1 responsabilidad social educativa_ cómo se hace un plan de responsabilidad social de un colegio
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Responsabilidad Social EducativaEste blog es sobre la Responsabilidad Social de las Instituciones Educativas: lo que llamamos
RSEd. Se dirige a los directivos y a todos los interesados en el mundo de las escuelas y los
colegios, y también de las universidades. En el primer artículo del blog se explica cómo hacer un
Plan de RSEd para un colegio, en 6 pasos. La mayor parte de los artículos se refieren a uno de esos
6 pasos
JUEVES, 19 DE ENERO DE 2012
Cómo se hace un Plan de Responsabilidad social de un colegio
PLAN DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DE UNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA
Autor: Carlos Pujadas1
Dirección de mail: [email protected]://rseducativa.blogspot.com/2012/01/plan-de-responsabilidad-social-de-una.html
Resumen
En este trabajo se describe el proceso de elaboración del Plan de Responsabilidad Social de un colegio industrial, localizado en Villa Madero, Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Se considera al colegio como una comunidad educativa, inserta dentro de una comunidad local, con la que puede establecer múltiples vínculos. En cuanto comunidad de personas, el colegio asume una responsabilidad social con todos los grupos de interés internos y externos con quienes se relaciona. Se adapta el marco teórico de la Responsabilidad Social Empresaria y de la teoría de los stakeholders a la realidad de una comunidad educativa. Nos referimos, por lo tanto, a la que denominamos Responsabilidad Social Educativa (RSEd). Para redactar el Plan se utiliza la Guía IDS para Planes de RSE (cfr. C. Pujadas et al., Creación del plan de responsabilidad social de un proyecto minero, en seis pasos, Actas del XVII Congreso Geológico Argentino, octubre 2008, Jujuy, pág. 984. ISBN 978-987-22403-1-8) .Entre las conclusiones se destaca el rol protagónico que asume el colegio en su comunidad local, como motor del desarrollo sostenible.
Introducción[1][1]
1 Investigador del Centro de Ética y Desarrollo Sostenible (CEDS), de la Universidad Austral, de Buenos Aires. Profesor de Ética y Responsabilidad Social Empresaria del Master en Economía y Negocios, Universidad Católica de Cuyo, San Juan , Argentina. Profesor de Diseño de Proyectos del Master en Dirección de Instituciones Educativas, Universidad Austral.[1][1] Una versión anterior de este trabajo fue presentada en el I SEMINARIO IBEROAMERICANO sobre MODELOS DE DOCENCIA e INVESTIGACION EN RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL, Buenos Aires, 1º al 3 de Junio de 2011. El Plan al que se refiere fue realizado por un
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La crisis de la educación básica y secundaria en la Argentina es un tema sobre el que
hay acuerdo general, en cuanto a su gravedad creciente, pero no se vislumbra todavía una
solución. Adquiere dimensiones de “tragedia educativa”[2][2], porque a pesar de que el
presupuesto destinado a educación es el más alto de la historia argentina, las mediciones de
calidad demuestran el empeoramiento progresivo. A partir de la crisis general de fines del 2001,
la escuela se ha visto además desbordada porque tuvo que asumir funciones de contención y
alimentación de población infantil y adolescente de zonas carenciadas.
Es comprensible que, ante este panorama, la escuela –los directivos, maestros y
profesores- asuman una posición defensiva. Si por muchos motivos la escuela no puede cumplir
su primera misión, que es la enseñanza de calidad, parece ilógico pedirle que cargue con
nuevas funciones. El resultado es que la escuela se repliega sobre sí misma y se ahonda la
brecha con la sociedad.
Sin embargo, en este trabajo nos planteamos que la escuela no puede resignarse a
cumplir de mal modo sus funciones primordiales, sino que además le corresponde asumir un
protagonismo en el desarrollo sostenible de su comunidad local.
A partir de la experiencia del autor de este trabajo en la Responsabilidad Social
Empresaria (RSE), entendemos que todas las organizaciones de una comunidad tienen que ser
socialmente responsables: los organismos públicos, las ONG, los sindicatos, las iglesias, las
universidades, las bandas de rock, los medios de comunicación, todos somos responsables de
nuestras acciones y omisiones ante la sociedad en la que estamos insertos.[3][3] Como ha dicho
Antonio Argandoña, “la responsabilidad social no es una responsabilidad añadida a la
responsabilidad económica de la empresa. Es una sola. De todos, no sólo de las empresas. Es
personal y familiar y social y ciudadana y empresarial y sindical y… Es compartida.”[4][4]
Por lo tanto las instituciones educativas no pueden abdicar de sus responsabilidades
sociales. Motivados por esta convicción, decidimos emprender el desafío que nos planteó un
colegio industrial, de buscar mayor inserción en la comunidad local.
Para ordenar esta experiencia, vamos a tratar los siguientes temas:
1. Las escuelas y su relación con la sociedad.
equipo del Centro Austral de Desarrollo Sostenible (CADS), de la Universidad Austral de Buenos Aires, formado por C.Pujadas, C.Miguel, M. Madeo, L. Pacheco y P. Rodríguez Aguirre.[2][2] G J. Etcheverry, “La tragedia educativa”, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 1999.[3][3] Carlos Pujadas y Julio Durand. “La responsabilidad social universitaria”.Revista Acento, nº 1, p. 14, Mendoza, agosto 2004.[4][4] Blog de Antonio Argandoña, 09 May 2011 .
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2. La responsabilidad social educativa (RSEd). La RSE y la teoría de los Stakeholders
sirven como marco teórico, que es posible adaptar, para analizar la responsabilidad social de
las instituciones educativas.
3. Se describe el proceso de elaboración del Plan de Responsabilidad Social del Instituto
Madero, en seis pasos.
4. Conclusiones.
1. Las escuelas y su relación con la sociedad.
Actualmente, la relación entre las escuelas y la sociedad se encuentra frente a nuevos
problemas, conocidos por muchos y ciertamente difíciles de solucionar.
En el mundo educativo anglosajón hay bastantes trabajos enfocados a la relación
escuela-comunidad (Griffin 2010). Por ejemplo, en un artículo de C.M.Hands (2010) se analizan
experiencias de dos escuelas que establecen relaciones con la comunidad para conseguir
recursos materiales, financieros y humanos, que no existían dentro de las escuelas. Es
interesante el estudio de cómo a través del diálogo entre los maestros y miembros de otras
organizaciones de la comunidad va creciendo la “creatividad social”, necesaria para establecer
nuevos modos de interactuar y llegar a instancias colaborativas (Hands, p.204)
En nuestro medio, Cristina Carriego ha escrito “Gestionar una escuela comprometida
con las demandas de su tiempo”. En este artículo, la autora comienza por recordar las nuevas y
grandes demandas de la sociedad para la escuela en un contexto en el que, entre otras cosas,
carece del respeto que tuvo en épocas anteriores y, por sobre todo, carece del apoyo de la
familia. La crisis de la relación entre las escuelas y las familias es considerada de gran
gravedad por Carriego, ya que es vital para que los docentes puedan desarrollar en formar
plena su trabajo sin verse acotados en su accionar.
Este breve análisis de las nuevas demandas lleva a Carriego a afirmar que la mejor
manera en que las escuelas pueden realizar las tareas que a ellas se les demanda es mediante
la recuperación del “poder educador”; esta recuperación debería darse mediante el dialogo y el
establecimiento de alianzas con la comunidad a la que la escuela pertenece.
