...y además

La foto 6

Criterios 7

Iglesia en Madrid

El cardenal Rouco visita cárceles,

albergues y hospitales.

La voz del cardenal arzobispo.

Puntualización sobre la parcela

de San Francisco el Grande.

Cáritas: Porque la Navidad

no es cuento 8-13

Testimonio 14

El Día del Señor 15

Raíces

Inaugurada en Madrid

la exposición más importante

del nuevo año:

Inmortales recuperados 16-17

España

180 niños tras las rejas 18

La vida 22-23

Desde la fe

El pequealfa.

En el centenario del nacimiento

de Xavier Zubiri: Contenida

pasión por la verdad.

Los Auschwitz de hoy.

Libros, televisión 24-31

Contraportada 32

3-5EN PORTADA

6 de enero de 1999,fiesta de la Epifanía del Señor: Día de los catequistasAl servicio de la fe y de la vida

20-21MUNDO

Mensaje de Navidad, de Juan Pablo II.Agenda papal 1999

19ESPAÑA

Abierto el Año SantoCompostelano 1999,

pórtico del Jubileo del2000:

Peregrinar no es hacerturismo

En este número

ΑΩEtapa II - Número 146

Edita: Fundación San Agustín. Arzobispado de MadridDelegado episcopal: Alfonso Simón Muñoz- Asesores religiosos: Manuel Mª Bru, Javier Alonso

Redacción: Pza. del Conde Barajas,1. 28005 Madrid. Horario de secretaría: 8.30 a 15h. Téls: 91 365 18 13 - 91 366 78 64 Fax: 91 365 11 88 E-Mail: fsagustin@planalfa.es

Director: Miguel Ángel Velasco PuenteRedactor Jefe: José Antonio Ullate Fabo - Redactores: Coro Marín Palacios, Inmaculada Álvarez, Jesús Colina (Roma)

Jefe de Producción: Francisco Flores Domínguez - Secretaría de dirección: Sonsoles de la Vega Documentación: Dora Rivas

Imprime y Distribuye: Prensa Española, S.A. - Depósito legal: M-41.048-1995. Dirección de internet: http://www.archimadrid.es/alfayomega.htm

La adoración de los Magos. Giotto

Iglesia en MadridNº 146/2-l-19998 ΑΩ

El día de Nochebuena tuvoun significado excepcional

para los más de 300 pobres ytranseúntes que se dieron citaen el comedor del colegio delas Religiosas del Sagrado Co-razón, de Rosales. La mayoríade ellos provienen del alber-gue El don de María, y del co-medor de las Misioneras de laCaridad. Participaron en unaEucaristía presidida por donGonzalo Mazarrasa, miembrode la Comisión de Misiones dela Conferencia Episcopal. Ensu homilía les habló del desig-nio de amor de Dios sobre lavida de cada uno. Dios no haperdido el control de vuestra vida–dijo–; también a su Hijo le re-chazaron, nació en una cueva ymurió desnudo en una cruz. ¡Ha-béis compartido la vida de Cris-to!; tened fe, Dios tiene una mi-sión de amor sobre cada uno devosotros.

Llegó la hora de la cena, ylos 30 voluntarios que se die-ron cita en el colegio se desvi-vieron para tenerlo todo a pun-to. Belén lleva dos años cola-borando como voluntaria: Nosacercamos a los pobres –afirma–para que puedan vivir con más in-tensidad los días de Navidad, pa-ra mostrarles que el Señor nacetambién para ellos. Además, a míme ayuda a prepararme interior-mente para estos días.

El cardenal Rouco llegó du-rante la cena para cantar vi-llancicos con ellos, saludarlospersonalmente y acercarles pa-labras de esperanza. Cuando elSeñor viene –les dijo– siempre re-gala mucho amor. Al finalizar lavelada, se les entregó un pa-quete-regalo con anorak, man-ta, saco de dormir, calcetines,guantes y maquinilla de afei-tar. Las Misioneras de la Cari-dad esperaban al arzobispo deMadrid para que bendijera elhermoso Belén que preside supequeña capilla, a la que acu-den varias veces al día, segúnel espíritu de su fundadora, laMadre Teresa, para servir conauténtica dedicación a los más

pobres. En estos días de Navi-dad hay 13 enfermos termina-les de sida.

«ESTUVE ENFERMOY ME VISITASTEIS»

Rosi es colaboradora del ci-tado comedor desde hace al-gunos años: El Señor está pre-sente en quienes más lo necesitan.Cada vez que salgo de aquí, lo ha-go con alegría de verdad. Además,es admirable ver a las Hermanascómo les cantan, con qué cariñoles hablan. Han formado una granfamilia.

Hasta el Hospital 12 de Oc-tubre se trasladó el cardenal, elpasado sábado día 26, para de-dicar una mañana entera a vi-sitar a los enfermos. A la Euca-ristía asistieron los cinco cape-llanes del hospital, miembrosdel Comité bioético, del vo-luntariado de Caritas y perso-nal sanitario. El servicio a los en-fermos –dijo el arzobispo en suhomilía– es una entrega de amorpermanente. Vosotros, todos losque estáis a su cuidado, debéis pro-curar que vuelvan a llenarse de laesperanza en Jesucristo. No hay

mejor sitio para defender la esen-cia del cristiano que un hospital.Jesucristo mostraba su condiciónde Hijo de Dios sanando a los en-fermos, con una sanación de raíz,llevándoles a la felicidad completa.Eso es lo que debéis hacer aquí.¡Abrid toda vuestra vida al surcode la caridad de Cristo! Al fina-lizar la Eucaristía, tuvo unaspalabras especiales para losmiembros del Comité de bioé-tica del hospital. Con vuestra ta-rea –les dijo–, trataréis de llegar ala verdad de lo que es el hombre,siendo conscientes de que nuestranaturaleza es inseparable del mis-terio de Dios. Que la caridad enCristo y el respeto a la dignidaddel hombre sean siempre los crite-rios de vuestra investigación.

Al finalizar la Eucaristía, elcardenal se dirigió a los pabe-llones donde se encontrabanlos niños: cirugía pediátrica,infecciosos, y el oncológico.

EN LA CÁRCEL, Y VINISTEIS AVERME

María Asunción Aisa es laresponsable del proyecto Ho-rizontes Abiertos en la cárcel de

Soto del Real: Nuestra tarea con-siste –explica– en dar clases dealfabetización a aquellos que loprecisen; les acompañamos per-manentemente, sacamos a los ni-ños de las reclusas los sábados ydomingos. A veces nos vamos diezdías al monasterio de Santa Maríade Huerta con las madres que hanlogrado el 3º grado. Las reclusasson conscientes de que no pedimosnada a cambio y eso les interroga.Se dan cuenta del amor gratuitode Dios.

El capellán-jefe del centro pe-nitenciario de Madrid 5 es el pa-dre Porfirio Villegas Díez, sale-siano de 63 años, pulmón espi-ritual de la cárcel. Haconseguido, con la ayuda delequipo de capellanes, fundaruna auténtica familia de cre-yentes que viven y celebran lafe en condiciones de privaciónde libertad. El pasado domin-go, el cardenal arzobispo de Ma-drid celebró una emotiva Euca-ristía en la que participaron losreclusos del centro. Al términode la misma, visitó a reclusos endistintos módulos de la prisión.

Javier Alonso Sandoica

Nuestro cardenal arzobispo visita cárceles, albergues y hospitales

Con los más necesitadosDurante estos días, muchos hombres y mujeres están viviendo una Navidad difícil: los transeúntes, los reclusos, los enfermos,

etc. Como todos los años por estas fechas, el arzobispo de Madrid ha querido llegar hasta ellos para mostrarles el rostromisericordioso de la Iglesia y la esperanza en Aquel que, con su nacimiento, ha traído la alegría al mundo entero

El cardenal Rouco ofrece a besar al Niño al finalizar la celebración de la Eucaristía

Iglesia en Madrid Nº 146/2-l-1999 9ΑΩ

Un año más, os envío mi felicitaciónmás cordial, en nombre de la Iglesia

de Dios que peregrina en Madrid, y en elmío propio. Que el Señor os colme de susbendiciones en esta celebración de su Na-cimiento, a vosotros y a vuestras comuni-dades. Haciéndose pobre –en palabras desan Pablo–, nos enriquece a todos con su po-breza. En este Don precioso del Señor, quese hace Niño por nosotros, está el motivode nuestra alegría, hoy y para siempre. Esjusto y necesario, por tanto, deciros de to-do corazón, y decirnos unos a otros: ¡FelizNavidad!

La experiencia misionera, que vivís alo largo y ancho del mundo, os hace sinduda sentir muy vivamente, en propia car-ne, el despojamiento que lleva consigo lapobreza. Pero la presencia de Cristo, es-pecialmente en estos días de la Navidad, alcontemplar el despojamiento del mismoDios que se hace niño, os hará experi-mentar, y más vivamente aún, la verda-dera riqueza que procede de Él, y que lollena todo. Esta riqueza que es Cristo nosabraza a todos los miembros de su Cuer-po, y en un abrazo muy especial a cuantosformamos la Iglesia diocesana de Madrid,que somos una sola cosa, por muchos quesean los kilómetros que nos separen. Sen-tíos, pues, unidos a vuestra archidiócesismadrileña, como los que permanecemosen Madrid nos sentimos profundamenteunidos a vosotros.

Con esta conciencia de unidad, quierocompartir con vosotros los gozos y las es-peranzas de nuestra comunidad diocesa-na, que camina con toda la Iglesia haciala celebración del gran Jubileo del año2000, ocasión de gracia especialísima paratodos. Hemos iniciado ya la última etapadel camino, el tercer año de nuestro PlanDiocesano de Pastoral, que nos pide unamás profunda conversión, y el espíritu dereconciliación al que somos particular-mente reclamados por el Santo Padre, alas puertas del tercer milenio cristiano.Son muchos los gozos y las esperanzasque compartir: las vocaciones sacerdotalesy a la vida consagrada, sin olvidar las vo-caciones misioneras; la vitalidad de mu-chas parroquias, que han llevado a cabomisiones populares; así como la Misiónextraordinaria en la Universidad; la ac-ción de Caritas con un mayor número devoluntarios, especialmente entre los jóve-

nes... Motivos, todos ellos, de acción degracias al Señor. Como también lo es lainauguración de las obras que completanla ornamentación de la catedral, y su en-torno, el día de la fiesta de Nuestra Seño-ra de la Almudena de este año en que he-mos celebrado el cincuenta aniversario desu coronación canónica.

En esta rápida, y necesariamente in-completa, enumeración no puede faltaruna última referencia a la urgencia deconstruir cincuenta nuevos templos y com-plejos parroquiales –de los que ya hemostenido la dicha de inaugurar algunos eneste año que concluye–, que tanto se ne-cesitan en muchos barrios de Madrid, es-pecialmente en las zonas más pobres. Vo-sotros sabéis bien de esta preocupación,que sin duda compartís de todo corazón.Estad seguros de que toda nuestra Iglesiadiocesana también siente como propiaslas necesidades –mayores aún sin duda–que vosotros tenéis en vuestras comuni-dades, y que ora por vosotros, al tiempoque se encomienda, asimismo, a vuestrasoraciones.

De nuevo, ¡Feliz Navidad! Os lo deseode todo corazón, en unión con nuestroConsejo Diocesano de Misiones, así comoun feliz año 1999, en el que se reúnen, demodo providencial, la ternura del Padre,

rico en misericordia, la protección delApóstol Santiago en este último Año San-to Jacobeo del milenio, y por supuesto laintercesión constante de María.

A LOS FAMILIARES DE LOS MISIONEROS

Os deseo de corazón una santa y gozo-sa celebración del Nacimiento de Cristo.Le pido al Señor que os colme de sus ben-diciones en esta Navidad, la última antesdel gran Jubileo del año 2000. Sin duda esun momento especial de gracia de Dios,al que debemos prepararnos todo el pue-blo cristiano con una profunda conversióndel corazón.

En este Don precioso del Señor, que sehace Niño por nosotros, está el motivo denuestra alegría. La experiencia que vivennuestros misioneros y misioneras les hacesin duda sentir muy vivamente, en pro-pia carne, ese despojamiento que lleva con-sigo la pobreza. Pero también sentís vo-sotros ese desgarro de tenerlos tan lejos,y por eso deseo deciros, como se lo digo aellos, que la presencia de Cristo os hará ex-perimentar, y más vivamente aún, la verdade-ra riqueza que procede de Él, y que lo llena to-do.

