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SUMARIO Editorial / 2 Actualidad de la formación enfermera. Asturias 2011: año de realidades / 3 Preparación de la prueba de la competencia de Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC) / 6 Tu enfermera te ayuda a dejar de fumar / 7 Novedades en el registro y en los servicios enfer- meros. Grupo GOPA: Enfermería de Atención Primaria / 12 Las dos caras de la prevención / 15 Orden de dispensación enfermera / 17 Espacio de encuentro comunitario / 20 SOCIEDAD DE ENFERMERÍA DE ATENCIÓN PRIMARIA DE ASTURIAS Actualidad de la formación enfermera. Asturias 2011: año de realidades Revista · Año IX · Primavera 2011 Edita: SEAPA (Sociedad de Enfermería de Atención Primaria de Asturias) Sociedad miembro de FAECAP (Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria) [email protected] · www.seapaonline.org Los profesionales de enfermería de Asturias se preparan para recibir a los primeros especialistas en enfermería familiar y comunitaria

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SUMARIO

Editorial / 2

Actualidad de la formación enfermera. Asturias 2011: año de realidades / 3

Preparación de la prueba de la competencia de Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC) / 6

Tu enfermera te ayuda a dejar de fumar / 7

Novedades en el registro y en los servicios enfer-meros. Grupo gopa: Enfermería de Atención Primaria / 12

Las dos caras de la prevención / 15

Orden de dispensación enfermera / 17

Espacio de encuentro comunitario / 20

SOCIEDAD DE ENFERMERÍA DE ATENCIÓN PRIMARIA DE ASTURIAS

Actual idad de la formación enfermera.Asturias 2011: añode real idades

Revista · Año IX · Primavera 2011Edita: SEAPA (Sociedad de Enfermería de Atención Primaria de Asturias)Sociedad miembro de FAECAP (Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria)

[email protected] · www.seapaonline.org

Los profesionales de enfermería de Asturias se preparan para recibir a los primeros especialistas en enfermería familiar y comunitaria

(2)  Revista de SEAPA

Editorial

Sociedad miembro de faecap (Federación de Asociaciones de

Enfermería Comunitaria y Atención Primaria)

REVISTA DE LA SOCIEDAD DE ENFERMERÍA DE ATENCIÓN PRIMARIA ASTURIASAño IX • Primavera 2011

EDITA: seapa.Sociedad de Enfermería de Atención Primaria de Asturias

Dirección: c/ Víctor Sáenz, 5. Bajo33006 Oviedo

Teléfono: +34 615 761 501

E-mail: [email protected]

Web: www.seapaonline.org

Coordinador del boletín:Santiago González Sánchez (Centro de Salud del Llano)

Comité editorial:María Aurora Alonso Cortina (Centro de Salud Colloto)

M.ª Jesús Rodríguez García (C.S. de Infiesto)

M.ª José Espinosa Alonso (C.S. Sta. Eulalia del Morcín)

Juan Manuel Calvo Diez (C.S. de Tineo)

Fernanda del Castillo Arévalo (C.S. Contrueces)

Camen Santano Vilchez (SUAP C.S. El Quirinal (Avilés))

Berna García Menéndez (C.S Sama De Langreo)

Ana Covadonga González Pisano (C.S. Salas, Periférico de la Espina)

M.ª José Vicente Antón (Carbayín Alto)

D.L.: AS-664/2002Imprime: Grafinsa (Oviedo)

Estimados/as compañeros/as:

Con este ejemplar que estáis leyendo hemos re-

tomado la publicación de la Revista de seapa. A pe-

sar de que se van imponiendo las nuevas tecnolo-

gías y se tiende a recurrir al acceso a la información

por vía digital, creemos que es importante este con-

tacto, para que aquellos socios que no estén tan fa-

miliarizados con la informática puedan conocer al-

gunas de nuestras actividades.

En este número, entre otros temas, tratamos el

desarrollo de la especialidad en Enfermería Fami-

liar y Comunitaria en nuestra Comunidad Autónoma.

Como ya sabréis, es una de las Autonomías que

va a recibir Enfermeros Internos Residentes (eir) du-

rante 2011. Es para nosotros un gran motivo de sa-

tisfacción, pensamos que va a ser un gran impulso

para el desarrollo de nuestra profesión y queremos

agradecérselo a los que han batallado durante tan-

to tiempo para que sea posible.

La especialidad no es solo un nuevo título académi-

co, debe ir de la mano de una reforma en la provisión

de las plazas de enfermeros en Atención Primaria.

El coste económico e intelectual que supone la

formación de los especialistas debe revertir a nues-

tro sistema de salud; no se comprendería que fuera

de otra manera y se malgastaran los conocimientos

adquiridos y los recursos empleados.

Las plazas en los Centros de Salud deben ser

ocupadas por enfermeros/as especialistas en fa-

milia y comunitaria y la posesión del título deberá

contar como un criterio de puntuación a efectos de

baremación de méritos; es decir, estos/as enferme-

ros/as deben tener prioridad en el acceso a una pla-

za de Centro de Salud y en el futuro debiera ser un

requisito imprescindible para optar a ella; así mis-

mo, en los concursos de traslados que se originen,

debe facilitarse la puntuación diferenciadora que va-

lore los méritos adquiridos para todos aquellos que

alcancen la especialidad.

Todo ello debería planificarse con tiempo sufi-

ciente para poder dar respuestas eficaces en el mo-

mento que se planteen, es decir, durante el año en

curso y evitar recursos, reclamaciones y dilaciones

que tanto afectan a la vida personal.

Durante varios años, en los Centros de Salud, lógi-

camente convivirán enfermeras/os generalistas con

especialistas, pero en un futuro, todas las plazas

de enfermeras/os de Atención Primaria deberían ser

cubiertas con enfermeras/os especialistas, al igual

que ocurre con otros colectivos. Sin duda será uno

de los factores que más contribuirán al desarrollo

de la ap y a dar unos cuidados de calidad acordes a

los requerimientos crecientes de nuestra población.

Si en el tema de la especialidad hay que felicitar

a nuestra Consejería de Salud por la apuesta a su

favor, hay sin embargo otros aspectos importantes

para nuestra profesión que se están abordando en

otras Comunidades pero no en la nuestra; sin pre-

tender hacer un listado de todas las reivindicacio-

nes profesionales pendientes, sí quería hacer una

llamada de atención sobre la prescripción y la libre

elección de enfermera/o.

La prescripción enfermera, de la que también infor-

mamos en nuestra revista, exige para su desarrollo la

acreditación por parte del Ministerio de Sanidad, Polí-

tica Social e Igualdad. Consideramos que la formación

exigida para dicha acreditación debe facilitarla el Ser-

vicio de Salud a través de los organismos que se esti-

men más convenientes y debería extenderse a todos

los/as enfermeros/as, de manera que toda la pobla-

ción pueda tener el derecho a los mismos recursos.

Igualmente, creemos que se debería agilizar

el facilitar el derecho de los ciudadanos a elegir

enfermera/o dentro de la zona básica de salud, co-

mo ocurre en otras Comunidades, derecho que con-

llevaría el reconocimiento del/la enfermero/a como

un/a profesional individualizado/a y reconocido/a.

Habría sido deseable que todos estos cambios

que atañen a nuestro colectivo fueran acompañados

de una planificación sanitaria global que indicara qué

modelo de enfermería se pretende y se necesita en

nuestro país. En lo que atañe a nuestra Autonomía y

nuestro ámbito de trabajo, la seapa está dispuesta a

colaborar y participar en la planificación que se estime.

En las páginas de la revista también encontra-

réis información sobre la actividad que los/as en-

fermeros/as están realizando en un tema tan tras-

cendente como el tabaquismo, información relativa

al curso para la preparación de la prueba de la com-

petencia para la obtención de la especialidad por el

acceso extraordinario e información del desarrollo

de la sesión organizada por seapa el día 9 de febre-

ro en el hospital Monte Naranco, con un resumen

de las magníficas intervenciones que tuvieron lugar.

Os recordamos que en mayo tendrá lugar el Con-

greso Nacional de nuestra Federación (faecap); en

esta ocasión se celebrará en Murcia, esperamos

contar con una masiva afluencia asturiana.

Por último, solicitamos una vez más que nos faci-

litéis vuestros correos electrónicos; sugerimos que

lo abráis con regularidad y que visitéis nuestra pá-

gina web ‹www.seapaonline.org/› para poder dis-

poner de toda la información que se va generando

y de los cursos o talleres que realizamos.Fernanda del Castillo Arévalo

Presidenta de SEAPA

(3)  Revista de SEAPA

IntroducciónEl cambio real en la profesión enfermera

avanza, ahora sí, inexorablemente. Los retos que la sociedad demandaba y el esfuerzo de una buena parte de la profesión para darles respuesta comienzan a trascender de la pu-ra realidad asistencial cotidiana. De hecho, y también de derecho, estas innovaciones ya tienen un reflejo sólido en el entramado formativo de la profesión. Tenía que suce-der y sucedió.

Ya era mucho tiempo repitiendo y oyendo repetido aquello de que «Enfermería debe-ría ocupar el espacio que le corresponde»; ¿cómo materializar este planteamiento? Sin duda solo había un camino: desde el rigor profesional, desde los cuidados de calidad y desde el compromiso. Aparentemente esto parece sencillo, es nuestra misión profesio-nal; sin embargo, si se analiza con un míni-mo de profundidad nos podemos dar cuen-ta de que no fue, ¡ni está siendo!, tan fácil.

No entraremos a considerar, por exceder el objetivo de este escrito, el escenario nor-mativo y competencial aún en vigor y con cla-ros vestigios de un pasado que poco o nada tiene que ver con el momento actual. Con-vendría avanzar en el análisis y denuncia de dichas bases normativas que aún están pen-dientes de transformación; el cambio tiene que suceder y sucederá. Pero ahora deten-gámonos un momento en la base formati-va en la que los profesionales hemos teni-do que apoyarnos para ejercer la profesión.

