COMO CURARSE DE LA TRISTEZA Y MELANCOLIA EN 14 DIAS

He realizado miles de horas de colegio, muchas de ellas fueron vacías, pero algunas otras, me

han convertido en la persona que soy, en especial me acuerdo un día que un profesor nuestro

nos conto su historia. El había sido cura durante mucho tiempo, dejo el orden religioso para

ser profesor, porque no le estaba permitido casarse. En el tiempo que había sido cura, durante

algunos años estuvo destinado en Colombia y explicaba que esos, fueron los años más felices

de su vida, yo pregunte: ¿Cómo puede ser profesor? Usted estaba en un país pobre, sin nada,

le faltaba comida, agua y servicios básicos, además ¡No cobraba nada¡

Mi profesor contesto: Cierto Néstor, pero cuando ayudas a la gente, sientes un nivel de

satisfacción mucho mayor al imaginable. Cuando tú les dabas comida y cuidabas a los niños

realmente recibías más tú que ellos, recibías una cantidad de amor, de gratitud, de saber que

estas realizando lo correcto, que superaba cualquier sentimiento. La gente que está de

voluntaria en países pobres, está encantada, porque saben que lo que ellos aportaran allí vale

mucho más que el dinero. Saben que provocar la sonrisa de un niño enfermo o hambriento, es

impagable. Por eso no les importa no cobrar nada y vivir bajo mínimos. Es por eso que hay

tantos miles de misioneros en el mundo.

Yo en el momento, no lo entendí muy bien, creí que me había perdido algo o que estaba loco.

Pero con el paso de los años, he entendido a la perfección que no hay nada que te pueda hacer

más feliz, que dar sin esperar en recibir.

Un granjero de california paso de que le llamaran “huérfano esquifido” a ser el hombre más

querido de el pueblo ¿Como lo hizo? Muy sencillo dejó de sentir lástima por el mismo y paso a

ayudar a todo el pueblo. Como ayudaba a todos, dejaron de insultarle porque era un hombre

querido, y como tenía todo el tiempo ocupado ayudando a gente, no tenía preocupaciones.

Cuando uno ayuda a los demás sin esperar nada a cambio obtiene un beneficio infinito, porque

se convierte en una persona querida por los demás y se siente bien por dentro, porque te

sientes como una persona grande e importante. Quien ayuda a los demás deja de tener

preocupación y deja de sentir tristeza.

De forma magistral el Dr. Adler en su libro “Lo que la vida debería significar para usted”

explica:

La tristeza y la melancolía son sentimientos de reproche contra los demás y contra uno mismo,

con el verdadero fin de obtener el interés de los demás, uno a veces se entristece solo para que

le presten atención y le pregunten por él. Si esa persona se esfuerza en complacer a los demás,

los demás estarán agradecidos, les caerá en estima, y así llenara su sentimiento de

importancia, saliendo de la tristeza.

Cuando pensamos en los demás, dejamos de pensar en nosotros mismos que es lo que produce

preocupación y tristeza. (Ya que nos mantenemos ocupado y es imposible pensar en dos cosas

a la vez.)

Un sentimiento de tristeza es algo así como “recuerdo que quería tumbarme en la cama, pero

mi hermano estaba tirado allí, así que llore amargamente”

Lo primero que se debe hacer con los melancólicos, es que hagan todo lo que quieran, y si no

quieren hacer nada, que no lo hagan, no hay que forzarles a hacer nada que les desagrade, eso

les convierte en dioses y pueden hacer lo que les place, así que es el primer paso para que

comiencen a mejorar. Cuando me dicen que les encantaría estar todo el día en la cama, sé que

si se lo permito ya no le gustara estar en cama, y si pongo trabas se iniciaran las hostilidades,

así que siempre accedo.

Después les digo que si hacen durante catorce días cosas por los demás, les será un gran alivio

para su salud, que piensen en que pueden hacer para complacer a los demás, cuando tengan

un rato muerto, cuando no puedan dormir, cuando les apetezca o estén aburridos.

