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los mayas voces de piedra

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  • los mayasvoces de piedra

  • los mayasvoces de piedra

    COORDINACIN EDITORIAL

    Alejandra Martnez de Velasco

    Mara Elena Vega

    ambardiseo

    LOS MAYAS: VOCES DE PIEDRA

    Edicin: mbar Diseo, S.C.Coordinacin editorial: Alejandra Martnez de Velascoy Mara Elena VegaDictaminadores:Mara del Carmen ValverdeAna Luisa IzquierdoMartha lia NjeraErik VelsquezLynneth LoweMarice la AyalaGustavo GutirrezRoberto RomeroCuidado de la edicin:-RVHQD/XVDUGLTraduccin de prlogo y captulos XII, XXVIII y XXXII:Dona DonattiFotografa:Jorge Prez de Lara y Justin Kerr &RODERUDFLyQIRWRJUiFDArturo Godoy y Michel ZabIlustraciones:Moiss Aguirre y Linda ScheleDiseo:Adriana Snchez-Mejoraday Daniela Gutirrez CortinaImpresin:Foli, S.A. de C.V.

    mbar Diseo, S.C.

    Queda prohibida la reproduccin total o parcial de esta publicacin sin permiso por escrito del titular de los derechos.

    ISBN:

    Impreso en Mxico en octubre de 2011.

  • 4DE LAS EDITORAS

    PRLOGODavid Stuart

    MAPA DEL REA MAYA

    INTRODUCCINLa identidad mayaAna Luisa Izquierdo y de la Cueva

    EL ARTE DE UNA CULTURA ANCESTRAL . Expresando lo ideal a travs de lo material: el arteSanja Savkic

    Alejandra Martnez de Velasco Cortina

    Lynneth S. Lowe

    UNA ESCRITURA JEROGLFICA. Los idiomas: historia y diversidadToms Prez Surez

    Erik Velsquez Garca

    Nikolai Grube

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    3739

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    63

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    contenido

  • . Reinas, madres y esposas Roco Garca Valgan

    Takeshi Inomata

    EL ENTORNO CONSTRUIDOMara Elena Vega Villalobos

    los grupos de poder? Vernica Amellali Vzquez Lpez

    Elizabeth Marroqun lvarez y Jos Crasborn Chavarra

    Jorge Prez de Lara Elas

    Octavio Q. Esparza Olgun y Kenichiro Tsukamoto

    LA GUERRAHarri Kettunen

    Hugo Garca Capistrn

    EL PAISAJE POLTICO. De la selva al mar: los mayas de Quintana RooAdriana Velzquez Morlet

    Carlos Palln Gayol

    Arthur A. Demarest

    EPLOGOMercedes de la Garza

    FUENTES SUGERIDAS

    CRDITOS FOTOGRFICOS Y DE ILUSTRACIONES

    TIEMPO SAGRADO Y TIEMPO PROFANOMaricela Ayala Falcn

    Erik Velsquez Garca, Jess Galindo Trejo y Stanislaw Iwaniszewski

    Nikolai Grube

    Mara Elena Vega Villalobos, Erik Velsquez Garca y Jess Galindo Trejo

    EL MUNDO DE LO SAGRADO Ana Garca Barrios

    Ramzy Barrois

    Roberto Romero Sandoval

    LOS SERES HUMANOS ANTE LOS DIOSESRogelio Valencia Rivera

    Erik Velsquez Garca

    Markus Eberl

    Oswaldo Chinchilla Mazariegos

    REYES, REINAS Y CORTESANOSAna Luisa Izquierdo y de la Cueva

    Asier Rodrguez Manjavacas

    Asier Rodrguez Manjavacas

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    La civilizacin maya prehispnica presenta un abanico de aspectos culturales que han cautivado al mundo. Los diversos vestigios que encontramos en el sur-este de Mxico, Guatemala, Belice y Honduras no slo son objeto de inves-ral del pblico general a quien est dedicada esta obra.

    pre sentamos un volumen dedicado a los mayas del periodo Clsico con una recons truccin guiada por su propia voz, la cual qued inmortalizada en mi les de soportes que hoy nos permiten escuchar los ecos de un pasado glorioso. dedican su vida a desentraar sus enigmas.

    Agradecemos la colaboracin de los autores y los dictaminadores, quie-nes estudian y trabajan en diversos centros de investigacin de Mxico y el mundo. El apoyo que hemos obtenido de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico, del Instituto de Investigaciones Filolgicas y de los investigado-res del Centro de Estudios Mayas es invaluable; y en especial el de Ana Luisa

    Nuestro agradecimiento al Instituto Nacional de Antropologa e Histo-ria de Mxico; a la Direccin General del Patrimonio Cultural y Natural del Ministe rio de Cultura y Deportes, y al Museo Nacional de Arqueologa y Etno-loga, ambos de Guatemala, as como a Erick Ponciano, Juan Carlos Melndez, Jos Crasborn, Jorge Prez de Lara, Elaine Schele, Harri Kettunen y Ana Luisa Kalb. Reconocemos de igual manera a quienes patrocinaron este proyecto.

    Sin todos ellos esta obra no sera una realidad, tan necesaria en estos momentos en que todo el mundo habla de los mayas, sus conocimientos y su civilizacin, que trasciende el pasado y llega a este presente lleno de inquie--tidiana de esos antiguos mayas y su legado inmortal.

    DE LAS EDITORAS

  • 10 11

    que se origin la que sera la pasin de mi vida por todas aquellas cosas que cuer do claramente las conversaciones de mis padres, ambos arquelogos, sobre descubrimientos que permitan entender mejor tanto a las ruinas como a sus antiguos constructores, y pareca que el mundo oculto de los antiguos olvidados y, tras un largusimo silencio, los antiguos mitos volvan a revelar-hace ya cuatro dcadas, cuando todo cuanto ocurra tena el aire de un gran descubrimiento.

    -cepcin y comprensin de los antiguos mayas. Tengo un claro recuerdo del con un entusiasmo desbordado, quera compartir con los dems. Para aquel jo-ta, ese mundo pletrico de descubrimientos pareca estar pasando demasia do guntaba. Sentados en el porche de la casa de Merle Greene Robertson en Palenque, recuerdo haberle hecho esta pregunta: Linda, queda algo ms

    PRLOGO

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    otros. Logramos grandes avances en la lectura de las inscripciones talladas en monumentos de piedra -riormente. Pero sta es la manera en que se avanza.

    del mundo de los antiguos mayas. Por citar slo algunos ejemplos, en la actualidad podemos leer deta-lladas narraciones mticas de Palenque, registros de las actividades rituales en Copn, la historia de las guerras y alianzas de Dos Pilas, y el registro de inauguraciones de templos en Chichn Itz. Encontra-que los presentaron por escrito en sus monumentos. As, la variedad y la riqueza de la antigua cultura que componen este volumen de Los mayas: voces de piedra.

    A veces me pregunto si la poca que se vive actualmente en los estudios mayas es similar en algu-nos aspectos a los primeros das de la egiptologa de principios del siglo para los de hoy en da, muchos de los cuales son autores de los ensayos que ustedes estn por leer, recin comienza gran parte de una ardua y emocionante tarea.

    David Stuart Austin, Texas 2011

    Detalle del Tablero del Palacio, Palenque, Chiapas, Mxico.

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    MAPA DEL REA MAYAGOLFO DE MXICO

    MAR CARIBE

    OCANO PACFICO

    Ro Motagu

    a

    Ro Grijalva

    Ro de la Pasin

    Ro Usumacinta

    Palenque

    Tortuguero

    Pomon

    Quirigu

    Kaminaljuy

    NaranjoYaxh

    Mixco ViejoUtatlan

    Iximch

    Takalik Abaj

    Zaculeu

    El Bal

    Yaxchiln

    Tikal

    Uaxactn Xultn

    JimbalSan Bartolo

    Aguateca

    El Mirador

    Becn

    CalakmulEl Palmar

    Cancun

    Copn

    Uxmal

    Cob

    DzibilchaltnKomchn

    Ek Balam

    Chichn Itz

    Chacchoben

    YaxunMayapnOxkintok

    KabahSayilJaina

    Edzn

    Santa Rosa Xtampak

    TulumTancah

    Xelh

    Muyil

    Dzibanch

    KohunlichXpuhil

    Ro Bec

    Lamanai

    CaracolXunantunich

    Altun - Ha

    Dos PilasCeibal

    Piedras NegrasLa Mar

    La CoronaEl Per

    BonampakTonin

    Chinkultic

    Lacanh

    Izapa

    Comalcalco

    Holmul

    La Amelia

    La Esperanza Machaquila

    Nim Li PunitPusilh

    Sacul

    Ucanal

    N

    O E

    S

    HONDURAS

    EL SALVADOR

    BELICE

    GUATEMALA

    MXICO

  • HACIA UNA DEFINICIN DE LA CULTURA MAYA

    En 1950, el arquelogo Alberto Ruz Lhuillier seal que los antiguos mayas haban creado un arte universal, singular y plural, colocando las creaciones culturales mayas en el contexto mundial y entre los ms altos logros alcanza-dos por las comunidades humanas en Oriente y Occidente; pero al mismo de todas. (Figura 1) Y con esta misma conceptualizacin hizo relevante el hecho de que en su desarrollo temporal, desde que adquiere su ser propio en el milenio a.C. y hasta nuestros das, es posible visualizar una amplia mul-tiplicidad de expresiones con matices distintos, de tal manera que se abre la posibilidad de varias culturas mayas, como la prehispnica, la colonial y la con tempornea, as como tambin la cultura maya de las Tierras Bajas o de las Tierras Altas.

    EL MEDIO AMBIENTE

    El rea maya es el territorio continuo donde habitaron y habitan pueblos que hablan idiomas mayas. Se acenta la unidad espacial porque, aunque no es co no cido por muchos, el huasteco es una lengua mayance, pero se distribu-ye en el norte de Veracruz y el sur de Tamaulipas. Sin embargo, los huastecos se separaron del tronco lingstico mayance algunos siglos antes de Cristo y

    El territorio maya comprende la parte oriental de los estados de Tabas-co y Chiapas, los estados de Campeche, Yucatn y Quintana Roo, en Mxico,

    INTRODUCCIN LA IDENTIDAD MAYA

    Ana Luisa Izquierdo y de la Cueva

    Palenque, Chiapas.

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    as como Guatemala, Belice, la parte occidental de Honduras y de El Salvador. Es un rea de aproximadamente 325 000 km.

    En general, los conocimientos populares asocian a los mayas pre hispnicos con selvas cerradas y oscuras. Pero el hecho real es que desarrollaron una unidad cultural en medios mltiples y con di versas caractersticas, las cuales no slo son distintas sino hasta opues tas: pues existen regiones con grandes precipitaciones pluviales (como Chiapas) y zonas con poca precipitacin (como la Penn sula de Yucatn). Asimismo, el relieve es otro ejemplo de esta variacin: en los altiplanos de Chiapas y Guatemala hay cadenas montaosas de origen volcnico que alcanzan hasta 4 000 m de altura, mientras que gran parte de la Pennsula de Yucatn es plana y est al nivel del mar, incluso algunas porciones estn por debajo de dicho nivel.

    por una porcin costera de Chiapas y Guatemala y la parcelacin del territorio de acuerdo con la altura, teniendo como lmite los 800 m sobre el nivel del mar, en Tierras Altas contando hacia arriba de esta elevacin y, en Tierras Bajas, tomando hacia abajo de esta cota.

