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La comunicación y la TISP La comunicación lingüística es una característica propia del ser humano la cual está compuesta por varios elementos y sus respectivas funciones; su funcionamiento es muy complejo y para dominarlo no se requiere poseer únicamente competencia gramatical, sino también competencia textual, pragmática y sociolingüística. Cuando alguno de estos elementos falla surgen los malentendidos o la falta de comprensión. También existen una serie de factores extralingüísticos, intencionados o no, que pueden intervenir en el acto comunicativo y formar parte de él: la comunicación no verbal. Esta puede definirse como aquella comunicación que tiene lugar a través de canales distintos al escrito y el hablado (el movimiento corporal, el contacto ocular, la gestión del espacio personal y del tiempo…). La cultura, es decir, el conjunto de normas o convenciones que regulan el comportamiento de los miembros de una sociedad, también juega un papel fundamental en la comunicación. Los traductores / intérpretes y mediadores ( TI / mediadores) deben poseer esta competencia y tomar conciencia de las culturas que intervienen en el proceso comunicativo y de los mecanismos específicos que las rigen. El TI / mediador deberá propiciar el entendimiento entre las partes salvaguardando su profesionalidad, su parcialidad y su justa implicación, realizando una contextualización cultural cuando sea necesario, e incluyendo la autocrítica permanente y personal en el ejercicio de sus labores. Con este análisis, queda claro que para trabajar en el ámbito de la traducción e interpretación en los servicios públicos (TISP) no basta con ser bilingüe sino que también son necesarias otra serie de habilidades. Como podemos observar, la complejidad y los múltiples factores que influyen en la comunicación vuelven a poner sobre la mesa

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Comunicación y TISP

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La comunicación y la TISP

La comunicación lingüística es una característica propia del ser humano la cual está compuesta por varios elementos y sus respectivas funciones; su funcionamiento es muy complejo y para dominarlo no se requiere poseer únicamente competencia gramatical, sino también competencia textual, pragmática y sociolingüística. Cuando alguno de estos elementos falla surgen los malentendidos o la falta de comprensión. También existen una serie de factores extralingüísticos, intencionados o no, que pueden intervenir en el acto comunicativo y formar parte de él: la comunicación no verbal. Esta puede definirse como aquella comunicación que tiene lugar a través de canales distintos al escrito y el hablado (el movimiento corporal, el contacto ocular, la gestión del espacio personal y del tiempo…).La cultura, es decir, el conjunto de normas o convenciones que regulan el comportamiento de los miembros de una sociedad, también juega un papel fundamental en la comunicación. Los traductores / intérpretes y mediadores ( TI / mediadores) deben poseer esta competencia y tomar conciencia de las culturas que intervienen en el proceso comunicativo y de los mecanismos específicos que las rigen. El TI / mediador deberá propiciar el entendimiento entre las partes salvaguardando su profesionalidad, su parcialidad y su justa implicación, realizando una contextualización cultural cuando sea necesario, e incluyendo la autocrítica permanente y personal en el ejercicio de sus labores.

Con este análisis, queda claro que para trabajar en el ámbito de la traducción e interpretación en los servicios públicos (TISP) no basta con ser bilingüe sino que también son necesarias otra serie de habilidades. Como podemos observar, la complejidad y los múltiples factores que influyen en la comunicación vuelven a poner sobre la mesa lo importante que es que los profesionales de la TISP reciban una buena formación y que adquieran y dominen las competencias interlingüísticas e interculturales que les facultarán para desempeñar su trabajo sin sentirse condicionados por factores lingüísticos, culturales o personales. Sin embargo, para desempeñar correctamente este trabajo, es necesario que también se impliquen los proveedores de servicios públicos y los usuarios, ya que ellos también forman parte del todo comunicativo.