Si dicen que están muy ocupados y tristes, decimos, que no dejen de preocuparse, pero que de

tanto en tanto piensen en algo sencillo por los demás, y si me cuestionan porque deberían

hacerlo, tipo: ¿Hacer algo por los demás, ellos no hacen nada por mi? les digo, es por tu salud,

debe usted pensar en su salud, que lo haga exclusivamente para curar su salud, los demás ya

sufrirán más tarde.

Con esto se consigue que el paciente se relacione con sus semejantes sobre una base de

cooperación e igualdad, y cuando esto pasa, está curado.

El ser que más dificultades tiene en la vida y más daño causa, es el que no se interesa por su

semejante, de estos individuos surgen todos los fracasos humanos.

La persona que no se preocupa por los demás y no hace nada por nadie, vive amargada y es

incapaz de obtener la simpatía de los demás.

Así es, como dijo Alfred Adler:

Usted puede curarse de cualquier tristeza o depresión en 14 días, si cada día de estos catorce

procura complacer a alguien

Nunca he encontrado una mejor receta contra la tristeza que la de efectuar cosas y complacer

a los demás.

Dr. Adler nos invita a que realicemos una buena acción cada día, ¿Y que es una buena acción?

El profeta Mahoma dijo: Una buena acción es la que provoca una sonrisa de alegría en el

rostro del otro.

Ahora quizás te preguntes, ¿Cómo puedo hacer yo eso? ¿Qué maneras tengo de ayudar a los

demás? Muy fácil, durante el día de hoy, seguro que te encontraras con algunas personas, nos

cruzaremos con varias personas como nosotros, como quieres verlas, ¿Como una pieza más de

este mundo, o como personas únicas humanas? ¿Cómo va a tratarles, como a uno cualquiera,

o como alguien especial? ¿No sería una buena acción decirles algo que les agrade? Todo el

mundo con que nos crucemos hoy le gustara que le digas un elogio sincero, algo que

realmente te gusta o admiras de esa persona, esto dibujara una sonrisa en su cara y

conseguirás hacer sentir bien a alguien, por tanto, una buena acción. Interésate por la gente

que te rodea, no les trates como vulgares piezas de un mecanismo, interésate por ellos y

también efectuaras una buena acción.

Es como un pequeño reto, el cual supone en adivinar que decirle a la gente y que sepas que les

va a gustar. Adivinar de que se sienten orgullosos, adivinar y a pensar que le puede agradar a

tal persona, o que le puede parecer interesante al prójimo. No solo nos será provechoso, sino

que puede convertirse en un juego divertido.

Por ejemplo, ¿Le has preguntado a tu vecino de que trabaja? ¿Le dijiste a la quica del quiosco

cuanto te gusta su peinado? ¿Le has preguntado al chico de la gasolinera si lleva mucho

tiempo trabajando allí? ¿Le has dicho a tu compañero de trabajo las cosas buenas que ves en

él? ¿Hablaste con la camarero del bar para saber si se aburría o le gustaba su trabajo? Al

principio puede resultarte incomodo o vergonzoso, por no estar acostumbrado, pero solo es

práctica.

El hombre perfecto da sin pensar en recibir, ese hombre no tiene melancolía jamás.

Si eres muy tímido comienza con cosas sencillas, por ejemplo, cuando veas a alguien paseando

a su perro, dile algo bonito acerca de este, veras como se enorgullece y se alegra.

Recordemos como Aristoteles decía, “El hombre ideal disfruta haciendo favores a los demás,

pero se avergüenza de que los demás le hagan favores, porque es señal de superioridad

conceder una gracia pero señal de inferioridad recibirla.”

Tratemos a la gente como individuos y no como engranajes de una maquina porque lo que las

personan ansían, es que les prestemos un poco de atención como seres humanos.

