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3 de noviembre 2013 www.isc.gob.mx Hermosillo, Sonora, México Publicación diaria durante la Feria del Libro 09 Coordinación: Doris Arenas / Edición: Carlos Sánchez Corrección: Doris Arenas / Diseño: Argelia Juárez Feria del Libro Hermosillo @FDLHermosillo Feria del libro hermosillo 2013 Carlos Sánchez Sumándose a la Colección de Perio-dismo Cultural que promueve CONACULTA, llega El Santo Oficio. Periodismo, literatura y cultura popular, libro de José Luis Martínez, un narrador que se entrega a su oficio, dándole el poder a El cartujo apersonarse de las historias que él vivió, que le contaron, que le abrazaron. Ignacio Mondaca, escritor sonorense, hizo esta ocasión de presentador. Dijo de la obra de Martínez: “El Santo Oficio abre un enorme portón por donde desfilan grandes personajes del periodismo mexicano, hacedores de la cultura nacional y también emblemáticas culturas de nuestro siglo XX, gracias al estilo cuidadoso de El cartujo sabremos de las acciones taurinas de Renato Leduc, de la vocación magisterial de Fernando Benítez, o acerca de cómo reencontrar a Alfonso Reyes” ¿Quién es El cartujo? Un monje cartujo es aquel que sigue reglas muy estrictas de austeridad, clausura y silencio. Sin embargo, El cartujo de José Luis Martínez husmea, pregunta, es andariego; y se narra en su nombre siempre El Santo Oficio, columna, antes de convertirse en libro. Nacho Mondaca expresó también: “No quedan fuera de la órbita de El Santo Oficio ni la música, ni la pintura, tampoco el cine o el trabajo de los cómicos mexicanos, Picasso, Cuevas, Beto el boticario...” La columna del autor nace en 1986, de aquel entonces a la fecha ha navegado por distintos medios, ahora una selección de éstas descansan en un volumen que, según el escritor y periodista: “Es un libro que de alguna manera se constituye en una bitácora de viaje, de un largo viaje con un oficio al que yo nunca me pensé dedicar en la vida, yo tenía una vida más o menos cómoda en la administración pública, cuando me cayó la maldición del periodismo, que requiere muchas cualidades y muchas características de un monje, de un hombre que se entrega a la fe, que requiere una vocación, del sacrificio, uno tiene que dejar muchas cosas, requiere también la discreción, del que solo es un mediador, no un protagonista, entre la realidad y lo que sucede entre los que crean el arte y el público.” De lo anterior descrito, se llega a la conclusión del título de la columna y de la existencia de El cartujo. José Luis Martínez, compartió que la columna nace en un México casi destruido después del terremoto del ´85, momento del cual no pudo escribir una sola palabra. Se remonta a aquellos días de 1986 y comenta: “Cuando tuve oportunidad de empezar la columna, no iba a ser una columna que apostara por la nostalgia, sino por la memoria, por la historia, por ese recuerdo que no se debe ir, sin querer volver a él. Yo disfruto mucho mi presente, pero si registrar todo eso”. Cabe señalar que en la obra se plasman los nombres de Carlos Fuentes, Max Aub, Tito Monterroso, Rubem Fonseca, entre muchos otros que el autor ve a gran parte de estos como maestros y amigos. Me gusta saber que puedo ser un protagonista de mí tiempo y no nada más un intermediario: José Luis Martinez Heriberto Duarte A gustín Sánchez, escritor, narra la la muerte de José Guadalupe Posada, quien murió solo, víctima del alcoholismo: “Y fíjense qué paradójico, va a ser enterrado en el panteón de Dolores, en el mismo pan- teón donde está la Rotonda de los Hombres Ilustres, pero como no tiene familia ni tiene a nadie va a ser aventado en la fosa común. Y a los siete años, cuando está en la perpetuidad agarran sus huesos y va a parar como sus calaveras del montón. Tenemos varios años tramitando que sea