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EL FLAUTISTA DE HAMELIN (Hermanos Grimm)

Hace muchos años existía un pueblo muy hermoso y bello que sellamaba Hamelin. Pero una mañana sucedió algo muy extraño. Cuandolos habitantes salieron de sus casas se encontraron las calles pobladasde ratones que roían todo lo que se encontraban a su alcance. Por más

ratoneras que colocaban los habitantes, no los eliminaban. Al contrario,parecían aumentar. a presencia de los ratones era tal que hastaasustaba a los gatos. Ante la in!asión, el alcalde de Hamelin con!ocóuna reunión con el "n de poder encontrar una solución al problema #untoa todos los pobladores. $odos discutían pero nadie daba una solución,hasta que el alcalde di#o% &$enemos cien monedas de oro que daremos aquien nos libere de los ratones. $oda la gente aplaudió la idea y seretiraron contentos. Pegaron carteles por la ciudad y alrededores% 'Cienmonedas de oro a quien acabe con la plaga de ratones en Hamelin(,re)aba el cartel. *n día, un hombre alto y delgado !estido de negro, con

un sombrero de punta, que lle!aba consigo una +auta, mirando el letrerose di#o% 'a recompensa de Hamelin !a a ser mía. sta noche limpiar-Hamelin de la plaga de ratones(. Así, cogió su +auta y comen)ó a tocarmientras caminaba por las calles. ra tan melodiosa su msica que losratones acudían unos detrás de otros persiguiendo al msico, al son desu +auta dulce. os !ecinos obser!aban asombrados como el +autista seale#aba del pueblo acompañado de un s-quito de ratones. legados a unrío, el +autista lo cru)ó sin de#ar de tocar su +auta. os ratones por suparte, que no de#aban de seguirle, no pudieron, sin embargo, cru)ar el

río siendo lle!ados por el caudal del agua. os habitantes /elices porhaberse deshecho de los molestos ratones, celebraron con msica ybaile la noticia toda la noche. l +autista acudió a !er al alcalde yreclamar su recompensa, pero como ya no había ratones, el alcalde nole hi)o caso y le echó de su o"cina diciendo% &0árchate de la ciudad. 12acaso piensas que te !amos a dar tanto oro por tocar una +auta3 4 el+autista, muy molesto, prometió !engarse. $ocó una melodía muchomás dulce que la anterior. sta !e), quienes lo siguieron no eranratones, sino los niños de Hamelin, que salían de sus casas atraídos porla mágica msica del extraño +autista. 5e#aban sus #uegos para

acompañar al msico, y hasta los más pequeños de#aban sus cunas. $odos iban detrás del +autista. legaron a una gran montaña, y con unaseña, esta se abrió mostrando un mundo lleno de #uegos, dulces y/elicidad eterna. $odos los niños corrieron, y cuando estu!ieron dentro lamontaña, esta se cerró atrapando a todos menos a uno, que usabamuletas y al caminar más lento se había quedado re)agado del resto.Aquel niño, al !er como desaparecían todos se escondió, y esperó a queel +autista se /uera. $ras esto, el niño regresó a Hamelin y contó todo lo

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ocurrido a los adultos. l pueblo acudió a la montaña con palas y picosintentando abrirla, pero por más es/uer)o que hicieron, no lo lograron. $odos se sintieron muy tristes entonces y se arrepintieron de engañar al+autista. 4 Hamelin se !ol!ió un pueblo muy triste y silencioso, en el quepor más que se buscase, nunca molestaba una rata, ni se podía !er a unniño6

LA PARTIDAAutor% Claudia.

a na!e estaba a punto de despegar, todos ya estábamos adentro,mientras ella !eía por la !entana, como si buscara algo, con rostro serioy medio triste, se dio el a!iso del despegue, y la na!e empe)ó aele!arse, en eso aparece a/uera una persona que !iene corriendo comodirigi-ndose a la na!e, ella se dio cuenta que era -l, aquella persona con

la cual un día antes había peleado, su me#or amigo se quedaba en latierra, mientras ella se iba a !i!ir a otra galaxia, tenía tan solo 78 años yno comprendía toda!ía el porqu- de su partida, pero al !er que este sehacía cada !e) más pequeño y ella se ele!aba cada !e) más, echó allorar, lloró un buen rato, hasta que se cansó y sin darse cuenta yaestaba /uera de la tierra.

lla, su /amilia y demás personas acomodadas podían pagar el pasa#ehacia su sal!ación, mientras que los que no podían hacerlo, tenían quequedarse a esperar su desgraciado "n, por el a!ance progresi!o de la

contaminación terrestre. ntonces la na!e llegó a su destino, todos lospasa#eros ba#aron y tenían que hacer cola /rente a un gran portón delnue!o planeta, para que /ueran inspeccionados, por los porteros,porteros altos y de o#os a)ules.

ra el turno de ella, le hicieron algunas preguntas y le di#eron9:ien!enida;, ella muy triste y con los o#os an hinchados por tantollorar les di#o 9gracias;, entonces los porteros le di#eron 9toma este !asocon agua y podrás pasar, ya está todo listo;, ella miró el !aso, y lo tomóde un sorbo, al terminar, sacó una gran sonrisa y se entusiasmó por !i!ir

en el nue!o planeta 9pasa; le di#eron, entró corriendo, ella habíaol!idado todos sus recuerdos que traía de la tierra.

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BLANCOAutor% Carlos

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la belle)a +uyente de un celeste&sombrío, porque detrás de esepigmento natural había un peculiar !er. Cada paso que dabanpolemi)aban un espectáculo para los que se perdían descubriendo lacla!e para obtener un par de o#os del mismo tipo. n cambio yo,!olteaba para otro lado al saberme no re+e#ada en los palpitantescontornos de las pupilas. ra cuando las cuestiones me in!adían el

cráneo, 2los de o#os a)ules querrán tener o#os ca/-s3 l cielo a)ul, latierra ca/-, 2la tierra querrá el a)ul del cielo y el cielo el ca/- de la tierra3Fingn dictamen se me consentía.

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Para ese momento ya la oscuridad se había disipado lentamente, los niños y elconductor salieron lentamente del !ehículo a mirar más de cerca el enormearte/acto, tenía la /orma de una bande#a más bien redonda, con destellosplateados en sus esquinas, sorpresi!amente salió del centro de la na!e, unaespecie de rampa o escalera que llegó al piso de la !ía, y una enorme puertade#o entrar la lu). mpe)aron a salir tres personas, eran como nosotros, pero!estían de una manera un tanto extraña, con enormes !estidos de color a)ulrey y con cuellos blancos que cubrían per/ectamente su cuello. stospersona#es caminaron hasta los niños y conductor que se encontraban al/rente, preguntaron cuál de ellos se llamaba 0artín, todos de inmediatomiraron a 0artín con expectante asombro, y 0artín que no comprendía nadaen ese momento, respondió an más sorprendido Eoy yo. os tres indi!iduosse le acercaron y en seguida lo in!itan para que los acompañen, todos lospresentes incluido 0artín, no salían del asombro, por lo tanto 0artín accedió aacompañarlos, ya que nadie les había o/recido resistencia alguna. Eubieron loscuatro a la na!e y se marcharon enseguida. 0artín se encontraba dentro de lana!e, miró a su alrededor y encontró todo muy /amiliar, como si se tratara deuna casa moderna, de esas que uno !eía en alguna re!ista /uturista de ciencia"cción o cientí"ca. as personas que lo habían hecho subir a la na!e,

empe)aron a explicar a 0artín, que ellos eran personas como -l o comocualquier otro que el recordaba, la di/erencia, es que ellos !enían del /uturo,del 5os 0il uinientos @einte, para ser más exactos. llos tambi-n leexplicaron, que la nica ra)ón para lle!arlo con ellos, era la super!i!encia de lahumanidad, nada menos, ya que el poseía, a pesar de ser muy pequeño, elconocimiento y la creati!idad que los de su -poca ya habían perdido. stosconocimientos, no eran más que los de cualquier otro niño de nuestra -poca,los cuales consistían en #ugar, en di!ertirse con cualquier cosa, amar lanaturale)a, querer a los demás, apreciar el arte, etc. $odos en ese /uturo notenían ya estas cualidades, 0artín les enseñaría nue!amente una manera para!ol!er a ser niños, y enseñar a los suyos como comportarse desde sunacimiento.

l tiempo pasó y 0artín se con!irtió en el ser humano capa) de sal!ar a lahumanidad, de la manera menos sospechada, lo cual nos resume, que 0artín!ia#o al /uturo para que sal!emos nuestro presente.

LA PISTOLAAutor% Pa!el Ignacio

*n día caminaba por $epito comiendo unas garnachas, al enchilarme

!oltee al cielo y !i un ob#eto caer tan rápido que apenas la pude !er, measuste pens- que iba a impactar otro meteoro de hielo en mi casaasustado reaccione de tal /orma que las garnachas me las trague sindarme cuenta me limpie con mis cal)oncillos y /ui tras ella.

0e largo pero calcule la inclinación y !elocidad y dedu#e que caería encolima especí"camente en su !olcán a las J pm, /ui por mi carro y loencontr- con las llantas ponchadas cara#o pens- entonces no me quedomás que subirme a mi patineta !oladora e inyectarme adrenalina.

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legue en J días y el domo del !olcán desapareció por lo que atra#o amás turistas de la región gracias a eso tu!e la oportunidad de pedir unosbocados de comida para armarme de !alor y subir. Por "n llegue, quebien grite ahí estaba pero tenía que llegar rápido a la capsula los gasescalientes me estaban as"xiando, lo logre la tenía en mis manos elproblema ahora era abrirla tenía unos códigos, pulse al a)ar, se abrió,que era, una pistola, dios odio las pistolas.

Pistola di!ina. 0e de/eco en Krespiro pro/undoL contrólate expres- a lapersona ubicada a mi i)quierda esa persona la empec- a !er cuandotu!e una loquera con mis compas empe)ó a aparecer en momentos deriesgo. ntonces dedu#e santas patatas algo malo pasará la agarre ydispare al cielo, al día siguiente me entere que unos bala)os calibre .Jimpactaron en un :oeing que cayó en $amaulipas gracias a estos y anmás rele!ante eran radioacti!os.Pero no eran los míos ese salió de :ogotá. u- raro in!estigu- con micelular que pasaba descubrí que M pistolas cayeron en el planeta y unara)a exterior loas encontraría con sus nue!os dueños y la iba a reclutarle!ante la mirada y estaba en una na!e c&c&como llegue escuche por

todos lados había NO personas en esa na!e que raro imagine pero nosolo lo imagine tambi-n lo di#e sin abrir la boca caray me llegó a lamente y tambi-n se escuchó porque hablaba sin abrir la boca.

 $odos los reclutados pensamos en escapar pero no todos se podíancomunicar ya que hablaban en di/erentes idiomas. Ei tan solo lo hubiesee!itado tenía en/rente de mi cara un campo de entrenamiento salimos aentrenar disparo solo disparo y tambi-n disparo doble. Pasaron 8 añosde entrenamiento ya estaba listo y en esos 8 años ol!id- mi /amilia mitodo y me mandaron a la batalla nuestra posición era artillero en la

misma na!e peleaba contra otra na!e.

1bser!- había pantalla mucho espectáculo gente en tarimasobser!ándonos en la pelea contra otra na!e igual con la misma potenciade disparo, esto no era una guerra era un espectáculo. Fos derrotaronen 8 minutos gracias a nuestra mala comunicación y las pistolas lasmandaron a otro planeta si todos estu!i-ramos unidos se pudierane!itar batallas salir de problemas incluso la uni"cación del planeta.