    Las llanuras costeras de Chiapas y Guatemala se caracterizan por ser un territorio cubierto de mangle, lagunas y esteros, con de-sembocaduras de ros procedentes de las montaas, razn por la

    -taciones, llamadas comnmente de secas y de lluvias.

    en recursos alimenticios, y de produccin de bienes comerciales como el cacao y el algodn, brind las posibilidades de rutas de pa so para el comercio desde tiempos de los olmecas (en el periodo Preclsico), que perduraron y se agilizaron hasta la poca de los mexicas (en el Posclsico).

    En el aspecto cultural, es un territorio que tuvo gran relevan-cia en las races de la identidad maya, en sitios como Takalik Abaj, Chocol y El Bal, Guatemala, en el periodo Preclsico.

    Las Tierras Altas se integran a una altiplanicie con cadenas mon-taosas de origen volcnico que generan valles elevados. Des ta can la Sierra Madre de Chiapas, la Sierra de los Cuchumatanes, la Sierra de Cham, la Sierra de Chuacs y la Sierra de las Minas o Montaas del Mico, en Chiapas y Guatemala. (Figura 2) Es tierra templada, donde las temperaturas oscilan entre los 15o y los 25o-y los tributarios que integran los ros Usumacin ta y Grijalva.

    Las Tierras Altas brindaron a los mayas recursos ptreos vita les para su subsistencia, como obsidiana una roca volcnica vtrea que Montagua, y en Ixtepeque, a 85 km hacia el sureste, rocas volcni-

    Figura 2. Valle de Ocosingo, Chiapas, Mxico.

    cas como la andesita para herramientas, y la jadeta y la serpentina para atavos de lujo. Asimismo, en esta rea se encuentra el nicho mente apreciadas por los mayas. Todos ellos constituyeron materias primas que pusieron en sus manos elementos valiosos para su desa-rrollo tecnolgico y para el comercio.

    de la civilizacin maya, como el destacado Kaminaljuy, en el valle de Guatemala; El Portn, en el valle de Salam; y Chalchuapa, en El Sal-de Chiapas; y Asuncin Mita, en Jutiapa, Guatemala. En el mo men -to de la conquista espaola haba gran vitalidad en las Tierras Altas, en los estados de Utatln, Iximch y Mixco Viejo, Guatemala.

    Al pie de las grandes serranas comienza a descender el terre-no, con suelos sobre todo crsticos o de calizas, donde la agricultura brindaron a los mayas la materia prima para la construccin de las -men). Asimismo, proporcion el material ptreo para la decoracin de las ciudades mayas. Esta rea, donde predomina el bosque sub-tropical lluvioso, las sabanas y el bosque bajo de matorral y arbustos, es, aunque parezca paradjico, la zona que en tiempos prehispni-cos estuvo ms densamente poblada. Ello se debi a la biodiversidad del bosque subtropical lluvioso, la cual es una de las ms altas del comestibles y medicinalespara practicar la crianza de animales domsticos, ejercitar la caza, la pesca y la apicultura.

    -que se deja atrs la idea de que los mayas slo se alimentaban de maz, -nas, pues de las selvas tropicales aprovecharon el rbol del ramn , ve nado, la zorra, el conejo, el pavo, el pecar, la danta o tapir, el manat Tambin se valieron de todos los animales acuticos, areos y rastreros asociados a ambientes de ros, lagunas, bajos, pantanos y cenotes.

    utilizaron la rueda ni los animales de tiro), sino tambin las comu-nicaciones humanas, que permitieron la continua transmisin de elementos culturales de los litorales a zonas interiores, y entre Tie-rras Bajas y Altas. Dos ros son los ms largos del rea y hoy sirven de lmites entre pases: el Usumacinta y el Motagua. El primer ro nace en los Altos de Guatemala, alimentado por el Salinas, cuyo

    curso superior recibe el nombre de Chixoy o Negro, y el de la Pa-lmite con el pas vecino, une la altiplanicie con la planicie y desagua guatemaltecos y desemboca en el lmite costero con Honduras, en el

    prctico hacia el mar Caribe. Por todo ello, tanto las co municaciones humanas como las comerciales contaron con los medios para hacer --palmente en los Altos de Chiapas, en los ros Mexcalapa y Sierra, y se une al Usumacinta antes de su desembocadura.

    Otros cuerpos de agua bsicos para la subsistencia de los mayas -uno de los primeros estados integrados en el rea maya: Kaminaljuy.

    La condicin caliza de los suelos de la Pennsula de Yucatn pero va desgastando sus capas y en algunas partes las cpulas de las dzonot), -menticios acuticos.

    Debido a que se ha partido de la conceptualizacin de que las ma-yores civilizaciones de la Antigedad se desarrollaron a orillas de gran-

    Figura 3. Bao de la Reina, Palenque, Chiapas, Mxico.

  • 20 21

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    medios hostiles y extraordinarios retos para el pueblo maya. Sin em-bargo, ahora que se conocen sus recursos alimenticios, mdicos y de materias primas, es posible destacar su enorme riqueza y cam-proporcion todos los medios para su manutencin.

    LA HISTORIA MAYA

    que se han dividido para su estudio en varios periodos: el Preclsico, de 2000 a.C. a 300 d.C.; el Clsico, de 300 a 900; el Clsico Termi-embargo, en toda el rea las comunidades no tuvieron las mismas - propuso el arquelogo Sylvanus G. Morley en su teora de 1946, an muy popular, del Antiguo Imperio para las Tierras Bajas del sur y del Nuevo Imperio para la Pennsula de Yucatn.

    to de sitios; unos con ocupaciones muy prolongadas, como Dzibil-a.C. hasta la llegada de los espaoles. De Kaminaljuy, en la alti-planicie guatemalteca, puede decirse que tuvo un asentamiento San Bartolo, en Guatemala, entre 500 a.C. y 200 d.C., o Dos Pilas, -.

    -gada de los espaoles, como Acaln, en la cuenca del ro Candelaria, que Hernn Corts visit en su viaje a Las Hibueras, en el siglo .

    Al parecer, alrededor del ao 10000 a.C., el rea maya comenz a si no recolectores de plantas silvestres, peces, moluscos y animales homogeneidad cultural con el resto de los pueblos mesoamerica---a la cultura olmeca como madre de las culturas mesoamericanas, como sealan los libros escolares. Hoy en da, los arquelogos han encontrado las races ancestrales de la cultura maya.

    Alrededor del ao 1000 a.C. pueden ubicarse los orgenes de la construccin de la identidad maya: desde esos tiempos hay un cam-

    -mante a una semi sedentaria, de la cual se han encontrado restos

    Un en este avance hubo pueblos vecinos de extraccin mixe-zoqueana que preceden a los mayas. Hacia el ao 1500 a.C. los pueblos de esa regin de Chiapas y Guatemala, y en las tierras altas de Chiapas, quiz con in-ar quelogos llaman Barra, primero con la realizacin sobre todo de

    Pero hay tradiciones locales que comprueban la variedad de si tios donde se comenz a hacer cermica en el rea maya. Los ob je tos ms tempranos de barro, llamados pre-Mamn, se nombran de acuerdo --ra comparte muchos rasgos que permiten vislumbrar un sistema comn de creencias gestado a travs de una continua interaccin de la poblacin nativa.

    No se trata de villas de agricultores de tiempo completo que ha-ban comenzado a practicar desde el ao 3000 a.C., sino de comuni-dades que se alimentaban de productos hortcolas y de animales, -nes en Cahal Pech, Cuello y Colha, en Belice. Asimismo, para prin-cipios del I milenio a.C. se explotaban depsitos minerales locales, como el granito y el slex, pues se encuentran artculos importados, tales como obsidiana para cortar, rocas volcnicas para moler y jadeta comerciales regionales y del comercio exterior.

    -sin; Nakb, en el Petn central, ambos en Guatemala; y Cuello, en son reconocibles en el contexto arqueolgico.

    De ese tiempo, se registran, en los restos materiales, algunos rasgos culturales olmecas. Hay sitios donde el impacto del sistema nas se encuentra alguna pieza escultrica o cermica. Entre los si-tios donde la presencia olmeca es ms ostensible, estn, en Gua-temala, centros como Tak alik Abaj, Monte Alto, La Blanca, Ujuxt,

    Buena Vista y Balberta, en la costa, y Kaminaljuy, en las Tierras Altas; as como Chalchuapa en El Sal-vador; y, Pijijiapan, San Isidro y Chiapa de Corzo, en los Altos de Chiapas, Mxico.

    -quizacin de asentamientos, al mismo tiempo que se ejercieron relaciones de dominio y obediencia entre las distintas clases de poblados; es decir, se integraron entidades polticas. Aparecieron los lderes os-clase de tributo de la poblacin, pero parece que todava no haba una herencia sistemtica del poder.

    cas agrcolas ms productivas, lo que gener la realizacin de grandes obras hidrulicas, con la cons-nal, debido a la especializacin en el trabajo y la multiplicacin de objetos para la vida diaria y para el consumo suntuario de las lites.

    Estos mismos grupos de poder institucionalizaron una religin de Estado con presencia de las eran comunidades que dependan directamente de los recursos del medio ambiente. Estos elementos directo para el incremento de las construcciones monumentales de carcter religioso. Esto origin el ur-junto a las plazas en los grandes asentamientos.

    La idea en auge en los aos cincuenta del siglo

    Portn, en el valle de Salam, en la Baja Verapaz (400 a.C.), los murales recientemente encontrados en San Bartolo, en el Petn central (300 a.C.) y la Estela 10 de Kaminaljuy, todos ellos en Guatemala, por mencio-nar algunos.

    Dos estados con estas caractersticas, conocidas a travs de los numerosos estudios arqueolgi-cos, son Kaminaljuy, en los Altos de Guatemala, y Nakb, en el Petn central. Kaminaljuy, quiz -blacin, como se observa en los restos de sus residencias, cocinas, pirmides, entierros y monumen-tos. Ello oblig a sus pobladores a buscar alternativas para una agricultura ms productiva, por lo que aledaos con una serie de obras de ingeniera hidrulica. Tambin desarrollaron la produccin de obje-de partida y de llegada de la ruta a Teotihuacan, Mxico.

    -

    Al mismo tiempo, otras capitales comenzaron a descollar, como El Mirador, Uaxactn y San Bar-tolo, en Guatemala; Cerros, Lamanai, Cuello, Nohmul, en Belice; Calakmul, en Campeche, Mxico; y

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    En esa poca, se hizo comn, en el rea maya, la ereccin de una reli gin de Estado usada con claros objetivos de control social.

    Al trmino del periodo Preclsico, los mayas estaban totalmente econmica, poltica y cultural. Los mayas ya eran una civilizacin tan tes), desarrollo de capitales, una organizacin poltico-esta tal con inclusin de asentamientos de varios niveles, interdependientes entre s, una religin estatal con creencias y rituales permanentes, y un omnipresente.

    --ceso propio de adaptacin al medio ambiente y al entorno social en las culturas que le precedieron, todas de estirpe mixe-zoqueana; despus, de sus contemporneas pre-zapotecas y teotihuacanas, pues los mayas no estuvieron al margen del contexto cultural me-soamericano en el que se desarrollaron y asimilaron.

