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Page 1: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

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Page 2: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

MiseriCordiaeMiseriCordiae

El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron en una casa cedida por Francisco Adrover, mientras se construía el nuevo Convento en un solar donado por Miguel Jaime

Adrover. La nueva Casa se terminó el año 1863. Dadas sus reducidas dimen-siones y al carecer de aulas, las Herma-nas dieron clase en una sala cedida por

el Vicario, Antonio María Alcover. La sala del Convento se destinó para capilla, que se bendijo el 5 de Enero de 1916. Al quedarse pequeño el edificio, y ante las malas condiciones de habitabilidad, se construyó uno nuevo en un solar cedido por Juan Binimelis, siendo inaugurado el 12 de Febrero de 1928. Actualmente, es una Casa de «Oración y Descanso»

El Fundador pasaba mucho tiempo en el predio familiar de «La Torre», situado en esta localidad. Al ver las necesidad que tenían las familias de atención sanitaria y educativa, preparó la fundación del Convento, que se hizo

efectiva el 16 de Agosto de 1857. D. Gabriel y Sor Josefa Ribas pasaron a Santa Eugè-nia, con dos Hermanas. En

el oficio religioso, el Fundador dio el hábito a tres jóvenes. Al cabo de unos años, dejaron la Casa inicial, y pasaron a residir a otra. Posteriormente, el Fundador compró un te-rreno para edificar un nuevo Convento, también sufragado por él, donde se instalaron definitivamente. Las Hermanas de esta Comunidad se han dedicado a la enseñanza, al ser-vicio de los enfermos y al cuidado del templo. También, a la Catequesis de Primera Comunión y, últimamente, a los jóvenes de Confirmación. El 26 de Octubre de 1971, por disposición ministerial, dejaron la enseñanza de las niñas en edad escolar, atendiendo sólo a párvulos. Servicio que se prestó hasta 1994, al enfermar la Hermana encargada de los niños. En 1995, Francisca Llompart, organizó un grupo de Oración y Amistad. En 1993, María Puigserver, montó un pequeño taller de restauración de cuadros e imágenes. Uno de los primeros trabajos fue la restauración de las tallas de la capilla. Actualmente, la Comunidad la forman: Catalina Suñer, Francisca Llompart, Juana Roig, María Puigserver e Isabel Serrano

El pueblo de Muro, al constatar la labor que esta-ban realizando las Hermanas de Pina y de Costitx, deseando tener la misma oportunidad ante las grandes necesidades que existían entonces, solicitó al Fundador que inaugurara en la localidad una Casa de religiosas. El párroco, D. Juan García, secundó esta propuesta. La fundación tuvo lugar el 31 de Mayo de 1857. Las fundadoras, sor Lucía Sorell y sor Miguelina Bover, acompañadas por D. Gabriel Mariano, asistieron a la Misa Mayor, celebrada por el párroco. En este acto, el Fundador impuso el hábito a dos jóvenes de Manacor -Jacinta y Ángela Amer-, que pasaron a formar parte de esta Comunidad. Las cuatro religiosas residieron en el Convento de los Mínimos, habilitando alguna depen-dencia que les facilitó el Ayuntamiento. En el año 1865 se empezó a construir la Casa-Convento. Por entonces, sor Luisa Feliu, que ayudaba a los albañiles, murió aplastada por la grava en una cueva. En el año 1878 tuvo lugar la bendición de la nueva Casa, y en 1905, se bendijo la capilla. Nuevamente el pueblo participó de manera entusiasta en la ceremonia. Actualmente, las Hermanas de esta Comunidad, fieles al legado y al carisma de los Fundadores, siguen entregando su vida al servicio del pueblo, colaborando en la Pastoral de la parroquia y en la enseñanza

En 1855, el joven de Costitx, Jaime Munar, cons-ciente de la miseria que padecía su pueblo, pensó fundar un hospicio para atender a los enfermos. D. Francisco Arrom, al enterarse del proyecto, rogó al Vicario, D. Martín Más y al joven que lo suspendieran por algún tiempo, ya que cabía la posibilidad de que las religiosas que iba a fundar D.Gabriel Mariano se establecieran allí. Así fue. El Con-vento se instaló el 2 de Febrero de 1857. El mismo día, de manos del Fundador, tomaron el hábito cuatro jóvenes. Todas, junto a sor Francisca Julià, emprendieron la tarea de servicio al pueblo, atendiendo a las niñas y a los enfermos, y cuidando la parroquia. Actualmente, parte del Convento se ha cedido al Ayuntamiento y se ha habilitado como «Centro de día» Isabel Mª Bonnin, fhm

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A MIS HERMANAS:Antonia Barrilero: «Cuaresma: Tiempo de la misericordia de Dios» ......................................................3CAMINANDO:Paulina Aguirre: «Programa ‘Misericordia y Solidaridad’. Reunión del Equipo, en Palma» .............................................................5 CELEBRACIONES: Catalina Rosselló: «Bodas de Plata» .....................................................6 Mª Ángeles Lara: «Bodas de Plata. Monasterio de Santa Clara» ........7LA VIDA EN LAS DELEGACIONES:Bolivia: * Teresa Claure: «Centro de Educación Inicial, El Alto de La Paz» ........8 Perú:* Marta Castillo: «Asamblea anual» ...........................................................9 * Comunidad de Sicuani: «Dejando huellas»................................................. 9* Comunidad de La Perla: «Julio, un niño de la calle» ............................... 10COLABORACIONES:Emilio Velasco: «Huyendo de la Misericordia (II)»................................11LA VOZ DE LA MEMORIA:Secretaría General: «Acción de misericordia en Asís» ...........................12QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN:Margarita Mayrata Nicolau ......................................................................15Justa L. López Juárez ..............................................................................16NUESTRA HISTORIA:♦María Rigo: «Una predicación cuaresmal: gestándose la luz» .................17♦Margalida Oliver: «Efemérides» ..............................................................18CON NOMBRE PROPIO:Isabel Martínez: «Sor María Rigo. Alma vitae» .......................................19A PROPÓSITO DE...Opinión. Paulina Aguirre: «La amenaza de guerra» ...............................22Jornadas. Martha Cupido: «La barca: entraña maternal de Dios» ..........22HISTORIA GRÁFICA DE LA CONGREGACIÓN: VV.AA. «Costitx. Muro. Santa Eugènia y Calonge » ...........................23

EDITA: Congregación de Hermanas Franciscanas Hijas de la MisericordiaApartado de Correos 1315

07080 Palma de Mallorca, BALEARES (ESPAÑA) Tlfs. 971.71.61.23/ 971.71.62.49 FAX 971.71.45.57 E-mail. [email protected]

DISEÑO DE CUBIERTA: Paula Dalià MartorellFOTO CUBIERTA: «Almendro en flor» (Detalle), Margarita Calafat

IMPRESIÓN: Papel Store C/ Alcántara, 14 DP 28006 MADRID Tf.91.576.13.89DEPÓSITO LEGAL 145/1984

COLABORA: Isabel Martínez Moreno

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HISTORIA GRÁFICA DE LA CONGREGACIÓN

COSTITX

MURO

CALONGE

SANTA EUGÈNIA

DELEGACIÓN DE MALLORCA-MENORCA

María Puigserver, fhm

Esperanza Gómez, fhm

Cfr. Historia de la Congregación

Page 3: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

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A M I S H E R M A N A S

Un año más se nos concede entrar en el t iempo de la misericordia de Dios. Cuaresma es, precisamente, abrir el oído a nuestro Dios; dejar que Él nos diga, en lo más profundo del corazón, que somos objeto de su amor. Con esta actitud y con

este deseo, vamos a intentar vivirla como un tiempo privilegiado de Dios, a lo largo del cual, a través de su Palabra, Él nos irá mostrando el camino de nuestra conversión. Al adentrarnos en el núcleo de la Cuaresma, los gestos y las acciones de Jesús nos dejan perplejas; pero en esa perplejidad está grabada la voz de Dios. Con ella insinúa al Hombre el trayecto que ha de recorrer si quiere, como el Hijo, experimentar la filiación divina.En Mc.1, 12-15 (primer domingo) nos da a conocer que el discernimiento es el arma que emplea Jesús para descubrir la voluntad del Padre. Un discernimiento que realiza mediante la oración y el silencio. Por eso, el Espíritu lo lleva al desierto, al lugar de la prueba. Y es que el Espíritu que se le ha dado a Jesús en el bautismo no le separa de la Historia ni de la trama paradigmática de confusión y reprobaciones a las que tiene que enfrentarse una vez que es señalado por el Padre como el Enviado. En esa dualidad, Jesús experimenta la lucha con el mal y la ayuda de Dios mediante la paz. Jesús apuesta por el Reino, por un Dios de quien uno se puede fiar a fondo perdido. Así, desde el inicio, la causa del Reino aparece marcada por el conflicto, las tensiones y las opciones personales enraizadas en los acontecimientos históricos. Ésa es también la realidad en la que nos introduce a nosotras el Espíritu.En Mc.9, 2-12 (segundo domingo) es Dios mismo el que habla para con-firmar a Jesús en el camino que ha elegido. Un camino-Reino que resulta molesto porque rompe muchos intereses establecidos; porque habla de padecer mucho; porque no presenta al Mesías que los discípulos piensan (Mc.8, 27,33), sino el que Jesús describe en su primer anuncio de la Pasión (Mc.8, 31,33) La Transfiguración es la confirmación de Jesús por el Padre, en un mo-mento de crisis, de su filiación e identidad. Y, al reconocerlo como su Hijo Amado, revalida el camino que sigue y enseña, y lo pone como norma de vida y de seguimiento para todos: «Este es mi Hijo, a quien yo quiero. ¡Escuchadle!»En Jn.2, 13-25 (tercer domingo) nos encontramos con un texto sorprendente. El evangelista nos muestra que, con Jesús, se inaugura un tiempo nuevo en las relaciones del ser humano con Dios. Él se presenta como el lugar de encuentro de lo divino y lo humano. Nos muestra a un Dios que, con entrañas de misericordia, quiere ser adorado en el corazón del Hombre.La actuación de Jesús en el templo de Jerusalén, nos pone en guardia frente a posibles ambigüedades, ambivalencias y manipulaciones de lo cultual. Nos sitúa en la tesitura de preguntarnos: nuestras celebra-ciones, ¿son un encuentro con el Dios vivo de Jesucristo que nos impulsa a construir su Reino y buscar su justicia? Nuestras eucaristías, ¿son una escucha sincera de la buena noticia evangélica, una celebración de nuestro compromiso de fraternidad? Nuestra Iglesia, ¿es la Casa del Padre en donde se vive, se celebra y se manifiesta a todos la justicia, la verdad y la paz?

CUARESMA: TIEMPO DE LA MISERICORDIA DE DIOS

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« Cuaresma es abrir el oído a nuestro Dios; dejar que Él

nos diga, en lo más pro-fundo del corazón, que somos objeto

de su amor.»

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A P R O P Ó S I T O D E . . .