+ Antonio Mª Rouco Varela

La voz del cardenal arzobispo: A los misioneros y a sus familiares

«Nos sentimos unidos a vosotros»

Como ya es tradicional por estas fechas, nuestro cardenal arzobispo ha escrito a los misioneros y misioneras madrileños,enviados a lo largo y ancho del mundo, y a sus familiares, su Carta de Navidad, en la que dice:

Iglesia en MadridNº 146/2-l-199912 ΑΩ

La última versión de la Na-vidad nos deslumbra con

cascadas de luz, de almacenesatiborrados, de incitaciones alconsumo… Más allá de esosdestellos apenas se percibe otracosa que run-run de villanci-cos, como la música de fondode los grandes almacenes. Pa-ra muchos ciudadanos, paralos creyentes, para Cáritas Ma-drid, la Navidad es algo más.Sin olvidar que las necesida-des de los pobres, la justicia deluchar por su dignidad y la ur-gencia de compartir con ellosrecursos económicos y huma-nos, es cosa de 365 días al año.

PREGUNTAS INGENUAS

Hace unos días pasaba poruna plaza importante de nues-tra ciudad, en la que se exponeun magnífico Belén. La pre-sencia de algunas personas, ob-servando el misterio represen-tado por aquellas figuras está-ticas, reclamó mi atención. Meacerqué y me situé junto a unafamilia, la madre, el padre yuna niña pequeña encantado-ra.

El sol tibio del atardecer ca-lentaba e iluminaba el am-biente de la plaza. De fondo,

las músicas navideñas, el ir yvenir acelerado de personas,los comentarios precipitadossobre las compras por hacer,los estruendos esporádicosproducidos por algún petardo.A pesar de las distracciones fi-jé mi mirada en el nacimiento.

La niña –Ana– empezó a ha-cer preguntas en voz alta tantoa su madre como a su padre,no pude evitar escucharlas:

–Mamá, ¿por qué si Dios estan grande, es un niño tan peque-ño?

–Porque quiso nacer como to-dos nosotros, contestó su mamá.

–Papá, y ¿por qué no nació enun hospital calentito como el pri-mo Alvaro?

–Porque entonces no había hos-pitales, dijo el padre.

–¿Por qué su familia era po-bre? Mira, está desnudito; María,su mamá, le tiene que coger paraque no se enfríe.

–Jesús quiere, de manera espe-cial, a los pobres, sugirió la ma-má.

–Entonces… ¿a nosotros nosquiere?; y ¿por qué es Navidad só-lo una vez al año?; y si era tanbueno, ¿por qué le mataron des-pués?, preguntaba precipita-damente Ana.

El padre interrumpió la res-

puesta de la madre y, mirán-dose el reloj, dijo:

–Se nos hace tarde y nos tene-mos que acercar a ver los jugue-tes para escribir la carta a los Re-yes Magos.

Ana y sus padres, dándosela mano, se perdieron entre lamuchedumbre. Por un mo-mento disfruté la posibilidadde adentrarme en el Misteriode la Encarnación con las pre-guntas, ingenuas pero profun-das, de aquella niña de pelocastaño y encaracolado. Al ins-tante decidí continuar, era yatarde.

Aquel Belén estático se hi-zo viviente en las personas queme encontré camino del auto-bús. En el hombre que recosta-do en una pared acariciaba unabotella entre sus manos. En elgrupo de adolescentes que sal-taban y cantaban con sus bra-zos entre los hombros, cele-brando algún acontecimiento.En la mujer mayor que, apo-yándose en la soledad de sumuleta, caminaba con dificul-tad. En el niño que con unamano agarraba a su madre ycon la otra el hilo de un globoque se elevaba sobre los vian-dantes. En la pareja de jóvenesque se hacían carantoñas y se

miraban con ternura, esperan-do el muñeco verde del semá-foro. En los obreros que com-ponían el puzzle de una aceracon grandes baldosas… Susrostros expresaban triunfos yfracasos, alegrías y tristezas.Ciertamente todas estas per-sonas manifestaban al Dios he-cho humanidad. ¿Qué rostroofrecemos cada uno de noso-tros y nosotras a las personasque nos rodean?

Llegué al autobús y me sen-té en la parte de atrás, junto auna ventanilla. Rápidamentese activaron en mi recuerdo al-gunos textos bíblicos: Porquetanto amó Dios al mundo que dioa su Hijo único… para que elmundo se salve por Él. El cual,siendo de condición divina, no re-tuvo ávidamente el ser igual aDios. Sino que se despojó de símismo tomando condición de sier-vo, haciéndose semejante a loshombres y apareciendo en su por-te como hombre . En esto conoce-rán que sois discípulos míos: enque os amáis unos a otros. El quediga «Yo amo a Dios», mientrasodia a su hermano, es un embus-tero, porque quien no ama a suhermano, a quien está viendo, aDios, a quien no ve, no puedeamarlo.

En el Año de la Caridad

Porque la Navidad no es un cuento

A juzgar por los signosexteriores parecería que

la Navidad es asuntode grandes operaciones

comerciales y de ostentososgastos decorativos por partede los Ayuntamientos, pero

hay más, mucho más.Cáritas quiere que

no se olvide Cor

o M

arín

En estos textos encontré unaaproximación de respuesta alas preguntas de Ana. La En-carnación, plasmada en aquelportal de Belén, parecía la par-titura de un canto de amor, deentrega, de salvación. Todo ellono de cualquier manera, ense-guida recordé el texto de sanPablo: Siendo rico, se hizo pobrepor vosotros, para enriqueceroscon su pobreza. ¿Cómo y dóndevivimos nuestra encarnación?

LA NAVIDAD SE HACE VERDAD

Sabemos que Dios nos amaa todos, pero especialmente alos pobres. Ellos son sacra-mento de Cristo, en ellos nosencontramos con Él. El amor alos pobres ocupó el proyectode vida de Jesús. Él nos desve-ló una nueva relación con Dios,al que llamó abba, y se afanó enla anticipación de su Reino.Nuestra fidelidad a Jesús con-siste en empeñar nuestra vidapara construir fraternidad,buscando el bien común ytransformando la realidad pa-ra que los empobrecidos vivanla buena noticia de su libera-ción, recuperando su dignidadhumana. Porque la pobreza esel resultado de una estructurasocial injusta que está en contrade la voluntad de Dios y de lacomunión. ¿Hasta qué puntosomos cómplices de estas es-tructuras inhumanas?

Cuando nos sentimos ama-dos por Dios, y descubrimos laternura y gratuidad de suamor como el de un Padre yuna Madre, nuestra acción degracias se convierte en com-promiso de amor al prójimo,individualmente y de maneraanónima, y a través de algunainstitución de forma asociada.Los discípulos de Jesús vivi-mos la caridad cuando actua-mos en justicia y en solidari-dad. Esto es posible, Señor, sipensamos como Tú, trabaja-mos contigo y vivimos en Ti.

El compromiso en la accióncaritativa y social de la Iglesiaencuentra una buena media-ción en Cáritas, que es la ex-presión del amor de la comu-nidad cristiana a los más po-

bres. Cáritas, a través de su ac-tuación, manifiesta el amorpreferente del Dios de Jesúspor los pobres, anima y orga-niza este amor en la comuni-dad, y nos ayuda a vivir la di-mensión de la caridad como ta-rea evangelizadora de laIglesia. Bien puede afirmarse –di-

ce el documento La Iglesia y lospobres– que el ser y el actuar dela Iglesia se juegan en el mundode la pobreza y del dolor, de lamarginación y de la opresión, de ladebilidad y del sufrimiento.

Cáritas nos ayuda a conocerla realidad de pobreza y exclu-sión, analizar sus causas y rea-

lizar una lectura desde la fe deesa realidad, para programaruna intervención social con ac-tuaciones significativas en elámbito de la prevención y dela promoción, contribuyendoa la transformación de la rea-lidad con el fin de anticipar elReino.

Ojalá esta Navidad nos ayu-de a vivir con intensidad el añode preparación para el Jubileo,año dedicado a Dios Padre,año de la Caridad. Que el amortransformador brote con fuer-za en nuestras personas, am-bientes e instituciones a las quepertenecemos. Que la espe-ranza utópica coloree el esce-nario de nuestra historia. Queel escaparate del consumo ydel derroche, adornado con lu-ces y guirnaldas, no interfieranuestra contemplación del pe-sebre, porque Dios se ha hechohombre y mujer, y todos somosprotagonistas en la paráboladel compartir. Cuando los cri-terios evangélicos orientannuestras vidas somos BuenaNoticia, hacemos posible laNavidad.

Francisco Javier Hernando

Iglesia en Madrid Nº 146/2-l-1999 13ΑΩ

n cuento

Destinos de los ingresos de Cáritas Madrid, en 1997

En millones de pesetas

Personas mayores 386,0 Ayudas en metálico a familias/personas 146,6Programa de Paro 125,8Menores y juventud 121,9Enfermos de SIDA 83,2Drogodependencias 86,1Transeúntes 96,7Infancia y familia 94,1Mujer marginada 43,3Minorías étnicas 40,0Otras acciones 33,5Formación / Comunicación 71,6Animación comunitaria/Voluntariado 62,7Gastos de funcionamiento 164,9Ayuda a otras Diócesis 61,5Total 1.617,9 millones

TestimonioNº 146/2-l-199914 ΑΩ

Querido gran jefe:Quiero mandaros esta carta

desde el cielo, con sello de ur-gencia, para que os lleguecuando os reunáis a celebrar laEucaristía y recordar la Pascuadel Señor y mi Pascua, mi pa-so de la muerte a la vida.

No pude despedirme de vo-sotros. Me llamó el Amo tan de-prisa, tan de repente, tan ca-llando, que no pude despedir-me de nadie. Lo siento y pidome disculpéis.

He llegado a la Casa del Pa-dre, al Reino de los Cielos, quetantos años anuncié y ayudé adescubrir a tanta gente en miscorrerías misioneras.

¡Qué bien se está aquí! Os loaseguro. Todo lo que yo predi-caba y decía a los demás delReino de Dios se queda corto.Tuve un gran recibimiento.Además del Padre Eterno, delSeñor Jesús, de María la Virgen(¡qué hermosa es nuestra Ma-dre!), estaba allí una multitudde gentes de todos los tiempos,de todas las clases. Allí estabanmis padres, mi familia, el Pa-pa Pacelli –a quien conocí–, elbendito Juan XXIII, tan senci-llo, explicando en un corrillolo del Concilio; allí estaba Ja-vier, mi tocayo y paisano, ¡quégran muchacho! ¡Qué abrazome dio! Andaba por allí tam-bién don Ángel, don Ángel Sa-garmínaga. ¡Cuánto luchamosjuntos para propagar el Do-mund en España! ¿Os acordáisde aquellas huchas de negri-tos, de aquellos ejércitos de pe-queños misioneros que pedíanpor las calles? ¿De aquella ma-nía santa de don Ángel de lacatolicidad y misión universal dela Iglesia?…

Aquí, en el cielo, todos so-mos igualmente felices. Nos tra-tamos de tú. Aquí ya no cree-mos en la Resurrección, ni en elCredo. No lo digas por ahí, Ma-nuel. No digas: El padre Echeni-que no cree en la Resurrección deJesús. Como le vemos cara a ca-ra, no nos hace falta el espejo dela fe que, a veces, era tan opa-

co allá abajo. Aquí todo se veclaro. ¡Qué razón tenía Jesúscuando decía: Yo soy la resurrec-ción y la vida. Quien crea en mí,aunque haya muerto, vivirá, ycuando nos contaba lo del pandel cielo y lo de comer su carne ybeber su sangre para tener vida…A veces no lo entendíamos, yhasta murmurábamos comoaquellos judíos, pero, ¡qué granrealidad! Y todo lo que nos con-

taba Jesús en el Evangelio, to-do, todo, se ve claro aquí.

Tengo que deciros que pasébien el examen final y aprobéla asignatura más importantede mi vida. Me dijo Jesús: Ven,bendito de mi Padre, y me colocóa su derecha; me recordó cosasde mi vida, de cuando ayuda-ba y compartía con los más po-bres y pequeños… Yo ya ni meacordaba…

En realidad os digo que me-rece la pena haberle seguido,haberle ayudado a llevar lacruz. Os digo de verdad quehe recibido el ciento por uno…me lo prometió Jesús y lo cum-plió, como toda su palabra.

Desde aquí veo más claroaún que la Iglesia ha de seresencialmente misionera; quela catolicidad es una nota fun-damental.

