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  • 13 OCTUBRE DE 2015 Martes. Cuarta semana

    FERIA

    Invitatorio

    Introduccin a todo el conjunto de la oracin cotidiana.

    V/. Seor, breme los labios. R/. Y mi boca proclamar tu alabanza.

    Antfona: Venid, adoremos al Seor, Dios grande.

    Salmo 66 Que todos los pueblos alaben al Seor

    Sabed que la salvacin de Dios

    se enva los gentiles. (Hch 28,28)

    El Seor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvacin.

    Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

    Que canten de alegra las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.

    Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

    La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Seor, nuestro Dios. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona: Venid, adoremos al Seor, Dios grande.

  • Laudes (Ma. IV)

    HIMNO Seor de nuestras horas, Origen, Padre, Dueo, que, con el sueo, alivias y, en la tregua de un sueo,

    tu escala tiendes a Jacob:

    al filo de los gallos, en guardia labradora, despiertan en los montes los fuegos de la aurora,

    y de tus manos sube el sol.

    Incendia el cielo en sombras el astro matutino, y el que pec en tinieblas recobra su camino

    en la inocencia de la luz.

    Convoca brazo y remo la voz de la marea, y llora Pedro, el duro patrn de Galilea,

    cimiento y roca de Jess.

    El gallo nos increpa; su canto al sol dispara, desvela al sooliento, y al que pec lo encara

    con el fulgor de la verdad;

    a su gozosa alerta, la vida se hace fuerte, renace la esperanza, da un paso atrs la muerte,

    y el mundo sabe a pan y a hogar.

    Del seno de la tierra, convocas a tu Ungido, y el universo entero, recin amanecido, encuentra en Cristo su esplendor.

    l es la piedra viva donde se asienta el mundo, la imagen que lo ordena, su impulso ms profundo hacia la nueva creacin.

    Por l, en cuya sangre se lavan los pecados, estamos a tus ojos recin resucitados

    y plenos en su plenitud.

    Y, con el gozo nuevo de la criatura nueva, al par que el sol naciente, nuestra oracin se eleva

    en nombre del Seor Jess. Amn. SALMODIA

  • Antfona 1: Para ti es mi msica, Seor; voy a explicar el camino perfecto.

    Salmo 100 Propsitos de un prncipe justo

    Si me amis, guardaris mis

    mandamientos. (Jn 14,15)

    Voy a cantar la bondad y la justicia, para ti es mi msica, Seor; voy a explicar el camino perfecto: cundo vendrs a m?

    Andar con rectitud de corazn dentro de mi casa; no pondr mis ojos en intenciones viles.

    Aborrezco al que obra mal, no se juntar conmigo; lejos de m el corazn torcido, no aprobar al malvado.

    Al que en secreto difama a su prjimo lo har callar; ojos engredos, corazones arrogantes no los soportar.

    Pongo mis ojos en los que son leales, ellos vivirn conmigo; el que sigue un camino perfecto, se me servir.

    No habitar en mi casa quien comete fraudes; el que dice mentiras no durar en mi presencia.

    Cada maana har callar a los hombres malvados, para excluir de la ciudad del Seor a todos los malhechores.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,

  • por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 1: Para ti es mi msica, Seor; voy a explicar el camino perfecto. Antfona 2: No apartes de nosotros tu misericordia, Seor.

    Cntico, Dn 3,26-29.34-41 Oracin de Azaras en el horno

    Arrepentos y convertos para que

    se borren vuestros pecados. (Hch 3,19)

    Bendito eres, Seor, Dios de nuestros padres, digno de alabanza y glorioso es tu nombre.

    Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros y todas tus obras son verdad, y rectos tus caminos, y justos todos tus juicios.

    Porque hemos pecado y cometido iniquidad apartndonos de ti, y en todo hemos delinquido.

    Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre, no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia.

    Por Abrahn, tu amigo; por Isaac, tu siervo; por Israel, tu consagrado; a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo, como la arena de las playas marinas.

    Pero ahora, Seor, somos el ms pequeo de todos los pueblos; hoy estamos humillados por toda la tierra a causa de nuestros pecados.

    En este momento no tenemos prncipes, ni profetas, ni jefes; ni holocausto, ni sacrificios,

  • ni ofrendas, ni incienso; ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.

    Por eso, acepta nuestro corazn contrito y nuestro espritu humilde, como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados.

    Que ste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia: porque los que en ti confan no quedan defraudados.

    Ahora te seguimos de todo corazn, te respetamos y buscamos tu rostro.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 2: No apartes de nosotros tu misericordia, Seor. Antfona 3: Te cantar, Dios mo, un cntico nuevo.