# AMAutor% aura Andrea 0orales.

Ah6 una !e) más atrapado entre /otógra/os y sus cámaras6 una !idade personas sin sentimientos ni emociones, pensar que muchas de ellaspensaban lo mismo que yo me da terror, nunca hubiera imaginado quetal concurso sería tan importante para la !ida que yo había soñado, si la

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había deseado la 9había; esperado pero nunca pens- que /uera así dedura.

Ha6 una !e) más atrapado entre /otógra/os y sus cámaras6 una !idade personas sin sentimientos ni emociones, pensar que muchas de ellaspensaban lo mismo que yo me da terror, nunca hubiera imaginado quetal concurso sería tan importante para la !ida que yo había soñado, si la

había deseado la 9había; esperado pero nunca pens- que /uera así dedura.

&>>4A 0$$ F A I01EIFA AGAE $AG5??&as mismas palabras!acías de todo el tiempo desde que gane el concurso de talentosQ;llegaras tarde; 9acabaras sin traba#o; 9esta entre!ista es importante;Qcasi me daban ganas de agarrar la pistola del /ortachón de la entrada ytirarme un bala)o.

Por "n de noche el nico momento donde puedo ser capa) de escribir lascanciones que con tanto anhelo compongo, en el momento a eso de las

8 am donde lo nico que importa eres t y nadie más. Cuando todos losproblemas se !an de tu mente, cuando los hechas al !acío para poderser t y no lo que en todo el día pretendes.*na amena)a en la disquera para la que traba#o 9si no compones unsencillo rápido serás una historia tan antigua como los :eatles;.

&2C101 * F1 $IFE FIF*FA CAFCI1F3&5ecía mi managerAng-lica& te asignamos al me#or productor que tenemos, si no quieresacabar mal !e y escribe un sencillo.Correr, correr debo correr y no parar, el cora)ón lati-ndome a 7 porhora, al "nal de cuentas no se sentía /ácil morir.

Eer-nate usta!o& me di#e a mí mismo.7686B6 la caída /ue rápida, la !erdad lamento que algunos cocheshayan quedado llenos de sangre la muerte al "n y al cabo era /ácil, unpoco de dolor y todo acaba.

UN ALMA EN PENAAutor% Christina

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Camino por los espaciosos corredores con al/ombra ro#a de terciopelo,preguntándome% 2ue hago aquí3

ente mirándome indiscretamente y niños corriendo por todos lados !estidosde blanco, los hombres con pantaloncillo y camiseta, y nosotras las mu#erescon !estidos sin manga que llegan hasta aba#o de las rodillas.

0e hacen sentarme en medio del ran salón y todos me miran con caras seriasy a la !e), sonrientes.*na !o) resuena en la sala%&2Eabes qu- lugar es este 0aya3&Fo lo s-, ni siquiera s- porque estoy aquí &2Gecuerdas tu muerte3&20i muerte3 >Pero si yo no estoy mu..?

Gecuerdo todo en un instante, mi amor imposible tratando de alcan)arme, nolo logra, por eso es imposible, la ira y el odio, dos en uno, acabaron con mi!ida, mi padre con su na!a#a dorada que mi madre le regalo en su sextoani!ersario de bodas, que ser!iría para la RcocinaR, pero 2qu- /ue lo que paso3

o uso contra mí, eso /ue lo que paso, recuerdo todo, ahora si se dónde estoy,2cómo pude ignorarlo3 stoy en el Geino de los cielos, le#os, muy le#os de todapreocupación y triste)a, pero le#os tambi-n del amor de mi !ida, cosa que meentristece, pero, algn día !ol!eremos a !ernos, podre besarlo y sentir suslabios ro)ar los míos, su calor que me protege, y sus o#os que me encantan. Fos- con certe)a porque mi padre me asesino, -l no me de#aba tener no!io perohubiera sido más /ácil decir% RFos mudamos ahora mismo, no quiero que esechico este en tu !idaR. Pero no, todo con !iolencia y sangre, y recuerdotambi-n, que antes de cerrar mis o#os y morir, a 0iguel a mi lado, apoyando micabe)a en su rega)o, para estar #unto a mí, hasta el "n. Gecuerdo haber oídolas sirenas de la ambulancia que llego demasiado tarde para sal!arme, yoestaba muerta. 0i padre se puso /urioso ese día y empe)ó a golpearme, me

insulto y me di#o que no podía tener no!io, yo le di#e que tambi-n teníaderecho a enamorarme, pero el solo me miro con rabia y se abalan)ocla!ándome su na!a#a en el cora)ón. o !i llorar #unto a mí, cuando 0iguelllego. Ahora yo sería un ángel, un ángel #o!en y rebelde, por dios, solo tengo 7Saños, lo nico que hice /ue enamorarme de un hombre y eso escompletamente normal y hermoso en la !ida de los seres humanos,simplemente no es #usto. 4o solo quería ser /eli), quería casarme con 0iguel ytener tres hi#os, quería ser una gran doctora y tener una casa en medio delbosque. $u!e sueños, tengo sueños, y no podrán cumplirse, #amás. mpie)o allorar y le reclamo a 5ios%&2>Por qu- a mí?3 2Por qu-3 >$enia sueños?

 4 5ios, sua!emente me contesta%& llos tambi-n tenían sueños& y apunta a unos niños a mi derecha que nodeben de tener más de cinco años & @eras, las !ida no la tenemos comprada,hay que dis/rutarla y t lo hiciste, /uiste /eli) y eso es lo que importa, sentisteamor por ese #o!en y el por ti. 4 aunque el destino haya separado sus caminos,aun puedes ser /eli) 0aya, en el Cielo, aquí conmigo y con todos los que estándestinados a go)arlo.

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DIAMANTE NEGROAutor% Tuan Tos- 0oreno 0e#ía.

0e acerco al borde del puente y saco el diamante de mi bolsillo. Pienso que yaha hecho mucho daño. Pero -ste río no podría ser una tumba segura. 0enospara un diamante negro. stu!o !arios siglos dentro de la base de unmonumento, pero al "nal salió a la lu) y /ue muy malo para la humanidad.

Cuando lo sacaron en septiembre de 7OBO, comen)aron a pasar cosas terribles.Pero en 7OUJ /ue de nue!o enterrado. Ealió en 7OJU de su entierro, pero en unaca#a de plomo y tierra. so sal!ó a uropa. Pero allí estaban esos locos.

n FeV 4orD no podría estar por siglos sin ser descubierto y desenterrado. Así que ahora lo tengo y está en mis manos que este pequeño gui#arro del mal sigaponiendo en peligro al g-nero humano.

Fo me atre!o a mirarlo. Eu capa de hilos de oro y algodón del Filo, parecenseguros, pero qui-n no está muy seguro soy yo. 5esde que me he !istoen!uelto en este asunto, no de#o de pensar en lo pequeño que es el mundo. n

lo /rágil de la existencia del hombre.

Pienso en una mina abandonada, en una tortuosa catacumba, en un agu#erodel 0etro de 0adrid o de :arcelona, pero siempre está ese e#-rcito deiluminados que no descansa. sos locos siempre dan con el gui#arro. 5esde elsiglo W@II lo !ienen siguiendo. 4 no logro saber como es que ellos se mantienenunidos.

Ein una red de personas seguras, no puedo a!enturarme a dar con"an)a. Fadiese la merece. Fo, despu-s de conocer la historia de otras personas que se han!isto en!ueltas en esto. Parece que la ansiedad y la a!aricia acompañan aldesgraciado gui#arro que lle!o en mi bolsillo.

a chica que me lo dio, pens- que era una loca con su cabe)a llena de historiasimposibles. *na mitómana insaciable. Ahora soy yo quien está a punto de!ol!erse loco. Fo recuerdo muy bien el nombre que me dio. Pero se que eso noimporta. o que importa ahora es poder colocar este diamante negro en unsitio donde nunca más sea posible de#arlo desnudo. Ei el aire o el sol lo tocan,la gente comien)a a hacer cosas extrañas. 4 además, acompasadamente. lpríncipe de Holanda, :ernardo, sabía para que ser!iría. 4 lo tu!o en sus manos.Xl recibió en una ceremonia en la ciudad de 1osterbeeD el diamante negro. osiluminados se lo entregaban para que creara la maquinaria que sumiría almundo en una herramienta del mal. Pero esta !e) con mayor inteligencia. ode Adol/o no sir!ió para nada. :ernardo tendría que hacerlo me#or.

so /ue lo que me contó la chica. Pero s- que es !erdad. Eolo imagino algo einmediatamente sucede. *na !e) pens- en tener dinero y encontr- un dineroque acababan de robar. uise que una mu#er muy hermosa estu!iese en micama, y una hermosísima mu#er detu!o mi coche. a perseguía su esposo paramatarla. se diamante hace cosas extrañas. s una cristali)ación del carbón,incompleta y en lugar de ser transparente, es de un negro a)ulado y brillante.

le!o un mes con ese diamante en mis manos y parece que lo tengo haceaños. Casi no he dormido, he cambiado de casa, de país, de continente. Pero

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me siguen persiguiendo. Fo s- dónde ir. 0iro a las estrellas. E- que esimposible. Pero no !eo otro sitio.

Posiblemente, hay que sacarlo de a $ierra. Pero62qui-n puede ayudarme enesto3

EL NADADORAutor% Ton @elá)que).

l nadador dio media !uelta y comen)ó a nadar río arriba. Al principio elresto de nadadores no reparó en -l, pero al cabo de unos minutos, todoslos nadadores que se cru)aban con el nadador que nadaba río arriba sequedaban mirándolo horrori)ados. l nadador continuó nadando ríoarriba sin importarle nada, notando la gruesa resistencia de la corrientey con la impresión de no a!an)ar. Ein embargo, poco a poco,rutinariamente, al nadador le pareció que nadar río aba#o o río arriba eralo mismo.

l nadador dio media !uelta y comen)ó a nadar río arriba. Al principio elresto de nadadores no reparó en -l, pero al cabo de unos minutos, todoslos nadadores que se cru)aban con el nadador que nadaba río arriba sequedaban mirándolo horrori)ados. l nadador continuó nadando ríoarriba sin importarle nada, notando la gruesa resistencia de la corrientey con la impresión de no a!an)ar. Ein embargo, poco a poco,rutinariamente, al nadador le pareció que nadar río aba#o o río arriba eralo mismo.

l nadador se hi)o !ie#o 9hace tanto que no me cru)o con un nadador;

pensó despu-s de caer en la cuenta del paso del tiempo, y por sorpresa,arribó en aguas estancadas, 9ya no estoy dentro del río, me he !ueltoloco; di#o en !o) altaQ calmadamente de#ó de nadar hasta que su cuerpoestu!o en reposo, entonces el nadador descansó, incluso durmió posadosobre el límite.

Al despertar, el nadador miró hacia la orilla y comprendió que ya notenía miedo, la orilla se presentaba acogedora, sin piedras a"ladas ni latraicionera corriente que siempre acaba empu#ando al nadador contrauna muerte segura.

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LAS GEMELASAutor% Claudia Eánche).

Hace mucho tiempo, en el mundo de la /antasía !i!ía dos hermanas queeran gemelas eran iguales por /uera y di/erentes por dentro.

*na se llamaba ucía, era buena estudiante y cariñosa, otra se llamabaGebeca era ba#a y pere)osa.

ucía siempre sacaba muy buenas notas y Gebeca siempre cateaba.

