42-el misterio del albergue del eco

5/12/2018 42-El Misterio Del Albergue Del Eco

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No se permite la reproducclon total 0parcial de este libro, ni el registroen un sistema informatico, ni la transmlsion bajo cualquier forma 0atraves de cualquier medio, ya sea electronico, meciinico, por fotocopia,por grabacion 0por otros metodos, sin el permlso previo y por escrito delos titulares del Copyright.

Titulo original:The mistery of echo lodgeTraducci6n: Margarita CavandohEditada en lengua inglesa por:BANTAM BOOKS INC. New York. 1985 Edward Packard, 1985 llustracrones: Bantam Books Inc. 1985All rights reservedCHOOSE YOUR OWN ADVENTURE.en marca registrada por Bantam Books, Inc.ELIGETU PROPIA AVENTURA.en marca registrada EDITORIAL TIMUN MAS, SA Barcelona. Espana. 1987Para la presente versi6n y edici6n en lengua castellanaLS.B.N. 84-7722-077-8Editorial Timun Mas, S. A Castillejos, 294. 08025 BarcelonaImpreso en Espana - Printed in SpainImpreso en: Grafos, S.AD.L B-38.585-1987

A Bill Foley,mi esquiedot de Sierra,una persona muy especial


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Una ligera nevada cae esa manana de diciem-bre cuando llegas a la estaci6n de autobuses dellago Tahoe. Esperas pasar las mejores vacacio-nes invernales de tu vida. Tia Sadie dijo quetendrias mucho tiempo libre en su albergue paraaprender a esquiar.Entras en la estaci6n y miras a tu alrededor.Supones que te recoqera Rusell Lyons, el conser-je del albergue. Ves a un hombre pequefio senta-do en un banco, leyendo el diane. Lleva unagruesa chaqueta de cuadros y gorra con orejeras.+Disculperne -dices-, les usted Rusell?EI peri6dico desciende lentamente. EI hombrete contempla a traves de sus gafas con monturade metal. Parece rondar los ochenta afios.- De modo que Sadie me ha conseguido otracria de ciudad a la que hay que ensefiarle todo-dice Rusell-. Mano de obra barata. Eso es 1 0que ocurre cuando estas sin blanca, nada escomo en los viejos tiempos. [Vamos!Sigues a Rusell hasta el exterior del edificio ysubes a una vieja camioneta de color morado encuyo lado se lee: SADIE, ALBERGUE DEL ECO.-lQuien esta sin blanca? -preguntas mientrasel conserje entra la marcha.-Sadie esta a punto de quebrar -explica Ru-sell-. Actualmente, hay mas cancelaciones quereservas. jEstoy seguro que se debe al maleficiode los paiute!Subitarnente, Rusell se desvia de la carreteraprincipal y toma un camino de montana.

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Pasa a Ja pagina 3.


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3Te gustaria saber en que consiste el maleficiode los paiute, pero no te atreves a preguntarselo

a Russell. Parece un hombre muy hosco. Tal veztia Sadie te 1 0 explique. Viajas en silencio, con-templando el impresionante paisaje. .+Hernos llegado +dice Russell, y frena delantede una empinada escalera de piedra.El albergue principal, casi oculto por los altospinos, es una estructura de dos plantas construi-da en piedra y madera de secoya. La chimeneade piedra asciende por una pared, y en tome aledificio principal ves cuatro chales pequefios. Sustechos inclinados soportan una copiosa acumula-cion de nieve y de los aleros penden cararnbanos.-Sube -dice Russell-. Ire a aparcar.Arrastras tu bolsa por la empinada escalera yentras en el vestibule.-jTia Sadie! -Jlarnas, y miras a tu alrededor.Sadie se acerca en sequida.+Bastara con que me llames Sadie +dice, altiempo que te abraza con fuerza-. Has llegado enel preciso momento. La telefonista me abandonoesta manana -mientras Sadie te guia hacia sushabitaciones privadas, reparas en una mujer ru-bia, menuda y revestida de rojo que te observa-.Adernas +susurra Sadie, cerrando de un porta-zo+, anoche tuvimos un corte de energia y roba-ron el reloj de diamantes de la condesa Maria.Heidi y yo necesitamos ayuda, desesperadamente.-lQuien es Heidi? -preguntas a Sadie.- Yo -grune una voz a tus espaldas -. lY Hiquien eres?

Pasa a fa pagina 9.


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Pasa a fa pagina 99.

" ii!II

IL___ ~

Abandonas el camino arrastrando los pies ysubes por la ladera que conduce a la cabana. SiHeidi esta am, la avalancha la matara.Al otro lade de un pequefio grupo de arboles,divisas un edificio desvencijado. Apoyado en unapared y semicubierto de nieve hay un tobogandeteriorado por la intemperie. Espias por unaventana; el interior de la cabana esta oscuro ydesordenado. Das la vuelta hasta el agujero don-de deberia haber una puerta.-jHeidi! -gritas.Desde un angulo de la estancia te llega unsonido apagado. Heidi esta ahi, atada y amorda-zada. Le destapas enseguida la boca y desatas lascuerdas.-jCuanto me alegro de verte! -farfulla-. jEsefalso hechicero me ha dejado aqui para que memuera congelada!-Hawkins no es un falso hechicero -dices y tesorprendes al oirte -. jEs un peligroso charnangris! Ha subido a la cumbre para desencadenaruna avalancha que arrasara esta cabana y el AI-bergue del Eco. [Heidt, Hawkins tiene poderessobrenaturales!-No digas disparates -te reprende Heidi-.Tiene ese peligroso halc6n asesino. Por medio deel, me oblig6 a entrar en la cabana.

- i,Lleva consigo al halc6n? -inquieres preocu-pada-. Eso significa que Russell tendra proble-mas. Ha ido a la cumbre a buscarlo.-En marcha -propone Heidi.


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6Giras a la izquierda y gritas:-jRussell! jRussell!Obtienes como (mica respuesta tu propia voz,que retumba pavorosamente. No haces ruido al-guno hasta que el sonido cesa. Reina el silencio ytu voz es reemplazada por el gemido que oistelIegar desde la hoguera.Ya que a traves de los altos pinos apenas entrala luz de la luna, casi no ves deride andas.Pisas un terreno cubierto de hielo y te sujetas auna rama para recuperar el equilibrio.-Por aqui -murmura una voz-. Me he torcidola rodilla.Bizqueas en la penumbra. Russell esta tendido

en un pequefio barranco que conduce al torrente.- Tendras que ocuparte de los espiritus-dice-. Despues volveras al albergue para pedirayuda. [Escuchame bien! L1ena de agua la can-timplora y apaga totalmente la fogata.-Creo que no debe dejarte solo -declaras, ysujetas la cantimplora con manos temblorosas.-jTienes que hacerlo! -insiste Russell-. Vetede una vez. Me recuperate.Aprietas con mas fuerza la cantimplora cuandovuelves a oir el gemido procedente del despefia-dero. Crece a medida que te acercas al torrente.i,Tienes valor suficiente para ir sola al despefiade-ro? Tal vez deberias ir al albergue y pedir ayuda.

Si retornas el despeiiedeto,pasa a Japagina 27.Si marchas en linee recta hasta eJ aJbergue,pasa a Japagina 94.

7Repites exactamente 1 0 que has oido por tele-fono.Heidi frunce el cefio.- Pasare la noche en la camioneta -dice-. Rus-sellia ha utilizado todo el dia y no creoque nadieIe haya podido meter mano.Despues de la cena te reiines con Heidi en lacamioneta para montar guardia. Es una nochelarga y fria. No se acerca nadie.La manana siguiente os tumais para desayu-nar, a fin de que en todo momento haya alguienen la camioneta. A las diez en punto Russell,Heidi y til partfs hacia el aeropuerto.-Me quedare en la camioneta mientras til y

Russell vais a la terminal a buscar el equipo-dices a Heidi.Intimamente, abrigas la esperanza de convertir-te en la herolna de este misterio.Heidi y Russell se pierden en el interior delaeropuerto y til te dedicas a mirar a los pasajerosque entran y salen. Estas segura de que la mujerque acaba de aparcar frente a ti perdera su avion.Clava el freno, se apea de un saito y abre elmaletero. Retira una maleta marron, cierra degolpe y corre hacia la terminal. Mientras se aleja,te das cuenta de que la mujer te resulta conocida.Contemplas el aterrizaje de un avion y te olvt-das de la mujer. Pocos minutos despues, Heidi,Russell y el equipo de esquiadores se acercan a lacamioneta y cargan el equipaje. Cuando Russellarranca, ves que la mujer saca el coche marchaatras, Debio de perder su avion.

Pasa a Japagina 60.


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9Das media vuelta para mirar a la rubia delvestfbulo. Ahora esta vestida con un modele mo-rado estampado con flores, y luce una pelucanegra. No tienes la menor idea de como se lasmqenio para entrar en la suite de Sadie.-Es la hija de mi sobrina -te presenta Sadie-.Ha venido a ayudarnos durante sus vacaciones.-Hmmm -murmura Heidi con escepticismo-.i,Sabes cumplir ordenes?-Depende de quien las de -respondes.-Si trabajas conmigo, las doy yo -replica Hei-dl-. Soy la detective del Albergue del Eco. Me heretirado despues de una larga y distinguida carre-ra en la Interpol, la Pollcia Criminal Internacio-nal. -Una sirena ululante interrumpe su parla-mento-. [Fuego! -grita Heidi-. Algo arde en elalbergue. Evacua el primer piso mientras me ocu-po del comedor.Heidi te empuja hacia el vestfbulo y subes co-rriendo por la escalera principal. Llamas a laspuertas y das voces, pero la mayorfa de las habi-taciones parecen estar vacias. Al !legar a la habi-tacion 223, oyes una radio y agua que corre.Llamas a la puerta. No obtienes respuesta.Intentas hacer girar el porno. La puerta tieneechado el cerrojo. i,Debes bajar a la recepcion enbusca de una !lave 0 abrir la puerta por la fuerza?

La sirena sigue ululando.Si bajas a la recepci6n a buscer una llave,pasa a la pagina 12.

Si abres la puerta par la fuerza,pasa a la pagina 17.


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10- Yo no creo en chamanes ni el maleficios-dices a Russell-. Le pedire a Heidi que meayude a encontrar el halcon.Abandonas a toda velocidad la habitacion 223 ybajas. Heidi esta en la puerta del vestibulo yobserva a un hombre que parece estar esperandoa que alguien 10 lleve en coche,La llamas y empiezas a contarle 10 ocurrido enla habitacion 223, pero te interrumpe y dice seca-mente:-Ahora no tengo tiempo para esas cosas. Creoque muchas personas sufriran si esos dos se salencon la suya.Seriala un camion matron que se ha detenido a

la vera del camino. EI hombre sube a la cabina yel vehfculo arranca. Heidi recoge su chaqueta dela tumbona.- iAdonde va? -quieres saber.-A la Cumbre del Eco. [Deprisal -exclama, yte hace sefias para que la sigas.La siques hasta el aparcamiento y subis a la ca-mioneta. .- iQuienes son? -preguntas cuando arranca.-Desconozco al pasajero, pero el conductor esFlame Mulligan, un especialista en explosivos. En1963, cuando yo trabajaba para la Interpol, Mu-lligan destruyo un chale en Suiza.-iPor que?-Por dinero -responde y vira en una curvacerrada-. Lo contrato un competidor del propie-tario.- iLo hizo volar por los aires? -inquieres.

11- Yo no creo en pajaros que se esfuman ni en

habitaciones en las que aparecen fantasmas -di-ces a Russell-. Subire.Das media vuelta y te diriges a la escaleraprincipal. Russell te sigue, pero una mujer conabrigo de piel 10 sujeta por el brazo.-Ya puede guardar el equipaje en mi coche-dice la mujer.Desde arriba de la escalera, ves aRussell carga-do con las maletas de la mujer mientras intentacruzar el umbral.Corres pasillo abajo y te detienes delante de lahabitacion 223. No recuerdas haber cerrado lapuerta, pero ahora 10 esta. Haces girar el porno.

