82 articulo botero tragedia moderna cine elecciones politicas mexico 2013 (1)

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3 UNIVERSIDAD ANHUAC MAYAB P. Rafael Pardo Hervs, L. C. RECTOR Dr. Narciso Acua Gonzlez VICERRECTOR ACADMICO DIVISIN DE CIENCIAS JURDICAS Y SOCIALES FACULTAD DE DERECHO Mtro. Absaln lvarez Escalante DIRECTOR Dra. Mara Guadalupe Snchez Trujillo COORDINADORA DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURDICAS Y PROGRAMAS DE DOCTORADO 4 CONSEJO EDITORIAL REVISTA IN JURE ANHUAC MAYAB Hctor Jos Victoria Maldonado PRESIDENTE HONORARIO DEL CONSEJO EDITORIAL Absaln lvarez Escalante PRESIDENTE DEL CONSEJO EDITORIAL Mara Guadalupe Snchez Trujillo DIRECTORA GENERAL CONSEJEROS EDITORIALES Andrs Botero Bernal (UdeM, Colombia) Jos Antonio Caballero Jurez (CIDE, Mxico) Ramiro Contreras Acevedo (UdeG, Mxico) Jorge Alberto Gonzlez Galvn (IIJ-UNAM, Mxico) Mara del Pilar Hernndez Martnez (IIJ-UNAM, Mxico) Francisco Jos Paoli Bolio (IIJ-UNAM, Mxico) Ruperto Patio Manffer (UNAM, Mxico) Luciano Carlos Rezzoagli (IIETE, UNL, Argentina) Jos Antonio Nez Ochoa (IIJyP, UA Norte, Mxico) 5 Alma de los ngeles Ros Ruiz (UNAM, Mxico) Mara Guadalupe Snchez Trujillo (IIJ, UA Mayab, Mxico) Enrique Uribe Arzate (UAEM, Mxico) COMIT EDITORIAL Mara Cristina Burgos Montes de Oca Gerardo Centeno Canto Julia Amanda Daz Aguilar Genny Alejandra Falcn Gual Hctor Jos Faras Echeverra Luz Mara Guzmn Lozano Armando Peraza Guzmn Dalia Isela Pia Alberto Jorge Rivero Evia Marco Antonio Snchez Vales 6 In Jure Anhuac Mayab, Ao 2, Nm. 3, Julio Diciembre de 2013, es una Publicacin semestraleditadaporelInstitutodeInvestigacionesJurdicasdelaFacultadde DerechodelaUniversidadAnhuacMayab,Km.15.5Carr.Mrida-ProgresoMrida, Yucatn,MxicoCP.97310,Tel.(999)942-4800ext.536,01-800-012-0150, http://www.anahuacmayab.mx.Editorresponsable:UniversidadAnhuacMayab. Reserva de derechos al uso exclusivo No. 04-2013-011817063200-102 otorgado por el InstitutoNacionaldelDerechodeAutor.ISSN:2007-6045.Responsabledelaltima actualizacindeesteNmero,ServiciosdeTecnologadelaUniversidadAnhuac Mayab, Ing. David Arjona Espinosa, Km.15.5 Carr. Mrida- Progreso Mrida, Yucatn, Mxico CP. 97310, fecha de ltima modificacin, 14 de Enero de 2014. Lasopinionesexpresadasporlosautoresnonecesariamentereflejanlaposturadel editordelapublicacin.Quedaprohibidalareproduccintotaloparcialdelos contenidoseimgenesdelapublicacinsinpreviaautorizacindelaUniversidad Anhuac Mayab. 9 NDICE Presentacin. Absaln lvarez EscalantePg. 11 Estudios Jurdicos (Re)PensandolosPrincipiosTributariosConstitucionalesde Proporcionalidad y Equidad. Problemticas y Desafos. Pg. 13 Luciano Carlos Rezzoagli La Naturaleza Constitucional Dual de la Seguridad Pblica. Pg. 40 Enrique Uribe Arzate Alejandra Flores Martnez La Importancia del Planteamiento Epistemolgico en el DerechoPg. 57 Ramiro Contreras Acevedo Justicia Universal y Soberana Estatal. Pg. 78 Jorge Rivero Evia Aproximacin a una Propuesta de Regulacin Jurdica para Sistemas AmbientalesConocidoscomoCenotesenelEstadodeYucatn. Pg. 111 Gerardo Centeno Canto EducacinyFormacindelJuristaenlaEradelaGlobalizacin. Pg. 128 Alma de los ngeles Ros Ruiz 10 La Tragedia Moderna: Las Elecciones Polticas Vistas desde el Cine. Pg. 154 Andrs Botero-Bernal LosAcuerdosComercialesydeInversinFrentealaReforma Energtica. Pg. 183 Ruperto Patio Manffer Confusiones en Metodologa Jurdica. Pg. 205 Mara Guadalupe Snchez Trujillo Crnica Jurdica Anhuac ContradiccindeTesis293/2011.AvanceoRetrocesoenla Proteccin de Derechos Humanos. Pg. 217 Luis Alfonso Mndez Corcuera Colloquium TratamientoProcesaldelosCriteriosdeOportunidadenelDerecho Penal. Estudio Comparado Yucatn-Colombia. Pg. 238 Juan Carlos Echeverria Daz BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 153 LA TRAGEDIA MODERNA: LAS ELECCIONES POLTICAS VISTAS DESDE EL CINE* THE MODERN TRAGEDY: POLICY CHOICES SEEN THROUGH CINEMA Andrs BOTERO-BERNAL** RESUMEN.Elpresentetextoofreceunmarcodecomprensindelcinepoltico,en especialdelcineenfocadoalaseleccionespolticas,planteandocomoclave hermenutica el concepto mismo de tragedia. En la medida que el cine sobre elecciones puedadarcuentadeloselementosdelatragedia(asombro,miedoantelamaldicin, dilema moral y heroicidad, entre otros) podr trascender del mero juego del espectculo permitiendoaslareflexinpolticadelespectadoryelexamendelademocraciaque tenemos. Para esto se dan variados ejemplos cinematogrficos que ponen en evidencia tanto el componente dramtico como las expectativas trgicas de la obra. Palabras clave: Cine, Poltica, Elecciones, Democracia, Poder. ABSTRACT. This study offers a framework for understanding political cinema, especially the subject of political elections, establishing as hermeneutic key the concept of tragedy itself. As long as this type of cinemaoffers the elements of tragedy (atonement, fear of facingcurse,moraldilemmaandheroism,interalia),itwillbeabletotranscendfrom simpleentertainmenttopoliticreflectionofthespectator,andquestionourdemocratic system.Forthispurpose,thispaperprovidessomecinematographicexamplesthat expose both the dramatic component and the tragic expectations of the plot. Keywords: Cinema, Politics, Elections, Democracy, Power

*Paralaconstruccindeestetexto,quisieraagradecerlatareadelosauxiliaresdeinvestigacindela UniversidaddeMedellnSEBASTINBLANDN,QUEVINZAPATA,ANDRSARISTIZABALyJ UAN CAMILO PALACIO. Igualmente a los profesores CAROLINA BRAVO (USTA) y DIONY GONZLEZ por sus pertinentes sugerencias al presente escrito.** Doctor en Derecho. Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Medelln. Coordinador del rea de filosofa del derecho de esta Facultad (574+3405555). Correo electrnico: [email protected] BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 154 Adelante, seores!, Pasen a ver el monstruo antiguo, la bestia de mil formas y de ninguna, la tan pauprrima como suntuosa, la que se viste de prestado con todas las galas de la tierra, la ms vestida entre lo desnudo, la ms desnuda entre lo vestido, la nada en traje de Iris, la sombra de un misterio! Ante vuestros ojos deslumbrados aparecertalvezcomoalgoduroyfuerte:alczarotorren, baluarte o almena, roca o metal; pero, atencin!, porque nada es tan dbil como Ella, y nada tan deleznable como su vistoso edificio de espumas. O quizs nos parezca frgil, y su misma fragilidad os invitealascomparacionesmslricas;pero,cuidado!,porque nadaencontraristanresistentealaviolenciayalcastigo,nada tanfuertecomoEllaenlosrigoresdelalucha.Esos,laveris rodearse de misterio, disfrazarse de enigma y envolverse toda ella entulesquedesearanserimpenetrablesavuestrosojos;pero desengaaos!:ensumismoafndeparecermisteriosa,fciles advertir que no hay criatura ms desprovista de misterio. Y ahora, pasenaver,seores,ladeidadantigua,lademilnombres brbaros, la nunca profanada!, Seores, adelante!, chist!1. 1. Introduccin: El cine y el poder. Si bien el cine tiene una gran variedad de temas recurrentes, una constante es basar sus tramas en los vacos, para algunos, o intersticios, para otros, de los sistemas electorales2. Obviamente, algunos de estos filmes tienen nimos ms crticos que otros. Sin embargo, elojoinconformedelespectador,msalldeloslmitespuestosporeldirectorenla narracin visual, puede establecer continuidades entre muchas de estas pelculas al punto de considerar que se tratara de documentos polticos que cumplen ciertas frmulas en su

1 Marechal, Leopoldo. Adn Buenosayres (1948). 3 ed. Buenos Aires: Seix Barral, 2008, p. 265. 2 [S]i en trminos estrictamente cuantitativos es innegable que la atencin del cine por la poltica ha sido muy inferior a la prestada a tantsimas otras facetas de nuestra vida social, en trminos cualitativos es igualmente innegable que sern contadas las cintas inequvocamente polticas que hayan causado un impacto duradero en las retina de los cinfilos de este ltimo siglo Flores J uberas, Carlos. Polticos, campaas, elecciones y parlamentosvistosatravsdelcine:unaintroduccin.En:Flores J uberas,Carlos(ed.).Retratosdeuna ambicin:Polticos,campaas,eleccionesyparlamentosvistosatravsdelcine.Valencia:Diputacide Valncia, 2011, p. 9.BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 155 presentacinqueobedecenaestrategiasculturalesdeespectculo,sinnegarque,en varios casos, tambin desean ser claves para la formacin poltica del auditorio. Pero esta constante no es slo de los ltimos tiempos. El tema de las elecciones en el cine es tan antiguo como el propio sptimo arte. No hay que ser un gran conocedor para remontarnosaclsicosqueponenenevidencialasdeficienciasdelrgimenelectoral sobreelqueseconstruylaideadedemocraciaenelestatalismo-legicentrismo moderno3. Me viene a la mente, justo en este momento, algunas pelculas, ya mitos, que lograron un buen culmen dramtico gracias a la evocacin de las falacias alrededor de la polticaengeneralydelascampaaselectoralesenparticular:TheBirthofaNation (1915, dirigida por D. W. Griffith) con su mirada benvola del hombre de armas racista y sospechosadelpolticodemcrata;Mr.SmithgoestoWashington(1939,dirigidapor FrankCapra)queadviertelasdificultadesdelhombrehonestoparahacerseorenel sistema poltico tradicional4; The Great Dictator (1940, escrita, dirigida y protagonizada por CharlesChaplin)queconstituyetodaunapremonicindelospeligrosenlossistemas totalitarios,enespeciallosquesebasanenconsensosmasivosexpresadosen elecciones; Citizen Kane (1941, dirigida y protagonizada por Orson Welles, y con guion de esteltimojuntoaHermanJ .Mankiewicz)quenarraelpesodelavidaprivadaydel escndaloenelsistemaelectoraldemocrticoestadounidenseylacapacidadde manipulacindelosmassmediasobreloscandidatos;yThecandidate(1972,Michael Ritchie, escrita por J eremy Larner y protagonizada por Robert Redford)5 que expone la

