114 entrega
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LIBROS Y NOMBRES
DE CASTILLA-LA MANCHA
CENTESIMODÉCIMOCUARTA
ENTREGA
114 Año IV/ 26 de abril de 2013
ISIDRO (SÁNCHEZ)
Hay un dicho muy extendido entre
nosotros, y es el de que cuando al alguien
en el medio social se le reconoce por su
nombre, ello es fruto y consecuencia de
cierto reconocimiento en dicho medio. Eso
decían y contaban en la Transición política
española de los setenta, a propósito de
algunos gobernantes, que sólo necesitaban
su nombre para ser identificados y
reconocidos. Así Adolfo, por Suárez;
Felipe, por González; incluso Juan Carlos,
por Borbón y Borbón. Llegando a olvidar el
común de los ciudadanos, los apellidos que
portaban los referidos. Otras veces, ese
beneficio de ser reconocido sin necesidad
de utilizar el apellido, acontece por la
propiedad excepcional, de llevar un nombre
de pila llamativo, raro, rotundo extraño o
sorprendente. Esto ocurre con Isidro
Sánchez Sánchez entre nosotros. Y no
porque su nombre sea equivalente a otros
llamativos y que se recuerdan a toda costa;
ni siquiera por lo común de sus apellidos,
tan comunes y extendidos al ser de los más
frecuentes y conocidos en la lengua
española, que en su caso incluso los lleva
repetidos. Habrá que convenir que ese
consenso extendido, por muy diversos
frentes, grupos, sectores y universos,
responde al menos a dos particularidades: la
extensión y la cualidad.
Extensión del conocimiento y
reconocimiento de Isidro Sánchez, no sólo
en la comunidad universitaria a la que
pertenece y en la que ha permanecido los
últimos treinta años de forma destacada y
dando salida a diversas iniciativas
historiográficas y publicitarias, que van
desde la historia de la Prensa al
Asociacionismo; desde los Congresos de
Foto historia a la colección „Recortes‟;
desde la colección de „Biografías‟ de CLM
hasta la colección „Documentos‟. Por no
citar su presencia activa y determinante en
revistas regionales de estudios; revistas que
fueron referencia ineludible e inolvidable,
como fueron „Almud‟ y „Añil’. También el
reconocimiento de su paso por la gestión
universitaria junto al equipo rectoral de
Luis Arroyo Zapatero, desde el
Vicerrectorado de Centros, en momentos de
expansión y consolidación de la
Universidad regional y de levantamiento de
nuevos edificios e infraestructuras.
Pero no sólo su faceta de docente
universitario, sino su vinculación práctica
con diversos y variados colectivos con los
que ha colaborado y con los que se ha
comprometido: colectivos sociales,
políticos, sindicales, culturales o
recreativos. Que dan nota y cuenta de esa
diversidad de intereses y que subrayan, al
mismo tiempo, la generosidad de su
compromiso con causas diversas.
El acto de de ayer, de homenaje en el
Paraninfo del Rectorado de la Universidad
de Castilla-La Mancha con la presencia del
rector Collado, pulsó más la tecla de la
faceta universitaria de Isidro Sánchez, tanto
en el Departamento de Historia
Contemporánea como en el Centro de
Estudios de Castilla-La Mancha, del que
fue uno de los fundadores y con el que
permanecerá ligado de forma honorífica.
Pero ello no impidió reconocer, ni deben de
olvidarse, otras facetas del campo de sus
intereses, como señaló con acierto Publio
López Mondéjar el foto- historiador español
más importante del momento presente.
Facetas que nos permiten descubrir, como
señaló López Mondéjar, que Isidro con
independencia de otros méritos y
merecimientos intelectuales, académicos y
docentes, ha sido –sigue siéndolo –un
“hombre bueno” a la machadiana, y un
compañero honesto. Y esta sería la segunda
componente de las citadas antes: cualidad,
que en el fondo es calidad humana.
