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12 La Dinámica Patrimonial de la Política Partidaria en Bolivia Eduardo A. Gamarra y Jumes M Alalloy En una región donde a menudo los partidos políticos han funcionado primeramente como vehículos para captar los favores políticos del Estado y hacerlos circular entre las clases medias dependientes, Bolivia resalta como un cabo extremo de esta dinámica polilica básicamente patrimonial. La ideología de los partldos políticos bolivianos ha sido bastante permeable, la lealtad partidaria de la clase política ha sido baja y en general la motivación del comportamiento de los partidos se ha originado mis bien en el deseo de acceder ala inllucncia política que en el deseo de establecer gobiernos con enfoques programáticos. No obstante, los partidos constituyen un elemento central de la vida política boliviana no solamente porque sirven para reclutar a los líderes del futuro, sino porque son el principal mecanismo para la instituciõn y destitución de regirnenes. En Bolivia, los partidos políticos son la causa de las dificultades que existen para gobernar, pero al mismo tiempo constituyen la única fuente verdadera para una solución política. Indicaremos en las páginas a continuación el desarrollo del sistema de partidos a través de cuatro etapas bastante claras y distintas: Bolivia cambió dc un sistema bipartidario en el contexto de un marco sumamente limitado y cuasi democrático a un proceso revolucionario unipartidario y hegemónico, pasando por un periodo prolongado dc predominio militar y terminando en un sistema multipartidario con un grado módico de plurahsmo. LAS RAÍCES DE LA POLíTICA PARTIDARIA CONTEMPORÁNEA EN BOLIVIA Los orígenes de la política partidaria en Boliwa se pueden rastrear a la asamblea fundadora de 1825, donde las facciones se formaron en torno al tema de la definición de las fronteras del nuevo Estado. Sin embargo, estas facciones eran muy restringidas y se originaban más bien en luchas personales por alcanzar el poder que en temas programáticos, y no constituyeron ninguna base verdadera para la formación dc un gobierno. Durante los primeros cincuenta años de independencia, el país se vio dominado por caudillos que no lograron consolidar una nacibn-estado boliviana. En algunos casos, como por ejemplo la presidencia tragicómica de Mariano Melgarejo entre 1860 y 1864, los caudillos usaron la autoridad del Estado para saquear las riquezas del país Los partidos políticos con programas. plataformas electorales e ideologías establecidas sólo aparecieron en la escena boliviana después del termino catastrófico de la Guerra del Pacifico (1879)‘. Luego se produjo una era de cuarenta tios de relativa estabilidad: prevalecieron los goblemos cAes, las contiendas electorales y una legislatura activa. La tradicibn parlamentaria de Bolivia y la mayoría c$ los reglamentos que rigen el funcionamiento del Congreso Nacional remontan a este período. El primer período largo de gobierno civil en la historia dc Bolivia se produjo entre 1884 y 1899: la dualidad conservador-liberal estableció el fimdamcnto de un sistema de partidos moderno e introdujo la dinámica básica de la compclcncia partidaria.’ La emergencia de un sistema biputidario coincidió con el tin de la era dc la plata y el comienzo del predominio del est&o en la economía boliviana. El Partido I.ibcral (PL) llegó a identificarse con la incipiente oligarquía del estaño, que en el siglo veinte SC hizo notoria corno La Rosca. La vieja y declinante oligarquía de la plata desarrolló una vinculación estrecha con el Partido Conservador (PC). El conflicto político entre liberales y conservadores definió el proceso político boliviano hasta 1899.

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12 La Dinámica Patrimonial de la Política Partidaria en Bolivia

Eduardo A. Gamarra y Jumes M Alalloy

En una región donde a menudo los partidos políticos han funcionado primeramente como vehículos para captar los favores políticos del Estado y hacerlos circular entre las clases medias dependientes, Bolivia resalta como un cabo extremo de esta dinámica polilica básicamente patrimonial. La ideología de los partldos políticos bolivianos ha sido bastante permeable, la lealtad partidaria de la clase política ha sido baja y en general la motivación del comportamiento de los partidos se ha originado mis bien en el deseo de acceder ala inllucncia política que en el deseo de establecer gobiernos con enfoques programáticos. No obstante, los partidos constituyen un elemento central de la vida política boliviana no solamente porque sirven para reclutar a los líderes del futuro, sino porque son el principal mecanismo para la instituciõn y destitución de regirnenes. En Bolivia, los partidos políticos son la causa de las dificultades que existen para gobernar, pero al mismo tiempo constituyen la única fuente verdadera para una solución política.

Indicaremos en las páginas a continuación el desarrollo del sistema de partidos a través de cuatro etapas bastante claras y distintas: Bolivia cambió dc un sistema bipartidario en el contexto de un marco sumamente limitado y cuasi democrático a un proceso revolucionario unipartidario y hegemónico, pasando por un periodo prolongado dc predominio militar y terminando en un sistema multipartidario con un grado módico de plurahsmo.

LAS RAÍCES DE LA POLíTICA PARTIDARIA CONTEMPORÁNEA EN BOLIVIA

Los orígenes de la política partidaria en Boliwa se pueden rastrear a la asamblea fundadora de 1825, donde las facciones se formaron en torno al tema de la definición de las fronteras del nuevo Estado. Sin embar go, estas facciones eran muy restringidas y se originaban más bien en luchas personales por alcanzar el poder que en temas programáticos, y no constituyeron ninguna base verdadera para la formación dc un gobierno. Durante los primeros cincuenta años de independencia, el país se vio dominado por caudillos que no lograron consolidar una nacibn-estado boliviana. En algunos casos, como por ejemplo la presidencia tragicómica de Mariano Melgarejo entre 1860 y 1864, los caudillos usaron la autoridad del Estado para saquear las riquezas del país Los partidos políticos con programas. plataformas electorales e ideologías establecidas sólo aparecieron en la escena boliviana después del termino catastrófico de la Guerra del Pacifico (1879)‘. Luego se produjo una era de cuarenta tios de relativa estabilidad: prevalecieron los goblemos cAes, las contiendas electorales y una legislatura activa. La tradicibn parlamentaria de Bolivia y la mayoría c$ los reglamentos que rigen el funcionamiento del Congreso Nacional remontan a este período.

El primer período largo de gobierno civil en la historia dc Bolivia se produjo entre 1884 y 1899: la dualidad conservador-liberal estableció el fimdamcnto de un sistema de partidos moderno e introdujo la dinámica básica de la compclcncia partidaria.’ La emergencia de un sistema biputidario coincidió con el tin de la era dc la plata y el comienzo del predominio del est&o en la economía boliviana. El Partido I.ibcral (PL) llegó a identificarse con la incipiente oligarquía del estaño, que en el siglo veinte SC hizo notoria corno La Rosca. La vieja y declinante oligarquía de la plata desarrolló una vinculación estrecha con el Partido Conservador (PC). El conflicto político entre liberales y conservadores definió el proceso político boliviano hasta 1899.

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Los partidos liberal y conservador correspondían prmcipalmente a grupos de elites que funcionaban en el Congreso, pero no tenían ninguna organirüción m atractivo a nivel nacional. Correspondían a partidos dc notables qoc cxcluian a los sectore\ medios y bajos de la sociedad boliviana de cualquier participación o cargos de autoridad dentro de la estructura partidari$. No existen datos fiables sobre cl auliagio de la QKIW Sin embargo, se puede presumir prudentemente que menos del 10% de los varones adultos votaban cn las clecciones.

Dentro del marco de un sistema presidenclal normal del mundo occidental, Bolivia comcnnó una nueva era de estabilidad política, desarrollo económico basado en la industria del estadio y considerable modernización del sector minerc urbano. No se produjeron efectos positivos en el sector rural, donde la mayor parte de la población indígena seguía funcionando como pongos o colonos insertados en el sistema de haclendas y hacendados. La elite emergente del esttio no tardó cn unirse a la elite hacendada tradicional y .iuntos formaron una oligarquía relativamente coherente que dominó la vida económica y política de la nación hasta la década del treinta.

Bolivia se convirtió en un ejemplo primordial de una democracia formal con una participación limitada legalmente. Los requisitos de alfabetlsmo y propiedad cxcluian a las masas indígenas y a la mayoría de la clase obrera urbana de cualquter participación en la política: la vida política era propiedad exclusiva de una pequeñísima clase alta y una relativamente pequefia clase media urbana. La política del sector público kmhién reflejaba esta situación: su objetivo era mantener un orden rural estable y promover el sector exportador.

Durante la primera década del siglo veinte, Bolivia contaba superficialmcntc con un sistema político democrático liberal y estable dominado por el Partido Liberal. En verdad, el sistema se caracterizaba por una política faccionaria intraelite donde camarillas personalistas se formaban en torno a personajes dominantca quicncs luchaban por cl poder y la influencia política que ofrecía el sistema. En suma, aun cuando se había reemplazado el caudillismo por un orden político institucionalizado. se mantuvo la política faccionaria y personalista orientada hacia los cargos y los empleos5. Las etiquetas y programas parttdartos no tenían mucha importancia. La competencia verdadera era entre los que ejercían el poder y los que no lo ejercían y este último grupo formaba coaliciones, sin consideraci0n alguna por las afiliaciones partidarias, para acosar y destituir al primero. Esta dinámica estaba arraigada en el modelo boliviano cxtrcmadamcntc sesgado de desarrollo económico dependiente y orientado hacia el exterior. Las fuentes de riqueza efectiva se encontraban hmitadas principalmente a los hacendados y a los que controlaban las empresas exportadoras, especialmente las empresas del estaño.

A principios del siglo veinte, una clitc pcqucñislma monopoliwba y bloqueaba a los otros grupos sociales. Los nuevos sectores de la clase media urbana eran (y siguen siendo) agrupaciones muy dependientes de los salarios, sueldos y honorarios para mantener su rango y

., postcton. En este contexto las principales fuentes de ingresos de las clases medias correspondían a las profesiones liberales (especlalmente el derecho y la medicina) y los empleos cn cl sector público. Al estabilizarse el crecimiento económico, aumentó la competencia por una cantidad limitada de cargos públicos y el control del poder Ejecutivo se convirtió en un mecanismo clave para la distribución de los anhelados cargos y contactos: un abogado sin contactos políticos no servia de mucho para los que pagaban sus honorarios. En efecto, el gobierno se convirtió en un producto, el premio que recompensaba al ganador de la lucha entre facciones compuestas por líderes tomados de las clilc‘. y szguidorcs ambiciosos provenicntcs de la clase media. lln dicho boliviano ilustra maravillosamente esta realidad: “La industria mayor de este país es la política”‘.

Importantes acontecimientos, tales como la Guerra del Chaco con Paraguay (1932 a 1935), la Gran Depresión y la Revolución de 1952. no modificaron la lógica esencial de la dinámica partidaria, que ha perdurado desde prmcipios del siglo veinte y afecta todos los aspectos del actual sistema de partidos boliviano Sin cmhargo. la Guerra del Chaco creó las

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condiciones para que sectores de la clase media. junto con grupos rccicntemente activados de la clase obrera, destruyeran el antiguo modelo liberal. La terrible derrota inflIgida por los paraguayos en 1935 condcn6 a la elite política que había gobernado al país desde la dtcada de 1880. Lo5 partidos políticos se vieron afectado< especialmcntc porque se consideraban parcialmente responsables por la derrota. En la medida que iban surgiendo numerosos grupos que ofrecían alternativas, se llegó a dudar de la misma legltlmidad del sistema político.

La crisis de autoridad generalizada causada por la Guerra del Chaco y la Gran Depresión constituye un momcnlo decisivo en la historia política de Bolivia. Partidos políticos que variaban desde los partidos trotsklstas hasta la Falange Socialista Boliviana dc extrema derecha se hicieron visibles y activos. Eslc período también evidenció el nacimiento de las organizaciones que dominarían la politica boliviana durante las próximas cinco dtcadas. El más importante fue el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), fundado en enero de 1941 por, entre otros, Walter Guevara Arce. Hernán Slles Zuazo y Víctor Paz Estenssoro. los gigantes de la política boliviana de la postguerra. El MNR se originó en varios movimientos nacionalistas incipientes de la década del veinte y dccia hcr un “movimiento antifeudal, antlcapitalista y antioligárquico”. Originalmente el MNR era antiliberal, antimarxista y antisemita; las acusaciones posteriores de que estaba vinculado con el nacionalsocialismo europeo no estaban sin fundamento7. Es más. igual como los otros partidos políticos de la época, el MNR era dominado por unw cuantos notables, tales como Siles Zuazo y Paz Estenssoro.

A diferencia de otros grupos nacionalistas de irquierda, talcs como cl Partido dc Izquierda Revolucionaria (PIR), el MNR carecía de una bax y programa ideológlco coherente. Sus propuestas respondian mayorrncn(c a las aspiraciones de la clase media descontenta. Inicialmente, los fundadorcs del MNR expresaron poco interéy en las nwcaidadcs de la clase obrera y del campesinado. Sin embargo, despu& de la mw~acrc de los mineros y sus familias en Catavi en 1941, el partido nuevo asumió la defensa de los mineros del estaco bolivianos. Con la participación posterior en el gobierno del coronel Gualbcrto Villarrocl (1943 a 1946) un régimen reformista acusado por los Estados 1 Jnidos dc colaborar con la Alemania nazi, el MNR adquirió mayor coherencia ideológica. Varios miembros del MNR sirvieron en el gabinete de Villarroel y se establecieron vínculos más estrechos con los trabajadorcs.

1.0s vínculos del MNR con la clase obrera se fortalecieron porque el PIR colaboró con las fuerzas que derribaron a Villarroel cn 1946 y lo colgaron. Para entonces, el MNR estaba tratando de deshacerse de su imagen fascista y adoptó varias propuesta? del PIR, talcs como la nacionaliLación de las minas, la ampliación del dcrccho dc sufragio y la reforma agraria. Por otra parte, el MNR se alió con Juan Lechín Oquendo, secretario general de la federación de mineros (FSTMB) y con el Partido Obrero Rcvolucionerio (POR) dc ideología trotskista. Para 1949 el MNR había desarrollado una ampha coalición entre los sectores de la clase media urbana y los obreros industriales. ferroviarlos y mineros.

