10-el castillo prohibido

5/12/2018 10-El castillo prohibido

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ELCASTILLOPROHIBIDO


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TITULOS PUBLICADOS ELIGE TU PROPIA AVENTURA - 101. LA CUEVADEL TIEMPO Edward Packard2. LAS JOYAS PERDIDAS DE NABOOTIR . A . Montgomery3. TVCLAVE ESJONAS Edward Packard

ELCASTILLOPROHIBIDO

4. EL ABOMINABLE HOMBRE DE LAS NIEVESR . A . Montgomery EDWARD PACKARD5. lQUIEN MATO AH. THROMBEY?

Edward Packard6. OVNI 5440 Edward Packard7. EL GRAN RALLYE R. A . Montgomery8. EI REINO SUBTERRANEOEdward Packard9. MAs ALLA DEL ESPACIO R. A . Montgomery10. EL CASTILLO PROHIBIDO Edward Packard11. ,NAUFRAGIO! Edward Packard12. EL SECRETODE LAS PIRAMIDESRichard Brightfield13. EVASION R. A . Montgomery14. PERDIDO ENELAMAZONAS R. A . Montgomery

Ilustraciones: PAUL GRANGER

TIMUNMAS


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Para Wells, con aprecio.Con agradecimiento para la corte

de Rufus el Loco.

EL CASTILLO PROHIBIDOTraducci6n autorizada de la obra:The Forbidden CastleEditado en lengua inglesa por:BANTAM BOOKS INC. New York. 1982 Edward Packard lIustraciones: Bantam Books Inc.JSB.N. 0-553-22515-4CHOOSE YOUR OWN ADVENTUREes marca registradapor Bantam Books Inc.ELlGE TU PROPIA AVENTURAes marca registrada por Editorial Timun Mas, S A EDITORIAL TIM UN MAS, S. A. Barcelona. Espana. 1983Para la presente versi6n y edici6n en lengua castellanaPrimera edicion: febrero 1984Segunda edlclon: julio 1984Tercera edlclcn: noviembre 1984ISBN 84-7176-652-3Traducci6n a! casteJlano:Carles Alier i AixalaEditorial Timun Mas, S. A. Castillejos, 294. 08025 BarcelonaImpreso en Espana - Printed in SpainMEGRAF, S. A. Llobregat, 36. Ripollet (Barcelona)D.LB.30806-1984


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ADVERTENCIA[No leas todo ellibro seguido, del principio alfin! En sus paqinas hallaras muchas y variadasaventuras. A medida que 1 0 vayas leyendo, teveras obligado a elegir. De tu decisi6n dependeque la aventura constituya un exito 0 un fra-caso.Tu seras el responsable del resultado final. Tecorresponde a ti tomar las decisiones. Una vezque hayas elegido, sigue las instrucciones paraaveriguar que sucede a continuaci6n.Recuerda que no puedes volverte atras. Re-capacita antes de decidirte por una opci6n. Tuelecci6n puede conducirte al desastre 0... [a unmagnifico final!


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1iTe prometiste a ti mismo que nunca volve-

rias a entrar en la Cueva delTiempol Perocuando hallaste su entrada detras de una granroca del Canon del Riachuelo Rojo, no pudisteresistir.La cueva parecfa mas obscura que antes. Tedeslizaste en ella y te cafste. Te golpeaste enla cabeza. Yaqui estes, tumbado en un prado,con la mirada puesta en las ramas de un granroble, sin tener idea de donde te encuentras, eincluso sin saber en que siglo vives. Pudiera su-ceder que jarnas volvieras a ver a tu familia y atusamigos.Mientras te frotas la dolorida cabeza, te fijasen 1 0 que te rodea. Cerca de ti ves un caminoestrecho y sucio, y mas alia un arroyo de rapi-das aguas. El camino desaparece por entre es-pesos bosques que se levantan a cada lade delprado.Oyes ruido de cascos, y un extrafio sonidornetalico. iAlguien viene! Te agachas detras deun arbol mientras dos hombres a caballo cabal-gan hacia ti. Ambos usan una brillante arma-dura metalica. Uno de ellos lIeva un estandarteblanco con un leon d(;rado tejido en el. iDebenser caballeros! Los ves como detienen los caba-llos y desmontan cerca de ti.- Ha sido una larga cabalgada, Sir Rupert-dice el mas alto-, y habeis tenido mucho tiem-po para pensar. Decidme, Ghabeis resuelto elenigma del Castillo Prohibido?

Pasa a fapagina 3.


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3- La verdad, Sir Godfrey, 1 0 he intentado,

como todo el mundo en Inglaterra. iMenudarecompensa ha ofrecido el Rey Enrique! iLamitad del reino de Gales!- Verdaderamente es una bonita recompen-sa -contesta Sir Godfrey-, pero no excesiva-mente generosa, ya que el viejo monje prome-tio al Rey' Enrique que 'si conquistaba el Casti-llo Prohibido gobernarfa en toda Europa.Los caballeros llenan sus odres con agua delarroyo. Mientras vuelven andando a sus caba-llos, Sir Godfrey dice:- Debemos ir sin perdida de tiempo al Casti-llo de Cotwin. EI Rey nos espera antes de queel sol se oculte detras de la torre oeste. Se dis-qustara si llegamos tarde.- Sf -dice Sir Rupert, mientras sube a su ca-ballo-. El Rey esta asustado desde que ha sabi-do que hay espias extranjeros en la corte de In-glaterra. Y por ella ha ordenado que todos losviajeros de aspecto sospechoso sean encerra-dos en el calabozo.Al tiempo que los caballeros se preparanpara partir, te preguntas si deberfas salir de de-tras del arbol, Llevas ropas del siglo xx. Es se-guro que serias sospechoso ante estos caballe-ros. Por otro lado, no puedes esconderte eter-namente.Si decides que es mas prudente esperar a quellegue otro viajero, pasa a la pagina 4.

Si e/iges salir de tu escondite,pasa a lapagina 6.


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4Decides aguardar. Mientras los caballeros

desaparecen cabalgando, oyes una profundavoz detras de ti.- 2,Tevas a pasar todo el dia detras de estearbol?Al girarte, levantas la mirada y tus ojos se~ncuentran con los de un hombre gigantesco.Este lleva sobrecalzas y una tunica hecha depiel de venado. En una mana sostiene un arco.Un carcaj lleno de flechas pende de uno de sushombros.- No quieres que los caballeros del Rey Enri-que te vean, 2,verdad? -EI gigant6n se rfe yafiade-: Por 1 0 tanto, para mf, eres un amigo.jEsos monigotes me causan mas problemas que1 0 que valen! -EI hombre se inclina y te mira fija-mente a la cara-. jVoto a...! --exclama-. [Nuncahe visto nada parecido a ti en estes bosques!- Soy un extrafio que viene de otro sitio y deotra epoca -respondes-. 2,Podrfa usted decirmeen que afio estamos?EI gigante se rfe de nuevo.- No llevo la cuenta -te dice-, y jamas hecomprendido por que alguien deberfa hacerlo.Me llamo Garth, y puedes quedarte conmigo, si1 0 deseas.- 2,D6nde vive usted? -Ie preguntas.- M i casa es todo el ancho bosque -contestaGarth con un amplio movimiento de su brazo-.En el hay comida en abundancia, y muchascosas por hacer. Es el unico lugar en que unapersona puede ser libre. 2,Por que no te unes amf?Claro que si un poco de lluvia y de vientode vez en cuando te molestan, puedes seguir

ese camino que lleva al Castillo de Cotwin. Allfte proporcionaran un techo. Sin embargo,debe advertirte de que puede ser eltecho deuna mazmorra.

Si decides irte con Garth, pasa a lapagina 7.Si e/iges probar suerte en el Castillode Cotwin, pasa a lapagina 9.


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En cuanto los caballeros montan en sus ca-ballos, sales de detras del arbol.- iQuien eres tu? -pregunta Sir Godfrey-.iDonde conseguiste esas extrafias vestiduras?- Reconozco a un espia en cuanto 1 0 veo-dice Sir Rupert, se inclina y tira de ti brusca-mente hasta la altura de su caballo-. Si esto noes un espfa, [es el demonio!- EI demonio es astuto, y sabe c6mo tomarforma inocente, pero no me dejare engafiar-Sir Godfrey se acerca y te mira intensamente-.Nos llevaremos a este diablo al castillo, Rupert,y luego 1 0 meteremos en el calabozo.

Pasa a fa pdqttu: 10.

7Siempre has querido aprender como vivir enestado salvaje y adernas no quieres acabar enuna mazmorra. Esta parece la ocasion perfec-ta. Sigues a Garth, que te conduce a traves debosques de pinos, de arroyos de aguas rugien-tes y de empinados bordes rocosos. EI sol se haescondido tras los montes del oeste cuando al-canzais un refugio abierto debajo de un rebor-de de roca. Ayudas al giganton a reunir palos yramas de pino, y de pronto estais calentandooslas manos frente a un lIameante fuego.- iPor que vive usted en los bosques, de estemodo? -preguntas a Garth.

- = - Desde que Ie dije al Rey Enrique que el noera un hombre mejor que cualquier otro, tienepuesto precio a mi cabeza -sonrfe burlonamen-te-. Ha perdido a cinco de sus mejores caballe-ros en su intento de llevarme a la horca.- Antes de conocerle a usted, escuche a suscaballeros hablar de cierto enigma. iSabe ustedalgo de eso?- Sf, es una larga historia -dice el hombre-t6n-. Hace alrededor de un afio, un viejo monjevisito al Rey y Ie hablo de un castillo misterioso.Naturalmente, el Rey pidio saber donde estaese castillo. Pero el monje no 1 0 dijo. En lugarde eso, recite un extrafio acertijo y luego afir-mo: Quien resuelva el enigma hallara el casti-llo. Y quien conquiste el castillo qobernaratoda Europa. Desde entonces, el Rey Enriqueha tratado de resolver el acertijo.

Pasa a fa pagina 8.


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8 9- LConoce usted la respuesta al enigma?Garth se rie.- Ni siquiera conozco el acertijo. Si quieres_saber de que se trata, debes lograr que te adrni- .tan en la corte del Rey Enriq ue. Puedes lograr-

1 0 , pero si sospechan que eres un impostor, tearrojaran a una mazmorra.No tienes manera de saber 1 0 que puede es-perarte en el Castillo de Cotwin. No obstante,es arriesgado permanecer junto a Garth. EImismo ha dicho que los caballeros del Rey 1 0estan buscando.

Das las gracias a Garth por su ofrecimientode hospitalidad, te despides de el y partes parael Castillo de Cotwin.No has ido muy lejos cuando ves a una mu-jer que desciende por el camino. Tiene la es-palda doblada -y casi se oculta total mente ensu negro manton-: anda allado de un carro demadera, cargado de heno y tirado por un caba-lIito gris.

Si decides probar suerte en el Castillode Cotwin, pasa a fa pagina 12.Si sigues con Garth.. pasa a fa pagina 11.

Si dejas pasar a fa mujer y continuas hacia efCastillo de Cotwin, pas a a fa pagina 14.Si paras a fa mujer, pas a a fapagina 16.


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10Te suben a la grupa del caballo e intentas no

caerte de el, despues los caballeros galopanhacia el patio del castillo. Te arrojan sobre unlargo tramo de escaleras medio arruinadas.Uno de ellos abre una verja de hierro, que cru-je. Otro caballero te empuja hacia un cuartoobscuro y mohoso. La verja se cierra ruidosa-mente detras de ti.El suelo de tu nueva estancia es de roca. Nohay ventanas, solo unas pocas grietas en lasparedes, que apenas dan suficiente luz paraque puedas ver a tu compafiero de celda, aga-chado en un rincon. Es un hombre delgado, ysu pelo sucio cuelga hasta sus caderas._ [Alejate de mil -te grita-. Tus vestidurasfueron hechas por el demonio ... [No te me acer-ques!_ Por favor, no se asuste usted. No Ie haredafio, GSabe usted 1 0 que me haran ellos?_ Casi todos los prisioneros son decapitados.Pero si te hallan culpable, te quernaran en elpalo. jEs la (mica manera de purgar al diablo detu alma! -El hombre se te acerca-. No te preo-cupes. Si eres inocente, no te quernaran.Solamente tienes un os instantes antes de quetu destino sea sellado. Quiza los guardias pue-dan ayudarte.