Cuando una buena proporción de profe-sionales llevamos una, dos o más décadas de ejercicio profesional, preguntémonos ¿es suficiente lo estudiado en aquellos lejanos tres años de universidad para ofrecer hoy una atención de calidad?; aquello estudiado como enfermera generalista ¿capacita para

ejercer la profesión en todos y cada uno de los campos posibles, desde una uci hasta una intervención comunitaria?; ¿el enfoque de los estudios estaba orientado a ámbitos, tales como la atención comunitaria, o tenía una clara inclinación «hospitalista» y biomé-dica? Las empresas contratantes (no nos ol-videmos de que son las responsables de la atención sanitaria) ¿han ofrecido y exigido una formación continuada planificada con coherencia? Y así podríamos seguir interro-gándonos sobre muchos otros aspectos de la formación.

Entonces, ¿cómo han hecho las enferme-ras para adaptarse a los cambios de mode-lo asistencial (la reforma de la Atención Pri-maria por ejemplo), a las nuevas demandas sociales o a las novedades que aporta la lla-mada evidencia científica? ¿Qué es lo que ha hecho, a pesar de todos estos déficits formativos, que las/los enfermeras/os ha-

yamos conseguido dar respuestas adecua-das, como así es reconocido por la pobla-ción? Sin duda, el esfuerzo individual, poco apoyado y nada reconocido formalmente, y, por qué no decirlo, la motivación con la que las sociedades científicas han impulsado la toma de conciencia y la adquisición de com-petencias y la buena práctica profesional.

Sin embargo esta situación no regulariza-da, y por tanto basada en el voluntarismo in-dividual, entraña importantes riesgos, entre otros no asegura una práctica homogénea y estandarizada. Posibilita diferencias signifi-cativas según el profesional, el centro o la unidad donde el ciudadano sea atendido. En definitiva, abona la inequidad en la presta-ción de cuidados.

Pero hoy podemos decir que el escenario formativo de la profesión enfermera no es que esté cambiando, es que ¡ha cambiado ya! La realidad transformada a pulso día a

Actualidad de la formación enfermera. Asturias 2011: año de realidades

Cuando una buena proporción de profesionales llevamos una, dos o más décadas de ejercicio profesional, preguntémonos ¿es suficiente lo estudiado en aquellos

lejanos tres años de universidad para ofrecer hoy una atención de calidad?

Enrique Oltra Rodríguez

(4)  Revista de SEAPA

día por buena parte de las enfermeras se ha impuesto, ha arrastrado la legislación y el di-seño formativo de la profesión. No hay duda de que la enfermería como profesión se ha incorporado a los sistemas formativos más avanzados y que en estos momentos se en-cuentra en la misma situación, tanto de evo-lución como de incertidumbres, que el resto de las profesiones, lo cual tampoco significa que no quede camino por recorrer.

Trataremos a continuación de describir y comentar los últimos cambios más signifi-cativos.

Cambios en la formación de enfermería: especialidades

Año 2005; el Real Decreto 450, de 22 de abril, regula las siete especialidades de en-fermería, entre las que se encuentra la En-fermería Familiar y Comunitaria (efyc).

Hubo que esperar a que, tras un largo, complejo y hasta penoso periodo, en 2010 se publicase el programa de la especialidad en la orden sas/1729 de 17 de junio. Este paso es determinante para que las Comuni-dades Autónomas oferten plazas de espe-cialistas en formación (eir), lo cual implica el desarrollo de toda la estructura docente y, por otra parte, marca el inicio del proceso para que los profesionales que cumplan los requisitos exigidos en la disposición transi-toria segunda del Real Decreto 450/2005 accedan a la especialidad a través del exa-men establecido en esta norma.

Con estos pasos, la especialidad de efyc se incorpora al mejor sistema formativo de especialización, el conocido como «de resi-dencia», con más de cuarenta años de desa-rrollo, que ha sido ampliamente evaluado por las más prestigiosas instituciones internacio-nales y con el que se forman las especiali-dades enfermeras ya en marcha y el resto de las profesiones sanitarias (médicos, psi-cólogos, farmacólogos, biólogos y químicos).

Debe tenerse en cuenta que la normati-va establece taxativamente lo que el senti-do común parece aconsejar, que es que la enfermera especialista no viene a sustituir a la enfermera generalista, sino a convivir con ella. No se transpone el modelo médico, no existe directriz europea que así lo indique y la racionalidad y la eficiencia en el sistema sanitario español con el que la enfermería, y más en particular la familiar y comunita-ria, está comprometida parece apoyarlo. Es-te aspecto es controvertido, deberá ir madu-rándose de forma consensuada y sin duda supondrá un importante esfuerzo adaptati-vo y organizativo. Va a implicar cambios, pe-ro tal y como se encuentran actualmente el sistema sanitario y la Atención Primaria, se debería dar la bienvenida a los cambios que posibiliten su avance.

Si cabe la posibilidad de que no todas las enfermeras que desarrollan su labor en Atención Primaria (o en cualquier otra espe-cialidad, excepto matrona) lo hagan en un puesto de trabajo no definido como de es-pecialista, ¿para qué sirve ser especialista?

Si se ha obtenido a través del acceso ex-cepcional al título de especialista (disposi-ción transitoria segunda del Real Decreto 450/2005) servirá para un reconocimiento formal de las competencias que se han ido adquiriendo a lo largo de la práctica reflexiva y la autoformación, con lo que se pasará de ser «experto» de hecho, a ser «especialista» oficialmente de derecho.

Si la especialidad se ha obtenido a través de la vía eir, con el autoaprendizaje tutori-zado, en buenos centros, con profesionales de excelencia y dentro del sistema sanita-rio, la ganancia es doble: el reconocimien-to oficial de las competencias como espe-cialista y lo aprendido en esos dos años de formación que suponen un 50% de in-cremento del tiempo de duración del grado universitario.

A los servicios de salud también es de esperar que la especialización de enferme-ría les reporte beneficios; al menos dispon-drán de una base para regular el ejercicio de la profesión y terminar de una vez por todas con la irresponsabilidad de conside-rar que cualquier enfermera generalista es capaz de asumir la responsabilidad en cual-quier ámbito y circunstancia. Recordemos el trágico, significativo y paradigmático caso del niño Rayan o veamos las conclusiones a los que llega la enfermera doctora Linda Ayken en cualquiera de sus rigurosos estu-dios al respecto.

En el orden práctico, es de esperar que el título de especialista, más pronto que tarde, pase a ser un requisito imprescindible para el acceso a determinados puestos de traba-jo y un mérito valorable para cualquier pues-to en el entorno de la especialidad. Pero es-to pertenece a la planificación y gestión de recursos humanos, incluso a la orientación de los servicios de salud y…

Cambios en la formación de enfermería: estudios universitarios

Año 2007; el Real Decreto 1393/2007, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, regula toda la formación universitaria adaptándola al Espacio Europeo de Educación Superior (eees), la llamada reforma de Bolonia. Poste-riormente, en la orden cin/2134/2008, de 3 de julio, el Ministerio de Ciencia e Innovación establece los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que ha-biliten para el ejercicio de la profesión de enfermero. La diplomatura en enfermería se

convierte en grado, como todas las carreras universitarias, y pasa de tres años a cuatro, como la gran mayoría. Evidentemente, un in-cremento del 25% del tiempo de formación universitaria ha de suponer una mejora en la formación básica de enfermería y, a cor-to plazo, el terminar con más de tres déca-das en las que de forma discriminatoria la duración de las jornadas académicas de los jóvenes que estudian enfermería (prácticas, más clases, más seminarios…) casi dupli-caban a las de otros universitarios, con la consiguiente dificultad para la reflexión, es-tudio, interiorización y adquisición de cultu-ra universitaria.

El eees abre a la profesión enfermera la posibilidad real y reglada de acceso al más-ter y al doctorado.

Otro de los beneficios, quizás el más im-portante, es el cambio en el paradigma do-cente, pasar de que el eje esté situado en lo que el profesor enseña a lo que el alumno aprende es trascendente. Sin embargo, hay que ser conscientes de que el nuevo mode-lo requiere un significativo incremento de re-cursos y, en los tiempos que corren de cri-sis económica, no va a ser sencillo obtener la financiación necesaria y, por tanto, es pro-bable que el cambio sea más lento de lo de-seable. Se ha dicho que la reforma de Bolo-nia fue diseñada en época de vacas gordas y que debe ser ejecutada en época de va-cas flacas.

Aunque la formación es de esperar que mejore, hay que tener en cuenta que la ca-pacitación que otorga el grado en enferme-ría es para el ejercicio de las competencias de enfermera generalista, es decir, lo mismo que la diplomatura universitaria en enferme-ría. La normativa así lo determina, y en el ámbito laboral no se podrá establecer dis-criminación positiva para ninguna de ambas titulaciones que a este respecto se conside-ran homólogas.

¿Se puede obtener el grado siendo diplo-mado?, ¿merece la pena? Las universida-des han establecido un itinerario formativo de 60 créditos para la obtención del grado. Los diseños difieren bastante de unas uni-versidades a otras, si bien en la mayoría di-cho diseño dista bastante de ser adecuado o útil para enfermería y en algunas el sis-tema de convalidaciones, reconocimiento de créditos, etcétera puede hasta ser muy cuestionable.

Respecto a lo oportuno que es cursar di-cha formación para obtener el grado, cada uno debe sopesar individualmente sus ex-pectativas y aspiraciones. El efecto sobre el nivel laboral ya ha sido expuesto, y donde co-bra verdadero sentido el grado es en aque-llos profesionales que deseen progresar en el ámbito académico a través del máster y

(5)  Revista de SEAPA

el doctorado. Sintetizando mucho la norma-tiva, se puede decir que tras la obtención del grado será preciso cursar un máster de 60 créditos para acceder al doctorado, mientras que si se parte de la diplomatura también se puede tener acceso a dicho nivel, pero serán necesarios 120 créditos de máster.

Reseñar, casi como primicia, que el Real Decreto 99/2011 de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado, abre por primera vez un puente de acceso desde la formación especializa-da hacia el doctorado y establece en su artí-culo 6.2 c) que podrán acceder a un progra-ma oficial de doctorado aquellos «titulados universitarios que, previa obtención de plaza en formación en la correspondiente prueba de acceso a plazas de formación sanitaria especializada, hayan superado con evalua-ción positiva al menos dos años de forma-ción de un programa para la obtención del título oficial de alguna de las especialidades en Ciencias de la Salud»; es decir, nuestros especialistas que consigan la titulación por la vía eir.