El MNR proyectó un contlicto entre la “naci<in” (la clasc mcdia. los obreros y los campesinos) y la “antinación” (la Rosca y sus ahados tmperialistas) Igual como el PIR, la intención del MNR era formar un movimiento multxlasista. apoderarse del Estado, romper cl control de las polcncias extranjeras sobre Bolivia y destruir el poder de la oligarquía local. El MNR luego se ocuparía del desarrollo lidcrado por el Estado. lo que incluiría la diversificación de la economía para evitar la repetición de la dependencla económica en un solo producto’.

EL ESTABLECIMIENTO DE UN SISTEMA UNIPARTIDARIO, 1952-1964

La revolución que encabezó cl MNR (9 de abrd de 1952) dio comienzo a un cambio político sin paralelo cn Bolivia. El principal camblo político fue el inicio de un régimen unipartidario y hegemónico que buscaba movilirar 5 al mismo tiempo controlar a los grupos de obreros y campesinos que SC habían activado durante la revuelta revolucionaria’. El liderazgo del MNR SC refería a una reestructuración poliuca aun más dramática, mcluyendo el establecimiento de asambleas de obreros y la promulgación dc una nueva constitución

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diseñada para institucionalizar las ganancias de IU revolución. Quedaba claro que el MNR y sus partidarios del sector obrero buscaban reemplazar la democracia liberal por una nueva lógica corporativista y revolucionariatO.

Además de la nacionalización de las minas de estaiio y la reforma agraria, la medida más importante para el desarrollo de un sistema de partidos hegemónico fue la adopción del sufragio universal: esto transformó al MNR, que cra básicamente un partido de notables, en un partrdo de masas”. El desafío que enfrentaba el partido era canalizar y controlar los votos de las masas obreras y de los campesinos. Para alcanzar ese objetivo el MNR introdujo un sistema complejo de representación proporcional. El MNR también se vio obligado a organizarse a nivel nacional y no simplemente en funcicin de una presencia en el Congreso. Fue la primera vez que un partido político desarrolló estructuras fuera de los centros urbanos con el objetivo de organizar (y controlar) los votos del campesinado.

Inspirándose en la revolución mexicana, el liderazgo del MNR imitó al PR1 como el modelo de control social. Igual como cl PRI, cl MNR desechó la democracia pluralista competitiva y procuró imponer un sistema centrado en el Estado y basado en el control unipartidario de facto que operaba detrás dc una fachada de instituciones y procedimientos electorales democráticos. Sin embargo, se presentaban varios obstáculos. Los líderes, mayormente abogados de clase media como Guevara Arce, Paz Estenssoro y Siles Zualo, temían las exigencias de poder que podrían originar los trabajadores y los aliados trotskistas del POR. También estaban muy conscientes de las consecuencias más trascendentales de la revolución, especialmente la reinserción de Bolivia rn la economía mundial. Pragmatistas del MNR como Paz Estenssoro planeaban estrategias capitalistas para conseguir el reconocimiento y apoyo internacional, pero se enfrentaban a la hostilidad de varios sectores del movimiento obrero que pedían soluciones más radicales.

Frente a esta situación, el liderazgo del partido trató de absorber al movimiento obrero, cspccialmente al FSTMB militante y su líder Lechín Oquendo, mediante la creación de la Central Obrera Boliviana (COB) y cl otorgamiento a dicha entidad de fuero sindical y co-gobierno. Sin embargo, le salió el tiro por la culata: la COB se convirtió en una institución semisoberana que impugnaba cada movida que hacía el MNR. La confrontación se volvió especialmente aguda en 1956 cuando cl MNR adoptó las duras medidas de austeridad pedidas por el FMI para frenar la inflación y revitalizar el crecimiento economice. A la larga, este conflicto en cuanto a las estrategias económicas puso fin a la alianza clasista que había originado la revolución.

Con la ayuda de los EE.UU., el gobierno del MNR reconstituyó las fuerzas armadas para tratar de cercenar el poder de la milicia obrera y campesina. Al hacerlo, el MNR creó involuntariamente la base de su propia ruina. A diferencia del PR1 mexicano, el MNR no fue capaz de someter las Fuerzas Armadas a la autoridad civil El MNR también se vio obligado a enfrentarse con una de las realidades estructurales de Bolivia: la naturaleza dependiente de los scctorcs de clase media que había empeorado debido a la destrucción de las fuentes de empleo particulares. Mientras el partido trataba dc consolidar su control sobre el Estado, otros grupos impulsados no por ideologías sino por una búsqueda facciosa de empleos presentaban sus demandas: cargos en el gabinete u otros cargos burocráticos. Después de 1956 la legislatura se convirtió en un lugar primordial de conflictos intrapartidarios, y los líderes de las facciones promovían sus demandas por una mayor influencia política.

El MNR nunca cumplió su papel representativo, en parte debido a la manera en que cl partido seleccionaba a los miembros del Congreso. La composición de las listas legislativas se determinaba según criterios clientelistas: se recompensaba a los líderes de las facciones con cargos legislativos o burocráticos. Se descuidaron los intereses representativos tradicionales, tales como los vínculos clasistas y los lazos individuales o regionales. En consecuencia, las Personas del Congreso vivían permanentemente aisladas y desvinculadas dc los sectores claves dc la sociedad boliviana. Se concentraban en mantener o reestructurar los lazos clicntelistas con los lideres del partido. A la larga, la prolifcración de facciones al interior del MRN

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convirtió a la Asamblea Legislativa en un terreno desde donde se lanzaban ataques contra el Poder Ejecutivo. Los diputados y senadores cn cl Congreso no apoyaban al Poder Ejecutivo controlado por el MNR y esto también saboteó el deseo del MRN de crear un Estado unipartidario. En vez de ratificar y apoyar las políticas del ejecutivo, los líderes de las facciones en el Congreso bloqueaban las iniciatwas del E.jecutivo y así contribuyeron al desarrollo de un formulaci0n de facto de políticas mediante decretos presidenciales. método que ha persistido hasta el día de hoy.

Presionado por las disputas personalistas relacionadas con empleos y facciones, el MNR no pudo institucionalizar un nuevo orden político. En un esfuerzo confuso por alcanzar cierta legitimidad, el regimen adoptó las líneas generales de la Constitución liberal democrática de 1947. Sin embargo, al mismo tiempo la organización partidaria y el papel de la COB y otras reformas abrazaron conceptos corporativistas de la relación estado-sociedad. En 1961 una nueva Constitución volvió a redactar principios liberales y al mismo tiempo elevó a una categoría constitucional tales acciones revolucionarias como la nacionalización de las minas de estao, el sufragio universal y la reforma agraria.

El conflicto entre aquellos que ostentan el poder y aquellos que exigen una mayor participación en la influencia política ha sido una constante de la politica boliviana. Entre 1952 y 1964 el MRN no encontró la fórmula para rotar los favores políticos entre facciones rivales: este hecho contribuyó al derrocamiento del MNR en 1964. El tema de la sucesión se convirtió en un tema clave al interior del partido Cuando Paz Estenssoro insertó una cláusula en la Constitución de 1961 que permitía su reelección, se produjo una ruptura del acuerdo implícito de alternar la presidencia y, por lo tanto, la influencia política entre los notables del partido. Los líderes de las facciones comenzaron a buscar apoyo fuera del partido y así comenzó lo que terminó por convertirse en una intensa batalla interfacciosa. La proliferación de facciones al interior del MNR estableció lazos con la dinámica facciosa de los partidos de oposicibn, las agrupaciones clasistas y más fatídicamente con las Fuerzas Armadas. El 4 de noviembre de 1964 una amplia coalición de civiles y militares derrocó a Paz Estcnssoro e instaló en la presidencia al general de la Fuerza AErca René Barrientos Ortuño. Aunque las facciones partidarias ayudaron a destituir a Paz Estenssoro, el partido en sí se vio eclipsado dentro de un nuevo contexto político que giraba en torno a las fuerzas armadas bolivianas.

LA BÚSQUEDA DE UNA FÓRMULA: LOS PARTIDOS POLÍTICOS Y LAS FUERZAS ARMADAS: 1964-1978

El golpe de Barrientos dio inicio a un período de dieciocho años de gobierno militar. Sin embargo, los gobiernos militares no trataron de revertir las grandes reformas revolucionarias del MNR. De hecho, el gobicrno de Barrientos y los otros que lo siguieron trataron de implementar la misma estrategia de desarrollo. Cuando terminó el período militar en 1978, se hko evidente que a los militares bolivianos no les había ido mejor que a los políticos civiles cuando se trataba de solucionar los problemas complejos que habían causado el derrocamiento del MNR.

El MNR no logr6 adoptar una estrategia de desarrollo que fomentara cl crecimiento económico acelerado y la redistribución de las riqueras y cslo persiguió a los gobiernos militares. En un principio el modelo de Estado capitalista del MNR respondió a las demandas populares, pero más adelante, debido a la necesidad de acumular capital para inversiones, el partido cambió el destino de los costos de desarrollo y asi colocaron la mayor carga sobre la clase obrera representada por la COB. Al asumir cl poder en noviembre de 1964, las Fuerzas Armadas se dieron cuenta de que debían resolver las dlsputas con el movimiento obrero anto de cmpczx a considerar una estrategia de desarrollo.

El gobierno militar también se dio cuenta de que tarde o temprano tendria que crear instituciones capaces de canalizar la participación política de las clases movilizadas por la revolución. Igual como el MNR, los gobiernos militares intentaron desarrollar una estructura unipartidaria basada en principios corporativistas, pero no tuvieron mucho éxito. Al imponer

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vigorosamente el capitalismo estatal. los gobiernos militares constituyeron una continuación de las políticas económicas del MNK. Los gobiernos militares proscribieron y reprimieron las organizaciones sindicales, tales como la COB y la FSI‘MB, y así lograron resultados económicos impresionantes. Entre 1964 y 1978 la economía boliviana creció a paso firme. Durante ese mismo período, los gobiernos de Barrientos y luego dc Banzer trataron de diversificar la producción hacia otros recursos naturales aparte del estano

Cuando tuvo que tratar con la Icgislatura díscola que resultó de las elecciones de 1966 controladas por los militares, Barrientos adoptó un enfoque parecido al del MNR. Ya que el Poder Ejecutivo pasaba por alto los canales constitucionales normales para la formulación de políticas, los representantes del Congreso tanto de la oposición como de la coalición gobernante recurrieron a interpelaciones y preguntas del Congreso para hacer valer algo de su autoridad y bloquear las iniciativas presidenciales. Por ejemplo, Barrientos se vio obligado a promulgar un decreto que abría el sector del hidrocarburo a las inversiones extranjeras. Durante el gobierno de Barrientos, el Poder Ejecutivo volvió a gobernar de un modo autoritario y de facto, a pesar de las instituciones democráttcas formales como el Congreso y los partidos politices. Durante todo el período, se aprobó y sc implementó el presupuesto nacional mediante decreto, sin consideración alguna por las disposiciones de la Constitución que establecían que el Congreso debía reexaminarlo todos los anos. Barrientos luego se ocupó en la misma dinámica que contribuyó a la ruina del MNR Igual como el MNR, Barrientos no pudo reformar el Estado boliviano mediante el diseño de un marco autoritario y corporativista.

La experiencia de Bolivia en cuanto a gobiernos militares en la década del sesenta y la década del setenta proporciona un ejemplo interesante de los intentos de asegurar una base política para la intensiticación de estrategias de desarrollo capitalistas del Estado. Entre 1964 y 1969 Barrientos se fió del Frente de la Revolución Bohviana (FRB), un frente político civil, para controlar las actividades del Congreso Nacional. Teóricamente el FRB se iba a convertir en un partido único y hegemónico que no solamente aprobaría ciegamente en la legislatura las políticas del Ejecutivo, sino que también controlaría las acciones de los partidos dc oposición simbólicos, Más allá de cualquier deseo politice de transformar las estructuras o imponer las políticas, Barrientos se dio cuenta de que necesitaba cierta capacidad institucional para poder alcanzar sus metas, Tanto él como sus aliados esperaban que el PRB proveería esa capacidad. Sin embargo, la proliferación de facciones endémica a todos los partidos significó que el FRB resultó ser un apoyo bastante débil para Barrientos. Por consiguiente, recurrió más abiertamente a los militares en busca de una base de apoyo. Para fines de la década del sesenta, Barrientos gobernaba por decreto respaldado por los militares y el Congreso simplemente fue apartado aun ladoJ2.

Cuando Barrientos falleció en un accidente aéreo en 1969, la disciplina al interior del FRB se desintegró y varias facciones del partido comenzaron a conspirar con facciones militares para impedir que el vicepresidente, Luis Adolfo Siles Salinas, montara un gobierno eficaz. La resultante lucha por el poder puso en claro que el interes de las facciones en establecer lazos con un presidente fuerte que repartiría favores politices era más grande que su interés en obedecer los detalles de la práctica constitucional democrática. Cuando cl general Alfredo Ovando comunicó su intención de convertirse en presidente, los clviles del FRB junto con otros grupos se apresuraron en apoyarlo. En septiembre de 1969, facciones del Congreso dieron su apoyo a un golpe encabezado por el general Ovando.

Para sorpresa de todos, el general Ovando optó por copiar al gobierno militar reformista del general Velasco Alvarado en el Perú. En un gesto dramatice nacionali/ las tenencias de Gulf Oil y anunció su propósito de llevar a Bolivia de vuelta a sus raíces revolucionarias populistas. Un aspecto esencial de este plan era la disminución de la represión de la izquierda y un esfuerzo por movilizar a los obreros y campesinos para que apoyaran a esta nueva versión de populismo militar nacionalista. Sin embargo, cuando instaló el rmevo gobierno civil y militar Ovando pasó por alto a los partidos tradicionales de la izquierda y privilegió un grupo de “independientes civiles”. Lo más importante es que permitió la reaparición de las

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principales organizwones de trab+jadores, la COI% y la kS 1 MLI, y que éstas dirigieran a los grupos de obreros y campesinos.

