15 seminario 12 - j. lacan

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  • 8/7/2019 15 Seminario 12 - J. Lacan

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    Problemas cruciales para el psicoanlisis

    Clase 1 del 2 de Diciembre de 1964

    Clase 2 del 9 de Diciembre de 1964

    Clase 3 del 16 de Diciembre de 1964

    Clase 4 del 6 de Enero de 1965

    Clase 5 del 13 de Enero de 1965

    Clase 6 del 20 de Enero de 1965

    Clase 7 del 27 de Enero de 1965

    Clase 8 del 3 de Febrero de 1965

    Clase 9 del 24 de Febrero de 1965

    Clase 10 del 3 de Marzo de 1965

    Clase 11 del 10 de Marzo de 1965

    Clase 12 del 17 de Marzo de 1965

    Clase 13 del 7 de Abril de 1965

    Clase 14 del 5 de Mayo de 1965

    Clase 15 del 12 de Mayo de 1965

    Clase 16 del 19 de Mayo de 1965

    Clase 17 del 10 de Junio de 1965

    Clase 18 del 16 de Junio de 1965

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    2 de Diciembre de 1964

    Colorless green ideas sleep furiously

    Furiously sleep ideas green colorless

    Songe, songe, Chise, cette nuit cruelle,

    qui fut pour tout un peuple une nuit ternelle

    (Vertraduccin(1))

    Si yo no estuviera ante un auditorio francfono, podra inmediatamente decir: He aqu

    lo que se llama hablar! Ocurre que debo suponer que, pese a la evidente necesidad delbilingismo en nuestra cultura, hay algunas personas aqu que no entienden el ingls.Dar de ello la equivalencia palabra a palabra:

    Sin color, verde, ideas, sueo, dormir (a condicin de poner "to" delante) puede quererdecir duermen en la tercera persona del plural del indicativo presente. Vern por qu stees el sentido en el cual nos detendremos.

    La naturaleza del indefinido en ingls permite traducir: incoloro, ideas, verde, duermen,furiosamente (adverbio, en razn de su terminacin).

    Yo digo: he ah lo que se llama hablar y hablar bien. Cmo saberlo? Es precisamentepara saberlo que ha sido formada esta cadena significante, me atrevo apenas a decir lafrase. Ha sido formada por un lingista: Noam Chomsky. Este ejemplo est citado en unapequea obra que se llama "Estructuras Sintcticas", aparecida por Mouton, en La Haya.

    De qu se trata? De estructuralismo, crean en mi palabra, y de estructura sintctica, desintaxis. Ello merecera, inmediatamente, un comentario ms preciso. No hago ms queindicarlo.

    Sintaxis, en una perspectiva estructuralista, se sit a en un nivel preciso que llamaremos deformalizacin, por una parte, y por otra, en el concerniente al sintagma. El sintagma es lacadena significante considerada en lo que tiende a la unin de esos elementos.

    Estructura sintctica es lo que consiste en formalizar esas ligazones.

    Todas esas ligazones entre esos elementos, son equivalentes a otros trminos, noimporta qu elemento pueda estar inmediatamente c ontiguo a qu significante?

    Salta a los ojos que la respues ta se inclina ms bien hacia la n egativa , al menos en lo queconcierne a ciertos usos de esta cadena significante, dig amos a su uso en el discurso.

    Este ejemplo se encuentra al comienzo de la obra en cuestin. Introduce algo que se

    distinguir en el final de ese trabajo, a saber: la constitucin , el comienzo,, el esbozo deun razonamiento sobre la estructura sintctica. Introduce su propsito: "Syntactic structure"especificndola como teniendo un fin: cmo establecer la formalizacin, los signosalgebraicos, digamos que permitiran producir en la lengua inglesa todo lo que es

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    gramatical e impedir que se produzca una cadena que no lo s ea.

    No me puedo anticipar aqu a juzgar lo que obtiene el autor de tal empresa, lo que puedoindicar, es que en las condiciones particulares que le ofrece esta lengua posit iva que es lalengua inglesa, quiero decir la lengua tal como se habla, no se trata de despejar la lgicade la misma , se trata, de algn modo, de algo que podra ser montado en una mquinaelectrnica. De ella no pueden salir ms que frases gramaticales correctas, y ambicinms grande an, todas las formas posibles que ofrece, al sujeto hablante ingls, sulengua, la inglesa. La naturaleza de esta obra es fuertemente seductora porque da la ideade lo que persigue un trabajo as, suerte de rigor, de imposicin de un cierto real que es el

    uso de la lengua y la posibilidad muy ingeniosa y cautivante que no es demostrada, dearribar a amoldarse a frmula s que son, por ejemplo, la de la ms compleja con juncin delos auxiliares que son propias del ingls, como engendrar sin error la transformacin delactivo al pasivo y el uso conjunto de una cierta forma que es la del presente en suactualidad , que para decir leer, distingue "

    read" de "I am reading" que engendra de unmodo enteramente mecnico "I am been reading". Hay all algo muy seductor pero que noes de ningn modo aquello con lo cual yo me comprometo. Pues lo que me interesa es porqu ha sido formado este ejemplo. Ha sido formado para distinguir lo gramatical de otrotrmino que el autor introduce en el orden de la significacin en ingls. Eso se llama"meaning". El autor piensa , al haber construido esta frase, que ella no tiene significacin,bajo el pretexto que : Colorlesscontradice a green, que las ideas no pueden dormir , queaparece ms bien problemtico que se duerma furiosamente. Lo que lo afecta es que sepueda obtener de un sujeto que l interroga, o hace interrogar, que est sin recursos, queesta frase sin significacin sea una frase gramatical. Tomo este ejemplo histrico porqueest en la historia, en el trabajo, en el c amino actual de la lingstica, lo cual me incomodaun poco en razn que l tambin puntualiza en francs esta ambigedad que forma partede nuestra posicin.

    Para aquellos que no saben el ingls, les pido hacer el esfuerzo de representarse el ordeninvertido de las palabras - eso no es gramatical - :

    "Nuestro Padre que ests en los cielos, permanece all!"(J. Prvert)

    "All permanece cielos en los ests que Padre nuestro!"

    He ah lo que resta de la frase que se expresa.

    Est claro que ella no descansa sobre lo que puede aparecer en algunas palabras de

    flexin, a saber las de ideas, la y de furiously.

    La carcterstica que permanece en la segunda frase es para un ingls de un gradoenteramente diferente en cuanto a la experiencia de la palabra, de la primera. Ella no esgramatical y no ofrecer ms sentido que la plegaria irnica, hasta blasfematoria, dePrvert. Pero con el tiempo se la bautizar: qu respeto en ese permanece all!

    Esto indica que subrayen al pasar lo que acabo de articular: la palabra sentido.

    Veremos hoy, en qu va a servirnos; veremos aquello que, por all, yo introduzco aqu. En

    efecto; la empresa de Chomsky est sometida a la discusin. Otros lingistas handestacado, y enteramente a justo ttulo, que existe algn abuso, o en todo caso que ladiscusin puede abrirse alrededor de esta connotacin del : "sin significacin".Seguramente, la significacin est all donde existe gramtica, quiero decir constitucingramatical sentida y asumida por el sujeto. Slo que aqu, no existe en absoluto gramtica.

    El sujeto interrogado que est all, llamado a ser juez, en el lugar del otro, para reintroducirnuestros trminos ya introducidos en nuestras exposiciones del ao pasado, para nuestrasreferencias. All donde existe construccin gramatical, podra decirse que no existesignificacin?

    Siempre es fcil, fundndome sobre documentos, rogarles referirse a un artculo deJakobson en la traduccin de Ruvet, Para que reencuentren en l, en la parte gramticade sus artculos agrupados bajo el ttulo de "Ensayo de Lingstica General", pgina 205,la discusin de este ejemplo. Les ser fcil impulsar toda clas e de testimonios en el uso eningls , en Marvel. Est traducido : "Un verde pensamiento en una sombra verde". Hastatales expresiones rusas (russes) enteramente anlogas a la pretendida co ntradiccin aquinscripta en la frase. No hay necesidad de ir tan lejos, es suficiente destacar que decir un"round square" - ejemplo tomado del autor - no es una contradiccin, dado que "square" esdesignado para indicar un lugar y que un lugar redondo puede ser un "square".

    En qu iremos a comprometernos? En equivalencias, y para decir todo, si trato demostrarles que esta frase puede tener significacin, entrar, ciertamente, en vas msfinas. Partir de la gramtica misma. Observar que si esta frase es gramatical, es enrazn que lo que surge como adjetivo se encuentra antes que el sustantivo y que aqu nosencontramos , en ingls como en francs, ubicados ante un cierto nmero de efectos quefalta calificar. Provisoriamente contino llamndolos efectos de sentido. Es que en esarelacin del adjetivo al sustantivo - en griego epteto - esta cuestin del lugar es importantepara calificar el efecto de sentido de la unin del adjetivo al sustantivo .

    En francs, por ejemplo, el adjetivo se ubica antes que el sustantivo, adjetivo que aqu,podra decirse, est identificado a la sustancia. Una bella mujer es otra cos a que una mujerbella. La referencia de la mujer a la belleza es algo distinto en tanto q ue ya en el interior dela sustancia de una bella mujer se encuentra que ella es bella. Hay un tercer tiempo adestacar: el uso epifntico(2), el ambiente, en que aparece bella esta mujer.

    Es all que est permitido poner el adjetivo despus del nombre. El epteto est ms cerca

    del sustantivo "De bella apariencia provisto de una bella barba, viejo hombre".

    Henos aqu por las vas gramaticales, en medida de distinguir los planos .

    Por ejemplo, Lady Teals protesta contra la tortura a propsito de sus gastos de dinero. Eluso del adjetivo, el uso hablado, no puede quiz ser tomado en ingls como en francs."Elegancias costosas".

    "Al salir de su sueo resplandor extrao y no extraeza luminosa".

    Aqu es esta idea de verdor ideal de lo que se trata en relacin al cual colourless es ms

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    caduca. Algo como sombras de ideas perdiendo su color que es tn all para aromatizarse,exanghes, no pasendose ya, en tanto ellas duermen.

    No tendra ninguna pena , hganme el favor, en el fin del ejercicio de estilo. He queridomostrarles que si se quiere dar al sueo (sleep) algo de metafrico, un sueoacompaado de algn furor, no es eso lo que nos ocurre todos los das ?

    Es que se podra interrogar a las cosas en el sentido del lazo de la gramtica a lasignificacin? No puedo encontrar en esta frase la evocacin, hablando con precisin, delinconsciente mismo.

    Qu es el inconsciente si no son justamente las ideas, los pensamientos de verdorextenuado? No dice Freud , en alguna parte, como las sombras de la evocacin en losinfiernos, volvan a la luz demandando beber sangre para reencontrar un color? Si no sonlos pensamientos del inconsciente los que aqu duermen furiosamente , todo esto habrasido un ejercicio divertido. No lo he resumido ms que para soplar encima, pues es, muysimplemente, por completo idiota.