*n día, Gebeca le hecho un hechi)o a ucía para que se con!irtiera enuna araña y en el momento en que está /ue a lan)ar el hecho mágico,entró Yilly un amigo de ellas dos, el cual conocía la maldad de Gebeca yla en!ida que esta sentía hacia la dulce y buena ucía.

Yilly detu!o la mano de Gebeca para que esta no pudiera lan)ar el

mal-"co hechi)o, que a su !e) cayó sobre la misma Gebecacon!irti-ndose ella misma en una /ea y despreciable araña.

 $anto ucía como Yilly decidieron encerrar a la mal!ada araña Gebecaen una /ría y oscura #aula donde pudiera pensar y arrepentirse de todo elmal que había causado a su hermana gemela y a toda la gente que teníaalrededor.

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LO $UE NADIE SABEAutor% inda :. Eosa

n la parte más recóndita y oscura del uni!erso, existió un pequeñoplaneta lleno de caos y destrucción, su gobernante era alguien ebrio depoder que mientras más destruía más /uerte se hacía. Xl tenía comoescla!os a la población y a un gran e#-rcito.*na !e) al año, en su planeta, pasaba un cometa que traía lu) yesperan)a a las personas, esa era su nica ra)ón para seguir !i!iendo,pero esta !e) no /ue así. 0uchos se preguntaron qu- había pasado conel cometa, pero nadie sabía la respuesta, desesperan)ados y sin nadapor que seguir luchando muchos se arro#aron al !acío y murieron.

Como ya no había tantas personas que dominar, el gobernante se puso/urioso y ordenó a su e#-rcito que partieran del planeta en busca de algoque destruir.

l e#-rcito, tal como di#o el gobernador, partió en sus na!es pero #amásregresaron. a espera se hacía cada !e) más larga que el gobernante nopudo resistir un segundo más y se suicidó.

l planeta ya no tenía absolutamente nada, no había habitantes, la tierraera est-ril, así que se extinguió en el ol!ido. 0uchos dicen que el planetaexplotó, otros aseguran que la oscuridad misma se la tragó, pero la!erdadera ra)ón es la que nadie sabe.

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CAMILA % SUS SUE&OSAutor% Ficole.

Camila era una niña de O años, con una gran imaginación, tenía unossueños muy locos, los cuales siempre anotaba en su !ie#o diario, creíaque todos los seres que eran di/erentes o tenían un poder especialexistían, ella decía que sirenas, bru#as, !ampiros, animales habladores,

entre otros eran reales, que no eran persona#es producidos por laimaginación de personas, que si estaban en cuentos, historias, libros,películas era porque alguien los tu!o que haber !isto. Al escuchar lo queCamila decía todas las personas de su pueblo creían que estaba loca oque era una niña con exceso de imaginación, y así /ue creciendo Camilasiempre de/endiendo sus pensamientos y escribiendo sus sueños locos.

Camila ya iba a cumplir 7J años y una noche antes de su "esta no podíadormir así que ba#o a la cocina por un !aso de leche, abrió lare/rigeradora y, >sorpresa? miró un hermoso paisa#e como en sus sueños,ella estaba muy /eli) y emocionadísima, sintió una gran curiosidad yentró, !io que en ese lugar todo era mágico, todas las personas quehabitan ahí eran muy parecidas a las que ella conocía pero con ladi/erencia, que cada una tenía un poder especial y se podían trans/ormarsegn el poder que tenían , era un mundo muy di/erente, no era comolos sueños de ella sino mucho me#or, Camila estaba parada obser!andoese hermoso lugar ,de pronto un enanito la señaló y grito, todossuspendieron la acti!idad que estaban haciendo y empe)aron a susurrarunos a otros, Camila no sabía lo que estaba pasando hasta que un perrollamado sper

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 $odos muy tristes lo aceptaron pero debían continuar con sus !idas, derepente todo se empe)ó a oscurecer y oscurecer y una !o) muy sua!edecía &despierta, despierta que ya es hora de que te alistes para tu"esta mi bella reina.

CERNOBIOAutor% Tuan 0endo)a.

Eentado, más pomposo que lechuga /resca, en la terra)a de suapartamento, Cernobio, con gran ansiedad, esperaba un indicio. 4a habíatranscurrido la mayor parte del día y solamente había !isto pasar a unaalegre nube de moscas con calentura a las que no les prestó muchaatención ya que no coincidían con los parámetros que le /ueron dadosacerca de una señal.

5esde el amanecer se había instalado en la terra)a con una pequeñane!era repleta de comidas y bebidas, el tel-/ono al lado, el controlremoto para abrir la puerta, y recipientes para desperdicios, incluyendolos de su cuerpo. 5e !e) en cuando al le!antarse de la silla de extensión,en el borde de la terra)a, oteaba con unos binoculares la otra costa delagoQ o con el equipo de !ídeo registraba el aletargado !uelo de los)amuros. Así se pasó el día lleno de angustias y expectati!as.

Pasaban las nue!e de la noche cuando una gorda y enorme +echaluminosa, anaran#ada, e intermitente, acompañada de una msica comode piedras de colores rodando por el lecho de un burbu#eante río dulce, y

un /uerte aroma de lirios andinos pasó +otando /rente a su terra)a. 5e laparte superior de la +echa se desprendían unos diminutos /uegosarti"ciales que no lograban gran alturaQ de la parte in/erior, una llu!iacolor magenta cayendo allá aba#o en la a!enida, creaba un estruendosorío de plata sorprendiendo a los transentes.

0uy emocionado Cernobio dis/rutó de la tra!esía de aquella increíblesaetaQ al perderla de !ista por su i)quierda en dirección al gol/o, sequedó meditando sobre cuál era el mensa#e de esa aparición, ya que enesa dirección nada se podía !er. 0ientras los niños y adultos allá aba#o

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en la a!enida procuraban intilmente recoger algunas muestras del ríoargento.lucubrando sobre cuál sería el anuncio le dieron las doce de la noche.5esilusionado y re/un/uñando se /ue a dormir #urando que nunca más!ol!ería a leer horóscopos al mismo tiempo en que, lo que quedaba delrío de plata se iba por las alcantarillas sin hacer ruido alguno.

LA SANGRE ERA AMARILLAAutor% ily spinosa

&Ei me como la sandía, 2me de#arás salir3&Fo&os mares están a)ules hoy. uiero arro#arles pol!o.&Ee con!ertirá en lodo y +otará le#os.&Fo importa. s necesario el pol!o.

&Pero no saldrás. $om- la pistola. staba cargada. a sostu!e en mi mano por un rato y despu-sla apunt- hacia su pecho.&5ebo salir.&Fo lo harás. l cielo está picado. l mar está bra!o.&Pero debo salir. 0e comer- la sandía y saldr-.&a sandía es para otra ocasión.0e puse las botas negras. staban muy !ie#as, pero las incrustaciones de oroan brillaban.0e asom- a la !entana. l cielo estaba picado, rosado.&5ebo salir& murmur- ba#ito.&Fo lo harás.

Apret- /uerte la pistola. l !estido de seda de colores, tan ligero, tan /antástico.A !eces irreal.&Fo lo entiendes, ucía. l mar me necesita. Ei no !oy sangra y llora. Eoy todopara -l.lla se incorporó muy lentamente, poco a poco, como si tu!iera en/rente una"era sal!a#e que pudiera alterarse y atacarla.

 4 así era yo.&Hermana, escchame. s por tu seguridad. l día no está bien. Ei sales qui)ásno !uel!as.&Fo me importa. 5ebo salir. Comer- sandía y saldr-.

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&0orirás.&Fo me preocupa.&$e necesito.&Fo es !erdad.&s cierto.&0entira.*n a!e se posó en mi mano desnuda, la mano que sostenía el re!ól!er.&0írala. stá tan tranquila. Eus plumas secas. Ei ella puede !olar al ras del mar,2por qu- yo no35ebo salir hermana. l mar me extraña. a sal se seca. a arena es escasa.&Hablas incoherencias. 5ebo atarte al conducto del aire.&Fo me atarás a ningn lado. @oy a salir.Presion- /uerte el gatillo. a bala impactó en la pierna de ucía, #usto en una!ena. Eu sangre amarilla se derramó por su pantalón blanco. lla aulló de dolor.&amento que sea así. Pero debo salir.ntre sollo)os, mi hermana alcan)ó a balbucear%&:ien sal. Eal y muere. Pero ha)me un /a!or. 5e#a la sandía en la mesa. s paraotro día.&5e acuerdo. o har-.

5e#- el arma en la mesa. $om- la sandía y la coloqu- #usto alado. Pronto ucíamoriría desangrada. Eu sangre era amarilla.Camin- tranquila hasta el acantilado, a unos pocos metros de la casa, el quedaba la cara hacia el mar, lle!ando en mi muñeca al a!ecilla, quien #amás seseparó de mí, ni siquiera con la explosión del disparo.0e agach- y recogí un puñado de pol!o cristalino. 0e par- a la orilla del risco ylo arro#- al mar. Xl supo que yo estaba allí y se puso contento. l pobre tonto sehabía enamorado de mí.0e sent- a la orilla del peñasco. Tamás !ol!í a la casa.EL BRILLO DE LA AMISTADAutor% Andr-s Pi)ano.

Había una !e) una estrella llamada Cindy. ra muy /eli) con su brillo en el cielo.*n día en el cielo se perdió su brillo. mpe)ó a llorar. e gustaba mucho subrillo porque le protegía. $odos los compañeros de Cindy se preocupaban porella en la escuela de estrellas. staba tan triste que empe)ó a llorar.

Z los compañeros decidieron ayudarla a buscar su brillo perdido, ya que laquerían mucho? Z no les gustaba !erla triste?, entonces emprendieron un !ia#epor la galaxia en busca del brillo de la strella Cindy, pasaron 8 horas de supartida Z llegaron a una constelación donde había muchas estrellas? hay todaspresumían sus brillos Z competían por !er qui-n era la más brillante?, losamigos de la estrella Cindy buscando en cada rincón de esta constelación elbrillo de su queridísima amiga? no lo encontraban a lo que recurrieron a

preguntar, algunas estrellas muy arrogantes contestando de la manera másmal educada posible Z sin ayudarlos para nada, la mayoría de todas eran así hasta que llegaron con una con un brillo muy hermoso Z bastante amigable Zbondadosa? muy di/erente de las demás? la cual contesto la pregunta que lehacían a todas? & Fo ha !isto un brillo solitario que !engan de una estrella nomuy comn por aquí3 a lo cual respondió que se le a "guro haber !isto un brilloasí pasar por ahí pero no muy segura de ello, puesto que los amigos de laestrella Cindy, pensaron que ese debía ser el brillo perdido? le preguntaron aque dirección, despu-s de la que la bondadosa estrella les dio la direcciónemprendieron de nue!o el !ia#e para seguir buscando? lo cual no /ue tan largo

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puesto que llegaron a un planeta desolado Z bastante oscuro como para no !erun brillo tan grande como lo era el de su amiga, así que rodearon el planeta Zninguna señal del brillo? pero muy cercas de ahí se escuchaba un ruidoextraño? que !enía de un rincón del planeta obscuro? al llegar al pequeñorincón obscuro se dieron cuenta que era una estrella ermitaña con ya muchosaños Z su brillo no era tan deslumbrante como una estrella normal.

