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4 Pilares Imprescindibles

Para Disfrutar

Una Vida de Bienestar

Vicenta Barco – 2016 www.vicentabarco.com

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Información y Derechos

DERECHOS: Este es un informe GRATUITO pero no es de libre

distribución. Únicamente puede ser distribuido desde la dirección url:

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suscripción.

Por favor, recuerda que el éxito de cada uno depende de sus propios

conocimientos, capacidad de aprendizaje, dedicación, deseo y motivación.

Ahora bien, deseamos que el contenido de este informe te ayude a

enfocarte, poner en práctica y realizar los resultados que deseas para tu

vida.

Ninguna parte de este informe puede ser reproducida o transmitida en

ningún tipo de formato electrónico, mecánico o impreso, incluyendo

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Te doy las gracias por respetar mi trabajo

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este informe, por lo tanto te sugiero que vayas ahora a:

www.vicentabarco.com y te descargues la última versión.

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Este e-bookle ha llegado a ti por “causalidad”, porque ha sido escrito para

ti, justo para que lo leas en este momento de tu vida.

Es mi manera de agradecerte que te hayas fijado en mi página y quieras

saber que deseo decirte para poder ayudarte a vivir la vida que deseas, una

vida de plenitud y Bienestar.

Quizá no encuentres muchas cosas nuevas en él, pero espero que te ayude

a reflexionar, y te de alguna pauta que te sirva para vivir mejor de aquí en

adelante.

Me gustaría que te ayudara a transformar tu vida, a tomar las decisiones

que más resuenen contigo, para que logres, una vida balanceada, que te

llevará a disfrutar de una vida feliz.

Me llamó Vicenta Barco,

Coach Profesional Certificada con Inteligencia Emocional.

Trainer en PNL

Facilitadora de Psych-k®.

Diplomada en Orientación y Asesoramiento Familiar.

Enfermera.

Me he especializado en ayudar a las mujeres que deciden mejorar su

calidad de vida. Les enseño a creer en ellas mismas, a gestionar sus

emociones de forma efectiva y hacer que brillen viviendo la vida que

desean y merecen.

El coaching llegó a mi vida en un momento muy especial en el que buscaba

respuesta a algunas de las situaciones que yo estaba viviendo.

Sentía que mi vida se desmoronaba, mi madre había muerto poco antes

dejándome un vacio inmenso sobre todo en el aspecto afectivo, ya que mi

dedicación en los últimos años había sido bastante estrecha.

Me sentía insatisfecha con el trabajo que hacía, me encontraba fuera de

lugar (unos años antes, había dejado mi trabajo de enfermera, para

dedicarme a la empresa familiar) deseaba volver a tener un trabajo que me

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conectara con mi autentico ser y que estuviera dedicado a ayudar a los

demás. Además la empresa familiar en la que trabajaba, no iba todo lo bien

que deseábamos, con lo cual el trabajo era cada vez más estresante e

insatisfactorio.

Hoy siento la felicidad de guiar a las personas que emprenden cambios

significativos, de ayudar a expandir la conciencia, de actuar como

despertador de una realidad mejor y de facilitar la intercomunicación.

Llevo trabajando 3 años como especialista de coaching de salud y

bienestar emocional, que me permite unir dos campos que conozco muy

bien el del coaching y el campo de la salud.

He ordenado todos estos conocimientos y experiencias, los he metodizado

para que sea más efectivo de ahí ha nacido, Mi Metodo que es una

conjunción de unir el campo de la salud con el campo del coaching.

Mi Método: Coaching Bienestar, TÚ ERES 4

Te invito a que cuando hayas leído este informe, si conoces a otras

personas que crees que les puede ayudar, envíales mi enlace

www.vicentabarco.com para que se lo descarguen de forma gratuita.

Muchas Gracias por leerme y que disfrutes esta información.

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INDICE

Introducción ………………………………. pág. 6

1 Pilar: Tú Dimensión Corporal…………. pág. 9

2 Pilar: Tú Dimensión Cognitiva.……….. pág. 18

3 Pilar: Tu Dimensión

Emocional/Relacional…………… pág. 23

4 Pilar: Tú Dimensión

Espiritual/Transcendente ………. Pág. 32

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INTRODUCCIÓN

Vivir una vida de bienestar supone tomar conciencia de todas las aéreas

que están implicadas en ello, tomando como centro La Persona

La persona es tan difícil de comprender porque es una realidad compleja;

por eso es objeto de estudio de muchas ciencias sin que se logre acotar su

contenido, la medicina, la biología, el derecho, la teología, la ética, la

psicología…. Cada una de las disciplinas hace aportaciones interesantes

para comprender la totalidad compleja de la persona; pero es preciso que

se integren estos conocimientos, formando un conjunto armónico y

jerarquizado.

Centrarse en la persona como sujeto activo que crea su propia realidad,

significa superar la tentación de captar a persona de forma sesgada y

parcial.

Desde la concepción holística del ser humano, la persona no es solo un conjunto de aparatos, tejidos, huesos y venas, pensamientos y emociones es algo mucho más complejo, es un sistema integrado e indisoluble de 4 dimensiones FISICA; COGNITIVA; RELACIONAL-EMOCIONAL; TRANSCENDENTE O ESPIRITUAL. Cada uno de ellos tiene su forma propia de comunicarse y aporta un contenido fundamental al resultado total de quiénes somos y cómo nos comportamos.

De la forma en la que se integran las 4 dimensiones, ES EL RESULTADO DE LO QUE VIVIMOS COMO REALIDAD.

Como ya hemos dicho, estas 4 dimensiones, forman un sistema, de tal forma que interactúan comportándose como un todo, y cualquier alteración que se produce en uno de ellas, tiene repercusión en todos los

Cognitiva/

MentalBiologica

Relacional Emocional

Transcendente o Espiritual

Persona

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demás.

Así pues para tener una vida balanceada tenemos que atender a estas cuatro dimensiones, porque si alguna de ellas tiene un problema acabará influyendo en todas las demás. Esto es fácil de comprender, todos tenemos experiencia de que cuando por ejemplo no hemos dormido bien, tenemos mucha menos claridad mental o si tenemos algún problema, “se nos cierra el estomago” y no tenemos ganas de comer.

Todo esto lo sabemos, pero en la práctica del día a día, cuando tenemos un problema de tipo físico, tratamos de resolverlo a ese nivel nada más, sin preguntarnos el origen de ese problema y como está influyendo en el resto de las aéreas de mi vida. Igualmente sucede si el problema es a nivel de relación, o de sentido de la vida, o……. De lo que sea, lo circunscribimos ahí sin preguntarnos e ir más allá.

Vivir una vida en plenitud nos exige que tomemos conciencia de todo esto y trabajemos en todas las aéreas, pero la buena noticia es que si encontramos “el origen” de todo lo que nos sucede, como la vida es solo una, trabajando en el problema fundamental, obtendremos mejoría en toda nuestra vida.

