11-¡naufragio!

8/3/2019 11-Naufragio!

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iNAUFRAGIO!


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ELIGE TU PRO PIA AVENTURA - 11TiTULOS PUBLICADOS:1. LA CUEVA DEL TIEMPO Edward Packard iNAUFRAGIO!. LAS JOYAS PERDIDAS DE NABOOTIR. A. Montgomery3. TU CLAVE ES JONAS Edward Packard E DWARD PA CKARD4. EL ABOMINABLE HOMBRE DE LAS NIEVESR. A. Montgomery5. lQUIEN MATO A H. THROMBEY? Edward Packard6. OVNI 54-40 Edward Packard

Norte

Este

7. EL GRAN RALLYE R. A. Montgomery8. EL REINO SUBTERRANEO Edward Packard9. MAs ALLA DEL ESPACIO R. A. Montgomery10. EL CASTILLO PROHIBIDO Edward Packard11. iNAUFRAGIO! Edward Packard12. EL SECRETO DE LAS PIRAMIDESRichard Brightfield13. EVASION R. A. Montgomery14. PERDIDO EN EL AMAZONAS R. A. Montgomery15. PRISIONERO DE LAS HORMIGAS

R. A. Montgomery

Oeste

16. EL MISTERIO DE CHIMNEY ROCKEdward Packard Ilustraciones: PAUL GRANGER17. El EXPRESO DE LOS VAMPIROSToni Koltz18. SUPERVIVENCIA EN LA MONTANAEdward Packard TIMUNMAS


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A Connie,con carifio,

jNAUFRAGIOITraducci6n autorizada de la obre:Survival at seaEditado en lengua inglesa por:BANTAMBOOKS INC. New York, 1982 Edward Packard Ilustraciones: Bantam Books Inc.ISB.N. 0-553-22768-8CHOOSE YOUR OWNADVENTURE"Es marca registrada por Bantam Books IncELlGETU PRO PIA AVENTURAEs marca registrada pot Editorial T imun Mas. S A EDITORIAL TIMUNMAS, S. A. Barcelona. Espana. 1983Para la presente version y edici6n en lengua castellanaPrirnera edicion: marzo 1984Segunda edtcion: septiembre 1984Tercera edlcton: marzo 1985ISB.N.84-7176-648-5Editorial Timun Mas, S. A. Cast il lejos. 294. 08025 - BarcelonaTraducci6n al cestelleno: Carles Alier iAixalaImpreso en Espana - Printed in SpainE.S.G., s. A. - Lisboa. 13. Barbera del Val les (Barcelona)D.L.B.9943-1985


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ADVERTENCIA

[No leas todo ellibro seguido, del principio alfin! En sus paginas hallaras much as y variadasaventuras. A medida que 1 0 vayas leyendo, teveras obligado a elegir. De tu decisi6n dependeque la aventura constituya un exito 0un fra-caso.TO seras el responsable del resultado final. Tecorresponde a ti tomar las decisiones. Una vez .que hayas elegido, sigue las instrucciones paraaveriguar que sucede a continuaci6n.Recuerda que no puedes volverte atras. Re-capacita antes de decidirte por una opci6n. Tuelecci6n puede conducirte al desastre 0... ja unmagnIfico final!

MAsTILDRIZA

VELA MAYOR FOQUE

ADVERTENCIA ESPECIAL

BALANDRA ALLEGRO

En la pagina 13 cncontraras la carta ocea-noqrafica que muestra por donde navega elAllegro. De vez en cuando, puede ser que ne-cesites mirar la carta para que te ayude a to-mar una decisi6n.Espero que sobreviviras de tus aventuraspor el mar, jy espero, tambien, que las disfruta-rasl


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1Hace unas semanas recibiste una llamada de~_ .ieja amiga, la doctora Nera Vivaldi, la fa-osa antropoloqa especializada en comunica--on entre las especies.- GTe gustarfa navegar por el Pacifico Sur?-ze prequnto-. Buscaremos el arcasaurio, uninosaurio que creemos que aiin puede viviren las profundidades del oceano.Te coste algunas discusiones conseguir per-miso para ir con tu amiga, pero aqui estas, enla isla de Bariba, a miles de millas de tu casa.Cuando la balandra de cuarenta pies Allegrodeje Bariba manana, itu cstaras a bordo!En estos momentos, estas sentado frente al

aparato de television en el bar del Hotel Bart-ba. Contigo se hallan tus compafieros de tripu-lacion: Eric Zindel, el responsable del Allegro;Pete Karn, su joven sobrino; Jack Maiko, mari-nero; y, naturalmente, la doctora Vivaldi.Habeis arreglado una entrevista con el capi-tan de un pesquero de rastra australiano; elhombre sostiene haber visto una enorme bestiaacuatica en el area. Lo miras con ansioso inte-res mientras describe 1 0 que via:Esuibamos a unas cuatrocientas millas alnoroeste de Bariba cuando divisamos una [or-

manegra en el agua. Primero, crefmos que erauna ballena. Pero un cuello largo y delgado yuna cabeza monstruosa salieron a cerca detreinta pies de la superjicie. Las mandibulas dela bestia debian de tener diez pies de largo.Pasa a lapagina 2.


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2 3Tenfamos hombres con armas de arpon

prestos a disparar, pero no tuvieron la oportu-nidad de hacer/o. EI monstruo se revolvia ha-cia un gran flipper naranja, 1 0 rodeo y 1 0 hun-dia en el mar como uno aplasta una mosca en-cima de la mesa.Ordene virar el barco a estribor, a toda ve-locidad, para alejarnos de la bestia. Navega-mos en cfrculo para echar otro vistazo a aquelser monstruoso, pero habfa desaparecido.

Han pasado dos dias. Estas a bordo del Alle-gro, navegando con una agradable brisa y bajoun cielo soleado. Eric lieva el timon. La doctoraVivaldi se halla cerca, analizando una muestrade agua. Pete esta atendiendo el foque, y Mai-ko se encuentra sentado en la cubierta de proacon la vista fija en el mar. Te dispones a com-probar la sonda cuando llega un mensaje a tra-ves de la radio de la balandra.

En la pantalla del televisor aparece unanuncio, y Eric apaga el aparato.- Bien, Nera, Gque opinas? -pregunta.La doctora Vivaldi se ha puesto de pie, conlos ojos chisporroteantes.- Claro esta que eso puede ser un engafio,pero la descripci6n se ajusta perfecta mente alarcasaurio. Podria ser la unica especie de dino-saurio que todavia existe. El encuentro tuvo lu-gar en un area en que una corriente calient~,rica en algas nutritivas, emerge del suelo ocea-nico. Si el arcasaurio aun vive, ese es el unicositio donde podemos esperar encontrarlo.

Pasa a la pagina siguiente. Pasa a la pagina 4.


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4

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Eric da una ojeada a la carta.- Nos estamos dirigiendo hacia la zona depeJigro -dice-. Ardo en deseos de ir alli, perosolo si todo el mundo esta de acuerdo. Estapuede ser nuestra unica oportunidad de hallarel arcasaurio. Pero, si no quereis arriesgarospor las aguas peligrosas, decidlo ahora.

NORTE

ESTE

Si dices que no quieres arriesgarte a navegarpor la zona de peligro,pasa a la pagina 18.Si dices que est/is deseando arriesgarte a ello,pasa a la pagina 19.

7- Yo navegarfa exactamente hacia el norte-dices a la doctora Vivaldi-. Sequn la carta,este es el rumbo que con mayor probabilidadnos llevara donde el arcasaurio ha sido visto.La doctora da un golpe de timon. Tras ajus-tar las velas al nuevo rumbo, tu y Pete os sen-tais en la cubierta de proa, apoyados en la cabi-na; alli bebeis limonada y cornets galletas dechocolate, mientras observais como el sol sedesliza en el mar. Mas tarde, subes a tu literacon la sensacion de que todo va bien. En el mo-mento en que te sumes en un tranquilo suefio,tienes la premonicion de que manana puedesver al arcasaurio.Eres despertado por los gritos de Maiko:iRompientes a proal. Chocas con la doctoraVivaldi cuando trepas por la escalera. Maikoesta al timon. Oyes a Eric gritar: iHay arreci-fes por todo ellugar! iVirad!.Saltas al entarimado del 5011ado y sueltas elfoque. Maiko tuerce enerqicamente el timon.Una ola alcanza la popa y manda el Allegroviolentamente hacia delante. Al chocar, se oyeun ruido terrible. Y vosotros sois lanzados confuria a proa mientras la balandra se hace peda-zos contra un arrecife.- iPronto! iTira el foque hacia atrasl iIntenta-remos sacar el barco del arrecife! -vocifera Eric.Te llegas hasta el foque, pero de nuevo pier-des el equilibrio cuando otra ola topa con elcostado del Allegro.

Pasa a la ptiqina 9.


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9- Demasiado tarde -dice Eric-. Estamos en-callados.- iEstamos haciendo agua! -grita la docto-ra-. El coral nos esta haciendo trizas.

Pasa a fa pagina 10.


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10 11

Fin

Utilizando todas tus fuerzas (y algunas que~i si9uiera sabras que tuvieras) tratas de girar eltimon lentamente a la izquierda. No se mueve.Luego, siibitamente, empieza a dar vueltas ytil luchas para mantenerlo en el rumbo. Per; eltimon modera su movimiento y gira en sentidocontra rio al que deseas.Mirando hacia atras, ves la cresta de una olaa punto de romperse detras de ti. Mueves el ti-mon, dirigiendote mas enerqicarnente a travesde ella y avanzas cortando el agua.La ola ha pasado. EI bote se bambolea porlas revueltas aguas. Caes al suelo, agotado.La doctora Vivaldi toma el timon.- iHas salvado el barco! -exclama.El resto de la tripulacion apoya su elogio,excepto el pobre Eric, quien esta tumbado cer-ca del timon, aun aturdido por el golpe en lacabeza.Pete se arrodilla allado de su tfo y 1 0 ayuda alevantarse. '- Tenemos que volver al rumbo correcto-dice Eric.- Habitualmente, una erupcion volcanica vaseguida de temblores -advierte la doctora-. EIproximo pod ria terminar con nosotros. Por

otra parte, estas sacudidas pueden llevar el ar-casaurio a la superficie.La doctora Vivaldi te da la carta.- tQue rumbo debe tomar? -te pregunta.

~

Miras dentro de la cabina. El agua fluye aella desde la sentina._ ICoged el bote salvavidas! -profiere Eric.Maiko y' Pete van a por el bote. Til corres abuscar agua y comida, pero un grito de Eric tedetiene: IAbandonad el barco'. Ayudas a ba-jar el bote salvavidas, y los cinco tripulantes osamontonais en e l.Til y tus compafieros bogais hacia aguasmas tranquilas. Al mirar atras, veis como unaola tras otra chocan contrael Allegro y como1 0 van rompiendo poco a poco contra el cor-tante arrecife de coral.Pronto el bote se ha alejado de los peligrososarrecifes. Nadie tiene mucho que decir, mien-tras vais a la deriva sin remedio por el oceanoembravecido. Piensas en como habeis tornadoel rumbo directo a los arrecifes. lSi hubieras de-dicado mas tiempo a estudiar la carta de nave-qacionl La proxima vez sabras hacerlo mejor, sihay una proxima vez.