Si preguntas a los guardias sobre el en~wna delCastillo Prohibido, pasa a lapagrna 17.Si les preguntas ace rca del tipo de juicio quetendras, pasa a lapagina 20.

11Puede que con Garth la vida no sea ni facil ni

segura, pero es un buen amigo, y prefieres lospeligros del bosque a los de la corte del ReyEnrique. Asf, pues, te unes a Garth en su reinoforestal.EI giganton te ensefia a cazar y a pescar. Alanochecer, ambos os scntais alrededor del fue-go y el cuenta historias de caballeros y drago-nes hasta que te quedas dormido y suefias enlos dias pasados con tu familia y amigos, a cen-tenares de afios en el futuro.Un dia, Garth se vuelve hacia ti y te dice:- Te has hecho mas rapido y fuerte, y mejorconocedor de los caminos del bosque. Ya eshora de que decidas que clase de vida quieresvivir. Si te gusta una vida peligrosa, en la quepudieras encontrar fama y fortuna, podrias en-trar en la corte de Rufus, el Rey Loco de Here-ford. 0, si 1 0 deseas, puedes permanecer en elbosque conmigo.

Si escoges entrar en fa corte de Rufus el Loco,pasa a fa pagina 21.Si efiges una vida en ef bosque,pasa a lapdqina 24.


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12Garth te desea buena suerte mientras os es-

trechais las manos y os despcdis.En tanto andas trabajosamente a 1 0 largo delpolvoriento camino, tu corazon se ilumina conla vision de los arboles en fIor, los alegres can-tos de los pajaros y los olores del suave aire delverano.El sol de la tarde es fuerte cuando llegas a unprado ancho e inclinado. Desde el puedes verel Castillo de Cotwin encaramado en un mon-ticulo cercano. Sus altos muros de piedra y suselevadas torres semejan una escena sacada deun libro de cuentos.Suena una trompeta mientras te acercas alas murallas. La gran puerta de madera de ro-ble del castillo se abre con una vibracion, y trescaballeros salen cabalgando. Detienen sus ca-ballos cerca de ti.

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Pasa a lapagina 10.


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Sigues el camino durante 1 0 que te parecenmuchos kilometros, 1 0 cual hace que terminesprcquntandote si llcqaras a encontrar el Casti-llo de Cotwin, e incluso si hallaras comida yabrigo cuando caiga la noche.El Sol empieza a ponerse cuando un viajeroviene galopando hacia ti, con la capa al viento._ GAdonde te diriges? -te grita mientras tirade las riendas de su caballo.Te gustan sus calidos ojos casta nos y la ex-presion traviesa de su cara azotada por el vien-to._ Estoy buscando el Castillo de Cotwin.GVoypor buen camino? -preguntas._ Pues 1 0 cierto es que has tornado un cami-no equivocado -dice el viaj zro-. Pero eso esbueno para ti. Si llegas a alcanzar el Castillo deCotwin, sin duda te habrian arrojado al calabo-zoo A causa de las ropas que llevas, habriancreido que cstas poseido por los espiritus delmal.iLos espiritus del mal! Te asombra que al-guien pueda pensar que estas poseido por esosespiritus. Entonces te acuerdas de que en laEdad Media a menudo se culpaba a los espiri-tus del mal de los hechos inhabituales.- GQue debe hacer? -preguntas._ Sigue andando. Estas a poca distancia deun pueblo de pescadores. Cuando llegues alli,pregunta por Stephen. Oile que su hermanoLuke te envfa. Puedes quedarte con el y sumujer. Te ensenaran como pescar cualquiertipo de pez.Le das las gracias a Luke mientras este se

15aleja galopando y te saluda con la mana porencima del hornbro. Prosigues tu camino, ypronto llegas a la cima de una colina. Aunqueya es de noche, casi puedes distinguir la aldeade pescadores a tus pies -no tiene mas de unadocena de casas, cada una con un jardin pe-quefic--, abrigada por el puerto. Mas alla delpueblo se extiende el mar azulgrisaceo. Ves tresbotes diminutos que navegan de vuelta .a casacon la pesca del dia.

Piensas acerca de la vida que estas observan-do -una vida mas sencilia que cualquier otraque hubieras pensado vivir-, sin libros, ni televi-sion, ni cine; sin aviones, ni coches, ni un millende cosas que. dabas por descontadas. Por otraparte, aquf no hay contaminacion, ni accidentesde automovil, ni bombas. Y sera muy divertidoeso de pescar y de navegar.Aquf, la vida, Gsera mejor 0 peor que en tupropio siglo? Para comprobarlo decides viviraquf durante unos afios con Stephen y su fa-milia.Fin


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16- Buenas tardes -ciices-. Soy un viajero de

una tierra extrafia. (_Puede usted decirme don-de podria encontrar comida yabrigo?La mujer asiente con la cabeza.-Sfgueme.Te aproximas al carro, mientras te preguntasad6nde se dirige la mujer.- iPodria usted decirme en que afio esta-mos? -preguntas.- En 1052 6 1152 -responde-. Nunca meacuerdo exadamente.Pronto llegais a una casita de piedra, situadaen un extremo del bosque. La mujer te lleva asu interior y te indica que te sientes en un durobanco de roble.- Te preguntas quien soy yo -la mujer hablacon una voz que parece un cacareo-. Me lla-man Madame Leeta. Tengo poderes profeticos,y puedo decirte que tu tambien tienes poderesprofeticos.-iYo?- Posees un disco rnagico -la mujer sefialatu rnufieca.Entonces te das cuenta de que tu reloj debeparecerle rnaqico a la mujer.- Y puedes ver el futuro -contiruia diciendo

la mujer.No puedes evitar el asentir con la cabeza, yaque en ese momento estabas mirando al futuro:pensabas en tu casa y en tu epoca.

Pasa a laptiqina 26.

17- iPor favor! -imploras a los guardias-, cuen-

tenme el enigma del Castillo Prohibido.El mas alto de ellos inclina la cabeza paramirarte -con una estiipida sonrisa burlona enla cara- y te empuja a traves de la multitudreunida en el patio. En este, caballeros y damascon ropas de vistosos colores, estan riendo y lla-rnandose entre sf.En medio del patio del castillo hay un mon-ton de lena colocada alrededor de un palo. Unhombre esta de pie allado del palo, con un rollode cuerda en una mano y un cuchillo en la otra.- EI Lord Canciller te conceders un ultimodeseo antes de que te aten al palo -el guardiasena la a un hombre, cuya obscura capa gris Iellega a los tobillos.- iPuedo formular un ultimo deseo?El Canciller te mira frfamente.- iDe que se trata?- Cuenterne el acertijo del Castillo Prohibido.- Te servira de poco -te contesta.El hombre se acerca a ti y te mira con curiosi-dad. Luego dice:

En algun lugar al sur, donde hace mas friodonde 10 que cae permanece de pie donde esta;encontreres 10 que no es 10 que es.Mientras te hallas alli, tratando de resolver elenigma, el verdugo se adelanta con su rolla decuerda. Solamente te queda un minuto de vida.Escaparte es imposible.

Pasa a /a pagina 19.


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Subitamente, los guardianes te empujan con-tra el palo. Notas como la aspera y espinosacuerda se cine fuertemente a tus mufiecas.Tienes que decir algo ahora mismo.

Si solicitas un poco de iiempo para resolver elenigma, pasa a lapagina 25.Si exclamas: iAlto! iT engo la solucion deleniqma!, pasa a la pagina 28.


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_ LQue pasara en el juicio? -preguntas._ No te preocupes -responde uno de losguardianes-. Si no estas de acuerdo con el de-monio te dejaran en libertad.Los 'soldados te conducen al patio, que estaBeno de cabaBeros y de damas, excepto en unarnplio espacio central donde hay un menton

de lena alrededor de un palo._ LComo se desarrolla este juicio? -pregun-tas a uno de los guardias._ Es muy sencillo -te contesta el-. Te atan alpalo y encienden la lena. Si eres culpable, tequcmaras: si eres inocente, no te ocurnra nada.

Intentas escaparte, mas los guardianes teapresan rapidamente. Paso a paso te Bevan a lamuerte.

Fin

21- Le estoy muy agradecido por todo 1 0 que

ha hecho por mf -dices a Garth-, pero ahoracreo que me gustarfa ver mas mundo. Estoy de-seando encontrarme con Rufus, el Rey Loco.- Admiro tu valentfa -contesta Garth-. Rufuspuede apreciarte, y luego puede que no, 0quizaun dia te aprecie y te odie al dia siguiente. Algu-nos dicen que es un hombre generoso, otrosdicen que es tacafio. Pronto 1 0 descubriras,Durante tres dias, Garth viaja contigo a travesdel bosque. Cuando llegais a un camino que seextiende al borde de un lago de aguas cristalinas,el hombret6n se para y te estrecha la mano.- Sigue ese camino durante bastante tiempoy llegaras a Fiddlegate, el castillo de Rufus elLoco.Te despides de tu cornpafiero y echas a an-dar por el camino. Lamentas que Garth noeste contigo, pero te sientes feliz al notar el cali-do sol a tus espaldas y al oler el aire fresco ylimpio del bosque de pinos.EISol ya se halla muy alto cuando te encuen-tras en la cima de un cerro. Ante ti hay un verdey hermoso valle. Mas alia se levanta un grancastillo, con una torre de piedra que se dina quese inc1ina ligeramente hacia un costado. Mien-tras te aproximas a la entrada, te percatas deque algunos de los muros estan medio arruina-dos y de que el puente levadizo esta bajado.Creerfas que el castillo se halla deshabitado sino fuera por el humo que se levanta del patio ypor las vacas que pacen en un campo cercano.

Pasa a 1a pc ig ina 22 .


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22Mientras permaneces ante el puente levadi-

zo, dudando en cruzarlo, suena una trompeta.Al cabo de unos minutos dos soldados apare-cen en la entrada. Te !levan a un patio amplioe iluminado por el sol, cubierto de losas de pi-zarra rotas. Matojos de maleza y arbustos bro-tan del suelo.

Pas a a la pagina 30.


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Te quedas con Garth y vives en el bosque.Te vuelves fuerte y duro, y aprendes a sacar elmejor partido de 1 0 malo y a disfrutar de 1 0bueno.Con el tiempo, otros hombres se unen a ti ya Garth. Algunos son siervos que han huido desus amos; otros son caballeros que no queriandedicar su vida a luchar por el Rey.Cuando te has hecho hombre, Garth se haenvejecido demasiado para vivir la vida rudadel bosque. Te conviertes en el cabecilla delclan. LJegas a un acuerdo con el Rey Enriquepara proteger a los viajeros que atraviesan elbosque. En compensacion, el monarca os da ati y a tus arniqos un castillo para vosotros solos.No es la clase de vida que esperabas llevar,pero es todo 1 0 buena que podrias esperar ha-llandote a centenares de afios de . .. itu epoca ysin posibilidades de encontrar de nuevo laCueva del Tiempo!

Fin

25:- Si me dan ustedes un poco de tiempo

-dlces-, creo que puedo resolver el enigma.Los guardianes se rien en tu cara.La boca del Canciller se tuerce en una sonri-sa cruel.~ Un po.co de tiempo no te servira de nada-afl:ma-.:_ INo podrias desentrafiar el enigmaen cien anos!EI verdugo pasa una cuerda por encima detu cabeza y te ata al palo. Tu ultima esperanzase ?esvanece mientras las llamas se levantanoscIlantes a tu alrededor. Nunca debiste haberentrado en la Cueva del Tiempo.