Esto es como si se te rompe el grifo de la bañera y comienza a salir agua, en un

principio inundará el cuarto de baño, luego el pasillo, el salón, los dormitorios… si tú comienzas a quitar agua de las habitaciones, pero no arreglas el grifo, todo seguirá inundado, pero si arreglas el grifo dejará de inundarse la casa.

Las estadísticas indican que no logramos dormir lo suficiente, que comemos mal y con muchas calorías, que tomamos muchos medicamentos, y lo peor de todo, que no dedicamos suficiente tiempo a nuestros niños, a las personas que amamos. Que nos encontramos insatisfechos con nuestro trabajo, con nuestros momentos de ocio y con nosotros mismos.

Esto nos indica que nuestra vida no está balanceada y Una vida equilibrada y balanceada equivale a una vida feliz, en armonía y plenitud. Vivimos en un mundo acelerado, agitado y con una sobredosis de información y estimulación. A veces podemos vernos absorbidos por la

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vorágine, dedicando todo nuestro tiempo al trabajo y al estudio, y con el tiempo libre que nos queda decidimos distendernos en Facebook, Youtube, videojuegos y televisión. No siempre esto es lo más equilibrado.

Es tiempo de detenernos y dejar de ser las víctimas de nuestra forma de vivir y tomar la elección de crear un estilo de vida deliberadamente feliz.

Pregúntate: ¿Cómo puedo evitar perderme a mí mismo en medio de una vida ocupada? Cuando doy tanto en mi trabajo, a mis hijos, a mi cónyuge y a mis compromisos sociales, ¿qué queda para mí?

Estas preguntas se resuelven únicamente cuando decidimos tener armonía en nuestra forma de vivir. No es posible continuar corriendo a mayor velocidad de aquella para la cual nuestro cuerpo y alma fueron diseñados. La mente, el cuerpo y el alma tienen una cadencia y un ritmo que no se deben ignorar ni irrespetar. Cuando no tratamos nuestra vida con gran reverencia, respeto y gratitud, violamos leyes naturales, científicas y espirituales, y tarde o temprano terminaremos pagando un alto precio por ello.

Si deseas andar el camino del equilibrio y conseguir una vida balanceada, aquí encontraras sugerencias e información de cómo comenzar a construirla. Tienes el poder de elegir.

¡Feliz viaje!

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1 Pilar: Tú Dimensión Corporal

El cuerpo físico es la expresión externa de todo lo que somos, sin él no

sería posible la vida y él es el instrumento que nos acompaña en este

caminar.

Nuestro cuerpo físico, como toda la vida orgánica, está sujeto a un

proceso regulado por normas fijas y estables, comunes a muchos seres

vivos. Nace, crece, se alimenta, se reproduce y muere. Esto que parece tan

obvio es necesario que lo tengamos presente ya que es muy importante

que nosotros respetemos este ritmo y aceptemos este proceso si queremos

vivir una vida feliz y balanceada.

El cuerpo es mucho más que un conjunto de células y órganos

perfectamente organizados que tratan de cumplir su función: La Vida.

Este proceso es muy importante y muy preciso y quizá cuando todo va

bien no prestamos atención a todo ello y no nos paramos a contemplar esta

maravilla que es el funcionamiento del cuerpo humano y lo que es peor en

muchas ocasiones lo maltratamos con nuestras conductas.

¿Como es tu relación con tu cuerpo? ¿Lo cuidas? ¿Qué tipo de cuidados

tienes con él?

Son muchos los cuidados a nivel físico que podemos realizar, pero solo voy

a centrarme en 3 que me parecen los más esenciales para tener energía y

vitalidad:

La Alimentación .

Una alimentación balanceada es el primer paso para obtener y mantener

una buena salud en el adulto. Por otra parte la alimentación balanceada

está relacionada con la cantidad de los alimentos injeridos. Existen

alimentos que ayudan a dar energía al organismo, que formará tejidos y

contribuirán a que los organismos cumplan con sus diversas funciones.

Una buena alimentación es aquella que proporciona la cantidad de

nutrientes necesarios para el organismo.

Consiste en comer todo tipo de alimentos sanos diariamente, para producir

la energía esencial que el cuerpo necesita.

Comer bien no significa comer mucho, sino comer de cada alimento la

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cantidad necesaria. Los problemas de alimentación aparecen por comer

poco y sobre todo, por comer demasiado, también por comer poca variedad

de alimentos, sobre todo si se comen muchas grasas, azúcares refinadas y

harinas. "Las personas engordan y eso es dañino para la salud

Vivimos demasiado deprisa y cada vez más comemos fuera de casa y

damos menos importancia a la alimentación, sin ser conscientes de que es

un elemento clave en nuestra vida.

Cada comida debe procurar ser balanceada en cuanto a los alimentos que

lo componen, no solo porque la variación proporcionará todos los

nutrientes sino que, además resultará más agradable. Comer sano no

significa comer monótono o comer alimentos que únicamente no son

apetitosos.

Una alimentación balanceada nos proporciona:

• Mejorar el estado general de la salud.

• Aumenta las defensas o anticuerpos del organismo.

• Favorece el crecimiento y la ejecución de los órganos.

• Previene enfermedades relacionadas con el exceso o deficiente consumo

de nutrientes.

Tu Comida diaria

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La alimentación es esencial en nuestra vida y una mala alimentación es

junto con otros factores una de las mayores desencadenantes de

enfermedades crónicas como la diabetes, el sobrepeso o el exceso de

colesterol en la sangre, que tan perjudicial es para las enfermedades

cardiovasculares.

Te voy a proponer que hagas un pequeño ejercicio:

Pregúntate y responde con honestidad:

Si sigues comiendo como comes ¿Cómo será tu cuerpo dentro de 5 años?

¿Y de 10?

Si tu respuesta es que dentro de ese tiempo te encuentras como tú deseas

porque tu alimentación es la correcta Enhorabuena, mantente ahí porque

es un paso muy importante para vivir una vida de bienestar.

Si tu respuesta es que si sigues con los hábitos que tienes dentro de 5 años,

te vas a encontrar con una imagen o unos hábitos que no son de tu agrado.

Ha llegado el momento:

Es hora de que tomes el control

Y decidas alimentarte

de una forma más saludable.

Mi propuesta es que si no tienes ninguna patología y lo que tienes son

malos hábitos, haz una lista de ellos y decide ir cambiando uno cada

mes, quizá te parezca poco pero al cabo del año serán 12 conductas las que

has cambiado y seguro que tu alimentación es mucho más equilibrada.

Esto lo puedes hacer en sentido positivo o negativo, introduciendo en tu

dieta alimentos ricos en nutrientes de los que comes poco o dejando de

comer en exceso o definitivamente algún tipo de alimento.

Recuerda la importancia de tu cuerpo y que es el instrumento que te va a

acompañar toda la vida, quiérete y agradécele todo lo que hace por ti. Pero

quererte y agradecerle a tu cuerpo es cuidarlo y respetar su ritmo. Ayúdale

a que sea el compañero perfecto de tu caminar por la vida.

El ejercicio

Hacer ejercicio y mantenernos activos, siempre es importante en

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cualquier etapa de la vida, pero conforme se va cumpliendo años los

beneficios de un ejercicio adecuado son muchos.