José Rivero en miciudadreal
18 de abril, 2013
Mario Paoletti
Hetero/ doxos. 58 retratos
Biblioteca/ Fundación Ortega-Marañón;
128 pags.; 11 €
Mario Paoletti es un escritor, periodista
y gestor cultural argentino que lleva
afincado muchos años(desde 1984) en
Toledo, donde dirige el Centro de
Estudios Internacionales de la
Fundación Ortega-Marañón, ubicado en
el centro de San Juan de la Penitencia.
Tras una dilatada trayectoria
periodística en su país, sufrió cuatro
años de cárcel en el régimen de los
militares argentinos, tras los cuales tuvo
que exiliarse; entonces fue cuando vino
a España.
Al margen de su trabajo educativo-
cultural en la Fundación, su actividad
literaria es importante, y ha publicado
diversas obras de narrativa, poesía y
ensayo.
Este último libro, Heterodoxos, recoge
58 biografías o retratos de otros tantos
personajes, escritas en forma de prosa
poética. Su principal cualidad -en mi
opinión- es la concisión; el haber
conseguido encerrar lo esencial de la
vida, la obra o el pensamiento de sus
biografiados en el espacio de una
página. Es por ello, un libro para
aprender, una pequeña enciclopedia;
poética por la forma y tremendamente
informativa y útil por lo variopinto de
su contenido.
Los personajes, cuyo grado de
heterodoxia digamos que es dispar, van
desde filósofos: (Descartes, Spinoza,
Hobbes, Séneca, Marco Aurelio,
Sócrates, o Erasmo hasta Rousseau o
Nietezshe); a políticos: Maquiavelo,
Marx, Trotski, Ché Guevara; gentes del
mundo del cine: Buster JKeaton, Rita
Hayworth, Fellini o del ámbito de la
religión: Jesús, Tomás Moro, Agustín
de Hipona o Francisco de Asís; además
de unos pocos (no demasiados)
compatriotas del autor: Borges, Gardel
o Roberto Arlt.
Como puede verse, un buen elenco de
figuras importantes de la cultura
universal de todos los tiempos que
aparecen aquí, quintaesenciadas, en
unos breves apuntes biográficos, rasgos
de carácter, máximas que definen su
pensamiento, y cómo no, precisiones
del autor sobre cada uno de ellos.
¿Es posible condensar en menos de 30
líneas la vida de alguien, de alguien
importante que ha dejado poso en este
mundo? Pues a la vista de este esfuerzo
de Mario Paoletti la respuesta es que sí
lo es, aunque no todos puedan hacerlo
igual de bien pues para ello se necesita
cultura, sabiduría, sentido común,
criterio para deslindar el trigo de la paja,
y valentía para elegir una veta
importante y desechar 20 más que
también podrían haberlo sido.
Todo esto lo cumple Paoletti con afilada
eficacia, y consigue ofrecernos un libro
lleno de sabiduría y de vida, en el que
disfrutamos y aprendemos cosas que
nunca hubiéramos imaginado.
Cada biografía viene acompañada por
una ilustración, que nos ayuda todavía
más a contextualizar o quizá a imaginar
al personaje de que se trate en cada
caso. Otro acierto del libro.
Alfonso González-Calero
El Corpus. Fiesta Grande de
Toledo
Juan Estanislao López Gómez
Eds. Covarrubias, Toledo 2013; 240 páginas
28 €
“DESPUÉS DE 700 AÑOS
SEGURO QUE AÚN QUEDA
ALGO POR CONTAR”
Juan Estanislao López Gómez da a
conocer en esta nueva obra la bula
pontificia "Transiturus de hoc mundo",
mediante la cual quedó instituida la
celebración del Corpus en toda la
cristiandad
San Marcos fue el escenario elegida
para la presentación de la última obra,
que sobre el Corpus, ha escrito Juan
Estanislao López Gómez. Conocedor y
divulgador como nadie de la „Fiesta
grande de Toledo‟, el investigador
regresa a su pasión con un trabajo -
publicado por Ediciones Covarrubias -
que apuesta por ser un volumen que
«recoge todo el sentir de la fiesta y de
su origen».
