2) familia, amor que se manifiesta y crece! (cfr. al 133)
TRANSCRIPT
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FAMILIA, AMOR
QUE SE MANIFIESTA Y CRECE!
(CFR. AL 133)
PASCUA FAMILIAR 2017
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PRESENTACIÓN
Estimados Hermanos: Tenemos en nuestras manos el folleto de la Pascua Familiar 2017. Llegó una vez más la Semana Santa o Semana Mayor.
Queremos subir con Cristo a Jerusalén. Los niños, los adolescentes y jóvenes, los padres de familia, los abuelitos y los agentes de pastoral. ¡Todos vamos a morir con Cristo, para resucitar con Él!
Las celebraciones litúrgicas no serán solo un momento de culto, sino una vivencia de fe, favorecida por las catequesis, haciendo de cada jornada, un momento de encuentro con Cristo, con nuestra comunidad, con nuestra familia, y sobre todo, con nosotros mismos.
Caminemos hacia la Pascua y hagamos de este Misterio, la razón de nuestra fe: ¡Cristo resucita este año 2017!
Las dinámicas están hechas teniendo muy en cuenta lo que el Papa Francisco nos ha pedido: ‘Vivir la misericordia, no solo un año, sino siempre, haciendo del amor una manera de vivir, porque Dios nos ama y quiere que seamos capaces de amarnos mucho’.
El amor vivido en la familia nos hará testigos del triunfo del Señor. Sí. Que triunfe el cariño entre los esposos, de ellos para con sus hijos y de los hijos para con sus papás. Cristo resucitó para que todos vivamos felices y nos demos mucho amor, ‘unos a otros’. Fraternalmente:
Pbro. Omar Osiris López García
Secretario Ejecutivo de la DINNEC
Sor. María Amalia Orozco García, fma.
Coordinadora de CATINCAM
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NIÑOS
Cuando llega un amigo a nuestra casa, salimos a
recibirlo. ¿Qué le decimos? ______________________________________ _____________________________________
¿Cómo nos sentimos con su visita y por qué?
_____________________________________
_____________________________________
Empezamos Pascua 2017. Le damos una bienvenida a Cristo Jesús,
¡Él es nuestro Rey y Señor!
¿Qué queremos decirle en nombre de todos los niños de la comunidad?
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____________________________________________
Compartimos el saludo que le hemos hecho con 5 compañeros y entre todos preparamos uno, que proclamaremos con mucha alegría, seguros de que CRISTO JESÚS estará muy contento de escucharnos.
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La Pascua Infantil nos ayudará a estar con Jesús. Viviremos con Él su pasión, su muerte y su resurrección. Estos tres
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acontecimientos tan importantes de la Semana Santa, también llamada Semana Mayor, se conocen con el nombre de Misterio Pascual.
Escribimos los tres momentos que vivió Cristo Jesús al inaugurar la Pascua Cristiana, haciéndose el mismo la víctima por nuestros pecados
__________________________ pasión
___________________ muerte
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resurrección
Los niños hebreos se dieron cuenta que la gente estaba muy contenta; vieron que llegaba Jesús, montado en una burra y se unieron a la bienvenida que todos estaban haciéndole.
Habían ido a la fiesta con sus papás y con sus familiares; tenían la costumbre de celebrar la Pascua, que era para ellos la fiesta más importante porque recordaban su salida de Egipto y su paso entre las aguas, cruzando el mar Rojo.
Cuando vieron que Jesús llegaba a Jerusalén, llenos de alegría le cantaron, agitando ramas de olivo:
“¡HOSSANA! ¡BENDITO EL QUE VIENE EN
NOMBRE DEL SEÑOR! (Mc 11, 9). Escribimos este saludo, y cantamos con alegría: ¡Viva, viva nuestro Rey! ___________________________________ _____________________________________ En ese tiempo le decían ‘Señor’ a la persona que
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merecía ser tratada con respeto. Cristo Jesús se ganó ese título. ¿Cómo era? ¿Qué hizo para que le dijeran ‘Señor’? Jesús fue: __________________________________ ___________________________________ ___________________________________ Se fue dando a conocer. Se hablaba de Él en la región de Galilea, en los pueblos vecinos y su fama llegó hasta Judea.
Nosotros también le decimos que nos da mucho gusto que entre a nuestra comunidad y lo recibimos como nuestro Rey y nuestro Señor. Le agradecemos lo que también ha hecho en este pueblo.
¡Es el Rey de nuestra familia!
Queremos vivir los valores que Él vivió: el amor, el perdón, la alegría, la paz.
Para nuestro papá le pedimos que: ________________________________________ ____________________________________
Para mamá: _______________________________________ _____________________________________________________
Y para nosotros, sus hijos: __________________________________________________
Que nuestra familia tenga a Cristo Jesús como Rey. Que Él sea nuestro Señor y sepamos vivir haciendo el bien y lo bueno, para hacer presente su Reino. La Familia __________________es tu casa. Queremos que reines entre nosotros.
CANTAMOS: ‘ALABANZA Y GLORIA A NUESTRO DIOS’
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Q W E R J E S U S T Y O
P D O M I N G O O I U L
A S D F G H J K F L Ñ I
P A L M A S Z X E N M V
A X W S Z Q A C V N B O
S D H O S A N N A F R S
C E C F R C J E S A O R
U C C J E R U S L E N A
A A H P A S C Y E V M M
Q B U R R I T O T T F O
S F G L A P R A M O S O
O H R E Y B U R R T R E
Ramos, Palmas, Jesús, Jerusalén, Pascua
Olivos, Burrito, Domingo, Hosanna, Rey
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JÓVENES OBJETIVO: Recibir e Cristo Jesús como se recibe a un gran amigo y vivir con Él, estos días, fortaleciendo nuestra fe.
ACTITUDES: Estar alegres y dar gracias a Dios porque nos salva en Cristo, su Hijo y Hermano nuestro. Todos hemos tenido la experiencia de lo que es recibir a nuestros amigos.
+ ¿A quién recibimos últimamente y cómo le demostramos
la alegría que nos dio tenerl@ con nosotros?
+ ¿Qué sentimos cuando somos bien recibidos? + ¿Qué valores se dan en una bienvenida?
Nuestra Pascua 2017 nos ofrece la oportunidad de hacerle una bienvenida a Cristo Jesús. ¿Cómo queremos que se sienta entre nosotros? ¿Por qué?
Él llega a nuestra comunidad. Los adolescentes y jóvenes nos hemos reunido para recibirlo; queremos que se sienta muy bien. Su llegada nos alegra. Él no es
cualquier persona: ‘es nuestro AMIGO’, ‘es ALGUIEN’. Merece ser recibido como gran cuate, como el mejor de entre muchos. ¿Verdad? Escuchamos el canto: ‘Amigo’. ¿Qué nos parece su mensaje?, Tenemos razones para decir que Cristo Jesús es un verdadero amigo, y que su presencia ha sido muy
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importante en momentos muy especiales que nos han llevado a ser lo que somos.
A un amigo se le conoce, se le trata, se le frecuenta. ¿Qué sabemos de JESÚS, nuestro GRAN AMIGO? Fue judío. Nació en Belén, creció en Nazareth. Vivió casi 30 años al lado de sus padres, trabajó, tuvo amigos, como cualquier joven; cumplió sus tradiciones religiosas y gozó y sufrió con su pueblo. Durante tres años estuvo entre la gente. A esta etapa se le llama ‘vida pública’. Predicaba el evangelio, ganándose el apreció de quienes lo escuchaban, no solo por lo que decía, sino por lo que era y por lo que hacía; sus palabras y obras estaban de acuerdo. No decepcionaba a sus seguidores. Quienes lo veían y escuchaban, querían estar con Él. Con el tiempo se fue haciendo de muchos seguidores. Se les conoció como sus discípulos y apóstoles.
Lo que decía y su manera de ser lo fue llevando a ser reconocido entre los maestros de Israel, tanto, que se le conocía como ‘el Maestro’… Defendió al pobre, curó al enfermo, animó al triste. Su fama se extendió más allá de Galilea, llegó a Judea, centro del poder político, que estaba en manos de Roma y el religioso, que tenía el grupo del Sanedrín. Los jefes de ambos grupos lo atacaban, pero Él les hacía frente valientemente; tuvo siempre una palabra apropiada para responder a sus adversarios. Los cuatro evangelios nos dicen que un domingo, cercano a la fiesta de la Pascua, entró a la gran Jerusalén, donde fue aclamado por la multitud, como Rey y Señor (Mt 21, 1-11; Mc 11, 1- 11; Lc 19, 28-40 y Jn 12, 12-19). Llegó montado en una burra, cumpliendo lo anunciado por el profeta Zacarías: “No tengas temor, ciudad de Sión, mira que viene tu Rey montado en un burrito” (Zac 9,9).
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“Cuando se acercaban a la bajada del cerro de los Olivos, la multitud llena de alegría, se puso a alabar a Dios a voz
en cuello por todos los milagros que habían visto. Decían: ¡Bendito el que viene, el Rey!” (Lc 19, 35-38).
Había gran alboroto. Los que no conocían al Señor se admiraron por tal recibimiento, y los que sabían quién era y lo que había hecho, decían: ‘Es el profeta, Jesús de Nazareth’.
Pensamos: ¿Somos del grupo de los que no sabe quién es Jesús o estamos entre los que lo siguen y lo reconocen?
¿Nos interesa que venga a nuestra comunidad? ¿Por qué?¿Que situaciones se oponen a su Reino? _____________________________________________
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Sí. Jesús es nuestro Amigo y nuestro Rey. Tenemos
que vivir los valores que Él vivió, para que su Reino sea algo más que una canción, un slogan, una buena charla o un debate. Sí. Él es el Rey y el Señor de nosotros; tenemos que ser reyes y señores de nuestra voluntad’ y decir un sí o un no cuando hay que decirlo y con decisión y valentía.
Reconocer a CRISTO JESÚS como nuestro REY es todo un reto. Necesitamos escucharlo, para hacer lo que nos propone; recuperar los valores que Él vivió. Su Palabra nos interpela y orienta nuestra vida; ella puede transformar la realidad tan conflictiva y deshumanizada que estamos viviendo. Con CRISTO JESÚS tenemos que trabajar a favor de la
dignidad de las personas, de la justicia y de la hermandad.
No con las armas, no bajo el efecto de las drogas o del alcohol, sino con la fuerza que nos da la vivencia del
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evangelio, evitando lo que nos quita la paz y la armonía.
Decir que CRISTO JESÚS es nuestro AMIGO, que es nuestro REY es disponernos a dejar todo lo que se
opone a lo que Él nos ha enseñado.
Asumir el Reino de Dios es luchar porque haya paz, porque todos tengan un espacio digno y sean felices. porque la alegría, la seguridad y la convivencia… sean una realidad entre nosotros. ¿Es posible vivir así?
CRISTO JESÚS tiene mucho que hacer para que logremos vivir bien, porque … Mucho que decir a las familias… Mucho que pedirles a las autoridades ... Mucho que esperar de los agentes de pastoral y mucho que decirnos a nosotros, los jóvenes, que somos el futuro de este mundo. Que CRISTO JESÚS reine siempre entre nosotros.
Platicamos: + ¿Queremos ser los AMIGOS de JESÚS? + ¿Cómo le demostraremos que es nuestro REY y SEÑOR?