Para lograrlo, la autora considera que los establecimientos educativos deberían hacer
hincapié en cuatro cuestiones esenciales:
1. Apertura al diálogo y a la búsqueda de consensos: plantea la importancia de que los directivos de
los colegios estén plenamente informados de las necesidades de su entorno y mantengan contacto
fluido con el. Así, la participación de las distintas personas físicas y jurídicas que componen el
entorno de los colegios resulta clave en la consecución de objetivos escolares. En la presente
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ponencia, y a efectos de abordar la problemática educativa aplicando los conceptos de la RSE, a
estas personas se las llama stakeholders, de acuerdo con la teoría que lleva el mismo nombre.
2. Liderazgo pedagógico: lo que se busca resaltar es la importancia de un currículo que distinga a la
institución educativa de otras; que justifique su existencia y que contribuya a la generación de
resultados educativos innovadores, que respondan a las nuevas demandas de la sociedad.
3. Conciencia de las propias capacidades y los propios límites: respecto a este punto, la autora dice
que “A la luz de la misión y de la identidad institucional es necesario fijar metas y propósitos
compartidos y elaborar criterios para delimitar a qué expectativas la escuela, cada escuela, puede
responder y a qué demandas no puede responder.”[5][5] Esto es de gran importancia en los
tiempos actuales, en los que las escuelas deben cumplir no solo con el rol académico, sino que, en
ciertos contextos, se han visto forzadas a participar activamente en la contención social de
alumnos, y a veces, de los padres.
4. Vocación para la autoevaluación y compromiso con la mejora: Este punto está fuertemente
relacionado con los anteriores, ya que la mejor manera de que los cambios planteados se
sostengan en el tiempo es lograr que las escuelas lleven a cabo auténticas evaluaciones sobre su
progreso y que desarrollen controles de calidad suficientes. En este sentido, Carriego incluso
contempla la posibilidad de aplicación de normas ISO.
En el campo práctico de las relaciones entre la escuela y la sociedad, resulta de gran
relevancia destacar las gestiones de las Naciones Unidas respecto al Desarrollo Sostenible
(DS), que llevaron a la organización de la Década de la Educación para el Desarrollo
Sostenible, de 2005 a 2014.
Con la UNESCO como órgano a cargo, esta iniciativa propone insertar temas de
Desarrollo Sostenible en todas las etapas educativas, de manera de “integrar los valores
inherentes en el DS en todos los aspectos del aprendizaje, para estimular los cambios en la
conducta, que permitan una sociedad más sostenible y justa.”[6][6]
Este proyecto es importante no solo por el alto objetivo que se ha propuesto, sino por la
capacidad que tiene Naciones Unidas para lograrlo.
El aporte de cualquier organización al Desarrollo Sostenible del planeta, se llama
Responsabilidad Social, y en el caso de las empresas se concreta en un Plan de RSE, como
veremos a continuación. Nos extenderemos un poco en la explicación de la RSE, para luego
aplicar los conceptos a la realidad de las instituciones educativas
[5][5] Carriego, Cristina “Gestionar una escuela comprometida con las demandas de su tiempo” Colegio Pestalozzi y Universidad Torcuato Di Tella, 2007[6][6] Framework for the UN DESD - International Implementation Scheme (IIS)–( UNESCO 2006)
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2. La responsabilidad social educativa (RSEd)
Comenzamos por analizar la Responsabilidad Social Empresaria (RSE), que es un
nuevo enfoque teórico y práctico de la ética empresarial. Se refiere al modo en que una
empresa integra los valores sociales básicos con sus prácticas y operaciones, en el día a día.
Una empresa socialmente responsable entiende que su propio éxito está enlazado con el
bienestar de todo el tejido social[7][7]. La empresa se relaciona con multitud de actores internos y
externos: los grupos de interés, a quienes llamaremos stakeholders.
La teoría de los stakeholders fue elaborada por Edward Freeman en el año 1983. Desde
esa fecha le fue introduciendo modificaciones, guardando siempre una notable fidelidad a sus
definiciones originales[8][8]. Bajo este término designó a todos los implicados en la buena marcha
de una empresa, es decir aquellos grupos sociales afectados por las decisiones de la empresa
y que, al mismo tiempo, afectan el funcionamiento de ella.
Como explica Patricia Debeljuh, “el punto de partida de esta teoría se centra en la
interacción, tan frecuente como estrecha, entre la empresa y la sociedad, que lleva a crear una
mutua comunidad de intereses compartidos. Cuando esto sucede, han surgido los llamados
stakeholders, que son aquellos grupos afectados por las políticas de la compañía: accionistas,
trabajadores, clientes, proveedores, competidores, comunidad local, sindicatos, gobiernos, etc.”
(Debeljuh, 2002:208).
Asimismo, Debeljuh destaca su utilización teórica para subsanar, en parte, algunas
limitaciones de la postura economicista de la empresa, ya que permite ampliar sustancialmente
a los actores involucrados y sus intereses, y ¨se basa en que la responsabilidad tiene un orden
de proximidad y de proporcionalidad. No todo el mundo se debe hacer responsable de todo lo
que pasa y a su vez hay responsabilidades ineludibles en función de los compromisos
asumidos. La responsabilidad exige una asignación¨ (Debeljuh, 2009:42).
A partir de estos conceptos haremos la aplicación a una institución educativa: el Insituto
Madero. El círculo de stakeholders identificado para el Instituto de acuerdo a su participación
directa o indirecta y de acuerdo al rol, función específica y responsabilidades, se compone de
dos grandes grupos:
[7][7] Carlos Pujadas: La Responsabilidad Social de la Universidad. Mendoza, 2005, p.17. [8][8] IESE Business school: La evolución del concepto stakeholders en los escritos de Ed Freeman. Newsletter Nº5, Universidad de Navarra, 2009, p.4.
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Stakeholders Internos: Asociación de la Educación y el Deporte (APRED), directivos del
Instituto, empleados, tutores, profesores, alumnos, ex alumnos, la familia de todos los
anteriores, y el medio ambiente.
Stakeholders Externos: proveedores, empresas, vecinos, organismos del Estado,
Municipalidad de la Matanza, escuelas, parroquias, otras organizaciones de la sociedad civil,
Feria Tecnológica, Club El Águila, Club Banco Central de la República Argentina, Mercado
Central, empresa Acindar, Universidades, canchas de futbol, medios de comunicación.
La interacción de la organización con los stakeholders, necesaria en algunos casos, y
en otros sujeta a la misión y visión de la institución, constituye una red de vínculos. Es
importante destacar que “el compromiso por la responsabilidad social empresaria está cada vez
más vinculado al trabajo en red y a las alianzas estratégicas. Los directivos son más
conscientes de que los programas deben generar una relación de socios que combine los
recursos y las competencias de la empresa (Instituto en nuestro caso) y del conjunto de actores
sociales en pos del desarrollo de relaciones mutuamente beneficiosas. Se trata de ofrecer
soluciones a los problemas sociales estructurales que obstaculizan el desarrollo de la sociedad
y la comunidad y/o mejoramiento del negocio de la empresa en el marco de esa comunidad”[9][9].