Fin


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26- Ahora te contare el acertijo del Castillo Prohi-

bido -Madame Leeta te mira fijamente-. Nohace mas de un afio que un viejo monje visitoal Rey Enrique y Ie hablo de un castillo remotocon cuatro torres de marfil. Lo llamaba el Cas-tillo Prohibido, y dijo al Rey que si 1 0 conquis-taba, gobernaria toda Europa. EI Rey preguntocomo podia llegar hasta el castillo. Pero la uni-ca respuesta del monje consistio en dar al rno-narca este enigma:En algun lugar al sur, donde hace mas fr io,donde 1 0 que cae permanece de pie donde estd,enconirards 1 0 que no es 1 0 que es.Desde entonces, el Rey ha divulgado esta adi-vinanza por toda Inglaterra, con la esperan-za de que alguien pueda resolverla. iHa ofreci-do la mitad del reino de Gales a cualquiera queIe indique el modo de hacerlo! El Baron VonSal, cuyas tierras se extienden por Alsacia, estadecidido a encontrar el Castillo Prohibido y aganar la recompensa; y ha contratado mis ser-vicios para que Ie ayude.- (Tiene usted alguna idea de donde esta elcastillo? -preguntas ala mujer.

Esta te mira con ojos centelleantes.- Sabemos que el castillo se levanta al sur,de manera que debemos cruzar el Canal de laMancha y viajar a traves de Francia. Sin duda,con tus poderes maqicos sumados a los mios,desentrafiarernos el enigma, y entonces conse-guiremos qrandes riquezas.Te sientes tentado de unirte a Madame Lee-

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ta y al Baron. Tienes curiosidad por encontrarel Castillo Prohibido. Adernas, te tienta la posi-bilidad de ser rico. Por otro lado, sabes que noposees poderes magicos, simplemente un relojde pulsera. (Como puedes esperar resolver el~nigma? Adernas, tienes otra preocupacon.GDeque modo puedes regresar al siglo xx. Talvez puedas hallar una entrada de la Cueva delTiempo cerca del campo donde Ilegaste depronto a la Inglaterra medieval.Si piensas ir con Madame Leeta en busca delcastillo, pasa a lapdqina 32.Si dices: No, gracias, estoy mas interesado enhal/ar el camino de vuelta a casapasa a lapagina 33:


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28- iAlto! [Tcngo la soluci6n del enigma!El verdugo se rfe. Agita su antorcha encendi-da ante tus ojos.- [Suspended la ejecuci6n! -dice con fuertevoz el Canciller.- Pero -grita el verdugo-, el prisionero estatratando de ganar tiempo.- Pudiera ser -concede el Canciller-, pero elprisionero no se parece a ninguno de los quehemos visto antes. Quiza es un mago. Ese ex-tranjero puede que sea precisamente quienlogre resolver el enigma.Los caballeros y las damas empiezan a gritar:iAIpalo! iAI palo!.Sin embargo, el Canciller te lleva fuera delpatio y a traves de un pasaje abovedado. Masalla hay una gran puerta de roble, guardadapor dos hombres con espadas y escudos demucho peso. Uno de elIas abre la puerta, y elCancilIer te conduce a una amplia habitaci6noctogonal iluminada por ventanales abiertosencima de cada uno de los asperos muros depiedra. Al final de una larga mesa de maderade roble esta sentado el Hey Enrique en perso-na. Te mira con curiosidad mientras se acariciala crecida y puntiaguda barba.- Nunca hemos estado tan contentos comocuando hemos sabido que ttl tienes la soluci6ndel enigma -dice-. Bien, dinos cual es.Has intentado desesperadamente halIar unasalida al enigma. Te acuerdas de la primera li-nea de este: En algun lugar al sur, donde hacemas jrio. Finalmente, tienes un par de ideas.Habitualmente, hacia el sur, el tiempo es mas

calido, no mas frio. No obstante, las montafiaspueden ser mas frias, aun cuando se encuen-tren muy al sur. Y, naturalmente, ellugar masfrio de todos es... iel Polo Sur!- tY bien? -EI Hey se inclina hacia adelantecan impaciencia.

Si dices: EI Castillo Prohibido estd en el surpero en 1 0 alto de las montaiias, donde hacemas frIo, pasa a lapagina 34.Si dices: EI Castillo Prohibido estd en el sur,

en el camino que lleva al Polo Sur.pasa a la pagina 36.


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30La tromp eta suena de nuevo. Aparecen mas

soldados. Te rodean y te llevan a traves del arcocentral. Luego abren filas mientras un hombrebajo y gordo avanza patosamente hacia ti. Usauna tunica azul de terciopelo y lleva una coronade oro en su calva cabeza. Detras de el hay unhombre muy delgado, que lleva un gorro pun-tiagudo y campanillas. [Sequro que se trata delRey Rufus y de su buf6n!Un guardian se adelanta.- EI Rey Rufus se ha dignado mirarte.Haces una reverencia.- Rey Rufus, para mi es un honor visitarvuestra corte.- [Silencio! [No te he pedido que hables! -teespeta el Rey. Volviendose al buf6n, dice:- Stillwell, 2,que dices tu de esta intrusion ennuestra corte real?- Es una lamentable pena, para todos noso-tros -responde Stillwell.El Rey frunce el cefio, mas no dice nada.El guardian extiende su dedo largo y huesu-do ante tu cara.- Bien, 2,que tienes que decir en tu defensa?Sientes que deberias decir algo, pero te pre-guntas si sera mejor esperar hasta que el propioRey te interrogue.

Si decides habfar, pasa a fa pagina 37.Siguardas silencio, pasa a fa pagina 39.


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32Accedes a ayudar a Madame Leeta en subusqueda del Castillo Prohibido. P~co des-pues, alguien llama a la puerta. Esta glra so~resus goznes, y un hombre entra en)a casa. !le-ne la tez muy palida, como si jamas Ie hubieratocado el sol. Detras de el, a traves de la puertaabierta, ves un hermoso corcel negro y un caba-

llito de color castano._ iAh, Baron Von Sal! Llegais pronto -diceMadame Leeta.EI hombre te sefiala.- i.Quien es ese?_ Un joven adivino, que nos puede ayudar aresolver el acertijo del Castillo Prohibido.- i.Que te hace creer eso, mujer?_ Ensefiale el disco maqico -te pide ella.Muestras tu reloj. EI Baron se inclina y 10mira un instante. Asiente gravemente con lacabeza.- Entonces venid los dos inmediatamente.Una nave nos esta aguardando para llevarnosa Francia.Madame Leeta apoya su mana larga y hue-suda en tu hombre.- Sabra que vendrias con nosotros. ~ntre I~stres hallaremos el Castillo Prohibido; Iy la rm-tad del reino de Gales sera nuestro!

Pasa a la pagina 48.

33Tras dejar a Madame Leeta, intentas reha-

cer tus pasos de vue Ita al campo en que te ha-Haste por primera vez. Siguiendo un rastro atraves del bosque, arribas a la cabana de un le-fiador, quien te da com ida y bebida.- LAdonde vas? -te pregunta el hombre.- Llegue aqui desde otro pals y otro siglo pormedio de la Cueva del Tiempo. Estoy intentan-do encontrar la entrada de la caverna, a fin depoder regresar a mi epoca y a mi casa. LCono-ce usted esa cueva?Te preguntas si el lefiador se reira de tu extra-fia historia, pero en lugar de eso afirma con lacabeza y responde:- No eres el primero que nos visita desdeotro tiempo y otro lugar. Despues que llegasteaquf, has andado en cfrculo. La Cueva delTiempo casi esta debajo de nosotros. Puedo en-sefiarte un tunel que conduce a ella.- Le estare muy agradecido -contestas.- No s e hasta que punta estaras agradeddo -tedice el hombre-. Puedes hallarte en una epoca enque elmundo se haya convertidoen fuego,0en hielo.Estas contento de haber vuelto a la Cuevadel Tiempo. Sin embargo, ahora que sabesd6nde esta, te planteas si no seria divertidopermanecer algun tiempo en la Inglaterra me-dieval. Quiza puedas resolver el enigma yen-contrar el Castillo Prohibido.Si decides tomar el tiine! de vuelta a la Cuevadel Tiempo, pasa a lapagina 40.Si eliges permanecer en la lnglaterra medieval,pasa a fa pagina 41


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34- EI Castillo Prohibido esta en el sur

-afirmas-, pero en 1 0 alto de las montafias,donde hace mas frio.EI Rey empieza a dar vueltas por la estancia.Tu corazon late con fuerza. EI monarca, Gtecreera, 0te mandara a la muerte?Stibitamente, Enrique se vuelve, sonriendo.- Hay sabiduria en 1 0 que dices. Se que en elsur de Francia existen montafias mas altas quecualesquiera de las de Inglaterra, y que sus ci-mas estan cubiertas de nieve, mientras las flo-res cree en en los valles. Pero, lcual es la solu-cion al resto del acertijo?Piensas en la Ifnea siguiente de este: donde1 0 que cee permanece de pie donde este. Noobstante, apenas te atreves a adivinar la solu-cion. lPodrfa tener algo que ver con la puestadel Sol? EI Sol cae debajo del horizonte, y almismo tiempo permanece donde esta ...

Si dices: La segunda linea tiene que ver con lapuesta del 5 0 1 , pasa a la pagina 42.Si dices: Debemos ir a las montaiias del sur;una vez alll,podre explicar el resto,pasa a lapagina 43..


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- EI Castillo Prohibido se halla en el sur-dices-, en el camino hacia el Polo Sur, don dehace frio.EI Rey se levanta con la cara enrojecida porla ira.- LQue estupidez me estas contando? LQuees ese Polo Sur del que me hablas?De pronto, te das cuenta de que el Polo Surno puede significar nada para Enrique. No sellegara a el hasta el cabo de centenares deafios. Tratas de dar una respucsta, pero el Reyllama a gritos a los soldados. Estos te agarrancomo si fueras un saco de patatas y se te llevande la estancia._ [Preparad la ejecuci6n! -grita el monarca-.iY realizadla deprisa!

Fin

37Miras al Rey a los ojos.- No causaria ninguna pena. Quiero decirque yo no causaria dafio a nadie.Stillwell salta arriba yabajo.- Ha desobedecido la orden que VuestraMajestad Ie ha dado de callarse.- En efecto, 1 0 ha hecho.La cara del Rey esta roja de c6lera.- L1evad a este joven descarado ... ia la torre!Dos guardianes te agarran y te llevan a ras-tras fuera del patio. Una vez abandonado este,uno de ellos te mira con severidad. EI otro sol-dado empieza a reir, pero no con una risacruel; sus ojos azules centellean.- EI Rey no 1 0 sabe -dice-, pero hace muchotiempo que las escaleras de la torre se derrum-baron. iHace afios que no hemos podido entraren la torre!- Entonces, Lque me ocurrira?- LCemo? iAh! Te escaparas, ic1aro!-profie-re el otro guardian con una risotada.Sorprendido y com placido por su ruda ama-bilidad, tu tam bien te ries.Los dos soldados te dan un zurron lleno depan, queso y fruta. Tarnbien te dan orientacio-nes para llegar al Castillo de Cotwin.- En la corte del Rey Enrique puedes tenermejor suerte. Por 1 0 menos el no esta loco.Y, asi, cruzas el puente levadizo del Castillode Fiddlegate y partes para Cotwin.

Pasa a fa pagina 14.


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if39

Tienes miedo de desobedecer al Rey, asi queno dices nada.- Bien -dice este-. GAcaso no sabes hablar?Antes de que puedas contestar, el bufondice:- Os sugiero, Majestad, que Ie deis una lee-cion a este joven.- Stillwell, hinicamente un estupido como tusabria sin duda 1 0 que no hay que hacer!-profiere el Rey Rufus-. GPor que no te habreencerrado en la torre?- Porque, Majestad -dice el bufon-, si meencerrarais, eso significarfa que os equivocas-teis cuando me nombrasteis para el cargo.EI monarca se enfurrufia yanda de un ladepara otro. Finalmente, se vuelve hacia ti.- Has caido en gracia ante mf -te dice.- Habrfa sido mejor haber caido en el foso-afirma Stillwell.El Rey golpea al buf6n en la cabeza con laparte plana de su espada. Luego te dice:- Si accedes a servir en mi corte, te nombrareuno de mis ministros.Parece que el soberano te ha tornado apre-cio. Esta loco, de acuerdo, pero puede haber

juicio en su locura. Incluso quiza el te puedaayudar a encontrar el Castillo Prohibido.

