18 - flacsoandes

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PO rlada: Ja ime La nd i. a r , ICONOS INDICE COYU NTUR A Perspectivas del sistema electoral ecuatoriano MI CHEL ROWLAN D Heteroq eneidcd, legitimkJad e ineertidumbre ADRIAN B ONILLA 4 9 CUlTURA Y GlO BAUZACION De losmedios a las 62 mecncco nes0 los crecuotos per el se ntido QUINCHE ORTI Z "Que es 10 que hoee 68 ceooercs a nuesncs cludades? E DUARDO KI NGMAN DJ AlOGOS eesencs bibliogr6ficas: 124 - EI Estodo como souco n - Fr6g il felkldod Un e nsayo sco re eocsseoo -l os escec eos de Mo rx Ecuador ,sercs portic utcre s REVISTA DE FLACSO· ECUADOR N' 4. - Diciemb re . Marzo, 1998 L os artiewos que se publicall ell Ia revista son de respon sabl ldad de sus aUlOres, l'l(I reneiall r'IOO8 S<loamente e1 pensamlrmto de IC ONOS D IR ECTOR Fl ACS C-E eUA OOR ARO. FERNANDO CARRION ED ITOR leONOS FW Pl: BUABANO DE LARA eC-EDlTOR ico so s SEBASTIAN MANTIL U\ B ACA eOL AB OR AOORES EN E$TE NUMERO BoNil LA GERMANlCO S Al.GA OO J Ul IO E CHEVERRIA AlEX P,ENKN AIl URA A BDON UBIDIA Qu 'NCH E OIlTll E DUARDO JA lr.IE lANDIVAIl SILVIA M EJIA CA RMEN M ARTINEZ ANDRE S GUERRERO J AVI ER 60Nil LA II A(!>< KlI i\1l0 R lui, I l< -h, .... U llll'lllSlO\ S,iI, FLACSO ECUADOR Diru ci on: A•. Ulpo."o Pl.•• lie y ""<1" 0. Te'.;fon "" , 232 -029 232-03 0 212-031 232-012 F a. , S&&·139 E_Mail, ,oo ,d. 2@ lso y. ..." leONOS .g eod e, eel.U iP"" de ILOISy Fund>elOn E SQUEL AC TU AUDAD Gklbalizaclon e ntecccion en Ameri ca Latina GERMANICO SALGADO PO SM ODERNIDAD La 'necr esentooncoo' de la co nnco JUUO E CHE VERRIA EI nebuloso sis tema posrrodemlstc ALEX PI ENKNAGURA Mooerraccc y posmodernidad ABDON UB IDIA 18 32 44 54 Lo s clrculos vcroso s del prestdenciclsrno ARTURO VALENZUE LA FRO NTERAS E NSAYO Ci udadania trcnt erc e tr a co yc cm polson binaria ANDRE SGUE RRE RO RE SENAS 81 112

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Page 1: 18 - FlacsoAndes

POrlada: Jaime Landi. a r

,

ICONOS

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INDICE

COYUNTURA

Perspectivas delsistema electoralecuatorianoMICHEL ROWLAND

Heteroqeneidcd,legitimkJad eineertidumbreADRIAN BONILLA

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9

CUlTURA YGlOBAUZACION

De los medios a las 62mecnccones0 loscrecuotos per el sentidoQUINCHE ORTIZ

"Que es 10 que hoee 68ceooercs a nuesncscludades?EDUARDO KINGMAN

DJAlOGOS

eesencs bibliogr6ficas: 124- EI Estodo como soucon- Fr6g il felkldod Un e nsayoscore eocsseoo- los esceceos de Mo rx•Ecuador, sercs porticutcres