    Comnmente, la poca Clsica de la historia maya se ha visto como -do anteriormente, los mayas ya haban creado una civilizacin, por lo que los siglos del Clsico pueden considerarse de prosperidad, -lacin de la cultura maya.

    ocupacin continua del territorio con una amplia jerarquizacin de como pirmides con templos, palacios, acrpolis, juegos de pelota, baos de vapor y residencias de distintos tamaos y caractersticas (vase La arquitectura residencial: dnde y cmo vivan los grupos algu nos para la mayora de la poblacin y otros para una lite restrin-gida de sacerdotes, cortesanos y gobernantes (vase La escritura je-

    Lgicamente, estas grandes concentraciones de poblacin no podan ser mantenidas con una agricultura elemental de roza, tum-ba y quema, como se pens durante mucho tiempo, sino que, de acuerdo con el medio ambiente, desarrollaron diversos sistemas de riego (como en Kaminaljuy y Edzn), represas (en Calakmul y Tikal), terrazas (en Caracol y Ro Bec), campos levantados (en Pull-

    Figura 5. Mono saraguato, tambin llamado aullador.

    Figura 6. Pericos macao.

    trouser Swamp y Acaln), rejolladas (en Uxmal), arriates o bancales (en Punta de Chimino), huertos domsticos (en Punta de Chimino y Calica), y agricultura de humedad residual (en Copn), entre otros.

    Hay que recalcar que su auge cultural tampoco se bas en una agricultura acentuadamente intensiva, aunque el maz tuvo su par-y ritos, por lo que se opacaron todas las actividades de explotacin del vasto potencial en recursos alimenticios de los bosques tropica--mentacin, medicina y rituales. A este respecto, basta ver la gran cantidad y variedad de representaciones de animales y plantas en papaya, la chirimoya, las guayas y los mameyes; tubrculos, como la yuca y la mandioca; as como la savia del chicozapote o rbol del chicle; maderas como la caoba, el cedro y la ceiba; esta ltima con-siderada un rbol sagrado desde tiempos inmemorables.

    Asimismo, como en los tiempos arcaicos y preclsicos, los ma-yas practicaron la arboricultura, plantando y cuidando rboles de cacao, ramn, aguacate y balch, entre otros; y protegiendo los rbo-les que servan de soporte a la orqudea de la vainilla. Detrs de las entre otras plantas, que se han encontrado en sitios como Sayil, en Yucatn, Mxico, y Tamarindito, en el Ro de la Pasin, Guatemala.

    produjo miel y cera muy apreciadas entre la poblacin. Asimismo, do-mesticaron animales, como el perro, el guajolote, el venado, los mo nos

    de acuerdo con el entorno en el que estaban asentados. La ingesta de de protenas: jaguares, ocelotes, venados, zorros, conejos, agutes, ta-pires, pecares, tortugas, peces y moluscos bivalvos. Los mayas no slo aprovecharon de estos animales su carne, sino tambin sus huesos, pieles y conchas. La imagen de stos, y otros muchos, como serpien-

    Lejos de considerar a los mayas con una estructura social simple de dos grupos, los dirigentes y los sometidos, debe verse una organi-zacin compleja: por un lado, multiestamentaria y, por otro, basada -histricas contienen amplios testimonios de que la poblacin maya viva organizada en niveles sociales de muy diversa ndole, con recur-sos, obligaciones y derechos, ms en las capitales y poblados de alta -tinciones se atenuaron. La ubicacin social de los individuos dependa de la herencia, del matrimonio y del prestigio. El estatus de los padres generalmente era heredado por los hijos, pero en el Preclsico y en el Clsico Temprano parece haber tenido ms peso la situacin ganada

  • 26

    -plos de personajes relevantes, no provenientes de las capas ms altas de la sociedad, que tuvieron papeles

    En la cumbre de la pirmide social estaba la kuhul ajaw, seor sagrado mxima autoridad de los seoros mayas, padres e hijos, y quiz abue--comnmente la , a la que ms bien debe llamarse . sta, de acuerdo con las los ajkuhun, veneradores o adoradores, lderes de los grupos sacerdotales; los yajawkahk, quienes sajalun kuhul ajaw; y los lakam, recaudadores de tributos, entre otros cargos ms. Ellos debieron de haber constituido las cortes mayas que tanto se representaron en la cermica (vase Los miembros de la cor-

    En seguida estaban los comerciantes, como los de la ciudad de Cancun, Guatemala, que maneja-ban los productos de lujo y las rutas a larga distancia. Algunos investigadores han propuesto que esta ac-cortes mayas, aunque tambin pudieron haber sido un grupo en ascenso, que viva con privilegios al servicio de la aristocracia. Pero los comerciantes como grupo social privilegiado ya debieron existir en tiempos del Preclsico, pues se conoce del manejo de estos bienes, como la jadeta y las plumas de

    Hubo especialistas de tiempo completo, pero entre ellos tambin existieron jerarquas: desde los rramientas de trabajo ms sencillas, pasando por los modistos, bordadores y peinadores-maquillistas

    Los investigadores han encontrado grandes talleres de personas acomodadas y progresistas, as baja estaran los agricultores, apicultores, arboricultores y criadores de animales, que tambin pudie-ron haber alternado su trabajo bsico generar comida con la participacin en las grandes obras pblicas de urbanismo, arquitectura y escultura.

    Pero los mayas no slo vivieron en una sociedad estamentaria, tambin estuvieron organizados en ajaw o seor. Puede -cercanos descendientes de estos antepasados divinizados eran los integrantes de la realeza, seguidos de la aristocracia, una relacin genealgica que se contaba y promocionaba. El resto de la poblacin, reuni da en linajes, adems de reconocer y venerar a sus antepasados conocidos por toda la entidad poltica como tales, tambin se consideraban lejanos descendientes de los padres co munitarios originales.

    ajawlel o ajawil villas y aldeas que reconocan un centro hegemnico, pero que guardaban cierta autonoma, la que era

    diplomticas, de negociacin y de guerra (vase Rasgos de la orga-

    Pero tambin en el aspecto de las hegemonas los mayas pre-sentaron diversos niveles, tanto en su extensin como en su do-minio. De acuerdo con las inscripciones y la arqueologa, en sitios -tencias mayas: Calakmul, en Campeche, Mxico, y Tikal, en el Petn guatemalteco. Con trayectorias histricas ms cortas, pero en la lu cha constante por ampliar sus mbitos de dominio, estaban los centros de Caracol, en Belice, y Naranjo, en Guatemala; Yaxchiln, en Chia pas, Mxico, y Piedras Negras, en Guatemala, junto al ro Usumacinta; Dos Pilas y Cancun, en Guatemala.

    asimilacin cultural de elementos teotihuacanos; el segundo, ms -

    Hacia principios de la poca Clsica, algunos asentamientos mo Nakb y El Mirador. Varios centros redujeron su poblacin y se empobrecieron, como Ceibal, en Guatemala; Komchn, en el norte de Yucatn; y Cerros, en Belice. Pero mientras esto suceda, otros sitios tenan su ascenso, como Tikal, Uaxactn y Copn este l-timo en Hondurasostentando sus lazos sanguneos con la gran metrpoli del Alti-plano de Mxico: Teotihuacan. An suscita debate el tema de si los habitantes del Centro de Mxico llegaron realmente al rea maya o como guerreros. Lo que s est probado es que hubo tratos co-merciales entre estas ciudades, vehculo de intercambio de rasgos culturales que comenzaron a denotar prestigio a travs del uso de la escultura surgieron algunas imgenes del dios Tlloc; en la arqui--ros en talud-tablero; y en cermica se elabor una gran cantidad de vasos cilndricos trpodes con decoracin pintada e incensarios pas, Mxico; as como en Caracol, Belice; y en Tikal, Ro Azul, Tres Islas y Kaminaljuy, Guatemala; por citar algunos de los sitios ms -

    El auge del poder dinstico maya ms importante, as como la mayor produccin material y cultural, se dio en los siglos a . Los kuhul ajaw o gobernantes ms destacados, como Siyaj Chan Bajlaj Chan Kawiil (645-ca. 692) de Dos Pilas; la Seora Seis Cie-Yuhknom Chen (636-686) de Calakmul; Kokaaj Bahlam (681-

    diosos programas constructivos, adornaron sus ciudades con un gran nmero de estelas y altares, donde registraron sus imgenes e historia; construyeron suntuosas tumbas e impulsaron todas las ope r dispositivos adecuados para mover grandes contingentes de ma no de obra.

    las ciudades y de sus asentamientos aledaos, sino que empren die--tables estuvieron la derrota de Tikal por Caracol en el ao 562, la de Palenque por Tonin, ambas en Chiapas, Mxico, en el ao 692; consecuencia la inmolacin del gobernante copaneco.

    Otro hecho trascendente de la poca Clsica se encuentra en las crisis polticas que suspendieron las obras pblicas suntuarias y implicaron, principalmente, el resquebrajamiento de la dinasta en el poder, pero que no detuvieron la vida de las entidades polti-cas, sino que slo suspendieron lo relativo al culto a la persona del -dades polticas completas.

    Entre las crisis pasajeras pueden verse como casos ejemplares los de Tikal y Yaxchiln. En Tikal, la crisis se inici con un impor-tante revs poltico: la prdida de su tutora sobre Caracol, seguido Wak Chan Kawiil, el gobernante tikaleo en turno, lo cual dio pie a un periodo de 130 aos de silencio y ambigedad en las inscripcio--man interregno, el cual ocurri a la muerte del gobernante Kokaaj Bahlam tambin conocido como Escudo Jaguar el Grande, , diez aos interna por la sucesin que mantuvo a la ciudad sin una cabeza de Estado visible registrada en los monumentos.

    colapso maya, entre los siglos y -como en algunos centros del Usumacinta; en otros sitios, aunque se vivi una crisis, la ciudad o toda la entidad poltica completa perma-

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    necieron con pocos cambios, como en ciertos asentamientos de Yucatn; mientras que algunos presen-

    La crisis consisti bsicamente en una prdida sustantiva de po blacin, el abandono de las capitales regionales ms importan tes, as como el traslado de sus habitantes al campo, para cambiar su vida, de citadina a rural. Con ello, toda la subcultura de lite qued suspendida pero latente, pues, siglos ms estuvieron vinculados a la estructura sociopoltica que encabezaba el kuhul ajaw

    se encuentra en su sistema de gobierno, donde las autoridades el aparato central de mando depen-mantenimiento suntuario del Estado, al mismo tiempo que se les exiga una produccin alimentaria sobre la que ellos tenan un control mayor que el kuhul ajaw, lo que dio como resul-

    En algunos lugares, la poblacin pronto abandon las capitales, como en la regin del Petexbatn y en el oeste del Petn, Guatemala. Una vez exentos de trabajar para el Estado, los pobladores se dedica-ron de tiempo completo a la produccin alimentaria y de bienes domsticos, viviendo dispersos en el -tentos, no del todo exitosos, de sustituir el gobierno del kuhul ajaw con otras instituciones de gobierno incluyentes, como pudieron haber sido los recursos polticos de Yax Pasaj Chan Yopaat, gobernante de multepal en el Posclsico. Pero tambin en otras reas de la zona ma-

    -brecimiento de los suelos por la sobreexplotacin y cambios climticos, como sequas; y otros estudiosos putunes, mayas chontales nahuatizados.