    El inconsciente no tiene nada que hacer con esas significacines metafricas, por mslejos que las impulsemos. Busquen en una cadena significante gramatical. La significacines una empresa de una futilidad extraordinaria pues, si en razn del hecho de que estoyante este auditorio, pudiera dar esta significacin, podra muy bien haber dado unatotalmente distinta, por una simple razn: es que una cadena significante engendrasiempre, habiendo previsto que ella sea gramatical, una significacin. Dira ms: no

    importa cul.

    Me hago fuerte haciendo variar al infinito las concepciones de interrogacin de lassituaciones, hasta an ms, las situaciones de dilogos. Se puede hacer decir a esta frasetodo lo que se quiera. Comprendido all que, en tal ocasin, yo me burle de ustedes.Atencin! En este extremo, no interviene otra cosa ms que una significacin? Que yopueda en tal contexto hacer de ello surgir toda significacin, es una cosa, pero, es designificacin de lo que se trata? P ues la significacin en su momento perm itir - he dicho,nada lo aseguraba, o sea, en la medida misma en que acababa de darle una signif icacin,en relacin a qu, a un objeto? ,a un referente? - algo que yo haba hecho surgir porlas necesidades de la causa, a saber: el inconsciente.

    Hablando de contexto, de dilogo, dejo desvanecerse, vacilar, aquello de lo cual se trata, a

    saber, la funcin del sentido. De lo que se trata aqu es de estrechar de ms cerca ladistincin de los dos. Que es lo que hace, en ltimo anlisis, que esta frase haya sidoelegida por su mismo autor, tan fcilmente confortado de algo dudoso, a saber, que ella notiene sentido. Como un lingista, que no tiene necesidad de ir a ejemplos extremos, alcuadrado redondo, del cual habl hace un momento, para darse cuenta que las cosas quehacen el sentido ms fcilmente recibido, deje pasar completamente, en el as, (

    passer l'

    as) la distincin de una contradiccin. No se dice con el asentimiento general: una jovenmuerta. Lo que podra ser correcto es decir que ella ha muerto joven. Pero calificarla dejoven muerta, con lo que quiere decir el adjetivo puesto antes que el sustantivo en francs,debe dejarnos perplejos. Es como muerta que ella es joven?

    Me he preguntado lo que hace al carcter distintivo de esta frase, no pudiendo creer enuna ingenuidad de parte de aqul que lo dice. Por qu ha tomado tal parodia,manifiestamente forjada? Sin embargo, yo me preguntaba lo que haca el valorparadigmtico de esta frase. Me he propuesto aprender a pronunciarla bien. No tengo unafontica inglesa especialmente ejemplar. Este ejercicio tena para m un uso.

    En ese ejercicio, me he dado cuenta que entre cada palabra, era necesario que yoretomara aliento Por qu?

    Ideas sleep

    Entonces he comenzado a interesarme en las consonantes, en lo que podra decirse queese texto alcanza de divertido (d'amussie), de oculto (d' musie).

    ."Uno se divierte, se oculta, con los lagartos(3)", dice Queneau.

    Con esas consonantes, las dos "l" de colourless, me han venido al espritu esos versosque espero adoren tanto como yo, que han sido escritos all arriba, que emplean la bateraconsonntica de la frase forjada. No es menos extrao hablar de una noche cruel que deun cuadrado redondo y de una noche externa. Pero el valor emotivo de esos dos versosest esencialmente en la repercusin, en primer lugar , en la repeticin de esas "s" -cuatro "s" sibilantes; la repeticin de Cphise, la repeticin de la "t" cuatro veces, de la "n"de nuitdos veces, la labial primitiva promovida por su forma atenuada del fu ty de Cphise,en ese: para todo un pueblo , que Hermione hace vibrar de un cierto modo algo que

    seguramente en los dos versos est todo el sentido, senti do potico.

    La naturaleza de esto nos fuerza a acercarnos ms ntimamente a la funcin designificante. Seguramente los dos versos de que se trata nos fuerzan a interrogarnos si noestamos all mucho ms cerca de lo que hace su sentido, de lo que para su autor era,sobre todo, el punto verdadero donde l se aseguraba de su no sentido, pues en un ciertonivel, las exigencias del sentido son, quiz, diferentes de lo que nos parece en primerlugar, a saber, que en ese nivel del sentido, el divertimento es una objecin radical. He ahporqu me he decidido a introducir esta idea - historia de darles su tono - lo que yo llamo:problemas cruciales para el psicoanlisis.

    He hablado el ao pasado de los fundamentos del psicoanlisis. He hablado de losconceptos que me parecan esenciales para estructurar su experiencia. Han podido ver

    que a ningn nivel han sido verdaderos conceptos; que no he podido hacerlos sostenerseen la medida en que los hago rigurosos, en el lugar de ningn referente.

    Que siempre , de algn modo, el sujeto que ese concepto aborda est implicado en midiscurso mismo por esta abertura y este cierre. No puedo hablar del reencuentro comoconstituyendo, por su misma falta, el principio de la repeticin, sin tornar inaprehensible elpunto mismo donde se califica esta repeticin.

    Kant, despus de otros, antes de otros, introduciendo la razn - vamos a hablar decuestiones ms profundas que la lingstica - va a poder declarar lo que es necesariotraducir: su objeto.

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    Su objeto puede tener su valor. En el latn, del cual Dante se sirve, se llamasubjectum. Esprecisamente en el anlisis del sujeto que l opera. Aqu, ningn desplazamiento esposible que permita hacer de l un objeto que sea el mismo de la lingstica. Esto no seescapa a ningn lingista, tampoco escapa a Dante ni a su lector. Pero el lingista puedeesforzarse en resolver ese problema de forma diferente a nosotros, analistas. Esprecisamente por ello que la lingstica se compromete siempre ms adelante en la vaque puntuaba el trabajo de nuestro autor, en la va de la formalizacin, porque en la va dela formalizacin lo que buscamos excluir es el sujeto. Slo que, para nosotros, analistas,nuestro punto de mira debe ser exactamente contrario, en tanto all est el pivote de

    nuestra praxis. Slo ustedes saben que all yo no retrocedo ante la dificultad en tanto que ,en suma, planteo - lo que hecho el ao pasado de modo suficientemente articulado - queel sujeto no puede ser, ltimo anlisis, otra cosa que eso que piensa, "luego yo soy", loque quiere decir que el punto de apoyo, el ombligo, como dira Freud, de este trmino delsujeto no es precisamente m s que el momento en que l se desvanece bajo el sentido, oel sentido es lo que lo hace desaparecer como ser. Pues ese "yo soy" no es ms que unsentido.

    No es ms que all donde puede apoyarse la discusin sobre el ser.

    La relacin del sentido al significante es lo que yo creo, desde siempre, esencial amantener en el corazn de nuestra experiencia para que todo nuestro discurso no sedegrade. En el centro de este esfuerzo, que es el mo, orientado para una praxis, yo hepuesto la nocin de significante.

    Cmo puede ser que , todava, muy recientemente, en una reunin de mis alumnos, hayapodido escuchar a uno que pudo decir - y despus de todo lo s bien, se no era el nicoen decirlo - que la nocin de significante para Lacan dejaba cierta incertidumbre en suespritu? Si es as, despus de todo un artculo como "La instancia de la letra en elinconsciente", que les ruego releer, entonces es un hecho que mis textos devienen msclaros con los aos. Rumor. (sic).

    Uno se pregunta, por qu?

    Ese texto es admirablemente claro y el ejemplo Hombre-Dama, que doy como evocando,por su conexin significante, el sentido de un urinario y no de la oposicin de los sexos,pero como insertndose por el hecho del enmascaramiento de ese sentido. Dos niitos

    pasando entre el mencionado urinario en una estacin. Una divisin irremediable: el unosorprendindose que haya pasado por hombre, el otro por dama.

    Esta es una historia que debera abrir las orejas. Por otra parte las formulacionesconvienen menos a la apologa que el signo que, de cualquier modo que est compuesto,incluye en s mismo la divisin significante-significado. El signo; esto es, lo que representaalgo para alguien. Es decir que al nivel del signo estamos al nivel de todo lo que ustedesquieran, del psicologismo, del conocimiento. Pueden buscar que existe el signo verdadero,el humo que indica el fuego, que existe el ndice, la traza dejada por la gacela sobre laarena o el peasco. Pero el significante es otra cosa y el hecho que el significanterepresente al sujeto para otro significante es una formulacin suficientemente firme para

    que, sola, pueda forzarlos a reencontrar alguna consecuencia.

    Por qu es que, desde ah, ese discurso sobre el significante puede conservar algunaoscuridad? Es que durante cierto tiempo yo lo he querido? Quin es entonces ese yo(je)? Es, quiz, interno a ese nudo de lenguaje que se produce cuando l da cuenta de supropia esencia. Quiz est obligado a que en esta conjetura se produzca obligatoriamentealguna prdida.

    Es exactamente unida, conjunta a esta cuestin de la prdida que se produce cada vezque el lenguaje trata, en un discurso , de dar razn de s mismo, que se sita el punto de

    donde quiero partir para marcar el sentido de lo que yo llamo relacin del significante alsujeto.

    Llamo filosofa a todo lo que tiende a enmascarar el carcter radical y la funcin originantede esta prdida. Toda dialctica, y especialmente la hegeliana, va a enmascararla, y entodo caso, es una filosofa, porque apunta a recuperar los efectos de esta prdida. Hayotros modos ms que la pretensin de t ratar con esta prdida. Hay que m irar en otra parte,y especialmente girar la mirada hacia la s ignificacin y hacer del sujeto esa ent idad que sellama el espritu humano, al ponerlo antes que el discurso. Es un viejo error cuya ltimaencarnacin se llama psicologa del desarrollo, o si ustedes quieren, para ilustrarlo,Piagetismo. Se trata de saber si podemos abordar su crtica sobre su propio terreno.Ejemplo: La contribucin que espero aportar este ao para el psicoanlisis muestra que eldiscurso que proseguimos para ello, necesita las eleccines, y especialmente de laexclusin de un cierto nmero de posiciones que son posiciones que conciernen a lo real;

    que esas posiciones s on falsas y que no lo son sin razn. Que la posicin que tomamos esquiz la nica que permite fundar, en su fundamento ms radical, la nocin ideolgica.

    No les dejar partir hoy, todava - que sea esto talismn superfluo - sin una frmulainscribible en el pizarrn. Si es verdad que la relacin del significante es esencialmente alsignificante, que el significante como tal, en tanto que se distingue del signo, no significams que para otro significante, y nunca otra cosa que el sujeto, debe haber de ellopruebas sobreabundantes. Pienso drselas en el plano de la crtica de Piaget y,especialmente, en el del lenguaje egocntrico.

    A ttulo de grafo , dir la frmula de un modo no ambigo y a interpretar desde siemprecomo esto: hay un orden del significante que es otro significante, esto es lo que lo defineesencialmente.