Podemos hacer referencia entonces a un trabajo en red que se promueve y nace en el
interior del Instituto y busca transmitirse hacia la comunidad desde donde se retroalimenta,
siendo circular y recíproca la interacción. Una de las características de esa red será ¨la
vinculación de actores diversos en torno a problemas comunes, o bien considerados relevantes
por dichos actores frente a los cuales deciden actuar de manera conjunta¨[10][10]. La acción
colectiva a su vez se caracteriza por la presencia de tres factores: un grupo con una identidad,
una demanda, cuestión o causa, y una esfera pública con la que interactuar y hacerla
trascender[11][11].
Con el trabajo en red, construyendo lazos entre las instituciones y la sociedad, creemos
que el proyecto para el Instituto Madero fomenta la formación de capital social, que podrá ser
una poderosa plataforma de gestión y desarrollo de la comunidad local.
Siguiendo el análisis de Debeljuh sobre la responsabilidad social empresaria, podríamos
entonces decir aquí que el Instituto asume un rol diferente frente a la sociedad. Afianzar este
proyecto requiere integrar el compromiso educativo con responsabilidad social, alineando todas
las acciones del Instituto bajo la misma misión y visión, e involucrando cada vez más a todos
[9][9] Patricia Debeljuh en Ética Empresarial, Editorial Cengage Learning, Buenos Aires, 2009, p.39, 40. [10][10] Julieta Hantouch, María de los Ángeles Álvarez, Redes de Organizaciones de la Sociedad Civil en Organizaciones de la Sociedad Civil en la Argentina, CENOC, p.72.[11][11] Ídem 4, p.73.
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sus actores en esa nueva política. El objetivo es realizar una gestión socialmente responsable,
compartida por todos sus stakeholders.
El nuevo rol del Instituto debe ser asimilado poco a poco: implica ¨ un cambio de actitud
hacia la institución, es un proceso gradual que debe construirse desde la casa, desde la
escuela y desde el entorno… para la generación de una conciencia sólida en toda la comunidad
¨ (Carlos Díaz, 2008:56).
Al mismo tiempo, cuando la institución da este paso, debe ser conciente de que se
propone construir una comunidad educativa mucho más amplia que la tradicional comunidad de
maestros y alumnos. La participación de nuevos actores requiere nuevas habilidades
organizativas. ¨ Las instituciones se convierten en comunidades cuando hay en ellas autoridad
política y comunicación ¨ [12][12] (Yepes Stork y Aranguren Echeverría, 2003:186). La autoridad
política se relaciona con la organización de las tareas y responsabilidades. La participación de
cada individuo asumiendo su rol y tarea bajo los principios comunes planteados, dará forma a una
comunidad educativa mejor consolidada. Siguiendo a Yepes podremos decir que una escuela
socialmente responsable será el motor de una comunidad ampliada, que comparta las razones,
los fines y las motivaciones de la tarea común.
Acabamos este breve recorrido conceptual tomando nota de otro matiz que nos aporta el
mundo de las organizaciones empresarias. “El enfoque de los Stakeholders sostiene que las
compañías han de ser dirigidas con el objetivo último de promover de manera equilibrada los
intereses de todos aquellos que se verán involucrados por las decisiones tomadas por ella. Se
parte de una concepción de la empresa como institución social que configura un proyecto plural
en el que toman parte distintos grupos, cada uno de ellos con sus derechos y pretensiones,
muy diversos y legítimos y donde no cuentan únicamente los intereses de los accionistas. El
objetivo es conseguir un equilibrio entre los stakeholders, de modo que a todos los que
apuestan a la empresa les vaya bien, vean colmadas sus expectativas"(Debeljuh, 2002:210).
Por lo tanto, en una auténtica comunidad educativa amplia, los públicos internos y
externos participan activamente en el gobierno y la vida de la organización, a través de muchos
mecanismos. Además, los colegios pueden beneficiarse de una idea muy poco desarrollada en
nuestro medio: lo propio de las instituciones educativas debería ser compartir una cultura
colegial –propia de colegas, de pares- que focaliza los esfuerzos de todos en el bien común, y
que transmite a sus miembros el sentido de responsabilidad ante las necesidades sociales[13][13].
[12][12] Cita tomada de la Tesis realizada por el profesor Carlos Alberto Díaz ¨ Educar, Hacer Escuela…¨ acerca de la gestión y cultura organizacional del Instituto Madero. [13][13] Carlos Pujadas: La Responsabilidad Social de la Universidad. Mendoza, 2005, p. 29.
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Equipados con este bagaje conceptual, pasamos a concretar el propósito de elaborar un
Plan de Responsabilidad Social Educativa.
3. Se describe el proceso de elaboración del Plan de Responsabilidad Social del Instituto Madero, en seis pasos
No pudimos encontrar, en una búsqueda bibliográfica, antecedentes sobre la
elaboración de un Plan de Responsabilidad Social de un colegio. Algunos de los autores de
este trabajo habían hecho planes de RSE para empresas y habían elaborado una Guía para
hacer planes de RSE[14][14], llamada “Guía del IDS”. Teniendo en cuenta las consideraciones
que hemos hecho en el Apartado anterior, era coherente intentar que las mismas herramientas
que sirvieron para estructurar planes de RS en las empresas pudieran adaptarse a una
organización educativa. Eso fue lo que hizo el equipo del CADS.
A continuación sintetizamos los seis pasos de la Guía del IDS :
1. Se actualiza la Misión, Visión y Declaración de Valores de la compañía para cada proyecto concreto, adaptada a las circunstancias de su entorno histórico y geográfico. En este paso es fundamental la participación de la Alta Dirección de la organización, que es la que debe tener más clara la identidad corporativa
2. Se completa, de modo participativo, un análisis detallado de cada uno de los stakeholders -o grupos de interés- del proyecto, procurando detectar y valorar sus legítimas aspiraciones. En estas dos primeras etapas se tienen en cuenta las dimensiones y alcance de la compañía, y la información interna y externa disponible y pertinente para el trabajo.
3. Con el material reunido se elabora la Política de Responsabilidad Social (PRS), alineada con la Misión, Visión y Valores. Esta política define el foco y el impulso estratégico en el que la empresa decide comprometer su responsabilidad social. La PRS debe servir de guía de actuación, y con el fin de que sea profundamente compartida por todos los integrantes, conviene concretarla en unos pocos principios de acción.
4. El cuarto paso es el núcleo del Plan de RSE y consiste en la aplicación, a cada uno de los stakeholders, de la PDS y los principios. Como resultado, se formulan los correspondientes programas, proyectos y actividades.
5. Propuesta de implementación del Plan de RSE. Conviene sugerir en quiénes va a recaer la responsabilidad de la puesta en marcha del Plan. También se indica la prioridad de los proyectos y la adecuada gradualidad en la puesta en marcha de las iniciativas, ya que éstas deben contar con la participación de todos los actores.
6. Monitoreo y evaluación del plan. Se considera que el Plan de RS de la organización será siempre un instrumento dinámico, permanentemente actualizado a partir de la participación de los actores
[14][14] Pujadas, C., M. Ghiotti, B. Lanciani, E. Pósleman, B. Vera, L. Videla. 2008. Guía IDS para Planes de RSE, documento de trabajo, Instituto de Desarrollo Sostenible, Universidad Católica de Cuyo, San Juan.
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involucrados. Conviene además, que haya instancias formales de evaluación y actualización. La evaluación debería concluir con un plan de mejoras para el año siguiente.