 4a de lo !ie#o que estaba su brillo era como el de una antorcha? alumbrabanomas por donde andaba Z no se nota mucho a lo le#os?, las estrellas queestaba en busca del brillo de su amiga, le preguntaron con sospecha? K 4a quesiendo una estrella sin casi lu), podría hab-rsela robado L que si no había !istoun brillo algo especial de una estrella amiga de ellos a lo que contesto, & que elsiendo una estrella ermitaña, Z su nico hobby siendo el obser!ar a sualrededor no había !isto nada que se le pare)ca?, Z todos decepcionados por larespuesta Z con desesperación de donde podría encontrarse el pequeño brillode su amiga? l ermitaño les responde con una simple /rase?, & Eólo se haperdido cuando se de#a de luchar, a lo cual todos escuchando Z anali)ando laspalabras de aquella estrella ermitaña, se proponen no rendirse Z buscar lamanera que su amiga consiga su brillo de nue!o?? a lo cual le agradecen a laestrella ermitaña, Z emprenden de nue!o a buscarla? pasando ya las B horas

7[8 Z sin rastros de aquella lu)? que tanto buscaban, se di#eron a sí mismos, &porque no buscar donde es menos probable que este? puesto que sería a la !e)el lugar más ra)onable donde se puede encontrar?, regresando a su propiaconstelación en busca del brillo perdido,

siendo que lograron !er a lo le#os un brillo bastante peculiar pero algo di/erentede como recuerdan el brillo de su amiga la estrella Cindy, descubren que aluna? es la que le quito el brillo a la estrella Cindy, para una simple prueba deamistad Z es/uer)o mutuo entre ellas?, pero todo eso no responde como es queel brillo de su amiga es di/erente de cómo lo recuerdan, a lo que la una lesresponde, & l !alor de la amistad hi)o que el brillo de la estrella Cindyconsiguiese un brillo especial? Z nico que solo sus amigos pudiesen

conseguirle? Z es así como un cambio prepara otro?. a estrella Cindy recuperosu brillo con me#oras?, ella /eli) de la !ida con su brillo de !uelta Z me#or queantes Atra!esando al galaxia con alegría Z /ue así como todos /ueron /elicespor siempre??DE LOBOS' HIENAS % !ENADOSAutor% Itati Heredia.

a noche se presentaba hermosa, brillante de estrellas y rebosante depromesas de amor.

a #o!en pare#a tal cual !enados se hacían arrumacos de amor dentro

del pequeño auto.5etrás de las rocas, entre las sombras, comen)aban a asomarse losrostros de los lobos.

Eus o#os inyectados en sangre y alcohol, auguraban presagios de terror ysangre. *no de ellos no lobo sino hiena cobarde, temblorosa de miedo ya la !e) de lu#uriosa ansia obser!aba la escena. 5e pronto la #auría searro#ó sobre la pare#a y dándole un tiro en la cabe)a del muchacho sededicó al más criminal de sus acciones. a muchacha abriendo sus o#os

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de gacela asustada y sin poder gritar sintió como desgarraban susentrañas, mientras los lobos degenerados en un loco paroxismo deplacer acababan dentro de ella mientras la golpeaban sin piedad. lla enun gesto de desesperación miró hacia -l, la hiena, en muda splica deayuda. Pero el cobarde cerrando los o#os y tapándose los oídos para noescuchar, no hi)o nada. 4 allí quedó en la soledad de la noche estrellada,la pequeña gacela muriendo poco a poco.

Pasaron los años. os lobos /ueron terminando de la peor manera, suscorrerías criminales los /ueron arro#ando a la cárcel. n tanto -l, la hiena,con la culpa a cuesta comen)ó a desandar caminos tratando de ol!idar.Xl no había participado de la orgía de sangre y lu#uria pero por cobardíano había hecho nada para impedir lo de esa noche. 4 así en!e#ecido yborracho /ue a parar cerca del lugar donde había sucedido el crimen.*na noche brillante de estrellas !io !enir una "gura blanca y !aporosahacia -l. Eus o#os turbios de !ino barato se agrandaron de terror. Habíareconocido en esa "gura a la pequeña gacela. lla lo miró de la mismamanera que esa noche, implorante y a la !e) de redención. a hiena

ahogando un grito de angustia cayó muerto en la tierra hmeda.

Así lo encontraron al día siguiente. A su lado en letras pequeñas ysangrientas decía% $ PG51F1...

EL JARDIN DE LA HECHICERAAutor% eydi Arguello.

n una ciudad muy le#ana, habitaba en el bosque una bella chica de 7U años deedad ella era nue!a en la ciudad, lo que no sabía era que allí habitaba unahechicera mal!ada llamada Claris.

Claris era una hechicera de 7 años pero se !eía de #o!en, Claris era muyhermosa y seducía a sus !íctimas con su belle)a, un día la #o!en salió a dar unpaseo y se encontró un lago ella estaba /eli) saltando en el lago a garró las dospuntas de su !estido para no mo#arlo, paro mientras admiraba el re+e#o de laluna en el la laguito, sonreía pero no hacia ruido para no despertar los lobos, yanimales que habitaban allí.

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a #o!en se /ue para su colegio, iba /eli) con su uni/orme nue!o tenia /aldita yuna blusa que parecía chaleco y una cinta !erde en su cabello.

a #o!en entro a la escuela y pasa por el pasillo y se encontró una chica con!estido negro y un corbatín !ioleta en su cuello, la chica de 7U años de edadse le da por ayudarla lo que ella no sabía era que la chica era la hechicera y lachica se hi)o amiga de la hechicera por lastima.

uego la hechicera despu-s de clases se lle!a a la chica a su #ardín de muertesdice el el dicho R que cualquier #o!en o estudiante que entre a ese #ardín se!ol!erá una )ombi colegialaR pero la hechicera le di#o otro dicho a la chica ledi#o Rque el que entrara se !ol!ería más hermosa Rla #o!en le creyó entro y secon!irtió en una )ombi colegiala y mientras este hay tendrá sangre en todo sucuerpo y será )ombi hasta que la hechicera quiera sacarla.

uego de todo lo ocurrido la hechicera se acordó de lo que la chica le habíadado como, comprensión con"an)a, y amor despu-s de esto la chicas !ol!ierona ser amigas pero cuando la chica salió empe)ó a llorar y la hechicera se puso

/eli) la hechicera al "nal con!irtió su #ardín malo en un #ardín bueno.

LA !IEJA ESTACIN

Autor% Ale#andra Paterno.

a !ie#a estación, era una de las pocas cosa que quedaban en aquelpueblo, claro ya no era la misma, ahora en ruinas era re/ugio de perros y!agabundos. l pueblo se había quedado en el tiempo, solo quedabanlos habitantes más !ie#os y ellos eran los que aun recordaban aquellatragedia.

Hacia más o menos un mes que -l había !uelto, aunque nadie lo habíareconocido, era solo un !agabundo más. Pasaba sus días sentado en el

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maltrecho banco, mirando hacia las !ías, como esperando algo. Cuando

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muerte de sus padres en un ataque pirata, este suceso lo inspiro mas aser marino, ya que así combatiría con los piratas y ayudaría a la gentepobre.

*n día miliano salió de pesca en un pequeño bote, ya cuando estaba enaltamar !io acercarse a un barco grande, al !erlo más de cerca se diocuenta que era un barco pirata, despu-s de su /allido intento de huir /ue

reclutado al barco pirata para que traba#ara para ellos. Paso un año ymiliano tenia diecinue!e, miliano cada noche pensaba que era de sushermanos.

*na noche el capitán del barco lan)o un grito para despertar los piratas,pues un barco marino se acercaba a ellos para combatirQ miliano noquería hacerle daño a nadie pero si se entregaba lo meterían a prisión ydespu-s lo condenarían a muerte, así que planeo ir al barco marino para"ngir ser marino y combatir a los piratas, miliano entro al barco marinoy se re/ugió, pero llega un #o!en marino y le dice arriba las manos teencerrare en la cárcel& el marino lle!a a una pequeña celda a deba#o del

barco y encierra a miliano, miliano le dice d-#ame libre me !oy a unira ustedes& el marino le responde no yo cono)co a los piratas ellosmatan a mucha gente inocente, de hecho ellos mataron a mis padres y ami hermano& miliano con una reacción de sorpresa dice Tuan acaso2res t3& el marino pregunta 2cómo sabes mi nombre3&& milianoresponde tu hermano no murió yo soy tu hermano& Tuan se quedasorprendido y comien)a a platicar con miliano hasta llegar a tierra.

 Tuan le dice a miliano que tal si !amos a nuestra cho)a a platicar&miliano responde si&, cuando llegan miliano pregunta &24 \arla3& Tuanresponde& \arla tiene 7U años ella traba#a como cocinera en la marina&miliano dice !en me alegra !er que est-n bien pero miliano 2u- teparece si me uno a la marina contigo3& si& responde miliano y desdeese día se dio origen a unos de los me#ores marinos en la historia.

 JAMSAutor% 0atías

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ra una noche tan oscura que se sentía como sí la maldad se acercara amí.

Fo había ninguna lu) que se pudiera re+e#ar en algn !idrio de las!entanas de las casas.

Eólo una muy pequeña que se !eía en -l una le#ana esquina, era como la

sí estaría en el cielo, de acuerdo a las descripciones que la gente o laspelículas mostraba. Eeguramente se preguntaran 2qu- es lo que habíaun chico como yo parado en medio de una oscura calle y en una horatan a!an)ada3

n realidad estaba esperando al autobs que me lle!aría directamente ami casa, era de color blanco y muy antigua. 4a lle!aba esperando másde treinta y dos minutos. A decir !erdad estaba totalmente cansado,porque todo el día estu!e buscando una maldita mercería para reali)arlos mandados que mi madre me pidió.

5esde el /ondo se podía obser!ar el autobs acercándose. A el subí yconduciendo se encontraba un amigo de mi padre sólo que no le caíabien a nadie debido a su impredecible actitud , es decir que podíacambiar su ánimo en tan sólo en un minuto.

n el autobs había aproximadamente !eintisiete personas, sólo sobrabaun asiento y en -l me sent-.

l !ia#e ya estaba por terminar y nadie había ba#ado. staba dormitandoy al borde lo logr-, me dormí tan sólo por un interminable minuto.

Cuando despert- no había nadie en -l y con/uso por lo sucedido le pedí que me explicara lo sucedido pero -l no me respondió, entonces lepregunt- de nue!o y no respondió.

leno de una gran ira le di#e% & >>> det-ngase??? . Pero -l me di#o% amáspodr-.

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LA S*PTIMA PUERTAAutor% Abner Hale.

0uchas historias se cuentan del Palacio de obierno en ima. *na de lasltimas menciona que el anterior presidente del Per, Ale#andro $oledo,despu-s de haber tomado unas copas con sus ministros, regreso a sushabitaciones para darse un merecido descanso.

l corredor era oscuro, pero sabía que seis puertas adelante seencontraban su dormitorio. Pero he aquí que empe)ó a contar... >4 ahoraeran siete? @ol!ió a contar y en e/ecto eran siete.

Intrigado abrió aquella s-ptima puerta y se encontró con una o"cinallena de anaqueles y muebles !ie#ísimos que se caían a peda)os. Eobreestos estantes había pilas de documentos amarillentos llenos de pol!o ysabandi#as. $oda la habitación olía a humedad, moho y deshechos deinsectos o roedores. ra un lugar horrible, apenas iluminado por unalámpara que arro#aba una lu) mortecina y /nebre.

 $oledo entro, recorrió aquella o"cina y al /ondo se encontró con unhombre gordo, sucio, barbón y mal !estido que escribía con desganosobre unos papeles. Al !er a $oledo, le di#o con aspere)a%

& 24 usted qui-n es3

& Ale#andro $oledo.

& 24 que hace parado allí3 Ei no tiene nada me#or que hacer, lárguese.

o di#o con tanta autoridad, que $oledo procedió a retirarse, pero al!ol!er al corredor se di#o%

& *n momento. 4o soy el presidente de este país y nadie tiene porquetratarme así.