Grupos derechistas dc las Fucrzns Armadas se opusieron a este wclco político. El 5 dc octubre de 1970, una serie casi cómica de golpes y contragolpes destituyeron a Ovando e instalaron en su lugar al general aún más Irquierdlsta 1 mdxal. Juan José Torres. Igual come Ovando, Torres procuró utilizar cl poder del mo\lmlcnm ohrcro 4 cn una mowda fatidlca permkó que los principales sindicatos llamaran a In lormaclón de una asamblea popular al estilo de los soviets. lina vez funcionando, la asamblea demostró que asi como el MNR no había podido controlar cl flujo de las energías política\ del movimiento obrero, tampoco lo podían hacer los militares y los numerosos partidos de lzqmerda. De hecho, muchos pensaban que la situación estaba fuera de control. Mientras que Bolivia avanzaba hacia UII<L confrontación polarizada. las fuerzas de la derecha rccurrienm a las facciones favorablcmcntc dispuestas de las Fuerzas Armadas para que reafirmaran la aurorldad del Estado y nuevamente impusieran vigorosamente el modelo de capitalismo del Estado amipopulista.

El 21 de agosto de 1971. el coronel Hugo Bawer Swírez encaheLó un golpe que derribó a ‘l‘orres. La acción fue apoyada por una amplia coalici¿~n dc pohticos. empresarios y oticlales militares y su propbsito era recuperar el modelo de capitalismo del Estado 1~ reafirmar el control c«activo sobre la izquierda obrera. DcspuSs del golpe \e unieron y formaron un frente popular nacional (FPN) que incluyó al MNR de Paz Estenssoro y su ex archirrival, el FSB Banzer usó al FPN para formar un regimen exclusivista y antiirquierdista que en cierta forma era una imitación dc los rcgímcncs burocráticos y autorItarios de los países del cono sur. A pesar de la fuerte represión, los partidos de izquierda sobrevivieron y desafiaron al régimen militar. Lo más trascendental fue la aparicibn del Mo\ imiento de I.&erda Revolucionaria (MIR). encabwado por Jaime Paz Zamora, Antonio Araníhar, Oscar Eid Franco y otro\ estudiantes universitarios. Junto con el Partido Comunista de Boliwa (PCB). de ideología estalinista, y una facción izquierdista del MNR (MNRI) liderxlo por Hernán Siles Zuaro. el MIR pudo hacer suficiente bulla para provocar la ira del gobierno dc Banxr Durante todo cl gobwno de Banzer, los partidos políticos de la izquierda mtentaron formar uu solo bloque unido para oponerse a la dictadura militar. Sin rrnhargo. inclusa en el exilio y en la clandestinidad la izquierda siguió dividida cn facciones distintas y débiles. Uno dc los partidos de izquierda más importantes que surgió en la dkada del setenta fue el Partido Socialista (PS), encabeLado por Marcelo Quiroga Santa Cruz Dcsdc su exilio cn MCxico. Qutroga escribió críticas duras sobre la dictadura y se proyectó como un contcndor politlco formidable.

Banzer se enfrentaba al mismo prohlcma hkico que habían cnfrcntado sus prcdcccsorcs militares y civiles: a saber, cómo desarrollar una base instnucional que apoyara su estrategia de economía política. En este caso, volvió a imponer el capitulkrno del Eatado, cargando el peso del sistema mayormcntc cn los obreros y campcsmos Sin embargo, tal como había sucedido con el MNR, la proliferación de facc~oncs endémica a la clase politica hohwana socavó sus esfuerzos. La lógica legal y racional del desarrollo institucional ccdló antc la li>gica más patrimonial del clienlrlismo 1 IU política de emplcos 5 lkcionei. En vcL dc constituirse en un vehículo de generación dc apobo, cstahlecxndo lazos cntrc cl gobierno ! grupos de poder claves, el FPN se degeneró y se convirtió en un mecamsmo mediante el cual las facciones partidarias captaban influencia política para dcsarroller SII\ propias bases clientelistas, muchas veces a expensas del control que ejercía Banzer sobre el gobicrno.

Banzer se dio cuenta de que los líderes partidarios estaban monopolkando los favores políticos a experwas suyas y en 1974 expulsti a los partidos del FPN y e.jerció su propio control

centralizado. Sin embargo, poco tiempo después fxcioncs de las I-‘ucr7as Armadas obligaron a Banzer a instalar un gobierno enteramente militar y así se establecwon firmcmcnte como w principal base dc apoyo y al mismo tiempo relegaron a los grupos y partidos ciwles a una posición netamente secundaria. DC esa manera los mil~teres evidenciaron su apetito por cl poder y por la influencia política, as1 como tamhl6n su profunda dcwmfìan/a cn la clase

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política y espectalmente en los partidos políticos A la vez los líderes partidarios empezaron a acusar a los militares de ser sólo un partido político armado. Si era verdad (y a nuestro juicio si lo era). entonces las Fuerzas Armadas estaban cayendo en la misma dinámica que los partidos civiles: facciones personalistas con una orientación cada vez más predatoria hacia el poder del Estado.

En consecuencia, el gobierno de Bawcr SC convirtib cn un régimen neopatrimonial de facto. La manipulación de una configuración constantemente cambiante de redes clientelistas sc convirtió cn cl clcmcnto de control indispensable en el ststema. Más y más Banzer abandonó la política verdadera y se dedicó a la necesidad dc mantcncr su derecho formal al poder. Tal como sucede en todos esos tipos de ststema. los favores políticos en el sentido más amplio del concepto (empleos, contratos, exenciones tributarias y concesiones) llegaron a formar parte de lo que el centro patrimonial tenía para ofrecer. Desde una perspectiva racional legal, esta lógica no tardó en convertirse en una corrupción que Invadió todo el régimen’s.

La lógica del prebendaje también impulsó un tremendo aumento en la influencia y el papel del Estado en la economía política. Como era de esperarse de la dinámica patrimonial del régimen. este aparato estatal relativamente grande adoptó una actitud mercantilista hacia la economía nacional: las ncccsidades “políticas” del regimen eran lo más importante. Para financiar esta máquina productora de prebendas políttcas. el régimen exigió más dc sectores claves, como la minería privada, despo.@ a las empresas estatales y se unió a otros gobiernos militares de la región en una parranda de deudas externas, Para fines de la década del setenta, el Estado se había convertido en un predador y el gobernante patrimonial y su s¿quito cada vez más grande emprendieron una rapiña de la sociedad en general.

La relación del régimen con los partidos políticos stguió siendo comple.ta, confusa y antagónica. La mayoría de los partidos, especialmente los de izquierda, eran reprimidos. Pero facciones de partidos claves como el MNR negociaron tratos cínicos con el gobernante patrimonial. Sin embargo, el verdadero antagonismo hacra los partidos politicos provino de facciones militares a quienes Banzer había entregado cargos ministeriales, cargos en las empresas estatales y otros. Es difícil no llegar a la conclusión de que básicamente el cuerpo de oticialcs, también originario predominantemente de las clases medias, había iniciado una competencia intensa con las facciones civiles de la clax política (por ejemplo, los partidos), no por razones de ideología, ni de valores, ni de programas. sino por ejercer control sobre la influencia política del Estado.

El proceso de desintegración institucional cn todos los niveles de la vida pública aceleró durante el gobierno de Banzer, debido más a la lógica de la situación que a alguna intención de su parte. Los partidos tradicionales, como el MNR. se encontraban en una situación de desorden. La fragmentación de las Fuerzas Armadas estaba alcanzando dimensiones alarmantes y el cuerpo de ofíciales estaba a punto de convertirse en una banda predatoria compuesta por caudillos con pretensiones señoriales. Esa era la realidad de la vida política boliviana cuando en 1978 el país comenzó lo que resultó ser una larga y ditkil transición hacia algún tipo de democracia civil.

LA DEMOCRATIZACIÓN Y LA EMERGENCIA DE UN SISTEMA MULTIPARTIDARIO, 1978-1990

Pocas personas entre las elites bolivianas habían pensado en la democracia representativa como el vehículo de reforma o para organizar la vida pública. Más bien la izquierda y la derecha se turnaban para atacar a la democracia “burgués”. En 1978 la democracia era la “segunda mejor opción” disponible para la clase politica, así como también para los grupos principales de la sociedad civil. 1.a opci6n militar era detinitivamente menos atractiva para todos, si bien por razones diferentes14.

Bolivia no avanzó hacia una democracia representattva en forma ordenada. Sólo se logró el gobierno civil después de una scric tumultuosa de golpes, contragolpes y elecciones fracasadas, Entre 197X y 1982 hubo siete gobiernos militares y dos gobiernos civiles débiles.

LA DINAMICA PATRIMONIAL DE LA POLITICA PAR I~IDARIA EN BOLIVIA

Finalmente en octubre de 1982 Hernán Siles Zuuro l’uz elegido presidente de Bolivia por cl Congreso”. Sin embargo, cuando Siles fuc mvcstldo cn cl cargo Bolivia ya estaba experimentando la peor crisis política y económica de su historia. La coalición multipaltidaria e izquierdista de Siles incluía a su facción “izquierdista” del MNR (el MNRT). el MIR y el Partido Comunista de Bolivia (PCB). Sin embargo, Sdcs nunca pudo controlar la coalición. especialmente en el Congreso. Por otra parte. el mowmiento obrero liderado por la COB presion6 en&gicamente a favor de las demandas de las clases obreras que por tanto tiempo habían sido suprimidas. El gobierno izquierdista no pudo establecer ningún programa económico coherente. En 1985 la hiperinflación alcanzó más del 20.000%. Frente a un inminente colapso económico, los innumerables grupos de la clase política, la sociedad civil y las Fuerzas Armadas se juntaron, obligaron al desafortunado Siles a renunciar a su cargo un año antes de lo estipulado y or anizaron otro intento de encontrar una salida electoral al impase profundo que enfrentaban ?6

Durante la prcsidcncia dc Siles varias líncas de conflicto y contradicción se juntaron ) socavaron a su gobierno, de.jando al descubierto la debdidad estructural de las instituciones gubernamentales bolivianas y la fragilidad del sistema de partidos políticos. De hecho. la enorme cantidad de gobiernos entre 1978 y 1985 demostró que las instituciones públicas ya no generaban una capacidad viable para gobernar desde el centro. En consecuencia, nmgún gobierno fue capaz de abordar los temas dificilcs de la estabilizaci6n económica, y el país entró en una crisis.

Una línea de conflicto crucial oponía a facciones de las Fuerzas Armadas contra facciones de la clase política en la búsqueda por cl control de la influencia politica del Estado. Este conflicto se evidenció más abiertamente en la serie de Intentos que hicieron las facciones civiles para enjuiciar a lideres corno Banzer. Dicho en.iuiciamiento seria el preludio de una investigación pública de la corrupción militar. Eslas acciones pnwocaron una serie de golpe?: la más importante se produjo el 17 de .julio de 1980 cuando el general Luis García Mera asumió el poder. La mala reputación de su gobierno demostró claramente que el cuerpo de oficiales se había dcgcnerado y no era más que un grupo dc tiranos clcptocráticos. La reputación de los militares había llegado aun punto tan balo que oficiales con una disposición institucional se juntaron con facciones civiles para sacar a los militares de la política lo antes posible.

En otro nivel, la lucha de clases cada vez más intensa entre los intereses neocapitalistas creados por la Revolución y las organizaciones obreras estaha despedazando al país. En este caso el tema principal trataba de la política macroeconómica, especialmente la distribución de los costos de la estabilización económica. El conflicto de clases se vio agravado por las tensiones que contraponían los campesinos tradicionales con los sectores urbanos y los intereses agroindustriales que rcciCn cmpczaban a surgir en las tierras bajas al este del país En la medida que los “comites cívicos” se movilizaron para fomentar los intereses locales, se descubrió una intensa rivalidad interregional para alcanzar el control de la política y los recursos nacionales.

Bajo el MNR, Barrientos y Banzcr, cl E\tado había patrocmado una expansión hacia cl este, alejándose del altiplano. Esto incluyó una diversificación económica desde la minería tradicional hacia los hidrocarburos. Para 1978 Santa Cruz se había convertido en la segunda ciudad más importante de Bolivia, pero seguía alejada del proceso decisivo central del país. A pesar de la importancia de Santa Cruz en tkrminos económicos, un aparato político centrado en la ciudad capital de La Paz todavía estaba tomando la mayoría de las decisiones que afectaban el interior de Bolivia. Como consecuencia se agravó el conflicto regional entre el altiplano y las tierras bajas. El conflicto regional, que data de antes de la Kevolución, era básicamente racista: el camba de las tierrzu bajas se consideraba de raza blanca y superior al cholo kolla y al indio del altiplano. El conflicto hizo rchrotar los sentimientos separatlstas de Santa Cruz. También demostrú la debilidad inherente del Estado bohviano.

IIasta 1978 los gobernantes centrales y autoritarios hahian mediado el conflicto regional. Sin embargo, dada la ausencia de una autoridad central. especialmente entre 1978 y

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1985, la parte este del país emergió como un importante competidor por el poder. El influyente Comité Cívico Pro Santa Cruz encabezó las llamadas regronales por un papel más importante en la vida política nacional. Estas demandas ~uIm~nar~n en la campaña actual por una descentrahzación administrativa que ticne como su principal premisa la autonomía regional.

En ocho arios de democracta, los comités cívicos en efecto han reemplazado a los partidos políticos en la articulación y agregación de los intereses regionales. IJna de las razones es que los legisladores se seleccionan en base a los vínculos clientehstas con los líderes partidarios y no en base a los vinculos con los distrrtos electorales de las regiones que supucstamcnte representan. De hecho, los comites cívicos regionales se han convertido en los principales supervisores de la actividad del Congreso. Cuando los legisladores deben escoger entre la lealtad partidaria y la lealtad hacia las reglones. los partidos políticos han resultado ser los perdedores, La presión de los comites cívicos ha ohligado a los partidos y a los frentes a incorporar las demandas regionales a sus plataformas electorales. En cada una de las elecciones a partir de 1985, los partidos políticos han tenido que reclutar para sus listas legislativas a miembros prominentes de los comités regionales.

