5 de julio Día Nacional de la Persona Trabajadora de la Maquila

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5 de julio día nacional de la persona

trabajadora de maquila.

Cierres fraudulentos de fábricas de

maquila: caso Manufacturas Magdalena y

Alameda Industries.

Fotos: archivo de ORMUSA

Cada 5 de julio se celebra el día nacional de la persona trabajadora de maquila. Según la Organización Mu-jeres Transformando, una de las precursoras de esta propuesta, se escogió este día, como una forma de recordar lo sucedido en el año 2002 cuando cientos de obreras y obreros sufrieron una intoxicación masiva en una fábrica de maquila, producto de un derrame de cloro, hecho que fue catalogado como un caso de histeria colectiva, y en el cual muchas personas salieron afectadas de su salud. Esta fecha se celebra des-de 2012 cuando fue aprobado por la Asamblea Legislativa. Según datos de la Cámara de la Industria Textil y de la Confección de El Salvador, este sector genera más de 80 mil empleos, directos y 160 mil indirectos, donde el 80% de la fuerza laboral son mujeres. La Ley de Zonas Francas, les permite a las empresas de maquila obtener múltiples beneficios, principal-

mente fiscales tales como: exoneración en el pago de impuestos durante 10 años, facilidad y tasas prefe-

renciales para poder exportar mercadería, así como también para la importación de materia prima y maqui-

naria.

Sin embargo, estos beneficios no se traducen en buenas y mejores condiciones laborales para las personas

que trabajan en este sector, ya que las condiciones de trabajo en estos lugares generalmente son precarias

y de alta violación a derechos laborales.

Hasta diciembre de 2016 el salario de maquila era de $204.00, y gracias al aumento realizado a partir de

enero de 2017, ahora es de $295.00 y aunque el salario ya es una mejora, las trabajadoras recienten que

las condiciones dentro de las fábricas son malas, ya que en algunas fábricas para que les paguen el salario

mínimo les han aumentado las metas y les han quitado los bonos que ganaban. De igual forma señalan que

la presión de despido aumenta, sino cumplen las metas.

Y aunque las personas que trabajan en maquila tienen las prestaciones de ley como: contrato laboral, Se-

guro Social, AFP, derecho a vacaciones y aguinaldo, en denuncias recibidas cada año por la Concertación

por un Empleo Digno para las Mujeres, muchas personas denuncian que les descuentan el Seguro y AFP,

pero las empresas no lo reportan, así también las hacen que trabajen horas extras, pero no se las pagan.

$56 dólares salario de bordadoras a domicilio Si las condiciones laborales de las trabajadoras de maquila no son muy buenas, menos las de las bordadoras a domicilio, ellas no tienen un contrato de trabajo, y ningún tipo de prestaciones, y su sa-lario apenas es de alrededor de $56.00 mensual, trabajando hasta más de 12 horas diarias, una inmensa brecha salarial para cientos de mujeres, en su mayoría rurales, que producen prendas de vestir que posteriormente son vendidas en más de $75.00 cada una, generando riqueza al empresa-riado y así aportan con su trabajo a la economía del país. Es por ello que Mujeres Transformando, organiza-ción que vela por los derechos de las personas que laboran en la modalidad de bordado a domi-cilio, han solicitado a la Comisión de Trabajo y Previsión Social, reformar el Código de Trabajo en cuanto a las propuestas en el régimen especial de trabajo a domicilio (Art. 71 al 75) De igual forma, demandan a las instituciones co-rrespondientes iniciar los pasos para la ratificación del convenio 177 de la OIT, con el objetivo de que las trabajadoras de bordado a domicilio gocen de un salario digno y tengan una situación igual a la de cualquier otra persona trabajadora. La Industria manufacturera se mantiene como el

principal sector exportador de la economía. Según

datos de la CAMTEX, generan alrededor del 50%

de las exportaciones del país. Sin embargo, se

lamenta que todo esto no se traduzca en benefi-

cios para las personas que trabajan en este sec-

tor.