3Elconceptodeestatalismo,asociadoconlademocraciamoderna,estbienexplicadoen:Fioravanti, Maurizio. Appuntidistoriadellecostituzionimoderne:Lelibertfondamentali. 2 ed. Torino: G. Giappichelli Editore,1995,Capitoloprimo,pp.17-49.Alolargodemisinvestigacionesheconsideradoquedicho concepto, el estatalismo, es necesario ligarlo con uno de mayor contenido jurdico: el legicentrismo. Ver, por ejemplo:Botero,Andrs.Lalecturaliterariaformabuenosjueces?AnlisiscrticodelaobraJ usticia Potica.En:SupremaCortedeJ usticiadelaNacin.Argumentacinjurisprudencial:MemoriasdelII CongresoInternacionaldeArgumentacinJurdica. Mxico: Suprema Corte de J usticia de la Nacin. 2012, pp.209-278.Enconsecuencia,elestatalismoesfundamentalmentecondicinpolticamientrasqueel legicentrismo es eminentemente condicin jurdica del estado de derecho que parti del liberalismo del siglo XIX. 4 Cfr. Flores J uberas, Carlos. El hemiciclo parlamentario como escenario cinematogrfico: Mr. Smith Goes to Washington. En: Flores J uberas, Carlos (ed.). Retratos de una ambicin: Polticos, campaas, elecciones y parlamentos vistos a travs del cine. Valencia: Diputaci de Valncia, 2011, pp. 21-47. 5 Analizada por: Flores J uberas, Carlos. Cine y elecciones. El candidato como paradigma del gnero. En: Rubio Pobes, Coro (ed.). La historia a travs del cine. Estados Unidos: una mirada a su imaginario colectivo. Bilbao:UniversidaddelPasVasco,2010,pp.125-155.Igualmente,SariasRodrguez,David.Una BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 156 tensin entre lo que piensa el candidato con lo que se le exige que diga para ganar el afectodeloselectores.stassonsloalgunosejemplosdelasmuchaspelculas,ya veteranas, que tratan el tema. No obstante, no abordar ni comentar en extenso los clsicos, que ya tienen muchos analistas.Misejemplosversarn,enlamedidadeloposible,sobrepelculasms recientes y de fcil acceso para el cinfilo. Me centrar, en este trabajo, en exponer algo muy sencillo: la disfuncionalidad de las elecciones polticas fue, es y ser un tema crucial para el cine porque garantiza espectculo a la vez que permite al espectador un examen delopblicosilograverelfilmecomounatragediabasadaenelamor-odio,enel asombro-miedo que la democracia genera.Dicho con otras palabras, las elecciones en el cine es una constante que puede ser explotadaparaunvariadotipodeintenciones(ynoslodemocrticas),peroque obedece, como frmula de xito, a la presentacin del enigma que cautiva al espectador frentealapoltica,elcualsemuestraalauditoriocomounmonstruoterriblepero necesario. De esta manera, afirmar que, asumiendo estas pelculas como tragedias -en su sentido esttico-poltico-, el espectculo propio del cine poltico en general, y del cine sobre elecciones en particular, queda a salvo, a la vez que se abren posibilidades para el examen constante de la democracia, necesaria para su sostenimiento. Ahora bien, antes de explicar de mejor manera la intencin del escrito, es importante anotar que este trabajo, a diferencia de muchos otros, no se comporta como un texto de llegada para el lector sino como uno de partida, en la medida que quiere constituirse como unmarcocomprensivodelcinesobreeleccionesaservisto.Estoexplica,pordarun caso,quesemencionenvariaspelculassinexplicarleallectorsuscontenidos especficos,porloquesetratamsdeunainvitacinaverlas,encasodequenose hayan visto, o a recordarlas, tratndose de filmes ya conocidos. Algo similar ocurre con la bibliografa referenciada que constituye, en varios puntos, ms una propuesta de lectura para el lector que un respaldo a lo que aqu se dice. Por ltimo, no estudiar aqu el cine poltico (a pesar de la fuerza narrativa que adquiere con posterioridad al 11-S en Estados Unidos, por ejemplo)6 sino a una de sus vertientes: el cine sobre elecciones. Claro est

democracia entre el mesianismo y el pragmatismo: El candidato. En: Flores J uberas, Carlos (ed.). Retratos de una ambicin: Polticos, campaas, elecciones y parlamentos vistos a travs del cine. Valencia: Diputaci de Valncia, 2011, pp. 79-95. 6 Es interesante la paradoja descrita por Huerta sobre la fuerza que ha tomado el cine poltico estadounidense en pocas de guerra contra el terrorismo, pero sin lograr verse reflejado tal empuje en lo que respecta a lo BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 157 que mucho de lo que se diga de ste puede aplicarse a aqul. Tampoco har referencia analtica al gnero documental, que suele tocar asuntos polticos7, en tanto que ste parte delapretensindeveracidadydeobjetividadensusexposicionessobreloquese consideraesreal,todolocualhacequeeldrama,latragediayelespectculosela jueguen de forma diferenciada a cmo se la juegan en el cine sobre elecciones. 2. La tragedia. En pocas y lugares donde las personas tienen casi certeza completa de cules manos seharnconelpoder,stenosevuelvetanfascinablecomoenaquellassociedades dondesecree,conraznosinella,quelasreglasdeaccesoalpodernoestn preestablecidas y que cualquiera que goce de la voluntad (expresada en el voto) de los dems puede convertirse en el mximo dirigente. De esta manera, en las democracias se caeenelconvencimiento,avecesinfundado,quecualquierapodrallegaraocuparel poder,lo quehace quelasformasdeacceso sevuelvancomidilladiaria,enobjeto de atraccin a la vez que de temor pues ya se sabe que esas formas determinarn la vida de todos.Loimportanteesqueestasuposicineslaquefundanuestroanheloporla democracia: que somos nosotros, para bien o para mal, los que escogimos a los que nos gobiernan, lo que produce una, creemos, sustancial separacin entre la forma de gobierno cuando se tienen o no se tienen elecciones8. Entonces, una vez que el acceso al poder se desvinculadediscursosmetafsicos(comoqueDiosproveeralgobernante9)yde

recaudadoportaquilla(HuertaFloriano,Miguelngel.Cineypolticadeoposicinenlaproduccin estadounidense tras el 11-S. Comunicacin y sociedad. 2008, Vol. XXI, No. 1, pp. 81-102). Sobre la historia del cine poltico (con un buen listado de filmes), vase: Oliveros Aya, Csar. Bajo el lente del cine poltico: la imagen problematizadora.Prolegmenos:DerechosyValores.J ulio-Diciembre2010,Vol.XIII,No. 26, pp. 123-142. Con respecto a la importancia del cine poltico para el derecho, en especial el constitucional, vase: OliverosAya,Csar.Elcinepoltico:unrecursodidcticoenlaenseanzadelderechoconstitucional. Revista Dilogo de Saberes. J ulio-Diciembre 2010, No. 33, pp. 245-260. 7 Por ejemplo Fahrenheit 9/11 (2004, dirigido por Michael Moore), que se constituye en un buen ejemplo del fortalecimiento del documental poltico estadounidense. Un anlisis de este documental en: Kellner, Douglas. Cinema wars: Hollywood Film and Politics in the Bush-Cheney Era. West Sussex (UK): J ohn Wiley & Sons Ltd, 2010, pp. 98-162. Un estudio crtico del mismo, en: Huerta. Op. cit., pp. 89-91.8 De all la comicidad, a la vez que la crudeza, de la pelcula The Dictator (2012, dirigida por Larry Charles y protagonizada por Sacha Baron Cohen) donde se narra, entre otras cosas, que las diferencias preconizadas entre las polticas dictatoriales y las democrticas no se alejan tanto como se cree.9 Y si Dios impone a los gobernantes, podra pensarse en una responsabilidad por sus decisiones? Esta y otras preguntas se plantean en God on trial (2008, dirigida por Andy de Emmony). BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 158 gobiernosautocrticos(queseautojustifican),stesedesencanta,loqueexplicael aumentodesuconflictividad.Alapar,elpodersevuelveascadavezmsobjetode atraccin por parte de las miradas privadas, y cuando stas coinciden en un mismo objeto lo vuelven pblico. De la misma manera como cada cual mira la pantalla de TV con sus propios ojos y en sus propios espacios, el hecho de que all confluyan cientos de millones de miradas y de espacios privados hace que la pantalla se vuelva en un grandioso tnel mediante el cual lo pblico y el espectculo colonizan y homogenizan lo privado10. As mismo, el poder y las elecciones mirados por los individuos se transforman, de esta forma, en algo pblico, y de all a ser espectculo falta muy poco. No obstante, el cine sobre elecciones no puede serreducidoalalgicadelespectculo,entantopuedeser,adems,unanueva manifestacin de la tragedia. Entonces, en las democracias, por la ilusin que se tiene de que los electores deciden y por la creencia de que las reglas de quien llega al mando no estn del todo escritas, el sistema de acceso al poder se torna en objeto de miradas. Pero estas miradas, como ya lo insinuamos, gravitan entre dos planetas: el asombro, fruto del orgullo de sentirnos parte de la democracia (el nuevo mito fundador), y el miedo, fruto de reconocer que la bestia no deja de ser tal. Esto conlleva al enigma que convoca a la mirada privada que se convierte en parte del espectculo. En este sentido, bien podra pensarse que sera el buen cine de suspenso,inclusoeldeterror,elnicoquepodrabrindarlealespectadoresadoble sensacin propia de quien se acerca a un objeto desconocido pero atrayente sin saber qu le depara. Y son justo esas sensaciones de maravilla y asco, de asombro y miedo a la vez, las que motivan que las miradas continen, una vez y otra vez, sobre ese mismo objeto: el sistema de acceso al poder. Es bueno?, es malo?, es un mal necesario? Ahora bien, por qu el poder nos convoca tanto? Por varios motivos. Para empezar porserenigmtico,loqueexplicaquesiemprehayasidorelacionadoconlomgico11. Adems, por ser vaco12, lo que hace que atraiga todo tipo fuerzas que intenten llenarlo