Preparamos con nuestro equipo el Decálogo del Reino de Dios.
(Diez enunciados muy concretos que nos inviten a vivir el Reino de Dios).
Tengamos en mente las actitudes que Cristo Jesús vivió y que nosotros queremos vivir para extender su Reino en nuestra comunidad, partiendo la realidad que vivimos.
IV. CELEBRAR:
Preparamos el lugar donde recibiremos a Jesús, nuestro Rey, con los Decálogos y las palmas, para darle la Bienvenida a nuestra Pascua, diciéndole con nuestro compromiso que somos sus AMIGOS y que Él es nuestro REY y SEÑOR.
CANTAMOS: ‘¡‘HOSANNA HEY!’
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PAPÁS OBJETIVO: Comprender cómo vivir el Reino de Dios con nuestra Familia, para que Él esté con nosotros y nosotros estemos con Él, viviendo los valores del Evangelio y proyectándolos en nuestra sociedad.
ACTITUDES: Alabanza, acción de gracias y una grande alegría.
I. VER:
Estamos en esta Pascua Familiar. Nuestros hijos, los niños, adolescentes y jóvenes han venido a vivir su encuentro con Cristo. No podíamos faltar nosotros, los adultos.
Queremos demostrarle a CRISTO JESÚS que estamos con Él, que su Palabra y sus obras nos convencen y que vamos a recibirlo en esta Pascua Familiar porque queremos que Él sea nuestro REY.
+ ¿Cómo recibimos a las personas que llegan a visitarnos? ¿Quién ha llegado a nuestra casa últimamente? ¿A qué vino?
+ ¿Qué sentimos cuando alguien nos visita? ¿Por qué?
+ ¿Qué valores descubrimos en una bienvenida?
Nuestra Familia ( … ) y nuestra Parroquia ( …) quiere recibir a Cristo Jesús, ‘aquí’ y ‘ahora’. ¿A qué viene? ¿Por qué los participantes a la Pascua Familiar le damos una cordial bienvenida?
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II. JUZGAR:
Cristo Jesús llega a nuestra comunidad un año más. Todos nos hemos reunido para recibirlo; queremos que se sienta bien y que se dé cuenta quién es Él para nosotros. Le demostraremos que su llegada nos llena de alegría.
Él fue un israelita hecho y derecho, creyente y practicante de la Ley de Moisés; creció en edad, sabiduría y gracia, ante Dios y ante los hombres, (cfr. Lc 2, 52).
Estuvo casi 30 años con sus padres, trabajó, tuvo amigos; vivió las tradiciones religiosas y la problemática cultural y política de su pueblo.
Predicaba la Buena Nueva del Reino; fue apreciado por lo que decía y hacía; sus palabras y sus obras le ganaron el reconocimiento de los que lo escuchaban, haciéndose sus seguidores.
Iba de un lugar a otro; su fama llegó a Judea, sede del poder político y religioso… Roma y el Sanedrín quisieron acabar con CRISTO JESÚS, les enojaba su liderazgo.
Tenía muchos seguidores; lo llamaban ‘SEÑOR’; admiraban la seguridad con la que hablaba y actuaba. Los cuatro evangelios narran su entrada a Jerusalén.
Desde niño había participado con sus padres; venían a cumplir el precepto pascual; pero esta vez sucedió algo extraordinario.
Fue recibido por el pueblo, no como un hombre cualquiera, sino como un profeta, como si fuera su rey, Lo aclamaron, alfombraron el camino con sus mantos, palmas y ramos.
La ciudad estaba repleta, pues habían venido de todas partes a su fiesta: ‘la Pascua’… Todos hablan de Jesús, el que resucitó a Lázaro.
Entró montado en su burro, como lo había anunciado el profeta Zacarías: “No tengas temor, ciudad de Sión,
mira que viene tu Rey montado en un burrito” (Zac 9,9).
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Los israelitas se entusiasmaron, pensando que llegaba el momento en el que podrían unirse y luchar contra los romanos, quienes ejercían un dominio político económico sobre ellos.
“Cuando se acercaban a la bajada del cerro de los Olivos, la multitud llena de alegría se puso a alabar a Dios a voz en cuello por todos los milagros que habían visto. Decían: ¡Bendito el que viene, el Rey!” (Lc 19, 35-38).
Hubo quien le aclamaba de corazón; muchos le habían escuchado predicar o habían presenciado alguna de las muchas curaciones.
La mayoría sabía que CRISTO JESÚS era alguien especial… que Dios estaba de su lado y decían llenos de admiración: “Es el profeta, Jesús de Nazareth”.
Nosotros también venimos a decirle quién es Él para los que estamos aquí. Está entre nosotros; su presencia nos une. Nuestros ramos en las manos y nuestro entusiasmo son expresión del gusto que tenemos porque viviremos con Él esta Semana Santa. Repetimos también como sus paisanos: ¡Hosanna! ¡Eres nuestro Rey!
Queremos que su Reino llegue a nosotros. ¡Lo necesitamos! Nuestra cultura está sufriendo grandes cambios… Vemos que se modifican los roles tradicionales entre hombres y mujeres; la avidez del mercado nos descontrola. Todos queremos tener y nos olvidamos que lo que importa es ser.
Nuestros hijos son víctimas del consumismo; se han hecho muy individualistas y pragmáticos; el ambiente los ha hecho creer que lo importante es gozar y buscan el placer sin equilibrio. Lo peor es que todas esas actitudes se las hemos permitido o enseñado nosotros, sus mayores. Nos sobrepasa la tecnología, la informática, pero no tenemos tiempo para hablar con nuestros hijos, con nuestro espos@.
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Estamos viendo cómo se pierden los valores familiares del ayer y nos sentimos incapaces de recuperarlos. Necesitamos reconocer el Reinado de Cristo Jesús, escuchar su Palabra, vivir como Él nos enseñó. Los valores del evangelio siguen siendo actuales y si los vivimos reinaremos con Él. No podemos quedarnos con un anuncio teórico, que no ve los problemas reales de las personas (Cfr. AL 201; 218).
Él nos ha heredado la dignidad de ser hijos de Dios, reyes y señores de nuestra voluntad, haciendo el bien, solo el bien.
III. ACTUAR: Platicamos: + ¿Cómo demostrarle a Cristo Jesús que es nuestro Rey y Señor?.
+ ¿Qué significa para nosotros trabajar por su Reino?
+ ¿Qué hacer para vivir el Reino de Dios en nuestra Familia?
+ Preparamos el Decálogo del Reino de Dios. Diez enunciados muy concretos que nos hagan entender qué actitudes nos harán vivirlo como padres, como hijos, como hermanos, reconociendo a Cristo Jesús como ‘Rey’ y ‘Señor’.
+ Pensamos en personas conocidas que necesitan nuestro apoyo y nos proponemos buscarlas, porque se aprende a ser ‘señores’ a través de actos concretos de amor a Dios a nuestro prójimo.
IV. CELEBRAR:
Tener a Cristo Jesús en nuestro hogar no es una ilusión ni una experiencia que se vive sólo en Semana Santa, sino siempre.
Preparamos el lugar que sea centro de nuestro interés durante estos días de Pascua Familiar. En él iremos colocando el material que nos ayudará a vivir las dinámicas para compartirlas con nuestros hijos.
CANTAMOS: ‘EL SEÑOR ES MI REY’
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NIÑOS
Los niños de Pascua Infantil queremos estar con CRISTO JESÚS este día. Es una jornada muy importante. Es la fiesta de los panes ácimos. ‘La cena pascual’. Ayer le dijimos a JESUS que es nuestro Rey y Señor. Hoy le diremos que es nuestro ‘MAESTRO’. El mejor de los maestros. Tiene muchas cosas que enseñarnos. No solo conocimientos, sino sobre todo actitudes, maneras de pensar, de sentir, de actuar.
Vivió casi tres años con sus amigos. Les habló muchas veces
y compartió con ellos muchas experiencias. Ellos lo escucharon predicar, lo vieron convivir con las personas. Iban con Él de una comunidad a otra.
Lo vieron tratar a los enfermos,
a los niños y a los grandes; a los hombres y a las mujeres,
dando a todos siempre amor. La lección más grande se las dio el Jueves de la Pascua. Quiso que afirmaran lo que ya sabían: Que hay que amar mucho a Dios y a los hermanos. Cenó con ellos, como era su costumbre. Les habló del AMOR con gestos y palabras, para que le entendieran bien lo quería decirles. El evangelista Juan nos dice que antes de sentarse a cenar, se quitó su manto, se arremangó su túnica y tomó una jarra con agua y una toalla e hincándose se puso a lavarles los pies a sus amigos.
Los apóstoles no querían que Él hiciera esto.
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Pero el Maestro dijo a Pedro, que se resistía, que lo dejara hacerlo, porque así convenía. ¿Por qué hizo CRISTO JESÚS ese gesto? ¿Qué quiso enseñarles? ¿Es importante también que haya gente que sea como el MAESTRO? ¿Por qué? ¿Qué sentiríamos nosotros si Jesús quisiera lavarnos los pies?
Saber amar es muy difícil. Desde que nacimos estamos aprendiendo a amar a Dios y a nuestros hermanos. Nuestra familia es la escuela de amor; en ella recibimos palabras y muchas pruebas del amor que nos tienen
nuestros padres y familiares, pero junto con ese apoyo tenemos dentro de nosotros una inclinación al egoísmo. Muchas veces preferimos nuestra comodidad y no nos gusta servir a los demás. Servir es amar. Jesús quiere que sus amigos sepamos amar. Platicamos en equipo: Amamos cuando: y no amamos si: ______________________________ ____________________________
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Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas nos dicen qué cuando JESÚS y sus amigos cenaron, tomó un pan, lo bendijo y lo partió diciendo: “TOMEN Y COMAN, ES MI CUERPO”.
¿Su cuerpo? Ellos solo veían el pan, y sabían que se come, pero los sorprendió muchísimo que les dijera: ‘TOMEN Y CÓMAN’ ¿Por qué les dijo eso? ¿Qué hubiéramos hecho si nosotros hubiéramos escuchado que nos pidiera que lo comiéramos?
Tomó el cáliz, lleno de vino de uva, y les dijo: “BEBAN, QUE ESTA ES MI SANGRE,
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QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES. PARA EL PERDÓN DE SUS PECADOS”.
No sabían qué pensar de sus palabras. Nunca lo habían visto hacer algo así, ni lo habían escuchado Decirles: COMAN MI CUERPO y BEBAN MI SANGRE… Fue muy difícil para ellos comprender qué quería JESÚS.
a. Desde esa noche, El PAN y el VINO consagrados son el SACRAMENTO DE SU PRESENCIA, llamado, SACRAMENTO de la ‘EUCARISTÍA’.
b. CRISTO JESÚS iba a morir y no quiso dejar a sus amigos. Pensó cómo hacerse presente, más allá del tiempo y de las distancias y les dijo: “HAGAN ESTO EN MEMORIA MÍA”.