Pasa a la pagina 12.


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12Estudias la carta. Sabes que ayer ala mismahora pasasteis el arrecife de Kitt, Calculas queel Allegro ha ido en direcci6n noroeste y queha viajado aproximadamente a siete nudos. Laradio inform6 de que la erupci6n volcanicatuvo lugar a unas doscientas millas al este de laisla de Etuk. LQue rumbo diras a la doctora Vi-valdi que siga?LNorte?LNoreste?LEste?LSureste?LSur?LSuroeste?LOeste?LNoroeste?

Puede que quieras consultar la carta(pagina 13) antes de tomar una decision.Luego, pasa a lapagina 27.CUIDADO: No pases a la pagina 27 hasta quehayas decidido enjirme, que rumboaconsejards a la doctora Vivaldi que siga.

13

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14Intentando evitar que el barco se hunda por

la cara de la ola, tiras del timon con todas tusfuerzas, con 1 0 que Ilevas el Allegro a la dere-cha, paralelo a la ola.- ilvlanten esta posicion! -te grita Eric.Agarras tu chaleco salvavidas y te 1 0 atasmientras la ola bate todo el costado de la cha-lupa. Un muro de agua cae sobre ti.La ola ha pasado. Attn estes vivo, pero el

Allegro es un casco azotado por el mar. Losmastiles y las velas han desaparecido. Eric,Maiko y la doctora Vivaldi, tambien. Pete yacegimiendo en el entarimado del sollado.- tHan caido al agua? -pregunta.Tu asientes con la cabeza tristemente.- tEstas bien tu?- Creo que me he roto una costilla -respon-de Pete-. Pero olvidalo. Serfa mejor que hin-charas el bote salvavidas.Sefiala hacia la proa del barco. Se halla su-mergida en el mar, y el agua esta deslizandosepor la cubierta.- La ola rompio la proa. iNos hundimos!Hinchas el bote rapidarnente. Tras cogerapresuradamente una lata de galletas y uncantaro con agua, ayudas a Pete a entrar en elbote y saltas a este detras de el. Empujas para. apartarte del Allegro. Segundos despues, lachalupa desaparece bajo las olas. Tu y Petemusitais una oracion por vuestros amigos per-didos, y luego otra por vosotros mismos.



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17Agarras el timon y te pegas a el, ite va la vida

en ello! El botalon oscila salvajemente. Golpeaa Eric en la cabeza y 1 0 derriba de nuevo sobreel suelo del entarimado del sollado. Pete eslanzado con violencia contra la cubierta. Porfortuna, Maiko se ha atado a la escotilla delan-tera.Al fin, el Allegro llega al nivel de la cresta dela ola. Puedes mirar hacia abajo, al agua, comosi estu vieras mirando desde la cima de unamontana.Entonces el barco se ladea y empieza a des-cender por el costado de la gigantesca ola, des-lizandose cad a vez mas de prisa. Tienes el ti-mon bien cogido. GQue direccion tratarias detomar?

Si mantienes el timondonde estd, de modo quesigas bajando directamente por la ola,pasa a lapagina 21.Si inienias navegar en un angulo de 450respecto a laala,pasa a lapagina 11.

Si tratas de tamar una direccionparalela a la ala,pasa a lapagina 14.


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De pronto, ves que 1 0 que til decidas hacerno importa. Una terrible ola -de cincuenta piesde altura- esta a punto de estrellarse contra elAllegro.- iAtaos los chalecos salvavidas! -grita Eric.Sin embargo antes de que pueda seguir supropio aviso, cae violentamente sobre la cu-bierta. EI barco casi es hundido por una monta-na de espumosa agua azulverdosa.

Pasa a 1a p cig in a 1 7.


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20La doctora Vivaldi situa al Allegro en su

nuevo rumbo y te cede el timon. Eric todaviatiene un fuerte dolor de cabeza. Maiko conti-nua balbuciendo 1 0 rico que sera cuando al -cance la nueva isla. La doctora Vivaldi pareceun poco deprimida._.Comienzo a dudar de que lleguemos a en-contrar jarnas el arcasaurio -dice.No obstante, 1 0 que te ha trastorriado mas esel tiempo. EI cielo se ha llenado de oleosas nu-bes grises. Siempre que el sol las atraviesa, bri-lla con una enfermiza luz amarilla. EI vientosopla mas fuerte. Crestas de mar muy altasruedan hacia la balandra desde el norte y la lle-van de un lugar a otro. Compruebas el baro-metro. Esta bajando con rapidez.Cuando la tarde ha pasado, el viento au-menta de velocidad y el mar se embravecemas. Pronto las olas rompen contra la proa delbarco, enviando por los aires violentas salpica-duras de espuma a tu cara.Te alegras de que la doctora se haga cargodel timon.- Oile a Maiko que me releve dentro de unpar de horas -te pide.


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Sosteniendo el timon fuertemente, mantic-nes el Allegro en su rumbo, en descenso direc-to por la cara de la ola. Salpicaduras de blancaespuma vue Ian por encima de la cubierta, lle-lando el aire. La chalupa se sumerge como siayera a plomo por un risco.Luego, a traves de la espuma, ves un murode agua que se ievanta ante ti. Otra ola rompecontra la ernbarcacion por dctras. Toneladasde agua se estrellan sobre esta, y el Allegro sehunde, se hunde, hacia las profundidades delmar.

Fin

I

- .


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22Una vez que la doctora Vivaldi ha situado elAllegro en su nuevo rumbo, te vas al camarotea dormir.A la manana siguiente te despiertan unasvoces excitadas que vienen de arriba. Eric yaesta subiendo por la escalera. TCtIe sigues decerca.Los otros miembros de la trlpulacion ya es-tim en cubierta. Todos se hallan mirando uncirculo de picos montafiosos de forma conicaque se elevan del mar.- [Que isla tan hermosa! -dice la doctora.- S I, he estado aqui antes -dice Eric-. Es laisla de Carina. Es un verdadero paraiso, pero

esta lejos de donde el arcasaurio fue visto.Te mira severamente.- Nos has hecho seguir un rumbo equivoca-do. iNo creo que leyeras la carta!Empiezas a excusarte, pero Eric levanta unamano.- De acuerdo. Me has dado una idea. Hemossobrevivido a una ola gigante, y todavia estoydebil por el golpe en la cabeza. Vagaremos porla isla de Carina. Todos necesitamos descan-sar, de manera que pasaremos un dia 0dos na-dando y tomando el sol antes de continuarnuestra biisqueda del arcasaurio. lEsta deacuerdo con eso, doctora Vivaldi? -preguntaEric.- Dices que la isla es un paraiso -replicaella-. Eso me basta.Te resulta dificil discutir el plan.

Fin


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25La doctora Vivaldi vira el Allegro hacia el

noroeste. Luego, tu tomas el timon mientrasPete y Maiko ajustan lasvelas.A medida que pasan las horas, el viento sehace mas frio, y el Allegro vuela a traves de losmares azulverdosos. Un albatros errante seposa en el barco para examinarlo. Te maravi-llas de su envergadura cuando vuela en circuloencima de ti y luego planea.Eric sube de la cabina. Su aspecto ha mejo-rado mucho. Comprueba la direccion de labrujula.- Te has convertido en todo un marinero -tedice-. Estamos navegando con rumbo al ato-Ion de Katar, un hermoso circulo de arrecifesde coral. Si el viento se mantiene, estaremosalli al anochecer.Humo en el horizonte exactamente al frente.- iEs una isla! -grita Pete. Mira a traves delos prismaticos-. iEs un volcan'- En la carta no hay ninguna isla -dice Eric.- Entonces esta es: ila nueva isla!-observa ladoctora.Maiko arrebata los prismaticos de las manosde Pete.- Algun dia esa isla valdra un billon de do-lares -afirma.- iMirad! iOlas a la vista! -Pete sefiala una li-nea de olas de veinte pies.- Virad treinta grad os a estribor -ordenaEric-. Ajustad las velas. Recib/iremos las olaspor ellado de babor.

Prasa la pagina 26.


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r26EI barco surca facilmente las olas, que son

pequefias comparadas con la ola gigante queantes habeis surcado.- Estas olas son causadas por un terremotomenor de la isla -dice la doctora Vivaldi.- Podia haber sido mucho peor -afirma Eric.La doctora esta de acuerdo.- Quiza 1 0 sea la proxima vez.Maiko esta de pie sobre la cabina de cubier-ta, sosteniendose en el palo para guardar elequilibrio.- 2,Habeis pensado en esto, compafieros?-dice-. Esa isla nunca ha estado alli antes. Nopertenece a ninqiin pais. Los primeros que lle-guen a ella seran sus propietarios. Podriamoslevantar nuestro propio pais, hacer nuestraspropias leyes, dirigir las cosas del modo quequisierarnos.- Puede que no sea acertado pensar ya deesta forma -dice la doctora Vivaldi-. Si ese vol-can se desata de nuevo mientras estamos entierra, puede borrarnos del mapa antes de quete elijamos presidente, Maiko.Eric se rie.- De todos modos, hoy ya es demasiado tar-de. -Sefiala en direccion a estribor-. Anclare-mos en el atolon de Katar para pasar la noche.Manana decidiremos 1 0 que vamos a hacer.

(\ Pasa a fapagina 3D.

NORTE

OESTE

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ESTE

Si dices a fa doctora Vivafdi quevaya af norte,pasa a fap tiqtn 7.

Si Ie dices que vaya haciaef noroeste,pasa a fapdqina 25.

Si le dices que se dirija af noreste,al este0al surestepasa a faptiqina 20:

Si le dices que vaya al sur,suroeste uoeste,pasa a fa pagina 22.


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28Ya hace cinco dias que tu y Pete vais ala de-

riva en el bote salvavidas. Pete, acurrucado detraves, habla solo en murmullos. Se diria quese hizo mucho mas dafio de 10 que dijo.Se os ha terminado el agua y la mayor partede la lata de galletas. Estais demasiado sedien-tos para comeros el resto. Vuestra sed aumen-ta a cada hora que pasa.- iAgua! iAgua!En estos momentos, no importa otra cosa.Vuestra garganta esta ardiendo. Agua ...Te inclinas por un costa do del bote y mirasfijamente los billones y billones y billones de li-tros de agua. La mitad del agua del mundo. EIoceano Pacifico.Sabes que se supone que no debeis beberagua salada del oceano. Pero deseas hacerlo.Tu cuerpo 10 necesita. Formas una copa conlas manos y las sumerges en la clara y fria agua.

Sibebes un poco de agua de mar,pasa a 1 a pdqtna 54.Si te abstienes de beber de esa agua,pasa a 1 a pagina 33.