Yo te pido, gran jefe, que esaparroquia del Pilar en la queme he sentido tan a gusto y enla que me habéis acogido siem-pre tan bien, sea siempre unaparroquia misionera. Ya tenéisuna hermandad con una misión,Serrinha (Brasil). Seguid así.Cuidadme al padre Nicasio, elgran misionero. Una parroquiamisionera es una parroquia vi-va.

Manuel: di a mis amigos ycolaboradores del Centro Mi-sionero ad Gentes, de la Centraldel Sello Misionero y del Clubde Pueblos del Mundo que nolloren por mí. Soy muy felizaquí. Que sigan trabajando conel mismo entusiasmo y efica-cia. Que no decaigan. Consue-la a Josefina, mi fiel colabora-dora, a quien tanto debo y tan-to agradezco.

Yo estaré desde el cielo em-pujando y orando por esasObras misionales tan queridas.No os apuréis, amigos, reco-geré en el cielo los sellos usa-dos de las cartas de los ánge-les, que son los carteros del Se-ñor y mandaré a los misionerosel aguinaldo celestial cada añopor Navidad.

Y a todos vosotros, mis fa-miliares, amigos, sacerdotes ymiembros de la parroquia delPilar; a Emilio, el sacristán, y atodos, un abrazo muy fuertede

Javier

Nota.– Guardad el sello usa-do de esta carta. Un sello del cie-lo vale más. No lo tiréis. Hasta elcielo

Carta póstuma y abierta de don Javier María Echenique, «desde el cielo»

«¡Qué bien se está aquí!»Al finalizar el funeral celebrado en la parroquia madrileña de El Pilar por el eterno descanso del alma del sacerdotedon Javier María Echenique, don Manuel, el párroco, dió lectura a esta emocionante carta póstuma de don Javier,

expresiva de su fe cristiana en la vida eterna, en Cristo «Resurrección y Vida»

Don Javier dando a conocer las misiones

El Día del Señor Nº 146/2-l-1999 15ΑΩ

Siempre son estremecedoraslas palabras que san Juan re-

fiere para decirnos qué es lo quehizo el Hijo de Dios: La Palabrase hizo carne, y acampó entre no-sotros. Una imagen que muybien podría comprender aquelpueblo que sabía, a lo largo desu historia, qué significa vivira la intemperie y cobijarse enuna tienda. La tienda era para elpastor, para el peregrino, para elviajante... un lugar de reposo,de restablecimiento de las fuer-zas gastadas. Dios es el que haquerido acamparse en el terru-ño de todas nuestras intempe-ries, enviando a su propio Hi-jo como una tienda en la quepoder entrar para cobijarnos detodos los descobijos pensablesde nuestra vida.

Celebrar la Navidad cristia-na, más allá de las expresionesfolclóricas de cada tiempo y cul-tura, significa acoger esta Luzque brilla en las tinieblas, a pe-sar de que tantas veces nuestrastinieblas se resistan a acogerla,a reconocerla, a testimoniarla ya compartirla.

Creer en la encarnación deDios, celebrar su Natividad, esposibilitar que aquel aconteci-miento sucedido hace dos milaños siga sucediendo; que nues-tra vida cristiana, allá donde es-té y haciendo lo que haga, pue-da ser un grito o un susurro delmilagro de Dios: que los exter-minios que nosotros hacemos,

subvencionamos, perpetuamos,con nuestros desmanes y peca-dos, no tienen la última pala-bra, porque ésta corresponde ala de Dios que ha queridoacamparse.

¿Podrán entrever aquelloscon los que vivimos que Diosno está lejano en su cielo, queha acampado muy cerca de no-sotros? ¿Qué gestos tendríamosque ofrecer para testimoniar es-

ta verdad, para que, a través denuestro vivir cotidiano, puedanlas gentes experimentar en lahistoria cristiana que Dios esAmor, Ternura, Verdad, Luz,Paz? Sólo si nuestra vida sabea esto, si sabe a lo que sabe lade Dios, si somos tierra abiertadonde Él siga plantando suTienda.

Jesús Sanz Montes ofm

En la Escritura se emplean muchos nombresrefiriéndose a Dios, diciendo: Yo soy el que

soy, Dios, Verdad. Asimismo los escritores sagrados, cuando

alaban la Causa de todas las cosas, invocan aDios en relación con sus efectos como Bondad,Hermosura, Sabio, Amado, Dios de dioses, Se-ñor de los señores, Santo de los santos, Eter-no, el que Es, Autor de los siglos, Dispensadorde la vida, Sabiduría, Inteligencia, Verbo, Co-nocedor, Poseedor en grado supremo de todoslos tesoros de la ciencia, Poder, Rey de reyes,Anciano de los días, Juventud eterna e inmu-table, Salvación, Justicia, Santificación, Reden-ción, el Superior a todo y manifiesto como sua-ve brisa.

Pseudo Dionisio AreopagitaLos nombres de Dios

Evangelio

Juan 1, 1-18

En el principio ya existía laPalabra, y la Palabra esta-

ba junto a Dios, y la Palabraera Dios. La Palabra en el prin-cipio estaba junto a Dios. Pormedio de la Palabra se hizo to-do, y sin ella no se hizo nadade lo que se ha hecho. En la Pa-labra había vida, y la vida erala luz de los hombres. La luzbrilla en la tiniebla, y la tinie-bla no la recibió.

Surgió un hombre enviadopor Dios, que se llamaba Juan:éste venía como testigo paradar testimonio de la luz, paraque por él todos vinieran a lafe. No era él la luz, sino testi-go de la luz. LaPalabra era laluz verdadera, que alumbra atodo hombre. Al mundo vino yen el mundo estaba; el mundose hizo por medio de ella, y elmundo no la conoció. Vino a sucasa, y los suyos no la recibie-ron. Pero a cuantos la recibie-ron, les da poder para ser hi-jos de Dios, si creen en su nom-bre. Éstos no han nacido desangre, ni de amor carnal, nide amor humano, sino de Dios.Y la Palabra se hizo carne, yacampó entre nosotros, y he-mos contemplado su gloria: glo-ria propia del Hijo único del Pa-dre, lleno de gracia y de ver-dad.

Juan da testimonio de él ygrita diciendo:

–Éste es de quien dije: El queviene detrás de mí pasa delantede mí, porque existía antes queyo.

Pues de su plenitud todos he-mos recibido gracia tras gracia:porque la ley se dio por mediode Moisés, la gracia y la ver-dad vinieron por medio de Je-sucristo.

A Dios nadie lo ha visto ja-más: el Hijo único, que está en elseno del Padre, es quien lo hadado a conocer.

Padre rico en misericordia

Lecturas de la MisaEclesiástico 24, 1-2.8-12Efesios 1, 3-6.15-18

SSeegguunnddoo DDoommiinnggooddeessppuuééss ddee NNaavviiddaaddEl Acampado

GGooyyoo DDoommíí nngguueezz

EspañaNº 146/2-l-199918 ΑΩ

Según establece la legislación vigente,las madres en prisión tienen derecho a

mantener a sus hijos con ellas hasta quecumplan los tres años de edad. Sin em-bargo, la cárcel no es el lugar más idóneopara que un niño pase allí sus primerosaños.

Laura Rodríguez es la coordinadora delos voluntarios que pertenecen a Horizon-tes Abiertos, lleva tres años colaborandocon esta organización, y se encarga de lassalidas con los niños: En la prisión hay unaguardería, un médico, un pedagogo; se estánhaciendo ludotecas y cada vez se les presta ma-yor atención, si bien el medio es totalmenteadverso porque no hay un jardín, no hay un ár-bol, un animal, no hay nada. Para remediaren lo posible esta situación, HorizontesAbiertos se encarga de ir a buscar a los ni-ños los fines de semana para que vean al-go más que muros y hierro:

El problema es que estos niños no ven másque a mujeres de la edad de sus madres, ce-mento, paredes. Y con esto no se puede formara una persona.

La pregunta que cabe hacerse es si nosería mejor que, en vez de vivir en prisión,estuvieran con algún familiar fuera. De-pende de cada caso –asegura Laura–, porquesi la familia que tienen es un padre alcohólicoque vende droga, están mejor en la cárcel. La al-ternativa no es una prisión o un hogar estu-pendo, sino cárcel o un hogar desastroso. Esasí de duro, pero esos niños ya han nacido mar-cados por la desgracia.

Otra posible solución es el acogimientofamiliar, con sus ventajas e inconvenientes.El niño que tiene a su madre en la cárcelpuede optar a una comunidad de acogi-da; sin embargo, cuando su progenitoraobtiene la libertad, el niño se acuerda deque fue feliz con una familia que no es lasuya. Cualquier solución es mala, pero al-guna hay que dar.

PERFIL DE LOS NIÑOS

Una pregunta que he repetido a los vo-luntarios es ésta: ¿Has notado alguna di-ferencia entre los niños de dentro y los defuera?

Alguna, no. Todas –asegura una de las vo-luntarias–. Son dos mundos. Primero podemoshablar de los que han nacido en la cárcel, muchomás retraídos. Se refleja en ellos totalmente el ca-rácter de la madre; si ésta ha tenido mala sema-na, el niño lo sufre, y eso es así siempre. Des-pués hay otros que han vivido fuera, y, cuandosus madres entran en prisión, van a verlas. És-

tos son distintos. Tú sacas a un niño de la cár-cel, y un coche es la sorpresa más grande para él.Son detalles que los percibes desde el principio.

Respecto a las diferencias de aprendi-zaje, los niños de las cárceles son más len-tos al hablar, más lentos a nivel psicomo-triz, y a todos se les detecta un retraso ele-vado. Además, son más agresivos y mástímidos. Siempre hay alguno que destaca pe-ro, en general, el retraso es claro, aproximada-mente medio año o casi un año de diferenciacon el resto de los niños del exterior, afirmaLaura.

Para el padre Garralda, delegado dePastoral Penitenciaria de la diócesis deMadrid, y promotor de Horizontes Abier-tos, la principal característica de estos niñoses que no se ríen. Están gorditos –afirma–,sonrosados, comen bien, tienen calefacción, fí-sicamente están bien... pero sus madres estántan tristes que no les besan. No juegan conellos; vas a los módulos y ves a las madres sen-tadas, hablando entre ellas, y en el suelo estánlos niños sin hacer nada, sin jugar.

Los voluntarios aseguran que a los ni-ños se les nota toda la agresividad que re-ciben dentro de la prisión, porque estar en-cerrada las veinticuatro horas con un niño esmucho, incluso para una madre que no tengaproblemas de droga ni de nada. El niño salealterado y cambia una barbaridad. Un abrazode tu madre o un beso, algo normal para noso-tros, en la cárcel no lo es. Estos niños, a lo me-jor, no han recibido un abrazo nunca, porque elambiente es arisco, porque la madre no está

tranquila y lo último que le sale es mimar a suhijo. Lo que le brota es toda la agresividad acu-mulada.

Horizontes Abiertos ha sido una organi-zación innovadora y pionera en el descu-brimiento de la vida carcelaria y sus pro-blemas. Desde hace diez años los volun-tarios entran en las prisiones y convivencon los presos a los que ayudan más tardea través de la casa de acogida. Dice el pa-dre Jaime Garralda:

No hemos hecho nada desde el despacho,hemos convivido con los presidiarios, y lo quenos han pedido se lo hemos dado. Entramos enlas cárceles, estamos con los internos. Una delas necesidades que tienen es ver a gente limpia,gente que no es de cárcel, que les dé confianza;así se dan cuenta de que no están marginados,de que hay personas del exterior que les quieren.Hay que llevar la vida de fuera a dentro, y pa-ra eso son necesarios los voluntarios.

Don Jaime Garralda cree también queen España hay un exceso de crítica inútil ydestructora, y una escasez de acción. Elque esté viendo el problema de las cárceles, envez de juzgarlo, que se venga con nosotros yopine desde dentro. La única terapia que fun-ciona con los presos es quererles; es lo que diceel Evangelio, «amaos los unos a los otros». Alpreso no le hacen falta tantas cosas materia-les; lo que necesita es afecto, que venga alguiena mirarles a los ojos, y entonces reaccionansorprendentemente bien.

Isabel Luque

180 niños tras las rejas

Horizontes verticalesUnos ciento ochenta niños, menores de tres años, se encuentran cumpliendo prisión indirectamente. La razón es que

sus madres están presas en alguna de las cuatro cárceles de España que permiten que éstas tengan a sus hijos con ellas:las de Carabanchel –reemplazada por Aranjuez–, Soto del Real, Valencia y Alcalá de Guadaira.