Ee !ol!ió para entrar a aquella !etusta o"cina... Pero la puerta habíadesaparecido.

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despacho. o enterraron, pero desde entonces muchos lo han !isto. Alparecer ignora que ha muerto y se sigue presentando, traba#ando hastamuy tarde como si aquella o"cina se hubiese con!ertido en su castigo,su prisión y su propio in"erno.

LAS ELECCIONESAutor% 0iDian 0odii.

Como en todo salón del 77B, tener un brigadier es de lo más normal del 0undo.Fo s- en su planeta, pero aquí la /unción del brigadier es a!isarnos si se acercael 9ausi;, el auxiliar. Para el ausi, la encargada de ello era .., en !ista de queya la había elegido el año pasado. 2Pero ella, postular para brigadier3 Fada que!er. Cuando el ausi di#o el año pasado 2A qui-n elegimos3 $odos buscaban a losmás mandables por nosotros. 4 así, .. propuso a .5., de quien muchos anse preguntan si ella existe. Pero ella, todo maliciosa, propuso a 6.. ntoncesel ausi casi se dio cuenta que proponíamos a 9las personas de me#or mane#o;&yo se lo cont- al año siguiente& y por eso eligió a .. >5emocracia? 9Con

ustedes no /unciona;& respondió, ignorándonos.

Pero este año nuestro tutor quiso poner nue!o brigadier, y apostó por lademocracia. 9 Por el más macho % por6.Kun x, 2dudoso3L;, se percibió elsusurro. 9Por el más despistado % por6K2se re"eren a mí3L;, se escuchó por ahí.Pero más re!elador /ue para mí el susurro 92por qu- no te reeliges a ti misma;9porque me da +o#era, 2y t3 ;. Hasta que a algn perdido otro perdido se leocurrió 9>li#an a ?;. Fadie pensó para qu- % la idea nos !aciló y nos ol!idamosde ese tema.Al otro martes, nuestro tutor apro!echó un tiempo libre para con!ocar aelecciones. Fadie se atre!ía a proponer candidatos o, aclarando, a!ergon)ara alguien delante del tutor& ntonces 5. pensó 9 por el más correcto;, y

propuso a P.Q P. pensó 9por la más mentirosa;, y propuso a 5. 92Fo piensanproponer a alguien más3 ;&el pro/e, nuestro tutor. 4 se escuchó el nombre de .2ui-n3 a culpable que lo postuló a -l di#o no, pro/e estábamos hablando deotra cosaQ el pro/e ah, están hablando de las elecciones, por supuesto, pro/e. 4postuló a ., 9el coli;, por la melena. ntonces sacamos los papelitos para !otarallí por qui-n. Geunidos los !otos, empe)ando a chequear, el tutor tiró !arios!otos !iciados a la basura. 2u- quiere decir cuando eli#en a 9pelucón;,9cabe)a de coli+or;, ;pelo !engan)a de peluquero;, cerebro con roche;,etc.uego el blablablá del tutor, y 9 y recuerden que no solo !otan por alguno deellos sino tambi-n !otas por ti;l pro/e se decidió por nue!as elecciones. sta !e) el tutor empe)ó contandolos !otos. 1b!iamente, había más !otos que !otantes. 4 el tutor, tasando los

papelitos pero en !o) alta % 94o !oto por ., pero no se lo diga a nadie;. 4a /ue.Eiguiente % 9en una democracia lo me#or es !otar por todos6;. Cómo esposible6 Eentí una cierta !erg]en)a. 4o solamente escribí 9pelucón es/ore!er;, sin encontrarle el chiste. Pero el pro/e no le prestó atención. Alguiensusurró que P. había !otado por 4. e in!ersa, para no tener el roche de resultarambos con cero !otos. Al "nal hubo un empate% todos queríamos la segunda!uelta entre . y el !oto !iciado. 9>@i&cia&do, !i&cia&do?;. n eso llegó el ausi. nla con!ersación, le in/ormó al tutor que . ya estaba 9"chado;& en resumen,mala conducta. uego !ol!ió el tutor para con"rmar la noticia, y que para elausi, la brigadier seguía siendo .. 4 a estudiar.

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Al !ol!er el tutor, le pedimos nue!as elecciones. A P. le dio un ataque decorrección, y propuso a Ch. A otra, un ataque de incorrección, y propuso a ..Q.. le murmuró que si salía elegida, se !engaba. Al mismo tutor le dieron suscinco minutos de locura, y propuso a :. >Ah? Pero esta !e) el pro/e no queríatrampas Kyo tampoco entiendo por qu-L 4 le asignó un numerito a cada cual. 4así, !otamos a !o), en presencia del pro/e. 9Tó!enes, !iene ante ustedes subrigadier, el nue!o policía escolar, Ch6;Ch. caminó sin mucho ánimo donde eltutor, y le susurró al oído que renunciaba... /ue elegida a dedo por el tutor como la nue!a brigadier. Xl no le permitióque d- su discurso como elegida, ni con!ersaron nada mientras nosdiscurseaba sobre su elección. 24 por qu- será, ah3

Principio del /ormulario

MENTE MISTERIOSAAutor% Camilo Arca.

25onde estoy32a donde !oy32estoy empapado llue!e y yo camino sinrumbo alguno que demonios me sucede3.

legue a despertar como a las N%B am atacado por la lu) +uorecenteque unos traba#adores colocaron hace unos diaQ me lle!aron el desayunoa la cama con periodico incluido, en dicha portada aparecia un hombresu imagen lo tenia archi!ado en alguna parte de mi complicada ycomple#a mente demore !arios minutos escaneando esa imagen esapersona se me era conocido, luego de tanto meditar, procedi a hacer lamisma rutina de siempre caminar en la parque.

 $odos actuaban tan raros como desorientados perdidos con ropa basanterara para una pla)oleta. el dia terminaba las nubes le ganaron la batallaal sol, se asomaba la tormenta /ogona)os por doquier /otogra"ando a lacasa, a la gente, a mi.

5e la nada unos hombres llegan irrumpiendo mi habitación /orce#eo conellos dando a lu) una riña en donde lo gane lamentablemente no secomo lo hice, pero escape con/undido y totalmente desorientado comoantes.

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LA NENA MALCRIADAAutor%

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 4 al "nal todo puede ser me#or si tu RduendeR te ayuda a !er el caminocorrecto.

EL MODESTO DESEO DE LA SE&ORA MMAutor%

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acondicionando el terreno cercano a su !entana, retirando male)as cada!e) que las mismas germinaban, colocando tierra negra y humus,/ertili)ándolo con sumo cuidado y regándolo con mucha dedicación ypasión todas las tardes sin /altar una sola !e), hasta el día en queamaneció un bello rosal con rosas ro#as deba#o de la !entana que habíaelegido para su entierro, a pesar de que /ue enterrada sin suconsentimiento le#os de su casa en el camposanto de la ciudad en la que

había nacido.

MI DI!ISINAutor% aurent.

@i!í muchos años de mi !ida con el presentimiento de que estaba a unpaso de la locura, pero nunca me sentí tan gra!e para comprobar queera cierto.sa sensación comen)ó cuando, por primera !e), me sentí +otar porsobre los demás.staba aun en mi escuela secundaria, cuando de pronto comen)aron aretumbar como eco las palabras en mi cabe)a, luego percibí mis manosmás torpes y pesadas de lo habitual y empec- a +otar en el aire, porencima de las cabe)as de mis compañeros de curso.

Podía !er claramente la /orma de su cabello, como seguían la clase connormalidad, la manera de mirarse con complicidad de !arios de ellos/rente a un yerro del pro/esor de Eociología, y hasta podía distinguir loque escribían con letra cuidada en sus carpetas y apuntes.

5e a ratos lograba sentarme #unto a alguno de ellos sin que se percatasede mi presencia.

1cupaba un espacio !acío, como si estu!iera destinado a quien pudiera!agar por el aula a dos metros del suelo y decidiera tomar un merecidodescanso #usto ahí.

5e pronto, una !entana a)otada me de!ol!ió repentinamente a larealidad, mis manos !ol!ieron a adquirir su textura habitual, mis oídos

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estallaron en un carna!al de ruidos y sonidos que se me ocurrieronnue!os, mientras mis pies se cercioraban de !ol!er a pisar tierra "rme,segura.

Pens- de inmediato en !ol!er a mi banco, lo que hubiera podido lle!ar acabo de no ser porque estaba ocupado por alguien tan parecido a mi6.

EL !ENGADOR DE LAS U&ASAutor% nigma.

&Había una !e) una /amilia pobre, su hogar era el basurero, y un día,mientras hacian una de sus largas caminatas, !ieron un cartel que decia%Rse busca un domador de leones por _8 la horaR.

os padres decidieron que ya habían hecho demasiados es/uer)os en su!ida y que ahora le tocaba a su hi#o Tunior.

Al día siguiente lo lle!aron al circo y en las audiciones, como no /uenadie, aceptaron a Tunior.

A la mañana siguiente estaba en su habitación del circo.

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l león /ue tras -l intento correr pero el leon lo alcan)o con las uñas lesaco partes del cuerpo.

Cuando la /unción termino el #e/e lo tiro a la calle diciendo%ya no sir!espara nada???

os años pasaron y le crecieron los pelos ,la barba pero sobre todo las

uñas .l creció con mucho odio y se qui)o !engar. $odo su odio se lo descargo con una mu#er % /ue a la noche ,la mu#erpasaba por una calle muy oscura ,escuchaba rugidos y empe)ó a correrhasta que por delante se le apareció y la mató sacándole las tripas yluego se las comió todo esto con las uñas.Al día siguiente a las J de la mañana en la calle había muy poca gente,alpasar un auto sintió un golpe en el techo intento acelerar hasta que algole destrulló el motor ,escucho un rugido y al mirar por el retrobisor y lo!io ,Tunior de un mo!imiento lo amputo,luego tiro el cadá!er a una a!enida. hasta que un día se quedo dormidoen la calle.

 $u!o un sueño recordando la noche en que el león lo corto todo yrecordó al #e/e .

Cuando despertó decidió ir a buscarlo ..luego de algunas semanas loencontróQel #e/e estaba en el parque muy tranquilo estaba sentado ba#o un árbol Tunior se subió al árbol se tiro y lo corto y le saco partes del cuerpo ..cuando termino con -l, lo tiro a la calle dici-ndole % ya no sir!es paranada???

LA COLIFLORAutor% Isidro.

*n día extraño, es temprano y tengo un hambre del caramba, lasresponsabilidades del traba#o, de saber que muchas personas dependende mis decisiones, tengo tiempo para comerme algo sabroso, hay unmercado cercano, recuerdo un calle#ón que no he !isitado desde niño.

l piso esta mo#ado tal !e) por la llu!ia, tal !e), por el agua que tiran, unolor me atrae, es de coli+or algo que odio desde niño, ahora que soygrande tal !es pueda superarlo, me acerco a una casa de cartón, endonde !ende una anciana, ahora percibo el aroma de ca/-, te de limos,/ri#oles reci-n /ritos, hue!o /rito, pero predomina el de coli+or, &buenosdías señor, pásele con con"an)a 2qu- desea tomar3.. ya s-, se nota quese le anto#a la coli+or.*n día extraño, es temprano y tengo un hambre del caramba, lasresponsabilidades del traba#o, de saber que muchas personas dependen

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de mis decisiones, tengo tiempo para comerme algo sabroso, hay unmercado cercano, recuerdo un calle#ón que no he !isitado desde niño.

l piso esta mo#ado tal !e) por la llu!ia, tal !e), por el agua que tiran, unolor me atrae, es de coli+or algo que odio desde niño, ahora que soygrande tal !es pueda superarlo, me acerco a una casa de cartón, endonde !ende una anciana, ahora percibo el aroma de ca/-, te de limos,

/ri#oles reci-n /ritos, hue!o /rito, pero predomina el de coli+or, &buenosdías señor, pásele con con"an)a 2qu- desea tomar3.. ya s-, se nota quese le anto#a la coli+or.