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30Esa noche la tripulacion establece turnos de

guardia. Tu turno es a medianoche. Mientraslos dernas duermen, te hallas sentado solo enla cubierta de proa, con la mirada clavada en lanueva isla, perfilada a la luz de la luna. A tra-ves de los prismaticos, observas una debil co-lumna de humo que se levanta de la ctispidede la montana.De repente, Maiko aparece de pie a tu lado.Lleva un fusil submarino en una mano y unabolsa C9n pertrechos en la otra.- GNopodias dormir? -Ie preguntas.- No queria dormir -dice el-. He estado pen-sando en como podria apoderarme de todo unpais.- GQue quieres decir?- Voy a desembarcar en la isla con el esqui-fe. Voy a ser el primer hombre que ponga elpie en la nueva isla. iSera mi pafs!- Pero no puedes llevarte el esquife sin elpermiso de Eric.- Claro que puedo, porque yo soy la ley dela nueva isla.- Voy a despertar a los otros -dices.Maiko te apunta con su arma.- No, no vas a hacerlo, a menos que quierasque te atraviese como a un pez gordo. -Suboca se tuerce dibujando una sonrisa desho-nesta-. No me gustarfa hacerlo. Vales bastan-teo De hecho, quiero que vengas conmigo. Tedare una parte de la isla. Estaremos de vueltaen el Allegro al amanecer, despues de que yohaya puesto mi bandera en tierra.

Si quieres ir con Maiko,pasa a lapdqtna 37.Si insistes en quedarte en el Allegro,pasa a lapagina 39.


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32 33Antes de acostarte para dormir un poco, te

detienes ante la litera de Eric. Este parece muycansado al hacerte el adernan de que te acer-ques.- Puedo decir por el estado del mar que es-tamos en la trayectoria de un tifon +rnurmu-ra-. Tenemos que cambiar de rumbo.- 2.Enque direccion?Eric menea la cabeza.- 2.Cual es nuestro rumbo en estos momen-tos?- Vamos hacia el este.- A juzgar por la dircccion de las olas y delviento, el centro de la tormenta esta exacta-mente en el este, y es probable que venga endireccion hacia nosotros. EI lado derecho de la .tormenta es el lado peligroso. Tratad de per-manecer a la izquierda de la trayectoria del ti-fen. -Eric cierra los ojos y cae en un estado desopor.Corres hacia cubierta. Debes convencer aladoctora Vivaldi que cambie el rumbo. 2.Peroque direccion Ie diras que tome?

Deseas desesperadamente beber agua sala-da, aunque sabes que hacerlo seria un caminoseguro hacia la muerte.Te acurrucas en el bote y esperas. Pete estadurmiendo. Tu vigilas, una hora tras otra. Fi-nalmente, ves algo en el agua. iEs un barco!Parece algo muerto a la deriva. Comienzas aremar hacia el buque. Pete se sienta, sonriendopor primera vez desde que la ola gigante con-virtio elAllegro en solo un recuerdo.Estas demasiado debil para remar muchorato. Afortunadamente, el viento sopla en di-reccion a la nave. Solamente tienes que remar1 0 suficiente para asegurarte de que no irasmas alia de esta. Pronto puedes leer el nombredel barco escrito en su proa: Serena, y debajode aquel, Honolulu. La proa esta mucho masarriba que la popa, y las olas rompen sobre lacubierta trasera.- iEs un buque naufragado! -grita Pete.- Ha debido de encallarse en un arrccife=afirmas-. Parece una nave de pesca.

Si Ie dices que vaya hacia el norte,pasa a la pdqina 40.Si Ie aconsejas que sedirija al oeste 0al sur,pasa a la pagina 43. Pas a a lapagina siguiente.


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Pasa a fapagina 36.

'..


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36 -Media hora despues la corriente te lleva alcostado del navio, y subes a su inclinada cu-

bierta. EI barco esta en buenas condiciones,pero no hay sefiales de la tripulacion.- Deben de haber cogido el bote salvavidas eintentado llegar a tierra -aventura Pete.Trepas por la cubierta hacia la cabina princi-pal y entras por la escotilla. Pasas por las lite-ras y la tabla de naveqacion, para descenderpor una escalera a la sentina. Pete te sigue.- Mira, he encontrado un tanque de agua-el muchacho sefiala un barril de madera conuna espita de laton. .Tu hallas una hilera de cubiletes que pendende la pared. Coges uno y 10 pones bajo la es-pita; Pete la abre. Un chorro de agua llena elrecipiente, y tanto tu como tu compafiero sa-ciais _avidamente vuestra sed.Pete te sonrfe y se frota la frente.- iGracias a Dios que dejaron esta agua!Mientras habla, levantas la tapa del tanque ymiras adent'ro.- Quedan unos quince 0veinte litros.- Tendremos que racionarla -dice Pete-,pero por 10 menos nos permitira beber una se-mana.Sintiendoos mas fuertes, escudrifiais el bu-que en busca de comida. Solo encontrais unalata de manzanas secas y un paquete de arroz.Tii tarnbien hallas una caja de herramientas,un recipiente con alcohol y algunas cajas decerillas.

Pas a a fa pagina 44.

I\

37Esta es una oportunidad que solo se presen-ta una vez en la vida. Puedes ser la primera

persona que ponga pie en una nueva isla. Pue-des levantar un nuevo pais.- Ire contigo -Ie dices a Maiko.Maiko desata el esquife y los dos subis a el.Maiko permite que la embarcacion derive unpoco antes de alzar las velas. La brisa es ahoramas fria, y el esquife vuela a traves de las apa-cibles olas, surcando sus crestas con facilidad.La nueva isla se hace cada vez mayor a la luzde la luna. Maiko desvarfa acerca de su nuevoreino, de los grandes hoteles que construira enel y de 10 rico que sera. Empiezas a darte cuen-ta de que tu compafiero se ha vuelto loco consus visiones de fortuna y poder. Pero tus pen-samientos son interrumpidos por un estruendoque viene de tierra. LPodrfa ser un terremoto?LAcaso el volcan va a hacer eru pcion?- Creo que serfa mejor que volvierarnos.Maiko se vuelve hacia ti. Incluso a la palidaluz de la luna, brilla la locura en sus ojos._ No hasta que yo haya puesto el pie en tie-rra iyreclame esta isla en propiedad!EI fusil submarino de Maiko esta en el suelodel bote. Emplearlo puede ser tu iinica espe-ranza contra este loco.Si tratas de tomar effusif submarino y de exigirque Maiko te lleve de reqreso af Allegro,pasa a fa pagina 50.

Si esperas otra ocosion, pasa a la pagina 55.


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39- Me quedo aqui -respondes.- No -dice Maiko-. No puedo dejar que te

quedes. Eso interferirfa mis planes.Levanta su fusil submarino y te obliga a en-trar en el esquife. Luego, agarra una bolsa quecontiene un bote salvavidas hinchable, entraen el esquife y 1 0 suelta. Alza las velas, y la em-barcacion se aleja rapidamente del Allegro. Tiideseas dar voces a los demas, pero no hayduda de que Maiko usaria su arma contra ti.Parece haberse vuelto loco. Tu iinica elecciones seguirle la corriente.Maiko dirige bruscamente el esquife en di-reccion al viento; asi, quedais inmoviles en elagua, con las velas batiendo.- Bien, aqui es donde tu te vas -te dice.- GQue quieres decir?- No te preocupes. Te doy un bote para ti.Desenvuelve el bote de goma y tira de la cla-vija que 1 0 hincha con dioxide de carbono. Acontinuacion, lanza el bote por un costado.- iSubete a eI! -te ordena.Saltas al bote salvavidas. Maiko te lanza unalata de agua.- iOye! iEn este bote no hay remos!- Si te doy rem os, podrias volver al Allegro-te contesta-. Asf, el viento te empujara a altamar. Maiko aparta tu bote del esquife. Sus velasrecogen el viento y su embarcacion parte veloz.Das voces durante un rato mas, hasta que tepercatas de que no te sirve de nada.

Pas a a la pagina 71.


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40Dices a la doctora que se dirija hacia el nor-te. Entonces te vas abajo para entregarte a ese

descanso que tanto necesitas.Horas mas tarde, te despiertas con los vaive-nes del barco, producidos por el choque de vio-lentas olas. EI viento suena como el estampidode los aviones de reaccion. Casi no puedes oir aMaiko gritar:- iEs tu turno de coger el timon!Fastidiado, te pones la chaqueta impermea-ble y subes a cubierta.Aun en la oscuridad puedes ver que el ocea-no est a blanco de espuma y agua pulverizada.Avanzas trabajosamente hasta el timon y tesientas allado de la doctora Vivaldi.- Me encuentro mal-te grita por encima delviento-. Tendras que reemplazarme.Miras las. velas. Han quedado reducidas aandrajos. Sus harapientos jirones baten furio-samente al viento.La doctora te pone una mana en el hom bro.Su voz es tensa:- Nunca he navegado con un tiempo tanmalo.Haces todo 1 0 que puedes para mantener elrumbo de la balandra. Las olas se estrellan contanta fuerza contra su casco que temes queeste se rompa. A veces el Allegro baja por unaola de gran altura y tienes miedo de que suproa se hunda en las aguas como un cuchillo,llevandoos a todos al fondo.

Pasa a fapcigina 42.


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42Intentas recordar todo 1 0 que has aprendidoacerca de la navegaci6n con tiempo tormento-so.Maiko se tambalea en cubierta.- iEsta tempestad nos matara! -grita-. Tene-mos que hacer algo.

Si Ie dices que fije la vela pequeiiapara tiempo tormentoso, a fin de capeary reforzar el barco, .pasa a la pagina 58.Si decides que inc/uso la vela para

tiempo tormentoso puede perjudicarla navegacion,pasa a lapagina 59.Si resuelves ir a popa y traer cuerdaspesadas para disminuir la uelocidad delbarco y estabilizarlo,pasa a lapagina 64.

43Has decidido que tanto si tornais rumbo surcomo rumbo oeste podreis mantener el Alle-

gro en ellado seguro de la tormenta.Pero, Gcual de estos dos rumbos es mejor?Das un vistazo a la carta.NORTE

OESTE ESTE

Si tomas rumbo oeste,pasa a fa pagina 112.Si tomas rumbo sur,pasa a lapdqtna 63.


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44EI dia casi ha toea do a su fin. Tu y Pete as-cendeis a la cubierta de proa del Serena y rnor-disq ueais una manzana seca mientras miraiscomo el sol se oculta tras el horizonte.- GYahora, que? -pregunta Pete.- Necesitamos mas com ida -contestas tu-.Manana deberemos pescar un poco.A la manana siguiente os levantais tempra-no. Con un cuchillo que has encontrado en lacaja de herramientas, formas un tosco arponde pesca. Te preguntas si es una estupidez sal-tar por la borda. Has visto un par de barracu-das acechando cerca del buque.

Si saltas por la borda y te zambulles,pasa a la pagina 45.Si decides esperar,pasa a la pagina 49.