Así, y surgido con la pretensión de
profundizar aún más en esta celebración
religiosa, el libro „El Corpus. Fiesta
Grande de Toledo‟ da cuenta (en 240
páginas y más de 130 fotografías de
Miguel Ángel Sánchez de la Morena) de
la historia, anécdotas, venturas y
modificaciones de un encuentro que
encierra miles de curiosidades e
infinidad de datos hasta ahora
desconocidos.
Porque este especialista, que al ser
preguntado si queda algo por contar del
Corpus sonríe al contestar que «después
de 700 años de historia seguro que
todavía queda algo por contar», ha
decidido recopilar -en 15 capítulos- lo
más destacado de una tradición «que
tiene su origen en Toledo en 1333», eso
a pesar de que, añade, «se remonta al
año 1280 con Alfonso X el Sabio».
En este punto, hay que destacar que el
trabajo cuenta con un importante trabajo
de investigación realizado en los
archivos del Ayuntamiento y de la
Catedral. De hecho, el autor se siente
especialmente orgulloso de haber
traducido del latín la bula pontificia
„Transiturus de hoc mundo‟ que en el
año 1264 promulgó el papa Urbano IV.
Con este documento quedó instituida la
celebración del Corpus en toda la
cristiandad. Este texto, que «nadie había
visto» fue encontrado por López Gómez
en un libro del siglo XVII, y es esencial
para la comprensión de la celebración
religiosa porque «supone la primera
fuente documental de la fiesta».
Y como el autor ha querido condensar
el devenir histórico del Corpus, la obra
recoge todo lo que envuelve la
procesión «desde el siglo XV» y el
propio misterio de la Eucaristía. Por
supuesto, y sabedor de que tantos años
dan para muchas curiosidades, ofrece
las razones por las que desde el siglo
XVI se ha modificado el día de
celebración (jueves o domingo) de la
misma forma que repasa «todos los
itinerarios de la procesión».
Sobre este acontecer, recuerda que «se
han ido cambiando» dependiendo de las
necesidades y de las visitas». Eso fue lo
que pasó cuando se «proyectó un
recorrido especial debido a la visita, ya
muy enfermo, del rey Carlos II».
También da cuenta del nombre de
«todos los pregoneros desde los años
50» y de «cada una de las veces en las
que la Custodia ha salido de Toledo»,
eso sin olvidar los asuntos relacionados
con la literatura o los autos
sacramentales.
Juan Estanislao López Gómez regresa,
con „El Corpus. Fiesta grande de
Toledo‟, a un «mundo» en el que entró
«por casualidad» a finales de los años
ochenta cuando se sorprendió al
comprobar que «no había nada escrito
sobre esta fiesta» tan importante para la
ciudad de Toledo. Ahí empezó todo.
latribunadetoledo.es-sábado, 13
de abril de 2013
Enrique CABREJAS IÑESTA
Karuo. El secreto íbero, Almería, Editorial Círculo Rojo
(Investigación), 2012 [en el colofón,
Sevilla, 2013], 308 pp.
Enrique Cabrejas, del Institut Ideal Nol,
autor de este libro, participó con la
comunicación titulada “Henares”
(páginas 25-33), en el XIII Encuentro
de Historiadores del Valle del Henares,
celebrado en Guadalajara del 22 al 25
de Noviembre de 2012, que puede
consultarse en el Libro de Actas que
entonces se editó. El propio autor, en el
resumen de dicha comunicación,
indicaba lo siguiente: “Es un honor para
mí poder ofrecerles este comunicado y
hoy es un día para todos de alegría,
júbilo y también de triunfo pues sin
duda alguna les garantizo ha de ser este
que les suscribo uno de los
comunicados más significativos
recibidos en la historia de los
Encuentros de Historiadores del Valle
del Henares por su trascendencia pues
hoy les hago entrega HENARES de su
tesoro más preciado. Su genuina
patronimia. De este modo tan solemne
honro a los IBEROS y CELTIBEROS
legando a sus legítimos descendientes
su memoria…”, en el que concretaba
que la palabra Henares no hace alusión
a “campos de heno”, sino que tal
designación, “Henares”, corresponde a
un teónimo, es decir, al nombre de un
dios: Enio, epíteto común con el que
conocía a Ares, y a la palabra “Hen”,
que en íbero significa pie? O sea, “Hen-
Ares” sería algo así como “Los pies de
Ares” (así, Alcalá de Henares vendría a
significar: “la fortaleza situada sobre los
pies de Ares”).