Les dio permiso de seguir consagrando el pan y el vino para estar entre nosotros. Fundó el SACERDOCIO CATÓLICO.
y por eso tenemos sacerdotes que consagran el pan y el vino para que podamos comer
el CUERPO Y LA SANGRE de JESÚS. c. Cuando EL MAESTRO lavó los pies a sus amigos, quiso
que se reconociera su presencia en los hermanos. Les pidió que se amaran y se sirvieran unos a otros. ¿Qué pensamos de los tres regalos que nos dio el Jueves Santo? ¿Cómo los aprovechamos? CRISTO NOS DICE A TODOS:
1. Quien ama dice no al egoísmo Y vive feliz, haciendo felices a los demás. 2. Mis amigos se distinguen porque aman y sirven.
3. Aliméntense de mí y comulguen para que yo viva en ustedes, y ustedes vivan en mí.
Terminamos esta dinámica haciendo una acción de Gracias a Dios PADRE, que nos regaló a su Hijo, que vino a enseñarnos el valor del amor y del servicio y le agradecemos por las personas que nos aman! ¡También le agradecemos que tenemos a sacerdotes! Por todo GRACIAS, JESÚS. CANTAMOS: ‘JESÚS AMIGO’
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JÓVENES
OBJETIVO: Vivir este día, el día del amor, con Cristo y con nuestros compañeros, comprendiendo lo que Él hizo por nosotros para que sepamos amar como Él amó.
ACTITUD: Amor, convivencia y amistad
Los adolescentes y jóvenes somos muy sensibles a la amistad. Nos gusta tener muchos amigos estar con ellos, platicarles lo que pensamos, lo que hacemos, lo que nos alegra y lo que nos entristece.
¿Quiénes son mis amigos? __________________________
_______________________ ______________________ _______________________ ______________________ ¿Por qué los considero amigos de verdad?
El amor nos hace vivir unidos, buscar al hermano, compartir lo que somos y tenemos, estar atentos a las necesidades de quienes están cerca de nosotros. El amor es una fuerza interior que le da sentido a nuestra existencia. Pero saber amar no es fácil. Dice el Papa Francisco que amar es un arte, que se aprende poco a poco y durante toda la vida, sobre todo en nuestra familia. En ella nuestros padres, hermanos, abuelitos y familiares nos enseñan qué es amar.
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Ya no somos niños. Cada día aprendemos más y más cosas. ¿Sabemos amar? ¿Cómo respondemos al bien y al amor que recibimos de quienes tenemos cerca? Para amar hay que vencer el egocentrismo que llevamos dentro. Todos queremos ser el centro. Llamar la atención, ser atendidos y mimados. Ser adolescente, ser joven es superar esa etapa y vivir para amar. ¿Qué personas necesitan que yo esté cerca de ellas, para demostrarles cariño y apoyo efectivo? _______________________________________ _______________________________________ _______________________________________ _______________________________________ Esta Pascua, Jesús, mi AMIGO, me quiere enseñar cómo se ama y qué pide saber amar. Él me dice: El AMOR une, El desamor divide… Vivimos en una sociedad que nos ofrece un sinnúmero de mensajes, muchos. En ellos nos invita a buscar el placer pero sin frenos, sin un ‘detente’… Disfraza el no amor y lo presenta como si fuera verdadero, confundiendo lo que es amar y lo que no lo es. Dice que podemos permitirnos toda clase de satisfacciones y que nada hay que prohibirnos. NADA. ¿Amar es buscar en la chic@ solo un placer momentáneo, sin responsabilizarme de sus consecuencias? ¿Es saber amar querer que los demás hagan y respondan a mis caprichos? ¿Es amar hacer actos de los que me puedo avergonzar, porque me dañan y dañan a mi prójimo?
CRISTO JESÚS, el Maestro, el Amigo y Señor de nuestra
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vida, hoy quiere darnos una lección para que aprendamos a vivir amando, como Él vivió.
a. Quiere cenar con nosotros. Tiene preparada la cena pascual, una comida ritual: el cordero, la ensalada con hierbas amargas, el pan sin levadura y el vino… Quiere revivir su Pascua con nosotros, como la vivió con los apóstoles, antes de su muerte.
Cenar con Jesús es querer estar con Él, y compartir sus sentimientos, sus deseos, sus últimos momentos.
Quiere que aprendamos cómo se ama. Esa noche hizo algo que no esperaban sus amigos: se quitó el manto y se inclinó para lavarles sus pies, no porque estuvieran sucios, sino porque les dio una lección de lo que es servir al hermano, vivir sin pretensiones, estar dispuesto a todo por aquellos que amamos.
¡Quiere darse a nosotros, hacerse nuestro. Es una ley biológica que somos lo que comemos. Jesús nos dice esta Pascua:
¡CÓMEME! ¡Déjame estar dentro de ti, de lo que eres y vives; tú me necesitas.
Te hago falta para encontrarle sentido a tu vida! ¡BEBE el cáliz de la salvación, es mi SANGRE! La debilidad del pecado te ha quitado la fuerza para amar. Me tienes a MI; te doy mi vida; me entrego a ti en la eucaristía, fortalece tu vida con la mía (Cfr. Jn 6, 56) El egoísmo no nos deja vivir en comunión con Cristo ni con nuestros hermanos. ¡Rompemos la unidad con nuestra familia, con nuestros amigos, con tus compañeros de trabajo, con tus vecinos! Este día Jesús nos pide que vivamos amando de verdad.
¿Cómo demostrar a nuestros padres que los amamos? ¿y a nuestros amigos? ¿a nuestros vecinos?
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Leemos el evangelio de San Jn 13, 1-15 y escribimos las actitudes que Cristo nos propone como Maestro en el amor.
________________________ ____________________________
__________________________________ Las platicamos con los compañeros que tenemos más cerca y
preparamos una representación de cómo las podemos practicar en nuestra familia.
Maestro, este momento es muy importante para mí; quiero dejar el egoísmo que no me deja amar como Tú amaste. ¡GRACIAS POR AYUDARME A ENTENDER ¡QUE ES AMAR Y CÓMO SE AMA!
¡Gracias porque te quedaste en la Eucaristía, Sacramento de tu Amor!
Quiero alimentarme de ti, quiero vivir en comunión contigo y con quienes me rodean.
¡Gracias porque quisiste estar en el Sagrario, donde siempre puedo encontrarte para hablar contigo, para escucharte, porque nadie como Tú puede ayudarme!
¡Gracias porque nos has dejado a los sacerdotes! Ellos siguen haciendo posible que Tú estés entre nosotros, porque siguen consagrado el pan y el vino, para que tengamos tu Cuerpo y tu Sangre, y nos alimentemos de ti.
¡Gracias porque nos enseñas a amar! ¡Gracias por tanta gente que nos ama! (Las pensamos y escribimos sus nombres en el corazón que dejaremos en el monumento, acompañando a Jesús toda la noche).
Pidamos que seamos capaces de corresponder al cariño, a la comprensión, a la ayuda y a la compañía que recibimos en nuestra familia, que nos dan nuestros amigos, y que entendamos la ley de la reciprocidad, para dar y recibir amor.
¡Hagamos de nuestra vida una maravillosa aventura de amor y amistad. Somos de Dios, seamos como Él es!
CANTAMOS: ‘SI ME FALTA EL AMOR’
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PAPÁS OBJETIVO:
Participar en la Cena de Jesús y sentarnos con Él en la mesa, para acompañarlo y aprender a amar hasta dar la vida.
ACTITUD: Amor, servicio y amistad
I. VER:
A todos nos gusta hacer fiesta. Nos invitan e invitamos. ¡Qué bien nos sentimos cuando estamos unidos y compartimos nuestra alegría!
¿A qué fiesta hemos ido últimamente? ¿Qué festejamos?
¿Qué sentimos cuando nos invitan?
¿Qué hacemos en las fiestas? ¿Qué es lo que más nos gusta de un festejo? (Pensemos en las actitudes que se viven y en las circunstancias que se dan)
Nuestra familia es un espacio muy importante para vivir el amor, la convivencia, el servicio y la amistad, para gozar las fiestas.
Nuestra familia es una escuela de amistad y servicio
Los papás o quienes hacemos sus veces, tenemos una gran responsabilidad: ‘enseñar a nuestros hijos a vivir el amor, y lo que lo favorece’,
¿Es fácil educarnos para vivir el amor verdadero? ¿Qué nos ayuda y qué nos obstaculiza esta enseñanza?
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II. JUZGAR. Estamos viviendo la ‘Pascua Familiar’. El Maestro nos ha hecho una invitación a todas las Familias de nuestra comunidad. Quiere que estemos con Él en esta fiesta que revive el paso liberador.
¿Cómo nos sentimos al saber que nos invita a estar con Él? CRISTO JESÚS quiere que nos sentemos a su mesa, que comamos su comida y participemos en su fiesta.
Quiere que vivamos la Pascua con la vivieron sus apóstoles la noche del Jueves Santo. Toda la comunidad cristiana está invitada y habrá comida para todos los que queramos aceptar su invitación. ‘Él nos ofrece un banquete’. Cristo Jesús vuelve a vivir su PASCUA, su PASO de este mundo al Padre, pagando con su sacrificio real, cruento y total, el precio de nuestra libertad; Esta noche empieza el ‘Triduo Pascual’.
Los israelitas vivieron muchos años en Egipto. Con el correr de los años fueron esclavos. Sufrieron violencias, injusticias, malos tratos. Pero Dios se manifestó, y los ayudó a salir porque quería vivieran felices y que tuvieran su tierra.
Favoreció su paso de la esclavitud a la libertad a lo largo de un proceso doloroso; Moisés fue el hombre escogido para acaudillarlo en esa difícil empresa. Atravesaron el Mar Rojo, caminaron durante 40 años por el desierto y fueron entendiendo, a través de su peregrinar en la fe, cómo tenían que vivir para ser el ‘Pueblo de Dios’.
Jesús celebraba año con año estas fiestas; preparaban /la comida ritual, los cánticos y los salmos que narraban las maravillas que Dios hizo en favor de su pueblo.
“Sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasara de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin... Y acabada la cena, e levantó de la mesa,
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se quitó el manto; se ató una toalla a la cintura y echó agua en un recipiente. y se puso a lavarles los pies a sus amigos y se los secaba ” (Jn 13, 4-5).
“Les dijo: “Ustedes me llaman Maestro y Señor; y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado sus pies, ustedes también debéis lavarse los pies los unos a otros. Les he dado ejemplo, para que así como yo lo he hecho, ustedes también lo hagan (Jn 13, 13-15).
Este fue un gesto muy significativo. El Maestro se despojó de su gloria y se hizo ‘servidor de sus amigos’. Ellos no entendían por qué hizo eso; pero Él si sabía qué quería decirles. Conocía su vida y sabía que tenían mucho que limpiar: ambiciones, egoísmos, injusticias y otras actitudes.
¡Qué falta nos hace también a nosotros comprender el amor y vivirlo como lo vivió Cristo,, siendo capaces de llevarlo hasta sus últimas consecuencias!
¡Qué equivocados estamos cuando hablamos del amor y disfrazamos nuestro hedonismo, confundiendo uno y otro acto! ¡Hablamos de hacer el amor y no de vivirlo! ¡Qué poco valor damos al amor matrimonial!, y ¡Qué triste es ver cómo se comercializa el cuerpo, cómo se favorece la infidelidad entre los esposos! ¡Con qué facilidad se pasa de una relación a otra. (Cfr. Al Cap. 2, # 39).
