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8vo. Congreso Nacional de Estudios del Trabajo – ASET. Cdad. de Buenos Aires.
Título ponencia: TELETRABAJO, ORGANIZACIÓN PRODUCTIVA Y REPRESENTACIONES SOCIALES. Un abordaje de una organización dedicada a la producción voluntaria de Software Libre. Autor: Verónica Xhardez – [email protected] Institucional: Maestría en Ciencias Políticas y Sociología de FLACSO Sede BuenosAires. Ayacucho 551 (C1026AAC) CABA.
1. Introducción
Esta ponencia se basa en mi trabajo de tesis de Licenciatura en Antropología de la UBA y
tiene como objetivo abordar resumidamente la problemática del Teletrabajo en una organización
voluntaria dedicada a la creación de Software Libre (SL), en el contexto sociohistórico de
Argentina 2000s. Para analizar la modalidad Teletrabajo en la producción voluntaria de SL en el
país, se privilegió la dinámica de los procesos de coordinacióncooperacióncontrol de las
divisiones del trabajo expresados al interior de la organización y, especialmente en esta
ponencia, las representaciones sociales de los actores participantes respecto de aquellos mismos
procesos, representaciones que justifican su compromiso con la organización voluntaria a pesar
de la ausencia de remuneración monetaria.
A diferencia del trabajo aplicado de forma directa sobre la materia, el trabajo con y sobre
la información, en interacción y articulado al uso generalizado de TICs, constituye el fundamento
del capitalismo actual (Roldán, 2006, 2005a y b, 2004 a y b; Dantas, 2003, 2002 y 1999; Katz,
2001; Tauile, 2001, entre otros). En este contexto específico, aún en construcción, se despliega la
modalidad Teletrebajo definida como la actividad de trabajo en red, mediada por tecnologías de
la información y la comunicación, realizada en espacios laborales físicamente dispersos. Esta
modalidad de trabajo puede concretarse en diferentes formas productivas: la capitalista
(asalariada); la autónoma (Producción Simple de Mercancías dirigida al mercado, PSM); o en
una variedad de formas híbridas, como es la voluntaria analizada en este trabajo.
A partir del análisis de la organización del trabajo llevado a cabo por el Proyecto que
denomino “LinuxArgentino” se problematiza la forma productiva en que se sustenta (híbrida
voluntaria) y se procura buscar respuestas al interrogante sobre las razones que explican el
compromiso de los actores con el Proyecto, a pesar de la clara expresión de jerarquías definidas
en tanto producto de la coordinación de las divisiones del trabajo, indagando el el papel de sus
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representaciones sociales.
Por último, la ponencia reflexiona sobre la dinámica interna de la organización en
relación a su vez con la influencia del contexto y ofrece una serie de sugerencias sobre los
aportes voluntarios realizados por desarrolladores de Software Libre.
2. La problemática del Teletrabajo
En un marco aún en construcción de desarrollo socioeconómico basado en la
Información, el Conocimiento y el uso generalizado de TICs se despliega la controvertida
modalidad de trabajo —denominada Teletrabajo— definida en la Introducción como la actividad
de trabajo en red, mediada por tecnologíasde la información y la comunicación, realizada en
espacios laborales físicamente dispersos. Esta modalidad de trabajo puede concretarse en
diferentes formas productivas: la capitalista (asalariada); la autónoma (Producción Simple de
Mercancías dirigida al mercado, PSM); o en una variedad de formas híbridas, como es la
voluntaria analizada en este estudio.
A partir de esta concepción de Teletrabajo es posible encontrar coincidencias y
diferencias con varias de las definiciones más usuales desarrolladas en la bibliografía argentina
que versa sobre el tema (Martínez y Vocos, 2005 y Lenguita, 2006). Los elementos a considerar
a los efectos del presente análisis son los siguientes: la utilización de TICs (que permiten el
trabajo con y sobre la información), la deslocalización del trabajador, el trabajo en red y la
forma productiva en que se implementaría dicha modalidad de trabajo articulada a su contexto
histórico específico.
Martínez y Vocos (2005) definen al Teletrabajo como: “el desempeño de una actividad
laboral sin la presencia física del trabajador en la sede de la empresa durante una parte
importante de su jornada laboral. Supone el uso frecuente de procesamiento electrónico de
información (informática) y el uso permanente de algún medio de telecomunicación para el
contacto entre el teletrabajador y la empresa. Es una forma multiforme y diversa de realizar el
trabajo de modo no presencial en la empresa. Afecta la noción de puesto físico de trabajo e
incluso la percepción acerca de lo que es trabajo.” (Martínez y Vocos, 2005, pág. 3, subrayado en
el original).
Sobre el uso de TICs, Martínez y Vocos destacan su fuerte presencia en el espectro de la
tecnología que se utiliza (computadoras y software de gestión y de telecomunicaciones). “El
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teletrabajador utiliza equipamiento informático para trabajar y las telecomunicaciones para
mantener el contacto con la compañía.” (Ibídem, pág. 4). De todas formas, si bien se acuerda con
la definición de los autores respecto de la utilización de TICs, este trabajo no considera las
tecnologías únicamente como instrumentos que definen las formas de control sobre el proceso de
producción, sino también como elementos que permiten la cooperación dependiendo del
contexto productivo en que las mismas se empleen. Los autores, por el contrario, al estudiar
ejemplos de Teletrabajo en empresas capitalistas destacan el control especialmente si se trata de
trabajo en línea, ya que “a través de la comunicación continua que permiten las nuevas
tecnologías, el empresariado puede controlar, dirigir, modificar, dar instrucciones, recibir el
resultado del trabajo, etc., tal como si el trabajador estuviera en la firma.” (Ibídem, pág. 5).
Respecto de la deslocalización del trabajador, se acuerda con Martínez y Vocos en que se
trata de una característica constitutiva de la modalidad Teletrabajo, a la que identifican como un
tipo de trabajo a distancia. Según indican, el Teletrabajo podría realizarse en diferentes ámbitos,
pero siempre distintos del de la empresa para la cual se realiza la tarea: en el hogar, en forma
ambulante, en telecentros, etc. Pero también existen algunas reservas sobre este elemento: a pesar
de coincidir con los autores en el principio de deslocalización, este trabajo no considera al
teleoperador telefónico como un tipo de teletrabajador, ya que la definición propuesta se refiere a
“espacios laborales físicamente dispersos”, lo que significa que el teletrabajador desarrolla sus
funciones fuera del espacio físico de cualquier unidad productiva, y no, como en el caso de los
operadores de ‘call centers’, en un lugar centralizado de trabajo.
En materia del tercer elemento: trabajo en red, la definición de Martinez y Vocos no
contempla la posibilidad de relacionar el uso de TICs con redes sociales, siendo precisamente
este vínculo el que constituye una novedad en la definición sugerida en este trabajo.
