5.- el caso de jack el destripador

44

Upload: juanleunam

Post on 02-Jan-2016

434 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Page 1: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 2: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 3: 5.- El Caso de Jack El Destripador

Joped!J:a.saalalIJerapose:»13

OVOINvwnHV130

SVW91N353ON\fCJ:)

Page 4: 5.- El Caso de Jack El Destripador

El asesino que hoy conocemos corno Jackel Destripador no fue el primer asesinoen serie, pero sin duda fue el primero enalcanzar unos niveles semejantes de famainternacional. Miles de periódicos de todoel mundo (algunos de lugares tan alejadosde Inglaterra comoMéxico y Nueva Zelan­da) publicaron artículos sobre las últimas«hazañas» de J ack el Destripador. ¿Por quétanta fascinación? Resulta difícil decir quées lo que transforma cualquier caso en unfenómeno global, pero algunos afirmaránque fue simplemente el nombre -Jack elDestripador, como firma al pie de una pro­vocadora misiva enviada a la prensa- lo quecautivó la imaginación del público. Otrospodrán sostener que los detalles escabro­sos, ampliamente difundidos por los perió­dicos, acerca de un asesino enloquecido que

tamente los hechos puros y duros, prontonos daremos cuenta de que esta imagen deJ ack el Destripador podría distar muchode la verdad histórica en varios sentidos.

1nombre deJack el Destri­pador suscitauna imagenmuy concretaen la cabezade millones depersonas de

todo elmundo. Para la mayoría, esa ima­gen sería la de un lunático de clase alta queviste capa y sombrero de copa y empuñaun cuchillo acechando entre las sombrasy la niebla de las calles empedradas deLondres. Cuando no estaba en busca de supróxima víctima, siempre mujeres jóvenesy bellas, se ocultaba para escribir cartasburlonas y amenazadoras a la prensa y lapolicía. Esta es la escena que se repite eninnumerables películas de Hollywood yprogramas de televisión. Es lo que a menu­do se recrea en los disfraces de Halloweeny las representaciones teatrales. Pero sinos desembarazamos de los últimos cienaños de ficción y tenemos en cuenta estríe-

El más célebrede los asesinos

Page 5: 5.- El Caso de Jack El Destripador

'oxas{aUOJopeuopajar01opoiapU9¡Sa.ldaJB{ap/i.¡eJOLUzap![osnsap'B!JuapedeuasouaUTlB'epann2JouaasanbeU"B!.I0+JIApepa!;)oseun"BuO.mu!JseJ/i.UOJBLUn.rqealUaUTemJUaSsa.Tpu0'IapsaJ-afnLUse{ap"SBl.LT!+U]SalJed"seleqemmu

¿012!sunapS~UTaJuqapOS"BJalsaarqoszuqnosapaod«oxenu»

02Y"B/i.uqaluaUllua.I?o.Tad-osoqoadsosO.IfO"B°"BJ.loal-eAanuaunopuaruodo.rdsorra

apsoqonur'.Iopedp+saa[a:>P"Bfsp"BUTal(aarqossoasnuso.iqj¡apauaoopmm!SUJtreoqqndas0Y"BBp"BO¿opnaUTOJesraqnq

apsandsapsOY"B9Z1!SB;)'JXX012!s{anaopuezuo.uaae/i.opueñuau¡uan2¡ssouJOp-"Bdp+saalapSOl"BU¡SaS"BS019nb.r0d?¿PBP

-nBnpBB[uaSOpB1'1JSt'1Jsounnñesanb.I0d?:e+un2a.ld.1OraUTB["BpasBlsazaAreio.lad

apSOAfCP.mSOlua0iuu+'a+uaUTa+uu+sUoJsoauemruqncsapsoxanuuaoaqsopeuotojresaropmroisrqasaroiuosas0'I'sUl18'(1a2

-.lOan"Bsaauetoauaaradsmreoapu9iuOUTou-rpotraunanua"BJod9ula+u"B.IT1ppreÁpU"B{-+OJ8aradsosoqoadsossaT"BdpupdsorapounezaAaraurud.rodouqnosapSU"BA{3: 'd

i.m.M.ai8Jo~n"B/i.Jop"B2!+saAUl{a06sOgl'lSOlu{3:·uaUT1.IJjaporreuaosalap/i.S"BUT1PJASBl

apsa{Bu¡2poS"BJJ13.ú!OfOJuejnptnanbBJJ!J0d"BIapsarepyoSaUT.I0JU!apu9pJalOJuu.ú!nunap'"BUT!U9UBU9pBUOPmmalu"BlPaUl'U9!JB.IadmaJ"Bloínpozdas0861u{3:'sOY"BoJUlJ!+UlaAsournrosoyuaoaretqnosepsq

as.Iop"Bdp+saa{apseuatnjroSOlarqosBJOqBsOUTaq"BSanb01apoqonur02.IuqUTa

UlS/i.'ouanb.resuad"BJ.Tas"B!Juapuai"B'I

'o+uaUToUTla"B+sel.{SOP¡JOUOJ-sap/i.sa+uusa.IalU¡s02zerreqs0l.{JnUTzn¡"BI"Bual"BS0lJU"Bp"BJanbulua'"U]20I0.lOpedp1

-sap"°¡(JJ¡o.laá.d,l.l"B[ap,,"BPUJOpp"Bpa"13ualduaSOUT"B+sa'so+Jads"BsoqJnUTua'sopl+Jns.lO!'a1uzaA"Bp"BJ'XIX0[21S[apSOJIP9padsOl

apsarel12!pSOA¡qJ.IBsOluaOUTOJlad"Bd

¿sop!d9.ri1'1saJopU2nsaAU!apU9P"B.Taua2UUT!X9Jdul.toduiJa!qmsap.rasoptraradsa

'OP"BP!AloOArep.mut).2¡uua°oiueuozqodU~i\.Saput).2reua"BilllJO9isaupo~s!lI"BlapOSOUIBJsSlUl.laA{OSaJUIS{"B!J!"IodOS"BJre

u9pnIOS"B{zaAreJ.?¿"Bi!u29JU!"Bunopuatsan2!saiqurouo.rapepraans°'seuosrsdsssaapaun)j_J"BI'ana?¡Sa.IarnUTstas°OJU!Juos

-nptrp"'SOUUpU"B"B/i.sauaA9rU'sopunqeñexsarqods/i.S"BlU.IJ9~SF"BSOJ!.!"Ba/i.nlJu!UiS!{"B'I'opUalJa.lJan2!sOJaUTt).ula/i.'sejpso.n

-sanuapsojrodOUTOJUJod9"BlapSaAnJa~apso¡.rod0iU"Blsa~ua.laJ1Psosoqoadsos009epSSlUTsoisondord0PIsuUH'sauonndoUei{UJou/i.'sotnaaunñarda{uambuapapuadaq¿.Iop"Bdp+saa{a)j_J"BI'anju9!nb?'sandJSV

"'Ut).UTIUOJ)j_JUfapepanbsnqe¡anbJSV'u9ITISapSaAnJa~apSOl"B.m~ua¡usapsoaredouosaOJad-opunurlaopoiapU9pJuJS!t"Bsulaiuu'S"Bp~.rodzaAaunspOS"BJlaasa!Alosa.TanbS"BJPso.qsanuuaonranmrqnossp.ra!l1hl"BmaS.TaJuqupandanba{quqo.ldoood"Bi{l1Sa(1

"Joped!J1Saala~JeraposeolaUOJsopeuopejaisoonsjpouadsojrouieSOSOJawnuopanjqnde4ep!/\nsap08Jel01V"Jadd!Hal/l)fJO(OlSuo!lJoaHJ!/qndorqqtepÁJadd!Hal/l~JD(:~DDqaSDJqaMD!lISlapJ01!P3

.ldpA"H_'dUdqddlS

Page 6: 5.- El Caso de Jack El Destripador

Según los cánones de la "destripología", lasvíctimas de jack el Destripador fueron ...

¿A cuántas mujeres mató enrealidad?

En 1970,el cirujano Thomas Stowell escribió unartículo en Tbe Criminologistque dio pie a...

¿Hubo una conspiraciónreal?

¿Quién fue J ack el'Destn·pador? Hasta a?ora, más de ~n siglo desp~és de• los asesinatos de Whitechapel, nadie ...