El cerrojo esta echado. Tendras que ir ala recep-cion a buscar una llave.Estas a punta de bajar la escalera cuando oyesun leve crujido al otro lado de la puerta. EIcorazon te da un vuelco. Alii hay algo 0 alguien.Apoyas la rnano en el porno de bronce. Estavez gira facilmenta. Abres la puerta. No das credl-to a 10 que ves. Russell esta sentado ante elescritorio. Quedas petrificada en el umbral.-iComo entre? -preguntas vacilanta-. Acabode verlo salir con el equipaje de una cliente.- Pasa -dice Russell sin quitarte ojo de enci-ma-. Cierra la puerta y sientate. Te hablare del

pajaro gris.

Si cierras la puerta y te sientaspasa a la pagina 6 2 :Si echas a correr en diteccion el vestibulapasa a la pagina 10d.asa a la pagina 71.


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12Bajas corriendo hasta el vestibulo vacio yechas un vistazo a las casillas de la corresponden-cia, situadas detras de la recepci6n. [Alli esta la223! Con un poco de suerte habra una llave en lacasilla. Tu rnano toca algo metalico, pero 1 0 quesujetas no es una llave. Es un reloj de pulsera demujer, con brillantes incrustados. [Debe de ser elque Ie robaron a la condesa! Lo guardas en elbolsillo y te vuelves hacia la centralita.Supones que podras hacerla funcionar. Si lla-mas a la habitaci6n 223, es posible que quien laocupe responda. Te colocas los auriculares yen-chufas una clavija en la toma de la 223. [Pero yahay una clavija conectada!-En la primavera, Sadie habra tenido que de-jar el negocio -dice una voz masculina-. Organi-zaras las cosas para que manana, cuando Russelltraiga el equipo de esquiadores del aeropuerto,sufran un accidente.A continuaci6n oyes la serial para marcar. Loshues pedes vuelven a entrar en el albergue. Tienesque contarle a alguien 1 0 que oiste por casualidade informar de que has encontrado el reloj. LEnquien puedes confiar? Sadie ya esta bastantepreocupada por 1 0 mal que van las cosas. Podriasdedrselo a Heidi, pero no estas segura de que seauna persona competente. Parece algo rarilla.

Si decides habJar con Heidi,pasa a Ja pagina 15.St pteiieres contetselo a Sadie,pasa a Ja pagina 25.


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14-Quiero quedarme y trabajar con Heidi -res-pondes a Sadie-. No creo en las amenazas demuerte ni en los maleficios.Sadie suspira y anade:-Te ruego que tengas cuidado.-Manos a la obra, pequefia -dice Heidi-. Te-nemos mucho que hacer.La sigues por una puerta trasera hasta el apar-camiento.-Lo primero que tienes que hacer es lavar lacamioneta -dice Heidi.-A rni no me parece una tarea para investiga-dores -comentas.-Por algo hay que empezar -replica Heidi, y

te entrega un cuba y una esponja-. iManos a laobra!S610 has trabajado unos minutos cuando oyesun grito extrafio que procede de la zona arboladadel otro lade del camino. Aunque no ves a nadie,vuelves a oir el gemido. Es como si alguien estu-viera herido.Tiras la esponja en el cubo, cruzas corriendo elcamino y te abres paso aplastando los matorra-les. Te internas cada vez mas en 10profundo delbosque, quiada por los gritos. Finalmente hacesun alto.Cuando te detienes, los gritos tambien cesan.


15Heidi acaba de entrar en el vestfbulo y estahablando con el senor Yarman, uno de los hues-pedes.-iHeidi! -susurras-. Acabo de oir. ..-Ve a la lavanderfa y cuenta las toallas -diceHeidi-. Aquf tienes la Ilave.-Pero ... pero ...-jVete! -insiste Heidi y sefiala pasillo abajo.Abres la puerta en la que hay un cartel que diceLAVANDERIA,y cuentas las toallas.Heidi entra y cierra la puerta a sus espaldas.-Buen trabajo -afirma-. Sabes cumplir 6rde-nes. Lamento haberte despachado asf, pero tenfaque apartarte del vesttbulo -anade Heidi frun-

ciendo el cefio=. Creo que Yarman es el respon-sable de los problemas que afectan a Sadie y nodeseaba que oyera 10que querias contarme.-No querfa -confirmas-. Por casualidad, ofuna, conversaci~n telef6nica en la que alguiendecia que el equrpo de esquiadores sufrira mana-na ~n accidente en su viaje hacia el albergue. Esposible que alguien intente estropear la camione-taoAh, tambien encontre esto. Estaba en la casillapara la correspondencia de la 223 -Ie entregas enreloj de pulsera.-Va sabia que el rejoj estaba ahi -dice Heidi-.Lo puse yo misma. Lo encontre esta manana enla habitaci6n de Yarman. La noticia sobre elequipo de esquiadores me preocupa. i,Que dijoexactamente la persona que llam6?

Pasa a l a p agin a 7.


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L... --:------------------~

17Apoyas la mane en el porno, tensas el cuerpo yte lanzas contra la puerta. Al hacer contacto, la

puerta de la habitaci6n 223 se abre de par en pary caes al suelo, de bruces. [Alguien quit6 el cerro-jo mientras tU estabas ahl!En la habitaci6n no hay nadie. Te levantas. Laradio sigue sonando al maximo volumen y oyes elagua dela ducha. Te apresuras a cerrar la puertade una patada, recordando las normas de seguri-dad contra incendios que aprendiste en la escuela.-iFuego! -gritas, y aporreas la puerta delbafio+. [Todo el mundo afuera!Como no hay respuesta, abres la puerta. Vesque la puerta de crista I de la ducha esta entrea-bierta. EI agua sale a raudales. Sobre el agua flotauna pluma. Cierras el grifo, recoges la pluma ysacas del estante una toalla doblada.Al arrojar la toalla iii suelo para que absorba elagua, ves que algo aparece entre sus pliegues. Teagachas y recoges 10 que parece ser un huese-cillo.En ese momento oyes un suave aleteo a tusespaldas. Agachada,te vuelves torpemente endirecci6n al ruido. En 10 alto de la puerta secierne un halc6n gris. Sus ojos ambarinos temiran fijamente, como si se dispusiera a atacar.Levantas un brazo instintivamente para proteger-te la cabeza, mientras el pajaro sale disparadohacia ti. Sus afiladas garras te rasgan el brazo,pierdes el equilibrio y caes sobre el agua quean ega el suelo. Cuando logras ponerte en pie, elpajaro ya se ha ido a la otra habitaci6n.

Pasa a la pagina 28.


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18 19Te calzas las raquetas y sigues a Russell. Laascension es ardua. Por fin llegais a otra zona dedescanso, en medio del camino. EI coche deHawkins esta aparcado a un lado.- Tal vez Heidi siga ahi -dices.-Lo dude -opina Russell-. Estoy convencidode que 1 0 siguio hasta donde pudo, pero no llevaraquetas para andar por la nieve.Russell estaba en 1 0 cierto. Compruebas que elasiento posterior del coche esta vacio.-Subiendo por esa ladera hay una vieja cabana=anade Russell, y sefiala a la derecha-. Supongoque se ha cobijado all i, Quiero que vayas, en-cuentres a Heidi y regreses a la camioneta.-lY usted que piensa hacer?-Ir a la cumbre para ocuparme de Hawkins.-iPues no ira solo! -protestas y mir~asa aquelhombre menudo y anciano-. [No podra ocuparsede Hawkins usted solo!-No estate solo -afirma Russell en voz baja-.Mi espiritu animal 1 0 acechara conmigo. Vete yaa la cabana. [Raptdol La cabana esta en el cami-no de avalancha que apunta al albergue.Sin esperar tu respuesta, Russell arrastra lospies cuesta arriba.Es tan viejo, piensas mientras 1 0 ves desapa-recer en un recodo del camino. iNo podra ocu-

parse el solo de Hawkins! Es posible que Heidino este en la cabana. lQue debes hacer?

No cejas un palmo a medida que Hawkins seacerca.-jAparte al halconl -Ie gritas-. Quiero hablarcon usted.Hawkins asiente, alza los brazos hacia el cieloplomizo y dice:-EI esplritu halcon tiene que cumplir otratarea.Sorprendida y aliviada, ves que el halcon 50-brevuela inmediatamente el barranco y gana cadavez mas altura hasta desaparecer.-Quiero hablar -repites.Hawkins se acerca esquiando.-Ya es demasiado tarde para las palabras. EIpajaro blanco se dispone a emprender el vuelo.-Sus ojos negros centellean-. No se puede dete-ner la fuerza de la naturaleza.Uegas a la conclusion de que esta chalado.leomo hablar con un chiflado? [Ojala llegaraRussell! lQue pudo haberle ocurrido?-Russell tambien es un charnan -declaras osa-damente-. En este preciso momento esta aqui,en la montana, y contrarrestara su poder maligno.

Si vas a fa cabana a buscar a Heidi,pasa a fa pagina 4.Si sigues a Russell hasta fa cumbre,pasa a fa pagina 64. Pese a fa pagina siquiente.


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20Un gesto burlon tuerce el rostro de Hawkins.- Elespiritu halcon ha sido enviado para ponerco to a las intromisiones de Russell -dice, y selleva la mana al cinturon y saca una daga curva-da. Las esperanzas de que Russell te rescate seesfuman-. Muevete -ordena Hawkins-. Bajapor aht +sefiala un saliente que hay debajo y a laizquierda de donde te encuentras-. EI pajaroblanco saldra a tu encuentro alli mismo.Las pesadas raquetas te impiden echar a co-rrer. Te deslizas y caminas por la escarpada pen-diente. Debajo de ti, en la ladera, se alza unedificio ruinoso. Debe de ser la cabana de la quehablo Russell. Mas abajo, aparece el grupo de

edificios que componen el Albergue del Eco.Hawkins esta loco de atar. [Te ha puesto direc-tamente en la trayectoria de la avalancha!



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23S610 percibes un debil susurro a tu derecha. Tevuelves, asustada. Un halc6n gris te contempla

desde la rama de un pino. EI coraz6n te da unvuelco. Sigues internandote en el bosque. Losgritos vuelven a oirse. S610 cesan cuando te de-tienes. Cada vez que haces un alto, aparece elhalc6n ... que espera y observa en silencio.Cae la noche. Estas cada vez mas cansada,pero no te atreves a hacer un alto porque sabesque aparecera el halc6n. Los gritos te enloque-cen. jAllf no hay paz!Cuando te encuentran, ya has perdido la cor-dura.Fin


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24AI dia siguiente, Heidi y tl1 hablais con la po-l icia.-No tendremos dificultades para detener aYarman -dice el polida-. Carece de motivospara ocultarse. Cree que Heidi ha muerto y orga-niz6 las cosas para que su muerte pareciera acci-dental. Por eso lanz6 uno de sus esquis montanaabajo.-i,Por que acornpafio a Yarman? -preguntas aHeidi-. i,Quien es este individuo?-Yarman me apuntaba con un arma; por esome oblig6 a conducir -explica Heidi+. Es ban-quero en San Francisco y uno de los propietariosde la Hosteria Hoja del Arce, el principal compe-

tidor de Sadie. Pretendia arruinarle el negocio.Te oy6 decirle a Sadie que habias encontrado elreloj de la condesa en mi casilla y se dio cuentade que yo no Ie quitaba ojo de encima. Veras,aquella manana encontre el reloj en la habitaci6nde Yarman.-Sospecho que me he quedado sin trabajo-dices.-Nada de eso, podras ocuparte de la cantrall-tao EI ana que viene quiero que te ocupes conmi-go de la seguridad del albergue. Creo que tienesdotes naturales para este trabajo.~i,Tambien me ensefiaras a esquiar? -pre-guntas.-Por supuesto -responde Heidi y palmea tuescayola. Sonrle y anede -: jSe que paraesotienes dotes naturales!