45Preparas tu arpon, Pete esta de pie detras deti en el brazal.- Ahora no veo ninguna barracuda -te dice.Miras atentamente el agua y adviertes tresgordos peces luna. Te sumerges de cabeza des-de la borda. Atacas el pez mas proximo. Seaparta con un movimiento rapido. Nadas mascerca y 1 0 atacas de nuevo. Se escapa facil-mente. Vuelves a la superficie a por aire y lue-go te sumerges otra vez. EI pez luna se deslizaproximo. Lo hieres con tu arpon, y en esta oca-sion 1 0 atrapas.En tanto nadas hacia el Serena con tu presa,se te acerca una forma larga y oscura. iEs una

barracuda! Subes rapidarnente hacia la super-ficie y Pete tira de ti hacia la borda. EI sol ca-lienta mucho, pero tu empiezas a temblar. Am,en tu arpon improvisado, esta tu primera pes-ca. Al anochecer ni y Pete os dais un buen ban-quete de pescado y arroz.Durante la semana siguiente aprendes todoslos trucos de la pesca con arpon. Las barracu-das te causan algunos sustos, pero al cabo deunos dias, casi te has acostumbrado a elias.Ahora que tenets com ida, Pete parece curarsecon rapidez. Te pasas el dia nadando y explo-rando el arrecife. Pronto po sees una coleccionde bellas conchas marinas. Una de elias, gran-de y azul, no te recuerda ninguna otra que ja-mas hayas visto.

Pasa a lapagina siguiente.


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4948Estas orgulloso de tu habilidad para sobrevi-vir en el mar. Sin embargo, a medida que pa-

san los dias sin sefiales de alqun barco 0avian,empiezas a temer que nunca sereis salvados. Sino fuera por el pescado, ya no tendriais provi-sian de comida. Y iinicamente os queda un li-tro y cuarto de agua potable. Finalmente, Petedice:- No puedo quedarme mas tiempo aqui, es-perando. Nadie nos vendra a buscar. LPor queno pescamos y secamos tanto pescado comopodamos, y luego nos marchamos con el bote?LQue dices a eso?

Tu y Pete decidis que no estais 1 0 bastantedesesperados como para ir a la deriva en me-dio de las barracudas.Pasa otro dia. Te duelen los ojos de tantomirar fijamente el mar. Estas tumbado en tu l i -tera descansando cuando oyes a Peter gritar:- iUn barco! iMira!Subes corriendo por la escalera y miras allu-gar que tu compafiero esta sefialando. Es uncarguero, quiza a cinco 0 seis millas de distan-cia. Demasiada para que sirva de algo hacersefiales 0 dar voces. Los dos observais impo-tentes, sin atreveros a esperar que la nave sedirija hacia vosotros.Entonces tu corazon se entristece.- Pasara de largo. No creo que su rumbo lelleve mas cerca de nosotros de 1 0 que esta enestos momentos. iSi al menos pudierarnos ha-cer sefiales!- Hay una manera de hacerlo -afirma Pete.- Leual? -preguntas.- Incendiar este barco. Es un terrible riesgopero yo no puedo permanecer esperando ni unminuto mas. Estoy deseando arriesgarme, si tutarnbien quieres.Echas otra ojeada allejano navio.

Si decides permanecer en el Serena,pasa a lapagina 53.Si eliges partir con el bote,pasa a lapagina 80.

Si decides incendiar el Serena,pasa a lapagina 109.Si no, pasa a lapagina 106.


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. '.~,~... . '~::'.-:", '~~ - ,

. . . . , . : ~ , , :. ; , : , . : . ; " " " i ' j ~ i ~ ~ , " s ~ { ~ ; r i ; ~ l : , ' l f \ r ~ ; ; ; "Tomas el fusil submarino. En cuanto cierraslos dedos alrededor de la culata, Maiko arre-mete contra ti. El bote oscila terriblemente. Tutratas de guardar el equilibrio, pero la pesadamana de Maiko cae sobre tu mufieca y te la su-jeta. El malhechor arranca el arma de tu mano.- As! que tengo un traidor entre manos.Cuando Ileguemos a tierra, seras ahorcado.- iNo puedes hacer eso -contestas a gritos.- Puedo hacer todo 10 que quiera en Maiko-landia! -ruge el demente-. iEsta nueva isla es

rm pais!Durante la hora siguiente estas sentado, fro-tandote la mufieca magullada y prequntando-te si podras Ilegar a escapar.

AI oeste, el mar esta a punta de tragarse lapalida luna. Casi habeis arribado a la isla.- iAh! iVeo un buen sitio para desembarcar!-Maiko sefiala una ensenada protegida de losrompientes.Arria la vela y dirige el esquife por entre dosenormes pefiascos que sobresalen del oceano.Ahora el cielo esta claro, y puedes ver la islacon precision. Maiko Ileva la embarcacion ha-cia la arida y gris playa de ceniza volcanica yrocas picadas.

Pas a a lapagina 52.


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52- Nadie podria vivir en esta isla -dices-. Es

una tierra desolada.- Adernas .de traidor eres tonto -contestaMaiko-. EI suelo volcanico es muy fertil. Enunos pocos afios esta orilla tendra una hilerade palmeras.En un momenta el esquife ha varado. Maikosalta fuera de el y da brincos arriba y abajo porla fina arena gris.- iEs mio! iEs mio! -grita-. iUn nuevo paIs!iYes todo mio!Pero mientras esta gritando, tu ves un esta-llido en llamas y humo que se levanta del vol-can.

Si corres a refugiarte bajouna roca curvada,pasa a lapagina 67.Si empujas el esquife fuera de laplaya y te proteges la cabeza con losbrazos 1 0 mejor que puedes,pasa a la pagina 75.

53Tii y Pete decidis no arriesgaros a embarca-

ros en el bote. A la manana siguiente tempra-no, estas sentado encima del techo de la cabi-na, con la esperanza, como siempre, de ver unbarco en el horizonte. Esta vez sf que observasalgo. iUn pequefio buque se dirige directamen-te hacia til Llamas a gritos a Pete, y un momen-to despues este se reline contigo en la cubierta.Ambos dais voces y saltos de alegrfa.- Parece un barco guardacostas -dice tucompafiero.A medida que la nave se acerca aumentaisvuestros gritos y sefiales. En cubierta, los mari-neros os responden con signos. Pronto el bu-que se sitiia paralelo al vuestro. Recibis a losmarineros con abrazos y vivas.- No teniamos idea de que hubiera alguienaqui -dice el capitan, mientras tii y Pete subis abordo del navio-. La tripulacion del Serena sefue a Etuk con el bote salvavidas; nosotros he-mos venido para ver si podiamos sacar su pes-quero del arrecife y remolcarlo hasta el puerto.El capitan celebra una ceremonia en memo-ria de vuestros cornpafieros de naveqacionperdidos en el mar. Nunca olvidaras la amistadque estos te demostraron.Algunos dias despues tu y Pete os hallais enun reactor 767, volando hacia casa. Todaviano 10 sabes (aunque en seguida 10 descubriras),pero en tu equipaje hay una de las conchas demar mas raras y valiosas del mundo.

Fin


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54EI agua esta fresca. Primero te bebes un tra-

go con las manos y luego, otro. No tardas enencontrarte peor que nunca y mas sediento de1 0 que podias imaginarte. Te tiras agua fresca ala cara, pero eso no te alivia. Ardes por dentro.Pete se agita.- Leomo estas? -te pregunta.Intentas contestarle, mas tu garganta estademasiado reseca para pronunciar palabra al-guna. Solo medio consciente, escuchas el vai-ven de las olas mientras el sol se sumerge masy mas por el oeste.- iUn barco! iUn barco! -Pete te esta sacu-diendo-. Pero tu estas excesivamente debilpara responderle. El mar ya se ha cobrado tresmiembros de la tripulacion del Allegro. Tu se-ras el cuarto.Tu ultimo pensamiento antes de morir esque por 1 0 menos Pete sea salvado.

Fin

55Decides seguir la corriente a Maiko hasta que

tengas una oportunidad mejor de vencerlo.Observas como Maiko ajusta las velas. Lue-go tu mirada se concentra en los jirones dehumo que se elevan serpenteando desde elcono volcanico. Oyes el estruendo lejano deltrueno. El viento aumenta y el esquife se tum-ba hacia un costado mientras corta las olas. Elaire huele Jigeramente a azufre.- Fijate en el humo ahora -dices-. La cum-bre del volcan va a estallar. iDa media vuelta!- iJamas! -grit a Maiko-. Sus ojos estan cla-vados en la isla como los de un sediento viajerodel desierto en un oasis. Tu raptor parece estaren trance. Agarras el fusil submarino.- Vamos a regresar 111barco +profieresmientras apuntas a Maiko con el arma.- iRata miserable!Maiko trata de abalanzarse sobre ti, pero elfusil, idea do para penetrar hasta el corazon deun tiburon de casi media tonelada de peso, estafirmemente sujeto en tus manos. Incluso en suestado de locura, Maiko se da cuenta de quehablas en serio y se deja caer de nuevo en suasiento.- De acuerdo -admite-, pero nunca olvidareesto. Alqtin dia Iarnentaras haberme privadode mi isla, ide mi reino!Tu mirada no abandona a Maiko ni un ins-tante mientras el bote da media vuelta y se diri-ge de retorno al Allegro.- iDespJiega las velas! -ordenas.

Pasa a fapdqina 57.


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Pasa a fa ptiqir: 68.

Al cabo de una hora se hace de dia. Fuerzaslos ojos para divisar el Allegro. Por fin 1 0 ves,pero el corazon te da un pequefio vuelco. EIAllegro se ha puesto en marcha y se esta ale-jando de ti. Nunca 1 0 alcanzaras con el esquife.GPor que tus compafieros te abandonan?- iMira!-Maiko sefiala en direccion a la isla.De la cima del volcan salen chorros de fuegoy de materias fgneas. Un enorme penacho dehumo avanza como una ola y envuelve toda laisla.- iEsta estallando! -vocifera Maiko.


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58 59- iPon la vela mayor de temporal! -gritas enun intento de hacerte oir por encima del aulli-do del viento.Adviertes que Maiko esta asustado, ya quede otro modo nunca se afanaria tanto por obe-decer. Sin embargo, le cuesta diez minutos le-vantar la pesada lona de la vela. Cada minutomas 0 menos se para y se pega al botalonmientras grandes olas rompen sobre el barco.Una vez que la vela ha sido colocada, el Alle-

gro vuelve a la vida y atraviesa con fuerza elagua. Ahora la balandra tiene la potencia quenecesita para cruzar las gigantescas olas.Una hora tras otra, guias el navio a ciegas atraves del furioso viento, hasta que te sientescompletamente agotado. Pero te mantienes entu puesto. La peor parte de la tormenta ya hapasado. Al cabo de un rato, Eric esta a tu lado.- iMe encuentro mejor! -te grita por encimadel viento-. Y tii., tii nos has salvado. Eres unverdadero marinero.Eric toma el timon. Desciendes de la cubiertay te hundes agotado en tu litera. Se diria que elviento y las olas ya amainan. Sientes una ex-trafia sensacion de felicidad. Has luchado con-tra el mar embravecido.. y has ganado.