Situación en AsturiasEs de justicia reconocer el importante pa-

pel, incluso determinante en algún momen-to crítico, que esta Comunidad Autónoma ha tenido desde hace años en el desarrollo de las especialidades de enfermería y más en concreto de efyc. Desde profesionales indi-viduales hasta responsables políticos, pa-sando por seapa, han hecho una apuesta decidida, y eso es de agradecer.

En la actualidad, la situación en esta Comunidad Autónoma no puede ser más ilusionante, pues se ha incorporado al va-gón de cabeza de las ya citadas innova-ciones.

Los estudios de grado ya se han inicia-do, tanto en la Escuela de Enfermería del sespa (Gijón) como en la Escuela de la Uni-versidad de Oviedo, recientemente integra-da en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud (¡qué nombre tan poco afortuna-do!), y los futuros profesionales ya cursan dichos estudios. También ambas institucio-nes han desarrollado el itinerario formativo

para el acceso al grado desde la diplomatu-ra, más de 600 profesionales solicitaron su ingreso y 40 en cada escuela lo están cur-sando, siendo lo más significativo el traba-jo fin de grado que deben realizar y defen-der ante un tribunal; este trabajo les brinda la oportunidad de que, tutorizados de forma personalizada, puedan profundizar en un te-ma de su interés y aprendan a buscar y ana-lizar ciencia enfermera y a transmitirla tanto de forma escrita como oral según los están-dares al uso.

En cuanto a las especialidades de enfer-mería, Asturias cuenta desde hace años con las Unidades Docentes de Matronas y de Salud Mental y este año se han iniciado En-fermería Geriátrica y Familiar y Comunitaria, todas ellas integradas en las Unidades Do-centes Multiprofesionales, asumiendo las amenazas que supone esta integración, pe-ro también las oportunidades que brinda. Es de esperar que en breve se implanten todas las demás.

La Unidad Docente de Atención Familiar y Comunitaria, en la que se integra la forma-ción de los residentes de efyc, ha sido de las primeras del Estado en acreditarse y ha tenido que hacerlo, por imperativos del Mi-nisterio de Sanidad, en un tiempo récord, en pleno mes de agosto de 2010. A pesar de las complicadas fechas vacacionales, la ilusión que generó en todos los niveles de la Atención Primaria asturiana fue desbor-dante e inundó desde los más altos niveles de la gestión hasta el más alejado Centro de Salud. Se presentaron para su acredita-ción más de 60 profesionales y cumplieron criterios más de 40 de todas las Áreas Sa-nitarias.

Se han acreditado doce plazas de forma-ción de especialistas en efyc en seis Cen-tros de Salud de tres Áreas Sanitarias y la Administración del Principado ha ofertado este primer año seis plazas de enfermero residente de efyc que en mayo se incorpo-rarán a Centros de Salud acreditados de las Áreas de Oviedo, Gijón y Avilés, donde se-rán acompañados por sus tutores a través del completo itinerario formativo que les lle-ve a la adquisición de las competencias es-

pecificadas en el programa oficial de la es-pecialidad.

Solamente la implantación del sistema formativo, y mucho antes de que los pri-meros especialistas estén formados, ya supone un revulsivo para algunas inercias perniciosas del sistema y una evidente opor-tunidad de mejora.

ConclusionesTanto con la incorporación al sistema de

especialización de «residencia» como al nue-vo eees, la profesión enfermera ha comen-zado a «ser considerada como las demás» profesiones, lo cual no es poco y ha costado mucho. Se le ha exigido un nivel de esfuerzo y demostración muy superior a lo que se ha exigido a otras disciplinas.

Con las novedades formativas se abre un, hasta hace poco tiempo, insospechado hori-zonte de desarrollo del «corpus disciplinar» enfermero.

Para los niveles de planificación y gestión de los servicios de salud, todo este cam-bio supone un verdadero reto. Que en bre-ve estén presentes enfermeras/os genera-listas, especialistas, másteres y doctoras/es, además de un sinfín de cualificaciones de menor reconocimiento formal (perfiles, expertías, etcétera), sin duda supondrá un esfuerzo organizativo y sobre todo de orien-tación de los servicios, que posibilite una convivencia productiva. La esperanza cabe, pero el descrédito y la falta de liderazgo e iniciativa de buena parte de los gestores, percibidos por los profesionales y que se ex-presa en diversos foros, hace que las dudas también quepan.

Y la clave del éxito de todos estos proce-sos: que los cuidados de enfermería mejo-ren, que en el sistema sanitario quede cons-tancia de ello y sobre todo que la población lo reconozca. Si en un futuro podemos dife-renciar el día después respecto al día antes, el éxito estará asegurado y la progresión pro-fesional también.

Enrique Oltra RodríguezEnfermero

Presidente de la Subcomisión de Docencia de Enfermería

En el orden práctico, es de esperar que el título de especialista, más pronto que tarde, pase a ser un requisito imprescindible para el acceso a determinados puestos de trabajo y un mérito

valorable para cualquier puesto en el entorno de la especialidad. Pero esto pertenece a la planificación y gestión de recursos humanos, incluso a la orientación de los servicios de salud

y…

(6)  Revista de SEAPA

Como ya todos sabréis, es para nosotros un compromiso con los socios de seapa, y para ello hemos trabajado sin descanso, po-der ofreceros un temario y un curso para pre-parar y superar la prueba de la competencia que nos dará el título de especialistas.

Ya hace más de un año, enfermeras y en-fermeros asturianos comenzamos a elabo-

rar un temario que materializaba en forma de contenidos explícitos las competencias que se establecen que ha de tener una enferme-ra especialista en familiar y comunitaria. En este camino nos unimos con la Sociedad de Enfermería Comunitaria del País Vasco (efke-ze) y así continuamos tras firmar un convenio de colaboración hasta hace poco.

En el ánimo de ampliar la formación, no solo para los socios de seapa y efkeze, sino también para los socios de faecap, cedimos los temas elaborados, que fueron completados con algún tema más. La suma de ambos conforman el te-mario final que os presentamos, y será la base documental para la formación on-line.

Para adaptar el curso a todas las necesi-dades se diseñaron distintas modalidades, cuya información detallada se encuentra en la página web: ‹www.seapaonline.org›. Se pueden adquirir solo los libros, hacer el cur-so on-line con el mismo temario y un entre-namiento con más de 1000 test y 500 ca-sos clínicos. Se puede adquirir a mayores del curso el temario en papel, y si a mayores se quiere conseguir la acreditación de forma-ción continuada se podrá obtener haciendo a través de la propia plataforma un examen «virtual». Todas las opciones son válidas y flexibles para lo que cada uno necesite.

Pienso que faecap está haciendo un es-fuerzo importante por ofrecer un curso de calidad: las tutorías serán atendidas por expertos, las respuestas a los test y casos clínicos están razonadas y justificadas bi-bliográficamente, y la plataforma dispone de muchas ventajas de lo que supone una formación dinámica cuya información po-dréis encontrar también en la página web.

No voy a repetir lo que ya podéis consultar si estáis interesados, pero sí animaros a que ha-gáis el curso, a que nos actualicemos y amplie-mos nuestros conocimientos, a disfrutar con un temario propio, de nuestra especialidad y es-crito letra a letra por enfermeras y enfermeros en su mayoría asistenciales… y de paso pre-pararnos para una prueba y ¡!ser especialistas!

Lo que parecía un sueño hace poco tiem-po hoy es una realidad que hay que aprove-char hoy y ahora, es una oportunidad que, como el propio nombre de la prueba indica, es «extraordinaria».

Espero que los que os preparéis para la prueba disfrutéis en el camino.

Ana Covadonga González PisanoCoordinadora del temario

de la especialidad efyc

Preparación de la prueba de la competencia de Enfermería Familiar y

Comunitaria (efyc)

Cartel curso

(7)  Revista de SEAPA

Desde hace unos años, socialmente se le está dando una gran importancia al he-cho de fumar; todos recordamos el impac-to de las leyendas en las cajetillas y todos estamos viviendo el debate social que se ha generado con la nueva ley sobre el ta-baco.

Estamos en un momento especialmente sensible y en el abordaje del tabaquismo de-ben implicarse todos los profesionales sani-tarios de cualquier ámbito de atención; en cualquier nivel asistencial se debe abordar el problema del tabaco y aconsejar activa-mente a los fumadores su abandono.

Esta lucha contra el hábito de fumar co-bra especial relevancia en Atención Prima-ria por la accesibilidad y frecuentación de los pacientes. Las enfermeras de ap tienen un papel relevante por su conocimiento de la población asignada, por su cercanía con los pacientes y por su experiencia en educa-ción para la salud.

Las enfermeras tienen la responsabilidad de responder a la demanda de prevención y de tratamiento del tabaco, debe ser una de las intervenciones preponderantes en su quehacer cotidiano por la importancia y tras-cendencia que supone.

Las actividades de promoción de salud y prevención de hábitos tóxicos forman par-te de las competencias de las enfermeras de Atención Primaria. Las actividades comu-nitarias, ya sean en ayuntamientos, escue-las, asociaciones de vecinos, deben tener en cuenta estos aspectos a la hora de pla-nificar intervenciones.

En diversos estudios se ha comprobado que más del 70% de las enfermeras de ap preguntan de forma habitual a los pacientes sobre el consumo de tabaco y lo registran en la historia clínica; además, un porcentaje

elevado aunque menor realizan consejo so-bre la necesidad del abandono.

En la consulta del Centro de Salud se de-be incidir en la detección de los fumadores y la intervención mínima sobre el consumo. Está demostrada la alta relación coste-be-neficio de la intervención básica o consejo breve, debería aplicarse a todos los pacien-tes que acuden a diario a las consultas y debería darse por el 100% de las enferme-ras. Este debe ser el objetivo por el gran im-pacto que supone el llegar a un gran núme-ro de personas.

