo escribir para la web (https://knightcenter.utexas.edu/Como_escribir_para_la_WEB.pdf), habl de su experiencia al frente del medio colombiano Pulzo (pulzo.com) que antes de cumplir dos aos de existencia ya se ubica entre los cinco portales informativos ms consultados de su pas. Nuestro foco no es la generacin de contenido propio, sino la agregacin y curadura. En ese proceso buscas, seleccionas y presentas a la gente lo que crees que es la informacin ms relevante. Nosotros agregamos valor. Hacemos agregadura de medios nacionales, internacionales, radio, TV, impresos y el resultado lo ven al aire, presentando los contenidos de la forma ms conveniente para el entorno digital en el que hacemos las cosas.

    Pulzo comenz como un emprendimiento. Un fondo de inversin coloc un capital de riesgo y por ahora buscan el punto de equilibrio con el modelo de publicidad y el contenido patrocinado. Actual-mente maneja un equipo de 24 periodistas en una operacin de 24/7 Esa operacin est organizada segn los ciclos de informacin que curamos noso-tros. La radio maneja la audiencia en la maana, al medioda la TV y en horas del amanecer los peri-dicos. Europa en horas de la tarde.

    El proceso de agregacin de valor que seala Franco considera varios aspectos: El ms bsico, entregar una sntesis escrita para la web, para el medio digital; tambin est la confrontacin de versiones, la contextualizacin, la titulacin atrac-tiva. En el mundo de Internet esa agregacin y cura-dura tienen una razn social de ser; que alguien te diga qu es lo relevante tiene un valor agregado. All es donde uno encuentra las diferencias.

    DESAFOS EN EL HORIZONTELas transformaciones que estn ocurriendo dentro del periodismo son universales, aunque se complican especialmente en el panorama local, caracterizado por una censura cada vez ms frrea y limitaciones de todo tipo a la libertad de expre-sin y el acceso a la informacin. La plataforma digital ha servido de refugio no solamente a nuevos emprendimientos, sino tambin a medios tradicio-nales que no son provistos de los insumos bsicos para mantener su operacin. El tema de la segu-ridad digital tambin comienza a ser parte de las

    preocupaciones cotidianas de los periodistas que sienten que su actividad en la web es permanente-mente vigilada y controlada.

    Sin embargo, aunque la modificacin de los modos de narrar y de los modelos de negocio seguir siendo una constante, los participantes de ambas coincidieron en que la clave est en la pasin por la informacin y un respeto por el pblico.

    Referencias

    Crnica Uno http://www.cronica.uno/

    El Cambur http://www.elcambur.com.ve/

    El Estmulo http://elestimulo.com/

    Plaza Pblica http://www.plazapublica.com.gt/

    Prodavinci http://prodavinci.com/

    Pulzo http://www.pulzo.com/

    Ramn Salaverra http://www.salaverria.es/

    LUIS ERNESTO BLANCO

    Licenciado en Comunicacin Social por la

    Universidad Catlica Andrs Bello. Profesor

    de pregrado y postgrado en la UCAB.

    http://www.cronica.uno/http://www.elcambur.com.ve/http://elestimulo.com/http://www.plazapublica.com.gt/http://prodavinci.com/http://www.pulzo.com/http://www.salaverria.es/
  • comunica cin

    APORTES

    173

    20

    GAL

    ERA

    DE

    PAPE

    L A

    LICI

    A D

    E LI

    MA

    / 201

    6

  • 21

    APORTES

    comunica cin173

    Implicaciones del Foro Econmico Mundial 2016 para la divulgacin cientfica

    L a ciencia y la tecnologa han sido pilares fundamentales para el progreso humano. Hoy en da, as sea inadvertidamente, es casi imposible que una persona no haya tenido contacto con alguno de los logros pasados y presentes del desarrollo cientfico tecnolgico: hasta la ropa que usted lleva puesta, lector, es producto de cientos de aos de pequeas innova-ciones que llevaron a que hoy en da un vehculo distribuya el producto de una fbrica de textiles diseados para cumplir con condiciones espec-ficas de rendimiento y de apariencia.