10Pudiendoconstituir,sinoseasumencorrectamente,latelevisin(yhoydatambinlaInternet)enun mecanismo de opresin simblica que pondra en riesgo a la democracia misma (Bourdieu, Pierre. Sobrela televisin (1996). 3 ed. Trad. Thomas Kauf. Barcelona: Anagrama, 2000, pp. 7-53). 11 Cfr. J ouvenel, Bertrand de. El poder (1945). Trad. J . de Elzaburu. Madrid: Editora Nacional, 1974.12 Idea presente en: Mockus, Antanas. Poder/es: batalla entre apostillas. Gaceta. Colcultura, Bogot, 1991, No. 11, pp. 6-7 (reproducido adems en Aleph. Manizales, No. 87, 1993, pp. 5-10). BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 159 (horrorvacui)13.Igualmente,porsermutable,loquegenerapnicoalpensarensu transformacin o, peor an, en su extincin14. De esta manera, el poder y los medios de acceso a l se vuelven temas cautivantes en tanto parten de la oscuridad, del enigma, y poreso,alnosaberconexactitudqunosdepara,nopodemosdejardequitarlela mirada. Si el poder fuese claro en su maldad, no seguira convocando al arte, aunque tal vez s a los discursos (acadmicos y polticos) crticos. De igual manera, si fuese claro en subondad,noseexplicaraelconstantenimodesaberquhaytrasbastidores. Buscamos, en esto y en mucho ms, los grises que, al no permitir ver los cuerpos con claridad, hacen que todo se nos vuelva posible, para bien o para mal. Tocando el tema de las elecciones, el cine se aprovecha de la curiosidad bsica de los espectadores basada en su asombro-miedo, lo que le permite a su vez expresar toda una variedad de discursos polticos (quin dijo que el arte es neutro?), fcilmente asimilables aunque no necesariamente compartidos- por la audiencia en tanto que el cine logra hoy da, ms que cualquier otro medio narrativo, cautivar al espectador15. Pero para que el cine pueda seguir ocupndose, bajo la lgica del entretenimiento, de las elecciones, no puede hacer perder la magia que convoca, no puede extinguir ese halo demisterioquerodeaalpodery,porende,alossistemasdeseleccindelosquelo ejercernenlassociedadesactuales.Dichoconotraspalabras,paragarantizarqueel poder siga convocando las miradas, ste es presentado en el cine como una bestia a la vez que como una necesidad. Esto nos pone alerta en torno a un doble riesgo del cine sobre elecciones: el primero que se convierta en una oda al poltico (muy comn ante los queseconvirtieronenmitosfundadores,unavezeltiemposilenciloserroresque pudieroncometer)oalapoltica(puesdehacerloseraelcinequienclaudica vergonzosamente ante el poder); y, el segundo, que provoque con el paso del tiempo un

13 De all que nadie sea necesario para el poder, si ste puede generarse a s mismo. Hasta el candidato ms aclamado, ser puesto de un lado si a la bestia voraz-desatada esto le satisface. Esto es una conclusin que puede extraerse, entre otras, del filme The Ghost Writer (2010, dirigido por Polanski). 14 Lo que explica el xito de los filmes escatolgicos que se plantean no tanto el fin de la humanidad sino la extincindelpodertalcomoloconocemos.Loqueconvocaesconsiderarqueelpoder,sobreelquese sustenta nuestra nocin de humanidad, puede perecer, como es el caso de la obra Ensayo sobre la ceguera de Saramago, que dio lugar al filme Blindness (2008, dirigido por Fernando Meirelles). 15 Como lo dice Ruiz: No cabe duda de que unos pocos segundos de retina pueden ser ms efectivos que unas cuantas horas de complicados argumentos tericos dedicados a explicar, por ejemplo, las miserias de la penademuerteRuizSanz,Mario.Esconvenienteensearderechoatravsdelcine?.Anuariode Filosofa del Derecho. 2010, Vol. XXVI, p. 257.BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 160 aburrimientooaborrecimientodelapolticamisma.Ahora,cmoevitarestosdos riesgos? Asumiendo este subgnero del cine poltico como una tragedia, ya sea desde el filme mismo o completando desde el espectador lo que a la pelcula le haga falta para logrartalcategoraesttico-poltica,especialmentecuandoelfilmeguardaunespeso silencio respecto de cuanto esta actividad (la poltica) pudiera tener de noble16.As las cosas, la tragedia muestra lo oscuro del sistema, pero en dosis tales que no se llegueaconsiderarquelapolticaes,simpleyllanamente,perversinquedebeser eliminada.Elcine,enestesentido,nopuededestruirlailusindelriesgocomn,no puede acabar con el misterio. Slo en el cine con una clara orientacin poltica-totalitaria el poder es disfrazado como bondad y el poltico como un mesas, pero, justo por ello, ese cine no cautiva en su trama pues se sabe de su trampa. Hay pues que jugar con frmulas equilibradasquepermitanlaemergenciadelatragediadefondo.Esporestoque,en estasfrmulas,deberpermitirseunelementodeesperanzaquemuchasveceslo desarrollaunhroetrgicoo,encasosextremos,locumpleelespectadormismoque queda tocado por los asuntos que le contaron y, de esta manera, se promete como un renovador o, por lo menos, como un solitario pero erguido receptculo de la indignacin comn. Y, como ya lo dijimos, estas frmulas o dosis de la receta, lo que hacen es permitirle al espectador,siaslodesea,concebirlapelculacomounatragedia,enunsentido genuino.RecordemosquelatragediaenlaGreciaantiguanoera,niporasomo,un simplegneroliterario17.Enunsentidonormativo,latragediaera,generalizando,una maneradeformarparaunmodelodevida,porlocualhacapartedelapaideiadel ciudadano, del demos18. Esto porque no slo transmita los valores pblicos de la polis, sinotambinporqueplanteabaalosciudadanos,jvenesoviejos,queenlavidahay

16 Flores J uberas, Carlos. Polticos, campaas Op. cit., p. 13. 17Pormotivosdeespacionopodrahondaraqusobreelconceptomismodetragediaysuevolucinen Grecia. Sin embargo, lo que a continuacin dir se funda en los siguientes trabajos a los que remito: Romilly, Jacquelinde.LaleyenlaGreciaclsica.BuenosAires:Biblos,2004,pp.25-40.Tambin:Vernant,Jean Pierre.Latragediagriega:problemasdeinterpretacin.En:Macksey,RichardyDonato,Eugenio.Los lenguajes crticos y las ciencias del hombre. Barcelona: Barral, 1972, pp. 295-317. Vernant, Jean Pierre. Mito ypensamientoen laGrecia Antigua.Trad.JuanDiegoLpezBonillo.Barcelona:Ariel,1973,pp.334-364.Nussbaum,Martha.La fragilidad del bien: fortuna y tica en la tragedia y la filosofa griega (1986).2.ed. Trad. Antonio Ballesteros. Madrid: A. Machado Libros, 2004 (especialmente pp. 27-50). 18Ver:J aeger, Werner.Paideia:losidealesdelaculturagriega(1933).Trad.J oaqunXirauyWenceslao Roces. Bogot: Fondo de Cultura Econmica, 1992, Libro Segundo, I y II, pp. 223-262. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 161 consecuencias -ya sea por el destino, ya sea por las decisiones asumidas o dejadas de asumir- y en donde nadie, salvo la divinidad, lograra la perfeccin19. De esta manera, la tragedia transmita, para el examen del ciudadano, las verdades ms profundas de la vida pblica,habilitndoloparaejercerla20.As,elciudadanoaprendaleccionesapartirdel drama representado, las cuales le permitan desenvolverse mejor en un mundo doloroso y complejo,alavezque,graciasaellas,lapolisterminabaporexaminarseasmisma plantendose dilemas morales, algunas veces irresolubles, que desatan al hroe que se muestra radicalmente a s mismo afrontando o enfrentando su destino. Y era esta accin valiente del hroe, incluso cuando era sacrificado, lo que evitaba el mal del nihilismo. En consecuencia, quedaba en el espectador la imagen de que la vida era, en s misma, una tragediadonde,anteeldestino,sloquedabahuircobardementeoasumirlacon heroicidad y sabidura. Entonces, de nada sirve la frmula o la receta del cine sobre las elecciones, si con ella no se expresa la tragedia que hay, en el fondo, en nuestra opcin de gobierno, la cual ya haba sido sealada, entre otros, por Platn y Aristteles: la demagogia21. A esto habra que agregar que es justo el que haya tantos riesgos, entendidos como posibilidades, lo que termina por darle valor a dicha opcin poltica. Es que la dictadura no ofrece riesgos, puessesabehaciadndevaindefectiblemente(latirana)ycmogobierna(el unanimismo). La democracia, en cambio, puede que caiga en la demagogia, siendo esta posibilidadlatragediadeaquella,asuntoqueexigedelsacrificioparaquetalcosano suceda22.Exponerenelcinecmolademagogiasiempreestcomoposibilidad amenazantedelsistemaesalgoqueconvocaalauditorio23,alavezquelepermiteal