Por último, respecto de las formas productivas: los autores no distinguen entre todas las
formas productivas en las cuales el Teletrabajo puede manifestarse, como tampoco aluden a su
contexto histórico específico. Sin embargo, remiten a una “relación contractual” a partir de la
cual “el teletrabajo puede tomar dos formas: en relación de dependencia —asalariado— (más allá
de la figura legalcontractual) o por cuenta propia” (Ibídem, pág. 5). Es decir, aluden a la
posibilidad de Teletrabajo asalariado o autónomo —categorías que no son desarrolladas por los
autores— en las cuales los teletrabajadores siempre se encuentran en relación con la empresa o el
mercado. De esta manera, dejan de lado la posibilidad del Teletrabajo ejercido en formas
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productivas híbridas voluntarias como la de este estudio. Agregan además: “En realidad este tipo
de trabajo se da generalmente en relación de dependencia, si no es así no queda en claro a
distancia de qué se realiza.” (Ibídem).
El trabajo de Lenguita (2006) no contempla una definición única, sino que ofrece
diferentes definiciones para ejemplificar una multiplicidad de elementos tomados en cuenta por
distintos autores1 a los efectos de considerar el análisis del Teletrabajo. Los criterios
seleccionados en su texto aluden a las dimensiones: tecnológica, de deslocalización (que
denomina 'locativa'), temporal y a la concepción legal del régimen de contratación. Según estas
dimensiones, es posible encontrar coincidencias y diferencias con los elementos propuestos en
este trabajo para el análisis de los autores anteriores.
Respecto del uso de TICs: la autora afirma que si bien la dimensión tecnológica forma
parte de la modalidad Teletrabajo, ésta no debe ser un elemento que conlleve determinismo.2 “La
herramienta para esta transformación [se refiere a la articulación entre la economía formal y la
informal] fue la utilización intensiva en el proceso y en el intercambio de las TICs
(característica fundamental en el teletrabajo)” (Lenguita, 2006, pág. 54, negritas agregadas).
Cabe destacar de todas formas, que aún existiendo coincidencia sobre la importancia del uso de
TICs en la definición de Lenguita y en la sugerida en este trabajo, la primera incorpora criterios
de subordinación, disciplina y control a través de las TICs. Este trabajo, en cambio, insiste en la
reivindicación de esas tecnologías como posible elemento facilitador de la cooperación
dependiendo, como se dijo, del contexto productivo de su utilización.
Este criterio tecnológico está muy asociado al segundo elemento con el que se coincide:
deslocalización (que Lenguita denomina ‘locativo’) por el cual la autora define al Teletrabajo
como un tipo de trabajo a domicilio, pero diferente en su “sustancia”. “El criterio tecnológico ha
estado estrechamente ligado al criterio locativo desde el punto de vista de la naturaleza radical de
este cambio organizativo: como la tecnología modifica sustantivamente la forma de trabajo, esta
forma de trabajo a domicilio se diferencia 'en su sustancia' de la modalidad tradicional de trabajo
a domicilio.” (Ibídem, pág. 59)
1 Como el caso de Nilles, Gray, et al; Bamplain, Martín Flores, entre otros.2 Lenguita, en un artículo de 2000 aporta una visión crítica hacia el determinismo tecnológico en lo que
respecta a la utilización de las tecnologías para esta modalidad —que aduce surge del proceso discursivo que hizoaparecer este nuevo fenómeno incluso antes de ser una realidad analizable académicamente— y asegura que elTeletrabajo, que define allí como trabajo deslocalizado de la unidad productiva, realizado sobre la informacióny en el contexto de la empresa capitalista, puede modificar la dinámica de los procesos productivos estudiados.
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La definición propuesta en este trabajo difiere, en cambio, en los siguientes aspectos:
Respecto del tercer elemento el trabajo en red: la propuesta de Lenguita 2006 no toma en cuenta
la importante vinculación entre el uso de TICs y las redes sociales, articulación que se sabe
necesaria para el análisis de la cooperación que se establece en las relaciones entre
teletrabajadores.3
Finalmente, sobre formas productivas: si bien Lenguita hace referencia a la existencia
del trabajador subordinado (asalariado) o free lance (autónomo), estas categorías no son
explicadas y son a veces confundidas durante el desarrollo de la propuesta que alude a la
existencia de un mismo tipo de “telesubordinación”, sin aclarar la relación de los teletrabajadores
respecto de la propiedad/control de los medios de producción. Cabe mencionar, sin embargo, que
la autora provee el criterio de caracterización legal contractual como definitorio de la modalidad
Teletrabajo, sosteniendo que “un teletrabajador con base en el hogar puede ejercer su actividad
laboral de manera subordinada, bajo un contrato de tipo laboral, o autónoma, bajo un contrato de
tipo comercial (free lance).” (Ibidem, pág. 66) Este criterio no resulta relevante a los efectos de
este trabajo, ya que no se detiene a explicar las diferencias entre los tipos de acuerdo desde la
perspectiva de las formas productivas asociadas a los mismos. No obstante, tanto la
diferenciación entre formas productivas como la articulación a sus contextos históricos
específicos, ambos ausentes en la elaboración de Lenguita, resultan de vital importancia ya que
definen la construcción de las jerarquías dentro de los grupos que utilizan esta modalidad de
trabajo.
Estas mismas reservas pueden hacerse respecto de su tratamiento de los mecanismos de
“control laboral” relacionados con el proceso de producción de parte de la empresa capitalista
(control por disponibilidad/aislamiento) (Ibídem, pág. 98) o relacionados con un régimen de
contratación atípico (control por autonomía/subordinación) (Ibídem, pág. 102).
Una última diferenciación con la propuesta de la autora alude al que Lenguita denomina
“criterio temporal”, elemento que no es considerado en la definición propuesta en este trabajo. El
criterio temporal se refiere al tiempo de trabajo empleado para esa modalidad en relación a la
jornada laboral. “Así se caracteriza el trabajo 'suplementario', 'alternativo' o 'permanente'.”
(Ibídem, pág. 72) Tanto esta diferencia como la indicada anteriormente respecto de la
“caracterización legal”, parecen tener un origen común: el texto de Lenguita no diferencia con3 Debe destacarse de todas formas, que Lenguita en su texto del 2000, alude al trabajo en red como “una
continuidad conectiva” (Lenguita, 2000. pág. 11 y siguientes).