8 piezas por $15.00 “Ganamos según las piezas que hacemos…” Dora

Dora, es una joven bordadora a domicilio, tiene 18 años y apenas estudió hasta 6º. Grado, y ya no quiso seguir estu-diando, ahora con el apoyo de su prima se dedica al bordado a domicilio, “mire aunque sea un poquito gano para al-gunas necesidades de la casa”. Dora explica que si dedica buen tiempo para hacer el bordado logra hacer 8 piezas en 8 días, y así gana $15.00. Johana es otra joven de 19 años amiga de Dora, quien también se dedica al bordado a domicilio, su cuñada recibe el trabajo y luego se lo distribuyen, de esa forma ganan las dos. Ambas jóvenes residen en el municipio de Panchimalco y agradecen el trabajo que realiza Mujeres Transformando en la zona, ya que de esa forma ellas se han organizado, se capacitan y conocen sus derechos. Sin embargo, ellas lamentan que el trabajo que realizan no se valore y no reciban los beneficios que recibe la pobla-ción trabajadora en general, como tener un salario mínimo y las prestaciones de ley. “Mire lo que nosotras ganamos es bien poquito, a veces mi cuñada saca unos $50 en la quincena y de allí le paga a las que le ayudan, que es bien poquito, porque cada pieza lo más que nos pagan es $2.50, generalmente son de $1.75 y cuesta hacerlas, por lo menos es de un día completo sin estarnos levantando tanto, porque sino no nos abun-da el trabajo y ganamos más poquito”.

Fotos: Archivo ORMUSA

Johana tiene 6 años de haber empezado a trabajar en este rubro y Dora tiene 4, y tienen aspiraciones de seguir estudiando en la modalidad a distancia, porque quieren superarse, y poder encontrar un trabajo donde puedan ganar más y puedan tener sus prestaciones laborales. “Nosotras esperamos que apoyen la propuesta de Mujeres Transformando y se nos mejoren las condiciones de traba-jo, que nos aumenten el salario igual al de las trabajado-ras de maquila y que nos den seguro y AFP, ya que lo merecemos”. Expresa Johana y Dora.

Según el artículo 41 de la Consti-

tución “El trabajador o la trabaja-

dora a domicilio tienen derecho a

un salario mínimo”, sin embargo,

las bordadoras a domicilio no lo

tienen, tampoco tienen un con-

trato y les pagan por piezas ter-

minadas, ellas ponen sus recur-

sos, agua, energía eléctrica, lo-

cal y sin embargo, su trabajo es

invisibilizado.

Johana quiere seguir estudiando el bachillerato aunque sea a distancia. “No segui estudiando porque la zona se puso un poco feo y me tocaba salir bien temprano para

ir a estudiar “.

Cierres fraudulentos de fábricas de maquila: caso de Manufacturas Magdalena

y Alameda Industries, El Salvador y Guatemala 2015-2016

En El Salvador, como en otros países de Centroamérica es frecuente que las fábricas de maquila cierren operaciones repen-

tinamente y dejen sin empleo y sin el pago de prestaciones a las trabajadoras y trabajadores. Este es el caso de Manufactu-

ras Magdalena S.A. de C.V. inaugurada el 16 de junio de 2015, y la cual cerró operaciones un año después. A pesar que la

fábrica se inauguró con gran festividad y el visto bueno de PROESA, (Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones

de El Salvador) eso no impidió que la fábrica cerrara operaciones y dejara sin el pago de sus prestaciones a cientos de per-

sonas que laboraban en la empresa.

Según PROESA, la empresa era de capital estadounidense, generó 350 empleos y esperaba generar 1.200 en los próximos

seis meses de su inauguración. Manufacturas Magdalena fue legalmente inscrita en el Centro Nacional de Registros el 24

de junio del 2014. La compañía invirtió 10 millones en su nueva planta y se estableció con un capital social de $2,000 y sus

administradores fueron: Luis Fernando II Barillas Lemus, administrador único propietario y representante legal (de ciudada-

nía guatemalteca) y Bruce Lee Masters, administrador único suplente (ciudadano norteamericano).

El Ministerio de Economía le otorgó a la empresa beneficios como la exención de impuestos, según el acuerdo 263 del Mi-

nisterio de Economía del día 13 de marzo del 2015, que fue publicado en el Diario Oficial. No obstante, la empresa tenía

como contrapartida la obligación de cumplir con leyes y reglamentos de carácter laboral y de seguridad social a favor de las

trabajadoras y trabajadores los cuales no cumplió.