Fin

25-jSadie! -exclamas mientras corres haciaella-. [Encontre el reloj de la condesa en la casi-lIa de la habitaci6n 223!-jQue extrafio! La 223 es la habitaci6n deHeidi -comenta Sadie y te 1 0 quita de las manos.Una idea atraviesa rapidarnente tu cerebro. Talvez Heidi rob6 el reloj. Quizas sea ella la respon-sable de que ocurran tantas cosas' extrarias.- Y eso no es todo -anades-. Un hombre dijopor telefono que manana, el equipo de esquiado-res, sufrira un accidente.-i, Un accidente? -susurra Sadie-. [Otra vez elmaleficio de los paiute! _-i,Que maleficio?-EI ana pasado, mientras hacia planes paraconstruir el Chale Norte, recibi una nota porcorreo que decia que ese solar era terreno tribalsagrado. Aseguraba que, si se construia el chale,el albergue serfa visitado por los espfritus del mal.-No te 1 0 habras creido, i,verdad?+Russell pertenece a la tribu del rfo Pit y creeque no debemos ignorarlo.-Sadie, sospecho que alguien intentara averiarla camioneta 0 algo por el estilo -aseguras-.i,Quieres que la vigile?-No -responde Sadie-. Le pedire a Heidi quese ocupe de ello. Preferiri'a que tu arreglaras las

habitaciones 0 que ayudaras al jefe de cocina.i,Que escoges?Si arreglas las habitaciones,pasa a la pagina 38.Si ayudas al jefe de cocina,pasa a la pagina 74.


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27Te armas de valor para volver al despefiadero.Partes el hielo que cubre la orilla del torrente y

hundes la cantimplora en las gelidas aguas. Salesdel barranco y te diriges al despefiadero, EI gemi-do se torna mas insistente. La fogata es extrana.Llamas azules acarician las piedras y des de elcentro salta por los aires una fuente de chispas decolor naranja."Te apresuras a vaciar el contenido de la can-timplora sobre las chispas. Las lIamaradas seapagan en cuanto las toea el agua. EI gemidocesa. Solo queda un helado montfculo de cenizagris.En el camino de regreso donde dejaste a Rus-sell, bus cas una rama resistente.-No pienso dejarlo aqui -aseguras-. Podre-mos volver al albergue si se apoya en mi y utilizaesta rama como baston.EI descenso es lento. AI acercarte al aparca-miento del albergue, ves a un grupo de huespe-des delante del Chale Norte.- c:Que ha ocurrido? -inquieres.-Algo extrafilsirno -responde Sadie-. Olmosun gemido espantoso y cuando salimos a ver quepasaba, vimos que un halcon se arrojaba contrala ventana del chale =sefiala el ave que yacemuerta sobre la nieve y se estremece-. Se golpeohasta morir. -Sadie os escudrifia-. c:Donde esta-bais? i,Por que Russell anda con baston?-Es una larga historia -respondes-. Russell tela contara en cuanto entremos y Ie vendemos larodilla.

Fin


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28Te cubres el brazo con una toalla limpia y vasrapidarnente a Ia habitaci6n en pos del halc6n.jEl ave no aparece por ninglln lado! Miras en elarmario y debajo de la cama. El halc6n ha desa-parecido. [No es posible! La puerta sigue cerra-da... y tiene echado el cerrojo. Y las ventanastarnbien estan cerradas.Subitarnente, la sirena cesa y el albergue quedaen silencio. En medio del silencio te das cuentade que la radio, que sonaba con todo su volumen,ha dejado de oirse.Abandonas la habitaci6n y bajas corriendo laescalera. El braze te sigue doliendo. Ves queSadie conversa en el vestibule con un hombre

que no parece muy contento. Russell esta en laentrada principal, junto a unas maletas.Te acercas a Sadie y dices en voz baja:-Sadie, tengo que hablar contigo.-jAhora no puedo! Estoy hablando con el se-nor Hawkins.-jSadie, es muy importante! -insistes.Te sientes total mente desvalida. Esta ocurrien-do algo extrafio. Tienes que averiguar quien re-serv6 la 223 y quien es el propietario de un avetan peligrosa. Hay que atraparla antes de queataque a alguien mas. i,Deberfas volver a inte-rrumpir a Sadie? Miras hacia la puerta. Tal vezRussell pueda ayudarte.

Si abordas nuevamente a Sadie,pasa a fa pagina 72.Si habfas can Russell,

pasa a fa pagina 47.

29-De acuerdo -dices a Russell-. Esta noche irecon usted al Salta de los Enamorados.-Bien. Nos encontraremos junto al almacen.[No comentes nada con nadie!Cuando esa noche el reloj del vestibulo da lassiete, te pones la chaqueta y sales en busca de.Russell. El anciano lIeva una linterna, una cuerday una mochila a la espalda. Te entrega un par deraquetas para andar por la nieve.Sujetas las tiras de cuero a tus botas yavanzastorpemente un paso.Russell sonrie.-Pronto te acostumbraras -comenta, y em-prende el ascenso por el sendero detras del al-

bergue.



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30- i,Que es un chaman?-Un hechicero que tiene poderes sobrenatura-les -explica Russell-. Nosotros, los miembros dela tribu, considerarnos a Hawkins como un cha-man gris. Utiliza sus poderes para hacer el mal.Ha amenazado con utilizar los espiritus contraSadie.-i,Por que?-Afirma que Sadie construy6 el Chale Norteen terreno sagrado. Antafio, todo esto era terre-no tribal.-La verdad es que usted no cree en 1 0 sobrena-tural, los esplritus, los chamanes y todas esassupercherfas, i,verdad? -acotas.-Sf que cree -asegura Russell-. Y Hi tambiendeberfas creer. EI halc6n que te atac6 ... era elespiritu pajaro de Hawkins. Consigue su poder atraves del halc6n -hace una pausa. Luego ana-de-: Hawkins reivindlca su inmortalidad.-jPero eso es irreal! -piotestas.-Aquello que es irreal tambien es real-declaraRussell.- i,Por que permite Sadie que se hospede en elAlbergue del Eco?-Por miedo. EI afio pasado Ie neg6 alojamien-to y el tejado del Chale Este se derrumb6.-Pues yo no cree en chamanes grises, ni en

rosas, ni...-Heidi tampoco cree y por eso esta en peligro.Las tacticas de la Interpol no pueden hacer nadaante un charnan gris.

Pasa a fa pagina siguiente.

31Lo miras y lentamente te haces cargo de la si-tuaci6n.-Soy un charnan de la tribu del rio Pit -decla-ra Russell y asiente con la cabeza. Sus ojos grisesse c1avan en los tuyos-. Estoy decidido a. perse-guir a Hawkins, pero necesitare ayuda para res-catar a Heidi. i,Quieres acompafiarrne?

Si accedes a ecompeiisrlo,pasa a fa pagina 101.

Si prefieres no ir,pasa a fa pagina 68.


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I!IiII\I!

Una vez en la comlsaria te enteras de que elhombre que sujetaste es, en realidad, el copropie-tario de la Hosteria Hoja de Arce, el principalcompetidor de Sadie. Tanto el como Flame Mulli-gan hacen una confesion completa sobre su in-tento de sabotaje contra el albergue de Sadie.

-De modo que el maleficio de los paiute noexistia -comentas con Sadie al regresar al alber-gue-. lndudablemente, tus problemas los provo-caron seres humanos concretos, no espfritus.Sadie te mira muy seria y extiende el brazo.Cuando se arremanga el jersey te quedas sinaliento.El brazo de Sadie presenta las marcas de lasgarras del halcon.

Fin


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34 35Estas en el aparcamiento, junto a un coche viejo.-Metete en el asiento trasero -ordena el hom-bre armado y sube a tu lado. Karen y el otrohombre ocupan el asiento delantero.- LAdonde me llevais? -preguntas, intentandomostrarte mas serena de 1 0 que estas.-AI, dale una respuesta ala chica -pide Karenal conductor.- Todos los que vienen a Tahoe deben visitar elLago -responde Al con tono burlon-. Te llevare-mos a dar un corto paseo en barco.- iEstamos en diciembre y el lago estara conge-lado! -exclamas.-EI Tahoe no se congela nunca -insiste AI-.

Es demasiado profundo e lnhosplto.Conduce el coche por una calle lateral hasta elembarcadero.-jFuera! -ordena tu compafiero de asiento, yte empuja con el arma.

-jDejelo en paz! -dices al cocinero-. [Esta en-fermo!-jFuera, fuera! -grita el jefe de cocina, queagarra la caja y la pone fuera.Su actitud te saca de quicio.-jEI gato estaba perfectamente bien hasta queprobe su sopa! -exclamas.En cuanto pronuncias esas palabras, las piezasdel rompecabezas comienzan a encajar: Karenvertic algo en la sopa, algo damno, y se es-furno.-jMocosa atrevida! -chilla el jefe de cocina.-Espere un momento -dices mientras aferrassu brazo-. Creo que Karen anadto algo nocivo ala sopa. Por eso el gato enferrno, esta intoxi-cado.-jTonterfas! -afirma el cocinero-. Vuelve a tutrabajo.-jNo! [Tiene que avisar a los huespedes queno tomen la sopa!-jNunca hare semejante cosa! [M! reputa-., IcIon....-Pues entonces 1 0 hare yo.-Ni 1 0 intentes. Si te atreves, Sadie perdera sujefe de cocina y no habra quien prepare la cena-amenaza.No quieres agravar la situacion de Sadie. Talvez no fue la sopa 1 0 que afecto al gato, aunqueno puedes descartar esa posibilidad.

Pese a Ja pagina 40.

Si avisas a Jos huespedes,pasa a Ja pagina 37.Si te pones a peJar patatas,pasa a Ja pagina 105.


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37Te apartas del cocinero y entras en el co -medor.-jPor favor, no probers bocado! -gritas, perohas llegado demasiado tarde.Los comensales estan despatarrados en las si-llas, sin conocimiento.- i,Que ocurre? -pregunta Mary.-Karen echo una droga en la sopa -respondes.-i,Por que?-Creo que en este preciso momento la res-puesta esta atravesando la puerta.Mary da media vuelta y sigue tu mirada. Dosenmascarados retienen a punta de pistola al coci-nero. Hacen sefias para que Mary y t11os acer-queis.-Sen taos -dice uno de los hombres con la vozdeformada por la mascara. Tornais asiento anteuna mesa vada-. Vigflalos mientras voy a buscarsu almuerzo.Pocos minutos despues, sale de la cocina conuna bandeja en la que transporta tres cuencos desopa.-jComed! -ordena.

Pasa a Ja pagina 41.


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38 39-Ante todo-arreglare las habitaciones +respon-des a Sadie.-Me parece bien -dice y te entrega un llave.-ro-. La ropa blanca esta en la lavanderia, en elpasillo y mas alla de la centralita.Corres hacia la lavanderia. Desesperas de en-contrar la llave correspondiente cuando oyes unsuave chasquido. [Hay alguien en el interior! Teaplastas contra la pared, en la sombra, cuando lapuerta se abre.Heidi sale de la lavanderia y pasa por tu lado.lPor que estaba allf? Desconcertada, entras en lalavanderia y sacas una pila de toallas del estante.Entonces descubres un telefono empotrado en unpanel de la pared. iEs posible que Heidi fuera laotra persona que hablaba por el telefono de la223? iAI fin y al cabo, encontraste el reloj depulsera en su casillero! Quizas trabaja secreta-mente en contra de Sadie.Regresas al vestibulo. Heidi esta de pie junto ala chimenea y charla con un rubio que parece unlevantador de pesas. Ambos van vestidos de es-quiadores. Te preguntas si ese es su complice.Mientras los' observas, Sadie sale de su suite.