2. Durante la cena, Jesús había hecho las bendiciones establecidas, sobre el pan y el vino, pero nuevamente tomo en sus manos un trozo de pan y dijo:
“TOMEN Y COMAN TODOS DE ÉL, PORQUE ESTE ES MI CUERPO.
Después con el cáliz lleno de vino dijo:
TOMEN Y BEBAN TODOS DÈ ÉL, PORQUE ESTA ES MI SANGRE,
QUE SERÁ DERRAMADA POR USTEDES, PARA EL PERDÓN DE SUS CADOS” (Mt 26,26 –28).
En ese momento, el Maestro sustituyó el cordero pascual por su CUERPO y su SANGRE.‘Quiso quedarse en el pan consagrado, signo visible de su Cuerpo y en el
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vino consagrado, que es su sangre’.
3. Esa consagración fue la primera que hizo. No había hecho nada semejante. Esa entrega fue fruto de su gran amor. Pensó cómo quedarse con sus apóstoles, y no solo con ellos, pensó también en nosotros, y dijo:
“HAGAN ESTO EN MEMORIA MÍA”, (LC 22, 19). CRISTO JESÚS instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio como Sacramentos de su presencia real y verdadera.
III. ACTUAR: Los discípulos de Cristo Jesús tenemos como vocación: ‘amar’, ‘vivir la comunión y el servicio’. Si somos de Cristo nos tenemos que distinguir por nuestra capacidad de dar y recibir amor, con esa fuerza que nos haga buscar siempre el bien de los que nos rodean, demostrando que somos de Cristo y vivimos como Él (Cfr. AL 89). ‘Que nos demos entre nosotros las palabras mágicas del amor: gracias, con permiso y perdón, con todo lo que implican’ (Cfr. AL 133). Pensamos: ¿Cómo podemos amar más a Cristo y a quienes tenemos cerca? Compartimos: ¿Cómo demostró CRISTO JESÚS su amor en la Cena Pascual? ¿Con qué actitudes vivió ese momento?
¿Cuáles de esas actitudes ya vivimos en nuestra familia y cuáles tenemos que esforzarnos por vivir para ser felices y hacer felices a los que nos rodean? Sólo el amor nos hará capaces de dar y darnos como Cristo Jesús se dio para ser sacramento de su presencia en nuestros ambientes.
Que comprendamos el entrelazado de recíprocas ofrendas por el bien de nuestra familia. El amor necesita tiempo disponible y gratuito. (Cfr. AL 220, 221, 224, 318).
IV. CELEBRAR: Cristo Jesús quiere que vivamos en fiesta. El nos da su cuerpo y su sangre, como comida y bebida de salvación. Hacemos nuestra comunión pascual como familia, pidiendo que aprendamos a vivir el amor y el servicio para ser felices. CANTAMOS: ‘EL BANQUETE YA ESTÁ LISTO’
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NIÑOS A todos nos cuesta entender el dolor, el sufrimiento, la muerte … Cuando fuimos pequeños nos daba miedo ver el crucifijo… Queríamos bajar a Jesús de la cruz. Poco a poco fuimos entendiendo por qué murió, qué lo llevó al calvario, cuál fue la razón de tanto dolor… ¡NUESTRA SALVACIÓN! Nacimos para ser felices. Para gozar, para recibir amor, para
estar alegres, en compañía de la gente que queremos. Nos da tristeza saber que nuestros amigos se enferman, y más cuando mueren. No entendemos por qué se da el dolor y la muerte.
¿Qué es el sufrimiento? ¿Cuáles han sido los sufrimientos más grandes que hemos vivido? Los compartimos con nuestros compañeros más cercanos y entre todos respondemos a la pregunta que nos han hecho. Los sufrimientos pueden ser físicos, cuando los sentimos en el cuerpo, como: __________________________ ____________________________________ ___________________________________ Pero hay sufrimientos que no son visibles, pero nos hacen daño psíquicamente, porque nos ponemos tristes, porque se nos quita la alegría, porque nos parece muy difícil seguir
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adelante. Esos también nos dañan, porque afectan nuestro estado de ánimo. Cuántas veces nos sentimos así:
__________________________ ___________________________ ______________________________ Muchos niños de nuestras comunidades sufren.
Unos porque no tienen con ellos a su mamá, a su papá. Hay quienes no tienen dónde dormir, ni qué comer; otros viven sin quién los cuide, quién los corrija. Todos los sufrimientos de la humanidad prolongan el sufrimiento de Cristo Jesús.
Hoy, revivimos el sufrimiento de nuestro Redentor. La redención es un misterio que se comprende desde la fe, Cristo es el Redentor del mundo, sufrió y mucho. Sufrió en su cuerpo: ______________________ ____________________ _____________________ ____________________ ___________________ _____________________ Sufrió en su ánimo; se sintió: _________________________ ___________________________ ____________________________ Hoy queremos vivir con CRISTO JESÚS su pasión. Lo vamos a acompañar en sus sufrimientos, los que nos narran los evangelistas, y muchos más que no se mencionan. Imaginémonos lo que sintió al verse solo, con personas que lo ofendían, que no lo respetaban, que lo golpeaban sin piedad. Él sabía que iba a morir. Les había hablado a sus apóstoles del sacrificio que ofrecería por los pecados del mundo; aunque ellos no comprendían sus palabras. El evangelio nos dice que cuando terminaron de cenar, CRISTO JESÚS y sus amigos se fueron al Huerto de los
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Olivos. Ahí, el Maestro se aparató un poco para hacer oración. ¡Qué momento tan difícil para Él! Sintió tristeza, mucha tristeza. Le dijo a Dios Padre: “SI ES POSIBLE, QUE PASE DE MI ESTE CALIZ, PERO NO SE HAGA MI VOLUNTAD, SINO LA TUYA”. ¿Cómo se sintió en ese momento? ¿Por qué su DIOS PADRE permitió que se sintiera tan triste? Son preguntas que seguramente nos hacemos al ver la pasión de nuestro REDENTOR. La única respuesta es EL AMOR. Si CRISTO JESÚS subió al calvario porque amó mucho, pero mucho a Dios Padre, que le encomendó nos redimiera del pecado.
CRISTO JESÚS, EL DIOS HECHO HOMBRE, acabo en la cruz, como los malhechores de su tiempo. Pagó por todos los pecados del mundo, se ofreció en sacrificio por nosotros. ¿Qué queremos decirle? El dolor, el sufrimiento, la misma muerte fueron los medios con los que CRISTO JESÚS nos redimió. Cuando nosotros tengamos algún sufrimiento, podemos ofrecérselo a Dios Padre por la salvación de nuestra comunidad. Nuestros sufrimientos nos dan la oportunidad de parecernos a CRISTO JESÚS, y unirnos a la Redención.
Preparamos en equipo una estación del VIACRUCIS. La escogemos a suerte y la reflexionamos, pensando qué fue lo que Jesús vivió y qué vivimos también nosotros, cuáles son nuestros sufrimientos y cómo podemos colaborar con Él, porque la REDENCIÓN continúa.
CRISTO JESÚS hizo todo lo que tenía que hacer para salvarnos: Ahora falta nuestra parte. Nos toca a nosotros sufrir con Él y como Él nos enseñó.
CANTAMOS: ‘JERUSALÉN, JERUSALÉN’
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JÓVENES
OBJETIVO: Valorar lo que Jesús hizo para salvarnos, sufriendo y muriendo en la cruz, para aprender a vivir el sufrimiento como Él lo vivió, con fe, con amor y con esperanza.
ACTITUD: Valentía ante el sufrimiento y ante la muerte. Fe para aceptar la voluntad de Dios, aun el dolor.
Y amor para ofrecernos como Cristo se ofreció.
Vivimos en una sociedad que nos ofrece muchas ofertas de satisfacción, de bienestar, de una falsa felicidad. Hemos aprendido a no pensar en el dolor y en el sufrimiento y nos enojamos con Dios cuando nos toca sufrir una enfermedad o la muerte de un ser querido. Nuestra reacción veces nos aleja de Él, nos parece imposible ser como Él y hacer lo que Él hizo.
No queremos normas ni nada que nos marque un camino a seguir. Cada quien hace lo que quiere. Las noticias nos hablan de suicidios, violencia, y mucho desamor
El Papa Francisco está preocupado porque nos estamos acostumbrando a vivir mal y en lo malo.
¿Por qué no ponemos un ¡Hasta Aquí! Por qué no decimos un ¡Basta! a lo que causa tanto dolor?
Platicamos en pequeños grupos:
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+ ¿Qué pensamos de la muerte? + ¿Cómo afrontamos los sufrimientos? + ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar el dolor? + ¿Qué personas nos han enseñado a sufrir? ¿Qué hemos aprendido de ellas? El Viernes Santo es un día muy particular. Revivimos la pasión y la muerte de CRISTO JESÚS, nuestro Hermano y Redentor que nos enseña también que el amor llega hasta dar la vida por aquellos que se ama.
Muchos chicos dicen: ¿Me amas? ¡Demuéstramelo! Pues CRISTO JESÚS sí nos demostró hasta dónde llegó su amor a Dios Padre y a nosotros, sus hermanos. Dio su vida para que nosotros recobráramos la vida
de hijos de Dios Padre, y ahora lo llamamos ‘Padre nuestro’. Fue un hombre como nosotros; sintió que sus fuerzas flaqueaban. En el Huerto de los Olivos dijo:
“Padre, si es posible, que pase de mí este cáliz” (Lc 22, 41).
El Espíritu Santo lo fortaleció y consumó su sacrificio; murió diciendo: ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’
(Jn 19, 30).
Su muerte fue la injusticia más grande que se haya cometido en el mundo.
El es la víctima pascual, el nuevo Cordero de Dios, que quitó el pecado al mundo.
La CRUZ nos recuerda cuánto sufrió para salvarnos.
Nosotros la vemos de lejos… Él la abrazó.
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¡Muriendo nos redimió!
La CRUZ es signo de nuestra redención. Es la prueba del gran amor que Jesús tuvo a su Padre Dios
y a nosotros, sus hermanos: Todos los hijos de una familia tienen la misma sangre: por eso Jesús quiso ser de nuestra sangre, para destruir con su muerte nuestra muerte" (Hb 2, 14).
El pecado destruye nuestra relación con Dios y con nuestro prójimo:
"Quien hace el mal, camina hacia la muerte" (Prov 11, 19). La muerte, como experiencia humana, nos desborda. Ante ella no podemos decir nada.
Pero en Cristo y por Él "… nuestra antigua condición pecadora quedó clavada en la cruz,
para que destruido este cuerpo, marcado por el pecado,
no le sirvamos más (Rom 6, 6-7).
La carta a los hebreos nos dice que CRISTO JESÚS se ofreció en sacrificio para pagar nuestra deuda: «Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces yo dije lo que está escrito en el libro: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad" (Hb 10, 5-7).
Él murió voluntariamente: dijo sí al dolor, Su muerte fue aceptada y esperada y con su sí nos liberó. Isaías habló muchos siglos antes de que Él se sacrificara de su vida. Tenemos cuatro cánticos conocidos como los cánticos del Siervo Sufriente: Uno de ellos dice:
"Fue despreciado y rechazado por los hombres,
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abrumado de dolores y habituados al sufrimiento. Como alguien a quien no se le quiere mirar, lo despreciamos y estimamos en nada.