Karuo, el título de este libro, El secreto
íbero, se acompaña de dos subtítulos
más: El descubrimiento que cambió la
historia de España y Un hito en la
historia y, como habrá podido
comprobar el lector, da a conocer las
distintas fases que su autor ha ido
atravesando para poder demostrar que el
alfabeto empleado por los celtíberos,
cuyo nombre original era precisamente
el de “Karuo” (que da el título al libro),
epichorikós de la lengua helena, es
decir, que cada comunidad o territorio
lo escribía a su manera, pero lo que se
hablaba, en definitiva, era una misma
lengua, concretamente frigia del grupo
de las lenguas proto-indo-europeas (no
preposicional, sino que se escribía con
declinaciones), por lo cual asegura que
“la lengua castellana y por ende
española, es la lengua de nuestros
antepasados los íberos y los celtíberos
una vez transcrita a la lengua romance”
(página 153) y que la lengua del Latio,
el latín, es otra lengua absolutamente
distinta.
Todo surgió tras informarse acerca del
origen de la lengua castellana que,
según las enciclopedias, “es una lengua
romance del grupo ibérico”, con lo que -
según Cabrejas- estaban en lo cierto,
pero no así al añadir que “es una
continuación moderna del latín hablado
(denominado latín vulgar)” y, partiendo
de aquí, de la búsqueda del dicho origen
dio con una lámina, una enigmática
escritura celtíbera punteada: “El Bronce
de Luzaga” (que contiene 124 signos
que forman 24 vocablos compuestos a
su vez de sintagmas con 45 palabras
significadas, más 16 signos de
puntuación escritos en cinco párrafos),
de la que “no hay consenso entre los
investigadores sobre la traducción
completa del texto, no obstante la
mayoría de versiones coinciden en
aceptar que contiene un tratado de
hospitalidad entre varias ciudades de la
zona”, puesto que los investigadores
han venido haciendo una transliteración
de carácter fonético, aunque, en
realidad, “su significado aun hoy en día
se desconoce.”
La segunda parte del libro -La
investigación- es quizá la que más
pueda interesar al lector alcarreño,
puesto que abarca los capítulos 6, “La
Versión Oficial”; 7, “El Bronce de
Luzaga”; 8, “El Texto en tu
Etimología”, y 9, “La Transcripción del
Bronce”. Su lectura literal transcrita en
castellano no tendría mucho sentido
para el lector actual,-dado que se trata
de acrónimos o sintagmas de dos o tres
vocablos distintos con su propia
significación (cosa nada celta pero muy
helena)- aunque pendiente aún de la
normal revisión y reinterpretación a
medida que avancen los estudios acerca
del idioma ibérico de los celtíberos, su
lectura actual sería:
“La Ceremonia de Sucesión de
la Noble Dama Cario constituyó
la nueva corte de Lutia (Diosa
Luz): Alba (Augusta) Bar/h As
(la principal) Ioka (preciosa)
perteneciente a la familia de Su
Majestad El Rey fallecido.
Propia Suya. Antiguamente
coronado victorioso. Nuevos
Carico fueron en su nueva Corte
de linaje Heleno Cario.
Descendientes de Anatolia. La
Casa del Padre. Casa Real.
Reinos de Dios.”
Nada, por tanto, que ver con “un tratado
de hospitalidad”, sino la proclamación
de una reina celtíbera helena de la
antigüedad.