-iSadie! -exclama Heidi-. EI senor Yarmanquiere recibir lecciones de esqui, Esta tarde 1 0llevare al Rancho Secoya.Sospechas que no iran a esquiar, sino atrazarnuevos planes para sabotear el Albergue del Eco.Aunque tal vez sea descortes que te invites a timisma al rancho, no permitiras que se salgan conla suya.- iPuedo ir? -preguntas a Sadie-. A mi tam-bien me gustaria aprender a esquiar.-Supongo que no hay ningun inconveniente-dice Sadie-. Hoy no esperamos nuevos huespe-des. En mi suite encontraras el equipo para es-quiar.EI hombre te mira colerico y Heidi parece muylncornoda.

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40-Es una pena que no puedas ver el LagoTahoe a la luz del dia -se burla Karen-. Es un

espectaculo maravilloso. Pero nunca se sabe, talvez sobrevivas hasta manana.Al te empuja hacia una lancha grande que estaatracada. Subes a bordo y los dernas te siguen.Po cos minutos despues, el motor grune. La lan-cha tiembla a medida que se interna en ellago os-curo.-lPor que haceis esto? -preguntas y te prote-ges las orejas con el cuello de la chaqueta-. lQuetenets contra Sadie?-Nada personal -responde el hombre arrna-do-. Se trata de una cuesti6n puramente corner-cial. Como el negocio invernal en Tahoe no dapara la Hosteria Hoja de Arce y para el Alberguedel Eco, el Albergue del Eco tendra que pe-recer.EI aire es glacial mente frio. Sabes que el Tahoees el segundo lago mas profundo de EstadosUnidos. Y es frio. Si pretenden arrojarte por laborda, podrlas tener la sensatez de sal tar ahora,antes de alejarte demasiado de la orilla. Eres unabuena nadadora y tal vez logres regresar.

Si decides saltar,pasa a la pagina 90.S! permaneces en la motora,pasa a fa pagina 110.

41Al recobrar el conocimiento ves a Sadle a tulado. En el albergue reina el caos. Algunos hues-

pedes aun estan atontados y otros se han recupe-rado y estan furiosos; todos han sido robados.Heidi se ha puesto en contacto telef6nico con lapolicia local.Al anochecer, la mayorla de los huespedes hanpagado la cuenta y se han marchado. Sadie estasentada junto a la chimenea, revisando el reogistro.-Los Bryant y los Tompkins partiran por lamanana -dice-. Eso significa todos menos lacondesa.-jLa condesa! -exclama Heidi-. [No estabaen el comedor!-Claro que no =afiade Sadie-. La condesadesayuna a las once y nunca almuerza.



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43EI halcon es tetrico. Sus ojos amarillentos tecontemplan sin pestafiear. Te incorporas con

suma lentitud y, al hacerlo, el ave se aproxima.Respiras hondo para apaciguar el panico queinvade tu cuerpo e intentas avanzar centimetro acentimetre hacia el bosque. EI ave te corta elpaso. Te desplazas hacia ellado opuesto, pero elhalcon te detiene.Sus ojos amarillos son casi hipnoticos, Intentasquebrar el hechizo mirando el suelo. Pero 1 0 la-mentas.j En el centro del cfrculo para la fogata hay unmenton de cascabeles de crotalos, las temiblesserpientes de cascabel! [No solo dos 0 tres, sinoun menton! Junto a ellos reposa una larga plumagris.Gritas y te incorporas para echar a correr. EIhalcon emprende el vuelo y agita freneticamentelas alas alrededor de tus hornbros y de tu cabeza.Cuando el halcon acerca sus garras a tus ojos,levantas un brazo para protegerte la cara. Sindejar de chillar, te obliga a retroceder hacia elborde del despefiadero.Como la pareja india de hace un siglo, te caesdes de el despefiadero conocido como Saito delos Enamorados y encuentras la muerte. EI foren-se 1 0 considera un accidente de montana. Solo

Russell tiene una vaga idea de 1 0 que real menteocurrio.EI maleficio de los paiute se ha cobrado unavictima.Fin


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44-Asf es -asevera Russell-. EI halcon es la

fuente del poder del senor Hawkins.- i,Lo considera responsable de los problemasde Sadie?-No me cabe la menor duda -responde Rus-sell-. Hawkins dice que Sadie construyo el ChaleNorte en terre no sagrado.- i,Es verdad?-No 1 0 se con certeza, pero estoy decidido aponer fin a su destruccion.-Ese es el trabajo de Heidi -opinas-. Es unaprofesional cualificada.Russell mira en lontananza y agrega:-Los detectives aprenden a rastrear el mal

humane en este mundo. La amenaza que rondael albergue pro cede de otra fuente y esfera. PercHeidi no me hace caso cuando se 1 0 explico.Contemplas al hombre bajito y enjuto percfuerte. Es evidente que cree a pie juntillas en 1 0que sostiene. i,Estara loco?


45Una vez en el albergue, comprueban que tilsalud no ha sufrido mas dane que el provocado

por la exposicion a condiciones cllmaticas adver-sas y te lIevan a la cama.La manana siguiente tomas asiento, cubiertapor una manta, junto a la chimenea del vestibulo.Heidi confirma que todos los huespedes fuerondrcgados y atracados. Tardaron varias horas enrecobrar el conocimiento.Cuando comprobaron que habias desapareci-do, la policia emitio un parte. Afortunadamente,la noticia apareclo en el telediario y un adolescen-te espabilado explico que vio a alguien que coin-cidla con tu descripcion en el muelle, en cornpa-nfa de tres adultos. A continuacion, todo fuesobre ruedas. Los agentes aguardaban junto alcoche de Al cuando el trio lIego al muelle.-Mientras estaba en el embarcadero cref quemorlria congelada -dices a los reunidos a tualrededor-. De hecho, creo que nunca consegui-re entrar en calor.-Se exactamente que necesitas -afirma el co-cinero-. Un buen plato de sopa caliente. Mi sopaes irresistible.-Mucho mas que irresistible -respondes y Iededicas una sonrisa-. Su sopa deja fuera de com-bate.

Fin


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46 47-jNo 1 0 dejes escapar! -grita Mary.Corres hacia la puerta en pos del caco, pero noes necesario apelar a actos heroicos. En su prisano ve la caja con el gato, apoyada en el primerescal6n. Tropieza y cae escaleras abajo, golpean-dose la cabeza en el ultimo escal6n.Cuando llegas a su lado, ves que esta tan fuerade combate como los huespedes en el comedor.Entras en el albergue y llamas a la policia.-Los dos pistoleros hicieron una confesi6ncompleta -te explican mas tarde los polidas-.Fueron contratados por un hombre de negociosde San Francisco que ha invertido dinero en laHosteria Hoja de Arce, el principal competidor

de Sadie. Ese hombre intentaba arruinarle el ne-gocio.-Mi reputaci6n se habria deteriorado -diceSadie.-i,Que se sabe de Karen? -interviene el coci-nero.-Es una quimica de la zona de la Bahia -res-ponde Heidi-. La policia de San Francisco la estabuscando.-Me alegro -asegura el jefe de cocina-. Estu-vo a punto de estropear mi prestigio como coci-nero.-Tengo hambre -dices-. i,Hay algo bueno decomer por aquf?-Estoy calentando una sopa recien preparada-ofrece el cocinero.-Paso -respondes-. Prefiero un piruli,

- i,Quien ocupaba la 223? -preguntas a Rus-sell.- i,La habitaci6n en la que aparecen fantasmas?-inquiere esbozando una sonrisa-. Heidi es launica persona que tiene agallas suficientes paradormir en ella.-i,Que significa una habitaci6n en la que apa-recen fantasmas? -te interesas.-EI invierno pasado, un periodista de SanFrancisco se hosped6 en la 223.Oy6 ruidos extra-nos y su maquina de escribir desapareci6. Regre-s6 a la ciudad y escribi6 un articulo muy negativosobre el Albergue del Eco.-Bien, el periodista puede sumar a su lista unhalc6n muy agresivo y una pequefia inundaci6n+aflrrnas. Le muestras a Russell los profundosrasgufios de tu brazo y Ie cuentas 1 0 sucedido. Amedida que hablas, la expresi6n de Russell dejade ser divertida para volverse preocupada-. Porcasualidad, i,sabes que es esto? =afiades y Iemuestras el huesecillo.

FinPasa a fa pagina 57.


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48-jTal vez la condesa vio lIegar a los atracado-res! +afiade Heidi-. EI Chale Norte da al aparca-miento. Hablemos con ella.Recorrels la corta distancia que os separa delchale, Heidi llama a la puerta.-jAdelante! -grita la condesa.Abres la puerta. La condesa esta viendo unaserie policiaca por televisi6n. A su lade esta en-roscado el gato blanco y negro.-jHeidi, ese es el gato! -exclamas.-jSilencio! -exige la condesa y sefiala la pan-talla-. [Estan acusando a un inocente! JEIasesinoes ese hombre alto! -Molesta, apaga el televi-sor-. Estas series de detectives son demasiado

simplistas; hasta un nino podria resolverlas. Porfavor, sentaros.Heidi y tl1 tomais asiento en un sofa bajo. Elgato se despereza y se dirige a ti. Ronronea alfrotarse contra tu pierna.-Le caes bien a mi gato -comenta la conde-sa-. Hoy pense que se habla perdido. Prequnte ados hombres muy desagradables que estaban enel aparcamiento si 1 0 habian visto, y estuvieron apunto de atropellarme con el coche.-jLos hombres! -se sobresalta Heidi-. i,Puededescribir a esos individuos 0 el coche?

Pasa a /a pagina 54.


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50+Has venido para ayudar a Sadie -prosigueRussell-. Aprenderas mis costumbres y juntossuperaremos la fuerza maligna.-jUn memento! -exclamas-. Tambien puedoayudar a Sadie trabajando con Heidi. No se sicreer en todo 10que acaba de decirme.Los ojos grises de Russell se clavan en lostuyos.-No te queda otra opci6n. EI halc6n te atac6.Ahora eres su presa. Si no trabajas conmigo, elhalc6n destruira a Sadie a traves de ti.Te preguntas si tienes valor suficiente paradesafiarlo. Hay algo que esta arruinando el nego-cio de Sadie. iSe trata de algo de este mundo 0

de otro? iSera verdad que el halc6n te ha escogi-do como blanco?

Si optas por trabajar con Russell,pasa a Ja pagina 55.Si prefieres trabajar con Heidi,pasa a Ja pagina 10.

51S610 tardas unos minutos en cambiarte.-En el rancho podras alquilar el equipo -diceSadie y te entrega dinero.Le das las gracias y sigues a Heidi y el senorYarman fuera del albergue.Viajals en silencio hasta el rancho para esquia-dores. Heidi y el senor Yarman te esperan juntoal escaparate de la tienda, mientras alquilas elequipo. EI cielo se nubia cuando vais camino deltelesilla. Hay muy pocos esquiadores en las la-deras.-Aquf tienes el billete del telesilla -dice Heidi yte entrega una tarjeta verde.+Pequefia, bajarse del telesilla es diflcil- te

avisa el senor Yarman-. Preparate para apeartecuando yo te diga.Ocupas tu asiento y Heidi y el senor Yarman seacomodan detras. La panorarnica desde el telesi-lla es aterradora.Subitamente, el senor Yarman grlta:-jPreparada! [Salta ya!Aunque tienes la sensaci6n de estar demasiadolejos del suelo, obedeces. Caes en linea recta. iEIsenor Yarman te tendi6 una trampa! JEItelesillasigue montana arriba!Estas ilesa, perc la fuerza de la caida ha abiertoel imperdible que sujetaba tu billete. Estas a pun-to de prenderlo de nuevo en la chaqueta cuandoves algo rojo en el reverso. Se trata de la palabraSOCORRO ... [escrita con lapiz de labios!Por consiguiente, Heidi no es una conspirado-ra... y necesita ayuda.