Sin embargo, llevaba nuestros sufrimientos y soportaba nuestros dolores.
Nosotros lo creíamos castigado, herido por Dios y humillado, pero eran nuestras rebeldías
las que lo traspasaban y nuestras culpas las que lo trituraban.
Sufrió el castigo para nuestro bien y con sus heridas nos sanó.
“Cuando estábamos errantes como ovejas, siguiendo cada quien un camino diferente?
Se sometió como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador.
Enmudeció, no abrió su boca. Sin defensa ni juicio se lo llevaron. ¿Quién se preocupó de su suerte? Lo arrancaron de la tierra de los vivos; lo hirieron por los pecados de su pueblo; lo enterraron con los malhechores; lo sepultaron con los malvados; aunque El no cometió ningún crimen ni hubo engaño en su boca", (Is 53, 3-9).
La Redención es el misterio de AMOR DIVINO, y en Cristo se hizo también ¡VERDADERO AMOR HUNMANO!
Hacemos una cruz, pensando qué compromiso vamos a hacer para vivir el dolor como jóvenes ‘CRISTIANOS’ que no huyen del sufrimiento, sino que lo afrontan con CRISTO y como Él y preparamos 7 estaciones del Viacrucis, teniendo presentes los
sufrimientos de CRISTO JESÚS y los nuestros, ofreciéndoselos a nuestro Padre Dios, como Él se ofreció.
CANTAMOS: ‘LA VIA DOLOROSA’
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PAPÁS
OBJETIVO: Comprender el amor tan grande que nos tiene
Cristo Jesús, que sufre y muere para cumplir la voluntad de su Padre: ‘nuestra salvación’, aprendiendo como Familia, el valor del sufrimiento.
ACTITUD: Fe para aceptar la voluntad de Dios.
y amor para ofrecernos por el bien de nuestros hermanos.
I. VER:
+ ¿Qué pensamos de la enfermedad, del dolor y de la muerte? + La ciencia y la técnica han avanzado muchísimo. ¿Podemos evitar con sus adelantos el sufrimiento? + ¿Cuáles nos parecen más difíciles de vivir y por qué? + ¿Educamos a nuestros hijos a vivir el sufrimiento? ¿Si? ¿No? ¿Por qué?
+ ¿Qué personas cercanas han sido para nosotros un ejemplo porque han sabido sufrir con entereza? Escuchamos la canción ‘LA VIA DOLOROSA’ (Compartimos en equipos qué mensaje nos deja e interpretamos una estrofa con nuestra reflexión).
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II. JUZGAR El Viernes Santo es un día muy importante en la Pascua Familiar. Estamos celebrando la pasión y muerte de CRISTO JESÚS. Él es ‘nuestro Redentor’; dio su vida para que nosotros fuéramos libres del castigo que nos trajo el pecado. Vivió hasta las últimas consecuencias la misión que su Padre le confió: ‘nuestra salvación’. Fortalecido con el Espíritu de Dios, llegó hasta el final, aceptando su voluntad.
En la cruz dijo antes de expirar: ‘Padre, todo está cumplido’, (Jn 19, 30).
Cristo Jesús vivió para agradar a Dios Padre. Lo amó tanto que sacrificó su vida para cumplir la misión que le encomendó. Su naturaleza sintió la debilidad y el miedo, pero hizo su voluntad y murió en la cruz, como el peor de los malhechores.
"Todos los hijos de una familia tienen la misma sangre: por eso Jesús quiso ser de nuestra sangre
y destruir con su muerte nuestra muerte". (En su muerte fuimos justificados)(Hb 2, 14).
El Antiguo Testamento hablaba de la muerte como consecuencia del pecado de Adán y Eva, alimentando la esperanza de la Redención (Sab 1, 13-15). El pecado no es solo un mal porque va contra nuestra naturaleza y contra la voluntad divina, sino sobre todo, porque nos aleja de Dios, y nos quita la vida que Cristo Jesús nos ganó: "Quien hace el mal, camina hacia la muerte", (Prov 11, 19).
El Viernes Santo reconocemos que Nuestro Hermano, Cristo Jesús, nos ganó a precio de sangre. Nos liberó del dominio de la muerte haciendo suya nuestra condición mortal. Su muerte no fue un accidente, sino que fue un acto voluntario, que Él aceptó, esperó y abrazó.
Al leer el poema de Isaías del Siervo Sufriente, comprendemos
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lo que vivió Cristo Jesús, qué significó su muerte y cómo la llevó a cabo:
"Fue despreciado y rechazado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento. Como alguien a quien no se quiere mirar, lo despreciamos y estimamos en nada. Sin embargo, Él llevaba nuestros sufrimientos y soportaba nuestros dolores. Nosotros lo creíamos castigado, herido por Dios y humillado, pero eran nuestras rebeldías las que lo traspasaban y nuestras culpas las que lo trituraban. Sufrió el castigo para nuestro bien y con sus heridas nos sanó. Andábamos todos errantes como ovejas, cada uno por su camino y el Señor cargó sobre El todas nuestras culpas" (Is 53, 3-9).
Cristo sufrió el dolor, la angustia, el miedo, la impotencia, pero confío plenamente en Dios Padre y en Él se abandonó. En la crucifixión pidió perdón para quienes lo condenaron :
"Padre, perdónalos porque nos saben lo que hacen" (Lc 23, 34).
¡Qué misterio tan grande es la Redención y qué importante es comprenderlo y vivirlo! Cristo fue probado con el dolor y la muerte; puede ayudarnos a vivir los momentos de sufrimiento, porque Él los vivió primero, (Cfr. Hb 2, 18).
Él fue como el grano de trigo, que muriendo nos dio vida, (Jn 12, 24 -32). Sus apóstoles no entendían lo que Él les dijo en relación a sus sufrimientos y su muerte.
También nosotros nos cerramos ante esta realidad; el dolor y los problemas los vivimos con falta de fe, somos fatalistas y nos amargamos. ‘Los dolores y las angustias se experimentan en comunión con la cruz del Señor, y el abrazo con Él permite llevar adelante los peores momentos’ (Cfr. AL 317).
Compartimos en pequeños grupos: ¿Cómo aceptó Cristo Jesús sus sufrimientos?
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¿En quién y cómo encontró fuerza para sufrir todos los padecimientos que tuvo que vivir? ¡Cuánto nos servirá contarle al Señor nuestras cruces secretas! (Cfr. AL 227).
1. ¿Cuáles fueron sus sufrimientos más grandes?
2. ¿Qué sufrimientos tenemos hoy como familias?
3. ¿Qué actitud tomamos cuando nos llegan los sufrimientos, bien a nosotros personalmente o a nuestra familia?
4. ¿Cómo ayudamos a nuestros hijos para que entiendan el valor del dolor?
III. ACTUAR:
En equipo: 1. Preparamos las estaciones del Viacrucis teniendo en
cuenta los sufrimientos de Cristo Jesús y los de nuestras familia y los de la Comunidad (Cfr. AL 33-46; ).
2. Platicamos con nuestro equipo qué podemos hacer para vivir el sufrimiento como Cristo Jesús lo hizo. ‘Negar las situaciones difíciles retarda su solución y acaba debilitar los vínculos en la familia, llevándola al aislamiento, que daña la intimidad’ (Cfr. AL 233). El dolor tiene un gran valor redentor.
3. Hacemos una cruz y en ella escribimos las situaciones difíciles por las que atraviesa nuestra familia. ‘Cuando el matrimonio se asume como una misión, cada momento difícil es ocasión para beber del mejor vino, el vino del amor’ (Cfr. AL 232),
4. Cargamos la cruz de Cristo, que es la nuestra y hacemos las paradas necesarias, sobre todo donde hay dolor, enfermedad, tristeza para llevarles el consuelo de Dios.
IV. CELEBRAR: Invitamos a nuestros hijos en casa a hacer dos estaciones del Vía Crucis que preparamos. pidiendo a Dios Padre sepamos vivir el sufrimiento como Cristo lo vivió, para unirnos a su sacrificio redentor. CANTAMOS: ‘LA VÍA DOLOROSA’
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NIÑOS
Hemos vivido estos días con CRISTO JESÚS. Hoy vamos a festejar el triunfo que Él ganó, muriendo y resucitando. El murió, nos lo dicen los evangelios, pero a los tres días
_______________________ ¿Cómo nos sentimos cuando triunfamos? ________________________________________ ¿Por qué? ____________________________ Hoy nos sentimos muy contentos al terminar esta Pascua Infantil. ¿Por qué? __________________________ Hemos estado con CRISTO JESÚS, el hombre que de verdad ha triunfado. Lo acompañamos el ________________ cuando entró a Jerusalén, entre grande alboroto.
El _____________________________ estuvimos con Él en el cenáculo y vimos cómo se quedó en el pan y el vino, para estar con sus amigos. El _____________________ subimos con Él al calvario y vivimos su muerte, una muerte de cruz
Hemos compartido su dolor, y ahora vamos a festejar su triunfo. Resucitaremos con nuestro REY y SEÑOR, con nuestro MAESTRO, con el CORDERO DE DIOS, con nuestro REDENTOR. El resucita para que yo también resucite, dejando el pecado y lo que me aleja de Él.
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Al amanecer del domingo, cuando todo parecía que había terminado, se rompieron las cadenas que esclavizaban al mundo y CRISTO JESUS SALIÓ VICTORIOSO DEL SEPULCRO Y FUIMOS REDIMIDOS. La Iglesia canta llena de alegría: “¿Dónde está muerte tu victoria?” ¡ALELUYA! Unas mujeres fueron al sepulcro. Habían dejado el cuerpo de Jesús el viernes. No tuvieron tiempo para embalsamarlo. Llevaban sus perfumes para ungirlo. No se imaginaron lo que les sucedería. Cuando llegaron al sepulcro, dos ángeles vestidos de blanco les dijeron: ¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? ¿Qué pensaron? ¿Cómo se sintieron ante estas palabras? Ellas sabían que Jesús murió en el calvario. Pero los ángeles les dijeron: ‘NO LO BUSQUEN MUERTO AL QUE ESTÁ VIVO’. ‘NO LO VAN A ENCONTRAR EN LA TUMBA’. ‘ÉL HA VENCIDO, NO ESTÁ ENTRE LOS MUERTOS’. CRISTO JESÚS, el SEÑOR de la VIDA, venció a la muerte.
Nosotros tampoco vamos a encontrar a Jesús en la tumba. Él nos dijo que está VIVO en la Eucaristía.
Nos aseguró que vive en nuestro prójimo.
Él vive en las personas que se quieren.
Él vive en la comunidad que lucha unida para que haya justicia, para que todos tengan lo necesario, para que las personas vivan felices.
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La resurrección de CRISTO JESÚS es la verdad más grande de nuestra fe. Vivámosla, demostremos a los que nos ven que CRISTO vive y que nosotros vivimos con Él, porque amamos, porque nos perdonamos porque somos felices, porque nos ayudamos, porque nos comprendemos, porque queremos el bien de los demás. Los niños tenemos que demostrar que CRISTO TRIUNFÓ. No podemos cruzarnos de brazos ante el mal. CRISTO JESÚS nos necesita.