Hace pocas semanas nuestras voces se elevaban para cantar ante el recién nacido. «Gloria a Dios en los cielos y en la tierra paz a los hombres». Contemplábamos a Jesús en el pesebre y todo parecía que estaba en paz y armonía. Pero se trataba sólo de un paréntesis, porque en el horizonte, una nube grande y negra amenazaba la Paz. Todo cuanto está aconteciendo últimamente nos hace temer que pronto, desafortunadamente muy pronto, esa Paz, deseo hondo de todo hombre de bien, corre un gran peligro. Se están alzando muchas voces para decir: «No a la guerra». Ya no se trata de quedarnos pasivos, y de decir sólo: «qué lástima». Se trata de ponernos manos a la obra, protestar, firmar, hacer lo que podamos, unir nuestra aportación, por pequeña que sea, a la de tantos otros que quieren y buscan la Paz. Y, de repente, pienso, la guerra será allí y los «ene-migos» serán ellos. Y es que si no estamos físicamente en medio, las bombas caerán sobre otros. ¿Y nosotras? Rezamos para que los líderes busquen soluciones pacíficas y, cuando empiece la contienda, que parece inminente, rezaremos por un fin rápido; pediremos por las víctimas, por los hijos, sus hermanos, familiares ( de un lado y otro) que han sido llamados a «dar su vida por la patria.» Qué frágil es la Paz. Aquella armonía, tranquilidad, serenidad, concordia, calma, sosiego que nos da Dios y que reside, y está en potencia, en lo más profundo de nuestro ser. Lo mejor de Dios; y que, a pesar de tanta resistencia, por nuestra parte, Él sigue ofreciendo: «Mi Paz os dejo, mi Paz os doy.» (Jn.14, 27) Frecuentemente, también aparece la fragilidad de la Paz en la convivencia. En esos pequeños conflictos que mantenemos diariamente; en esas actitudes que rompen la fraternidad, en la imposición del ego que nos domina que, de vez en cuando, nos parece más importante que los hermanos que nos rodean. Esa Paz que se rompe con una palabra, con una idea, o con una mirada. Y que después nos duele tanto. ¿Qué se puede hacer? Juan Pablo II, en su mensaje de Paz del 2003, habla de los: «Gestos de paz que se dan en la vida de personas que cultivan en su propio ánimo constantes actitudes de paz. Gestos de paz son posibles cuando la gente aprecia plenamente la dimensión comunitaria de la vida, que les hace percibir el significado y las consecuencias que ciertos acontecimientos tienen sobre su propia comunidad y sobre el mundo en general.» A propósito de todo esto, recuerdo una pequeña historieta. Dice así: «Paseaba un fraile por la vereda del gran jardín conventual. Allí se encontró con un pajarito amarillo -el más pequeño que puede existir- acostado patas arriba en medio de la senda. Al verlo, le preguntó: -Y tú, ¿qué haces ahí, tirado en el camino? El pajarito, respondió: -Pues mira, me han dicho que el cielo se va a caer. Estoy esperando para aguantarlo con mis patas y que no se haga daño.

LA AMENAZA DE GUERRA

-Si tú eres demasiado pequeño para tal cosa-, le replicó el fraile. -¡Ah, cada uno hace lo mejor que puede con lo que tiene!-, le contestó el pajarito amarillo.» La Paz es frágil, sí. Pero es posible si todas la procu-ramos con lo mejor que tenemos. Hagamos una apuesta firme para evitar la guerra y, cómo no, pongamos también los medios para prevenir las «guerrillas de cada día». Como nos dice Pablo en su Carta a los Tesalonicenses: «Hermanos, no os canséis de hacer el bien»

Inés estaba cruzando un río a través de un puente colgante cuando, de improviso, se rompió la soga que lo mantenía en alto. Del impacto, y al suceder todo de manera tan repentina, Inés cayó al río. A duras penas logró agarrarse a una rama, pero su cuerpo era vapuleado a merced de la corriente. Ella, desorientada, presa del pánico y de la confusión, no sabía qué hacer. Finalmente, armándose de valor, con los ojos cerrados, se concentró y oró a Dios. Con todo su ser, con toda su fuerza y con todo su deseo, le pidió que la ayudara: o bien a salvarse, o a morir dignamente. En esa actitud de oración y súplica íntima permaneció durante un tiempo. Así, hasta que empezó a sentirse serena y pacifi-cada internamente. Entonces, abrió los ojos y la vio: flotaba balanceándose entre el fluir del agua, suave, amable pero, siempre, firme. Inés se quedó mirándola. Era de madera, y toda ella estaba decorada con una artística filigrana en la que estaban grabados todos los dolores y padecimientos que hay en el mundo. Conmovida, Inés empezó a nadar hacia la barca. A medida que se acercaba, se daba cuenta que su interior era un espacio acogedor, cómodo, y dulce, como el útero de una madre, preparado para acoger, guardar, cuidar y proteger a su criatura, en definitiva, para dar vida. Cuando por fin llegó a la barca, Inés se embarcó en su seno. Allí, empezó a sentir una suave brisa. No era fría ni caliente, sino de la calidez adecuada para secar sus ropas y mantenerla caliente. Dentro de ella fue río abajo, y recorrió todo el mudo. También, desde ese lugar acogedor, invitó a las personas que encontraba en su trayecto a experimentar

un paseo en la Barca

JORNADAS DE FORMACIÓN

La barca: entraña maternal de Dios

Con motivo del 25º aniversario de Profesión religiosa cele-brado en Pina, el pasado mes de Enero, parte de la Formación impartida versó sobre la imagen de Dios contemplada desde lo femenino. En un intento de concebir a Dios como Madre, se escribió este cuento a modo de parábola.

Paulina Aguirre, fhm

Martha Cupido, fhm

OPINIÓN:

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A M I S H E R M A N A S

Jesús nos enseña que sólo hay una manera de que nuestra Iglesia sea «la Casa del Padre»: celebrar un culto que nos comprometa a vivir como hermanos, a practicar la justicia que Dios quiere y a encarnar su Palabra. Y para Dios, sagrado son las personas, la vida, la justicia, la paz y las semillas de su Reino que brotan en este mundo.

La palabra de Jn.3,1-21 (cuarto domingo) nos recrea con el diálogo de Jesús y Nicodemo, dos enten-didos de la ley pero con interpretaciones diferentes. Nicodemo reconoce la autoridad de Jesús basada en las obras que hace. Es un hombre abierto a la luz y, en actitud de búsqueda, desea un cambio de vida; por eso, se deja orientar por Jesús cuando le dice que tiene que nacer de nuevo. No entiende nada, pero guarda la Palabra en su corazón y, a partir de ahí, empieza a experimentar su verdadero nacimiento. Por su parte, Jesús pone de relieve que es necesario nacer de nuevo, de lo alto, de Dios, del agua y del Espíritu. Sin estas actitudes, no se le puede aceptar como el Enviado, el revelador del Padre. Y sin creer y acoger a Jesús como el Enviado, como el revelador del Padre, no se puede entrar en el Reino de Dios. En este pasaje, Jesús nos muestra a un Dios cercano al mundo y a cada persona, que toma la iniciativa de amar; que ama sin condiciones, con plenitud y lealtad, que anima y sostiene nuestra vida. De ahí que ser creyente es sentirse amado y llamado a vivir con mayor plenitud. Y es que en el acontecimiento salvífico, la iniciativa siempre procede de Dios. Por último, el texto de Jn.12, 20-23 (quinto domingo) nos introduce en la «hora», en el momento del Padre. Los acontecimientos vividos en esa «hora» son claves para interpretar todos los hechos de Jesús, porque es en la entrega de la vida donde se manifies-tan la gloria y plenitud de Dios: de su amor. La «hora» muestra la fecundidad del amor. Aquí, la amenaza de la muerte acecha a Jesús en todo momento:- Olvidándose de sí mismo, está decidido a dar la

Antonia Barrilero,fhmSuperiora General

«Ser creyente es sentirse amado y llamado a vivir con mayor plenitud. Y es que en el acontecimiento salvífico, la iniciativa siempre procede de Dios.»

«La conversión hunde sus raíces en la buena noticia de la presencia de Dios en la historia; en la historia que tengo que aceptar, de la que tengo que fiarme y por la que tengo que dejarme modela.»

vida por los demás. Jesús sabe que han pactado su muerte, pero no huye. Al contrario, la afronta como cumplimiento de la Escritura, sacralizando así el dolor como fuente de redención: «Era necesario que el Mesías padeciera.»- Es consciente de la transcendencia de su sacrificio: su muerte es un acontecimiento salvífico universal. En

otras ocasiones, Jesús ya había puesto de mani-fiesto que había

venido para salvar a las ovejas perdidas; que no era enviado para los sanos, sino para los enfermos. El cán-tico que proclamó Simeón recobra en este momento su sentido como fuerza de salvación que «atrae a todos hacia Jesús», en esa «hora» de Getsemaní. - Vive su muerte como lucha y como triunfo. Jesús tie-ne plena conciencia de ello cuando afirma: «Si el grano de trigo cae en tierra y no muere queda infecundo; en cambio, si muere, da mucho fruto.» (Jn.12, 24) De aquí se desprende que no se puede dar vida a los demás si uno no está dispuesto a desvivirse por ellos. La vida es fruto del amor y brota en la medida en que nos entregamos. En toda Cuaresma, también en esta, la Luz se presenta como horizonte gozoso. Por eso, vivirla plena y verdaderamente, es prepararse para experimentar en lo más profundo que somos criaturas luminosas,

tejidas a imagen y semejanza de Dios. Ante ese feliz destino, la llamada a la conversión se transforma en fuerza movilizadora del discernimiento y acción reno-vadora, de nuevo nacimiento. Y es que la conversión hunde sus raíces en la buena noticia de la presencia de Dios en la historia; en la historia que tengo que aceptar, de la que tengo que fiarme y por la que tengo que dejarme modelar. Ante ese feliz destino, morir como el grano en la tierra habría de ser la brújula que diariamente marque la meta de nuestras obras y de nuestro ser en el mundo como mujeres consagradas a Dios

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- Formación Con el fin de establecer las ba-ses comunes para la Formación y orga-nizarla de forma sistemática, el Consejo General se reúne con las Formadoras de la Congregación para iniciar el trabajo de elaboración de un Plan General de Formación. El encuentro tiene lugar en Pina, del 4 al 7de Septiembre de 1991. Como resultado de esta importante re-unión, a lo largo del sexenio 1989-1995 se lleva a cabo una reorganización y puesta en marcha de los Equipos de Formación en España, Bolivia y Perú.

- Consejo Plenario Del 14 al 18 de Julio de 1992, y obedeciendo a uno de los acuerdos del XIV Capítulo General, se celebra en Pina, por primera vez, el Consejo Plenario que viene a sustituir las Asambleas inter-medias entre los Capítulos.

- 150 Aniversario de la ordena-ción sacerdotal del Fundador

Se sugiere a todas las Dele-gaciones que recuerden este acon-tecimiento con gozo y alegría. La de Mallorca, lo vive con especial solemni-dad al estar reunido el Consejo General con las Superioras de España e Italia. El aniversario se celebra en la parroquia de Pina, el 24 de Septiembre de 1992. Dentro de este ambiente conmemo-rativo, tiene lugar la entrega del nuevo distintivo de las Hijas de la Misericordia, que sustituye a la Tau. Las responsables de las diferentes Comunidades reciben el nuevo emblema, de manos de la Superiora General.