    La regin del Petexbatn qued sin ningn centro de poder desde muy temprano, ya en el ao 850, de-bido a su abandono, con excepcin del pequeo sitio de Punta de Chimino. Las capitales regiona les del Usu-macinta le siguieron, primero Palenque, despus Piedras Negras y, por ltimo, Yaxchiln, as como Tonin,

    En Calakmul el proceso debi de haber sido lento y la actividad se concentr ms en los palacios,

    -ticular. Por ejemplo, mientras ocurra la declinacin de Tikal, en el sureste del Petn y Belice, en el valle del ro Mopn y en las Montaas Mayas, varios sitios menores vivan un auge inusitado, como Ixtonton, parte, el gran sitio de Caracol, en Belice, prolong su actividad hasta el siglo , en plena poca Posclsica.

    Al trmino de la poca Clsica y en el arranque de la etapa llamada por los arquelogos Posclsico, de notablemente su poblacin y su actividad cultural. Los eventos ms importantes de la primera etapa del

    Figura 8. Detalle del Altar de la dinasta y Yax Pasaj Chan Yopaat, ltimo gobernante de Copn.

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    Figura 9. El Castillo de Chichn Itz, Yucatn, Mxico.

    jamba y bajorrelieve; as como guerreros y jaguares en procesin, atlan tes, esculturas de Chacmool, Tlloc, etctera.

    bastante extensa, tanto por la declinacin de otras capitales regio-nales y su dedicacin al comercio, como por haberse erigido en un

    Los chontales o putunes irradiaron, por la Pennsula de Yuca-tn, los elementos culturales extranjeros, como la cermica Anaran-de la costa de Guatemala, pequeas cantidades de oro de Panam, turquesa del norte de Estados Unidos y jadeta de las tierras altas de Guatemala.

    La hegemona de Chichn Itz no perdur. En el ao 1221, de acuerdo con las crnicas coloniales, la ciudad declin y el poder -

    -dado, con piedra mal cortada y grandes plastas de estuco.

    gran auge los sitios de la costa oriental de Yucatn; y las islas de la costa aledaa se convirtieron en estaciones de suministro para el constan-te comercio en el Caribe, as como en lugares de peregrinacin. El sitio --tura rudimentaria y gruesas masas de estuco. Varios de estos sitios, como Tulum, Tancah y Santa Rita, desarrollaron una decoracin de pintura mural al estilo Mixteca-Puebla, por lo que muestran acen-tuados vnculos con el resto de Mesoamrica.

    Al llegar los espaoles a Yucatn, esta regin, junto con Tabas-co y lo que hoy es Belice, estaba dividida en alrededor de 25 enti-dades polticas llamadas cuchcabalob, con distintos niveles de inte-algunos con un halach uinic a la cabeza, como el seoro de Acaln, junto al ro Candelaria, y otros con autoridades menos centraliza-doras, como el seoro de Man.

    la de Yucatn, pues ah tambin se dio una mesoamericaniza cin de ron conquistados por los toltecas y que tuvieron al Alti plano de Mxi-co co mo paradigma de prestigio, desde el punto de vista arqueolgi co no hay seales de esa conquista. Pero s las hay de una presencia de rasgos del Altiplano de Mxico, muy posiblemente tambin trados

    Yucatn, el auge de Cob en la tra dicin del Clsico maya del Petn y el empoderamiento de Chichn Itz.

    De los sitios Puuc llamados as por una pequea sierra que corre en el oeste de la Pennsula de Yucatn la arquitectura maya: la bveda de piedras saledizas y la crestera; adems, aadindoles rasgos del Altiplano de Mxico, de Oaxaca y de kuhul ajaw-declinacin de Uxmal, a comienzos del ao 950.

    Por otro lado, la ciudad de Cob, en Quintana Roo, Mxico, que segua las corrientes culturales del Petn y que se distingua por la red de caminos construidos para el dominio de su entidad poltica, entr en competencia, a partir del ascenso del poder de Chichn Itz y la hegemona de Uxmal, de las rivalidades propias de la Pennsu-la de Yucatn, en las que tambin participaron otros de sus sitios: Ek Balam, Cuca, Dzonot, Ak y Chac Chob, entre otros.

    El investigador Eric Thompson, en los aos sesenta del siglo , consider la ltima etapa de la cultura maya como decadente, una concepcin que se arraig en los conocimientos populares so--y con intensa actividad comercial.

    de los toltecas en la Pennsula de Yucatn, pero su trayectoria es muy a Uxmal, inserto culturalmente en la ms aeja tradicin maya, al que llegaron pueblos portadores de elementos culturales ajenos, principal-mente del Centro de Mxico, como los itz tambin llamados putu-nes, mayas chontales nahuatizados que pudieron haber llegado ha-cia el ao 850 cuando se inici su expansin. Ellos posiblemen te la primera etapa del Castillo sobre una cueva natural. Emprendieron de las tcnicas Puuc, pero con rasgos semejantes a los del Centro de del Castillo, uno de los 13 juegos de pelota con sus templos anexos y

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  • 34 35

    llega do va Usumacinta o va el Caribe por la Pennsula de Yucatn. La evidencia ms temprana de la mesoamericanizacin cultural es el desarrollo del estilo de Cotzumalhuapa, con rasgos del Altiplano de

    En las Tierras Altas hubo una reubicacin de los sitios. Aqu--nera, los mismos rasgos arquitectnicos de Chichn Itz, como los tzompantli de Chalchitn, Guatemala.

    De la misma manera que en Yucatn, a la llegada de los espa-oles, en los Altos de Guatemala haba varios reinos que, al pare cer, riales, como Mixco Viejo y Chinautla Viejo, habitado por los mayas pokomam; Atitln, ocupado por los mayas tzutuhiles; Utatln, po-blado por los mayas quichs; e Iximch, morada de los mayas cak-chiqueles. Parece que entre ellos segua vigente la tradicin del go-bierno por un seor sagrado, como la dinasta a la cual alude el libro llamado Popol Vuh. Tambin, al igual que en Yucatn, se generaron

    ***

    Como podrn apreciar los lectores de este libro, la identidad maya no se queda slo en las caractersticas de su territorio, sus idiomas y sus mltiples historias paralelas, sino que va ms all y engloba a -prestigio y que dio unidad cultural a todos los seoros; sus cono-manera sobresaliente, su pensamiento religioso, que los una y sus-tentaba su cosmovisin. Pero este ltimo rasgo, si bien tuvo sus peculiaridades en el rea maya, tambin lo comparti con el resto de las culturas mesoamericanas de los tiempos prehispnicos. Figura 11. Muro de crneos o Tzompantli, Chichn Itz, Yucatn, Mxico.

    Figura 12. Mayapn, Yucatn, Mxico.

  • EL ARTE DE UNA CULTURA ANCESTRAL

    Lynneth S. Lowe

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    segunda mitad del siglo se enviaron al emperador Carlos

    -

    John Honduras, Pa lenque y

    I

    EXPRESANDO LO IDEAL A TRAVS DE LO MATERIAL:

    EL ARTESanja Savkic

    39

    Detalle de la

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    -cas que tuvo oportunidad de conocer; percibi la existencia de una como templos y palacios, una terminologa que se si gue usando. tan en la produccin plstica, al comparar las esculturas de Copn con las de Palenque.

    Empez otra etapa cuando a estas producciones se las comen-z a estudiar con distintos grados de objetividad, y a considerarse -tenido y la intencin de sus creadores, es decir, como obras de arte e inicios del , el ex- -vestigador Herbert Spinden public un anlisis del arte maya que se --

    -rentes estilos de la representacin y su evolucin, concluy que es posible ubicarlos en una secuencia.

    A partir de los aos cuarenta del siglo aparecieron varios logas novedosas y propositivas. En palabras de Kubler, la historia del arte entiende este tipo de producciones como su unidad de estudio y no meramente como ilustraciones de las civilizaciones. Este au-tor posea un conocimiento vasto del arte europeo, as como de la Amrica antigua y colonial, acerca de los cuales public relevantes trabajos. En la introduccin a su libro The art and architecture of an-cient America: the Mexican, Maya, and Andean peoples expres ideas muy sugerentes en cuanto al modo de estudiar objetos producidos en tiempos distantes y en las culturas sin escritura (o escritura to-planteamientos metodolgicos estn vigentes.

    - objetiva para el estudio del arte maya, en respuesta al libro que Sylvanus G. Morley haba dado a conocer unos aos antes, en el cual incluy 50 obras maestras del mundo maya escogidas segn adecuado. Esta investigadora se bas en alrededor de 400 estelas una mejor validacin del arte y de la cultura maya (la pintura en -

    posicin y la composicin. Dos caractersticas principales que con- -

    En el mismo periodo, en Mxico trabajaron varios autores y se de M xico y Centroamrica, como las de Salvador Toscano y Miguel y la cultura, mientras que el segundo estructur su estudio segn los periodos y las culturas.

    .

    Recientemente han destacado muchos investigadores con aportaciones notables para el cono--len Miller, Karl A. Taube, Dorie J. Reents-Budet y Erik Velsquez Garca, para mencionar slo algunos.

    ELEMENTOS DEL LENGUAJE PLSTICO

    plsticas son lnea, color y volumen. En muchas ocasiones stos se combinan de manera inesperada, permeando la sensibilidad y el conocimiento de sus creadores. A travs de su manejo se accede al sig-

    El artista maya situ la arquitectura, la pintura mural y ciertos tipos de escultura en una ntima otro rasgo importante de una produccin es relevante para aclarar -cornisas o cresteras.

    Siguiendo con el tema del espacio, ahora en relacin con el urbanismo y la arquitectura, se observa que la planeacin de las ciudades se someti a las particularidades del terreno y del medio ambiente en general. Es decir, el espacio natural se aprovech para la construccin del paisaje urbano, donde las las cuales se acoplaron a espacios abiertos como plazas. Los conjuntos arquitectnicos estuvieron co-nectados por medio de calzadas llamadas sakbih o caminos blancos, que, en ocasiones, tambin unan excavaciones arqueolgicas se han descubierto huertos al lado de distintas estructuras.

    -espacios no ocupados. De esta manera, las ciudades crecan tanto en sentido vertical como horizontal.

    Parece que, para crear el espacio de la representacin, el soporte con sus caractersticas naturales textura y coloracin naturales. Primero se encalaba para que quedara lustroso y se alisaba para que sir-

    En el periodo Clsico, las bandas pintadas usualmente son de color rojo en el caso de la pintura mu-ral o la cermica del llamado estilo cdice (aunque los vasos de la entidad poltica de Ik suelen tener el borde negro). Por su parte, las estelas tienen por lo general los bordes planos, pero existen asimismo los

    estela es vertical, mientras que las pinturas murales tienden a registros horizontales. La ubicacin de

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    tema y la intencin misma del creador de la obra.

    El investigador David Stuart indica acertadamente que las ce re-monias reales tambin estuvieron centradas en la colocacin y de di-cacin de los mismos monumentos, contrastando con la idea de que stos servan slo de vehculos para la conmemoracin de los hechos volumen). As, las estelas jugaron un papel importante en la vida ri tual de los antiguos mayas. Stuart corrobora esta idea con la presen-presentes en mltiples sitios desde el Preclsico.

    -cado en relacin con otros elementos de la representacin, depen-diendo as de un contexto concreto. Hoy en da se cuenta con la presencia del cromatismo en las pinturas murales, cermica y po-cos relieves de estuco, pero se sabe que tanto otros tipos de escul-producto de las inclemencias y del paso del tiempo. Algunos ma-te riales, como la jadeta, la obsidiana, la turquesa y las plumas inherentes, adems de relacionarlos con el prestigio y el poder.

    de pinturas murales o el uso del cinabrio en polvo con el que se cu-pintados de este color. Tal es el caso, por ejemplo, del templo llamado Rosalila, en Copn, que se encuentra en excelente estado de conserva-cin, puesto que qued enterrado por completo debajo del Templo 16. incorporaron sus colores originales verde, rojo, amarillo y blanco, todava lucen casi como antao, en la poca de su auge.

