2do parcial sociologia de la educacion

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FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACION DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA EDUCACIN CATEDRA: SOCIOLOGA DE LA EDUCACION PROF. TITULAR: Dra. CARINA KAPLAN PROF. Adjunta: Mg. CLAUDIA BRACCHI AUXILIARES DOCENTES: Lic. Mariana Nobile; Prof. Javier Pen

Segundo parcial domiciliario Tema: I. La institucin escolar en las sociedades modernas estatales y el poder disciplinario sobre los cuerpos Alumno: Alejandro Antn Modalidad: Cursada por promocin sin examen final Comisin: A

La transicin de las sociedades penales hacia las sociedades disciplinariasHe intentado mostrar () como esta mutacin de la tecnologa del poder forma parte del desarrollo del capitalismo. Forma parte de ese desarrollo en la medida en que, por un lado, el desarrollo del capitalismo es lo que ha hecho necesaria esta mutacin tecnolgica, pero, a su vez, esta mutacin ha posibilitado el desarrollo del capitalismo. M. Foucault Las mayas del poder

La institucin escolar, tal como hoy la entendemos, es una construccin histrica inscripta en el proyecto de las sociedades modernas o, proyecto tambin conocido como modernidad. Ella y todo un entramado de otras instituciones como: los hospitales, manicomios, crceles, instituciones militares, fbricas industriales, etc., surgen en la transicin de las sociedades o estados monrquicos a las sociedades modernas. Periodo que, si bien comienza a gestarse entre los siglos XVI y XVII, la celeridad de los cambios lo hacen ms visible, principalmente, entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Ahora bien, para desarrollar esta etapa de transicin, donde podemos ubicar el desarrollo de la escuela moderna, vamos a utilizar la interpretacin foucaultiana que, por medio del anlisis de las formas y transformaciones que se dan en el ejercicio del poder1, vinculadas a las exigencias y mutaciones del sistema productivo, logra dar una explicacin convincente sobre estos cambios y, a su vez, nos permite comprender el advenimiento de las sociedades disciplinarias y normalizadoras. Luego de explicar esa etapa de transicin, intentaremos ubicar el papel y la funcin que cumple la institucin escolar en estas nuevas formaciones sociales. Segn Foucault (2008), en las sociedades o estados monrquicos, que se ubican, aproximadamente, entre los siglos XV y XVII, se ejerce un poder de tipo penal, que tiene su expresin material en las reglas del derecho, y de las cuales extrae los efectos de verdad que permiten el ejercicio del poder por parte del soberano. Si bien no se desconoce, aun en este tipo de sociedades, que haya formas ms regionales, ms locales de ejercicio del poder, el que predomina es el poder del soberano, el poder que se aplica a los sbditos. Este es un poder que consiste en hacer morir o dejar vivir a los individuos, pues no se ocupa del rendimiento que pueda extraer de los sujetos, sino ms bien del producto que extrae de los mismos. Es un tipo de poder que solo se interesa en la extraccin que ejerce sobre los individuos y que, en cierta forma, le permiti mantenerse como tal por el ejercicio de esa extraccin. En resumidas cuentas, es un tipo de poder que se ejerce de manera global como una red que cae sobre el conjunto de individuos, que los sujeta y que le quita los bienes, las riquezas, y es dueo de sus vidas.1

Cada vez que hablemos de poder en el presente trabajo estaremos utilizando la concepcin foucaultiana del mismo que se encuentra detallada en la obra defender la sociedad citada en la bibliografa.