El Ejercicio Físico

Adecuado a cada situación

Es imprescindible

para gozar de una vida

de Bienestar

Algunos de ellos son:

Mantener un peso adecuado. Para mantener el índice de masa corporal

(IMC) apropiado es necesaria una alimentación equilibrada y practicar

ejercicio regularmente. Caminar a paso rápido durante 30 minutos diarios

puede ser suficiente.

Frenar la osteoporosis. La pérdida de masa ósea, se acentúa con la edad.

Para disminuir esta pérdida caminar también resulta positivo, porque

aumenta la masa ósea y reduce el riesgo de fracturas. Los ejercicios de

resistencia, como levantar pesas, las máquinas de remo, y estirar bandas

elásticas, contribuyen al incremento de masa muscular y favorecen

también la salud de los huesos.

Favorece el sistema cardiovascular. Al realizar ejercicio mejora la

circulación de la sangre y el retorno venoso, se reduce la tensión arterial.

Mejora la capacidad pulmonar. Al aumentar la capacidad pulmonar, los

órganos del cuerpo reciben mayor oxigenación y sus funciones se

optimizan.

Influye positivamente sobre el estado de ánimo. Con la actividad física

se liberan endorfinas, hormonas que segrega el cerebro de manera natural,

y que producen sensación de alegría y bienestar.

Ayuda a conciliar mejor el sueño. El ejercicio incrementa la producción

de melatonina, una hormona implicada en la regulación de los patrones de

sueño-vigilia.

Mejora la coordinación y la agilidad. Una rutina de ejercicios diaria

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aumenta la capacidad de coordinación, los reflejos y la agilidad, lo que

previene las caídas y mejora el rendimiento físico en todos los ámbitos de

la vida.

Si aún no haces ejercicio, plantéate comenzar ya, sea cual sea tu edad y tu

condición, una de las excusas más frecuentes es la falta de tiempo, pero es

solo una excusa, puedes ingeniártelas dentro de tus posibilidades o incluso

incluyendo el ejercicio como forma de ocio, como bailar o hacer

senderismo.

Hoy día hay muchas posibilidades para hacer ejercicio en casa y no es

necesario que tengas aparatos, solo LA DECISIÓN DE HACERLO.

Si lo pones en práctica verás que en poco tiempo te encontrarás mucho

mejor. Mi experiencia ha sido esa, hace 4 años no hacía nada de ejercicio y

tome la decisión de que iba a comenzar, hoy te puedo decir que 4 años

después me encuentro mucho mejor, con más fortaleza y vitalidad que

cuando comencé.

Sueño Reparador

¿Por qué es tan importante dormir y sobre todo dormir bien? Es obvio,

descansar es tan fundamental como comer o como cualquier otra función

biológica básica de un ser vivo. Pero lo más importante es que durante el

proceso del sueño se realizan “curas” celulares que contribuyen al

bienestar físico y mental. El cuerpo se relaja y la mente realiza una especie

de puesta a punto para estar al 100% al día siguiente

El descanso es fundamental

para el ser humano.

Identificar las causas

que impiden un reposo

adecuado

es imprescindible para lograr

una correcta higiene del sueño

Hay muchos adultos que su sueño no es reparador y dada la importancia que tiene dormir bien para sentirnos con energía, hay algunos remedios que puedes utilizar para mejorar el descanso: mi primer consejo para

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dormir mejor empieza, por evitar las bebidas excitantes, como el café, el té o los refrescos, a última hora de la tarde.

También es conveniente crear en el dormitorio un ambiente de descanso,

relajante y acogedor y acostarse con ropa cómoda.

Es muy importante mantener la higiene del sueño adecuada, esto es, unos

horarios regulares para cenar y para acostarse. Establece tu propio ritual

para ir a dormir, haciendo los mismos pasos cada día y a la misma hora,

introduce aquello que a ti te relaja y te invita a dormir (escuchar una

relajación, darse un baño de agua templada, tomarse una tisana caliente,

desconectarse de los dispositivos electrónicos….) hacer esta rutina es muy

eficaz cuando llevas algún tiempo, porque le estás diciendo a tu cerebro

que se prepare para dormir y nuestro cerebro aprende.

Haciendo algunas de estas cosas tu calidad de sueño puede mejorar, si

tienes problemas más graves es conveniente consultar a un especialista en

el tema.

El cuerpo como Lenguaje

Hasta ahora nos hemos centrado en los aspectos biológicos de tu cuerpo,

pero te decía en la introducción que tu cuerpo es mucho más, es también la

forma de comunicarte y la imagen que das de ti.

A través de él nos expresamos, es reflejo de si estamos felices o por el

contrario nos sentimos tristes o decaídos. Con él nos comunicamos con los

demás, expresamos lo que sentimos por ellos, nos permite dar un beso,

abrazar, decir palabras hermosas, llorar o levantar la voz y decir ¡basta! Si

crees que es el momento oportuno para poner límites a algo.

Los investigadores han estimado que entre un 60 y un 70% de lo que

comunicamos lo hacemos mediante el lenguaje no verbal; es decir, gestos,

apariencia, postura, mirada y expresión.

Lo queramos o no, nuestro cuerpo transmite mensajes permanentemente:

Pero como te decía en un principio la persona es una y todas las

dimensiones están interrelacionadas, así que tu postura corporal, también

tiene efectos sobre tu estado de ánimo y al revés. ¿No me crees? Haz la

prueba: Intenta mantenerte contento y alegre con la cara hacia abajo y el

cuerpo encorvado, te resulta difícil ¿verdad?. Puedes intentar lo contrario

sentirte triste y lloroso con la cara bien alta y los ojos hacia arriba, difícil.

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La forma de hablar, andar o sentarnos dice algo acerca de nosotros, y

de lo que estamos sintiendo, que se puede reflejar al exterior.

Esto es una excelente noticia ¿Por qué? Porque conociendo esto ya sabes

lo que puedes hacer para cambiar tu estado de ánimo.

Con esto no te estoy diciendo que vas a solucionar el problema, pero te

ayudará a dar órdenes a tu cerebro en el sentido que tu desees y eso

obligará a interrumpir el dialogo interno que te provoca ese estado de

ánimo. Y el cerebro responde mandando otro tipo de mensajes

Si quieres Cambiar

tú animo:

Cambia

tú postura corporal.

Ya te vas dando cuenta de que la persona es solo una y que cualquier cosa

que nos sucede en un área de nuestra vida tiene repercusión en todas las

demás. Para terminar este apartado del cuerpo, me parece importante hacerte una

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última reflexión sobre él. Nuestro cuerpo nos habla

Nuestro cuerpo es sabio y habla, por eso hay que aprender a escuchar qué es lo que nos quiere decir, para, desde ahí, ir a la situación que nos genera malestar sanarla y vivir sin hacernos tanto daño.

Afortunadamente, cantidad de tendencias y hasta estudios médicos han confirmado que podemos prevenir o bien, sanar, si identificamos la situación que ocurrió o los sentimientos que generamos que nos han enfermado.