El punto más importante es que los partidos políticos no jugaron un papel significativo en mediar el impacto de estos conflictos sobre las estructuras del gobierno nacional. De hecho, los partidos mayormente estaban apartados de los intereses princrpales de la sociedad boliviana Es más, las asambleas Icgislativas que rcsultahan dc las elecciones no constituían un campo principal para resolver estos conflictos. Las organizaciones primarias que expresaban los intereses de la sociedad eran los comités cívicos regionales, los sindicatos y agrupaciones de campesinos, la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) que representaba el capital nacional y la COB, que representaba a los obreros. Todas estas agrupaciones pasaban por alto a la legislatura y los partidos y se dtrigian directamente al Poder Ejecutivo. Los conflictos intensos entre ellos generahan prcsioncs muy fuertes para el Ejecutivo que a menudo tuvo que abandonar iniciativas Impopulares, especialmente en el campo económico’7.

Además, el Poder Ejecutivo se encontraba en un conflicto crónico con el Poder Legislativo, pauta que se había manifestado desde los ttempos del MNR. Algunas facciones exigían que el Poder E,jecutivo canjeara abiertamente favores politices por su apoyo en la legislatura Una vc/ acordados los tratos, aquellos que habían sido excluidos -incluyendo miembros del mismo partido del Ejecutivo- inmediatamente adoptaban posturas de oposición para obligar al Poder Ejecutivo a ampliar el capital de favores politices o reasignar las compensaciones. Las facciones en el Poder Legislativo no solamente inmovilizaban al Poder Ejecutivo sino que muchas veces procuraban subvertirlo abiertamente mediante investigaciones del Congreso, “golpes constitucionales” y otros. Frente a la porfia del Legislativo, el Poder Ejecutivo a menudo se vio obligado a recurrir a la estratagema autoritaria del decreto ley, lo que a la vez provocaba acusacrones dc mconstitucionalidad por parte del Poder Legislativo Se usaron todas estas estratagemas para atacar a Siles, y linalmente el Poder Legislativo jugó el papel clave en acortar su mandato por un ano. lo que en sí era un acto inconstitucional.

Los presidentes bolivianos tuvieron que enfrentar otro problema clave de gobcrnahilidad: cómo controlar cl cnormc y desordenado aparato estatal. La colección abultada de redes rivales de patrón-cliente manejadas por líderes intermedios no solamente dificultaba la implementación de la política gubernamental. sino que consumía el excedente que el Estado extraía de la sociedad. Poco del cxccdente se convertía en recursos para financiar la política pública. Según las disposiciones del articulo 90 de la Constitución bolivrana, si ningún candidato logra la mayoría absoluta. el Congreso debe elegir el presidente entre los tres contendores que hayan salido primeros. Si ningún candidato logra la mayoría absoluta en la primera votación, los dos primeros se enfrentan en una segunda vuelta. En caso de cmpate, el Congreso debe seguir votando hasta que se determine un ganador. Antes de 1979, el Congreso ratificó la decisión del electorado en cuatro ocasiones. Sin embargo, a

LA DMAMICA PATRIMONIAL DE LA POLITICA PARTII)ARIA LN BOLIVIA 117

partir de las elecciones de 1979, el artículo 90 se convnî~o cn el aspecto más vital del proceso electoral boliviano.

El articulo 90 no era el principal obstáculo ni cl prmc~pal problema que enfrcntaha cl sistema electoral durante la transición~ eran las leyes electorales que fomentaban la proliferación de partidos diminutos. Estas luego hacian casi imposible la elección de un presidente en el Congreso. El sistema complejo dc rcprcsentación proporctonal de Bolivia incluye una así llamada lista completa, que no solamente permite que los jcfcs dc los partidos escojan personalmente sus candidatos, sino que también centrali/a la elección de los nnembros del Congreso en La Paz. En consecuencia, los líderes de las fkciones partidarias escogian los candidatos y cl orden en que aparecerían en la papeleta de votación, No sorprende que la disciplina partidaria en la legislatura estuviera ligada a las redes de patrón-cliente.

Incluso en 1979 la elite política de Bohwa reconoció cl problema de los mecanismos electorales. Las reformas apuntaban a impedir la proliferación de partidos. Según las disposiciones de estas reformas, los partidos que no obtenían al menos 50.000 votos debían pagar su parte dc la impresión de las papeletas dc votacion Sin embargo, para garantizar la rcprcsentación minoritaria la ley clectoral permitía las altanzas y las coaliciones Una nueva papeleta con múltiples colores y múltiples simbolos ayudó a terminar con la prácttca de poner votos fraudulentos en las urnas: hasta 1979 cada partido imprimía sus propias papeletas’*.

Ya que ningún partido controlaba la mayoría de los escatios en cl Congrcao, no se producía un ganador aun después de vanas rondas de wtacionc\. El hecho de que durante la transición ningún gobierno central contaba con sutictente autortdad para rcatringir la expansión del campo político y guiar el proceso, agravo el problema. En este contexto. Bolivia corresponde a una constitución política que pretende ser democrática pero que experimenta la realidad de que las elecciones ficncn mucho que ver con la cnculación de personal y facciones pero poco que ver con la producctón de gobwnos que puedan gohcrnar Ia primera dimensión del problema se produjo con la xrdadcra explosión de partidos y facciones que ocurrió durante la transición hacia un gobierno civtl y democráttco. Surgieron cerca de setenta partidos y el MNR por sí sólo produjo treinta facciones distinta\, muchas de las cuales alzaron nuevos estandartes partidarios. La pIEtora de parttdos llegó a ser abrumadora. Los bromistas políticos los denominaron “partidos de taxi”, partidos tan pequeños que podrían realizar sus convenciones nactonales en un taxi.

Dadas las pautas complejas y polarizadas del conflicto cn la sociedad civil. ningún partido que se definiera programáticamente podría obtener la mayoría en una elecctón presidencial. Por lo tanto, la verdadera tarta de elegir recayó sobre la legislatura que resultaba elcgida en las mismas elecciones. Este hecho y las leyes electotales alcntahan a partidos aun más pequeños a competir en las elecciones con el proposito de obtener algunos escaños y luego negociar su apoyo a algún candidato prcsidcncial. Al nnsmo tiempo los candidatos presidenciales y los partidos grandes tuvieron que format- grandes coaliciones para competir en las elecciones. La coherencia ideológica o programática sc descartó a fin de echar la red tan extensamente corno fuera posible. A la VW, los partidos de taxt procuraban unirse a una coalición en base a su potencial para conseguir algún cargo y no en hasc a una continuidad ideológica”.

Realmente el proceso consistía en tres etapas, y cada una constituía la oportunidad de formar y reformar coaliciones de partidos y facciones de partidos. En primer lugar SC formaban coaliciones para competir en las elecctones. pero entre 1978 y 1990 ninguna coalición obtuvo la mayoría en ninguna de las cinco contiendas. En cada oportunidad se recurrió al Congreso donde se produjo una nueva ronda de negociaciones. Luego, tan pronto el Congreso había elegido a un presidente, la coalicibn sc desmoronaba y cl Congreso emprendía un curso opuesto al prestdente quien luego tenía que tratar de formar otra coahción para poder gobernar. En las últimas doa clewones dc 1985 y 1989 el ganador no resultú elegido presidente: de hecho, en 1989 resultó elegido Jaime PU Zamora del MIR quien había salido tercero. Hizo un trato con Banzer, quien hasta entonces había sido su cnemtgo

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idcolbgico y de sangre. El antiE.uo dicho de la politica v Ia? alianzas inesperadas se ha convertido en una triste realidad en Bolivia

En el mundo complejo de la politxa partldaria boliviana. resulta ser una cosa obtener una pluralidad electoral, otra COU muy diferente ser elegido presidente y todavía otra gobernar. Dicha realidad se expresó mara~illo~arnente en un chiste que circulaba después de las elecciones de 1989. Gonr.alo Sánchez de Lozada, quien encabezaba el MNR, obtuvo la pluralidad, pero Paz Zamora resultó elegido presidente en una coalición donde se decía que el verdadero poder estaba en manos de Ban~er, el líder de la nueva y derechista Acciún Democrática y Nacionalista (ADN). Según cl chicte. antes de las clecciones los tres candidatos visitaron a la Virgen de IJrkupiiia, quien le ofrccii, a cada uno un dssco. Sánchez de Lozada quiso ganar las elecciones, Paz Zamora quiso ser presidente y Banrer quiso gobernar el país. La Virgen generosamente cumplid los tres deseos.

PARTIDOS POLíTICOS: EL PANORAMA ACTUAL

En nuestra opinión, la tarea central de la politica boliviana está referida a salvar la brecha en la constitución política entre el proceso clectoral partidario de hacer circular el personal y el proceso también partidario de establecer gobiernos. 0, para decirlo de otra forma, la clave es la organización de elecciones que produzcan gobiernos con fuerza legislativa y ejecutiva. Desde 1985 Bolivia ha tenido dos gobiernos cuya dinámica y arte de gobernar han movilizado tendencias fundamentales que quizás no solucionen los graves problemas estructurales, pero que sin lugar a dudas sí les darán una nueva forma y dc esa manera ayudarán a definir el futuro. Han causado un impacto significativo sobre la naturaleza del sistema de partidos políticos.

El comple.jo juego electoral de 1985 fue ganado por Víctor Paz Estenssoro, uno de los princlpales lidercs de la Revolución de 1952 y probablemente el estadista más importante dc Bolivia en el siglo veinte, quien fue elegido presidente por cuarta vez. Cl gobierno de Paz Estenssoro introdujo exitosamente la Nueva Política Económica (NPE), hasta la fecha uno de los más intensos programas neoliberales de estabilización económica en América Latina. Luego de mantener su NPE durante cuatro años y acabar con la hiperinflación del país, PU Estenssoro entreg0 el poder a un nuevo gobierno elegido por el proceso clectoral. De hecho, se consideró tan exitosa su NPE que todos los competidores principales en las elecciones de 1989, sin importar su ideología, se comprometieron con mantener el programa.

La piedra angular de la NPE se encuentra en el decreto ley 21060, promulgado tres días después que Paz Estenssoro fuera instalado como presidente. El plan fue armado en secreto por un grupo de tecnócratas que servian al presidente cn forma directa y sorprendió no solamente por la rapidez y la reserva con que se confeccionó sino por el contenido liberal que parecía ir en contra del tipo de economía política que por tantos años se hahia asociado con Paz Estenssoro y su ala del MNR”. El asunto es que pillir a todos por sorpresa, especialmente a los miembros de su propio partido. Cuando la i?quicrda obrera trató de reaccionar, simplemente sofocó la protesta y mandó a los líderes partidarios y sindicales de izquierda aun exilio temporal.

La relativa facilidad con que se impuso el decreto rellc.ió la dramática declinación en la prommencia política de los partidos de izquierda. Sufrieron una gmn pérdida de prestigio a raíz de su asociación con la debacle de Siles y aún no se han recuperado. Por ahora los partidos tradicionales de izquierda se encuentran paralizados. Sin embargo, el Movimiento Bolivia Libre (MBL). un grupo que se separó del MIR original, ha experimentado avances significativos en algunas regiones claves del país y podría Ilegar a ser un competidor en las clccciones de 1993.

El único partido de la izquierda que se escapó de la marginación fue el MIR. En si, esto representa una historia que sirve pala recalcar muchw de los puntos anteriores. Luego de ser responsable por algunos de los aspectos más desastrosos del primer programa económico de Siles Zuazo, el MIR realizó una serie de movidas muy hábiles, abandonó el gabinete y se unió

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a la oposición en la legislatura. Al mismo tiempo. Jalme Paz Zamora seguia siendo cl vicepresidente de Siles Zuzo. La situación se volvió bastante complicada para Siles Zuazo cuando el MIK y otros tramaron abiertamente uno de los así llamados golpes constitucionales. donde el Congreso echaría a Siles Zuazo e instalaría a Paz Zamora. I.urg« hacia cl tina1 del mandato dc Siles Zuazo, Paz Zamora rompió con 105 grupos mas izquierdistas del MIR y en una muy habilosa campaña de relaciones públicas le dio al partldo una nueva imagen muy de moda, la de un partido “socialdemócrata”.

Habiendo controlado la amenaza de la izquierda, Pu Estenssoro hizo otra movida atrevida e inesperada que modificó fundamentalmente el proceso político en Bolivia. El 16 de octubre de 1985 hizo un trato con el general Bánzer para formar el Pacto por la Democracia entre el MNR y la ADN. El pacto no correspondió a un programa de co-gobierno; más bien fue un pacto legislativo para apoyar al gobierno de Paz Estenssoro. Detrás de la exaltada retórica sobre la democracia había un programa por etapas donde la ADN compartiría la influencia política del Estado por medio de tomar el control de variab cmpresas estatales. También existia un anexo secreto (tirmado en mayo de 1988) que establecía que el MNK apoyaría la candidatura de Banzer en las próximas elecciones”.

No cabe duda de que el pacto representaba la verdadera calidad de estadista de ambos lídcrcs, y se hizo basicamente entre ellos. Por ra~onch diferentes, las dos organizaciones partidarias (es decir, laî múltiples îücciones) no estaban contentas con el pacto: el MNR porque perdía influencia política y la ADN por los vinculos electorales proyectados con el MNR, partido que, desde su punto de vista, recién los habían estafado de la presidencia. La clave para mantener el pacto era la capacidad de ambos líderes para hacer valer su control sobre sus respectivos partidos, que a la vez era una fimción de su estatura. Dc hecho, Paz Estenssoro y Banzer se habían convertido en los únicos candidatos viables a la presidencia. Aún asi, una facción importante se separó dc la ADN y Paz Estenssoro tuvo que sofocar varms rebeliones en el MNR.