Resuelves que el viento es demasiado fuerteaun para la vela de temporal. Te abrochas elcinturon de seguridady compruebas que estabien sujeto. A continuacion agarras el timoncon firmeza y aprietas los dientes mientras em-pieza tu prueba como gufa del barco.Una ola tras otra se estrellan contra el Alle-gro. Tienes que luchar con el timon para evitarque el buque se incline hacia un costado.Las fuerzas te estan fallando. iSi Eric fueracapaz de tomar el timon! Deseas que Maiko 1 0tome de nuevo, pero se ha marchado a su ca-marote y la escotilla esta cerrada. No puedesdejar el timon. Tienes ganas de gritar. Pero enmedio de este viento nadie te oiria.Entonces la ves: una ola monstruosamentegrande, dos veces mas alta que cualquier otra.Su cresta cabriolea encima de la nave. La olava a romper contra esta. Sostienes el timoncon todas tus fuerzas mientras la enorme olaarroja el Allegro sobre su costado. Te hallasdebajo del agua, luego debajo., ideI barco mis-mol Tus pulmones estan a punto de estallar.Poco a poco, el Allegro recupera su posicioncorrecta. No obstante, tu te alejas de el flotan-do, empujado por las aguas.

Fin

Pasa a Ia p a gin a 60.


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60

Pas a a lapagina 62.


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62Otra ola te levanta y te lIeva contra la baran-

dilla de seguridad. Te agarras a ella y te lanzasde nuevo hacia la cubierta. De momenta estesa salvo. Mas el Allegro es una ruina. EI mastil yel botal6n se han partido y hundido en el agua.La cubierta esta lIena de cabos y de cuerdas, demaderas arrancadas de cuajo y de metales tor-cidos.La escotilla se abre. La doctora Vivaldi sacala cabeza por ella.- Nunca crei que te volvierarnos aver. tEs-tas bien? EI barco esta medio lIeno de agua,pero en la cabina no hay tanta.Te precipitas con alegrfa hacia esta. EI aguabafia con fuerza tus piernas. Eric esta sentadoen su litera, frotandose la cabeza.- iQue barco! Dirnos un capirotazo y todaviaestamos a flote. iQue marinero que estas he-cho!Sonries debilmente ante el cumplido, puesya casi no te quedan fuerzas.

Pasa a 1 apagina 66.

63Sitiias al Alleg:l=O con rumbo al sur. Luego tii

y Pete os dedicais a pescar mientras la doctoraVivaldi gufa el barco. Este navega veloz empu-jado por el viento. Antes de volver al camarotepara pasar la noche, te sientas en la cubierta deproa y observas c6mo las olas resplandecen ala luz de la luna.Duermes profundamente, pero eres desper-tado por un grito agudo:-- iTierra a la vista!Subes apresuradamente a cubierta y te reli-nes con los dernas para contemplar el panora-ma familiar que se extiende ante vosotros.La doctora te mira mientras menea la cabeza.- iTu rumbo nos ha lIevado otra vez a la islade Bariba! tCrees que en ella encontraremos el.?arcasauno .....No es hasta este momenta que te percatasde que si hubieras estudiado la carta de nave-gaci6n con mas atenci6n, no habrias puestorumbo sur.- Bien, no nos preocupemos -dice Eric-.Necesitamos descansar una semana y vfveresde refresco.- Sf -dice la doctora Vivaldi-. Creo que lapr6xima vez nuestra suerte cambiara y que en-

contraremos el arcasaurio.- iLo hallaremos en nuestro pr6ximo viaje!Te regocijas con los demas, aunque sientesun poco de tristeza. EI curso escolar comienzadentro de un par de semanas, y no podras estaren el siguiente viaje.Fin


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64Has oido decir que los calabrotes de atoaje

-cuerdas pesadas- ayudan a aminorar la velo-cidad de un barco y a estabilizarlo en los maresrevueltos.Pides a Maiko que tome el timon, y sacas unrollo de cuerda pesada del armario de popa.Luego marcas por pulgadas tu recorrido por labatida y resbaladiza cubierta; llevas contigo unextremo de la cuerda hacia la popa. Estasatandolo a la segunda cornamusa cuando oyesa Maiko gritar.- iTen cuidado!Una ola de gran tarnafio, que viene de lacuadra de babor, te golpea como si fuera unacatarata volante. EI impacto te arrastra direc-tamente hasta el mar.- iSocorro! -gritas, pero sabes que no te lle-qara auxilio alguno. En un mar como ese nohay modo de que el Allegro pueda virar.Ves el barco una vez mas y a Maiko que tehacesefiales lleno de impotencia, antes de quela ola siguiente te lleve al fondo.

Fin

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66EI viento y las olas amainan. La furia de latormenta ha pasado. EI Allegro flota a la deri-va. Al fin, el sol atraviesa las nubes. EI viento seconvierte en una agradable brisa. A la mananasiguiente sois rescatados por un carguero.No llegasteis a encontrar el arcasaurio, peronavegasteis a traves de uno de los peores tifo-nes del afio, y sobrevivisteis.

Fin

67

Corres a traves de la fina y polvorienta are-na, en direccion al refugio que te ofrece la granroca. Si logras llegar a esta antes de que estalleel volcan, puedes tener una oportunidad desalvarte.Pero la arena es tan fina que a cada paso ;ehundes hasta los tobillos. Es como tratar de co-rrer a traves de nieve gruesa y suave. No hasalcanzado aun refugio cuando el tremendo es-tallido te derriba.

Fin


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68- iDe prisa, arria las velas! -vociferas.Maiko sue Ita la driza mientras tu introducesla barca en el viento tormentoso. La vela y elbotalon caen en medio de un gran estrepito. EIviento agita la ernbarcacion con Furia salvaje,llevandola a la deriva a traves de las olas.No podrias decir cuanto tiempo dura estehorror. Por fin, el viento pierde fuerza.- iMaiko! -gritas.No obtienes respuesta. Vuelves a sentarte enel banquillo. Maiko ha desaparecido. Paseas lamirada por el agitado mar. Olas cortas y altasse deslizan en todas direcciones. Es dificil ver a1 0 lejos, y no hay ninguna serial de Maiko.La isla esta obscurecida parcial mente por elhumo y la niebla, pero puedes observar la rojae hirviente lava que mana del volcan,Estas solo en el esquife. Tienes una cantim-plora de agua potable y vfveres para un dia. Noobstante, te hallas lejos de tierra firrne, excep-cion hecha de Ja nueva isla, que puede quedarcubierta de Ilameante lava de un momenta aotro. iQue vas a hacer?

Si decides navegar hacia Etuk, la isla habitadamas cercana, a 200 milIas, pasa a lapagina 74.Si resuelves permanecer cerca de la nueva isla,esperando ser rescatado, pasa a lapagina 77.

Si tratas de encontrar un lugar segurapara desembarcar en lanueva isla,pasa a la ptiqina 78.


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71Han transcurrido dos dias, Aiin estas solo y a

la deriva en tu pequefio bote en medio deloceano Pacifico. No has visto sefial alguna deavion 0 de barco. Incluso los pajaros y los pe-ces volantes te han abandonado.Sientes desesperacion y miedo, pero estascontento de no haber seguido en la isla conMaiko. Al cabo de unas pocas horas de queeste te dejara a tu suerte, una tremenda explo-sion ilumino el cielo. EI volcan solto tal canti-dad de calor y de luz que, aun mar adentro, no-taste el fiujo de calor en tu cara. Un viento su-bito hace deslizar tu bote por las aguas y 1 0 agi-ta en medio de las inquietantes olas.Unas nubes amenazadoras han ocultado elsol, de modo que ni siquiera puedes decir enque direccion has ido. Se han desencadenadoun par de chubascos, y has podido coger unpoco de agua con las manos y bebertela.A medida que el dia pasa te sientes mas ymas debil. Yaces en el bote, con la cabezaapoyada en un chaleco salvavidas. Intentascontenerte, pero empiezas a llorar. Nunca tehas sentido tan solo.Quiza 1 0 mejor que puedes hacer es aceptartu destino: simplemente permanecer tumbado,

con los ojos cerrados, y esperar a que llegue elfin. De esta manera sera mas facil.Si cierras los ojos y abandonas toda esperanza,pasa a lapagina 79.

Si te niegas a abandonar las esperanzas,pasa a lapagina 113.


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72Te despiertas y te hallas tumbado en una li-tera. Por el movimiento del barco y el sonido

del motor, te das cuenta de que estas en unyate. (QuiE~nte ha salvado?Te sientas y miras por el ojo de buey. Lanueva isla sola mente se encuentra a un par demillas de distancia. La cima del volcan salto acausa de la ultima erupcion. Ahora solo un pe-quefio jiron de humo es llevado por el vientodesde el crater.- iAsfque.,te has despertado!Asustado, te vuelves para ver a un hombreque viste con una chaqueta blanca sobre unacamisa roja y que esta de pie junto a tu litera.- Me llamo Jason Lucus y soy un hombre denegocios. No necesitas decirme quien eres tii.Nos hemos puesto en contacto por radio con elAllegro. Nos dirigimos hacia e I. En menos dedos horas estaras de nuevo a salvo y con tusamigos.Comienzas a darle las gracias, pero el hom-bre levanta una mano.- Primero quiero que firmes este papel.- (Por que? (Que dice ese papel?- Dice que te pagaremos diez mil dolarespor cualquier derecho que puedas tener sobre

la nueva isla. Te estuvimos observando con losprismatlcos. Fuiste la primera persona quepuso pie en la isla. Puedes loqrar que se te re-conozca en propiedad.Si firmas el papel, pasa a la pagina 82.

Si rehusas hacerlo, pasa a lapagina 84.


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74Decides cambiar de direccion y pones rumbo

a Etuk. Sabes por la carta de naveqacion queesta isla esta a unas doscientas millas al oeste.Aunque no posees bnijula, no ignoras que elsol sale por el este. Ahora son las nueve de lamanana, 1 0 que te permite seguir el rumbo delsol, virando a babor. Hay una Iigera brisa, y su-pones que el esquife debe navegar a unos seisnudos de velocidad. Si el viento se mantiene, ytu contimias con el mismo rumbo, podras verlas montafias de Etuk hacia la tarde del dia si-guiente.Cuando empieza a anochecer, caes dormido.Eres despertado por la luz del nuevo dia,sorprendido de haber dormido toda la noche.Estas desayunando dos pastillas de chocolate,cuando notas que la ernbarcacion ha perdidoel rumbo. El viento ha cambiado y durante lanoche has estado navegando en distintas direc-ciones. Ya no puedes estar seguro de que Etukse encuentra al oeste.Miras a tu alrededor, y hacia el horizonte. Elcielo esta perfectamente despejado, exceptoen el norte, donde hay una sola nube de aspec-to algodonoso. Has oido decir que las nubes seforman sobre las islas. GPodria ahora Etuk es-tar al norte de donde tii te encuentras?

Si decides navegar hacia el norte,pasa a laptiqina 87.Si coniuulas yendo al oeste,pasa a la pagina 91.