Página

28

Página

26

Página

20

Page 7: 5.- El Caso de Jack El Destripador

.1__···rdprelSodB1Clf.lBlelapJi.gg~nap•nl~U~lS1X~ atqurapdasapS<:ldPel·TeJelapClpudy6~•tJ'el..,.•'el

nsapSaI"Ea.Iseqarud9faQ?

+apOlUSnClJJdSd[qTsuCl.tdmoJuT[CloBpe::>yClUTCl[CITsodel.reproqeapSdWY

Page 8: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 9: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 10: 5.- El Caso de Jack El Destripador

Sin embargo, el domingo 30 deseptiembre tuvo lugar en unabrir y cerrar de ojos el "dobleevento" que conmocionaría atodo el mundo. Nada menosque dos nuevos asesinatosde prostitutas en apenas 45minutos.La primera víctima, ElizabethStride, alias "Lizzie la Larga",una sueca de 44 años, tuvola suerte de que la pequeñacarreta tirada por el pony deLewis Diemshitz, adminis­trador del Club Internacionalde Trabajadores, aparecierapor Dutfield's Yard en BernerStreet a la una de la madru­gada, el lugar y la hora en que

farolas de gas y montó su pro­pio servicio de patrullas noc­turnas en el barrio. Al mismotiempo, creció una ola deantisemitismo, producto de unrumor callejero, atizado por laprensa, que hacía responsablea un extranjero de los asesina­tos, si bien los médicos, sobretodo cirujanos, y los carnicerostampoco quedaron al margende la sospecha permanente.Aprovechando un período detensa calma, el inspector Fre­derick Abberline, uno de losencargados de la investigación,concluyó que los dos últimoscrímenes fueron cometidospor la misma persona.

DESCONCIERTO POLICIALLos cuatro asesinatos sexualesde Whitechapel empezaron asembrar el desconcierto y lapreocupación entre la policía,los políticos y la gente dellugar. Los periódicos se hicie­ron eco de aquellos macabrossucesos que parecían no tenerfin. EllO de septiembre, ungrupo de comerciantes delEast End creó el Comité deVigilancia de Whitechapel,presidido pOI'el constructorGeorge Lusk, que exigió más

ba la parte inferior del útero,extirpada limpiamente graciasa un corte preciso.

de terciopelo caída tambiénen el suelo. Pasado el primersusto, se dispuso a dar cuentadel suceso, en compañía deun colega de profesión, en lacomisaría más cercana. Cincominutos después, la linternadel agente Neil, de patrullapor la zona, arrojó algo másde luz sobre el estado de lamujer muerta. En el depósitode cadáveres certificaron quele habían cortado el cuello deoreja a oreja, tenía abierto elabdomen y el lado derecho delestómago presentaba diversasincisiones. La víctima, apoda­da "Polly", de 45 años, habíasido vista deambulando conpaso de aparente embriaguezpor las calles a la búsqueda dealgún cliente ávido de "pasarun buen rato pOI'unas mone­das" para así poder pagar labebida y el albergue nocturno.Una semana más tarde, elsábado 8 de septiembre, laprostituta Annie Ohapman, de47 años, a la que acababan deechar de una casa de huéspe­des por no tener ni un peniquecon que pagar la cama, amane­ció en el patio trasero de unavivienda en Hanbury Street. Alas seis y veinte de la mañana,el policía Joseph Chandler, avi­sado por un vecino, encontróel cadáver de la mujer, aproxi­madamente dos horas despuésde que fuera destripada por elmisterioso asesino de White­chape!. Esta vez aparecieronunas monedas, dos anillos debronce y un sobre roto con laletra M escrita en el anversojunto a la víctima, que tenía elcuello cortado de izquierda aderecha, el estómago rajado yporciones de intestinos sobreel hombro derecho. Pero falta-

Page 11: 5.- El Caso de Jack El Destripador

SU!>!lllMp.l1l!r\paa1uallll¡a'llpll~n.lplllU111apsoanunuO;)U!;)¡¡muamno¡¡nune¡V

'll;)ans111apollnp.laAlaUO;)asrezruoapllpll,lllsap111ooru'a.l1lnbsa.ll!Wap1l.1

-n1lccl1l'OU!lUU;)opunqe.uansu:!.[-pepauqaapopeisouao.lafa¡¡tl;)OlO.lOq¡U.muue.rodsaroqSllUl1llp!Ualapopmsa

U)qllqapuop'alllllsdot¡s!aepejresnnoo111apuJlus'so"m8f7ap'sa!r\opp:!.[aU!.laq11l0

llplquafaAumm'll.lOqUlUS!lUU¡usouauroSYW'al.lanUllllap9A¡USCIouo.rad'CUI!l;))A

llAanU111aporustursdt.nsap¡a91!Aauopdn.utns'.I1l¡n.1ln!..Il¡a1.m~asapllqllqll;)lloutsasens

-op.rambztU9!J!-1lap!..o.laWlapuotouedesapCI.misuooUOJ·ap1qOUls1Ul1SV'ofoapaoap

ofllqapsa,l1llriliull!.1lsapo;)sopapseurape'sepeuoioosssllfa.lo

Slllapaaredaun¡¡Z!.mU111ep1l1Und111UO;)'o.nso.rlauasau-OpllmnUlapu!Ju!sun9!n1'l!S

alsopmroosouusaautso¡¡¡o'¡.Ia!qll0~llUl91Sala'opeíias

.0llam11l.epruo!..ll;)!lU?Pll;)llsauiaraueurapUll).I1l;)Y!l.la;)01'sdmqd¡¡u!r\o.la'sasuaroj

SO;)!P?lUsoa'a1U1llld!J.loq1l.1allUl!P!Aapunáas111apodrsno

lapOp1l1Sala'1l1S!AaraurudV'"sozllpad1l1lP1l1.l0;).Iafmull,IlO":.m11l1SUO;)opndapnpU!S¡¡anmbga.l1!W1l91lall

sal.mqo'llU1l1!l0do.l1awllF>!I0dCIapajafla!..'pjourvSCUlOt¡.L'ladllt¡;)a11llA\apu91s!A1P111apaiuapueitruednsla.1Od0~Sa1J

01¡tlapopareprsuoo'0l-xa1janba.nu.toq1l91pa;)0.¡das

1l1pam¡¡O;)UPSll1llPllH'1l1aJqnnsuaJ1l1do;)1lo.msardaasanb'(OUllAuasopasnocuarasouanbsarqurcqso¡nossojpn]

SOl)<<J}uP/lON.IojpilW1JlfI10Uilqll!A:111J1/,LUilUIill/lemssom'I'

ilza»:llz!lUO;)1l11.l;)saaSll.lJsunll,lqllqapuopparadaunapOPll11lloplln11sa.lllUllSap

oualllllllllllapapOZO.llun1aa.llSu01slno{)apojanslap9!1l0;)a.llluolpaJjIVawallc

la'llplllln.lpllUllllapsanSlllV

Page 12: 5.- El Caso de Jack El Destripador

Emblema del Ejército deSalvación

- Límites delbarrio deWhitechapelen 1888

El alcoholismo era la lacrasocial más extendida enLondres. Se estimaba que elconsumo de cerveza anualalcañzaba los 158 litros porpersona y que existía unalieencia de venta de alcohol [;lor~ada,186 habitantes.

EL EJÉRCITO DE SALVACiÓNAunque se extendían por todoLondres, las lacras de la pobreza eranlacerantes en el East End. Paracombatirlas e introducir la palabra delSeñor en una población descreída. elreverendo William Booth fundó en1865 el Ejército de.5alvación. En 1884.este movimiento misionero inauguróun refugio de mujeres en Whitechapelcon la intención de alejarlas de laprostitución. La iniciativa tuvo un granéxito y pronto se abrieron nuevosservicios y delegaciones.

Commercial Road

WHITECHAPEL

El ~esempleo era el denominador común de loscente~res de miles de londine ses pobres queresidíao'en Whi1!eahapel. Británic¡'o5'e irlandesesprocedentes del campo o inmignantes extranjerossin especialización laboral subsistían conempleos ocasionales o pequeños hurtos. Con unaalta mortalidad infantil, la media de edad rondabalos 22 años y la esperanza de vida era de 45 años.•

Más de cinco millones de personas vivían en Londres enla época de Jack el Destripador. Profundas diferenciassociales dividían geográficamente la capital: mientras enla mitad occidental, el West End, residían la aristocracia yla burguesía, en el East End (donde se hallaWhitechapel)se extendían las humildes viviendas en las que sehacinaba la clase obrera en condiciones miserables.