Manufacturas Magdalena estaba instalada en la Zona Franca Internacional, departamento de La Paz, (conocida como

Olocuilta) e inició exportaciones de faldas y pantalones vía el Puerto Matías De Gálvez de Guatemala hacia Fort Lauredal,

Florida, EE.UU. La ropa elaborada en la compañía, ya fueran faldas, shorts o chaquetas eran para las marcas estadouniden-

ses Joey B y Maurices, las cuales se vendían en diversos almacenes de Nueva York y Canadá, alguno de ellos son: Fred Me-

yer, Joyce Leslie, Beus y Kohl´s. En ese tiempo el salario de las operarias y operarios era de $210.90 al mes, $7.03 diarios.

En el desarrollo de la empresa Manufacturas Magdalena llegó a tener alrededor de 700 empleadas/os, sin embargo, el per-

sonal siempre resintió las malas condiciones laborales, ya que la presión era alta. “Para ganar $5.00 de bono en la semana

había que cumplir altas metas de trabajo, lo que implicaba quedarse horas extras. Los dueños y los ingenieros exigían bue-

na calidad y producción y por eso los supervisores nos presionaban”.

Fuente: mujerestransformando.org; entrevista realizada a bordadoras a domicilio

Redacción: Licia Rivera

Edición: Patricia Portillo

Esto motivó a un grupo de trabajadoras y trabajadores a or-

ganizarse y con el apoyo de la Federación de Asociaciones y

Sindicatos Independientes de El Salvador (FEASIES) el

29 de noviembre del 2015 se formó el sindicato, una

seccional por Manufacturas Magdalena y también se

formó una directiva de 5 trabajadores/as. Según los

empleados todo iba bien, pero, de manera sorpresiva

se les notificó que la Manufactura solamente tenía

contratados a 15 personas, de 674 que laboraban en la

empresa, y que el resto eran empleados de Blue Hawk

Apparel Production, una compañía que utiliza el

outsourcing, es decir, contratación indirecta. Esto con-

fundió a los empleados ya que muchos declaran que

recibían sus pagos a nombre de Manufacturas Magda-

lena S.A de C.V e incluso sus constancias eran emitidas

por el departamento de Recursos Humanos de la em-

presa.

De esta forma, Manufacturas Magdalena alegó que los

miembros de la directiva no eran empleados suyos,

uno de los motivos por lo cual el sindicato no prosperó.

De igual forma, días después se notificó que las 5 perso-

nas que formaban la directiva habían sido despedidas.

Asimismo, la sociedad llamada Blue Hawk Apparel Pro-

duction fue inscrita legalmente en el Registro de Comer-

cio de El Salvador el 5 de mayo de 2015, domicilio de

Olocuilta. Entre la finalidad social de esta empresa des-

taca “la administración y negociación de recurso humano

para la prestación de diferentes servicios que requieran

la contratación directa, indirecta o mediante outsour-

cing, en las diferentes actividades productivas en el país

y fuera de este para lo cual podrá solicitar a las autorida-

des nacionales o municipales permisos y concesiones

para el cumplimiento de dicha finalidad.”

Esta sociedad fue constituida con un capital igual al de

Manufacturas Magdalena, dos mil dólares. Los jefes de

esta compañía eran: Elbin Eduardo Martínez Santos, em-

presario de nacionalidad guatemalteca, y Edwin Estuardo

Grijalva Estrada, también guatemalteco.

El nombre de esta sociedad en español se podría traducir

como “Producción de Ropa Halcón Azul.” En la fábrica Manu-

facturas Magdalena S.A de C.V. la mayor parte del personal

(el 97.8%) que trabajaba confeccionando ropa en dicha plan-

ta tenía su relación laboral- patronal con Blue Hawk Apparel

Production S.A de C.V. y no con Manufacturas Magdalena

como se esperaba, pero las trabajadoras nunca fueron infor-

madas de quién era realmente su empleador. Blue Hawk

Apparel era además el propietario de las máquinas de coser

de Manufacturas Magdalena S.A de C.V.