19 Como es el caso de Antgona, castigada, al igual que Creonte en tanto nadie puede acertar plenamente con la fisis divina. Cfr. Vernant. La tragedia Op. cit.20Ideapresenteen:Euben,J .Peter.Greektragedyandpoliticaltheory.Berkeley:UniversityofCalifornia press, 1986. 21 Demagogia y corrupcin bien representada, por ejemplo, en: All the King's Men (1949, dirigida por Robert Rossen; 2006, dirigida por Steven Zaillian), basada en la novela homnima de Robert Penn Warren, que a su vez se funda, parcialmente, en la vida del polmico exgobernador de Luisiana, Huey Long. Cfr. Sanmartn Pardo, J os J . Demagogia poltica y corrupcin moral en la democracia contempornea: todos los hombres delrey.En:FloresJ uberas,Carlos(ed.).Retratosdeunaambicin:Polticos,campaas,eleccionesy parlamentos vistos a travs del cine. Valencia: Diputaci de Valncia, 2011, pp. 149-179.22 Sobre las relaciones entre democracia moderna y tragedia, ver: Pirro, Robert Carl. The Politics of Tragedy and Democratic Citizenship. London: Continuum International Publishing, 2011. Igualmente, Euben. Op. cit. 23 Lo que explica, por ejemplo, en el constante inters del cine de adaptar la tragedia griega, por su mensaje polticoanvigente.Cfr. Winkler,Martin.Cinemaandclassicaltexts:Apollo'snewlight.Cambridge(UK)y BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 162 espectador asumir el filme como una tragedia que, si logra la forma adecuada, despertar enllafuerzavitalqueloimpulsaraconsiderareltrasfondodelopolticocomouna zonademiedoalavezquedeasombro,enlaquelsesentirtantojuzgadocomo juzgador gracias a la accin redentora, valiente o sabia del hroe. All est el quid de esta nueva tragedia moderna. Pero tambin, gracias a esa capacidad de exponer la poltica como tragedia, el cine logra dar cuenta de su condicin como espectculo al que debe obedecer, so pena de morir como gnero de masas, quedando slo para los aplausos de un reducido nmero de espectadores que se creen as mismos como lite. 3.Elmiedoylamaldicin.Formasdeserasumidasporelcinesobre elecciones. As las cosas, la frmula que bien ponderada y narrada puede dar lugar a considerar el cinesobreeleccionescomounatragediaradica,esencialmente,enlaexposicindela maldicin, o ms exactamente el miedo ante el monstruo, que consiste en la exposicin de lo terrible de la poltica democrtica, lo que genera el drama por doble va: como motor demovimientodelossentimientosdelespectador,alavezquecmodesenlacedel dilemamoral.Ahora,estanimportanteestecomponentequeexigeprivilegiarla excepcionalidad en vez de lo cotidiano en la democracia, si justo en esa excepcionalidad se puede exponer de mejor manera la bestia. De esta forma, los filmes de poltica, o por lo menoslosquemencionamos,correspondenaunavisinfatalistaypesimistadel quehacer poltico, sin el cual la tragedia no podra mostrarse ms all del arte. J usto esta doble posibilidad del elemento maldito es la que permite pensar en la superacin, dentro del cine sobre elecciones, de la dualidad cine-reflejo (cine descriptivo), de un lado, y cine-crtico (cine destructivo) del otro. Adems, la presencia del componente maldito permite restringir el cine-trgico poltico, excluyendo de tal categora al cine-oda, de un lado, y al cine-slo-espectculo-basadoenpolticosperoquenotransmitelatragediadela consecucin del poder24-, del otro.

New York (USA): Cambridge University Press, 2009. Salvador Ventura, Francisco. Tragedia y cine en Grecia: un potencial por explorar. HUM 736, Papeles de Cultura Contempornea: Cine como arte total. 2005, No. 6, pp. 12-18. 24 Me refiero a las pelculas que tienen como protagonista a un poltico pero el drama no est relacionado directamente con la poltica. Por ejemplo, Independence Day (1996, dirigida por Roland Emmerich) o Air Force One (1997, dirigida por Wolfgang Petersen). BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 163 Sinembargohayotrosdoselementostrgicosquenosiempreaparecendeforma expresa en el filme. El primero tiene que ver con el poder democrtico como asombro. ste,muchasveces,noseexhibepuesseentiendequeesunpuntodepartidadela narracin, en tanto el auditorio al que se dirigen las pelculas a las que har alusin parte de la consideracin de las elecciones como necesarias para sostener la opcin poltica contempornea.El segundo, con la aparicin del hroe, generalmente sancionado como lo era en casi todaslastragedias griegas,selepermitealapolis,enestecasoalauditorioasumido comosociedadpoltica,examinarseasmisma,asuntoquerequeriralacatarsisque convoca a la reflexin en torno al hroe (que no es, repito, el protagonista siempre-invicto-justiciero de las pelculas de accin de Hollywood). Pero la heroicidad no siempre aparece de manera expresa, puesto que si la narracin lo permite es el mismo espectador quien, alfinalizarelfilme,puedeasumirsecomoelhroetrgicocuandosesientetocadoo cuando reacciona ante los hechos que le fueron narrados. De esta forma el espectador logra completar la frmula trgica volviendo el cine algo ms que mero espectculo, a la vez que as evita caer en los extremos ya denunciados: la oda o el nihilismo. Entonces,elelementocrucial,ineludibleenlaecuacin,eslaexposicindela maldicin,entendidacomoaquelloquegeneramiedoy,aveces,hastoenelpblico frente al sistema electoral democrtico, la que produce ya en la narracin, ya en la mente del auditorio, el planteamiento del dilema: qu hacer entonces?Ahora,estecomponente,eldelamaldicin,inclusoestpresenteenfilmescon miradas ms o menos bondadosas del poder poltico estadounidense como The Man Who Shot Liberty Valance (1962, de J ohn Ford, con J ames Stewart, J ohn Wayne, Vera Miles y Lee Marvin) el cual plantea, entre otras cosas, que la semilla del bien est en el mal o junto a l, y cmo el Estado de derecho se construye gracias tanto a la razn como a la violencia25. En esta pelcula, un clsico ya del cine-poltico, se narra la historia de un joven abogado de la costa Este, creyente en el sistema, que migra al Oeste donde se encuentra conpolticoscobardes,personasignorantesymalhechoresdetodotipo.Elabogado, apoyadoporunvaqueroagresivoperohonesto,sepresentacomocandidatopoltico, siendoelegidoabrumadoramenteporunpueblodeseosodecivilizacinyprogreso.Y

25 Idea que puede ser leda, igualmente, en Gangs of New York (2002, pelcula de Martin Scorsese). Sobre la idea de la violencia como partera de la historia mucho se ha escrito en teora poltica (v.gr. Engels), pero en el campo de la literatura, hermosas son las palabras que Marechal (Op. cit., p. 173) pone en boca de uno de sus personajes: el mundo se renueva por la lanza de Marte. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 164 pasara por un filme esotrico que tranquiliza y aburre al pblico crtico al plantearle que el biensiemprevencesinoesporquelatramapartedelasesinato,aparentementeen legtima defensa, que aquel abogado crey cometer y que le llev a la fama poltica26. De esta forma, el mal sobre el mal termina por hacer el bien27. De no ser por ese elemento traumtico, el asesinato justo y necesario de un malvado cometido por quien no crea enlaviolencia,nohubierasurgidolaposibilidadparaelabogadodeserelcandidato elegido. Su fama entonces no vino nicamente por ser un buen ciudadano, por ser una buenaopcinracionalmentehablando,sinoespecialmenteporquematenundueloal forajidoValance,aunquealfinalizarsedescubrequeelabogadonofueelverdadero asesino. En el caso expuesto, la maldicin trgica, como la hemos llamado, est en considerar queciertosactosnegativospuedenserconsideradoscomoaceptableseinclusocomo motordecampaaspolticasmoralistas.Asimismo,eldilemaalqueseenfrentael abogado en su fuero interno, es sentirse un traidor a sus ideales civilizatorios al creer que matal forajido.Perootrodilemano menoreselquellevaalespectadorareflexionar sobre el origen de la condicin de aceptabilidad que requiere el candidato en el filme y que puede trasladar a su realidad. De esta manera la tragedia-cine logra servirse como medio de (auto)examen de la polis, ora sea considerando como loable lo propuesto en la narracin, ora censurando la actuacin tanto del abogado como de sus electores. Perohaymsejemplos.PiensoenlatramadeLincoln(2012,dirigidaporSteven SpielbergyprotagonizadaporDanielDay-LewisySallyField)quesecentraenel esfuerzodedichopresidenteparahaceraprobarenelCongresolaabolicindela esclavitud, valindose para ello de todo tipo de argucias y maniobras inmorales dentro de los juegos polticos, dando a entender que del mal puede gestarse lo bueno, lo que hace deestefilmeunaobradiferenciableporsucomponentetrgicodeotrasquele precedieron como Lincoln (1930, de D. W. Griffith)28 y YoungMr.Lincoln(1939, dirigida

26 Un buen anlisis sobre dicha pelcula que se plantea, entre otras cosas, si hubo o no legtima defensa en dicho asesinato, en: Lubet, Steven. The man who shot Liberty Valance: truth or justice in the old west. Ucla Law Review. 2000, No. 48, pp. 353-373. 27 Cfr. Bhnke, Michael. Myth and law in the films of J ohn Ford. En: Journal of law and society. 2001, Vol. 28, No. 1, pp. 47-63. Igualmente, Thury Cornejo, Valentn. El cine, nos aporta algo diferente para la enseanza del Derecho?. Academia. Revista sobre enseanza del Derecho. 2009, Ao 7, No. 14, pp. 64-66. 28 Analizado en: Guardia Herrero, Carmen de la. Abraham Lincoln y la unin de los Estados Unidos. En: Flores J uberias, Carlos (ed.). TodoslosfilmesdelPresidente:LaPresidenciadelosEstadosUnidos vistaa travs del cine. Valencia: Diputaci de Valncia, 2008, pp. 27-41. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 165 por J ohn Ford y que se constituye, por dems, en un clsico del cine jurdico). Entonces, nosenarraelpodercomoalgodondeelbienesperanzadorsurgeporsmismo derrotando, por necesidad, al mal, sino que es el mal mismo que, en momentos de crisis y segn las manos que lo guan, genera la bondad. Y esta contradiccin es lo que permite que la trama atrape a un espectador que parte del asombro-miedo ante dichos juegos. La maldicin,pues,tomaribetesexistencialistascuandoseproponeenlanarracin,para examen del espectador, que gracias a esos juegos partidistas oscuros se pueden esperar bienes superiores para las sociedades contemporneas en momentos aciagos como los que ahora se viven.Claro est que este componente de mostrar elementos escalofriantes de las elecciones nosiemprepasaporconsiderarquesonnecesariasaccionesmalas,moralmente hablando,parahacerelbien. Tambinubicocomopartedeestos temaspropiosdela maldicindesencadenantedelatragedia,elcasodelpolticohonestoycapazqueal someterse a las reglas tras bambalinas de la poltica se encuentra maniatado, gestndose el dilema moral que se resuelve, en algunos casos, con su retiro de la campaa (The best man, 1964, dirigida por Franklin J . Schaffner) o, en el peor de los casos, con la corrupcin delcandidato,quienasterminaunindoseaaquelloquetantocriticaba,estoes,al lumpen poltico29 (Allthe King'sMen,1949, dirigida por Robert RossenoThecandidate, 1972, dirigida por Michael Ritchie)30.Igualmente, este cine trgico muestra algo que preferiramos ignorar, y justo all radica parte de nuestra mirada, casi morbosa, en el cine que se arriesga a entrar en aquello que slo especulamos en nuestras conversaciones cotidianas: la estupidez de los elegidos31.