West y East End

Page 13: 5.- El Caso de Jack El Destripador

'SO!)!AJaSsnsJI?~saJd.iodladl?4Ja414Map

SI?4n4qSOJdsBluauqwI?4SI?lueJeJqoJanbe1uel

eleJauedapeze204eunosanbruad500

S3nnlN3dSOCHOd

Page 14: 5.- El Caso de Jack El Destripador

Continúo en pagino 16 ..

TERROR EN EL EAsT ENDEl terror se apoderó del East End,pero, después de que el mes de octubretranscurriera sin incidentes dando piea un tímido clima de relajación, el Des­tripador actuó de nuevo.A las 10.45 de la mañana del viernes9 de noviembre, el exsoldado ThomasBowyer llamó a la puerta de la habita­ción número 13de Miller's Court, enDorset Street, donde vivía la prostitutaMary Jane Kelly con la intención decobrarle el alquiler. No hubo respues­ta. Así que se asomó por una ventanarota y contempló horrorizado un cuer­po humano hecho trizas sobre un mar,de sangre en la cama. Bowyer saliócorriendo a buscar a su jefe y casero dela finca, Jolm Mcüarthy, para comuni­carle el suceso y avisar' a la policía. Elinspector Walter Beck no pudo entraral lugar de los hechos hasta la una ymedia de la tarde, tras mantenerse sinhacer nada a la espera de los perrossabuesos Burgho y Barnaby, propie­dad de Edwin Brough, que andabanperdidos, pero cuya presencia erade obligado cumplimiento en los ase-

de los textos de la carta y la tarjetapostal, que se distribuyeron por todoel país. Un alud de correo se precipi­tó por las comisarías. Los mensajesmanuscritos de supuestos destripa­dores se pusieron de moda tan rápidocomo desaparecieron los maletinesnegros de las calles londinenses, debi­do simplemente al testimonio de unamujer del barrio que vio merodear demadrugada a un hombre con sombre­ro de copa y maletín negro por el esce­nario del "doble evento".EI16 de octubre, George Lusk, presi­dente del Comité de Vigilancia de Whi­techapel encontró una caja de cartónentre su correspondencia. Al abrirla,alcanzó a ver la mitad de un riñónhumano y una carta escrita "desdeel infiemo", firmada por "atrápemecuando pueda señor Lusk", donde seleía lo siguiente: "Le mando la mitaddel riñón que tomé de una mujer yconservé para usted el otro pedazo lofreí era muy bueno. Quizá le mande elcuchillo ensangrentado que lo arrancósi desea esperar un poco más."

... Viene de página 9

EXTRANJEROS SOSPECHOSOSDesde la muerte de Mary AIm Nicholsy Annie Chapman, la comunidadjudíade Whitechapel había sido puesta a lospies de los caballos. Sin ir más lejos,John Pizer, unjudío polaco que hacíabotas, apodado Delantal de Cuero,mereció la condición de principalsospechoso en los dos primeros asesi­natos «canónicos» -apelativo utilizadopara referirse a los cinco crímenesatribuidos generalmente a Jack el Des­tripador- por parte de un periodistadel Star e incluso de la policía, aunquefinalmente no se pudo probar nada.Otros dos judíos, Israel Schwartz yJoseph Lawende, serían los dos tes­tigos protegidos del siguiente "dobleevento", que dio lugar a un ciertoamarillismo en las portadas de algunosperiódicos. Pero sus descripciones nofueron suficientes para hacer un retra­to hablado sólido del asesino.El lunes 1"de octubre, la prensa infor­mó acerca de los asesinatos e hizopública una carta escrita en tinta roja,con fecha del 25 de septiembre y sellopostal del 27, enviada a la CentralNews Agency, una agencia de noticiassituada en Fleet Street, en la City, ala atención del "Jefe". En ella apare­ció por primera vez la firma J ack elDestripador, quien se mofaba de lasinvestigaciones policiales y amenazabacon cortar las orejas de su próxima víc­tima. Aquel día se recibió también unatarjeta postal en la misma dirección,con idéntica firma y un texto escrito enlápiz rojo, salpicado de manchas rojas,que decía así: "No estaba bromeandoquerido viejo Jefe cuando le di el soplo,oirá hablar del trabajo de Jacky el Des­carado mañana doble evento inclusoesta vez la número uno chilló un pocono pude terminar de una vez. ya nohubo tiempo de cortar las orejas parala policía. gracias por guardar la últi­ma carta hasta que vuelva a trabajar."El texto ha sido traducido respetandolos errores del original.Al fin, el asesino parecía tener nom­bre y apodo. La policía editó cartelesimpresos en rojo con la reproducción

Warren, temerosos de una escaladapopular de antisemitismo.

12 GRANDES ENIGMAS DE LA HUMANIDAD

Page 15: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 16: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 17: 5.- El Caso de Jack El Destripador

1

s

·salUa!)JJeldeJeaneJeleopuese)qe4'olled

apelle}redOlua!wefolensapepesjndxaJasapezeuaweelalU\{·opeu

-!wnl!ooodu9JUPunua'seJpenJseunapuoarcdlealuaJ}oJa4JoJunredopene4an}Jah~peJ13

4OHMOllS,)lJnS

·salueseroqsopsouawleJellnlOP!Uale)qe4

OPP!W0413·sapads¡m4apeseJeunapOJaSeJloHedleosaJJelauaoa

-Ja!qnJsapan}cdrenons40Z'9

l33l1J.SAlInSNVH

'sauopejpeuru¡selreduneeqepuoJouisaselaanbapoppuexuooeq

-elsaoreuiud13·Jah~peJlauorauqmsepOJH)lodqnpunapopeejduralaÁseÁofap.rcpspuexun

400'1l33l1lS1I3NlI3S

·sosaJJesopaps~wUOJezeldelsaapu9JUPOJnJSOunua

opene4an}opemnwOH-SOJlaÁopaduisapuaw-opqelaUOJJah~peJos

lISH3l1Vn"OS3l1llW

·Jal!nblelauaSOSeJle501apeJqOJeoasand-S!Pe)Uahanb'OJaseJlapcpaajduraunred

OlJa!qnJsapanJopejuruualuawaluePJoleJsaJah-~peJns'epUa!h!hnsapJOpalU!lauaepeu!sas\{

45...·01l33l1J.Sl3SlIOQ'lllnOJS,lI3111W

Page 18: 5.- El Caso de Jack El Destripador

... Vienede página 12

sinatos de Whitechapel, deacuerdo con la orden del jefede policía Charles Warren.A todas luces, el olfato policialno daba para mucho. Hubovarias detenciones, Se tomódeclaración a personas rela­cionadas con la víctima, deorigen irlandés y criada enGales, y que parecía haber sidouna mujer atractiva a pesardel rostro desfigurado y eldestrozo del cuerpo sin ordenni concierto. Un tal GeorgeHutchinson se postuló comoprincipal testigo del caso aldeclarar a la policía que a las

"'\: ,~-

,~':-'-, .!_ "::.<.,... ,~ 'v ...t\'?o e j-., ~

" \-e,

Page 19: 5.- El Caso de Jack El Destripador

'uewdeljJa!uu\(9!JnwapuopJe8nl¡apJopatu!O!ted[ap"epeljJeje¡apu9peJtsnll

J.3:n1.LSAHnSNVH6Z

'OS!LUOoseoUO.la!J!lIo.tad'.,jOU-lsaSV!":apS011~o.nanoSEI

aposaII.1.10uO.laJi.a.l:JSOU!;}aAsouníll\f·¡;:pR¡)n.¡pIlWulapsaJlsUIU1SUl[opupanbas.loqel[o!'!p

apuop'afesedlapepe.quaelU1Slll[u9!níl!SsalUOSU!IPlnH'Vno:)s,.lall!Weuopoanpua1aa.QSlas.loa.IOdJi.na)!uO:Jasopu~fale'ojpn]'.noapOUlO;}nraanb'"u.Ia!\m.qxaU!:JualJ