- Creación de algunas Delega-ciones

Siguiendo la trayectoria del Gobierno anterior, se consolida la re-organización de la Congregación en Delegaciones. Se crean: Perú (1989), Texas-México (1990), y Mallorca y Me-norca (1993)

- Enseñanza Después de varios encuentros entre algún miembro del Gobierno General, la Delegada de Enseñanza y Hermanas dedicadas a esa tarea, y re-cogidas las aportaciones hechas, se re-dacta el Proyecto Educativo de Centros para poder presentarlo, y ser aprobado, al Capítulo General de 1995.

- Fundaciones:Comunidades de «presencia e inserción»:

Con la mirada puesta hacia los lugares más pobres y necesitados, donde hacerse presentes las Hijas de la Misericordia, se fundan las siguientes Casas: - Es Rafal (Palma de Mallorca, 1990) - Pariamarca (Perú, 1992) - Alto de La Paz ( Bolivia, 1994) - En colaboración con Cáritas, se abre una nueva presen-cia al mundo rural en Puebla del Príncipe (Ciudad Real, 1993-1994) - Rapone (Italia, 1995)

Casas de Formación de la Congregación:

Con el fin de que las Forman-das (Novicias) entren en contacto con la mayor pobreza, en 1989 se abre una

- Publicaciones: ♦En 1993 y 1995. Publicación de Los atajos de Dios y Positio super mar-tirio. Dichas ediciones se llevan a cabo conjuntamente con los «Misioneros de los Sagrados Corazones», por tratarse de las biografías de las Hermanas y Hermanos mártires de ambas Congre-gaciones. ♦1994-1995. Comienza la redacción de la biografía de Gabriel Mariano Ribas de Pina. ♦1994. Folletos Con Él. «Dos Hermanos para la Misericordia.»

La Providencia, a veces caprichosa, siempre sabia, labra con sutiles teselas la historia del Hombre. En el caso de sor María, cincela con asombrosa pulcritud su destino y su vocación como mujer de Dios. Con la misma pulcritud y finura con la que ella apren-de de su madre a bordar. De ella aprende a ser hija ella misma. Hija de la Misericordia apasionada de la espiritualidad y del legado de los Fundadores. Admira la semejanza y el mimetis-mo con los que la Providencia teje la historia. Si a sor María una Luz de lo Alto, una estrella, la llama al seguimiento. Otra epifanía de sabiduría, la que alberga el Fundador y que revela al crear la Congregación, es también destello y estrella, que marca el rumbo de sus días y de sus horas. Así, la obra fundacional de D. Gabriel se convierte en claridad para la vivencia de la fe y del Evangelio, como Superiora General y como Hija de la Miseri-cordia. Feliz, así, el destino de la persona cuya andadura vital cobra aliento y vigor en las fuentes mismas de la Vida y de la Luz. Por eso, es fácil imaginar a sor María Rigo aso-mada al Cielo, y abrazada al dorado hilo de la memoria, bordar los recuerdos de aquella feliz epifanía que la condujo al centro del Misterio: a la entraña donde amanece para el Hombre la salvación. Desde el Cielo, desde sus ínsulas luminosas

- Constituciones y Directorio Otro trabajo importante en este período es la adaptación del texto constitucional, tanto a la normativa del nuevo Derecho Canónico como a la riqueza carismática que en los años anteriores se había ido descubriendo e interiorizando. También se integra el esquema de Estatutos, para el funcio-namiento de las Delegaciones, en el Directorio actual. Fueron dos años de trabajo hasta poder presentar ambos textos al Capítulo de 1995.

- 125 Aniversario de la muerte de sor Luquesia

En 1995, la celebración de este peculiar acontecimiento reúne en oración a las Hermanas de Mallorca y Menorca en la cripta de la parroquia de Santa Cruz (Palma), cerca del lugar donde está enterrada «la primera mártir de la caridad», como la define el Fundador.

Casa en la barriada de Sicuani (Lima, Perú) - Barriada de El Alto de San Pedro (Sucre, Bolivia, 1992. Es también Casa de Pre-noviciado y acogida para las Hermanas de la Delegación) - Casa de estudios de Junioras en la barriada de Santa Elena (Cajamarca, Perú, 1993)

Casas para potenciar otras Comunidades:

Vara Gruesa-Chile (Bolivia, 1994) - México D. F (México,1993. Como respuesta al XIV Capitulo General, y por deseo expreso de las Hermanas de potenciar Texas)

Pastoral Juvenil En colaboración con Cáritas Diocesana de Cuenca, en 1990 se es-tablece en esta ciudad una residencia universitaria, con el fin de trabajar pas-toralmente con jóvenes.

[Texto elaborado con la informacíón

facilitada por sor María Rigo, fhm]

Epílogo

Isabel Martínez

Page 5: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

MiseriCordiaeMiseriCordiae 5

C A M I N A N D O . . .

CONSEJO GENERAL

En el número anterior de Misericordiae, ya informamos de la reunión que tendría

lugar en la Casa General, del 7 al 11 de Enero, cuyo objetivo sería trabajar en el Programa «Misericordia y Solidaridad», que todas ya co-nocéis. De las Hermanas asignadas por las Delegaciones, asistieron: Magdalena Moragues (Delegación de Bolivia), Joana Gonyalons (De-legación de Castilla), Margarita Sebastià (Delega-ción de Italia), y Antonia Comas (Delegación de Mallorca-Menorca) No pudieron estar presentes, Estefania Silva ( Delegación de Perú) ni Martha Cupido (Delegación de Texas-México) El trabajo que realizamos a lo largo de esos días estuvo coordinado por Paulina Aguirre, Delegada de Misiones. Partió del segundo borrador, en el que ya se habían incluido las sugerencias hechas por las Comunidades, al objeto de que el Programa sea lo más completo posible, y nos ayude a unificar criterios que respondan a las necesidades de todos los países en los que estamos presentes. Nos parece que este proyecto ayudará a la Congregación a coordinar y canalizar mejor los recursos, y a que su distribución se haga de forma equitativa; además, podrá ser una garantía para las personas a quienes servimos y un marco de actuación para los laicos que cooperan en él. Por tanto, creemos que, lejos de «atar manos» poniendo estructuras, «Misericordia y Solidaridad» nos facilitará ayudar a nuestros destinatarios, «los pobres de Yahvé». El Programa responde a la necesidad de organizar la labor que venimos realizando en los países empobrecidos, con el fin de difundir el sentido de fraternidad al que nos lanza nuestro carisma, de manera que ayudemos a los pobres a ser los promotores de su propio desarrollo y a potenciar su dignidad como seres humanos. Después de la última revisión del texto, lo haremos llegar a las Comunidades. Concluyo con una anécdota de la Madre Teresa de Calcuta cuando llegó a Melbourne para abrir una Comunidad. Al visitar el barrio donde debían establecerse sus Hermanas, entró en una casa polvorienta y oscura. Después de saludar al anciano dueño, le preguntó por qué no quitaba el polvo. Él le respondió: «Como nadie viene a visitarme no tengo razón para hacerlo.» Ante una nueva pregunta sobre por qué no encendía la luz, él volvió a contestarle lo mismo: «Nadie viene a visitarme.» Semanas más tarde, ya en otro país, la Madre Teresa recibió una carta de este mismo señor, diciéndole: «Desde que usted me visitó no se apaga la luz de la lámpara de mi corazón.» Y ese es también nuestro más sincero deseo: que quienes entren en contacto con nosotras o con nuestros colaboradores, sientan que Dios les ha visitado. Que «la semilla y la fuerza» que hemos intentado plantar, con la colaboración de todas, en la elaboración del Programa «Misericordia y Solida-ridad» ayude a extender la presencia del Reino en el mundo

Hermanas del Equipo «Misericordia y Solidaridad»

Programa «Misericordia y Solidaridad»

Paulina Aguirre, fhm

REUNIÓN DEL EQUIPO, EN PALMA

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C O N N O M B R E P R O P I O

es que los catorce años vividos en Roma dejan una huella profunda en su interior. Se siente extraña en su propia casa, y añora a las Hermanas de Italia, a quienes quiere entrañablemente. A este sentimiento se une el malestar porque prácticamente desconoce a las Herma-nas de España. Todo ello, la añoranza y el regreso son fuente de dolor y vive días marcados por la pena. Sin embargo, el tiempo, implacable e inmisericorde, la embarca de lleno en la misión que tiene reservada para ella. Después de un destino en la Comunidad de Plaza Quadrado, en el Capítulo de 1971 es elegida Vicaria Ge-neral y, en el siguiente, en 1977, segunda Consejera General, cargo que ocupa hasta el año 1983, fecha en la que deja de formar parte del Gobierno General, y es destinada a la Casa de Oración y Descanso, de Son Espanyol (Mallorca) De este tiempo guarda un emotivo recuer-do, tanto por el ambiente propio de esta Casa, donde el silencio, la serenidad y la naturaleza son protagonistas, como por su nuevo trabajo: lavar y planchar. Aquí apenas reside un año. Durante el trienio 1984-1987 es destinada al Centro «Ma-ter Misericordiae», como Superiora local. Un destino que valora positivamente, ya que la cercanía a los niños discapacita-dos le da la oportunidad de conocer de cerca la obra y ejercer la misericordia. Algo que continúa realizando desde distintos lugares y servicios. A partir de este momento, su perfil como Hija de la Misericordia, se enfoca, casi exclusivamente, hacia el estudio de las fuentes carismáticas de la Congregación. Mujer apasionada por la labor de los Fundadores, se dedica en cuerpo y alma a investigar la obra funda-cional de D. Gabriel y sor Concepción. Por eso, conscientes de su capacidad y preparación para esta misión, con buen criterio, sor Francisca Riutord y su Consejo la eximen de ciertas ocupaciones para dedicarse a este trabajo. Concretamen-te, para la transcripción y publicación de los Escritos del Fundador, labor que aún estaba por completar. Con este motivo, y a fin de que pueda tener un ambiente apropiado para el estudio y la investiga-ción, el 25 de Julio de 1987 es destinada a Valldemossa. Dos años después, en 1989 lleva a la imprenta los tomos III, IV y el V de los Escritos de D. Gabriel y el pri-mero, hasta entonces, de la Fundadora,

Con el corazón y la mente alimentados por la savia de la figura y la obra de los Fundadores, sor María llega al Gobierno General con dos in-quietudes fundamentales. La primera, como ella misma explica, «ayudar a las Hermanas a descubrir la fuente de la felicidad, que es la vivencia auténtica del misterio del Padre, contemplado en la Palabra y experimentado en nuestro interior por el don del Espíritu Santo. Es decir, ayudar al crecimiento espiritual de las Hermanas. Esto lo hice desde mi más profunda convicción de que la vida religiosa debe profesar exquisito amor a la dimensión teologal: debe cuidarla con particular esmero, debe vivirla con pasión y debe gozarla como el don más precioso.» La segunda, impulsar y animar la Formación, tal y como había sido acordado en el Capitulo para el sexenio 1989-1995. Además de éstas, como ella también manifiesta, otra inquietud cons-tante es la de «continuar la tarea de los Gobiernos anteriores de descubrir la belleza del carisma de la misericordia, así como revitalizarlo y amarlo. En su ánimo está siempre el deseo de ofrecer a las Hermanas la posibilidad de beber en las fuentes de su patrimonio espiritual, siempre ancladas en una profunda experiencia de Dios.» Con este pro-pósito, juntamente con las Consejeras Generales, proyectan un Programa de

Formación a través del Boletín, Jorna-das de Formación Permanente y otros encuentros. Asimismo, con motivo de las Bodas de Plata y Oro de las Hermanas, su Gobierno General tuvo particular interés en ofrecerles la oportunidad de unos días de Formación intensa, en Pina. En 1993, un grupo de Hermanas, a sus 25 años de vida religiosa, tuvo la ocasión de practicar los Ejercicios Espirituales de mes. Durante los años 1992-1994, y dentro de esta constante inquietud de revitalizar el carisma, sor María dirige Ejercicios Espirituales en todas las Dele-gaciones. Un total de nueve tandas, cen-tradas todas ellas en el binomio: Palabra de Dios y carisma de la misericordia en los Escritos de los Fundadores. El hecho de que las Hermanas dispongan de los textos, facilita la comprensión del caris-ma, además de despertar el interés y avivar el amor a la Congregación.