REVISTA DEFLACSO· ECUADOR

N' 4. - Diciembre . Marzo, 1998

Los artiewos que se publicallell Ia revista son de e~clU$l\'a

responsabl ldad de sus aUlOres,l'l(I reneiall r'IOO8S<loamente e1

pensamlrmto de ICONOS

DIRECTOR FlACSC-EeUAOOR

ARO. FERNANDO CARRION

EDITOR leONOSFWPl: BUABANO DE LARA

eC-EDlTOR icososSEBASTIAN M ANTILU\ B ACA

eOLABORAOORESENE$TE NUMERO

MlC ~El RAWLA~

A~IAN BoNil LAGERMANlCO SAl.GAOO

JUlIO ECHEVERRIAAlEX P,ENKNAIlURA

A BDON UBIDIAQu'NCHE OIlTll

EDUARDO KI~IAANJAlr.IE lANDIVAIl

SILVIA M EJIACARMEN M ARTINEZANDRES GUERRERO

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FLACSO ECUADORDirucion: A• . U lpo."o Pl.••li e y ""<1"0.Te'.;fon"", 232-029232-030 212-031 232-012Fa., S&&·139E_Mail, ,oo,d.2@ lsoy...."

leONOS .geode,e el . UiP""de ILOISy Fund>elOn ESQUEL

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ACTUAUDADGklbalizaclon entecccion enAmerica Latina

GERMANICO SALGADO

POSMODERNIDAD

La 'necresentooncoo 'de la conncoJUUO ECHEVERRIA

EI nebuloso sistemaposrrodemlstcALEX PIENKNAGURA

Mooerrac cc yposmodernidadABDON UBIDIA

18

3244

54

Losclrculos vcrososdelprestdenciclsrnoARTURO VALENZUELA

FRONTERAS

ENSAYO

Ciudadania trcntercetraco y ccmpolsonbinariaANDRESGUERRERO

RESENAS

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112

Page 2: 18 - FlacsoAndes

POSMODERNIDAD

MODERNIDAD YPOSMODERNIDAD

Aunque la modernidad ha sido puesta encuesti6n, las posturas posmodernas carecenaun de una defin ici6n satisfactoria 0 consensual

Par AbdOn UbidkJEnsayista ynovelisra

Lo posmoderno noes un proyecto,una era, 0 una

filosofiacoherente, sino un

momenta deansiedad 0 reposo

8z:ou- 54

UNO

Cuando los dioses ya no extsuan y Cris­to no habfa aparecido aun, bub o unmomenta un ico, desde Cicer6n hasra

Marco Aurelio, en que solo estuvo el hom­bre". La Crase la escnbic Flaubert y es cite­da par Margarita Yourcenar en su cuadernode notes acerca de las "Memor ies de Adria-no".

Los hombr es solos en elmundo, sin dioses.

Uno podrfa anadir que enaquet momenta unico, peseal vacio, la desclacfon y or­Candad que esos hombres de­ben haber sufrido, ellos, detodas manecas, Cueron libres.

La soledad como vad o ydeso laci6n, sf. Pero, antesque nada como libertad.

Uno podrja creer que laYourcenar, at citar esa Irase,presagiaba este fin de siglo.

EI socialismo real se hahundido y el capitalismo se ha vuelto mascruel y cinicc . El arte moderno ha agotadosus craves. Y [a Hamada posmodemidad noha podido ser una pasien. Estamos pues. denuevo, solos en el mundo, sin dioses.

Sentimos, de nue vo, el vacro y la desola­cion, sf. Pe ro ese quiza sea el aterrador pre­cio que debamos pagar por nuestra libertad.

Libres. Quiere dectr fibres "nosotros" pa­ra afrontar ese vacro como a bien tengamos.

Libres co mo para pensarlo rodo, de nuevo,otra vez. Aunque aquel s ujeto "nosotros"deba ser redefinido tambien.

Libres como para en tender que 10 posmo­demo no es un proyecto, una era, 0 una filo­sofia cc herente sino un momento de an sie­dad 0 repose, segun se 10 mire , en el cuallasca tegorfas y valores que rigieron imper iosa­mente la modernidad ya no son sufic ientes

pa ra pensar el mundo. Unmomento na da mas : me ­[or: una ac t itud , y no launtca posible . para llenarese vacfo.

oosEn la Babel bfblica la

ambicicn humana de al­canzar los cje los fue casti­ga da co n la con fu si on .Los hombres no podian en­tenderse porque hablaba ndiversas lenguas.

Miles de enos despues,cuand o ya nemos al canzado los cielos , e lcastigo parece ser el mtsmo. Solo que massar casttco. En plena e r a g lob al , estamosigualmente ccndenados a la confusion, perohablando la misma lengua. Es mas: mencio­nando la misma palabra : pos modernidad.