-sds.,apouaaoiuarquioqunapu.lnílyul0luawu;lUl:JJUA;lasqoopnd'puaHs,uaanbqnd[ap

elo.mJelO[Ba'a1ua!l:Ju~leapepanbsnqeluopuepue9!till¡S

eAqeílaunsalueJi.'o.zatnpotpidalanb'elnmSO.lduaxo]'eleolAIlpllíln.lpEWElapsop

-o.nsOl·op.la!nbz¡[1lozuqlaJi.odrano[apoqoarapopellllsouusaiu;SOl'saidSOlanua

ope1!Jqla'oqoarapardleoaun]o.nolaJi.ezaqe:Jelapofeqapeqe.nuoouaasoqosdun'sau-01J!.1SOl'o.¡alVla'.l1:Japsa!od-ranola.rodsus.radsrpuaqeqsase.¡aosJAsel":Ji.na)!Ii..mWap

opmsalapelslAelRRSO.l¡¡RI!UIcsarduraaun'omsnsuasnsoo

selaauod91UalU!puogSIlUl-oq.1OO!PSlWlapaUl.lOJU!l3

35N3ijO:l3~ijO:lNI

u9lqwelanbune'reU!lUopqepepjxeoEluase1e1edJi.opeo

osadape!:Juasa.ldElJe:Jyp.la:Jopndpuog.roioop13·ol.lllap

0:J1WlxaJi.01Ua!.I1!uesunuaeq-ezuexaanbsptpaure'EUI!l:J.lAElapedo.iUO:JouoeqOA1Asaur

o1!al1Jun.todepewa:Ja.T:Je'elaAaunapeUl:Ja1-lowznlelEJi.IF))Iapodranola9d!.qsap

'epa:Jlu.Ie:Jmm.¡aoetjapoduranozruanb'cursase13

'"osamllamseqsopar.reñsepueqeisaonall:JlapSOp!ralSOl'esawaunapeunousUE¡OaJ-udesojsnuiSOlJi.uauiopqe

lapsopadrnxaSOP!falapsoz

·.lOped~qsaalap"so:Jlu-9u~:J"soieuisaseso¡apOW!1[VJi.oiurnblaal1JJi.na)!ap13'"El

-atqapanbzE:Jya01OPOleosousaAlpaWaapoluaum:¡.redaalaanbawalE11]a.lEl":EJi.nsEl

uSllqWE1oflpzaAE1s3'"IE1ldE:JlasredE!:Je.~sapJi.ouisqeposlapoaueiueurourojurun,ap9:JYHe:Janbseseur~Iapu911-aqarEla~UEu9peu1!lPu!ns

a~ualedoqoaqe¡qeqeJi.9881u3-soisnsaradEqEue1!ou'1e~lol

-:J!1\EUla.¡elapla'U9ZE.IO:Jo·QO'"alllasneuozaroa

laJi.ofeqap.rodo~.la!qesqeasaojp.reopadla"anb91.1qn:Jsap

Page 20: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 21: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 22: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 23: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 24: 5.- El Caso de Jack El Destripador

memoranda, redactadoen 1894 por Melville Mac­Naghten, un nito funcionariodel Departamento de Investí­gución Criminal de la PolicíaMetropolitana, en el querevelaba la identidad de sustres principales sospechososen el caso de Jack el Destripa­dOI':Michael Ostrog, AaronKosminski y Montague JohnDruitt, 'En cuanto al primero, «unmédico judío ruso, loco ypresidiario, maníaco homi­cida» que acabó recluido enun manicomio, y el segundo,un zapatero de origen judíopolaco «demente a causa ele

LA "DESTRIPOLOGíA"La "destripología" modernanació en 1959 con la salida ala luz pública de un informeconfidencial, el MacNaghten

Destripador en 1929, se refirióa un tal doctor Stanley, cuyohijo Herbert falleció de unasífilis contraída tras una rela­ción sexual con la prostitutaMary Kelly, como el autor delos asesinatos de Whitecha­pe!. Este Stanley, cuyo nom­bre era ficticio, de vuelta a supaís natal, Argentina, habríaconfesado ser el homicida deWhitechapel antes de moriren Buenos Aires en 1918,

terrateniente, refugiado políti­co, ladrón dejoyas, sospechosode asesinato, incluso conde,pero sobre todo que el títulode Jack elDestripador le per­tenecía por méritos propios alcabo eleuna estancia otoñal enLondres, posiblemente bajo laidentidad de Alanzo Maduro.En 1892 la policía lo detuvo enViena, acusándolo de variosrobos con violencia y un ase­sinato en las joyerías de la ciu­dad, pero en la comisaría sacóuna cuchilla de afeitar de subolsillo y se cortó la gargantade oreja a oreja.El escritor Leonard Matters,que publicó un libro sobre el

R.D'Onston Stephenson

todo verosímiles. Su aspectoera otra cosa: "Un hombre demediana edad, de aparienciainofensiva, pulcrarnentevestido y con aire respetable.Tiene la costumbre de llevarcapa o abrigo, porque con lasmanos y las ropas ensangren­tadas le sería difícil moversepor las calles sin levantarsospechas".La lista clásica de aspirantesal título de Jack el Destripa­dor tuvo sus favoritos. Dosmaestros del envenenamientode la época, el escocés Tho­mas Neill Cream (1850-1892)y el polaco George Chapman(1865-1903), hicieron méritossobrados para ser incluidos.El doctor Neill, conocidocomo "Fred" por sus vícti­mas, tenía la mala costumbrede recetar cápsulas de venenoa algunos pacientes, primeroen Chicago y luego en Lon­dres. En la capital británicase dedicó a ofrecer bebidasalcohólicas cargadas deestricnina a cinco prostitutascon objeto de extasiarse con­templando su agonía. Antesde morir ahorcado bramó:"Yo soy Jack el...". Quizás setratara simplemente de unabroma póstuma.George Chaprnan, cuyonombre anterior era SeverinKlosowski, había adminis­trado tártaro emético él sustres esposas. El inspector quepuso fin a su exitosa carrerade viudo ambicioso recibióuna curiosa felicitación porparte de un excolega: "Ya veoque ha cazado a Jack el Des­tripador".El asesino de Whitechapeltambién pudo ser argentino.Del aventurero húngaro A10isSzmeredy, afincado en Argen­tina desde que llegó de Europapara luchar en la Guerra de laTriple Alianza (1864-1870), sedijo casi de todo: que fue solda­do, carnicero, barbero, médico,

Page 25: 5.- El Caso de Jack El Destripador

lIn~we!lI!M'JO

'«[aclUl[;:Ja114J¡\apouisasclaureanbI>.qp.LJ;)adsosU![!LUP.Jmdo,rdns·[I>.nxasopn.rqumba-sopUD»:alua!níl!sO[snpnpsnnodUO;).Ta¡\IOSa.11~.md'01

-;)Aa..1naunuanb'r.PI1¡\!,·ldu9Fl-l>.lU.IOJlI!apsalllanJU;)9AOdr,asualLJíll>.NJUjl\[·olJ.1Jsa.rod

OllaapU!JUU1SUOJ9f;)pAI>.P!¡\H[awaUm!.wlUIl¡O¡\91!llbas

:S!SaLlI\l.L[aua0PUU101J9!;);).1-udr.l1!n.tOap.la¡\~1pP,J[a8881apa.lqlUa!;)!papT~:[a'080l[J

-adsos¡Ucl!;)ll!.TeIns.Iasuosud'1>.!l!1lI1>.,J uuanqapo!'!LJs?¡flu!opeñoqeun'O.l~;).la~[a·SO[

-.md¡n;)xap,a111EllllJuUY\)UTPUIas'«SO!.lB1![OSSO!J!/\uSO(JUaiuumpopsñauuees.teqsq

·opuso..líluaUUl[U[anbss..IqulOuSOSO.laUIIlUSorapsoun2¡uUDSIIn8LUU!II!¡\\

li.uallcla~s')1saluu(''uosuaqd-alSU01SUO,O'(f''\~a¡qLUn.LS!JUIl.I,>l'UOSclLUOl[.LS!Juu.ld

'SUlUIII!1\!\1Il1o('')j;)!.lqi:u]1\lsawp.r'lTa)P!S.lallP.M'al

-uaurauuouasosoqoadsosaptqS![tJ[opnqdumur.l[«SOBO[-odt.nsap»sor'oduian[auoO

·Ol!.IOAllJosoqoadsosns'n!Il.1OuqopanílulllOll\l

opeñoqe113a.laya.lasanb01uaalUaW[u!Jadsa'saro.uaapopuílp.[deqmsaVpIlIJ.lOllIJIll

uilzn2vNJDJ!Vla'OSI>.;)lalIO;)0pI>.Z!.m!l!llmJocodlIa!lúl[1>.

..TOd1>.!.IOUlawap01!"IJS3

.,....~ ~J:'"Q­/\~...... ~.-,~~"'

"> EZClOOVdlCllS30l3i1'V[3005\;1

¿>perOllOJJe)?