Inquietudes y proyectos princi-pales de su Gobierno

Desde el inicio de este sexe-nio, el servicio de su Gobierno estuvo probado por el auténtico signo de la Cruz. En uno de los viajes realizados a Guinea Ecuatorial, la Vicaria General, sor Juliana García-Lajara, es afectada de paludismo, enfermedad que, al ser desconocida en nuestro país, la mantu-vo gravemente enferma durante mucho tiempo. También, una de las Consejeras, sor Lucía Bennasar, presenta la renuncia por motivos de salud. En medio de este sufrimiento y de esta escasez de medios humanos, experimentan la fuerza del Señor para afrontar el sexenio, animando a las Hermanas, organizando y efec-tuando los distintas realizaciones.

- 175 Aniversario del nacimiento y bautismo del Fundador

En todas las Delegaciones, según sus posibilidades, se vive y festeja este acontecimiento en actitud de ac-ción de gracias. En Palma de Mallorca, se celebra una Eucaristía, presidida por el obispo, Teodoro Úbeda, el 4 de No-viembre de 1989. La ceremonia tiene lugar en la parroquia de Santa Eulalia de Palma, donde fue bautizado D. Gabriel Mariano.

sor Concepción de San José. Ese mismo verano, en el XIV Capítulo General, es elegida Superiora General, cargo que ocupa hasta 1995. Durante el sexenio que abarca su Gobierno, desempeña el cargo de Presidenta de la Confer Regional de Baleares y, como tal, es miembro de la Junta Directiva de Confer Nacional. Desde 1995, reside en la Comunidad de Marratxinet, donde continúa compa-ginado su labor investigadora sobre la Historia de la Congregación y los Funda-dores (concretamente, en sus sermones) con su cargo en la Casa de la Iglesia, como Delegada de Vida Religiosa.

Acontecimientos más importan-tes del Sexenio 1989-1995

Page 6: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

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C E L E B R A C I O N E S

BODAS DE PLATA

El día 15 de Enero era la fecha para reunirnos en Pina un grupo de Hermanas que estábamos celebrando los 25 años de Profesión. Ya sabéis: Marta, Catalina, Elena, Celia, Teresa, Gloria y Elva.

¿Cuál era nuestra ilusión? Encontrarnos, hablar, ponernos al día de lo vivido, compartir... Lo demás (sermones) era un añadido secundario. Así lo admitíamos abiertamente. Pero vayamos por partes. Día 16. Para caldear el ambiente, excursión, con comida incluída, a Lluc. Completas y «foguerons», en Sa Pobla.Día 17. Ya fue otro cantar. Nos presentaron a Pilar Yuste, una mujer alta, guapa, joven, espontánea... y, teóloga. Tema: «Dios Padre-Madre». Y con ella empezó todo: fue como ponernos con la cara al viento y respirar, y gozar, y querer más; fue renovar nuestras entrañas al ritmo de Dios e ir leyendo la Palabra, la vida... desde nuestra mirada de mujer y sintiéndonos miradas por una entrañable Madre. Palabra, interiorización, expresión, plegaria... Ruab (espíritu) «¡Oi, oi, oi..!» , cómo decía Pilar delante de un buen plato de comidaDía 22 ¡Otra presentación! Juan Ignacio Aguirre, ofm, un vasco de aspecto austero, serio y deportista. «Problemática humana y espiritual de la mitad de la vida.» Ahí estábamos todas, con la problemática que cada cual sabía como suya y la que se iba descubriendo. ¡Menudo resultó el hermano! Un motón de folios y un tono de voz que no daba tregua, psicología y espiritualidad, firmeza

y gran humildad... Como diciéndonos: ahí va eso si queréis ser honestas en vuestra vida y con los demás. Y empezó a hablar de vivir a fondo; de qué pasa cuando aparece Dios de una manera auténtica y real, de etapas, crisis, límites, posibilidades, autenticidad, vida... Sí, ahí va eso.

Ya nos hubiéramos parado aquí, la verdad. ¿Para qué añadir más? Habíamos formado grupo y los temas habían sido lo suficientemente fuertes para remover mucho por dentro. Pero, venga, ¡a Madrid!... No sabíamos la que nos esperaba. Y en Colmenar, cerca de las montañas nevadas de la Sierra madrileña, conocimos gente nueva. Éramos un grupo de 32. Tema: «Mi vida: Historia de Salvación», organizado por el Instituto de Vida Religiosa. Fue retomar lo anterior, resituarlo y trabajarlo, con una dinámica ágil, intensa y comprometida. Momentos en los que pudimos conectar con nuestro dolor y nuestro gozo; momentos fuertes, de soledad y de sentirte hermana, momentos de perdón, de agradecimiento... Momentos de vida, momentos de Dios. Como la vida misma.Y llegó la despedida. El abrazo que nos dimos fue con más lágrimas contenidas que otra cosa. Algo nos había pasado que había permitido un encuentro no fácil y sí profundo. Cinco partieron hacia América. Me dieron unas letras para que pudiera hacer este escrito en nombre de todas. Algunas ideas, muchas experiencias y un «gracias» a todas las que lo habéis hecho posible, las Hermanas de nuestras Comunidades y las del Consejo. Han sido 25 años de Profesión, y la vida continúa

Catalina Rosselló,fhm

Pina, Mallorca

«Fueron momen-tos en los que pu-dimos conectar con nuestro dolor y nuestro gozo; momentos fuer-tes, de soledad y de sentirte herma-na, momentos de perdón, de agra-decimiento...»

«Renovar nuestras entrañas al ritmo de Dios e ir leyendo la Palabra, la vida.»

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C O N N O M B R E P R O P I O

SUPERIORAS GENERALES (IV)SOR MARÍA RIGO PROHENS: «Alma vitae»

El Cielo tiene ínsulas lumi-

nosas por don-de la Luz desti-la su lenguaje más dichoso, su Palabra más sonora. Y, así, a través de esa Claridad, desde lo Alto, las almas

experimentan la beatitud de Dios. Voz espigada en candoroso haz de estrellas que, en su fugacidad, hablan y atraen a quienes, con los ojos prendidos en la Cima, se sienten felizmente llamados. Voz fecunda y reverente que, de tanto resplandor, a la vez que ciega, enciende el corazón de los elegidos. Y, así, gozo-samente bendecidas, esas criaturas em-prenden la carrera del Reino. Y lo hacen ofreciendo su ser entero a sembrar la Luz, la Palabra, en todo cuanto hacen, son, oran, viven y esperan. Seres dichosos, como sor María Rigo, para quienes «hay cielos indecibles/ so-bre el paisaje interior». Cielos, manantia-les de estrellas semejantes a aquella Epi-fanía de Luz que una Navidad, haciendo Ejercicios en el Convento de las Hijas de la Misericordia de S’Horta, su pueblo, le indica el camino del seguimiento de Jesús. Ahora, años después, «el dulce recuerdo de las formas dormidas», que también evocara Rilke, se despereza con una nitidez asombrosa, recreándo-le, paso a paso, cómo y dónde nace su vocación: «Entré en los Ejercicios sin la menor intención de ser religiosa y salí sintiendo muy viva la llamada de Dios. Es decir, experimenté con claridad que Dios me llamaba.» Tiene entonces 17 años, y aquella deci-sión y claridad no la han abandonado nunca. Tampoco el desgarro y la triste-za que supone para ella esta opción. Como María, también ella tiene que guardar esa Voz en su corazón; es su secreto de adolescente. Aconsejada por su director espiritual, Mn. Antonio García, no comunica su opción a nadie, ni siquiera a las religiosas. Una decisión tomada por varias razones. Primera,

Vocación y Destinoporque no es mayor de edad y, tal vez por ello, sus padres podrían oponerse. Segunda, los paseos dominicales de sor María con un joven pretendiente. Una relación de cinco años, pero sin ningún futuro, porque el Señor, como a Saulo, ya la ha seducido con la Luz cegadora del Amor.

El tiempo que ha de esperar hasta abrazar su destino transcurre en S’ Horta (Felanitx, Mallorca), donde nace el 28 de Junio de 1928, en el seno de una familia -C’ an Corraler- querida en el pueblo, cristiana y muy trabajadora. Ella es la penúltima de siete hermanos (cuatro hombres y tres mujeres) Al ser la más pequeña de las niñas, su padre la trata con un cariño especial. Asiste al colegio de las Hijas de la Misericordia. Aunque es una chica como todas, des-de muy joven tiene que llevar el peso de la casa debido a que su madre no gozaba de mucha salud y necesitaba de ella. Al estar casadas ya sus dos hermanas mayores, ella tiene que asu-mir la responsabilidad. Por este motivo, desde siempre es de gran ayuda para sus hermanos. Por deseo expreso de su madre, mujer detallista y de fino gusto, aprende a bordar a mano, cosa que lle-ga a hacer con bastante perfección. Tanto sor María como sus her-manos frecuentan a menudo la iglesia. Ella es catequista y los chicos fueron pasándose el testigo de monaguillo a lo largo de mucho tiempo. En el pue-blo vive los tiempos de apogeo de la Acción Católica, beneficiándose de la formación que propician los círculos de estudio. Así transcurre su vida hasta que, a los veintidós años decide dar el paso. Aunque inicialmente piensa en las «Her-manas de la Caridad», cuando el con-fesor le pregunta por la Congregación en la que va a entrar, no le da opción: «No, tú tienes que ser Franciscana.» Una decisión que acepta con agrado y de la que ahora se siente orgullosa: «Hoy soy feliz de haber ingresado en las Franciscanas. ¡Mira por donde me vino el acierto!» Pero aún faltaba por superar el