El cuerpo grita lo que la boca calla.

Escuchemos lo que nos quiere decir.

Sus advertencias y recompensas.

Esa comunicación siempre existe. Puede que al inicio sea casi silenciosa y tímida, pero ahí está: un resbalón al que no se le dio importancia porque solo se le torció el tobillo y siguió caminando como si nada le hubiera pasado (traducción: el pobre hueso ya no aguanta el exceso de peso encima). O una mala

digestión que nos avisa de que esa persona con la que hemos comido es toxica para

nosotros.

Nos habla de muchas formas y nos advierte sobre la calidad de la relación que estamos desarrollando con él. Nos avisa y nos da tiempo, pero si no lo escuchamos podemos encontrarnos con algo que no queremos.

La misión de nuestro cuerpo es mantenernos la vida y cuando algo no va bien, nos manda señales para que tomemos conciencia, pero si vivimos en piloto automático y cada síntoma que nos sucede lo único que hacemos es tratar de ignorarlo tomando “medicación”. No s perdemos el mensaje que nos trae y no llegamos al fondo del problema que ha hecho que ese síntoma aflore.

¿Escuchas a tu cuerpo? ¿Cómo es tu relación con él? ¿Tratas de descubrir los mensajes que te transmite?

La próxima vez que tengas algún síntoma en tu cuerpo, te propongo que antes de “Tomar un remedio” te hagas alguna de estas preguntas y

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escribas las respuestas.

¿Qué adjetivos pueden describir mejor lo que siento en mi cuerpo?

¿Qué me impide realizar este

síntoma/ enfermedad?.

¿A qué me obliga este Síntoma/enfermedad?.

Seguro que si respondes con honestidad a estas preguntas, aprenderás mucho de ti y de cual son los deseos profundos que te mueven.

Te invito a que fijes tu mirada en tu cuerpo y después de haber comprendido cuán importante es en tu vida, dale las gracias, acéptalo tal cual es, no lo juzgues, decide hacerte amigo suyo y haz un pacto con él, lo primero de no agresión y posteriormente decídete a cuidarlo, si lo haces verás que en poco tiempo te dará muchas satisfacciones.

Pero aceptar no es sentarse sin hacer nada, cambia aquello que puedas cambiar y no te guste, aquello que es dañino para ti. Se tú el que lleva el mando y no el propio cuerpo y sus antojos el que decida por ti.

Si tomas el control de tu cuerpo y a la vez lo cuidas, respetas su ritmo y le estás agradecido, ya has dado un primer paso importante para tu Bienestar.

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2 Pilar: Tú Dimensión Cognitiva

Es la posibilidad que tiene el ser humano de aprehender conceptualmente la realidad que le rodea formulando teorías e hipótesis sobre la misma, de tal manera que no sólo la puede comprender sino que además interactúa con ella para transformarla. Es decir considera a la persona en cuanto que piensa. Como capacidad de

comprenderse a sí misma y al mundo que le rodea.

¿Por qué es importante?

Porque de ella depende la manera como se ubica la persona en el mundo que le rodea y las relaciones que establece con el mismo. Como consecuencia de lo que creamos sobre nosotros y el mundo surgirán las acciones que desarrolla la persona sobre el mundo y que le permiten integrarse a éste. La estructura mental que le permite conocer, conocerse y transformar la realidad.

Toda “crisis” aunque tome cuerpo

en el cuerpo,

Es elaborada cognitivamente

y recibe un significado

por parte de la persona. El desarrollo cognoscitivo pasa por una serie de etapas en el proceso de vida del ser humano como lo son: Desarrollo cognoscitivo en la infancia, años preescolares, niñez intermedia, adolescencia, edad adulta temprana, adultez intermedia y edad adulta tardía. El resultado es que la persona logre un orden en sus pensamientos, ideas, reflexiones, pues las creencias, actitudes y otras variables son motivadores importantes del comportamiento, a su vez, es importante que se tenga una consistencia mental, que pueda evaluar todas las variables que existan, que sea capaz de objetividad, tomar distancia de las situaciones y verlas de diferente maneras, así como la capacidad de análisis (Oblitas 2004). Vamos a dar un paso más y vamos a adentrarnos en el mundo de la Mente:

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¿Algunas vez te has preguntado si algunos de los pensamientos que tienes son realmente tuyos?, ¿o si todo los pensamientos que viajan a tu mente son realmente tuyos o influenciados por una fuerza extraña y externa a tu mente?, ¿Dejas de que tu cerebro y tus pensamientos te dominen?, o ¿usas el poder de la mente para dominarlos tu a ellos? Déjame aclararte una cosa.

Ninguno de nuestros pensamientos

Son realmente nuestros, ni siquiera la mente es

nuestra.

Nosotros somos la mente, y nos vamos creando cada día de nuestras vidas. Podemos definir de una manera simplista que la vida se conforma con las experiencias transmitidas al cerebro a través de mensajes eléctricos que son enviados por nuestros sentidos y recibidos por nuestro cerebro, administrados y archivados en nuestro subconsciente. Eso es lo que crea la mente, nuestras propias experiencias.

Lo que vivimos, experimentamos, asumimos como verdades y aceptamos como creencias son lo que realmente nos forma. Todo eso es lo que realmente somos, y todo eso solo existe en la mente. Ese lugar que realmente no es lugar, pero que su poder puede archivar y materializar todo lo que pensamos. No dudes que dentro de los más profundo y recóndito de tu mente están todas tus experiencias vividas, todos los aromas que disfrutaste, todos los paisajes y gente que viste, toda la gente que tocaste y comunicaste, e incluso los que pasaron desapercibidos por la calle. Todo y absolutamente todo se encuentra ahí y tiene almacenamiento para mucho más de lo que te imaginas.

Todos absolutamente todos, vivimos bajo creencias y mitos que otros nos han dado y que nosotros hemos aceptado como verdad. Y esto es lo que conforma nuestra vida, nuestra manera de actuar. Las afirmaciones, pensamientos o ideas que se imponen ante nosotros como evidencia, en ocasiones no son verdaderas o nunca lo son.

Las creencias tienen al menos tres características que las definen como tales (Greene y Simons-Morton, 1988). Primero, otras personas pueden clasificarlas de falsas o verdaderas, al margen del valor de certeza que le

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otorga el que las posee. Por ejemplo, una persona puede manifestar que la marihuana es inocuo para la salud, pero para la mayoría de los profesionales de la salud sería totalmente erróneo.

Segundo, las creencias tienen un elemento cognoscitivo, o lo que la persona sabe o cree saber al respecto. Tercero, las creencias tienen un componente afectivo, que hace referencia al valor o grado de importancia que tiene una determinada creencia para un individuo en una situación dada. Por ejemplo, alguien puede tener un dolor de garganta y creer que se cura más rápidamente con antibióticos, sin embargo, es posible que piense que no vale la pena interrumpir su trabajo para ir al médico, pero cuando le sucede lo mismo a su hijo su comportamiento cambia radicalmente, no dudando un instante de si va al médico o no.