'pu:¡¡1Sll:¡¡[apsau-euruoso¡uau910lldlOn.rndnsueqesejuooanbsllum.ili

-uuauejuaauoo1I0.leOapSIlJqOSIlIcpsafwlldS01J;:¡IO

anbualljJOa~nsUqllSllg'laduqoalll!1i\apsomtnsassso¡apsejqesuodsarsOluataoÁnsllílaloOunÁ"7JP!/Vap

zopearolaanb'pu~.ugpalJl)aH-l/{fJ17'Jaddmal{1'1JDj'o.lqnnsua9Án¡oUOO;:¡OIlIlIlMp.rot¡om

9661u:¡¡'sDl1!aOJDlUsolapSJDdlauaDP!llfap.romeaJqal<¡:>la'no.ueosJf6arrsa(<lljílOIOdIJ1Sap»el0PP

-npo.rdllqanbsosoqoadsossenrap-uardrossemso¡apaun'npnpuIS

Page 26: 5.- El Caso de Jack El Destripador

TII('l xew 1.:I,ly'~ n:,J,f. 1I('11Inl':.llIr' (~í'lItl"C. :\I"I"(lr.....1..c¡Hh~l-, tlttco! Mmpl(ltcl,suver )lnI1l11~. I\'Hrr, nnl~ll('f."(>I'YEI\\g:UH. A ~tII",1Imue....I1l:.,:. l'ÓIJI;tIII~ 1'>OUlt,lll'x,.~.Ir,~(·.ml.·lwuk.1·(}"lh all.1 xan 111"11,,11<,>,.1';'1'('1'-1\1111,'.mnWI :-:U1'lchl'l'i-. C;olllh, lI('Ilr.Hn!~h. \'CIH't·lllll~h.1..,..,,,tll¡.:.GllI"'~,*L':'-(ll'>', nunon.t '''01->, ~:1I1-Fllc, icnrrc.l'(lI'k"el1'w_

FISHER'SBEATRICE BAG.

lS.in., 1'I"tNJ, !!G! .'iih'''f • .I;'; 101:.In Dlu.ck fll' Hl·...WIl C'..lIld'l!:!fI, wíth !o:n·....ng LN'J;:: tml1

RI"A....~ (".!lll:llI'¡;',1{1'lIlfll':¡llli'{"'IlI"I'.IIIIf'4\ ffllHPINI' wnnr01ll1l, ll:\h'·h11l~II. f'h'tltt'" HlIOl 111\( DI'\I::-hc::; Tlllllll.~1\{1, !In.! 8-hnvil'F Ur-l~IIC'I: HRxllr.~lr(\I" I'IlI'N·.Kllif(l,Soont.Rtfttl!", .J:lI': ,"o,'lp..IlISII. wnuuc.r.nco, "NllIOhll'1l".I·CI1(·II.lnPi:HalH!.llnluJI·ThI~. ¡,,,nklm:·(llaN' .. 1'wll 11117,\.'1'1-,$c¡"~"r::,.~lLil·Pilll. ,"h1 UIIH.lU.Il'....'1l.:, P¡ir,', l"o\mpl"'l',.t~,wnn "131(1<1l"llthlU.~: t:i IlJ~.. wllh Nln'r t'¡!lllIg ...,

FISHER'SGLADSTONE BAG.

Page 27: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 28: 5.- El Caso de Jack El Destripador

,-_.__._--_._-------_ .._.- --- - .__._--- ._.

AMENAZA DEESTADOLa historia de amor habríaenfurecido a la reina Victoria yprovocado el pánico del primerministro, lord Salisbury, teme­roso de que el asunto trascen­diera a la opinión pública y quelos socialistas aprovecharan elescándalo para acabar con lamonarquía. La muerte tempra­na del príncipe en 1892dejó a

heredero Albert Víctor solíafrecuentar Whitechapel y, enparticular, un club de homo­sexuales, En Cleveland Street,algo así como elMontmartrede la época, habría conocido aAnnie Elizabeth Crook, depen­dienta de una tienda de tabaco,con la que habría tenido unromance y una hija, llamadaA1iceMargareth. Luego sehabrían casado bajo el ritocatólico con dos testigos: ladesafortunada Mary Kelly yWalter Sickert, unjoven pin­tor que había prometido a laprincesa A1exandra cuidar desu hijo Albert Victor.

En 1970, elcirujanoThomasStowellescribió unartículo en

The Criminologistque dio piea la teoría de que el príncipeAlbert Víctor, nieto de la reinaVictoria, hijo mayor de Eduar­do VII, heredero de la coronainglesa, duque de Clarence yAvondale y barón de Athole,era Jack el Destripador. Elpropio Stowellla rechazó pormedio de una carta, con fechade 5 de noviembre, enviada aldiario Tlte Times y publicadaal día siguiente de su muerte,el9 de noviembre,justo alcumplirse el 82Q aniversariodel asesinato de Mary Kelly, laúltima víctima. En ella dijo quenunca asoció al príncipe conlos asesinatos de Whitechapelni sugirió que su autor tuvierasangre real, aunque mantuvola opinión de que «era un vás­tago de familia aristocrática».Era conocido que el principe

En la década de 1970 salió a la luz una nueva teoría querelacionaba los crímenes de Jack el Destripador conun chantaje a la monarquía británica, que habría sidosangrientamente resuelto con la ayuda de la masonería.

. . ~consprracionreal?

¿Hubo una

salvo el trono británico. AnnieElizabeth Crook murió en laindigencia en 1920y, cinco añosdespués, Walter Sickert y AticeMargareth Crook, la supuestahija del príncipe y Annie Eliza­beth, tuvieron un hijo: Joseph.Pero la historia escondía unabomba. Un hijo ilegítimo delpintor, Joseph Gorman Sic­kert, ofreció una nueva versiónal escritor Stephen Knight,quien en su libro JackelDes­tripador: lasalucionfina! (1976)llegó a una sonada conclusión:el asesino era sir WiIliam Gull,el doctor personal de la reina.Al parecer, Mary Kelly y otrasamigas suyas habrían amena­zado con hace¡' pública la vidainmoral del príncipe AlbertVíctor si no se las recompen­saba. Así que lord Salisburyhabría encargado al doctorGullla eliminación de las chan­tajistas. Un cochero, John Net­ley, y el mismo Sickert habríanacompañado a sir Gull en susandanzas criminales por lascalles del East End.

26 GRANDES ENIGMAS DE LA HUMANIDAD

Page 29: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 30: 5.- El Caso de Jack El Destripador

CANTIDAD INCIERTAA pesa!' de la unanimidad delos "destripólogos" sobre loscinco asesinatos de Whítecha­pel, hay quien duda seríamen­te de que Elizabeth Stride seauna víctima del Destripador,mientras que la figura de Mar­tha Tabram ha ido ganandocrédito como la número unodel canon, En su libroLahisto­ria completa de Jack elDestripa­dor (1994), Philip Sugden hizoun estudio exhaustivo de lasvíctimas canónicas, así comode 'l'abram, A1iceMackenzieyFrancés Coles, aunque dejó enel aire el número de mujeresque pudo haber matado Jack:"No existe una respuestasi" Ipl¡, I!;r. cilla frase- al menoscualt'u, ¡.lJ obanleurente seIS, t::;posible que ocho".

25 dejunio), Alice Mackenzie(17de julio) y Lydia Hart (10 deseptiembre), La serie se cerróen 1891con Frances Coles (13de febrero) y Carrie Brown (24de abril),

ni su identidad ni tampoco acuántas mujeres mató.Más allá de los cinco asesina­tos canónicos y los de Smith yTabram, hubo al menos oncevíctimas más que fueron anali­zadas por la policía londinensebasándose en elmodus operan­di de Jack el Destripador. Estaserie criminal no acreditadadio comienzo el 26 de diciem­bre de 1887con "Fairy Fay",el seudónimo de una mujerdesconocida que bien pudoser un invento del periodistaTerence Robertson en 1950.Alaño siguiente Jack habría sidofructífero: Annie Millwood (25.de febrero), Ada Wilson (28 demarzo), el llamado "Misteriode Whitehall" (2 de octubre)-PU¡'4ue solo se encontró eltronco descompuesto de unamujer en una bodega-, AnnieFarmer (20 de noviembre) yRose Mylet (20 de diciembre).En 1889, hubo menos casos:11rierubros del ,'úe, ¡JOdescua,tízado dé Elizabeth Ja..:k::;UJ'euel Támesis (del 31de mayo al

Destripadorfueron cinco prostitutas: MaryAnn Nichols, Annie Chapman,Elizabeth Stride, CatherineEddowes yMary Jane Kelly.También Emma Smith y Mar­tha Tabram, consideradaspor la policía como las dosprimeras de la seríe criminal,acompañaron por un tiempoal macabro quinteto. En rea­lidad, la partida de navajeros,destripadores y descuarti­zadores era bastante activaen el Londres del siglo )'1X.Adiferencia de la mayoría deellos, el autor de los asesi­natos de Whitechapel saliódel anonimato convertido enautor de cartas, ocultando conun nombre falso, realmenteacertado, el suyo verdadero yjugando sucio hasta el final conlos investigadores, que nuncaconocieron a ciencia cierta

'------_._------~_._.._--- --------- -----------------

egúnloscánones de ladestripología,las víctimasde Jack els

Se ignora el número de mujeres a las que el Destripadorcortó la yugular. No obstante, además de los cincocanónicos, los investigadores le atribuyen otros de los11 asesinatos que hubo en Whitechapel entre 1888 y 1891.