    Salmo 143,1-10 Oracin por la victoria y la paz

    Todo lo puedo en aqul

    que me conforta. (Flp 4,13)

    Bendito el Seor, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la pelea;

    mi bienhechor, mi alczar, baluarte donde me pongo a salvo, mi escudo y mi refugio, que me somete los pueblos.

    Seor, qu es el hombre para que te fijes en l?; qu los hijos de Adn para que pienses en ellos? El hombre es igual que un soplo; sus das, una sombra que pasa.

  • Seor, inclina tu cielo y desciende; toca los montes, y echarn humo; fulmina el rayo y disprsalos; dispara tus saetas y desbartalos.

    Extiende la mano desde arriba: defindeme, lbrame de las aguas caudalosas, de la mano de los extranjeros, cuya boca dice falsedades, cuya diestra jura en falso.

    Dios mo, te cantar un cntico nuevo, tocar para ti el arpa de diez cuerdas: para ti que das la victoria a los reyes, y salvas a David, tu siervo.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 3: Te cantar, Dios mo, un cntico nuevo. LECTURA BREVE

    Od, sedientos todos, acudid por agua, tambin los que no tenis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar vino y leche de balde. (Is 55,1)

    RESPONSORIO BREVE V/. Seor, escucha mi voz, he esperado en tus palabras. R/. Seor, escucha mi voz, he esperado en tus palabras.

    V/. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio. R/. He esperado en tus palabras.

    V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. R/. Seor, escucha mi voz, he esperado en tus palabras. Benedictus, ant.: De la mano de todos los que nos odian, slvanos, Seor.

    Benedictus, Lc 1, 68-79 El Mesas y su precursor

    Bendito sea el Seor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitndonos una fuerza de salvacin

  • en la casa de David, su siervo, segn lo haba predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas.

    Es la salvacin que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que jur a nuestro padre Abrahn.

    Para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros das.

    Y a ti, nio, te llamarn profeta del Altsimo, porque irs delante del Seor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvacin, el perdn de sus pecados.

    Por la entraable misericordia de nuestro Dios, nos visitar el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Benedictus, ant.: De la mano de todos los que nos odian, slvanos, Seor. PRECES Dios nos otorga el gozo de poder alabarlo en este comienzo del da, reavivando con ello nuestra esperanza. Invoqumosle, pues, diciendo:

    Escchanos, Seor, por la gloria de tu nombre.

    Dios y Padre de nuestro Salvador Jesucristo, te damos gracias porque, por mediacin de tu Hijo,

  • nos has dado la sabidura y la inmortalidad.

    Concdenos un corazn humilde, para que seamos sumisos unos a otros con respeto cristiano.

    Derrama tu Espritu en nosotros, tus siervos, para que nuestra caridad fraterna no sea una farsa.

    T que has dispuesto que el hombre dominara el mundo con su esfuerzo, haz que nuestro trabajo te glorifique y santifique a nuestros hermanos.

    Ya que Dios nos muestra siempre su amor de Padre, velando amorosamente por nosotros, nos atrevemos a decir:

    Padre nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da; perdona nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y lbranos del mal.

    Oracin

    Aumenta, Seor, nuestra fe, para que la alabanza que sale de nuestros labios vaya siempre acompaada de frutos de vida eterna.

    Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

    R/. Amn. CONCLUSIN

    Por ministro ordenado:

  • V/. El Seor est con vosotros. R/. Y con tu espritu. V/. La bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu Santo, descienda sobre vosotros. R/. Amn.

    Si se despide a la asamblea, se aade:

    V/. Podis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

    Si no es ministro ordenado y en la recitacin individual:

    V/. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R/. Amn.

    Hora intermedia (Ma. IV) Nona

    V/. Dios mo, ven en mi auxilio. R/. Seor, date prisa en socorrerme.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya.

    HIMNO

    II

    Fuerza tenaz, firmeza de las cosas, inmvil en ti mismo; origen de la luz, eje del mundo y norma de su giro:

    Concdenos tu luz en una tarde sin muerte ni castigo, la luz que se prolonga tras la muerte y dura por los siglos. Amn.

    SALMODIA

  • Antfona 1: Puesto que sabis esto, dichosos vosotros si lo ponis en prctica.

    Salmo 118,137-144 XVIII (Sade)

    Seor, t eres justo, tus mandamientos son rectos; has prescrito leyes justas sumamente estables; me consume el celo, porque mis enemigos olvidan tus palabras.

    Tu promesa es acrisolada, y tu siervo la ama; soy pequeo y despreciable, pero no olvido tus decretos; tu justicia es justicia eterna, tu voluntad es verdadera.