A pesar de las dificultades iniciales, el 13 de Abril de 1950, ingresa como Postulante. Seis meses después, el día 12 de Octubre de 1950, inicia el Noviciado, con sor Catalina Martí como Formadora. Realiza su Primera Profesión el día 13 de Octubre de 1951 y, cinco años después, el 6 de Octubre de 1956, la Profesión Perpetua. En Mallorca realiza los estudios de Bachiller y Magisterio, al término de los cuales, en 1957, es destinada a Roma, donde ese año se funda la Casa de «San Cosimato». Allí estudia Teología en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino. El 4 Mayo de 1970 obtiene la Licenciatura en Ciencias Religiosas, con la Tesis: «La vida religiosa como una concreción de la vida bautismal». De regreso a Mallorca, a los pocos días después, la invade una fuerte nostalgia de la Ciudad Eterna,y

Primeros Años de Vida Religio-

escollo más difícil: comunicar la decisión a su familia. No sin cierto temor y temblor, se lo hace saber al padre quien, para sorpresa suya, acoge la noticia favora-blemente. No ocurre lo mismo con la madre que, como ella misma declara, «por muchas y justas razones», no acep-ta la decisión. Evidentemente, esto le acarrea un gran disgusto. Sin embargo, se mantiene firme en su opción. Aunque si el padre ya le había sorprendido grata-mente, la sorpresa de la madre estaba por llegar. A pesar de sus reticencias y de su oposición, al aproximarse la fecha de la partida de sor María, hace lo imposi-ble por conseguir un coche, el único que había en el pueblo, para acompañarla a Pina. Algo que, aún hoy, sor María sigue sin explicarse cómo pudo arreglárselas para hacerse con el vehículo. Unos dos años después, su hermano Juan toma el mismo camino, e ingresa en la Congregación de los «Misioneros de los Sagrados Corazones.»

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BODAS DE PLATA DE Mª ÁNGELES LARA, CLARISA

Monasterio de «Santa Clara», Palma de Mallorca

Mi historia es una historia de amor con Jesús, su llamada ilumina mi debilidad. Su mirada divina se cruzó con mis ojos cansados. Entró en mi vida buscando mi amor, y aquí estoy con Él, en la ribera del silencio de la oración, que son las redes mejores para pescar. Queridas Hermanas, Hijas de la Miseri-cordia, Paz y Bien. Como muchas sabéis, las pruebas que he sufrido por mi vocación y mi firmeza en seguir a Jesús, me han hecho remar «Mar adentro», donde está la luz del amor y la esperanza. Lo que sucedió en mi, me resultaba muy difícil de entender. Hasta que entré en el misterio de Dios y comprendí el destino de todo. Y pensé, ¡quién me diera alas de paloma; emigraría le-jos y habitaría en el desierto! Y me sacó a un lugar espacioso y afianzó mis pies sobre roca y aseguró mis pasos. Me puso en la boca un cántico nuevo y eché raíces en un sitio glorioso. La voluntad de Dios se ve clara en mi vida. Escondida en Dios, espero el tiempo de la poda: el momento de hacer las Bodas de Plata, que es un de-seo de Dios en mí. El cántico de la tórtola se oye en los jardines del Amado: «Ven a mí, tortolilla de Dios; déjame ver tu rostro; déjame escuchar tu voz; porque es muy dulce tu voz y hermosa tu figura.» Por la gracia de Dios he querido seguir riendo entre luchas, mareas y vientos. Y ahora sigo cantando porque mis Hermanas Franciscanas, Hijas de la Misericordia fueron las primeras que pusieron en mi vida los cimientos del Evangelio. Mi gratitud para con ellas, tanto a las que están en el Cielo como a las que aún están en la tierra. Un abrazo de vuestra Hermana en san Francisco y santa Clara.

Palma, Monasterio de Santa Clara, 27 de Enero de 2003

Religiosa de nuestra Congregación, donde Profesó en 1971. Antes de hacer sus Votos Perpetuos, salió de la misma. Al sentir desde siempre la llamada de Dios a la vida contemplativa, ingresó en el Monasterio de monjas clarisas de Palma de Mallorca. El próximo 2 de Mayo celebrará sus Bodas de Plata como clarisa. Con este motivo quiere compartir con nosotras su alegría.

Mª Ángeles Lara en el Monasterio

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EFEMÉRIDES: ITINERARIO BIOGRÁFICO DE LOS FUNDADORES

1834 Día 29. En medio de una gran fiesta, desde Palma a Santa Eugè-nia, D. Gabriel traslada la imagen de Jesús Resucitado, que encargó restaurar al escultor Borrás.

1843 Día 18. El hermano del Fundador, Miguel Mariano, se encuentra en Roma para pasar la Pascua con él.

1845 Día 8. En una carta emotiva, llena de piedad y de celo, envía al Vicario de Biniali, Juan Mercadal, una reliquia de la Vera Cruz.

1861 Día 6. Gabriel Mariano solicita al obispo que continuaran en su car-go los coadjutores: Rafael Barrera, Bartolomé Coll y Lorenzo Pons.

1871 Día 11. «Decretum Laudis» y aprobación «Ad interim» de las Constituciones de las Hijas de la Misericordia.

1921 Día 11. El Ministro General de la Tercera Orden Franciscana, el P. Arnaldo Rigo, investigando en el archivo de la Sagrada Congre-gación, en Roma, encuentra en el dossier propio de las Hijas de la Misericordia el «Decretum Laudis» que había permanecido en la ig-norancia, exactamente durante 50 años.

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1831 Día 17. D. Gabriel Mariano hace su Profe-sión como Terciario Franciscano seglar, en el Convento de «San Francisco», en presencia del Visitador Fr. Juan Cabrer.

1833 Día 6. D. Gabriel recibe la tonsura clerical y obtiene la capellanía en «San Nicolás», de Por-to Pí, Patronato del Ayuntamiento de Palma, al que renuncia veinte años después.

1838 Día 5. Josefa Ribas de Pina se integra a la «Asociación del culto perpetuo del Sagrado Corazón de Jesús.»

1842 Día 8. D. Gabriel viaja a Roma con la inten-ción y el deseo de abrazar la Regla Francis-cana.

Día 22. El Fundador llega a Roma, a las nueve de la noche. Tiene 27 años.

1844 Día 19. D. Gabriel, por falta de salud, deja la Ciudad Eterna y regresa a Mallorca.

1859 Día 3. La Congregación se instala en la villa de Santanyí. D. Gabriel Mariano da el hábito a una Hermana. Al día siguiente se inician las clases. Fue la octava Fundación.

1861 Día 10. El Fundador manda imprimir las Constituciones de las Hijas de la Misericor-dia, redactadas por él. Aunque se desconoce el día exacto, con esta fecha existe un recibo de la imprenta Guasp a D. Gabriel referente a la impresión y encuadernación de 150 ejemplares de estas Constituciones.

1871 Día 17. El obispo Salvà comunica a D.Gabriel Mariano la obtención del «Decre-tum Laudis», por parte de la Sagrada Con-gregación, con algunas advertencias que la Congregación de Obispos y Regulares hizo a las Constituciones de las FHM

MES DE ABRIL

N U E S T R A H I S T O R I A

MES DE MARZO

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BOLIVIA

Aniversario CENTRO DE EDUCACIÓN INICIAL (CEI), EL ALTO DE LA PAZ

LA VIDA EN LAS DELEGACIONES

Este mes de Marzo, concretamente el día 4, el Centro de Educación Inicial (CEI) cumple el 7º

Aniversario desde su creación. A su llegada a Bolivia, las Franciscanas Hijas de la Misericordia constataron la gran cantidad de niños pobres existentes en la zona de El Alto. Ante esta realidad, alquilaron una casa para acoger y dar alimento a un buen número de esos pequeños.Con el paso del tiempo, el local se quedó pequeño para alojar a los niños. Por este motivo, se vieron en la necesidad de construir un Centro multi funcional, financiado por Walter Gasper y su esposa, quienes hicieron posible este proyecto. El CEI se inauguró el 29 de Junio de 1995, entran-do en funcionamiento el 4 de Marzo de 1996. La dirección estuvo a cargo de las Hermanas, Manuela Villaverde, Silvia Márques y Celia Lora.Al principio, la guardería acogió a una treintena de niños, de uno a seis años. Posteriormente, Catalina Febrer asumió la dirección del Centro, quien ahora realiza la tarea de administradora. Actualmente, bajo la dirección de Mª Encarnación Concha, el Centro acoge a 400 niños aproximada-mente, en sus diferentes módulos. Sus servicios abarcan: Guardería, Comedor popular, Cursos de Reforzamiento a escolares, Biblioteca, y Rehabilita-ción para niños y jóvenes con alguna discapacidad.La Guardería cuenta con 200 niños, de uno a seis años. Gracias al programa «Manitos» se proporciona alimento a los pequeños y becas (sueldo) a las 21 educadoras que se encargan de la educación básica, la alimentación y la higiene de los escolares. El Comedor popular atiende a unas 150 personas, entre niños de edad escolar, jóvenes y adultos. Aquí se les da diariamente el almuerzo. Cuenta con 3 personas dedicadas a esta actividad.

A los Cursos de Reforzamiento escolar asisten alrede-dor de 100 niños, bajo la tutoría de 4 profesores y/o voluntarios, encargados de consolidar y mejorar sus conocimientos. La Sala de Niños Especiales presta servicio a 30 niños y jóvenes que presentan diferentes minusvalías. Están atendidos por 1 Fisioterapeuta y 3 Educadoras. Además, se cuenta con la colaboración de 2 jóvenes, en proceso de reinserción laboral, quienes realizan actividades de educación básica e higiene, manualidades, ayudando también en el comedor.Asimismo, el Centro acoge el «Club de Madres». En él se realizan actividades de Corte y Confección, Alfabeti-zación y Formación humana. Hasta hace poco, el Club lo dirigían las Hermanas, Victoria Pérez y Arminda Salazar. El funcionamiento y el mantenimiento de la obra social que realiza el CEI es posible gracias a nuestra entrega y servicio; a la Fundación «Liliane Fons» (Holanda) que asigna recursos económicos para la rehabilitación, ciru-gías y medicamentos, entre otras prestaciones, así como a las donaciones de personas conocedoras de esta acción, tanto bolivianas como extranjeras, que contribuyen con recursos humanos y económicos.Las Hermanas de la Casa de El Alto trabajan en comu-nidades eclesiales base y en grupos juveniles

Teresa Claure,fhm

Patio interior del CEI

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N U E S T R A H I S T O R I A

UNA PREDICACIÓN CUARESMAL: GESTÁNDOSE LA LUZ

A lo largo del 2003, las Hijas de la Misericordia recordaremos algunos de los acontecimientos que, con la perspectiva de 150 años de historia, calificamos como indicadores de un proyecto de