El resto de los capítulos es igualmente
interesante, de sugestiva y sugerente
lectura: “Geographica” es un estudio de
numerosas localidades, cuyos nombres
aparecen en las monedas acuñadas en
sus cecas: Bolskan (Huesca), que en
griego antiguo y “en celtíbero” significa
“volcán” en alusión al Anayet
pirenaico; Pamplona, como “Los Ecos”;
Okellas, en Cantabria; Pontevedra, “La
Ciudad Helenos”, sin comentario; Porto,
“Calle”, con su enclave cercano que dio
origen a Portugal, “Portocale”, etcétera;
otros hacen alusión a distintas
manifestaciones vivas en la cultura
española actual cuyo origen es
verdaderamente ancestral: las
tradiciones taurinas, los toros de lidia, el
flamenco, las sevillanas, el vino de
Jerez, la jota, la sardana, los “bous al
carrer o correbous” (toros urbanos
embolados, enmaromados, etc.), los
castellers, la masía, el “caganer”, la
barretina, la montera segoviana, el
peinado de las falleras valencianas y las
propias “fallas”, la semana santa, las
saetas, la peineta y la mantilla…
El capítulo 22 también es de gran
interés, puesto que se dedica por
completo al estudio de las “Doce
ciudades-Estado”: Arekoratas (“Las
Damas Nobles”), Arkailikos (“Los
Radientes”), Belikiom (“Liceo Bel”),
Ikesankom (“Ciudad de las Súplicas”),
Kalakoricos (“Los Hijos Buenos”),
Karalus (“Río Rojo Cario”), Kombouto
(“El Enganche”); Kueliokos (“Los Elio
Dios”), Lutiakos (“Los Divina Luz”),
Sekisamos (“Tierra Cielo”), Sekotia
(“Divinidades Oscuras”) y Titiakos
(“Los Divina Titán”), así como los
siguientes, dedicados a Castilla, los
castellanos y los caria.
En libro cuyo tema es muy discutible,
que duda cabe, hace pensar en cada
página y por supuesto, es atrayente e
incluso apasionante, aunque quienes por
desgracia no conocemos la lengua
griega no podamos opinar acerca del
posible origen heleno arcaico de
muchas de las palabras que, según
Cabrejas Iñesta, dieron origen a aquellas
otras celtibéricas que formaron el
sustrato del castellano actual.
De todas formas la lectura de este libro
ha sido un verdadero placer, a pesar de
estar pensado en catalán y escrito en un
castellano un tanto enrarecido.
José Ramón López de los Mozos
Helen Reed y Trevor Dadson
Epistolario e historia documental
de Ana de Mendoza y de la Cerda
princesa de Éboli
Madrid / Frankfurt, 2013, Iberoamericana /
Vervuert, 636 p.; tapa dura, € 29.80
Este volumen ofrece por primera vez todos
los documentos y cartas hasta ahora
conocidos (428) originados, otorgados yø
firmados por la princesa de Éboli en el
período que va desde 1553 (cuando tenía
solamente 13 años) hasta su muerte, en
1592.
Se estudia en este volumen singular la
historia de doña Ana de Mendoza y de la
Cerda, la famosa princesa de Éboli; y es
muy importante indicar que se trata de un
libro de historia con mayúsculas, porque
este personaje, tan conocido desde el mito y
la leyenda y protagonista, en muchas
ocasiones, de la narrativa novelada, apenas
había sido objeto del análisis sistemático
que el método histórico exige. Ahora, por
fin, los profesores Trevor J. Dadson y
Helen H. Reed han realizado, con
minuciosa precisión, este trabajo que la
historiografía española tenía pendiente.
Porque ellos, tras un largo peregrinar por la
ingente documentación de los principales
archivos españoles, han conseguido rescatar
la propia “voz” de la princesa que habla, en
estas páginas, con un estilo terso y sencillo
a través de 428 documentos, que incluyen
74 cartas enteramente autógrafas de la
princesa, 42 copias o transcripciones de
cartas y memoriales que ella escribió u
ordenó, así como documentos notariales y
de otra índole. De ello emerge una gran y
novedosa historia; la que sitúa a la princesa
en el epicentro de acontecimientos y
estructuras fundamentales en la historia
hegemónica de la España del siglo XVI.