    Por supuesto, as como la ciencia y la tecnologa son relevantes, tambin lo es la comunicacin de sus logros. Especialidades de la Comunicacin, como la Comunicacin para el Desarrollo y el Periodismo Cientfico, as como mltiples orga-nizaciones internacionales como la Organizacin de Naciones Unidas o la Organizacin de Estados

    Americanos, reconocen que la divulgacin de contenidos cientficos y tcnicos colabora con el progreso social. Entre otras cosas, estimula el pensamiento crtico, la innovacin, la adaptacin a las innovaciones, la actualizacin tecnolgica y el consecuente desarrollo econmico y educativo que supone tal empoderamiento de la sociedad, de ah que sea relevante la constante revisin de estrategias para mejorar la comunicacin pblica de la ciencia y permitir que el desarrollo sea ms que un retrico encendido de motores.

    Con nimo de colaborar con el progreso global, el Foro Econmico Mundial una organizacin internacional sin fines de lucro creada en 1971 cuya misin es la cooperacin pblica y privada (World Economic Forum, 2016a) se reuni durante enero de 2016 en Davos, Suiza, para analizar la agenda global, regional e industrial con foco inelu-dible en la Comunicacin, especialmente la digital,

    El artculo es una resea de los principales aportes generados por el Foro Econmico Mundial durante su reunin del ao 2016. El autor destaca principalmente los temas del consumo del usuario digital, los modelos de negocio dentro de la web, los problemas ticos y legales y lo que tiene que ver con la fragmentacin digital. Los aportes sern analizados con inters en su aplicacin a favor de la divulgacin cientfica y de la generacin de polticas pblicas de comunicacin de la ciencia aplicables en Venezuela.

    JOS LUIS PREZ

  • comunica cin

    APORTES

    173

    22

    por su indudable crecimiento y utilidad econmica para el desarrollo.

    Este anlisis considerar los aportes de tres informes generados por el Foro durante su reunin 2016, cuyo contenido estuvo centrado en los patrones de consumo del usuario digital, los modelos de negocio dentro de la web, aspectos ticos y legales de discusin actual y la fragmen-tacin de lo digital. Los aportes sern analizados con inters en su aplicacin a favor de la divul-gacin cientfica y de la generacin de polticas pblicas de comunicacin de la ciencia aplicables en Venezuela.

    PATRONES DE CONSUMO DEL USUARIO DIGITALDe acuerdo con el Foro Econ-mico Mundial (2016), en sus informes The Impact of Digital Content: Opportunities and Risks of Creating and Sharing Information Online y Digital Media and Society Implica-tions in a Hiperconnected Era, los usuarios digitales se carac-

    terizan por tener un consumo mvil, especial-mente en los pases en vas de desarrollo, como Venezuela. Esto plantea un primer reto para la divulgacin cientfica: los contenidos cientfico tecnolgicos de naturaleza divulgativa para web deben estar adaptados para la visualizacin a travs de dispositivos mviles (y para las capaci-dades de la banda ancha nacional). Si el usuario tiene dificultades para consumir la informacin y la abandona, ser una oportunidad de comunica-cin eficaz perdida.

    Adems, la actividad preferida del consu-midor digital es la participacin en redes sociales, lo que convierte a esos espacios en medios indiscutibles para comunicar la ciencia y obliga a la formacin de periodistas competentes para la escritura para web en distintas plata-formas, en distintos formatos, para mltiples audiencias, fuera de los medios masivos tradi-cionales: dispuestos a la actualizacin constante en nuevas tecnologas y nuevas redes sociales; y capacitados para dialogar con su audiencia y generar un pblico cautivo, pues su consumo es personalizado y flexible, en la medida en que las

    redes sociales les permiten controlar qu ver y hacen ofertas basadas en sus patrones de uso. En otras palabras: dentro de las redes sociales, la divulgacin unilateral deja de ser eficiente. El periodista debe divulgar dentro de la lgica de las redes: producir contenido agradable e interesante para crear comunidades prosumidoras.

    El consumo digital tambin se caracteriza por ser rpido, instantneo y conveniente: al menos en los pases desarrollados, el internet rpido y las nuevas tecnologas (hardware y software) permiten un mejor acceso y uso, y contenido enriquecido (World Economic Forum, 2016: 6). Aunque Venezuela no goza ni del Internet ms rpido ni de las tecnologas de la comuni-cacin ms modernas, la mejora del rendimiento de los servicios de comunicacin de la ciencia es una oportunidad que requiere conocimientos similares a los de la adaptacin a mvil: realizar contenidos cuya carga, descarga y visualizacin sea ms simple y ms amena, lamentablemente en detrimento de la calidad, en el caso de videos, audios y animaciones.