(Que s ignifie s esta palabra ? (Es la posibi­lidad de complete r el proyecto incompletede la modernidad que quiere Ha be rmas ? ( Es[a liq uidacion tota l -y afiadiriamos : t ragica-

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de ese proyecto. como dice Lyotard? I.Es la"nueva superftc talidad", propia del capita­lismo tardio, como la define Jameson? [Esel final de los idea les burgueses, como es­cribe Daniel Be ll? ;.0 el fin de la Histor iade Fukuyama ? <. Es la tereera ola de Tof­fie r? , Es el presagio de la revotucien $0­

cial y apocaliptica que vaticina Mamfre­do Tafurt? /, Es el aprovechamiento cfni­CD de un mundo q ue se solaza cons u­miendo sus propios escombros, como 10senata BoHvar Echeverria? i.Es la nece­sana reaparici6n del -suje to''. que r eoclama Ala in Tourraine?

Si alglin acuerdo podemos encont rarentre todos quienes intentan definir laposrnodemidad, esta en e l obvio e im­prescindible rererenre de esre termt­no; la modemidad. 1.0 cual indica doscosas: a) que la posmodernidad es to­davia una nocten insuficiente y con­t radictoria , y b) que la modernidades un hecho tan consumado y "enve­jecido" que ya puede ser entendidosin dificultad. A condici6n, per cier­to, de que desglocemos bien sus va­riantes y las entendamos en sus di­ferencias . S o se ran s in6nimos: lamodemidad, 10 modemo, el moder­nismo ni te modemizaci6n.

TRES

LA MODERNIDAD

Ju r gen Habermas ( La modernidad, unpeoyecto incompleto), hace un recuento deluso de termine que tiene una larga historia.Va en el sigjc V la expresi6n latina "meder­nus" diferenciaba el presente cristiano delpasado pagano. No fue, pues, una creaciendel Renacimiento. Perc es solo 13 siglos des­pues, que 10 moderno adquiere la nocion de10 nuevo que de muchas maneras 10 caracte­rtza.

Para ponemos de acuerdo en e l uso deltermino, diremos que la modem idad ha side,por derecho propio, toea una era en la histo­r ia humana. AnRlal Quijano (Modernidad,identidad y utopia en America Latina ) diceque en e l comienzo de la modemidad eswvce l descubr imiento de America, tanto en 10econcmtco como en 10 idectogico. (1) Prefi­gurada en el Renacimiento, ya adquirio susperfiles propios con la filosofia ilust rada del

I

POSMODERNIDAD

~.

, .XVIII. Secula r izaci6n de lasociedad, ascenso de la burguesia, capitafis­mo mer cantil y monop6lico, universalize­ci6n , humanismo, afirmaci6n del indiv iduo,racionalismo, consagraci6n del "sujeto" co,mo eje de la teorta, ideal del cambio, bus­queda de un marlana y de utopias posibles ,r evoluci6n 0 reforma social, a firmaci6n delos estados nacionales, democracia y liberta­des individuales, progreso y desarrollo, 10nuevo como valor absolute , la ciencla y latecnica como claves redentoras del reino de ltrabajo y de la necesidad, e l futuro comopromesa; en la modemidad han cabido desdelos socialismos hasta los fascismos mas di­versos; desde la ciencia ficci6n hasta lasai\oranzas utopicas de los romanttcos.

Revoluciona ria y crttica, la modernidadpudo bien vciverse contra s f misma y poneren tela de juicio sus axiomas mas ca ros: e!del "sujeto", por ejemplo. Hecla los sesen. 55

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MODERNID AD Y MODERNIZACION.(La sabidur ia de Ursula Iguaran)

rio, Larreta, Lugone s, Mar­ti, Silva, etc., es decir, aque­1I0s escrttcres hispanoame­ricanos que, en palabras de