    Qu es entonces el significado? El significado no slo se concibe en relacin al sujeto. Larelacin del significante al sujeto, en tanto que interesa la funcin de la significacin, pasapor un referente. El referente quiere decir lo real. Y lo real no es simpl emen te una masabruta y opaca. Lo real est aparentemente estructurado. No sabemos por otra parte enqu , en tanto no tenemos el significante. Eso no quiere decir que de no saberlo notengamos relaciones con es a estructura. En los diferentes escalones de la animalidad estaestructura se llama la tendencia, la necesidad. Es lo mismo que se llama con o sin razn,an en psicologa animal, la inteligencia. Es necesario pasar por esta estructura de lainteligencia. No s por qu se ha hecho un error: pensar la inteligencia - para m comopara todo el mundo - no verbal. Es indispensable para no cometer el error de creer que la

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    evolucin del nio consiste en seguir una voluntad predeterminada por el Eterno y hacerlocada vez ms capaz de dialogar con el seor Piaget. Esto es plantear la cuestin, sinoresolverla , de en qu la inteligencia como preverbal viene a anudarse con el prelenguajecomo preintelectual. Por el momento veo que, para concebir lo que sea de la significacin,es necesario aprehender, en primer lugar, lo que nos va a destacar que hay dos usos delsignificante en relacin al referente: el uso de denotacin, comparable a unacorrespondencia que se querra biunvoca, digamos una marca, una marca de hierro sobreel referente , y una connotacin, a saber, en qu - es all que va a dar nuestro ejemplo dela crtica de Piaget - un significante puede servir para introducir en la relacin al referentealgo que tiene un nombre, que es el conc epto. Esta es una relacin de connotacin.

    Es pues, por intermedio de la relacin del significante al referente que vemos surgir elsignificado. No hay distancia vlida de la significacin que no haga circuito, rodeo, poralgn referente.

    La barra, entonces, no es com o se la dice - comentndome - la simple ex istencia, de algnmodo, del obstculo aqu entificado. Es, en primer lugar, punto de interrogacin sobre elcircuito de retorno. Pero ella no es simplemente ms que representar al sujeto. Y al sujeto ,se lo ha encarnado, en su momento , en lo que he llamado el sentido, donde l sedesvanece como sujeto. A nivel de esa barra se produce el efecto de sentido. Es desdedonde he partido en mi ejemplo para mostrarles cmo el efecto de significado, si notenemos el referente en la partida , es flexible en todo sentido, pero, tambin, que el efectode sentido es otra cosa. Tanto es otra cosa, que la cara que ofrece al lado del significadoes, precisamente, lo que no es menos no significacin, que es, precisamente, lo que se

    traduce por la expresin "no sentido" y que es posible escindir eso de lo cual se trata ennuestra experiencia analtica, de ver que lo que es explorado no es el ocano, el marinfinito de significacines. Es lo que ocurre en toda la medida en que ella nos revela estabarrera del "no - sentido" , lo que no quiere decir sin significacin, lo que es la faz derehusado que ofrece el sentido del lado del s ignificado . Es por eso que, despu s de haberpasado po r ese son deo de la experimentacin psicolgica, trataremos de mostrar cuntoles falta a los hechos por desconocer la verdadera relacin del lenguaje a la inteligencia.Tomaremos otro esclarecimiento y, para partir de una experiencia que es enteramentediferente de la psicologa, tomaremos la experiencia literaria, e interrogaremos a "Alicia enel pas de las maravillas". Veremos el esclarecimiento a dar al estatuto del significante.

    9 de Diciembre de 1964

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    Agradezco a mi pblico por mostrarse tan atento en el momento en que retomo estoscursos.

    Comienzo por el por qu. En verdad esto es para m una parte de un problema que tratarde plantear en relacin al cual querra definir algo que llamara: cmo vamos nosotros atrabajar este ao. Digo "vamos nosotros" no concibiendo que mi discurso se despliegueen una abstraccin profesoral, de la cual, despus de todo, poco importara quienaprovechara de ella bien o mal, ni por qu va.

    Me he informado por esos ecos que justamente en razn de la especificidad de mi posicinno tardan nunca en llegarme que, la ltima vez, yo haba sido didctico. En fin; que sobreese particular se me acordaba un buen punto de progreso. Eso no es cierto pero, sinembargo, me parece que les he preparado, si pudiera decirlo, pues introducir el problemaque nos va a ocupar de entrada este ao, el de la relacin del sujeto al lenguaje, como lohe hecho, por ese no-sentido y permanecer all, sostener su comentario, la cuestin,suficiente tiempo para hacerles pasar por vas, desfiladeros que podran anular con unrevs de la mano, en cuanto al resultado, no en cuanto al valor de la prueba, para, al final,hacerles admitir, dira casi desde mi punto de vista hacerles pasar la muscada de unarelacin distinta, aquella cuyo sentido es soportado por las dos frases escritas en elpizarrn.

    No puedo ms que felicitarme de que algo de un tal discurso haya llegado a su fin: si esverdad que existe la grieta (faille) cuya formulacin he comenzado la ltima vez entre algoque nosotros asimos en el mismo nivel en el que el significante funciona como tal, y comolo he definido: el significante es lo que representa al sujeto para otro significante. Si esverdad que esta representacin del sujeto, que eso en lo cual el significante es surepresentante, es lo que se presentifica en el efecto de sentido y que haya entre eso todolo que se construye como significacin, esa suerte de campo neutro, de grieta ( faille), depunto de azar, lo que se reencuentra no se articula enteramente de modo obligado, asaber: lo que vuelve como significacin de una cierta relacin, que falta definir, delsignificante al referente, En ese algo de articulado o no en lo real, sobre lo cual , esviniendo, digamos, a repercutirse, por no decir ms por ahora, que el significante engendrael sistema de las significacines. Hay all, sin duda, para aquellos que han seguido midiscurso del pasado, acentuacin nueva de algo de lo cual podrn sin duda reencontrar ellugar en mis esquemas precedentes y hasta ver all que aquello de lo que se trataba en el

    efecto del significado donde tena que conducirlos para sealarles el lugar en el momentoen que el ao pasado, les di el esquema de la alienacin, que ese referente exista, peroen otro lugar; que ese referente era el deseo en tanto estaba instituido en la formacin, enla institucin del sujeto cruzndose en alguna parte en el intervalo entre los dossignificantes esencialmente evocados en la definicin del significante mismo.

    Aqu no el sujeto desfalleciendo (dfaillant) en esta formulacin de lo que se puede llamarla clula primordial de su constitucin, sino ese signif icado ya en una primera metfora quepor la posicin misma del sujeto en vas de desfallecimiento, haba d e ser reemplazado porla funcin del deseo. Frmula restallante para designar toda suerte de efectos genticosen nuestra experiencia analtica, pero frmula relativamente oscura si vamos a ubicaraquello de lo cual se trata en fin de cuentas: esencialmente de la validez de esta frmula y,para decir todo, de la relacin del desarrollo, tomado en su sentido ms amplio, de larelacin, de la posicin del sujeto, tomado en su sentido ms radical en la funcin del

    lenguaje.Estas frmulas, producidas de un modo ms aforstico que dogmtico, son dadas comopunto de apoyo a partir de las cuales puede seriarse la gama de las formulacionesdiferentes que son dadas a todos los niveles donde esta interrogacin intenta proseguirsede un modo contemporneo, ya sea por el lingista, el psico-lingista, el psiclogo, elestratega, el terico de los juegos, etctera.

    El trmino que yo anticipo, el del significante representando al sujeto para otrosignificante, tiene en s mismo algo de exclusivo que recuerda - para dar otra va, encuanto al estatuto a dar a tal o tal nivel del significado - que algo, seguramente, esarriesgado, que ms o menos anula, franquea una cierta grieta y que antes de dejarsetomar all convendra mirarlo dos veces. Es ms; es posicin , yo dira casi imperativa que,con toda seguridad no puede sostenerse ms por intentar una referencia que no slo

    encuentra su recurso en un desarrollo adecuado de una teora adaptada a los hechos, sinotambin encuentra su fundamente en una estructura ms radical. Lo mismo que aqullosque han podido seguir lo que pude desarrollar hace tres aos en un seminario sobre laidentificacin, no deja de tener relacin con lo que les introduzco ahora. Fui conducido a lanecesidad de una cierta topologa que me ha parecido imponerse, surgir, de esta mismaexperiencia, la ms singular, a veces hasta la ms confusa, que fuera aqulla con la cualtratamos en el psicoanlisis, a saber: la identificacin.

    Seguramente esta topologa es esencial a la estructura del lenguaje. Hablando deestructura, no se puede dejar de evocar la primera distincin, yo dira primaria: que tododesarrollo en el tiempo que debemos concebir en el discurso, si es algo que el anlisisestructural tal como se ha operado en lingstica est hecho para revelarnos, que estaestructura lineal no es de ningn modo suficiente para dar cuenta de la cadena del

    discurso concreto, de la cadena significante que no podemos ordenar, acordar, ms quebajo la forma que se llama de escritura musical; un pentagrama es la nocin que tenemosque decir - desde entonces la cuestin de la funcin de esta segunda dimensin , de cmoconcebirla - es algo que nos obliga a la consideracin de la superficie y bajo qu forma ,aqulla hasta aqu formulada en la intuicin del espacio tal como puede inscribirse de unmodo ejemplar en la esttica trascendental , o si es otra cosa, esta superficie teorizada alnivel de las matemticas, de las superficies tomadas bajo el ngulo de la topologa. Si estepentagrama sobre el cual conviene inscribir toda unidad de significante , toda frase en suscortes, cmo, en las dos extremidades, ese corte viene a estrechar ese pentagrama?Digamos que hay en este lugar m s de un modo de interrogarse; qu hay fagot y fagot!

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    Seguramente no es demasiado pronto para, ante esta est ructura, replantear la cuestin desaber - lo que hasta el presente ha pasado por ir de suyo - si el tiempo se reducira a unasola dimensin.

    Pero dejmoslo por el instante, y para atenernos a esta curiosa fluctuacin al nivel de loque puede ser esta superficie siempre indispensable para toda nuestra ordenacin, sonprecisamente estas dos dimensiones del pizarrn las que me hacen falta. Entonces esvisible que cada lnea no tiene nunca una funcin homognea con las otras. Simplemente,en primer lugar, para quebrantar el carcter intuitivo de esta funcin del espacio en tantoque ella puede interesarnos, les hara destacar que, en esta primera aproximacin a unacierta topologa muy estructuralmente de lo que adviene del sujeto en nuestra experiencia,recuerdo que aquello a lo cual haba sido llevado a s ervirme, es algo que no toma partidode un espacio que parece de tal modo integrado a nuestra experiencia y que puededecirse que cerca de este otro, merece el nombre de espacio familiar y particular, tambin.Que haya un espacio menos imaginable con el cual sea necesario familiarizarse. Unoreencuentra all igual ausencia de posicin que en lo que he tratado de introducir laprimera vez. Djenme conducirlos aqu bajo la forma de esta suerte de juguete, algo delcual reencontraremos, quiz, ulteriormente, la forma.