Además, las enfermeras están capacita-das y están desarrollando con gran éxito in-tervención avanzada con seguimiento indivi-dual o grupal. En numerosas consultas de Centros de Salud es ya una realidad la ofer-ta de consultas de deshabituación tabáqui-

ca; así mismo, en varias de nuestras Áreas Sanitarias se realizan terapias grupales y te-rapias en consulta individual que ponen de manifiesto la implicación de las enfermeras ante este importante problema.

Creo que es conveniente explicar de forma breve la terapia o ayuda psicosocial que abor-damos en la consulta de enfermería de des-habituación a fumadores tanto en intervencio-nes individuales como en talleres o grupos.

Basamos nuestra intervención en que sí se puede dejar de fumar y que es posible dejarlo de una manera fácil con ayuda; se consigue mejor llevando a cabo un programa adaptado a las necesidades de cada perso-na, con un asesoramiento práctico, terapia psicosocial y tratamiento farmacológico; es-te programa incluye pautas para abordar el proceso de abandono y posibles recaídas.

Tu enfermera te ayuda a dejar de fumar

Esta lucha contra el hábito de fumar cobra especial relevancia en Atención Primaria por la accesibilidad y frecuentación de los pacientes. Las enfermeras de

ap tienen un papel relevante por su conocimiento de la población asignada, por su cercanía con los pacientes y por su experiencia en educación para la salud.

Estamos en un momento especialmente sensible y en el abordaje del tabaquismo deben implicarse todos los

profesionales sanitarios de cualquier ámbito de atención; en cualquier nivel asistencial se debe abordar el problema del

tabaco y aconsejar activamente a los fumadores su abandono.

(8)  Revista de SEAPA

Muchos pacientes creen que es una des-honra pedir ayuda. Es necesario explicar que intentarlo sin ayuda tiene mucho méri-to, pero las tasas de probabilidades de éxi-to no pasan del 5%. Un 95% fracasan en el intento. Dejarlo con ayuda tiene una pro-babilidad de éxito mucho mayor, supera el 50%. No es por tanto ninguna deshonra el intentarlo con terapia, bien sea grupal o in-dividual.

El tabaquismo es como un iceberg, so-lo vemos una décima parte de los proble-mas que produce; podemos pensar que el tabaco no nos hace daño porque estamos sanos, pero el tabaco tiene efectos adver-sos para la salud y siempre causa daño. Si gozamos de buena salud, conservémos-la dejando de fumar. Vale la pena dejar de fumar a cualquier edad, los beneficios a corto y largo plazo son muchos y muy im-portantes.

Nuestros pacientes tienen que dejar de ver el cigarrillo como un amigo para todo (lo necesitan, lo usan para relacionarse en la mayoría de las situaciones y actividades de la vida diaria, les relaja o les estimula). Han de verlo como un enemigo que les envene-na. Es un «amigo con el que hay que rom-per» y puede costar un poco el hacerlo. Esta ruptura provocará el síndrome de abstinen-cia; en la intervención lo desmitificaremos y les daremos indicaciones claras y concretas para superarlo.

cambio de conducta: dejar de fumar su-pone desaprender la conducta de fumar; de-jar de fumar supone un cambio de conduc-ta en la que cada fumador puede pasar por un proceso de abandono con varias etapas a lo largo del tiempo: no piensa en dejar-lo, lo está pensando, quiere dejarlo, lo de-ja y lo mantiene; también puede haber una recaída.

¿Por qué me apetece dejar de fumar? A la hora de romper con nuestro pretendido amigo, el cigarrillo, cada uno debe tener sus razones, las más importantes son las de cada uno propias y debemos encon-trar nuestro para qué (tener más bienes-tar; no voy a decir ser felices, pero pue-do decir ensanchar nuestra vida, volverla más rica, crecer, avanzar…), debemos en-contrar lo que nos preocupa y lo que más nos ayudaría. Para cambiar necesitamos tener un para qué, necesitamos que nos apetezca debemos iniciar el reto con en-tusiasmo.

Puesto que ya tenemos el deseo de dejar-lo y sabemos los motivos, el para qué y que me apetezca, pasamos al plan de acción, analizaremos nuestras fortalezas y debilida-des cuando mejor sepamos el cómo, el dón-de, el porqué de fumar, más fácil será de-jarlo; nosotros les ayudaremos a hacer un plan completo personalizado que vean posi-ble y realizable.

Les ayudaremos a prepararse para dejar-lo como para cualquier reto deportivo, labo-ral, etcétera; hay que prever las herramien-tas necesarias para conseguirlo.

prepárate para dejar de fumar. Ahora a lo práctico: ya sabes lo que es el tabaco, ya nos conocemos más a nosotros mismos; ahora, cómo lo dejo.

Las tres reglas básicas: fija una fecha; evita situaciones de riesgo y cambia tus ru-tinas; ni una calada.

cambia tus rutinas y situaciones de ries-go. alternativas. Aparta de ti todo lo que

pueda recordarte que eras fumador: ceni-ceros, el tabaco, los mecheros… Ve a si-tios donde no se pueda fumar: cine, teatros, conciertos… Retoma aficiones. Tú sabes mejor que nadie en qué situaciones pue-des tener más ganas de fumar, evita esas situaciones o estate preparado para vencer-las: tomando bebidas alcohólicas; después de desayunar; después de comer; viendo la televisión; tomando té o café; conducien-do; en presencia de otros fumadores; cuan-do te ofrecen tabaco; leyendo; esperando algo o a alguien.

Intentaremos lograr que valoren de forma muy positiva lo conseguido y les hará ver la necesidad de buscar apoyos en su entorno familiar, laboral y social.

También analizaremos los pensamien-tos negativos y trataremos de desmitificar creencias e información que surgirán en di-versas fases del tratamiento.

Lograremos que les den la vuelta convir-tiéndolas en ideas que les animen y supon-gan una buena inyección de autoestima por lo conseguido.

Desde la Sociedad de Enfermería de Aten-ción Primaria de Asturias (seapa) quiero ani-maros a todos a realizar esta actividad. Los que todavía no lo estéis llevando a cabo comprobaréis que los logros que se consi-guen nos llenan de satisfacción y le dan un alto margen de rentabilidad a nuestro es-fuerzo.

Aurora Alonso CortinaEnfermera. Centro de Salud de de Colloto,

Oviedo

El tabaquismo es como un iceberg, solo vemos una décima parte de los problemas que produce; podemos pensar que el tabaco no nos hace daño porque estamos sanos, pero el tabaco tiene efectos adversos para la salud y siempre causa daño. Si gozamos de buena salud, conservémosla dejando de fumar. Vale la pena dejar de fumar a cualquier edad, los

beneficios a corto y largo plazo son muchos y muy importantes.

cambio de conducta: dejar de fumar supone desaprender la conducta de fumar

(9)  Revista de SEAPA

Talleres grupalesExperiencias

1) Experiencia en GijónFernando Alonso Pérez

Director de Enfermería del Área V

Estamos intentando consolidar un progra-ma integrado que incluye las intervenciones individuales en la consulta de enfermería, los tratamientos grupales implantados en la mayoría de los Centros de Salud del Área, la utilización de materiales de autoayuda, (específicamente la guía para dejar de fu-mar elaborada en colaboración con el Ayun-tamiento de Gijón, que financia la misma) y las intervenciones comunitarias.

Este programa se basa en tres elemen-tos principales:

—La estrategia de las cinco «a»—El modelo de estadios de cambio de

Prochaska y Di Clemente; y—La entrevista motivacional, como prin-

cipal herramienta para intervenir en la con-sulta individual

El programa se articula de forma que en la consulta individual todas las enfermeras rea-licen, al menos, las actividades de captación, consejo personalizado y evaluación de la dis-posición a dejar de fumar. El tratamiento y se-guimiento de los fumadores dispuestos a dejar de fumar, que aceptan o demandan ayuda, se puede llevar a cabo en la consulta individual, en grupo o a distancia, mediante el empleo de materiales de autoayuda y/o seguimiento te-lefónico. La decisión del procedimiento a uti-lizar se realizará en función de criterios tales como el nivel de consumo y dependencia, la presencia de comorbilidad, la adicción a otras sustancias, las preferencias del fumador o la organización del propio equipo.

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene la intervención grupal frente a la individual en la deshabituación tabáquica?

Hay dos aclaraciones que deseo realizar al respecto.

En primer lugar, el tratamiento que utiliza-mos se puede aplicar tanto en formato indi-vidual como grupal, con unos niveles de efi-cacia similares.

En segundo lugar, es necesario distin-guir entre el tratamiento en grupo o tera-pia grupal (que es el tipo de intervención que nosotros llevamos a cabo) y el trata-miento o terapia de grupo. El primero se centra más en las conductas individuales de los miembros del grupo, esto es, cada individuo y no el grupo es el centro del tra-tamiento. La finalidad es, por tanto, maxi-mizar la eficacia del trabajo del terapeuta. En la terapia de grupo, en cambio, el ob-jetivo que se persigue es potenciar la efi-

cacia terapéutica de los procesos de gru-po, cuya influencia sobre sus miembros es mayor, constituyéndose en el centro de tratamiento. Mientras que la evidencia su-giere que la terapia grupal es altamente efectiva, por el contrario se sabe desde hace años que la terapia de grupo es to-talmente ineficaz para tratar a los fuma-dores.

La principal ventaja de aplicar un trata-miento grupal estriba en su mayor eficien-cia, al poder tratar en una misma sesión a varios fumadores al mismo tiempo. Por otra parte, el grupo permite, entre otras cosas, un moldeamiento importante y una comparación entre los asistentes que faci-lita la motivación e implicación en el trata-miento, sobre todo de aquellas personas que van más retrasadas o son más rea-cias al abandono, impidiendo que dejen el programa. Además, conforme van dejando

Talleres grupales

La principal ventaja de aplicar un tratamiento grupal estriba en su mayor eficiencia, al poder tratar en una misma sesión a varios fumadores al mismo tiempo. Por otra parte, el grupo

permite, entre otras cosas, un moldeamiento importante y una comparación entre los asistentes que facilita la motivación e implicación en el tratamiento, sobre todo de aquellas personas que

van más retrasadas o son más reacias al abandono, impidiendo que dejen el programa.

(10)  Revista de SEAPA

de fumar los primeros fumadores de cada grupo, los demás observan que es posi-ble hacerlo con el tratamiento que están llevando a cabo, lo que sirve de elemento motivacional.

