1.9 tríptico cuidado de ser vivo

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¡Bienvenidos al show del maltrato! Aunque los espectáculos de circo no sean aparentemente espectáculos violentos, en realidad para los animales son una conde- na a cadena perpetua y trabajos forzados, ya que sus vidas se convierten en una au- téntica tortura, tanto en el escenario como fuera de él.

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Page 1: 1.9 tríptico cuidado de ser vivo

¡Bienvenidos

al show del

maltrato!

Aunque los espectáculos de circo no sean

aparentemente espectáculos violentos, en

realidad para los animales son una conde-

na a cadena perpetua y trabajos forzados,

ya que sus vidas se convierten en una au-

téntica tortura, tanto en el escenario como

fuera de él.

Page 2: 1.9 tríptico cuidado de ser vivo

Los espectáculos de circo no son divertidos

para los animales. La verdadera cara del cir-

co, se esconde detrás de las coloridas car-

pas. Ahí donde no llegan las luces, decenas

de animales padecen encierro, soledad,

hambre, falta de atención veterinaria, golpes

cuando no quieren actuar etc.

CAPTURA Y ENTRENAMIENTO

Los animales de los circos son secuestra-

dos desde pequeños de sus hábitats o

comprados a traficantes, luego son some-

tidos a crueles sesiones de entrenamiento

en donde se incluyen herramientas de

castigo como los bullhoocks que son varas

que terminan en un gancho, el cual se utili-

za para llamar la atención de los elefantes,

golpeándolos en las caras y detrás de las

rodillas. El soplete también es utilizado

contra estos animales para retirar todo el

pelo duro que tienen en el lomo y cabeza

(como protección) para que así el

"valeroso" domador pueda sentarse sobre

el animal sin sentirse incómodo.

ENCIERRO

Los animales "actores" además de soportar

el maltrato físico están condenados a vivir

todas sus vidas encerrados en jaulas. El

estrés producto del confinamiento se hace

notar cuando los animales se mecen de un

lado a otro en un vaivén interminable. Los

animales permanecen, cuando no están ac-

tuando, en sus jaulas de transporte, las

cuales son sumamente pequeñas. También

deben de aguantar los largos viajes y los

climas extremos. Los animales no tendrían

por qué soportar todas estas duras condi-

ciones de vida ya que ellos no están en los

circos de manera voluntaria, como en el ca-

so de las personas