Dios a favor de los desheredados; reveladores de un peculiar carisma, y mediadores de la bondad y de la misericordia de Dios. En su momento, los celebraremos con gozo y acción de gracias. Hoy, a las puertas del tiempo de Cuaresma, destacamos la predicación cuaresmal, en Pina, de D. Gabriel Mariano Ribas de Pina, del 12 de Febrero al 29 de Marzo de 18531 . Si comentamos esta predicación, no es tanto por su contenido como por el momento en que se dio y por las circunstancias que la rodearon.La trayectoria de D. Gabriel Mariano como predicador cuaresmal abarca del año 1846 hasta 1872.2 Den-tro de estos años, se produjo un paréntesis. Concretamente, en 1852 no predicó ninguna. El motivo se debió a que desde el 2 de Julio de 1850 hasta el 31 de Enero de 1853, ocupó el cargo de ecónomo en la parroquia de Santa Eulalia. Un breve período de tiempo, pero suficiente para que la semilla que Dios depositó en su corazón, germinara y cambiara el horizonte de su vida.3

Quiero pensar que D. Gabriel centrara la predicación cuaresmal en el Misterio de la Salvación y que con su palabra interpelara a tomar conciencia de este acontecimiento esencial, así como de la necesidad de una auténtica conversión. En los temas que desarrollaba, tenía muy presente la condición humana de finitud y de muerte. Con vehemencia, intentaba poner en los corazones de sus oyentes el amor desbordante de Dios; el fin del hombre; la gravedad del pecado; la importancia de la oración, de la penitencia, del perdón, de la Palabra y de misericordia de Dios. D. Gabriel enfatizaba en este amor de Dios a lo largo de la predicación de la Semana Santa y, más concretamente, en el pasaje de la Pasión del Señor, cuya meditación es elemento peculiar de nuestra espiritualidad. Así está indicado en el Capítulo XIV de las Constituciones del Fundador, donde se hace referencia a que las Hijas de la Misericordia teníamos que medi-tar, diariamente, la Pasión de Jesús. También, la práctica del Via Crucis ocupaba un lugar destacado.Ya hemos señalado cómo en fechas próximas a la predicación de la Cuaresma en Pina, el año 1853, D. Gabriel dejó su cargo en Santa Eulalia. Entre otras razones, porque sentía la necesidad de discernir la voluntad de Dios. Salió la ciudad y se trasladó al campo. La Cuaresma le ofrecía un tiempo de reflexión y de silencio; de búsqueda y de fidelidad a un querer de Dios que to-davía no veía con claridad. El contacto con la naturaleza y con las necesidades de la gente del pueblo le inspiró una nueva esperanza, una luz que un día hizo florecer la semilla que albergaba en su interior

María Rigo, fhm

1Se trata de su séptima predicación sobre la Cuaresma. 2Sobre esta particular predicación, Cfr. Pere FULLANA. Joan LLABRES., Gabriel- Marià Ribas de Pina (1814-1873) Palma, Congregación de Religiosas Franciscanas,1997; pp. 117-119. 3Dejamos abierto el proceso del crecimiento de dicha semilla que terminará dando copiosos frutos y que en otra ocasión reemprenderemos para retomar el tema de la Cuaresma de 1853

«Tiempo para que la semilla que Dios

depositó en el cora-zón del Fundador, germinara y cam-biara el horizonte

de su vida.»

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PERÚ

Los días 26 al 30 de Enero, las He r mana s de l a De l eg a -

ción de Perú nos reunimos en La Perla para celebrar la Asamblea anual. El lema de nuestro encuentro: Unidas, caminemos en la esperanza. Con la Eucaristía como centro de nuestra convivencia fraterna, los dos primeros días los dedicamos a la Formación. La Hermana María del Carmen Cid, de la Congregación de religiosas de «San José de Gerona», fue la responsable de impartir los temas sobre: Liturgia de las Horas y Lectio Divina en los Fundadores. Esto nos facilitó adentrarnos en la experiencia concreta de D. Gabriel y sor Concep-ción Ribas de Pina.

Asamblea anual

«UNIDAS, CAMINEMOS EN LA ESPERANZA»

Marta Castillo, fhm

El tercer día tuvimos una jor-nada genuinamente familiar e íntima, yo diría que hasta necesitada, y por lo tanto, ansiada por todas. Fue el mo-mento de compartir abierta y fraternal-mente la experiencia vivida a raíz de los últimos hechos acaecidos en nuestra Delegación; acontecimientos que han supuesto dolor, pero que queríamos releer a la luz de la fe. Nuestra comu-nicación fue una verdadera y auténtica catarsis. Ayudadas de unos textos de la Palabra, pusimos todo en manos del Padre de la Misericordia para que nos sane las heridas y nos ayude a re-hacer nuestro presente con profunda fe y esperanza.Todo lo vivido, así lo reconocemos, forma parte de nuestra

particular historia de salvación. Fue un momento de gran transcendencia, en el que todas las Hermanas expresamos, con sinceridad y profunda convicción, nuestra lealtad, amor y gratitud hacia la Congrega-ción. Desde una clara conciencia de fraternidad, en una Iglesia necesitada de la presencia misericordiosa del Pa-dre, nos sentimos animadas a seguir extendiendo nuestra misión. Clausuramos la Asamblea con una bonita excursión a Lunahuaná, un pueblo rico en producción hortofruc-tícola y en camarones. Regresamos a las Casas con una buena dosis de compromiso y esperanza

La Secretaría delegacional nos propuso elaborar un texto en el cual quedara reflejado algo de lo que somos

y hacemos por aquí. Cometido que, por escrito, no nos resulta fácil, pero lo vamos a intentar. A modo de retazos, os comunicamos algunas de las actividades que realizamos a lo largo del curso pasado.- Colegio Estatal de Primaria y SecundariaLos profesores nos invitaron a impartir las clases de Re-ligión, y de este modo, ayudarles en su misión, debido a las peculiares características del Centro. Se trata de un colegio conflictivo, ya que asisten ciertos grupos de chicos violentos del barrio. La mayoría, con problemas afectivos, económicos y de subsistencia. Evidentemente, la propuesta de los responsables del colegio era una tarea difícil, pero la aceptamos para hacer vida nuestro carisma de misericordia en la gente que vive tantos problemas y que repercuten en sus hijos. Además, nuestra presencia en el Centro nos dio la oportunidad de visitar a sus familias, descubriendo la dura realidad en la que están inmersos. Después de ver y palpar tantas dificultades, creemos que vale la pena vivir y compartir con ellos.

-Rosario en familiaDurante el mes de Mayo, nos organizamos en grupos para rezar el rosario, cada día en una casa diferente. Esta expe-riencia nos permitió descubrir la fe de un pueblo sencillo y religioso. Aunque constatamos que muchos no sabían rezar, sentimos que la Virgen los acompañaba. Al final, nunca faltaba la invitación a tomar el «tesito» o a comer un «pancito» con mantequilla, aunque algunos no tenían ni espacio donde recibirnos ni sillas para sentarnos.

Sicuani DEJANDO HUELLAS

Charo, juniora, junto a un grupo de niños

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JUSTA LIDIA LÓPEZ JUÁREZ Nace en Uchuy Huamachuco - La Libertad (Perú), el 9 de Agosto de 1976. Ingresa en la Congregación en Abril de 1993, en la Comunidad de Huamachuco, a los dieciséis años de edad. En 1996 inicia el Noviciado en la Comunidad de Sicuani. Emite su Primera Profesión temporal en Enero de 1998, en Llacanora. En la actualidad reside en La Perla-Callao, donde realiza estudios de Teología, en el ISET «Juan XXIII», Lima. Colabora en la Catequesis de Primera Comunión y de Bautismos en el asentamiento humano «Susana Higuchi», en la parroquia «San Pablo de la Cruz»

P: ¿Cuándo sentiste la llamada del Señor?R: Mi vocación nació en mi humilde hogar. Mi pa-dre, como catequista, nos ayudaba a crecer en la vida cristiana. La llamada la sentí a los doce años, cuando terminé mis estudios de Primaria. Concretamente, a raíz de escuchar a mis papás hablar sobre la con-versación que mi padre había mantenido con sor Catalina acerca de mi posible vocación. Al parecer, le comunicó a la Hermana que tenían que esperar a que yo cumpliera los diecisiete años y fuera mayor de edad. Yo, entonces, desconocía lo que era la Vida Re-ligiosa. Me lo imaginaba por lo que contaba mi papá, que conocía a las Hermanas. Pero, la verdad es que desde aquel momento surgió en mí la inquietud de querer conocer a las religiosas. Sin embargo, como mi pueblo queda muy distante, no era posible ir a verlas. Cada vez que mi papá venía a Huamachuco, Catalina me mandaba un libro. A los dieciséis años, cuando cursaba el Tercer año de Media, se cerró el colegio de mi pueblo. Fue entonces cuando tomé la decisión de realizar la experiencia. Y así fue. Entré en Huama-chuco y terminé los dos años que me quedaban con las Hermanas. Fue un tiempo de prueba. Me costó mucho porque era la primera vez que me alejaba de mi familia. Gracias a Dios, con la ayuda de las Hermanas, fui superándome. El hecho de estudiar y participar del trabajo que realizaban las monjas, así como conocer su entrega total y su sencillez, me ayudó a decidirme por la Vida Religiosa.P: ¿Por qué optaste por la Congregación de las Franciscanas Hijas de la Misericordia?R: Sencillamente, porque en mi pueblo no había otra Congregación. Cuando participé en Confer conocí muchas Congregaciones, pero entonces yo empeza-ba a conocer y a amar a las Hijas de la Misericordia. Para mí era la mejor. Yo creo que el testimonio de las Hermanas con las que me tocó vivir entonces y

las obras que realizaban me ayudó a optar por esta Congregación.P:¿Cuál es el rasgo que más te atrae de esta familia religiosa?R: La sencillez, la entrega y el trabajo con los hermanos más olvidados y marginados de nuestro pueblo. Esto lo vi en Huamachuco. Y es, sin duda, tarea de todas porque este es nuestro carisma: aliviar las miserias de nuestros hermanos. Otro rasgo es el testimonio de las Hermanas mayores. Admiro su disponibilidad para la misión, dejándolo todo para ir donde las necesita la Congregación. También, la acogida y el valor dado a la vida fraterna. Hago mías las palabras del Fundador, que son mujeres para el pueblo.P: ¿Qué ha supuesto para ti la opción de consagrar tu vida al Señor y al servicio de los hermanos en la Congregación?R: Desde luego, dolor por el hecho de dejarlo todo para iniciar una vida distinta y nueva. Pero, al mismo tiempo, me ha proporcionado mucha riqueza, por-que me ha ayudado a crecer como persona, tanto en lo humano como en lo espiritual y en lo intelectual. También ha supuesto un gran compromiso con mi pueblo, un desafío, porque la respuesta al Señor es de cada día. El hecho de salir de mi casa me ayudó a valorar mi pueblo y a querer a mi familia. Sé que dejé una familia muy querida, pero encontré otra que me acogió con mucho cariño.P: ¿Cuáles son tus proyectos para el futuro?R: Ser feliz junto a Dios, quien me ama sin límites. También, hacer felices a las personas con quienes com-parto mi vida. Otro deseo, y así se lo pido al Señor de todo corazón, es que ame y viva como lo hizo Jesús. Por supuesto, seguir conociendo más a mi Congrega-ción para amarla, y, así, encarnar luego el carisma allí donde me encuentre

Secretaría General

QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN

Page 10: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

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Dos Hermanas de esta Comunidad realizan la pastoral en el asentamiento humano «Susana Higuchi», en el distrito de Ventanilla. Un lugar marginal donde la gente vive en condiciones de extrema pobreza, especialmente los niños. Como Julio, cuya estremecedora historia es objeto de este escrito.