Michael H an de lsm an "e nuna epoca intesam e nte mer­

cantil ista ( .. .) pretend ieroncrear una cont racultura en 11.1 que

, reinab an 11.1 belleza y los valoreseternos''; un "ar jelismo" que a 11.1 al-

tura de estos ulnmos ados, cuando 11.1 pala­bra modernizacion ha adquir ido un tinte nco­libera l, no dejaria de invi ter a cierta relectu­ra como una actitud de respuesta y resisten­cia frente a algo que ayer "g jobalizaba" elmundo con aegumentos y propcstros pareci­dos a los de hoy. De todas mane ras Darto,Ma rt i, Lugones, dejaron una huella perdura­ble y una ccrriente estenca cierta. Y son co­noeidos como "rnodermstas''. (2)

Si e l modemlsmc es un te r rnino cefiido asu significado epocal y es tfhsttcc, acasc pu­diesemos ahorrarnos unos cuanros ma lemen­didos si 10 e xt rapola mos (c omo un "ismo''mas ) a nuestro tiempo: a s! "posmodernista'',dirlamos es el esuto arquitectonico, mus ical(new age ), et c., de moda en las ultimas deca­das del ultimo siglo del segundo milenio. Deesta for ma, la relacion (y dife rencia) entrelos conceptos modernidad y modernismo se­r ia mas manejable.

Ursula 10 sabe bien: el tiempo da vueltas.Nada que vel' con la doctrina del Etemo re­torno de Nietszche. No. EI t iempo para ellasimplemente no es lineal. No es un caminotendido hacia un Norte definido. Su meta noe s un futuro puntual. EI t iempo no es progre­stvo ni unrvoco. Su sabiduria la ha extraidode las tradrctcnes orales q ue 11.1 altmen rantanto a ella como a todo el realismo magicclat inoamericano. AI punta de que este ultimono es sino 11.1 escrituracion, 11.1 literaturizaci6nde aquellas. Garcia Marquez pinto a Ursulaasf reinando en un sis te ma de representacio­nes que pudo permanecer aj eno a las premu­ras de 11.1 modernidad. Seamos exacros: de lamodernizacicn.

La intelligentzia Ia t lnoa m ericana de los

ras. Le v i -Strau s s , Fou­cault , Alt husser, decla­raban que "el hombre"no extstra. Y desdeescs aries, orros suietos ,htsror tcos serlan cada i\ / - ,vez mas desconoci dos ~ ';:--...1 -.como verdades absolu- ,las: el "estado nacional" \ ..:/'....~que -bien puede de ei r se ..ordeno la geograffa poltti­ca de l mundo, y los Ideatesde progreso-, "la burguesia" y el "preletaria­do" como agentes de l cambio.

A fines de milenio, el mundo es dis tinto enverdad. Capital transnac iona l, in formatica,comunicaciones satehtales, globalizacicn, larealidad virtual como una metafora mas de 11.1despe r sonalizac ien de las relaciones huma­na s y 11.1 dis tancia cada vez mas grande ent relas cosas y sus representaciones.

La otra t ara de 11.1 modernida d rad ica en 11.1mentira de 11.1 democracia "real ", en la des ­truccion de 11.1 nat ura leza, en el brutal r eorde­na miento economico del mundo e ntre los po­cos benefiei arios de su complejlzacion y 11.1inmensa mayor ia de los excluidos de el la, enel imperio de 11.1 tecnocieneia como garantede la vic toria del cap ital, en el rracasc de lasutopias , en 11.1 aceptaclon cinica de las des i­gualdades hurnanas.

La gran pregunta es esta: , Nosot ras, qu ie-ne s de to das ma neras, he mos bebido de 11.1 CINCOmodernidad, y he mos side hechos a 11.1 medi­da de ella, seremos capaces de renunciar atodos los suenos que , a pesar de sus fraudes,ella rambien nos prometiot

Dos palabras sobre el modernismo. Dadoque el sufijo "ismo" strve bien para caracte­nzar los estilos, modas y corrientes de 11.1 a r­quitectura y el arte, parece 16gico aceptar elmodernismo, en su acepcion his tor tcista, ynada mas; es decir como el e st ilo adornado yproliferante que estuvo de moda a fines delsiglo pasado y comtenzos de este s iglo: el a rtno uveau, secesionista, e rc., que incluye aGaudi, en ta arquitectura y a Mucha y Klimten 11.1 pjastica .

En 11.1 literatura estar lan comp rendidos Da-

CUATRO

MODERNIDAD Y MODERNISMO.