Se reseñan, a continuación, los seis pasos tal como se ejecutaron en el Instituto Madero,
por parte del equipo del CADS.
Primer paso: actualización de la Misión, Visión y Declaración de Valores
A través de entrevistas con los directivos de la Asociación Civil promotora y con los
directores del Instituto, se recogieron los rasgos sobre la identidad del Instituto y se pudo tener
un panorama sobre la misión y visión compartida.
Para la comprensión de este trabajo transcribimos los datos principales.
El Instituto Madero es un colegio industrial ubicado en la Calle Evita No. 66, Villa
Madero, Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires (Argentina)”[15][15]
Es la primera y la principal iniciativa de la Asociación Promotora de la Educación y el
Deporte (APRED), entidad sin ánimo de lucro. El Instituto Madero empezó sus actividades en
1992[16][16], y en 2011 tiene 250 alumnos en seis cursos.
Otorga títulos oficiales de: a) Técnico en instalaciones electromecánicas con orientación
en automatización, y b) Técnico en electrónica con orientación en Telecomunicación.
A lo largo de estas dos décadas, múltiples iniciativas son fruto de Convenios de
Cooperación, como –por citar algunos- con el Gobierno de Bélgica, el Gobierno de Italia y el
Centro de Formación ELIS en Roma. A partir de 1998 se agregó, en otra sede, la Escuela de
Mandos Medios del Instituto Madero[17][17].
En la siguiente tabla, sobre la izquierda están la misión y visión elaboradas por el
Instituto Madero, tal y como podía apreciarse en su folletería. Sobre la derecha, en cambio, se
encuentran las nuevas misión y visión realizadas por el CADS con participación activa de los
directivos del colegio:
Elaborado por el Instituto Elaborado por el CADS junto con el Instituto
MISIÓN“El Instituto Madero es una organización sin fines de lucro que tiene la misión de promover a sus alumnos, profesional, humana y espiritualmente. Los prepara para desempeñar un trabajo que contribuya a su crecimiento personal, ayude a los
MISIÓN“El Instituto Madero tiene como misión la formación integral de todos sus miembros, y ser un motor del desarrollo sostenible para la comunidad local”
[15][15] http://institutomadero.org.ar/[16][16] Ídem.[17][17] Para mayor información ver http://www.madero.org/
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demás y mejore su entorno”
VISIÓN“Que el Instituto Madero se distinga como lugar de trabajo y desarrollo personal para alumnos, padres y docentes”.
VISIÓN“El Instituto Madero aspira a ser una institución educativa líder en la formación para el trabajo y que, a través del cumplimiento de su Misión, contribuya eficazmente al desarrollo sostenible de la comunidad local”
Como se advierte, se ha procurado incluir en la misión y visión una clara referencia a la
responsabilidad social que asume el Instituto en relación a todos sus miembros y a su entorno.
Esta explicitación se facilitó porque ya estaba presente la idea en los directivos, aunque de
modo difuso. Cuando se les ayudó a concretar en esta formulación, fue rápidamente asumida
como propia, y además tuvo un efecto altamente motivador. Entendemos que los directivos que
perciben su misión como una tarea de servicio están predispuestos a incorporar este tipo de
misión como un desafío motivador.[18][18]
Segundo paso: análisis detallado de los stakeholders -o grupos de interés-.
El equipo del CADS procedió a identificar a todos los stakeholders internos y externos,
procurando ser inclusivos y abarcar el mayor número posible de grupos de interés.
Stakeholders internos: a) Comisión Directiva de APRED, b) Directivos del Instituto
Madero, c) Profesores, d) Alumnos, e) Empleados, f) Tutores, g) Familias de todos los
anteriores, g) Medio Ambiente (generaciones actuales y futuras en relación con el medio
ambientes.
Stakeholders externos: a) Proveedores, b) Empresas y comercios, c) Vecinos, d)
Sindicato, e) Organismos del Estado, f) Ministerio de Educación (de Nación y Provincia), g)
Organismos municipales, h) Uniones vecinales, i) Otras Escuelas, j) A.I.E.P.B.A., k) Medios de
comunicación, l) Parroquias e iglesias, m) Club el Águila, n) Club Banco Central de la República
Argentina, o) Mercado Central, p) Acindar, r) Universidad de la Matanza, s) ONG variadas.
Para cumplir este segundo paso, la metodología empleada fue: 1) Entrevistas en
profundidad a los referentes que se identificaron en diálogo con los diversos directivos y 2)
Encuestas a los profesores y alumnos
Destacamos en este segundo paso las acciones más relevantes para el equipo del
CADS:
[18][18] Pérez López, J.A. (1997), Liderazgo, Volumen 11 de Biblioteca IESE de Gestión de Empresas, Folio, Barcelona, 1997.
10
En primer lugar la inclusión de las Familias de todos los stakeholders internos, en esta
categoría. Es una decisión que se desprende de la Misión y Valores de la institución. Por otro
lado, esta valoración tan importante que se concede a las familias de los miembros, está en
línea con los criterios más avanzados que se manejan en un aspecto de la RSE: la conciliación
de familia y trabajo en las organizaciones.[19][19]
En segundo lugar, entendemos que es acertada la decisión de realizar una encuesta a
los stakeholders internos más numerosos, como son en este caso los profesores y alumnos. A
través de la encuesta se relevan muchos datos, al mismo tiempo que se involucra a numerosas
personas en la tarea de elaborar el Plan de RS.
Tercer paso: elaboración de la Política de Responsabilidad Social (PRS)
En este paso nos planteamos dónde debería estar puesto el foco y el impulso
estratégico en el que el Instituto decide comprometer su responsabilidad social. No nos parece
adecuado repetir la experiencia de muchas empresas que hacen sus programas de
responsabilidad social con intenciones de beneficencia, pero lejos del objeto central de su
negocio. Por eso buscamos definir la PRS de modo que la Responsabilidad Social forme parte
de la propia operación del Instituto, y no sea una tarea añadida. La redacción resultante es la
siguiente:
“En toda su actividad interna y externa el Instituto Madero buscará involucrar la participación de los actores de la comunidad local: Estado, empresas y organizaciones de la Sociedad Civil.”
Pensamos que con esta PRS el Instituto ingresará en una dinámica de intensa
interacción de doble vía con todos los actores de la sociedad local, enseñando y aprendiendo,
contribuyendo a cumplir su misión en el día a día, y no solamente en las actividades especiales.
La participación de todos los actores sociales en una relación recíproca y de integración
permanente, resultará en que el Colegio sea factor de desarrollo para la comunidad de Villa
Madero, y a su vez recibirá el aporte de esa comunidad para la formación de ciudadanos
comprometidos. Es un modo genuino de colaborar con el desarrollo armónico del tejido social,
superando la fragmentación actual.[20][20]
[19][19] Centro de Conciliación familia y trabajo (CONFYE) del Instituto de Altos Estudios Empresariales (IAE), www.iae.edu.ar. Cfr. Nuria Chinchilla y Maruja Moragas, “Dueños de nuestro destino. Cómo conciliar la vida profesional, familiar y personal”. Ariel, Barcelona, 2009.[20][20] Pujadas, Carlos y Durand, Julio. “La dimensión comunitaria de la Universidad en una Sociedad fragmentada” IV Encuentro Nacional y I Latinoamericano “La Universidad como Objeto de Investigación”, 2004. Pág. 9.