    Estos elementos topolgicos, para hablar de aqullos sobre los cuales he puesto elacento, el agujero, el toro, el cross-cap, estn verdaderamente separados por una suertede mundo distintivo con formas. Llammoslas como los guestalistas, de los cuales esnecesario decir que son llevados por el desarrollo de una geometra, pero t ambin de unasignificancia. Las metamorfosis del crculo de G. Poulet Hay otros de ellos, otros que

    recuerdan que la significancia de la esfera ha dominado todo un pensamiento, no en verlaculminar en un poema dantesco, hasta con lo que podemos reportarle lo que es de sumundo; el cono, implicando la generacin de todo lo que ha sido confirmado en lageometra de la seccin cnica. Hay all un mundo que introduce las referencias a lascuales haca alusin.

    Les mostrar un ejemplo interrogndoles sobre l. No tomar ninguna de esas estructurastopolgicas que he enumerado porque son demasiado complicadas para nuestro objeto.Tomar la forma ms familiar que todo el mundo termina por entender: la banda deMoebius.

    Su forma podra ser, en el comienzo, un segmento de cilindro por el hecho que al mismotiempo se hace el tiro en la pared utilizando trminos que van a atravesar la materia. La

    inversin culmina en la existencia de una superficie cuyo punto ms destacable es elhecho que ella no tiene ms que una cara . A saber: que de cualquier punto que se partase puede llegar, por un camino que permanece sobre la cara de donde se ha partido, aalgn punto que podra hacernos creer que es una cara y la otra. No hay ms que una. Notiene ms que un borde.

    Esto supondra la anticipacin de toda clase de definiciones: la de la palabra borde, que espara nosotros de gran utilidad.

    Lo que quiero hacerles notar es esto:- que ser algo a considerar por los ms novicios -pueden ustedes prever lo que ocurre si se corta esta superficie en dos,

    longitudinalmente? Eso da el siguiente resultado: no la superficie dividida, sino una bandacontinua, la cual tiene la propiedad de poder reproducir la forma de la superficie primerarecubrindose ella misma. Es, en suma, una superficie que no se puede dividir, al menosal primer golpe de tijera.

    Otra cosa es ms interesante y que ustedes , pienso, no habrn encontrado en los libros.

    Se trata del siguiente problema: estando constituida la superficie, puede, quiz, estardoblada, recubierta por otra que viene a aplicarse exactamente sobre su forma? Es fcilpercibir, haciendo la experiencia, que al doblar una superficie exactamente igual a laprimera la que aplicaremos sobre ella, llegaremos al resultado que la terminacin de lasegunda banda se enfrentar a la otra terminacin de la misma banda, pero esas dosterminaciones no podrn reunirse ms que atravesando la primera superficie.

    Esto no es evidente y se descubre en la experiencia. Es estrechamente solidario del primerresultado. Este cruce necesario en la superficie por la superficie que la redobla; he ahalgo que puede parecernos muy cmodo para significar la relacin del significante alsujeto.

    Quiero decir, el hecho siempre a recordar, que el significante en ningn caso, salvo aldesdoblarse, podra significarse a s mismo. Punto muy frecuentemente olvidado, sino,siempre olvidado!

    Por otra parte, que es quiz ligado a esta propiedad topolgica que debemos buscar ese

    algo de inatendido, de fecundo, en la experiencia que podemos reconocer en todos puntoscomparable a un efecto de sentido.

    Llevando ms lejos este asunto, si continuamos la c obertura de nuestra superficie, primerabanda de Moebius, superficie que es estrictamente el doble , llegaremos a envolverla pordentro y por fuera. Esto es lo que est realizado. Al medio hay una superficie de Moebius yalrededor una superficie del tipo de la superficie desdoblada cuando se la corta y que larecubre por fuera y por dentro. Pero ustedes constatan que estas dos superficies estnanudadas.

    Esto para darnos la idea que la cadena significante, como las metforas, alcanzan un fin,que previamente no creen avistar; que ella tiene un sentido ms pleno que el quesuponemos al principio, donde ella implica eslabones que se encajan. Algo como una

    hesitacin ante el carcter un poco distante en relacin a los problemas que acabo deabordar aqu. Por otra parte la divisin del campo que puede aportar esta estructura, si lacomparamos a la superficie que la completa en el cross-capy que es un plano dotado depropiedades especiales, no es slo torsionado, sino algo de lo cual no se puede ms quedecir que comporta su juntura eventual para una superficie de Moebius: el ocho interior.

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    Un crculo que tiene la forma de un corazn, la parte derecha viene a apoderarse de laizquierda. Est claro que los bordes son continuos y la relacin de paralelismo en la cualentra la relacin para impulsar los bordes permitiendo ubicar una superficie como la bandade Moebius.

    Siguiendo el espacio entre los bordes enfrentados, tendrn una suerte de retorno de lasuperficie que es lo que les quiero destacar: la definicin mism a de la banda.

    Si contemplamos esta superficie con la otra, qu ocurre? Es que la superficie de Moebiuscorta la dicha superficie en un punto donde la localizacin importa poco, pero que por laadicin se revela ms evidente. Qu quiere decir? Es que, eventualmente, nosotros nosponemos a hacer funcionar un corte tal pero en el lugar en que la lgica de clase tomadaen extensin se sirve de ello: los llamados crculos de Euler. Podramos poner enevidencia ciertas relaciones esenciales, pero el discurso no me permite llegar hasta el fin.

    Sepan que lo concerniente a un silogismo como el de :

    Todos los hombres son mortales.

    Scrates es un hombre.

    Scrates es mortal.

    Silogismo del cual espero que haya aqu cierto nmero de orejas que quieran admitir otra

    cosa que la significacin, o sea, que existe lo que he llamado el sentido. Este silogismotiene algo que nos detiene y por otra parte que la filosofa no ha sorteado nunca deentrada, que no est en ninguna parte en los analticos de Aristteles; algo que estarabien guardado. No porque fuera el sentimiento de deferencia, de respeto que lo impeda,en un pensamiento en juego con el comn de los hombr e. No se ha sabido que el trminoScrates, en su contexto, pueda ser introducido sin prudencia. Henos all llevados alcorazn pleno de una cuestin del orden de las que nos interesan. Es singular que en unmomento de florecimiento de la lingstica la discusin sobre lo que es el nombre propioest enteramente en suspenso.

    Quiero decir que si han aparecido ya toda clase de trabajos destacables sobre la funcindel nombre propio, a la vista de lo que parece ir de suyo del primer significante, ladenominacin , la cosa que golpea.

    Es que al introducirse en uno de los desarrollo ms diversos, ms categorizados que sonimpulsados sobre un tema que tiene un valor fascinante para todos los que se hanaproximado a ello, aparece , para cada autor, que lo que han dicho los otros es de unagran absurdidad.

    He all algo que est precisamente destinado a retenernos y dira a introducir ese pequeorincn, ese pequeo sesgo en la cuestin del nombre propio; algo que comenzara, muysimplemente , por esto: "Scrates". Hasta el final, no habra medio de evitar este primerresorte. Scrates es el nombre de aquel que se llama Scrates. Lo que no es decir lamisma cosa, pues est el Scrates de los compaeros, el Scrates de Ignotos que se

    extiende a la funcin del nombre propio. Que el nombre propio es una designacin delindividuo como tal, no es suficiente.

    Qu es el uso? No es la cuestin de lo que se anuncia en el nombre propio. Ustedes medirn : "Dgalo!". All est la objecin que debemos hacer al Scrates mortal. Pues lo quese anuncia en Scrates est en una relacin enteramente privilegiada: la muerte .

    Pues si existe una cosa de la cual estemos seguros es que la muerte, l la hademandado. O bien , acepten la atopa(4), o mtenme. Esto sin equvoco ni ambigedad.Slo el uso de nuestro pequeo crculo nos permite, inscribiendo de l el circuito de losbordes : Scrates es mortal. Consideren la funcin de esas frmulas. La conclusin es loque nos va a permitir volver a partir un campo de significacines donde parece natural queScrates est all en paralelismo.

    Un campo del sentido que recubre el primero y por donde se plantea la cuestin, paranosotros, de si es necesario saber, si es necesario dar, al "es un hombre" el sentido derecorte de la significacin, a saber: si ser un hombre es demandar la muerte.

    De no hacer intervenir ms que significantes, es la entrada de lo que Freud ha introducidocomo pulsin de muerte.

    He hablado de Dante, de la topologa introducida en su poema. Si Dante volviera seencontrara, - al menos en los aos pasados - habra encontrado conveniente miseminario. Quiero decir que no es porque para l todo venga a pivotear alrededor de la

    substancia y del ser, alrededor de lo que se llama el punto; el punto que es a la vez puntode extensin y de desvanecimiento de la esfera. No habra encontrado mayor inters en elmodo en que hablamos del lenguaje.

    Antes de "La Divina Comedia"escribi "La Vita Nuova"acerca del problema del deseo. En"De vulgari eloquentia"' manifiesta sin ninguna duda, con impases, puntos de fugaejemplares por los cuales sabemos que no es necesario ir. Ha manifestado el ms vivosentido del carcter primitivo del lenguaje, del lenguaje maternal oponindolo a todo lo queera en su poca: atadura, retorno a un lenguaje sabio, compara de antemano (premption)de la lgica sobre el lenguaje.

    El lenguaje es cerrado, como dice Piaget. Todo reposa sobre la falsa ruta donde elextravo, las bsquedas, manan en cuanto a la acumulacin, en cuanto al agrupamiento.

    Todo reposa sobre el desconocimiento del orden que existe entre el lenguaje y la lgica.

    Todo el mundo reprocha a esas salidas, especialmente a las de Aristteles, el serdemasiado gramaticales. No es slo all que ellas nos indican que es de all que parten.Hablo de las formas ms refinadas, las ms depuradas que hemos encontrado, lalogstica, etc.

    La cuestin para nosotros no es la de instalar este orden del pensamiento, este juego puroy de ms en ms cerrado, que llegamos a poner a punto. No el sustituir al lenguaje, quierodecir creer que el lenguaje no es ms que un slo tratamiento en el primer plano denuestra experiencia analtica. El orden del lenguaje no es objecin para que Dante,

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    contrariamente a los gramticos de su poca, vea la importancia de la " lingua" gramtica.Es esta gramtica la que importa y nos permite reencontrar la lengua pura. Esta es toda ladiferencia que habra entre el modo de abordaje de Piaget y el que Vigotsky prosigue ensu obra hasta la poca en que l muere en 1934, a los 38 aos. Es necesario leer eselibro. Es necesario que alguien se encargue de esa obra con algn otro, de hacer suesclarecimiento, la luz de grandes lneas de referencias que son aqullas a las cualeshemos de dar su estatuto. Lo que lleva agua a mi molino es que ellas responden all de unmodo ms o menos ingenuo.