    El usuario de Internet tiene acceso a mucho ms contenido, pero la variedad no supone mayor calidad o profundidad, lo que ofrece una oportu-nidad enorme para los periodistas que sean capaces de brindar contenidos veraces y simples que desa-rrollen contenidos profundos. Aparte, aunque haya ms contenido, el acceso a ese contenido est limitado porque la produccin digital est frag-mentada en la medida en que los consumidores acceden a la informacin, de fuentes mltiples, desde dispositivos distintos. Nuevamente el impe-rativo para el periodista es la formacin para adap-tarse a todas las plataformas posibles.

    Al menos por sus orgenes, el ideal del Internet era una red libre y accesible para todos. La frag-mentacin es limitacin de ese ideal.

    A manera de resumen, el informe Internet Fragmentation: An overview (2016) propone la existencia de tres formas de fragmentacin: tcnica, gubernamental y empresarial. La frag-mentacin tcnica se refiere a las condiciones inherentes a la infraestructura que impiden la habilidad de los sistemas para interoperar plena-mente, intercambiar paquetes de datos o para que internet funcione consistentemente. La fragmen-tacin gubernamental y la empresarial son las

    (...) dentro de las redes sociales, la divulgacin

    unilateral deja de ser eficiente. El periodista debe divulgar

    dentro de la lgica de las redes: producir contenido agradable

    e interesante para crear comunidades prosumidoras.

  • 23

    APORTES

    comunica cin173

    polticas y acciones que constrien o previenen ciertos usos del internet para crear, distribuir o acceder a recursos informativos, segn su origen. (World Economic Forum, 2016d: 7)

    La interaccin digital en las redes sociales es colectiva. Aparte de que el usuario puede decidir qu ver, tambin depende de l qu compartir, pero es un hecho que la entrada de un periodista puede ser compartida por un consumidor a su red, y que si la asociacin de la red est vinculada por el inters temtico, el mismo contenido puede ser compartido nuevamente, permitiendo entonces una divulgacin eficaz y la conformacin de redes de consumo de informacin cientfica que no solo favorecen al periodista, sino a la sociedad, pues a la larga afectan la cultura cientfica: La posibilidad de conectar, compartir, recomendar y comunicar genera una experiencia colectiva que moldea no solamente a los comportamientos y preferencias, sino tambin a una conciencia colec-tiva de creencias compartidas, ideas y actitudes morales. (World Economic Forum, 2016c: 6)

    Adems, segn el Foro Econmico Mundial, la publicidad digital tradicional est perdiendo su eficacia (World Economic Forum, 2016c: 6). Bsicamente, la mezcla entre un usuario digital constante y la creatividad de la promocin en favor de mejores experiencias estimulan ms el deseo de pagar del consumidor. Esa experiencia pasa por otorgarle al usuario contenidos veraces y claros, coherentes con los valores de la empresa o con las expectativas de cambio del consumidor y sin perjuicio de la seguridad de sus datos perso-nales.

    El poder para restringir los contenidos ha afec-tado a la publicidad. Cada vez son ms los usua-rios que utilizan aplicaciones para bloquearlas en sitios web, por lo que la posibilidad de generar ganancias a partir de lo digital parte de conocer al cliente y, con base en su uso de aplicaciones y la informacin que ceda, de adaptar las ofertas a sus particularidades:

    Desde la perspectiva del marketing, aquellos

    capaces de personalizar las publicidades para

    comunicarse con los consumidores de manera

    significativa estarn en una mejor posicin para

    atraer a esos usuarios. Esto fuerza la innovacin

    dentro de una industria bien establecida que deber

    enfocarse en crear publicidad de mayor calidad.

    (World Economic Forum, 2016b: 9)

    ACERCAMIENTO AL USUARIO A PARTIR DE SUS PATRONES DE CONSUMO La divulgacin de la ciencia es un reto complejo, pues no es un producto de consumo cultural muy popular, a diferencia de otros productos medi-ticos culturales. Aun as, el esfuerzo debe ser realizado y la va, al menos segn los informes del Foro Econmico Mundial, no es la disemina-cin unilateral, sino la produccin dentro de la lgica de las redes:

    El nuevo modelo de promocin enfatiza la crea-

    cin de un contenido que, debido al valor agre-

    gado que posee, permita a la marca ganar espacios

    gratuitos. La meta es estimular que los usuarios

    se conviertan en el conducto de divulgacin de los

    mensajes empresariales. (World Economic Forum,

    2016c: 22)