Los autores Dadson y Reed han escrito,
principalmente, un libro fundamental de
historia que habrá de servir para
reformular, ya casi de inmediato y
obligatoriamente, aspectos fundamentales
de este período tan específico de nuestro
pasado.
(Jaime Contreras, Universidad de Alcalá)
Helen H. Reed es catedrática emérita de la
State University of New York at Oneonta,
donde enseñó literatura del Siglo de Oro,
cultura e historia de España durante muchos
años. Trevor J. Dadson es catedrático de
Estudios Hispánicos en Queen Mary,
University of London, y autor de
numerosos libros y artículos sobre
literatura, crítica textual e historia socio-
cultural del Siglo de Oro.
Los motivos del salvaje
Ángel Antonio Herrera
Calambur Poesía, 130, 64 p.
PVP: 10,00 €; 64 PAGS.
A modo de mapa de peligros, entre la
navegación interior y el apego a las
lejanías, Los motivos del salvaje
muestra una andadura que va y viene
desde la rebeldía del lenguaje a la
incógnita de la existencia.
“Pertenecemos, como el mar, a la
intemperie”, se anuncia en algún
momento de esta travesía. Música del
pensamiento y matemática del instinto
se alían para darnos cada verdad con su
razón contraria, siempre a la luz del
relámpago adivinatorio de la metáfora.
Se cumple este viaje “bajo luna del
caníbal”, redescubriendo a cada paso
esa “eternidad del instante” que funda el
misterio de lo poético. Poeta y hombre
se reúnen en un porvenir único, el que
trae “una mitad de primavera y una
mitad de espanto”. Seguramente, este es
el viaje más arriesgado de Ángel
Antonio Herrera, hasta llegar allí donde
“todo fervor es una usanza del olvido”,
allí donde “quien tiene el amor tiene
también su quemadura”.
Ángel Antonio Herrera es autor de los
poemarios El demonio de la analogía
(1984-86), En palacios de la culpa
(1986-88), Te debo el olvido (1997-98)
y Donde las diablas bailan boleros
(2000-02). Dos antologías reúnen su
obra poética: El sur del solitario (1984-
2000) y Arte de lejanías (1984-2006).
Paralelamente, ha publicado la novela
Cuando fui Claudia, la biografía
Francisco Umbral, el ensayo El falo, o
el diccionario de famosos Esto no es
Hollywood, entre otros libros de diverso
género. Lleva más de veinticinco años
dedicado al periodismo escrito, donde
es una de las firmas más vivas, literarias
y singulares. También ejerce en radio y
televisión.
Ángel Antonio Herrera,
(Albacete, 1965), es autor de
numerosa obra poética, entre ella los
poemarios 'El demonio de la analogía'
y 'Te debo del olvido'. También ha
publicado una biografía de Francisco
Umbral y un ensayo 'El Falo'. Ejerce,
además, de cronista social tanto en
radio, televisión y prensa escrita.
De la página web de Calambur
editorial
Otros fríos
Ambrosio Gallego
Portada: Nicolás Sahuquillo
Editorial Olcades, Cuenca. Colección
Olcades Poesía, número 3; 10 €
Con Otros fríos, Ambrosio Gallego
(Peñalsordo, Badajoz, 1963), ganó el primer
premio del concurso “Ángel González”,
organizado por el ayuntamiento de Páramo
del Sil (León). Licenciado en Filología
Hispánica por la Universidad de Barcelona,
provincia en la que ejerce la docencia es
autor de una obra todavía corta, en la que se
inscriben otros libros de poemas y algunas
narraciones, Casa con humo (1996, en
edición no venal), Que no haya olvido
(1997), Llueve en paz (2005), El imperio de
las luces (2005), actividad que alterna con
trabajos en prosa. En 1982, su relato Jaula
de luna fue galardonado en el I certamen de
narración “Sant Jordi”, de la Generalit de
Catalunya y su poemario Con breves ojos
ganó en 2010 el VII premio de poesía
“César Simón”, promovido por la
Universidad de Valencia. El libro Otros
fríos que ahora se presenta editado por
Olcades como tercer título de su colección
de Poesía es de una singular belleza
expresiva, que ahonda en las calidades
poéticas de un autor ya muy considerado en
el panorama poético nacional. Un libro del
que el prologuista Miguel Ángel Curiel
asegura que es “bello y auténtico, donde
cualquier lector podría encontrar un
equilibrio entre experiencia y lenguaje”
porque, dice, “apenas hay literatura, hay
vida, deseo de escribirla”.