Las creencias:

Pueden moldear, influir e incluso

determinar

nuestro grado de inteligencia,

nuestra salud,

nuestra creatividad,

la manera en que nos

relacionamos

e incluso nuestro grado de

felicidad y de éxito.

La cuestión de la salud y el bienestar, es un nicho en donde se acomodan numerosas creencias. Puedes creer que eres una persona que no puede adelgazar o que te acatarras con demasiada facilidad, que hacer ejercicio no es bueno para ti o que ciertos alimentos te producen nauseas….. Todo esto y muchas cosas más son producto de tus creencias.

Si nuestros genes determinan nuestras características, nuestras creencias determinan nuestros comportamientos, profesiones, empleo del tiempo libre, gustos y disgustos, nuestras relaciones y nuestro bienestar…. Los genes no podemos modificarlos, pero si podemos actuar sobre nuestras creencias, en ocasiones son profundas, resistentes, no queremos soltarlas, pero no son inmutables.

Las creencias, pueden ser potenciadoras o limitantes. Las primeras nos ayudan y potencian la confianza en nosotros mismos y en nuestras capacidades, permitiéndonos afrontar con éxito situaciones complejas.

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Las segundas nos restan energía y nos inhabilitan para afrontar determinadas situaciones.

¿Como descubrir mis creencias?

La manera más directa es escuchándote las palabras que te dices a ti y las que les dices a lo demás.

Escúchate como hablas, que dices de lo que te sucede, como hablas de los demás, que explicación te das a ti y a los otros de tu vida de tu trabajo. Pon mucha atención

Descubrir una creencia limitante siempre es una etapa fundamental, si quieres llevar una vida de bienestar, pero no es suficiente para hacer ceder esa creencia y chocamos una y otra vez.

Presta mucha atención cuando hablas si para referirte a lo que te sucede o les sucede a los otros cometes alguno de estos “errores” o “distorsiones cognitivas” que te indican que detrás de ello hay algún tipo de creencia que te limita. Porque te hace ver las cosas con un filtro “alterado”.

Las más frecuentes son:

Sobregeneralización.- Cuando continuamente se usan las palabras, siempre, nunca, todo, nada, jamás, imposible.. Si te pones a mirar despacio verás que no es así.

Filtro Mental.- Fijarse solo en los aspectos negativos de la situación o en los aspectos positivos, sin ser objetivos de ver las dos caras de toda situación.

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La Abstracción selectiva: Sacar conclusiones de un acontecimiento basándose solo en un aspecto del mismo, sin considerar todos los demás.

La Dramatización: Vivir todos los acontecimientos como un drama

La Personalización: Cuando nos atribuimos la responsabilidad de lo sucedido y sobreestimamos las relaciones entre nosotros mismos y la situación.

Cuando nos damos cuenta de que en nuestras palabras nos expresamos así, nos pone la pista para que descubramos nuestras creencias.

Llegados a este punto sería muy conveniente si quieres seguir construyendo una vida de bienestar te tomaras unos minutos y te preguntaras.

¿Qué pienso yo de mi misma?

¿Qué es para mí una vida de bienestar?

¿En qué consiste el éxito para mí?

¿Qué concepción tengo de la vida, la enfermedad o la muerte?

¿Se realmente lo que deseo?

Todos estos planteamientos harán que tomes conciencia de lo que hay debajo de las decisiones que tomas en cada momento, de las relaciones que tienes o de la salud de la que gozas.

Si de verdad deseas vivir una vida plena y bien balanceada, tienes que ser consciente de las verdades ocultas que mueven tu vida y desde una nueva mirada decidir cuál de esas creencias siguen contigo y a las que les vas a decir adiós, porque ya no te sirven para crear la realidad que tú has decidido crear.

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3 Pilar: Tú Dimensión Relacional/Emocional

La persona humana es un ser esencialmente relacional; el yo toma

conciencia de sí mismo y se constituye formalmente como persona en el

encuentro con el tú.

Esta relación básica del yo, motiva que el equilibrio personal del yo se

manifieste, principalmente por la calidad de sus relaciones interpersonales.

La diferencia entre ser más o menos felices, entre estar más o menos

satisfechos y tener más o menos éxito, no radica en nuestro CI. Llegados a

este punto, necesitamos hablar de otros factores, tales como la salud

emocional, la madurez, el equilibrio, la tolerancia a la frustración, la

capacidad de automotivarnos frente a las adversidades, etc. Factores todos

ellos relacionados con nuestra capacidad de regular nuestros estados

emocionales y no tanto con nuestra capacidad intelectual.

Emoción viene de e-movere, poner en movimiento. Las emociones son reacciones que suceden en nuestro organismo, cuando este detecta algún peligro, amenaza o desequilibrio con el fin de movilizar los recursos a su alcance para controlar la situación y prepararnos para actuar. Así pues: las emociones son procesos adaptativos.

Estas reacciones son automáticas y no son ni buenas ni malas, su misión es informar de que algo extraño está sucediendo y provocar los mecanismos necesarios para encontrar la respuesta más adecuada. Por tanto, estamos hablando de algo natural, algo que es parte de lo que somos. No podemos plantearnos vivir sin emociones u ocultando sus manifestaciones.

Cuando sentimos un estimulo externo, se registra en una parte de nuestro cerebro, llamada amígdala cerebral, que es la encargada de transmitir esa información para que nuestro cuerpo comience a reaccionar, ante ese estimulo, en ese momento aún no somos conscientes de todo lo que nos está sucediendo a pesar de que nuestro cuerpo ya está reaccionando. Según los expertos transcurren unos 6 segundos, hasta que esa información llega a nuestro cortex y nos hacemos conscientes y es en ese momento, cuando tenemos conciencia de que algo está sucediendo que entra en juego EL PENSAMIENTO, que le añadimos a la emoción.

Es decir entre la emoción y la manifestación externa interviene lo que

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nosotros le incorporamos (PENSAMIENTOS). Son ellos los que etiquetan lo que nos sucede calificándolo de “bueno”, “malo”, “agradable” “desagradable” etc. Ya no es la emoción en si lo que vivimos, sino que entra en juego nuestra interpretación de lo que estamos viviendo, dando lugar a nuestro estado emocional. La vivencia subjetiva de la emoción.

Lo que vivimos como Estado Emocional,

No es causado por lo que sucede

Sino por la interpretación subjetiva de ello.

Lo que nosotros incorporamos a ese estimulo viene determinado por dos factores que son importantes de resaltar:

El primero de ellos, la evaluación valorativa que hacemos del estimulo, que hace que se modulen los componentes de experiencia subjetiva o sentimiento, expresión corporal, tendencia a la acción y respuestas fisiológicas y será el responsable del reajuste de las emociones a las demandas del entorno. Pero que también puede ayudar a que se disuelva dicha emoción.

El segundo factor, que actúa entre el estimulo y la expresión emocional, se refiere a los mecanismos socioculturales y personales de control emocional que determinan en gran medida los estilos de afrontamiento, es decir, las estrategias que cada persona pone en juego para responder ante las emociones.