    Ahora, la eficiencia del acercamiento al usuario depende de que el profesional sea capaz de loca-lizar y describir a su consumidor con base, preci-samente, en su actividad digital, lo cual requiere del periodista competencias para la investiga-cin de audiencias y para el dilogo constante con ellas, con el fin de generar confianza, lealtad y compromiso hacia sus productos:

    Los datos generados por los individuos a partir de

    su uso intencional de los medios digitales pueden

    ayudar a los negocios a desarrollar productos y

    servicios mejor alineados con las necesidades

    del consumidor, dndoles a los usuarios acceso a

    ms productos deseables a un menor costo, pero

    esos datos tambin pueden ser usados para minar

    la credibilidad de los actores digitales. (World

    Economic Forum, 2016c: 22)

    Con respecto a las empresas y a sus empleados, los informes sealan la importancia de los empleados que creen en los valores empresariales para el fortalecimiento positivo de la imagen de los productos y servicios ofrecidos, en la medida en que su opinin sobre la empresa y sus acti-vidades sale de las oficinas hacia sus conversa-ciones en las redes sociales. En otras palabras, el

  • comunica cin

    APORTES

    173

    24

    periodista cientfico no puede ser simplemente un trabajador, tiene que creer en la importancia de la ciencia. Igualmente, la participacin cohe-rente y con transparencia de las empresas en proyectos de responsabilidad social empresarial estimulan las decisiones de las audiencias. Las empresas periodsticas que divulgan ciencia, tienen que apoyar iniciativas cientficas.

    MODELOS DE NEGOCIO INCIPIENTES El crecimiento del sector digital y el poder de las comunidades de las redes sociales sobre la repu-

    tacin de las marcas han llevado a que las empresas ingresen a la web, adapten sus modelos de negocio a la nueva realidad, investiguen a su pblico y procuren una mejor relacin con los consumidores-usuarios digitales.

    En la actualidad, y segn los informes del Foro Econ-mico Mundial, las empresas estn experimentando con el

    modelo de suscripciones, de venta de datos, de adquisicin de productos de realidad virtual y de servicios de comercio electrnico, pero las estra-tegias estn sujetas a cambio, pues el negocio publicitario digital est en pleno desarrollo. Aun as, es indiscutible, segn los autores, que la web impacta sobre los negocios: El balance del poder, al menos en lo que corresponde a los medios, ha comenzado a desestabilizarse, dndoles a los individuos un poder sin precedentes para generar conversaciones acerca de los negocios y de sus problemas (World Economic Forum, 2016b: 12).

    Aunque es difcil calcular el retorno de ganan-cias en el caso de la inversin en lo digital, ms si se trata del retorno directo, las redes sociales pueden ser tiles para los negocios, incluidos los individuales. Sirven, entre otras cosas, para:

    Estimar las actitudes, temas de conversacin y

    emociones relacionadas a una marca; para opti-

    mizar las estrategias de marketing, sus tcticas y

    su presupuesto; entender el rol de las redes sociales

    en la generacin de ingresos; reducir los riesgos y

    prdidas operativas durante la captacin y reten-

    cin de empleados; mejorar las relaciones con los

    clientes a travs de canales sociales y digitales;

    descubrir riesgos de productos y servicios e incre-

    mentar nuevas oportunidades. (Carr, 2012, cp.

    World Economic Forum, 2016b: 13)

    Ahora, socialmente, la actividad digital posee evidentes beneficios: Facilita la interac-cin social y empodera a los individuos, ofrece opciones para la participacin civil y favorece la creacin de comunidades, ampla la flexibi-lidad (laboral) para trabajadores y empleados, colabora con el aprendizaje a largo plazo (World Economic Forum, 2016: 6). Los benefi-cios sociales del trabajo del periodista cientfico pueden ser, precisamente, el gatillo para obtener ganancias econmicas.

    ASPECTOS TICOS Y LEGALESEvidentemente, al ser la data del usuario el prin-cipal activo para realizar una mejor divulgacin o promocin, su proteccin, al menos para el consumidor, es cada vez ms relevante. Los usua-rios deben conocer cules de sus datos se estn monitoreando, para qu, quines tienen acceso a esa informacin y quin es dueo de la informa-cin. (World Economic Forum, 2016b: 16)

    No menos importante es el contenido gene-rado, independientemente de si proviene del usuario o de la empresa. As como la actividad digital tiene beneficios que pueden derivar en ganancias econmicas, tambin tiene riesgos asociados (que pueden generar ganancias a enti-dades inadecuadas):