¿A cuántasll1ujeres matóen realidad?

28 GRANDES ENIGMAS DE LA HUMANIDAD

Page 31: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 32: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 33: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 34: 5.- El Caso de Jack El Destripador

a las limitaciones técnicas de laépoca: ni siquiera se empleabala dactiloscopia, Para probarlos hechos criminales, se debíaatrapar al autor con las manosen la masa o arrancarle la con­fesión del crimen, Aparte deello, hubo falta de coordinacióny errores, como borrar la pin­tada sobre losjudíos, impidien­do así que fuera fotografiadapor la policía de la City, que almenos pudo tomar imágenesde Eddowes, ya dentro desu jurisdicción, y tambiénde Kelly en el escenario delcrimen.Scotland Yard sigue guardan­do archivos de los asesinatosde Whitechapel bajo llave,aunque son solo los que sesalvaron de los bombardeosde la Segunda Guerra Mundialy del saqueo de algún policíaaficionado al coleccíonismo.En 2008, al "destripólogo" yexpolicía Trevor Marriott aúnle denegaron el acceso a docu­mentos sobre los informadoresde la policía entre 1888y 1892,

--------------------- -- --- -_- ---

LIMITACIONES TÉCNICASLa Policía Metropolitana, res­ponsable del Gran Londres aexcepción de la milla cuadradade la City, que tenía su propiapolicía, se enfrentaba también

en la calle, lo que favorecía laacción criminal del «monstruode Whitechapel», Tampocola designación de un equipoespecial de investigación pudoevitar que TlzeNew York Timespublicara: "El cuerpo de detec­tives de la policía londinensees, probablemente, el másestúpido del mundo", Pese alas críticas por su supuestodesinterés, que afirmabanque si los crímenes hubieransucedido en elWest End ya sehabría detenido al culpable,la policía hizo cuanto estuvo asu alcance, Hubo decenas dedetenidos e interrogados, se ,emplearon sabuesos, se publi­caron facsímiles de las cartasdel asesino en los diarios y seamplió el número de efectivosen las patrullas nocturnas,

SIR MELVILLE MACNAGHTENJefe de Scotland Yard entre1890 y 1903, su informe es unejemplo de error policial.

ntesdeabordarla posibleinefica­ciaoelincom­

prensible secretismo de la poli­cía en el caso, habría que teneren cuenta el ambiente en quetrabajó. El East End era unazona obrera, afectada por lamiseria y poblada de prostitu­tas, ladrones y pequeños delin­cuentes, en la que la PolicíaMetropolitana, más conocidacomo Scotland Yard, no erarecibida con agrado, Además,pese a estar fundado en 1878,su Departamento de Investi­gación Criminal era inexpertoen la captura de asesinosen serie, Tampoco jugaba asu favor que la prostituciónpudiera ejercerse libremente

Carente de los medios necesarios para enfrentarse a unasesino en serie, la policía londinense no pudo prevenir loscrímenes de jack el Destripador ni identificar a su autor,lo que significó un desprestigio nacional.

¿La policía hizotodo 10posiblepara detenerlo?

32 GRANDES ENIGMAS DE LA HUMANIDAD

Page 35: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 36: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 37: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 38: 5.- El Caso de Jack El Destripador

En su obra Clarence: He toasJack the Ripper?, publicadaen 1972 y dedicada 11 la vidadel duque de Clarence, elnovelista Michael Harrison,cultor del género criminaly fantástico, puso a JamesStephen (1859-1892) en el ojodel huracán, El duque no eraotro que el príncipe AlbertVictor, nieto de la reina Vic­toria, heredero de la corona,Por su parte, Stephen fueun brillante historiador, pe­riodista y poeta, educado enEaton y Cambridge, y primode la escritora Virgina Woolf,a quien se encargó la tutelade su alteza en el verano de1883, Según Harrison, autor'de pastiches de SherlockHolmes y Auguste Dupin, eltutor cayó enamorado delpríncipe, pero este preferíaandar con prostitutas, lo queprovocó un ataque de celos yla transformación de Stephenen el Destripador, Harrisonbasó su teoría en la similitudentre la letra de Stephen y lade la carta Desde el infierno,considerada durante tiempola más auténtica de las misi­vas del Destripador,

¿Ounprlmode VirginiaWoolf?

en vez de Jack el Destri­pador?", En 1939,WilliamStewart escribió un libro conuna nueva teoría basada enaquella suposición policial.Según él, Jill era una mujerde mediana edad, especialistaen provocar abortos, quehabía sido denunciada a lapolicía por otra mujer a laque ayudó a abortar, Aquellatraición femenina, por la quepasó un tiempo entre rejas, lehizo despertar un sentimien­to de venganza contra laspersonas de su propio sexo,especialmente prostitutas,que eran sus mejores clien­Las, Stewart creyó que Jillse llamaba en realidad MaryPearcy, ahorcada en lséo porhaber acuchillado y degolladoa la mujer de su amante y asu hijo, Medio siglo antes,Arthur Conan Doyle, el céle­bre creador del investigadorSherlock Holmes, tambiénhabía advertido a la policíasobre la hipótesis de queel asesino de Whitechapelpodía ir vestido con ropa demujer para evitar sospechasy asf escapar sin problemas,Adelantó incluso que se podíatratar de una comadrona, entuyo caso ni la existencia demanchas de sangre en susropas ni su presencia a altashoras de la noche habríanresultado sospechosas,

ALBERT VICTORAlnieto de la reinaVictoria 1,el príncipeAlbert Victor, se leha relacionado con elDestripador en variashipótesis,

Ya en tiempos de los asesi­natos de Whitechapel, sobretodo tras la carnicería hechaa Mary Kelly, se oyó hablarentre la policía de que Jackel Destripador podía ser unamujer, El testimonio de unavecina llamada CarolineMaxwell,que no fue incluidoen ningún informe, resultódeterminante para que elinspector jefe Abberline seacercara a su colega ThornasDutton diciéndole: "¿Nocrees que este caso podríaser el de Jillla Destripadora

¿Fue Iack elDestripadoruna mujer?

Page 39: 5.- El Caso de Jack El Destripador

¿SdUdUIUG,.

SOlUdEUll'1E19AlllJUl?