75Empujas el esquife fuera de la playa y saltas

a su interior. Luego te cubres la cabeza con losbrazos.- k.Adonde crees que vas?! -grita Maiko,pero su voz queda ahogada por el rugido y larafaga de aire supercaliente que expulsa tubote.Mientras yaces boca abajo, conteniendo larespiracion, el dorso de tu cuello es chamusca-do por el torrido viento.Este desaparece tan de prisa como aparecio.El esquife salta sacudido violentamente por lasolas. Ahora puedes respirar un poco, pero ape-nas te sientes vivo. Un momento mas tardepierdes la conciencia.

Pasa a lapagina 72.


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77Has decidido que permaneceras cerca de laisla, navegas adelante y arras, manteniendote aunas pocas millas de sus costas. Quieres estar1 0 bastante cerca para ser visto por un avionque vuele a investigar el volcan, pero no tancerca como para arriesgarte a ser aniquilado sila montana estalla.Algunas horas despues, oyes un ruido queviene del cielo. Aviones de reaccion. iAvionesde combate de la Armada! Descienden muchoya gran velocidad. Inclinan las alas hacia aba- 'jo. iTe ven!Al cabo de unas horas eres rescatado por unhelicoptero del portaaviones Ranger. EI piloto

te dice que el Allegro esta a salvo, y que prontote habras reunido con tus amigos.- GQuien poseera la nueva isla? -preguntasal piloto del helicoptero.- Bien -dice cl-, he oido que si su cima noestalla y la isla no se hunde en el mar, las Na-ciones Unidas tornaran posesion de ella. Pue-den pasar afios antes de que sea seguro cons-truir algo alii. Mientras tanto, cientificos detodo el mundo vendran a la isla para estudiar-la.- Me gusta la idea -afirmas, mientras per-maneces de pie en la cubierta del portaaviones,mirando la superficie del mar.

Fin


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78 79

Fin

Desembarcar en la isla entrafia algunos ries-gos, pero tarnbien es arriesgado permaneceren el mar. Por otra parte, te gustarla ser la pri-mera persona que pusiera pie en una isla ente-ramente nueva.~'sera verdad? GTu , duefio de toda una isla?GY puedes mandar en ella? Pero menuda islaes ... Mas bien parece un planeta extrafio. Nohay en ella rastro alguno de vida, unicarnenterocas grises, -arena gris y cenizas. EI aire estalleno de un fuerte olor a azufre.Divisas una pequefia charca. Hay montonesde peces nadando en ella. Deben haber sidodepositados am por una ola gigante. Podrascoger pescado suficiente para vivir. Cuandollueva, tendras agua en los agujeros de las ro-cas. EI tiempo es 1 0 bastante bueno para que,con pescado para comer, agua para beber y ro-cas curvadas como refugio, te sea posible so-brevivir alqun tiempo. Ademas, es seguro queaviones de reconocimiento sobrevolaran laisla. Estas convencido de que seras salvado.En tanto aguardas, te preguntas que dere-chos tendras sobre la nueva isla. Como primerser humane que la ha descubierto y que ha vi-vido en ella, Grealmente seras declarado supropietario? GOsera tu pals su due no? GOseracomo la Antartida, que no es propiedad de nin-gun pals?Quiza la isla recibira tu nombre. Al fin y alcabo seras famoso ... Si te rescatan iclaro!

Cierras los ojos y tratas de dormir. No quie-res mirar nunca mas el panorama sin fin deolas y cielo. Has perdido toda esperanza de res-cate. Sabes que jamas volveras a ver a otro serhumano.Pronto todo habra terminado.

Fin


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80Tii y Pete construis una pequefia vela con

un lienzo alquitranado que hallais en el Sere-na. Llevais a bordo del bote el agua potable yprovisiones de pescado seco, dais un ultimovistazo al Serena y os alejais de eI. Un fuerteviento os arrastra en seguida lejos del barconaufragado.Habeis ido a la deriva la mayor parte del diacuando veis un pesquero a una distancia apro-ximada de una milia y media al norte. Guian-dote por el sol puedes advertir que se dirige alsureste, posiblemente con rumbo a Bariba. iSipudierais hacerle sefiales! Pero el buque estademasiado lejos. Tendreis que alcanzarlo, 0almenos acercaros mucho a el.- GAque velocidad crees que va? -pregun-tas a Pete.Este lanza una mirada de soslayo al horizon-t e o - No se por que -replica-, pero yo diria que5610 navega a unos cinco nudos. Aun asi, esoes el doble de la velocidad de este bote.En este punto unicarnente hay dos rumbosque tengan algun sentido: norte y noreste.GCualseguirfas?

Sidecides dirigirte af norte,pasa a fa pagina 96.Siescoges navegar hacia ef noreste,

pasa a fa pagina 118.


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82Firmas el papel, y Lucus te entrega un fajo

de billetes de 100 d61ares. Te los miras ar-queando las cejas.- Eres un muchacho listo -dice Lucus.Pronto estas de regreso y a salvo a bordodel Allegro, con 10.000 d61ares en el bolsillo.Te preguntas si hiciste bien en vender tus de-rechos sobre la isla por s610 10.000 d61ares.Siibitamente, se produce un brillante deste-110rojo por la parte del este del horizonte. Des-te110que es seguido rapidamente por un re-pentino jir6n de humo y, luego, por un es-truendo que semeja el disparo de mil canones.Te tapas los oidos. A continuaci6n te agachascuando una fuerte ola incide violentamente so-bre el costado del Allegro. Sin embargo, el bar-co recupera el equilibrio con presteza, y elviento amain a casi tan de prisa como se habralevantado.Todos mirais fijamente la isla, pero todo 10que podeis ver en la lontananza es una nieblaespesa y gris.- Hemos contemplado millones de afios dehistoria de la Tierra en unos pocos dias -dicePete.- Ahora podemos reemprender nuestrabiisqueda del arcasaurio -observa la doctoraVivaldi.Estas ansioso por ayudar a encontrar el ar-casaurio, pero en estos momentos no puedesdejar de pensar sobre 10 que vas a hacer conlos 10.000d61ares.

Fin


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84Miras a Jason Lucus a los ojos.- Si tengo derechos sobre la isla, no quierovenderlos por 10.000 dolarcs. iSeguro que va-len mucho mas que eso!El rostro de Lucus se enrojece, y sus labios seconvierten en una linea delgada y blanca.- Soy un hombre generoso, ipero nuncahago la misma oferta dos veces!El hombre saca una pistola de plata del bol-sillo interior de su blanca chaqueta de lino.- Deberfas entenderlo -prosigue con su voz

fria-: de verdad que no te queria matar. Enrealidad, deseaba pagar los 10.000 dolarespara evitar matarte. Pero esa cantidad no te habastado. iSube a cubierta!Asciendes por la escalera, con el duro canonde su revolver pegado a la espalda.- GVa usted a dispararme?Una risa cruel se escapa de la boca de Lucus.- No puedo soportar la vista de la sangre.Por eso prefiero que pierdas el equilibrio y tecaigas por la borda.En cuanto pones el pie en cubierta, Lucus teda la vuelta y, con un veloz movimiento, te le-vanta por encima de sus hom bros y te arrojapor la barandilla.



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86Caes al agua gritando. Al mirar hacia arriba,

ves un marinero que te esta observando desdela popa del yate. EI marinero saca de su sopor-te un salvavidas de espuma de goma y te 1 0tira.- Lo siento, no puedo hacer mas -vocea-,sino me costa ria la vida.EI yate acelera y te deja atras luchando consu estela de blanca espuma.Nadas hacia el salvavidas. Tiene forma deU y es 1 0 bastante grande para subirse a el. .Por el momento estas a salvo. No hay tierraa la vista. Pero pronto te animas. Hay una bol-sa impermeable atada al salvavidas. La abres,procurando que su contenido no se moje, y ha-lias en ella una botella de plastico con un litro ymedio de agua dulce, tres pastillas de chocola-te envueltas en papel de aluminio, dos cajeti-lias de cerillas y dos cohetes de sefiales.EI sol se pone. En los tropicos la noche caede prisa, y pronto tienes la compafiia de un mi-liar de estrellas. EI mar esta en calma, el aire estibio, Vas a tratar de pasar la noche, pero estassolo y, a decir verdad, asustado.

Si lanzas uno de los cohetes de seiiales,pasa a la pagina 95.Si decides guardarlos hasta que veaslas luces de un barco, pasa a la pagina 116.

87Navegas hacia el norte, en direccion a lanube, pero a medida que las horas pasan estaparece seguir tan lejana como antes. Te pre-guntas si no estaras persiguiendo un espejis-

mo.Entonces, cuando el sol se pone por el oeste,percibes una forma bajo la nube. Se trata deuna montana, de una que has visto antes. iEs elvolcan de la nueva isla! Has est ado navegandoen circulo, y has vuelto al mismo lugar del quepartiste.Sin fuerzas ni voluntad para dirigirte a Etuk,te mantienes con rumbo a la nueva isla. Sinduda, la Armada la investiqara. Los cientificosquerran estudiarla. Tal vez un avion te vera.Navegas desesperadamente cuando la obscu-ridad te envuelve.Las estrellas hacen su aparicion, pero se des-vanecen con rapidez, y la noche se torna negracomo boca de lobo. El aire es caliente. Te tum-bas agotado en el esquife y duermes mal. Sue-fias con montafias de lava que se deslizan porla vertiente del volcan, siempre a punto de al-canzarte mientras tii corres, corres, corres,huyendo del burbujeante r io rojo ...

Pas a a fa pagina 97.


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89Atas la cuerda de que, dispones alrededordel cuello del arcasaurio. Este se lanza a travesdel agua a tremenda velocidad, dejando unaestela enorme detras de e I. Cuando miras ha-cia abajo, ves sus gigantescas aletas impulsan-dose en el agua de detras de ti con la fuerza deun millen de remos. La velocidad obliga a labestia a sobresalir mucho de la superficie. iEscomo cabalgar en un coleoptero hidrofilol

Pas a a 1 apagina 90.


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90Si el arcasaurio se sumergiera, tu bote Z02O-braria con toda seguridad y ttl puede que fue-

ras engullido por un remolino. Nada te es posi-ble hacer salvo confiar en tu suerte. Yaces en elbote salvavidas, montado en ellomo del mons-truo como si estuvieras cabalgando un caballoo una ballena. iEs el paseo mas veloz de tuvida!Vuelas por encima de las olas una hora trasotra. Cuando cae la noche, te relajas, cierraslos ojos y te duermes. Mas tarde, eres desperta-do de un modo violento. Estas debajo del agua,preso en una corriente arremolinada que te sa-cude una y otra vez. iPlaf! Tu mane da contraarena dura. Se te contorsiona el cuello a causade una ola embravecida que te vapulea. Lu-chas por volver a la superficie. La luz del sol seve mas alla de esta. Uegas a sacar la cabeza yboqueas, pero otra ola cae sobre ti. Esta vezgolpeas el fondo con las piernas. Tus pulmo-nes estan a punto de estallar. Luego otra ola tearroja a la playa y caes sobre arena seca y ca-liente. Notas que vas a desvanecerte, pero an-tes ves confusamente unas palmeras y caba-nas, y gente que corre hacia ti.