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nitidez las distintas formas productivas en las que esta modalidad de trabajo se inserta o puede
insertarse.4
Resumiendo, la definición de Teletrabajo propuesta, i) concuerda con los autores
mencionados respecto del uso de TICs como elemento mediador de las comunicaciones que se
generan en esta modalidad de trabajo. Sin embargo, a diferencia de aquellos, enfatiza que las
TICs pueden ser utilizadas tanto como elemento de cooperación como también de control.5 ii)
Asimismo concuerda con aquéllos en la idea de deslocalización física del trabajador, aunque sin
adscribir al ejemplo del call center como una forma de Teletrabajo. Por otro lado se diferencia de
ellos iii) al incorporar el concepto de trabajo en red (red social de teletrabajadores sobre redes
técnicas, TICs); y iv) al destacar la posibilidad de que esta misma modalidad de trabajo, se
ejerza en diferentes formas productivas incluyendo las híbridas voluntarias como la
desarrollada aquí.6
2.1 La forma productiva híbrida voluntaria del Proyecto LinuxArgentino.
Como se indicó la modalidad Teletrabajo puede expresarse en una variedad de formas
productivas y por esta razón las definiciones propuestas por los autores nombrados —que aluden
a las formas asalariadas y autónomas— no pueden ser empleadas para explicar las características
del Teletrabajo llevado a cabo en la forma productiva híbrida voluntaria estudiada. Dado que no
se cuenta con un modelo elaborado a tales efectos, se utilizará como punto de partida el
desarrollado por Martha Roldán en su estudio de otra forma híbrida, pertinente a la producción
Teatral Vocacional (no comercial) que la autora aborda comparándola y estableciendo sus
diferencias respecto de la Producción Simple de Mercancías (PSM) propia de la producción en
Artes Visuales (Roldán, 2007 a y b, 2006).
4 Como en el caso de esta cita: “El hecho de que el teletrabajador emplee una máquina de coser o unacomputadora durante la concepción de su trabajo, no implica que su trabajo pueda considerarse como menossubordinado que otros.” (Lenguita, 2006, pág. 93) Sin embargo, considero que no cabe asimilar ambos casos sinexplicitar las formas productivas en que esos trabajos se insertan.
5 Puede encontrarse material disponible sobre el uso de TICs, tanto en su versión pesimista (Virilio, 1999)—quien sostiene que el uso de estas tecnologías, también usadas para el control, no ofrecen en definitiva beneficios— como la optimista que destaca las posibles ventajas balanceadas para el teletrabajador y la empresa. Este últimotal vez sea producto de un punto de vista que no complejiza en profundidad todos los factores a los que losteletrabajadores se exponen según sus formas productivas, sobre todo como resultado de la deslocalización.(Boiarov, 2002; Altisen, 1998).
6 Diferenciándose del análisis de procesos productivos que muestran el conflicto endémico en las relacionescapital/trabajo (Roldán, 2000; Harvey, 2001) la temática del Teletrabajo voluntario ofrece una nueva perspectivasobre el uso de TICs para la organización productiva en red que se espera desarrollar en el futuro.
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Esa propuesta define a la PSM como aquella propia de la producción artesanal clásica
basada en: “la propiedad de los instrumentos y del objeto de trabajo, por parte del o de la
artesano/a y el ejercicio de su actividad de trabajo directamente sobre la materia, y a lo largo de
las distintas etapas del proceso de producción, una intervención hecha posible por el
conocimiento ‘holístico’ de aquella totalidad por parte del/de la artesano/a. De ahí que con
frecuencia se encomie a la (PSM) por permitir a lo/as artesano/as utilizar las tecnologías y
fuentes de energía disponibles a fin de controlar su propia configuración Tempoespacial a través
del control de las divisiones del trabajo (distribución del trabajo), los tiempos de roducción (y re
producción) desde el diseño del producto, su misma producción, a la comercialización de la pieza
final (…). Por ende también comprende el control sobre la coordinación de las divisiones del
trabajo. ” (Roldán, 2007 a, cursivas en el original).
A partir de esta definición, es posible comparar otras formas productivas con la PSM
clásica según los siguientes elementos: la propiedad y control de los medios de producción (que
definen la existencia o no de contradicción entre el capital y el trabajo)7, la relación entre
producto elaborado y el mercado (si está o no producido para éste) y el nivel de conocimiento
sobre las diferentes etapas del proceso productivo en su totalidad. Como resultado es válido decir
que la forma productiva que sustenta el proyecto puede considerarse como híbrida voluntaria,
ya que comparte algunas características de la PSM pero también expresa importantes diferencias
respecto de la misma. Esta forma productiva tiene en común con la PSM clásica el hecho de que
es el trabajador quien detenta la propiedad/control de sus instrumentos de trabajo, a pesar que en
este caso en particular, todos los participantes del Proyecto poseen la propiedad/control de esos
instrumentos (TICs).
Sin embargo, existe una variedad de diferencias respecto de la PSM clásica que pueden
sintetizarse en: i) todos los participantes del Proyecto trabajan sobre la información a través de
las TICs, en lugar de directamente sobre la materia; ii) el producto no es ofrecido en el mercado
ya que el resultado del trabajo (SL) circula de manera gratuita; y iii) todos los participantes del
Proyecto cuentan con un alto nivel de conocimiento de la totalidad del proceso. Una última
7 Ya es sabido que la producción capitalista está basada en la contradicción entre el capital y el trabajo.“Son las relaciones sociales predominantes en cada modo de producción las que otorgarán su sello específico alcarácter de la interacción dentro y entre procesos de trabajo en los que podría expresar aquel potencial creador [delser humano].En la producción capitalista de mercancías, ese sello está otorgado por la búsqueda de obtención deuna ganancia, de modo que la historia de sus formas de producción se lee como la lucha entre los intentos delcapital por incrementar la tasa de plusvalía y los intentos de los trabajadores para resistirla.” (Roldán, 2000. Pág.74, nota 2).
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característica señalada es la posibilidad que poseen los participantes del Proyecto de suspender
su trabajo total o parcialmente y de decidir sobre su ingreso, egreso y recursos que ofrecen a la
organización.
Sustentado en esta forma productiva híbrida voluntaria y a través del trabajo en red8, tiene
lugar el proceso de elaboración del sistema operativo libre LinuxArgentino YZ 2005.1, objeto de
análisis de esta sección. El mismo fue realizado por miembros del Proyecto LinuxArgentino en el
lapso de tres meses, entre mediados de marzo de 2005 y el 20 de junio del mismo año, fecha en
la que fue puesto a disposición de los usuarios en Internet como producto terminado.
3. Organización del trabajo voluntario en la producción del LinuxArgentino YZ 2005.1
El Proyecto LinuxArgentino, en sentido amplio, es una organización voluntaria,
informal (sin personería jurídica) e independiente del Estado del cual no recibe subsidios.