Así pues, la función adaptativa de las emociones va a depender de la evaluación que la persona haga del estímulo, es decir, del significado que le dé a este, y de la respuesta de afrontamiento que genere.

Y esto es una buena y mala noticia a la vez. Mala porque nos hace responsables de lo que Sentimos y buena porque está en nuestras manos poderlo modificar.

Si queremos vivir un estado de bienestar, tenemos que prestar mucha atención a nuestras emociones. Hoy en día hay muchos estudios que avalan la relación directa que hay entre nuestros estados emocionales y el surgimiento de enfermedades. Todos hemos experimentado esto de alguna

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manera, cuando nos sentimos tristes o bajos de ánimo encontramos que un dolor se agudiza o simplemente no somos capaces de pensar con claridad.

Llegados a este punto hay dos errores que no tenemos que cometer ante las emociones, sino queremos que más pronto que tarde nos pasen factura:

El primer error es: Luchar contra ellas. Esto lo solemos hacer cuando las negamos, las criticamos o despreciamos o cuando nos contenemos o las reprimimos. Con frecuencia nos cuesta trabajo reconocer que estamos tristes, que nos preocupa algo, o bien decimos que es algo sin importancia y que no está bien que los otros sepan lo que me sucede. ¡Que ya pasaran y que como han venido desaparecerán!

El segundo error es: Dejarse llevar por ellas: Reaccionar sin importar el momento ni la intensidad o incluso el magnificarlas. Hay personas que encima se autoexculpan: "Es que yo soy así, si no me aceptas es tu problema". O creen que es ser sincero actuando de esta forma:"Tengo que sacar lo que llevo dentro, digo lo que siento, así que no me importan las consecuencias"

Si evitas estos dos errores, ya es el primer paso para aprender a gestionar tus emociones y conseguir el deseado Bienestar emocional.

El bienestar emocional hace referencia al equilibrio entre emociones, sentimientos y deseos. Tiene como base una autoestima saludable y una buena capacidad para afrontar el estrés y para regular las emociones, todo lo cual incide en el mantenimiento de una buena salud mental y, a su vez, en un buen estado de salud física.

LA ESTABILIDAD EMOCIONAL

ES UN PILAR BASICO DE LA FELICIDAD

El bienestar emocional muestra la tranquilidad de ánimo propio de la persona que se siente bien consigo misma. Una persona que experimenta un alto grado de bienestar emocional siente una mayor influencia de emociones agradables: alegría, ilusión, gratitud existencial, entusiasmo…

La estabilidad emocional es un pilar básico de la felicidad. Pero ya

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he comentado que la estabilidad emocional no depende de lo que sucede sino de cómo nosotros gestionemos lo que sucede en nuestras vidas. Si tu estado de ánimo es muy cambiante debes de preguntarte que hay debajo de ese estado y enfrentarte con sinceridad a él, sino a la larga acabará pasándote factura en tu vida. La antigua Grecia creó el gimnasio, un lugar en donde se practicaban diversas disciplinas con el fin de desarrollar habilidades físicas y conseguir el equilibrio entre mente, cuerpo y naturaleza. Lo que te propongo es que hagas gimnasia emocional, es decir, que pases a la acción. Las cosas más valiosas solo se aprenden cuando se hacen.

Saber de inteligencia

emocional, no nos reportará ningún beneficio, si no trasladamos

lo que sabemos a la práctica

Sé que no es nada fácil, pero solo practicando conseguiremos vivir una vida plena. Al principio todo parece muy complicado, como cuando empezamos a conducir, pero poco a poco con la práctica conseguimos que las nuevas formas de pensar y sentir la vida se vayan automatizando y se incorporen a nuestra vida cotidiana.

El grado de dominio que alcancemos sobre nuestra inteligencia emocional y las habilidades que la componen, resultará decisivo para determinar el éxito que tendremos para poder enfrentarnos a las situaciones y problemas cotidianos: la inteligencia emocional es el motivo por que muchas personas logran salir bien libradas de una situación problemática, mientras que muchas otras sienten que se encuentran en un callejón sin salida.

Aquí te propongo un ejercicio que te puede ayudar a comenzar a gestionar tus emociones, pero para gestionarlas primero te tienes que hacer consciente, así que vamos por partes.

Te propongo que comiences con alguna emoción que te haya causado un estado de ánimo alterado, bien en sentido negativo.

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La secuencia a realizar es:

1.- Da la bienvenida a tu experiencia emocional: permítete sentir la emoción, déjala llegar y detente en ella.

No la evalúes, ni de forma “positiva” ni “negativa”. Obsérvala. Distánciate de ella y observa cómo va reaccionando tu cuerpo, en donde se fija, que intensidad tiene, si es caliente o fría.

Sentir algo representa una oportunidad para recoger información que tiene que ver con lo que es importante para tu bienestar

2.- Describe tus emociones con palabras. Pon nombre a lo que estas sintiendo. Adjetivos que la definan, no estados de ánimo que es “etiquetar”. Después de haber prestado atención a tus emociones y de haberles dado la bienvenida, es necesario que seas capaz de describir tus emociones con palabras.

3.- Acepta lo que sientes. Después de que le des un nombre a tu emoción, compréndete a ti mismo por sentirte de la manera en que te sientes Todas las emociones son aceptables y comprensibles. Pero no tienes que aferrarte a sentirte de esa manera.

Date cuenta de tu estado de ánimo y luego elige modificarlo.

4.- Decide lo que deseas hacer: Este paso es fundamental porque es el que te hará salir de esa situación.

Si no deseas cambiar tu emoción Tienes que preguntarte

¿Qué beneficio me reporta

este estado de ánimo?

Puede que tomes conciencia de lo que te pasa y de verdad no desees cambiar tu estado de ánimo, pero recuerda que una emoción negativa mantenida baja tu sistema inmunitario.

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Es tu decisión, y quizá si no deseas cambiarla tendrás que preguntarte que beneficio te está reportando el mantenerte ahí.

Si decides salir de ese estado que no te es útil para afrontar la situación te propongo que pongas en marcha la Regla de las “3D”

1.- Deshace. Haz algo para romper la línea de pensamiento que hace que te mantengas en ese estado de ánimo. Distráete haciendo algo, cualquier cosa o simplemente concéntrate en lo que está pasando mirando por la ventana por unos minutos. Las distracciones funcionan como un reinicio de tu mente, ya que crean un espacio entre los estados de ánimo.

2.- Despégate. Cambia la postura del cuerpo. Si estás sentado, ponte de pie. Realiza algunos saltos. Estírate. Camina alrededor de la habitación. Si te es posible pon música y ponte a bailar. Mover el cuerpo cambia tu estado mental y tu estado de ánimo.

3.- Distiéndete. Siéntate en silencio, respira suavemente, y concéntrate en cada respiración. Para evitar que tu mente regrese al estado de ánimo que estás intentado cambiar, cada vez que tomes aire, di para ti mismo: "estoy inspirando" y "estoy espirando". Concéntrate en la sensación de calma.