En ese momento, la política presidencial se ccntraha cn caudillos fuertes y partidos sumamente personalistas se unían para crear una capacidad de control partidario poco usual hasta la fecha en Bolivia. A la vez los dos partidos principalc, se habían convertido en organizaciones bastante híbridas que mezclaban algunas dtmensiones modernas con una dinamica tradicional. El pacto perduró durante todo el tiempo de la prcsidcncia dc Paz Estenssoro debido a la habilidad y la autoridad de los líderes. Dcsdc ese momento en adelante, el resto de la NPE se hizo ley mediante acciones legislativas y la AUN respaldó al gohwno para repeler los ataques relativamente dkhiles de los legisladores de oposición. Por consiguiente, el pacto le proporcionó al gobierno de Paz Estenssoro un mecanismo para superar la brecha duradera entre el Poder Legislativo y cl Poder Ejecutivo en Bolivia. El pacto tambikn le dio a Paz Estenssoro cl espacio para organizar su gabinete y convertirlo en un instrumento gubernamental de singular eticacla.

En enero de 1986 Paz Estenssoro estaba preocupado por la implementación de la NPE y designó a varIos tecnócratas independientes claves (el grupo que había redactado cl programa) a los cargos económicos claves del gabinete. Luego separó el “equipo económico” del resto del gabinete y designó al nuevo Ministro de Planificación, Gonzalo Sánchez de Lozada, como primer ministro de facto de asuntos económicos. Al mismo tiempo, colocó al partidario del MNR, Guillermo Bedregal, en el ministerio de Relaciones ExterIores para que encahczdra cl “gabinete político”, Con estas movidas y el Pacto por la Democracia, Paz Estenssoro pudo aislar a su equipo econbmico y dejar los asunto‘ cotidianos en manos de S&hez de Lozada y Bedregal, mientras él asumía una posición de autoridad olímpica por encima del mundo extenuante de la politica mundana. Resultó ser un método de gobierno muy eficaz

Sin embargo, el pacto si tuvo sus puntos negativos y éstos atraen la atención del observador extranjero. El arreglo rcdu,jo la legislatura a la aprobación rutinaria de un proceso de formulación de políticas básicamente autoritario. Por otra parte. el pacto socavaba la capacidad del gobierno para ejercer control sobre el aparato estatal y especialmente reducir los

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empleos del sector público. Eslo ídtirno era esencial para la política de estabilización neolibcral En una situación parecida a los primeroh ~icrnp~rs del régimen de Banzer puando Cl y Paz Estenssoro convinieron un pacto parecido, los parlidos competían por los empleos públicos y así tambien aumentaron cl poder de los agentes mtermedws. El pacto también sirvió para reforrar la lógica patrimonial del sistema de pulidos.

La falta de opciones realra cl hecho de que estos dilemas son reales y que cualquier movida que se ve positiva en una dimensi0n probahlemcnte producirá efectos negativos en otra. Estas contradicciones también implican que cualquier arreglo. como el que hizo Paz Estenworo, estará limitado por cl tiempo: una salida y no una solución. Si se quiere impedir una regresidn habrá que encontrar otras salidas Par Estenssoro estaba consciente de esto: en el último aiio de su prwidencia (1YW1989) aclaro que hahíe agotado su capacidad para emprender iniciativas y que las clccciones dehcrían medrar la reconstitucibn de la autoridad para Impulsar a Bolivia hacia el futuro.

También resultó más y más dificil mantener la disciplina central sobre las máquinas partidarias que estaban hambrientas por influencia política, los cuadros del MNR en particular se quejaban del papel que jugaban los independientes en el gobierno y de todos los empleos que se estaban entregando a la ADN. La disciplina partidaria se volvió especialmente difícil loego que el MNR sufrió derrotas en las elecciones municipalu dc diciembre de 1987. La lógica partidaria prevaleció en la campaña por la presidencia en 1989. Ya cargado de años. Paz Estenssoro comunicó su intencidn de retirarse de la política y por lo tanto no designó aun sucesor. El MNK se dividió en una batalla intensa por la candidatura cntrc Sánchez de Lozada y Bedregal. Sánchez de Lozada salió primero pero los cuadros partidarios no estaban de humor para pactos clectorales. Ellos, y quxás el mismo Sánchez Lozada. querían ganar solos, así que Sánchez de Lozada tomó la decisión fatidica de repudiar la cláusula de rotación del pacto y enfrentarse en competencia directa con Banrer. Las elecciones de 1Y89 se convirtieron en una contienda entre Sknchez de LOT& (MNR). Banzer (ADN) y Pu Zamora (MIK). Como era dc esperarse. las elecciones no arwjaron ningún ganador: Sánchu de LoLada obtuvo una pequefia pluralidad (23.0X), seguido por Banzer (22,7%>) y Paz Zamora (lO,C;‘%) Por varias razones, ~ni Banzer ni Paz Zamora querían hacer un trato con Sánchez de Lozada y por lo tanto cl asunto quedó entre los dos”. Un pacto asombroso que constituyó ya sea una gran habilidad de estadista o una maniobra digna de risa significó que Paz Zamora sería presidente y Banzer encabezaría una junta de política hipartidaria que supuestamente supervisaria tanto la politica partidaria como los asuntos gubernamentales.

Bolivia fue gobernada por cl así llamado Acuerdo Patriótico compuesto por el MIR y la ADN. A diferencia del Pacto por la Democracia, esta aliaua formal evidenció poca coherencia politica, especialmente en cuanto a asuntos económicos. El gabinete de Paz Zamora intentó forjar su propia “identidad económica”, pero, aparte dc acelerar los planes para la privatiración de empresas estatales, el gobierno simplemente ratificir la NPE que correspondía más bien a un programa de calahili?ación de la economía. El gobierno no fue capaz de generar crecimiento, un hecho que sirvió para eroGonar el apoyo popular al Acuerdo PatriWco. Además, el gobierno actuó inconstitucionalmente al ratificar en forma dudosa códigos de inversiones. minería e hidrocarburos, a pesar dc las protestas del MNR y de los partidos de oposición en cl Congreso. La incapacidad del gobierno para negociar asuntos de política económica con el MNR. que después de todo había ideado las políticas actuales, pr»du.jo la peor crisis constitucional desde 1984. Al impugnar cn la Corte Suprema la constitucionalidad de esas políticas, el MNR amplió el alcance del conllirtc Y absorbió en él a todas las principalc? instituciones políticas La decisión del Acuerdo I’atriót~co de residenciar a ocho miembros de la Corte Suprema que fallaron a favor del MNR sólo sirvió para comprobar lah acusaciones de que el gohicrno quería seleccionar fraudulentamente los miembros dc todos los tribunales y así deshacerse de cualquw fuente posible dc oposición a sus iniciati\w.

El interCs abrumador del Presidente Paz Zamora por las relaciones exteriores de alta visibilidad en 1990 viajó nueve veces al exterior. mclu!endo una visita a la Casa Blanca-

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lo aisló de la mayor parte dc esta agitación interna EntreTanTo el general Banzer, quien inicialmente se involucró poco en los asuntos gubernamentales. empezó a dominar el panorama político interno. En una ocasión especialmente reveladora. Baruer pac6 por alto a Paz Zamora, quien se encontraba de visita cn Jap6n. y ordcnli cl juicio de residencia de los micmhros de la Corte Suprema.

Entretanto, el gobierno empezó a preocuparse por la polítlca inter e intraparlidaria (junte con la política antidrogas de los EE.IJIJ.) y la atcnciún dc Ios medios de comunicación nacionales causaron un impacto importante sobre la ~magcn de Boliwa en el extranjero. IJn informe confidencial del Banco Mundial indicó una disminución significativa en los ingresos del gobierno, un aumento subslancial dc los empleos en el sector público y la emergencia de nuevas organizaciones a nivel de gabinete y suhgabinete que no tenian ninguna función. Las relacIones entre el MIR y la ADN se encontraban restringidas principalmenle a asuntos dc sus áreas de influencia. Ninguno de los dos partidos proyectaba un plan programatico de gobicrno.

La realidad sofocante de los asuntos partidarios ~acci~~sos se manifestó dramáticamente en el Consejo Político del Acuerdo Patriótico (COPAP). el conscJo general de la coalición que SC formó en agosto de 1989 para servir de enlace entre el gabinete y los dos partidos. La oposición del MNR atacó al consejo diciendo que era un “supereslado” que sometería la autoridad gubernamental aun nuevo órgano rector que estaba más allá de la Constitución. Sin embargo, el COPAP no se involucró significativamente en los asuntos gubernamentales: ocupaba su tiempo en asuntos partidarios lkxiosos. También constituyó la base desde la cual dos antiguos y fieles parlidarios, Guillermo Portún (ADN) y Oscar Eid Franco (MIR). trabajaron para consolidar su control sobre las principales facciones partidarias.

Los asuntos partidarios facciosos eran intensos al interior de la ADN, donde Ronald Maclean, el alcalde dc 1.a Pa/ y miembro de la ADN, luchaba con Portún por el control administrativo y político del partido. Hasta cierto punto, Maclean, quen por mucho tiempo habia estado conectado con las grandes empresas del sector privado, representaha cl ala moderna del partido: privilegiaba una organización m;is racional legal vinculada a los grupos de interés y proyectaba una clara ideología de centro derecha. A la vez Fortún es la personificación de la vieja clase política, experto en las luchas facciosas inlraparlidarias y un hahiloso competidor en la política clientelista. Es difícil predecir el resultado de esta lucha. Sin embargo, el hecho de que todos recurrieron al general Banzer al menos ratificó que la naturaleza del partido seguía siendo patrimonial’3.

Siguen existiendo fuertes indicaciones de que la mayoría de los líderes claves del partido son banzeristas primero y adenistas sólo en segundo lugar. Dentro de la ADN, como en todos los parlidos bolivianos, las lealtades personales se adhicrcn a fortunas politicas polcnciales, y las fortunas políticas todavía se centran en líderes fuertes y personalistas que compiten por la f?ia presidencial. A nivel nacional, los líderes partidarios de la coalición gobernante, especialmente Forlún y Eid Franco, han comenzado a incrcmcntar los premios de la competencia con la oposición y espeualmente con el MNR. So pretexto de abordar lo que todos consideran anomalías en el sistema electoral existente, la ADN y el MIR han iniciado conversaciones con respecto a fórmulas de alianza que hnclcn a continuismo. En el pasado esta característica duradera de la política partidaria boliviana ha incltado la formación de coaliciones golpistas entre los partidos y facciones que se encuentran [uera del poder. 1 Jna fórmula proyecta coaliciones electorales que alternan la presidencia dc un partido a otro, lo que en el futuro cercano (el único futuro relevante de la política boliviana) significa de Paz Zamora a Banzer y luego de vuelta a Paz Zamora. Otra proyecta la fusión de la ADN J’ el MIR en una sola organización parlidaria.

En algunos sistemas políticos, se podría considerar que dichas movidas equivalen a proyecciones de una tendencia hacia un campo político con dominio blpartidario: el MNR y la coalición ADN-MIR. Sin embargo, en el mundo patrimonial de los partidos bolivianos estas proyecciones son más bien aspiraciones hacia un Estado uniparlidark~ dc fa& donde se

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bloquea permanentemente cl acceso de la oposición a la influencia política del Estado. Los líderes del MNK han indicado claramente que percibirían cualquier movida hacia este tipo de continuismo como una violación del espíritu del concepto de IU democracia en Bolivia, lo que a la vez justificaría que el MNK buscara medios extrademocráticos para volver a encontrar un acceso al poder y a los gajes de los cargos gubernamentales

También ha habido contiendas internas en el MIK. Un grupo en torno a Paz Zamora, conocido burlonamente como “los cardcnalcs”, ha dominado el partido desde su fundación a comienzos de la década del setenta. En arios recientes una gcncración miis joven de militantes del MIK han exigido mayor acceso a la influencia política. Se agravó la agitación al interior del partido cuando en 1991 Guillermo Capobianco, en ese entonces el ministro del Interior, y otros cardenales fueron acusados de corrupción, incluyendo acusaciones de que estaban vinculados a los carteles de la droga. Paz Zamora se vio obligado a reemplazar a Capobianco por Carlos Saavedra, un tecnócrata prominente.

Las demandas del MNK y del resto de la oposiciún exigiendo reformas de las leyes electorales y de la Constitución se vieron reforzadas por la disminución del apoyo al gobierno. Casi dos allos después de la instalación dc PaL Zamora como presidente, el MNK ensombreció la legitimidad del gobierno ADN-MIK. El MNK quería que cl Congreso ratificara el desgaste de la confianza pública en el sistema de partidos boliviano y en el gobierno en ejercicio. 1.a mayoría (63%) dijeron que los partidos políticos eran esenciales para la democracia boliviana, pero sólo el 5% de los encuestados creían que los partidos políticos representaban sus intereses. En una escala de confianza de 1 a 7, los encuestados dieron el menor pontaje de todas las instituciones mencionadas a los partidos (3,31) y al Congreso (3.24). No sorprende que los comitks cívicos salieran segundos detrás de la Iglesia Católica. Estos resultados confirman una paradoja muy interesante: la mayoría cree que los partidos políticos son esenciales para la democracia, pero la mayoría de los bolivianos desconfían de ellos. S610 el 16% creia que el gobierno boliviano en ejercicio reprcscntaba los intereses del pueblo; el 71% creia que representaba los intereses de los ricos y de los políticos. Aunque la mayoría de los bolivianos no estaban conformes con la actuación del gobwno, la misma encuesta reveló un amplio (78%) apoyo popular a la democracia. Tal como sucede en cualquier otro sistema, IOS ciudadanos bolivianos esperan que sus goblernos democráticos hagan más que establecer un sistema político que garantice la justicia social. Aunque no les fue bien a los partidos políticos, la encuesta reveló que para la mayoría de los bolivianos el mecanismo preferido de cambio sigue siendo el proceso electora124.

Signifícativamcnte, la encuesta descubrió que al 60% le gustaría unirse a un partido político, pero el 85% dijo que nunca habían sido miembros de uno. La brecha entre el número de miembros de los partidos y el deseo de hacerse miembro de uno se puede explicar en parte por el hecho de que los tres partidos principales no tienen estructuras internas democráticas. Lo más importante es que los resultados no explican las diferencias clasistas y socioeconómicas. No obstante, en nuestra opinión si confirman la naturaleza esencialmcntc dc clase media de los partidos políticos bolivianos, lo que se relaciona directamente con el asunto del fraccionamiento laboral. Más allá dc esta alirmaci<jn. la falta de datos de encuestas actitudinales electorales y/o sofisticadas fiables impide que lleguemos a una conclusión más profunda con respecto a la identificación partidaria.