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De este modo es posible que una institución educativa asuma liderazgo comunitario,
“recuperando así su papel (…) de motor social, cultural, ético y moral de la misma
comunidad”.[21][21]
Cuarto paso: programas, proyectos y actividades
El Plan de RS se concreta en un programa para cada Stakeholder, compuesto por
ideas-proyecto que están alineados con la misión, la visión y la política de responsabilidad
social enunciadas. Cada idea-proyecto se describe en una ficha, con su objetivo, actividades y
resultados esperados.
A modo de ejemplo transcribimos algunas de las ideas-proyecto propuestas:
La creación de un Consejo Asesor del equipo directivo de Madero conformado por el
Director General del Instituto, un delegado de APRED (Asociación propietaria y promotora del
Instituto), y representantes de diversas organizaciones locales
La conformación de un panel de expertos temáticos entre los diferentes docentes del
plantel educativo, que puedan ser referentes y consultores para las diferentes problemáticas y
proyectos que surjan en el seno de la comunidad inmediata.
La creación de un equipo de comunicación que, a grandes rasgos, tenga el desafío de
mantener a la Institución conectada con la realidad de su entorno, y la prepare para afrontar los
retos que de allí le presentan.
Este Plan se traduce en un significativo esfuerzo para todos los actores internos del
Instituto Madero, pero especialmente para los directivos[22][22]. Conscientes de este problema
proponemos que el Plan incluya el desarrollo de estrategias de trabajo en equipo y trabajo en
red, sumando a muchos voluntarios que compartan el ideario del Instituto.[23][23]
Quinto paso: propuesta de implementación del Plan de RS
Se propone que el Plan dependa directamente del Director General, asistido por un
comité formado por representantes de los distintos grupos de interés. Hemos hecho notar que
estos representantes pueden no ser los respectivos responsables de áreas, que generalmente
[21][21] Esteban Bara, Francisco, “Excelentes profesionales y comprometidos ciudadanos. Un cambio de mirada desde la universidad”, Bilbao, Desclée De Brouwer, 2004.[22][22] Carriego, Cristina “Gestionar una escuela comprometida con las demandas de su tiempo” Colegio Pestalozzi y Universidad Torcuato Di Tella, 2007. Pág. 32.[23]
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están recargados de obligaciones. Las prioridades las determinará este mismo comité, previa
aprobación por parte de la Dirección del Instituto.
Sexto paso: monitoreo y evaluación del plan
Es un plan dinámico que debe evaluarse permanentemente según las necesidades
internas y las que plantea el entorno. Está prevista una evaluación anual, con la participación de
los stakeholders, para asegurar su validación. Luego se publicaría en la web y en papel.
Finalmente, se debe hacer un plan de mejoras para el año siguiente.
Conclusiones
Del trabajo realizado nos parece que podemos avanzar las siguientes conclusiones
preliminares:
1. Es útil la teoría de los Stakeholders y la Guía en seis pasos del IDS, para hacer un Plan de
Responsabilidad Social de una institución educativa (RSEd). No hay inconvenientes para
adaptar el marco teórico y estos instrumentos.
2. Para hacer posible un auténtico Plan de RSEd es necesario comenzar por incluir la
Responsabilidad Social en la Misión institucional.
3. La inclusión de la RS en la Misión tuvo también el efecto positivo de motivar a los directivos, al
asumir que su Institución tenía una proyección social y pública mayor.
4. En el proceso de elaboración del Plan de RSEd es positivo realizar encuestas a los grupos de
interés más numerosos, como los profesores y los alumnos, porque se los hace partícipes de la
elaboración del Plan de RSE y obtenemos más información primaria.
5. Hubiera sido conveniente entrevistar a más Stakeholders internos y externos, para involucrar a
más personas y recoger más inputs.
6. Un logro importante a nuestro juicio, en este proceso, ha sido poder definir una Política de
responsabilidad social (PRS) del Instituto que no se agrega como una actividad más, sino que
forma parte de su operación diaria. Se trata de un modo de cumplir su misión que es interactivo
con todos los actores, y contribuye al desarrollo personal y social.
7. Una conclusión, que es al mismo tiempo un descubrimiento para los que participaron en este
trabajo, es que el Colegio aparece como actor importante del desarrollo sostenible de su
comunidad local. Esto requiere que levante su perfil público y adquiera protagonismo social.
13
8. Como consecuencia de lo anterior, los miembros de la comunidad educativa también adquieren
perfil público, especialmente los directivos y profesores. Estos tienen el desafío de
transformarse en líderes de su comunidad local y referentes, como expertos y consultores, en
muchos temas de preocupación común.
9. El Plan de RSEd del Instituto debería ser un instrumento valioso para la formación de buenos
ciudadanos: tanto respecto a sus alumnos como a todos los demás stakeholders con los que
interactúe. Es una expectativa que debería comprobarse en el futuro.
10. Este Plan de RSEd se propone contribuir eficazmente a conseguir el desarrollo sostenible de la
comunidad local. Por lo tanto, debería complementarse con indicadores de logro, que permitan
evaluar la consecución de resultados.
Bibliografía
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RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LAS ESCUELAS PRIMARIAS BOLIVARIANAS
Recepción: 24/11/2014 Revisión: 15/01/2015 Aceptación: 10/02/2015
Maigre AcureroURBE - Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, Venezuela
RESUMEN
El objeto del estudio consistió en identificar las modalidades de responsabilidad social en las escuelas primarias bolivarianas del municipio Miranda, estado Zulia. La investigación se caracterizó por ser descriptiva con un diseño no experimental, de campo, transaccional, tipificada como proyectiva, trabajada sobre una población de 12 directivos y 19 docentes, a quienes se les suministró un instrumento cuestionario (direccionado) contentivo de 36 ítems con escala Likert, validado en su contenido por 5 expertos con una confiabilidad de rtt=0,81. Los resultados fueron consideración con valores de frecuencia porcentual (fr %) y la media aritmética (x). Entre los aportes se destacan los de Guédez (2006), Méndez (2004), Baillón (2004), Garrafa (2005), con fundamentación en los principios de la Constitución de la República de Venezuela (1999). Los resultados de la investigación demuestran tendencia para desarrollar modalidades de responsabilidad social mediante la ejecución propia, cuyos esfuerzos se orientan a permitir la integración de la comunidad en la escuela para trabajar por objetivos institucionales contribuyentes a desarrollar acciones éticas sustentables sin evidencia de programas en responsabilidad social. Se concluye que estas acciones están asociadas a la forma en la cual los directivos y docentes vienen promocionando los proyectos educativos comunitarios desde la escuela, y no así a las acciones
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de voluntad pública o al desarrollo de una normativa ética, dentro de las instituciones escolares por lo que se generaron lineamientos estratégicos.
Palabras clave: responsabilidad, social, escuelas, comunidad.
INTRODUCCIÓN
Producto de las presiones que la sociedad de consumidores han hecho a las empresas, en
el mundo se han originado significativos cambios en su comportamiento ético y responsable, y por
ende en su cultura corporativa, lo cual en muchos casos ha contribuido al cumplimento de la
responsabilidad social, presumiéndose con ello el interés por evitar sanciones y en consecuencia la
pérdida de dinero.