Aunque se encuentra abocada principalmente a la creación de SL, también lleva a cabo otras
actividades afines entre las que se hallan la investigación sobre la trasmisión en tiempo real de
audio y video, servicios de hosting, la implementación de servicios ofrecidos sobre el nuevo
protocolo IP de Internet (IPV6) y sistemas de conferencias on line. En el momento del desarrollo
del LinuxArgentino YZ 2005.1 (un sistema operativo GNU/Linux)9, esta actividad fue la más
importante tarea llevada adelante por la organización. Todos los participantes afectados a esa
elaboración (un total de diecisiete varones) cooperaron de manera voluntaria y sin retribución
monetaria de ningún tipo y detentaron, además, los instrumentos de trabajo para el desarrollo de
sus tareas contando con un alto nivel de conocimiento sobre el proceso productivo.
De los diecisiete participantes —grupo compuesto únicamente por varones— pudieron
entrevistarse once de ellos. Ocho de los once miembros de este grupo pertenecen a la franja etaria
de entre veintinueve y cuarenta años, siendo sólo uno mayor a los cuarenta y cinco años, y dos
menores a los veintitrés años.
Todos los participantes cuentan con algún tipo de conocimiento técnico, más de la mitad
de ellos referido especialmente a la informática y el resto a la electrónica y alguna ingeniería; o
8 El elemento distintivo “trabajo en red” no será abordado en esta ponencia por la elección y recorte sobre laproblemática desarrollada, pero un primer acercamiento puede ser consultado en la Tesis de Licenciatura que laorigina. (Ver Bibliografía Xhardez 2007).
9 Sistema operativo libre basado en su antecesor Unix. Es uno de los paradigmas del desarrollo de SoftwareLibre donde el código fuente (o instrucciones inteligibles por el hombre realizadas en un lenguaje deprogramación) está disponible públicamente y cualquier persona con los conocimientos informáticos adecuados,puede libremente estudiarlo, usarlo, modificarlo y redistribuirlo.
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bien son egresados de escuelas técnicas. Los que poseen un grado universitario incompleto
representan casi la misma proporción, aunque se estima que sólo la mitad de estos seis varones
tiene intenciones de terminar la universidad.
Esta información evidencia que el grupo de trabajo dedicado a la creación de SL dentro
de esta organización voluntaria, está conformado por varones jóvenes aunque ya adultos, y con
conocimiento técnico de nivel mediano a avanzado. También indica, por la diversidad de las
disciplinas a las que se dedicaron (ingeniería electrónica, industrial y civil, telecomunicaciones,
etc.) que el grado formal de conocimiento sobre desarrollo de software específicamente, no es un
elemento que define la posibilidad de participación.10
Respecto del trabajo remunerado y de otros recursos disponibles en tanto medio de vida,
una gran mayoría trabaja de manera autónoma o alternando trabajo autónomo y asalariado.
Los ejemplos de trabajo asalariado están directamente relacionados con la docencia y con
puestos operativos de responsabilidad técnica como departamentos de sistemas gubernamentales
o soporte técnico de empresas de comunicación. Cabe señalar dos casos diferentes: quien
coordina el Proyecto cuenta con ahorros y rentas que le permiten dedicar todo su tiempo a un
trabajo totalmente voluntario; y quien realiza el soporte operativo gerencia su propia empresa
dedicada al software y servicios informático con personal a cargo.
3.1 El proceso de producción de la versión de GNU/Linux 'LinuxArgentino YZ 2005.1'
A los efectos del análisis de este proceso de elaboración de una nueva versión de
LinuxArgentino, se definirán distintas etapas acordes con los trabajos principales —
especialmente en materia de desarrollo y testeo— que fueron las que definieron los tiempos
aproximados utilizados durante el proceso. A partir de ellas, se incorpora información
complementaria sobre otras tareas paralelas relativas a la nueva versión que se prepara, así como
sobre la duración de las etapas, las personas que trabajaron en cada una y la coordinación de las
divisiones del trabajo.
A modo de síntesis del análisis del proceso se presenta el cuadro siguiente (Cuadro 1) y
se indica que el proceso de elaboración una nueva versión, está integrado por los procesos
10 De hecho, de los cuatro desarrolladores, ninguno tiene el grado universitario completo y si bien dos deellos estudian aún en la universidad para lograrlo, no todos los desarrolladores estudiaron para programadorespecialmente.
10
principales de selección de paquetes que conformarán la versión PreRelease11 (PR) inicial para
pruebas, los testeos de esta, las correcciones (desarrollo) que dan lugar a innumerables ISOS12 de
prueba cada vez, otras versiones PR; así como la liberación de la versión definitiva. Existen otras
tareas no asociadas al desarrollo de software en sí como el caso de promoción, prensa y difusión
(que ponen a disposición información, como también lo hacen las tareas de traducción), la
consultoría (técnica, política y comercial) y la documentación específica elaborada para la nueva
versión.13 El Cuadro 114 representa entonces el proceso de producción del LinuxArgentino YZ
2005.1, los intervalos de tiempo de cada una de las etapas que se presentarán a continuación, así
como los actores de cada etapa y la comunicación entre ellos. En esta ponencia que coloca el
foco en la dinámica del trabajo voluntario, no se detalle cada una de las etapas pero sí se refleja a
través del cuadro adjunto la división del trabajo establecida en cada una según las tareas llevadas
adelante por los participantes.
11 Una Prerelease (PR), es una versión no definitiva del producto terminado (no lanzado aún) y puesto eneste caso a disposición pública para su prueba previa a la liberación definitiva.
12 ISO International Organization for Standarization. La ISO 9660 es la norma utilizada para definir lossistemas de archivos que integra un CD Rom de sólo lectura y que pueden ser leídos por múltiples sistemasoperativos y dispositivos.
13 La elaboración del producto software finalizaría con la elaboración de una versión Release para descargajunto con su documentación.
14 Este cuadro, está inspirado en la sistematización del proceso de trabajo sobre el Teatro Vocacional deRoldán 2006b.
11
12
Para el análisis del proceso de producción fue necesario recabar información en base
indicadores específicos de los conceptos claves tales como los recursos puestos en juego durante
el proceso: tanto los relativamente mensurables —tiempo de trabajo y conocimiento aportado al
Proyecto— como los simbólicos referidos al reconocimiento y sus representaciones sociales (que
se verán más adelante).