    La informacin puede ser usada con intenciones

    dainas para difundir propaganda y movilizar

    seguidores; influencia la toma de decisiones

    humana como resultado de mecanismo de filtrado

    de contenidos que pueden apuntar a informacin

    especfica para ciertas personas con efectos discri-

    minatorios potenciales; puede generar desigual-

    dades dadas las disrupciones en los mercados

    laborales y las diferentes habilidades requeridas

    por las tecnologas digitales; incita a cambios en

    las habilidades sociales y en la empata; facilita

    la intimidacin, el hostigamiento y la difamacin

    social; puede impactar a la salud mental y fsica; y

    puede causar riesgos de salud y desarrollo para los

    nios. (World Economic Forum, 2016c: 7)

    Evidentemente, al ser la data del usuario el principal

    activo para realizar una mejor divulgacin o promocin, su proteccin, al menos para el consumidor, es cada vez ms

    relevante.

  • 25

    APORTES

    comunica cin173

    En ese sentido, una mejor divulgacin de la ciencia en el entorno digital, especialmente en redes sociales, tambin requiere minado de datos. Los profesionales de la comunicacin deben estar preparados para esos nuevos retos y responsabili-dades. Como productores de contenidos, adems, deben cumplir con su funcin tradicional de revisar la informacin, sus fuentes, su veracidad, antes de publicarla.

    JOS LUIS PREZ

    Licenciado en Comunicacin Social. Magister

    en Comunicacin Social en la mencin de

    Comunicacin para el Desarrollo Social.

    Investigador del Centro de Investigacin de la

    Comunicacin (CIC) de la Universidad Catlica

    Andrs Bello. Profesor de pregrado en la UCAB.

    Referencias

    World Economic Forum. (2016a). Our Mission. Recuperado

    el 18 de febrero de 2016, de sitio web de World Economic

    Forum: http://www.weforum.org/about/world-economic

    -forum

    World Economic Forum. (20 de enero de 2016b). The Impact of

    Digital Content: Opportunities and Risks of Creating and

    Sharing Information Online. Recuperado el 18 de febrero de

    2016, de Reports: http://www3.weforum.org/docs/GAC16/

    Social_Media_Impact_Digital.pdf

    World Economic Forum. (20 de enero de 2016c). Digital Media

    and Society: Implications in a Hyperconnected Era. Recu-

    perado el 18 de febrero de 2016, de Reports: https://www.

    weforum.org/reports/digital-media-and-society-implica-

    tions-in-a-hyperconnected-era

    World Economic Forum. (23 de enero de 2016d). Internet

    Fragmentation: An Overview. Recuperado el 10 de febrero

    de 2016, de Reports: http://www3.weforum.org/docs/WEF_

    FII_Internet_Fragmentation_An_Overview_2016.pdf

  • DO

    SSIE

    RG

    ALER

    A D

    E PA

    PEL

    BEA

    TRIZ

    BAU

    MGA

    RTN

    ER /

    2016

  • comunica cin

    DOSSIER

    173

    28

    GAL

    ERA

    DE

    PAPE

    L A

    LICI

    A D

    E LI

    MA

    / 201

    6

  • 29

    DOSSIER

    comunica cin173

    A MODO DE INTRODUCCIN: LAS POLTICAS PBLICAS HOYComo punto de inicio es necesario detenerse, brevemente, en qu se entiende por polticas pblicas y el proceso que les acompaa, para luego revisar la experiencia especfica en materia de polticas pblicas de comunicacin.

    De acuerdo con Alejandro Oropeza (2008), cuando el Estado formula polticas pblicas persigue alguno de estos fines: a) atender una problemtica pblica; b) satisfacer una necesidad social o preferencia social; c) cumplir los fines del Estado; d) acatar un mandato legal, cualquiera sea la jerarqua de ste (p. 2). La generacin de polticas pblicas, en cualquier mbito, puede originarse por uno o varios de estos elementos que se planteen en trminos de necesidad por atender y entonces el Estado debe actuar. Para este autor, existe una combinacin de factores que

    distinguen a este proceso; por un lado los funda-mentos de la accin poltica, que quedaron resu-midos en los cuatro tems, la bsqueda de mejora social-utilidad pblica, que deberan desembocar en una situacin alternativa, es decir en el cambio.

