Como en los tiempos de pre guerra, estamos en un nuevo momento de potente

cambio. El cambio no es nuevo, es propio de la vida: es la única constante que orde-

na el existir, en base a ciclos. Lo nuevo es la potencia y la velocidad: hemos transita-

do en un proceso dialéctico desde ser aldea, a ciudad y hemos llegado a una síntesis

de Aldea Global. Un espacio universalmente local es también el que empuja a las

personas por el mismo transcurso. Es la imperceptible fuerza que nos mueve sin que

nos demos cuenta. Los pueblos originarios -no sólo latinoamericanos- aún incorpo-

ran esas fuerzas imperceptibles a sus explicaciones del mundo. El modernismo dejó

de tener conciencia de lo ajeno a la voluntad humana como dato de existencia y por

lo mismo, dejó de tomar lo in-perceptible en cuenta. Lo trans-personal fue reempla-

zado por un creciente Nihilismo, como advertía Friederich Nietzche, discípulo de

Zaratrusta y maestro de Heidegger. Una ausencia de sentido y de sentidos que para

Hannah Arendt era el peligro mayor de los criminales de guerra: gente común que

sigue la corriente sin sentir. Se volvían criminales porque habían renunciado persis-

tentemente a su condición de ser pensante. Lo único que los validaba, era seguir un

mandato externo. Pero hoy está entronizando un nuevo tiempo: un pachacuti, una

nueva era, la treceava vuelta de un calendario mayor. Y esto empuja también a un

nuevo ser humano donde subyace la conciencia de la interconexión inevitable. Que

sabe que como es arriba es abajo: que lo que mueve al átomo, mueve al universo.

Son un mismo sistema. Es el secreto de ser red, de estar envuelto por ella: todo se

conecta en algún punto. Del mismo modo, la pintura conecta sentimientos ajenos y

propios. Conecta realidades, las comunica, las registra y las devela. Y los movimien-

tos son circulares: emiten y reciben información, sentido, pensamiento. Por eso se

mueven, de lo contrario, serían estáticos.

Y cuando ese cambio es evolutivo, no llega a un mismo punto, sino a un estado

avanzado. Como los artistas que entregan compromiso con el registro a la vida,

avanzan también los colectivos humanos que creen en el cambio, Ya no es tiempo de

gallinas, de yanaconas. Vivimos un tiempo histórico de fundación donde no caben

huevos de aire. Están naciendo guerreros y guerreras que no llevan el color de su

bandera en la piel, sino en el corazón. Ya no se es una nacionalidad, se ES Nación:

Ciudadano de un mundo antiguo que, como el escorpión, mata su vida con la sed

de Tener; o parte del nuevo, donde se existe con conciencia de la interdependencia

y del rol que tenemos en esta red de ciclos donde lo que se da retorna. Por eso la

importancia de la congruencia.

Como la autora de estos cuadros, Elvira, que vive en la congruencia de la belleza.

La belleza la elige como presencia. Desde su ser hasta su creación: Una pintura

diáfana, pero potente y de gran formato. No en un por si acaso, cumple su misión

estética con la misma potente congruencia de forma/contenido/concepto con que

vive la vida, sin que por eso ella sienta una diferencia con otros, una suerte de ca-

rrera ganada. Al contrario, cada cuadro busca permiso para estar y respecto para

actuar, integración para reflejar. No es un ejercicio de vanidad; sino un sentido de

claridad, de proponer una relación con la luz, con la mirada, con la transparencia de

quien cuenta un sueño en una realidad. ¿El resultado? = Comprobar que se puede

ser hermoso, sin intentar ser lindo, sino sólo para validar la mirada. La misma que

usaron nuestros antepasados indígenas y no indígenas para honrar la tierra y para

evidenciar, a través de la belleza de un objeto cotidiano, como vestimenta, un de-

terminado rol en la vida.