(\

91Con la esperanza de que la isla de Etuk aiinesta al oeste, navegas en esta direccion. La bri-

sa es favorable y tus esperanzas son intensas.Pero al anochecer no has visto tierra alguna, nisiquiera un pajaro solitario. Fijas la cafia del ti-mon y la vela 1 0 mejor que puedes, yesperasque durante la noche el esquife mantendra elrumbo.No estas comedo tumbado en el bote, yduermes mal. A 1 0 largo de la noche te despier-tas excesivamente por culpa de los truenos. Lavela se ha desprendido por el viento. El esquifees sacudido y golpeado por el agitado mar. Losrelarnpaqos cruzan el cielo y revelan una lineade nubes negras en veloz movimiento. El aguaesta blanca de espuma. Adviertes un vientofrio que va en aumento. Es una racha borras-cosa que avanza como un huracan.

Como un golpe dado por una mane de gi-gante, el fuerte viento lanza tu pequefio botesobre un costa do. Te agarras al otro extremocon desesperacion, pero sabes que todo ha ter-minado. Eres un marinero que, como muchosotros antes que tii, morira en el violento y tor-mentoso mar.

Fin

.J


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92Ternes que si atas el bote salvavidas al area-saurio y este se sumerge de pronto bajo las

olas, seras arrastrado con el hacia las profundi-dades del oceano. Te alejas del monstruo re-mando, con la intencion de estar a distancia se-gura en el caso de que el gigantesco animpl sezambulla 0sacuda su enorme cuerpo. Mantie-nes la mirada en el arcasaurio mientras estegira su largo y poderoso cuello para observar-teo De repente la bestia se desliza bajo lasaguas.Pasa a fapagina siguiente.

93Impotente, vas a la deriva en el bote duranteel resto del dia y a 1 0 largo de la noche. No obs-

tante, por la manana temprano, un cargueroque pasa cerca de ti te saca del agua. Apenas tetienes en pie y te cuesta mucho tragarte elagua y la limonada que los tripulantes te ofre-cen. Transcurren dos dias antes de que puedasincorporarte y contarle tus aventuras al capi-tan. Te resulta dificil criticarJo por reirse entredientes ante tu encuentro con el arcasaurio.- Un viejo lobo de mar como yo oye unmenton de historias raras durante su vida denayegante -profiere el capitan.Este se inclina mas hacia ti, y su cara curtidapor la intemperie se arruga cuando sonrfe.- Y las mas raras vienen de pobres desgra-ciados como tu, muertos de sed e intoxicadospor un exceso de sal y de rayos solares. Es en-tonces cuando la mente hacesus jugarretasmas extrafias. Se que crees que tu historia escierta, pero dejarne que te diga que nunca ve-ras el arcasaurio cuando estes seguro en cu-bierta de un buen barco que navegue con vien-to favorable.EI capitan tiene una cara agradable, y hablade una manera tan sincera que comienzas acreer que tu encuentro con el arcasaurio nofue mas que un suefio.

Fin

j


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94Has est ado inconsciente, pero ahora vuelveslentamente en ti. EI oceano se extiende por to-

das partes, mas te hallas muy por encima delas olas, mirando hacia abajo a traves de lasventanas de un helic6ptero.- iMe alegro de que todavia estes entre losvivos!Esa voz jovial pertenece a un hombre depe!o rubio arena.- Somos del portaaviones Ranger -te dice-,y te dejaremos en cubierta dentro de unos diezminutos.- Gracias por salvarme. lHan visto ustedesun barco llamadoAllegro?- Sf, nos pidieron que intentaramos locali-zarte. Estan navegando de regreso a Bariba. Tehabremos llevado alli al caer la noche.- Supongo que no encontraron el arcasau-rio -dices.- Esta vez no -contesta el oficial-. Sin em-bargo, espero que continuareis buscandolo.Esta por estos mares. Lo se.Y til tam bien 1 0 sabes.

Fin

Lanzas un cohete de sefiales, Su roja llamailumina el oscuro cielo.Si hay barcos en un radio de veinte millas, esseguro que veran tu cohete. Recorres el hori-zonte con los ojos hasta cubrir un circulo com-pleto, forzando la vista para captar una luz 0una forma cualquiera: iNada! Pero a la luzcada vez mas debil del cohete sf que ves algo.Un bulto oscuro se levanta de las aguas. Debeser un pequefio atol6n, un arrecife de coral, si-tuado a una distancia aproximada de unamilla.Sea 1 0 que fuere 1 0 que estuvieras mirandodesaparece en la oscuridad. Sin embargo, hayuna brillante estrella, a unos pocos grados porencima del horizonte, casi exactamente sobrela cosa que has visto.Empiezas a remar hacia la estrella. Mas, dle-garas a alcanzarla alguna vez? lDeberfas em-plear todas tus fuerzas en remar? lO deberfasguardar las energfas y esperar aver la luz deun buque?Si remas hacia la estrella, pasa a la pagina 105.Si guardas tus [uerzas, pasa a la pagina 107.


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96Te diriges al norte, pero al cabo de quince 0veinte minutos, te das cuenta de que no te es-

tas acercando al barco de pesca. Ajustas elrumbo, mas la nave sigue alejandose de voso-tros.- Nunca la alcanzaremos -dice Pete.Afirmas tristemente con la cabeza mientrasescrutas el horizonte, con la esperanza de verotro buque. Pero no hay ninguno a la vista.Tampoco veis nada durante el resto del dia, nial dia siguiente, ni al otro ...A medida que los dias pasan, os sentis mas ymas debiles, hasta que os dais cuenta de que elbarco de pesca era vuestra ultima esperanzade salvacion.

Fin

97

Te despiertas con un impacto. EI esquife haembarrancado en una playa. Saltas de el y 10arrastras por la polvorienta arena hacia el inte-rior. Estas en la nueva isla. Quiza eres la prime-ra persona que pone el pie en ella, pero 10 uni-co que eso significa es que eres la unica perso-na que hay en la isla. Te hallas demasiado debily agotado para hacer otra cosa que tumbarteen el esquife varado y esperar.Las horas se suceden. Oyes un ruido lejano.Miras hacia el cielo yves un avian y luego otro.Uno de ellos desciende a gran velocidad y do-bla sus alas hacia abajo. iTe han visto! Un heli-coptero de rescate llegara a por ti dentro deunas horas. Si el volcan se mantiene en calma,puedes considerarte salvado.

Fin


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99Cuando te despiertas te encuentras acosta-do en un camastro de una casa con el techoformado por plantas. Una mujer esta de pie atu lado. Te sonrie y te da un cubilete. Bebes deel avidamente. Es zumo de pifia recien expri-mido y fresco, 1 0 mejor que has probado en tuvida.La mujer te dice que te hallas en la isla deBori Rama, un diminuto atolon a doscientascincuenta millas al este de Bariba. Algunospescadores te encontraron empapa do en laplaya.



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100 101Menos de una hora despues, alcanzas a ha-blar con Eric mediante el radiotelefono.- iNo puedo creer que seas tul -exclama el-.No hay modo alguno de que tu bote pudiera ira la deriva desde la nueva isla hasta Bori Ramaen tan poco tiempo.- No fue a la deriva -replicas.Y cuentas tu sorprendente cabalgada a 1 0 -mos del arcasaurio.- Realmente, no me 1 0 puedo creer -diceEric-. Pero supongo que tengo que hacerlo, yaque es la iinica manera en que has podido via-jar cuatrocientas millas en solo diez horas. Nin-gun barco ni bote podria haber avanzado tan

de prisa, y ningiin avion ni helicoptero ha ate-rrizado en Bori Rama -tu interlocutor calla unmomento-. Espera. La doctora Vivaldi quierehablar contigo.- iNos alegramos de olrte! -dice tu amiga.- Me gusta oir tu voz -Ie respondes.- Deseo con toda mi alma saberio todo acer-ca de tu encuentro con el arcasaurio -dice ladoctora-. Ahora siento mas curiosidad quenunca respecto a este fantastico animal.GQuieres continuar su busqueda con nosotros?- iClaro que me gustaria! Pero dentro de unpar de semanas debe estar en la escuela.- Estoy segura que puedo arreglar las cosaspara que puedas faltar a clase unas pocas se-manas -contesta ella-, porque vas a aprendermucho -y yo tarnbierr- en el proximo viaje delAllegro.

Mirando hacia arriba, te mara villas de la bo-veda de coral que se halla por encima de tu ca-beza. Es tan delicada que la luz del sol se filtrapor ella. Te subes a un arrecife y observas confijeza ellugar bajo la imponente luz rosadover-dosa.Es un sitio extrafio y bello, pero eso no cam-bia el hecho de que estas abandonado en unaisla. Solo te queda un poco de comida y deagua potable.Cuando te sientas, con los ojos clavados enel agua azulverdosa, una forma singular surgede las profundidades. Una cabeza primitiva yun cuello largo que parece de caucho sobresa-len de la superficie. iEs el arcasaurio!

Fin Pas a a la pagina 102.


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102La bestia menea la cabeza. Inmediatamentedespues, se zambulle y desaparece as! tan deprisa como aparecio.iQue experienda tan atemorizadora! GEsta-ras sofiando? GTeestaras volviendo loco?GQue es ese sonido que viene del cielo? iTie-ne que ser un avian!


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104Te sumerges en el agua, te vas nadando dela gruta y subes a un arrecife. Cuando mirashacia arriba, ves que se trata de un helicopteroque vuela por encima de ti. Empufias el cohetede sefiales que te queda en la bolsa, 1 0 encien-des y 1 0 sueltas. Cruzas los dedos durante unminuto muy largo, como sefial de esperanza. Fi-nalmente, la luz del cohete brilla suavemente.Casi al instante el aparato gira y desciende ha-cia ti. Observas la bandera americana y la estre-lla blanca pintadas en el, y, cuando empieza aposarse, buscando un sitio para tomar tierra entu pequefio arrecife, lees las letras del pars a quepertenece: Armada de los EE.UU.En cuestion de unos minutos estas a salvo abordo del helicoptero.Al anochecer, te has reunido con la tripula-cion del Allegro. Casi sin respirar por la erno-cion, les cuentas a todos 1 0 que te ocurrio.- GCreeis que sufri una alucinacion?La doctora Vivaldi mueve la cabeza.- No. Sin duda alguna, viste el arcasaurio.- Puedo dibujar una carta con el rumbo a se-guir -efiades.Pero la doctora te detiene.- He estado pensando mucho sobre este

asunto -dice-. La gruta es el habitat del area-saurio en tierra. Es un milagro que este maravi-lloso animal haya sobrevivido durante tantotiempo. Debemos tener mucho cuidado para noromper el equilibrio. Para nosotros, tendra queser suficiente saber que el arcasaurio vive.Fin

105Remas hacia la estrella. Vas despacio, peroel viento te ayuda a avanzar. Te interrogas 50-bre que direccion sigue la corriente. Podria lle-varte mas alla del atolon sin que te percatarasde ello.De repente oyes el sonido familiar de las olas

rompiendose. iRompientes! Entonces ves elatolon de coral, perfilado a la luz de la estrella.Remas tan fuerte como puedes a traves de losrompientes. Una ola suavemente curvada tearroja sobre el arrecife de coral.iQue sensacion volver a estar en tierra! Lle-gas hasta la playa y te tiendes en la arena. Sor-bes un poco de agua de la botella y mascas unapastilla de chocolate mientras contemplascomo el sol sale del mar.Al mirar a tu alrededor, ves que la isla no esmas que un arrecife de coral que se curva for-mando un sernicirculo. Tiene menos de mediokilometre de diarnetro.Desciendes hacia la laguna y te zambulles ensu agua clara y azul. Quiza lograras coger unpez. Observas una forma oscura bajo el agua.Parece la entrada de un tunel. Te preguntas adonde podra conducir. Probablemente a nin-gun sitio, pero no tienes nada mas que haceren esta isla diminuta. Te sumerges y nadas al-gunos metros bajo las aguas, adentrandote enel tunel. Ves luz al frente, de modo que nadasun poco mas. Cuando sales a la superficie, tehallas en una enorme burbuja de aire situadaen una cueva bajo el agua. iEs una gruta!