Tal como explica Foucault (1999), esta forma de ejercer el poder presenta dos grandes inconvenientes para el desarrollo del capitalismo, y son estos inconvenientes en los que se hayan las principales causas que explican, en mayor o menor medida, las mutaciones que vamos a ver en las sociedades modernas en cuanto a las formas en que es ejercido el poder. En primer lugar, uno de los inconvenientes ms importantes que traban el desarrollo de los procesos productivos es que el poder poltico, tal como se ejerca en el cuerpo social, era un poder muy discontinuo. Las mayas de la red eran demasiado grandes y un numero casi infinito de cosas, de elementos, de conductas y de procesos escapan al control del poder. (Foucault 1999:242) Estos defectos hacan latente la necesidad de pasar de un poder con pretensiones globales, pero que en la prctica era discontinuo, a uno que efectivamente se ejerciera de manera continua, a un poder atmico en el que cada individuo interiorice el control, lo haga suyo, en vez de tener que ser gobernado por un soberano. La segunda gran desventaja, para el desarrollo del capitalismo, que se encuentra en los mecanismos del poder monrquico es su excesiva onerosidad, su excesivo poder de rapia con respecto a los sbditos. El poder, representado por el derecho, le otorga al soberano el permiso y la fuerza de obtener lo que el sbdito produce por s mismo. As, como afirma Foucault (1999:243), el poder era, de este modo, esencialmente preceptor y predador. En esta medida operaba siempre una sustraccin econmica y en consecuencia, lejos de favorecer y de estimular el flujo econmico, era perpetuamente su obstculo y su freno. De este inconveniente se har necesario encontrar una forma de ejercer el poder que no sea excesivamente extractiva de lo que el sbdito produce, sino ms bien, se buscara encontrar un mecanismo de poder en el que su eficacia este vinculada al sistema productivo. Es ligado a estos dos grandes inconvenientes en el ejercicio del poder monrquico, que frenan el desarrollo productivo de las sociedades capitalistas, en los que Foucault ve la gran transformacin que sufren las tecnologas polticas del poder en Occidente. Es decir, en correlacin con los procesos que operaban como freno para el desarrollo del capitalismo Foucault ubica, como efecto de ambas, la invencin de dos tecnologas de poder especificas; cada una realiza un ejercicio distinto del poder, pero que, a su vez, son complementarias, operan en conjunto. Por un lado, surge una tcnica o tecnologa de ejercicio del poder entendida como disciplina. Foucault (1999:243) entiende a las disciplinas como: el mecanismo de poder por el cual llegamos a controlar en el cuerpo social hasta los elementos ms tenues, y por estos alcanzamos los tomos sociales mismos, es decir, los individuos.

Son tcnicas de individualizacin del poder que ponen el foco en vigilar a los individuos ms que en castigarlos, pretender obtener un mejor rendimiento de sus fuerzas y sus aptitudes antes que de extraer a la fuerza sus productos. Es una tecnologa que observa con detalle a los individuos, sus cuerpos, sus formas de comportamiento, una especie de anatoma poltica que se dirige a los individuos. El segundo grupo de tecnologas de poder surge, principalmente, en la segunda mitad del siglo XVIII. Estas ltimas, no apuntan a los individuos en s mismos, sino ms bien a la poblacin. Foucault llama a este conjunto de acciones polticas: biopoliticas. Segn Ral Muriete (2009) las biopoliticas, a diferencia de las anatomopoliticas, son unas tcnicas de poder no disciplinario que a partir del siglo XVIII tienen a la vida como objeto del poder; un ejercicio del poder sobre el hombre en tanto ser viviente. En consecuencia, estos cambios en las formas de ejercer el poder, que tienen otros procedimientos, sobre los individuos y, a su vez, sobre la poblacin, se muestran incompatibles con las relaciones de soberana de los estados monrquicos. Tal como explica Foucault en defender la sociedad, esta nueva mecnica del poder recae sobre los cuerpos y lo que hacen, ms no sobre lo que los sbditos producen. Es un mecanismo que tiene por fin mismo extraer rendimientos y eficacia de los cuerpos ms que sus riquezas. Es decir, es un tipo de poder con prcticas y efectos distintos de los que posean el tipo de poder de las sociedades monrquicas, y es as porque esta nueva forma de ejercer el poder corresponde a otro tipo de sociedad de la que a continuacin intentaremos dar cuenta. Las sociedades disciplinariasQue los procedimientos de la normalizacin colonicen cada vez ms los de la ley, es, creo, lo que puede explicar el funcionamiento global de lo que llamara una sociedad de normalizacin. M. Foucault Defender la sociedad