    Manejar los colores supona dos actividades complementa-rias: la tcnica y la plstica. La primera es anterior a la ejecucin de la obra e implica conocer las materias primas de las que se extraen tintes (de procedencia orgnica, adquiridos de los vegetales o ciertas ran tes, como el llamado azul maya. Otros materiales importantes son los aglutinantes, los cuales se elaboraban a partir de la savia de determinados rboles, as como de ciertas plantas gomosas que -dolos en medios expresivos.

    -trtese de la pintura (mural o -

    -siones)altos) realizados en piedra, en estuco o en madera, dominaba el diseo

    Empero, hay ciertos tipos de esculturas que combinan trata-miento en dos y tres dimensiones: mascarones presentes entre los mayas desde el periodo Preclsico Medio y cuyo uso disminuye con la llegada del Clsico; estelas de Copn, Honduras, escul- - -

    Figura 15. Soporte de trono, Palenque, Chiapas, Mxico.

    que

    Igualmente, la escultura arquitectnica del Templo 35 de la Acrpolis 1 de Ek Balam, Yucatn, parece salirse de la estructura, con los -ceso al recintoractersticas de muchos sitios de la Pennsula de Yucatn.

    -ticularidad de estas ltimas que estuvieron ubicadas en lo alto de es que tienen las piernas ms cortas en proporcin con el cuerpo entero, pero al contemplarlas desde abajo dan la impresin de guardar proporciones naturales.

    recin halladas en los sitios de El Per-Waka y Cancun, en Guate-mala, adems de muchas otras procedentes de sitios arqueo lgicos del sur de Belice, como Lamanai y Cahal Pech, entre otros.

    Otra caracterstica importante de las creaciones plsticas ma--nombres de los actores, entre otras peculiaridades que pueden ser de compleja, expresndose a travs del lenguaje visual.

    LOS TEMAS Y CONTENIDOS

    En las estelas se muestra usualmente al gobernante, solo o acom-paado con algn miembro de la lite o cautivo(s). En la pintura la relacin de ste con las deidades y los ancestros, asuntos blicos y -ble encontrar muchas combinaciones.

    gobernantes, miembros de la clase dirigente o deidades. El sobera-raba el mediador entre los hombres y los dioses. A travs de las imgenes plasmadas en distintos medios legitimaba su poder y su pertenencia dinstica, muchas veces relacionada con un antepasa-Figura 16. Estela 6, Piedras Negras, Guatemala.

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    Uno de los rasgos distintivos del estatus social de los individuos -cin; muchos se conseguan va comercio a larga distancia. As, slo de un jaguar, estar sentados en taburetes hechos de este mismo ma-comn encontrar stos en los contextos arqueolgicos, pero existen evidencias en la pintura y la escultura, en las cuales los altos digna-tarios lucen sus atavos de una exquisita hechura, como se observa en las pinturas murales, en la Estela 2 de Bonampak y en los dinteles mencionar slo algunos ejemplos.

    Tambin se atestigua una manera peculiar de pintar el cuerpo humano en muchas imgenes plasmadas en las pinturas murales y lucimiento o exaltacin de la belleza. Los colores ms usados eran el rojo y el negro, pero tambin utilizaban el amarillo, el blanco y el azul; igualmente, stos se combinaban en muy diversos diseos. A

    EL CASO DE UNA ESCULTURA EXCEPCIONAL

    Una de las producciones ms logradas en la historia de la civiliza- tumba est en una subestructura del Templo de las Inscripciones, que el mismo soberano mand construir como su mausoleo. Sus lneas onduladas y libres, como si hubieran sido elaboradas con un pincel delgado.

    En dicho soporte rectangular, hecho de piedra caliza, se pre-senta una compleja escena delimitada con la banda celeste, recono-de los antepasados del gobernante en dos de sus lados. Se considera ubica la escena que encierra el mbito, en este caso preciso, el lugar que habitan las almas despus de la muerte.

    los niveles csmicos del universo maya: abajo est el monstruo te-

    Figura 18. Figurilla de la isla de Jaina, Campeche, Mxico. Figura 19. Detalle del Cuarto 1, Bonampak, Chiapas, Mxico.

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    con lnea negra sobre marcos rojos, mientras que en el resto de los en su propio marco hecho con lnea roja gruesa. Es decir, para cada -braba su sentido preciso y no se mezclaba con otros. Los dibujos -podran ser los ms antiguos del sitio. El tema principal es el espa-cio habitado por los dioses, as como el ordenamiento del mundo en cuatro rumbos.

    est la de la Estructura Sub-39 del Grupo 6-de Tikal, Guatemala, personajes, mientras que a la derecha son pro bablemente cinco, pues-to que esta parte de la pintura se encuentra bastante daada. La pa-leta usada consta de dos tonos de rojo, ocre, blanco y negro. La lnea negra de contorno es gruesa, segura y sinuo sa. Se considera que esta pintura anteriormente deba de tener el marco que encerraba la esce-

    Los personajes concurren hacia la escalinata, uno detrs de otro, como si se tratara de una procesin. Parece que los del lado izquierdo tienen mayor importancia, si se considera el espacio ms

    el representante del mundo medio, es decir, el mundo de los huma-entendida como el rbol del centro del mundo, en cuya copa se posa un ave interpretada como el dios Itzamnaaj, deidad del cielo, de la sabidura e inventor de la escritura, entre otras atribuciones. -tical del universo tal y como la conceban los antiguos mayas. La -dica los rumbos del Sol.

    dican la abundancia.

    DE LAS PINTURAS MURALES

    Algunas de las pinturas plasmadas en muros y relacionadas con Temprano. La Tumba 1 cuenta con dibujos hechos en dos tonos de

    Figura 20. Vasija polcroma de procedencia desconocida, Figura 21. Vasija polcroma de procedencia desconocida, 559.

    amplio que hay entre ellos. Tomando en cuenta las posturas, como movimiento: aparecen caminando y gesticulando con las manos -pretado como jugadores de pelota. Este basamento pintado, junto -ra que se trata de este tipo de personajes.

    la Estructura - de Uaxactn, Guatemala, se encontr una pintura mural polcroma, ahora desaparecida, debido a que los saqueadores el arquelogo Ledyard Smith la public en blanco y negro con una minuciosa descripcin, mientras que Antonio Tejeda hizo una co-pia en color.

    las cuales se desarrollan varias escenas que se pueden segmentar izquierdo hay dos personajes que ocupan toda la altura del regis-- construccin; despus de sta el registro se divide horizontalmente mediante una lnea roja delgada, por medio de la cual se sealan dos escenas.

    lo cual se indican distintas acciones. Es probable que su tamao,

    as como el espacio que hay entre ellas, sugiera su rango e impor-tancia. La lnea de contorno se hizo en color rojo, mientras que las histrico; segn la investigadora Maricela Ayala, se trata del some-timiento de un personaje maya a otro con atributos teotihuacanos.

    --sentacin. En el Mural Oeste, primero se dibuj el marco con lneas gruesas en dos tonos de rojo; en su interior se hallan numerosos varios de ellos. Esta manera de dividir el espacio pictrico evoca los cdices del periodo Posclsico, sobre todo a aqullos que provie-nen del Centro de Mxico. Se sospecha que el tema de esta pintura alude a la relacin que los mayas de esta entidad tuvieron con la lejana ciudad de Teotihuacan.

    Las primeras escenas de las pinturas murales de Calakmul, en Campeche, Mxico, se descubrieron en el ao 2004. Estn ubicadas en la tercera etapa de construccin de la Estructura 1 de la Acrpolis Sub -4, totalmente cubierto con pinturas. Por varias razones, no se o del inicio del Clsico Tardo. El registro de las pinturas horizonta-les coincide con el espacio arquitectnico, es decir, cada basamento delimitada con una lnea roja que sirve de marco. La paleta cromti-

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    ca consta de 15 colores, incluyendo varias tonalidades de azul, que probablemente coincidan con el azul maya. Como es el caso de casi todas las pinturas murales mayas, primero se hizo un boceto de las

    lizando distintas actividades. No se ha podido dilucidar si el tema como un da en el mercado o si se trata de la preparacin de alguna cere-monia, pues se representaron productos como atole, maz y taba co.

    -o de otro tipo.

    primer cuerpo del basamento, por la presencia de una mujer con un pintura maya. En total, son cuatro individuos (todos descalzos): dos mujeres unidas por el acto de dar y recibir una olla, y dos hombres azul, pues es la nica que est de pie, adems de portar ricas joyas y tatuajes, dirigindose hacia otra mujer de la que parece tomar una otros detalles importantes relacionados con los personajes.

    En el muro occidental de la Casa del Palacio de Palenque, en Chiapas, Mxico, han pervivido, desde el Clsico Tardo, los dibujos Este registro est delimitado en el lado superior por una banda he-cha con elementos angulosos y ondulados, unidos entre s median-te crculos. Los colores que predominan en esta banda son dos tonos tonos, as como blanco y negro.

    En el ao 1946 se descubri inesperadamente la Estructura 1 --tado tambin en su exterior, pero hoy da se conservan solamente -jor preservadas. La excelencia e importancia de las pinturas llev a que el arquelogo Sylvanus G. Morley pusiera a este sitio el nombre de Bonampak, es decir, muros pintados en maya yucateco.

    Las tres cmaras comprenden una secuencia de imgenes concernientes a distintos momentos y actividades de la vida del gobernante Yajaw Chan Muwaan, lo que constituye un testimonio coherente narrado en un lenguaje visual. Este gobernante lleg al po--tura se erigi posiblemente para atestiguar su autoridad.

    En el Cuarto 1 se representa la investidura del soberano, para posteriormente realizar una ceremonia; estn presentes la nobleza y los msicos. En el Cuarto 2 se presenta una sola escena de la batalla el mural del lado norte se pint una escalera, y el gobernante, acom-paado con sus sbditos, est en la cima de los peldaos, al salir victorioso de la batalla, teniendo mltiples cautivos a sus pies. En el re gistro superior se plasman las imgenes de varias constelaciones. En el Cuarto 3 aparecen los soberanos de Bonampak participando en

    Palenque, Chiapas, Mxico.

    y las paredes interiores se pintaron en su totalidad. Los muros se dividieron horizontalmente, mediante lneas rojas lisas, en cuatro rojo ocurren en los espacios cerrados, mientras que las hechas so-bre el azul se desarrollan al aire libre. Se detectaron varias manos de pintores, algo comn para las sociedades prehispnicas meso-americanas. El rango de los personajes se distingue por su postura, sus gestos y su indumentaria. Las escenas de distintos rituales se presentan con los personajes situados linealmente, mientras que la batalla tiende a la diagonal, indicando as el movimiento, la rapidez observador, al entrar en estas recmaras, por el vigor del lenguaje plstico, tiene la sensacin de participar en todos los hechos all representados.

    En varios sitios de la Pennsula de Yucatn, como Xkichmook, Dzibilnocac, Santa Rosa Xtampak y Ek Balam, se han encontrado pinturas en tapas de bveda. De ms de un centenar que se conocen -nico personaje representado, con algunas excepciones, es el dios Kawiil. Cuando aparece pintado de rojo, se le presenta esparciendo

    ocasiones, cuando est hecho con lnea negra, no tiene granos, y por ello se le asocia con los gobernantes y su poder.