56-

(f)

oz:ou

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POSMODERNIDAD

--,

(f)

oz:ou-57

cho a extstir.

A pesar de la ya comenlada crisis de lamodernidad y de las especulac iones muybien fundamentadas acerca de su muerte, sinos alejamos del discurso intelectual y mira­mas can nuest ros propios ojos 10 que ocurreen la "realidad real" del mundo de hoy, he­mos de reconocer que los presupuestos mo­demos , aunque sea per via de la demagogiay la mentira, permanecen, sin embargo, muypresentes en el discurso pol itico oficial e in­cluso en el de sus detractores. Las proclamasacerca de la democracia y el manana mejorson obligatorias. £ 1"cambio" como eslogan ypromesa no 10 es menos . Y que deci r de la

LA POSMODERNIDAD Y "NOSOTROS".

del retraso.La modernizaci6n traju a Macondo, por la

via del ferrocarri l, un rostro nuevo de la des­gracia. Y destruy6los mangfare s deDon Goyo. Seriahera de hacer unbalance de cos tas ybeneficios de 10que la moderntaa ­cion ha significadoen ve r dad paraAme r ica La t ina .(3) Cie nto ern ­cuenta aries de mo­dernizaci6n ya sons u f ic ien t es parasaber si nos hemosmodernizado 0 no.

Ursula y su Ma­condo pudieron vi­vir, al igual que lamayor pa rte delTer cer mundo , a lmargen del proce­so modernizador.Ahora la globalfza­cion que deja enor­mes huecos que nopuede inlegrar, in­cluso en el mismoprimer mundo, de­jara mucho s rna­condos de lado. Noes crefble que ellosrenuncien su dere-

SEIS

;,\

aaos vermes pensaba 01Ta cosa . La moderni­zaci6n era su fe y su meta. Civilizaci6n 0 bar­carte era su dilema. La barbaric vem aculacomo un estadio an-teri or , r e t rasa do,arcetco de Ia civili­zacidn, de la uuica,18 occidenta l, porsup uesto. Ir de launa a l a on-e eraavan zer des de elpasado haeia el fu ­turo. Era de cert t­du mbres inapela ­bles, el tiempo nopodia ser s ino unha z r ecti lineo quemostrabc una soladir-ecc icn: e t pro­greso, e l desarro­llo, en una patabra:la mo de r ni zac i6n.Es decir, el nor t eestaba indu dable­mente en el Nortede la t ier ra , en esospatses. Nosotrosviviamos un t iemporetrasado con res­pecto al t iempo eu­ropeo 0 gr ingo. Adecir verd ad, Ro­mulo Gallegos, Gui­raldes, Eustasio Ri-vera, amen de casttodos los polit icos ypensadores nuest ros, no haclan sino retomaruna vieja tradicion que venia de 1845 con elIamoso libro de Sarmiento. Y que, a sa ltos,otvtdos y actuattzac tones bruscas, ha aiimen­tado el d iscurso polit ico de latmoamericahasta nuestros dtas.

Desde en tonces, nos estemcs modernizan­do. Solo que ahora, el norte este mas lejosque nunca de nosotros . La brecha tecnologi­ca es insalvable y, deuda y polucicn ambien­tal incluidas, podemos ya ver bien, si quere­mos , par cie rto, el rostro ca r ica turesco denuestra modermzacion. EI desarrollo trans­formado en subdesa r rollo. La urbantzaciont ransformada en suburbanizaci6n.

Digamnslo de una vez: la modernizaci6nno es s ino el fetiche engaaoso, demagogice,equ ivocc de la modernidad. Un fetiche hechoa la medida del tercer mundo. Pues en sumismo interior conlleva la idea seg regadora

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POSMODERNIDAD

._ tI,

tergados. [ No serahora de so nar enun "nosot rcs'' quelos convoque tantoa enos co mo a losnuevas sujetos quehan aparecido en elmundo? l En un"nosotros" que seaa la vez no-moder­no , a n ti , ultra yta mbien mode rnoen todo aquello quemodernidad de jotrunco 0 no recono­ci6?

l Un "nosotros"que ann carece denombre -y es mejorq ue est sea . percque ttene ya un si­tio garantizado enla pura necesidadde su exts renc ta tlUn "nosotros" queeun luce si n rostroo per ma nece en ­mascaradc y cuyo

lugar geometricu bien puede ser esto que he­mos aceptado como posmode rnidad?