El arzobispo de Santiago deCompostela, monseñor Ju-

lián Barrio, abrió la Puerta San-ta de la catedral compostelanala noche del pasado 31 de di-ciembre, con lo que estamos enplena celebración del Año San-to Compostelano, el 117º de laHistoria, último del segundomilenio cristiano que estamos apunto de concluir.

Con este motivo, el arzobis-po publicaba, en vísperas deNavidad, una carta pastoral enla que indica claramente cuáldebe ser el sentido de la pere-grinación:

La peregrinación no es un tu-rismo religioso, y ha de ayudar aconfirmar en nosotros, cristianosde hoy, la fe en Dios revelado enCristo, a mantener la esperanzaen la espera activa de la vida eter-na, y a ser constantes en la cari-dad. El objetivo espiritual de esteAño Santo ha de quedar bien cla-rificado en el corazón y en el áni-mo de los peregrinos y de la opi-nión pública, por encima de otrosintereses culturales, pues la fina-lidad religiosa es la que originó elCamino.

Uno de los objetivos de esteAño Santo es la oración por losfrutos del Jubileo del 2000: Cui-dar la preparación y la celebracióndel Año Santo Compostelano 1999como anuncio de la misericordiade Dios Padre, como camino deconversión personal y comunitaria

y como pórtico del Jubileo del2000.

Para ganar el Jubileo deSantiago de Compostela, sonnecesarios los siguientes re-quisitos:

Visitar la catedral de San-tiago de Compostela y su tum-ba apostólica.

Rezar alguna oración: porejemplo: Padre Nuestro, AveMaría, Credo…

Recibir los sacramentos dela Penitencia (puede ser 15 días antes o después) y de laEucaristía, con las condicionesque supone la indulgencia ple-naria. (Esta indulgencia del Ju-bileo es aplicable a los difun-tos).

Respecto a quiénes puedenconsiderarse peregrinos y pue-den ganar el Jubileo, se admi-ten los siguientes casos:

Los que hacen el caminoa pie o a caballo (al menos 100Km), o en bicicleta (al menos200 Km).

También los que utilicencualquier otro medio para lle-gar a Santiago, con intencióncristiana de peregrinar.

En cualquier caso, se re-quiere tener siempre sentidocristiano en la peregrinación,por cualquier medio que se ha-ga.

Durante los siglos, los pere-grinos de Santiago han acos-tumbrado a realizar otras de-vociones voluntarias; ademásde lo primero y principal, des-pués de la recepción de los sa-cramentos, que es visitar latumba del Apóstol, centro dela peregrinación; podemos de-cir que es el dueño de la casa:

El abrazo a la imagen delApóstol. Es encontrarse con elamigo, después de la peregri-nación.

Otras visitas que puedenhacerse:

• En la capilla de la Comu-nión está el Santísimo perma-nentemente expuesto. Es un lu-gar obligado para adorar al Se-ñor y hacer oración.

• La capilla de El Pilar, porla vinculación que tiene conSantiago.

• El Pórtico de la Gloria,que expresa y sintetiza la teo-logía de Jesucristo y de la Igle-sia. Muchos peregrinos colo-can su mano en la columna deJesé; el sentido cristiano seríaafirmar: Creo en Jesucristo, ver-dadero Dios y verdadero hombre.

Inma Álvarez

España Nº 146/2-l-1999 19ΑΩ

Abierto el Año Santo Compostelano 1999, pórtico del Jubileo del 2000

Peregrinar no es hacer turismo

Los siete varones apostólicosSegún una vieja tradición hispánica, que recogen los calendarios mozárabes, siete discípulos del

Apóstol Santiago: Torcuato, Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio, Cecilio y Hesiquio, fueron en-viados por san Pedro y san Pablo a evangelizar España.

Las muchas tradiciones en torno a la cristianización de nuestro país atribuyen a éstos, conocidos co-mo los siete varones apostólicos, hechos históricos que otros atribuyen a Santiago; la imprecisión se de-be a la falta de fuentes documentales. No está claro si eran romanos, griegos o indígenas; tampocola ubicación de las siete iglesias que fundaron, y de las que fueron obispos (la única que parece seguraes Iliberis, Elvira, sede del famoso Concilio, cuyo primer obispo, según el Códice Emiliano, fue Cecilio).No obstante, parece probada la existencia de un texto original del siglo V, que sirvió de base al Mar-tiriologio de Lyon (año 806), al relato de Rodrigo Cerrato (siglo XIII) y a la liturgia mozárabe, donde serecogían los primeros recuerdos de la Iglesia en España.

Según la más depurada tradición hispánica, corroborada por varios documentos, los restos de sanTorcuato y san Eufrasio descansan en Galicia; el primero estuvo mucho tiempo en la iglesia visigóticade Santa Comba de Baños, de Bande, y actualmente están en la iglesia de Celanova (Orense); los desan Eufrasio descansan en Santa María de Mao, en la diócesis de Lugo.

MundoNº 146/2-l-199920 ΑΩ

Pienso ya en la Navidad del pró-ximo año cuando, si Dios quie-

re, la Iglesia dará inicio el gran Ju-bileo con la apertura de la PuertaSanta. Éstas fueron palabras deJuan Pablo II durante la Misadel Gallo.

Si los viajes internacionalesdel Pontífice quedaron marca-dos en el 98 por la increíble vi-sita a Cuba, el 99 promete tam-bién emociones fuertes. A fina-les de este mes viajará a Méxicopara clausurar el Sínodo deObispos de América con la en-trega de la Exhortación postsi-nodal, en la basílica de Guada-lupe. Pasará también 24 horasen San Luis, Estados Unidos,donde tendrá un encuentro conla juventud norteamericana.No faltará tampoco una entre-vista con Clinton, con quien enlos últimos días ha disentidoprofundamente, en su evalua-ción moral de los bombardeosen Iraq y sobre la pena demuerte. Fidel Castro ha reco-nocido que se rumorea la posi-bilidad de que el Papa hagauna escala en la isla caribeña,a su regreso de Estados Unidosa Roma.

El otro gran viaje en la agen-da de Juan Pablo II será su vi-sita más larga a Polonia, por loslugares simbólicos de su tierranatal que no ha podido visitar

como Papa. Serán casi doce dí-as, a partir del 5 de junio.

No se han confirmado otrosviajes, pero Juan Pablo II deberíaclausurar a finales de año el Sí-nodo de Oceanía, en Nueva Ca-ledonia, Islas Fiji y Australia. Afinales de este año, podría co-menzar también su esperadaperegrinación por los lugaresbíblicos, desde Ur de los Calde-os (actualmente Iraq), la tierrade Abraham, para después se-guir las huellas de Moisés y Je-sús, y clausurarlo en el 2000, enJerusalén, pero esto dependerá

del avance del proceso de pazen Oriente Medio. Se habla tam-bién de una posible visita delPapa a Santiago de Compostelacon motivo del Año Jacobeo ydel encuentro continental de jó-venes. Por el momento, no hayninguna confirmación. Otra delas grandes citas del Papa en es-te año será el Sínodo de Obis-pos de Europa, que tendrá lu-gar en otoño. Es el segundo en-cuentro de estas característicasen la Historia.

En el año que Juan PabloII ha querido dedicar a la Ca-

ridad, tendrá lugar en mayola cumbre mundial del vo-luntariado, con el Papa. Leprecederá un Congreso in-ternacional, en el que los cris-tianos comprometidos en laasistencia y ayuda reflexio-narán sobre los fundamentosevangélicos de la entrega alos demás. En octubre, la pla-za de San Pedro acogerá lahistórica cumbre mundial detodas las religiones en ora-ción por la paz, para celebrarjuntos el gran Jubileo del cris-tianismo.

La agenda papal 1999

Todos ellos fueron asesinados por odio a lafe (así lo reconoce el Decreto) el 9 de oc-

tubre de 1934, en tiempos de la represiónreligiosa promovida durante la República Es-pañola.

Se trata de los primeros santos a los queproclamará Juan Pablo II víctimas de la per-secución religiosa en España en la décadade los treinta. Son ya 230 los españoles be-atificados a causa de su martirio durante laguerra civil española de 1936. Todavía haypendientes 103 procesos de beatificación,que incluyen 1.268 personas.

Héctor Valdivielso, de los Hermanos delas Escuelas Cristianas, martirizado durante la

revolución ocurrida en Asturias en octubrede 1934, se convertirá en el primer santo ar-gentino. Nacido el 31 de octubre de 1910 enBuenos Aires, Benito de Jesús fue traído aEspaña cuando tenía 7 años. En 1924 in-gresó en la Casa Central de los Hermanosde La Salle, en Bélgica; tomó como nombrede religión Benito de Jesús, y se dedicó, mástarde, a la enseñanza en los colegios de suOrden. En el verano de 1933 se trasladó a Tu-rón (en la cuenca minera asturiana) para tra-bajar en la escuela de los Hermanos de las Es-cuelas Cristianas. Allí fue detenido, junto conotros ocho compañeros, y un sacerdote pa-sionista. Fue asesinado a los 24 años de

edad. Junto con él, entregaron su vida otrosdoce religiosos, beatificados por Juan PabloII el 29 de abril de 1990. Se espera que lacanonización de quien sería el primer santonacido en la Argentina se realice el próximoaño.

El proceso de canonización comenzó des-pués de que un nicaragüense pidiera a losmártires de La Salle que intercedieran anteDios y salvaran a su esposa, gravemente en-ferma. El milagro tuvo lugar el 29 de abrilde 1990, el mismo día de la beatificación delos religiosos. Tras severos estudios, una co-misión médica estableció que se trataba deuna curación inexplicable.

Los primeros santos de la persecuciónreligiosa en España

La semana pasada se hicieron públicos los Decretos que reconocen la existencia de un milagro atribuido a varios cristianos del siglo XX.Este reconocimiento abre las puertas a la proclamación de la santidad de los beatos Cirilo Bertrán y ocho compañeros mártires,

Hermanos de las Escuelas Cristianas, así como la del beato Inocencio de la Inmaculada, sacerdote pasionista

Mundo Nº 146/2-l-1999 21ΑΩ

La plaza de SanPedro estaba lle-

na de gente. El Papadesbordaba buenhumor, demostran-do que la gripe delos días pasados haquedado totalmen-te superada. Dijo,entre otras cosas:¿Cómo no percibir elclamoroso contrasteentre la serenidad delos cantos navideñosy los muchos proble-mas de nuestro mo-mento actual? Cono-cemos los aspectos pre-ocupantes por lascrónicas que aparecencada día en la televi-sión y los periódicos,pasando de un hemis-ferio del globo al otro:son situaciones tristí-simas, a las que fre-cuentemente no es aje-na la culpa, e incluso la malicia, humana, impreg-nada de odio fratricida y de violencia absurda. La luzque viene de Belén nos salve del peligro de resignar-nos a un panorama tan desconcertante y atormen-tado.

El Santo Padre deseó que el anuncio de la Na-vidad aliente a cuantos se esfuerzan por aliviar la si-tuación penosa del Oriente Medio, respetando loscompromisos internacionales. Exigió medidas ur-gentes y adecuadas para poner fin a los atenta-dos, que siguen acabando con la vida de milesde personas, incluso en las sociedades más de-sarrolladas. Pidió un consenso mundial para de-

tener la producción yel comercio de armas,para defender la vidahumana, para deste-rrar la pena de muerte,para liberar a los ni-ños y adolescentes detoda forma de explota-ción, para frenar lamano ensangrentadade los responsables degenocidios y crímenesde guerra, para pres-tar a las cuestiones delmedio ambiente, sobretodo tras las recientescatástrofes naturales,la atención indispen-sable que merecen, afin de salvaguardar lacreación y la dignidaddel hombre.Tras felicitar por laNavidad en 58 idio-mas, Juan Pablo IIconstató la presen-cia de miembros de

la asociación internacional Nadie toque a Caín,comprometidos en la lucha contra la pena demuerte. Repito una vez más –afirmó el Papa– millamamiento a defender la vida humana y a deste-rrar la pena de muerte. Se encontraban tambiénpresentes grupos de kurdos, el pueblo que sufretodo tipo de represiones. Los miles de peregri-nos estallaron en vivas y aplausos. Los más rui-dosos eran los de lengua castellana. Esto le lle-vó a saludar a los Legionarios de Cristo. Al final,se despidió de todos en español: ¡Adiós!