Si te atreues a pedir ayuda al Rey Rufuspara hal/ar el Castillo Prohibido,pasa a lapagina 44.Si accedes a seruir en su corte,pasa a lapagina 45.


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"1"

40El lefiador te muestra el tunel que lleva a

la Cueva del Tiempo. Le agradeces su ayuda.A conttnuacion, y tras hacer de tripas corazon,cruzas andando a gatas la angosta entrada dela caverna.Tiemblas a causa del aire frio y humedo dellugar, mientras avanzas lentamente por el obs-curo y mohoso pasaje que conduce a las pro-fundidades de la Tierra. De pronto, te caes,cada ves mas deprisa. [Estas cayendo hacia elfuturo!El tiempo del futuro hacia el cual estascayendo todavia no es una realidad. Pero 10sera, y cuando 10 sea, te ancontraras de nuevoen tu casa, tranquilamente sentado, leyendoquiza un libro de caballeros cruzados.

Fin

41Estas de acuerdo en que volver a la Cueva

del Tiempo puede que no sea tan buena idea, ypreguntas al lefiador si conoce el camino a lacorte del Rey Enrique. El lefiador te da indica-ciones para llegar al Castillo de Cotwin. Le daslas gracias por su amabilidad y te pones enmarcha.Pronto, unas espesas nubes grises comien-zan a cubrir el cielo. EI viento sopla con masfuerza. EI cielo se ennegrece. A 10 lejos oyestruenos. Mientras atraviesas el ancho campo,siibitamente cae una cortina de lluvia. Correspara guarecerte debajo de un gran pino. jSi almenos hubiera una casa porallil No tienesequipo para la lluvia, ni lugar ad6nde ir. Al cabode un minuto te ves rodeado de constantestrue nos y rayos ...Si te hubieras acordado de que nunca hayque ponerse debajo de un arbol en campoabierto durante una tormenta, tu historia nohabria llegado tan rapidarnente a su fin.

Fin


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4342Miras al Rey a los ojos y tratas de hablar

como si supieras 10que estas diciendo._ Vemos como el Sol se pone debajo del ho-rizonte cuando cae el dia, porque la Tierra davueltas. Pero ... [el Sol permanece donde estal_ 2,Que quieres decir con que la Tierra davueltas? -EI Rey te sefiala con el dedo-. [Estasintentando tomarme el pelo! Lo que dices esuna herejfa. Cualquiera puede ver que la Tierrano se mueve, sino que es el Sol quien gira alre-dedor de la Tierra todos los dias.iSi pudieras demostrarle al Rey que ~staequivocado! Mas los soldados te cogen rapida-mente y te devuelven a rastras a la mazmorra.Te preguntas si saldras de ella algun dia.Pasados unos dias sales, pero para volver almismo palo que dias antes intentaste evitar re-solviendo el enigma. Esta vez sin esperanza.Pese a tu habilidad cometiste un error. Olvi-daste que en la epoca medieval crefan que e1Sol era el que giraba a1rededor de 1a Tierra,pensar 10 contrario era una herejfa.

- Debemos ir a las montafias del sur=afirmas-. Entonces podre deciros 10 que hayque hacer.EI Rey frunce el entrecejo. Suspira y dice:- Muy bien. Preparare un barco que te lleva-ra a Francia (un dia y medio de viaje desde Do-ver, con viento favorable). Te acompafiaran elConde de Kent y tres de mis mejores caballe-ros. Mientras tanto, reunite ami ejercito (hom-bres suficientes para conquistar cualquier cas-tillo), y os seguiremos dentro de la misma se-mana. iPronto toda Europa sera mia'El Rey sonrie con una amplia sonrisa. Lue-go, sefialandote con el dedo, dice:- Pero si no encuentras el Castillo Prohibi-do, ite vere colgado del arbol mas alto de Ingla-terra!Procurando hablar al modo de la corte, re-plicas:- No temais, Majestad, encontrare ese casti-llo antes de la proxima luna llena. Y entonces,como predijo el monje, toda Europa rendirahomenaje a vuestra espada.- Bien dicho -dice el monarca-. Y ahora,preparaos, nobles, caballeros y vasallos. iNosvamos a Francia!Fin



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44Miras al Rey directamente a los ojos y le

dices:_ Os agradezco humildemente que me con-cedais semejante honor, Majestad. Pero es mideseo hallar el Castillo Prohibido. LPodrraisayudarme?El monarca agita un dedo ante ti._ iJoven descarado! [Yo soy el Rey! Y to.eresmi vasallo. Yo no ayudo a mis vasallos. [Ellosson quienes me sirven a mil_ Bien, yo puedo ayudaros a vos. Al encontrarel Castillo Prohibido, ganare la mitad del reino deGales. Ayudadme y os dare la mitad de mi reino.

_.LLa mitad de tu reino? Tomare otra mitadtan grande como la mitad -replica Rufus elLoco._ Os dare la mitad de la mitad adem as de lamitad -respondes con rapidez._ Llama al matematico real -ordena el Reya Stillwell.Luego, el primero te observa mientras seatusa el largo y caido bigote._ Puede que seas 1 0 bastante listo como parahallar el Castillo Prohibido. Manana partiremosal amanecer. [Y por nuestras hazafias, Rufussera el Rey de Gales!Los heraldos tocan sus cuernos, Y todo elmundo se inclina mientras el monarca sale pa-voneandose del patio real. Permaneces dondeestas, preguntandote si ancontrareis el CastilloProhibido. [Quiza el mundo saldra mejor libra-do si no 1 0 lograis!

Fin

45- Estaria muy honrado de servir en vuestra

corte, mi senor.- Muy bien -dice el Rey-. Esta noche cele-braremos un banquete en mi honor para dartela bienvenida.Stillwell te conduce por una escalera de ca-racol a tus nuevos aposentos.La cama es casi tan dura como el suelo, perote tumbas en ella para dormir una siesta, yaque hace mucho que no has descansado unanoche entera. Te parece que no ha pasadomas de un minuto cuando eres despertado porun golpe en la puerta.- LQuien es?- Soy un paje enviado para anunciaros queel banquete esta a punto de empezar.EI paje te conduce por la larga escalera decaracol al gran salon de los banquetes. A tra-ves de un pasaje abovedado ves como lamayorfa de los invitados ya estan sentados. Laboca se te hace agua a la vista y al olor del gan-so asado con cebollas y salsa. Cuando ya estasentrando en el salon, un hombre muy corpu-lento te cierra el paso.- iNo puedes entrar! -te espeta.- iPero el propio Rey me ha invitado!- El Rey no te ha invitado.- LQue quiere usted decir? -preguntas.- LQuien es usted para contradecirme?- iEI Ministro de la Contradiccion! -te centes-

t a o - LQue clase de titulo es ese?Pas a a la pagina 47.


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47- Es mi menester -contesta-. En el reino ha-

bia demasiada gente que se contradecia conlos demas, de modo que el Rey 1 0 prohibio. iHaordenado que todas las contradicciones del rei-no las diga yo!- lTodo 1 0 que usted dice es una contradic-ci6n?- [No! EIRey ha ordenado que yo contradigatodo 1 0 que sea dicho por todo el mundo menospor el .- Entonces no puedo asistir al banquete-dices tu.- [Oh, sf! iPuedes hacerlo! -te grita elhombre.Este seaparta un momento y te lanzas alsalon y rapidarnente tomas asiento en una sillavacia de la gran mesa. A tu izquierda tienes unanciano caballero con cara larga y triste; a tuderecha hay una mujer que lleva un vestidoblanco adornado con encajes.- lQuien es usted? -preguntas ala mujer.- Soy la Dama de Rojo -te replica ella.- Pero su vestido es blanco.- lComo te atreves a contradecirme? -pro-fiere la mujer-. Solo el Ministro de la Contra-diccion puede hacerIo.

Pasa a la p ag in a 51 .


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48Despues de una dura travesfa por el Canal de

la Mancha y de un viaje de dos semanas a travesde tierras francesas, ill, Madame Leeta y el Bar6nVon Sal finalmente lleqais al sur de Francia. EIsendero montafioso por el que subis es pronun-ciado, y los tres estais respirando trabajosamentebajo el peso de vuestros zurrones.- iEstas seguro de que el castillo esta en lasmontafias? -te pregunta el Bar6n._ - [C laro! -responde por ti Madame Leeta-.Esa es la unica explicaci6n para la primera If-nea del enigma: En a1gun 1ugar a1 sur, dondehace mas frio. Si se va al sur, el tiempo es mascaluroso, a menos que uno suba a las mon-tafias,De pronto, la mujer se detiene y te mira fija ypenetrantemente.- Pero ha llegado la hora de que nos digas lasoluci6n a la segunda Ifnea del enigma: donde10 q ue cae permanece de pie donde este .- 51 -dice el Baron-. Ha llegado la hora deque emplees tu disco magico. .Miras tu reloj, simulando que este puede de-cirte algo mas que la hora que es.iDeberlas admitir que en realidad no poseespoderes maqicos, 0deber1as aparentar que 51yesperar que de alguna manera resolveras el res-to del acertijo y hallaras el Castillo Prohibido?Si admites que no crees que puedas resolver elenigma, pasa a la pagina 52.Si dices a los dernds que no se preocupen, quepronto aclarards el enigma, pasaa lapagina 53.


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Entras en la cueva, y esperasa que tus ojos.52 acostumbren a la oscuridad. Michelle te lle-unos pocos pasos de delantera. Subitarnen-2la chica grita:- iSocorro! iEstoy resbalando!La agarras por el brazo y tratas de tirar deella para -arriba, pero pronto caeis los dos ...caeis ...Estais a plena luz del dia. Tu y Michelle estaissentados en un campo. Cerca de alli hay unacarretera pavimentada, por la que circula unveloz autobus. Detras de este se halla un grantractor con remolque. Fiuuu, lanza un cami6nque transporta petr6leo.- Michelle grita:_ 2,Que son esos monstruos? [Que ruido! [Eshorrible!_ Todo esta bien -dices, mientras divisas,mas alla de la carretera, un letrero familiar, queindica la direcci6n de tu ciudad, mientras te pre-guntas c6mo se tomara Michelle la vida mo-dema.

Fin

51Volviendote al caballero que tienes a tu iz-

quierda, Ie preguntas:- 2,Yusted quien es, senor?- EI Ministro de la Risa -te dice con una riso-tada. .- 2,Yeso que significa?- Que yo decido 10 que es risible y 10 que no10 es -frunce el entrecejo.No puedes evitar refrte.EIMinistro se pone colorado.- lComo te atreves a reirte sin mi permiso?En ese momenta el Rey se pone de pie y pidesilencio.- Damos la bienvenida a un nuevo miembrode la corte -te sefiala y te ordena-: Levantate.Obedeces, y el Rey suelta un largo discurso:- [Hum! Ya hemos creado un Ministro de laAstucia, un Ministro de la Risa, un Ministro dela Contradicci6n y una Dama de Damas de Es-pera. Solamente quedan dos cargos por cubrir.Dinos cual de los dos prefieres. 2,Quieres ser Mi-nistro de la Conjetura, 0Ministro del SentidoCom un?Miras a tu alrededor, casi incapaz de creer 10que el Rey ha dicho. Ahora es cuando com-prendes plenamente por que Ie llaman el Rey

Loco. Por absurdo que ella sea, tienes que ele-gir uno de los dos cargos.Si dices que preieririas ser Ministro de laConjetura, pasa a la pdqina 60.

Si dices que te qustaria ser Ministrodel Sentido Comiln, pasa a la pagina 61.