    Me asaltan angustias y aprietos, tus mandatos son mi delicia; la justicia de tus preceptos es eterna, dame inteligencia, y tendr vida.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 1: Puesto que sabis esto, dichosos vosotros si lo ponis en prctica. Antfona 2: Llegue, Seor, hasta ti mi splica.

    Salmo 87,2-8 Oracin de un hombre gravemente enfermo

    sta es vuestra hora:

    la del poder de las tinieblas. (Lc 22,53)

    Seor, Dios mo, de da te pido auxilio, de noche grito en tu presencia; llegue hasta ti mi splica, inclina tu odo a mi clamor.

  • Porque mi alma est colmada de desdichas, y mi vida est al borde del abismo; ya me cuentan con los que bajan a la fosa, soy como un invlido.

    Tengo mi cama entre los muertos, como los cados que yacen en el sepulcro, de los cuales ya no guardas memoria, porque fueron arrancados de tu mano.

    Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las tinieblas del fondo; tu clera pesa sobre m, me echas encima todas tus olas.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 2: Llegue, Seor, hasta ti mi splica. Antfona 3: Te pido auxilio, Seor, no me escondas tu rostro.

    Salmo 87,9-19

    Has alejado de m a mis conocidos, me has hecho repugnante para ellos: encerrado, no puedo salir, y los ojos se me nublan de pesar.

    Todo el da te estoy invocando, tendiendo las manos hacia ti. Hars t maravillas por los muertos? Se alzarn las sombras para darte gracias?

    Se anuncia en el sepulcro tu misericordia, o tu fidelidad en el reino de la muerte? Se conocen tus maravillas en la tiniebla, o tu justicia en el pas del olvido?

    Pero yo te pido auxilio, por la maana ir a tu encuentro mi splica. Por qu, Seor, me rechazas

  • y me escondes tu rostro?

    Desde nio fui desgraciado y enfermo, me doblo bajo el peso de tus terrores, pas sobre m tu incendio, tus espantos me han consumido:

    me rodean como las aguas todo el da, me envuelven todos a una; alejaste de m amigos y compaeros: mi compaa son las tinieblas.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 3: Te pido auxilio, Seor, no me escondas tu rostro. LECTURA BREVE

    Como bajan la lluvia y la nieve del cielo, y no vuelven all sino despus de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, para que d semilla al sembrador y pan al que come, as ser mi palabra, que sale de mi boca: no volver a m vaca, sino que har mi voluntad y cumplir mi encargo. (Is 55,10-11)

    V/. El Seor enva su mensaje a la tierra. R/. Y su palabra corre veloz.

    Oracin

    Oh Dios, que enviaste un ngel al centurin Cornelio, para que le revelara el camino de la salvacin, aydanos a trabajar cada da con mayor entrega en la salvacin de los hombres, para que, junto con todos nuestros hermanos, incorporados a tu Iglesia, podamos llegar a ti. Por Jesucristo, nuestro Seor. R/. Amn.

    V/. Bendigamos al Seor. R/. Demos gracias a Dios.

    Vsperas (Ma. IV)

    V/. Dios mo, ven en mi auxilio.

  • R/. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.

    Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya.

    HIMNO Atardece, anochece, el alma cesa de agitarse en el mundo como una mariposa sacudida.

    La sombra fugitiva ya se esconde. Un temblor vagabundo en la penumbra deja su fatiga.

    Y rezamos, muy juntos, hacia dentro de un gozo sostenido, Seor, por tu profundo ser insomne que existe y nos cimienta.

    Seor, gracias, que es tuyo el universo an; y cada hombre hijo es, aunque errabundo, al final de la tarde, fatigado, se marche hacia lo oscuro de s mismo; Seor, te damos gracias por este ocaso ltimo.

    Por este rezo sbito. Amn. SALMODIA Antfona 1: Si me olvido de ti, Jerusaln, que se me paralice la mano derecha.

    Salmo 136,1-6 Junto a los canales de Babilonia

    Este destierro y esclavitud material

    hay que tomarlo como smbolo de la esclavitud espiritual. (S. Hilario)

    Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de Sin; en los sauces de sus orillas colgbamos nuestras ctaras.

  • All los que nos deportaron nos invitaban a cantar; nuestros opresores, a divertirlos: Cantadnos un cantar de Sin.

    Cmo cantar un cntico del Seor en tierra extranjera! Si me olvido de ti, Jerusaln, que se me paralice la mano derecha;

    que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti, si no pongo a Jerusaln en la cumbre de mis alegras.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 1: Si me olvido de ti, Jerusaln, que se me paralice la mano derecha. Antfona 2: Te doy gracias, Seor, delante de los ngeles.