    PARA CERRAR: LOS GRAFFITI

    Finalmente, es importante considerar los llamados , ubica-dos en lugares muy variados, en muchos sitios, y realizados desde el Preclsico. Durante mucho tiempo han sido valorados como arte -dos. La tcnica principal de su elaboracin es la incisin. Usualmente se los encuentra en los muros (lugar donde predominan), pero los - Tikal, en Guatemala.

    Merece la pena seguir estudindolos a partir de las meto do-logas propias de la historia del arte y darles su lugar adecuado -monios que nos dejaron los antiguos mayas.

    -4, Calakmul, Campeche, Mxico.

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    -

    SUPERFICIES ESCRITAS EN OBJETOS PORTTILES

    -

    SUPERFICIES INMORTALIZADAS POR EL CINCEL Y EL PINCEL

    Alejandra Martnez de Velasco Cortina

    I I

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    -dad, piedra del ltimo aliento y piedra del aliento precioso son algu- ajorcas, pulseras, collares, diademas, pectorales y anillos embelle cie-ron el atuen do de los gobernantes y altos dignatarios de la corte;

    El nombre proviene de la poca colonial, pues los conquista--lo tradujeron como pierre ejade o simplemente jade. La mineralo-cuenta su composicin, esto es, jade para aquel mineral principal-mente de origen asitico compuesto por silicato de calcio y magne-sio, y jadeta para el silicato de sodio y aluminio que se encuentra en Amrica. Cabe destacar que los minerales que componen tanto al jade como a la jadeta son de color blanco, y es ms bien la inclu-sin de ciertos metales la que le da su caracterstico tono verde. El contenido de cromo, por ejemplo, da un verde claro; y el cobre y hierro, el muy apreciado color verde intenso. La jadeta en bruto es parecida a cualquier otra piedra de ro; es el ncleo el que muestra su color, tema que sorprende, pues desde tiempos muy antiguos los olmecas del periodo Preclsico la seleccionaron entre otras piedras

    -zas de calidad nica.

    Hasta hace poco tiempo se pensaba que los mayas antiguos obtenan esta piedra exclusivamente de ros de la regin del Mota-gua, Guatemala. Sin embargo, recientes investigaciones han locali--cia de otros componentes utilizados dentro de la plstica maya, los de uso suntuario entre ellos la jadeta, procedan por lo gene-ral de lugares lejanos, tema que habla del comercio a larga distan-cia y del aprecio por estos materiales.

    Una de las caractersticas de la jadeta, adems de su bello color verde, es su excesiva dureza. Es un material tan duro que no es posible trabajarlo ms que con herramientas de metal no usadas prctica-mente en ningn rea de Mesoamrica, o con una piedra de consis-comunes, es la nica roca que se encuentra en Amrica con estas ca-ractersticas, razn por la cual se ha sugerido que las herramientas para -dios en tecnologa ltica describen la percusin, la presin y el desgaste como los mtodos de trabajo de los artistas mayas. Para eliminar ma-terial del bloque total, se golpeaba con un percutor hasta llegar al n-lascas de piedra ms pequeas; y, por medio del desgaste con polvo de cuarzo se lograba el aserrado y pulido; los ahuecados se hacan con piedras cilndricas girndolas con el abrasivo.

    Figura 25. Cuenta de jadeta, Templo -sub, Palenque, Chiapas, Mxico.

    permanencia en el tiempo, por su portabilidad y por la extensa gama de temas descritos en ella, as tipo cdice, que han sobrevivido mitos, rituales, ceremonias, escenas de la corte y representaciones de medio invaluable para el conocimiento de la cultura maya. Los contextos arqueolgicos en los que se ha encontrado entierros, palacios y viviendas, cuevas y cenotes

    Aunque existen diversos estilos de cermica pintada en el rea maya, sin lugar a dudas, puede hablarse de una tradicin cermica nica. El barro utilizado se extraa de cada regin y de su calidad -alta con la humedad. Sin embargo, de manera general, puede decirse que la cermica maya es compacta y degradacin. Incluso ha sobrevivido a la humedad y a la abrasin por parte de las rai ci llas de los rboles cuando se la hall enterrada, quedando exclusivamente las marcas decoloradas de las mismas.

    En trminos generales, el proceso de produccin consista en la seleccin del barro, al cual, en al-gunas ocasiones, se agregaron minerales, como la mica, que proporcionaron mayor plasticidad y mejo-la pieza. En la mayora de los casos se utilizaron engobes, principalmente de color naranja, rojizo o -en tono , para despus rellenar los espacios con una reducida paleta cromtica, con la excepcin de tonos ms vivos, como el llamado azul maya, que se encuentran en la cermica decorada poscoccin, la

    Los artistas mostraron gran destreza y habilidad en la realizacin de sus vasijas, pues las variadas tcnicas de decoracin que utilizaron son prueba del avanzado conocimiento metodolgico que posean. Llama la atencin el complejo mtodo empleado para lograr los motivos de la cermica conocida como xido-reduccin o decoracin en negativo, el cual consista en colocar una resina sobre las zonas del engobe que queran oscurecer. Durante la quema, y antes de que se evaporara la resina, estas reas se re-como resultado dos tonos, uno claro el tono del engobe y uno oscuro pero con cierta transparencia. -

    Papel-slo sobreviven el Cdice de Dresde, el Cdice de Pars y el Cdice de Madrid, los cuales se encuentran -ticidad del llamado Cdice Grolier, nico manuscrito resguardado en Mxico, an sigue en debate. Las razones de que se conserven tan pocos ejemplares se deben principalmente al rpido proceso de lonial, debido a que los consideraron compendios de idolatras.

    travs de datos conocidos para la produccin de papel, tales como las crnicas coloniales; los resulta-dos de los anlisis microscpicos hechos a cdices por Rudolph Schwede, a principios del siglo ; y la recopilacin de las tcnicas actualmente utilizadas en comunidades mexicanas.

    Figura 26. Vasija estilo cdice, Calakmul, Campeche, Mxico.

    Copn, Honduras.

  • 54 55

    Ficus cotinifolia,Cdice de Dresde-ser sometida a varias etapas de un proceso antes de poder utilizarse para hacer papel. Al parecer, se cor-taban las ramas del Ficusremover las resinas solubles ltex; se calentaba en agua con cal y, por ltimo, se enjuagaba en agua eran golpeadas con unas piedras estriadas llamadas machacadores, para unirlas entre s. Finalmente, se dejaba secar el papel para luego alisarlo con piedras pulidas herramientas encontradas en contextos con el nombre nhuatl de amatl o papel amate.

    --gaba a manera de biombo, lo que daba como resultado un libro de dimensiones accesibles para su manejo cuando estaba doblado, y que, al desplegarse, permita observar toda la secuencia temtica plasmada entre hoja y hoja. Se sabe, por representaciones principalmente en objetos de cermica, que las cubiertas se-guramente de madera

    para los escribas y artistas, y elaborar instrumentos musicales de viento utilizados en diversas ceremo-

    La msica jug un papel sumamente importante dentro de la cultura maya, pues siempre acom-pa a los rituales y las ceremonias. Los textos y las imgenes en vasos mayas muestran que las trompe-

    -el suceso o la ceremonia.

    tradas en un basurero, junto con muchos ornamentos de concha ma-este material.

    Hueso-existen dudas sobre la procedencia inicial de algunos de los hue--bre de la vctima y el lugar donde haba sido capturado en textos la posibilidad de que, en ocasiones, los huesos hayan sido retirados de un personaje importante, para darle as un carcter de reliquia. Esta propuesta surge de la ausencia en entierros de determinadas partes de la osamenta de gobernantes. Sin embargo, esta carencia po-tomarse con cierta cautela.

    El entierro de Jasaw Chan Kawiil, gobernante de Tikal, Guate- dos encontrados en su tumba, destacan aqullos que representan al -

    -

    SUPERFICIES ESCRITAS EN TEMPLOS Y PALACIOS

    ron utilizados como soporte de bellos ejemplos de la plstica ma ya y pintura en un plano y el estuco en alto relieve. El alto relieve requiere color, as como la del escultor para modelar en volumen. Sin embargo, que lo soporta, son los mismos que se utilizaron en la tradicin pict-rica maya, razn por la cual se incluyen en este apartado.

    Figura 30. Hueso tallado, Entierro 116, Tikal, Guatemala.

    Superior: Figura 28. Vasija estilo cdice de procedencia desconocida, 1185.Figura 29. Concha tallada procedente de Piedras Negras, Guatemala.

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    MurosEn los muros de piedra estucada de los templos mayas se plasmaron escenas de diversa ndole, algunas una prctica comn entre los antiguos mayas. Por el estilo naturalista y belleza en el lenguaje plstico, y en Guatemala, de Bonampak, en Chiapas, y de Calakmul, en Campeche, son los ejemplos ms comple-

    lograr una creacin exitosa se necesitaba una preparacin cuidadosa de cada uno de los sustratos. Un -cin de la capa pictrica, y la paleta mal preparada o aplicada no permitira la permanencia de los colo-res. Aparentemente, en la elaboracin de la pintura mural intervino ms de una disciplina: en primera -diseaba y trazaba las imgenes y los textos para luego aplicar el color.

    caliza y arena de cal (sascab), o arena de slice (jiadicin de una sustancia orgnica aglutinante, que se piensa provendra de la corteza de ciertos rbo-les. La capa pictrica que cubrira el enlucido, de acuerdo con los anlisis realizados por Mara Luisa Vzquez de gredos en pinturas murales de algunos sitios de las Tierras Bajas, se aplicara sobre un necesaria utilizacin de un elemento aglutinante para los pigmentos, que aparentemente se obtuvo del exudado de algunas especies de rboles (gomas vegetales) y de ciertas orqudeas (muclagos).

    Para la extensa paleta cromtica que se ha observado en los murales, se utilizaron pigmentos, algu-nos colorantes de origen vegetal o la combinacin de ambos. El complejo orgnico-inorgnico ms cono-colorante ndigo o ail en minerales arcillosos (atapulgita para azul, sepiolita para verdes). Al reproducir el azul maya en laboratorio, a travs de diversos experimentos, se pudo observar que para lograr una pasta homognea no basta con incorporar los componentes, pues la integracin de los materiales slo se logra al elevar la temperatura y el tiempo, y es hasta entonces cuando las arcillas permiten la penetracin del colorante en sus poros, lo que da como resultado un nuevo compuesto sumamente estable. Al exceder la temperatura de 250C coccin.

    muestran que la tradicin de la pintura mural existi desde tiempos muy tempranos entre los mayas, los resultados de investigaciones recientes muestran una constante en las Tierras Bajas con variantes subregionales. Por ejemplo, en los murales de Bonampak se utiliz lo que la investigadora Diana Maga-artistas complementaban, tanto en la preparacin de los enlucidos como de la paleta cromtica, las pro-piedades aglutinantes de la cal con las caractersticas adhesiva y plstica de gomas y muclagos vege-tales. Es decir, agregaban muclagos vegetales al enlucido de cal y arena, y mezclaban los pigmentos con cal y estos aglutinantes vegetales. Esta tcnica mixta dio como resultado una mayor permanencia del Figura 31. Espina de raya tallada.

    sobre el enlucido pictrico antes de comenzar a trabajar; preparaban los pigmentos con arena de slice, muy saturados.

    lo que hace ms complejo el trabajo. Si bien su ejecucin involucra los mismos materiales que los de la pintura mural, la tcnica tuvo ciertas variaciones. Para lograr el panel del Templo de Palenque, Chia pas, Mxico, los artistas prepararon el muro con un enlucido, donde la porcin perdida de la nariz -modelo en un rea delimitada del muro preparado. La disciplina artstica requiri habilidades tanto iba co brando vida poco a poco. La prdida parcial de elementos decorativos en la ajorca del brazo y la pechera, as como en otras reas del cuerpo de Upakal Kihnich, indica que varios de los elementos -del Sol y de nuestros ojos durante siglos.