¿Cuál es el perfil de los participantes que acuden a la terapia grupal?

Del análisis de la información de las per-sonas a las que se les ha realizado segui-miento en el Área (estamos en fase de ac-tualización de los datos disponibles), se desprende el siguiente perfil de participan-tes en los grupos:

—Edad media: 51 años (rango de 27 a 67 años)

—Sexo: 41% hombres; 59% mujeres—El consumo medio que presentaban al

inicio del programa era de 22,85 cigarrillos/día

—Nivel de dependencia medio

¿Cuáles son los principales motivos de abandono de la terapia grupal?

En general, la pérdida de motivación de los fumadores, relacionada con las dificulta-des que encuentran para avanzar en el pro-grama o las expectativas previas con respec-to al tratamiento.

Específicamente, en aquellos centros donde no se realiza una valoración e inter-vención previas en la consulta individual, es más elevado el número de abandonos en las primeras sesiones o de personas que no inician la terapia cuando se les cita al grupo.

¿En qué consisten las sesiones de las que consta un taller grupal de deshabituación tabáquica en tu Área de salud?

Estamos aplicando un programa psicológi-co multicomponente, en 6 o 7 sesiones, con una periodicidad de una sesión a la sema-na, de una hora aproximadamente de dura-ción cada sesión.

El programa, tal y como se aplican las téc-nicas, consta de tres fases:

—Fase de preparación para dejar de fu-mar, en la que se trata de incrementar la motivación y el compromiso del paciente para el abandono del consumo de cigarri-llos

—Fase de abandono, en la que se aplica una reducción gradual de la ingesta de ni-cotina y alquitrán (rgina) mediante el cam-bio semanal a una marca que contenga un 30% menos de nicotina o bien mediante la reducción semanal de un tercio del consu-mo de cigarrillos

—Fase de mantenimiento, en la que se aplican las estrategias orientadas a preve-nir las recaídas

Los componentes fundamentales del tra-tamiento son:

—Contrato de tratamiento—Autorregistros y representación gráfica

del consumo de cigarrillos—Elaborar lista de ventajas de fumar y

no fumar. Realizar el balance de decisio-nes

—Rechazar ofrecimientos de cigarrillos—Información sobre el tabaco—rgina

—Control de estímulos—Actividades para controlar los sínto-

mas del síndrome de abstinencia de la ni-cotina

—Ejercicios de respiración y relajación—Feedback fisiológico del consumo de ci-

garrillos, mediante la medición del monóxi-do de carbono en aire expirado

—Estrategias para la prevención de re-caída

Podemos afirmar, por tanto, que estamos aplicando un tratamiento psicológico cogni-tivo-conductual altamente eficaz, en la me-dida en que emplea técnicas dirigidas a con-trolar los factores fisiológicos, psicológicos y sociales que mantienen la conducta de fu-mar.

2) Experiencia de AvilésM.ª del Carmen González Carreño

Responsable de la Unidad Especializada en Tabaquismo de Avilés

Los grupos de deshabituación tabáquica que se desarrollan en Avilés son grupos ce-rrados, integrados por desde 6 hasta 16 per-sonas; se desarrollan en seis o nueve se-siones.

Se realiza terapia en grupo, en la que el grupo es el vehículo para alcanzar un mismo fin, dejar de fumar, pero cada uno tiene un tratamiento individual.

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene la intervención grupal frente a la individual en la deshabituación tabáquica?

Ventajas:—Proporciona una mejor relación coste-

efectividad del tratamiento, pues es una in-tervención que se da de forma simultánea a varias personas

—La dinámica del grupal favorece el cam-bio y hace que este se produzca de forma más rápida y eficaz

—Se comparte información con otros que están bajo circunstancias parecidas

—Aumenta la percepción de que uno no se está solo

—Encauza el deseo de sentirse útil y ayu-dar a los demás

—Promueve el aprendizaje observacional, la conducta imitativa

—Aumenta la sensación de cohesión o solidaridad

Inconvenientes:—Utilidad limitada por las dificultades en

la captación de los pacientes—Imposibilidad para garantizar la confi-

dencialidad—Algunos pacientes pueden sentirse for-

zados por la dinámica en grupoEn la Unidad Especializada en Tabaquis-

mo se siguen realizando grupos abiertos, en los que en todas las sesiones se puede in-

Ventajas: la persona fumadora que se incorporaba se encontraba en el grupo con personas que ya habían abandonado el consumo una o dos semanas, otras que se estaban

preparando, y con personas que acudían de vez en cuando tras el abandono de consumo tras varios meses, que estimulaban mucho al grupo.

(11)  Revista de SEAPA

corporar una persona nueva. Esto es así por-que cuando empezamos a realizar talleres en el 2006 había mucha dificultad para cap-tar personas fumadoras y dificultades para que los profesionales derivaran a los talle-res, así que íbamos captando e incorporando al grupo. Ello garantizaba tener siempre una media de 6 a 12 personas en las sesiones.

Inconvenientes de los grupos abiertos: dificul-tad para el profesional para preparar la sesión: nunca sabías quién iba a venir al grupo; las per-sonas que acudían se encontraban en diferen-tes momentos en el proceso de cesación.

Ventajas: la persona fumadora que se incor-poraba se encontraba en el grupo con perso-nas que ya habían abandonado el consumo una o dos semanas, otras que se estaban pre-parando, y con personas que acudían de vez en cuando tras el abandono de consumo tras va-rios meses, que estimulaban mucho al grupo.

¿Cuál es el perfil de los participantes que acuden a la terapia grupal?

Hay un 38% de hombres y un 61% de mujeres, de distintas edades, siendo el grupo más nume-roso el comprendido entre los 40 y 60 años.

En los talleres realizados por las mañanas acuden fundamentalmente personas preju-biladas, jubiladas, amas de casa y personas que trabajan a tres turnos cuando están en turno de descanso.

En el horario de tarde, uno de los talleres se realiza de 19:30 a 21 horas; acuden per-sonas trabajadoras.

¿Cuáles son los principales motivos de abandono de la terapia grupal?

Sin haber realizado un estudio de los mo-tivos de abandono tras la primera o segun-da sesión, tras ser preguntadas por dichos motivos, responden a ello:

1. Impedimentos familiares o de trabajo; a veces por enfermedad o consultas médicas

2. La terapia no responde a sus expec-tativas

3. Dificultades personales para integrarse en el grupo; a veces refieren que no les gus-ta alguien que participa en él

4. El esfuerzo que supone el cese del con-sumo; falsa expectativa de que el grupo o el terapeuta hará que deje de fumar

5. Algunas personas, sobre todo las más jóvenes, vienen a las sesiones que precisan para resolver su problema; una vez que iden-tifican recursos y estrategias se desentienden del grupo y siguen con el intento en solitario

6. Algunas personas, si no cumplen el compromiso de fecha propuesta de abando-no, sienten vergüenza y no vuelven

7. Al igual que sí se dan recaídas, en el proceso de abandono son motivos de aban-dono de la terapia grupal

¿En qué consisten las sesiones de las que consta un taller grupal de deshabituación tabáquica en tu Área de salud?

Cooximetría, valoración del síndrome de abstinencia y peso.

Información básica:—Beneficios de dejar de fumar—Adicción—Síndrome de abstinencia—Automatismo—Asociación de estímulos—Tratamientos que se utilizarán—Búsqueda de apoyosTareas para casa:1. Balance decisional2. Autorregistro del consumo de cigarrillos3. Pautas de desautomatización4. Búsqueda de apoyos5. Recompensas Claves y estrategias para controlar las ga-

nas de fumar.Recomendaciones para contrarrestar la

ganancia de peso.Recomendaciones para el día anterior al

día d.sesiones posteriores al día d:—Reforzar la abstinencia, habilidades de-

sarrolladas y cambios positivos observados—Realización de cooximetría, valoración

del síndrome de abstinencia y peso—Qué hacer ante los deslices y las re-

caídas—Mantenimiento de la abstinencia

—Cómo evitar ganar peso al dejar de fumar

—Anticipación de la fase de duelo—Estrategias para controlar las ganas

de fumar—Estrategias para afrontar la ansiedad,

el insomnio y el estreñimiento—Exceso de confianza y falsa sensación

de seguridad—Analizar estímulos asociados poco

frecuentes—Revisión del tratamiento farmacoló-

gicoNo puede publicarse un artículo sobre la

actividad de los talleres grupales de des-habituación tabáquica sin el reconocimien-to al esfuerzo personal y profesional de los profesionales de enfermería que lo están realizando. Pues por todos es bien sabido que poner en marcha una actividad grupal supone grandes reajustes de agenda pro-pia, organizarse con compañeros, solicitar derivaciones a los talleres, negociar sala disponible, día, apoyos… y que muchas ve-ces se convierte en batallas de héroes y heroínas en solitario que creen en el pro-grama y en las capacidades de las perso-nas con las que trabajan.

Reconocer la dedicación de intervención en deshabituación individual a algunos compañeros desde hace muchos años.

Las personas que hacen posible la des-habituación tabáquica en formato grupal en Avilés, en este momento, son:

—Centro de Salud de Llano Ponte: Gre-goria Álvarez Balbuena y Jorge Vigil Pala-cio

—Centro de Salud de Sabugo: Ana M. Miranda Benítez y Cristina Miranda Pérez

—Centro de Salud de Piedras Blancas: Carmen A. Legaspy

—Centro de Salud de Pravia: Luis A. Ga-liano

—Centro de Salud de Cudillero: Marta Villamil

—Centro de Salud de Luanco: Jaime Fu-nes Lorenzo y M. Carmen Fernández Mar-tín

Inconvenientes de los grupos abiertos: dificultad para el profesional para preparar la sesión: nunca sabías quién iba a venir al grupo; las personas que acudían se encontraban en

diferentes momentos en el proceso de cesación.

(12)  Revista de SEAPA

Para empezar la presentación, nos gusta-ría comentar brevemente a qué nos referi-mos al hablar de gopa. Puede que a algunos os suene el tema, pero a buen seguro otros aún no habréis oído hablar de ello.