Pues sí, deme una, por /a!or. ste olor que me atormentaba cuando mimadre la guisaba, siempre me hi)o padecer, llegaba a !omitar. uciaapetitosa, capeada con hue!o, el color blanco resaltaba, quise quitarmeel asco de una !e) por todas, aspire con todas mis /uer)as, tanto queperdí el equilibrio, se me)claron los olores y sabores, el carbón meaturdía, record- mis días de in/ancia, mire mis manos6.6eran las de unniño, igual el cuerpo, era un niño, pero yo no era un niño, era un adulto.

0e espante pero pens- que seria la comida, el ambiente, perdí elconocimiento, despert- en los bra)os dormí madre, me acariciaba comoaquel día que me caí y perdí el conocimiento.

UN ATARDECER CURIOSOAutor% Gebeca Corne#o.

l día estaba triste ni siquiera habían niños #ugando, ran las 7% enpunto y el sol an no se asomaba.

*nos !ie#os sabios decían que cuando el solo no se asomaba era por queel diablo se presentaría, pero quien creería en aquella cosa tan estupida,pues6 Antonio sí.l creía en todo, sobre todo por que su abuelo era uno de esos !ie#ossabios.

Antonio no estaba muy preocupado por que no era la primera !e) queno !eía a niños #ugar en el parque, para el no !erlos era lo me#or ya que

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su mamá siempre le decía que acompañara a su hermano menor a #ugar.Pero lo que si lo tenía temblando de preocupación era que el sol no seasomaba, eso si que era extraño sobre todo en !erano pero su abuelotambi-n decía que los árboles se secaban y que se sentían caballoscorrer por todos lados. Antonio se puso a pensar un momento, luego deuna hora extrañamente los árboles se empe)aron a poner de un coloramarillento, empe)aron a cru#ir cada !es mas escandalosos, !ino un

!iento muy /rió y !oló todas la ho#as.

 4 el !iento /río seguía. Antonio /ue en buscar una chaqueta a su casa ycuando !ol!ió el cielo estaba del color del atardecer y solo eran las B%,los árboles estaban pelados y había un silencio in"nito, Antonio se sentóen una banca y se empe)ó a sentir un montón de caballos, el sentía que!enían hacia el. Antonio se empe)ó a desesperar , !io a unos caballoscorrer en contra del !iento con unos o#os ro#os como con odio y su pela#eera de color negro luego sintió !enir una carreta con alguien que lesdaba latiga)os una y otra !e) sin parar de pronto los caballos sedetu!ieron y sintió !enir unas pisadas muy /uertes y di!iso a un gran

hombre con una larga chaqueta, Antonio se arrincono en la bancatiritando y aquello que los !ie#os sabios decían era !erdad Antonio quedoen >shocD? no podía creer lo que !eía luego aquel hombre tenía cuernos,su cuerpo era completamente ro#o, sus o#os eran de un color amarillo, elera realmente la palabra ?horrible>. l hombre se empe)ó a acercar asíaAntonio y lo cubrió con su larga chaqueta lle!ándoselo.

a /amilia lo buscaba por todos lados, la policía no encontraba e!idencia,era como si Antonio no hubiera existido. Pero el nico que sabia quepaso con el era su abuelo, el decía que !ol!ería pero que ya no seria lamisma persona que era antes.

TENTACIONESAutor% l Fino.

ntre al bar, una noche de in!ierno, poca gente en el bar, me llamo laatención un anciano que estaba en una mesa en el rincón, preguntequien era, no recibí respuesta, me acerque con mi cer!e)a y me sent-en su mesa, el !ie#o le!anto la mirada solo un segundo y !ol!ió a mirarsu !ino. uiere un !ino di#e, despu-s de unos segundos !ol!ió a le!antar

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la mirada, !i unos o#os apagados. 4o me pago mi !ino di#o y ba#o lamirada nue!amente, Eolo quería con!ersar di#e y me le!ante, no seo/enda di#o usted es el B` !isitante que me tienta 0e quiere contarpregunte.

 Ei-ntese y hablemos, 7` llego dios, o/reciendo un paraíso donde no haydolor ni triste)as, solo pide perdón por tus pecados. no tengo que pedir

perdón a nadie le di#e mi !ida la !i!í como quise y hice mal a nadie, elseñor se le!anto y se /ue, despu-s /ue el diablo el que se sentó, teo/re)co !ol!er a !i!ir tu !ida con todos tus seres queridos.

Fo gracias le di#e lo que !i!í ya lo !i!í, bien o mal pero ya lo !i!í,nosoportaría !ol!er a perder lo que perdí, pre"ero estar como estoy.

 4 el tambi-n se le!anto y se /ue, 4 ahora usted con que me !a a tentar,lo mire a los o#os y le di#e solo tengo para o/recerte un ca#ón de madera,*na /osa hmeda y muchos años de descanso, el !ie#o me miro otra !esy esta !es !i en sus o#os cierta serenidad y pa), nos le!antamos #untos y

salimos del bar.

EL PABELLN CRIOLLOAutor% 0anuel Ibarra.

sta es una historia /abulada que trata de explicar el remoto origen deun plato tpico !ene)olano conocido como el pabelln criollo.

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Eucedi que un da doña Alicia scuchen con atencin hoy comeremos porla gracia de nuestro señor Tesucristo, un nue!o plato, al cual he llamadoRPabelln CriolloR , en -l estn representados el indio, el negro y el

blanco, espero que lo dis/ruten y luego me dan su opinin, buenpro!echo a todos?.

Cuenta la historia que aquella deliciosa comida no se qued como unasimple receta /amiliar sino que con los años se extendi por todos lospueblos de @ene)uela y se le llam RPabelln CriolloR y todo ello gracia ala imaginacin de doña Alicia

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Como es típico en los !elatorios hablar de las !irtudes y noble)as quetenía el di/unto, así lo hacíamos nosotros. Con unos compañeros deuni!ersidad, nos acordábamos de la a"ción que duardo tenía por lapintura. 5e inmediato, busqu- ese cuadro extraño, pero no estaba,había desaparecido...

A duardo nunca le gustó ese cuadro que le /ue obsequiado cuando an

podía go)ar de la !ida. Ee lo había en!iado su hermano que !i!ía en:rasil, #usto para su cumpleaños F` B.duardo era un tipo normal, mi me#or amigo, casi mi hermano. Xl era unamante de la pintura, de la buena pintura. $enía una colección de unasdie) copias bien hechas 0iguel =ngel, :olticelli, da @inci, @an ogh yoyaQ eran su gran tesoro. Ein embargo, desde que llegó a sus manos lapintura que le en!ió su hermano, no se le !io mayor moti!ación. Xlesperaba Ra @enus del spe#oR de @elásque) o algo parecido, pero nouna ordinarie) como esa, como decía -l.

Comenc- a notarlo raro, agresi!o con respecto al nue!o cuadro. Fo le

gustaba, pero tampoco podía deshacerse de -lQ la ra)ón nunca la supe,simplemente me decía que no podía separse de ella.

*n día, por asuntos de traba#o, /ui a su casa que, por lo demás, hacetiempo no !isitaba. 4 ahí estaba, colgada al centro del li!ing, en la paredque une los grandes !entanales de su hogar, con el comedor. 5ebo decirque no me llamó mucho la atención. a pintura era el retrato de unagarota un poco des/ormada, pero pens- que ese era el estilo del artistaque la había creado. $enía algo singular% al igual que Ra iocondaR nosseguía a todas partes con su miradaQ era un poco extraño, porquemientras con!ersábamos ella nos obser!aba. luego de esta !isita, perdí el contacto con -l, ya que me encomendaron una nue!a labor en mitraba#o que me exigía más dedicación.

Al tiempo despu-s, supe que se había !uelto locoQ al menos eso era loque decía la gente. 0e enter- que ya no iba a traba#ar ni le dedicabatiempo a otra de sus acti!idades /a!oritas% el tenis. 5ecidí entonces,!ol!er a !isitarlo.

UNA LECCIN CELESTIAL

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Autor% 0anuel Ibarra.

n el pueblo la smeralda, !i!ía un hombre muy rico y poderoso llamado5ionisio ópe) quien compartía una gran mansión con su hi#a aura,rodeado de lu#os y sir!ientes no trataba a casi nadie en el pueblo, sólo elsacerdote !isitaba la casa en contadas ocasiones y apro!echaba lascon!ersaciones para recordarle el principio bíblico de ayudar al pró#imo.

Cuando aura creció y cumplió quince años, 5ionisio le organi)ó unagran "esta, en donde la mayoría de los in!itados llegaron de ciudades ypueblos le#anos. Por otra parte hay que señalar que los pobreshabitantes de la smeralda, en especial el mocho Gicardo, el ciego Tos-y el mudo oren)o le tenían aprecio y cariño a aura ya que esta adi/erencia de su tacaño padre, siempre les regalaba ropa y comida.

legado el día de la gran "esta, las mesas estaban repletas de man#ares,comidas y bebidas de todo tipo y sabores, los in!itados se di!irtieron delo lindo y ya entrada la madrugada cuando casi todos se habían

marchado, 5ionisio quien había comido y bebido más de la cuenta,decidió caminar un rato por los alrededores de la casa, en un descuidoresbaló y cayó en un hueco cerca del portón principal de la granmansión. Por todos los medios trató de salir, agotado y sin /uer)ascomen)ó a gritar pidiendo auxilio, en esos momentos una persona quetransitaba por el camino se le acercó y le di#o% >5isculpe señor, quisieraayudarlo pero no puedo, mir- soy mocho de un bra)o?. l hombre seale#ó del lugar.

 $ranscurridos unos !einte minutos, sintió los pasos de otra persona ygritando le pidió ayuda, el hombre le contesto% >5isculpe señor, quisierayudarlo pero no puedo, soy ciego y uso un bastón para caminar?.Fue!amente ese otro hombre se ale#ó del lugar. Pasada una hora sintióotros pasos y clamó por ayuda, pero aquel hombre pasó por su lado sinoírlo.

@isiblemente agotado se resignó a pasar la noche en aquel hmedohueco pero entonces los re+e#os de la luna le permitieron !er la siluetade un anciano que acercándose al borde del hueco lo saludo llamándolopor su nombre% >Hola 5ionisio, escuch- tus suplicas pidiendo ayuda, !icomo se te acercaron un mocho, un ciego y un sordo, personas delpueblo, a las cuales tu por ser rico y poderoso despreciabas, recuerdasque hay que darle una mano al pró#imo, tus o#os no !eían que a tu lado!i!ían personas en situación de miseria y tus oidos nunca escuchaban alos que te pedían ayuda, !es como en estos momentos que estas endi"cultad, todo ese dinero y lu#os no te sir!en para nada, espero quehayas aprendido esta lección?. Con lágrimas en los o#os, 5ionisio searrepintió de su mal proceder y ante el desconocido anciano #uró por suamada hi#a, que a partir de ese momento sería un hombre nue!o y denobles sentimientos. Aquel anciano le dio la mano para que saliera del

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hueco y cuando quiso darle las gracias, notó que había desaparecido enla oscuridad.