    Salmo 137 Accin de gracias

    Los reyes de la tierra llevarn a la

    ciudad santa su esplendor. (cf. Ap 21,24)

    Te doy gracias, Seor, de todo corazn; delante de los ngeles taer para ti, me postrar hacia tu santuario, dar gracias a tu nombre:

    por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama; cuando te invoqu, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.

    Que te den gracias, Seor, los reyes de la tierra, al escuchar el orculo de tu boca; canten los caminos del Seor, porque la gloria del Seor es grande.

  • El Seor es sublime, se fija en el humilde, y de lejos conoce al soberbio.

    Cuando camino entre peligros, me conservas la vida; extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo, y tu derecha me salva.

    El Seor completar sus favores conmigo: Seor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 2: Te doy gracias, Seor, delante de los ngeles. Antfona 3: Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.

    Cntico Ap 4,11;5,9.10.12 Himno de los redimidos

    Eres digno, Seor, Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque t has creado el universo; porque por tu voluntad lo que no exista fue creado.

    Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios hombres de toda raza, lengua, pueblo y nacin; y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes, y reinan sobre la tierra.

    Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabidura, la fuerza, el honor, la gloria, y la alabanza.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre,

  • por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona 3: Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria. LECTURA BREVE

    La palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseaos unos a otros con toda sabidura; corregos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias de corazn, con salmos, himnos y cnticos inspirados. (Col 3,16) RESPONSORIO BREVE V/. Me saciars de gozo en tu presencia, Seor. R/. Me saciars de gozo en tu presencia, Seor.

    V/. De alegra perpetua a tu derecha. R/. En tu presencia, Seor.

    V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. R/. Me saciars de gozo en tu presencia, Seor. Magnficat, ant.: Haz con nosotros, Seor, obras grandes, porque eres poderoso, y tu nombre es santo.

    Magnficat, Lc 1, 46-55 Alegra del alma en el Seor

    Proclama mi alma la grandeza del Seor, se alegra mi espritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillacin de su esclava.

    Desde ahora me felicitarn todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por m: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generacin en generacin.

    l hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazn, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacos.

    Auxilia a Israel, su siervo,

  • acordndose de la misericordia como lo haba prometido a nuestros padres en favor de Abrahn y su descendencia por siempre.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Magnficat, ant.: Haz con nosotros, Seor, obras grandes, porque eres poderoso, y tu nombre es santo. PRECES Invoquemos a Cristo, que da fuerza y poder a su pueblo, diciendo:

    Seor, escchanos.

    Cristo, fortaleza nuestra, que nos has llamado a la luz de tu verdad, concede a todos tus fieles fidelidad y constancia.

    Haz, Seor, que los que gobiernan el mundo lo hagan conforme a tu querer, y que sus decisiones vayan encaminadas a la consecucin de la paz.

    T que, con cinco panes, saciaste a la multitud, ensanos a socorrer con nuestros bienes a los hambrientos.

    Que los que tienen en su mano los destinos de los pueblos no cuiden slo del bienestar de su nacin, sino que piensen tambin en los otros pueblos.

    Cuando vengas aquel da, para que en tus santos se manifieste tu gloria, da a nuestros hermanos difuntos la resurreccin y la vida feliz.

    Todos juntos, en familia, repitamos las palabras que nos ense Jess y oremos al Padre, diciendo:

    Padre nuestro, que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da;

  • perdona nuestras ofensas, como tambin nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentacin, y lbranos del mal.

    Oracin

    Puestos en oracin ante ti, Seor, imploramos tu clemencia y te pedimos que los sentimientos de nuestro corazn concuerden siempre con las palabras de nuestra boca.

    Por nuestro Seor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

    R/. Amn. CONCLUSIN

    Por ministro ordenado:

    V/. El Seor est con vosotros. R/. Y con tu espritu. V/. La bendicin de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espritu Santo, descienda sobre vosotros. R/. Amn.

    Si se despide a la asamblea, se aade:

    V/. Podis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

    Si no es ministro ordenado y en la recitacin individual:

    V/. El Seor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. R/. Amn.

    Completas (Ma.)

    V/. Dios mo, ven en mi auxilio.

  • R/. Seor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.

    Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn. Aleluya.

    EXAMEN DE CONCIENCIA Hermanos: Llegados al fin de esta jornada que Dios nos ha

    concedido, reconozcamos humildemente nuestros pecados.

