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EL ESPECTADOR / JUEVES 17 DE JULIO DE 2 01 4 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ 24 / 25 EL ESPECTADOR / JUEVES 17 DE JULIO DE 2 01 4 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Aliados: Respaldo: Dirección técnica: Apoya: Como dijo Juan Daniel Correa, director de comunicaciones del programa Bioredd+ de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), la sostenibilidad tiene tres partes: económica, social y ambiental. “Invertir en temas ambientales y en cambio climático no sólo ayuda a proteger los recursos naturales, ni es un tema que está de moda y les da buena imagen a las empresas, sino que a mediano y largo plazo genera productividad e impacto social”. » un compromiso para vivir mejor ESPECIAL 4 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ La industria y el cambio climático E m p re s a r i o s , los nuevos ambientalistas Una alternativa costo-efectiva para las empresas es im- plementar paneles solares para obte- ner energía. / 123rf MARÍA PAULINA BAENA JARAMILLO [email protected] @mapatilla EPM, ISAGEN y Codensa, comprometidos con el cambio climático En EPM, Marta Lucía Castaño, de la gerencia de desarrollo sostenible y la vicepresidencia de estrategia y crecimiento, aseguró que para las empresas el cambio climático representa un desafío, “pues tendrán que ir mucho más allá de la reducción de su huella de carbono. Tendrán que empezar a pensar no sólo en la forma en que consumen energía, sino también la forma en que la producen. EPM ha sido dinamizadora de la Estrategia Nacional de Cambio Climático en Colombia y junto con el Gobierno Nacional ha liderado y promovido la adopción de medidas y tecnologías bajas en carbono”. En ISAGEN, el presidente de la compañía, Luis Fernando Rico, dijo que aunque son conscientes de que la hidroelectricidad tiene limitaciones, en tanto que es dependiente de los ciclos hidrológicos, “le hemos apostado a que la cultura de la empresa debe transformarse en energía inteligente que contribuya a la lucha contra el cambio climático”. Para este propósito, Rico explicó que se han implementado el estudio de proyectos que involucran la energía eólica y la geotérmica porque ambas complementan al agua en el impacto que tiene en el cambio climático. El Bosque Endesa en Colombia es una iniciativa desarrollada por Codensa y Emgesa de protección y restauración de 690 hectáreas de bosque altoandino para la conformación de una zona de conservación ambiental en los municipios de Soacha y San Antonio del Colegio, en la cuenca baja del río Bogotá. Gracias a este proyecto se crea una zona de conectividad biológica de más de 1.000 hectáreas que permite integrar diferentes áreas regionales. Otro proyecto que vale la pena destacar es que las compañías han sido pioneras en la movilidad eléctrica con bicicletas y taxis eléctricos que reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera. El panorama internacional El cambio climático no es sola- mente un problema científico o estatal. Es también un problema empresarial. Un estudio reciente elaborado por el científico esta- dounidense Richard Heede, del Climate Accountability Institute, concluyó que casi dos tercios (63%) de las emisiones de metano y dióxido de carbono industrial en el mundo se pueden atribuir a 90 empresas. Esto significa que si 90 gerentes del mundo se reúnen y cambian sus modelos producti- vos, el camino será más corto y sencillo para resolver el proble- ma del cambio climático. El trabajo de Heede, publicado en la revista Climatic Change, analizó las emisiones acumula- das entre 1854 y 2010. El listado lo encabezaron empresas estatales, como la rusa Former Soviet Union, con 8,94% de las emisio- nes globales, seguida de China (carbón y cemento, 8,56%), Che- vron Texaco (3,52%) y ExxonMo- bil (3,21%). Ecopetrol ocupa el