29 Soplones, trepas, oportunistas, incompetentes, vagos, egostas y eglatras, todos los que no pueden hallar acomodo profesional en una empresa privada solvente ni tampoco podran acceder por mritos propios a la AdministracinPblica,terminanpoblandolospasillosdelpoder,enformadenuevosmendicantes(de cargos,deayudas,defavores,deloqueseaydondesea,peroquelesexoneredelaenojosatareade ganarse la vida en buena lid competitiva y profesional) Sanmartn. Op. cit., p. 178. 30 [A]l fin y al cabo, si no es infrecuente que estos pulsos entre el idealista solitario y los profesionales de la poltica acaben con una amarga derrota o una estremecedora tragedia, tampoco lo es que desemboquen en la lentaperoinexorableneutralizacindeladisidencia,yenlatransformacindelatrevidooutsider,enun consumado insiderFlores J uberas, Carlos.Polticos,campaas, Op.cit., p. 15. Igualmente, Sarias. Una democracia entre, Op. cit., pp. 92-93. 31 Lo que remite al anlisis hecho por Alonso Barahona, Fernando. De verdad gana siempre el mejor? The bestman,el cinepolticodelosaossesentayeleternodilemadelcarcterdelospolticos.En:Flores J uberas,Carlos(ed.).Retratosdeunaambicin:Polticos,campaas,eleccionesyparlamentosvistosa travsdelcine.Valencia:DiputacideValncia,2011,pp.49-78.Enestapelcula,Thebestman(1964, BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 166 Yestoseconvierteenuntemacautivantepuestoquesequieremostrarqueyano estamos en pocas donde la personalidad arrolladora y la inteligencia son prerrequisitos para acceder al sistema, siendo el objeto espeluznante o la maldicin que dicho poltico, que se presume imponente y culto, se pueda corromper32. No. Hoy da encontramos con mayorasiduidadpelculasquenarranunatragediaderivadayanotantodelaopcin moral del poltico, asunto que pasa a un segundo plano, sino de la propia ignorancia y estupidezdelcandidatoqueleimpidediferenciarconclaridadlobuenodelomalo. Incluso, el miedo se incrementa cuando se presenta la ignorancia del poltico como algo a favor, en tanto as hay ms cercana con el pueblo o, peor an, cuando gracias a ella el candidatosedejagobernarporotros(comosufamilia,susasesores,suscolegas, etc.)33. Este elemento, el de la ignorancia, constituye buena parte de la esencia de la tragedia delapelculaSilvercity(2004,dirigidaporJ ohnSayles).Estefilme,salvandosus deficienciasestticas,narra,conlacrueldadquecautivaalasmasas, cmoelpoltico exitosoenlaactualvideocracia34norequieremuchascosasparaserlo,salvoregistrar bien ante los medios, mucho dinero, buenos asesores (y no tanto de contenidos, basta con que sean idneas en el tema de la imagen35) y relaciones prominentes. Se trata pues

dirigida por Franklin J . Schaffner) se oye decir al protagonista: En una democracia, las personas creen tener que temer menos de un estpido que de un inteligente. Pero se equivocan: hay que temer ms de un estpido que de un inteligente. 32ComoeselcasodeltrasfondodelapelculaTheIronLady(2011,dirigidaporPhyllidaLloydy protagonizadamagistralmenteporMerylStreep)quecuentalahistoriadelacontrovertidalder ultraconservadora Margaret Tatcher, sin caer en la oda pero tampoco en la crtica descarnada. En este caso, el quid del drama est justo en la personalidad y astucia de la dama de hierro, pero el elemento negativo en la ecuacin es mostrar cmo el incremento de la personalidad de la primera ministra contrajo una disminucin de su capacidad de concertar a su partido y gobernar Inglaterra. 33 El tema de poderes ocultos que gobiernan por medio de idiotas o ingenuos con buena imagen, ya ha sido tratado por el cine clsico. Por ejemplo: Meet John Doe (1941, dirigida por Frank Capra). 34Sartori, Giovanni. Homo videns: la sociedad teledirigida (1997). Trad. Ana Daz Soler. Madrid: Taurus, 1998. Ver, adems, el documental Videocracy (Suecia, 2009, dirigido por Erik Gandini) que relata el poder de los medios de comunicacin, en especial de la TV, en la poltica italiana contempornea. 35 En la pelcula The candidate, ya reseada, se afirma, por ejemplo, que un candidato es elegido de la misma manera como se elige un detergente en el supermercado. Adems, este aspecto dramtico de la democracia estadounidenseyahabasidoanunciadocomounadebilidadmoraldelsistema,por:Mcginnis,J oe.The Selling of the President (1969). New York: Penguin Books, 1988. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 167 siempre de dar buena impresin, sin importar la veracidad de lo que se dice36. Incluso, en caso de no tener una vida impoluta, componente macabro de la doble moral del sistema estadounidense,bastacontenerlosmediosparaocultarloolaactitudteatralpara considerarse vctima del enemigo poltico o de envidiosos irresponsables. En este caso, uncandidatorepublicanoalagobernacindeColorado,conpocacapacidadparatal encargo,lograsolventartodoslosescollosdesucampaagraciasasusasistentes, contactos y familia. Se trata, pues, del candidato ignorante, y por ello funcional, en tanto se deja conducir por sus allegados y financiadores (en clara alusin a George W. Bush)37. De esta forma, la maldicin se expresa en trminos de la posibilidad de tener gobernantes pocolcidos,verdaderostteresdefuerzasocultas,incapacesdecomprenderla complejidad del mundo contemporneo. Una trama similar, aunque sin hacer hincapi en la torpeza del candidato pero s en sus crculos ntimos ambiciosos y corruptos que conspiran para llevar su ttere al poder, est en la pelcula The Manchurian Candidate (2004, dirigida por J onathan Demme, 2004, basada en la novela homnima de Richard Condon), donde la tragedia se desata cuando seplanteaqueelciudadanoeligeaciegasapartirdeimgenesbienpreparadas, ignorando todo lo que se esconde tras bambalinas, conspiracin que slo es puesta en evidencia gracias a la accin dramtica y heroica del mayor Bennett Marco.Laotracaradelamonedadeestecomponenteoscuro,lapocapreparacindel candidato y los crculos que le rodean, sera Game Change (2012, dirigida por J ay Roach y escrita por Danny Strong, basada a su vez en un best seller de J ohn Heilemann y Mark Halperin), que narra, si le creemos a la pelcula, la forma en que se escogi la candidata vicepresidencialrepublicana,SarahPalin,dentrodeladursimaycomplicadacampaa estadounidensede2008entreeldemcrataBarackObamayelrepublicanoJ ohn

36Yapesardequeladenunciadevideocraciaesreciente,yahayfilmes clsicosquedejanen claro los peligros de someter las decisiones polticas a la buena o mala prensa que stas generan. Pienso en Path of Glory (1957, Stanley Kubrick como director), donde se narra cmo, para evitar un escndalo ante la opinin pblica, se prefiri ignorar las causas de una batalla absurda en la Primera Guerra Mundial. Ese miedo al otro,en estecasolareaccindelos medios(mal llamadaopininpblica,debindosedecirseopinin publicada),eselquegeneraeldesenlacedeldrama.Igualmente,estemismoasunto,deunaopinin pblica(da) demandante de venganza, y el miedo de los polticos-jueces de no enfrentrsele, es la trama de otra gran pelcula del cine jurdico: Heavens Fall (2006, dirigida por Terry Green). 37 Huerta. Op. cit., p. 93. Por dems, sobre el cine poltico que se manifest en contra del gobierno Bush (por ejemplo Lions for Lambs, 2007, de Robert Redford; y Rendition, 2007, de Gavin Hood; y Green zone, 2010, de Paul Greengrass), vase: Kellner. Cinema wars, Op. Cit.BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 168 McCain. Pues bien, este filme, sin ir muy lejos, pone en evidencia, una vez ms, que el candidato perfecto ni siquiera tiene que tener una mediana cultura general. De ah que seaposibleestablecerunparalelodeanlisisentreloqueconvocadeunamujer conservadora como Margaret Thatcher, de otra tambin conservadora como lo es Palin, asunto que marca las diferencias segn las narraciones cinematogrficas de la forma de hacerpolticaentreelayerhechomitoconelhoypresentadocomodecadente.Yalas elecciones no se tratan de un instrumento para la escogencia del mejor entre los mejores, sinoquesetratadehacermostrarcomoelegibleacualquieraqueseacapazde interpretar su rol. La actuacin y la pantomima, entonces, terminan siendo el arte de la poltica. Y como dijimos, ya no se trata de problemas morales en polticos arrolladores con amplia cultura general, sino de algo ms fuerte para el ciudadano elector que es, a su vez, el espectador: la poca cultura de sus representantes. Pero a diferencia del filme Silver city de 2004, aqu se trata de la mujer sin formacin polticay acadmica, que termina por bloquearasusasesoresporsuterquedadpoltica,hacindoledaoalacampaade McCainyjustoporelloterminasiendopuestaenpblicocomounamujercarismtica (lase: actriz) pero, por su poca preparacin, ingobernable. Por eso es la otra cara de la moneda: su poca preparacin, ms su ingobernabilidad, generan la tragedia y garantizan elespectculo.Enestecaso,laheroicidadaserrevisadalaasumeunasesordela campaa,unodelosartficesdelaeleccindePalincomocandidata,quienluego afirmar que esa decisin de escogerla como frmula de campaa fue un grave error que se intent mantener en secreto lo ms que se pudo. Aqu ya se puede afirmar que la esencia del candidato y, a la vez, fuente de tragedia en este juego de asombro-miedo, es el ser un actor polticamente correcto, aspecto que puedeserinterpretadocomounaconsecuencianefastadelaprofesionalizacinyla tecnificacin de la funcin del poltico38. La leccin trgica que permite un (auto)examen del espectador, es que justo todo esto puede conllevar a que el ciudadano se convierta, eligiendo en una democracia de papel, en un sbdito-consumista (lo que hace pensar en Brazil, 1985, pelcula dirigida por Terry Gilliam). Para ejemplificar esto nada mejor que TheIdesofMarch (2011, dirigida, producida y protagonizadaporGeorgeClooney),quemuestracmodetrsdelaperfeccindel candidatoenlasprimariasdelpartidodemcrataestlaactituddeltodovale39.Este