EL !ISITANTEAutor% Tuan Cárcamo Gomero.

5ime quien eres6preguntó el anciano intentando reconocer en laoscuridad la presencia que tenía en/rente.os que parecían un par de o#os +otaban ante la ausencia de un rostroque los contu!iera y su cuerpo era una in"nidad de pequeños puntosdestellantes condensados en un espacio de la habitación.

Con di"cultad !ol!ió a mirar pero hasta ese instante todo le resultabadesconocido. Ee sentó en la cama y encendió la lu) del !elador y ya consus !ie#os lentes pudo reconocer detalles en esa presencia que tomaba/orma /rente a su cama.os o#os que le miraban encerraban misteriosamente paisa#es muyle#anos de un sur llu!ioso donde creció y liberaban el aroma intenso delos bosques de a!ellanos y eucaliptos donde #ugó con los amigos deentonces.&4o era un soldado #ugando a la guerra, recordó, arrastrándome /urti!opor el suelo barroso lleno de ho#as secas, escondi-ndome detrás de lostroncos, corriendo para no ser capturado...lo recuerdo, pensó triste en!o) ba#a.&uien eres, !ol!ió a insistir suplicante, pero aunque no había unarespuesta !erbal, esta parecía !enir del sonido de los trenes y del silbatode las locomotoras que surgían de la respiración de esa entidad y en lasimágenes di/usas de todos los rostros que le miraban sonrientes desdesus !entanillas.

 4 aunque ese ser no se mo!ía, sus cabellos, que tenían el color de todoslos cabellos que recordaba, dan)aban como si un susurro intangible losdesordenara, como cuando ba#aba corriendo los cerros de arena querodeaban su pueblo y la brisa in!isible golpeaba /ría su cara. Eus labios

tampoco se mo!ían pero extrañamente podía escuchar desde ellos milcon!ersaciones de otros tiempos, apagadas, como si /ueran murmullosescondidos detrás de una puerta.

A esa altura la presencia ya tenía /orma y sabía per/ectamente de qu-se trataba.5e#ó los lentes en el lugar de costumbre, con mucho cuidado para no!oltear el !aso con agua que le de#aban cada noche, al lado de las/otogra/ías de quienes ya eran recuerdos di/usos en su memoria.Contempló la habitación tratando de encontrar en ella algo de esos otros

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tiempos, pero sabia que las paredes del asilo estaban desnudas derecuerdos y que del otro lado el mundo era extenso, distante y le#anohasta donde esa noche dormían sus hi#os y sus /amilias.

Apagó la lu), se acomodó en la cama y cerró los o#os para esperar queesa entidad le abra)ara y le en!ol!iera con las imágenes y las !oces detodos los habitantes de un mundo abstracto y que ahora, desde un lugar

misterioso, esperaban ansiosos por -l.

E+TRA&O ESP*CIMENAutor% Andr-s Gueda @erdugo.

Fo se si algunos de ustedes así como a mi han !isto de una manera tanreal un ob#eto !olador o algo extraño en el cielo, bien sea una na!e, unob#eto brillante, una luna gigante, un estrella que se mue!e de lado alado como si estu!iera borracha, como un extraterrestre con esa caraarrugada y su arma plana mirándote "#o a los o#os mientras correstemblando y buscando re/ugio6

>Ay? Fo que pena, eso no es un ob#eto extraño es la !ecina que seasoma con la plancha por la !enta cada !e) que me oye salir, es como siestu!iera enamorada de mi pero un amor de esos que le gustaríaacariciarme con la plancha caliente y rascarme con el tenedor de mo!erel carbón caliente y en "n yo digo que ella tiene algn problema serio,se que en el /ondo es buena mu#er pero por /uera horrenda6

Continuemos con el temaQ hace mucho tiempo cuando yo era muypequeño me paseaba por las calles de mi barrio, tal como lo hacen losniños de mi edad, eso es cuando tenia 7M años que paseábamos laciudad que digo ciudad me#orQ el pueblo& tipo 8 de la mañana ebrioscomo el cara#o tratando de sostenernos unos a otros% 9#a#a, unos a otrossi iba solo camino a casa y diría me#or tratándome de sostener de posteen poste que a esa hora era lo nico que encontraba en el recorrido;6

*na noche, una de tantas noches, iba camino a casa, no !oy a decir sitome mucho o poco, solo se que al otro día me le!ante con resaca ycreyendo "elmente en lo que !i la noche anterior.

5esde ese momento di#e que nunca !ol!ería a hacer la marías y ese #uego de la ser!illeta con el anillo6 aunque solo /ue esperar el "n desemana y otra !e) listo para la casa con!encido que si hubiera sidoe/ecto del alcohol lo !ol!ería a !er pero no, nunca mas lo !ol!í a !er6 yodigo que era un extraterrestre, pues en esta tierra no encuentro masexplicaciones.

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ra un animal que tenía un cacho en la /rente, y con un solo o#o, teniacuatro patas, la parte de atrás nunca la alcance a !er ni su color!erdadero pues se con/undía su contraste con el de la noche oscura,esas noches sin luna.

 4o contaba esa an-cdota y los amigos entre trago y trago se reían, y yoso/ocado daba un cero de importancia hacia sus risas mirando al cielo,

encendiendo un cigarro y preguntándome 2ue mas incógnitas abran eneste uni!erso3 2ue tantas especies abran por descubrir3 o tal !e)2quienes estarán por descubrirnos3

Así se pasaron algunos días con el tema pero solo a /orma de burla haciamí. Hasta llegaron a mencionar que lo que yo había !isto no era más queun perro !isto desde atrás.

ESPINAS DE HUMANIDADAutor% 5aniel u)mán.

l hombre de turbante atra!esó el árido desierto con su pequeñoarbusto en manos. Ambos sedientos y exhaustos por el largo recorridodecidieron detenerse para descansar.

l arbusto comen)ó a secarse con un sol que no acababa con sus/eroces ataques. l hombre comen)ó a escarbar con sus manosescaldadas. Arena y dolor habitaban aquel recinto no propiciador de!ida. 5epositó el debilitado arbusto y lo sembró a conciencia. l arbustono me#oraba y las ho#itas empe)aron rápidamente su descenso. 4adesesperado, aqu-l hombre tomó su cantimplora y !ació el liquidocristalino hasta quedar sin gota alguna. Pasaron las horas, el hombre yareseco y deshidratado siguió !elando con gran ahínco por la !ida delpequeño arbusto hasta que sus latidos agoni)antes se detu!ieron.

l hombre de turbante atra!esó el árido desierto con su pequeñoarbusto en manos. Ambos sedientos y exhaustos por el largo recorridodecidieron detenerse para descansar.

l arbusto comen)ó a secarse con un sol que no acababa con sus/eroces ataques. l hombre comen)ó a escarbar con sus manosescaldadas. Arena y dolor habitaban aquel recinto no propiciador de!ida. 5epositó el debilitado arbusto y lo sembró a conciencia. l arbustono me#oraba y las ho#itas empe)aron rápidamente su descenso. 4adesesperado, aqu-l hombre tomó su cantimplora y !ació el liquidocristalino hasta quedar sin gota alguna. Pasaron las horas, el hombre yareseco y deshidratado siguió !elando con gran ahínco por la !ida delpequeño arbusto hasta que sus latidos agoni)antes se detu!ieron.

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l arbusto creció y creció en /orma !ertical. Para sobre!i!ir al ambientehostil, se armó de unas espinas que cubrían toda su corte)a acartonada.Ee dice que aquella planta almacena el agua de las llu!ias, y la reser!acomo tributo a la !ida y a la humanidad del hombre que dio su !ida porsembrarla.

EL !UELO DEL NGELAutor% Taime on)ále).

5esde el día que el padre Tuan quita el candado y la cadena de la puerta delcampanario para que yo suba y me arro#e, he estado tratando con un ángel, aescondidas de todos y sin que a nadie le cuente.

*n día lo descubrí en la torre. Xl, a gatas, lloroso y humano, #untaba plumas, delas más largas, las más resistentes, para recomponer las propias. ra unmuchacho medio de estatura, casi de mi edadQ de barba incipiente, huellas deacn-, huaraches de hippie y pelo desordenadoQ !estía pantalón me)clilla, !ie#oy lleno de hoyos, que lo hacían aparecer como alguien como yo, pero ángel,por las alas.

Pens- decírselo al padre Tuan o a mi madre, coludidos ambos en miregeneración, pero desistí, pues seguro pensarían que había yo !uelto a lo queellos llaman el mal camino.Cuando !í al ángel por primera !e), trat- de hablarle, pero no me hi)o caso porsu tarea de recopilación. A poco su necesidad abrió el diálogo%

  Fecesito cáñamo, una agu#a y un poco de pegamento me di#o unamañana.5ía tras día /ui lle!ando lo que aquella criatura me solicitaba. Pasaba largashoras con el amanuense celestial, hablando bo#edades y oy-ndole cantar enidiomas raros y con !o) gra!e. *n día hasta me con"ó que los ángeles beben!ino de u!a con rocío, y se alimentan de ho#as de regali) y de los pichones queroban de los nidos de golondrinas, ga!iotas o torcasas. 1tro me in!itó a beberde una pequeña bota española en la que guardaba aquella me)cla de agua conmoscatel.a mañana que las alas estu!ieron listas me di#o que emprendería el !uelo. 4o

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le desee buena suerte, nos abra)amos, como despedida y brindamos, otra !e). 4o, en correspondencia le in!it- unas /umaditas de mi cigarro especial. 4/umamos con /ruición. uego me di#o que, en secreto, había estado preparandopara mí otro par de alas, y me las mostró. Ante mi argumento de que yo nosabía usarlas, -l me di#o cómo hacerlo, cómo aletear ba#o la llu!ia o con /uertes!ientosQ me explicó, con sabiduría de na!egante celeste, cómo sortear la nie!e,o la /orma de planear cuando el sol es rey.

  Fo es tan di/ícil !olar me aseguró el ángel hippie. 4o me di por capacitadoQ #untos nos atamos las alas. 4o me sentía capa) para elprodigio.l ángel aquel, sin embargo, estaba ner!ioso y yo lo notabaQ su mirada seperdía en el !acío de la torre, entre la trama de tablones y trabes de "erro quesostienen los sonoros embudos de bronceQ temblorosa, su !ista añosa !agabadel espacio exterior pasando por el campanario y hasta la techumbre delmaci)o del templo. 4o lo anim-, le habl- al oído, tomándolo de los hombros losacudíQ le di#e que no temiera, que a la cuenta de tres nos lan)aríamos al aire,al !uelo, al cielo.Xl, ya más tranquilo, aceptó mis palabras y #untos, como niños en recreo,

riendo, tomados de las manos, su derecha con mi i)quierda, con nuestros piesen la cornisa para el impulso, contamos%  *no, dos, tres6 y !olamos.

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muchos. 4 qui)ás todo esto este por cambiar, qui)ás el /oco de una lupa esteredireccionando su posición y estacionarse #usto acá en Puerto Cabello.