Pero ¿cómo analizar, a su vez, la coordinación (sea cooperativa o impuesta) en una forma
productiva híbrida voluntaria como la abordada en esta ponencia? Ante la ausencia de modelos
pertinentes se utilizará el desarrollado por Roldán 2000, a fin de explicar los procesos de
estructuración de poder y de control en la empresa capitalista. En este modelo la coordinación
impuesta (control) fundamentan jerarquías que son el resultado del acceso asimétrico a recursos
de origen estructural (clase, género, etnia, raza; reflejados a su vez en distintos niveles de tiempo
de trabajo remunerado y de ocio, de conocimiento, de sofisticación simbólica, etc.) que se ponen
en juego en la dinámica de la producción capitalista. La utilización de este modelo adaptado a la
organización productiva híbrida voluntaria estudiada permitió reconocer la dinámica de la
coordinación jerarquizante según los recursos que ponen en juego los actores durante el proceso
de producción del LinuxArgentino YZ 2005.1 (tiempo y conocimiento, tomados como
indicadores relavados en el campo).
3.2 La expresión de las jerarquías resultados de la coordinacióncooperacióncontrol de lasdivisiones del trabajo.
A los efectos del análisis de la dinámica productiva del LinuxArgentino YZ 2005.1
en términos de formas de coordinación de las divisiones del trabajo y su consecuente
jerarquización entre los actores participantes, se identificaron las diferentes jerarquías entre
actores en tanto resultado de los procesos de coordinacióncooperacióncontrol de las
divisiones del trabajo, expresadas en base a los diferentes ejes (construidos de acuerdo al
conjunto de funciones desplegadas por los actores) y los recursos tiempo y conocimiento que
estos últimos ponen en juego según un ranking informal observado durante el trabajo de campo.
Este análisis puede expresarse resumida y gráficamente en el siguiente cuadro (Cuadro2):
Reconociendo la existencia de relaciones jerárquicas entre participantes como resultado
de la coordinacióncooperacióncontrol de las divisiones del trabajo, cabe preguntarse entonces,
las razones que explican el compromiso de los actores con el Proyecto a pesar de que no reciben
13
una contraprestación en dinero. El siguiente apartado procura dar una respuesta a este
interrogante, al indagar el papel de las representaciones sociales de los actores sobre todos los
recursos puestos en juego (tiempo, conocimiento y especialmente reconocimiento) y sobre las
motivaciones para cooperar (tanto técnicas como filosóficas), a la vez que establece algunas
relaciones entre ambas dimensiones con el objetivo de dilucidar aquello que orienta las prácticas
de los actores.
4. Las representaciones sociales de los actores.
Las representaciones sociales —o el significado de algo para un sujeto determinado según
su forma de ver el mundo— son siempre construcciones relativas. Los sujetos dan significados a
sus prácticas y los mismos son explicitados por el/la investigador/a social en su afán de explicar
aquella construcción. Las representaciones sociales son entonces “construcciones simbólicas
individuales y/o colectivas que los sujetos ven o a la que los sujetos apelan para interpretar el
mundo, reflexionar sobre su propia situación y la de los demás y determinar el alcance y
posibilidad de su acción histórica.” (Vasilachis de Gialdino 2003, pág. 268). A mi criterio esta
definición puede articularse con el concepto de imaginarios sociales definido por Esther Díaz
(1996) como el “efecto de una compleja red de relaciones entre discursos y prácticas [que] se
14
constituye a partir de las coincidencias valorativas” (Díaz 1996, pág. 13). Los imaginarios
sociales, de acuerdo a esta autora, se manifiestan tanto en lo simbólico como en el accionar, tanto
en el lenguaje y los valores como en las prácticas; “producen materialidad, es decir, efectos en la
realidad [de los sujetos].” (Ibídem).
Teniendo en cuenta esta línea teórica se desarrollarán las dimensiones: ética 'hacker'15 y
economías del don; ambas necesarias —aunque con limitaciones— para la fundamentación
teórica del análisis de las representaciones de los actores sobre los recursos puestos en juego y las
motivaciones para cooperar.
Son varios los pensadores que enfocan las motivaciones que llevan a participar de la
dinámica de la cooperación. Uno de ellos es Rheingold (2002) quien explora los mecanismos
sociales para mantener recursos colectivos a través de comunidades con sus propias reglas
internas. El autor presenta a los 'hackers' como pioneros en impulsar los que denomina bienes
comunes de innovación, a partir de principios compartidos en una ética desarrollada desde los
años setenta basada en que: “El acceso a los ordenadores debe ser ilimitado y total. Siempre tiene
prioridad el imperativo práctico sobre el enfoque teórico. Toda información debe ser libre.
Desconfiar de la autoridad; fomentar la descentralización.” (Rheingold, 2002; pág 75 citando a
Steven Levy).
Aún más próxima al ejemplo estudiado, la temática específica de la cooperación
voluntaria como mecanismo de creación de SL cuenta con aportes que abrevan en los móviles
que llevan a un grupo de programadores a integrarse y trabajar en un determinado proyecto sin
retribución monetaria (Himanen, 2002). Este autor analiza la que denomina “ética hacker”,
caracterizada por la creatividad, la pasión, y el disfrute y libertad de la tarea emprendida y
movilizada por cuestiones asociadas al reconocimiento de sus pares ('hackers').
La ética 'hacker' podría explicarse a través de los principios que comparte y que consisten
en pensar que: “(a) el mundo está repleto de problemas fascinantes a la espera de ser resueltos,
(b) nadie debería resolver el mismo problema dos veces, (c) el aburrimiento y el trabajo pesado
son perniciosos, (d) la libertad es buena y (e) la actitud no es substituto de capacidad" (Raymond,
2001 en Senabre Hidalgo, 2005) y supondría una manera propia y peculiar de relacionarse tanto
con el código del programa que se crea, como con el resto de los colaboradores que comparten el
trabajo común.
15 Se puede definir como 'hacker' la persona que disfruta explorando detalles de los sistemas informáticos yver sus posibilidades ejerciendo su curiosidad.
15
Según explica Himanen en el libro citado, como así también en la obra escrita en
conjunto con Castells (2004), la motivación intrínseca de los 'hackers' —cuando relaciona la
pasión por programar con el trabajo en colaboración de cualquier grupo de 'hackers'— constituye
una responsabilidad de índole social impulsada por la necesidad de aportar algo valioso a su
grupo creativo integrado por usuarios y desarrolladores, así como de ser reconocido
públicamente por ello. Las motivaciones de esta clase de contribuciones no serán entonces las de
hacer dinero, sino de hacer algo interesante y compartirlo con los demás; dimensión que a su vez
puede alcanzar una repercusión social. (Senabre Hidalgo, 2005). Los grupos de ‘hackers’ se
caracterizarían por “un tipo de voluntariado basado en la ejercitación de la inteligencia, el
aprovechamiento y gestión racional del tiempo, la resistencia al autoritarismo y la tensión
constante de los propios límites que conforman un arte de hacer las cosas, en beneficio personal
y comunitario” (Ibídem, pág. 3, basándose en Himanen, 2002).