38 Sarias. Una democracia, Op. cit. 39 Filme que puede ser visto como un desarrollo de The best man (1964, dirigida por Franklin J . Schaffner). BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 169 filme, del que ya escrib alguna vez40 , construye la tragedia con dos elementos propios del asombro y el miedo. El asombro se constituye gracias a las palabras del candidato presidencial,quejustoatrapaensudiscursoeldeseodecualquierprogresista,enla medidaqueelcandidatosemuestracomoelnicoquepuederomperlaestructura corruptadelaplutocraciaconservadoraestadounidense.Elmiedosedesatacuando el espectador se da cuenta, de un lado, que, de ser cierta la narracin, l mismo hara parte de un demos corrompido41, y, del otro, que incluso el candidato perfecto es otro actor, uno muy bueno por dems, en un contexto donde vencer en la campaa lo justifica todo. Las eleccionesyanosonelmedioidneoparalaconsecucindeunhonorablefin:el gobierno del, para y por el pueblo. Ganar las elecciones, con su premio mayor (el poder), termina siendo el altar sobre el que se sacrifican las ms nobles intenciones, palabras y acciones. Adems, esta pelcula logra un componente interesante y es que, al finalizar, nadieasumeelrolheroico,enlamedidaquetodosparticiparondelbanquetesin plantearsesiquieraeldilemamoralquedesatelquesetuvieraquedesnudarel candidato perfecto. Por tanto, es el espectador quien queda con la alternativade suplir estefaltante,alsentirsetocadoeinclusodecepcionadodeesosjuegospolticos,por medio del examen crtico de su democracia. En esta misma lnea est la pelcula Primary Colors (1998, dirigida por Mike Nichols), basadaenunanovelahomnimade1996,queparamuchosesunbuenretratodela carrera poltica de BillClinton, esto es, la de un hombre que pblicamente se presenta como una persona honesta, polticamente correcta, un faro de esperanza, pero que en su mundo privado est dominado, como muchos otros seres humanos, por pasiones ciegas, entreellasladeunvorazapetitosexual.As,lavidapblicaexitosadelpoltico,bien manejadaporsusasesores,escondeunavidaprivadadisolutaque,deconocerse, pondra a dudar incluso a sus ms fieles seguidores42. En este caso, el elemento maldito parte de reconocer la disociacin existente en muchas campaas polticas entre lo que se

40 Botero, Andrs. Cuidado con los idus de marzo. En: Botero, Andrs (ed.). Cine y derecho: memorias del VIII Seminario Internacional de Teora General del Derecho. Medelln: Universidad de Medelln, 2013, Cap. 6. 41 Es decir, usando palabras de un personaje de Marecha, de una mayora que inclinada igualmente al bien y al mal, sigue la direccin de cualquier viento. Sus actos y voces anuncian a las claras que hoy la solicitan vientos despreciables. Pero con ese mismo barro un Neogogo har maravillas Marechal, Op. cit., p. 402. 42 Bien analizada por: Flores J uberas, Carlos. Bill Clinton y colores primarios, o como todo parecido con la realidad no siempre es pura coincidencia. En: Flores J uberias, Carlos (ed.). Todos los filmes del Presidente: La Presidencia de los Estados Unidos vista a travs del cine. Valencia: Diputaci de Valncia, 2008, pp. 125-142. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 170 dice y lo que se hace, para llegar as al dilema moral que implica tener que escoger entre juzgar a un poltico por su hipocresa a pesar de sus logros pblicos, o hacer caso omiso de sus graves pecados privados por el bien social que reporta su gobierno. Adems, este filmvuelveaponerenteladejuicioelexcesivopoderdelosasesores deimagen que lograntransformarlaseleccionesdemocrticas,asuntoqueproduceasombro,enun procesoconsumistacomosisetratasedeescogerunproductoenunsupermercado, aspectoquegeneramiedo43.Entonces,estapelcula,aligualquemuchasdelasya reseadas, se pregunta por los lmites ticos del discurso y del quehacer del poltico en campaa; pero si no fuera por la tragedia, que debe complementarse con la accin del hroe a ser examinada, este tipo de filmes podra llevar a una desconfianza generalizada hacialosprocesoselectoralesdelosquedependenenbuenamedidalasactuales democracias. Siguiendo con una idea ya planteada, otro componente maldito est en mostrar cmo el discurso electoral cada vez ms obedece a la lgica del espectculo en vez del de la razn prctica. La imagen vende ms que mil palabras44, tal como lo muestra de forma muy interesante, aunque no exenta de debate, la pelcula chilena No (2012, dirigida por Pablo Larran y basada en una obra de teatro de AntonioSkrmeta) en la cual se narra cmo la campaa del referendo convocado por Pinochet para legitimar su gobierno pudo ser ganada por el dictador si no hubiese sido por los asesores electorales, publicistas en aquel momento, que le apostaron a hacer la campaa del No. En lugar de denunciar las atrocidades del rgimen dictatorial, los publicistas prefirieron una campaa neutra, basada en el logos de la alegra y del optimismo, con poco contenido poltico y sin debate sobre la barbarie45. Y a pesar de que el espectador es casi que llevado a considerar cmo hroes

43 Como dice Paul Clinton de esta pelcula: (es) una historia de ideales, ilusiones y decepciones; de imgenes y realidades; que trata sobre nuestro proceso poltico y como ste se vuelve tan teatral, tan falso y tan carente de significado como el wrestling profesional; de personas que no son malas, sino simplemente humanas, y a menudo tristes. Citado por Ibd., p. 135. 44 Una buena fotografa cambia el curso de la poltica. Ver, al respecto, la cinta The Bang Bang Club (2010, dirigida por Steven Silver). 45LacampaaporelNopresentunapropuestaoptimista,cuyoobjetivonoera cambiarlaactituddela opinin pblica, sino ms bien revertir la sensacin de miedo y escepticismo existente en los chilenos en caso de una derrota de Pinochet. En su afn propositivo, la campaa por el No resumi sus lecturas del pas en la frase Chile, la alegra ya vieneDe acuerdo a los datos de la Tabla 4, esa campaa fue la que logr una mayor empata con el electorado, interpretando las aspiraciones de los chilenos El plebiscito de 1988 ser recordadocomouneventopoltico-mediticodondelatelevisinjugunrolcentralenlareconciliacin nacionalylarecuperacindelademocraciaPorquefueatravsdelatelevisindondeloschilenosse BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 171 alospublicistasanti-rgimen,bienpuedeplantearsequeelfilmenoplanteacomo tragedialacontinuidaddelrgimen,sinoelquelaseleccionessebasanyanoen argumentos polticos sino en imgenes bien puestas46. As, el espectador se siente en la necesidad de examinarse en la pelcula que muestra cmo las campaas son cada vez msartificiosdeseresocultosycontroladores,enestecasolospublicistas47,antelos cualeselciudadanocarecedecontrolentantolesoninvisibles.Deestaforma,el candidatoolaideaalaqueselehacecampaa,essimplementeunaconstruccin artificiosa y amaada de otros, a la vez que as se evita la deliberacin poltica haciendo queelprocesoelectoralseadeterminadoporgustosmediticosimpuestosapartirde lenguajessubrepticios.Quhacer?Eldilemaquedabiertoyaslatragedialogra dimensionesfantsticasinclusocomoespectculo,pueselpblicodevoratoda exposicin de este drama, aunque el quid del asunto se le narre una y otra vez. Otro elemento de miedo y hasto presente en varias pelculas sobre elecciones, est en la exposicin al pblico del manejo malintencionado de la informacin con lo que se logra queelpolticosearrodilleantelaspretensionesdelextorsionista.Esteesunodelos casosexpuestosbajolapersonalidadtronantedeldirectorhistricodelFBI:J.Edgar (2011, cinta dirigida por Clint Eastwood). De esta manera, el miedo que se presenta es que no es la voluntad del elector, sino la del extorsionista, la que termina por decidir las polticas pblicas de un pas, lo que hace pensar al ciudadano sobre el valor de su voto en

enfrentaron a la posibilidad de recuperar la democracia, as como por la masificacin que alcanz la televisin en los hogares chilenos, el plebiscito de 1988 tambin marca el inicio de la mediatizacin de la poltica en Chile Arriagada, Arturo y Navia, Patricio. La televisin y la democracia en Chile, 1988-2008. En: Rodrguez, Carlos yMoreira, Carlos (eds).ComunicacinpolticaydemocratizacinenIberoamrica. Mxico: Editorial Flacso Paraguay-Universidad Iberoamericana, 2011, pp. 169-194. 46 Sin embargo, en realidad, no puede dejarse por lado otros factores tan importantes en la victoria del No, comolaorganizacinconstruidaparaconvenceraloschilenosdelanecesidaddevotarenelplebiscito (muchoscreanqueestabaarregladoporelrgimenporloquenoqueranvotar)yparaestaratentoal desarrollodelas elecciones, asuntoque estuvorespaldado,entreotros,porEstadosUnidos.Cfr.Abrams, Elliott.TheGringosArewithUs.Commentarymagazine.Consultadoel18-09-2013(direccin: http://www.commentarymagazine.com/article/the-gringos-are-with-us/). 47Aspectoalqueselepuedeaplicar,mutatismutandis,lareflexinhechaporFoucaultalcuadrode Velsquez:LasMeninas,dondeanalizalospoderesdetrsdelpoder,presenteen:Foucault,Michel.La inquietuddelotro.Trad.EdgarGaravito.En:CuadernosTranshumantes:travesasexperimentalesconla filosofa. Medelln, 1999, No. 1, pp. 43-47. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 172 unambientedondelascosassedecidenaotronivel,inalcanzableyocultoparal (aspecto que se maneja, igualmente, en Nixon, 1995, dirigida por Oliver Stone)48. Adems, las frmulas escogidas por el cine para despertar el miedo necesario para el misterio,paraelenigmaqueatrapaalespectador,yasuperaronlosviejosclichsdel polticopasivoy,alosumocmplice,auspiciadoensus campaasporladelincuencia organizada,asuntomuycomnenelgneroGnster49.Yaesteaspectonogenerala mismasensacindemiedonecesarioparagenerarlatragedia-espectculopuesseha convertido en un leitmotiv. En consecuencia, hay que buscar otros elementos narrativos mscrudos.Asesqueaparece,comoinnovacin,otrafacetaquenopuedodejarde mencionar: el candidato es ahora el mismo delincuente organizado (cfr. Tropa de lite 2, 2010, dirigida por J os Padilha). Ya no es elegido para servir al delito de otros, se elige para servirse a s mismo y a su organizacin delictual. Y en esta lnea es que avanzan y avanzarn muchos de los nuevos filmes de elecciones. 4. La heroicidad en el cine sobre elecciones. Toda tragedia tambin abre la posibilidad de la heroicidad como mejor manera de lograr la catarsisdentrodelatrama,evitandoasunamiradanihilistadelopblico.Algunas pelculas plantean cierto tipo de hroe dentro del propio filme, como es el caso de Tropa delite2 (Brasil, 2010, dirigida por J os Padilha), donde se narra cmo la lucha contra lasbandascriminalesporpartedeunescuadrnlitedelapolicamilitardeRode J aneiro termina al servicio de los intereses corruptos del poder poltico, de un sistema tan complejo que tiene la alta facilidad de regenerarse por lo que ste, cada cierto perodo de tiempo,expulsaelementoscorruptosparasalvarseantelaopininpblicaperoen