    Como parte de esta tradicin pictrica, por involucrar los mismos procesos tcnicos y artsticos, estn -

    SUPERFICIES ESCRITAS EN ESPACIOS NATURALES

    antiguos concibieron al universo. Dentro de este paisaje, la cueva juega un papel muy importante, pues -brenaturales, cuyas actividades se pensabaello que la cueva se convirti en un sitio de gran actividad ritual, donde los antiguos mayas dejaron im- ajaw, que aparece a ma-ajaw 3 sak

    Figura 32. Tapa de bveda 3, Dzibilnocac, Campeche, Mxico.

  • 59

    De manera general, tanto las imgenes como los textos que se han encontrado en cuevas son monocromos, trazados sobre todo con lnea negra posiblemente carbn directamente sobre la roca.

    SUPERFICIES ESCRITAS EN PIEDRA MONUMENTAL

    Dentro de los espacios arquitectnicos, colocados en lugares estra-tgicos principalmente en las grandes plazas o adosados a los mo-numentos destaca el representativo legado de escultura en piedra creado por los mayas. Sus artistas esculpieron la piedra para relatar, representar y calendarizar su historia tanto en tiempo real como mtico hombres y dioses o destacar las acciones del hombre-dios encarnado

    Si bien puede hablarse de una tradicin escultrica nica, que -rencias que existieron en las calidades de la obra, as como en la pre-lograron que sus realizaciones plsticas trascendieran en el tiempo.

    como es el caso de los olmecas, que transportaron enormes rocas a lo largo de grandes distancias para retratar a sus gobernantes, los mayas tuvieron la predileccin, con pocas excepciones, de utilizar materiales locales para su produccin artstica.

    Las caractersticas que los artistas mayas buscaron para la talla rramientas a las que tenan acceso, cualidades que encontraron en tres tipos de piedra principales: caliza, arenisca y toba volcnica. La piedra que endureca con el tiempo y al contacto con el aire. Las caractersti-determin tambin la permanencia y la calidad de la obra. Las cante-ras utilizadas para la produccin artstica de la ciudad de Calakmul, por ejemplo, dieron acceso a una piedra porosa sujeta a un alto grado en los bloques de caliza de Cob, Quintana Roo, provocaron la rpida prdida de los textos y las imgenes tallados. Tikal, en cambio, tuvo acceso a una gran variedad de piedras de origen calcreo, desde una de -tistas palencanos, por su parte, utilizaron una piedra caliza densa y de Figura 33. Pintura 2 del Grupo 2 de la cueva de Jolj, Chiapas, Mxico.

    En las canteras de las ciudades de Tonin, Chiapas, Mxico y Quirigu, Guatemala, se encontraron una roca gnea llamada riolita. Por su parte, los artistas de la ciudad de Copn, Honduras, tuvieron ac-ceso a un excelente material para el trabajo escultrico, esto es, una toba, o basalto de origen volc ni co; no obstante, el basalto presenta ndulos de pedernal que los escribas bordearon hbilmente o integraron a sus composiciones.

    dinteles y las jambas que adosaron a los muros de templos y palacios, as como las bancas que decoraron aposentos reales, son muestra de una produccin privada destinada exclusivamente a gobernantes y

    tacaron por la predileccin en el uso y la destreza en la realizacin de alguna de ellas. La ciudad de Tonin, ajaw, erigidos al katuun o periodo de 20 aos, razn por la cual son llamados altares ajaw. Otra de las obras

    Los escultores de la ciudad de Quirigu desarrollaron un estilo nico de altares. El ejemplo ms -

    -rigu se destacaron del resto de los ncleos urbanos por los retratos de cuerpo completo de sus gober- un ingrediente personal: colocar en sus plazas el grupo de estelas ms altas del Clsico, entre las que destaca la Estela

    Calakmul, la ciudad con mayor nmero de estelas conocidas, utiliz este tipo de monumentos para -bres y mujeres representados de manera individual, pero colocados uno al lado del otro en sus plazas. En

    En algunas ciudades mayas, el escriba-artista dej un compendio documental nico sobre los largo dentro del rea maya.

    La creacin plstica de Piedras Negras, Guatemala, se destaca por la decoracin de los muros de estelas-nicho, donde retratan al gobernante en postura sedente, en el momento de su entronizacin. Tanto las estelas como los tableros son singulares por combinar la talla tridimensional, en la escena

    En la ciudad de Yaxchiln, en Chiapas, Mxico, los escribas-artistas concordaron textos con imgenes en los dinteles de vanos de templos y aposentos residenciales. La constante representacin del conocido Kokaaj Bahlam

    co mo los del Grupo de las Cruces, localizado en la parte alta de este centro. Los ejemplos ms complejos y

    58

  • 6160

    de cortar y transportar la piedra no tuvieron nada que ver con la talla de los personajes y textos. Por evidencias arqueolgicas, donde - puede suponerse que el artista-escriba era el ltimo en participar

    SUPERFICIES ESCRITAS EN MADERA TALLADA

    --el alto grado de deterioro de la madera, provocado por las elevadas temperaturas y la humedad selvtica del rea maya, no ha permitido la sobrevivencia de muchos ejemplos.

    Los vestigios arqueolgicos muestran la utilizacin de made-ras tropicales, tales como el chicozapote y la caoba, maderas duras y resistentes al clima, pero no al paso del tiempo. El investigador Mi-chael D. Coe propone que la talla de estas duras maderas se haca cesaria utilizacin de gubias, o cinceles metlicos, que hasta ahora no se han encontrado en el rea maya, por lo que esta sugerencia pare-ce ser la ms acertada.

    El ejemplo que destaca dentro de esta categora es, sin lugar a duda, el Dintel 3 del Templo de Tikal, que muestra al gobernante --es la de su traslado a Basilea, Suiza, en el siglo .

    Figura 34. Estela inconclusa de origen desconocido. Figura 35. Dintel 3 de la Estructura 5 del Templo , Tikal, Guatemala.

  • 6363

    - -la regin en los siglos y -

    - -

    CONTEXTOS ARQUEOLGICOS DE LAS INSCRIPCIONES

    CLSICASLynneth S. Lowe

    I I I

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    MONUMENTOS Y CIUDADES ANTIGUAS

    teniente Jos Antonio Caldern llevadas a cabo en Palenque por instrucciones de la Corona espaola, la

    Ms adelante, el siglo represent de manera destacada la poca del descubrimiento de los an-ti guos mayas para la cultura occidental. Viajeros, exploradores y arquelogos pioneros dieron inicio a investigaciones ulteriores que revelaron los alcances de esta compleja civilizacin a lo largo del sur de Mxico, Guatemala, Belice y Honduras. As, personajes como Juan Galindo, Frdric de Waldeck, John del escenario cvico y ritual de las grandes urbes abandonadas durante siglos en el corazn de la densa en arduas condiciones por estos pioneros, el mundo pudo apreciar la importancia y complejidad de una lo demostraba su elaborada arquitectura, escultura y cermica.

    chas ocasiones optaron por interpretarlos como evidencia del contacto con civilizaciones del Viejo prcticamente idnticas en sitios tan lejanos como Palenque, en Chiapas, Mxico, y Copn, en Honduras-

    64

    , Copn, Honduras, segn Frederick Catherwood (1841).

    Figura 38. Casa del Palacio, Palenque, Chiapas, segn Frederick Catherwood (1841).

    Figura 39. Estela 35, Yaxchiln, Chiapas, Mxico.

    Stephens, en su obra Incidentes de viaje a Centroamrica, Chiapas y Yucatn, lo expres as:

    otras; pero existe la posibilidad de creer que toda esta regin estuvo alguna vez ocupada por la misma ra-za, que hablaba la misma lengua, o, al menos, que tenan los mismos caracteres escritos.

    Palenque y Yaxchiln, en Chiapas, Mxico, Tikal y Quirigu, en Guatemala, y Copn, en Honduras, re-presentaron en aquel momento ejemplos extraordinarios de la preservacin de la traza arquitectnica y la an estaban delimitadas por las imponentes imgenes de los gobernantes inmortalizados en estelas y al-ciones, danzas y rituales religiosos, alianzas matrimoniales, conquistas blicas y toma de cautivos, de carcter mitolgico, relacionada con la creacin del mundo y el nacimiento de los dioses.

    , la tala y colonizacin de la selva, -dido su ubicacin original.

    Gracias a los resultados de numerosos proyectos de investiga cin arqueolgica que se han desarro-llado en la regin, hoy se sabe que las estelas y otros monumentos esculpidos constituyeron un rasgo distin ti vo del periodo Clsico, aunque su uso se inici desde pocas anteriores. Por lo general, las estelas ms durante el periodo Clsico Tardo. Algunas de ellas conservan todava restos de pigmento de color rojo y, en el caso de las estelas lisas, resulta posible que originalmente estuviesen decoradas con dise os pintados.

    De acuerdo con los investigadores Stephen Houston y Takeshi Inomata, las estelas que estaban ubica-das en las grandes plazas no slo eran apreciadas por la lite, sino por gran parte de la poblacin local; pero en el caso de los dinteles y las lpidas, que decoraban templos y palacios, resulta evidente que estaban -men). En cambio, muchos de los dinteles y lpidas incluyen a los gobernantes y a otros miembros de la lite participando en rituales ntimos y reuniones de la corte, la mayora de las veces con atavos menos ostento-del gobernante llamado Kihnich Janaab Pakal (615-683), en el Templo de las Inscripciones de Palenque,

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    necieron in situ, conservando su ubicacin y disposicin originales tambin ha recuperado evidencias de destruccin o mutilacin inten-cional de esculturas en sitios como Tonin, en Chiapas, y Calak mul, en Campeche, Mxico, Nakum, Piedras Negras, Quirigu o Tikal, en Guatemala, que podran representar un testimonio de los procesos violentos dirigidos contra las dinastas gobernantes en aquella poca -dos intencionalmente.

    CONTEXTOS FUNERARIOS DE LA LITE

    Otro tipo de contexto arqueolgico de gran importancia, que ha per-los entierros de los gobernantes y miembros de la realeza. En tales -catorios, que incluyen lo que originalmente se denomin Secuencia Primaria Estndar, y que actualmente se conoce como Frmula Dedi- al poseedor o al personaje que haba realizado la dedicacin o consa- (vaso, plato, etctera) y su contenido, adems del nombre de su pro-pietario. Gracias a estas inscripciones, ahora se sabe que el contenido de estas vasijas poda ser cacao, atole o tamales, entre otros alimentos y bebidas destinados a acompaar a los grandes seores en su viaje

    laciona por lo general con exploraciones arqueolgicas intensivas llevadas a cabo penetrando en el ncleo de los grandes basamentos piramidales, muchas veces a travs de una cuidadosa excavacin, por medio de tneles o pozos de sondeo. En la actualidad, se cono-pitales de mayor importancia o a sus parientes cercanos, los cuales han contribuido en gran medida a nuestro conocimiento de las di-nastas gobernantes y sus prcticas mortuorias, por lo que vale la pena mencionar algunos ejemplos representativos (vase Su alien-

    inscripciones estuvo asociado al ha llaz go de la Tumba Ha, Belice, la cual contena los restos de un importante dignatario de-positado dentro de un gran templo en el centro de la ciudad. El ajuar de 400 objetos: ornamentos de jadeta y concha, perlas, una espina Figura 41. Conjunto de estelas, Calakmul, Campeche, Mxico.