puesto 59, con un 0,12% de las emisiones globales. Este pequeño porcentaje de em- presas contempla a las grandes productoras de combustibles fósi- les (gas, petróleo y carbón) y a las empresas de energía y cemento. Por eso, si el objetivo antes de fin de siglo es que la temperatura no suba dos grados, como la Convención Marco de las Naciones Unidas so- bre el Cambio Climático (CMNUCC) aseguró que ocurri- ría, dos tercios de las reservas de estos combustibles deberán per- manecer bajo tierra. Para esto es necesario contar con el apoyo de las grandes multinacionales que demandan esa energía, más que con el de las que la producen, por- que detrás de las emisiones en los sectores de energía, agricultura y residuos también hay empresas. De acuerdo con el mexicano Al- berto Carrillo, director de vincula- ción empresarial de la iniciativa global de clima y energía de WWF, “las estadísticas muestran dónde se generan las emisiones, pero no quiénes las demandan”. Por eso, si se mira la demanda de las empre- sas a los combustibles, el panorama es distinto. Para el experto, se nece- sitan “marcos regulatorios, desin- centivar el uso de combustibles fó- siles, facilitar el uso de energías al- ternas y cambiar los patrones de consumo, como el transporte”. ¿Cuál es la responsabilidad de las empresas colombianas? La Segunda Comunicación de Cambio Climático reveló que Co- lombia emite sólo el 0,37% de los gases de efecto invernadero en el mundo. De ese porcentaje, el in- ventario nacional de gases de efecto invernadero informó que la industria en Colombia emite el 12%. Según Adriana Soto, exvice- ministra de Medio Ambiente, “es un porcentaje muy pequeño, co- mo para concentrarnos en esto, pero eso no quiere decir que, co- mo emitimos muy poco, sigamos emitiendo. Primero, puede resul- tar una ventaja en términos de buenas prácticas y, segundo, se puede abrir una opción de merca- do en baja huella de carbono”. De acuerdo con la dirección de Cambio Climático del Mi- nisterio de Ambiente y Desa- rrollo Sostenible, el impacto ge- neral de nuestras acciones se puede medir en tres huellas: de carbono, ecológica e hídrica. Hasta ahora, reducir la huella de carbono, es decir, la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero, es una tarea volun- taria para las empresas. El Go- bierno no las obliga. Como expli- có Ricardo Lozano, exdirector del Ideam, la huella de carbono es un índice que mide “el registro que dejamos sobre el planeta cuando hacemos uso de los recur- sos naturales y energéticos”. Lozano explicó que las empre- sas no deben quedarse solamen- te en medir este índice: deben cumplir la normatividad y los es- tándares ambientales de cada país. Incluso, muchas de ellas van más allá de estos estándares y es allí donde se debe medir su comportamiento. Para Carlos Herrera, vicepresi- dente de desarrollo sostenible de la Andi, no se trata de un tema vo- luntario únicamente porque no haya ley que lo exija y “la respon- sabilidad social es un tema de sos- tenibilidad y de estrategia de ne- gocio de las empresas. Muchas empresas están trabajando en in- novación de sus productos para ser más eficientes”. De hecho, Santiago Madriñán de la Torre, presidente del Con- sejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible (Cecodes), explicó que medir la huella de carbono a nivel empre- sarial es útil porque “induce a las empresas a ser más eficientes en energía, puede ser un aliciente para la innovación, y así encuen- tran oportunidades de hacer compensaciones y se les atribuye reputación”. Muchas de las acciones contri- buyen a hacer empresas más competitivas, pues muchas enti- dades son jugadores internacio- nales y apoyan las iniciativas glo- bales. De modo que, si la huella de carbono es muy alta en los pro- ductos, van a tener una restric- ción a futuro, por presiones de go- biernos y consumidores. “No ser