Pasa a lapagina 101.


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106La idea de quemar el barco en que os habeisrefugiado y de volver al pequefio bote es mas

de 10 que puedes tolerar.- Si no vienen a salvarnos, no duraremosmucho en el bote -afirmas-. Por 10 menos aquiestamos seguros. Y tal vez se nos ocurra alqunotro modo de hacer sefiales a un barco 0avion.Pete pone cara de malhumorado.- No estoy seguro de que ten gas razon-dice-, pero ...EI muchacho se calla y os sentais sin poderhacer nada excepto mirar como el buque decarga se pierde en la lontananza.A medida que transcurren los dias, vuestrasesperanzas se desvanecen. Las provisiones y elagua se os acaban pronto. No pasan mas bar-cos ni aviones. Tu y Pete estais cad a vez masdebiles, hasta que un dia advertfs que no sal-dreis de esta.Esa noche suefias que una nave guardacos-tas ancla cerca de los restos del Serena. Losmarineros de aquella echan al agua un bote ybogan hacia el Serena. Este est a desierto, conla excepcion de dos esqueletos ten didos en sucubierta. Te despiertas empapado de sudorfrio, seguro de que el suefio sera realidad.

Fin

107Decides quardar his energfas, de manera

que yaces en el salvavidas y aguardas.Pasan las horas. Las estrellas oscilan por elespacio. Las que estan al oeste se sume;gen enel mar, mientras otras nuevas salen de el por eleste. Ahora no hay luces en el horizonte. Tie-nes frio, a pesar de que el agua parecfa calien-te. Dormitas. Cuando abres los ojos, ves unsuave brillo rosado en el cielo oriental. Te hasdirigido hacia aquel durante la noche.Desenvuelves una pastilla de chocolate y tecomes una punta. Cuando el sol hace su apari-cion, subes a la parte superior del salvavidas,con 10 que casi tienes el cuerpo fuera del agua.Al cabo de una hora mas 0 menos vuelves aentrar en calor. Siibitamente una ola solitariase rompe contra el salvavidas y te em papa depies a cabeza.Transcurre una hoja, y luego otra. Sorbes unpoco de agua de la boteila. Esperaras un ratoantes de comerte el resto del chocolate. EIviento comienza a enfriarse. Se forman rizos ylas olas se estrellan contra tu pequefio soporte.LQue es ese ruido que viene de arriba? iUnavion! Enciendes con rapidez la mecha del co-hete y 10 sostienes verticalmente. Al mismotiempo una ola cae sobre ti. Tu paquete y elagua potable van a parar al oceano. Sin. ~~-bargo, sigues sosteniendo el cohete en POSICionvertical. En un instante, incluso en plena luzdel dia, el intenso resplandor rojo del cohete setorn a visible cielo arriba.

Pas a a 1 a pagina 108.


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108Este ultimo esfuerzo ha hecho que te des-mayaras. Caes inconsciente.

@ P as a a fa p ag in a 94.\\\\\\\

109- Haqarnoslo -dices a Pete-. Arnontonare

todo 1 0 que pueda arder, para asegurarnos deque el barco entero se quernara. Tu pon todala comida y el agua a bordo del bote.Tan pronto como tu compafiero tiene elbote a punto de zarpar, prendes fuego al bu-que. Miras como las llamas suben serpentean-do y alcanzan las viejas vigas de madera de de-bajo de la cubierta de proa. Luego corres a reu-nirte con Pete en el bote. Tu amigo 1 0 apartadel navfo y entonces los dos rernais hasta queos cncontrais a una distancia segura de este.- Espero que habremos hecho 1 0 adecuado-dice Pete.Clavais la mirada en el casco en llamas delSerena y a continuacion en el barco que hayen el horizonte. Sin duda, tienen que ver el fue-go. Con todo, la nave sigue el mismo rumbo, ya la misma velocidad.- iEsta virando! -grita Pete.- GEstas seguro?Entonces ves que, efectivamente, est a viran-do. Empezais a hacer sefiales puestos en pie. EIbote se ladea peligrosamente y entra agua enel .

Pasa a fa p ag in a 1 11 .


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111

-,

- iSientate! -te dice tu amigo riendose-. iNoshundiras!Una hora mas tarde todo 1 0 que queda delSerena son algunas maderas quemadas, perotu y Pete os hallais en la cubierta del cargueroValencia, bebiendo soda frfa y contandole alcapitan vuestra aventura.- Fuisteis muy valientes al prender fuego aese barco naufragado -dice el-. Tarnbien tuvis-teis suerte, porque se acerca una tormenta quehabria arrastrado el Serena fuera del arrecife y1 0 habrfa hundido.Estais contentos de haber sobrevivido, y tris-tes porque vuestros amigos perecieron.

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112Una vez que has situado al Allegro en sunuevo rumbo te vas al camarote a dormir unpoco. Nunca te has sentido tan cansado en tuvida, y duermes profundamente. Horas mastarde eres despertado por voces excitadas quevienen de cubierta. EI temporal ha pasado, y elsol vuelve a brillar e ilumina el interior de la ca-bina.Subes precipitadamente por la escalera yhallas a los dernas mirando un anillo de picosen forma de cono que se levantan del mar.- iQue isla tan hermosa! -exclamas.- SI -conviene Eric-. Es la isla de Carina, lamejor vista de todo el Pacifico. He oido decir

que a veces los marineros se enamoran de esteparaiso y no pueden abandonarlo.- Permanezcamos aqui algunos dias y des-cansemos -dice la doctora Vivaldi.Todo el mundo esta de acuerdo, y Eric ponerumbo a la isla. A medida que esta se acerca, ossentis hipnotizados por sus playas de blancaarena, las oscilantes palmeras y el aroma dejazrnin que os alcanza procedente de la orilla.- Tengo la sensacion de que no vamos a en-contrar el arcasaurio -dice Eric.- Podemos haber hallado algo igualmentemaravilloso -responde la doctora-. Una islaencantada.

Fin

113iNunca perderas las esperanzas! Te sientas ymiras fijamente en todas direcciones por el in-terminable mar. Unos puntos negros y diminu-tos bailan ante tus ojos.Sacas un pie por encima del costado delbote. EI agua esta muy caliente, incluso paralos tropicos. 2,Sera esta la corriente caliente deque te hablaba la doctora Vivaldi? 2,Sera esteel habitat del arcasaurio? Por 1 0 menos puedestenet la oportunidad de ver la criatura masasombrosa de la Tierra. Mas, 2,que bien va ahacerte eso, si te vas a morir? Te salpicas lacara con agua. Te alivia, pero est a salada. Nun-ca mas quieres volver a probar la sal.iEntonces 1 0 ves! Primero su pesada cabezagrisverdosa, luego su cuello poderoso que pa-rece de caucho y que se levanta diez metros 0mas por encima de las olas. Una joroba surgedel agua detras de el como una pequefia islaque emergiera del mar.En estos momentos deberias sentir mas mie-do del que has sentido jamas, pero en realidadsientes mas curiosidad que miedo. 2,Esesta unade las especies de dinosaurio que ha sobrevivi-do durante millones y millones de afios? 2,Pue-de tratarse del primer caso de un animal in-

mortal?



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115Tienes un rollo de cuerda en el bote. Elmonstruo se esta acercando. Puede hacer zo-

zobrar tu balsa con un movimiento de sus po-tentes aletas. Pero hay algo en la bestia que teda esperanzas. No va a por ti como un tiburonhambriento. En lugar de eso, parece sentir cu-riosidad. LEstas sofiando, 0 el arcasaurio inclu-so parece amistoso?Ahora el animal esta tan cerca de ti que tedas cuenta de que puedes atar el bote a suapendice trasero y... idarte una cabalgada! Esoseria divertido. No obstante, suponte que lacriatura cabriolea 0que de repente se sumergebajo las aguas.

Si tratas de ir montado en el arcasaurio,pasa a la pagina 89.Si no, pasa a la pagina 92.


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116Pasas la noche a la deriva. Dormitas de vezen cuando. Siempre que te despiertas, escudri-

fias el horizonte con la mirada, con la esperan-za de ver un barco. Mas las unicas luces queves son las rayas fosforescentes del agua.Otra vez caes en tu sopor; sin embargo, algote despierta. Sacas la cabeza por el borde delsalvavidas. Un torpedo blanco oscuro esta cru-zando las aguas. Su forma es inconfundible: iesun gran tiburon blanco!Gritas, pero nadie puede ofrte. Nadie puedesocorrerte.

Fin

- - - - - - ~=--=-:.:::;::..-;:::::::=:;.-

o

/~ 0 ~ ~~_~~~~gij~~~-~/~~-

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118Te diriges al noreste, esperando que tu rum-bo se cruzara con el del pesquero. EI viento se

levanta ligeramente, y el bote se desliza agra-dablemente por el agua. Mantienes los ojos f i -jos en tu meta.Muy lentamente el barco de pesca se hacemayor. Te estas acercando a el. Puedes verhombres en su cubierta. Les haces sefiales. EInavio cambia de rumbo. Se dirige directamentehacia ti.- iPete! -gritas a tu compafiero-. iVamos asalir de esta!

Fin

GUiA DIDACTICA PARA EDUCADORESPonemos a disposicion de los maestros y educadores

una Gufa didactica de la coleccion Elige tu propia aven-tura. EIobjetivo de dicha Gufa es sugerir al educador unaextensa gama de actividades que se encuentran desarro-lladas en ella.Dado que la serle Elige tu propia aventura supone untratamiento totalmente nuevo de la literatura infantil y ju-venil, esta Gufa que Ie ofrecemos puede ser una buenaayuda para los educadores, ya que les perrnitira elaborardiversas actividades que van mas alla de las materias deestudio.EI hecho de que ellector sea el protagonista de su pro-

pia aventura, ofrece un sinffn de posibilidades para que eleducador pueda trabajar en el desarrollo de la personali-dad del lector. A titulo de ejemplo, estos libros intentanafirmar la capacidad de decision, al obligar al joven lectora tomar decisiones constantemente, as! como tambienfortalecer la segurldad en S!mismo.Adernas de todos estos aspectos comentados, en la

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11-¡naufragio!

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