Pues bien, existe un documento del Sis-tema de Salud de Asturias, en concreto de la Subdirección de Gestión Clínica y Calidad, denominado gopa que se define como Pro-yecto de Gestión y Organización Funcional del Proceso Asistencial de ap y que cuen-ta con el respaldo de sociedades científicas médicas y de enfermería (por lo menos en el planteamiento general) donde se contempla que enfermería juegue un importante papel.

Los objetivos son:—Disponer de un modelo de gestión de

la demanda generalizable al nivel de ap del sespa

—Racionalizar la actividad administrativa o burocrática en las consultas de ap

—Optimizar el tiempo de respuesta asis-tencial disponible y la accesibilidad de los usuarios

—Estandarizar los procesos de derivación entre los profesionales del eap

—Estandarizar los procesos de derivación a las unidades de apoyo de ap

—potenciar y optimizar los procesos de enfermería

—Aumentar la satisfacción de los profe-sionales y su competencia profesional

—Aumentar la efectividad y eficiencia asistencial de ap

Con estos objetivos, el proyecto con-templa el desarrollo de toda una serie de procesos y actividades de índole va-riada y que van desde el diseño de circui-tos para la disminución de tareas repeti-tivas como las recetas, los partes de it o la emisión de informes y otras activida-

des de carácter funcional como la implan-tación de la consulta telefónica, optimi-zación de agenda de calidad, derivación a las unidades de apoyo y toda una se-rie de procesos que atañen muy de cer-ca a Enfermería.

Procesos de enfermería—Proceso de primera visita de enferme-

ría: visita de acogida y realización de activi-dades preventivas a pacientes que visitan por primera vez el Centro de Salud o que no siendo nuevos no hubieran mantenido con-tacto con la enfermera

—Proceso de consulta de enfermería de actividades preventivas y detección precoz de problemas de salud/patolo-

gías dirigido a grupos de riesgo especí-ficos, búsqueda de casos o poblacional (riesgo cardiovascular, procesos pediátri-cos, etcétera)

—Proceso de consulta de enfermería a pro-cesos crónicos pcai: atención a pacientes epoc, diabéticos, cardiopatía isquémica, etcétera

—Proceso de triage: para el abordaje de pacientes sin cita y urgencias

—Proceso de consulta de enfermería de atención a patologías de baja complejidad clínica: atención directa a patologías espe-cíficas protocolizadas

—Proceso de desarrollo de educación pa-ra la salud grupal

—Proceso de desarrollo de atención co-munitaria

Novedades en el registro y en los servicios enfermeros. Grupo gopa: Enfermería de Atención Primaria

El 9 de febrero seapa organizó una sesión formativa en el hospital Monte Naranco en la que intervinieron las compañeras Mercedes Nuño y Margarita Fernández, para informarnos

de las actividades que se están llevando a cabo en el sespa en relación a los registros enfermeros, y María Jesús Rodríguez, que impartió una conferencia sobre «Las dos caras de

la prevención»; os presentamos un resumen de dichas intervenciones.

Objetivos del GOPA

(13)  Revista de SEAPA

Sobre este marco, en noviembre de 2009 hay una convocatoria por parte de la Subdi-rección de Gestión y Calidad del sespa, en concreto por parte de la coordinadora de en-fermería del sespa, Ana María Sánchez Fer-nández, y a través de las direcciones de en-fermería de las distintas Áreas de salud, que da lugar a la constitución del grupo inicial.

Con pequeñas modificaciones desde su origen, el grupo actualmente está compues-to por:

—María Dolores Arbesuk Busto. Centro de Salud de Grado

—José Miguel Caño Montiel. Centro de Salud de Villalegre

—María del Mar de la Rosa Arias. Centro de Salud de Moreda

—Rosa Fernández Carballo. Centro de Sa-lud de Tineo

—Margarita Fernández García. Centro de Salud de Sotrondio

—Ana Olga Méndez Pérez. Centro de Sa-lud de Navia

—Mercedes Nuño Gutiérrez. Centro de Salud de La Felguera

—Ana María Sánchez Fernández. Subdi-rección Calidad

—Emilio Velasco Castañón. Gerencia ap Gijón

La finalidad del grupo en una primera fa-se es elaborar protocolos de actividad en-fermera, unificar registros y aplicar metodo-logía a dichos protocolos. Algo que puede parecer sencillo pero que, sin embargo, en-

globa múltiples modificaciones que afectan a otros profesionales y que viene recogido en el proyecto gopa.

Existe una realidad sentida por los profe-sionales de revisar y adecuar los sistemas de registro en omi-ap para que respondan a la práctica diaria.

La informatización de los Centros de Sa-lud, al producirse de forma progresiva a lo largo de varios años, dio lugar a diferencias significativas en la implantación de omi que originó una gran variabilidad en los proto-colos: las sucesivas cargas, la creación de protocolos en distintos centros para dar res-puesta a necesidades de registro, la impo-sibilidad al principio para llevar a cabo el registro de la actividad enfermera, etcéte-ra, dio lugar a diversas modificaciones, con notables diferencias en los omi no solo por Áreas, sino incluso dentro de un mismo equi-po, dándose en ocasiones la circunstancia de que un profesional tuviera que registrar de una forma en el consultorio periférico y de otra en la consulta del Centro de Salud por-que tenían servidores diferentes y distintas cargas de omi. Por no hablar de las diferen-cias individuales en la utilización de la histo-ria clínica informatizada por cada profesional (distinta formación, falta de interés…).

Por otra parte, se hace necesario revisar el contenido de protocolos de actividades pre-ventivas y seguimiento de patologías, pues es obvio que muchos ya no responden a las actuales recomendaciones. La «cartera» que tanto utilizamos y que aún usan muchos compañeros está claramente desfasada.

En este sentido, comentar la existencia de otro grupo, en este caso, multidisciplinar, que comienza a funcionar en marzo de 2010 con la idea de trabajar los Planes Persona-les Jerárquicos, que incluirían actividades y

Por otra parte, se hace necesario revisar el contenido de protocolos de actividades preventivas y seguimiento de patologías, pues es obvio que muchos ya no responden a

las actuales recomendaciones. La «cartera» que tanto utilizamos y que aún usan muchos compañeros está claramente desfasada.

Procesos de enfermería

(14)  Revista de SEAPA

planes de cuidados de enfermería. También la puesta en marcha de las Unidades de Cui-dados Paliativos y la «obligatoriedad» de tra-bajar varios pcai (Ca Colon, ictus, alcoho-lismo para toda la Comunidad y 2 más por cada Área) condiciona la actividad de nues-tro grupo, del grupo de enfermería.

La primera visita de enfermería en el gopa se define como:

Conjunto de actividades destinadas a propor-cionar el primer contacto con el profesional de enfermería que le corresponde en su Centro de Salud o consultorio, a los usuarios que acuden por primera vez al centro sanitario o que, ha-biendo acudido ya más veces, todavía no han tenido contacto con el profesional de enferme-

ría, para dar acceso a los servicios y cuidados enfermeros (promoción de la salud, prevención de la enfermedad y discapacidades, asistencia, mantenimiento y recuperación de la salud, re-habilitación) y ordenar la prestación de cuida-dos de enfermería en el conjunto de la organi-zación asistencial.

Implica a todo el equipo, desde la unidad de atención al usuario que le ofrecería la ci-ta con su enfermera al entregarles el ma-nual de acogida e información, a los distin-tos profesionales que deberían derivar a la enfermera a aquellos usuarios que aún no hubieran tenido contacto con ella y acuden al Centro de Salud para otras consultas o trámites.

Se están pilotando en centros donde tra-bajamos personas de los dos grupos de tra-bajo y profesionales clave o que colaboraron en determinados momentos como personal de las unidades de cuidados paliativos.

Paralelamente se han trabajado también en el grupo intervenciones educativas a realizar con las personas incluidas en cada patología.

Conscientes de la dificultad que entraña para buena parte de los enfermeros y en-fermeras trabajar con metodología y abor-dar los planes de cuidados utilizando el módulo de omi-planes, el grupo ha inten-tado elaborar unos planes de cuidados estandarizados (pce) lo más asequibles posibles que permitan trabajar con meto-dología sin que por ello haya que renunciar a la realización de planes individualizados ni al uso del módulo por aquellos profesio-nales que tengan más conocimientos y ya lo vengan usando de forma regular.

También nos preocupaba la visibilidad de nuestro trabajo. Por ello, hemos defendido que estuviera incluido en los planes jerarqui-zados y no en un «aparte de las enfermeras».

Así mismo, se ha intentado ligar siempre que fuera posible la información a dgp para su ulterior explotación.

Próximos objetivos: • pce insuficiencia cardiaca • pce demencias • pce ca cuello uterino • pce anciano frágil • pce inmovilizados y atención domicilia-ria • eps grupal • atención comunitariaProcesos como el triage y la atención a

procesos de baja complejidad probablemen-te sean abordados por el grupo multidisci-plinar de los planes personales jerárquicos.

Mercedes Nuño y Margarita Fernández

Paralelamente se han trabajado también en el grupo intervenciones educativas a realizar con las personas incluidas en cada patología.

Primera visita de enfermería

(15)  Revista de SEAPA

La prevención tiene su cara y su cruz, co-mo casi todas las actividades sanitarias. Sin embargo, la mayoría de los profesionales, pacientes y población la considera inocua y beneficiosa, ignorando o despreciando los riesgos y perjuicios que también conlleva.

En estos últimos años, cada vez se oyen más voces críticas en revistas científicas, fo-ros y medios de comunicación que alertan sobre la expansión creciente y acrítica de las actividades preventivas. Las denuncias se centran en aspectos tales como: la escasez de fundamento científico que las sustenta, las limitaciones de las pruebas de cribado, la medicalización que promueven, la transfe-rencia de recursos de las actividades curati-vas, los fundamentos éticos y las garantías de seguridad y eficacia exigidos a estas in-tervenciones, etcétera.

Prevenir es evitar un daño futuro con una acción en el presente, de la que cabe es-perar un claro balance beneficio-riesgo po-sitivo, una sólida justificación científica, efi-cacia, efectividad y eficiencia. Sin al menos estos requisitos, las actividades preventivas pueden convertirse en un peligro para la sa-lud pública.