Por su parte, el director de la colección,
Ángel Luis Luján, tras afirmar que “éste es
un buen libro” se pregunta por las razones
de tal aserto: “Basta tener a la vista la
portada para encontrarse la primera
maravilla, Otros fríos, uno de esos títulos
que en dos palabras lo dicen todo. ¿Qué
fríos se dan por conocidos por el lector para
que el poemario se dedique a los “otros”?
¿Y cuáles son esos otros? ¿Y por qué si
“frío” es un sustantivo de sustancia se
pluraliza? La poesía convierte la frialdad
abstracta en objetos y situaciones concretas,
la acerca a nuestros sentidos, la palpamos al
pronunciar las sílabas.
El carácter nocturno del poema (la mayoría
de poemas transcurren en la noche o en los
“días subterráneos” con brillante metáfora),
con sus ámbitos románticos pero muy
modernos, entre ruinas, cercanos a la
muerte, esa noche ya no fría porque sin
sentido, deben ser esos otros fríos de la
exclusión y de la palabra que no acaba de
decirse porque tiene que ser extraída del
poema como un tesoro de las entrañas de la
tierra. Los fríos, entonces, primeros y
elementales, los que se dan por supuestos,
son los fríos del día, los fríos de la luz,
aquellos de los que “el tiempo no nos cura”.
Decir el enfriamiento de la vida, ese
escalofrío cotidiano con voz firme y clara,
ese es el hallazgo del libro”.
Ediciones Olcades
Rafael González Jiménez
A RAFAEL GONZÁLEZ JIMÉNEZ, EN EL
RECUERDO
En Ciudad Real, cerca del 82 aniversario
de la Segunda República, se me ha
muerto como del rayo Rafa González, a
quien tanto quería.
Sí, es parte de la elegía a Ramón
Sijé, de nuestro Miguel Hernández, el poeta
que los bárbaros se niegan a rehabilitar y
que tanto te gustaba. Cerca de dos horas nos
han faltado para celebrar tu cumpleaños y
para conmemorar el ochenta y dos
aniversario de la Segunda República, como
hacíamos otros años. Pero te vas con la
fuerza y la pasión que tuviste en tu vida.
El día 9 de este mes abrileño
“Lanza” publicaba tu último artículo, “La
marca España”, en el que mostrabas, una
vez más, tu sensibilidad, tu fuerza, tu
generosidad, tu preocupación por los
desfavorecidos, tu colosal talla humana, en
definitiva. Tu vida ha estado llena de
preocupación constante por los demás tras
aquella infancia en Almagro, donde naciste,
y desde aquella juventud de formación y de
movilidad con tus grupos musicales,
“Arauco” entre otros, y tu agrupación de
teatro infantil, “El trompo. Cero en
conducta”.
Ha estado repleta de actividad
profesional como maestro, pero preocupado
por la innovación y la renovación educativa
¿Te acuerdas de aquellos cursos de
renovación pedagógica en el comienzo de la
Transición a los que acudías y organizabas?
Estuviste en la gestión educativa pero a ti lo
que te gustaba de verdad era la docencia.
Hace pocas semanas nos enseñabas aquella
carta de tus alumnos al enterarse de tu
enfermedad, que nos hacía llorar, aunque
tuviésemos que contener el llanto. Los
alumnos te querían hasta la admiración,
eras el maestro recordado por todos. Y es
que tus herramientas pedagógicas estaban
llenas de dedicación, cercanía, honestidad,
sensatez y música. Por eso, aunque a esas
“cosas” no le concedieras demasiada
importancia estuviste entre los premiados el
Día de la Enseñanza 2009, galardón que
recibiste en el Paraninfo Luis Arroyo de la
UCLM el día 30 de enero.