    Es indispensable precisar que el Estado no es un actor solitario en la generacin de las pol-ticas pblicas, ni su accin ocurre en un vaco. William Dunn, al ubicar el estudio de las polticas como producto de un proceso resalta tres compo-nentes en permanente interaccin: a) las pol-ticas pblicas propiamente dichas; b) los actores y/o decisores participantes, interesantes en los resultados polticos; y, c) el ambiente-entorno poltico (Dunn en Oropeza, 2008: 13). De esa forma, como seala Oropeza (2008), los policy systems (sistemas de poltica) son realidades con caractersticas, lmites y dinmicas particulares, resultado de procesos decisorios, con capacidad

    Qu entendemos por polticas pblicas de comunicacin?En este artculo se revisa el concepto amplio de polticas pblicas y se le vincula con el mbito comunicacional. De esa forma, se repasan en primer trmino referentes tericos sobre el proceso de construccin de polticas pblicas; en un segundo momento se revisan aportes tericos sobre la construccin de lo pblico a partir de Habermas y finalmente se aterriza en lo que fue la experiencia latinoamericana de las polticas nacionales de comunicacin. Apoyndose en Martn Barbero el texto finaliza con una revisin de lo que debe entenderse en la actualidad por polticas pblicas de comunicacin.

    ANDRS CAIZLEZ

  • comunica cin

    DOSSIER

    173

    30

    de ser reelaborado en sus componentes (p. 13). Es decir, cuando se habla de polticas pblicas y se las ubica en el contexto de un proceso, no se puede verlas como decisiones estticas, intactas en el tiempo. Al contrario, su naturaleza incluye la revisin, evaluacin cotidiana con los eventuales reajustes que emanen de ese examen. Por otro lado, no puede perderse de vista que los problemas

    pblicos pueden tener diversas lecturas y abordajes, de esa forma el mismo hecho puede ser interpretado de manera dife-rente por los diversos actores debido a las mltiples concep-ciones acerca de la naturaleza humana, gobierno y oportuni-dades sociales (Dunn en Curcio, 2007: 64). Conectado con esto, los problemas pblicos y por tanto las polticas pblicas que le den respuesta a estos, deben ser entendidos como sistemas, por lo tanto, requieren una

    aproximacin holstica y deben ser tratados de forma inseparable, esto lleva a que deba planifi-carse una intervencin factible desde el punto de vista legal, econmico, administrativo y poltico por parte del gobierno (Curcio, 2007: 64).

    Ubicndonos en una dimensin procedi-mental, un esquema para llevar adelante polticas pblicas debera tener los siguientes pasos:a) Planteamiento del problema: quin lo plantea?,

    cmo lo define?, cmo se introduce el asunto en la agenda pblica?

    b) Elaboracin de la poltica: qu alternativas se consideraron?, cules son los costos y benefi-cios asociados a ellas?

    c) Adopcin: cmo se decidi seguir un curso de accin?

    d) Programacin: qu, cmo, cundo, quin y dnde se realiz un programa de accin?, se hizo programacin de la poltica?

    e) Remienda: se revis la poltica sin haberla podido implementar?

    f) Implementacin: cmo se realiz la puesta en prctica?

    g) Evaluacin y retroalimentacin: se midi el efecto y la eficiencia de la poltica y de los

    medios utilizados?, se realizaron ajustes a la poltica en base a una evaluacin?, bajo qu criterios se evalu? (Granier, Gil Yepes y otros, 1987: 48). Visto en su conjunto, este grupo de preguntas e

    tems a ser considerados le dan un nivel de comple-jidad al proceso de polticas pblicas, y que, por tanto, no se limitan a una mera decisin oficial en una materia determinada. Es importante recalcar que aunque este modelo procedimental puede dar la idea de un proceso lineal, en realidad se est ante procesos dinmicos con avances, retro-cesos, demandas externas, etctera, que provocan cambios, nuevas decisiones o correccin de las polticas. Por ejemplo, Grindle y Thomas (1991) le dan gran importancia a la interaccin entre las diferentes actividades en un modelo de forma-cin de polticas pblicas, hacindolo dinmico y cambiante en el tiempo. Para estos autores, la evaluacin surge con singular importancia y le adjudican un papel vital en el desarrollo de todo el proceso.

    Por otro lado, literatura ms reciente sobre la temtica, ubica a las polticas pblicas en una concepcin amplia de lo que debe entenderse por pblico, con lo cual se les ubica en el marco de una construccin democrtica de toma de deci-siones, con consultas, manejo de disensos y cons-truccin de consensos sociales.