Se distinguen distintas modalidades pre-ventivas: prevención primaria (evitar que aparezca la enfermedad), secundaria (de-tectar el problema de salud en la fase sub-clínica), terciaria (evitar las complicaciones de la enfermedad) y cuaternaria (no causar daños innecesarios). Atendiendo a su natu-raleza se clasifican en: consejos, vacunas, cribados, y fármacos preventivos. Se pue-den realizar a demanda de la ciudadanía, de forma oportunista por el profesional sanita-rio o a través de programas poblacionales.

En este momento hay argumentos para afirmar que las actividades preventivas es-

tán en imparable expansión debido a la in-corporación de nuevos cribados y vacunas, a la consideración de los factores de riesgo como si fueran enfermedades y a la crea-ción de las preenfermedades (prehiperten-sión, prediabetes, preosteoporosis).

El crecimiento del entusiasmo preventivis-ta tiene consecuencias para el individuo y la sociedad. En el primer caso, se aprecia una mayor dependencia de las personas del sis-tema sanitario en menoscabo del autocui-dado, se alimentan unas expectativas des-mesuradas sobre la reducción del riesgo de enfermar y presencia de iatrogenia provoca-da por los cribados y los fármacos preven-tivos. A nivel social, vemos cómo una parte importante de la población está diagnosti-cada de enferma, se minusvaloran o igno-ran formas no médicas de mejorar la salud así como los recursos terapéuticos extras-anitarios, y se fortalece un sistema sanita-rio caro (amenaza de sostenibilidad), inter-vencionista, medicalizador, dogmático (con los disidentes) y culpabilizador (con los no prevenidos).

Son también objeto de reflexión en esta sesión: a) los factores de riesgo cardiovas-cular, b) el cribado de cáncer de mama y c) el contraste entre las recomendaciones de las sociedades científicas, asociaciones e insti-tuciones acerca de qué actividades preven-tivas realizar y frecuencia según sexo, edad y condiciones de salud y las prácticas pre-ventivas declaradas por los participantes en la Encuesta de Salud de Asturias de 2008.

Por último, pero no por ello menos im-portante, mencionar la orientación que en mi opinión deben tener los cuidados enfer-meros preventivos: autocuidadora, emanci-padora y desmedicalizadora, con enfoque biopsicosocial, dirigidos a la persona y a la

colectividad, a los estilos y condiciones de vida.

BIBLIOGRAFÍA

I. Aspectos generales relacionados con las actividades preventivas

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Las dos caras de la prevención

Prevenir es evitar un daño futuro con una acción en el presente, de la que cabe esperar un claro balance beneficio-riesgo positivo, una sólida justificación

científica, eficacia, efectividad y eficiencia.

(16)  Revista de SEAPA

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19. ojuel solsona J., C. gutiérrez mígue-les y M. fuentes pujol: «Cáncer ginecológi-co y de mama», AMF, 6 (6) (2010), 300-308.

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María Jesús Rodríguez GarcíaEnfermera. Centro de Salud de de Infiesto

Son también objeto de reflexión en esta sesión: a) los factores de riesgo cardiovascular, b) el cribado de cáncer de mama y c) el contraste entre las recomendaciones de las sociedades

científicas, asociaciones e instituciones acerca de qué actividades preventivas realizar y frecuencia según sexo, edad y condiciones de salud y las prácticas preventivas declaradas por

los participantes en la Encuesta de Salud de Asturias de 2008.

(17)  Revista de SEAPA

La Organización Mundial de la Salud, en su documento «Promoción del uso racional de medicamentos: componentes centrales» (2002), solicitaba la «emisión de licencias para los profesionales sanitarios (médicos, enfermeros, paramédicos) para asegurar que todos sean lo suficientemente compe-tentes para diagnosticar, recetar y dispen-sar».

El Consejo Internacional de Enfermería (cie) publicó una monografía sobre la pres-cripción enfermera en el año 2000 (actuali-zada en 2004) donde constata un aumen-to en las últimas dos décadas del número de países que ya han establecido la pres-cripción enfermera y un creciente interés pa-ra autorizarla en otros países, habiéndose producido adecuaciones y ampliaciones en el rol de las enfermeras y considerando la acreditación para prescribir un avance de la profesión y una práctica avanzada. Algunos de los países donde se autoriza la prescrip-ción a enfermería son: Australia, Francia, ee. uu., Canadá, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Rei-no Unido, Irlanda y Brasil. En ellos se han desarrollado modelos que han supuesto un aumento de las cotas de seguridad clínica y de la satisfacción de los pacientes.

En nuestro país la prescripción enfermera se realizaba dentro de la ilegalidad, quedan-do esta situación evidenciada con la promul-gación de la Ley 29/2006, de 26 de julio, de Garantías y Uso Racional de Medicamen-tos y Programas Sanitarios, conocida tam-bién como ley del Medicamento, que seña-laba como únicos profesionales sanitarios facultados para la prescripción a médicos y odontólogos. El Consejo General de Enfer-mería (cge), a través de un estudio realiza-do a nivel nacional contabilizaba hasta 170 intervenciones clínicas concretas a pacien-

tes en las que la enfermería tomaba de for-ma ilegal decisiones ante la administración de más de 200 fármacos, actuación que sin embargo el sistema sanitario reconocía co-mo necesaria para facilitar la continuidad en la asistencia a los pacientes.

Con la Ley 28/2009 de 30 de diciembre de Modificación de la Ley 29/2006 de 26 de julio de Garantías y Uso Racional de los Me-dicamentos y Productos Sanitarios se reco-noce como novedad la facultad de recetar a los podólogos y la participación de los enfer-meros por medio del documento denomina-do orden de dispensación, mediante al cual indican y autorizan la dispensación de de-terminados medicamentos y productos sa-nitarios. De este modo, se modifica el apar-tado 1 del artículo 77 estableciendo que, de forma autónoma, los enfermeros «podrán indicar, usar y autorizar la dispensación de todos aquellos medicamentos no sujetos a prescripción médica y los productos sanita-rios, mediante la correspondiente orden de dispensación». Se modifica la disposición adicional duodécima de forma que

[…] el Gobierno regulará la indicación, uso y autorización de dispensación de determinados medicamentos sujetos a prescripción médica por los enfermeros […] y fijará con la partici-pación de las organizaciones colegiales de en-fermeros y médicos, los criterios generales, re-quisitos específicos y procedimientos para la acreditación de dichos profesionales con efec-tos en todo el territorio del Estado, en las ac-tuaciones previstas en el artículo 77.1.

El Real Decreto 1718/2010 de 17 de di-ciembre sobre Receta Médica y Órdenes de Dispensación, publicado en el Boletín oficial del Estado del día 20 de enero, define la

orden de dispensación a la que se refiere el artículo 77.1 párrafo segundo de la ley 29/2006 como

[…] el documento de carácter sanitario, nor-malizado y obligatorio mediante el cual los pro-fesionales enfermeros, en el ámbito de sus competencias, y una vez hayan sido facultados individualmente mediante la correspondiente acreditación, contemplada en la disposición adicional duodécima de la referida Ley, indican o autorizan, en las condiciones y con los re-quisitos que reglamentariamente se establez-can, la dispensación de medicamentos y pro-ductos sanitarios.

El Ministerio de Sanidad, Política So-cial e Igualdad, a través del Real Decreto 1718/2010, autoriza la orden de dispensa-ción enfermera (en ningún párrafo se habla de prescripción enfermera), pero para que esta sea un hecho deberá cumplir una serie de requisitos descritos en el aún proyecto del Real Decreto en el que se regula la indi-cación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros. Por tanto, aún no son oficiales los requisi-tos que deberá reunir un enfermero (se nos nombra en género masculino) ni el listado de medicamentos, productos farmacéuticos y tratamientos farmacológicos. Para deter-minar esos requisitos queda pendiente la formación de una Comisión de Protocolos y Guías de Práctica Clínica y Asistencial y Acreditación en la que el Gobierno delegará el acuerdo sobre dichos requisitos. La Co-misión estará compuesta por: un presiden-te que deberá ostentar el cargo de director general y será designado por el secretario general de sanidad, once vocales, entre los

Orden de dispensación enfermera

Con la Ley 28/2009 de 30 de diciembre de Modificación de la Ley 29/2006 de 26 de julio de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios se reconoce como

novedad la facultad de recetar a los podólogos y la participación de los enfermeros por medio del documento denominado orden de dispensación, mediante al cual indican y autorizan la

dispensación de determinados medicamentos y productos sanitarios.

(18)  Revista de SEAPA

que estarán tres en representación del Con-sejo General de Enfermería y tres en repre-sentación del Consejo General de Médicos; y un secretario (con voz, pero sin voto). Ac-tualmente existe una demanda de partici-pación de las sociedades científicas y aso-ciaciones de enfermería ante la Secretaría General del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Se crearán además dos

comités de apoyo, uno para protocolos y guías de práctica clínica y otro para la acre-ditación. Esta comisión también decidirá los criterios de acreditación de los centros que impartan los programas de formación en es-te sentido y el contenido de los cursos que impartirán. A las enfermeras que estén en posesión del título de Grado en Enfermería y las que estén en posesión de la titulación

de las especialidades de enfermería regu-ladas por el Real Decreto 450/2005 de 22 de abril se les otorgará la acreditación previa solicitud de los interesados, siempre y cuan-do las competencias exigidas en el Real De-creto definitivo estén incluidas en los planes de estudio para el grado y en los programas formativos de las especialidades y el alum-no haya adquirido dichas competencias.

En nuestro país la prescripción enfermera se realizaba dentro de la ilegalidad, quedando esta situación evidenciada con la promulgación de la Ley 29/2006, de 26 de julio, de

Garantías y Uso Racional de Medicamentos y Programas Sanitarios, conocida también como ley del Medicamento, que señalaba como únicos profesionales sanitarios facultados para la

prescripción a médicos y odontólogos.