'sel01J:¡SoJdselapsodranoSOlnasaroesaursel.1a.wruOJeeC[es(ndru!alanbJi.SOla.todopt¡,lj.ltlJua[l'l!JOSoauaturaeuesAU9!JEZrre.lolUapeum.l,ljoJd·unBBJJapaqo

anb'eJOpenno!ueU9!S!UIeun.1ndlUrbtl.OpUmBrrJB'tsa~pop-jpansrad'-olqBdueSap/!)'l.lp-aieoBIspsa[l'lu!!j.ewSO!oyoso¡13alualU(enlundBnS!SU,anb-seso!2rra~18e!JUaa.lo

seJ!l?lU20pap'cpeiueuosepuaxo]unapBP~lB.qas·OO!~-9(00!sd,0lP.JlaHU1UgjqUIBl

9!pelJ1lsaqJo.'{·alqeqJo.¡damlloaoadseapÁsa(nzesoro'so.;-BjOsonaqBJ'ep!l?dzalap

'ope2lap'B!I!lUeJalqeladsa.1aunepo.rqurerur'BU!J!pawaI)aiuerprusaqpBJ!ldBun

.tase¡qapomsaselaanb9Jn+cuaA'e's?utap'if'aluen2ualU0FenJap°eAa\1Ueunjep

spseJse¡lSqesaAU.lieaWg1eSLaseJ1Ua!lU·opj.l.InJo,uejqel[

salsaanl:i~9J!ldxa'solBu!sasesOI·.¡alal!lOJe.1Oped!.llsaffila}jJP,feosjndunanbalUa2e'la'oUlool'lUnTe¡ape!Juanu-u;elepe):lOa1el91rrjSoáM.O(SU!Msaq.¡o.i[~.mM.alS

uOlan!!A'IOOJU~l!Jq-BJ!P9lUeund!JS!pelsaepu9peJ,ljp,s-UOJe(apsaluese.qe!nb!sdso¡u13Jq!Oa.lanbarqurou­

els!uall13opamdar(?'}j.IOÁuAanNuaopaaqeiaoasnaroj

lJUp!palUaposa.J~uo:)unalUe.mp'g68[~pp~so213ua

¿OUfSdSt:'UlldP

S~l.UOqllH?

semqOJAsaraurudsojqeqo.rdanbS?Wsela.quame;¡qeJ..

eql.mw'eJ!n(;)u!eap"Uanaspep!!enl;me(

ua's?wap'if·saM.ó8P:3:aUJJa41e8Áuewdet¡:).a!uuy'slol(J!NuayÁ.~BW:.toped!.qsaala}jJe_faptpuiuedo

snpotu[l'lepnpUJsuap-uodsaranosansou

-aw[l'lÁeq"SOO!U9u'eJ"SOllJU!SaSeoouto.so¡epanbeldaoeeJ.loÁemes

-uauñnEIT'op!Unou!aC[(ape!.t01S!l{elapoursasaOSÓWtlJ,S?UIjapurqoawalUlea.luos.

SOllaapsal\1[1ouaop.ranouapueuodaS."soJJoI9d!.qsap"

sordo.rdSOl!U'I681!:8881a.lluapualsealauauo.re.n

-S!2a.1asanbsoremsassaouoSalapoOUJosouam01aod

>(;)efeUeJlpnrpeasanbuna'04Ja4aa'opsaaeosepeqasou'alqr.qoJdaoodanbune'anbs!sawd!l[eúnsaU1Sa

'6981apJopapaJle-so[!4sanoxruuarnb

UOJ-uewde4JU40r:os.cdsanseolun[a!uuv

NVl'4d~H::I3INNV

·ó·O·lad·slqnmso.tdsop13.mww13

.1!1r.SRJEdalpouEWS!WEluaUE.tajPt;m!ooJ~-aJ1U¡:¡sopioou«

-o;)sapsomsosesopanoaplROStl;)olpaq[¡¡salq!nq!.qtl,aluawlPJJ1PUDS"Oll.¡_aAa

"alqóp"F'JOWOOsaueurj.ro'al-usisqo0N..tOpedj.qsaa¡apseuuojse(JE1!W!uo.tElualUj

anbseppruroqso.nooqnq"lIa)!ÁJeWap0leU!SaSe¡a

SRgsnbopeqoad?lSa'a.ta11Jourooa,lan.i['soleUJsasESO¡uo.rauaurooasanbuaew.tOJe(a.tqossaUOjSJaAsepesaJál-ut.ltl¡OO.TpOZ!4snb'lisua.td

E¡.todOpe1!OSOSe!.talSjl[apBW!!;)¡a.TodepeluamoJ'SaJOpel!W!ap"e!map!da"

.mll'l2UjSeuoe9!qapasSO!P-!0!m9qape!OUa110aszo.t1ee¡anb.TlJa,ljnsOpmru.1adeHu9P!uyapUJelS:i['«¡adeqo-al!4.M.apon.qsuOW»lap

Page 40: 5.- El Caso de Jack El Destripador

Nada menos que FrederickAbberline, inspector jefe dela PolicíaMetropolitana en1888, mereció ser conside­rado elDestripador- pOI' un«destripólogo» español, JoséLuis Abad, especialista engrafología, en su libro JackelDestripador, el asesino másinteligente de la historia (2011).Abherline, que se retiró en1892 para acabar su carreratrabajando en la delegacióneuropea de la famosa agenciaestadounidense de detectivesPinkerton, tenía al clásicoenvenenador George Chap­rnan, ejecutado en 1903, porprincipal sospechoso. PeroAbad, en base a sus propiosexámenes grafológicos, sos­tiene que Abberline era elcélebre asesino. No obstante,las sospechas de que Jack elDestripador fuera un policíatambién recaen sobre otrosagentes de la ley como el sar­gento Eugene Charles Brads­haw, quien participó en todaslas investigaciones de los ase­sinatos. Miembro de la logiamasónica Príncipe Leopoldo,que celebró asambleas lasnoches de los asesinatos.

¿El asesino deWhitechapelpudo ser unpolicía?

SIRARTHURCONANDOYLEJack el Destripadortambién atrajo la aten'ción del creador deSherlock Holmes.

Sil'Arthur Conan Doyle(1859-1930), mundialmentefamoso por sus historias deldetective Sherlock Holmes,aconsejó a la policía londi­nense que buscara a Jack elDestripador en Estados Uni­dos. Dijo que había llegado aesta conclusión después dela lectura de la primera cartaenviada a la Central NewsAgency por el asesino, dondeaparecían algunas expre­siones propias del inglésestadounidense. De hecho,el célebre escritor no fue elúnico en sospechar de la pistaestadounidense. En 1993,

el escritor y "destripólogo"Stewart Evans hizo públicauna carta del inspector jefede la PolicíaMetropolitanade Londres John G.Little­child, fechada en septiembrede 1913y dirigida a George R.Sims, periodista, en la que, altiempo que revelaba la iden­tidad del reportero que habíaescrito la carta Querido Jefe,atribuida al asesino de Whi­techapel, admitía que Scot­land Yard había sospechadode un curandero, aventureroymisógino estadounidensede origen irlandés llamadoFrancis Tumblety, entrecuyas extravagantes costum­bres estaba la de coleccionarúteros de mujer. La sospechadebió ser fundamentadaporque Scotland Yard envió aun experimentado inspector,Walter Andrews, a EstadosUnidos para pedir la extradi­ción de Tumblety, detenidoen Nueva York. Las autori­dades estadounidenses, sinembargo, no satisficieron lapetición británica al estimarque no había pruebas sufi­cientes que incriminaran aldetenido con los asesinatosdeWhitechapel,

¿Procedía elDestripadorde EstadosUnidos?

Page 41: 5.- El Caso de Jack El Destripador

¿AUa)!A.n~wap

lae.lalIDO;)s,lamwap

.IaA~p'EJl~['?

IIIarqossssuaiojsopaamsarSO[UO;¡a!'!pll.quO;)'a.¡qwajAOaap6llJPoUls1llilapllUllIJllLU

elepol{::>oSIlIa;¡qosIlpjAUOJ1l[.laAUOJaflPanb'sol'insa1sou-nl'i¡eapssuotsrexSIl['al.llld

e·110·lOd-sosoqoedsosep11lSlIe[9[.qnuu5l1qWBlanbÁllnauoollJA!AUO;)anbSOIJIlOSapa.lqwol{[a'llau.ms:l{dasOf

.rodejo!lodelllSOPIlJ1S[UjW11Suo.TanJsorepSOlapllJ.lOÁlllli131'llsl::>a¡ldsaÁna)IÁ.n=lWapIlJJIlJ201qulooodunn'sallll

-uajquresaroioejSOlapsyw-apv-saiuepeoardsoremsaseo.neno501UO;)91.1.m;)0OWO;)alUBllílllaw01.11311;) oUAanu

13~m[uaIlqlllsaouJi.alualoé.l;)oq.ranola13!;)el{13q13Z11IlAU

OollS11la8881aparquraixouap61aanboasand'llwslwIIIanjJllunllll::>uanl:Jule[arombrslN'1l::>!Iq~ldllJAIIIuaouÁUpualAjA

aunsp.10l.lalullaua9j.r.10;)0orptonuoqla'alolanJÁell11

sl;núu91qmll~outs'sspáuru-aojssepo.nenoSl30lWSUIanbuaAofsl}UloqonmU.TaO[OSoullUI1P)At31'Alla)IÁ.mwap[asésaroueiuasOlapuo.nad

IUUlsn['llassouawanbla'.lOpBd!.qsaa[a:>¡;)EfapsO::>fu-9UBJSOlEu1sasEo::>u!;)SO[aa