Por lo antes planteado, es importante referir que la responsabilidad social ha sido una temática
de debates importantes en la diversidad de instituciones que están al servicio público, como es el caso
de las escuelas, que conforme a las referencias hechas por Rodríguez (2004), al ser producto de las
exigencias sociales sobre la aplicación de una labor educativa deben responder con mayor fuerza a
los cambios y transformaciones de la sociedad.
Sin embargo, la escuela no se ha visto con la misma entereza que el sector empresarial ha
mostrado en responsabilidad social corporativa. Según Guédez (2006), la escuela pierde la ética en
los intentos que se plantea hacia el bienestar del colectivo, por cuanto sólo las gestiones de esta
dimensión social están dirigidas a la estructuración de contenidos de aprendizaje desde las diferentes
áreas del conocimiento.
Desde esa perspectiva, se hace énfasis en una responsabilidad social en la que se
compromete moral y actitudinalmente a todas las instituciones a cumplir con obligaciones y principios
basados en derechos humanos donde se garanticen acciones éticas en responsabilidad social, motivo
por el cual la presente investigación centra su interés en estudiar las modalidades de responsabilidad
social de las escuelas bolivarianas del municipio Miranda del estado Zulia.
De ahí, que en el contexto antes mencionado, se desarrollan un conjunto de conceptos, teorías
y experiencias previas al estudio que buscan la sistematización de un proceso científico donde se
obtiene el resultado de este comportamiento en las escuelas bolivarianas, a través de una
investigación descriptiva abordada desde el campo de acción para lo cual se consideró como unidad
de análisis a directivos y docentes promotores pedagógicos.
ELEMENTOS TEÓRICOS
RESPONSABILIDAD SOCIAL
En el ámbito gerencial de las organizaciones, el término administración se refería solo a
responsabilidad individual para tomar decisiones sobre la asignación de recursos; sin embargo, hoy se
16
habla de empresas socialmente responsables, comprometidas con algo más que el propósito de
rentabilidad para dueños y accionistas; por lo tanto, se espera que sus actores hagan frente a las
realidades sociales que existen y decidan ir más allá de lo legal o lo económico.
Lo anteriormente planteado obliga necesariamente a destacar el aporte hecho por Guédez
(2006), quien ha presentado distintas concepciones sobre el término de responsabilidad social.
Primeramente, a través de una definición connotativa (o esencial) denominándola como el ejercicio
ético y sustentable de la competitividad. En segundo término, desde una perspectiva descriptiva
(denotativa) señalándola como un conjunto de estrategias que permiten identificar – atender; anticipar
– sobrepasar, las necesidades, expectativas y capacidades de los grupos de interés interno y externo.
Por último. una definición operativa desde un enfoque que promueva el contacto con aquellos
elementos que permitan revelar los pasos y aspectos requeridos para su implantación organizacional.
Por otra parte, Paladino y otros (2002) resaltan que la responsabilidad social se arraiga en
disciplinas vinculadas al campo del estudio, de las organizaciones y la sociedad hacia una perspectiva
ética consustanciada con un conjunto de valores morales y actitudes. Así mismo, se resalta, la
perspectiva sociológica, política, de la responsabilidad social al centrase en la interrelación del
gobierno – empresa – sociedad – comunidades, y otras instituciones sociales.
Lo señalado sobre responsabilidad social presenta puntos de coincidencia en cuanto a que se
pretende una práctica ética en las organizaciones educativas. Sin embargo, Guédez (2006) plantea la
responsabilidad social como un conjunto de estrategias orientadas por necesidades, expectativas y
capacidades que posean los grupos internos y externos de la organización, mientras que Paladino y
otros (2002) la asumen como parte de la disciplina social que se practica a través de una interrelación
esquemática entre el gobierno como generador de políticas públicas, la empresa, dado a que se
asume creadora de los parámetros establecidos, y las comunidades e instituciones sociales en la
practicidad de la corresponsabilidad hacia el beneficio colectivo.
Para Buchholz (1991), la responsabilidad social representa la obligación directiva de actuar
para proteger y mejorar el bienestar de la sociedad en su conjunto y el interés de la organización. Lo
cual denota que esta definición se extiende a sugerir que la responsabilidad social no está limitada por
el comportamiento que los directivos escolares sino que también se refiere al impacto de las acciones
institucionales de la escuela en todo sistema social.
MODALIDADES DE LA RESPONSABILIDAD SOCIALLas modalidades de responsabilidad social para Bergel (2007) consisten en vincular de una
manera más estrecha las organizaciones con las problemáticas sociales que pueden darse de manera
voluntaria o por cumplimiento de normativas.
Para Garrafa (2005), estas buscan asegurar que las personas interesadas en hacer acciones
de responsabilidad social derivan de dos acciones: de la voluntad pública y del desarrollo de una
17
normativa ética de conformidad con los derechos humanos para el mejoramiento tanto profesional
como personal.
Según Sahavino (2002), las modalidades de integración social sobre las cuales descansa la
participación de los centros educativos están influenciadas por la cultura, medios y fines que
promueven el aprendizaje de los grupos que en esta interviene.
Lo planteado permite pensar en la posibilidad de que a través de los miembros de la escuela,
se desarrolle actividades donde se promuevan los valores éticos morales y espirituales de las familias
en pro de conseguir acuerdos entre estos grupos y la colectividad, para desarrollar en comunidad
prácticas de aprendizaje sustentadas en la idea de programas éticos socialmente responsables para
las instituciones educativas.
Conforme a lo descrito, es menester indicar que la responsabilidad social promueve los
derechos sociales colectivos, por tanto, las definiciones se corresponden a la función misional de la
escuela. En este sentido, las modalidades sobre las cuales se desarrolla la función social deben tener
como objetivo común, promover desde la dirección de instituciones el respeto y la dignificación
humana, especialmente entre cada uno de sus miembros.
Sobre este aspecto de la responsabilidad social, Méndez (2004) plantea un esquema
estructurado a partir de las modalidades e instrumentos de responsabilidad social; diferenciándolas de
acuerdo con el grado de compromiso de la institución en la ejecución de las acciones hacia las
comunidades. Según el autor antes citado, existen tres modalidades: en la primera, la institución
asume el rol de ser proveedora de recursos; en la segunda, es copartícipe de la acción; en la tercera,
la institución asume el liderazgo en la ejecución de la acción. Por lo tanto, la aplicación de
responsabilidad social se puede llevar a cabo mediante las siguientes:
APOYO A TERCEROS Hablar de apoyo entre grupos tiene un significado especial para organizaciones, cuyos
propósitos están orientados a conseguir la participación activa de los miembros de una comunidad de
intereses específicos. Este tipo de modalidad, de acuerdo con Méndez (2004), se produce mediante
acción de la entrega de dinero, patrocinio de eventos, asignaciones de profesionales o técnicos,
concesión de becas y premios, distribución gratuita de productos, prestación de servicios sin costo y
ofrecimiento de infraestructura.
Como se observa, en esta modalidad también conocida como apoyo a terceros, la institución
no ejerce un control sobre los procesos y resultados de la acción, ni establece interacciones orgánicas
que expresen una relación sostenida. Sin embargo, pese a este señalamiento de Méndez (2004), es
preciso indicar, que las instituciones educativas reciben más que dar este tipo de apoyo social, por
cuanto Billón (2004) indica que los directivos escolares por las características de sus funciones
sociales, las necesidades y requerimientos de la institución deben mantener un espíritu de gestor
18
social lo cual les permita alcanzar medios, recursos, así como las herramientas para el mantenimiento
y dotación de la escuela; la modalidad de apoyo a terceros lejos de garantizar a cualquier otra
organización este apoyo, por el contrario lo solicita.