trasladado a la Rotonda de los Hombres Ilustres y no puede ser trasladado porque la ley dice que para que esto sea posible tiene que haber restos”. Es la Feria del Libro de Hermosillo donde el escritor, es- pecialista en la obra de José Guadalupe Posada, comparte el contenido de sus libros: La portentosa vida de J. G. Po- sada, y Posada en blanco y negro. Sánchez apoya su exposición con grabados de Posada. Uno a uno los describe y cuenta la historia del pintor. Con destreza y conocimiento de causa cada uno de los gra- bados proyectados se convierte en eslabón para hilvanar el paso por la vida de sus ideas y la trascendencia de su obra y el nombre de José Guadalupe. La sapiencia es manifiesta, y ante esta destreza del expo- sitor, una dama del público inquiere a Sánchez el por qué le interesó el tema de Posada. Entonces el escritor con- versa: “Me interesó Posada como parte de un interés que tengo por la caricatura. Estoy convencido que las cosas cambian cuando uno las conoce, cuando uno conoce las bondades, las virtudes y los defectos. Soy historiador, en- tonces me interesaba saber por qué los mexicanos tene- mos tan mala leche, dirían los españoles, al contar chistes cuando nos pasa una tragedia. Este es un síndrome de los mexicanos. Entonces empecé a estudiar la caricatura como parte de la idiosincrasia de lo que somos los mexi- canos, aún no logro comprender”. Agustín Sánchez toma como punto de partida el legado de Posada y aborda el tema de la lectura en México: “La tragedia que estamos viviendo los mexicanos además de la violencia y como parte de la violencia, es la no lectura, la gente que lee, está comprobado, que es menos pro- pensa a la violencia, entonces hay que regalarle libros a los narcos, además regalarle a todo mundo porque justa- mente la tragedia de México es que cada día lee menos, hoy se lee menos. En los años veinte, con el proyecto de José Vasconcelos, los niños de primaria leían más que hoy que alguien que tiene doctorado, y leían más porque en los años veinte estos niños leían todos los clásicos. En otro estudio que hice de otro gran caricaturista que se llama Gabriel Vargas, el de La familia Burrón, don Ga- briel Vargas a sus doce años había leído prácticamente todo Cervantes, había leído no sólo Don Quijote, sino to- das las Novelas ejemplares, conocía La Iliada, La Odisea, conocía todos los clásicos del arte universal, entonces estos cuadernillos que circulaban, todas esas obras ayu- daban a leer, y también ayudaban a la economía porque había sociedades de lectura, en las esquinas a veces se paraban los que sabía leer y cobraban un centavo y les leían al resto de las personas, y eso también hay que ha- cer. Uno de los elementos que se recomienda para que los niños amen la lectura es leerles, uno como adulto, y de esta manera también empiezan a amar la lectura. Entonces, como pueden ver, Posada es un personaje al que yo tengo veinte años trabajándole, investigando, leyendo, buscando y sigo encontrando cosas porque Posadas es un hombre por descubrirse, es un hom- bre que a pesar de que murió hace cien años, está más vivo que nunca, está más presente que nunca; si ven por ejemplo toda la red de los que hubo ayer en el día de muertos, en todas partes se mencionó a Posada, el buscado de Google tiene una función donde si uno pone Posada indica todas las direcciones y temas de él. En varias ciudades de Estados Unidos, en varias ciudades europeas conmemoran a Posada, es decir Posada se vol- vió como un sinónimo de día de muertos. A pesar de que murió hace cien años, Posada está más vivo que nunca: Agustín Sánchez Me interesó Posada como parte de un interés que tengo por la caricatura. Estoy convencido que las cosas cambian cuando uno las conoce, cuando uno conoce las bondades, las virtudes y los defectos Nos vemos el 2014