Julio P. R, de ocho años, perdió a su madre. Desde en tonces, abandonado por el padre, alcohólico, vivía con

su tía. A causa de su carácter difícil, lo trataba muy mal. Hasta el punto de echarlo de la casa, obligándole a dormir en el gallinero. Cuando estuvo con nosotras, manifestaba que las gallinas eran como sus hermanas y que las extrañaba más que a la tía y al resto de su familia.Cansado de ser maltratado, se dedicó a vivir en la calle. En sus correrías, fue a sentarse a la puerta de la parroquia. Allí lo encontró el párroco una noche. Aunque se resistía a volver con la tía, ante la insistencia del sacerdote, accedió a regresar a la casa.Una vez allí, la tía se negó a abrir la puerta. Tras identificarse, el párroco le comunicó que la denunciaría por maltratos a su sobrino Julio. La amenaza surtió efecto. La mujer les hizo pasar en seguida, y se comprometió a cuidarlo mejor. Sin embargo, la situación continuó en el mismo estado. Las señoras que conocían al niño más de cerca, sus vecinas y el cura comunicaron a Sor Micaela Socias que el niño vivía en la calle, abandonado, ya que la tía no lo quería y estaba cansada de él.Sor Micaela, al conocer este caso, se puso en contacto con la asistenta social del CEI, «Santa Rosa» para ver los modos de ayudar a este pequeño. Durante el tiempo que se presentó la denuncia y se tramitaron los papeles para conseguir un hogar o una Aldea Infantil, un mes

aproximadamente, Julio vino a vivir a nuestra casa. En ese tiempo que permaneció con nosotras, nos volcamos en atenciones para ayudarle en su conducta. Es un niño muy cariñoso, inteligente y espontáneo, pero violento debido a sus carencias afectivas. Se encariñó tanto, que no quería salir a la calle, manifestando sentirse bien con nosotras. El día que lo llevaron a la Aldea fue muy dramático, ya que se escondía porque no quería irse.Pocos días antes de Navidad de 2001, fue acogido en la Aldea Infantil «Esperanza», en Chosica, donde permane-cerá hasta la mayoría de edad. Cada primer domingo los familiares pueden visitar a los niños. Nosotras, sintiéndonos familia suya, el verano pasado fuimos todas las Hermanas a pasar un día con Julio.Este es uno de tantos casos que se encuentran a nuestro alrededor: niños huérfanos, abandonados, que pasan la vida en las calles, carentes del amor de sus padres. Salen de sus casas en busca de un destino mejor. Muchos de ellos se topan con pandillas que se dedican a robar, a generar el terror y la violencia en la ciudad; lo cual supone un peligro y un problema. Para nosotras, el caso de Julio es un signo de la misericordia de Dios al ponerlo en nuestro camino y, así, habernos dado la oportunidad de que pueda disfrutar de una familia y tener una vida digna, lleno de amor, aco-gida y respeto

La Perla-Callao

JULIO: UN NIÑO DE LA CALLE

Comunidad de La Perla

El pequeño Julio, con la Comunidad

LA VIDA EN LAS DELEGACIONES

PERÚ

-Fiesta de la Virgen del Carmen. Por primera vez, este año se ha organizado la cele-bración de esta fiesta en nuestra capilla de Sicuani. De esta forma, hemos dado a la gente la oportunidad de manifestar su devoción a la Virgen. La celebración se inició con la Misa, oficiada por Jaime Font, tor. Además, se organizaron actividades para recaudar fondos destinados a financiar al-gunas cosas que aún faltan en la capilla, como son la puerta principal de hierro, la vereda, el zócalo, etc. Después, todos

compartimos danzas tradicionales: «Bailantes de negritos» y la «Chunguinada.» Aprovechamos para expresar nuestra gratitud al equipo de Misericordiae que nos permite conocer y amar lo que se vive más allá de nuestra realidad y a unir los lazos congregacionales Comunidad de Sicuani

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QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN

SOR MARGARITA MAYRATA NICOLAU Nace en Biniali (Baleares), el 20 de Diciembre de 1912. Ingresa en la Congre-gación como Postulante, en Pina, el 27 de Abril de 1933, iniciando el Noviciado el 25 de Octubre de 1933. Emite sus Votos temporales el 26 de Octubre de 1934. Hace su Profesión Perpetua el 26 de Septiembre de 1940. Ha estado destinada en: Casa General, Porreras, Ariany, S’Horta, Cala Ratjada, Petra y Costitx. A lo largo de su vida religiosa ha realizado su misión como responsable de Comunidad, Maestra Infantil. Desde Junio de 1999 reside en la Casa de Oración y Descanso de Son Espanyol, Mallorca.

P:¿Cuándo y por qué decidió ser religiosa?R: Me cautivó el estilo de vivir y actuar de sor María Teresa, la maestra de Biniali, mi pueblo. Ella me en-caminó a la vida religiosa. La pared de nuestra casa colindaba con el Convento. A los dieciocho años hablé con ella sobre mi deseo de ser monja. A los diecinueve entré en la Congregación. Quería servir a la Iglesia allí donde me mandaran. Mi ilusión era ayudar a los pobres, visitar enfermos y enseñar para dar lo que había recibido. P: ¿Qué era lo que más le gustaba hacer?R: Yo deseaba hacer el bien a todos, a los necesita-dos. También, me gustaba mucho la enseñanza; di clase durante muchos años. Cada viernes enseñaba Religión. El rector venía a la clase para dar la lección y ensayar los cantos de la misa del domingo. Hacíamos comedias, aprendíamos bailes, íbamos de excursión. En fin, todo lo que se hace en el colegio. También, bordábamos, hacíamos mundillo (bolillos) y ganchi-llo. En una ocasión montamos una exposición y mis alumnas presentaron 16 colchas.P: ¿Qué recuerda con más cariño?R: A las niñas. Disfruté mucho con ellas dando clase. Recuerdo que en la parroquia de «San Felipe», de Po-rreras, me gustaba ir a la misa un poco antes porque explicaban las Lecturas y la Liturgia. Gozaba mucho enseñando a la gente a rezar.P: ¿Cómo llegó a ser una buena religiosa?R: Frecuentando mucho la capilla. Iba siempre que podía. Me gustaba, y me gusta, pasar mucho tiempo delante del Señor. Ahora yo quisiera hacer más cosas, pero no puedo. Me tengo que conformar con lo que hago. Si tuviera que empezar de nuevo lo haría todo igual, tanto los momentos buenos como los difíciles.

P: ¿Tiene algún recuerdo que le impactara de manera especial?R: Cuando estuve en la Casa General, en la calle Moral, estudiaba el Bachiller Superior. Tenía que empezar Magisterio, pero no pude hacerlo, ya que después de la guerra no se abrió la Universidad. Durante esos años llevaba la Comunión a la gente del barrio, en Palma. Recuerdo, especialmente, cuando cayó una bomba en casa. Yo estaba en la capilla. Al oír la sirena, bajé corriendo por la escalera. Sor María me dijo que no teníamos tiempo de ir a Plaza Quadrado. Así que nos escondimos debajo de la escalera. Al oír el estruendo, me santigüé, y no dejaba de decir: «Perdóname, Jesús mío.» Cuando salimos, descubrimos que la capilla había sido destruida. [Sor Margarita se salvó en dos ocasiones más de las bombas: de una que cayó cerca del Instituto y, de otra, cerca de los Agustinos.] Debido a los daños causados en la casa, tuvimos que irnos a vivir a Plaza Quadrado hasta que se arregló la Casa General.P: A sus noventa años, ¿qué le diría a las jóve-nes?R: Les daría buenos consejos. Que se formen correc-tamente para vivir con fidelidad la Vida Religiosa. También, les diría que hagan mucha oración. Que sean personas positivas para realizar las obras de misericor-dia, que es el fin primordial de nuestro carisma.P: ¿Qué desea para la Congregación?R: ¡Oh, muchas y buenas vocaciones! Así se lo pido a la Virgen de la Misericordia y a los Fundadores: que nos manden muchas y santas vocaciones. También, que el Señor nos ayude a ser lo que hemos de ser. Estoy muy contenta con todo lo que he realizado a lo largo de mi vida. Si pudiera, haría más todavía. No me arrepiento de nada

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C O L A B O R A C I O N E S

Emilio Velasco Triviño, m.SS.CC

HUYENDO DE LA MISERICORDIAUna lectura del libro de Jonás (II)

Segunda Escena: la tempestad (Jon.1, 4-16)

En este episodio la voz de Dios no se escucha directamente, pero su presencia se adivina detrás

de todo lo que sucede. Él es quien guía los aconteci-mientos y no está dispuesto a resignarse ante la nega-tiva de Jonás. Por eso, desencadena la tormenta que se abate sobre la nave en la que el profeta pretende escabullirse de la misión. En esta situación tan dramática para el barco y los navegantes, se subraya el contraste entre la actitud de los marineros (paganos) y la de Jonás (israelita). Veá-moslo despacio porque la cosa tiene miga.Los marineros aparecen activos y responsables. Están preocupados por la situación y hacen lo posible en lo humano -aligerando la carga- y en lo divino -invocando a sus dioses- para salir del trance. Jonás, en cambio, se muestra pasivo y duerme plácidamente en la bodega del barco como si nada ocurriese. Además, tampoco se molesta en suplicar ayuda a Yahvé, el Dios de Israel, ni siquiera cuando el capitán del barco se lo pide. Curiosamente, los paganos demuestran tener más altura humana y religiosa que el «profeta» Jonás, que se desentiende de todo mientras los demás rezan y se afanan en medio de la tempestad. La situación es confusa, pero pronto quedará cla-ro quién es el responsable de lo que está pasando. Deciden «echar a suertes» y Jonás es señalado como culpable. Comienza entonces un interrogatorio en el que los marineros lo acribillan a preguntas: «¿Por qué nos sucede esto? ¿Cuál es tu profesión? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué pueblo eres?». Jonás se declara hebreo y fiel yahvista, como si marcase distancias frente a quienes considera paganos y veneradores de ídolos. Pero sus palabras suenan como un auténtico sarcasmo. Sus labios confiesan que «adora a Yahvé», pero la verdad es que desea escapar de su presencia y que no se ha acordado de Él en medio del temporal. La fe que profesa no está de acuerdo con sus obras.