'eJod~elspssuardeluaepparadeAlla)!aporeutsaselap

eJBYJ8U9PJbJlSuOJal:jSV.L3~IA

N301VNIS3SV

a1uals1selaolueqo.tad'llplln-sqeosap.raoaredapandBJ.r-oalB1¿Joped!.qsaala~:>llf0pBlUBncursaseOUlrU9UBunIIa¡qlnq!.qllojos'oiemsese

Tll~nJqunopuejnunsOA[IlS,eEI·lauodue.mwalu!p.mJí..paE[-~O;)Sapsall3!JadsaSO!o[A.TassOlanbÁsasapuaprSOI.lOdE~-.ta!qhJsaptuanJ.Alla)Ianbalq-!SOC!Sa?'opeu!a:!ns'apS0~1ll09so¡apOAnOlUUO;)1l1.1010!1\llU!a.!elP.;¡eu]saseUOJlllUalU]L88111aanb;saSapUll[Jl"sa[e:>-]Pll.lsopnnaaso¡'"sUB!Ua.i{"so¡apsapllpJ.A!l0Usela.lqosU9]0IlLÚ.IOJU]Ja20Ja.larad

sopuojsoíaqsOluallpll.l1TIJll!1l0!1l~1!.lqal11al'illlllln.Tésp.jJpodAna)lA.mwanbap

épOal11[opjñmsEl{'[adp.l{Oal-!Vi\apSallalUj.1JSO[aweJnp

llP!lodulap,sa.lOplluuoillls0laolqosSOA!l{;).1I1SO[J]Jqll

eOJ1UIJ11.1q.lo¡.tal111lapO[.Tal-sJlI!WlapUA!1e2auula.lqos

sIlFl!10Uslluníllllap.loualu'Á'sodwanSOUln!1)sOlua.A[(a)IaplaalUalli[ea.lu:la

FnoOs,.ramwapSTo.laUll)ula·uaope.quo;maopellosap'.laAypB::>lalSa.lqosseJ.loal

seJ.lllAeald0PIlPUlll{SO::>OA-JnbaSOlepSOlSaSOPOl~IlA!1

-luyapua'apanllinsap1l.10l{

·llplrn.ldII.¡lnl{9[ppapll~n~-nSOJd'UaAOfll¡aporsutsese¡a.iecouoose.l~uamb'-¿sas-uarojSO¡ap01];)"1~¡dauaq¡a

uooanñrouiaunapopjanxa.TaA~pe:>unuooü9]J:>aw.¡dapuopcrado1l¡.m.TIlda.ldaradasnoxallUn?-a.lqwol{0.110

uoosa¡e.niltmmmSOl;)1laodsaiunSIlJPsounseusde0P!U

-alap«susruag»SO¡apawal'illoaunsard'Ála¡qLUn-LSPUlÜd.T01;:'0Plaph¡¡a)l13ial'ia"lo.1dBBolall'il.llPasuoton.iadoé¡anba¡qlsodsa·.laA~pe:>¡a

BJ.l[.lqn;)$apanbÁJal1nb¡Rlapso'Sú,ql3sojrarqooIIua1nl'illlB6ejplaBJ.m[AuaOlJUlald

-o.id¡aanbeJqllsasu91qtiI:P.~'sf-wapv'Ána)lapoutsaseoiunsardlapozrq'0.Tau1P9!Pld11lO1!lSO.ldIIIua¡nbB

021lUBla'UOSU]l{:>lnHal'i.TOaoanba9!:>d1.i:>sapBpeml'¡apBIu5l1qwel11jJpaalo¡OWO;)'op-!quasOoll0JsellJ.m.lqooÁUa)lÁ.mWapolaA"\lpll;)laÁ0.I1S0J

¡apU9[;'JemíJysape1·s5lpuel·~1oms!.TO.ual¡ae.quo:>le10adsaU91S!AIPll¡uauo.mi'eqe.¡q'au

-![Ja"qqv~ol.li3pa.l.i{.1010adsu!¡aÁPI11.pamn·ouqofajar

.TOpadsu!laomoo'uos.lapuv1·1aqoH'OPBUO!S!WO;)lap

Page 42: 5.- El Caso de Jack El Destripador

--------- -- -- - - -

Fecha de catalogación:17/ll/20ll

Elcaso de Jack elDestripador / edición literaria a cargodeAlejandroProsdocimi. - la ed.- BuenosAires: Arte GráficoEditorial Argentino. 2012.

42 p. +DVD:íl.:27x21cm.- (Grandesenigmasde la humani­dadNationalGeographic;S)ISBN978-98]"0]"1638-g1.Historia'de laHumanidad.1. Prosdocimi.Alejandro.ed.lit.CDDg09

Impresoen laArgentinapor Artes Grafico!lsRioplatenseSACopyright 2012 AGEASA/Queda hecho el depósito que establece laley 11.723-Libro de ediciónargentina, Nose permite lareproducciónparcío!o totcl de esta obra. nisu incorporación o!lun sistema informá­tico.nl su transmisión en cualquier forma o por cualquiermediosin elpermiso prevtcv pcr escdtocet edltcr.

Corrección Miquel Arderiu

Infogralías 40 News

Troducdón del prólogo Tradym

Fuente. fotográficas Corbis Images/Cordon Press; Gettylrnages: Age Fotostock; ACI;Cordon Press; GTres/AP.

Oiselio Cósima Aballe.MunchiVega. Paola Fornasaro.Javier Covatto

Prólogo Stephen P. Ryder

Edición Joan Soriano

Textos Albert Cañagueral

Idea original y concepción d. la obre Joan Ricart

Oír.cción General Fabién Cassan

Coordinación Mar Valls

e 2012Editorial 50190Barcelona - Buenos AiresTodoslos derechos reservados

Jefe d. ArteJorge Doneiger

Subeditor Jefe de Proyectos especialesAlejandro Prosdocimi

Editor General de Revistas y Proy.ctos EspecialesNorberto Angeletti

Editor Jefe de ProyetlOS EspocloluJesé Antonio Alemán

GRANDESENIGMAS DE LA HUMANIDAD

Directora Ernestina Herrera de NobleEditor General Ricardo Kirschbaum

ClarinX

Copyright e 2011National Geographic SocietyAIIrights reserved. National Geographic andYellowBorder:Registered Trademarks' Marcas Registradas.

Many of the National Geographic images in this series areevailabte as prints al printsNGs.com and can also be licensed ror publicetion atnationalgeographicsTDCK.com.

Vice president Maura MulvihillPhoto editor Deboruh LiProject management Gina MartinProduction Susan Riggs.Paula Washington. Rebecca Dupont

NATIONALGEOGRAPHICIMAGECOLLECTION

Editorial director Amy KolczakOesign editor Darren SrnithText editor Justin KavanaghPhctogrephic liaison Laura L. FordProduction Angela BotzerCccrdinatcr WilliamShubert

INTERNATIONALEOITIONS

Vice president Rache! LaveAccount representatives Gordon Fournier. Heather JansenPhoto rights manager Constance Roellig

INTERNATlONALPUBLlsHING

Editor in chief Chris JohnsOeputy editor Victoria PopeCreative director Sil!MarrExecutive editors Dennis R.DimickIEnvironment). DavidGrirlin (E-Publishing).Kurt Mutchler (Pholography). Jamie Shreeve (Science)Managing editor Lesley B.RogersNGM.COMRob CoveyMission projects Christopher P. SloanSpecial adviser Kathy Moran. Senior Photo Editor

Cathy NeVlman.Editor at Large

NATlONALGEOGRAPHICMAGAZINE

Executive vice presidents Terrence B.AdamsonPresident. Enterprises LindaBerkeleyMission programs Terry D. GarciaCommunications Betty HudsonCFOChristopher A.Liedel

Chairman 01 the Board and and Chief officer JohnM.Fahey. Jr.President Timothy T.KellyExecutive Vice President: President Publishing Declan Meare

NATIONALGEOGRAPHICSOCIETY

Inspiring people ro care about the plenatThe National Geographic sodely is chartered inWashington. D.C..as a nonprofitscientific and educationaJ organization "for the increase and difrusion ofgeographic knowledge: Since 1888 the Societv.has supported more than g.oooexplorations ond research projects. adding to knowledge of earth. sea. and sky.

O NATIONALGEOGRAPHIC

Page 43: 5.- El Caso de Jack El Destripador
Page 44: 5.- El Caso de Jack El Destripador