Los partidos políticos bolivianos son organizaciones cerradas y jerárquicas. El poder se encuentra concentrado en unos cuantos individuos. Loa miembros partidarios no participan en la formulación de políticas ni toman parte en las decisiones del partido. Esto es verdad especialmente cuando se trata de la selección de candldatos para cargos públicos y la confección de una plataforma partidaria2’. Irónicamente, quien hizo el intento más importante de cambiar la imagen pública de una estructura partidaria no democrática fue el MNK, famoso por su organización interna jerárquica. Una serie de elecuoncs preliminares y una convención final para designar el candidato servirá para abrir 26 MNK a la participación de los miembros en la selección de candidatos para cargos públicos No obytante, a pesar dc cstas reformas y

LA DINAMICA PATRIMONIAL DE LA POLITICA PARTIDARIA EN BOLIVIA 343

de la modernización del MNR, Gonzalo Sáncher de Loada sigue encabezando el partido como un caudillo al eslilo tradiciunal. En suma, igual como cl MIR y la ADN, el MNR adoptó una estructura partidaria moderna pero retuvo la dinámica patrimomal.

En 1991 volvieron a surgir dramáticamente al interior del MNR las luchas facciosas que habían caracterizado al partido desde su fundación La \ ieJa guardia se veía desplazada por el ala “genista” joven y tecnócrata e inició una camparía para desafiar el liderazgo de Sáncher de Lozada. Aunque no constituyó una amenaza grave para la eslruclura del partido. la división se hizo pública cuando varios miembros de la bancada del MNR dieron expresión a los problemas internos del partido durante un swón de la Cámara de Diputados. En consecuencia, Sánchez de Lozada tuvo que volver a cjcrccr su control sobre el partido, apoyándose más y más cn cl ala joven. Las encuestas actitudinales del MNR revelan que el apoyo popular a Sánchez de Lozada es mayor que al partido.

La imagen pública de los tres partidos principales ha sido esencial para el surgimiento de dos partidos de estilo populista. La Conciencia de Patria (CONDEPA) ha tenido grandes éxitos entre los sectores de clase baja de la ciudad capital de Bolivia. La fuerra clectoral dc CONDEPA se debe principalmente al atractivo de su fundador Carlos Palenque, un locutor popular de radio y televisión que es venerado por las clases obreras de I,a Par que hablan aimara. El apodo de Palenque, el Compadre, indica que aun cuando SC trata dc un partido nuevo que busca la participación de las masas, la lógica básica del sistema de partidos boliviano sigue siendo patrimonial.

Similarmente, la Unidad Cívica Solidaridad (LJCS), encabezada por Max Fernández, dueíío de la cervecería más grande de Bolivia. tuvo éxitos electorales a nivel de municipios y se proyecta como un contender en las elecciones de 1993. Tanto Fernández como Palenque tienen la capacidad (financiera y a través de los medios de comunicación rcapcclivamcnte) para movilizar a sectores desplazados y marginados mediante el uso de favores, dádwas y recompensas. Encuestas de opinión pública realizadas por varios partidos políticos indican que existe cada vez mas apoyo para los dos candidatos. A pesar de estar basado cn la ciudad dc Santa Cruz, Fernández goza de apoyo a nivel nacional.

Fernández y Palenque usaron métodos patrimoniales para movilizar apoyo durante las elecciones. Sin embargo, al igual que todos los partidos del sistema, CONDEPA y la UCS quieren penetrar cl sistema de partidos y tcncr acceso a la influencia política del Estado por medio de formar alianzas con los tres partidos principales. A pesar de pelear con el gobierno. CONDEPA apoyó a la coalición ADN-MIR a cambio del control de la Corporación de Desarrollo de La Paz. Muchos esperan que la UCS de Fernández se alíe con el MNR a la espera de hacer un esfuerzo por alcanzar el poder en lYY327.

Bolivia se puede caracterizar como un sistema mullipartidario con dominio tripatiidario28. Los tres partidos (la ADAN, el MNR y el MIR) han adoptado muchos de los elementos que se asocian con los partidos modernos. Los tres, pero en especial la ADN, se han movido para establecer lazos con asociaciones empresariales y algunoc comités civicos Por ahora las asociaciones de obreros y campesinos sólo tienen vinculos muy tenues con el sistema de pattidos29. A pesar de las características de los partidos, los resultados de las elecciones de 1989, el funcionamiento del gobierno de Pa7 Zamora y las disputas con la oposición demuestran claramente que la dinámica tradicional, donde los partidos se interesan más en la distribución de favores políticos que en gobernar. sigue plenamente vigente.

Dada la tremenda energía que la clase política ha enfocado cn estos temas, no scriu prematuro pensar que Bolivia se está acercando rápidamente a un momento critico en el proceso de “transición de regirnenes” o de “democratización” que empezó a tines de la década del setenta. Cuando los regímenes militares empeLaron a bloquear el acceso de los partidos al Estado, los líderes partidarios se unieron a otros sectores de la sociedad civil y exigieron el establecimiento de algún tipo de democracia electoral en Bolivia. Nuevamente se trataba de la segunda mejor opción: las mismas Fuerzas Armada, rc\kingicron a las facciones hambrientas por influencia política y así comenzaron a monopolizar los tàvores políticos del Estado. LJna

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batalla de facto cntre las Fuerzas Armadas, que se parecian a un con.junto dc faaccioncs de partidos armadas, y la clase politica civil obligó a la clase política a volver a descubrir los atractivos de la democracia. Ahora, basándose en la misma lógica patrimonial, algunas facciones partidarias podrían tratar de volver a ejercer un control a largo plazo sobre los mismos recursos del Estado y asi hacer dudar nuevamente de la viabilidad del concepto de la democracia en Bolivia. Tal como sucedió tantas VCCL‘S en el pasado. la clase política civil hace peligrar las mismas normas democráticas que dice defender

CONCLUSIÓN

Los partidos políticos han sido crwales para el dcaarrollo dc la vida pública en la Bolivia moderna. Han sido especialmente importantes en la institución y destitución de los regirnenes. La gran inestabilidad dc las formas de gobierno y régimen en Bolivia se ha debido en gran parte al hecho de que los partidos son primero y antes que nada vehículos para captar y hacer circular los favores políticos del Estado. La definiuón de ideologías, la proyección dc programas y la articulación de los intereses de la sociedad civil como parte del proceso gubernamental han sido ~610 secundarias, si es que SC han hecho. 1.a dinámica patrimonial persistente que ha impulsado a los partidos siempre ha ocultado estas dimensiones modernas de la política “pluralista” y a menudo las ha enterrado.

En nuestra opinión, la mayoría de los problemas estructurales e institucionales de la vida pública boliviana giran en torno a la dinámica partidarla. En consecuencia, los partidos siempre han sido la principal fuente del problema de gobernabilidad en Bolivia, y al mismo tiempo han constituido la única fuente verdadera para una posible solución.

El mejor cnfoquc teórico sobre la dinámica partidaria y sus consecuencias cn países como Bolivia sigue siendo el libro clásico dc Mcrle Kling. “Toward a Theory of Power and Instahility en Latin America”. Según Kling:

[Cuando] el control de las bases económicas convencionales del poder permanece relativamente estático... se atribuye un premio económico excepuonal al control del aparato dc gobierno como una base de poder dmátmca. Mxntras que las bases convencionales de poder restringen la movilidad en la situación económica, el control del gobierno proporciona una ruta excepcionalmente dinámica para alcanzar la riqueza y el poder. Por lo tanto. la diferencia entre el carácter estable de las bases econ0micas convencionales del poder y la situación poco convencional y camhiantc del gobierno, causa una competencia intensa y violenta por el control del gobierno como un medio para la adquisición y la expansión de una base de riqueza y poder3’.

Basándonos en esa exposición estructural. notamos que cn Bolivia las fuentes efectivas de riqucra SC han visto limitadas en cuanto a cantidad y no han circulado con facilidad. Por lo tanto. cualquiera que haya sido la fachada orgánica formal. la dinámica central de la política siempre ha sido el poder circular cl “producto”. es decir. los cargos, puestos y “pegas” guhcrnamcntales, entre la clase media dependiente que no ha controlado por sí sola las fuentes efectivas de riqueza.

A la vez, esta dinámica ayuda a explicar la constante expansión en el tamaño y las demandas extractivas de la versión boliviana de lo que Helio Jaguaribe denominó el “Estado Cartorial..“, así como tambitn la prevalencla de la empleomania entre la clase política y los partidos faccionarios que ésta ha generado a través de los afios. Los partidos políticos bohvianos siempre han dependido mucho más del Estado por sus recursos que de las formaciones clasistas o de los grupos de inlcrés, y menos aún de la población en general. DC hecho. tan grande ha sido la dependencia que en cierto wntido los partidos han sido extensiones del Estado y. por lo tanto, de una clase política que cn sí calá arraigada en el Estado, asi como otros sectores o clases están arraigada? en la economía o en la “sociedad civil”.

LA DMAMICA PATRIMONIAL DE LA POLITICA PARTIDARIA EN BOLIVIA MS

El problema central de la ingeniería constitucio~~al dc Bolivia ha sido el diseño de regirnenes donde los partidos pudieran distribuir los cargos gubcrnamcntks como productos y también formar gobiernos capaces de gobernar. Por lo menos desde la Revolución dc 1952 los gobiernos han tenido que encontrar una fórmula de economía política capaz de admmlstrar el crecimiento y desarrollo económico. Cn térmlnoa políticoa cl tema del crecimiento económico es crucial porque genera recursos para mantener el Estado Cartorial A la WY cl desarrollo económico dcbc generar fuentes altrrnativas de riqueza y posición social, y así al menos reducir los premios involucrados en el juego partidario dc la influencia política.

Sabemos que esta dinámica patrimonial aparece en todos los sistcmai de partidos políticos. Hasta cierto punto todos los sistemas políticos contemporáneos mezclan lo\ principios y métodos tradicionales de acción política y Ioh racionales legales. El asunto está referido más bien a las proporciones de la mezcla y a los híbridos resultantes. En Bolivia se vislumbra una versiún extrema de un sistema de partidos híbrido que es, salvo por algunoi detalles, común a la mayor parte de AmCrica I.alina. En este caso, la dinámica patrimonial sigue dominando el comportamiento de los partldos y mediante ellos la dinámica central de la economía política. Al menos constituye cl núcleo mismo de los problemas actuales de la transición de regímenes y de la gobemabilidad en Bolivia.

POST SCRIPTUM: LAS ELECCIONES DE 1993 Y EL FUTURO DE LOS PARTIDOS POLíTICOS EN BOLIVIA

Por primera vez desde la transición democrática. los bolivianos emitieron sus votos y eligieron aun ganador en el mismo dia. Sánchw de I.orada y Cárdenas del MNR obtuvieron casi el 35% de los votos y anotaron una victoria impresionante de 14 puntos porcentuales sobre el Acuerdo Patriótico gobernante. Inicialmente. Banzer y el Al’ se negaron a reconocer la victoria del MNR, diciendo con toda justicia que. puesto que ningún candidato había obtenido el 50% de los votos, según la Constitución todavía knian la oportunidad de disputar la presidencia. A medida que empezaron a conocerse los resultados que confirmaban una derrota embarazosa, el control que ejercía el viejo gcncral whre el AP comenzó a aflqjar. Un sector de la ADN comenzó a negociar con CONDCPA para cnlrcgar la prcsidcncia â Carlos Palenque, quien había obtenido sólo el 14%. Según se dice, otro sector entabló conversaciones con Sánchez de Lozada. Para mediados de junio, las disputac internac entre los miembros de la ADN se hicieron públicas y a veces maliciosas. Una situación parecida sc produ.jo al interior del MIR a medida que las diferentes facciones se Iban posicionando para los próximo\ cuatro tios. Casi la única tendencia clara correspondió a la disolución del Acuerdo Patriótico y la casi segura fragmentación de la ADN y el MIR

La primera contirmación de la victoria del MNR se produ.jo cuando Antonio Araniba! del MBL anunció su apoyo incondicional a Slincher de Lozada. Habiendo obtenido sólo cl 5% de los votos, el MBL decidió dar su apoyo con la cbpcrawa de jugar algún papel en el futuro gobierno. El anuncio del MBI. causó un impacto mmedlato El 8 de ,junio Banzer tomó la decisión tardía de felicitar a Sánchez dc I.orada y prometió que el Al’ votaría por el MNR en el Congreso en agosto, Por su parte, Paz Zamora proruncih un discurso impresionante donde enfatiró la necesidad de una transuón pacifica y cl desarrollo dc una coalición gobernante estable para asegurar la gobernabdidad de la democracia bohviana y la continuidad de las reformas económicas. Los bolivianos luego se lanzaron a ua semana de euforia pard celebrar la madurez de su proceso democrátxo.

La victoria de Sánchez de Lozada se debió a varios factores, pero dos ben dignos de notar. El primero correspondió a la campaña bien orquestada del MNR que fue dirigida cn parte por Sawyer y Miller, una compailia encuestadora de los EE.UU. que ha estado asociada por mucho tiempo con Sánchez de Lozada. Sus encuestas ayudaron a armar una estrategia. denominada el Plan de Todos, que estaba orientada hacia dw áreas prmclpales del descontento público: la corrupción gubernamental y el impacto prolongado de las medidas de austeridad. El segundo correspondió al nombramiento como candldato del MNR a la viccprcsidencia de

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Víctor IIugo Cárdenas, un aimara bien educado que en 1989 postuló como candidato a la presidencia encabezando el Movirnicnto Revolucionario Túpac Katari de LIberación (MRTKL). En la campaña del MNR, Sánchez de Lozada y Cárdenas se describieron como “hijos de la revolución” en un Intento deliberado de establecer una concxiim con los sectores sociales que antiguamente se identificaban plenamente con el MNR pero que últimamente se habían sentido atraídos por los partldos populistas. La mayoría de los análisis primitivos dc las elecciones concluyen que Cárdenas ayudó al MNR a ganar cl departamento clave de La Paz y quitar votos al UCS y CONDEPA.