carbonoeficientes es recesivo y vuelve lenta la economía si pen- samos en un mercado internacio- nal”, aseguró Soto. La exviceministra también co- mentó que nadie ha puesto los ojos en el transporte, un sector que emite el mismo porcentaje que la industria (12%), pero tiene un impacto directo en la salud humana. “Las emisiones del sec- tor de transporte matan más gen- te y enferman más que las de la in- dustria”. Actualmente, 6.000 personas resultan afectadas al año y de ellas 1.100 son niños. La Estrategia Colombiana de Desa- rrollo Bajo en Carbono (ECDBC) busca priorizar el transporte porque genera más cobeneficios: se reducen las emisiones y se sal- van más vidas. La posición de Rodrigo Suárez, director de Cambio Climático, en cuanto a mitigación es que “bus- camos promover la carbonoefi- ciencia bajo un enfoque de desa- rrollo de los sectores. Invitamos al sector industrial a que imple- mente medidas de mitigación de cambio climático, que bajo los es- tudios que hemos realizado con la Estrategia Colombiana de Desa- rrollo Bajo en Carbono sabemos que les representan beneficios económicos que pueden impul- sar la competitividad y producti- vidad del sector sin dejar de lado la sostenibilidad”. El ADN corporativo Entonces, el nuevo ADN cor- porativo es la misión y la visión de la empresa orientada a menguar los impactos del cambio climáti- co. No es una cuestión de simples unidades dentro de las empresas que llevan el rótulo de “responsa- bilidad social empresarial”. Tanto en EPM como en ISA- GEN se comprometieron con la iniciativa Caring for Climate de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y asumieron el re- to de desarrollar acciones para disminuir la huella de carbono, promover la adopción de esta ini- ciativa entre grupos de interés y aportar al desarrollo de políticas públicas y mecanismos que con- tribuyan a disminuir los efectos del cambio climático. Las empresas son una alterna- tiva para reducir los costos y cam- biar las condiciones ambientales. Podrían promover un escenario donde habría más ganadores que perdedores. De acuerdo con Juan Camilo Cárdenas, profesor de la Facultad de Economía de la Uni- versidad de los Andes, el cambio climático es una externalidad ne- gativa y positiva. “Es negativa cuando hay perdedores (la gente pierde sus tierras o casas porque se sube el nivel del mar o aumen- tan los desastres naturales); pue- de ser una externalidad positiva para quienes aumentan sus tie- rras cultivables en las zonas que se calientan, más cercanas a los polos. Neto, al final, existen más pérdidas que ganancias”. Si las empresas migran a siste- mas productivos más sostenibles “en la gran mayoría de casos, tras hacer un ejercicio de huella de carbono, encontrarán un univer- so de oportunidades ‘gana-gana’ que les reducen costos de pro- ducción, les generan nuevas oportunidades de negocios, les permiten diferenciarse en el mer- cado y contribuir a mitigar el cambio climático”, remató Suá- rez. La búsqueda debe ser una economía sostenible que les dé cabida a nuevas tecnologías y que lleve en su sangre, en su sistema circulatorio, el ADN ambiental. “NO SER CARBONO- EFICIENTES ES RECESIVO Y VUELVE LENTA LA ECONOMÍA SI PENSAMOS EN UN MERCADO INTERNACIONAL”. 12 por ciento de gases de efecto invernadero emiten las industrias colombianas. Las empresas son los actores más importantes de la economía porque son responsables del 60% del PIB mundial y generan el 70% de los empleos del mundo. Su cambio a nivel internacional es esencial para asegurar un futuro sostenible y combatir el cambio climático. En Medellín está ubicada la sede principal del edificio inteligente y sostenible de EPM. / Archivo El Bosque Endesa está situado en los municipios de Soacha y San Antonio del Colegio, en la cuenca baja del río Bogotá. / Cortesía Adriana Soto, exviceministra de Medio Ambiente. / Archivo