Tu compromiso social te llevó a la
militancia política y sindical. Primero en el
PSOE, hasta aquel cambio del “entrada no”
por el si. Como siempre, te planteaste
cuestiones y tu reflexión te llevó a dejar un
partido que cambiaba posiciones sin
explicaciones, ¿Recuerdas? Unos rompían
carnets, otros quemaban cartillas militares,
otros se indignaban... Más tarde fue el
Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza,
Izquierda Unida...
Tu compromiso social te encaminó
hacia grupos cristianos progresistas,
organizaciones como SOLMAN
(Solidaridad Manchega con los pueblos del
Tercer Mundo) o asociaciones de ayuda a
los drogodependientes y tu preocupación
por el medio ambiente te llevó hacia
Ecologistas en Acción. Y es que estuviste
en primera línea, siempre acompañado de tu
música y casi siempre de tu amigo Sandalio
Morales, también cantautor. Tus canciones
se oyeron en las movilizaciones contra el
campo de tiro en Cabañeros y Anchuras y
se escucharon también en campañas muy
diversas, siempre defendiendo a los
desfavorecidos. Siempre tomando partido
por las causas justas, lo público y el interés
general. En los dos últimos años pedimos tu
participación en el bicipaseo histórico y,
como siempre, tu disposición fue inmediata.
Tu voz y tu guitarra pudieron escucharse en
la Plaza del Pilar y en el Campus
universitario.
También dejaste tu huella escrita. Y
colaboraste en diferentes medios de
comunicación, últimamente en “MiCr.es”,
diario digital ciudadano, y en “Lanza”, el
diario de La Mancha. Y tienes en los
cajones toda una serie de trabajos a los que
no quisiste dar salida. También nos legas
dos libros relacionados con el mundo
pedagógico: “Canciones para la escuela y
para casa” (Madrid, CEPE, 2010), con dos
cd's, y “No se lo digas a mamá. Escritos de
abuelas y abuelos educadores” (Barcelona,
Graó, 2010), en el que se seleccionaron
textos de quince docentes de toda España.
En este decías de tí, ¿recuerdas?, lo
siguiente: “Soy un maestro que ha
disfrutado intensamente de su profesión
durante 38 años. Hace un par de ellos me
jubilé del trabajo de la escuela. Y no porque
estuviera cansado ni 'quemado' –un mal tan
frecuente dentro de nuestro ámbito
profesional, en estos últimos tiempos–, sino
porque consideraba cumplida una etapa de
mi vida; creo, sinceramente, que la más
importante y la más grata en muchos
aspectos. Y también porque quería,
conservando aún algunas fuerzas y no pocas
ganas, hacer otras cosas, meterme en otros
trajines y otras aventuras distintas...”. Y has
estado en trajines y aventuras diversas hasta
el último momento.
Tuve el honor de ser secretario de
la Asociación de Amigos de la Venta de la
Inés, contigo como presidente. Y aprendí
muchas cosas de ti: tu entrega, tu pasión por
la vida, tu enfado por la injusticia... Todo
empezó cuando la Guardia Civil nos
denunció por intentar pasar por un camino
que el “poderoso” se había apropiado, ¿te
acuerdas? Los amigos entonces
denunciamos al adinerado y decidimos
crear la Asociación.
La nota repartida por Izquierda Unida
resume muy bien una intensa trayectoria
vital: “Maestro, docente, escritor
comprometido, cantautor de los valores
humanos para pequeños y mayores,
motivador y miembro activo de
movimientos sociales, ecopacifista y
anticapitalista, republicano, militante y
especialmente buen amigo y buen
compañero y padre. Rafa siempre estará en
nuestra memoria y en nuestro corazón”. Y
Mari Carmen siempre con él, añadiría yo.
Isidro Sánchez Sánchez