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52- No se preocupen ustedes -dices-. Pronto

rcsolvere el acertijo.El Baron refunfufia, mas no Ie prestas aten-cion y continues qutando a tus compafieroscada vez mas arriba por el sendero montafioso.Cuando alcanceis la cima, podras ver a muchoskilometres de distancia en todas direcciones.Segufs subiendo. Empieza a hacer frio, y pa-rece que nunca habeis estado mas cerca de lacuspide. as parais a descansar; no te atreves amirar al Baron Von Sal a los ojos. De pronto,ois, muy debilmente, un sonido impetuoso. 2,Esel viento, 0 es agua?- [Seguidme! -dices, y comienzas a subirhacia el lugar del que proviene el sonido.Madame Leeta y el Baron te siguen avidos.No estas segura de adonde vas, pero hay queagotar todas las posibilidades. .

53_ La verdad es que no creo que yo pueda re-

solver el acertijo -confiesas._ iMaldito impostor! -ruge el Baron.Este arremete contra ti, pero ya estas corrien-do montana abajo. Von Sal te persigue y, cuan-do miras para atras, ves como tropieza con unaroca y cae al suelo. En un instante vuelve a estarnuevamente de pie y en pos de ti, pero sabesque nunca te coqera,Sigues descendiendo por la montana, guian-dote por el repique de unas campanas de igle-sia, hasta que llegas al pueblecito que existe enel valle. Alli encuentras refugio con una buenafamilia que te ofrece com ida y abrigo a cambiode que te comprometas a cuidar de sus ovejas ycabras.Y asi empiezas una nueva vida en que cadadia te di~es a ti mismo que, cuando hayas creci-do subiras a las montafias y hallaras el CastilloPr~hibido. Unicamente entonces te sentiras dis-puesto a regresar a la Cueva del Tiempo. Cuan-do hayas resuelto el enigma.

Fin



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Caminais a 1 0 largo del margen de la sinuosavereda montafiosa. Al poco tiempo llcqais a unclaro. Desde este podeis ver una catarata es-pectacular y, mas alia, los brillantes murosblancos y las cuatro torres del... iCastillo Prohi-bido!

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56TD.,Madame Leeta y el Bar6n alcanzais la

puerta del castillo. Una mujer vestida con unlargo habito gris se os acerca para hablaros._ Soy la Hermana Anna -dice-, y os doy la.bienvenida._ GQuien manda en este castillo? -preguntas.- Nadie. EI castillo est a atendido por las Her-manas de la Esperanza -replica la mujer-.Solo se usa como refugio para los pobres.- iAh! -exclama el Baron-. Entonces el ReyEnrique no tendra problemas para conquistar-1 0 . Como predijo el monje, se convertira en eldirigente de toda Europa, y yo... isere el monar-ca de la mitad de Gales!_ Enrique podrfa conquistar el castillo -diceafablemente la Hermana Anna-, pero no 1 0hara. Porque hacerlo seria violar el codigo decaballeria, y pronto sufriria el acoso de todoslos principes y caballeros de Europa.- iGrrr! -ruge Von Sal-. iEsa mujer tiene ra-zon! EI Rey Enrique jarnas gobernara Europa,y yo nunca reinare en Gales. iHemos viajadohasta aqui para nadal iNada! iNada!

EI Baron damedia vuelta y empieza a des-cender por la vereda. Madame Leeta cone de-tras de el, gritando: . -_ iDeteneos! iDeteneos! [Os lleve hasta aqufy ahora debeis pagarme!La Hermana Anna te sonrfe._ Has v.ajado mucho. Quedate con nosotrasalqun tie npo. Escucha, observa y medita, y tedara- uenta de que tu viaje ha valido la pena.Pasa a la por: : .U06.

57La mitad del dia siguiente transcurre desli-zandote rio Tamesis abajo en la barcaza real.Esta atraca en Londres. EI Conde de Kent tesube a su caballo y comienza a cabalgar haciala playa meridional.Habeis llegado a Dover, donde uno de losbarcos del Rey Enriq ue os aguarda para lleva-ros a traves del Canal de la Mancha.Estas contento de hallarte mornentanea-mente a salvo. Sin embargo, no dejas de pen-sar en 1 0 que te pasara si no puedes encontrarel Castillo Prohibido. Cuanto mas piensas enello, mas crees que deberfas escaparte.A primera hora de la manana siguiente, tii,el Conde y tres de sus caballeros partis en unode los buques reales. EI viaje es bueno y, pocoantes del mediodia del dia siguiente, poneis pieen la fertil tierra de Francia.EI Conde de Kent y sus caballeros montanen sus poderosos caballos de guerra. A ti temandan a la parte trasera de un carromato demadera. Aunque la carretera esta llena de ba-ches y a pesar de que quisieras ir montado enuno de los caballos, empiezas a disfrutar delbello paisaje campestre.A ultima hora de la tarde arribais a una po-

sada.- Nos detendremos aqui -grita el Conde alconductor del carromato-. Ya es hora de quellenemos nuestros barriles con buen vino fran-ces. Vosotros esperad aq ui; no tardaremos.

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Pasa a la p ag in a 59 .


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59Entranen la posada, y te quedas solo con elconductor. Este baja y va hacia los caballos paracomprobar sus correas. Mientras el hombreaprieta una, te percatas de que esta puede ser laultima oportunidad que tengas de huir.Examinas el paisaje que te rodea. Se extien-den tierras de pastoreoa ambos lados del carni-no, y no hay ningun lugar donde esconderse, amenos que 1 0 hagas en el puente existente muylejos, camino abajo. La tierra que hay mas alladel puente esta cubierta de espeso bosque. ""I

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Si decides saltar y correr hacia el puente,pasa a la pagina 62.Siresuelues tomar las riendas y lanzar loscaballos hacia adelante, pasa a la pagina 63.


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60- iMe gustaria ser Ministro de la Conjetura!Los caballeros y damas reunidos en el salonaplauden y dan vitores,EI Rey Rufus golpea la mesa para hacerloscallar.- Buena elecci6n -te responde-. En estavida he aprendido una cosa, que nadie puedeestar seguro de nada. Por 10tanto, necesitamosde alguien que 10conjeture todo.De nuevo los caballeros y damas dan vivas, yde nuevo el Rey golpea la mesa hasta que todosse callan. Luego Rufus frunce el entrecejo yagita un dedo en direcci6n a ti.- Pero debe advertirte de que espero los mas

altos servicios de mis ministros. GEstas comple-tamente segura de que eres capaz de ocuparesta elevada posici6n?Reflexionas un momento, y luego contestas:- Conjeturo que sf.- iBien dicho! -exclama el Rey Loco-. [Serasun buen Ministro de la Conjetura!La Dama de Rojo y el Ministro de la Risa te dangolpecitos de felicitaci6n en la espalda mientrascomienzas a cenar. No obstante, piensas que sicontinuas en este reino de la locura, pronto esta-ras tan loco como todos los demas, No obstante,el cordero asado y el pastel de melocot6n son losmejores que jarnas hayas comido. Tal vez Rufusno esta tan perturbado como todos los otros reyesy senores, que se pasan la vida luchando entre sf.Desde luego decides sacar el mejor partido de tuministerio antes de plantearte el volver a tu hogar.

Fin

61- Sere Ministro del Sentido Cormin -dices.Tu dcclaracion es recibida con quejidos y la-mentos varios. Algunos de los senores y damasempiezan a llorar.EI Rey se pone de pie; tiene la cara palida.- Solo propuse el cargo como una broma.GAun asi, 10 aceptas? Hacerlo casi serfa unatraicion. Nunca hemos tenido un Ministro delSentido Cormin, y jarnas 10 tendremos. Pon-dria en peligro los principios mismos en que sebasa nuestro reino.- iNo debemos tener ese Ministro!- Ya es hora de que colguemos a alguien-profiere otro comensal.- [Esto es una locura! --grltas.Todos se ponen en pie y aplauden.- iAh! iEsto es 10 que queremos oir] -excla-rna el Rey Rufus-. Lo que dices es digno detodos nosotros, y tarnbien de ti. De ahora enadelante seras Ministro de la Locura, iel Minis-tro mas importante del reino!- Tres vivas para nuestro nuevo ministro-propone Stillwell, el bufon.De pie, te inclinas y das las gracias a los caba-lleros, damas y al Rey.- Lo hare 10 mejor que pueda -declaras-.

Apoyare al Rey en refrse de la tristeza, en llorarante Ia sonrisa, en mantener este reino libre de16gica, de sentido cornun y de todo 10 que esjuicioso.Es el unico medio para que salves tu vida,mientras no puedas escaparte.Fin


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6 2

Saltas del carromato y corres camino abajo.EI puente que hay mas adelante pasa por enci-rna de un rio de rapidas aguas. Los bosques quese hallan mas alla de aq uel te ofrecen un buenescondrijo. Sin embargo, quiza puedas despis-tar a los hombres del Rey Enrique si das la vuel-ta y te ocultas detras de la propia posada.

Si intentas escapar cruzando el puente,pasa a la pagina 65.Si corresa esconderte detras de la posada yesperas allr,pasa a la pagina 67.

63Te sientas en la parte delantera del carroma-to, tomas el latigo del lado derecho y coges lasriendas. Al hacerlo restallar por encima de lascabezas de los caballos, estos se lanzan hacia .adelante y derriban al conductor. Mientras laspesadas ruedas de madera se ponen en mar-cha, el hombre trepa por un costa do del carro-mato. Vuelves a bajar el latiqo, gritas, pero elconductor ha subido al vehiculo. De pronto,una mana nudosa te agarra por el hombro;la otra toma las riendas y disminuye la veloci-dad de los caballos. Estas lleno de terror cuan-do el conductor gufa de nuevo la carreta haciala posada, donde los caballeros os estan espe-rando. _- De modo, mi pequefio amigo -dice el Con-de-, que habrias traicionado al Rey. Nuestrabiisqueda del Castillo Prohibido prosequira:len cuanto te hayamos ahorcado!Lo poco que resta de tu aventura es dema-siado triste para contarlo.

Fin


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Corres con todas tus fuerzas. Cuando alcan-zas el puente, miras hacia atras en direccion ala posada. EI Conde de Kent y sus caballerosestan galopando hacia ti, con las espadas de-senvainadas.Te afanas por correr aiin mas aprisa. Tu co-razon late desesperadamente. Cuando empie-zas a cruzar el estrecho puente, oyes los caba-llos justo detras de ti. [Y saltas! .Tu pierna izquierda choca con un agudocanto rodado. Luego solo notas el penetranteentumecimiento del agua helada. Te esfuerzaspor mantener la cabeza fuera del agua. 80-queas en busca de aire. La rapida corriente tearrastra bajo la superficie. Una y otra vez elagua, arremolinada y negra, tira de ti hacia elfondo.Casi has perdido la conciencia. La corrientete ha arrojado contra un arbol caido. EI aguaesta mas calmada. Te abres camino hasta laorilla y te arrastras por su empinada y fangosavertiente. Cuando alcanzas las altas hierbasque crecen a 1 0 largo de la ribera, desfalleces.Tu pierna sangra, y te sientes tan agotado ymagullado que apenas te importa estar vivo.

Eso es bueno, porque dentro de un minutoya no 1 0 estaras.

65

Fin


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66Las Hermanas de la Esperanza te dan una

habitaci6n para ti solo. A diario te cuentan his-torias maravillosas de reyes, caballeros y dra-gones. Aprendes a tejer tapices y a tocar ellaud. Nadas en la espumosa laguna de debajode la catarata, y cabalgas por las montafias.Mas, a pesar de que la vida sea tan buena am,cada vez sientes mas afioranza de tu casa.- LQue te preocupa? -te pregunta la Her-mana Anna un dia.- Suefio con hallar la entrada de la Cueva delTiempo, para poder volver a mi hogar, en elsiglo xx.- No tiene por que ser un suefio -te dice ellay te da un diminuto silbato de madera-. Si 50-plas este instrumento, Ilarnaras al unicornio.S610 necesitas seguir a este animal, el te con-ducira a la Cueva del Tiempo.Los ojos te salen de las 6rbitas.- Pero yo creia que los unicornios nunca ha-bian existido realmente.- Pues sfque existen -responde la HermanaAnna-, aunque te parezca dificil de creer cuan-do regreses a tu siglo xx. Inc1uso puede que nocreas haber visitado el Castillo Prohibido; y,aun asi, no 10olvidaras. Si aqui has sofiado contu casa, tambien sofiaras con el Castillo Proht-bido cuando estes de vuelta a tu propio tiempo.