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Publicacion = El Espectador, Sección = , Color = , Fecha = 16/07/2014, Hora = 03:27:08 p.m., Página= 24-25, Usuario = wNiampira

EL ESPECTADOR / JUEVES 17 DE JULIO DE 2 01 4

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~24 / 25EL ESPECTADOR / JUEVES 17 DE JULIO DE 2 01 4

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Aliados:

Re s p a l d o: Dirección técnica: A p oy a :

Libertad y Orden

Como dijo Juan Daniel Correa,director de comunicaciones delprograma Bioredd+ de la Agenciade los Estados Unidos para elDesarrollo Internacional (Usaid), lasostenibilidad tiene tres partes:económica, social y ambiental.“Invertir en temas ambientales y encambio climático no sólo ayuda aproteger los recursos naturales, nies un tema que está de moda y lesda buena imagen a las empresas,sino que a mediano y largo plazogenera productividad e impactosocial”.

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un compromiso para vivir mejor

ESPECIAL 4

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

La industria y el cambio climático

E m p re s a r i o s ,los nuevos ambientalistas

Una alternativacosto-efectiva paralas empresas es im-plementar panelessolares para obte-ner energía. / 123rf

MARÍA PAULINABAENA JARAMILLO

m b a e n a @ e l e s p e c t a d o r.co m@ m a p at i l l a

EPM, ISAGEN y Codensa, comprometidos con el cambio climático

En EPM, Marta Lucía Castaño, de la gerencia de desarrollosostenible y la vicepresidencia de estrategia ycrecimiento, aseguró que para las empresas el cambioclimático representa un desafío, “pues tendrán que irmucho más allá de la reducción de su huella de carbono.Tendrán que empezar a pensar no sólo en la forma en queconsumen energía, sino también la forma en que laproducen. EPM ha sido dinamizadora de la EstrategiaNacional de Cambio Climático en Colombia y junto con elGobierno Nacional ha liderado y promovido la adopciónde medidas y tecnologías bajas en carbono”.

En ISAGEN, el presidente de la compañía, Luis FernandoRico, dijo que aunque son conscientes de que lahidroelectricidad tiene limitaciones, en tanto que esdependiente de los ciclos hidrológicos, “le hemosapostado a que la cultura de la empresa debetransformarse en energía inteligente que contribuya a lalucha contra el cambio climático”. Para este propósito,Rico explicó que se han implementado el estudio deproyectos que involucran la energía eólica y la geotérmicaporque ambas complementan al agua en el impacto quetiene en el cambio climático.

El Bosque Endesa en Colombia es una iniciativa desarrolladapor Codensa y Emgesa de protección y restauración de 690hectáreas de bosque altoandino para la conformación de unazona de conservación ambiental en los municipios de Soachay San Antonio del Colegio, en la cuenca baja del río Bogotá.Gracias a este proyecto se crea una zona de conectividadbiológica de más de 1.000 hectáreas que permite integrardiferentes áreas regionales. Otro proyecto que vale la penadestacar es que las compañías han sido pioneras en lamovilidad eléctrica con bicicletas y taxis eléctricos quereducen las emisiones de CO2 a la atmósfera.

El panorama internacionalEl cambio climático no es sola-

mente un problema científico oestatal. Es también un problemaempresarial. Un estudio recienteelaborado por el científico esta-dounidense Richard Heede, delClimate Accountability Institute,concluyó que casi dos tercios(63%) de las emisiones de metanoy dióxido de carbono industrialen el mundo se pueden atribuir a90 empresas. Esto significa que si90 gerentes del mundo se reúneny cambian sus modelos producti-vos, el camino será más corto ysencillo para resolver el proble-ma del cambio climático.

El trabajo de Heede, publicadoen la revista Climatic Change,analizó las emisiones acumula-das entre 1854 y 2010. El listado loencabezaron empresas estatales,como la rusa Former SovietUnion, con 8,94% de las emisio-nes globales, seguida de China(carbón y cemento, 8,56%), Che-vron Texaco (3,52%) y ExxonMo-bil (3,21%). Ecopetrol ocupa elpuesto 59, con un 0,12% de lasemisiones globales.