    Tras el silencio se contina con una de las siguientes frmulas:

    1.- Yo confieso ante Dios Todopoderoso

    y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisin. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

    Por eso ruego a santa Mara, siempre Virgen, a los ngeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedis por m ante Dios, nuestro Seor.

    2.- V/. Seor, ten misericordia de nosotros. R/. Porque hemos pecado contra ti. V/. Mustranos, Seor, tu misericordia. R/. Y danos tu salvacin.

    3.-

    V/. T que has sido enviado a sanar los corazones afligidos:

    Seor, ten piedad. R/. Seor, ten piedad. V/. T que has venido a llamar a los pecadores:

    Cristo, ten piedad. R/. Cristo, ten piedad. V/. T que ests sentado a la derecha del Padre

    para interceder por nosotros: Seor, ten piedad. R/. Seor, ten piedad.

    Se concluye diciendo:

  • V/. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

    R/. Amn. HIMNO

    Tiembla el fro de los astros, y el silencio de los montes duerme sin fin. (Slo el agua de mi corazn se oye).

    Su dulce latir, tan dentro!, calladamente responde a la soledad inmensa de algo que late en la noche.

    Somos tuyos, tuyos, tuyos; somos, Seor, ese insomne temblor del agua nocturna, ms limpia despus que corre.

    Agua en reposo viviente, que vuelve a ser pura y joven con una esperanza! (Slo en mi alma sonar se oye).

    Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espritu Santo, por los siglos de los siglos. Amn.

    SALMODIA Antfona: No me escondas tu rostro, ya que confo en ti.

    Salmo 142 (1-11) Lamentacin y splica ante la angustia

    El hombre no se justifica por cumplir la ley,

    sino por creer en Cristo Jess. (Ga 2,16)

    Seor, escucha mi oracin; t, que eres fiel, atiende a mi splica; t, que eres justo, escchame. No llames a juicio a tu siervo, pues ningn hombre vivo es inocente frente a ti.

  • El enemigo me persigue a muerte, empuja mi vida al sepulcro, me confina a las tinieblas como a los muertos ya olvidados. Mi aliento desfallece, mi corazn dentro de m est yerto.

    Recuerdo los tiempos antiguos, medito todas tus acciones, considero las obras de tus manos y extiendo mis brazos hacia ti: tengo sed de ti como tierra reseca.

    Escchame en seguida, Seor, que me falta el aliento. No me escondas tu rostro, igual que a los que bajan a la fosa.

    En la maana hazme escuchar tu gracia, ya que confo en ti. Indcame el camino que he de seguir, pues levanto mi alma a ti.

    Lbrame del enemigo, Seor, que me refugio en ti. Ensame a cumplir tu voluntad, ya que t eres mi Dios. Tu espritu, que es bueno, me gue por tierra llana.

    Por tu nombre, Seor, consrvame vivo; por tu clemencia, scame de la angustia.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo.

    Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona: No me escondas tu rostro, ya que confo en ti. LECTURA BREVE

    Sed sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo, el diablo, como len rugiente, ronda buscando a quien devorar; resistidles firmes en la fe. (1P 5,8-9)

  • RESPONSORIO BREVE V/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. R/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. V/. T, el Dios leal, nos librars. R/. Encomiendo mi espritu. V/. Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo. R/. A tus manos, Seor, encomiendo mi espritu. CNTICO EVANGLICO Antfona: Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos para que velemos con Cristo y descansemos en paz.

    Nunc dimittis, Lc 2, 29-32 Cristo, luz de las naciones y gloria de Israel

    Ahora, Seor, segn tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.

    Porque mis ojos han visto a tu Salvador. a quien has presentado ante todos los pueblos:

    luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

    Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amn.

    Antfona: Slvanos, Seor, despiertos, protgenos mientras dormimos para que velemos con Cristo y descansemos en paz. V./ Oremos:

    Oracin

    Ilumina, Seor, nuestra noche y concdenos un descanso tranquilo; que maana nos levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear del nuevo da. Por Jesucristo, nuestro Seor.

    R/. Amn.

  • El Seor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.

    Antfona final a la Santsima Virgen Mara

    Madre del Redentor, virgen fecunda, puerta del cielo siempre abierta, estrella del mar, ven a librar al pueblo que tropieza y quiere levantarse.

    Ante la admiracin de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen.

    Recibe el saludo del ngel Gabriel, y ten piedad de nosotros, pecadores.

    Benedictus, Lc 1, 68-79Salmo 118,137-144Salmo 87,2-8Oracin de un hombre gravemente enfermo

    Salmo 87,9-19

    Magnficat, Lc 1, 46-55Salmo 142 (1-11)Nunc dimittis, Lc 2, 29-32