Fin

67Corres hacia la parte posterior de la posada,

aqachandote tanto como puedes, a fin de noser visto a traves de los ventanales. Cuandodoblas la esquina trasera, casi chocas con unajovencita, de trenzas muy largas.- LDe que estas huyendo? -te pregunta, perono te da tiempo a contestar-. Me lIamo Miche-lle. Vivo en la posada. Ven, te ensefiare d6ndeesconderte.Sigues a la muchacha por un tramo muy pro-nunciado de escaleras de piedra a traves de unoscuro pasaje y hacia un cuartito lIeno de barri-les de vino. La (mica luz dellugar viene de algu-nas grietas existentes entre las piedras de las pa-redes.- Te traere comida y leche cuando sea segu-ro hacerlo -te dice la chica.A continuaci6n, se da la vuelta y sube co-rriendo las escaleras.Te sientas en la bodega, preguntandote quesera de ti. LCuando regresara Michelle? Te gus-taria salir a hurtadillas para conseguir un pocode alimento, pero no te atreves. Sin duda, loscaballeros del Rey Enrique te estaran buscando.Unos minutos mas tarde, la puerta se abre yentra Michelle, llevando un plato lleno de co-mida.- Cordero, peras y pan tierno -anuncia la jo-ven-. El cocinero es amigo rnio. Tarnbien tengobuenas noticias. Los caballeros ingleses se hanmarchado. Creen que te escondes en el bosque.

Pasa a 1a pagina 68.


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68Mientras comes, Ie cuentas a Michelle todo

1 0 que te ha ocurrido desde que llegaste a In-glaterra centenares de afios antes de tu naci-miento.Ella te escucha atentamente, y cuando hasterminado te dice:- La historia que cuentas es extrafia, peroestoy muy contenta de que hayas venido. Mispadres murieron cuando yo era todavfa unanina. EI posadero dijo que yo podia vivir en laposada si barrfa el suelo y ayudaba al cocinero.Pero ahora me hace trabajar dia y noche y mepega si me lamento. He tenido miedo de esca-parme sola, pero podemos huir juntos.- GC6mo?- EI cocinero nos dara algunos zurrones decomida. Me llevare mantas y dos buenos caba-llos. Esta noche habra luna Ilena. Cabalgare-mos por el camino hacia el sur. Hay algo mas:no puedes pretender ocultarte de nadie con es-tas ropas. lHas visto 1 0 que te he traido? -lamuchacha te da un paquete-. Ponte estasropas.Es cerca de medianoche cuando Michelleviene a buscarte. AI poco rato los dos estais ga-lopando hacia el sur, ilibres!


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71Tu y Michelle seguls el sendero en direccion

oeste, que serpentea por la pronunciada laderade la colina. EI Sol ya se esta poniendo cuandoveis un edificio solitario hecho de piedras ytroncos. En su tejado, cubierto de musgo, ere-cen flores silvestres y helechos. Algunas cabrasy ovejas pacen por am cerca.- Esto debe ser un monasterio -dice Miche-lle-, pero fijate, alguien 1 0 esta utilizando comogranja.Mientras tu cornpafiera esta hablando, unhombre sale del edificio.- Bueno, iquienes sois vosotros? -os pre-gunta.- Somos viajeros que venimos del norte-responde Michelle-. iY quien sois vos?- Auguste Ie Bon -contesta el hombre-, an-tes al servicio del Principe de Lyon, pero ahoratrabajo en esta granja para los Caballeros Filo-sofos.Auguste os lIeva al interior del inmueble. Osexplica que los Caballeros Filosofos se pasanla mayor parte del tiempo estudiando filosoffay jugando al ajedrez; no obstante, ahora estande visita en la corte del Principe de Lyon,quien, segun parece, teme una invasion porparte de Enrique, Rey de Inglaterra.- Naturalmente, el Principe ha lIamado a losFilosofos para que Ie aconsejen -explica.Luego os pregunta si quereis pasar la nocheam, y tu y Michelle ace pta isde buen grado. A lamanana siguiente preguntas a Auguste si creeque podeis eludir al Dragon de las Margenes.

Pasa a la p cig in a 7 2.


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72- No puedo responder a eso -te replica-,

porque no se de nadie que 1 0 haya intentado.Pero conozco una vereda secreta a traves delBosque de Nadie. Se puede cruzar con ciertaseguridad, aunque comporta alqun riesgo. Mesatisfara mostraros el camino, si quereis. Cual-quiera que sea la ruta que tomeis, tenets queviajar a pie, ya que el sendero del dragon esmuy empinado y escarpado, y la vereda delbosque a veces no es mas que un tunel entreespinos.Michelle te llama con sefias a un lado.- 2,Que piensas? -te dice.Te sientes inclinado por el sendero del dra-gon. En fin de cuentas, perteneces al siglo xx ysabes que los dragones nunca existieron en rea-lidad. Pero por otra parte ...

Si decides ir a traoes del Bosque de Nadie,pasa a la pagina 74.Si resuelves tamar el sendero del dragon, pasaa lapagina 77.Si decides esperar en la granja hasta la lIegadade los Filosa/os, pasa a lapagina 78.

73Tu y Michelle cabalqais hacia el este, a tra-

ves de bosques y praderas, por monticules yvalles.Ya es mas de mediodia cuanto atais los ca-ballos y os sentais a la sombra de un olmo gi-gantesco, para descansar y comer.Cuando os preparais para reemprender elviaje, dos hombres se acercan a vosotros a pie.Llevan ropas de campesino. si bien uno deellos usa un medallon de oro en el pecho.- (,Quedan muy lejos las montafias del sur?-les preguntas.- Esas montarias solo estan a un dia de ca-mino, a traves de las tierras del Conde Gaston-te aclara uno de los hombres-. Hallarcis unasveredas tan pronunciadas que no podreis em-plear los caballos pero nosotros cuidaremos deellos por cuenta vuestra.- (,Que qucrcis decir? -profiere Michelle.De pronto, ilos dos hombres desatan los ca-ballos!- (,Que estais hacicndo? -grita Michelle-.iDeteneos'Sin embargo. los sujetos montan en vuestrosanimales y parten al galope. Corrcis detras deellos, pero no tenets la posibilidad de atrapar-los. Vuestros caballos se han ido para siempre.

Pasa a la pagina 80.


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74Tu y Michelle seguis a Auguste a traves de

un bosque de pinos muy altos. Al atardecer lle-gais a un torrente de aguas lentas y fangosas.Un enorme arbol caido forma un puente que 10cruza. Mas alia del torrente se levantan los bos-ques mas espesos que jamas hayas visto.- Podeis acampar aquf durante la noche-dice Auguste-. EI sendero a traves del Bosquede Nadie comienza al otro extremo del puente.Si os poneis en marcha al amanecer y andais abuen paso, habreis cruzado el bosque y estareisa salvoa la puesta del Sol. Pero no os detenqaisa descansar. Las serpientes aparecen por lanoche.A primera hora de la manana siguiente tu yMichelle cruzais con cuidado el puente y to-mais la vereda que atraviesa el Bosque de Na-die. Seguis una ruta que da muchas vueltas yque caracolea por entre grandes arbustos espi-nosos y se precipita por hondonadas 0 subepor empinadas colinas. Tanto tu como tu com-pafiera llevais bastones con los que apartar lasramas de espinos que penden sobre el camino.Andais aprisa sin descansar, hasta que el Solse oculta por el oeste y el bosque se oscurece.iSi al menos supierais cuanto falta.- Estoy tan cansadaque apenas puedo ca-minar -dice Michelle-. lNo podriarnos dete-nernos unos instantes?

Si accedes a descansar unos momentos.pasa a fa pagina 116.Si insistes en continuar, pasa a fa pagina 118.


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77- Aventuremonos, y sigamos el sendero deldragon -propones a Michelle.Aqradeceis a Auguste su ayuda, y tornais laestrecha y serpenteante vereda que conduce alDragon de las Marqenes.Habeis viajado aproximadamente medio diacuando Michelle se para. tan siibitamente quechocas con ella. Miras hacia adelante yves queel camino lleva a un claro. Por el suelo hay es-parcidos montones de huesos, que no sabriasdecir si son de animales 0 de personas. Depronto. OIS un siseo. Una bocanada de humoflota hacia vosotros procedente de detras deuna enorme roca situ ada en el extremo finaldel claro.Michelle se agarra a tu brazo.- iEI dragon! iEsta detras de aquella granroca!- En el siglo xx no creemos en los dragones-contestas.- [No estas en el siglo xx! -profiere la chica-.Creerne, [hay dragones en mi siglo!Perrnaneceis completamente quietos. EI si-seo continua. Las bocanadas de hurno, tam-bien. Intentais evitar toser. Te preguntas si po-driais correr mas que un dragon. Estas espan-tado, pero tam bien lleno de curiosidad.

Si sequis adeJante por el claro,pasa a Ja pagina 82.Si dais media ouelta. pasa a /a pagina 85


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78- Esperamos a que regresen los Fil6sofos

-dices. Michelle esta de acuerdo contigo.Cuando Ie comunicas a Auguste que no de-seals ir al Bosque de Nadie, el hombre menea Iacabeza.- Bien -responde-, no puedo censurarospor ello, ya que el camino que os hubiera mos-trado es peligroso. Lo cierto es que, en este paisy en estos tiempos, hagas 1 0 que hagas, todaslas desventajas estan de parte de uno.Durante los dos dias siguientes, ttl y Michelleayudais a Auguste a alimentar las gallinas y aordefiar las cabras. Cuando cae la noche, to-mais uno de los perros y haceis volver a lasovejas de los pastos. Es bueno poner un paren-tesis a tus viajes, pero no puedes dejar de pen-sar en el Castillo Prohibido. Preguntas a Au-guste que sabe acerca de el y el hombre se es-tremece.- Alli han pasado cosas terribles. Es mejorque no hagas preguntas.Estas contento cuando por fin ves a los Ca-balleros Filosofos galopar camino arriba. For-man un grupo de aspecto descarnado: los hayde todas las edades y cada uno viste a su aire.No obstante, se presentan a sf mismos con co-rreccion, y os dan las mas vivas gracias porayudar a Auguste a cuidar de la granja.AI anochecer todos os sentais a cenar carne-ro y judias. La com ida es buena, mas los Filoso-fos no hacen caso de ti ni de Michelle. AI con-trario, se pasan toda la cena discutiendo si unacatarata hace ruido 0no cuando no hay nadie1 0 bastante cerca para ofrio. Despues de cenar,

los caballeros se retiran a sus aposentos, ex-cepto Sir Bertram y Sir Gregory.- 2,Ad6nde vas? -te pregunta el primero.- Al Castillo Prohibido -contestas.Sir Bertram levanta las cejas.- Entonces tienes que pasar por el senderodel Dragon de las Marqenes. 2,Meequivoco, SirGregory?- En absoluto -replica Sir Gregory-. Perono te asustes: es muy sencillo amedrentar aldragon y hacerlo huir. Coge algunos ratones,ponlos en una jaula y sueltalos delante del dra-gon. Luego solo tienes que ir por otro caminodistinto del que el usa para huir.- 2,Como sabe usted que el drag6n tcndramiedo a los ratones? -preguntas al caballero.- Es muy simple, pura 16gica: todos los ele-fantes tienen miedo a los ratones. Los elefantesson grandes animales. En consecuencia, todoslos grandes animales tienen miedo a los rato-nes. Como los dragones son animales grandes,todos los dragones deben tener miedo a los ra-tones.Si decides seguir el consejo de Sir Gregory,pasa a la pagina 86.Si decides no seguir el consejo de Sir Gregory,pasa a la pagina 87.