Este pequeño porcentaje de em-presas contempla a las grandesproductoras de combustibles fósi-les (gas, petróleo y carbón) y a lasempresas de energía y cemento.Por eso, si el objetivo antes de fin desiglo es que la temperatura no subados grados, como la ConvenciónMarco de las Naciones Unidas so-bre el Cambio Climático(CMNUCC) aseguró que ocurri-ría, dos tercios de las reservas deestos combustibles deberán per-manecer bajo tierra. Para esto esnecesario contar con el apoyo delas grandes multinacionales que

demandan esa energía, más quecon el de las que la producen, por-que detrás de las emisiones en lossectores de energía, agricultura yresiduos también hay empresas.

De acuerdo con el mexicano Al-berto Carrillo, director de vincula-ción empresarial de la iniciativaglobal de clima y energía de WWF,“las estadísticas muestran dóndese generan las emisiones, pero noquiénes las demandan”. Por eso, sise mira la demanda de las empre-sas a los combustibles, el panoramaes distinto. Para el experto, se nece-sitan “marcos regulatorios, desin-centivar el uso de combustibles fó-siles, facilitar el uso de energías al-ternas y cambiar los patrones deconsumo, como el transporte”.

¿Cuál es la responsabilidad delas empresas colombianas?

La Segunda Comunicación de

Cambio Climático reveló que Co-lombia emite sólo el 0,37% de losgases de efecto invernadero en elmundo. De ese porcentaje, el in-ventario nacional de gases deefecto invernadero informó quela industria en Colombia emite el12%. Según Adriana Soto, exvice-ministra de Medio Ambiente, “esun porcentaje muy pequeño, co-mo para concentrarnos en esto,pero eso no quiere decir que, co-mo emitimos muy poco, sigamosemitiendo. Primero, puede resul-tar una ventaja en términos debuenas prácticas y, segundo, sepuede abrir una opción de merca-do en baja huella de carbono”.

De acuerdo con la direcciónde Cambio Climático del Mi-nisterio de Ambiente y Desa-rrollo Sostenible, el impacto ge-neral de nuestras acciones sepuede medir en tres huellas: de

carbono, ecológica e hídrica.Hasta ahora, reducir la huella

de carbono, es decir, la cantidadde emisiones de gases de efectoinvernadero, es una tarea volun-taria para las empresas. El Go-bierno no las obliga. Como expli-có Ricardo Lozano, exdirectordel Ideam, la huella de carbono esun índice que mide “el registroque dejamos sobre el planetacuando hacemos uso de los recur-sos naturales y energéticos”.

Lozano explicó que las empre-sas no deben quedarse solamen-te en medir este índice: debencumplir la normatividad y los es-tándares ambientales de cadapaís. Incluso, muchas de ellasvan más allá de estos estándaresy es allí donde se debe medir suc o m p o r t a m i e n t o.

Para Carlos Herrera, vicepresi-dente de desarrollo sostenible de

la Andi, no se trata de un tema vo-luntario únicamente porque nohaya ley que lo exija y “la respon-sabilidad social es un tema de sos-tenibilidad y de estrategia de ne-gocio de las empresas. Muchasempresas están trabajando en in-novación de sus productos paraser más eficientes”.

De hecho, Santiago Madriñánde la Torre, presidente del Con-sejo Empresarial Colombianopara el Desarrollo Sostenible(Cecodes), explicó que medir lahuella de carbono a nivel empre-sarial es útil porque “induce a lasempresas a ser más eficientes enenergía, puede ser un alicientepara la innovación, y así encuen-tran oportunidades de hacercompensaciones y se les atribuyere p u t a c i ó n ”.

Muchas de las acciones contri-buyen a hacer empresas más

competitivas, pues muchas enti-dades son jugadores internacio-nales y apoyan las iniciativas glo-bales. De modo que, si la huella decarbono es muy alta en los pro-ductos, van a tener una restric-ción a futuro, por presiones de go-biernos y consumidores. “No sercarbonoeficientes es recesivo yvuelve lenta la economía si pen-samos en un mercado internacio-nal”, aseguró Soto.