    Si ese libro y el mtodo Vigotsky introducen una separacin tan evidente en los hechos,uno se sorprende que, en el ltimo artculo aparecido del seor Piaget, l se mantengaduro como acero aunque responde con un pequeo factum o mirada, a la funcin dellenguaje. Esto es que l tiende, ms que nunca, a que el lenguaje de conceptos en elnio- sin duda ayuda a su desarrollo- encuentra all su lmite. El lenguaje no est all msque como ayuda, instrume nto secundario, y no se com placer ms que en poner siempreen relieve, a partir del interrogatorio del nio, su uso inapropiado.

    Todo el uso muestra, al contrario, que si hay algo sorprendente en el lenguaje del nio, esla anticipacin de ciertos elementos del lenguaje que slo despus debern aparecercomo accin.

    Es la precisin de las partculas, de pequeas frmulas, de "quiz no", de "pero an",hasta mostrando con un poco de fresc ura que permitira decir que la estructura gramaticales correlativa de las primersimas operaciones del lenguaje. Qu quiere decir, s ino que lo

    que importa no es ver lo que ocurre en el espritu del nio, que es algo, y que con eltiempo se realiza?

    Es que si ciertos estadios, etapas, son de destacar en su adecuacin al concepto,veremos que Vigotsky ha planteado su interrogacin en forma diferente, que l percibeque hasta un manejo riguroso del concepto le denota, quiz, en ciertos signos falaces, q ueel verdadero manejo del concepto es alcanzado sin extraer consecuencia de ello, en lapubertad. Lo importante ser extraer lo que es, para l, la fuente de percepcin demasiadorica de lo que el nio hace espontneamente con las palabras, sin las cuales no hayconceptos. Qu hace l con las palabras que emplea mal en relacin al adulto que loalienta? Qu es lo que en l corresponde de dependencia al significante al mismo nivelen que van a reintroducirse, por la retraccin, los conceptos? Qu es lo que hace conuna palabra que parece un concepto?

    Quiero decirles que vemos reaparecer el alcance, en toda su frescura, de lo que Darwindescubri: el nio al comienzo del lenguaje tiene algo de fonetizado: "coin coin", que esel significante, el grito del pato. El va a transportar el "coin coin" del pato al agua en lacual chapotea, del agua y de todo lo que puede relacinarse con ella y que termina pordevenir una unidad monetaria que est marcada con el signo del guila acuada (frappe)por los Estados Unidos.

    En muchas materias, la primera observacin es la que acua ( frappe). Esos dos extremosdel significante que son el grito por donde, quiz el pato se seala. Que comienza asealarse, cmo? Es un concepto? Es un nombre? Pues si existe un modo de

    interrogar la funcin de la denominacin es el de tomar el significante como algo que sepega y que culmina en otra c osa de la cual yo no c reo que sea azar de los reencuentros.

    Que haya conciencia del nio de que eso sea una moneda en la cual ello se ata al fin, noveo all ninguna confirmacin psicolgica. Digamos que veo all el augurio de lo quesiempre gua el trabajo, cuando ste no se deja trabar en su va por el prejuicio.

    Es Darwin quien nos muestra los dos trmino s extremos alrededor de los cuales se anuda,se sita y se inserta, por problemtico que sea, el grito, de un lado, y del otro la funcin dela moneda. Trmino olvidado en los trabajos de los lingistas y del cual est claro queantes ellos, y en aquellos que han estudiado la moneda, en sus textos, se ve venir bajo supluma, la referencia al lenguaje.

    El lenguaje significante como garanta de algo que supera infinitamente el problema de laobjetividad y que no es ese punto ideal - donde podramos ubicarnos- de referencia a laverdad.

    Este ltimo punto de discriminacin; el tamiz, la criba a aislar, la proposicin verdadera. Esde all que parte el principio de toda la axiomtica de Bertrand Russell ("PrincipiaMathematica"). Lectura fascinante si son ustedes capaces de sostenerse al nivel de lapura lgebra. Bien que el beneficio no sea absolutamente decisivo.

    Esto no es nuestro asunto. El nuestro es el anlisis que hace del lenguaje. Hay ms deuno en las obras de Russell ("Significacin y verdad", Flammarion), donde vern que al

    interrogar all las cosas bajo el ngulo de esta pura lgica, B. Russell concibe el lenguajecomo una superposicin, un tablado de nmero indeterminado, una sucesin demetalenguajes. Cada nivel proporcional estando subordinado al control, en la reposicin dela proporcin en un escalonamiento supe rior, como proporcin, prim era puesta encuestin. Esquematizo.

    Esta obra es ejemplar en que impulsando a su ltimo trmino, lo que llamar la posibilidaddel metalenguaje, demuestra su absurdo - precisamente en la afirmacin fundamental dela cual partimos aqu - no hay metalenguaje. Toda relacin comprende all el aporteestructuralista en lingstica, que est l mismo incluido, dependiente, secundario, enprdida por relacin al uso primero y puro del lenguaje. Todo desarrollo lgico, cualquieraque sea, supone un lenguaje en el origen del cual se ha desprendido. Si no nossostenemos firmes en ese punto de vista, todo lo que planteamos aqu como cuestin ,

    toda la topologa que hemos desarrollado es vana y ftil y no importa quin -Piaget,Russell- haya respondido. Lo ms penoso es que ellos no llegan a entenderse ni entreellos ni con los otros.

    Qu hago aqu? Por qu prosigo este discurso?

    Lo hago por estar comprometido en una experiencia que lo necesit a absolutamente. Comopuedo proseguirlo en tanto que, por las mismas premisas que acabo de reafirmar, nopuedo sostener este discurso ms que en un lugar esencialmente precario, a saber:asumo esta enorme audacia de la cual experimento, cada vez, la sensacin de arriesgartodo, este lugar insostenible que es el del sujeto.

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    No hay nada comparable con ninguna posicin llamada de profesor. Quiero decir que laposicin de profesor , en tanto que pone entre el auditorio y l una barrera intermedia,muralla, y es precisamente lo que lanza el espritu sobre las vas que son aqullasdenunciadas, de Piaget. Hay un problema de psicoanlisis . Ustedes lo s aben. El arriba acosas bastante cmicas- hasta dira falsas-. Que haya podido ocurrirme tener durante tresaos en primera fila del seminario en Sainte Anne, a un espetoncillo (brochette) depersonas que trabajaba activamente en que yo fuera excluido de su comunidad. Esta esuna posicin extrema para la cual he recurrido a una dimensin precisa que llamo la farsa.

    Hay otro modo, como el de Abelardo.

    Se trata de un incidente un poco grueso que puede pasar en las sociedades analticas.Por qu ocurri esto? Porque si la frmula de la relacin del sujeto al sentido, esverdadera puede representar el sentido justo para el analista y en la medida en que l larepresentar efectivamente con el tiempo, ms y ms el analista coincide en esta posicin,en esta medida, quiero decir, al nivel de los mejores. Juzguen lo que l puede ser para losotros. Los psicoanalistas en las comunicaciones normales no se comunican entre ellos.Quiero decir que si el sentido es all mi referencia radical, lo que ya he aproximado en otraspartes, es de carcterizar un orden que es ciertamente comunicable, pero no codificableen los modos actualmente recibidos de la comunicacin cientfica que voy a puntualizarbajo el trmino del no-sentido, como siendo la cara helada donde se marca este lmiteentre el afecto del significante y lo que le vuelve por reflexin , devienen significados. Enotros trminos; si hay un no sentido (pas de sens), jugando con la ambigedad del no

    (pas) negacin y paso (pas) de franqueamiento, nada prepara al analista para discutir desu experiencia con su vecino. Es la dificultad que salta a los ojos de la institucin de unaciencia psicoanaltica. En este impasse que, manifiestamente, debe ser resuelto pormedios indirectos, a este impasse suplen toda suerte de artificios y es precisamente alldonde se halla el drama de la comunicacin entre analistas. Pues con seguridad est lasolucin de las "palabras maestras". De tiempo en tiempo, eso aparece, no a menudo.

    M. Klein ha introducido un cierto nmero de ellas. Yo mismo, el significante. Es sta quizuna palabra maestra? No, justamente, no. Dejemos. La solucin de las palabras maestrasno es una solucin, aunque eso sea aquello con lo cual - para una buena parte - uno secontenta.

    Si anticipo esta solucin - es sobre la traza en que estamos hoy - no hay ms que

    analistas que tengan necesidad de encontrar. A Bertrand Russell, para reencontrar sulenguaje bblico, le hace falta una base. Ha inventado un lenguaje-objeto.

    Hay un nivel en que el lenguaje es un puro objeto. Les desafo a anticipar una puraconjuncin de significantes que pueda tener esta funcin. Buscaremos palabras maes trasal cabo de la cadena. Cuando les hable de ello en la teora analtica, sern palabras comoaqullas.

    Est claro que una significacin a dar a ese trmino, no es sostenible en ningn sentido. Elmantenimiento del no sentido, la utopa socrt ica es indispensable en esta bsqueda. Paraproseguirla y en tanto que su va no est an trazada, el rol de aqul que asume no ya el

    rol del sujeto supuesto saber , sino de ese riesgo, el lugar donde falta, es un lugarprivilegiado y que tiene derecho a cierta regla del juego. Para aqullos que acaban deescuchar que algo no est hecho del uso de las palabras qu e anticipa lo que se llama fal samoneda.

    Un uso imperceptiblemente desviado de tal o cual trmino, que en el curso de los aos,que he conducido, me ha sealado a aqullos que trabajaban en mi proximidad y quecaeran en el camino. Es por ello que no quiero dejarlos sin haberles indicado lo que h aceal objeto de mi discurso. Se puede proseguir esta bsqueda para el psicoanlisis. Demantenerse en esta regin que no tiene frontera, porque su interior es la misma cosa quesu exterior. Se puede proseguir esta bsqueda en lo concerniente al agujero del lenguaje.Se la puede proseguir pblicamente, pero ello importa que exista un lugar donde esnecesario que yo tenga la respuesta de lo que ha advenido de mi seminario, que esotenga lugar en la medida en que mi auditorio se ha ampliado.

    He tomado la siguiente disposicin: los cuartos y quintos mircoles, en que tengo el honorde entretenerlos, sern sesiones cerradas. Eso no quiere decir que alguien sea excluidode ellas, pero s que ser admitido por pedido.

    Desde el cuarto mircoles de Enero, toda persona que se presente aqu - no hay raznpara que ellas no sean numerosas - pero no es seguro que todas las personas que estnaqu me lo demanden.

    La relacin S, el punto D - de los cuales algunos conocen la existencia - tienen en un

    discurso como el que aqu prosigo, la funcin anloga, aunque inversa, a la relacinanaltica. Se plantea como estructurante, sano y normal, que en un cierto tipo de trabajosparticipen aqullos que lo demanden. Har mayor apertura. Esto es armados de una cartasubrayando que en esta demanda yo he accedido.

    Trabajaremos segn un modo en e l cual dar a algunos la palabra en m i lugar.