Estas formaciones sociales, distintas de las penales del poder monrquico, son las sociedades disciplinarias. Foucault (2008:43) llama al tipo de poder que corresponde a estas sociedades poder disciplinario y lo describe como: un tipo de poder que se ejerce continuamente mediante la vigilancia y no de manera discontinua a travs de sistemas de cnones y obligaciones crnicas. Es un tipo de poder que supone una apretada cuadricula de coerciones materiales () y define una nueva economa de poder cuyo principio es que se deben incrementar, a la vez, las fuerzas sometidas y la fuerza y la eficacia de quien las somete. Ahora bien, hay que tener en cuenta lo siguiente, y aqu radica la genialidad del anlisis foucaultiano, si bien, en el apartado anterior, estbamos hablando del surgimiento de una nueva mecnica del poder, esto no quiere decir que el poder que era ejercido por el derecho, en las sociedades penales,

desaparezca sin ms. Lo que nos ensea nuestro autor, es que en estas sociedades coexisten tanto el poder disciplinario como el poder jurdico. Y esto se debe a que por medio del poder jurdico la burguesa instrumento el poder disciplinario que permiti el desarrollo de las sociedades capitalistas modernas. En consecuencia, lo que nos va a decir Foucault es que como las coacciones disciplinarias sern, de ahora en mas, los mecanismos de dominacin de nuestras sociedades, ser necesario algn dispositivo que las haga invisibles o, en lo posible, menos visible como ejercicio efectivo del poder, de tal forma que su legitimidad no se encuentre comprometida. De este modo, fue la transformacin del derecho jurdico el que hizo posible que algo as sucediera, ya que logro democratizar la soberana articulndola con los mecanismos de coercin disciplinaria. En sntesis para Foucault (2008:45): en las sociedades modernas, el poder se ejerce a travs de, a partir de y en el juego mismo de esa heterogeneidad entre un derecho pblico de la soberana y una mecnica polimorfa de la disciplina. Retomando el poder disciplinario, una de sus particularidades ms importantes es que se realiza por medio de las disciplinas y estas, como habamos mencionado, son mecanismos individualizantes de poder. Mecanismos que operan por medio de la norma. Por lo tanto, la norma es una tcnica del poder que trae aparejado un principio de calificacin y de correccin a la que los individuos debern ajustarse. Su funcin no ser rechazar, como lo hacia el soberano, sino transformar, encauzar. Pero, y esto hay que tenerlo en cuenta pues de ella se derivaran, en gran parte, los efectos de economa y continuidad, la norma requerir para su establecimiento una tcnica muy sencilla y muy particular que es: la mirada. La mirada, tcnica indispensable por las que opera el poder normalizador, permitir a las disciplinas, en el ejercicio mismo del poder, ser productoras de un saber que extraern de los individuos; saber que luego podr ser utilizado para dominarlos de una manera ms eficaz en tanto se lo coteje con las exigencias de la norma. Es decir las disciplinas producirn saberes que sern el criterio de verdad con el que se comparara el grado de acercamiento de los individuos a la norma. Pese a todo lo dicho anteriormente, falta un elemento muy importante, del que aun no hemos hablado y es el que va a dotar de posibilidades materiales al poder disciplinario y normalizador de las sociedades modernas. Este elemento es: la gigantesca serie de instituciones que la modernidad creara para controlar la existencia de los individuos a lo largo de toda su vida y aduearse, claro est, de su tiempo. Podramos ubicar, dentro de este entramado institucional: los talleres industriales, hospitales, manicomios, crceles, instituciones militares, escuelas, entre otras tantas. Estas instituciones, tal como seala el anlisis foucaultiano, van a marcar la edad de la ortopedia social en la

