3. los judios y la reconstruccion del templo

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La Campania Capital Semillas de renovación Cuando los judíos volvieron de la cautividad de Babilonia se encontraron que el Templo, construido por el Rey Salomón, estaba destruido. Decidieron, entonces, reconstruirlo. Para ello todo el pueblo se unió en esta empresa. Cada uno aportó de lo que tenía para devolverle a Dios una casa donde fuera glorificado y fuera signo de su presencia. El libro de Esdras comienza el relato de la siguiente manera: “Estando ya los hijos de Israel en sus ciudades, se reunió el pueblo como un solo hombre en Jerusalén… y así (más tarde) todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén, pusieron manos a la obra (Esdras 3: 1.8). Atendamos a las palabras resaltadas: Como un solo hombretodos… trabajaron en esta empresa. La unidad del pueblo en el objetivo común más noble. Estas palabras nos deben inspirar a nosotros que queremos también remodelar la Casa del Señor. Queremos, como ellos hacerlos como si fuéramos un solo hombre. Debemos unir nuestras fuerzas para que la Campania que comenzó el domingo pasado sea un éxito. La Iglesia es la casa de Dios, pero es también nuestra casa. Aquí nos congregamos todas las semanas para adorar a Dios, y para recibir el pan de su palabra y de su cuerpo. Es nuestra casa, es la casa de todos. Por eso, lo que aportemos no será una mera donación, pues nadie dona para la casa propia, sino que será una

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Page 1: 3. Los Judios y La Reconstruccion Del Templo

La Campania Capital

Semillas de renovación

Cuando los judíos volvieron de la cautividad de Babilonia se encontraron que el Templo,

construido por el Rey Salomón, estaba destruido. Decidieron, entonces, reconstruirlo. Para ello

todo el pueblo se unió en esta empresa. Cada uno aportó de lo que tenía para devolverle a Dios

una casa donde fuera glorificado y fuera signo de su presencia. El libro de Esdras comienza el

relato de la siguiente manera: “Estando ya los hijos de Israel en sus ciudades, se reunió el pueblo

como un solo hombre en Jerusalén… y así (más tarde) todos los que habían venido de la

cautividad a Jerusalén, pusieron manos a la obra (Esdras 3: 1.8).

Atendamos a las palabras resaltadas: Como un solo hombre… todos… trabajaron en esta

empresa. La unidad del pueblo en el objetivo común más noble. Estas palabras nos deben

inspirar a nosotros que queremos también remodelar la Casa del Señor. Queremos, como ellos

hacerlos como si fuéramos un solo hombre. Debemos unir nuestras fuerzas para que la Campania

que comenzó el domingo pasado sea un éxito.

La Iglesia es la casa de Dios, pero es también nuestra casa. Aquí nos congregamos todas

las semanas para adorar a Dios, y para recibir el pan de su palabra y de su cuerpo. Es nuestra

casa, es la casa de todos. Por eso, lo que aportemos no será una mera donación, pues nadie dona

para la casa propia, sino que será una inversión para nosotros, que estamos ahora, y también para

nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Hemos de tener esa misma visión que tuvieron

aquellos que emprendieron por primera vez la construcción, empezando de cero. Nosotros hemos

recibido la herencia, ahora tenemos que transmitirla mejorada a las generaciones futuras.

Por eso, invito a todos los parroquianos a que tomen esta campaña como algo propio,

sabiendo que es para el Señor y para nosotros mismos. Dios quiera que nadie escatime sacrificios

para el Señor y el bien de nuestras almas. Desde ya gracias a todos los que ya han hecho su

generoso compromiso. Creo que juntos lo lograremos.

Page 2: 3. Los Judios y La Reconstruccion Del Templo

The Capital Campaign

“Seeds of Renewal”

When the Israelites returned from the Exile in Babylon, they found the Temple, which

was built by Solomon, completely destroyed. Then they decided to rebuild it. For that goal all the

people got together. Each one of the Israelites gave as much as they could so that God may have

a house to be glorified and they may have a place where God dwelt.

The book of Ezra narrates it in this way: “when the seventh month came, after the

Israelites had settled in their cities, the people gathered as one in Jerusalem… together with the

rest of their kinsmen, the priests and Levites and all who had come from captivity to Jerusalem”

( Ezra 3:1.8).

Let us pay attention to the bold words: gathered as one…together… all… worked for

this goal. It was the unity of the people with a common goal. Those words should inspire us, who

want to repair the House of God. Like them, we want to work as one person. We have to put our

forces together in order that the Campaign, which started last Sunday, may be successful.

We said that the Church is the House of God, but also it is our own house. Here, every

Sunday, we congregate to worship God and receive both the bread of His Word and of His Body.

This is our house. Therefore, what we pledge is not a donation but rather an investment, since

nobody donates for one’s house. It will be an investment for both ourselves, who are here now,

and our children and the children of our children. We have to have the same vision of those who

founded this beautiful Temple. We have received this inheritance and it is our commitment to

hand it on to the generations to come as nice and beautiful as possible.

So, I’m inviting all Parishioners to take this Campaign as your own, knowing that it is for

the Lord and for ourselves. My wish is that all of you will make a small sacrifice for the Glory

of God. I want to thank all those who have already pledged for this wonderful Campaign. I

believe we can all make it happen!