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    16 de Diciembre de 1964

    Si la psicologa, cualquiera que fuera su objeto, y ste mismo como sostenindolavanamente, pudiendo ser definido como nico; este objeto de algn modo pudindonos

    conducir, por cualquier va al conocimiento.Dicho de otro modo, si el alma existiera, si elconocimiento relevara el alma, los profesores de psicologa, los psiclogos enseantesdeberan reclutarse por los medios mismos por los cuales ellos aprehenden su objeto. Ypara ilustrar lo que quiero decir, ellos deberan realizar lo que ocurrira en una seccin delMusum(5), por ejemplo la conchillologa - ciencia de las conchillas - . Ellos deberanrealizar de un slo golpe el conjunto de personal enseante y la coleccin misma, elresumen de sus ttulos universitarios, revelando su proveniencia, como la etiqueta pegadasobre dicho ejemplar de conchilla. La experiencia prueba que no ha ocurrido hasta elpresente nada semejante.

    La tentativa de un Piaget que, hablando con propiedad, es la de hacer confinar de un

    modo bastante estrecho el proceso, el progreso del conocimiento efectivo con un supuestodesarrollo de algo supuesto, imaginado, de una esp ecie u otra, es algo que, de seguro, deun modo ciertamente anlogo, en tanto que ninguna fenomenologa del espritu porelemental que sea, puede estar all implicada, debera culminar en esta seleccin, en estacomparacin de muestras de la cual hablo, de la cual har el cociente intelectual, el nicoescalonamiento posible que responde de la integracin del funcionamiento de una ciertainteligencia.

    El objeto de la psicologa es tan poco unitario, por otra parte, que la traduccin de lapalabra arma al nivel de la cual sirve en una teora del desarrollo intelectual, esperfectamente insuficiente para llenar su empleo. Cada uno sabe que en otros registrosllegaramos a las mismas paradojas que aqullos que tienen de algn modo quereconocer, hasta administrar ese campo del alma . Ellos mismos deberan realizar algnmomento elegido de aquello que, al fin de cuentas, tendra que llamarse el alma bella.

    La ms profunda desconfianza fue arrojada por Hegel sobre esta expresin. Ella fueestigmatizada por la distincin penetrante que nos introduce por una de las puertas en ladialctica, impli ca que ella no se sostiene ms que por su mismo desorden.

    Est claro que en el reclutamiento que los psicoanalistas se imponen a ellos mismos, hayen todos los campos - que no puedo yo recorrer bajo el haz del proyector - un lugar que sedistingue por algo que se aproxima de un modo singular a esta hiptesis paradojal, y quela idea que hay que ensear es a dar cuenta de lo que es la praxis analtica y de lo queella pretende conquistar sobre lo r eal. Ese alguien, de un cierto mo do, es el mismo que se

    elige como siendo una muestra peculiarmente bien escogida de ese progreso.

    Sentirn muy bien que aqu se trata de otra cosa que de tpica. Que se trata de una ciertaprueba, tanto ms importante en precisar su alcance y sin ninguna duda el trminoidentificacin, que aqu se introducir. Dndoselo como trmino de la experiencia analtica,se dar un punto enteramente agudo a esta problemtica: a qu nivel se produce estaidentificacin? Al nivel de una experiencia particular, transmitiendo el analizado un ciertomodo de experiencia de aqul que lo ha analizado, tal como l mismo lo ha recibido.Cmo esas experiencias pueden referirse una en relacin a la otra? Hay siempre algoque supera al contrario, deja la puerta () a alguna superacin. Este es el nivel difcil deplantear el problema. Es all tambin donde es necesario plantearlo. Cmo loaprehenderemos si no es por la estructura de esta experiencia?

    De ningn modo, cualquiera fuera que pudiera afirmarse como sustantivo en el nivelanaltico. De ningn modo esto sirve de medida y los mismos analistas reiran si se lesdijera que lo que se trata de transmitir es el ideal del yo. La identificacin no puede seraprehendida en otra parte. Seguramente sabramos contentarnos con algo que faltara serejercido una vez en una cierta dinmica.

    Cmo encontrar lo que fuera, que no pueda resolverse ms que en una suerte deendogenia, de toma de conciencia de un cierto nmero de desplazamientos aprehendidospor el interior?. Pero, qu de aprehensible, qu de transmisible, qu de organizable, qu -para decirlo todo - de cientfico podra asegurarse sobre algo que volvera entonces, alnivel de una cierta masoterapia, de ejercicio tipo respiratorio, hasta de relajacin, de arte

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    primitivamente cercano de la esfera ms interna, de una prueba, al fin de cuentas,corporal? Es por eso que es tan importante tratar de aprehender aquello de lo cual puedetratarse en una experiencia que se anuncia, ella mis ma, como siendo de la dimensin msplena, que no deja de identificarse enteramente a algo tan absoluto como el hablar de laverdad; pero no puede, por otra parte, rehusar, en el nivel de sus resultados, de suexperiencia, de esta dimensin verdica, de algo de conquistado que se revela liberador,ms autntico que lo que existe en el nudo que se trata de liberar.

    Es por ello que vienen elementos de metfora a mi discurso que nos vuelve a llevar a loque hecho entrar aqu la ltima vez: este pequeo modelo que les aportaba bajo la formade la banda de Moebius, relacinndoles algo que es del orden de la topologa. S u emple oes de algn modo inmediatamente sugerido por esta simple distincin: debemos hacerms a partir de una prueba ingenua - en cuanto a su realismo - como la de Piaget.

    El instrumento de la inteligencia, modo de desconocer, que lejos de tratarse del objeto dela inteligencia, demuestra que se trata de la misma va, como se hace para que l subrayeque este instrumento sea tan inapropiado que el lenguaje dificulte a la inteligencia. Quizson difciles de relevar por la inteligencia los problemas planteados por el lenguaje, al niveldel puro y simple obstculo, de la pura y simple, inmediata realidad, aqulla contra la cualse choca. Reenviar esta inapropiacin del lenguaje a ese estado primitivo de lo que sellama el pensamiento, no es, verdaderamente aqu, ms que rechazar el problema sinresolverlo de ningn modo. Si el lenguaje es alguna cristalizacin impuesta a lainteligencia, cmo no sera evidente que la inteligencia no fuera el lenguaje? Sin duda,son los instrumentos ms hbiles al punto que hay dificultad en restituirlo. Todos los

    instrumentos que podem os tener de los primitivos son los ms precioso s. El lenguaje no lohubiera sido d e un modo anlogo si efectivamente fuera secrecin, prolongacin del actode inteligencia.

    Muy por el contrario, si hay algo que en una primera aproximacin querramos definir comosiendo el campo del pensamiento, - por qu no a ttulo provisorio? - es necesario partir dela inteligencia. Yo no dira que el pensamiento sea una frmula que se aplique a estosdiversos niveles de un modo descriptivo. Para tener el aire de una aproximacin, elpensamiento es la inteligencia ejercindose, lo cual se reencuentra en las dificultades quele impone la funcin del lenguaje.

    Lejos que pudiramos de ningn modo contentarno s con este primer esquema - sta es laprimera puerta para la lingstica - que har del primer lenguaje el aparato de alguna

    correspondencia biunvoca. Cualquiera que sea, no est claro que esta prosecucinmisma, de reducirla bajo la forma de la crtica, bajo las formas positivistas y tomar paratodo empleo al significante, el acceso de las significacines diferentes connotadas, quepermitirn tener un discurso, un dilogo sin ambigedad . Tal palabra es aportada noviendo todo lo que aporta el lenguaje de fecundidad, hasta de puro y simplefuncionamiento. Conocer no como operar sobre esta suerte de conjuncin, de aparato dealgn modo preformado que, despus del cual, no tendr amos ms que leer la solucin deun problema.

    Quien no vea que esta operacin es la que c onstituye la solucin del problema biunvoco,esto es lo que se trata de obtener al trmino de nuestra bsqueda. Haciendo plantear esto

    en su ms simple introduccin, abordando la dificultad del problema, vemos que, si laaproximacin lingstica, recientemente se me interrogaba sobre este empleo delsignificante y del significado, que como yo responda pareceran ser palabras que secomienzan a escuchar en todas las esqu inas de las calles en que son usadas

    Puestos por delante en los lugares ms comunes, en los meetings, introducidos por elestoicismo, signare-signatum(6) puede verse la raz ms lejana. Es suficiente aproximarsea las funciones del lenguaje para ver introducirse all ciertos tipos de divisin, que viven enalgo enteramente radical, del hecho que en ese radical estamos de tal modo implicados,que estamos sujetos a no estar ms que implicados en este nivel radical, y de un modo,sin embargo que nos permite ver en qu estamos implicados y esto no es otra cosa que loque se llama: la estructura. La am bigedad que aprehendemos y de la cual les har seguirla traza en el campo ms favorable para manifestarla, entre el sentido y la significacin,nica capaz de jugar con el tornasol que podra ser, en rigor, un tornasol del sentido.

    Es por eso que en este nivel se resuelven las contradiccines patentes a revelarse encuanto al propsito de las mismas palabras, por ejemplo, de lo que se llama el nombrepropio. Ustedes ven poder ligarse lo que existe de ms indicativo, de ms arbitrario. Enuno, lo que hay de ms concreto, en otro lo que parece ir en sentido opuesto, lo que hayde ms vaco; en uno lo ms cargado de sentido, en otro lo que hay de ms desprovisto.Entonces vern que en un cierto registro, la funcin del nombre propio, por lo que esenombre indica, no es como dice Bertrand Russell, una palabra para lo particular.Seguramente, no.

    Pero, retomemos.

    Querra ilustrar la funcin de la tautologa. He hablado de realidad ingenua. Opondr a elloun modo bajo el cual el materialismo est an en nuestro discurso como una referenciamuy poco explorada. El materialismo consiste en no admitir como existentes ms quesignos materiales. Eso hace crc ulo? No ms. Eso sugiere un sentido. La mater ialidad noest seguramente explicada. Quin de nosotros se sentira bien, en nuestros das,contento, explicndolo como una esencia, una substancia ltima? Que ese trmino seaaqu expresamente llevado sobre los signos, siendo estos referencia radical. He dicho queellos representan cosas para alguien. He ah que, a la vez nos dan el modelo de lo que uncierto tipo de referencia aparentemente tautolgica - pues he dicho que el materialismo eslo que nos plantea lo existente y lo que nosotros tenemos por signos materiales, nohabiendo aflorado aqu el sentido del trmino materia - nos muestra bajo una figura

    ejemplar, paradigmtica, la utilidad de este pequeo nudo del cual les he hecho elcontorno el otro da. Ese doble punto original que est dibujado como siendo el crculointroductorio de la funcin. Sea ella significante o signo, est all para mostrarnos que nopodemos servirnos de ella como de cualquier cosa; que de algn modo podra reducirs e altrmino de una referencia puntual.

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    Si ese trmino es favorable a la aprehensin mtica de su estrechamiento hasta algnpunto cero, siempre resta algo de irreductible en una estructura, que no podra nadificarseencerrarse sobre s misma.