Jesús Colina. Roma

La última étapa del Jubileo

El inminente acontecimiento ju-bilar debe encontrar en toda

la Iglesia un clima de espera y defervor espiritual. La tercera y últi-ma etapa de preparación inme-diata, en 1999, nos invita a pe-netrar con la mirada en el misteriode Dios Padre, que tanto amó almundo que nos dió a su Hijo unigé-nito. En los años transcurridos, lacelebración del Jubileo y su di-mensión espiritual han ido defi-niéndose.

En el pasado mes de octubre,el Señor me ha concedido celebrarveinte años de mi elección comoobispo de Roma y pastor de la Igle-sia universal. Le doy gracias, unavez más, por los dones con que hacolmado mi persona.

La solicitud por la Iglesia univer-sal me ha conducido también esteaño a realizar algunos viajes apos-tólicos. Han sido momentos de granemoción y alegría espiritual. ¿Cómono recordar, sobre todo, ése tan es-perado a Cuba, donde la presen-cia del sucesor de Pedro ha susci-tado tanto entusiasmo y ha estimu-lado un prometedor impulso derenovación espiritual?

Es la conciencia de deber evan-gelizar siempre la que guía cons-tantemente a la Iglesia, llamada aproclamar en todo tiempo a Cris-to, verdad del hombre. Para res-ponder a esta exigencia he que-rido publicar algunos documen-tos, el más importante, la encíclicaFides et ratio, con la que he queri-do expresar mi confianza en losesfuerzos del pensamiento huma-no, invitando a nuestros contem-poráneos a descubrir el papel dela razón y a reconocer en la feuna aliada preciosa en su cami-no a la verdad.

(22-XII-98)

HABLA EL PAPA

Bill Clinton ha rechazado el lla-mamiento a abolir la pena de

muerte lanzado por Juan Pablo IIel día de Navidad. Estados Uni-dos no cambia de parecer, a pe-sar de que, en sus cárceles,3.517 condenados estén espe-rando la ejecución; y rechaza laidea de adherirse a la moratoriadel 2000 a favor de la cual laSanta Sede ha lanzado una au-téntica movilización para defen-der la vida y acabar con la pena

de muerte. La respuesta de la Ca-sa Blanca ha sido un no, cortés,pero inflexible. Apreciamos lospuntos de vista del Papa –decla-ró en Washington el portavozpresidencial Amy Weiss–, pero laposición del Presidente sobre lapena capital es ya conocida.

Del 26 al 28 de enero, el Pon-tífice visitará San Luis (Missouri),donde se encontrará con Clin-ton y, obviamente, tocará el te-ma con el Presidente, así como

la cuestión de la paz en OrienteMedio y la crisis de Iraq.

A última hora las autoridadesde San Luis se han dado cuentade que estaban promoviendoun escándalo de mal gusto: pa-ra el 27 de enero el Goberna-dor del Estado tenía prevista ensu agenda una ejecución, queahora ha sido aplazada a otrafecha para que no coincida conla presencia del Pontífice en laciudad.

Mensaje papal de Navidad: No os resignéis a la violencia

No a la pena de muerteEl tradicional mensaje de Navidad de Juan Pablo II se convirtió este año

en una dramática constatación: la contraposición entre el mensaje de paz de Belén y los conflictos sangrientos del mundo actual

En vísperas del viaje del Papa a San Luis (Estados Unidos)El rechazo de Clinton a Juan Pablo II

La vidaNº 146/2-l-199922 ΑΩ

El chiste de la semana

Martín Morales, en ABC

La dirección de la semana

Esta dirección puede suponer una ayuda para expertos e in-vestigadores. Se trata de un prontuario de direcciones y te-

léfonos extraída de la Guía de los archivos y las Bibliotecas dela Iglesia en España, publicada por la Asociación Españolade Archiveros Eclesiásticos en 1985.

Dirección: http://www.fut.es/~msanroma/archivos.htmlComentario: Está contenida en una página personal,no institucional ni eclesiástica.

INTERNEThttp://198.62.75.1/www1/ofm/sites/TSbtspa.html

La Navidad gallega

El calendario populargallego, el de toda la

vida, que se mueve segúnlas estaciones y no segúnlos grandes almacenes ylas rebajas, el de la siega yla siembra, las lluvias y lavendimia, tiene en Navi-dad –junto con Carnaval yCuaresma– su fiesta másimportante, la de mayoraceptación y participaciónpopular. Así lo demuestratambién la música tradi-cional, ese gran espejo dela etnografía y del folclore,que encuentra en el vi-llancico su canto más po-pular y conocido. Los ma-yores, seguramente, seacordarán de los Cantos de Reyes, que se cantaban entre Nocheviejay Reyes. Ir a cantar los reyes (pedir el aguinaldo por las casas delos vecinos) era una costumbre que se ha ido perdiendo con eltiempo, y que sobrevive gracias a contadas familias que la conser-van, o al esfuerzo de grupos vecinales o folclóricos.

Bajo el título Cantigas de Nadal (Ed. Do Fol), Galicia, líder enesto de recuperar tradiciones, ha conseguido reunir a once de susmejores grupos y solistas en un CD de altísima calidad que rescataestos Cantos de Reis y otras cantigas. Berrogüetto, Uxía, Na Lúa, Lei-lía, Maite Dono, Os Cempés, Pancho Alvarez, Chouteira, Muxicas, AQuenlla y Xistra de Coruxo son los encargados de bucear en in-fancias y baúles para ofrecernos un trabajo bien documentado.

Mar Velasco

Herodes sigue matando

Continúa la matanza de inocentes. No ya los seres humanos que,indefensos, son matados antes de nacer. Después de nacidos, y

de acuerdo con los testimonios escuchados durante el reciente Con-greso Niños del mundo; problemas de adultos, celebrado en Milán,en Uganda hay un millón setecientos mil huérfanos, la mayor partea causa del sida. En Ruanda, a causa del genocidio, son más de300.000, de los que la mitad malviven como pueden en la calle. Y 12milones mueren cada año a causa de desnutrición y enfermedades.

Nombres propios

Por primera vez en la Historia una mujer, Teresa ee Choeiha sido elegida Presidenta de la Unión Católica Internacio-

nal de Prensa: es una periodista de origen malayo y ejercerá el car-go durante el próximo trienio. Contó con el apoyo mayoritario delos miembros de esta institucion, que agrupa a 200.000 profe-sionales de todo el mundo.

Monseñor Francisco José Pérez y Fernández Golfín,obispo de Getafe, en una Carta que ha escrito a los niños con mo-tivo de la Navidad, les dice: Navidad es, sobre todo, la fiesta delos niños. Dios quiere tanto a los hombres que ha manaddo a suHijo como un niño en una familia, de una forma sencilla, enuna familia emigrante: un niño que crecía en sabiduría y bondadante Dios y ante los hombres. Por ello deseo compartir con vo-sotros la alegría de la Navidad.

Don Julián Serrano, párroco de San Miguel de los Santos(Madrid), ha tenido la iniciativa de organizar, como complementoa la actividad habitual del Servicio de Orientación Familiar, unasreuniones con familias en las que padres, hijos y abuelos ten-gan ocasión de reflexionar en común sobre temas tan impor-tantes como los estudios de los hijos, la familia ante la ley, la re-ligiosidad en familia, abuelos y nietos, etc.

El año liturgico es el título del último folleto que acaba deeditar el sacerdote don Miguel Rivilla San Martín, en el que,al hilo del ciclo litúrgico, ofrece breves comentarios para la re-flexión serena. El folleto es el número 26 de la colección ArcoIris, de formación cristiana. Tf: 91 610 53 91.

Acaba de cumplirse el primer centenario de la muerte delpadre Charbel Makhlouf, primer libanés maronita beatifica-do por la Iglesia.

Dios no es una especie de inspector que nos controla desdelas alturas; es un Padre que busca, sobre todo, que seamos feli-ces, ha afirmado el Prelado del Opus Dei, monseñor JavierEchevarría, en una entrevista que ha concedido con ocasion delsetenta aniversario de la fundación de la Obra por el Beato Escriváde Balaguer.

Cuatro puntos clave de toda educación es el titulo del inte-resante folleto que acaban de editar, en Ediciones Paulinas, el ma-trimonio Luis Riesgo y Carmen Pablo de Riesgo, en el querecogen su larga experiencia profesional como psicólogos.

Antonio Gil Moreno es sacerdote y periodista, párroco deSan Lorenzo, en Córdoba, y subdirector del diario Córdoba. Hapublicado Crónicas desde el altar, y recoge las homilías pro-nunciadas a lo largo del pasado año litúrgico, en las que aúna lahondura de la fe con el buen hacer literario y periodístico. Todoello para fortalecer nuestra fe y comprometer nuestro amor.

La vida Nº 146/2-l-1999 23ΑΩ

Esta biografía es el fruto de unlargo y entrañable trato de un

pensador con la compleja y ri-quísima figura de otro: el profesorde Filosofia en la UniversidadComplutense José Luis Cañas, es-pecialista en la filosofia del sigloXX, ha dedicado mucho tiempo aestudiar y perfilar la figura de otropensador, literato y artista quesolamente se revela en toda suprofundidad y hondura a quienvibra y comparte su propio mun-do de valores:

Gabriel Marcel inició su anda-dura filosófica cercano al idealis-mo, pero sus experiencias vitalesy, en particular, la tragedia de laprimera guerra mundial le hicie-ron cambiar la orientación de suvida y de su pensamiento. De ahísurgió, primero, su paso al exis-tencialismo, del que puede serconsiderado uno de sus funda-dores; y posteriormente su con-versión al catolicismo, desde don-de acabó de comprenderse a sí

mismo, al hombre y la relacióndel hombre con Dios. Marcel fuetestigo de la verdad en tiempodificil, de desconcierto y agita-ción, y en ella dio lo mejor de símismo como filósofo, dramatur-go y compositor. La editorial Pa-labra ofrece, en estas páginas, eltestimonio de su vida.

Estas paginas que acaba deeditar Encuentro es un libro

singular, uno de esos libros queacompañan de manera especialal lector.

Emmanuel Mounier nació enGrenoble en 1905, en el senode una familia rural. En 1927fue a estudiar a la Sorbona y, an-te la decepción de que la filoso-fía que allí le enseñaban no teníaque ver con su vida, se acercóa Charles Péguy. Fundó, conotros amigos, el movimiento Es-plit y la revista del mismo nom-bre, en la que trabajó hasta sumuerte repentina en 1950.

Alma del movimiento perso-nalista y hombre de acción,Mounier intentó renovar, desdela verdadera liberacion, propiadel espíritu cristiano, los dere-chos de la persona, y natural-mente se opuso tenazmente altotalitarismo de la época que letocó vivir: fascismo, nazismo, es-talinismo.

Estas páginas están a caballode la filosofía y de la poesía. Sucentro es el dolor humano, losinterrogantes lacerantes que sus-cita. En esta selección de Cartasde Mounier, que ha hecho Da-vide Rondoni, hay todo un mo-do ejemplar de vivencia cristianadel dolor.

Dos libros de interés

Centenariode la OrdenTrinitaria

La Orden Trinitaria está cele-brando el gran Jubileo Trini-

tario del VIII centenario de sufundación (1198) y del IV cen-tenario de su reforma (1599).Son ochocientos años de la me-jor historia eclesial de servicioy de evangelización. Las cele-braciones conmemorativas ten-drán especial relevancia en lasciudades de Salamanca y de Cór-doba, donde, respectivamente,descansan los restos del funda-dor san Juan de Mata, y del re-formador Juan Bautista de laConcepción. Trinitarios y trinita-rias renuevan, con este motivo,su carisma vocacional.

Gráficosquehablanpor sísolos

El paro y los para-dos en Madrid es

un trabajo realizadorecientemente porHermandades delTrabajo, Justicia yPaz y Caritas dioe-sana de Madrid. Enlos dos cuadros quepublicamos se in-forma de cuál es lasituación civil de losparados y cuálesson los niveles deformación de losque, según cifrasdel estudio corres-pondientes al añopasado, sufrían elgrave problema deldesempleo:

Desde la feNº 146/2-l-199926 ΑΩ

Xavier Zubiri nació el 4 de diciembrede 1898. Su apellido, en vasco, signifi-

ca Casa nueva junto al puente. Tal vez nin-gún nombre hubiera sido tan apropiadopara definir lo que habría de ser la vidade este hombre. Don Xavier, con gran es-fuerzo y sufrimiento, nos construyó unacasa nueva filosófica, un hogar donde po-der habitar y al cual volver tras los ex-haustos paseos filosóficos que el pensadordebe dar, necesariamente, por toda estahistoria de amor a la sabiduría. Y esta casase encuentra junto al puente de la teología,por la que don Xavier paseaba, religado,continuamente de una orilla a otra.