Es probable que hayas elegido tu estado de ánimo antes sin siquiera darte cuenta: muchas veces las personas optan por un estado de ánimo naturalmente, sin pensarlo.

Aprender a gestionar las emociones es una tarea pendiente para nosotros, no solo como personas sino como sociedad.

Pese a la historia cultural con la que cargamos, pese a la herencia genética recibida, pese a las presiones sociales que nos inundan, pese a todo ello, tenemos el poder de elegir para decidir como reaccionamos ante las cosas, como afrontamos las situaciones de nuestra vida.

Tu responsabilidad es una llave que puedes dejarla a quien tú quieras, a tú pareja, a tus amigos, a tu familia, al estado, a tú jefe, a la situación actual… y mientras no seas capaz de darte cuenta de que tú eres el única responsable, de todo lo que te pasa, de las respuestas que das a los estímulos que vas recibiendo día a día, de tus cambios de humor, del significado que otorgas a lo que te pasa. Tu vida seguirá a merced de los acontecimientos.

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Tenemos el poder de elegir,

como reaccionamos

ante las situaciones.

NO LO PERDAMOS,

NO LO DELEGUEMOS,

¡EJERCEMOSLO!

La forma en que gestionemos nuestro estado emocional, va a definir nuestra forma de actuar en las interacciones sociales, en todos los niveles: familiar, afectiva, en el trabajo o con los amigos. Un estado emocional positivo favorecerá nuestras relaciones y facilitarán que éstas sean más fluidas y constructivas. En cambio un estado emocional negativo tendrá repercusiones negativas en nuestras relaciones e interacciones, favoreciendo los conflictos e interfiriendo en la comunicación y en la solución de los mismos.

Ya he comentado más adelante que las emociones se componen de un estimulo externo o interno al que le asociamos un pensamiento. Todos tenemos formados una cierta manera de percibirnos a nosotros y a los demás, al mundo y a lo que sucede, y ante una interacción con una persona o un grupo, automáticamente todo esto se pone en marcha, provocando estados de ánimo concretos.

La forma en que gestionemos

nuestro estado emocional, va a definir

nuestra forma de actuar en las interacciones sociales

En este sentido nuestras emociones van a influenciar nuestras relaciones y al mismo tiempo nuestras ideas y percepciones sobre dichas

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relaciones van a provocarnos determinados estados emocionales.

Las interacciones, suponen la implicación de al menos dos personas, en esa interacción cada uno es parte activa de la misma y ejerce una influencia en el funcionamiento de la misma. Es por ello que nuestros sentimientos en relación a la relación van a determinar en parte el funcionamiento de la misma y afectar a los pensamientos y sentimientos del otro.

Así pues las relaciones nos transforman, a lo largo de nuestra vida crecemos como personas en relación con los demás. Construir relaciones es un arte, y todo lo que nosotros hacemos por los demás tiene un efecto en las relaciones que mantenemos o estamos creando con ellos.

Las relaciones están destinadas a hacernos crecer, no a aplastarnos. Mantén a tu lado aquellas personas que te hagan sentir orgulloso de haberlas conocido, que te causen admiración, respeto y cariño.

La gente que te rodea refleja

el tipo de persona que eres.

No es secreto: a medida que la cercanía es mayor, también resulta el apego. Despréndete de aquellos que se fueron, deja de idealizarlos, algunos quizá murieron, otros probablemente tomaron de tu vida lo que necesitaban y se fueron. La vida pondrá en tu camino mejores personas. Nunca tengas apego por nada ni por nadie, ya que de esta manera estarás depositando tu felicidad en manos de otros.

Aunque cueste aceptarlo, la única relación inquebrantable que tienes es contigo mismo. Una relación que puede ser retadora, pero a la vez, es fascinante. En la medida que ahondas en ella y la honras esa relación te traerá las más grandes satisfacciones.

Las personas felices no necesitan que los demás los completen, se sienten muy bien solas, disfrutan de las relaciones que les permiten expresarse de una manera genuina y natural, sobre todo, no aceptan relaciones abusivas, no importa de quienes se trate, simplemente le han dicho un no muy firme al drama, acéptate para ser feliz no debes llenar un molde de perfección ni

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proyectar una imagen diferente a quien realmente eres, sabes que la única aprobación que necesitas es la propia. Esto no quiere decir que no tomas en cuenta a los demás o que no trabajes en tus áreas débiles, la diferencia es que lo haces impulsado por un deseo de superarte, no de ser aprobado por otros, la ventaja de ser genuino es que puedes ser reconocido por las personas que realmente te valoran.

Unos pensamientos adecuados sobre nuestras relaciones, nos ayudarán a sentirnos bien, y estas emociones positivas favorecerán el bienestar común de los implicados en la relación.

Como Mejorar nuestras Relaciones a través

de un estado emocional Positivo

1. Trabaja y cuida tu autoestima. Si te valoras a ti mismo, no buscarás esa valoración en las relaciones y además contribuye a no sentirse mal ante determinadas actitudes de los demás.

2. Desarrolla patrones de apego seguros. Evita la dependencia, confía en el afecto de las otras personas y disfruta de su presencia.

3. Desarrolla habilidades sociales que te permitan entender las reacciones del otro, evitando pensamientos sesgados y permitan comunicar nuestros estados emocionales sin dañar a los demás.

4. Analiza los pensamientos que tienes sobre ti mismo, las otras personas y las relaciones. Los pensamientos nos llevan a experimentar emociones determinadas.

5. Aprende a identificar, expresar y controlar tus emociones. De este modo dejaras que estas fluyan y su influencia negativa será menor.

6. Procura desarrollar un pensamiento positivo que te lleve al bienestar.

7. Comunícate de forma positiva y escucha a los demás. 8. No escatimes en muestras de afecto, ayudan a sentirnos bien,

todos. 9. Crea un clima de confianza, donde puedas y puedan comunicarte

los respectivos estados emocionales.

Si aprendemos a enfocar estos sentimientos y emociones de un modo positivo, lograremos tener relaciones humanas sanas que se basen en el conocimiento propio y de los que nos rodean, siempre buscando encaminarnos hacia un bien común y la más satisfactoria solución a los conflictos.

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4 Pilar: Tu dimensión;

Trascendente/Espiritual

Cuando hablamos de la persona como aquella que se pregunta ¿qué es lo

que sostiene mi vida? ¿Cuál es el sentido de mi existencia? ¿Quién soy yo?

Estamos hablando de de la dimensión transcentedente de la persona.

Los seres humanos, somos los únicos que nos preguntamos por las razones, el sentido, de donde y hacia donde de nuestra existencia y sufrimos al no encontrar respuestas. En algún momento de nuestra vida, todos nos hacemos las preguntas claves de la existencia: ¿Para qué nacimos y para qué debemos seguir viviendo? Las respuestas que cada uno se da a esas preguntas, marcaran el ritmo de su vida y su realidad.

La Dimensión Espiritual no es “algo que la persona tiene, es la persona misma” .El ser que habita en el organismo psicofísico: El ser que toma consciencia de su ser-en-el-mundo. Esta dimensión espiritual se refiere a una posibilidad personal, no relacionada con la religión, sino más bien con la visión existencial.