    Aqu aliento el hecho que esto no haya cado en el vaco. Puedo darme cuenta que lo quehe aportado sobre la banda de Moebius para dar el esclarecimiento que comienza aimpulsar a los ms, al punto que da su valor ejemplar. Hago notar desde entonces laimplicacin . Es Saussure quien, hablando del significado - cada uno sabe que l no hahablado de ello de un modo definitivo, lo cual no sera ms que en razn de las

    ambigedades que se habran precipitado en la puerta de su teora en ese punto - lo mseficaz que ha dicho de ello es que, a la mirada del significante, el significado se presentaen la relacin del reverso al anverso, o inversamente. Seguramente hay algo de este ordenque se nos sugiere por la existencia del signo semntico, del signo del lenguaje .Seguramente se cierra del modo ms estrecho en el anlisis fontico. Es posible hablardel elemento sonoro sin considerarlo estrechamente ligado, a la significacin?

    Reencontramos aqu la ambigedad de las significacines del sentido.

    Si este ao he recogido en mi discurso este ejemplo de una obra de gramtica, que era unejemplo del cual les mostrar que cualquiera que fuera ese esfuerzo hacia la semntica,no lo era sin llevar un sentido. Les he hec ho sentir las dos vas en las cuales era necesariobuscarlo, lo que se llama aqu, sentido. Que uno no era sin el otro.

    Que uno, en las vas de la signific acin, lo era en la medida en que nosotros operamos poralguna va. No es indiferente destacarlo - es por eso que yo he elegido el ejemplo en unalengua extranjera, es traducindola al francs que llegar a hacer surgir todo lo que yoquiera, por procedimiento operatorio, como prestidigitador -.

    Otra cosa era la otra direccin, cerrar el punto de aprehensin de encanto poticoindicando que se trataba de otra dimensin; dejarla en la bruma potica, sera insuficiente.Esto nos lleva a la propiedad de esta superficie singular que tiene en cada punto underecho y un revs. Lo importante es que se puede llegar desde algn punto de este lugaral punto correspondiente del reverso.

    Les he dicho que el significante estaba estructurado sobre la superficie de Moebius. Essobre la misma cara, constituyendo derecho y revs, que podemos reencontrar el materialque se encuentra estructurado en la oposicin fontica, ese algo que no se traduce, peroque pasa de un significante al otro en su funcionamiento . En el funcionamiento dellenguaje, hasta el ms azaroso - esto es lo que demuestran algunas experiencias poticas- algo pasa . Es all que est el s entido. Segn el modo en que ello pase, es diversamentepuntuado.

    Es ello lo que nos permite una localizacin exacta de una experiencia, que por el slohecho de ser una experiencia de palabras artificiales, estructuradas por condiciones quedesvan el discurso, debe ser ubicado lo que he llamado este uso del lenguaje, por algo,por alguien, sujeto, paciente, que son tomados all.

    Voy a introducir hoy una de esas formas topolgicas, una de esas formas fundadas sobrela superficie. Voy a introducirlos en esta funcin, pues pienso que, cuanto menos, habrnescuchado hablar de la botella de Klein. Retommosla, apropim onos de ella. Una botellade Klein.

    Les recuerdo que he introducido esta dist incin: el espacio en tres dimensiones es algo noclaro del todo y, antes de hablar de l, como de estorninos, ser necesario ver, bajo quformas diversas debemos aprehenderlo. Justamente por la va matemtica, que esesencialmente combinatoria. Otra cosa es sostener el asunto, a resolver, con las formasque se podran llamar de revolucin de una superficie. Qu nos da despus? No otracosa que un volumen. No es por nada que eso se llama as. Porque est fabricado sobreel modelo, no es al azar de algo que es una superficie enrulada. Una superficie, hagan deello un rulo, eso llena el espacio. Des pus de haberlo aprendido se divertirn con eso.

    El crculo girando alrededor de un eje. Eso hace una esfera.

    Hagan un tringulo por una lnea que corte los dos lados. Tendrn un cono. Una seccinde cono o un cono infinito, segn el caso. Hay cosas que no se comportan enteramentecomo eso que ocurre al sostener el espac io, y que lo hacen muy bien.

    Hay tres formas fundamentales: el agujero, el toro el cross-cap. Se los he dicho.

    El toro no es complicado.

    Tomen un anillo, una cmara de aire, comiencen a plantearse pequeos problemas en suscabezas. Hganle un corte. Si ustedes no han reflexionado sobre el toro, dganme :Cuntos pedazos se harn? Lo que prueba que no son objetos de una intuicininmediata. Les quiero destacar cmo, de un modo simple y combinatorio se construyenesas figuras.

    La forma ms elemental que pueda sernos dada es la de una figura de cuatro lados loscuales estn vectorializados. Qu significa vectorializacin? Significa que unimos lo quese llama aqu un borde, que es en el sentido de la vectorializacin que un punto ser unidoa otro que es correspondiente de un m odo ordenado. Que un punto b ser unido al puntob'. Lo mismo para las cuplas de los otros lados de la mencionada constr uccin.

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    No hay cuadrado aqu ms que para la inteligibilidad del ojo guestaltista de la figura. Si yohiciera de este otro modo sera semejante.

    Un toro se construye suturando un lado con el otro, bajo la forma del cilindro. Si ustedessuponen que el espacio, el intervalo, tiene una funcin cualquiera - hay gente como SantoToms que queran llenar las cosas con su dedo - si ustedes quieran llenarlo, tendrn unrulo pleno, y a partir de all pueden cerrar ese anillo y dibujar esa figura.

    Eso quiere decir que en una estructura que es de orden esencialmente espacial, que no

    comporta ninguna historia, ustedes introducen un elemento corporal para que eso seadeterminado; para que ustedes connoten uno y uno de la misma cifra, pero una cifra deuna connotacin que no viene ms que despus. Qu importa el orden en el cual viene?Eso dar un toro, pero no el mismo.

    Qu es una botella de Klein? Es una construccin exactamente del mismo tipo, con estadiferencia: que si dos de los bordes vectorializados estn en el mismo sentido, los otrosbordes opuestos - poco importa que la operacin de sutura se haga antes o despus delotro - los dos bordes estn vectorializados en sentido contrario.

    Les voy a mostrar lo que eso da, para aqullos que todava no haban escuchado hablarde la botella de Klein. Eso da algo en corte, seguramente no queriendo decir nada en eseregistro, en tanto que no introducimos la terc era dimensin del espacio.

    Este es un modo para la intuicin comn, para la localizacin que es habitualmente la deustedes en la experiencia, y quiz pudiera decirse, la de costumbre. Nada objetara a lo

    que ustedes tengan de ms accesible y familiar en las dimensiones topolgicas de lasuperficie.

    Qu es lo que quiere decir este esquema? Es en corte, es decir que hay un volumen quees comn, que tiene en el centro un conducto que pasa. En otros trminos, eso merecellamarse botella. Est el gollete, el que entrando en el cuerpo de la botella va a insertarse,suturarse, sobre su fondo, sin recurrir en mi figura a una botella de whisky. Ustedestuercen su gollete, hacen atravesar la pared de la botella y lo insertan sobre el fondo de lamisma. Al mismo tiempo esta insercin abre.

    Pueden constatar que tienen as algo que se realiza con el carcter de una superficie

    completamente cerrada. Por todos lados, esta superficie est cerrada. Sin embargo, sepuede entrar en su interior - si me atrevo a decirlo - como en un molino. Su interiorcomunica integralmente con su exterior. Por otra parte esta superficie est completamentecerrada. Eso formar parte de la fsica divertida, el que sta botella sea capaz de contenerlquido, y que de ninguna manera permita que se derrame fuera, y contenerlo sin que hayanecesidad de corcho. Si ustedes dan vuelta el fondo hacia abajo, es cierto que el lquidono saldr afuera. Esto no tiene ningn inters. Lo que es interesante es que laspropiedades de esta botella son tales, que la super ficie que la comp one tiene las mismaspropiedades que la banda de Moebius, a saber: que no tiene ms que una cara. Cmo esposible de responder que esto parezca ser del registro del giro del pasa-pasa, y quepodra pasar, como analoga, por efecto de sentido.

    Voy a tratar de materializrselos de modo que sea claro. Si partimos de la esfera; si

    pudiramos hacer de una esfera, una botella; algo que no es imposible. Una pelota degoma, ustedes la repliegan sobre ella misma. Pueden ustedes hacer un corte, sumido enella misma. Es as que comienza el proceso de formacin de un cuerpo animal, el estadode blstula, despus el de mrula. Tienen un adentro y un afuera.

    Al hacer un continente, no habrn modificado nada de la funcin de las dos caras de lasuperficie en relacin a la esfera primitiva. Es otra cosa lo que ha ocurrido. Si tomando laesfera, en primer lugar, haciendo esta cosa estrangulada

    Tomen una de las mitades de la esfera y la hacen entrar en la otra.

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    En otros trminos, la pesa, la doble bola, dos entradas en el interior tienen el afuera

    primitivo, el adentro y lo que est enfrentado. Esto es una superficie del afuera con eladentro, no ya como blstula, el adentro permaneciendo siempre enfrentado, el adentrosiendo la segunda parte de la superficie. Para llegar a la botella de Klein es necesario otracosa.

    All est lo que yo quera explicarles, algo que va a mostrarles el inters de la puesta enevidencia de la dicha botella.

    Supongan que existe alguna relacin estructural, como est bien indicado, desde hacelargo tiempo por la permanencia de la metfora del crculo y la esfera en todo elpensamiento cosmolgico. Supongan que esto sea como aquello, que sea necesarioconstruir para representrselo - de un modo saludable - lo que justamente concierne alpensamiento cosmolgico.

    El pensamiento cosmolgico est fundado esencialmente sobre la correspondencia, no yabiunvoca, sino sobre la envoltura microcsmica sobre el macrocosmos. A ese cosmosustedes llmenlo universo. Supongan que el uno envuelva al otro y lo contenga, y queaqul que est contenido, se manifieste como siendo el resultado de ese cosmos, lo quecorresponde all miembro a miembro. Es imposible extirpar esta hiptesis fundamental, yes de all que data una cierta etapa del pensamiento que es un cierto uso del lenguaje.Esto corresponde en la medida nicamente, en que ese registro de pensamiento, elmicrocosmos, no est hecho de una parte dada vuelta del mundo, como se da vuelta lapiel del conejo.

    Es verdaderamente un afuera, que se enfrenta al adentro del cosmos. Tal es la funcinsimblica de la reconstruccin de la botella llamada de Klein.

    Veremos que este esquema es esencial, seguramente, para un cierto modo depensamiento. Se los he dicho, pero para representar - se los mostrar en detalle y dehecho - una cierta limitacin, una implicacin no develada en el uso del lenguaje. Elmomento d el despertar, en la medida en que yo lo punte, lo ubiqu histricamente en el"Cogito" de Descartes, es algo que no es inmediatamente aparente, justamente en lamedida en que de ese "Cogito" se ha hecho algo de valor psicolgico.