Este hombre gustaba de la verdad, lasaboreaba; era un sabio. No es extraño,pues, que Diego Gracia, su discípulo yamigo, titulara Voluntad de Verdad el libroque introduce a la filosofía zubiriana. Ensus escritos, sobrios, pulcros, y profundos,late una contenida pasión por la verdad. Ya pesar de lo que se dice de él, es complica-do pero no oscuro, como decía Joaquín Ga-rrigues.

Don Xavier vivió rodeado de amigos,en diálogo continuo tras la verdad, segúnla máxima aristotélica que gustaba recor-dar: La amistad es lo más necesario de la vida.Bien sabía que la búsqueda de la verdad seha de hacer en compañía. Es lógico, pues,que, hace poco, Pedro Laín Entralgo dije-ra que era un amigo absolutamente ineludíble.Julián Marías, en su Filosofía española ac-tual, ya habla de este modo de vivir laamistad de Zubiri. Pero, sin lugar a du-

En el centenario del nacimiento de Xavier Zubiri

Contenida pasión por la verdad

El hombre: «experiencia de Dios»Antes que su racionalidad, lo que, para Zubiri, define al hombre es su capacidad de experimentar la realidad que le rodea, hasta el pun-

to de tender al fundamento de ésta, por lo que, en definitiva, el hombre viene a ser experiencia de Dios. Aunque sea un atrevi-miento, éste podría ser el esquema del proceso que nuestro filósofo descubre en el acceso del hombre a Dios:

El hombre es, antes que nada, inteligencia sentiente, en cuanto capacitado para la aprensión de las cosas como realidades: es animalde realidades, y esto le configura como suidad, en tanto en cuanto descubre que él es su realidad frente a toda realidad que no es la su-ya, y éste es el carácter absoluto de su realidad. Pero, a su vez, descubre que es relativo, que es una realidad relativamente absoluta, por-que, si su suidad le descubre su ser absoluto, el carácter cobrado de esta suidad le descubre relativo. Este carácter cobrado consiste enque no está hecho de una vez por todas, sino que tiene que ir haciéndose de un modo muy preciso: configurando su personalidad. Re-lativo, en cuanto forzado a ir desvelando y construyendo libremente su personalidad (realizada), a partir de su personeidad (personali-dad por realizar).

¿Cómo vive este proceso?: estando implantado en la realidad de modo radicalmente inquieto. La vida la descubre como la misión de irconfigurándose no sólo atado a la vida, sino atado por la vida. Esto significa que vive, en primer lugar, necesitado de una apertura al exte-rior, porque las personas, las cosas, el mundo, son aquello con lo que tenemos que hacernos. Inquieto supone, en primer lugar, abierto.

En segundo lugar, vive necesitado de comunicación, porque no sólo hay cosas con las que hacerse, sino que hay que hacerse, y hayque hacerse con ellas. La comunicación es la respiración del ser humano. Inquieto significa comunicativo.

Pero, además, en tercer lugar, vive esta necesidad de comunicación como una necesidad de transcendencia. Al comunicarse, setransciende y se descubre apoyado, posibilitado e impelido a realizarse por el poder de lo real, por lo que, en el vértice de su necesidadde comunicación, descubre su religación. Inquieto significa religado.

Por último, en cuanto religado, el hombre puede ser religioso. El encuentro con el Dios que se le hace presente en la Historia y en laexperiencia que vive, viene a dar respuesta cabal a su religación a la Deidad, cuando se torna en relación con la Divinidad.

Manuel María Bru

das, su principal virtud como amigo consisteen no haber cedido al orgullo del saber, nosdice Joaquín Garriges. Su mujer no cesade hablar de la profunda humildad de es-te hombre, que decía de sí que no sabía ha-cer otra cosa.

Discípulo de Ortega, de Husserl y deHeidegger, filosóficamente fue simple-mente un realista , ni ingenuo ni crítico,aunque sí muy criticado. No convenció nia los que iban de tradicionalistas ni a losque iban de progresistas, porque la obra deZubiri se concentra toda en la tradición fi-losófica antigua y medieval, contrastadacon la ciencia moderna y con las nuevascorrientes de pensamiento.

Desde que, del silencio y la soledad desu estudio, salió Sobre la esencia, en 1962, unrayo de luz irrumpió en la oscuridad filo-sófica de nuestro tiempo, en la que abun-dan ensayistas y faltan metafísicos. La su-ya es una metafísica de la unidad en la res-pectividad, donde todo remite a todo,donde la realidad no está cerrada, sino ra-dicalmente abierta. Me atrevería a llamarlefilósofo de la unidad, aunque antes habríaque decir que es el filósofo de la expe-riencia, esto es, de la sensibilidad y de larazón profunda y entrañablemente rela-cionadas.

Este vasco nunca separó experiencia yreligión, como hiciera Kant, sino que mos-tró que el hombre es experiencia de Dios, y lareligión es la plasmación de la religación. La re-ligación, como enraizamiento del hombreen la realidad, le lleva a reconocer el fun-damento de ésta, que no deja de ser unmisterio. Dice su discípulo Diego Graciaque toda su vida fue un continuo interroga-torio de la realidad, para que ésta le revelarasus secretos. Esta experiencia la vivió atadoal Dios-Amor del cristianismo, que se ma-nifestó en la Historia, con gestos y pala-bras, haciéndose de carne y hueso comouno de nosotros. Lector asiduo del Librode la vida, de santa Teresa de Jesús, admi-rador de Edith Stein, a la que conoció enAlemania, don Xavier se mantuvo fiel asu ser católico, y respondió siempre demodo riguroso, quizá sin saberlo, a esa ex-presión bíblica que dice que a algunos elCreador les dio un corazón para pensar.

El 21 de septiembre de 1983 don XavierZubiri Apaletegui falleció en Madrid, trasvarios años de dolorosa enfermedad. Sumujer nos dejó el mejor retrato de este serhumano: Está en paz máxima con Dios, con suentorno, consigo mismo. Xavier se va. Se meva. Nuestro adiós es tan repentino y absoluto co-mo lo fue, más de medio siglo antes, la asom-brosa y repentina bienvenida a nuestro amor.

José Luis García Arellano

Desde la fe Nº 146/2-l-1999 27ΑΩ

a verdadCon algunas películas

ocurre que empiezas averlas y, enseguida, caesen la cuenta de que haytruco, de que la historia noes más que una excusa pa-ra mostrarnos otra cosa:las gracias de un actor, lacansina sucesión de paisa-jes exóticos, o una impe-cable exhibición de efec-tos especiales. Pero la ver-dadera historia se quedaen humo en la cara, unapatética caricatura de la re-alidad. Eso pasa con Másallá de los sueños. Su di-rector, el neozelandés Vin-cent Ward, ha querido di-bujar en la pantalla el co-losal lienzo de la DivinaComedia, con sus respec-tivos cicerones por cielo einfierno, al tiempo que unfriso de la mitología clási-ca, con la laguna Estigia yel cancerbero. Sin embar-go, le ha salido una pe-dante aventurilla de emo-ciones, para mayor gloriade los encargados de losefectos especiales: cielos deVan Gogh, pavos reales ydanzarinas con arnés so-brevolando cataratas... Nomucho más.

Chris (Robin Williams) es-tá enamoradísimo de sumujer Annie (AnnabellaSciorra). Tras haber perdi-do a sus dos hijos, muereen un accidente de coche.Annie no puede soportartanta desgracia y se suici-da. Él va al paraíso, y ellaal infierno. Chris no des-cansará hasta rescatar a sumujer de las fauces de lapenumbra eterna, abste-niéndose de caer en la lo-cura, el único inconve-niente para poder regresarsano y salvo al cielo. El fan-tasma de Dante deja oír suscadenas durante la cinta,pero en tono menor. La es-tética es sorprendente, y al-gunos recursos son franca-mente imaginativos (comola idea de plantar las puer-

tas del infierno a orillas deun inmenso mar negro car-gado de barcos encallados,o situar el corazón del in-fierno en la inmensa navecentral de una catedral gó-tica diseñada boca abajo).Pero el paraíso da pena.Cuando Chris pone los piesen el cielo, se encuentraperdido y tristón, paseaerrabundo por un mar deflores en el que jamás seencontrará con Dios. De re-pente, descubre la presen-cia de un guía que le irádespertando a su nuevacondición. Le dice que elparaíso no es más que, pa-ra entendernos, un sueñohecho realidad, un mundodonde Dios queda en otroámbito, muy arriba, y unovive feliz con la proyecciónvisual de sus propias fanta-sías. El cielo sería un lugaren el que los invitados semontan su propia gloria.

El paraíso de Ward quizásea más la descripción deun mundo burgués y en-capsulado que una pro-puesta apetecible. Es más,se pone serio cuando nospropone una acérrima de-fensa de la reencarnación,descubrirá que su hija

muerta se ha reencarnadoen una azafata de Singa-pur, y su hijo en un jovende color con pinta de ju-gador de baseball. El es-pectador no puede creer-se que, al encontrarlos ensu nueva condición y conaspecto diferente al terre-nal, el padre pueda abra-zarlos con incontenibleemoción. No, porque elque ama al otro con todolo que es, ama su cuerpoy su alma, su manera decantar, los hoyuelos de labarbilla y las arrugas quese le forman en los ojoscuando sonríe. Y es preci-samente en ese cuerpodonde el hombre esperauna renovación final. Co-mo siempre, Robin Williamsestá estupendo, las graciasdel guión quedan simpati-conas en su boca (¿la di-rección de Suiza?: cuandoempieces a pisar chocola-te y a oler a dinero), perosu odisea particular, el su-frimiento del periplo por elinfierno no emociona, por-que nada nos parece creí-ble.

Javier Alonso Sandoica

Cine: «Más allá de los sueños»

Paraíso de dos estrellas, con derecho a baño

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Entre nosotros, gracias a Dios, no se leha dado demasiado aire al asunto, por-

que todavía le queda a la sociedad espa-ñola, aunque cada vez menos, un poso devergüenza y de conciencia de la propiadignidad; pero la clonación de un ser hu-mano en estado embrionario, que han lle-vado a cabo unos sujetos coreanos que sedicen médicos y científicos, clama justicia,como Adriano Pessina ha escrito en el dia-rio católico italiano Avvenire; después de clo-narlo, lo mataron inmediatamente. Es tan fá-cil eliminar a alguien cuando no se le consi-dera más que un exiguo número de células...

En vísperas de la celebración universaldel nacimiento de Nuestro Señor Jesu-cristo, en el umbral del tercer milenio cris-tiano, pocos días después de conmemo-rar el cincuentenario de la DeclaraciónUniversal de los Derechos del Hombre,un equipo de médicos coreanos –se conoceque no tienen otros problemas que resol-ver en el país...– se permitió saltarse todoslos límites y, usando la técnica de la clo-nación mediante la transferencia del nú-cleo, generaron a una niña que biológica-mente era gemela de su madre, quien per-mitió tal enormidad. Pero, probablementeasustados de su hazaña, perpetraron el ase-sinato del embrión y tiraron a la niña alaséptico cubo de la basura. Para hacersepublicidad les bastaba con haberla gene-rado.

Tan prepotente arrogancia de hombresque juegan con la vida de los demás clama,ciertamente, justicia. Luego se quejaránde Clinton y de Sadam Hussein, de Hitlery de Stalin y de Mao. Nunca como hoy,comenta Pessina, se hace indispensable

volver a pensar según la lógica de la justicia.No hay nada, absolutamente nada en vir-tud de lo cual nadie pueda violar el ina-lienable derecho de todo ser humano, encualquier estadio de su vida, a ser trata-do y respetado de acuerdo con su propiaintrínseca dignidad. La dignidad del hom-bre no está en el número de células de queestá compuesto, ni en sus condiciones desalud, ni en la concepción que cada cualtenga de la vida, sino en su propio ser yexistir.

Poder disponer de la existencia de losdemás al propio antojo, como de una co-sa manipulable, interpela la raíz más hon-da de nuestra propia humanidad y hiere,vulnera, lesiona en su meollo mismo, atoda la familia humana. El ser humanotratado, para vergüenza e ignominia nues-tra, como conejillo de Indias en un labo-ratario –no son centros sanitarios ni cien-tíficos, sino centros de exterminio que de-jan chiquito a Auschwitz– no es ya nisiquiera noticia; pero que no lo sea nopuede ser una coartada para quedarnostodos tan campantes. Sin justicia, no haylibertad, y mucho menos verdad. Esta-mos tan asqueados de violaciones de de-rechos humanos a todas horas, que ya te-nemos hasta callo en los ojos: en los delcuerpo y en los del alma. Y ya hasta lomás grande después de la encarnacióndel Hijo de Dios, que es la procreación deun nuevo ser humano somos capaces dereducirlo a un logro tecnológico, a un en-sayo pseudocientífico al que sacarle unasperras...