Elvira y la creación un ciclo de permanencia en el cambio

Heidi Scmidlin

HVALFGANST I. MAR DE SANGRE152 X 244 cms. Óleo sobre madera

HAVET - OCEANO 152 X 244 cms. Óleo sobre madera

ZARPAR152 X 244 cms. Óleo sobre madera

HVALFGANST II. CAZERIA DE BALLENAS 170 X 310 cms. Óleo sobre madera

INTERNO I 122 X 152 cms. Óleo sobre madera

INTERNO II122 X 152 cms. Óleo sobre madera (pag.siguiente)

POST TENEBRAS LUX 152 X 370 cms. Óleo sobre madera

Adentro, desde el origen, en relación profunda e intima con la pintura. La cual

emerge desde la materialidad, donde existe un ritmo, una pulsación. Ritmo cons-

tante, a veces impetuoso y tremendamente difícil de domar. Desde donde nacen,

brotan y ebullen todas estas y aquellas significaciones mudas, de las cuales trata la

pintura. Es de lo que puedo constar. Ahondar en la practica es mi ejercicio, desple-

gando el cuerpo. La obra se va creando desde ahí, siguiendo ese ritmo, naturaleza,

instinto. Eso es lo que enlaza la creación de toda obra.

Desde donde nace el impulso creativo, y el despliegue de un universo rítmico y

con sentido. A través de este ser-sentido, se conjuga con el ciclo natural, de forma

consciente esta vez. Es como ahondar, sumergirse en las profundidades de este

sentir invernal, de días mas cortos, oscuros y largas noches, y registrar las sensa-

ciones de luz. Sensaciones que me traían las imágenes, y sensaciones internas en

el hacer de la pintura.

Escogí imágenes que me dieran aquellas sensaciones acordes al ciclo natural y que

fueran al extremo de esa sensación. Las imágenes empezaron como referentes, de

las cuales me fui distanciando cada vez más. Lo que fue como estrujar un paño

empapado en pintura.

Imágenes de un mar abierto, de una matanza de ballenas en el mar del norte, fueron

forjando el ímpetu de la pintura en sí misma, el dibujo, la idea y la estructura se

desvanecían en manchas, materia, pura pintura.

Con la transmutación de aquellas imágenes en pintura, la materia del óleo se ha es-

currido en fuerza expresiva, la cual surge y brota desde la introspección del invierno,

en otras palabras la oscuridad, es tierra fértil para el proceso creativo.

Mas allá de los sentidos que se pueden elaborar a través de las obras, ha sido el pro-

ceso en relación a la experiencia del sentir lo que ha conjugado esta muestra.

“Post Tenebras Lux” alude al proceso creativo en si mismo. Al ciclo. Es por esta

razón que la muestra se relaciona con el solsticio de invierno y a la celebración del

mismo. Finalmente lo que se celebra aquí es la creación y su proceso.

POST TENEBRAS LUX

EVENTYR SKOGEN. BOSQUE DE CUENTO DE HADAS 152 X 180 cms. Óleo sobre madera

Elvira López Lazo

Elvira López desarrolla su trabajo pictórico a partir de imágenes y fotografías. Estudia y

trabaja conceptos fundamentales de la historia de la pintura y del sentido de lo moder-

no en ésta. Licenciada en Artes Plásticas de la Universidad de Chile es discípula de la

antigua academia. Realiza estudios de fotografía y pintura, desarrollando su trabajo en

los talleres de Natalia Babarovic. Viaja a Escocia el año 2007, donde recorre museos a

lo largo de Europa. Desarrolla y expone individualmente en Noruega el año 2012. En

2014 obtiene el reconocimiento en la mención Pintura del Tercer Salón de Arte Sur Aus-

tral SURMUNDO. Actualmente trabaja y vive en Puerto Varas, donde realiza clases,

talleres y exposiciones.

ellvz@yahoo.com / www.elviralopez.tumblr.com