Platicamos con nuestro equipo:
a. ¿Cómo se sintieron las mujeres al escuchar a los ángeles? _______________________ ______________________
b. ¿Cómo nos sentimos nosotros después de haber vivido con CRISTO JESÚS esta Pascua? ________________________
¿Por qué? ________________________________________
¿A qué nos invitan las palabras de los ángeles? _______________________ ______________________ ________________________ _______________________
Nuestro Bautismo nos hizo participar del triunfo de CRISTO JESÚS. Tenemos que vivir una vida nueva, con Él y como Él. Rompamos con el pecado y con lo que nos aleja de Dios.
Dibujamos el cirio pascual, signo de CRISTO JESÚS que resucitó y preparamos la renovación de nuestras promesas bautismales.
¿En quién creemos? ___________________ ________________ ____________________
¿A qué renunciamos? ___________________ __________________ ____________________
¿Qué prometemos? ___________________ ___________________ ______________________
CANTAMOS: ‘EN EMAÚS’
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A partir de la flecha gruesa de la letra P pasa por los laberintos y llega al mensaje pascual.. Colorea tu dinámica y gózala.
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JÓVENES
OBJETIVO: Vivir la Pascua de CRISTO JESÚS que es nuestra Pascua, para ser testigos de su triunfo no sólo en el templo, sino en nuestra familia, nuestro trabajo, donde nos movemos y estamos.
ACTITUDES: Fe, esperanza, alegría y deseos de triunfar, a pesar de todo, porque ¡CRISTO VIVE! ¡ALELUYA!
Nuestra Pascua 2017 termina. Hoy revivimos el triunfo de Cristo Jesús. El murió, y hubo muchos testigos de este acontecimiento; tenemos el testimonio de las mujeres, de Pedro y de Juan, de Tomás y de los amigos de Emaús Ellos nos aseguran que al tercer día: ¡CRISTO TRIUNFÓ!
¿Qué es triunfar?
¿Qué relación encontramos entre el triunfo y la Pascua de Jesús?
____________________________ _______________________________ _________________________________
Cristo Jesús hizo todo lo que su Padre le encomendó: se hizo hombre, se solidarizó en todo con nosotros, sus hermanos.
Lo vimos morir como cordero llevado al matadero,
pero una vez sacrificado, venció al mal y al pecado, ¡y volvió a la vida!
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Estuvo viernes y sábado en el sepulcro. José de Arimatea, un amigo suyo, prestó una sepultura para que dejaran ahí su cuerpo. El evangelio hace un silencio respetuoso desde el viernes por la tarde hasta el amanecer del domingo.
¿Cómo se sintieron los apóstoles? ¿Qué hicieron cuando supieron que Jesús había muerto?
Si hubiéramos estado ahí ¿qué hubiéramos hecho? Seguramente lo que ellos hicieron. Pensaron que todo había terminado. Que Jesús y su causa había fracasado.
Pero, ¡Oh sorpresa! A la noche sigue el día, a la muerte la vida…
El ángel dijo a las mujeres: “¿Por qué buscan entre los muertos
al que está vivo?” ¡EL SEÑOR NO ESTÁ AQUÍ, HA RESUCITADO! ‘Si CRISTO no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe’… pero salió de la tumba por su propio poder. ¡VIVE!… Este día vamos a compartir su triunfo. Él no está entre los muertos. Venció al mal … venció al pecado. Venció a sus opositores pero no con la violencia, sino con la fuerza del amor. ¡Él VIVE PARA SIEMPRE! ¡ALELUYA!
Isaías había dicho que el Siervo Sufriente después de padecer y morir, vería la luz, y lleno de poder, justificaría a muchos y recibiría el premio de los vencedores” (Cfr. Is 53, 10-12).
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Y ASÍ FUE. ¡CRISTO TRIUNFO! ¡CRISTO VIVE! ¡Él VIVE! DIOS LE DIO NUEVAMENTE VIDA PARA QUE NOSOTROS VIVAMOS CON ÉL. “Si por un hombre vino la muerte, también por un hombre nos vino la vida. ¿Dónde está muerte tu victoria? ¿Dónde está muerte tu aguijón?” (Cfr. 1ª. Cor 15, 21. 54) Si CRISTO triunfó, también nosotros podemos triunfar, dejando todo lo que nos ata, lo que no nos deja vivir. Su triunfo será nuestro si somos capaces de: ______________________ _________________________ ______________________________ CRISTO RESUCITADO nos quiere libres… Su resurrección nos hace fuertes contra el mal, contra _____________________ contra _________________________ contra ___________________________
Nada nos puede apartar de CRISTO y de su AMISTAD si hacemos nuestro su triunfo, si nos reconocemos hijos de su Padre, si vivimos como hermanos unos con otros, si luchamos porque haya paz, justicia, esperanza en nuestro mundo. El domingo de Ramos dijimos que Cristo Jesús s el mejor de los amigos; hemos vivido esta semana con Él y hoy resucitamos con Él. Nuestro AMIGO nos ha unido a su PASCUA y tenemos VIDA, para compartirla con todos los que Dios Padre nos ha dado como compañeros de camino. La Pascua es el momento de arranque para vivir una vida
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nueva, una vida que sea la prolongación de la vida que CRISTO JESÚS vivió cuando estuvo entre nosotros.
Resucitar es hacer realidad el Plan de salvación. Es dejar el odio, para vivir ________________________ Es dejar la ambición para __________________________ Es dejar el materialismo para ___________________________ Es ver al hermano como alguien y no como algo.
CRISTO JESÚS vive. Lo que hagamos a los demás se lo hacemos a Él, que nos importe su felicidad. “Si hemos muerto con Cristo, creemos también que viviremos con Él”, (6, 8).
Renovemos conscientemente las promesas bautismales. ‘ESTA ES LA NOCHE’ es nuestra noche. Es la noche de la Pascua, la noche de CRISTO, la noche de su triunfo. Es nuestro triunfo.
CRISTO RESUCITADO NOS JUSTIFICA. Nos justifica dándonos vida.
(Cfr. Rom 6, 13.22-23).
Hagamos fiesta, encendamos el cirio pascual y manifestemos la luz que ha vencido nuestra oscuridad. Dejemos que su penetre lo más profundo de nuestros sentimientos. Que su luz ilumine nuestros pensamientos. Que su luz mueva nuestra voluntad para vivir felices.
Estamos sepultados al pecado para vivir con Cristo en Dios, (Cfr. Rom 6, 4-5).
Celebramos con María Santísima el triunfo de su Hijo y con Ella y como Ella vivamos la fe, la esperanza y el amor que ahora gozamos porque CRISTO, el SEÑOR, resucitó y nos ha llenado de su gracia.
Hacemos una carta a nuestros padres para compartirles esta vivencia. Les agradecemos que nos hayan bautizado y que nos acompañan en la fe y les pedimos nos ayuden a vivir con CRISTO, en CRISTO y para CRISTO.
CANTAMOS: ‘RENACE LA ESPERANZA’
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PAPÁS OBJETIVO:
Vivir el triunfo de Cristo y ser sus testigos para que todo lo que somos y hacemos como Familia,
lo haga presente. .
ACTITUDES: Fe, alegría, esperanza y ánimo para vivir felices.
I. VER:
a) ¿Cómo nos sentimos cuando vencemos los obstáculos? ¿Por qué? ¿Qué logramos? b) ¿Qué es triunfar en la vida?
c) ¿Cómo podemos ser una familia triunfadora?
d) ¿Qué personas me han enseñado a luchar en la vida?
e) ¡Cuántas Familias son un ejemplo para nosotros, porque a pesar de sus problemas, han sabido salir adelante. ¿Qué han logrado?
f) ¿Cuáles son los obstáculos que hemos podido superar como Familia? (Compartimos nuestras experiencias y escogemos una, para presentarla al grupo en el plenario, podemos acompañar nuestra participación con un canto).
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II. JUZGAR:
Todos sabemos cuánto cuesta triunfar; cuanto más nos esforzamos por superar las dificultades, más gozamos aquello que logramos.
Esta semana hemos acompañado a CRISTO JESÚS, el hombre que triunfó del pecado y de la muerte. Si por un hombre entró la muerte al mundo, por otro hombre, el hombre más hombre que ha existido, recibimos la vida:
“Lo que pasó con la primera rebeldía no se puede comparar con lo que hizo la gracia de Dios; la falta que trajo la condenación, partió de un solo pecador, mientras que la gracia de Dios, recayó sobre un mundo de pecadores y los hizo santos” (Rom 5, 16).
La Resurrección de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus amigos: las mujeres, y entre ellas María Magdalena, Pedro y Juan, los apóstoles reunidos en el Cenáculo, los peregrinos de Emaús. Hoy revivimos la Pascua de Jesús. La Vigilia de este Domingo es la noche más importante de todo el ciclo litúrgico: ‘Esta es la noche’, como canta el pregón pascual (Rom 6, 9). Toda la celebración actualiza el hecho más importante de nuestra fe. La resurrección del Señor rompe el silencio; la muerte fue vencida.
¿Dónde está muerte tu victoria? ¿Dónde está muerte tu aguijón?” (Cfr. 1ª. Cor 15, 21. 54)
María, la Madre de Jesús y algunas mujeres, acompañadas por Juan dejaron el cuerpo del Maestro en el sepulcro que les prestó José, de Arimatea. Parecía que todo había terminado; pasó la tarde del viernes y todo el sábado.
El domingo muy temprano María Magdalena, Salomé y la madre de Santiago fueron al lugar donde Jesús había sido sepultado y encontraron la piedra quitada. Entraron dentro y vieron que el sepulcro estaba vacío. El ángel les dijo: “¿Buscan a Jesús de Nazaret, el crucificado?
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Ha resucitado. No está aquí” (Marcos 16, 1-6). ¿Qué significaron para ellas esas palabras? El poder de Dios se manifestó: CRISTO JESÚS, el Hijo Amado del Padre, nuestro Hermano y Redentor, EL dejó la tumba y volvió a la vida, nos 'justificó, nos salvó, nos redimió y nos liberó'.
“Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (Ia. Corintios 15,17). Lo que Jesús hizo y lo que dijo hubiera quedado en la memoria de unos cuantos por poco tiempo; pero no fue así, su triunfo sobre la muerte y el pecado dio un giro a la humanidad pecadora. CRISTO JESÚS resucitó y nosotros resucitaremos también, porque Él nos ganó la vida eterna! Él triunfó y su triunfo nos asegura que nosotros también podemos triunfar (Cfr. Rom 6, 22-23).
La Iglesia canta ‘¡Aleluya!’. Esta expresión significa: ¡Alegrémonos en Yahvé! porque ha sido vencida la esclavitud. La tristeza y el desaliento no tienen cabida ya en ¡CRISTO VIVE!. Que brille la luz de la fe; irradiemos a todas la seguridad que nos da su presencia real y verdadera.
La Resurrección del Señor es la razón de la esperanza cristiana: Jesús está vivo, ¿qué podemos temer? La muerte no es definitiva. Las palabras que dijeron los ángeles a las mujeres son para nosotros: ¿Por qué buscamos entre los muertos al que está vivo? (Lc 24, 5).
La tristeza, el desamor, la desilusión, todo lo que causa muerte no tiene ya dominio sobre nosotros. Vivamos el triunfo del Señor: ¡CRISTO HA RESUCITADO!