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3 de noviembre 2013

www.isc.gob.mx

Hermosillo, Sonora, México

Publicación diaria durante la Feria del Libro

09Coordinación: Doris Arenas / Edición: Carlos Sánchez

Corrección: Doris Arenas / Diseño: Argelia Juárez

Feria del Libro Hermosillo @FDLHermosillo

Feria del libro hermosillo 2013

Carlos Sánchez

Sumándose a la Colección de Perio-dismo Cultural que promueve CONACULTA, llega El Santo Oficio. Periodismo, literatura y cultura popular, libro de José Luis Martínez, un narrador que se entrega a su oficio, dándole el poder a El cartujo apersonarse de las historias que él vivió, que le contaron, que le abrazaron.

Ignacio Mondaca, escritor sonorense, hizo esta ocasión de presentador. Dijo de la obra de Martínez:“El Santo Oficio abre un enorme portón por donde desfilan grandes personajes del periodismo mexicano, hacedores de la cultura nacional y también emblemáticas culturas de nuestro siglo XX, gracias al estilo cuidadoso de El cartujo sabremos de las acciones taurinas de Renato Leduc, de la vocación magisterial de Fernando Benítez, o acerca de cómo reencontrar a Alfonso Reyes” ¿Quién es El cartujo?   Un monje cartujo es aquel que sigue reglas muy estrictas de austeridad, clausura y silencio. Sin embargo, El cartujo de José Luis Martínez husmea, pregunta, es  andariego; y se narra en su nombre siempre El Santo Oficio, columna, antes de convertirse en libro. Nacho Mondaca expresó también: “No quedan fuera de la órbita de El Santo Oficio ni la música, ni la pintura, tampoco el cine o el trabajo de los cómicos mexicanos, Picasso, Cuevas, Beto el boticario...”

La columna del autor nace en 1986, de aquel entonces a la fecha ha navegado por distintos medios, ahora una selección de éstas  descansan en un volumen que, según el escritor y periodista: “Es un libro que de alguna manera se constituye en una bitácora de viaje, de un largo viaje con un oficio al que yo nunca me pensé dedicar en la vida, yo tenía una vida más o menos cómoda en la administración pública, cuando me cayó la maldición del periodismo, que requiere muchas cualidades y muchas características de un monje, de un hombre que se entrega a la fe, que requiere una vocación, del sacrificio, uno tiene que dejar muchas cosas, requiere también la discreción, del que solo es un mediador, no un protagonista, entre la realidad y lo que sucede entre los que crean el arte y el público.” De lo anterior descrito, se llega a la conclusión del título de la columna y de la existencia de El cartujo.José Luis Martínez, compartió que la columna nace en un México casi destruido después del terremoto del ´85, momento del cual no pudo escribir una sola palabra. Se remonta a aquellos días de 1986 y comenta: “Cuando tuve oportunidad de empezar la columna, no iba a ser una columna que apostara por la nostalgia, sino por la memoria, por la historia, por ese recuerdo que no se debe ir, sin querer volver a él. Yo disfruto mucho mi presente, pero si registrar todo eso”.

Cabe señalar que en la obra se plasman los nombres de Carlos Fuentes, Max Aub, Tito Monterroso, Rubem Fonseca, entre muchos otros que el autor ve a gran parte de estos como maestros y amigos.

Me gusta saber que puedo ser un protagonista de mí tiempo y no nada más un intermediario: José Luis Martinez