SIETE

ARTE MODERNO Y ARTE ACTUAL

Segtjn Ha hermas , es solo a pa rtir del ro­manticis mo cuando 10 moderno asume "10nuevo" para superar los estilos obsoletes.Con Ba udelaire , el arte moderno adquiereya sus contomos definitivos. Y se aflnca enlas vanguardias , en la invasion de l terr troriodesconoc tdo del futuro. Su camino es la re­belton en contra de toda norma. Y la radicali­dad de los "ismcs'', se explica esr.

l Quien no pudiera ahora describir bien losrasgos del arte moderno? venguardia, anti­cipacion del futuro, novedad, antinormativi­dad , amen de un juego de valores claves: 10feo como fuente de 10 bello, 10 no-acabadoper sobre la ars £inita, 10 origina l contra 10vulgar , 10 culto frente a 10 popular,

Ya en los sesentas Humberto Eco habla dela muerte del arte, pues esre ya no va lora laobra en s f, sino su interpretaci6n. EI placerestet tcc ha dejado 10 e mot ive e intuitivo paravolverse intelectua l. Cada obra moderna no

-

meta de la "justiciasocial" 0 el "pan conhbertad''. Incluso 13vigencia de los esta ­des nactonates, co­mo sujetos economi ­cos, a pesar de losafanes dizque "me­dernizadores" q uequieren cast anular­10, es ta garantizadapa ra largo r a ta,pue s, como bien 10aneta Paul Kennedy,no ha surgido nin­gun s us titut o ad e­cuado para reempla­zar to. En el plano delarte , la "origin ali­dad" y "10 nuevo" si­guen siendo las cate­gorfas supremas.

Quiere decir quelas cons ignas de lamoder n idad y suspolemlcas r ealiza ­clones, per manece­fan per mucho tiem­po en nuestro imaginario social.

'rode esto, mient ras 10 posmoderno, comoberncs dicho, carece aun de una definici6nsatisfactoria 0 consensual. Lo eual, por cter­to, no nos exime de la responsabilidad de re­conocer ciertos hechos y practicas que nopueden ser sino lIamadas "pes mode m as".En la a rquitectura, por eje mplo, 10 posmo­derno tiene planteamie nros nitidos e n su pro­pesito de renunciar a los exabruptos rnoder­nos e integrarse, de modo discreto, sea convtdnos espejeadcs, sea con yuxtaposicionesque juntan 10 an tigun y 10 nuevo, al entornourbane. De ct ra parte l Como podemos lla­mar , sino posmoderno, al past iche actual , aese Icrzadu eclectici smo que disuel ve 10 cul­to y 10 popular en 10 masivo y que los massmedia nos obligan a aceptar?

l V de que otra manera podrfamos ca lifi­car a la snbtta fr rupcion de sujetos sccialesque la modernidad no admiti6: los indios , lasmujeres. Ios negros, los gays?

Quiere deci r que 10 posmoderno puede in­tegrar selectiva mente 10 anti moderno, 10 ul­tramoderno y, desde Iuegc, 10 no-moderno.

La no-moderno. Alii Urs ula y Jose ArcadiaBuendia tienen a lga q ue decir. Porque sonnuestra memoria y nues tra verdad de pas-58-

U)

oz:ou

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POSMODERNIDAD

EI artistano metropolitanodebe al manos

dudar, y no copiarpor copiar

serta sino un ejemplo mas de una actitud poe­tica. En los diferentes ismos, se juzga la teorraper sabre el objeto a rt istico. Triunfa el con­cepto sab re el oficio. [Pero hasta cuando>

En 1970, Theodor Adorno (Estetica), quienselva la idea de 10 nuevo como "10 histe rica­mente necesa rio", muestra el peligro de feti­chizacion que asedia a 10 nuevo, cuando no esmas que una formula repeti dora de un modeloencubierto de la mercancia.