    Si se ubica aquello de lo cual se trata, si se lo pone en evidencia lo que la funcin delsignificante es, y no otra cosa que el hecho, que el significante representa al sujeto paraotro significante. Es a partir de este descubrimiento que la ruptura del pacto,supuestamente preestablecido del significante a algo, que, estando roto, se prueba en la

    historia y porque es de all que ha partido la ciencia, se prueba, que es a partir de estaruptura - no se la ensea ms que incompletamente - que puede insc ribirse una ciencia. Apartir del momento en que se rompe ese par alelismo del sujeto al cosmos que lo envuel ve,y que hace del sujeto psicolgico, microcosmos. Es a partir del momento en queintroducimos otra sutura, lo que he llamado en otra parte un punto d e capitnado esencialque abre un agujero, gracias al cual, la estructura de la botella de Klein se instaura en laestructura de lo que hace el agujero. Lo que est anudado es la superficie misma, que deun modo hasta ahora est anudada a la superficie que es localizada como afuera.Debemos ocuparnos de un orificio que en mi dibujo simbolizaba el macrocosmos envuelt o.Es por all por donde alcanza la estructura de la botella de Klein.

    Por una va difcil y que no les conducir directamente sobre su relacin al lenguaje - entanto que tenemos poco tiempo - voy a tratar de darles una pequea explicacin divertida,en la cual vern la relacin global con el campo de la experiencia analtica.

    Hay ms de un modo de traducir esta construccin. Podra darles all la cara de Gagarin, elcosmonauta. Gagarin, aparente y verdaderamente encerrado, digamos para simplificar, ensu pequeo cosmos baladeador. Desde el punto de vista biolgico es, por ot ra parte, entre

    nosotros algo bien curioso, y que podra puntuarse en relacin a la evolucin de la lneaanimal. Les recuerdo; es difcil aprehender, de un modo que sea concebible, como unanimal cambiaba regularmente aquello de lo cual tena necesidad, desde el punto de vistarespiratorio con un medio, en el cual estaba sumergido, y realizaba este poder salir delagua envindose al interior, a s mismo, una fraccin importante de la atmsfera. Desdeese punto de vista evolucionista, pueden remarcar que Gagarin hace una operacinredoblada: l se envuelve en su propio pulmn, lo que hace necesario que, al fin decuentas, l orine en el interior de su propio pulmn. Es necesario que todo eso se viert a enalguna parte. De donde el silogismo ejemplar: "Todos los hombres son mortales;Scrates"cuya introduccin es una correccin de ese silogismo sobre Scrates: "Todoslos cosmonautas son orinadores. Gagarin es un cosmonauta. Gagarin es un orinador".

    Lejos que Gagarin se contente con ser un orinador , l no es ms un cosmonauta . El no esun cosmonauta, porque l no se pasea en el cosmos , porque la trayectoria que lo lleva es,

    desde el punto de vista del cosmonauta, imprevista y se puede decir que ningn Dios haprocedido nunca a dar existencia a un cosmonauta. Jams he conocido la trayectorianecesaria, en funcin de las leyes de gravitacin, que pueda ser descubierta sino es apartir de un rechazo absoluto de todas las evidencias csmicas.

    Hay en la ley de Newton algo que permite hacer de una naturaleza acsmica, en eldesarrollo de la ciencia moderna, la apertura de la cual se trata, a saber: el cosmos esalgo que depende de una construccin, de una naturaleza perfectamente acsmica. Es deesta esfera interna, que, bajo el nombre de realidad debemos ocuparnos en el anlisis.Realidad aparente que es la de la correspondencia en apariencia modelada, la una sobrela otra, de algo que se llama el alma, en algo que se llama la realidad. Pero en relacin a

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    esta aprehensin, que permanece siendo la aprehensin psicolgica del mundo, elpsicoanlisis nos da dos aperturas: la primera la de este lugar de reencuentro donde elhombre se cree el centro del mundo. No es sta la nocin de centro importante en lo quese llama - como loros - la revolucin copernicana, bajo el pretexto de que el centro hasaltado de la tierra al sol . Nuestros ancestros eran ms fuertes que nosotros. En elpsiquismo, el sujeto se representa como el doblez de una realidad que al mismo tiempodeviene realidad csmica. Lo que el psicoanlisis descubre es que ese pasaje, por dondese llega en el entre-dos, al otro lado del doblez, donde ese intervalo es lo que funda lacorrespondencia del interior al exterior. Es el mundo de la otra escena, el mundo del sueoque es percibido, lo Unheimlich. Es eso, ese lugar, ustedes que pasean por las calles. Allme detendr la prxima vez. Por qu se da a las calles nombres propios?

    Van de calle en calle, pero un da ocurre que, sin saber por qu, franquean, invisible austedes mismos, no s que lnea y caen en un lugar donde nunca haban estado, y sinembargo lo reconocen como siendo aqul, ese lugar, donde habran estado. Estaba all,en vuestra memoria, como un islote aparte. Algo de no localizado ms que all, parareunrseles. Ese lugar no tiene nombre, pero s e distingue por la extraeza de su decorado;Freud punta tan bien lo que hace al campo de lo Unheimlich!

    He ah una palabra donde tocamos la identidad de su anverso y reverso. Ese lugar quellamamos la otra escena. Aqulla que est en ese lugar como un decorado . Saben que noes ms que lo que est del otro lado, del afuera, que es la verdad. Si ustedes estn sobrela escena son ustedes quienes estn en la realidad del decorado.

    El ao pasado hice algo que permitira decir, que yo haba meditado sobre el amor, que yodije que su campo era un campo profundamente anclado en lo real, en la regularizacindel placer y al mismo tiempo, profundamente narcisista.

    Otra dimensin nos es dada en esta singular coyuntura: aqulla en la cual ocurre que, porlas vas del sueo, ella sea nuestra compaa en el arribo a esta experiencia singular. Estoes un ndice de algo, de una dimensin que, seguramente nadie ms que la experienciaromntica ha sabido hacer vibrar al amante. Son otras vas: el no-sentido.

    Habiendo operado esa superacin en la reflexin especular que es el pasaje ms all delespejo, se presente por ser lo que puede ocurrir en este singular reencuentro. Es lo que,en otra dimensin - yo lo he dicho - explorada por la experiencia romntica, se llama, conotro acento, el Amor.

    Pero al volver a ese lugar y para comprenderlo, y para que haya podido ser aprehendido,hasta descubierto, para que exista en esta estructura, que hace que aqu se encuentre laestructura de las dos c aras opuestas, que permite cons tituir esta otra escena, es necesarioque, por otra parte, haya sido constituida la estructura de la cual depende el acomicismodel todo, a saber: la estructura del lenguaje no es capaz, seguramente, de la adecuacinabsoluta del lenguaje a lo real, pero s, de lo que en el lenguaje se introduce en lo real,todo lo que nos es all accesible de un modo operatorio. El lenguaje entra en lo real y creaall la estructura. Participamos en esta operacin y, participando all, estamos incluidos,implicados, en una topologa rigurosa y coherente que hace que toda puerta empujada enun punto de esta estructura, no lo sea sin la localizacin, sin la indicacin estricta del punto

    donde est la otra abertura. Aqu me ser fcil evocar el pasaje de Virgilio: las dos puertasdel sueo, puerta de marfil y puerta de cuerno que nos abren sobre el campo de lo quehay de verdadero en el sueo.

    La puerta de marfil es aquella por donde se es reenviado, es por donde pasan los sueoserrneos, lugar del sueo ms cautivante. El lugar donde creemos ser un alma subsistenteen el corazn de la realidad.

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    6 de Enero de 1965

    Problemas para el psicoanlisis. Es as q ue he entendido situar mi propsito de este aoPor qu, despus de todo, no he dicho problemas para los psicoanalistas?

    Es que la experiencia se prueba que para los psicoanalistas, como se dice, no hayproblemas, fuera de ste: las personas vienen o no al psicoanalista ? Si las gentes vienena su prctica, saben que va a ocurrir algo.

    Esa es la posicin cerrada sobre la cual est anclado el psicoanalista. Saben que va aocurrir algo que se podra calificar de milagroso, si ese trmino se entiende refirindolo al

    "mirari(7)" que, en el extremo, puede querer decir sorprenderse. En verdad, a Dios gracias,resta siempre en la experiencia del psicoanalista este margen: lo que ocurre es para lsorprendente.

    Un psicoanalista de la poca heroica, Theodor Reik - es un buen signo que acabe dereencontrar su nombre, lo haba olvidado esta maana y vern que esto tiene la msestrecha relacin con mi propsito de hoy - ha intitulado uno de sus libros : "DerUbervichter paycholongue", "El psiclogo sorprendido".

    Es que, en verdad, en el perodo heroico de la tcnica psicoanaltica, al cual l pertenece,se tenan an ms razones que ahora para sorprenderse, pues si he hablado de margen,es que el psicoanalista, paso a paso, en el curso de las dcadas, ha reprimido estasorpresa hasta sus fronteras.

    Es quiz que tambin ahora, esta sorpresa le sirve de frontera, es decir, para separarse deese mundo donde las personas vienen o no al psicoanalista. En el interior de esasfronteras l sabe lo que ocurre, o cree saberlo. Cree saberlo porque ha trazado suscaminos. Pero si hay algo que debera recordarle su experiencia es, precisamente, esaparte de ilusin que amenaza a todo saber demasiado seguro de l mismo.

    En tiempos de Theodor Reik, ese autor pudo dar la sorpresa (uberreichung) como la seal,la iluminacin, el brillo que, en el analista designa que l aprehende el inconsciente, quealgo viene a revelarse que es de ese orden de la experiencia subjetiva, de aquello queocurre repentinamente y por otra parte, sin saber como ha hecho del otro lado del

    decorado. Eso es el uberreichung. Es sobre este sendero, sobre esta traza, que l sabetodo, o al menos que est en su propio camino.

    Sin duda, en la hora de la cual parta la experiencia de Theodor Reik, sus caminosestaban sellados de tinieblas y la sorpresa representaba su repentina iluminacin. Porfulgurantes que fueran los relmpagos, no eran suficientes para constituir un mundo yveremos que all donde Freud haba visto abrirse las puertas de ese mundo, no conocapropiamente ni los lados, ni los goznes.

    Eso debera bastar para que el analista, en la medida en que despus pudo ubicar eldesarrollo regular de un proceso, supiera forzosamente, dnde estaba o dnde iba. Una

    naturaleza puede ser ubicada sin ser pensada, y t enemos suficientes testimonios de que,en esos procesos, se ubicaron muchas cosas, se puede decir quiz, todas pero en todocaso los fines permanecen para l problemticos.

    La cuestin de la terminacin del anlisis, y del sentido de esta ter minacin, no est, en lahora actual, absolutamente resuelta. Lo evoco como testimonio de lo que anticipo,concerniente a lo que llamo esa localizacin, que no es forzosamente una localizacinpensada.

    Seguramente hay algo que resta de esa experiencia, es que ella est asociada a lo quellamaremos efectos de desanudamiento. Desanudam iento de cosas cargadas de sentido yque no sabran ser desanudadas por otras vas. All est el suelo firme sobre el cual seestablece el campo analtico; si yo empleo es e trmino es justamente para designar lo que

    resulta de ese cierre del cu