La resurrección es luz para todos. Irradiemos esa luz de CRISTO. Demostremos la alegría que nace de lo más profundo de nuestro ser siendo hombres y mujeres nuevos (2ª. Cor 5, 16-17). Hagamos a todos partícipes de la alegría de la resurrección; nuestras palabras sean testimonio de lo que hemos visto y oído (Hch 4, 20). El amor siempre da vida.
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Digamos ‘SI A LA VIDA’. Dios vive y nosotros estamos ya en Dios y con Dios. El triunfo de Cristo Jesús es nuestro triunfo; somos cristianos; seguimos a un Dios que vive para siempre, ‘Los hermanos de Jesús participamos de la vida del Resucitado; Él nos hace familiares suyos; comparte su vida con nosotros, la que el Padre le dio en la resurrección y que produce frutos en abundancia (Rom 14, 7-9). Los momentos de gozo, el descanso, la fiesta, y aun la misma sexualidad nos hacen participar en la vida plena del Resucitado. Los conyuges son un espacio teologal en el que se puede experimentar la presencia viva y verdadera del Señor resucitado (Cfr. AL 317).
Nuestra deuda ha sido pagada…Somos de Cristo Jesús; tenemos que vivir una vida nueva, como quien ha vuelto de la muerte a la vida.
“SIRVAMOS A DIOS y COSECHEMOS LOS FRUTOS DE SANTIDAD, PARA LA VIDA”…Tomemos en serio nuestro bautismo; sepultados al pecado vivamos con Cristo en Dios (Cfr. Rom 6, 4-5).
Renovemos las promesas de nuestro bautismo. Somos hijos de Dios, hermanos de Cristo Jesús y el Espíritu Santo está con nosotros. Celebremos con María Santísima el triunfo de su Hijo con fe, con amor y esperanza, llenos de alegría. Vivamos y vivifiquemos nuestro ambiente: CON CRISTO RESUCITADO.
III. ACTUAR:
a) Compartimos en equipos: 1. Uno de los texto de la resurrección de Cristo Jesús, Mt 28,
1-9; Mc 16, 1-7; Lc 24, 36 – 43 o Jn 20, 1- 18 y platicamos ‘cómo podemos ser Familias testigos de Cristo Jesús’.
2. Preparamos la renovación de nuestras promesas bautismales, en quién creemos, a qué renunciamos y qué prometemos y hacemos el Cirio Pascua, precisando sus elementos para afirmar el Misterio que hemos vivido en esta Pascua. Cristo es el Cordero Pascual, que se entregó para darnos vida con su sacrificio. Seamos sus testigos. CANTAMOS: ‘RENACE LA ESPERANZA’
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VIACRUCIS
I ESTACION: JESÚS SENTENCIADO A MUERTE Jesús ratificó con su poder sacerdotal la sentencia que lo condenaba a muerte . . . Acepta el alma amorosamente la sentencia divina que la constituye víctima, aceptándola. ¡Jesús, aquí estamos como Familia, para cumplir tu voluntad!
Padre Nuestro, y Gloria al Padre … G. Si por tu sangre preciosa, Señor, nos has redimido, T. Que nos perdones, te pido, por tu pasión dolorosa
II ESTACION: JESÚS RECIBE SU CRUZ
La cruz que recibe Cristo sobre sus hombros encierra su dolor y todos los dolores de la humanidad. ¡Con qué amor la llevó y cómo nos enseña a aceptar las cruces de cada día
III ESTACION: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
Jesús quiso caer para que no nos desalentemos cuando el dolor nos venza, sino que busquemos la ayuda de Dios y de las personas que nos quieren. T. ¡Señor que seamos capaces de levantarnos como Tú!
IV ESTACION: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE
María vivió el dolor inmenso de ver sufrir y morir a su Hijo. Lo acompañó como nos acompaña siempre. ¡Gracias Madre!
V ESTACION: SIMÓN, EL CIRINEO, AYUDA A JESÚS Jesús se dejó ayudar, para que comprendamos qué importante es estar cerca de quien no puede con su cruz…Seamos en la Familia Cirineos y fortalezcamos a Jesús, en nuestros hermanos.
VI ESTACION: LA VERÓNICA ENCUENTRA A JESÚS
Que amor tan grande el de esa mujer valiente, que vence a los guardias y te limpia el rostro… Que seamos valientes ante el qué dirán y nos hagamos presentes en el dolor del hermano.
VII ESTACION: JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ
Las caídas de Jesús nos enseñan que para ser víctima, hay que descender hasta lo profundo del dolor...
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VIII ESTACION: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES
Jesús se olvida de su dolor y consuela a las mujeres que sufrían al verlo sufrir… Qué en Familia no nos cerremos en nuestro dolor, sino sepamos ir al hermano dándole amor.
IX ESTACION: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
¡A qué profundidades llegó Cristo Jesús! Eso es amor y redención…
X ESTACION: LOS VERDUGOS DESNUDAN A JESUS
El Señor acepta ser despojado para pagar los pecados de impureza que cometemos… Gracia Señor. ¡Perdónanos!
XI ESTACION: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
Te extendiste en la cruz, pensando en tu Padre Dios y nosotros tus hermanos… ¡Que fortalece y cuánto amor…!
XII ESTACION: JESÚS MUERE EN LA CRUZ
Llegaste hasta la muerte y tu sacrificio fue total…
XIII ESTACION: JESÚS MUERTO EN LOS BRAZOS, DE SU MADRE
¡Qué gozo saber que las manos inmaculadas de María te dieron el amor que solo Ella podía darte… Que vayamos a pedirle nos fortalezca en esta vida, para que lleguemos contigo a la gloria.
XIV ESTACION: JESÚS EN EL SEPULCRO
Qué podemos decir después de haber recorrido contigo estos días tu Pascua… Estás en el sepulcro, porque tu sacrificio no fue figurado, sino real y total. Gracias por haber aceptado la muerte y el descenso a la tierra…
G: Cristo Jesús, A TU MUERTE SIGUIÓ LA VICTORIA Nuestra Familia te acompañó y quiere compartir contigo también tu triunfo, aquí y ahora. Tú has resucitado para que nosotros seamos partícipes de tu triunfo y lo difundamos con la fuerza de tu Espíritu y de la mano de María, tu Madre y Madre nuestra.
Que nada nos quite el ánimo para luchar por ti y contigo en el día a día. Que como comunidad, unida por tu amor seamos fuertes en la lucha por vivir tu Evangelio..
¡AMEN! ¡AMEN! ¡AMEN!
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C A N T O S 1. ALABANZA Y GLORIA Alabanza y gloria a nuestro Dios Santo es el Señor Dios del universo. Alabanza y gloria a nuestro Dios. Cielos y tierra muestran su esplendor.
Alabanza y gloria a nuestro Dios. Sea bendito el que viene en su nombre Alabanza y gloria a nuestro Dios. Alabanza y gloria a nuestro Dios.
2. EL SEÑOR ES MI REY El Señor es mi Rey, y mi todo. el Señor es mi luz, mi Rey .
El que me hace vibrar de gozo. El que guía mis pasos. El que extiende sus brazos. El creador de los cielos.
3. NO PUEDE ESTAR TRISTE //No puede estar triste un corazón que alaba a Cristo, No puede estar triste un corazón que alaba a Dios//. //POR ESO LE CANTO, LE CANTO ALELUYA, NO PUEDE ESTAR TRISTE UN CORAZÓN QUE ALABA A DIOS//.
(Ama, canta, baila, ora)
4. HOSANNA HEY /Hosanna-hey, hosanna-ha. Hosanna-hey, hosanna-hey, hosanna-ha./ Él es el Santo, es el hijo de María, es el Dios de Israel, es el hijo de David.
Vamos a Él con espigas de mil trigos, y con mil ramos de olivos, siempre alegres, siempre en paz.
Él es el Cristo, es el unificador, es hosanna en las alturas, es hosanna en el amor.
Es la alegría, la razón de mi existir, es la vida de mis días, es consuelo en mi sufrir.
6. EL BANQUETE El banquete ya está listo acerquémonos con fe, nos invita el mismo Cristo a comer de su «con qué». ¡Qué chula se ve la mesa con su blanco y gran mantel! y sobre ella el pan sabroso que nos ha de sustentar . Con el vino delicioso todos vamos a brindar. //Hoy, Señor, tenemos hambre de trabajo, techo y pan; danos ya tu cuerpo y sangre. danos compatividad //.
Quien acepta el pan y el vino, acepta la comunión, con la lucha y el camino de Jesús en su pasión. Ofrendar también su vida en generosa oblación, darse entero y sin medida, en cada paso y acción, con el pueblo que se alza con su reivindicación. Este gesto generoso te agradecemos, Señor, es misterio tan hermoso
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tu sacrificio de amor; al darte como comida en el duro caminar de tu pueblo tan hambriento, que lucha por mejorar sus condiciones de vida y al tirano derrotar. Al comer tu Cuerpo y Sangre vive la comunidad, para seguir adelante cumpliendo tu voluntad, de repartir entre todos los bienes de la creación, siendo ejemplo entre los lobos, de justicia y comunión, siendo ejemplo entre los lobos, de la gran liberación. 7. JESÚS AMIGO
Hoy te quiero contar, Jesús amigo, que contigo estoy feliz. Si tengo tu amistad lo tengo todo, porque estás dentro de mí. Después de comulgar me haces como tú, me llenas con tu paz. En cada pedacito de este pan completo estás, y así te das Estas ahí por mí, porque conoces que sin ti pequeño soy. De ahora en adelante nada nos separará, ya lo verás. TE ESCONDES EN EL PAN Y AUNQUE NO TE PUEDO VER, TE PUEDO ACOMPAÑAR ES MI LUGAR PREFERIDO. HOY QUIERO COMULGAR, ABRIRTE MI CORAZÓN. ASÍ DE PAR EN PAR, ERES MI MEJOR AMIGO. Dos mil años atrás a tus amigos invitaste a cenar y ahí les prometiste que con ellos por
siempre ibas a estar. Y ahora cada vez que el sacerdote eleva el pan en el altar, me pongo de rodillas porque sé que en esa hostia, Tú estás.
Me vuelves a salvar, como lo hiciste en la cruz. En cada misa Tú repites tu sacrificio. Hoy quiero comulgar, abrirte mi corazón. Así, de par en par, eres mi mejor amigo: ‘Jesús’.
8. SI ME FALTA EL AMOR, Aunque yo dominara las lenguas arcanas, y el lenguaje del cielo supiera expresar, solamente sería una hueca campana si me falta el amor.
SI ME FALTA EL AMOR NO ME SIRVE DE NADA SI ME FALTA EL AMOR, NADA SOY (2).
Aunque todos mis bienes dejase a los pobres y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar, todo aquello sería una inútil hazaña si me falta el amor.
Aunque yo desvelase los grandes misterios y mi fe las montañas pudiera mover, no tendría valor, ni me sirve de nada si me falta el amor.
9. NO HAY MAYOR AMOR Y ES QUE NO HAY MAYOR AMOR, //QUE DAR LA VIDA// POR AMOR. Y ES QUE NO HAY MAYOR AMOR QUE DAR LA VIDA, QUE DARLE
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A CRISTO EL CORAZÓN.