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52+Cuenterne la historia del Saito de los Enamo-rados -pides a Russell mientras subis por el sen-dero.-Hace un siglo, se enamoraron un guerreropaiute y una doncella washo. Hacia cientos deanos que los washo y los paiute eran enemigos yse prohibi6 a la pareja todo contacto. Buscaronun lugar de encuentro secreto en 10 alto deldespefiadero. Un dia, un explorador paiute losdescubri6 y esa misma noche hicieron un pacto.En lugar de estar separados en vida, prefirieronestar unidos en la muerte. Saltaron abrazadosdesde la cima y encontraron la muerte cientos demetros mas abajo. Sus cadaveres aparecieron en

el lugar donde actualmente se alza el Chale Norte.Te estremeces y subes sin dificultad los ultimosmetros.-Recogere lena -dice Russell-. Organiza uncirculo de piedras para proteger nuestra hoguera.Russell se pierde en el bosque y trabajas a laluz de la luna, acornodando piedras en circulo.Subitamente, notas que cerca de ti hay algo. Tevuelves con lentitud. A tu espalda te observe,inm6vil, un corpulento halc6n gris.Tu primer impulso es correr en busca de Rus-sell, pero la raz6n te indica que la aparici6n delhalc6n s610 es una coincidencia.

Si intentas quitarte de encima el ave,pasa a la pagina 93.Si permaneces en el despeiiedeioen compeiik: del ave,pasa a la pagina 43.


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54-Ya 1 0 creo -responde la condesa-. En mi

infancia me ensefiaron a ser observadora. EI co-che era un sedan verde de dos puertas, con ~Iparachoques delantero derecho abollado, dos re-trovisores a los lados y taplceria imitaci6n piel deleopardo. Matricula de Nevada mlmero XVID530.Heidi sonde.-Condesa, manana tomara el desayuno en lacama. [Un detalle de la casal-Querida, nunca antes de las once. Y te ruegoque envies algunos arenques ahumados paraSherlock =afiade y acaricia amorosamente al mi-nino.-Sherlock -repites en voz baja-. Ahora com-prendo.

Fin

55-Creo que no comprendo bien de que se tratatodo esto, pero quiero ayudar a Sadie -respon-

des a Russell-. i,Que quiere que haga?Russell extiende hacia ti su mana nudosa. Vesen la palma el huesecillo que encontraste.- Tienes que destruirlo.-Entonces no es un simple fragmento de plas-tico -dices y te 1 0 quedas.-No, es el cascabel de un cr6talo. Los paiutelos utilizaban en sus ritos funerarios. Traen lamuerte si no se destruyen. Esta noche celebrare-mos una ceremonia de incineraci6n. Iremos alSaito de los Enamorados. Debemos enterrar elcascabel en terreno sagrado.- i,Que es el Saito de los Enamorados? -pre-guntas con el cefio fruncido.Russell se levanta y se acerca a la ventana.-Queda alia arriba -dice y sefiala un despefia-dero cortado a pico que se eleva por encima de lacarretera-. Esta noche te contare la historia.- i,C6mo lIegaremos? -inquieres, no demasia-do deseosa de oir la respuesta.-Escalaremos, pero no por la ladera -respon-de-. En la cara norte hay un sendero que losmios utilizaron durante siglos. Nos reuniremos alas siete detras del albergue.Te estremeces. EI crepusculo arroja oscurassombras sobre las cumbres y el viento ulula. Laparte racional de tu ser rechaza la explicaci6n deRussell.

Si accedes air, pasa a la pagina 29.S! te niegas, pasa a la pagina 75.


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57Russell se mueve con presteza y te 10quita de-Ia mano.-No se -responde-. Parece un tr020 de plasti-co de algo que se hubiera roto -se obliga asonrelr-. Tal vez te golpeaste la cabeza al caer enel suelo mojado y en vez de ver estrellas ves pa-jaroso-Entonces explfqueme por que encontre esto=afiades colerica y Ie muestras la pluma.-S610 es una pluma -afirma e intenta apode-rarse de ella.Retiras la mano antes de que pueda alcanzarla.-Va se que es una pluma -dices indignada-.Evidentemente, usted no me dira que ocurre.Volvere a la 223. iAlguien tiene que ocuparse delpajarraco!-iNo subas! -suplica Russell-. Se debe al ma-leficio. Deja que Heidi maneje la situaci6n.Te gustaria saber de que tiene miedo Russell.


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58Remas freneticarnente hacia las luces. En laorilla hay un embarcadero y a un costado pen de

una escala de cuerdas. Asciendes deprisa y correshacia el edificio. Un hombre uniformado respon-de a tu Hamada.[Has Hegado a un puesto de guardabosques! EIhombre te hace pasar y te da una manta y unataza de te caliente. Mientras entras en calor,cuentas tu historia al guardabosques y a su com-pafiero.Los hombres se miran claramente sorpren-didos.- c:No me creels? -preguntas-. c:Sabeis quienes el hombre que me dijo que fuera hacia el oestey quien es Nancy? No loqre encontrarla.-Claro que la encontraste -responde pausada-mente uno de los guardabosques-. Nancy es elbote que te trajo aqui, Y el ingles era el capitanDick, Richard Barter, un ermitafio que vivi6 mu-chos afios en la isla. Fue el quien construy6 la ca-pilla.-En ese caso, tendremos que devolverle elbote -opinas.-Sospecho que sera imposible -dice amable-mente el guardabosques-. EI capitan Dick seahog6 una noche de mil demonios, cuando elNancy perdi6 el rumbo. Eso ocurri6 hace mas decien afios. Jarnas se encontr6 su cuerpo ... , ni subote.


59-Acabo de recibir otra llamada telef6nica-dice Sadie y se reline con Heidi y contigo.- c:Otra amenaza? -la interroga Heidi.-SI -responde Sadie-, pero esta vez no soy yola amenaza -y te mira.- c:Una amenaza dirigida a mi? -preguntasmientras el corazon retumba en tu pecho.-Asl es +susurra Sadie-. Es posible que tuvida corra peligro. Abandona el albergue.-Tranquila -interviene Heidi-. Seamos racio-nales. Si te dejas convencer por los conspiradoresde que el maleficio de los paiute es autentico, 10perderas todo.-jNo puedo correr ese riesgo! +exclarna Sa-

die-. Russell dice que los chamanes tienen gran-des poderes. [Y en el primer piso habra unhalconl- c:Que es un chaman? -quieres saber.-Es un miembro de una tribu que posee pode-res sobrenaturales -explica Sadie-. El sefiorHawkins 10 es. Obtiene sus poderes de su espirituanimal, el halc6n. Por eso Ie pedi que abandona-ra inmediatamente el albergue.- c:Crees que fue Hawkins quien me amenaz6?-preguntas.-No estoy segura -responde Sadie con vozcansina-. Querida, la elecci6n esta en tus manos.c:Quieres quedarte ... 0 volver a casa?

Si decides quedarte,pasa a la pagina 14.Si resuelves volvet a casa,pasa a la pagina 89.


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60Como la camioneta esta repleta, te sientas so-bre las maletas durante el viaje de regreso al al-bergue.- Tal vez esa llamada telef6nica 5610 pretendiaasustarnos -murmura Heidi.Estas desconcertada. Cam bias de posici6n y tepreguntas que podria ocurrir. Subitarnente 10sabes.- iDe quien es esta maleta marr6n? +pregun-tas a los esquiadores.Varios niegan con la cabeza y uno se encoge dehornbros. [Nadia es propietario de esa maleta!-jRussell, pare la camioneta! -gritas.Abres rapidarnente la puerta corredera. Coges

la maleta y la arrojas desde el borde de la carrete-ra al barranco. A mitad del camino se convierteen una bola llameante.-jCaray! -exclama Heidi-. LC6mo te distecuenta?Le hablas de la mujer del aeropuerto.-Era Yarman disfrazado -comentas con Hei-di-. Sabia que su rostro me resultaba conocido.Yarman debi6 de ariadir la mal eta al equipaje delos esquiadores.-Es uno de los propietarios de la HosteriaHoja de Arce, el principal competidor de Sadie=anade Heidi-. Querian arruinarle el negocio-te pal mea el hombro-. A pesar de todo, eresbastante observadora.-Hago 10 que puedo -respondes.

Fin


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62Lentamente, sin apartar la mirada de Russell,

cierras la puerta de la 223.+Acercate ysientate -insiste.-No 10 entiendo -dec1aras y entras paso apaso en la habitaci6n-. lQue sabe sobre el hal-c6n? le6mo consigui6 subir tan rapido? lPorque se asust6 cuando Ie mostre el huesecillo?- Tal vez prefieras no creer en 10 que voy adecirte -responde Russell-. Heidi no me cree ySadie no siempre confia en mis palabras. EI hom-bre que viste abajo discutiendo con Sadie, elsenor Hawkins, es un chaman, una persona conpoderes sobrenaturales.-lEs una especie de hechicero?-Hasta cierto punto, sf, pero rnucho mas po-deroso -responde Russell-. Los chamanes pue-den sanar tanto el cuerpo como el espfritu. Perolos chamanes grises utilizan sus poderes para elmal y la destrucci6n.-Ha dicho los miembros de la tribu. lEsusted paiute?-No -responde Russell-. Formo parte de losachomawi, la tribu del rio Pit. Mi abuelo erachaman.-LY usted? -inquieres preocupada.-Yo tambien tengo poderes -replica Russell.-lDe d6nde Ie vienen esos poderes? -pregun-

tas, sin creerle, pero fascinada por 10 que dice.-Los poderes proceden de la naturaleza, de upajaro, de un arbol, de un animal.-EI halc6n -dices-. Los poderes del senorHawkins deben proceder del halc6n.


63Segura de que en la orilla no podras sobrevivir,abandon.as el embarcadero y te diriges al bosque.En su hnde el viento ha apilado la nieve enpequefios monticulos. Te alegras de con tar con lalinterna. Te abres paso en medio de la maleza.Bajo la protecci6n de los pinos hace menosfrio y avanzas hasta lIegar a una zona pelada.Parece un buen sitio para preparar un lecho. Nopuedes seguir caminando porque estas agotada.. ~ormitas y 5610 piensas fugazmente en la posi-blllda.d de que pueda haber ani males salvajes.DespI~:tas sobresaltada, convencida de que algoha crujldo a corta distancia.Te incorporas y sigues avanzando, abriendote

paso entre los arboles hasta llegar a un pequefioclaro. EI haz de luz de la linterna apunta a unpequefio edificio de madera parecido a una ca-pilla.. Te ~cercas. _Parece muy viejo; tal vez tengacien anos 0 mas. Las ventanas no estan cubiertasy la puerta se encuentra parcial mente abierta.Los hierbajos que se yerguen sobre el umbralobstruyen la entrada.A pesar de que parece poblado de fantasmassin duda el edificio estara mas caliente que unlecho de agujas de pino. Logras atravesar el um-bral y miras a tu alrededor. No hay nada, salvo

un altar de madera en una plataforma elevada.Te sientas en un rinc6n y dormitas, pero nopor mucho tiempo.-jHola, camarada! -dice una voz surgida de lanada.



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64Das a Russell otro minuto de ventaja y luego Iesigues camino arriba. Aillegar a 1 0 alto de la lornano ves a nadie. Tendrias que haber ido a lacabana. EI viento gime y te arroja nieve al rostro.Te preguntas hacia donde debes torcer para bus-car a Russell cuando a tu espalda suena subita-mente un grito aqudo. Te vuelvesrapidarnente y miras hacia arriba.El halcon gris traza circulos

65sobre tu cabeza y se aproxima cada vez mas.Lo mas aterrador es que ves a Hawkins que seacerca esquiando desde el otro lade de la lorna.Echas un rapido vistazo al bosque de pinosachaparrados de tu izquierda. Es posible que losarboles te protejan hasta cierto punto del halconque baja en picado, pero no te arnpararan deHawkins. Te preguntas si deberias hablar con el.Tal vez puedas convencerlo y lograr que ahuyen-te al feroz halcon.