48 Un anlisis crtico del filme, mostrando las deficiencias histricas del mismo, en: Sarias Rodrguez, David. Richard Nixon, Oliver Stone y el juego de los espejos culturales. En: Flores J uberias, Carlos (ed.). Todos los filmesdelPresidente:LaPresidenciadelosEstadosUnidosvistaatravsdelcine. Valencia: Diputaci de Valncia, 2008, pp. 105-124. 49Gneroquesereencaucha,aunquecontinaconlaimagendelpoltico-pasivo-cmplice.Pienso,por ejemplo, en pelculas como Millers Crossing (1990, dirigida y escrita por los hermanos Coen), Lawless (2012, dirigida por J ohn Hillcoat) o en Gomorra (2008, pelcula italiana dirigida por Matteo Garrone y basada en la novela de Roberto Saviano), entre otras. Por dems, simplemente como anotacin al lector, es interesante ver cmoevolucionahoydaelcineGnsterhaciaelcine-financiero,dondeelcrimenorganizadoyanoest detrs de las ametralladoras, sino bajo los costosos atuendos propios de los banqueros que logran maniatar al sistema poltico (reaparece as la mirada del poltico-pasivo), asunto clarsimo, por ejemplo, en Wall Street 2 (2010, dirigida por Oliver Stone). BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 173 verdad es para re-acomodarse y seguir en sus rutinas deshonestas50.En este caso, el protagonista,eltenientecoronelNascimento,seenfrentacontraelsistemapoltico corrupto desde varios frentes, pero en el que logra mayor atencin del pblico es cuando lutilizalaviolenciacomoformadeprotegerseyatemorizarasusenemigos.Aqu,el hroe no resiste la fuerza enemiga, la enfrenta con las armas, la violencia, logrando, en ciertamedida,venceraunosenemigosparticularesperosinpoderderrotaralsistema corruptoengeneral,queterminasiendomsgrandequelasintencionesloablesde Nascimento.Peroenesteprotagonistanocabeelmodelodeheroicidadpropiodela tragedia griega, donde el hroe, a pesar de su carga moral, habra sido sacrificado, entre otras cosas, por su altanera y orgullo en la exposicin de su nomos. En la pelcula que comento, la idea del hroe griego tal vez se acercara ms a la figura del capitn Andr Matas, asesinado por policas corruptos. Parece que el director quiso hacer una mezcla, que result exitosa, entre el hroe de accin con el hroe trgico.En otros casos, el hroe decide enfrentarse a la poltica corrupta mediante la propia accin poltica, de forma tal que la tragedia gira primero en la exposicin de lo oscuro y luegoenlaaccinredentora,alavezquesacrificadoraenelpropiohroe,talcomo sucede en Mr. Smith goes to Washington (1939, dirigida por Frank Capra) donde el hroe, J efferson Smith, vence con su oratoria parlamentaria a sus enemigos corruptos51. Pero en laactualidadestosfinalesfelices,tanpropiosdelacinematografadeCapra,yapoco cautivan, especialmente si se trata de presentar una tragedia que convoque al examen de lacalidaddelademocracia.Esporelloqueaparecennuevoshroesconfinalesms dramticoscomosucedeenlapelculaMilk(2008,dirigidaporGusVanSant)o,en menor medida, en Baara (2009, dirigida por Giuseppe Tornatore), en las que hay algo en comn: mostrar la diferencia del comportamiento entre el candidato con el poltico elegido, y el sacrificio al que es sometido con su asesinato -en el primer caso- y el descrdito entre los copartidarios -en el segundo-.Sin embargo, en las pelculas sobre elecciones no siempre aparece de manifiesto la figura del hroe en tanto que, por los artilugios de las actuales narraciones flmicas, ste

50Estoyalo habaestudiado conanterioridadbajoelconceptodeeficacia simblicaperversa:el derecho anticorrupcin sirve para esconder e incluso propiciar la corrupcin: Botero, Andrs. La corrupcin: tensin entrelopolticoylojurdico.OpininJurdica.RevistadelaFacultaddeDerechodelaUniversidadde Medelln (Colombia), Medelln, J ulio-diciembre 2004, Vol. 3, No. 6, pp. 37-58.51 Flores J uberas, Carlos. El hemiciclo parlamentario como escenario cinematogrfico: Mr. Smith Goes to Washington. En: Flores J uberas, Carlos (ed.). Retratos de una ambicin: Polticos, campaas, elecciones y parlamentos vistos a travs del cine. Valencia: Diputaci de Valncia, 2011, pp. 21-47 (pp. 37-40). BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 174 puede ser representado en lo externo, lo que no excluye la catarsis del espectador como meta dramtica. De esta manera, ya es posible pensar en la heroicidad necesaria en la tragedia, pero para ubicar al hroe hay que seguir las lneas de fuga trazadas desde la narracin, las cuales confluyen en un punto de perspectiva que est, obviamente, fuera de cuadro, y que caen justo en el espectador. As, la posibilidad de enfrentarse al dilema, poniendo en evidencia la realidad misma a travs del arte, sacrificando incluso el propio estar-en-el-mundo, queda a salvo si por lo menos un espectador se siente aludido con el dramapresenciado.Deestamanera,elfilmesobreelecciones,entendidocomouna tragedia a ser completada incluso por el espectador, no lleva al nihilismo puro, esto es, que con la heroicidad se evita caer en la indiferencia total ante la poltica en general y anteelsistemaelectoralenparticular.Sepuederesponderas,desdeelarte,tantoal inters del ciudadano por saber qu hay tras bambalinas, como a su creciente desinters por participar en los procesos polticos al creer que stos estn malditos52. 5. Las intenciones polticas en el cine sobre las elecciones. Cambiando de tema, ya haba planteado que el cine sobre elecciones es, especialmente silograacercarsealafrmulatrgica,undocumentopolticoperse,alavezque responde a las exigencias propias del espectculo. Bien dice Flores que el cine poltico es,pues,polticoeneldoblesentidodeestarretratandounasituacindenaturaleza poltica,ydeestaralavezlanzandounmensajedecontenidopolticoy,amenudo, incluso partidista53. J usto por ello, Badiou54, en vez del concepto de cine poltico, del que es un gran crtico, prefiere el de uso poltico del cine, para dejar en claro, entre otras cosas, que no slo es el director quien hace un uso del documento flmico, sino tambin el espectador, como sujeto pblico, al momento de relacionar la pelcula con determinadas ideas polticas.As,tantoelespectadorcomoeldirectorpuedentenermotivacionespolticas diferenciadas aunque stas sean fcilmente relacionables, en especial cuando se habla

52 Klein, J oe. Politics Lost: From RFK to W. New York City: Broadway Books, 2006. Este autor considera que elalejamientodelciudadanoestadounidensefrentealaseleccionesdesupassedebealacreciente influencia de los asesores de imagen y de los expertos en marketing poltico que han permitido la aparicin, de un lado, de candidatos mediocres y, del otro, de campaas electorales falsas. 53 Flores. Polticos, campaas, Op. cit., p. 16. 54 Cfr. Badiou, Alain. Cinma: textes rassembls et prsents par Antoine de Baecque. Paris: Nova, 2010. GarcaPuchades, Wenceslao.CineypolticaenAlainBadiou:elpoderretricodelcinealserviciodela trasmisin de la idea poltica del presente. Icono 14. 2013, Vol. 11, No. 1, pp. 195-215. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 175 de cine militante55, que, generalizando, ha estado ms asociado a posturas crticas de la izquierda56, del liberalismo poltico57 o del partido demcrata58, el cual aporta una mirada de la poltica conservadora como fatalidad. Incluso, se ha pensado que las motivaciones bsicas de las pelculas sobre elecciones partendeladefensadelademocraciaalponerenevidencialosriesgosdelsistema electoral, para que el espectador-ciudadano refleje y examine su realidad con base en la que se le expone en la obra, logrando as la fusin de estos dos mundos59, y pueda as -el espectador-replantearsusconductaspolticasparafavorecerlademocracia,todoesto gracias a que el cine logra, en muchos casos, mejores comprensiones de los problemas pblicos que otras formas narrativas60. Pero resulta que esto no es tan obvio. Es que la poltica, como razn prctica, no se agota en la democracia, de la misma manera como sta no se reduce a las campaas polticas. Para dar un ejemplo, con base en las pelculas sobre elecciones bien podra drsele la raznaCarlSchmittenelsentidodequeelsoberano,aquelquedeterminala excepcionalidad,justoporelloescapaacualquierpretensinquetengaelderechode regularlo. En este contexto las elecciones podran ser miradas en muchos de estos filmes comomomentosarquetpicosdelaexcepcionalidaddelsoberano,porlocual,alser dimensionesexclusivamentepolticas,elderechoascomosusfilsofos-nopuede entender lo que all pasa61. Pero tambin sera vlido decir lo contrario: que la llamada de atencinsobrelasfalenciasenlaseleccionesdemocrticasesunavanecesariapara poder lograr el ideal del control del derecho sobre la poltica: el Estado de derecho.