La dimensión espiritual hace referencia a la experiencia interior más profunda de la persona, que la conduce a dotar de sentido y propósito a las propias acciones y existencia, sean cuales sean las condiciones externas, lo que significa aprender cómo encontrar disfrute en la experiencia cotidiana; a contar con un sistema de valores y con el compromiso de aplicarlos; a centrarse en algo que va más allá de uno mismo, esto es, a trascender; al uso del propio potencial creativo; a la contemplación de la vida y a aprovecharla de acuerdo con las propias aspiraciones y convicciones.

En la dimensión espiritual

esta presente

la “voluntad de darle

un sentido a la vida”.

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El término espiritual no se identifica con lo religioso ya que en la persona no religiosa, también existe. Esta dimensión es la parte más interna del ser humano y es la parte específicamente humana, esencial.

En esta dimensión, el espacio de la libertad es muy amplio. El ser humano puede tomar posición ante las más diferentes situaciones y se permite desafiar sus condicionamientos y límites. Entender lo importante en el vivir es la puerta de acceso al amor profundo y a la vida misma, no hacerlo es el camino directo al mal humor diario o a la depresión.

Puede estar o no impregnada de religiosidad, entendida ésta como una

relación personal con el ser trascendente o, sin creer en un dios, como una

relación personal con lo que existe, una fuerza unificadora en sí misma,

que conduce a sentir inclinación por la vida y unidad con el cosmos.

Precisa para su desarrollo de un cierto grado de maduración en los

procesos de dimensión biológica, cognitiva y emocional, que hacen posible

la conciencia y la intencionalidad.

Sus manifestaciones principales son los valores superiores, la libertad, la

responsabilidad personal, el amor, la autotranscendencia, el sentido

existencial

La autotrascendencia es una capacidad humana que consiste en que el ser humano siempre apunta o se dirige a algo fuera de sí mismo. Capacidad esencial: Ser humano significa trascenderse a sí mismo. En todo momento el ser humano apunta por encima de sí hacia algo que no es él: hacia algo, o hacia un sentido que hay que cumplir, o hacia otro ser humano a cuyo encuentro vamos con amor

La autotrascendencia señala que el existir siempre hace referencia a algo que no es ese mismo existir, a algo o a alguien, a un sentido que hay que cumplir o a un ser humano con el que se realiza un encuentro.

.En la propia

Autotrascendencia

se encuentra la esencia

de la existencia.

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El hombre no llega a ser realmente hombre sino cuando se entrega a una tarea, cuando se olvida de sí mismo al ponerse al servicio de una causa o al entregarse al amor de otra persona

La autotrascendencia tiene un formidable valor terapéutico, capaz de proporcionar alivio en aquellos momentos en que se siente uno más abatido. Al proyectar el yo más allá de sí, se toma distancia, y se descubre lo que

realmente uno es y lo que puede llegar a ser.

La misión o tarea, es la forma de la autotrascendencia, con lo que implica la tensión entre el ser y el deber-ser: donde el ser es la situación actual y el deber una situación transformada en sentido constructivo. El ser como hecho real y el deber como el hecho ideal.

La autotrascendencia consiste en saberse, o por lo menos intuir, que uno tiene una misión importante en este mundo: hacerse feliz y hacer más agradable la vida a los demás; hacer realidad el potencial que uno es; desarrollar la espiritualidad que somos; colaborar en la mejoría de las relaciones humanas, de la convivencia, del amor al prójimo.

Los valores son el vínculo de la autotrascendencia del hombre. Sin valores no hay desarrollo.

¿Sabes cuáles son tus valores?

¿Sabes realmente quien eres?

¿Vives de acuerdo a tus valores internos más importantes?

Habitualmente no tenemos nada claro las respuestas a las dos primeras preguntas porque no nos hemos parado a reflexionar unos minutos sobre ello, lo cual hace que sea casi imposible responder de forma afirmativa a la tercera. Todos tenemos unos valores rectores internos que son los pilares de nuestro YO, de nuestra persona, y ser fieles a ellos hace que nos sintamos bien con nosotros mismos, nos respetemos y nos amemos. Vivir de acuerdo a nuestros valores en nuestro día a día lleva implícito el ser uno

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mismo en todas las situaciones y no sacrificarlos por los valores de otras personas o los que nos impone la sociedad.

Sólo tú sabes tus verdaderos valores, los que te hacen feliz, ser fiel a ellos hace que recuperes la confianza en ti misma.

Para mí una de las causas de nuestra infelicidad es que no estamos viviendo acorde a nuestros valores más importantes, tales como respeto y amor a uno mismo, compresión, compasión hacia nosotros mismos y los demás, aceptación, etc. Cuando traicionamos o no vivimos nuestros valores, lo que hacemos habitualmente por miedos o creencias limitantes, el mensaje que enviamos a nuestro subconsciente es que nuestros valores no son importantes, sacrificándonos y haciendo que nos sintamos desdichados. Muchas veces respetamos los valores de los demás y por miedos o bloqueos emocionales no respetamos los nuestros...¿Te suena?

Ser Fiel a tus

Valores

Hace que Recuperes

La Confianza en Ti misma

El hombre puede autotrascenderse, viviendo acorde con sus valores. La madurez se mide con la respuesta a los valores e ideales.

Estar alineado con nuestros valores personales significa ponerlos en práctica a la hora de relacionarnos en nuestro día a día, tanto en lo personal como en lo profesional.

Cuando una persona vive fuera de esta línea es muy probable que se encuentre viviendo una vida que no le satisface, haciendo un trabajo que no le reporta pasión de ningún tipo. La consecuencia es atravesar la vida en vez de vivirla.

Las cosas verdaderamente importantes en la vida son aquellas que nos sustentan en momentos difíciles, aquellas por las que somos capaces de luchar y mejorar, aquellas en las que pensamos cuando el tiempo acaba,

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aquellas que amamos. Acuérdate de ellas cuando tomes decisiones en las encrucijadas de tu vida. Pues únicamente quien reconoce cuáles son sus valores más importantes y vive acorde a ellos puede alcanzar la sensación de plenitud en todas las tareas que toma en sus manos.

"La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste." Viktor Frankl

Nuestro aporte por más pequeño que sea tiene importancia y es único.

Si de verdad quieres tener una vida de Bienestar, ser Feliz y vivir la realidad que deseas, tienes que desarrollar, en estos 4 pilares que son lo que tú Eres.

Tú eres, tu dimensión biológica, expresada en tu cuerpo

Tú eres, tu dimensión cognitiva, que hace que te comprendas a ti y al mundo.

Tú eres, tu dimensión relacional/emocional, que te permite tomar conciencia de tus emociones y relaciones.

Tú eres tu dimensión Espiritual/Transcendente: Que te invita a ir más allá de ti mismo.

Tú eres todo eso, y todo ello unido eres Tú: Tu ERES 4

Y 4 es el número con que se genera todo el Universo.

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