Si intentas hablar con Hawkins,pasa a la pagina 19.Si prefieres correr hacia los pinos,pasa a la pagina 79.


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676Abres la puerta y entras. En la sala resuena latelevision, pero no ves a nadie. Te acomodas enun butacon y te dispones a esperar.+Pequefia, eres muy astuta -dice una voz a tusespaldas.T e vuelves yves a Karen, que sonde.- Iremos a dar un paseo +afiade, al tiempo queIlegan dos hombres de la cocina, uno de loscuales em puna un arma.+En marcha -dice el hombre armado y teempuja por una puerta trasera por la que se salede la cocina.

Te detienes y das media vuelta. Aunque la vozno te resulto conocida necesitaras ayuda.Se acerca un guardia de seguridad previsto deuna linterna y te pregunta:-lQuien eres y que haces aquf?Le explicas 10 ocurrido en pocas palabras.-Creo que todos los habitantes del Alberguedel Eco fueron drogados con la sopa y a conti-nuacion atracados.- Tienes razon -afirma-. La noticia ha corridocomo un reguero de polvora. Entra y averiguare-mos quien reserve la habitacion en la que teretuvieron. lPodras identificar a la mujer?-Sin la menor duda -respondes y 10 sigues atraves de una puerta trasera-. lDonde es-tamos?-En la Hosteria Hoja de Arce, en Lago TahoeSur. Soy guardia de seguridad aqui.Te gufa pasillo abajo hasta el vestibulo. Tras larecepcion hay una puerta con un cartel en el quese lee PRIVADO.-Entra en el despacho de direccion y espera-dice sefialando la puerta-. Echare un vistazo alregistro.

Pasa a la pagina 34.Pasa a la pagina siquietite.


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68-No -respondes-, creo que Heidi sabe cuidar

de sf misma. Nadie la obligo a subir a ese coche.Adernas, no creo que el halcon fuera un espfrituen forma de pajaro. Creo que se trata del animalde compafiia de alguien y que ha sido adiestradopara atacar.-En ese caso, ire solo a detener el vuelo delpajaro blanco.Frunces el cefio y afiades:-No era blanco, sino gris.-El pajaro que yo busco es blanco y 10 encon-trare cerca de la cima -insiste Russell.Se vuelve y abandona el vestfbulo sin pronun-ciar una sola palabra mas.Esa noche, durante la cena, Sadie observa queRussell y Heidi no estan,- Me gustarla saber donde se han metido -co-menta-. Prefiero que esten en el albergue duran-te las tormentas de invierno. Una emisora deradio pronostico una avalancha en la cima.-Russell ha ido a la cima para detener el vuelodel pajaro blanco -Ie dices entre bocado y bo-cado.Sadie se vuelve para mirarte y repite:- lEI pajaro blanco? El senor Hawkins mencio-no un pajaro blanco al pagar la cuenta y marcharse.- lQue dijo? -inquieres preocupada.-Creo que dijo: Velozmente vuela el pajaroblanco por la neche.


69-jPero Nancy me trajo hasta aqui! -te incor-

poras de un saIto, sales y corres hasta el embarca-dero.La escala de cuerdas cuelga de un lade y suspuntas deshilachadas se hunden en las olas frias yritmicas dellago Tahoe.El bote ha desaparecido.-Vamos, te entregare a las autoridades -diceel guardabosques y te rodea con un brazo-. Silogras identificar a tus secuestradores, al menoshabras contribuido a resolver un misterio.Aunque el misterio de tu rescate en Isla Esme-ralda no tiene explicacion plausible, creeras enlos fantasmas durante el resto de tu vida.Fin


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"-No, 1 0 enterr6 -responde Heidi.-lLo enterr6? -repites desconcertada.-Desencaden6 una avalancha =atiade Heidicon expresi6n severa.La detective sefiala el cami6n marr6n aparcadoa un costado del camino y aparca detras.En una lorna mas elevada divisas a los doshombres, que manipulan un equipo.- Trazare un circulo hasta situarme a sus espal-das -dice Heidi-. Acercate tanto como puedas yprepara bolas de nieve. Cuando me oigas silbar,arr6jalas.-iSi silba sabran d6nde esta!Heidi sonrie.-Eso no ocurrira en la Cumbre del Eco.Te deslizas hacia los hombres y preparas tuartilleria. Heidi desaparece. Cuando la oyes sil- .bar, te das cuenta de que tenia raz6n. EI sonidoagudo procede de todas direcciones y retumba alos cuatro vientos.Lanzas bolas de nieve a los hombres y estoscorren en direcciones distintas. Heidi se ocupa deFlame Mulligan, pero su compinche se dirige alcami6n. Aunque 1 0 alcanzas en la oreja con unabola de nieve, sigue avanzando. Tienes que dete-nerlo. Se te ocurre una diea .. -iAtrapalo, Harry! [Sam, sujetalo por detrasl

-gritas.Tus palabras retumban y se repiten indefinida-mente. EI hombre gira, tropieza y cae sobre lanieve. Saltas sobre el y 1 0 sujetas hasta que Heidite trae una cuerda.



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72-iSadie, en el primer piso hay un halconl -la

interrumpes.-Le pedire a Russell que vaya a echar unvistazo. El senor Hawkins se va. Lleva su equipa-je al coche.Molesta porque te ha despedido con cajas des-templadas, tomas el equipaje y cruzas el vestibulohacia el aparcamiento. Hawkins te sigue.-Pon la maleta en el asiento trasero -pide.Abres la portezuela y los ves. En el suelo de laparte posterior del coche hay una pluma gris y, asu lado, varios objetos semejantes a huesos, igua-les a los que encontraste en la habitaci6n 223.EI senor Hawkins te observa con los ojos entre-cerrados. Sabes que te via mirar los huesos y lapluma y que Ie ha sentado mal. Metes la maleta ycierras de un portazo. No te da propina.Regresas al vestfbulo y te acercas a Russell.


73Te intemas en el bosque por la derecha.-iRussell! -gritas.Tu voz retumba en el bosque y se pierde,provocando un zumbido en tus oidos.Subitamente, una sombra cruza tu camino. Al-guien avanza por el sendero. EI terror te para-liza.-EstUpida cria de ciudad. [Mano de obra bara-tal -protesta.iEs Russell!-Creo que of gritar a Heidi. iQue hace aquiarriba?-Nos esta vigilando -masculla Russell-. Laencontre cuando volvfa despues de apagar la

fogata del despefiadero. Se ha torcido un tobillo.Esta por alla.Russell abandona el sendero y se intema porlos matorrales.- iCree que el maleficio de los paiute se haroto? -inquieres.-No 10 se -responde Russell-. Ya veremosque ocurre manana. Recoge ramas resistentes.



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74+Ayudare al jefe de cocina -respondes a Sadie

y te diriges a la cocina.EI jefe de cocina esta junto a los fogones,removiendo una gran olla de sopa. Junto a la pilase encuentra una mujer joven que pela patatas.-Sadie me ha enviado para que 1 0 ayude -di-ces al jefe de cocina.-Otra novata -protesta-. Ven, remueve lasopa mientras hablo por telefono -te entrega uncuchar6n-. [Y nada de probar!Sospechas que te ha adivinado las intenciones.La sopa huele muy bien y estas hambrienta. Encuanto el jefe de cocina cruza las puertas.-Me llamo Karen -dice y te quita el cuchar6nde la mano-. Yo me ocupare de la sopa.Frunces el cefio y te preguntas quien manda enla cocina.- iTienes hambre? -pregunta Karen.Te vuelves para responder y la ves probar unpoco de sopa y arrugar la nariz.-No esta mal -comenta-, pero Ie convieneuna pizca mas de condimento -se lleva la maneal bolsillo del delantal, saca un salero y murmu-ra-: La alifiaremos un poco mas. iNo tieneshambre? -insiste Karen.-EI jefe de cocina dijo ...-No te preocupes: ojos que no ven, coraz6nque no siente. iQuieres probarla?

Si respondes afirmativamente,pasa a la pagina 95.Si respondes negativamente,pasa a la pagina 78.

75-No -respondes a Russell-. No estoy dispues-

ta a ir. Me parece una locura escalar la montanapor la noche, en medio de una ventisca, a causade una maldici6n en la que ni siquiera creo.-Como quieras +afiade Russell-. Mira la hera.Hablando se nos ha pas ado la hora de cenar. Vea la cocina y pide algo para comer. Tengo quearreglar una ventana de la habitaci6n 246.Sales y vas a la cocina. Al entrar, percibes unolor a polio recien asado y recuerdas que hacehoras que no pruebas bocado.- iEres pariente de Sadie? -pregunta una ca-marera. Asientes con la cabeza-. Sientate aqui+afiade y acerca un taburete al mostrador. T epone delante un plato humeante de polio concroquetas y empiezas a comer-. Russell me dijoque cenarias tarde.Alzas la cabeza tan rapido que te atragantas.Te preguntas c6mo supo Russell que cenariastarde.



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76[Heidi necesita ayuda de inmediato! Intentaras

bajar esquiando.EI viento levanta remolinos de nieve y el cieloha adquirido un color plomizo. Dobias las rodillasy te lanzas. Te asustas a medida que ganasveloci-dad. EI panico te domina. [No sabes desviarte!Intentas girar a la izquierda, pero no 10 consigues.La patrulla te encuentra dos horas despues y tetraslada al refugio para esquiadores. Intentas con-vencerlos de que Heidi y el senor Yarman siguenen la montana, pero uno de los agentes te asegu-ra que vio una hora atras a Yarman en el refugio.EI medico te pone una inyeccion para calmar eldolor de tu pierna rota y te suben a la ambulan-cia. Cuando el vehiculo se pone en marcha, divi-sas borrosamente el rostro del senor Yarman.Sonrie. Esta solo.Sadie va a tu encuentro en el hospital.-lPor que razon Heidi te dejo sola? -inquie-re-. EI senor Yarman telefoneo para decir que nopodia regresar. Dijo que Heidi y td . os quedasteisesquiando.-Creo que Heidi sigue en la cima de la monta-na -dices a Sadie-. Sera mejor que te comuni-ques con la patrulla. Tal vez puedas convencer alos agentes de que Heidi sigue arriba.Esa noche, mucho mas tarde y en medio deuna ululante ventisca de Sierra Nevada, ingresaen el hospital otro paciente. Es Heidi, practica-mente muerta por congelacion,


77-No fui yo, sino la fuerza de la naturaleza

-responde Russell-. Hawkins murio a causa deJa fuerza maligna que el provoco, la avalancha.-lCual es su espfritu animal? -preguntas mien-tras te diriges a la cabana.Apenas has acabado de hacer esa preguntacuando ves que, algo mas adelante, la nieve estamancha?~ de sangre y_salpicada de plumas gri-ses. Alejandose de allt, hacia la zona boscosa,aparecen las huelias de las zarpas de un puma.Miras los ojos grises de Russell.-Mi espiritu animal es el puma -responde se-renamente.-jY rnato al halcon! -exclamas.-No, no es posible matar el espfritu -aseveraRussell.Sefiala el cielo plomizo. Un halcon traza circu-los sobre vuestras cabezas. Se eleva cada vezmas, hasta desaparecer.

Fin


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78+No, muchas gracias -respondes a Karen-.