GESTIÓN COMPARTIDA
La gestión compartida o co-participativa expresada en la responsabilidad social se fundamenta
dentro de la participación que ejercen los agentes internos, externos y los grupos propios de la gestión
empresarial. Esto, partiendo de los enfoques expuestos por Guédez (2006), en concordancia con
Paladino y otros (2002), lo que supone los elementos que forman parte de la acción generadora sobre
responsabilidad colectiva.
Para Méndez (2004), la modalidad co-participativa revela una presencia más formal y
comprometida de la institución en responsabilidad social, ya que comparte con otras organizaciones la
relación de programas y proyectos sociales.
En tal sentido, surge entre estas un concepto de alianzas partiendo de un interés común, la
necesidad de complementar acciones y la decisión de compartir riesgos. De ahí que una de las
modalidades de alianza puede generar un carácter tripartito en el que intervenga la organización, el
gobierno (local, regional o nacional) y la comunidad. Desde luego, esta modalidad es una posibilidad
particularmente compleja y exigente, pero también está representada en la filosofía de las escuelas
bolivarianas.
Por otra parte, Marciales y Pubiano (citados por Piñero, 2005) describen que una gestión
compartida debe sustentarse en la participación de por lo menos dos grupos de interés, los cuales
trabajan por los procesos y los problemas para emprender acciones tendientes a cambiar una
realidad; de tal manera, busca involucrar a los participantes en la apropiación de una idea o proyecto
de interés socialmente útil para todos y, por tanto, resaltan que para existir una gestión educativa
totalmente compartida deben estar las siguientes condiciones:
1. Una participación donde se exijan esfuerzos organizados para incrementar el control sobre los
recursos y para lograr reales estrategias y alternativas de desarrollo.
2. El conocimiento pleno de las personas y organizaciones que desea transformarse.
3. La actitud y el deseo de participar activamente en las acciones que se promuevan.
4. Buscar respuestas efectivas, alianzas y acuerdos que brinden confianza a los grupos aliados.
5. Conocer mecanismos y prácticas que den como resultado una gestión democrática y
autogestionaria.
EJECUCIÓN PROPIAEsta modalidad plantea mayores exigencias y compromisos debido a que debe asegurarse su
eficiencia y sostenibilidad donde debe rendirse cuenta de logros y en consecuencia soportar buena
19
parte de la reputación de la organización. En tal sentido, dentro de esta modalidad se encuentra el
instrumento de las fundaciones corporativas, tal como lo indica Méndez (2004).
A partir de lo referido, es preciso indicar que el desarrollo de proyectos educativos asumidos
por la escuela bolivariana en términos de integración comunitaria e instituciones del entorno pudiera
constituir un ejemplo de esta modalidad.
Sin embargo, es necesario destacar lo señalado por el Centro de Investigaciones Culturales y
Educativas CICE (2002), donde se ha venido resaltando que una de las debilidades más profundas del
proyecto Educativo Integral Comunitario (PEIC) es precisamente que la escuela escasamente provoca
acciones de vinculación con el entorno al momento de desarrollarlos, negándose la posibilidad de
mantenerlo y proyectarlo en el tiempo con suficiente respuestas a los problemas locales; en los PEIC,
prevalece el aprendizaje de los niños, lo que indica implicación de conceptos sobre áreas y disciplinas
específicas.
En este sentido, el PEIC pudiera convertirse en el contexto educativo en una modalidad de
responsabilidad social importante, donde se generen y promuevan valores asociados a la vinculación
de éstas con el entorno y la sociedad para auspiciar programas de responsabilidad social centrados en
la asistencia y permanencia de beneficios para el bienestar colectivo.
A continuación, se presenta una síntesis de las modalidades social ofrecido por Méndez
(2004):
Modalidad Instrumentos
Apoyo a tercerosPatrocinios.Donaciones y subsidiosPremios y becasDonaciones de productosVoluntariado corporativo
Gestión Compartida Uso de instalacionesMercado social
Ejecución Propia Programas socialesFundaciones corporativas
Cuadro 1 Responsabilidad Social en Venezuela
20
Fuente: Méndez (2004).
METODOLOGÍA
De acuerdo al objetivo del estudio y a la metodología que caracteriza las fases de
investigación, ésta se caracteriza por ser descriptivo, tipificada como proyectiva. El diseño en esta
ocasión es considerado no experimental, de campo, transaccional, por cuanto se orientó hacia la
búsqueda de información en forma directa de la realidad a partir de datos primarios, en un solo
momento y tiempo único.
La población seleccionada para el estudio se escogió tomando en cuenta el nivel de formación
profesional, las funciones y las características de los grupos. A partir de lo cual se procedió a realizar
un censo poblacional de 31 sujetos conformado por 12 directivos y 19 docentes promotores
pedagógicos de las escuelas primarias bolivarianas del municipio Miranda, estado Zulia. Para Nava
(2004), este tipo de selección (censal) permite generar aspectos relevantes en los sujetos y considerar
la posibilidad de que todos sean incluidos en el estudio.
Para orientar la búsqueda de recolección de los datos necesaria para responder al objetivo de
investigación, se procedió a aplicar la observación directa, así como la realización de entrevistas, lo
cual dio lugar a plantear la problemática referida a la responsabilidad social en las escuelas primarias
bolivarianas y posteriormente al diseño del instrumento.
Para efectos del presente estudio, se diseñó un instrumento denominado cuestionario, el cual
contiene 36 reactivos o preguntas con alternativas de escala Likert y valores que oscilaron de 1 a 4
puntos por escala de importancia, de la siguiente forma: siempre (4), casi siempre (3), casi nunca (2) y
nunca (1), procediendo a la validez de contenido mediante el juicio de 5 expertos. La confiabilidad se
obtuvo a través de la aplicación de la prueba piloto y mediante la fórmula del cálculo del Coeficiente de
Cronbach. Este coeficiente, según Chávez (2007), se aplica en test con ítems de varias alternativas. A
tales efectos, se obtuvo como resultado rtt = 0,81 que de acuerdo a la escala de Arkin y Coltón se
otorga el criterio de altamente confiable.
Asimismo, el tratamiento estadístico aplicado fue de carácter descriptivo a propósito de
establecer la eficiencia que tendrán los resultados obtenidos a través de la aplicación del instrumento,
procediendo al uso del programa SPSS, con el cual se realizó la prueba estadística tomando en
consideración valores como la frecuencia porcentual (fr %) y la media aritmética (x) para la variable
responsabilidad social.
RESULTADO Y DISCUSIÓN
21
Para la interpretación de los resultados se utilizó el baremo que se presenta a continuación,
donde se evidencian los valores concedidos por la investigadora a partir de las categorías establecidas
para la medición.
Tabla 1. Baremo de interpretación de la mediaCategorías Promedio (x)
Excelente 6,5 – 8,5
Bien 4,6 – 6,5
Medianamente deficiente 2,6 – 4,5
Deficiente 0 - 2,5Fuente: elaboración propia.