En 1972, Octavia Paz (Los hijos del Limo)advierte que los artis tasguiados por la busqueda de10 original y novedoso, ago­tan demasiado pronto los ca­minos que enos mi sm osabren. los cambios son tannumerosos que ya nadie lospercibe. "En el hormiguerose pierden las diferencias",dice.

En la decada de los ochen­las, Daniel Bell (Las contra-dicciones culturales del capi-la lismo), desde el neoeonservadurismo, pro­clama que el arte del llltimo siglo, expresi6nanticonvencional de la sociedad burguesa , enla medida en que esta ya no 10 es -es postin­dustrial-, ha perdido sentido, se ha desordena­do y desestetizado. Y Lyotard (La posmoder­nidad explicada a los niiios) y Jameson (Teo­ria de la posmodemidad), desde la izquierda,hacen ver las razones de ese agotamiento enla cesacton complete del proyeeto modemo.

NOTAS

(1) En 10 ideol6gico, cuando el Descubrimien­10 produce un brutal cambio de eenncc en elimagirlario eurcpeo y un lransporte de "la edeecIorada" cesoe91cesaoc hacia el futuro, y en 10eccoeoacc porque Ia pnoducclen "pril'\Cipalmentemetalifera de America, estuvo en Ia base de Iaacurnuaccn originaria del capital (...) y fuera elprimer momenlo de Jcrmaclcn del Mercado mun­dial, como el contexte real dentro dentro delcoatemerqera eJ capitalismo y su 16giica mundial ,rcrcamemc material de la produeci6n de la mo­oemoac eurocea" {Anibal Quijano, Modemidad,identidad y utopia en America Latina, EIConejo,Quito. 1990) Argumento este ultimo. tambtensostenido por Kenneth Galbraith, en su libro EIDinero (1975).

(2) Vale la pena tomar en cuenta la observa­ci6n del mismo Handelsman a prop6sito de la di-

En los noventas ya es el laberin to. Todo seha intentadc en el arte modemo. Desde el uri­nar to de Duchamp, el expresionismo abstra c­to de Pollock, los posters de Warhol, las insta­lactcnes de Beuys, los edifieios y puentes fo­rrados de Christo; collages, esculturas hechasde luz, musicales; arte conceptual, happe­nings, performances, mas instalaciones. Lasuperficie de dos dimensiones ha sido, poco apoco, abandonada y los experimentos se mul­tiplican sin tregua, dejandonos. par desgracia,

con unas pocas excepciones.ni siquiera disgustados, sinoindiferentes.

, Que puede hacer en estascon diciones un artis ta no­metropolitano? Al menos du­dar. Aceptar su derecho a laduda. No copiar por copiar.No trasladar pe rformancesni instalaciones sin un cues­tionamiento previa. Y, desdeluego, replegarse sobre susprop ins reeur sos, aquello

que nadie podra quitarle james. Volver al va­clo y desde alii beber de sus fuentes origina­nee: su oficio, su espontaneidad, su coheren­cia interior y, por sobre todo, su gusto, su pro­pio "gusto". Porque en el , en ese "gusto", serefundiran tambien lejanas memorias ances­trates, rectamos profundos de su deseo e in­certidumbre s, as! como tambten las adquisi­clones culturales que desde su pura honesti­dad, acepte.

ferenda de perspectiva que manlienen a! res­peeto del termnc "modemista"tanto la critica an­glosajona como la hispanoamericana. Para lapnmera, son modemislas aqueuoe autores sigle­veonoos ligados a Ia noci6n de vanquardia uni­versal: Joyce, Pound, Eliot, etc. Handelsman lla­ma Modernistas (con mayuscula) a estes y me­demtstas (con mmcscuia. porque su ambito esmas especfffico) a los hlepaocamertcanos yamencionados.

(3) Bastarfa ernpezer por un uso mcderruza­dor muy ccncreio: la inmisericorde cestrucclcnde las arquitecturas tradlclonales, mal que bienrespetuosas de su entomo y de un guslo esten­co conscncacc durante siglos, y su raern plazo­con boones de concrete dizque ' modernos''.Que decir de Ia devastaci61l de etntes aborige­nes y de su habitat. Qua, de la devaslacfOn debosques y poluci6n de rios. Que, de la Imperla­ci6n indiscriminada de tecnologias obsoletas ycontaminantes.

59enoz:oV-