Esperare a que hayan comido los hues pedes.Cuando suena la campana del comedor, Karente entrega un cuchar6n, sefiala una pila de cuen-cos vacfos y dice:+Toma. Sirve la sopa mientras yo compruebouna cosa.Karen abre la puerta trasera y un gato blanco ynegro, muy flaco, entra corriendo en la cocina ysalta sobre el mostrador.-iNo! -Ie gritas-. [Fuera de aqui!Es demasiado tarde. EI minino ha olido la sopay ya esta lamiendo un taz6n. Sueltas el cuchar6n,alzas el gate y 10 depositas en el suelo.+Metete debajo de una mesa y nadie se entera-ra +rnurmuras.S610 te falta llenar tres tazones cuando ves queel gate se tambalea como si estuviera mareado.Mary, la camarera, entra procedente del come-

dor, en busca de la sopa.-Sera mejor que eches al gato antes de que 10encuentre el jefe de cocina -dice y alza unabandeja con tazones.-De acuerdo -respondes.Te agachas para atrapar el gato pero, al inten-tarlo, da unos pasos inseguros y se desploma.Alzas el gato y acercas tu oreja a su pecho. Sucoraz6n late. i,Que Ie pasa? Indudablemente, estaenfermo. Buscas una caja y Ie preparas un lecho.La metes debajo del mostrador en el precisomomento en que aparece el jefe de cocina.- i,Que hace ese gate eh mi cocina? -protesta.


79. Te desplazas con toda la rapidez posible, hacia'los pinos achaparrados. Sabes que los esqufs deHawkins son mucho mas veloces que tus raque-tas para andar por la nieve. Te vuelves paracomprobar d6nde esta.

[Hawkins se ha detenido! En lugar de seguirte,permanece inm6vil sobre la lorna. EI halc6n tam-bien ha renunciado a su ataque y esta posadasobre el hombro de Hawkins. Ante tus propiosojO!) , Hawkins da media vuelta y sale en direcci6ncontraria.

Suspiras aliviada. [Vaya magia y poderes so-brenaturales!, piensas. Ahora tienes que encon-trar a Russell y regresar a la camioneta. Tal vezya ha dado con Heidi y han regresado a la zonade descanso, donde qued6 el vehfculo. Te sientesconfundida. i,C6mo es posible que te hayas traga-do esas tonterfas del charnan?



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80- i,Donde esta Heidi? -preguntas a Russell.-Supongo que en el comedor -responde.Corres hasta el comedor,: pero esta desierto.Mientras te preguntas donde puedes buscarla, teacercas a los ventanales que ofrecen a los comen-sales una magnifica panorarnlca de la montana. Atus pies serpentea el camino por el que lIegaste.Ves un coche aparcado junto a la escalera. AI-guien se acomoda en el asiento posterior. [EsHeidi! La ves cubrirse con una manta y acurru-carse en el suelo. i,Que hace? i,De quien es esecoche?No tardas en conocer la respuesta. Mientraspermaneces observando, el senor Hawkins baja

la escalera furibundo, se sienta al volante y arranca.- i,Que estas mirando? -giras al oir la voz deRussell.-A Heidi +respondes+. Acaba de irse en elcoche del senor Hawkins.-i,En el coche de Hawkins? -se sorprende-.i,La obliqo a ir con el?-No -replicas-. Heidi se oculto en el asientoposterior.EI rostro de Russell sedemuda.-Le dije que era peligroso, pero no me creyo.- i,Quien es Hawkins? -quieres saber.+Hawkms es un charnan paiute -respondeRussell-s, un charnan gris.


81Te vuelves de golpe. Ves a Heidi, ataviada con un sari de la India. En medio de su frente cuelgauna piedra preciosa.+En la habitacion 223 hay un halcon y una

inundacion +respondes. .-Supongo que Russell cree que se trata delmaleficio de los paiute.+No se que piensa -replicas-. i,En que cons is-te el maleficio de los paiute?-Hace poco mas de un afio, cuando las cosasiban vi en to en popa, Sadie encargo los pianos delChale Norte -explica Heidl -. Poco despues reci-bio una carta, presuntamente firmada por el se-nor Hawkins, en la que Ie decian que el solar de

la nueva construccion era terreno tribal sagradode los paiute y que en el albergue ocurrirfan cosasterribles si iniciaba las obras.-Evidentemente, Sadie no 1 0 creyo +cornen-tas- y siguio adelante con la construccion.- Russell intento persuadirla para que pararalas obras. Forma parte de la tribu del rio Pit ycree en chamanes, maleficios y cosas por el esti-1 0 . Yo la convene! de que siguiera adelante con elproyecto. Creo que alguien tiene interes en queSadie abandone su negocio.-i,Quien haria semejante cosa? -inquieres.- Mis sospechas recaen en los propietarios dela Hosteria Hoja de Arce -responde Heidi-. Sonlos principales competidores de Sadie.- i,Cree Sadie en el maleficio?

Heidi se queda con la palabra en la boca mien-tras Sadie corre hacia ti.



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82-i,Quien es Hawkins? -preguntas. Sacas delbolsillo el objeto parecido a un hueso, que encon-traste en la 223-. i,5abe que es esto?-51, es el cascabel de un crotalo -susurra Rus-sell-. Trae mala suerte. i,Donde 1 0 encontraste?-Estaba escondido dentro de una toalla de lahabitacion 223 -respondes-. Y tarnbien hay unagresivo halcon gris que revolotea por alii. Mire-Ie muestras los profundos rasqufios que te hizo

en el brazo.Su rostro se demuda de preocupacion y dice:+Quedate aqui.Atraviesa el vestibule a la carrera y sube lospeldafios de dos en dos.- Hacia mucho tiempo que no vela moversetan rapido al viejo Russell. i,A que se debe estacrisis? -pregunta una voz a tus espaldas?


83-jHola camarada! -repite la voz.Pugnas por despertar. Tardas uno s segundosen darte cuenta de donde estas. Recorres la capt-lla con la mirada. [Claro que ahi no hay nadie!Estas soriando. Vuelves a cerrar los ojos.- Llevate a Nancy y regresa a tierra firme -dicela voz, con marcado acento britanico.I1uminas con la Iinterna los recovecos de lacapilla. No hay nada ni nadie, [perc sabes que noestas sofiando!-jLo consegutras! -insiste la voz -. [Mueveteahora mismo! Nancy te espera en la orilla oeste.Cruzas el umbral tambaleandota. EI oeste,piensas. i,Por donde cae el oeste? Te secuestra-

ron en la orilla este y cruzaste ellago. Eso signifi-ca que la lancha torno rumbo oeste.Sique abriendote paso a traves del bosque, terepites. La isla no puede ser tan grande. i,Quienes Nancy? i,Quien es el ingles?Subltarnente, dejas atras los arboles. Delantede ti se extiende ellago, en su inmensa oscuridad.Recorres la orilla con la Iinterna. Aunque no ves anadie, el haz de luz ilumina un embarcadero a tuizquierda. [Junto al embarcadero, balanceandosaen el agua, hay un pequerio bote!Corres hacia la embarcacion. Parece bastantefuerte y no entra agua. Te introduces en ella yaferras los remos. Directamente ante ti divisastierra firme. Es la orilla occidental del lago Ta-hoe ... jY ves un efidicio ilumlnado!Olvidas tu fatiga y remas hacia las luces.



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85Obedeces sin pestaiiear y, sorprendida, vest6mo el anciano las ata habilrnente. Con todadelicadeza traslada a Heidi al tobogan improvisa-do y 10deja deslizar cuesta abajo.- iD6nde aprendi6 a hacer eso? -preguntas,mientras caminas a su lado.- Instruyo a los agentes de las patrullas deSierra Nevada -iesponde-. Creias que 5610soyun viejo supersticioso, ino?Te alegras de que sea de noche para que. Rus-sell no pueda ver tu turbada expresi6n.-No te preocupes -Russell rie entre dientes-.A veces, la mane de obra barata sale buena.Tarnbien podria darte algunas lecciones de esqui

si te quedas por estes parajes.-Me encantaria -respondes.Fin


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86 87Saltar serla un acto suicida. TI1 no p ~volar, pero los pollos sf. Giras para que desdacamioneta los hombres no vean que haces. - =apresuras a quitar el alambre de una jalevantas la tela metalica.-Adelante, avecillas -dices y espantas apollos.Sobresaltados, aletean y vuelan torpemente recia los vehiculos que siguen al cami6n. Dos = - -llos se abalanzan sobre el parabrisas de la c .neta, granzando con todas sus fuerzas.Abres otra jaula y sueltas mas pollos.Suenen los claxones y el trafico se interruEI camionero clava el freno. Poco despues,

policias motorizados avanzan entre los vehicatascados.

Farfullas y toses mientras la camarera correhacia el grifo para servirte un vaso de agua. Detodas maneras, el agua no puede disolver el hue.so que se te ha atragantado. Tienes totalmenteobstruido el paso del aire. Caes del taburete alsuelo.Cuando llega el medico, es demasiado tarde.Tu muerte supone el golpe definitivo para Sadie.Cierra el albergue y se traslada a San Francisco.-Aunque parezca extrafio -declara eJ medicoen la investigaci6n para el forense-, nunca V I unhueso de pollo con esta forma. Si no supiera quees imposible, dirfa que se trata del cascabel de uncr6talo.

Fin



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88El desastre es el titular del noticiario de las

once de la noche. El canal de televisi6n de Renoinforma:A las 20,23 de esta noche, el conocido Alber-gue del Eco fue arrasado por una impresionan-te avalancha que descendi6 desde la Cumbredel Eco. S610 han sobrevivido la detective delalbergue y el conserje, que en el momento delalud no se encontraban en el albergue.

Fin

89-Prefiero volver a casa -dices a Sadie-. Nocreeria en la amenaza de muerte ni en la historia

del maleficio, si el halc6n no me hubiera atacado.-Me sentire mejor si estas en tu casa sana ysalva -afirma Sadie.Esa tarde Russell te acompaiia hasta el autobusque te llevara a casa.

. -jPlacerville! -anuncia el conductor-. [Paradade quince minutes!Sigues a los dernas viajeros hasta la cafeteria.T e sientas ante la barra y miras distrafdamentehaclaafuera, cuando ves a una persona que teresulta conocida.[Es Heidi! Dos hombres la obligan a subir alasiento delantero de una camioneta roja. Divisasun destello metalico cuando uno de los hombresoculta un arma bajo la chaqueta. Sales corriendo,~ero la ca~ioneta se aleja. Consigues ver la pega-tina adhenda a la parte trasera de la camioneta.Dentro de un circulo blanco hay una verde hojade arce y a su lade escrito en bonitas letrasdoradas: HOSTERIA HOJA DE ARCE, LAGO TAHOESUR.

j Esas personas son las que, en opini6n de Hei-di, saboteaban el negocio de Sadie! Seguramentese enteraron de que Heidi sospechaba de ellas.En la acera de enfrente hay un cami6n destartala-do que acaba de ponerse en marcha. En la puertalees el r6tulo: GRANJA AVICOLA DE SMITH, LAGOTAHOE SUR.-jEh! -gritas al conductor-. iPuede llevarme?



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90Aferras con ambas manos la barandilla lateral yechas un ultimo vistazo a la orilla. Aun divisas

algunas luces parpadeantes. Te armas de valor ysaltas dando una voltereta, antes de que Al 0 elhombre armado puedan reaccionar. Chocas es-trepitosamente contra el agua helada. No hadisparos, ni confusi6n, ni el menor intento dedetenerte. 5610 percibes la aguda risa de Karen,que resuena sobre el agua.La motora da la vuelta y se dirige a la orilla. Lahipotermia no tarda en llegar. Te hundes silencio-samente hasta las gelidas profundidades del lagoque se encuentra a mil ochocientos treinta metrospor encima del nivel del mar y esta rodeado porla grandiosidad de Sierra Nevada.EI alba surge con sus gloriosos colores sobre elTahoe, el laqo de las aguas profundas, pero tI 1no 10ves.Fin


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92Mientras pemaneces alll, pensativa, experimetas una extrafia sensaci6n de mal aquero. Alzas amirada. EI halc6n permanece inm6vil en la copede un pino achaparrado y te vigila. Mas alla de

ave, cuesta arriba, ves una mura11a blanca que sedesliza hacia ti. Aterrada, intentas huir... ipero notienes d6nde refugiarte!