55 Linares, Andrs. El cine militante. Madrid: Castellote editor, 1976. 56 Flores. Polticos, campaas, Op. cit., pp. 16-17. Sobre la filmografa de Oliver Stone, fuertemente influida por la Nueva Izquierda estadounidense, vase: Sarias. Richard Nixon, Op. cit., pp. 105-124. 57 Cfr. Alonso. Op. cit., pp. 60-63. 58Ross,Steven.HollywoodLeftandRight:HowMovieStarsShapedAmericanPolitics. Oxford:University Press, 2011.Christensen,TerryyHaas,PeterJ .ProjectingPolitics:PoliticalMessagesinAmericanFilms. M.E. Sharpe, Inc., 2005. 59 Me refiero al concepto gadameriano de fusin de horizontes, que se expone, por ejemplo, en: Gadamer, Hans-Georg. Verdad y Mtodo II. 3 ed. Trad. Manuel Olasagasti. Salamanca: Sgueme, 1998, pp. 337-338. 60 No olvidemos que la fuerza del cine radica en el que el espectador asume como creble lo que se le narra, y justo esta narracin logra articular varias esferas, como la afectiva, permitiendo del pblico una interpretacin ms compleja del fenmeno narrado y una reaccin ms fuerte en su animus. Cfr. Thury. Op. cit.61 Schmitt, Carl. Teologa poltica (1922). Trad. Francisco J avier Conde y J orge Navarro. Madrid: Trotta, 2009, pp. 13-36. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 176 Estonosllevaaaceptarquehaymuchasposiblesmotivacionespolticasdetrsdel cine sobre elecciones, a la vez que muchas interpretaciones de dichas motivaciones62. En consecuencia, dentro de las muchas opciones posibles, podra pensarse en narraciones dramticas que pretenden despertar la conciencia crtica del espectador-ciudadano, pero por no llegar a una buena receta en la frmula trgica, terminan generando en el pblico una sensacin diversa, como considerar que la poltica es, llanamente, asquerosa y que, portanto,lomejoresdescentrarsedeellayabandonarcualquierpretensinde correccin.Talvezloquefallallfuelaacomodacinnarrativadeldilemamoralysu enfrentamiento heroico, pero no la tragedia en s, que parti en Grecia y sigue partiendo en nuestro tiempo de tomar distancia de visiones utpicas de lo que se quiere narrar, pero sin llegar al rechazo de la vida pblica. J usto por esto, la tragedia no puede pretender ser objetiva (descriptiva), pues parte de una distancia eminentemente fatalista, pero tampoco pretende ser negacin de la polis. Es por ello que proponemos al espectador que asuma el filme sobre elecciones como una tragedia, para evitar hasta donde sea posible el riesgo que dicho subgnero le implica a la democracia: la colonizacin de la poltica por parte de los grupos corruptos gracias a la pasividad y abandono del espectador-ciudadano63. Igualmente,reconociendoquehaymotivacionespolticasenlosfilmessobrelas elecciones,nodejadeserunriesgoqueelespectadorterminesiendountteredela ideologa del director. Pero tambin es cierto que la intencionalidad poltica del director, que queda plasmada en el documento, no necesariamente coincide con la impresin que elfilmedejaenlaconcienciadelespectador,aunqueesmsprobableesperarqueel auditorio se deje llevar por la narracin y as, de forma subrepticia, comprenda e, incluso, acepte las ideas planteadas en el filme64. Pero hay que tener mucho cuidado con estos estereotipos puesto que si hay algo difcil es desnudar las intenciones o los usos polticos concretos de un filme65.

62 El trasfondo de esta afirmacin es la teora constructivista aplicada al cine. Ver: Gaut, Berys. A philosophy of cinematic art. Cambridge: Cambridge University Press, 2010, pp. 164-179 y 244-281. 63 Flores. Polticos, campaas, Op. cit., pp. 18-19. 64 Este es el experimento que hace sobre el espectador mismo pelculas como Das experiment (2001, dirigida por Oliver Hirschbiegel, con un remake en el 2010 de Paul Scheuring) y Die Welle (2008, dirigida por Dennis Gansel) que logran hacer ver como normal, por su forma sofisticada de narracin, lo que es anormal. Y es el mismo director quien al finalizar, le pone al espectador la cruda verdad: ste fue el experimento de aquel. 65 Incluso, el filme meramente comercial sobre tpicos polticos, esto es, del mero entretenimiento sin pensar siquiera en una dimensin trgica, tambin responde a una visin de lo pblico o, si se quiere, de lo anti-pblico. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 177 Adems, este riesgo de ideologizacin desde la perspectiva del director-productor de la pelculatambinponeendebatelalegitimacindelarte,enestecasodelaindustria cinematogrfica, de fungir como juez de la poltica. Obviamente, esto supone aceptar la esencia poltica que hay detrs de la mirada artstica en general y del cine en particular66. Perosidichaesenciapolticasuponeunaactituddesuperioridadsobrelarealidad, fcilmente se podra calmar tales nimos soberbios poniendo en evidencia todo lo que se teje tras bambalinas de una pelcula, esto es, sospechar de quien sospecha. Adems, los riesgos de un mal juicio pueden ser tan terribles como los riesgos de no hacerlo. Ya vimos queunavisindestructoradelopblicoenunapelculapolticapuedellevarams traumasquesoluciones.Encambio,mejoresresultadospodranprovenirdela consideracindelcinesobreeleccionescomounmotortrgico,quemsquejuezse configuracomoreflejocomprensivo(deallquenoseacinedescriptivoperotampoco destructivo) de la realidad de la polis.Pero adems de lo ya visto, y tal como lo analic en otro texto67, las expectativas y los mensajesconstruidosporellector-espectadornuncapodrnserigualadosconlas expectativasylosmensajesdadosporelescritor-director,entantopartendelapropia comunicacindondesedaladiferenciacinenlaconstruccindesentidosentrelos intervinientes. De esta manera, la posibilidad de que un espectador renuncie a lo pblico ante una pelcula que buscaba su formacin ciudadana, es tan viable como la posibilidad dequeunespectadoracepteunrolheroicoa favordesuscreenciaspolticasanteun filmequebuscabasutotalalienacin.Estaltimaposibilidadseraunapuertamsde esperanzaparalosquecreen,totaloparcialmente,enlademocraciaelectoralcon ciudadana activa, crtica y reflexiva, incluso en momentos de videocracia. 6. Reflexiones finales. Entonces,finalizando,elcineharecurrido,ynadapermitepensarquenoloseguir haciendo,alsistemaelectoralenparticularyalsistemapolticoengeneral,porqueel poderseencubrecomoenigma,conelmantodelmisterio.Peroelpoderpuedeser

66 Asunto, por ejemplo, que deja en claro Huerta cuando analiza la forma como la industria cinematogrfica estadounidenseasumiunrolpoltico,afavoroencontra,delaspolticasanti-terroristasdedichopas, posturaquequedreflejadaenelcineyenlosdocumentalesproducidosaprincipiosdeestesiglo.Cfr. Huerta. Op. cit., pp. 81-102. 67 Botero, Andrs. La lectura literaria forma buenos jueces? Anlisis crtico de la obra J usticia Potica. En: SupremaCortedeJ usticiadelaNacin.Argumentacinjurisprudencial:MemoriasdelIICongreso Internacional de Argumentacin Jurdica. Mxico: Suprema Corte de J usticia de la Nacin. 2012, pp. 209-278. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 178 descubierto, incluso dentro de la lgica del espectculo, si el espectador asume este cine como una tragedia con sus elementos estructurantes: asombro ante la democracia, miedo ante las maldiciones, dilema moral desatado y heroicidad trgica asumida. Entonces,enlamedidaqueelcinesobreeleccionestoquelas fibrasdelatragedia logra elevar su narracin visual a un estatuto artstico-poltico mayor, a la vez que, por la configuracin de nuestra mirada pblica, cumple tambin las expectativas propias de la sociedad del espectculo. En la medida que el monstruo sea desnudado, pero respetando su hlito mgico de necesario, el espectador no podr dejar de intentar verse reconstruido en sus ojos. Mientras se mantenga esta frmula de atraccin, el cine sobre las elecciones seguir convocando al pblico temeroso a la vez que ansioso por el misterio que rodea a la bestia. Yademsdeloquereportapolticamentelatragedia,astambinelespectador, graciasalcine,puedeconstituirseasmismocomounsertrgicoquereconocelos lmites de su existencia, de lo que lo rodea, sin renunciar a ideales de crecimiento incluso donde no es fcil pensar que puede haberlos. Saberse en la tragedia, saber que el mundo (delapoltica)estsumidoenloruinalavezqueenlobelloo,porlomenosenlo necesario, hace que no podamos desviar las miradas del enigma, del monstruo. Mientras elcinepuedamantenerelequilibriodeesaoscuridadquenosconvoca,todoleser bueno,perosiporalgnmotivolascircunstanciascambian,sielcineexagera,sise pierde ese equilibrio entre el asombro y el miedo, si desaparece cualquier posibilidad de herosmo,podrapresentarseunasituacinexplotadoradelasrelacionespolticas deseadas:queelespectadorcaigaenelhastogeneralizadofrentealapoltica,enel nihilismotantemidoporNietzsche,yprefieranovolveraverlosojosdelmonstruo,ni siquierapormediodelarte,considerandoqueyanoesoscuridad,sinoclaridad,pero claridad del mal irredimible.Es as como en el cine se juega, como se la juega en otros escenarios, el deseo por la democracia que implica, tambin, la necesidad de examinarla continuamente. La tragedia expuesta en el cine sobre elecciones polticas se vuelve a s misma tragedia-acto de la vida pblica continuamente examinada.Yahora,luegoestasreflexiones,yapuedodecir:pasenaver,seores,ladeidad antigua, la de mil nombres brbaros, la nunca profanada!, Seores, adelante!68.

68 Marechal. Op. cit., p. 173. BOTERO-BERNAL,Andrs.Latragediamoderna:Laseleccionespolticasvistasdesdeelcine. Revista In Jure Anhuac Mayab [online]. 2013, ao 2, nm. 3, ISSN 2007-6045. Pp. 153-182. 179 Bibliografa. ABRAMS, Elliott. The Gringos Are with Us. Commentary magazine. Consultado el 18-09-2013.Abril2013.http://www.commentarymagazine.com/article/the-gringos-are-with-us/. ARRIAGADA,ArturoyNAVIA,Patricio.LatelevisinylademocraciaenChile,1988-2008.En:Rodrguez,CarlosyMoreira,Carlos(eds).Comunicacinpolticay democratizacinenIberoamrica.Mxico:EditorialFlacsoParaguay-Universidad Iberoamericana, 2011, pp. 169-194. ALONSO BARAHONA, Fernando. De verdad gana siempre el mejor? The best man, el cine poltico de los aos sesenta y el eterno dilema del carcter de los polticos. En: Flores J uberas, Carlos (ed.). Retratos de una ambicin: Polticos, campaas, elecciones y parlamentos vistos a travs del cine. Valencia: Diputaci de Valncia, 2011, pp. 49-78. BADIOU, Alain. 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