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80Utilizando el Sol como brujula, tu y Michelle

prosegufs el viaje a pie, en direcci6n sureste.Esperais que podrcis cruzar sin problemas lastierras del Conde Gaston.Mas tarde. tras pasar a traves de un bosquede pinos, la vision de un ancho arroyo os llenade contento.- Creo que hemos llegado a las tierras delConde Gaston -dice Michelle.Apenas la muchacha ha terminado de ha-blar OIS el aullido de un lobo detras de vosotros:a continuacion, otro procedente de otra parte,mucho mas cerca. iY otro!- Estan sobre nuestra pista -diche Miche-lle-. No tardaran en encontrarnos.Mientras tu cornpafiera habla, buscas con lamirada algo que sirva como arma. Coges unarama caida y la rompes en dos. Ahora tienesun buen garrote. Probablemente te puedes de-fender de un solo lobo, pero oyes mas, imuchomas cereal La manada se aproxima.- Subamos a ese arbol -dice Michelle.Has tenido la misma idea, pero se te ocurreotra posibilidad. Si pudierais andar por elarroyo durante un trecho, los lobos perderfanvuestro rastro -no os olerfan- y podrfais esca-paros por el otro lade de la corriente.

Si correis hacia el tirbo! y subi a el,pasa a lapagina 88.Si Ie dices a Michelle que te siga, y correis haciael arroyo, pas a a lapagina 89.

81Durante dos dias, tu y Michelle cabalgaishacia el sur. En la manana del tercer dfa llegaisa una bifurcaci6n del camino, y veis un pastor.- Buenos dias, amigo -Ie dices-. 2,Podrfausted decirnos cual de los dos senderos nos lle-vara al sur, a las montafias?EI pastor te mira con expresi6n burlona,menea la cabeza y contesta:- No sabrfa decirlo, solamente puedo decirque no podeis ir al sur yendo hacia el sur.- 2-Quenuevo acertijo es este? -preguntas.- No es un acertijo -aclara el pastor-, sinouna verdad llana, pues al sur de nosotros se le-vanta el Bosque de Nadie, don de las veredas

estan obstruidas por malezas y espinos, y ser-pientes mortiferas te esperan bajo los pies yarriba, colgadas de los arboles. De modo que, siquercis ir al sur, primero teneis que ir al este 0al oeste, bordeando el Bosque de Nadie.- 2-Quehay en el oeste? -preguntas.EIpastor frunce el entrecejo, y dice:- EI sendero del oeste caracolea por colinasaltas y rocosas, donde el viento de enero soplaen julio y el Dragon de las Marqcnes aguarda alos viajeros.- 2-Y que hay en el este? -pregunta Michelle.- En el este hay las tierras del Conde Gas-ton, donde hay la mitad de los lobos de Europa.Ttl y Michelle intercambiais miradas.- Ya no podemos volver atras -afirma ella

Si uais hacia el oeste, pasa a laptiqir: 71.Si uais bacia el este, pasa a la pagina 73.


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82- Ya que hemos llegado hasta aqui

-rnurmuras al oido de Michelle-, ahora no voya volverme atras,Tan silenciosamente como podeis, los dos osabris camino a traves de los huesos blanquea-dos al sol, con la esperanza de que el dragonno os oira.Ante ti hallas un fuego hecho con ramas depino. AI lado de la hoguera esta sentado unviejo con una larga barba blanca. Sostiene unfuelle colocado al pie de las llamas y asi enviafuego y chispas hacia ti. Saltas hacia atras justoa tiempo de evitar ser chamuscado por las ser-penteantes llamas. EI anciano parece demasia-do ocupado para darse cuenta de ti; se lIeva uncuerno de carnero.a la boca y al soplarlo pro-duce un sonido imponente, semejante a unalarido muy fuerte: iel terrible brarnido del Dra-gon de las MarqeneslMichelle viene corriendo, riendose.EI viejo deja en el suelo el fuelle y el cuerno.Permanece donde esta, con las manos exten-didas.- Habeis conocido al dragon -dice-. [Sois losprimeros que os habeis atrevido a acercarostanto!

- jAha! -profiere Michelle-. jEsperad a queel Prfncipe de Lyon sepa vuestro secreto, an-ciano!- jFavor! jFavor! -el viejo extiende sus bra-zos hacia vosotros-. Soy un siervo huido. Si meencuentran, me ahorcaran.Pasa a fa pagina 84.


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84- Guardaremos tu secreto -dices-, si nos

gufas en nuestro camino.- iY ad6nde vais? -pregunta el anciano.- Estamos buscando el Castillo Prohibido.EI viejo mira pensativamente hacia arriba porunos instantes y dice sonriente:... 10 que cae permanece de pie dondeeste ...,- [Eso es una parte del enigma!- iGuardareis mi secreto si os doy la solu-ci6n?-iSn- Entonces seguidme.EI anciano os conduce mas lejos a 1 0 largodel sendero empinado y sinuoso, a la cima deun alto monticulo. Desde alli la tierra cae for-mando una profunda hondonada, y luego selevanta para convertirse en una magnificacumbre cubierta de nieve.EI viejo se lleva un dedo a los labios.-Silencio. Escuchad. -Perrnaneceis alli, agu-dizando el ofdo. A traves de la hondonada casino podeis ofr elligerfsimo sonido de algo que seprecipita, tan tenue como un recuerdo ...- [Una catarata! -exclama Michelle.EI anciano sonrfe. ... tlo que cae permanece

de pie donde este!Dais las gracias al viejo, Ie deseais suerte y ttiy Michelle correis por el sendero, con renovadoimpetu y optimismo.

Pasa a fa pdqina 91.

85- No quiero que nuestros huesos yazcan

junto a ese mont6n -dices a Michelle-. iVolva-mos por donde hemos venido!Michelle corre de vuelta por la vereda, sinperder ni un instante; la sigues de cerca.Durante un buen rato ninguno de los doshablais. Se diria que habeis despreciado la me-jor oportunidad que tenfais de lIegar al CastilloProhibido. L1enos de tristeza, descenders por elestrecho y sinuoso sendero que conduce de re-torno a la granja.Por la tarde el Sol luce magnffico en el cielocuando Michelle sefiala un lago pr6ximo avuestra vereda.- Vayamos alli para descansar y beber agua-propone la chica.Pasais por entre el bosque hacia el lago, ossentais encima de una roca y meters los pies enla fria y clara agua.Entonces los dos os dais cuenta de 1 0 mismo:un penacho de humo que se levanta en la ori-lla opuesta.- Parece una fogata campestre -dices-.Veamos quien hay alli, Puede que nos gufen aalqun sendero que nos conduzca a las menta-fias del sur.



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86Sir Gregory te da una raton era y un poco de

queso. No te cuesta nada atrapar un par de ra-tones en el granero, y a la manana siguiente tuy Michelle emprendeis vuestro viaje. De acuer-do con las instrucciones de Sir Gregory, os diri-gls hacia el sendero del dragon. Sin embargo,por el camino hallais muchas bifurcaciones ydesvios, de manera que a media tarde estaiscompletamente perdidos. Lo unico que podeishacer es seguir adelante, con la esperanza deencontrar com ida y abrigo. Finalmente, tiritan-do de frio, hambrientos y agotados, tu y Miche-lle os tumbais a descansar.


87Preguntas a Sir Bertram que opina del con-

sejo de Sir Gregory.EI caballero se rie.:._[Tonterfas! Simplemente porque todos loselefantes tienen miedo a los ratones no significaque todos los grandes animales tengan miedo alos ratones. Pero si soplas un cuerno de cabrael drag6n se aleiara de ti. Tiene que ser asf por-que en cierta ocasi6n el Duque de Foussy viaun drag6n cerca de su castillo, se asom6 a laventana y soplo un cuerno de cabra. iPoCOdes-pues el drag6n se rnarcho!

Si decides seguir el consejo de Sir Bertram,pasa a fa pagina 97.Si resuefves preguntar a otro de los Filosoios,pasa a la pagina 99.


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88Subes al arbol, siguiendo de cerca a Miche-lle. En un instante los lobos estan debajo de vo-sotros. Dan saltos contra el tronco del arbol.Tu y Michelle estais atrapados. Nada podeishacer excepto esperar.Horas despues, cuando empieza a obscure-cer, los lobos todavia estan alli. Algunos estandormitando. Uno de ellos se esta lamiendo lasgarras. Otro aulla tristemente, mientras un ter-cer lobo esta sentado y completamente quieto,mirandoos.Tu y Michelle os acurrucais para combatir elfrio de la larga y obscura noche. La luz del albano denota ninguna sefial de los lobos; estaisansiosos por bajar del arbol y por continuar an-dando.- LSeguimos nuestro viaje? -pregunta Mi-chelle-. LO esperamos un par de horas paraasegurarnos de que se han marchado?

Si dices: Vayamonos ahora,pasa a fa pagina 100.Srdices: Esperemos un rato,pasa a fa pagina 101.

89Tu y Michelle alcanzais rapidamente el

arroyo. El agua esta fria, pero vadeais con faci-lidad corriente abajo, ya que el agua apenas osllega mas arriba de las rodillas. Por fin teneis lasensaci6n de que habeis ido 1 0 bastante lejoscomo para haber huido de los lobos.Tras avanzar vacilantemente por rocas re-dondeadas y resbaladizas, arribais a la otra mar-gen del arroyo. A traves del bosque podeis verun campo recien arado hacia el cual correis,Apenas habeis alcanzado el campo cuando015 un ruido de cascos al trote. Unos instantesdespues, aparecen tres jinetes sobre una eleva-cion del terreno, que cabalgan hacia vosotros.Dos de ellos parecen caballeros corrientes,pero el tercero lieva un yelmo en forma de cii-pula rematado por un punzon muy puntia-gudo. Tiene la cara cubierta por una barba po-blada y negra, de modo que 10 unico que po-deis ver de el son sus ojos de color gris acero.- LQuienes sois vosotros para poner el pie enlas tierras del Conde Gaston? -os pregunta elhombre.Empiezas a dar expJicaciones, pero te inte-rrumpe.- LNo habeis ofdo hablar de mf?Niegas con la cabeza.- Entonces sabed que no temo a nadie. Yahora, Lque os trae por aquf?- Estamos buscando el Castillo Prohibido-dice Michelle.



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90EI Conde, pues de else trata, dice a la vezque suelta una gran carcajada:- No sois 1 0 bastante sensatos ni 1 0 bastantefuertes para lIegar al Castillo Prohibido, ya queesta en 1 0 alto de las montafias del sur. Podeispasar sin problemas por mis tierras, 0 , si 1 0 pre-feris, os perrnitire que os quedeis en elias a miservicio. Aqui vivireis bien, y aprendereis mascosas de las que aprenderiais viajando portoda Europa. Si os quedais, isabed que no serani por un dia menos de un afiol Y al final de eseafio, si quereis, yo, yo mismo, os guiare al Cas-tillo Prohibido.- GPuede usted decirnos como se lIega a el?

-preguntas.- Ya he dicho 1 0 que queria decir -replica elConde-. iDebeis tomar vuestra decision ahora!

Si seguls viajando a troves de fas tierras defConde Gaston, pasa a fa pagina 103.Si accedeis a quedaros af servicio def Conde,

pasa a fa pdqtna 104.

La vereda que desciende por la hondonadaes tosca y escarpada, de modo que os alegrallegar a salvo al fondo de esta y comenzar asubir por la vertiente de la montana. Cuandofinalmente alcanzais el borde y mirais hacia laplate ada catarata, su ruido os ensordece. Lospinos y los helechos brillan a causa del aguaque los salpica. Avanzais con esfuerzo por ellado izquierdo de la cascada, y subis a un bordemas alto.[All! esta! Resplandeciendo bajo el sol delatardecer, veis muros y mas muros -bloquesmacizos de piedras de un blanco yeso y, remon-tandose por encima de ellos, cuatro torres demarfil que parecen agujerear el cielo: iEICastilloProhibido!- iNunca habra visto nada tan bello! -ex-clama Michelle.Luego, al mirar hacia atras, al valle que hayabajo, ves una linea de jinetes, seguida por 1 0menos de cien hombres a pie.- iMichelle, es el Rey Enrique! iNos ha segui-do hasta aq uf

Posa a fa pagina 92.