La (mica sefial de vida que queda despues de laavalancha es un halc6n solitario que sobrevuelala zona don de antario se alzaba un bosque depinos achaparrados.

Fin

93Te agazapas, mirando fijamente los ojos amari-1105 del halc6n. Te desplazas lentamente a la

izquierda. EI ave te sigue. Te mueves hacia laderecha. Vuelve a seguirte.Tu rnano sujeta una de las piedras del circulo.De repente sueltas un grito desesperado, te incor-poras y corres hacia la derecha, lanzando simul-tanearnente la piedra. EI ave emprende el vueloen el acto y Hi giras y te internas en el bosque.Russell ha ofdo tu grito y avanza hacia ti. Casisin aliento, Ie cuentas 10 ocurrido.-Deprisa -ordena-. Tenemos que encender lahoguera en seguida, antes de que el halc6n regrese.Te da su mochila y, sin perder un instante,acumulas las pifias y las agujas de pino que con-tiene en el circulo de piedras para la fogata.Mientras Russell la enciende buscas el cascabelen tu bolsillo.-iArr6jalo al fuego! -dice-. [Rapido!Cuando echas el cascabel, se produce una llu-via de chispas. Entre las llamas surge un gemidoextrafio, casi humano. Miras a Russell, atemorizada.-Agua -murmura y se interna en el bosque-.Ire a buscarla al torrente. [Tenernos que ahogar alos espfritus]Russell desaparece y segundos mas tarde oyesun grito que retumba en el barranco. Parece unavoz de mujer. Te levantas de un saito y corres enpos de Russell. Otro grito ... desde 10 mas profun-do del bosque. [Parece la voz de Heidi! Subita-mente, la arboleda enmudece.



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94No piensas volver sola a la fogata. Ademas, esmas importante que Russell reciba atenci6n medi-

ca. Trazas circulos a su alrededor, para que nsepa que Ie desobedeces, y desciendes por laladera rumbo al albergue. EI viento arrecia y lanieve te azota el rostro. La luna se ha ocultado ~es dlficil encontrar la senda bajo la nieve reciecafda. Cuando por fin llegas al albergue, estasagotada.Heidi acompana a los agentes de la patrullapara rescatar a Russell y Sadie te manda a tacama con una bolsa de agua caliente.Por la manana mucho despues de que hayanservido el desayuno, bajas al vestfbulo. Sientesremordimientos al ver a Russell en un si1l6n,cola pierna sobre un tabu rete.- lSe encuentra bien? -te interesas.Te mira con pesar y asiente.-No ahogaste a los espiritus. Esta noche, des-pues del ocaso, tendras que regresar sola al Saitode los Enamorados, y acabar el trabajo ... -su vozse convierte en un murmullo-, si es que siguesviva.Estas a punto de protestar, pero llegas a laconclusi6n de que mentir no servira de nada.Frunces el cefio y preguntas:- lPor que 10 dice? lC6mo sabe que no losahogue?+Porque esta manana encontre esto en lapuerta de tu habitaci6n -responde Russell y temuestra la mano.En la palma sostiene dos cascabeles blancos.

Fio

95-Tengo hambre -dices a Karen.-Lo sospechaba. - Te da una taza de sopa-.

Vete a comer afuera y asf el jefe no te vera.La puerta trasera de la cocina da al aparca-miento. La sopa esta deliciosa. EI calido sol serefleja en la nieve. Ves que un coche se introduceen el aparcamiento y que dos hombres se apean.Caminan de un modo raro. lO son tus ojos losque ven rarezas? [No puedes ver con claridad!Parpadeas para despejar tu mirada. Cuandolos hombres llegan a la escalera, estas casi sinconocimiento.- lFuncion6? -oyes preguntar a Karen.-A las mil maravillas -responde uno de loshombres-. Te sacaremos de aqui y tarnbien nosllevaremos a tu cobaya. Esta noche nos quitare-mos de encima a la cria. Volvere a limpiar elalbergue despues de que los huespedes hayantornado la sopa. -Suelta una carcajada-. jUnavez mas Sadie sufrlra el maleficio!-Han ... envenenado la... sopa -Iogras decir.Es 10 ultimo que recuerdas. Recobras el conocl-miento tendida en una cama de una habitaci6npequefia y oscura. Te incorporas y te acercas auna ventana. Afuera esta oscuro. Tienes la certe-za de que tambien drogaron a todos los que sehospedaban en el albergue. Y sospechas que, aestas alturas, ya los han atracado. Tarnbien tienesotra certeza: los problemas de Sadie no se deben.a los espfritus, sino a seres humanos de carne yhueso. lPor que?



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97Te acercas a la mesilla de noche, en la que hay

el telefono, y levantas el auricular. No oyes laserial para marcar. Han cortado el cable. [Tienesque salir de este lugar! Intentas abrir la puerta.Tiene el cerrojo echado. Regresas junto a la ven-tana. S610 una enredadera trepa por ese lade deledificio. Aunque no estas segura de que aguantetu peso, vale la pena intentarlo.Abres la ventana, te asomas y te aferras a laenredadera. Desciendes lentamente mientras laplanta cruje bajo tu peso. En el preciso Instanteen que llegas al suelo, oyes un grito:-jAlto!Te preguntas si el grito proviene de labios deuno de los hombres. Dijeron que te quitarian deen medio. Pero podria tratarse de alguien que talvez este en condiciones de ayudarte. i,Correrasese riesgo ... 0 prefieres huir?

Si corres el riesgo y respondes,pasa a la pagina 66.Si huyes, pasa a la pagina 108.


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98Explicas a los agentes el motivo por el que

soltaste a los pollos. Detienen a los hombres quesecuestraron a Heidi.- lC6mo la capturaron? -preguntas a la detec-tive.-No puede decirse que me capturaran -res-ponde Heidi avergonzada-. Comet! un error. Meoculte en la parte trasera de la cam ioneta pensan-do que Irian a la Hosterfa Hoja de Arce, pero sedirigfan a San Francisco para reunirse con otrosocio. Cuando me encontraron, decidieron regre-sar. Pensaron que si sufrfa un desdichado accr-dente de montana, mi muerte despertarfa menossospechas que si aparecfa asesinada en San Fran-cisco.-Sadie se sorprendera al verme regresar -co-mentas.-Se alegrara de verte -asegura Heidi-. Llega-remos a la hora de la cena. Creo que esta nochehay pollo a la barbacoa.-Va esta bien de pollos por hoy -afirmas-.Vayamos a una pizzeria.

Fin

99-S6lo contamos con un par de raquetas +dl-

ces-. Subasa al viejo toboqan, yo la empujare.-Haremos turnos -propone Heidi-, as! ningu-na de las dos se agotara e iremos mas rapido.El ascenso es lento. Cuando por fin Ilegais auna lorna de la cumbre, no veis a Hawkins ni aRussell.- Trazaremos un cfrculo hasta la cara oeste-propone Heidi-. Dame las raquetas -se apeadel tobogan y til te montas.~6.lo habeis recorrido un corto trecho cuandoHeIdI alza una mana y sefiala. La luna arroja unapavorosa luz ?lanca ~obre el paisaje. Debajo, enla ladera, esta Hawkins con los esqufs puestos

frente a Russell. El halcon esta posado en elbrazo extendido de Hawkins, presto para atacar.



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100Antes de que Russell pueda impedirtelo, huyes

pasillo abajo. Al lIegar a la escalera tropiezas conun trozo de moqueta suelta. Sales despedida ha-cia adelante y acabas en el suelo del vestibulo.Alguien corre desde la recepci6n a tu lado.iEsRussell! Te tapa con su gruesa chaqueta y pide aalguien que lIa~una_ambulanda.- LC6mo es ~osible que este aqui 'abajo y aliaarriba? -murm~ras-No puedo explicarselo a quien no quiere oir-responde.-Le escucho =afiades.-Escuchar y oir son dos cosas muy distintas.Te escayolan la pierna fracturadaen el hospitaldel lago Tahoe. Pasas la noche alli y Sadie va avisitarte antes de que regreses a tu casa.-Eres la unica cria que conozco que viene auna estaci6n de esqui y se rompe la pierna sinponerse siquiera los esquis -comenta mientrasfirma tu escayola.- Tal vez se deba al maleficio de los paiute-musitas.-Esa es la hip6tesis de Russell +afiade Sadieen voz baja.- LQue puede saber el sobre una maldici6nindia? -inquieres.


101-Sf, 1 0 acompafiare -respondes.Te pones la chaqueta y 1 0 sigues hasta la ca-mioneta. Nieva y el cielo tiene un color grisplomizo. Viajas en silencio, mirando c6mo loslimpiaparabrisas barren la nieve humeda. La viejacamioneta traquetea en su ascenso por el empi-nado y estrecho camino de montana. Las pregun-tas se agolpan en tu mente, incluso algunas quetemes plantear. AI final quiebras el silencio.- LAd6nde vamos?-A la Cumbre del Eco, encima del albergue-responde Russell.- LC6mo sabe que encontrara a Hawkins allf?-Porque of las ultlmas palabras que Ie dirigi6 a

Sadie. Dijo: Velozrnente vuelael pajaro blancopor la neche.-A mf eso no me indica nada. LQue significadoIe atribuye?Russell aparca en una zona de descanso ydetiene el motor.-Significa que Hawkins se propone desencade-nar una avalancha -responde solemnemente.Te sientes como si te hubieras quedado sinaire.-yborrar el Albergue del Eco del mapa -mur-muras.Russell asiente.-A partir de aqui tendremos que caminar, por-que mas arriba el camino estara atascado. -Alar-ga la mane por detras del asiento anterior, sacaunas raquetas para andar por la nieve y dice-:P6ntelas.



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103No tienes tiempo de apelar al ingenio y tontear

con los pollos. EI cami6n asciende lentamentepor la pendiente y la camioneta 10sigue a cortadistancia. S610 una barandilla metalica separala carretera del canon. Tu punteria ha de ser per-fecta.Te agachas y te preparas para saltar. No esmuy distinto a situarse en un trampolin fijo yancho, piensas. Respiras hondo y actiias. Aunquetu punterfa es perfecta, algo falla.En el momento en que saltas, el cami6n gira ala derecha para eludir una piedra del centro de lacarretera. En lugar de caer en el cap6 del coche,chocas con la barandilla, das un saito mortal ycaes ... caes hasta el fondo del barranco.EI atasco de trafico que produce tu accidentees inenarrable. Todo queda paralizado. Cuandollega la policia de carretera, Heidi consigue esca-par de la camioneta.Los hombres que la retenfan son declaradosculpables de secuestro y de dafios con premedita-ci6n. La Hosteria Hoja de Arce es clausurada de-finitivamente.;- ~os problemas de Sadie quedan resueltos.LEn cierto sentido, los tuyos tambien.

Fin


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106+No podremos detener al halc6n -musita Heidi.+Lo intentare -declaras.Arrancas la cuerda de remolque de manos deHeidi y te alejas antes de que pueda detenerte. EItobogan sale disparado cuesta abajo, hacia Haw-kins.Este te mira sobresaltado, pero te pasas de laraya y te deslizas quince metros mas antes dedetenerte. Miras temerosa hacia arriba, convenci-da de que veras a Russell sometido a un violentoataque. Pero 10 que ves es a Russell con losbrazos alzados hacia el cielo.Subitarnente, suena un rugido ahogado. De unrisco que se extiende por encima de los

42-el misterio del albergue del eco

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