    Es ms, esa generacin de polticas pblicas debera contar con la participacin social de los sectores involucrados (Meentzen, 2007: 30), e ir ms all al ser pensadas desde la lgica de su interaccin con las prcticas sociales instaladas y las propias tradiciones culturales (Segal, 2006: 15). Para cerrar este punto, debe decirse que sera ingenuo pensar que las decisiones sobre polticas pblicas solo ocurren en contextos sociopolticos de amplia y libre deliberacin, pues al contrario la historia latinoamericana y venezolana pueden exhibir un largo historial de decisiones oficiales, con gran impacto en la vida ciudadana, que han sido tomadas de forma arbitraria. Lindblom (1997) seala diversos ejemplos sobre cmo se puede obligar a aceptar polticas emanadas de un Estado que bien puede apelar al terror, al autori-tarismo y/o a la imposicin de un gobierno de la mayora (p. 241).

    Por otro lado, literatura ms reciente sobre la temtica, ubica

    a las polticas pblicas en una concepcin amplia de lo que

    debe entenderse por pblico, con lo cual se les ubica en el marco

    de una construccin democrtica de toma de decisiones, con

    consultas, manejo de disensos y construccin de consensos

    sociales.

  • 31

    DOSSIER

    comunica cin173

    CONTEXTO: POLTICAS PBLICAS DE COMUNICACIN DESDE AMRICA LATINAEn Amrica Latina durante la dcada de los aos 70 y 80 fue notorio el empuje de las Polticas Nacionales de Comunicacin (PNC), de esa forma se le conoci a las polticas pblicas de comuni-cacin en la regin, en una etapa en la cual flore-can diversas iniciativas regionales o nacionales que perseguan, entre otros objetivos, el estable-cimiento de marcos regulatorios para el sector meditico, la generacin de medios estatales, junto a la promocin de la comunicacin para el desarrollo social tanto en el sector urbano como rural. Organismos internacionales, funcionarios de alto nivel en los gobiernos y acadmicos, coin-cidan en la necesidad de implementarlas.

    Durante algunos aos en los que prevalecieron en Amrica Latina gobiernos ms orientados al mercado y al achicamiento del Estado, el tema de las polticas pblicas en comunicacin desa-pareci de la agenda de discusin. El siglo XXI, en el que han irrumpido en la escena poltica gobiernos con una fuerte dosis populista y con un notable cuestionamiento hacia el rol meditico, ha resurgido el debate sobre la naturaleza de las polticas pblicas en comunicacin, para lo cual es indispensable remontarse a la propia tradicin latinoamericana en la materia y enriquecerla con el desarrollo democrtico que aunque desigual ha conocido la regin en las ltimas dcadas.

    De forma insistente se quera enfatizar, espe-cialmente en la dcada de los aos 90, la idea de que con el advenimiento del fenmeno globali-zador, y su insercin cada vez ms cotidiana en muchos de los espacios de interaccin social, se estaba ante el fin de la poltica y en consecuencia del Estado.

    Convertida en ideologa, en pensamiento nico,

    la globalizacin proceso histrico se ha vuelto

    globalismo, o sea imposicin de la unificacin de

    los mercados y reduccin al mercado de las discre-

    pancias polticas y las diferencias culturales. Al

    subordinar estos dos escenarios de la diferencia

    a una sola visin de la economa, lo poltico se

    diluye y el Estado parece casi innecesario (Garca

    Canclini, 1999: 50).

    Este proceso estuvo acompaado de un empuje de lo comunicacional, en trminos corporativos y globales. Se produjeron grandes fusiones empre-sariales con implicaciones en las economas de diversos pases, as como la cada vez mayor difu-sin transnacional de producciones simblicas y el frecuente uso de franquicias en la produc-cin local, por ejemplo de televisin, todo ello unido a claras orientaciones sobre lo que deben hacer o no los pases. Desde nuestra pers-pectiva, en todo este proceso nunca se ha dejado de actuar polticamente pues en el fondo, tanto las transacciones finan-cieras como la difusin medi-tica implican construcciones polticas, en tanto son formas de intervencin en lo pblico, en la sociedad. Cabe recordar, como lo apunta Martn Barbero (2001) que la comunicacin no es simplemente objeto para una poltica, sino un escenario primordial para que la poltica encuentre espacio de desarrollo simblico, pues a travs de los medios se puede representar un vnculo entre los ciudadanos.