que no tendrn la funcin de castigar infracciones, sino evitar o corregir virtuales posibilidades, es decir, la supuesta peligrosidad de los individuos, su posible alejamiento de la norma. Pero, en la funcin misma de corregir y encauzar a los individuos, sern productoras de sujetos. Es decir, estas instituciones no tendrn como principio la prohibicin con respecto a una regla, sino que posibilitaran la emergencia de nuevas subjetividades. Segn Foucault (1999) el rasgo caracterstico del entramado institucional moderno es el panoptismo, rasgo que parte de las caractersticas del poder disciplinario pero que ahonda en tres aspectos nodales para el control de los individuos en las sociedades modernas: la vigilancia, el control y la correccin de los individuos. A su vez, opina que a diferencia de las instituciones de las sociedades penales donde se exclua a los individuos, se los apartaba de la sociedad; en las instituciones de las sociedades modernas se busca juntar, unir, incluir a los sujetos en instituciones que tienen por fin la normalizacin de los individuos para extraer de ellos utilidad. Es decir, las instituciones modernas se proponen producir sujetos, mas no excluir, para extraer de ellos rendimientos, para hacerlos tiles al sistema social y productivo. Ahora bien, como intentamos dejar en claro, en este tipo de sociedad disciplinaria, panptica y normalizadora surge la escuela moderna. Escuela que no ser ajena a las exigencias de la sociedad que la produjo. Por lo tanto, en el prximo apartado, intentaremos dar cuenta de cmo operan los poderes descriptos en ella y, a su vez, como fue til a la sociedad que la fundo. La escuela, un ejemplo de institucin muy modernaLo normal se establece como principio de coercin en la enseanza con la instauracin de una educacin estandarizada y el establecimiento de las escuelas normales. M. Foucault Vigilar y Castigar

Foucault (1999) afirma que el conjunto de instituciones modernas puede ser divido en dos grandes grupos. Unos que ejerceran la funcin principal de vigilancia (como la polica) y otras (donde podemos ubicar a la escuela) que tendran como objetivo, al menos como uno principal, la correccin. Ahora bien, por lo dicho, creo poder aventurar la hiptesis de que la escuela moderna se encargo de realizar la correccin de los individuos, en un claro ejercicio de poder, por medio de asumir una tarea de suma importancia para el desarrollo y mantenimiento de las sociedades modernas. Esta tarea consisti en asumir el objetivo de moralizar a todos los sujetos que transitaran de ahora en ms por ella. Pero, y esto debera quedar en claro, no lo hizo estableciendo cualquier moral, sino la moral liberal que la sociedad moderna le exiga. Es decir, la escuela establecera como norma o normalidad una

moral que le organizara a los individuos un alma racional y volitiva (), un yo normal, racional, libre e individual (Murillo 1996:145). De este modo vemos como la escuela se dedico a producir sujetos, a ejercer un poder sobre ellos que no consisti en la prohibicin con respecto a una regla, sino en el ejercicio de un poder que produjo sujetos, produjo subjetividades. Para llevar a cabo semejante tarea la escuela moderna dispuso de instrumentos muy sutiles, pero a la vez sumamente eficaces, con los que le fue posible la adecuacin a la norma de los sujetos, pero no por someterlos a la fuerza, sino por lograr que interioricen el deseo de ser normales (moralizarse), de desear estar dentro de la normalidad. Una de las herramientas ms importantes con las que se vali para posibilitar la interiorizacin de los controles fue el examen. En el examen se articulan dos tcnicas o formas de ejercer el poder que funcionan en relacin de mutua dependencia, ellas son: la inspeccin jerrquica y la sancin normalizadora. Ambas tcnicas requieren y utilizan la mirada que sanciona. Mirada que posee y produce un saber (de los sujetos) con el que ejerce el acto de poder sancionador que califica y clasifica el grado de proximidad a la norma con que los sujetos son constantemente examinados. Como afirma Foucault (2002:189) la superposicin de las relaciones de poder y de las relaciones de saber adquiere en el examen toda su notoriedad visible. Por lo tanto, el examen opero como una herramienta que ayudo calibrar a los individuos ya que al actuar como criterio de verdad, como criterio que seala la diferencia con lo normal, y en consecuencia establecer lo anormal, provoco el deseo de los otros a sancionar por la mirada y, a la vez, de adecuarse uno mismo al interiorizar la mirada que controla. En resumidas cuentas la tarea principal que cumpli, o ayudo a cumplir, el examen en el establecimiento de la moral, fue la interiorizacin de una mirada que inspecciona, de una presencia que se hace ausente (por no estar fsicamente, sino en la subjetividad del sujetos) y con la que los individuos se gobiernan (se controlan) y gobiernan (controlan) a los otros. A su vez, la escuela dispuso de una materialidad que permiti realizar el control por la mirada. Es decir, la escuela se construyo con la estructura propia de una sociedad panptica. De este modo, incluso la construccin misma de la que es tributaria, fue pensada de una forma en la que posibilitara el control sobre los cuerpos que se ubicaran en su interior para as estar en condiciones de vigilar sin interrupcin. Pero, ante todo, hay que destacar que no era cualquier tipo de control, la arquitectura misma posibilitara un nuevo control propio de las sociedades modernas. Un control que es ms del tipo de un alma sobre un alma que, al decir de Foucault (2002) correspondera