En muchas ocasiones cuando voy a cenar algún restaurante felicito al camarero por su rapidez

o al cocinero por su comida, ¿Saben qué? No solo me siento mejor y recibo la simpatía del

local, sino que muchas veces soy invitado a los cafés, o tengo una cortesía por parte de la casa.

EL filósofo Zoroasto dijo “Hacer bien a los demás no es un deber, es una alegría porque

aumenta tu propia salud y felicidad.”

En mi grupo de amistades, había el típico ligón, que conquistaba a todas. Un día se presento

con una nueva mujer, la cual no era demasiado agraciada. Yo pensé que le iban a durar juntos

muy poco tiempo, pero cuando llevaron un año saliendo, le pregunte a mi amigo porque eligió

a ella, si podría estar con mujeres mil veces más guapa que ella, el me contesto: Porque las

demás solo me querían por fuera, yo era como una especie de trofeo para ellas, pero en

cambio ella se preocupa por mí, se interesa en mi y en como soy por dentro, se preocupa

sinceramente en hacerme sentir bien.

Si vas a un bar y ves que el servicio es lento no te quejes ni reniegues, porque eso pondrá a la

otra persona en tu contra, mejor dile que entiendes la lentitud por lo lleno que esta todo, te

sentirás mejor y obtendrás un mejor trato.

Los que las personas quieren es que les presten un poco de atención como seres humanos.

Un hombre que se levanta un lunes por la mañana, en el ascensor se encuentra con una

vecina, a la cual le pregunta por su hijos, al entra en el bar pregunta a los dependientes como

comienza la semana, felicita al camarero por su comida, saluda a las señoras mayores con una

sonrisa sincera, al llegar al quiosco compra el periódico, se despide de la quiosquera

llamándola por su nombre y deseándole un buen día, luego en el trabajo saluda a sus

compañeros y les invita a un café, mientras les pregunta por como fue el fin de semana.

¿Puede estar amargada esta persona? ¿Creéis que esta persona, puede estar triste? ¿Creéis

que puede necesitar un psicólogo? No, seguramente esta persona tenga una vida

completísima y alegre, es más, seguramente será querido por todos, admirado por todos, todo

el mundo querrá estar con él y ayudarle. Sería una persona ideal, y sería así porque da sin

pensar en recibir.

Dice el proverbio chino, “Siempre queda un poco de fragancia en la mano que da rosas”

Provoca hoy una sonrisa y te sentirás doblemente bien, bien porque hace una buena acción, y

bien porque sabes que estás cumpliendo sus objetivos, que vas derecho a una vida mejor.

Escribe una postal a alguien, un mensaje, un email o unos crismas, algo que le sorprenda, dile a

la gente que te rodea el aprecio que sientes por ellos, veras como esa persona como una

actitud 100% positiva contigo.

Olvidémonos de nuestra propia felicidad tratando de crear un poco de felicidad para los demás

y veras que “cuando eres bueno para los demás eres mejor para ti mismo”

Contéstate a las siguientes preguntas:

¿Últimamente he hecho alguna acción desinteresada por alguien? ¿Me sentiré bien si hago reír

a alguien? ¿Estaré contento si la gente me tiene aprecio? ¿Quiero ser una buena persona, que

da sin esperar recibir? ¿Qué clase de persona quiero ser, un amargado o alguien a quien todo

el mundo aprecia? ¿Porque no nos proponemos solo por hoy hacer algo que dibuje en alguien

una sonrisa en su rostro?

En síntesis:

Provoca felicidad en los demás y veras como aumenta tu propia felicidad. Si quieres olvidarte

de la tristeza y la melancolía, interésate, preocúpate y empatiza con los demás.

Solo por hoy voy a olvidarme de mi mismo y voy a interesarme en los demás. Hoy

voy a provocar una sonrisa en el rostro de alguien.

Solo por hoy voy a dar sin esperar en recibir.