Alameda Industries S.A de C.V cierra operaciones en Guatemala

Al igual que en El Salvador, Alameda Industries S.A. de C.V. una empresa guatemalteca, que podría llamarse hermana de Ma-

nufacturas Magdalena, después de siete años de funcionar en la ciudad de Mixco Guatemala, cerró operaciones en octubre de

2015. Al igual que en El Salvador, esta sociedad gozaba de los beneficios autorizados por el Ministerio de Economía de dicho

país para operar como maquila exportadora bajo la Ley de Fomento y Desarrollo a la Actividad Exportadora y de Maquila que

otorga beneficios fiscales durante un período de 10 años

Con el cierre de esta fábrica más de 800 personas quedaron sin trabajo, y sin el pago de sus prestaciones: indemnización y

pago de salarios. Alameda Industries S.A de C.V había reducido el número de trabajadoras(es) de 1300 a 800 en Abril de 2015,

casi al mismo tiempo que se abrían 350 puestos de trabajo en Manufacturas Magdalena S.A de C.V en El Salvador, quizás co-

mo una estrategia para seguir con la producción de la ropa.

Bruce Lee Masters, norteamericano, era el representante legal de Alameda Industries S.A de C.V de Guatemala y también ad-

ministrador único suplente de Manufacturas Magdalena S.A de C.V. en El Salvador. Representantes de Alameda Industries S.A

de C.V. señalaron que la empresa no iba a cerrar operaciones sino que esta fue saqueada y destruida por personal operativo

de la empresa y personas externas. Sin embargo, el Ministerio de Gobernación a través del viceministro señaló que no hubo

robo ya que la administradora de la maquila autorizó que los trabajadores extrajeran bienes en compensación de su pasivo

laboral.

Un grupo de trabajadoras(es) de Alameda Industries, ya habían denunciado, antes del cierre, que se estaba realizando trabajo

forzoso diario de más de tres horas que no eran pagadas como extras, pago incompleto de aguinaldos, no pago de vacaciones

y bonos, lo cual era una dinámica de la empresa.

Como parte de una estrategia bien planificada de la empresa Manufacturas Magdalena, en una operación planeada el 19 de

febrero de 2016 la empresa despachó al personal más temprano del usual, alegando que iban a fumigar toda la planta y las

trabajadoras deberían de sacar todos sus objetos personales de la fábrica. Los propietarios tanto los de Manufacturas Magda-

lena S.A de C.V dueños de la materia prima y productos, como los de Blue Hawk Apparel Production dueños de las máquinas

de coser, vaciaron la fábrica durante el fin de semana y se llevaron todo a Guatemala, lo cual fue confirmado por Aduanas de

El Salvador.

El 22 de febrero de 2016 el personal encontró la fábrica cerrada y ningún representante de la empresa que les diera alguna

explicación. Manufacturas Magdalena cerró dejando a más de 600 personas sin el pago de sus salarios, indemnizaciones y

otras prestaciones, incluyendo el pago de AFP y Seguro Social, el cual era descontado a los empleados y empleadas, pero no

era trasladado a las instituciones respectivas.

Al consultar a representantes del Equipo de Investigaciones Laborales, quienes realizaron esta investigación sobre el cierre de

estas fábricas, y la Concertación por un Empleo Digno para las Mujeres, CEDM, lamentan que desde la instalación de estas

maquilas allá por los años setenta, el cierre sorpresivo de fábricas sin el pago de prestaciones sea una práctica común en este

sector.

De igual forma exigen a las instituciones responsables de velar por los derechos de la población trabajadora a ser más vigilan-

tes con estas empresas y de ser posible quitarles los beneficios de que gozan, cuando violen los derechos laborales.

A la fecha de esta investigación en 2016 y 2017, y según los investigadores las más de 1500 personas que quedaron cesantes

en estas dos empresas: Manufacturas Magdalena en El Salvador y Alameda Industries de Guatemala, todavía esperan por un

milagro, para que les paguen lo que por derecho les corresponde, sus salarios y sus prestaciones.

Fuente: Informe Cierres Fraudulentos de Fábricas de maquila: Manufacturas Magdalena y Alameda Industries,

El Salvador y Guatemala, 2016-2016. Equipo de Investigaciones Laborales