a pequeas tcnicas de vigilancia, diversas y cruzadas, de miradas que deberan ver sin ser vistas. En sntesis, la particularidad que aporta el control que se ejerce en la institucin escolar radica en que el que ejerce la mirada no debe ser visto, y justamente en el hecho de no ser visto es que los sujetos se encuentran en una situacin de examinacin constante. Conclusin: la enseanza de FoucaultVigilancia, control y correccin parecen ser una dimensin fundamental y caracterstica de las relaciones de poder que existen en nuestra sociedad M. Foucault La verdad y las formas jurdicas

De lo anterior podemos decir que uno de los logros mayoritarios para el ejercicio del poder normalizador consiste en que el entramado institucional moderno, en el que la escuela desarrollo un papel indispensable, haya propiciado la subjetivacin por parte de los individuos de la mirada como forma de control externa que cae sobre ellos. Siguiendo a Susana Murillo (1996:144) podemos afirmar que el ojo, o los ojos del poder, estarn presentes con mayor detalle, o al menos harn el efecto de presencia constante de toda la poblacin. Esto se debe a que en las sociedades normalizadoras la norma, al operar como criterio de verdad, utiliza la mirada como una tcnica de examen que mide la adecuacin a la normalidad que los saberes disciplinarios producen. Pero, y aqu estara la segunda consecuencia, el control no solo ser externo, es decir, el individuo no ser solo controlado por las miradas de los otros que caen sobre l, sino que se controlara a s mismo, se gobernara a s mismo, por el deseo mismo de adecuarse a los criterios de normalidad social. Si hay algo que nos ensea Foucault sobre la escuela, incluso sin haberlo dicho explcitamente, o sin haberla tomado como su objeto de estudio, es que ella no es ajena a la sociedad en que se sita. Ella misma es un producto histrico que se halla situada y exigida por los condicionantes sociales que la hicieron necesaria. Por ltimo, Foucault en vigilar y castigar sostiene que comprendiendo el funcionamiento de una crcel uno puede entender muy bien cmo funciona la sociedad. Nosotros podramos agregar que comprendiendo el funcionamiento de las escuelas, sus relaciones de poder, pero no solo ellas, sino tambin sus producciones, seguramente podamos comprender como funcionan nuestras sociedades actuales.

Bibliografa:

FOUCAULT, M. (1999) La verdad y las formas jurdicas en Foucault, M. Obras esenciales, Volumen III, Paidos, Espaa (1ra, 4ta y 5ta conferencias). FOUCAULT, M. (1999) Las mallas del poder, en Foucault, M Esttica, tica y hermenutica. Obras esenciales, Volumen III, Paidos, Espaa. FOUCAULT, M. (2002) Los medios del buen encauzamiento, en Vigilar y castigar, Siglo XXI Editores, Buenos Aires. FOUCAULT, M. (2008) Clase del 14 de enero de 1976, en Foucault, M., Defender la sociedad, Fondo de Cultura Econmica, Buenos Aires. MURIETE, R. (2009) Como Pinocho no aprendi a leer pero si a trabajar: Pinocho, Michel Foucault y una genealoga del Estado poltico moderno. En Revista del IICE. FFyL, Uba y Mio y Dvila, Buenos Aires.

MURILLO, S. (1996) El discurso de Foucault: Estado, locura, y anormalidad en la construccin del individuo moderno. Oficina de Publicaciones del CBC, Buenos Aires.