Otro de los aportes existentes sobre los procesos de colaboración y cooperación entre
'hackers' en la creación específica de SL, es el de Miquel Vidal (2000) en su texto “Cooperación
sin mando. Una introducción al software libre”, donde sostiene que lo sorprendente de esta
manera de organizar el trabajo no es el proceso de cooperación en sí mismo; sino lo que él
denomina “cooperación sin mando”. En este tipo de cooperación no habría intereses empresarios
directos, sino un uso del intelecto imposible de gobernar y libre de mandos; y se considera que
esto último es la condición necesaria para que esa dinámica de las organizaciones no se pierda.
En el mismo trabajo este autor agrega: “Y sin embargo, la gente se coordina” (Vidal, 2000; pág.
7), explicando que se trata, de todas formas, de una autoridad conferida a “líderes” (o actores que
dirigen los proyectos). Este tipo de proceso —reconoce asimismo Vidal— se aproxima al de las
“economías del don”, en las cuales el actor más apreciado y reconocido es quien más aporta
diferentes recursos al proyecto.
Cabe destacar que el alcance de este modelo de ética tiene sentido en contextos en los
cuales los participantes cuentan con los recursos económicos necesarios para relacionar sus
prácticas creativas con aquellos mismos principios. De esta forma la cooperación voluntaria entre
desarrolladores de software expresa una lógica diferente de la del mercado, pero dependiente de
éste de modo indirecto. Si bien limitada para explicar los procesos en su totalidad la ética
‘hacker’ debe ser considerada como un componente importante al interpretar las representaciones
sociales de los sujetos sobre las formas de coordinacióncooperacióncontrol de las divisiones del
16
trabajo al interior de la unidad productiva.
El estudio de Vidal (2000) permite, a su vez, relacionar los aportes sobre la ética 'hacker'
con la segunda dimensión simbólica analizada: las economías del don. Este concepto derivado de
la antropología busca explicar una forma elemental y arcaica de intercambio. Marvin Harris
asegura: “En resumen, todas éstas son expresiones del principio de reciprocidad del que en tan
gran medida dependen las relaciones solidarias entre los individuos y entre los grupos” (Harris,
1996, pág. 421) y también aclara “Tal circulación no se mantiene ni por regateo, ni por compra,
ni por utilidad económica, sino por la triple obligación profundamente impresa en el espíritu
humano de dar, recibir y devolver” (Ibídem, citando a Mauss, 1954, pág. 45).
Diversos estudios antropológicos, muchos de ellos actuales, utilizaron aquellas
teorizaciones clásicas sobre las 'economías del don' o 'economías del regalo' como un posible
marco para explicar ciertos procesos que la antropología estudia en la esfera de los intercambios
que no pueden entenderse únicamente desde el plano económico (Rotman, 1995).
Corresponde aclarar sin embargo, que estas teorías resultan limitadas para el estudio de
los procesos de las sociedades capitalistas actuales ya que son el obvio resultado de haber sido
construidas a partir de la lógica de su propio contexto de surgimiento (el encuentro con
civilizaciones con representaciones, contextos y objetivos muy diferentes). Por esta razón es
necesario destacar que estos aportes ofrecidos por la antropología fueron elaborados para
explicar circuitos de recursos simbólicos que trascienden al mercado, pero que no podían prever
la diferenciación actualmente crucial entre materia que se intercambia e información que se
comparte,16 en el marco de los procesos informacionales del capitalismo contemporáneo.17
En síntesis, este trabajo sostiene que la actitud o ética 'hacker' y las economías del don
constituyen elementos de gran utilidad para el estudio de las representaciones sociales sobre la
coordinacióncooperacióncontrol de las divisiones del Teletrabajo en formas productivas
híbridas voluntarias de SL, como la del caso estudiado.
16 Como indica Dantas (2003, pág. 14): “Por eso, cuando el valor económico del producto del trabajo seencierra en su valor de uso, el capital se ve en la contingencia de desarrollar nuevos mecanismos de realizaciónpara sustituir el intercambio mercantil. La información no se intercambia, se comparte.” (Mi traducción deloriginal en portugués, cursivas en el original, negritas agregadas. V.X.)
17 Aclarado este punto, también pueden ser consideradas de utilidad, con el debido cuidado, algunasexplicaciones de autores como Bourdieu quien define al intercambio de regalos como uno de los mejores ejemplosde intercambio no comercial actual; intercambio que “contiene una amenaza: obliga a devolver, y a devolver más;además crea obligaciones, es una forma de atar, haciendo que la gente se sienta obligada”. (Bourdieu, 1997, pát.162).
17
4.1 Representaciones Sociales sobre los recursos puestos en juego.
Para abordar estos elementos se procurará responder preguntas sobre los recursos puestos
en juego durante la producción del LinuxArgentino YX 2005.1 a partir de información recabada
en las entrevistas realizadas para el trabajo de tesis original.
¿Cómo definen/interpretan los actores el recurso tiempo? Para la mayoría de los
entrevistados, el tiempo ofrecido al Proyecto es tiempo libre; es decir se trata de tiempo que no
ocupan en su trabajo usual remunerado sea asalariado o autónomo. Si bien durante la elaboración
del LinuxArgentino YZ 2005.1 ninguno de los participantes recibió indicaciones sobre la manera
en que debían distribuir el tiempo ofrecido, este aporte fue muy apreciado por el Proyecto, a
diferencia del aporte en dinero al que consideran “el más fácil”. Ofrecer tiempo libre por medio
de trabajo voluntario y cooperativo para la creación de un producto que estará a disposición de
todos gratuitamente, es considerado por los participantes un acto de altruismo y compromiso
máximo con la organización, según surgió de las propias entrevistas durante el trabajo de campo.
Durante las entrevistas los participantes también manifestaron la capacidad de usar el
tiempo sin restricciones como una de las características que les brinda el Teletrabajo voluntario,
reforzando las representaciones compartidas sobre “la gestión racional del tiempo” y la “libertad”
(ambas parte de la llamada “ética hacker”) que invita a ocupar el tiempo libre u ocio productivo
en una actividad creativa e interesante ya que se basa en la “ejercitación de la inteligencia” .
No obstante los participantes sí admiten la existencia de límites externas sobre el uso del
tiempo ya que, como se dijo, casi todos —a excepción de Darío quien cuenta con recursos
propios derivados de rentas y ahorros previos— trabajan de manera asalariada o por medio de
contratos (autónomos) que comprometen labores en un plazo de tiempo determinado porque
“hay que comer”.
¿Cómo definen/interpretan los actores el recurso conocimiento? Los actores, en el
marco del Proyecto, definen el conocimiento como un recurso social que se comparte y se pone a
disposición de los otros, conformando entonces relaciones de reciprocidad entre los participantes
de la organización en materia del mismo.