Heriberto Duarte

Agustín Sánchez, escritor, narra la la muerte de José Guadalupe Posada, quien murió solo, víctima del alcoholismo: “Y fíjense qué paradójico, va a ser

enterrado en el panteón de Dolores, en el mismo pan-teón donde está la Rotonda de los Hombres Ilustres, pero como no tiene familia ni tiene a nadie va a ser aventado en la fosa común. Y a los siete años, cuando está en la perpetuidad agarran sus huesos y va a parar como sus calaveras del montón. Tenemos varios años tramitando que sea trasladado a la Rotonda de los Hombres Ilustres y no puede ser trasladado porque la ley dice que para que esto sea posible tiene que haber restos”. Es la Feria del Libro de Hermosillo donde el escritor, es-pecialista en la obra de José Guadalupe Posada, comparte el contenido de sus libros: La portentosa vida de J. G. Po-sada, y Posada en blanco y negro. Sánchez apoya su exposición con grabados de Posada. Uno a uno los describe y cuenta la historia del pintor. Con destreza y conocimiento de causa cada uno de los gra-bados proyectados se convierte en eslabón para hilvanar el paso por la vida de sus ideas y la trascendencia de su obra y el nombre de José Guadalupe. La sapiencia es manifiesta, y ante esta destreza del expo-sitor, una dama del público inquiere a Sánchez el por qué le interesó el tema de Posada. Entonces el escritor con-versa: “Me interesó Posada como parte de un interés que tengo por la caricatura. Estoy convencido que las cosas cambian cuando uno las conoce, cuando uno conoce las bondades, las virtudes y los defectos. Soy historiador, en-tonces me interesaba saber por qué los mexicanos tene-mos tan mala leche, dirían los españoles, al contar chistes cuando nos pasa una tragedia. Este es un síndrome de los mexicanos. Entonces empecé a estudiar la caricatura como parte de la idiosincrasia de lo que somos los mexi-canos, aún no logro comprender”. Agustín Sánchez toma como punto de partida el legado

de Posada y aborda el tema de la lectura en México: “La tragedia que estamos viviendo los mexicanos además de la violencia y como parte de la violencia, es la no lectura, la gente que lee, está comprobado, que es menos pro-pensa a la violencia, entonces hay que regalarle libros a los narcos, además regalarle a todo mundo porque justa-mente la tragedia de México es que cada día lee menos, hoy se lee menos. En los años veinte, con el proyecto de José Vasconcelos, los niños de primaria leían más que hoy que alguien que tiene doctorado, y leían más porque en los años veinte estos niños leían todos los clásicos. En otro estudio que hice de otro gran caricaturista que se llama Gabriel Vargas, el de La familia Burrón, don Ga-briel Vargas a sus doce años había leído prácticamente todo Cervantes, había leído no sólo Don Quijote, sino to-das las Novelas ejemplares, conocía La Iliada, La Odisea, conocía todos los clásicos del arte universal, entonces estos cuadernillos que circulaban, todas esas obras ayu-daban a leer, y también ayudaban a la economía porque había sociedades de lectura, en las esquinas a veces se paraban los que sabía leer y cobraban un centavo y les leían al resto de las personas, y eso también hay que ha-cer. Uno de los elementos que se recomienda para que los niños amen la lectura es leerles, uno como adulto, y de esta manera también empiezan a amar la lectura. Entonces,  como pueden ver, Posada es un personaje al que yo tengo veinte años trabajándole, investigando, leyendo,  buscando  y sigo encontrando cosas porque Posadas es un hombre por descubrirse, es un hom-bre que a pesar de que murió hace cien años, está más vivo que nunca, está más presente que nunca;  si ven por ejemplo toda la red de los que hubo ayer en el día de muertos, en todas partes se mencionó a Posada, el buscado de Google tiene una función donde si uno pone Posada indica todas las direcciones y temas de él. En varias ciudades de Estados Unidos, en varias ciudades europeas conmemoran a Posada, es decir Posada se vol-vió como un sinónimo de día de muertos.

A pesar de que murió hace cien años, Posada está más vivo que nunca: Agustín Sánchez

Me interesó Posada como parte de un interés que tengo por la

caricatura. Estoy convencido que las cosas cambian cuando uno las

conoce, cuando uno conoce las bondades, las virtudes y los defectos

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3 de noviembre 2013Hermosillo, Sonora, México 09FERIA DEL LIBRO

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