El Parc Tecnològic de Barcelo-na acogió a finales de octu-bre a los «exploradores» de la economía colaborativa: la

avanzadilla de jóvenes y no tan jóve-nes que ya consumen y piensan en términos de eficiencia y bien común, y que han entendido que las comuni-dades autoorganizadas serán las nuevas instituciones del siglo XXI. La llamada «sociedad colaborativa», con la que hemos empezado a familiari-zarnos a través de plataformas digi-tales como Airbnb, Wallapop o So-cialCar, no ha hecho más que dar sus primeros pasos, pero evoluciona a ritmo vertiginoso. Como dijo el por-

tavoz del movimiento OuiShare en castellano, Albert Cañigueral, «va tan rápido que, si parpadeas, te pierdes». Un momento histórico. Ante tal despliegue de posibilidades pero también de desafíos, el OuiShare Fest propuso durante dos días un espacio de reflexión conjunta que huyó del formato de congreso para abrirse a algo parecido a una larga y múltiple conversación hecha de talleres, po-nencias, mesas de debate y diálogos.Comunidades horizontales. Están cambiando las pautas de consumo y también el modo de relacionarnos y de confiar unos en otros sin necesidad de intermediarios, con lo que eso im-

plica en cuanto a transferencia de po-der, de las instituciones a las comuni-dades de personas. Como en todo nuevo escenario, surgen ahora obstá-culos y peligros que habrá que afron-tar con la brújula de la ética en la ma-no, como no se dejó de insistir.

LA OLA COLABORATIVADeconstruir. El programa abarcó diferentes temas bajo el lema de «de-construir, combinar y reinventar». Se habló de Fab cities (o ciudades auto-suficientes), de la posible precariza-ción del trabajo, de «la ola que viene» (el futuro del futuro) o de la regula-ción del turismo colaborativo. Todas

ESTUVIMOS EN...

El programa de actividades invitaba a

una participación activa.

CONSTRUIR UN FUTURO ÉTICOMas de seiscientas personas participaron en Barcelona en la segunda edición del OuiShare Fest, el evento profesional más importante de economía colaborativa en castellano.

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Así se titula un libro de Albert Cañigueral sobre la nueva econo-mía colaborativa, pu-blicado por Conecta y descargable gratis en su blog consumocola-borativo.com. En él expone las bases del consumo colaborativo y cómo sus ventajas, ya visibles en sectores como la movilidad, el turismo o las finanzas, están promoviendo cambios profundos en la sociedad. El consumo colabo-rativo recuerda que no tenemos por qué

poseer las cosas para disfrutarlas. Podemos simplemente acceder a ellas cuando las ne-cesitemos y cederlas cuando no las usemos. No hace falta, pues, comprarlo todo ni te-nerlo en exclusiva. Compartir ha sido siempre algo habitual entre amigos y en fa-milia pero es la tecno-logía lo hace ahora po-sible a gran escala. La gente comparte porque es más barato pero también porque sentirse parte de una comunidad engancha.

VIVIR MEJOR CON MENOS

YVETTE MOYA-ANGELERDU

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las ponencias se grabaron y se en-cuentran colgadas en Youtube.Datos que curan. Nosotros seguimos con gran interés las relacionadas con la salud, en las que quedó clara la opor-tunidad que significa poder compartir más datos personales médicos en pla-taformas digitales seguras: «Cuantos más podamos cruzar, mejor», repitió Joan Guanyabens, consultor experto en la aplicación de tecnologías de la información al ámbito sanitario. Más confianza. Falta aún confianza entre las partes para que la gente se decida a compartir datos tan sensi-bles, aunque sea de forma anónima, pero Guanyabens insistió. Dispone-mos de más datos médicos que nunca pero no los estamos aprovechando para promover la investigación. Avanzar compartiendo. Begoña Nafría expuso, sin embargo, varias iniciativas pioneras del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, como Rare Commons (rarecommons.org), que ya está permitiendo conocer mejor

el encuentro promueve la reflexión en un ambiente desenfadado

ciertas enfermedades raras pediátri-cas gracias a que familias de todo el mundo comparten información.Social Diabetes. Mª Jesús Salido, por su parte, intervino como directora de Social Diabetes, una start-up de Bar-celona que obtuvo el premio UNESCO WSA de salud móvil en 2012 con una aplicación que indica la dosis de insu-lina requerida en cada momento.

EL PETRÓLEO DEL S. XXIExperiencias de este tipo alientan la esperanza pero también encienden algún debate, como el de la gestión de los datos personales, considerados «el petróleo del siglo XXI». Es evidente que este debate tiene un alcance también político y por eso se invitó al catedrá-tico en Ciencia Política Joan Subirats a cerrar el OuiShare Fest. Subirats re-cordó que lo que está en juego en este cambio social profundo que se em-pieza a vislumbrar es qué tipo de de-mocracia queremos construir. ͌

ESTUVIMOS EN...

Un equipo de más de cien voluntarios hizo posible la organización del evento.