¿Dónde está, por favor, el progreso enesa miseria de usar de los seres humanos

como si fueran cosas? Eso es la vuelta alas cavernas, a la ley de la selva: la delmás fuerte contra quien no puede ni de-fenderse, que no tiene aún ni ojos con quellorar, ni garganta con que gritar, ni manosque agitar, y que sólo ha sido generadopara satisfacer la intolerable arroganciade un equipo de adultos (¡Para que veáis delo que somos capaces...!) ¡Y tanto...! ¿Dón-de está la modernez de algo tan escuálido,más viejo que el pecado sobre la faz de latierra?

Nos urge, concluye Pessina, un suple-mento de inteligencia y de coraje para recor-dar a quien haga falta –y ¡vaya si hace!–que, en la defensa de lo justo (la vida), nohay límites que valgan. Hay que acabar,de una vez por todas, con ese macabro cír-culo vicioso: técnica-dinero-explotacióndel ser humano. Nadie pone en cuestión lamaravillosa libertad de investigación, sinoel intolerable abuso de ella que aniquilala finalidad humana y humanizadora de laciencia, y de la técnica. Si la ciencia no sir-ve para que el hombre sea más humano, nies ciencia, ni sirve para nada digno.

Tampoco estaría de más, para esto–¡eso, desde luego, sí que es genocidio!–, laurgente creación de ese Tribunal Penal In-ternacional, tan justamente reclamado aho-ra para otras violaciones y abusos cierta-mente no más indignantes que lo de losmédicos coreanos que han pisoteado supropia dignidad y la conciencia moral dela Humanidad. Sólo su improbable in-consciencia podría servirles ante la mise-ricordiosa justicia de Dios.

Miguel Ángel Velasco

Los Auschwitz de hoy

Intolerable arrogancia

Desde la fe Nº 146/2-l-1999 29ΑΩ

La noche de mi muerte ocurrieron co-sas extrañas en mi apartamento parisi-

no. Todo empezó cuando yo agonizabatranquilamente... Un libro que empiezaasí es, sin duda, un libro interesante. Elautor fue el único laico autorizado por suamigo personal, el Papa Pablo VI, paraasistir al Concilio Vaticano II, y habló ante2.000 obispos de todo el mundo. Fue ami-go también de Mitterrand. Filósofo reco-nocido por todos, es especialista en au-tores tan diversos como Plotino y sanAgustín, el cardenal Newman y Bergson,Althuser y Teilhard de Chardin, de Lubacy Heidegger, ¡admirador a la vez de Platóny de Renan...! Su nombre es ya indispen-sable para la historia de la inteligencia delsiglo XX: Jean Guitton. Encuentro acabade editar, en dos centenares de páginas,su impagable testamento filosófico queempieza precisamente con las palabras yacitadas.

En estas páginas cuenta, por ejemplo,cómo Pascal vino a mi lecho de enfermo apreguntarme sobre mis razones para creeren Dios; o cómo Bergson, Pablo VI, De Gau-lle examinan con él lo que valen mis razonespara ser cristiano, o mis buenas y malas ra-zones para ser católico.

Narra su último viaje a Toledo y su en-cuentro con El Greco, se deleita conversan-do con Sócrates sobre Blondel, con Dante...O relata cómo soy juzgado y cómo santaTeresa de Lisieux batalla a mi favor...:–¿Quién pide ser juzgado ante este Tribu-nal? –El profesor Guitton, académico de Fran-

cia, amigo de pontífices, filósofo de la Sor-bona, auditor laico en el Concilio... –No lo conocemos.¿Quién pide ser juzgado?: –Jean Guitton, pecador. –Lo conocemos; que entre...

Guitton ha leido, rezado y reflexionadodurante noventa y un años. Es un maestroque sigue trabajando por equilibrar cabe-za y corazón. Da gusto, créanme, conocer yleer su testamento.

Inquisición, problema teológicoMucho se ha escrito recientemente acer-

ca del Tribunal de la Inquisición, y enconcreto de la española. El simposio orga-nizado en Roma por la Santa Sede teníacomo objetivo revisar históricamente los he-chos, y evaluar el uso de la violencia para de-fender la fe en el pasado. Gracias a la sólidainvestigación archivística, efectuada en es-tos años, se ha delimitado con gran nitidez,tanto el marco histórico, como las actuacionesllevadas a cabo por la Inquisición. Se handespejado muchas dudas, y se han distin-guido los hechos de las leyendas y lugarescomunes. De todas formas, hay en el estudiode la Inquisición una falta de perspectiva te-ológica, y es ahí donde quiero incidir. En elevangelio se escribe: Si pecare tu hermanocontra ti, ve y repréndele a solas. Si te escucha,habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha,toma contigo a uno o dos, para que por la pa-labra de dos o tres testigos sea fallado todo el ne-gocio. Si los desoyere, comunícalo a la Iglesia,y si a la Iglesia desoye, sea para ti como gentilo publicano. Cuanto atáreis en la tierra seráatado en el cielo, y cuanto desatareis en la tierraserá desatado en el cielo. Es decir: correcciónfraterna, amonestación eclesiástica, y exco-munión. Así fue interpretado por la Iglesia.Y los obispos asumieron con normalidad elmunus regendi, que habían recibido los após-toles para gobernar la Iglesia. Dentro delcual, como algo muy preciado, estaba el dedefender la verdadera fe. Con la excomu-nión se abandonaba al hereje en las manosde Dios. Al dejarlo ahí, el Señor estaba afir-mando el principio de la libertad y de la con-fianza: es decir, se confía en Dios que pue-de convertir al pecador, y en que el hereje,separado de la comunidad eclesial, pueda re-considerar su posición, y volver, mediante elarrepentimiento, al seno de la Iglesia.

En el siglo XII, por el avance de la he-rejía albigense, y por su secretismo, se daun grave peligro para la fe, personal y co-lectivamente. Una sociedad que tenía comonexo de unión la fe, y cuyo valor máximoera la fe, como único camino de salvación,reaccionó con fuerza. Se creó el tribunalde la Inquisición para descubrir al hereje ycombatirlo.

Con la entrega del hereje impenitente albrazo secular, se dio un paso más: un pasoque no es evangélico. Es decir: añadir a la co-rrección fraterna, amonestación eclesiástica y ex-comunión, la entrega del hereje impenitenteal brazo secular. Por tanto la equiparación deldelito de herejía al de lesa majestad es unejercicio de poder civil aplicado a la vida ecla-siástica, un error teológico, que duró siglos ensubsanarse. Pedir perdón por ese error es loque la Iglesia quiere hacer en este Jubileo delaño 2000. Pedir perdón para que no vuelva asuceder.

JJoosséé CCaarrllooss MMaarrttíínn ddee llaa HHoozz

PUNTO DE VISTA

Páginas de un maestroLIBROS

Es una verdadera ensala-dilla rusa en la que, por

lo visto, para la autora,una, al parecer, muy famo-sa y prestigiosa ensayista ynovelista francesa, Cathe-rine Clement, no sólo todovale, sino que todo vienedando más o menos igual,que es algo así como decirque nada merece la pena.A lo mejor por eso es unbestseller: a la gente dehoy le gusta tanto ver, porescrito, el lío que lleva den-tro...

Ha dicho la propagan-da que este libro es, paralas religiones, lo que «Elmundo de Sofía» (¿recuer-dan?) fue para la filosofía.Es verdad. Eso es: ni fu, ni

fa, ni carne ni pescado,profetas y mezclas, comodice uno los epígrafes dellibro. Cuenta un viaje porel mundo de las religiones:pagodas, iconos, mediaslunas y cruces, Tao y Mitra,pitonisas, faraones y hu-ríes, zen y nirvanas, Corány Lutero, Torá y Hus, Cris-to y Buda, tam tam y Lenin,todo mezclado, todo al mis-mo nivel, self service, a lacarta... Se impone una pre-gunta elemental y, a la vez,tremenda. En todo este ba-tiburrillo, ¿dónde queda laVerdad? ¿Quién es la Ver-dad? Porque todo no da lomismo, a menos que loque se quiera hacer pasarcomo oro fino sea el ca-

melo, que destila un per-sonaje de la novela, de queDios es una lata...

M.A.V.

¡Qué cacao mental!

Desde la feNº 146/2-l-199930 ΑΩ

Un hilo de oroHay tejidos preciosos que es-

tán confeccionados con hi-los de poca calidad, y hay teji-dos también preciosos que estánhechos con hilos valiosos, inclu-so de oro. He pensado esto alcomenzar la lectura de la últimaencíclica del Papa, sobre la fe yla razón. Se refiere Juan Pablo IIa los acontecimientos filosóficoscuya presencia es constante en lahistoria del pensamiento, a pe-sar del cambio de los tiempos yde los progresos del saber, y en-tre ellos, dice, algunas normasmorales fundamentales que son co-múnmente aceptadas. Es un hilode oro en un magnífico tejido.

El imperativo general evita elmal y haz el bien no tiene unavalidez condicionada; le vieneexigido incondicionalmente.También hay unanimidad en to-das las escuelas de la ética so-bre determinados principios fun-damentales de la conducta es-pec í ficamente humana,estrechamente ligados conaquél, como: Manténte dentro delos límites de la templanza; con-dúcete de forma tal que sea dignade un hombre; compórtate con losdemás en la forma que tú deseasque ellos se comporten contigo(regla de oro); deja y da a cadauno lo suyo (justicia); no corres-pondas al bien con el mal (agra-decimiento); cumple la palabradada, cumple los contratos (fide-lidad); obedece a la autoridad.

Son principios cuya certeza seimpone de forma inmediata y songeneralmente admitidos. Una for-ma de conocimiento de lo natu-ralmente justo que es dada a todohombre con su razón moral, con laconciencia en cuanto cualidad desu naturaleza racional.

En el Talmud se lee: El hom-bre fuerte es el que domina susinstintos y sus pasiones; el hom-bre sabio, el que aprende de todoscon amor; y el hombre honrado, elque trata a todos con dignidad.Y en el Derecho Romano: Vivirhonestamente, no dañar a nadie ydar a cada uno lo suyo.

De vez en cuando, algunos–nuevos moralistas los han lla-mado– tratan de inventar mo-rales: civil, progresista, ecumé-nica, universal… pero llegan, ne-cesariamente, a lo mismo.

FFrraanncciissccoo AArrmmeenntteerrooss

Las obligaciones que tenemos hacia nues-tros padres, y hacia los padres de nues-

tros padres, se llaman desde tiempo inme-morial piedad. Es una justicia muy particular,porque nace de una desigualdad originariaque nunca se puede subsanar. Lo que hagami padre nunca lo juzgaré como juzgaría loque hace un tercero, con una perfecta indife-rencia. Si tu padre chochea, no te rías de él; no loabochornes. Es un trato misterioso, pero máscompleto que el simple dar a cada uno lo su-yo. Porque, en este caso, lo suyo de mi padre,de mis antepasados, es el reconocimiento demi dependencia: sin ellos, yo no sería.

Duele ver que muchos hijos de la Iglesia secomportan injustamente con sus predeceso-res. Es un espectáculo bochornoso ver a cons-picuos católicos juzgando los hechos de loscristianos de las cruzadas o de la Inquisicióncon la misma supuesta objetividad con quejuzgarían los movimientos de la batalla deSagunto.

Anuestros antepasados en la fe, sin los cua-les –pues Dios quiso que la fe llegara a los hom-bres a través de los hombres– no hubiera llega-do hasta nosotros el conocimiento de Jesucris-to (en Éfeso no hubo Inquisición, pero tampocohay cristianos, desde hace muchos siglos), pido

perdón. Pido perdón por los que todo el día pi-den perdón por las faltas de nuestros padres.Claro que hubo errores, pecados y aberracio-nes, ¿quién lo duda? (No más que los que ve-mos hoy en la Iglesia, sin que porfiemos en pe-dir perdón por el deplorable ejemplo que da-mos, de división y tibieza). El proceso aBartolomé de Carranza fue una injusticia. Perono olvidemos que no por eso Carranza dejó depensar que la Inquisición era necesaria.