La búsqueda por parte de Sánchez de Lozada de un socio de gobierno culminó en otra sorpresa. BI 2 de julio el MNR estableció un pacto (denominado el Pacto de la Gobernabilidad) con Max Fernánde/ y la UCS. Tal como había sucedido en todos los pactos anteriores, la distribución de cargos gubernamentales claves a cambio de los veintiún escaños de la UCS en el Congreso selló el acuerdo. Según los t¿rminos del pacto MNR-UCS, los partidarios de Fernández obtuvieron un ministerio (de Defensa), dos subsecretarías, dos embajadas, la presidencia de una corporación de desarrollo regional y la primera vicepresidencia de la Cámara de Diputados y del Senado. Además, Sánchez de Lozada pudo negociar la primera reunión de Fernández con el embajador de los EE.UU desde que surgieran las acusaciones acerca de sus vínculos con el tráfico de drogas. Las negociaciones del MNR no terminaron allí. El 7 de julio Sánchez de Lozada firmó un Pacto por el Cambio con el MBL, repartiendo otra serie de puestos gubernamentales. Al MBL se le prometió un ministerio (Relaciones Exteriores), puestos claves en el Congreso y al menos una embajada. Araníbar y el MBL exigieron un alto precio: el partido sólo había obtenido el 5%.

No obstante las caracteristicas “modernas” del sistema político boliviano, las elecciones de 1993 y la clección de Sánchez de Lozada por el Congreso el dia 6 de agosto demuestran claramente que la dinamica tradicional donde los partidos politices se interesan más en captar y distribuir favores políticos que en gobernar sigue plenamente vigente. El nuevo gobierno ha anunciado una reestructuración mayor del Poder Ejecutivo, reduciendo el número de cargos ministeriales a diez (de diecisiete) y estableciendo varias subsecrctwías. Fernando Illancs y Fernando Romero, dos empresarios independientes y prominentes que participaron en el gobierno de Pu Estenssoro, han sido designados como los dos nuevos “superministros” del gobierno. El resto del gabinete está en manos de fieles y antiguos partidarios del MNR. Si se mantiene la nueva coalición, el MNR contará con el control total del Congreso y podrá seguir adelante con su Plan de Todos. Para hacerlo deber& absorber a los partidos que han ingresado a la coalición gobernante. Con la desaparición del Acuerdo Patriótico y la debilidad del MIR y de la ADN, CONDEPA constituirá la única fuerza opositora verdadera, aunque las primeras indicaciones sugieren la probabilidad de que se produzcan deserciones al MNR. Si dichas alianzas siguen estables, el MNR posiblemente pueda acumular suficiente poder como para hacer que los otros partidos sean irrelevantes y una vez más intentar convertirse en el partido único.

Por último, es probable que las reformas al interior del MNR se desaceleren. La vieja guardia del partido se ha tranquilizado con los puestos de liderazgo en el Congreso Nacional. Aunque la promesa de Sánchez de Lozada de acabar con la corrupción ha impedido que la mayoría de los miembros de la vieja guardia formen parte del circulo más intimo del gobierno, Bolivia seguirá mezclando la política dc estilo antiguo y las tendencias modernizadoras de los últimos ocho años. Por consiguiente. es probable que perduren las tensiones entre la racionalidad del neoliberalismo y la lógica patrimonial del sistema de partidos boliviano.

APÉNDICE 1: LOS PRINCIPALES CAMBIOS Y DIVISIONES EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS BOLIVIANOS, 1982-1992

ADN, ACCIÓN DEMOCRÁTICA Y NACIONALISTA

Fundada cn 1979 por Ilugo Banzer Suárez y otros.

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1980-1982: Se expulsaron a los miembro? que ocuparon cargos en el gobierno de García Meza. A varios se volvieron a aceptar en 1985 y hoy cn dia ocupan cargos promincntcs. Por ejemplo, el actual embajador de Bolivia ante la OEA ocupó el cargo de ministro de Relacloner Exteriores en el gobierno de García Mcra.

1985: Partido Democrático Boliviano (PDB) fundado por Eudoro Galmdo, ex candidato a la vicepresidencia y fundador de la ADN cuando el ADN he alió con el MNR en el Pacto por la Democracia. El PDB luego se unió al MNR en 1989 para las eleccionca. Ahora se ha convertido en un grupo importante dentro del MNR de Sánchez de Lozada. Galindo es un senador del MNR que representa al departamento de Cochabamba.

1990-1992: Aparecieron las divisiones cuando Ronald Maclean lideró una facción modernizadora. Guillermo Fottún y otros en el partido vinculados a la clase política tradicional se enfrentaron a Maclean. A mediados de 1991 apareció un nuevo grupo liderado por Jorge Landivar, ex presidente del comitk cívico de Santa Cruz, que ejerciil cierta influencia dentro del partido. Estos tres grupos han empezado a tomar posiciones preparándose para la pelea que probablemente se produzca cuando Banzer se retire como líder del partldo. La salud de Banzer se ha deteriorado considerablemente y aun cuando sea el candidato del Acuerdo Patriótico ADN-MIR para 1993 es dudoso que pueda resistir el ritmo de la campana. Aún si gana, muchos dudan si podrá vivir por mucho tiempo en la altura de La Paz.

MIR, MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOI.UCIONARIA

Fundado en 1971 por Jaime Paz Zamora, Oscar Eld Franco, Antonio Aranibar y otros. 1983: Walter Delgadillo, facción obrera. fundó el MIR-Masas. 1985: División grande en el partido. La facción dc Antonio Araníbar se escindió y

fundó el MIR-Bolivia Libre. El MIR-BL se conwtió en el Movimiento Bolivia Libre en 1986 como resultado de una decisión de la Corte Nacional Electoral que falló a favor del MIR dc Jaime Paz Zamora.

1986-1989: El MIR de Paz Zamora se convirtió en el MIR-Nueva Mayoría cuando profesionales de clase media y facciones del MNR y de la izquierda se unieron al partido para competir en las elecciones de 1989.

1989-l 991: Aparecieron divisiones en el MIR-NM cuando la Vanguardia Revolucionaria 9 de Abril se escindió el partido. En 1991 un grupo de miembros jóvenes del partido exigieron un papel más importante. Este grupo. conocido dcspcctivamente como IOS “aboganstcrs” ejercieron suficiente presión para asegurar puestos gubernamentales. En la medida que se acerquen las cleccioncs dc 1993 y las facciones tomen posiciones para la vicepresidencia del Acuerdo Patriótico es probable que SC produzcan otras divisiones.

MNR, MOVIMIENTO NACIONALISTA REVOLUCIONARIO

Fundado en enero de 1941 por Víctor Paz Estcnssoro, Hernán Siles Zurzo y Walter Guevara Arce, entre otros.

1982-1985: Período dc reunificación al unirse muchas facciones al MNRH de PaL Estenssoro. Para mediados de la década del ochcnte. cl MNRH de,jó de usar el H (histórico).

1985: Surgieron las disputas facciosas cuando el MNR lanzó la Nueva Política Económica y se alió con la ADN en el Pacto por la Democracia. La viqja guardia formó varios asi llamados Comltks de Defensa del MNR. Esto5 grupos no tenían ninguna autoridad verdadera pero eran muy divisivos.

1989-1992: El nombramiento de Sánchw de Lozada como el candldato del partido causó un gran revuelo interno. Desputs de las eleccionrs de 1989 cuando obtuvo una pequefia pluralidad pero no la presidencia, los Comités de Defensa del MNR impugnaron el control que ejercía sobre el partido. Estos grupos han permanecido muy activos y han anunciado la formación de nuevos MNR “verdaderos”. Es probable que continúe esta tendencia hasta las elecciones de 1993.

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MNKI, MOVIMIENTO NACIONAI.ISTA RF.VOLUCIONARIO DE IZQUIERDA.

Fundado en 1971 por Hernán Siles Zuzo y otros. A fines de la década del setenta, se convirtió en el principal partido de la Llnidad Dcmoc&ice ) Popular (UDI’).

1982-1985: Cuando Siles Zuazo llegó a ser presidente. ya eran muy visibles las divisiones en el MNKI. Se podían identificar claramente por lo menos tres facciones: el Palaciego, que rodeaba a Siles Zuaro, el MNRI-Lcgalisla. que cn 1983 SC unió a la oposición en el Congreso. y el MNRI-Siglo XX, un grupo de tecnócratas. A la larga prevalecieron las facciones del Siglo XX y Palaciego. Para las elecciones de 198.5, el MNRI montó una campaña desafortunada: sus dos candidatos eran dos tecnócratas que habían ocupado varios cargos en el gahbinete. Su atractivo no lrasccndió cl grupo que rodeaba a Siles Zuazo. Surgió un seclor campesino que compitió en las elecciones bajo la etiqueta de MNKI-1, pero que desapareció poco desputs.

1985-1989: El MNRI mantuvo una presencia mínima en cl Congreso con menos del 50, de los votos. Debido a la salud deteriorada de Sdes Zuazo, cl MNRI desapareció gradualmente. La mayor parte de los militantes se incorporaron a otros partidos, incluyendo el Acuerdo Patriótico gobernanlc. El más visible es Mario Rueda Peña, el ministro de Información de la UDP, quien se ha convertido en el muy franco ministro de información del Acuerdo Patriótico.

MNRV, MOVIMIENTO NACIONALISTA REVOLUCIONARIO- VANGUARDIA 9 DE ARRII.

Fundado en 1985 por Carlos Serrate Keich, el dueiio controvertido de Hoy. un diario de La Paz.

19x5-1989: Después dc un comienzo auspicioso cn las elecciones de 1985, especialmente en los departamentos de la Paz y Oruro. el MNRV perdió paulatinamente su atractivo popular. Fue uno de los primeros partidos que recurrió a los medios de comunicación (radios y diarios) para reunir apoyo en la, áreas rurales y entre los recién llegados a la ciudad capital. Después de 198X el MNRV perdió su apoyo electoral (y muchos miembros prominentes) que SC trasladó a CONDEPA, el partido populista del “Compadre” Carlos Palenque, y a la UCS de Max Fernández.

19X9-1992: Para las elecciones de 1989, el MNRV cambió de nombre, denominindosc la Vanguardia Revolucionaria 9 de Abril. para cumplir con los requisitos de la Corte Nacional Electoral. Luego Carlos Serrate llevó su partido al MIR-Nueva Mayoría. Cuando el MIR-NM acordó aliarse con la ADN de Bánzer en el Acuerdo Patriótico, Serrate rettró a su partido, pero se quedaron varios de sus partidarios. Desde entonces el VR-9 ha considerado el grupo que debe apoyar. Los aliados mas probables son el MNR y la UCS, aunque durante los últimos dos allos Serrate también ha cultivado a CONDEPA

PS-I, PARTIDO SOCIAI.ISTA-UNO

Fundado como el Partido Socialista a mediados de la década del setenta por Marcelo Quiroga Santa Cruz y otros.

1979-1989: Desde el inicio el PS experimentó una serle de divisiones internas. Incluso en 1979 Quiroga tomó una facción y la denominó el PS-l. Para mediados de la década del ochenta, habian surgido varias otras facciones que decían adherirse a la linea de Quiroga, quien fuera asesinado en el golpe de García Mera en 1980. En 1985 Ramiro Velazco y Walter Vásquez Michel lograron un aspecto de unidad exterior para las elecciones. Sin embargo, para fines de la década del ochenta el PS-I se había reducido u unos pocos individuos que competían por cl legado de Quiroga. Vclazco y otros se unieron a una coalición más amplia dc izquierda denominada la Izquierda Unida (que se deswbe a continuación)

19X9- 1991: El PS- 1 entró a su última etapa en las elecciones de 1989 cuando se denegó un escaño en la Cámara Baja a Roger Cortes, su candidato presidencial, a pesar de una huelga

LA DINAMICA PATRIMONIAI. 111. I.A POLITICA PARTIDARIA kN BOLIVIA 349

dc hambre que duró veinte días. Después de eso. dcjú al PS ! sc hi/o famoso como conductor de un programa político en la televisi6n.

MRTK. MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO I aP/\C KA-IARI

Fundado a fines de la década del setcota por Gcnaro Flores y otros. .4 diferencia del grupo más indigenista Movimiento Indio Túpac Katarl (MITKA). éste representaba el hraro político del movimiento sindical campesino de Bolwia.

1979-1985: Muy tempranamente aparecieron \ariab divisiones en el MRTK. Flores sostuvo una postura radical y se alió con varios partidos de izquierda. Fue golpeado tan severamente en 1980 que ahora se encuentra confinado a una silla de ruedas. Durante el gobicrno de Siles Zuazo, el MRTK rehusó apoyar al gobierno de la LJDP, a pesar de haberse unido a la coalición para las elecciones de 1980. En 1985 se tomó una decisión muy importante de no aliarse con ningún otro partido y postular solo. Desafortunadamente. prevalecieron las disputas facciosas y Flores ya oo pudo controlar cl partido, así que se fue.

MRTKL, MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO I ÚPAC KA1 AK1 DE LIBERACIÓN

Fundado a mediados de la dCcada del ochenta por Cenaro Flores para competir en las elecciones de 1985. Este partido era más radical que el MKI‘K y trató de combinar- el indigenismo, el marxismo y una agenda electoral.

1985-1989: Flores mantuvo cierto control sobre el partido entre 1985 y 1987. Sin embargo, unas acusaciones de corrupción contra él y algunos otros lo desacreditaron. En 1989 fue obligado a renunciar al partido y se rrcluró a Victor Hugo Cárdenas, un educador y sociblogo con estudios en Europa, para postular a la presidencia. El partido moderó bastante su mensaje. Cárdenas sc ha convertido en un miembro muy respetado de la comunidad socióloga de Bolivia.

FULKA, FKENTE UNIDO DE LIBERACIÓN KATARISTA

Genaro Flores creó este frente electoral paril las clecciones de 1989. Casi ha desaparecido por completo. DC hecho, es dudoso que algún grupo katarista compita en futuras elecciones presidenciales. Según algunos informes gubernamcntalcs, algunos grupos kataristas se han convertido en guerrillas indigcnas y en 1991 trataron de imitar al Sendero Luminoso peruano e hicieron estallar unas centrales eléctricas en y cerca de La Paz.