    Los media han pasado a ser un espacio crucial en

    la configuracin del espacio pblico y de la ciuda-

    dana misma decimos crucial para sealar que no

    se trata de un fenmeno nuevo, pero s intenso y

    sustantivo, tanto por el peso que ahora tienen para

    gravitar en la definicin de las agendas pblicas

    como para establecer la legitimidad de tal o cual

    debate (Len, 2002: 2)

    Con este peso determinante que tienen en la vida social sera incomprensible que desde un punto de vista estatal y ciudadano no se fijen polticas pblicas justamente en un espacio de relacionamiento que ha transformado nuestra forma de entender lo poltico. Entretanto, en sociedades como la venezolana requieren no de la suplantacin del Estado, sino de hacer Estado, en la medida en que existen grandes brechas sociales, que se expresan tambin en el acceso a las nuevas tecnologas de informacin, a la par

    De forma insistente se quera enfatizar, especialmente en la dcada de los aos 90, la idea de que con el advenimiento del fenmeno globalizador, y su insercin cada vez ms cotidiana en muchos de los espacios de interaccin social, se estaba ante el fin de la poltica y en consecuencia del Estado.

  • comunica cin

    DOSSIER

    173

    32

    que se evidencian falencias en el entramado legal que brinden herramientas para el ejercicio de los ciudadanos en su interaccin cultural y comuni-cacional. La construccin de ese Estado, que faci-lite y propicie la participacin ciudadana, surge precisamente de un quehacer poltico democr-tico. Se trata de insertar lo plural y diverso que coexiste en el plano social y meditico, dentro de polticas pblicas emanadas del Estado.

    REFERENTE TERICO: LO PBLICO A PARTIR DE HABERMASEn este punto es necesario remitirse a la nocin de esfera pblica, para ubicarle en el contexto de la revisin conceptual de este trabajo. Cualquier aproximacin a la nocin de esfera pblica est en deuda con Habermas (1981), quien la asocia al rol de los medios de prensa, a partir de una revi-sin histrica de tres sociedades de Europa occi-

    dental: Alemania, Inglaterra y Francia. Habermas sostiene que el desarrollo del capita-lismo mercantil en el siglo XVI, junto con las cambiantes formas institucionales del poder poltico, crearon las condiciones para que, a prin-cipios de la Europa moderna, surgiera una nueva forma de esfera pblica (Thompson, 1998: 100).

    Eran pocas de tensiones, pues la tradicional nobleza buscaba un retorno al control

    de la vida social y econmica del poder feudal, en tanto que la burguesa trataba de modificar las superestructuras que obraban a manera de cors constreidor para sus necesidades de expansin: desde el control ideolgico hasta el control de las reglas del comercio (Vsquez Montalbn, 1997: 90). Empez a verse con claridad la necesidad de llevar al pblico el debate de las ideas.

    A esto apunta bsicamente Habermas, puesto que estas personas que desde su actividad privada intentan incidir en lo pblico, son un segmento de la sociedad que en el sentido del autor alemn corresponden estrictamente a su nocin de sociedad burguesa. Para Habermas (1981) se trata de una esfera pblica burguesa. En este contexto,

    tendr un rol importante por una parte el surgi-miento y consolidacin de una prensa, que se podra catalogar de voz independiente en algunos contextos de aquella Europa, y a la par est el establecimiento de partidos polticos, entre cuyos papeles est la formacin de una opinin pblica.

    Entretanto, en Amrica Latina se conoci a lo largo de los aos 70 e inicios de los 80 un impor-tante debate sobre las Polticas Nacionales de Comunicacin (PNC), que como se ha sealado fue el nombre que se le dio en la regin a las pol-ticas pblicas en comunicacin. Estas medidas fueron, en su momento, duramente atacadas por las empresas privadas del sector y evidenciaron, en muchos casos, contradicciones dentro del propio sector oficial, por falta de voluntad poltica y tambin por niveles de descoordinacin admi-nistrativa en la estructura de nuestros Estados. Hoy, al plantear nuevamente la necesidad de polticas pblicas en el sector comunicacional, es indispensable una mirada crtica sobre las PNC, porque as como se ha planteado la nece-sidad de una nueva ptica para mirar los procesos culturales emanados de las industrias culturales, tambin se requieren planteamientos igualmente nuevos para no repetir errores del pasado y dar cabida a nuevas realidades del presente.

    Peter Schenkel (1981), quien en su momento se dedic al estudio de la temtica, apuntaba hace casi tres dcadas la dificultad de definir una poltica pblica en materia comunicacional, espe-cialmente porque la comunicacin est presente en todos los sectores igual en la agricultura que en