0i asiento #unto a la !entana y reclinado cómodamente en el co#ín, losaudí/onos en mis oídos me deleitaba las líricas de algunos tenores como uís0iguel, Chayan, uís 0iren que si /uigalante y aun conser!o el almíbar en mis labio !erdad preciosa esta parte5oña Tuana . pasaba a su lado mienstra este le guiñaba un o#o y continuandocon el relato&, estaba ya por retirarme y guardar el automó!il #usto cuandode#aba el ultimo pasa#ero en el Inca y a su /rente de lo que /ue en su tiempo elseguro social, si muchacho hay donde es ahora el Eimón Godrígue) una !isita

me sucumbió esa noche que #amás lo ol!idaría, era mas de las 7. P0.Cerrando la puerta y cru)ar en la bomba sentí mis bellos eri)arse en todo micuerpo y de mi retro!isor !i esa enorme mu#er al /ondo ,ignorando en donde yen que momento subió, no había palabras en su boca ni y menos en la mía /ueleer su mente es lo que sentía, su cabello dorado cubría su rostro hasta masaba#o de sus hombros, !estía un tra#e algo antiguo, me temblaba las piernasmis manos a/errado al !olante e hipnoti)ado no se que tanto tiempo paso solodeambulaba en los sendero estrechos en aquellos hato de patanemo, el terrorse apodero de mi alma desnuda en la soledad de aquella noche /ría, un susurrome despertó de aquel trance decirme muy cerquita a mi oído >$ranquilohombre la suerte te acompaña?, quise !oltear y por cosa di!ina de 5ios miboca re)ó un padre nuestro, despu-s lo nico que recuerdo es estar aparcado

/rente a la capilla Anima de 0orillo y mis manos acariciando la mismísima!irgen 0aria colgada en mi pecho;& es la pura !erdad lo que les digo les #uropor esa lu) que así /ue , a partir de entonces me a estado acompañando mi!irgencita a todos lados, quien sabe que seria de mi sino /uese estado conmigoesa noche. 4 miren como son las cosas de hay en adelante y durante el tiempode ser!icio la suerte estu!o conmigo, la clientela, el buen trato se re+e#aba adiario y ser la en!idias de mucho de mi colegas, de hay este apodo l :ru#o mesuelen decir hasta ahora.

BUSCANDO SUERTEAutor% 0 Carmen lorens.

n un pueblecito llamado Eoto de la pro!incia de Cantabria, !i!ía unmatrimonio con cuatro hi#os, todos con edades muy tempranas, el padreK0iguelL traba#aba desde muy #o!en en una de las minas de cobre de dichopueblo y la madre K 5onatilaL de cocinera de un hostal.l sueldo era muy #ustopara subsistir dicha /amilia, pero la constancia, día a día hacía que pudieransalir de apuros.

*n día se encontraban los obreros traba#ando en una de las minas a UJ m. de

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pro/undidad, cuando de repente una de las galerías se !ino aba#o. Ee pudosal!ar parte de la plantilla pero otros no tu!ieron la misma suerte, entre ellosse encontraba 0iguel.EIE 0EE 5EP*E.& rnesto el mayor de los hermanos tu!o de de#ar laescuela, para ayudar a su madre, que aunque era una mu#er muy su/rida yluchadora,-l se daba cuenta de las penurias que había en la casa, ya que susotros hermanos íban creciendo y a la !e) íban aumentando los gastos.Al día siguiente decidió partir a otras tierra le#anas a probar suerte.A la madrugada se le!antó sigilosamente y sentado en su mesa&escritorio leescribió unas líneas a su madre que decían así% 0adre querida, cuando leasesta carta, yo estar- le#os de aquí, no te preocupes por mí, tendrás notíciasmías y algn día regresar- para estar de nue!o #unto a tí. 5espídeme de mishermanos. Gecibid besos y abra)os de rnesto.A continuación de#ó dicha carta

 #unto al #arrón de +ores que adornaba la mesa del comedor.Partía que an era de noche, despu-s de hacer una pequeña maleta con laspocas pertinencias y algn dinerillo que tenía ahorrado.Ee dirigió al embarcadero que quedaba a unos pocos metros de su casa,esperando que )arpara por la mañana el primer barco.Fo sabía el destino quetomaría pero ya se lo había propuesto y seguiría adelante, iría a > buscar suerte

?.Fo le /u- /ácil abrirse camino, recorrió toda la costa cántabra para labrarse unpor!enir, ya que tu!o que pasar por !arias !isicitudes.ncontró una triste pensión en la Coruña, empe)ando a buscar algn que otroempleo, lo cual podía !i!ir muy humildemente.Fada más llegar a dicha pro!incia entró a traba#ar en una carbonería,repartiendo el carbón por !arias /ábricas del contorno, en una de ellas encontróun buen amigo,

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 #unto a ella apareció una muñeca. Ahora, sintió más ganas de escribirQescribió tele!isor y muy cerca de ella apareció un tele!isor, escribiócarpeta y apareció una carpeta, escribió estante y apareció un estantecomo de metro y medio, de metalQ escribió bicicleta y apareció unabicicleta. Ee entusiasmó tanto, que luego escribió computadora yapareció una computadora. Posteriormente escribió libros y aparecieronlibros, muchos librosQ se preocupó, pero no cesó de escribir, escribió

+ores y aparecieron muchas +ores que lentamente abrieron sus p-talosy comen)aron a ocupar los pocos espacios que quedaban en el cuarto.Pipilinita, a sus M años, quiso probar una !e) más, y escribió peces, yaparecieron muchos peces, incontables peces, que sumados a todos losotros pedidos de la niña, la ahogaron y para siempre.

staba la niña Pipilinita, en su cuarto Kque es del tamaño de mi salón declasesL sentada en una sillita, escribiendo en una máquina de escribirQparecía una secretaria. scribió la palabra muñeca y6 !aya sorpresa, #unto a ella apareció una muñeca. Ahora, sintió más ganas de escribirQescribió tele!isor y muy cerca de ella apareció un tele!isor, escribió

carpeta y apareció una carpeta, escribió estante y apareció un estantecomo de metro y medio, de metalQ escribió bicicleta y apareció unabicicleta. Ee entusiasmó tanto, que luego escribió computadora yapareció una computadora. Posteriormente escribió libros y aparecieronlibros, muchos librosQ se preocupó, pero no cesó de escribir, escribió+ores y aparecieron muchas +ores que lentamente abrieron sus p-talosy comen)aron a ocupar los pocos espacios que quedaban en el cuarto.Pipilinita, a sus M años, quiso probar una !e) más, y escribió peces, yaparecieron muchos peces, incontables peces, que sumados a todos losotros pedidos de la niña, la ahogaron y para siempre.

LA LE%ENDA DEL SOLAutor% Etella 0aris $aboro.

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0ucho antes de la reunión de todos los dioses en la meseta tibetana, losdías eran /ríos con largas horas cubiertas de noches estrelladas. osárboles carecían de color y las +ores se !eían deslucidas y tan pálidascomo la /ría luna. a !ida transcurría en un uni!erso oscuro y triste.

a melancolía se expresaba en el canto de todas las a!es. os bosques

estaban tristes. os habitantes de todos los lugares, sólo conocían la lu)intensa que explotaba a !eces en la boca de los !olcanes.

Cuentan las tradiciones orales que todo quedó así, despu-s de una lucha/ero) entre tres pequeños soles que habían nacido del diosa 0eh#unida.Al morir -sta, sus hi#os se en/rentaron por gobernar el cielo, pero uncataclismo los separó sepultándolos en el interior de la cordillera delHimalaya.

1currió que uno de ellos, de nombre 0atahari sobre!i!ió y logróre/ugiarse en una gruta cerca de la ladera montañosa más abrupta .Pasó

mucho tiempo antes que el sobre!i!iente se restable)ca. as llu!iastorrenciales le impedían salir , para intentar gobernar los aires. Ademástemía encontrarse con otros competidores. uardaba intensamente, susansias por llenar de luces a la tierra , entibiarla y pintar con su calor alos +ores , los árboles, y las praderas.Pero los días seguían sin lu) e inundados de triste)a, por eso los diosesse reunieron en la alta meseta a deliberar.

n la quinta reunión que mantu!ieron, /ueron quedando casi sinpalabras. os dioses abandonaron sus tronos y /ueron a obser!ar unespectáculo mara!illoso% cientos de +echas ro#as asomaban en elhori)onte, mientras se ele!aba un disco ro#o como /uego. l aire sellenaba de tibie)a y una !o) retumbó en la cordillera, oy-ndose%

Eoy 0A$AHAGI, el rey sol, !engo a gobernar los días, dispuesto a lucharcon las nubes que aunque me quieran tapar, no impedirán que llene deluces los días , para despu-s descansar unas bre!es horas cuando lleguela noche...

5esde entonces, el uni!erso se llenó de colores.

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EL JUICIO FINALAutor% Tuan Cárcamo Gomero.

& $odo esto es un error, un terrible y lamentable error & insistió!ehemente el #o!en ante el anciano que tenía en/rente & $odos los cargosque ustedes me imputan no corresponden a la realidad.

& *sted /ue un asesino, un torturador desalmado y están aquí todas laspruebas !isuales de las matan)as que reali)ó durante su !ida& di#oabriel, el anciano& Ante estos hechos y despu-s de un análisispro/undo, la comisión decidió que su conciencia debe ser anulada parasiempre del uni!erso.

& Eeñor & insistió en tono muy ba#o y lastimero una !e) mas & yo /ui en!ida un /amoso actor de cine y las imágenes a las que se re"ere sonepisodios de las películas en donde acte...generalmente era el malo, elpersona#e mal!ado de la trama.

& o lamento pero aunque así haya sido es tremendamente peligroso yriesgoso contaminar la conciencia uni!ersal que estamos depurando conentidades que hayan albergado sentimientos tan negati!os sinexperimentar un arrepentimiento real y pro/undo de esas acciones.

& >Pero como me !oy a arrepentir de lo que #amás hice? & gritó /urioso,perdiendo esta !e) la paciencia.

Ante un gesto, dos ángeles aparecieron de la nada y le tomaronsua!emente de los bra)os.& Eerá lle!ado a un espacio temporal, un lugar donde no existe el tiempoy en donde asimilará el dolor de todo y de todos a quienes dañó durantesu !ida. sto absorberá su energía negati!a dispersa por el uni!erso yluego de ello, su conciencia se anulará para siempre & Cr-ame, en!erdad lo sentimos mucho & concluyó en tono muy triste el anciano.Cuando entre gritos y llanto el in/ortunado #o!en de#ó el lugar, abrielestiro sus bra)os en señal de cansancio, desordenó sus cabellos, los!ol!ió a ordenar y se acomodó nue!amente en su lugar.

Getiró paciente la in/ormación del #o!en para borrarla de"niti!amente delas bases de datos e introdu#o en la pantalla holográ"ca los datos de la

siguiente persona en la sala de espera.*na serie de imágenes se desplegaron a una !elocidad in"nita ante suso#os. pisodios de in/ancia, #uegos, cumpleaños, no!ia)gos...todo bienhasta la aparición de una serie de e!entos !iolentos, llenos de sangre.*na proyección tras otra y entre ellas títulos y mas títulos% os sietepecados capitales, 5uro de matar, $he TacDal, Armageddon, Eim City,5oce monos...

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abriel dio un largo suspiro y !ol!ió a mo!er su cabe)a resignado& >ue pase el siguiente? & exclamó.

LA GOTAAutor% 0anuel Ibarra.

@i!ir en la gran ciudad, en un con/ortable apartamento tiene sus!enta#as, hay seguridad, todos los ser!icios a la mano, centroscomerciales y tiendas a la !uelta de la esquina, pero a Tose/a Campos lepasó un hecho muy curioso y particular, su apartamento era lu#oso, sesentía muy cómoda y a gusto, pero en su habitación y #ustamente sobresu cama, caía del techo una gota, doña Tose/a amanecía todos los díascon su cara y las sabanas mo#adas, muy molesta por aquella situación,decidió poner la que#a en el Condominio, pero en !ista de que pasaba eltiempo y no obtenía solución a su problema, decidió subir al pisos