Como grano que al morir da fruto, y en espiga se transformará; así Cristo, puesto en el sepulcro, en nosotros resucitará. Dale muerte a tu egoísmo, a tu orgullo y a tu vanidad; déjalos que caigan en la tierra, pues muriendo tú florecerás.
Cual pastor que ama a sus ovejas y por siempre las protegerá, nos conduce Cristo a buenos pastos, con su muerte nos rescatará. Con tu vida, haz como el pastor, entregándote sin vacilar. El que hace de su vida entrega, siempre vida en Cristo encontrará.
En la Pascua un mandamiento nuevo a nosotros nos dejó el Señor: Entregar la vida a los hermanos. como Cristo nos la entregó. Esta es la señal de los cristianos Por la que nos reconocerán. El amor con el que nos amamos y en la propia entrega a los demás.
Como Cristo, que nos dio su cuerpo, y su sangre nos quiso entregar, así, hemos de amarnos todos, sirviendo en la vida hasta el final. Haz entrega de tu vida al Padre, si pecaste te perdonará. Abandónate siem pre en sus manos, como Cristo,
resucitarás. 10. ANGELES DE DIOS Si tú sientes cierto barullo y no sabes qué es, es un ángel llegando aunque no lo vez
para acercar nuestros corazones a Dios.
Sin más abre corazón y comienza a cantar, que no hay gozo más grande que el amor celestial y los
ángeles ya vienen a celebrar.
SI, VUELAN LOS ÁNGELES EN EL LUGAR, EN MEDIO DE TODOS Y SOBRE EL ALTAR, TRAYENDO LAS MANOS LLENAS DE BENDICIONES. NO SÉ SI EL CIELO BAJÓ, QUE FUE LO QUE PASÓ. YO SÉ QUE ESTÁ LLENO DE ÁNGELES. Sí, Y QUE EL MISMO DIOS ESTÁ AQUÍ.
Sí, los ángeles vuelan la iglesia se alegra; todos cantan y lloran las almas se elevan; se asusta el infierno, se aleja el mal. Siente un ruido de alas los ángeles vuelan; confía hermano que ha llegado la hora; la hora de Dios
y te quiere encontrar. 11. ORACIÓN DEL POBRE Vengo ante Ti, mi Señor, reconociendo mi culpa; con la fe puesta en tu amor, que Tú me das como a un hijo.
Te abro mi corazón y te ofrezco mis miserias; despojado de mis cosas, quiero llenarme de Ti.
QUE TU ESPIRITU SEÑOR ABRASE TODO MI SER. //HAZME DOCIL A TU VOZ,
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TRANSFORMA MI VIDA ENTERA//.
Puesto en tus manos, Señor, siento que soy pobre y débil; mas Tú me quieres así, yo te bendigo y te alabo.
Padre, en mi debilidad, Tú me das la fortaleza; amas al hombre sencillo le das tu paz y perdón. 12. JERUSALÉN, Jerusalén, Jerusalén. Por las calles de Jerusalén sube Cristo con la cruz. Por las calles de Jerusalén sube Cristo con la cruz.
El Señor te eligió y te alimentó por el desierto. El Señor vino a ti, te alimentó con su Palabra; pero tú le llevas a la cruz, y el Señor muere por ti, clavado en una cruz.
Yo también, siendo infiel, vendo al Señor con mi silencio. Yo también, siendo infiel, olvido a Dios con mis excusas; pero Él me da la salvación, y su cruz es la señal de amor y redención.
13. LA VIA DOLOROSA Por la vía dolorosa, triste día en Jerusalén. Los soldados le abrían paso a Jesús; mas la gente se acercaba para ver al que llevaba aquella cruz.
Desangraban las heridas que en su espalda recibió. Con espinas coronaron a Jesús; y su cuerpo tambaleaba bajo el peso agonizante de esa cruz.
POR LA VÍA DOLOROSA, QUE ES LA VÍA DEL DOLOR, COMO OVEJA VINO CRISTO, REY Y SEÑOR. Y FUE ÉL QUIEN QUISO IR POR SU AMOR POR TI Y POR MÍ. POR LA VÍA DOLOROSA, AL CALVARIO Y A MORIR.
Por la vía dolorosa, la furiosa multitud: "¡Crucifíquenle!" gritaban a Jesús; mas otros le lloraban porque amaban al que llevaba esa cruz.
La sangre de Aquél que limpia del mal Las calles manchó en Jerusalén.
14. NO ES COMO YO No es como yo, aunque se haya hecho hombre y le llamen por su nombre; no es como yo.
No es como yo, aunque en todo fue tentado. Él es limpio y sin pecado, no es como yo. La pureza y santidad son su color de piel.
No es como yo, Él es santo y es perfecto, es sublime y es eterno; no hay comparación.
No es como yo, Él trasciende lo que existe y de majestad se viste; no hay comparación. No es como yo aunque se haya hecho carne y mi hermano Él se llame, no es como yo.
No es como yo, en el cielo está su trono; su poder lo llena todo; no es como yo. La creación, toda rodilla doblará a sus pies.
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15. DAME TU MANO Dame tu mano, toma mi mano; dame un abrazo, Jesús (bis).
//Guíame, Tú tienes la dirección. Tómame. Te entrego todo el control, y a donde voy. Y es fácil si Tú me llevas de tu mano// Tú tienes la dirección Tómame, conoces mi corazón Y lo que soy. Y es fácil si Tú me llevas de tu mano.
//Toma mi vida, hazla de nuevo. Tú, mi alfarero, Jesús//. Mucho más fácil, si Tú me llevas de tu mano.
16. RENACE LA ESPERANZA RENACE LA ESPERANZA, LA VIDA SURGE, CRECE EL AMOR. FLORECE LA ALEGRÍA EN MEDIO DEL PUEBLO, PUES JESÚS RESUCITÓ. El dolor y la muerte, las injusticias no han de vencer. Si Jesús resucita, otro mañana, Pueblo querido, tú vas a ver. Un canto me llena el corazón Y despierta la alegría en todo mi pueblo. La muerte no es la última palabra y tampoco de nuestra historia de sufrimiento. Ha resucitado, derrotó a la muerte; el que fue crucificado salió triunfante como hombre nuevo. Y su Buena Noticia va a acabar con los miedos.
Un canto de vida y libertad resuena en nuestro pecho con gozo y fuerza los brazos se ponen a luchar; creemos que la historia puede ser nueva. Jesús resucita, su misión nos deja. Podemos también liberar a un mundo esclavo de sus cadenas. Con Jesús venceremos, Opresión y miseria. Un canto de solidaridad ha nacido de la Pascua y se está escuchando. Jesús nos invita a caminar y a luchar todos unidos y a dar la mano. Dar la mano al pobre, y al desamparado. Jesús ha resucitado, podemos todos ya ser hermanos. Hay que unir nuestras manos y jamás separarnos. 17. LA FIESTA DEL SEÑOR //A LA FIESTA DEL SEÑOR (3) HOY VENIMOS A ESCUCHAR A CANTAR Y A PERDONAR//. A LA FIESTA DEL SEÑOR.
Y antes de entrar en esta fiesta hay que dejar ante la puerta nuestra mal. Es que el Señor hoy te perdona, no es por cumplir, ni por querer disimular, es porque Dios nos ama a todos de verdad, y es porque tú y yo debemos perdonar.
Dile al Señor, lo que te pasa. Lo que te hace hoy sufrir y hasta llorar. Dile también que tienes días en que parece que todo es felicidad. Dale las gracias porque te ama de verdad, pídele ánimo y ganas de avanzar.
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18. CREO EN TU RESURRECCIÓN Yo creo en tu resurrección porque puedo amar, puedo reír puedo abrazar a mi mayor enemigo y mirarlo en ti
Yo creo en tu resurrección porque tengo paz en mi corazón porque puedo entregarme a pesar de todo este dolor
Yo creo en tu resurrección porque soy feliz junto a Ti. porque me amas tanto que hasta moriste por mí.
Yo creo en tu resurrección porque puedo amar, porque tengo tanto, tanto tanto para entregar.
Yo creo que Tú, Señor vivirás en mi yo creo que Tú Señor, vencerás en mí. Yo creo que Tu, Señor morarás en mí para siempre, para siempre, Señor.
Yo creo en tu resurrección porque ni el dolor ni mi propio error, ninguna angustia podrá separarme de tu amor. Yo creo en tu resurrección porque todo lo puedo con tu amor porque sé que cuidas de mi vida mejor que yo. Yo creo en tu resurrección porque puedo amar, porque puedo entregarme a pesar de todo este dolor.
19. EN EMAÚS Cuando los amigos de Jesús iban tristes a Emaús. Iban platicando de aquello que acababan de vivir. ¡Iban bien tristes los dos!
Es cuando Jesús se les acerca y ellos no lo reconocen. Quiere poco a poco explicarles lo que ellos no entienden. ¡Sus corazones ardían! QUÉDATE, SEÑOR JESÚS, QUE LA NOCHE ESTÁ MUY CERCA…QUÉDATE, SEÑOR JESÚS, COMPARTAMOS HOY EL PAN. QUEDATE, SEÑOR JESÚS, ERES TÚ NUESTRO AMIGO. ¡QUEDATE, SEÑOR, JESÚS!
A lo largo del camino, Tú eres quien nos sigue acompañando. Tu palabra fuerte llega e ilumina nuestras mentes siempre… ¡Eres palabra de vida!
Nuestros ojos hoy se abrieron. Al partir el pan lo reconocimos. Cada Eucaristía nos reparte el Pan de vida que es su Cuerpo. ¡Nos reconforta y nos salva!
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ORACIÓN POR LA FAMILIA (San Juan Pablo II)
Oh Dios, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, Padre, que eres Amor y Vida,
haz que cada familia humana sobre la tierra se convierta, por medio de tu Hijo, Jesucristo,
"nacido de Mujer", y del Espíritu Santo, en verdadero santuario de la vida y del amor
para las generaciones porque siempre se renueven.
Haz que tu gracia guíe los pensamientos
y las obras de los esposos hacia el bien de sus familias y de todas las familias del mundo.
Haz que las jóvenes generaciones encuentren
en la familia un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento
en la verdad y en el amor.
Haz que el amor, corroborado por la gracia del sacramento del matrimonio, se demuestre más fuerte
que cualquier debilidad y cualquier crisis, por las que a veces pasan nuestras familias.
Haz, te pedimos, por intercesión
de la Sagrada Familia de Nazaret, que la Iglesia en todas las naciones de la tierra
pueda cumplir fructíferamente su misión en la familia y por medio de ella.
Tú, que eres la Vida, la Verdad y El Amor, en la unidad del Hijo y del Espíritu santo. ¡Amén!
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DIMENSIÓN NACIONAL
PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN
Y CATEQUESIS (DINNEC)
CATEQUESIS INDÍGENA
Y CAMPESINA (CATINCAM) __________________________________________ Obispo responsable: Mons. Fidencio López Plaza Secretario Ejecutivo: P. Omar Osiris López García Asesores: P. Apolinar Sosa Gaytán P. Raúl Prado García, sdb P. Pedro González Villanueva, sdb Secretaria: Sor Ma. Amalia Orozco García, fma.
________________________________ Oficina: Calz. de Tlalpan 899 Col. Niños Héroes, C. P. 03440 Cd. De México Tel y Fax: 01-55-55-90-02-98 cel: 55-13-20-65-38 e-mail: [email protected]