La exviceministra también co-mentó que nadie ha puesto losojos en el transporte, un sectorque emite el mismo porcentajeque la industria (12%), pero tieneun impacto directo en la saludhumana. “Las emisiones del sec-tor de transporte matan más gen-te y enferman más que las de la in-d u st r i a ”. Actualmente, 6.000personas resultan afectadas alaño y de ellas 1.100 son niños. LaEstrategia Colombiana de Desa-rrollo Bajo en Carbono (ECDBC)busca priorizar el transporteporque genera más cobeneficios:se reducen las emisiones y se sal-van más vidas.

La posición de Rodrigo Suárez,director de Cambio Climático, encuanto a mitigación es que “bus -camos promover la carbonoefi-

ciencia bajo un enfoque de desa-rrollo de los sectores. Invitamosal sector industrial a que imple-mente medidas de mitigación decambio climático, que bajo los es-tudios que hemos realizado con laEstrategia Colombiana de Desa-rrollo Bajo en Carbono sabemosque les representan beneficioseconómicos que pueden impul-sar la competitividad y producti-vidad del sector sin dejar de ladola sostenibilidad”.

El ADN corporativoEntonces, el nuevo ADN cor-

porativo es la misión y la visión dela empresa orientada a menguarlos impactos del cambio climáti-co. No es una cuestión de simplesunidades dentro de las empresasque llevan el rótulo de “responsa -bilidad social empresarial”.

Tanto en EPM como en ISA-GEN se comprometieron con lainiciativa Caring for Climate de laOrganización de las NacionesUnidas (ONU) y asumieron el re-to de desarrollar acciones paradisminuir la huella de carbono,promover la adopción de esta ini-ciativa entre grupos de interés yaportar al desarrollo de políticaspúblicas y mecanismos que con-tribuyan a disminuir los efectosdel cambio climático.

Las empresas son una alterna-tiva para reducir los costos y cam-biar las condiciones ambientales.Podrían promover un escenariodonde habría más ganadores queperdedores. De acuerdo con JuanCamilo Cárdenas, profesor de laFacultad de Economía de la Uni-versidad de los Andes, el cambioclimático es una externalidad ne-gativa y positiva. “Es negativacuando hay perdedores (la gentepierde sus tierras o casas porquese sube el nivel del mar o aumen-tan los desastres naturales); pue-de ser una externalidad positivapara quienes aumentan sus tie-rras cultivables en las zonas quese calientan, más cercanas a lospolos. Neto, al final, existen máspérdidas que ganancias”.

Si las empresas migran a siste-mas productivos más sostenibles“en la gran mayoría de casos, trashacer un ejercicio de huella decarbono, encontrarán un univer-so de oportunidades ‘gana-gana’que les reducen costos de pro-ducción, les generan nuevasoportunidades de negocios, lespermiten diferenciarse en el mer-cado y contribuir a mitigar elcambio climático”, remató Suá-rez. La búsqueda debe ser unaeconomía sostenible que les décabida a nuevas tecnologías y quelleve en su sangre, en su sistemacirculatorio, el ADN ambiental.

“NO SERCARBONO-EFICIENTES ESRECESIVO YVUELVE LENTALA ECONOMÍA SIPENSAMOS ENUN MERCADOI N T E R N AC I O N A L ”. 12

por ciento de gases deefecto invernadero emitenlas industrias colombianas.

Las empresas son los actores más importantes de la economía porque son responsables del60% del PIB mundial y generan el 70% de los empleos del mundo. Su cambio a nivelinternacional es esencial para asegurar un futuro sostenible y combatir el cambio climático.

En Medellín está ubicada la sede principal deledificio inteligente y sostenible de EPM. / Archivo

El Bosque Endesa está situado en los municipios de Soacha ySan Antonio del Colegio, en la cuenca baja del río Bogotá. / Cortesía

Adriana Soto, exviceministrade Medio Ambiente. / Archivo