Tabla 2. Modalidades de Responsabilidad SocialVariableResponsabilidad Social
Dimensión Modalidades de Responsabilidad Social
Apoyo a terceros Gestión compartida Ejecución propia
Categorías fa % fa % fa %
Excelente 12 38.7% 13 41.9% 12 38.7%
Bien 14 45.2% 14 45.2% 15 48.4%
Medianamente deficiente
5 16.1% 4 12.9% 4 12.9%
Deficiente 0 0% 0 0% 0 0%
Total 31 100% 31 100% 31 100%
Media (x) 4.2Fuente: elaboración propia.
En la Tabla 2 se observa que las modalidades de responsabilidad social (apoyo a terceros,
gestión compartida, ejecución propia) alcanzó una media (x) de 4.2, ubicándose en la categoría
medianamente deficiente, demostrando que las escuelas no manifiestan posibilidades concretas de
asegurar a través de estas modalidades eficiencia y sostenibilidad para rendir cuenta de sus logros en
responsabilidad social, tal como lo refiere Méndez (2004).
De ahí, se aprecian debilidades en el grupo de directores y docentes promotores pedagógicos
por identificar las oportunidades que pueden ofrecer a la comunidad a través del establecimiento de
acciones de responsabilidad social; lo cual resulta contradictorio con los planteamientos hechos por
Bergel (2007), quien describe que las modalidades de responsabilidad social consisten en vincular de
una manera más estrecha las organizaciones con las problemáticas sociales.
De acuerdo con los resultados presentados, las modalidades de responsabilidad social tienden
a ser coincidentes con lo descrito por Méndez (2004) y Baillón (2004), por cuanto el primero recalcó
que las instituciones educativas reciben más que dar este tipo de apoyo social; y el segundo indicó
que los directores escolares por las características de sus funciones sociales, necesidades y
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requerimientos de la institución deben mantener un espíritu de gestor social, lo cual les permite
alcanzar medios, recursos y herramientas para el mantenimiento de la escuela.
Asimismo, se presentan incongruencias con lo descrito por Garrafa (2005), quien destacó que
éstas modalidades buscan asegurar que las personas interesadas en responsabilidad social pueden
hacerlo desde dos acciones, de la voluntad pública y del desarrollo de una normativa ética basada en
los derechos humanos, entendiendo con esto la ausencia de lineamientos educativos para escuelas
socialmente responsables.
CONCLUSIONES
Una vez recogidos y analizados los datos aportados por la población de directores y docentes
promotores pedagógicos de las escuelas primarias bolivarianas del municipio Miranda del estado
Zulia, se estableció lo siguiente:
En relación a la identificación de las modalidades por la población de estudio, se ejecuta con
mayor énfasis la modalidad de la ejecución propia, mediante acciones tendientes a promover de
manera compartida (entre los integrantes de la escuela) labores de autogestión para ejecutar
programas de beneficio colectivo, sin el establecimiento de alianzas, ni de compromiso de otras
instituciones; por lo cual, se concluye que estas acciones están asociadas a la forma en que los
directivos y docentes vienen promocionando los proyectos educativos comunitarios desde la escuela,
y no así a las acciones de voluntad pública o al desarrollo de una normativa ética, dentro de las
instituciones escolares.
LINEAMIENTOS ESTRATÉGICOS DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EDUCATIVA
Los lineamientos que se generaron tienen como objetivo formar una estructura social integrada
por diferentes miembros de la comunidad educativa, capaces de producir, ejecutar, evaluar y
retroalimentar el desarrollo de estrategias de responsabilidad social educativa que responda en
tiempo, recursos, espacio, actividades, entre otras, a generar proyectos para el beneficio colectivo en
las distintas áreas que impliquen el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la
comunidad.
Asimismo, contribuir con una política institucional interna donde cada escuela bolivariana
partiendo de su filosofía pedagógica, administrativa y social, pueda desarrollar prácticas de trabajo
docente en aspectos relacionados a la salud, equidad, ambiente, desarrollo sustentable, formación y
educación de los grupos con oportunidad de hacer responsabilidad social en el entorno.
Figura 1. Alcances del Plan Estratégico
23
Fuente: elaboración propia.
DESCRIPCIÓN DE LOS LINEAMIENTOS
a) Formar un capital social compuesto por alumnos, docentes, padres, familiares, directivos y
miembros de los sectores (empresariales, eclesiásticos, sociedades civiles, cooperativas, líderes del
gobierno local, entre otros) que contribuyan con sus informaciones, conocimientos, habilidades y
destrezas (mediante la formación y la educación) a valorar la responsabilidad social como un
compromiso moral y ético.
b) Promover la identificación de necesidades reales comunitarias con el propósito de jerarquizarlas a
partir de las expectativas sociales donde participen todos los miembros con oportunidad de inclusión
social.
c) Emprender objetivos sociales con el apoyo de terceros para adelantar acciones relacionadas a la
preservación económica-social-ambiental y la solidaridad integral; auspiciando la protección del
ambiente en una doble dimensión de mantenimiento y fomento, así como educir el impacto negativo
que cualquier organización en la comunidad pueda ocasionarle.
d) Promover la organización y establecimiento de una normativa interna para todas las organizaciones
del entorno donde se proyecten los siguientes elementos: el plan de trabajo, el presupuesto, los
recursos, las técnicas, estrategias, acción colectiva, el tiempo, la eficacia y evaluación de cada acción
de responsabilidad social; en relación a valores asociados a la ética institucional y personal de los
grupos.
e) Desarrollar permanentemente procesos de formación donde los participantes logren afianzar
valores morales que a futuro le permitan a los miembros de la escuela: retribuir lo que han recibido,
compartir, alcanzar identidad organizacional, proyectar la imagen social, asegurar el posicionamiento
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de la escuela como institución para la formación integral de los ciudadanos, contribuir a generar
proyectos educativos sustentables, hacerse más humanos, establecer acciones contraloras.
f) Definir las líneas de acción que se pretender consolidar (las fortalezas de la escuela) y compensar
las debilidades, para ofrecer oportunidades y favorecer la misión, la visión y valores de la misma,
mediante el cumplimiento de un política institucional humanizada.
Cuadro 2 Plan de Trabajo Estratégico para Escuelas Socialmente ResponsablesLineamiento Alcance Recursos Tiempo Estrategia
Formar un capital social (Humano)
Contribuir a producir conocimiento, desarrollar habilidades y actitudes para la organización de grupos socialmente responsables.Definir funciones y tareas de responsabilidad social.
Material didácticoEspacio físicoAudiovisualesTrípticos
2 semanas TalleresSimposiosConferencias
Promover la identificación de necesidades de la comunidad
Jerarquizar necesidades por nivel de importancia.Lograr la participación de los miembros de la comunidad con propósito de inclusión social equivalentes a las escuelas.
Material didácticoEspacio físicoAudiovisualesTrípticos
1semana Encuentro comunitarioTalleres de: crecimiento personal y acción comunitaria
Vinculación escuela sector productivo, sociedad y gobierno local.
Adelantar acuerdos y alianzas estratégicas para auspiciar modalidades de responsabilidad social educativa compartida.
Material didácticoEspacio físicoAudiovisualesTrípticos
1 semanas Reuniones comunitariasConvocatoria a entes gubernamentales
Elaborar la normativa de responsabilidad social educativa
Regular actividades y los proyectos de aprendizaje con las modalidades éticas de responsabilidad social.
Espacio físicoAudiovisualesTrípticos
4 semanas Talleres de actualizaciónProgramas de acción responsable
Fuente: elaboración propia.
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