WC, PARTIDO DEMÓCRATA CRISTIANO

Fundado en 1964 por Benjamín Miguel. Remo Di Natale y otros. 1982-1985: Miembros han serwdo en dos o tres gobiernos desde 1982 y probablemente

sobrevivirán a pesar de tener poco atractivo popular. Un sector prominente encabezado por Ben.jamín Miguel y Oscar Bonifaz ocuparon cargos cn cl gabinete y proporcionaron algo de apoyo en el Congreso a la dcsaf’ortunada UDP. EI papel que jugó en cl gobierno de la UDP no mejoró en nada su fuerza electoral (l,4% en 1985).

1985-1989: El partido sufrió un tremendo revCs’ cuatro arlos sin ningún acceso a los favores politices del Estado. Casi inmedlatamente los militantes empezaron a buscar una alianza con todos los frentes o partidos políticos. Algunos, corno Oscar Ronifaz, consiguieron puestos legislativos muy holgados con el MNR. Otros trataron de jugar cartas mas izquierdistas. Sin embargo, el más cutoso fue Luis OSSIO Sanjines. el Jefe partidario que negoció una alianza con la ADN. Ossio se convirtió en el candidato de fdrmula de Banzer. Por un golpe de fortuna Ossio también se convirtió en cl viccprcsidente de Banzer debido a los términos establecidos cn el Acuerdo Patriótico. Sm cmharpo. el futuro del PDC todavía está en suspenso. Si su suerte sigue ligada al Acuerdo Patrititico. el partidu podría desaparecer dentro de media década.

350 E. A. GAMAW y J. M. MALLOY -

FSB, FALANGE SOCIALISTA BOLIVIANA Fundada en 1947 en Santiago de Chile por Rommel Panloja y otros. 1982-1985: A pesar de haberse considerado tiempo atrás el segundo partido más grande

de Bolivia, para mediados de la década del ochcnla la FSR se había convertido en otro partido de taxi. Algunas facciones que se separaron del partido formaron partes significativas de tales partidos como la ADN. Durante el período de gobierno de la UDP, la FSB tuvo una bancada muy pequeña pero muy vocinglera y conlcnciosa en la Cámara Baja. Sin embargo, en términos electorales la FSB ha perdido todas sus fuerzas debido principalmente a su anticuada ideología falangista.

1985-1989: El liderazgo del partido optó por una transformación dramática. David Afiez Pedraza, el candidato presidencial del partido en 1985. anunció que el partido debería avanzar hacia el socialismo. El resultado de la batalla interna que se produjo fue la formación del así llamado Movimiento al Socialismo (MAS). Añcr llevó el MAS de lleno al campo izquierdista y se unió a la Izquierda Unida. Entretanto se acusó que Max Fernández, el polémico duefio de la cervecería que termina& por fundar la UCS, había comprado a la FSB para las elecciones de 1989 por una suma de dinero que no se dio a conocer. Sin embargo, al acercarse las clecciones Fernández y la FSB pelearon. En consecuencia, la FSB no contó con ningún candidato presidencial y su fuerza electoral disminuyb a casi cero. Por otra parte, la vergüenza del fiasco puede haber sellado su destino. Es poco probable que vuelva a recuperarse y muy probable que desaparezca en el futuro cercano.

POR, PARTIDO OBRL?RO REVOLUCIONARIO

Fundado a fines de la década del treinta por Jose Aguirre Gainsborg. Durante casi cuatro décadas la figura dominante del POR ha sido Guillermo Lora, el antiguo líder sindical, intelectual y politice. Durante la década del ochenta su partido funcionó básicamente como un campo de entrenamiento en la tilosofia trotskista para jóvenes estudiantes universitarios. Aparte de una fuerte presencia en la Universidad Nacional en La Paz, el POR no tiene ningún atractivo electoral. Guillermo Lora es el líder indisputado y sus discípulos reverencian cada palabra que sale de su boca. El POR compitió en las elecciones dc 1985 pero se le prohibió participar en la contienda de 1989 porque debia dinero por la impresión de la papeleta de votación de 1985. (Recuerden que los partidos que obtienen menos de 50.000 votos deben pagar por el costo de imprimir la papeleta). Es poco probable que cl POR se convierta en una fuerza electoral de importancia. Sin embargo, sigue siendo una fuerza política importante en las universidades y en algunos sindicatos afiliados al COR.

FPU, FRENTE DEL PUEBLO UNIDO

Frente electoral formado para competir en las elecciones de 1985. Incluy6 al Partido Comunista Boliviano y al MIR-BL.

1985-1992: Después de competir en las elecciones, el FPU prácticamcntr se desintegró. Para mediados de 1987 sus miembros habian tomado nuevos rumbos. De hecho, el FPU cedió frente a la consolidación de la IU como un frente político para unir a la izquierda (véase a continuación). Los malos resultados del FPU en las elecciones de 1985 son una indicación de la mala situación general de la izquierda boliviana. En consecuencia, el MIR-BL procuró establecer una identidad nueva y menos dogmática en algunas regiones especificas de Bolivia. En contraste, el PCB sigui6 aferrado a su ideología est@inista aun cuando la Unión Soviética se encontraba en pleno proceso de desaparición. Quizás el peor momento del PCB fue cuando respaldó el golpe de Ligachev en contra de Gorbachev en agosto de 1991.

IU, IZQUIERDA UNIDA

Fundada a mediados de la década del ochenta por Isaac Sandoval y otros para competir cn las elecciones de 1985.

LA DINAMICA PATRIMONIAL DE LA POLITICA PARTIDARIA EN BOLIVIA 351

1985-1992: La IU tuvo bastante exito atines de la década del ochenta al persuadir a 10s

partidos de izquierda a que se unieran y compitieran juntos cn las elecciones y presentaran un frente unido en la legislatura. Por algún tiempo la IU logró unir al MBL (ex MIR-BI.), el PCB, disidentes del PS-I, el MIR-Masas y otros. Permanecieron juntos durante las ekcciones de 1989 pero se separaron casi inmediatamente despues, principalmente porque el MBL pensó que su fuerza electoral se vería afectada por una asociación prolongada con la desprestigiada izquierda Al MBL le fue bastante bien en las regiones cultivadoras de Ia coca y cn el departamento de Chuquisaca. La IU, que logró una presencia en el Congreso, ya no existe. SU bancada legislativa se encuentra distribuida entre el MBL, el PCB y los disidentes del PS-I.

OTROS PARTIDOS

Cada uno de los siguientes partidos no obtuvo más del 1% de los votos en 1985: ACP, Acción Cívica Popular FNP, Fuerza Nacional Progresista AHR, Acción Humanista Revolucionaria ARENA, Alianza Renovadora Nacional (compitió en las elecciones de 1989 pero ahora

ha desaparecido). MM, Movimiento de Izquierda Nacional Si alguna vez tienen la intención de presentar a un candidato para la presidencia, IOS

líderes partidarios debe& pagar una fuerte multa a la Corte Electoral por no haber obtenido el mínimo de 50.000 votos.

Los dos partidos mas importantes que han emergido desde 1985 son Conciencia de Patria (CONDEPA), fundada en 1988 por Carlos Palenque, y la Unión Cívica Solidaridad (UCS), fundada en 1989 por Max Fernández.

APÉNDICE 2: CUADROS

Los cuadros sinópticos sobre Bolivia se presentan a continuación

352 E. A. GAMAFCCA y J. M. MALLOY

Cuadro N” 12.1 Presidentes de Bolivia, 1971-1994

21 de agosto de 1971 -jubo de 1978 Gamal Hugo Banrer Suárez lulio -noviembre de 1978 General Joan Peleda Asbim Noviembre de 1978 -agosta de 1979 General David Paddla A. Agosto-noviembre de 1979 Walter Guevara Arce L-16 de noviembre de 197Y Cornnel Alberto Natusch l3 Noviembre de 1979 - 17 dejulio de 1980 Lydia Goeiler Tqada Julio de 1980 -agosto de 1981 Grrwal Lus Ga& Meza Agosto de 1981 -julio de 1982 General Celso ‘forreho V. Julio -octubre de 1982 General Guido “ildaso C Octubre de 1982 -agosto de 1985 Hanán Siles Zuazo Agosto de 1985 agosto de 1989 “ictur Pu Ertenssoro Agosto de 1989 agosto de 1993 lame Paz Zamora Agosto de 1993 -presente Gonzalo Sánchez de Lozada

Cuadro N” 12.2 Participación y abstención electoral, Bolivia, 1951-1989

AA0 Poblaaón

195, 3.019.03, 1956 3.250.000 1960 3.450.000 1964 3.604.165 1966 3.748.000 1978 4.850.000 1979 5.253.624 1980 5.570.109 1985 6.429.226 1989 7.125.000

- - -

2.525.000

hcn,o,s

204 649 1 119.047 1 300.000

1.270.61 I 1 922 556 1 876 920 2.004.284

126.123 38,4 955.349 14,6 Y87.730 24,0

I .297.249 1 099 994 13,4 1 971 968 +2,6 1.693.233 9,s I .489.484 25.9

2.931.123 2.108.457 I .728.365 18.0 3.191.000 2.136 560 1 573 790 26,3

FUENTE: Jorge Laúure, “Partidos palítwx, problemas de representaxi” c mfurmabraci6n de la política (El caso de Bolivia)“, Rev~az de Esrudios l’oliricos 74 (octubre-dwembre de 1991) Anexo 3 basado en dalos del Instituto Nacional de Estadísticas y la Cone Nacional Electoral

LA DINAMICA PATRIMONIAL DE LA POLITICA I’ARTII>AKIA I:N HOI.IVIA 353

Cuadrr> N” 12.3 Porcentaje dc votos obtenido cn las clecciones presidenciales por partido, Bolivia, 195 I-1966

IYSI %

lY56 %

/x0 /96, 96 %

,966 %

42.9 32.1 10.5 5.3

R2,W

13.7

74,5 85,9 -

83 o,o

- 12,5 FSB

ACL PL PIR

5,2 4,1 - -

-

- -

- - - - 8,O

61.6 5,5 3-O 1,O 5,x 254

FMNRA FRB

14.1 -

MRP FLIN 0td Votos cn blanco votos nulos

- -

13 1.2 13 1,4 0.9 5,7 1.1 I,2 6.5

FUENTE: Carlos Mesa Gisben, P,zside>,res de Aoliwa I:,rnr ,,n,u~ Y fi<\der (La Paz: Editorial Gisben, 1990), págs. 140-43, 145-46

NOTA: Los candidatos del MNR fi,eran Paz Esrenssora (1951, 1960, 1964) y Siles Zuazo (1956) El candidato del FP.B en 1966 fue Barrientos.

a Incluye a dos partidosen 1956, 1960 y 1964 y aun partido en 1966

Cuadro N” 12.4 Porcentaje de votos obtenido en las elecciones presidenciales por partido, Bolivia, 1978-1993

19-a %

IY3 %

IYXO %

,985 ‘%

Pornd,,

UiW UDP ADNIUNRAIUNRWMNR= PDC AVN PS-I AP APlN FVR-NA AFM,MNRlb MlR MNRV 111 CONVhP ucs h4BL 0tVd Votos en blanco votos nulos

,989 ,993 % %

50.0 - 31.2 31.1

- - -

23.0 33.8

22,7 - - -

- 20.3

- - -

IV.6 -

7.2 0,9 13.6

- 13,I - 5,1 6.3 9s

38,7 20.2

24.6 10.8 26,4 8s - 12.9

42 -

3.6

16.8 8.7

28,6

- -

1.0 1.3 4,8

8,‘) 4.2 0.6

11.0

- - - 3.8 3.2

10.0

4.4 1.8 0.9

13,6 7.3 5.6

4.4 2.1 5,7 2-7

FUENTE: Corte Nacional Electora, NOTA: Los resultados de 1978 se anularon porque el tata, de votos em,t,dos superaba el n,hem de vutanfes

inscritos por 49.412. ll Se presentó como la AVRN en 1978, el MliR4 C” 1979 y 198”. cl MNRH C” ,985 y cl MNK en ,989. b Se presentó como la AFIN en 1980 y cl MP4F.I en ,985.

354 E. A. GAMARRA y J. M. MALLOY

Cuadro N” 12.5 Porcentaje de escanos del Senado obtenido por partido, 1979-1993

19'9 198" IYNS , YX9 ,993 "4 % ,% '% "A

UDP 29,6 37,0 59.3 31,o 59,3 33,3 63,0

ADN Il.1 22,2 37.0 29,b 29,6 PS-I - 3,l - - - MIR - - 3,7 29,6 -

CONDEP - - - 134 3.7 ucs - 3,7

FUENTE: Corte Nacional Electoral NOTA: nn cada elección re disputaron 27 oscaiios.

Cuodro N” 12.6 Porcentaje de esctios de la Cámara de Diputados obtenido por partido, 1979-1993

Pa>l;do

UDP 32.5 MiaA 41.0 ADN

APIN

MRTKL PDC

PS-I

MITKA PUE! FDR-NA MIR PRA-AA h4NRI MNR-u MNRV MITRA-I FP” RSB

16,2

4,3

-

4.3

0.9

-

0.9 - - - - -

- -

FSB CONDEP IU ARBOL ASD EJE MBL ucs

- - -

- - - -

1980 IYXS IYXY IYY3 % % % M

36.2 21,l 18,5 7.7

3.9

2,3

1s

0,s

1,5

- 33,l 31.5

3.8 - - - -

Il,5 -

62 .~ 46 -

3.1

1.5 22 2,3 -

- - -

- 30,s 29,2

-

- 25,4

- - - - - -

- -

65’ 7.7 - - - -

- 40,8 16,2

- -

- -

10,o - - - - -

-

- -

10,o

0,s 0.8 0,s 5,4

15.4

FUENTE: cone N&XI~I ~lmd NOTA: En 1979 se disputaron ll7 escãos, en 1980, 1985.1989 y 1993 se disputaron 130