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- GCrees que puede conquistar el CastilloProhibido? -te pregunta la muchacha.Subis mas arriba, hacia el castillo. Algo tesorprende, el puente levadizo esta bajado. Nisiquiera hay cadenas 0cuerdas con las que po-derlo subir. Una mujer que viste un largo habi-to gris avanza hacia vosotros, para saludaros ...; iBienvenidos! Soy la Hermana Anna.- Buenos dias, Hermana -Ie dices-. GD6ndeesta el principe que manda en este gran casti-llo?- iY par que raz6n se Ie llama el CastilloProhibido? -efiade Michelle.La Hermana Anna sonrie.- Aqui no hay principe alguno, ni caballeros,solamente las Hermanas de la Esperanza. Enotros tiempos un gran principe poseia este cas-tillo, rodeado de una corte esplendida, perouna peste azot6 estas tierras y aniquil6 a todoslos caballeros y damas que vivian aqui: ia todoel mundo! Durante muchos alios nadie se atre-vi6 a acercarse por estos lugares, y aSI fuecomo el castillo recibi6 el nombre de CastilloProhibido. Nosotras hicimos voto de no asus-tarnos por la peste, fuera producida por las ra-

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tas, los reyes 0 los bellacos. Vinimos para aten-der a los enfermos y a los necesitados. Desdeentonces, la fortuna ha sonrefdo a cuantos hanvenido aqui en son de amistad.Mientras la Hermana Anna esta hablando,la tercera linea del acertijo te viene a la memo-

ria: encontreres 10 que no es 10 que es.- iEs esto un castillo, 0 no 10 es? -preguntas.La mujer sonde.- 5610 tienes que mirarlo para ver que es uncastillo -te dice-. Y sin embargo, no es un casti-llo, con un senor y sus vasallos, sino un refugiopara los pobres y los necesitados. Por 10 tanto,[no es 10 que es!La historia de la monja te ha sorprendidotanto que te has olvidado del Rey Enrique y de

su ejercito. No obstante, empiezas a oir trorn-petas, gritos y el ruido de los caballos.Otras hermanas salen del castillo. Ttl y Mi-chelle os apartais mientras elias forman una lI-nea para impedir el paso al Rey Enrique y a supoderoso ejercito.

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94Cuando lleqais al otro lado del lago, Miche-

lle se para en seco.- iEscucha! -dice-. ~'oyes esa musica?Atravesais el bosque y os deslizais hacia elborde de un claro. Ante vosotros hay tres ca-rromatos pintados de alegres colores. iEs uncampamento gitano! Caballos, perros, cabras ygallinas corretean por alii. Una docena de per-sonas estan sentadas alrededor de un fuego.Un hombre toca la pandereta; otro toca unlaud. Los nifios corren de un lado para otro, yuna mujer esta sirviendo en platos un estofadohumeante, que saca de una caldera de hierro.Cerca de ti, un muchacho de pelo obscuro,algo mayor que tu, esta apaciguando un potro:[Hooo, Rayo! ~Que te asusta? EI potro mirahacia vosotros, el chico os ve y llama a los otros.En un instante los gitanos os rodean, hablandotodos a la vez:- ~Quienes sois? ~De d6nde habeis venido?~Ad6nde vais?- Estamos buscando el Castillo Prohibido-contesta Michelle.Los zfngaros se rfen.- Si esta prohibido -dice el muchachc--, en-tonces no puede ser bueno encontrarlo. ~Porque no 1 0 olvidais? En vez de buscarlo, [unios anuestro grupo!- iSf! is!! -gritan los dernas,- Pero el castillo... -empiezas.EI joven gitano te toma por la mufieca y ob-serva tu palma abierta.- Ya has afrontado gran des peligros. Si si-gues, te aguardan peligros aun mayores -deja

95caer tu mana y sonde burlonamente-. Si tequedas con nosotros, podras montar a caballo,nadar en los arroyos y divertirte mas de 1 0 quete divertirfas en cualquier castillo.Miras al brioso caballo, y luego a Michelle,quien ya se ha puesto una faja carmesf.- Quedernonos aqui alqun tiempo -te dice tucornpafiera.- De acuerdo -respondes-. Siempre me hepreguntado c6mo debe ser este tipo de vida.Un anciano pone el laud en tus manos. Tirasde sus cuerdas y escuchas los ricos tonos queemiten.

- Aprenderas a tocar -dice Michellc-, y yoaprendere a bailar.La muchacha se une al cfrculo de gente quecaracolea alrededor del fuego al toque de lapandereta. Tu empiezas a crear una tonadacon el laud. Con cada nota, el siglo xx se alejaun poco mas.Fin


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96 97Te despiertas en una cama tosca dentro deuna habitacion diminuta con paredes de paja yarcilla. Michelle esta cerca de ti, todavia pro-fundamente dormida. Una mujer se halla incli-nada hacia ti. Viste sencillas ropas campesinas.Logras sentarte, aunque continues debil yaturdido. La mujer sostiene una almohada de-tras de ti.- Bebe esto. Los caballeros ingleses os estanbuscando, pero les he dicho que no habra vistoa nadie parecido a ti 0a tu amiga. 2,Puedo pre-guntar ad6nde vais?- Estabarnos buscando el Castillo Prohibido--contestas.- He ofdo hablar del Castillo Prohibido-replica la mujer-, pero tambien he ofdo quesolo existe en suefios. Asi, pues, podrias dormirun poco mas: quiza 1 0 hallaras en tus suefios.Te tum bas otra vez, y enseguida caes dormi-do. Suefias con un castillo de marfil colocadoen un borde montafioso, cerca de una cascada.Es un edificio de torres altas y cilfndricas, quebrillan al dorado sol rosaceo del crepusculo.Poco a poco te despiertas de tu suefio. Abreslos ojos. EI castillo ha desaparecido, y tam bienMichelle y la amable mujer campesina, ya que,

como puedes ver al mirar a tu alrededor, estasprecisamente aqui, de vuelta a tu propia epoca.Quiza todo ha sido un suefio.

Sir Bertram os proporciona, a ti y a Michelle,un cuerno de cabra, os ensefia c6mo se soplacorrectamente, y os dice c6mo podreis encon-trar el sendero que lIeva al drag6n. Al dfa si-guiente partfs al amanecer, con la esperanza deque ese sendero os conducira sin problemas,mas alia del monstruo, hasta el castillo.Caminais sin cesar, pero se diria que la vere-da no lleva a ninguna parte. Casi habeis aban-donado toda esperanza, cuando observais atres caballeros que galopan hacia vosotros. Es-tos detienen sus caballos.- iEstais en las reales tierras de caza del prin-cipe! -os espeta el jefe del grupo-. iVendreiscon nosotros!Os conducen a una gran casa de piedra, si-tuada a 1 0 alto de una colina, y por una largaescalera rocosa que baja a un cuarto situ adodebajo del patio. Os empujan hacia dentro ycierran la puerta detras de vosotros.Ellugar esta obscuro como boca de lobo. An-dais a tientas, mas no hallais otro lugar paradormir esa noche que el frfo suelo de piedra.Tumbados alli, en la obscuridad, ofs las ratasdeslizandose de un rinc6n a otro. Una de eliaste muerde la oreja.

La vida nunca te habia parecido tan mala.Tus esperanzas son nulas. Tu aventura y la deMichelle acaba en aquel frfo s6tano.

Fin Fin


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99Tu y Michelle llarnais ala puerta de la estan-cia de un tercer Caballero Filosofo, Sir Rene, y

1 0 hallais jugando al ajedrez con Sir Charles.Os escuchan con impaciencia mientras les pe-dis su opinion sobre el consejo de Sir Bertram.- iQue razonamiento tan estupidol -exclamaSir Renc-. Solo porque el dragon se rnarchocorriendo despues de que el Duque soplara sucuerno no significa que el monstruo huyera por-que el Duque soplara el cuerno. Deberfais pre-guntar al mozo del establo, ya que debe sabertanto de dragones como de caballos.- iTonterias! -profiere Sir Charles-. EI mozodel establo es un campesino, y por 1 0 tantonada sabrfa decir. Esos chicos deberfan ir a lacorte y preguntar al Conde de Rue. Es unhombre tan ilustre que con frecuencia se Ie veen compafiia del principe.- iAh, sf! Es una idea mucho mejor. Consul-tad al Conde de Rue -dice Sir Rene; luegomueve su torre-. iJaque!Te lIevas a Michelle a un lado.- Me parece que estan todos locos- Ie mur-muras-. 2,Que opinas?- Quiza - dice ella-, pero no parecen hom-bres despiadados. Uno de ellos incluso puedeayudarnos a encontrar el Castillo Prohibido.

Sidecides ir a fa corte para ver af Condede Rue, pasa a fa pagina 105.Siefiges habfar min con otro Fil6sofo, pasaa fa pagina 107.


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100Bajais del arbol, moviendoos tan silenciosa-mente como podeis. Michelle te sigue. Perma-

neceis alli durante un rato, prestos a volver asubir al pino en cualquier momento.- Varnonos -murmuras.Casi habeis lIegado al arroyo del bosquecuando ois otra vez el triste aullido de los lobos.Michelle empieza a correr hacia el agua. Tula sigues de cerca. Ahora los veis: por 10 menosson doce lobos grises, que corren por cadalado, acercandose. En esta ocasi6n no hay ar-boles a los que subirse. Agarras un palo parautilizarlo como arma, pero hay demasiadoslobos, y estan hambrientos ...

Fin

101Tras esperar unas pocas horas sin ver ni oirningun lobo, descendeis del arbol. Michelle te

sigue pegada a ti. Con los ojos bien abiertos,atravesais el arroyo y un prado. Subis a unrnonticulo empinado. Desde su cima podeisver las montafias que hay mas alia. Una deelias es mas alta que las otras. Trozos nevadosse extienden en las hondonadas, cerca de lacuspide.- No hemos resuelto el enigma -dices-, perohay una oportunidad de que desde el pico deaquella montana podamos ver el Castillo Pro-hibido.Avanzado el dia siguiente, mientras illy Mi-chelle ascenders fatigosamente por la pronun-ciada cuesta de la montana, comienzas a dartecuenta de que la distancia hasta la cima es mu-cho mayor de 10 que parecia. Dudas de que po-dais alcanzar la cuspide. Para empeorar las co-sas, cuanto mas alto subis, mas frio hace. Lasnubes se hacen mas espesas, y el viento soplacon mas fuerza, trayendo consigo niebla y lIu-via que disminuyen vuestras esperanzas de verel Castillo Prohibido.

Pasa a le ip ag in a 108 .


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103- Gracias por su oferta -dices al Conde Gas-

ton-. Pero nos quedamos con nuestra Iibertad.EI Conde salta de su caballo, te agarra porlos cabellos y te bambolea, te empuja brutal-mente y mira dentro de tu fardo.- Veo que te queda muy poca comida. Masalia de mis tierras hay bosques lIenos de ladro-nes y de lobos. Eres valiente, ipero estupidolEmpiezas a hablar, pero el Conde ya esta su-biendose de nuevo al caballo.- Adios -grita mientras se marcha cabalgan-do a todo galope.Uno de los caballeros te devuelve el fardo. EIotro te pincha con su lanza.- iMuevete!- Nos podia haber dado un poco mas detiempo para pensar -dice Michelle.- EI Conde Gaston nunca pregunta dosveces -afirma el caballero-. Seguidme.

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104Como tu y Michelle terneis que nunca lIega-reis al Castillo Prohibido por vuestros propiosmedios, accedeis a entrar al servicio del Conde.Pronto aprendeis que significa estar al servi-cio del Conde Gaston. Como paje, siempre tie-nes que estar a punto para asistir a tu senor. Adiario debes preparar sus ropas, cuidar de suarmadura y esper

10-el castillo prohibido

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