Según surge de las entrevistas analizadas los participantes no valoran el conocimiento
conforme a niveles de educación formal. Por el contrario, se parte de una ética ('hacker') que
considera que el aprendizaje autodidacta, la experiencia en la resolución de problemas, y la
curiosidad son parte de un tipo de conocimiento imprescindible para llevar adelante el proceso de
18
creación del LinuxArgentino y del SL en general. Los actores valoran el conocimiento tanto
como recurso social, como también individual (personal) que independiza del trabajo asalariado
a quién lo detenta.
En síntesis: a partir de las representaciones sociales de los actores sobre tiempo y el
conocimiento los participantes admiten que quien ofrece estos recursos dedicándose con
exclusividad al Proyecto es quien puede detentar el rol de coordinador de las tareas en la
producción socializada del Proyecto.
¿Cómo definen/interpretan los actores el recurso reconocimiento? El
reconocimiento18 es el valor que los actores asignan a los que mayores aportes hicieron al
Proyecto en la dinámica de la meritocracia19. El reconocimiento se gana con el trabajo realizado
en beneficio de la comunidad o del Proyecto y actúa a la vez como uno de los recursos que los
pares pueden aportar y como una motivación para cooperar. Esto último nunca es admitido
como una motivación “propia” del actor, aunque muchos discursos advierten de la existencia del
reconocimiento, y por ende de jerarquías, de parte del resto de la comunidad en la que participan.
En otras palabras, esta percepción del reconocimiento como recurso simbólico que
jerarquiza al otro (y por ende al Proyecto), tiene como contracara la negativa a admitir el mismo
proceso (reconocimiento) como motivación para participar en el Proyecto. Si bien la relación
existente entre participar del Proyecto y ganar reconocimiento no surge explícitamente de las
entrevistas, fue casi una constante encontrar referencias tanto al reconocimiento de los que
trabajaron más y “mejor” (según el tiempo y el conocimiento ofrecido); como al reconocimiento
hacia el Proyecto en tanto honor de participar en “un proyecto nacional de esta envergadura”
(Javier, testeador, administrador de servidores).
Cabe destacar que el recurso reconocimiento es un elemento que supera los límites del
Proyecto, a la vez que lo relaciona con el resto de la comunidad del SL (otros proyectos donde
participan usuarios y desarrolladores). Esa vinculación pone en práctica el mismo principio de
reciprocidad (dar, recibir y devolver según las dinámicas de las Economías del Don) entre
Proyecto y Comunidad, ampliando la red social de participación.
18 El reconocimiento de la comunidad hacia las personas que más ofrecen recursos en beneficio del resto delos participantes, actúa dando un poder simbólico similar a los mencionados como Economías del Don, con lasreservas allí mencionadas.
19 Cabe aclarar que el concepto “meritocracia” se encuentra muy difundido en el movimiento mundial delSL.
19
En síntesis, el análisis de las representaciones sociales pone de manifiesto que en el
trabajo productivo del Proyecto LinuxArgentino YZ 2005.1 los participantes de la organización
ofrecen y comparten información y conocimiento (ya que los mismos no se intercambian) en el
marco de una lógica y ética no comercial. A su vez, el análisis permite reconocer que la
aquiescencia de las jerarquías empíricas que se establecen durante la dinámica de la cooperación
voluntaria por parte de los actores se sostiene en un complejo de representaciones sociales tanto
sobre los recursos puestos en juego (tiempo, conocimiento y reconocimiento), como sobre las
motivaciones para cooperar.
4.2 Representaciones Sociales y motivaciones para cooperar.
En el siguiente cuadro (Cuadro 3), producto del análisis de la información de campo,
tiene por objetivo establecer relaciones entre las motivaciones para cooperar entre los actores y
sus jerarquías en el proceso de producción.
Cuadro 3.
LinuxArgentino YZ 2005.1: Motivaciones de los actores para cooperar.
Actor yJerarquía
FunciónPrincipal
Motivaciones para cooperarDesafíoTécnico
AprenderAyudar alos demás
Hacer loque le gusta
DiversiónReconoci
mientoSatisfacción
personal
Darío Coordinador X X XMarcelo
Damián
Ludovico
Desarrollador
X X X X
X X X X
X X X X XMauricio
Javier
TesteadorX X X X
X X XDante
Bruno
Alberto
Consultor
X X X X
X X
X XMiguel
Leandro
TraductorX X
X X
20
Lo que se evidencia en el Cuadro 3 es que no existe un patrón de relaciones único y
estático entre las motivaciones para cooperar y las jerarquías que detentan los participantes
establecida de acuerdo a la coordinación de las divisiones del trabajo. No obstante, es posible
señalar algunos aspectos generales. Por una parte, ninguno de los actores admite como
motivación posible ni el dinero (ya que es voluntario) ni el reconocimiento (porque “debe ser”
desinteresado). El interés por el desafío técnico está más presente entre los desarrolladores
(excluyendo al coordinador del proyecto) y entre los consultores técnicos. Los testeadores
admiten la motivación de aprender, motivación que también expresó el más joven de los
desarrolladores. Por último, ayudar a los demás en congruencia con la satisfacción personal de
participar, son motivaciones compartidas por casi todos los miembros del grupo más allá de sus
funciones.
En suma, las representaciones sociales de los actores en ambos sentidos (recursos y
motivaciones) se articulan por medio de la doble dimensión del reconocimiento como recurso
(ofrecido) y como motivación (obtenido). En tanto recurso, el reconocimiento hacia los actores
(resultado de sus aportes en tiempo y conocimiento) otorga prestigio al proyecto en que aquéllos
se ven involucrados. Simultáneamente el recurso reconocimiento ubica algunos de los actores en
los lugares más jerárquicos en el marco de la dinámica de la meritocracia. Por otro lado, el
reconocimiento es una motivación para cooperar: tanto sea por el deseo de un reconocimiento
personal (que nunca es expresado explícitamente) como por el sentido de pertenencia al
Proyecto. Existe en efecto, un sentimiento compartido de agradecimiento por la posibilidad de
ser reconocido como “parte del Proyecto” y de participar libremente, que se expresa en la
mayoría de las entrevistas y que está relacionado, a su vez, con la motivación de la satisfacción
personal.