Disposición legal  Personal sanitario  Documento Ley 29/2006, de 26 de julio,  médicos y odontólogos: receta médica medicamentos y productos sanitariosde Garantías y Uso Racional  facultad para prescribir pública o privadade los Medicamentos

Ley 28/2009, de 30 de  médicos, odontólogos, receta médica medicamentos y productos sanitariosdiciembre, de Modificación  podólogos: facultad pública o privadade la Ley 29/2006  para prescribir

enfermeros acreditados: orden de dispensación medicamentos no sujetos a prescrip- autorizadores de la ción médica y los productos sanitarios dispensación medicamentos sujetos a prescripción médica (mediante protocolos y guías de práctica clínica pendientes de elaboración)

Real Decreto 1718/2010,  médicos, odontólogos receta médica medicamentos o productos sanitariosde 17 de diciembre, sobre   y podólogos Receta Médica y Órdenesde Dispensación  médicos, odontólogos y orden de dispensación dispensados por los servicios de farma- podólogos de los hospitalaria cia hospitalaria (para pacientes no in- servicios hospitalarios gresados)

enfermeros acreditados orden de dispensación medicamentos y productos sanitarios (pendiente de requisitos pública o privada no sujetos a prescripción médica y los necesarios): autorizadores sujetos a prescripción médica aún pen- de la dispensación dientes de concreción en protocolos y guías de práctica clínica que se debe- rán desarrollar

Proyecto de Real Decreto por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros: • Creación de la Comisión de Protocolos, guías de práctica clínica y asistencial y acreditación • Creación de dos comités de apoyo: el Comité Técnico de Protocolos y Guías de Práctica Clínica y Asistencial y el Comité Técnico de Acre-ditación

• Se acreditarán, previa solicitud al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, a los enfermeros con título de Grado en Enfermería y los enfermeros con titulación de las especialidades de enfermería reguladas en el Real Decreto 450/2005 de 22 de abril, siempre que estén incluidas en sus planes de estudio las competencias exigidas

• La acreditación facilitará el ejercicio de las facultades en materia de indicación de dispensación de medicamentos y productos sanitarios en algunos de los estados miembros de la ue donde ya está reconocido

(19)  Revista de SEAPA

Actualmente ya se imparten cursos para la acreditación en prescripción enfermera, basándose en el aún borrador de Real De-creto que regulará la indicación, uso y auto-rización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, como el que se imparte desde el Consejo General de Enfer-mería (plataforma e-nursing); en la reciente Asamblea Nacional de Presidentes de So-ciedades Científicas de Enfermería, convo-cada por la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (uesce) le fue re-conocido su valor aplicativo e invitaban al cge a realizarla en abierto para todas las enfermeras. Existen divergencias acerca de la validez de estos cuando todavía no se ha aprobado el Real Decreto, como expresa en un reciente comunicado el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid. Entre las enfermeras que participan en foros de la red, blogs o pá-ginas web se expresan dudas sobre la pro-pia necesidad de prescribir medicamentos, los tipos de dispensación enfermera que se propondrán, el temor de que servirá sobre todo para aliviar carga administrativa médi-ca, o la necesidad inexcusable de acredita-ción para prescribir.

El Consejo de Colegios de Diplomados en Enfermería de Cataluña (ccdic) propone dos posibles modelos: prescripción autónoma (en la que la prescripción es de su exclusiva responsabilidad) y prescripción en colabora-ción (individualizada y estandarizada), que desarrollará la enfermera en situaciones sin-gulares como colaborador de un prescriptor independiente (médico). El ccdic ve como imprescindible que la prescripción autóno-ma sea la primera en regularizarse para des-pués abrir un debate entre profesionales enfermeros al que le siga otro abierto a di-

ferentes profesionales (médicos, farmacéu-ticos), analizando aquellas situaciones que se comparten y en las que colaboramos.

Desde la Sociedad de Enfermería de Atención Primaria de Asturias (seapa) ve-mos de forma positiva los pasos que se están dando hacia la regularización de la prescripción; nos parece prudente esperar a la aprobación del proyecto del Real Decre-to donde se especificarán los contenidos en el ámbito de los cuidados generales y en el de los cuidados especializados ade-más de las características de los progra-mas formativos y su duración, para impar-tir los cursos de acreditación. En todo caso, creemos necesario acelerar el proceso de aprobación de este proyecto de Real De-creto para su pronta implantación. Enten-demos como muy oportuna la participación de las sociedades científicas (pendiente de concretarse) en la Comisión de Proto-colos y Guías de Práctica Clínica y Asisten-cial, además de la necesidad inexcusable de establecer claramente los modelos de prescripción enfermera que serán consen-suados en dicha Comisión en los cuales se debería dar especial relevancia a la pres-cripción independiente, aspecto importan-te de la práctica avanzada/especializada, antes de regular la prescripción en colabo-ración o dependiente.

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7. Proyecto de Real Decreto por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros.

8. oms: «Promoción del uso racional de medicamentos: componentes centrales», Perspectivas políticas de la oms sobre me-dicamentos, 05 (septiembre 2002), disponi-ble en ‹http://apps.who.int/medicinedocs/es/d/Js4874s/› [acceso 13 de marzo de 2011].

María Bernardina García MenéndezEnfermera.

Centro de Salud de Sama de Langreo

Desde la Sociedad de Enfermería de Atención Primaria de Asturias (seapa) vemos de forma positiva los pasos que se están dando hacia la regularización de la prescripción; nos parece prudente esperar a la aprobación del proyecto del Real Decreto donde se especificarán los contenidos en el ámbito de los cuidados generales y en el de los cuidados especializados

además de las características de los programas formativos y su duración, para impartir los cursos de acreditación.

(20)  Revista de SEAPA

Actividad Comunitaria  Coordinador  Centro de SaludAtención a personas cuidadoras Bernardina García Menéndez Sama de LangreoAtención a personas cuidadoras Eduardo Fernández Fernández Tapia de CasariegoAtención a personas cuidadoras María Jesús Rodríguez García InfiestoAtención a personas cuidadoras María Concepción Robles Sama de LangreoAtención a personas cuidadoras Eva Gracia Trujillo Trevías Mar Silveira Rodríguez Atención a personas cuidadoras María José García Rojo Puerta la Villa, GijónAtención a personas cuidadoras Rosa Mayordomo Mendo El Llano, GijónAtención a personas cuidadoras Mercedes Morales Morales Figaredo, Mieres Rosa Fernández Fernández Atención a personas cuidadoras Beatriz Fernández González La Felguera María Jesús Gómez Ribero Atención a personas cuidadoras Encarna Fernández Fernández Las Vegas, CorveraTaller deshabituación tabáquica Bernardina García Menéndez Sama de LangreoTaller deshabituación tabáquica Natalia Lobo Llorente Puerta de la Villa, GijónTaller deshabituación tabáquica Eduardo Fernández Fernández Tapia de CasariegoTaller deshabituación tabáquica Gemma López Fernández TrevíasTaller deshabituación tabáquica Marisa Ortiga Carrasco El Llano, GijónTaller deshabituación tabáquica José Miguel Fraile Cobos Natahoyo, GijónTalleres en la escuela Sofía Cabrerizo Lorenzana Cangas de Narceaeps en la escuela María José Rey Ruiz Las Vegas, Corvera Carmen Díez Fernández eps en la escuela Cruz Gutiérrez Díez InfiestoComedores escolares Sofía Cabrerizo Lorenzana Cangas de NarceaComedores escolares Eduardo Fernández Fernández Tapia de CasariegoAprende a usar tu medicación Carmen Santano El Quirinal, Avilés Susana Sánchez De los medicamentos, ¿qué necesito saber? María Jesús Rodríguez García InfiestoPromoción de la lactancia materna Carmen Díez Fernández Las Vegas, CorveraPromoción de lactancia maternal María José Rey Ruiz Las Vegas, CorveraTaller autocuidado en diabetes Eduardo Fernández Fernández Tapia de Casariego

En las V Jornadas de seapa «Juntos avanzando en la calidad de los cuidados» celebradas el 22 de octubre pasado, estuvo habilitado durante

todo el día un Espacio de Encuentro Comunitario

ESPACIO DE ENCUENTRO COMUNITARIO

En las V Jornadas de SEAPA celebradas el 22 de octubre pasado, estuvo habilitado du-rante todo el día un Espacio de Encuentro Co-munitario. Este espacio se había creado para la difusión e intercambio de actividades co-munitarias. Mostramos un resumen de las actividades recogidas.

Somos conscientes de que hay muchas actividades que no están reflejadas. De ca-

ra a completar esta iniciativa, invitamos a to-dos aquellos que realicéis cualquier activi-dad comunitaria, nos hagáis partícipes de ellas para que así podamos tener un reflejo más exacto de las intervenciones que en es-te ámbito se llevan a cabo en nuestra Comu-nidad Autónoma. Si tienes alguna actividad que nos quieres enviar, utiliza nuestro hyper-link ‹www.seapaonline.org/contacto/contac-

tar›, formulario de contacto de nuestra pági-na web, para enviarla. Deberéis enviarnos los siguientes datos:

—Actividad Comunitaria—Coordinadora/r de la actividad—Centro de Salud donde se realiza.Todos estos datos los podéis incluir en el

apartado de «Comentarios» de dicho formu-lario.

(21)  Revista de SEAPA

Actividad Comunitaria  Coordinador  Centro de SaludEducación para la corresponsabilidad materno-paterna Cruz Gutiérrez Díez InfiestoMejorando nuestro bienestar (mujeres) María Jesús Rodríguez García InfiestoManejo del dolor crónico músculo-esquelético María Jesús Rodríguez García InfiestoTaller artrosis Mercedes Vega Gutiérrez Las Vegas, CorveraTaller artrosis Encarna Fernández Fernández Las Vegas, CorveraTaller drogodependencias para padres Olvido Álvarez García Contrueces, GijónTaller masaje infantil Margot Calzón Frechoso El Llano, Gijóneps Escuela María Luz Blanco Gutiérrez Contrueces, GijónJornadas de la Salud María Luz Blanco Gutiérrez Margarita Salido González Ada Losada García Teresa Fernández Prieto Contrueces, GijónRed social A pie de Barrio Margarita Salido González Fernanda del Castillo Arévalo Contrueces, Gijón Olvido García García Contrueces, Gijón Yolanda Cotiello Villaviciosa, Gijón Rosa Fernández Nantes El Llano, Gijón

(23)  Revista de SEAPA

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