    5-1, Dos Pilas, Guatemala.

  • 69

    Figura 42. Dintel 14 in situ, Yaxchiln, Chiapas, Mxico.

    dice casi desintegrado. En este contexto apareci tambin un par de --u tup, su orejera, as como su pertenencia a un personaje, y represent el -orejeras de Altun Ha co rresponde la siguiente lectura, propuesta por Harri Kettunen y Christophe Helmke: sta es la orejera de la Seora las orejeras y el personaje enterrado en la tumba, cuyos restos seos otras inscripciones complementarias que corroborasen tal identi-dad. Los ornamentos podran representar, entonces, una reliquia o embargo, en otras ocasiones s ha re sultado posible establecer con certeza la relacin entre los objetos y sus propietarios.

    -tes basamentos piramidales del centro de Tikal, Guatemala, destaca el Entierro 116, hallado en 1962 por los investigadores de la Univer-sidad de Pennsylvania a partir de una serie de tneles excavados en el ncleo del Templo -nantes ms destacados y poderosos de toda el rea central durante ubicacin y cronologa, as como por las inscripciones registradas -taba colocado sobre una banqueta cubierta con una piel de jaguar y una estera, con un suntuoso atavo que inclua abundantes mate-riales importados, como jadeta, perlas y conchas. Estos elementos de varias vueltas, as como de los brazaletes, ajorcas y orejeras. La de alabastro, varios espejos de pirita y una espina de raya. De es--mentos de mosaico de jadeta, cuya tapa representaba un retrato tro katuunes.

    Como caso nico, puede destacarse tambin la presencia de un conjunto de 89 huesos trabajados, agrupados en una de las esqui- -meros, del dios del Maz y del dios Kawiil como cetro maniqu, la

    imagen de un cautivo atado, as como una mano sosteniendo un pincel, entre otros. En uno de ellos se muestra la escena en la cual el propio Jasaw es transportado en una canoa por los dioses Remeros como un evento celeste que conmemoraba el da de la creacin en-tre los antiguos mayas. Dado que no hay evidencia de que el dignatario probable la segunda interpretacin.

    es el de la tumba del gobernante Yuhknom Yihchaak Kahk, tam-bin conocido como Gran Garra de Jaguar (686-695), de Cala k mul. . El gobernan te momento de su entierro, ataviado con un tocado completo y nume--nectaba con otra cmara secundaria, donde se hallaron los restos seos de una mujer, probablemente una de sus esposas. Como par-vasijas con decoracin polcroma, algunas de las cuales registra-ban el nombre de su propietario. Entre ellas se puede mencionar un

    Figura 43. Dintel de madera, Dzibanch, Quintana Roo, Mxico.

    68

  • Figura 44. Lado norte de la Estela

    ulak Yuhknom Yihchaak Kahk, es decir, el plato de Yuhknom Yihchaak Kahk. En situaciones como sta, donde el contexto arqueolgico presenta eviden-cias coincidentes con respecto a la cronologa y a los materiales asociados, resulta claro que las inscripcio-

    do con Erik Velsquez Garca, es importante considerar el hecho de que los nombres pintados o grabados en objetos porttiles hallados en las tumbas mayas no siempre corresponden a los ocupantes de los entierros, -avance de los nuevos descubrimientos.

  • UNA ESCRITURA JEROGLFICA

  • 75

    me ro ayuda a desterrar la idea popular de que los mayas, despus del

    --

    IV

    LOS IDIOMAS: HISTORIA Y DIVERSIDAD

    Toms Prez Surez

    de piedra del Templo ,

  • Las primeras evidencias de ocupacin humana en el territorio maya se remontan a ms de 10000 aos a.C. Bandas nmadas de cazadores-recolectores deambularon, a lo largo y ancho de este espacio, por ms de 8 000 aos antes de que se hicieran agricultores y sedentarios.

    -lingstica de quienes los hicieron. Puede suponerse, por la continuidad de algunos patrones tecnolgi-- lingstico mesoamericano.

    Los lingistas, basados en mtodos glotocronolgicos (medicin del cambio que una lengua ex-perimenta a travs del tiempo), proponen que todas las lenguas mayas actuales derivaron, a travs de un largo proceso histrico y cultural, de una lengua comn hoy extinta, denominada protomaya. sta, -renciacin interna que dio como resultado las 31 lenguas que actualmente se reconocen como mayas. De ellas, solamente dos, el chicomucelteco y el cholt, son lenguas muertas; las otras 29 continan siendo la principal va de comunicacin entre los pueblos mayas contemporneos. Cabe sealar que estas lenguas no se encuentran en igual situacin respecto al nmero de hablantes. Algunas estn a punto de desaparecer o slo cuentan con pocos cientos de hablantes, como el itz y el lacandn; otras, como el yucateco, el cakchiquel, el mam y el kekch, tienen varios cientos de miles, o el quich, que rebasa el milln de hablantes.

    Durante el milenio a.C., en gran parte del territorio mesoamericano surgieron los primeros asen-tamientos humanos permanentes, producto de una economa basada en la agricultura, sobre todo en el cultivo del maz. Fue entonces cuando las comunidades aldeanas iniciaron la produccin de vasi--

    Entre 1200 y 500 a.C., la produccin de vasijas y otros objetos de cermica se volvi una tradicin cultural comn a todos los grupos que habitaban el rea maya. Es a partir de ese momento que se tiene Chiapas y Tabasco, Mxico.

    objetosde hablantes mayas. La escritura maya, enriquecida en sus orgenes por la tradicin mixe-zoque como puede observarse en los ejemplos tempranos de San Bartolo, Guatemala, y en varios sitios de Belice se Despus del colapso del Clsico, aunque no con la misma exuberancia e intensidad, la tradicin se mantuvo hasta el momento del contacto con los conquistadores y colonizadores espaoles. Muestra de ello son los cumentos, en tiempos coloniales, por los portadores de la nueva religin.

    -de la segunda mitad del siglo

    Figura 48. Tzotziles, Chamula, Chiapas, Mxico.

  • DISTRIBUCIN GEOGRFICA DE LAS LENGUAS MAYAS

    sin, cubra un territorio aproximado de 325 000 km. Abarcaba los estados mexicanos de Yucatn, Campeche, Quintana Roo y la par-te este de Chiapas y Tabasco, as como todo Belice, Guatemala y la porcin occidental de Honduras y de El Salvador (vase Introduc-

    Cuando se observa un mapa de lenguas de esta rea cultural, la a sur. Lo primero que salta a la vista es la gran extensin que ocupan los hablantes del maya peninsular o yucateco. stos habitan prctica-mente toda la Pennsula de Yucatn, terrenos llanos, sin ros y carentes cin. Esta homogeneidad lingstica acaso tambin tiene que ver con

    Las Tierras Bajas centrales, donde ocurri la gran eclosin cul--ras. Limitan, al norte, con la base de la Pennsula de Yucatn y, al sur, con las primeras estribaciones de las tierras altas de Chiapas y Gua-que se da al ancestro del chol, chontal, chort y cholt, grupo de len-guas que se originaron en esa porcin central del rea maya despus un idioma ahora extintola lengua utilizada en las inscripciones del periodo Clsico y, por lo tanto, una reconstruccin de sta es la que se utiliza para las actua-inclusive que, desde el Clsico Tardo, en los textos puede observarse occidental (chol y chontal).

    Por su parte, las tierras altas de Chiapas y en especial las de Gua-temala muestran una gran diversidad lingstica, producto en parte del accidentado paisaje, surcado de caadas y altas estribaciones, as y otomangues (chiapaneca) en el occidente y en el sur, como de hablan-tes lenca, xinca, jicaque y pipil que habitaban en Honduras, El Salva dor y el sur de Guatemala. Aqu existe la mayor diversidad lingstica de toda el rea maya; muchas de las lenguas, que ahora se conocen, se localizan en este accidentado territorio de Chiapas y Guatemala.

    Hoy en da se reconoce la existencia de 26 a 31 lenguas mayas, pero el cin se debe a que algunos autores consideran lenguas lo que slo son

    variantes dialectales (un dialecto es la variante regional de una len--nicacin) y, en otros casos, algunas variantes dialectales sumamente cien tes se ha optado por reconocer la existencia de 31 lenguas agru-padas en cuatro grandes ramas, un criterio adoptado en este trabajo.

    La primera rama que se separ del tronco ancestral denominado pro-hace ms de 4 000 aos. Una hiptesis postula que la separacin ocu-rri cuando grupos hablantes de mixe-zoque se asentaron en la costa las lenguas mayas. Sin embargo, no se sabe cmo se origin el chico-mucelteco, lengua muerta de esta misma rama, que se hablaba en el mu nicipio chiapaneco de Chicomucelo, pero muy distante del terri-torio huasteco. Algunos trabajos sealan que stos migraron, en el perio do Posclsico, de la regin Huasteca hacia el territorio que ocu-

    Figura 50. Tzeltal, San Cristbal de las Casas, Chiapas, Mxico.

  • 80 81

    paban en Chiapas. Otros consideran que se trata de un grupo que qued en el rea maya antes de la separacin del huasteco.

    cua tro lenguas: yucateco o peninsular, itz, mopn y lacandn. La extensin del yucateco por toda la pennsula es prueba de su arrai-go y antigedad en este espacio. Puede suponerse, entonces, que los constructores de los innumerables centros arquitectnicos de es-ta regin del rea maya hablaban yucateco. Algunos investigado-va rios sitios localizados en la Pennsula de Yucatn estaban escritos periodo (en Ek Balam), y al inicio del Posclsico (en Chichn Itz), se empez a escribir en lengua yucateca. Sin embargo, cabe se alar que de tiempos coloniales existen numerosos documentos, escritos con caracteres latinos pero en lengua yucateca, que registran la con- El ritual de los Bacabes, los Cantares de Dzitbalch, la Crnica Yaxkukul, el Cdice Calkin, los libros llamados Chilam Balam y muchos otros testimonios son prueba de ello.

    -rante el periodo Posclsico Temprano, cuando grupos de yucatecos migraron al sur, hacia la regin del Petn guatemalteco. stos, esta-blecidos en territorios que antes ocuparon hablantes de la rama cholana, dieron origen a las lenguas itz y mopn. Los primeros se asentaron en torno a los grandes lagos de Petn, donde estaban quienes no los pudieron someter hasta el siglo . Los hablan-que comparten Guatemala y Belice, donde se localizan actualmente. Finalmente, los lacandones, que ahora habitan en las selvas chiapa-necas del mismo nombre, son grupos hablantes de yucateco que lle-garon a este territorio durante los siglos y , huyendo de la regin peninsular debido a la expansin colonial espaola.

    Otra importante divisin del tronco lingstico ocurri entre los aos -tal y la oriental. La occidental comprende a las lenguas cholanas de las Tierras Bajas centrales, as como a las tzeltalanas de las tierras altas Chiapas y Guatemala. Por su parte, la rama oriental agrupa a las len-guas mameanas y quicheanas, habladas principalmente en las tierras alta