Esta articulación entre el reconocimiento ofrecido y obtenido, conjuntamente el
consecuente sentimiento de pertenencia al Proyecto, sustenta la participación activa de los
actores más allá de la coordinación jerarquizante y se sostiene, a su vez, en la aceptación de la
meritocracia como forma organizativa interna y por el reconocimiento hacia el coordinador. Por
este motivo considero que el recurso/motivación reconocimiento, ofrece una nueva dimensión
para comprender la dinámica interna del Proyecto que, asociada a las motivaciones para cooperar
resumidas en la satisfacción personal, actúa como un elemento de especial importancia para la
21
elección de la libre permanencia y participación durante el proceso productivo. De esta forma
aquella dinámica evita que las tareas que le competen al coordinador en el ejercicio de esa
función sean definidas por la mayoría de los participantes como una expresión de “control” o
“coordinación impuesta”, a la vez que representa un elemento fundamental para la continuidad
futura de la colaboración y, por ende, del Proyecto.
5. A modo de conclusión.
Para cerrar este trabajo se presentan algunos hallazgos aparecidos en el transcurso de esta
elaboración según algunas dimensiones abordadas en la ponencia.
En primer lugar, el análisis de la información recabada en el campo permitió definir la
forma productiva de la organización como híbrida voluntaria según los elementos ya
desarrollados. El modelo de análisis utilizado —comparando la forma productiva con la PSM
clásica— permitió de este modo resolver la carencia de un modelo previo para el estudio
específico de esta forma productiva.
En segundo lugar, la adaptación del modelo de acceso asimétrico a recursos de origen
estructural para analizar la coordinación de las divisiones del trabajo (sea ésta cooperativa o
impuesta), permitió explicar cómo la dinámica interna del Proyecto expresaba jerarquías
diferenciadas de acuerdo a los aportes de los actores en términos de los recursos tiempo y
conocimiento.
En tercer lugar, fue posible demostrar la gran importancia de las representaciones sociales
de los actores respecto de los recursos puestos en juego (tiempo, conocimiento y especialmente
reconocimiento) y de las motivaciones para cooperar en el Proyecto (tanto técnicas como
filosóficas) en tanto orientadoras de las prácticas del teletrabajo voluntario a pesar de su carácter
jerarquizante. Estas representaciones se nutren de los valores de la ética hacker (desafío técnico,
libertad, cooperación, conocimiento como recurso social, uso racional del tiempo) y las
economías del don (reciprocidad: dar, recibir y devolver).
En cuarto lugar —y en relación con el punto anterior— se puso de manifiesto la doble
dimensión del recurso/motivación reconocimiento. Por un lado el reconocimiento del
movimiento del SL hacia una persona determinada (meritocracia) es un recurso que se aporta al
Proyecto en tanto valor simbólico (reconocimiento ofrecido). Pero por otro lado el
reconocimiento es también una motivación para cooperar que, si bien los actores admiten como
22
posible, no es considerada legítima en tanto objetivo explícito de la participación voluntaria
(reconocimiento obtenido).
En suma, el análisis de los procesos de coordinacióncooperacióncontrol de las
divisiones del trabajo en la producción del LinuxArgentino YZ 2005.1 puso de manifiesto una
coordinación de las divisiones del trabajo que aunque cooperativa es simultáneamente
jerarquizante (aunque alejada del “control” capitalista) según los ejes (funciones) de aquellas
divisiones y los recursos que los actores aportan al proceso. Sin embargo, las representaciones
sociales sobre aquellos recursos (en especial el reconocimiento) y sobre las motivaciones para
cooperar constituyen dimensiones cruciales de la dinámica de esta forma productiva híbrida
voluntaria.
Teniendo en cuenta estos hallazgos es posible agregar algunas reflexiones especialmente
en materia de dinámica interna: a través de las motivaciones para cooperar fue posible
identificar diferentes valores que los actores comparten durante el proceso de producción del
LinuxArgentino YZ 2005.1. En este sentido, el sentimiento de pertenencia (y muchas veces de
“igualdad”) así como motivaciones tales como “hacer lo que les gusta”, “ayudar a los demás”,
“aprender”, entre otras, son fuente de satisfacción para los actores favoreciendo su compromiso
con los objetivos del Proyecto.
Por otro lado, cabe reiterar que si bien los actores admiten la existencia de jerarquías,
estas son “resueltas” en la dinámica de la “meritocracia” íntimamente asociada al recurso
reconocimiento que plasma la existencia de un valor simbólico que jerarquiza al otro según su
participación en el Proyecto. El reconocimiento simbólico de la participación persiste más allá de
las fluctuaciones de otros recursos que definen las jerarquías observadas en la práctica (tales
como tiempo y conocimiento) e invita a participar a nuevos colaboradores. En otras palabras, el
reconocimiento contribuye a mantener la participación voluntaria fuera de la lógica capitalista
del control y actúa como una obligación moral.
Es posible concluir entonces que las diferentes motivaciones para cooperar asociadas a
valores compartidos, aunque implican la obligación de devolver, permiten a los actores ejercer
una libertad máxima: la libertad de dejar de participar. Esto se debe tanto al carácter voluntario
como a la propiedad de los instrumentos de trabajo (TICs), situación que finalmente resuelve el
dilema que enfrenta el teletrabajador del Proyecto: una 'coordinación jerarquizante' en el marco
de un trabajo voluntario que lo satisface.
23
Un último elemento que considero necesario integrar a las últimas reflexiones es la
influencia ejercida por el contexto sobre proyectos voluntarios de este tipo. La forma
productiva del LinuxArgentino no pueden ser entendidos fuera de su contexto sociohistórico. Su
forma productiva invita a reflexionar sobre la vulnerabilidad del Proyecto, puesto que son los
propios participantes quienes subsidian el Teletrabajo —realizado sin contraprestación en dinero
— con los ingresos de otros trabajos autónomos o asalariados. En otros términos: el Proyecto
depende de los ingresos de los mismos trabajadores provenientes de otros ámbitos productivos
remunerados.
El interrogante pendiente para futuras investigaciones —que pueden constituirse en
prácticas emancipatorias— se centra en la viabilidad de esta clase de proyectos voluntarios de
creación de SL y en su eventual contribución al desarrollo informacional argentino. A mi juicio,
el dilema no es fácil de resolver puesto que los proyectos que responden a la dinámica
cooperativa voluntaria son subsidiados indirectamente por el capital, como pudo observarse en el
caso estudiado. A su vez, estos proyectos se desenvuelven en un contexto periférico que no
favorece la adopción de políticas de desarrollo activas para esta clase de emprendimientos. Sin
embargo, el aporte de organizaciones como el Proyecto LinuxArgentino al desarrollo nacional se
basa especialmente en el tipo de producto que realizan (y la ética que comparten) más que en su
forma productiva voluntaria. El SL— especialmente por la capacidad de acceso al código fuente
que permite inspeccionarlo y modificarlo— ofrece una alternativa a favor de la independencia
tecnológica de los países de la periferia que necesiten y deseen asegurar su autonomía en materia
de información (uno de los recursos sociales en juego en juego en el capitalismo actual) a través
de la construcción de respuestas locales a problemas locales.
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