La Inquisición se comprende en su entor-no, y lo lógico es juzgar sus actuaciones, unapor una. Lo ilógico es afirmar que la Inquisi-ción fue, simpliciter y toda ella, un error teoló-gico. Los Papas de más de cinco siglos laaplaudieron y animaron. Algunos, como sanPío V (nótese que fue santo), habían sido in-quisidores. Y no se diga que los SoberanosPontífices se enteraban por la prensa de lasfechorías de sus subordinados.

Bajo los vergonzosos desmarques respec-to a nuestros antepasados, apenas se oculta eldeseo de armonizar los criterios de la socie-dad relativista con la Iglesia. Y para eso no mo-lestan tanto la Inquisición y las Cruzadas comodos mil años de Reinado Social de Cristo.

José Antonio Ullate Fabo

PUNTO DE VISTA

«He llegado a pensar que cada uno de nosotros llevamos dentro un trozo deDios. Yo hablo con Él y tiene un sentido del humor fenomenal. Yo noto las dis-cusiones internas, que Dios a veces me lleva la contraria y siempre me convence.Siempre que me habla le contesto, y no se le puede engañar. Tenemos que pro-curar, con nuestro esfuerzo, que prevalezca la idea de Dios, porque tambiénel demonio anda por ahí suelto».

GENTES

SABINO FERNÁNDEZ CAMPO, EX-JEFE DE LA CASA REAL

«Estos días, mientras mi bebé estaba en la UVI, he rezado mucho, he habladomucho con Dios. La fe me ayuda mucho; he tenido junto a mí el rosario queperteneció a mi abuela».

ROCÍO CARRASCO, MODELO

«No tiene que haber ninguna contradicción entre la dimensión parroquial yla dimensión diocesana. Los fieles de una parroquia están presididos porun párroco, ordenado y enviado por el obispo. Todos los fieles han sidoconfirmados y admitidos plenamente en la Iglesia por el obispo; en comunióncon el obispo se predica la palabra de Dios y se celebran los sacramentos».

FERNANDO SEBASTIÁN, ARZOBISPO DE PAMPLONA

EL

RETA

BLILLO

Cuando el pasado incordia

Desde la fe Nº 146/2-l-1999 31ΑΩ

El pasado martes La2, de TVE, emitió

en directo, desde elTeatro Real de Ma-drid, La Bohême dePuccini. Quizá ha si-do una de las repre-sentaciones más es-pléndidas, por la cali-dad de los intérpretesy la escenografía, des-de la reinauguracióndel Teatro, el pasadoaño. La noche del es-treno, el tenor Aqui-les Machado, jovendiscípulo de Kraus,cosechó un abruma-dor éxito. Desde lue-go, la historia es es-pléndida. MientrasVerdi nos habla degrandes personajes,como Felipe II, y Wag-ner no sale del Wal-halla de los dioses pa-ganos, en Puccini

aparecen los hombresde carne y hueso,que pasan frío y mal-viven escurriéndosede la presencia del ca-sero, los mismos per-sonajes que protago-nizan los lienzos deTolouse Lautrec (dehecho, el pintor apa-rece en el II acto de laópera, dentro de unode los cafés del BarrioLatino).

Cierto que la ópe-ra, de por sí, es un es-pectáculo estático, deuna inmovilidad a ve-ces insultante (las pa-rrafadas wagnerianasexigen del aficionadouna dosis elevada deentusiasmo y de pre-disposición); sin em-bargo, los directoresde escena de mayorrenombre en el pa-

norama internacionalcoinciden en apuntara una mayor natura-lidad en los gestos delos intérpretes y a unaprovechamiento má-ximo de la acción.Gracias a la retrans-misión de La 2, los afi-cionados al bel cantovimos que las cáma-ras podían recoger losprimeros planos delos intérpretes sin mie-do a esperar adema-nes forzados o postu-ras artificiales. Espe-cialmenteextraordinaria fue lafamosa escena de labuhardilla del IV ac-to, en la que mientrasMimí muere el poetalanguidece de dolor.En esta escena losprotagonistas siemprese juegan la credibili-

dad, en el juego delas miradas y en laemoción contenida.

No podemos dejarpasar la oportunidadde reconocer el tra-bajo de Isabel Rey, in-dudablemente nues-tra soprano de lujo.Ya demostró en el pa-pel de Susanna enLas Bodas de Fígaro,de Mozart, su maravi-llosa voz, su encantopersonal y su talentocomo intérprete. Enel papel de Musetta,en La Bohême, tanpronto resulta cas-quivana y frívola co-mo una mujer que serinde en plegarias ymuestra un cariño sinlímites a su amiga Mi-mí. Hay que resaltar,además, el admirabletrabajo del conductor

de la retransmisión,José Luis Téllez, quizáuno de los máximosconocedores del uni-verso operístico con-temporáneo, que nosregaló durante los en-treactos tres entrevis-tas espléndidas conlos protagonistas dela velada.

J. A. S.TELEV

ISIÓ

N

La Navi-dad es endó-genamentedepresiva,leo en unacolumnaque VicenteVerdú firmaen El País.Natural-mente, noes verdad.Créameque lo sien-to sinceramente, pero lo que probablemente debe de serendógenamente depresivo es no acertar a entender la Na-vidad. Y más, mucho más depresivo todavía tiene queser, sin la menor duda, no querer entender la Navidad,empeñarse en la propia arrogante autosuficiencia que,obviamente, acaba en inevitable depresión. Si no se tienela clave, la Navidad se queda como mucho en mito ama-ble, en nostalgia depre.

Ha escrito Antonio Gala estos días en El Mundo: Talcomo la Navidad debía celebrarse, con una sola bastaría para sal-var al mundo. No es que bastaría. Es que ya bastó. Va ahacer dos mil años que aconteció la única verdadera Na-vidad. Lo que pasa es que no nos enteramos, que no nosda la gana de enterarnos, que la disfrazamos de otras co-sas y... claro, así nos luce el pelo. Dios ya demostró todolo que tenía que demostrar y lo sigue demostrando cadadía. Es sólo cuestión de abrir limpiamente los ojos y ver-lo a nuestro alrededor en tanta sencilla hermosa genteque vive la vida sin depresiones endógenas ni nada que sele parezca. Los partidos nacionalistas vascos exigen que el proceso de pazquede exclusivamente en manos de los vascos, leo en gran-des titulares de prensa estos días. Pues vale. Los nacio-

nalistas vascos podrán exigir lo que quieran, pero el pro-ceso de paz no puede quedar exclusivamente en manosde los vascos, porque la paz allí no es sólo cosa suya, si-no de todos los demás. Cuando la querida tierra vasca de-je de estar empapada de la sangre de los demás españo-les, entonces –y ni siquiera entonces, porque nadie es ex-clusivo– que vengan a hablarnos de exclusividades.Mientras tanto, no, porque no es verdad. ¿Por qué no se callan los obispos? titula, en El País, unode sus habituales artículos Enrique Miret Magdalena.La respuesta primera que, a la vista de semejante in-sensatez, se le ocurre a cualquiera es: Porque no les da lagana, señor Miret. ¿Por qué no se hace usted un favor así mismo y se calla usted? Porque usted se siente con le-gítimo derecho a hablar y escribir, lógicamente. Puescon la misma o mayor lógica se sienten con derecho ahacerlo los obispos. ¿O es que los obispos son ciudada-nos de segunda, sin derecho a expresarse? Los ciudadanosdel mundo apenas los escuchan, añade Miret. ¡Del mundomundial! Nada menos. Pues entonces, si eso es así, ¿porqué le preocupa y le molesta tanto que digan lo que tie-nen que decir? ¿Por qué les dedica nada menos que me-dia página de aceradas, lucidísimas, punzantes cavila-ciones e invectivas? Estamos hartos de su mando autorita-rio, añade. ¿Estamos ? ¿Usted y quién más? ¿Dónde estálo autoritario y dónde está el mando? ¿ Por qué será que aMiret Magdalena le mola tanto su ¿cuándo se dialogaráen la Iglesia de verdad, como quería Pablo VI? ¿Qué pasa, quecomo quiere que se dialogue y como dialoga Juan Pa-blo II no le mola? ¿Pablo VI era Iglesia de verdad y JuanPablo II no? Ay, Miret, Miret, ¡cómo se le ve el plumero...!El diálogo de verdad en la Iglesia, en la de Pablo VI yen la de Juan Pablo II y en la de todos los demás, porquela Iglesia es Una, no se logra gritándole a nadie: Usted,¿por qué no se calla?

Gonzalo de Berceo NO

ES

VER

DA

D

Giacomo Puccini

«La Bohême» por televisión

El Roto, en El País

ΑΩΑΩ Contraportada

Bajaba la familiadesde la Jerusalén

de la creación, de don-de salió de las manosde Dios limpia de ego-ísmos y pura de hedo-nismos … Bajaba la fa-milia a la Jericó de lavida, a la Jericó delmundo para cumplir elencargo de su Creador:procrear nuevos seresque fueran también hi-jos de Dios y dominar–sin egoísmos– la cre-ación, haciendo quesirviera de recreo y desustento a toda la razahumana.

Al ir discurriendopor las tortuosas sen-das de la Historia, lle-gó a la Jericó de nues-tros modernos tiem-pos, donde reinan elateísmo, el afán de po-seer, de disfrutar, de li-bertad…

La indiferencia reli-giosa, el agnosticismoy el materialismo, queignoran totalmente aDios, despojaron a lafamilia de toda refe-rencia a lo divino, a losobrenatural, a lo tras-cendente: Es ridículo re-zar, porque lo que hay quehacer es trabajar y poseerpara disfrutar; es supers-tición esperar un felizmás allá, porque lo quehay que hacer es gozar atope el más acá.

La familia, heridade gravedad por el ate-ísmo reinante, privadade las fuerzas sobrena-turales, pronto cayó enmanos del hedonismobarato, del placer in-mediato.

Despojada de lafuerza divina que ayu-da al sacrificio, se vio

atacada por el egoísmode la pareja, que se vioa sí misma como ma-cho y hembra con sexopara disfrutar, y se ol-vidó que eran hombrey mujer, con sexuali-dad humana para pro-crear y educar.

Y, cambiando así elgozo de los hijos por el

disfrute egoísta de lagenitalidad, prontorompió la familia suunidad, cayendo en eldivorcio, en el amantede turno, en la parejasentimental que tantose lleva en la modernasociedad… y hasta enlas parejas de hecho.

Estando así la fami-

lia, malherida en estacuneta de la moderni-dad, acertó a pasar porallí un sociólogo, la es-tudió un buen rato ydijo: La familia estámuerta. Hoy lo que se lle-va es la individualidad,vivir independientemen-te o con pareja ocasional,sin compromiso serio.

Pasó después unpsicólogo y, viéndolaen grave estado, dijo:La familia ha sido unainstitución opresiva queno ha dejado a los hijosser ellos mismos, con esodel amor, respeto y obe-diencia a sus progenito-res… Lo mejor es que es-ta institución desaparez-ca. Ya es hora de que losniños y jóvenes crezcansin represiones ni tabúesde ninguna clase. Asítendremos hombres libresy no traumatizados.

Más tarde acertó apasar por allí un sacer-dote y, viendo a la fa-milia en tal extremo, laincrepó diciendo: ¿Porqué no has hecho frente atus ladrones y atacantes?¿O es que estabas deacuerdo con ellos?

Finalmente pasó porallí Cristo, el Señor, ytuvo compasión deella; le limpió con ter-nura sus heridas, lafortaleció con la sangredel Sacramento… y, so-bre sus hombros, la lle-vó a la posada de la Igle-sia; y a sus cuidadoresles dio este encargo: Lahe comprado con mi san-gre y quiero hacer de ellami tierra amada. No ladejéis sola en el caminode la vida. Fortalecedlacon mi pan y vino euca-rísticos; orientadla yguiadla con mi palabra;asistidla con mi gracia.

Y los posaderos dela Iglesia tienen que serfieles a Cristo cum-pliendo escrupulosa-mente su encargo deamor y de protección ala familia. ¡Que así sea!

Pilar y Jacinto

««NNaacciimmiieennttoo ddee CCrriissttoo»» .. AAnnóónniimmoo fflloorreennttiinnoo ((ssiigg lloo XXVV)).. NNaattiioonnaa ll GGaa lllleerryy,, WWaasshhiinnggttoonn

Parábola de la familia

Pilar y Jacinto son marido y mujer, padres de familia, católicos de la comunidad parroquial de San Miguel de los Santos.Han escrito esta parábola, que ni pintada para el «Día de la Familia» y para concluir el ciclo navideño