Los marineros, llenos de temor, parecen comprender mucho mejor que Jonás la gravedad de su actitud y no pueden entender por qué se niega a obedecer a su Dios. Pero, por más que le preguntan por los motivos de su actuación (lee: Jon 1,10), no obtienen respuesta. Jonás sigue sin revelar las razones de su re-beldía. Su terquedad llega a límites insospechados. Cuando los marineros le piden qué han de hacer para que se calme la tempestad, responde sin dudarlo que lo arrojen al mar. Jonás sabe que todo sucede por su culpa, pero no da su brazo a torcer. Antes morir aho-gado que ir a Nínive. Frente a la cerrazón de Jonás, la calidad hu-mana y religiosa de los marineros vuelve a ponerse de relieve. Lejos de tirarle al mar, tratan de remar hasta la costa. Su interés por salvar la vida de quien está ponien-do en peligro la suya propia resulta conmovedor. Pero sus esfuerzos resultan vanos. Entonces, aquellos marineros -que antes habían implorado la ayu-da de sus dioses- se ponen a «invocar al Señor», es decir, a Yahvé. Reconocen que aquella tormenta responde a los designios del Dios de Israel y le piden que no les haga perecer por culpa de Jonás. Luego, suplican que no se les responsabilice de su muerte y hasta le conceden el beneficio de la duda llamándole «inocente», a pesar de que él mismo se ha declarado culpable. Finalmente, lo arrojan al mar, que inmediatamente se aplacó. ¿Acaba aquí la historia de Jonás? ¿Quién llevará adelante su misión? La situación resulta paradójica. Muy a su pesar, Jonás ha sido un instrumento en las manos de Dios para obtener la conversión de los mari-neros. Los extranjeros se mantienen a flote. El israelita se hunde en las aguas. Es la historia del Éxodo, pero al revés. ¿Qué significa todo esto? ¿Por qué Yahvé se inclina del lado de los paganos? Sigamos leyendo y lo comprenderemos

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Y, concluye: «Personalmente, me ha servido para salir de mis pequeños egoísmos y comodidades para pensar sola-mente en los otros, en el Reino, en sembrar justicia-solidaridad y paz con el propio ejemplo de vida. Nuestra Fundadora decía: ‘no hemos venido a ser servidas sino a servir’. Fue realmente una experiencia de gran transcendencia en mi vida, como mujer y como consagrada. Y me alegro profundamente de poderla comunicar y haceros partícipes de todo lo vivido aquellos dos años, ahora y siempre hecho recuerdo vivo en mí.»

María Pons: presencia he-cha plegaria Ella fue otra Hermana afortu-nada que estuvo junto a la gente que sufrió las consecuencias del terremoto. Y lo hizo, como Bárbara y Conchi, sosteniendo con su ayuda, en lo social, pastoral y sanitario, la infinidad de ca-sos que se dieron en el transcurso de casi tres años. María fue la única que llevó esta misión hasta que se dio por finalizada su presencia en los campos de afectados. Pasada la mayor necesi-dad, aunque la misión valiosísima se podía continuar, la Delegación, por falta de personal, no pudo sostener por más tiempo la presencia de las Hermanas en Salmata.

compartiendo sus penas y esperanzas, hasta ver reconstruidas casas y familias, me aportó gozo/gracia y humildad. También, me ayu-dó a olvidarme de mí y ser para los demás. Ver tantísimos jóvenes voluntarios de toda Italia, sacrificando fuerzas-tiempo e ilusión por ayudar a aquellas gentes afectadas por la catástrofe, fue un ejemplo de solidaridad y entrega. No faltaron las dificultades, pero se vivió y compartió en un ambiente de verda-dera familiaridad. Todo cuanto viví, fue una experiencia de gracia. Algo por lo que siento un agradecimiento profundo a las Hermanas de la Delegación, por haberme dado la opor-tunidad de dedicarme a esta misión.»

A modo de homenaje póstumo a María Pons, reproducimos el Informe titulado «Final de una presencia», sobre la colaboración de las Hermanas en el terremoto, que redactó para el Archivo General de la Congregación

Al tener que dejar este servicio, queremos decir que nuestra misión ha sido muy sencilla y silenciosa, lo cual nos ha permitido llegar hasta el corazón de la gente. No es que haya sido la Pastoral de la calle, porque calles hay pocas, pero sí la Pastoral del campo y la montaña. Nuestro servicio lo hemos realizado sin ruido, y ha consistido en:1) Visitar a las familias de cada parroquia, particularmente a las que se encontra-ban con más dificultad: enfermos, sobre todo terminales, agonizantes, ancianos, discapacitados y personas con problemas familiares etc. Gracias a su acogida, pudimos orientarlos en la búsqueda de soluciones, para lo cual acudíamos a las Instituciones y Oficinas correspondientes. Al mismo tiempo, prestábamos peque-ños servicios sanitarios, distribución de alimentos y otras donaciones, sobre todo, a quienes se habían quedado sin nada.2) Organizar alguna fiesta de comunidad parroquial, pensada como momentos para retomar vida.3) Promover la formación de Cáritas Interparroquial, de manera muy sencilla , con gran apoyo de Cáritas Diocesana.4) Llevar la Comunión a los enfermos y ancianos de casi todo el terri torio.5) Colaborar en la Catequesis de Primera Comunión, Confirmación y preparación domiciliaria a varias familias para el Bautismo de sus hijos.6) Animar la Liturgia. Con los jóvenes formamos un grupo de Lectores y el Coro.7) Centro de escucha de la Palabra de Dios en las parroquias, programando con el párroco un encuen tro nocturno, cada semana, con bastante participación.8) Durante la Cuaresma, acompañamos a un párroco, anciano, para la bendición de las casas de toda la parroquia, diseminadas por la montaña.9) Cada verano realizamos un Campamento para niños, resultando algo positivo al compartir valores y amistad.10)La novedad de los jóvenes que han ido a España, con el intercambio de experiencias, con el grupo de Pastoral Juvenil, con Conchi, ha sido también muy positivo. Gracias a la sensibilidad de la gente, y a la apertura y acogida que nos han demostra do, hemos aprovechado para hablar de Jesucristo, casi a tiempo y a destiempo. Al escucharlos, descubriendo tantos problemas, grandes y menos grandes, al final de la jornada los presentábamos al Señor en nuestra oración de la tarde (Vísperas), lo mismo que en la mañana subían a Dios con toda la proble-mática de la gente, ayudándonos esta cercanía a su realidad para practicar la caridad de Cristo, ya sea con su acogida y amistad, ya sea con sus angustias y sufrimientos, descubriendo con ellos y en ellos el Cristo viviente y sufriente. Queremos agradecer a todos los que nos han permitido realizar esta ex-periencia, que por supuesto consideramos altamente positiva: al obispo y Cáritas Diocesana, al Consejo General, al Consejo Delegacional, y a la Comunidad de Bastia Se tuvo que hacer un gran sacrificio en la Comunidad para poder realizar esta experiencia, pero lo hicieron con mucho agrado. Hubiera sido una respuesta, en fidelidad creativa, a nuestro carisma de misericordia, haber podido seguir en ese lugar, no ya como emergencia, sino como presencia continuada, querida por la Delegación y por la Iglesia Diocesana. En nombre de las Hermanas que hemos participado, sor María Pons.

Final de una presencia (1-XI- 1997 a 24-IX-2000)

L A V O Z D E L A M E M O R I A

Secretaría General

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MiseriCordiaeMiseriCordiae

Bárbara Pons, actualmente destinada en la Comunidad de Bastia, valora su experiencia junto a los afec-tados en los siguientes términos: «A pesar de la dureza del lugar y de la precariedad con que debía vivir, experimenté gran alegría compartiendo con los hermanos. Por eso, desde el primer momento, realicé esta labor desde la gratuidad, ya que era consciente de que nuestra aportación, por sencilla que fuera, era importante al existir una gran necesidad de la presencia de las religiosas. Curiosamente, a

pesar de que haya en Asís tantas Congrega-ciones, la nuestra fue una de las pocas que se ofreció para ayudar a las familias afectadas. Un gesto que el obispo Mons.Sergio Goretti agradeció y valoró públicamente.» Por su parte, Conchi García, destinada en Rapone, comenta: «Esta experiencia la viví en cuerpo y alma, gozando de cada pequeño gesto. Hacía todo lo que estaba en mi mano por promover encuentros de crecimiento de fe, animaba la Liturgia y la Catequesis. Junto con el grupo de jóvenes, preparábamos actividades y campos de ve-rano, para hacer más llevadera la tragedia. A través de esta vivencia era consciente que estaba encarnando nuestro carisma: ‘volarán a socorrer o hacer más llevadera y me-ritoria la miseria humana’ (Const.1) Fue una oportunidad privilegiada que me permitió descubrir a Dios encarnado en cada persona y situación, así como vivir con renovado empeño la frescura de nuestro carisma, gozando de la itinerancia franciscana. El hecho de poder estar junto a las víctimas casi por dos años,

pueblecitos diseminados por el campo y la montaña. En esta zona, los daños de la catástrofe se evaluaron en un 95%. A partir de ahí, la colaboración de las religiosas se hizo efectiva, con la

presencia de dos Hermanas de forma continua, llevando una vida itinerante, de un pueblo a otro, visitando, consolando, acompañando y asistiendo a las víctimas del seísmo. El 1 de Noviembre de 1997, fe-cha establecida con Cáritas diocesana, las Hermanas comenzaron su misión en los pequeños pueblos de la zona, esparcidos por la montaña y el campo. Acogiendo la propuesta de Mons. Sergio Goretti, iniciaron su tarea en el campo operativo de «Case Base», organizado por Cáritas de Perugia, en coordinación con Cáritas diocesana de Asís, puesto en marcha a los pocos días del terremoto. Su princi-pal misión fue la Pastoral de la escucha, infundiendo esperanza y animando la fe. Las dos Hermanas asignadas allí, Conchi García y María Pons, trabajaron conjun-tamente con los voluntarios que llegaron

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ACCIÓN DE MISERICORDIA EN ASÍS, ITALIA

María, Bárbara, Conchi, y María Flexas en «Case Base»

En 1997 un fuerte terremoto sa- cudió Italia Central, concre-

tamente las regiones Umbra y Le Marche. La ciudad de Asís resultó gravemente afectada. Las personas del lugar tuvieron que ser desalojadas, ha-ciéndose urgente acoger a las víctimas y la reconstrucción de la ciudad. Con este fin, secundando el llamamiento de las autoridades, acudió un gran núme-ro de voluntarios. La Congregación, respondiendo a la llamada de Cáritas de Italia, se ofreció para colaborar en dichas tareas. Concretamente, Conchi García, Bárbara Pons y María Pons, fueron las designadas para atender a los afectados de la tragedia.

Solidarias con las víctimas La catástrofe fue especial-mente grave en la Diócesis de Asís. La ciudad quedó devastada, derrum-bándose la mayoría de los edificios. La población, presa del pánico ante lo que estaba pasando, se vió obligada a abandonar la ciudad. A la confusión y el miedo reinantes, se sumó el ruido infernal de las sirenas de los servicios de emergencia y de bomberos. El Con-vento que las Hijas de la Misericordia tienen en Asís también resultó grave-mente dañado. Ante la magnitud de los hechos y las condiciones inhabitables de la casa, la Comunidad tuvo que abandonar precipitadamente el lugar. En medio de esta situación, después de dos horas de angustia, sin medios de transporte, las Hermanas llegaron al Convento de Bastia, donde las aco-gieron fraternalmente. El terremoto, que duró un instante, ocasionó un cambio radical de vida en las familias, en la sociedad y en la Iglesia. Ante la catástrofe, se desencadenó un movimiento de so-

lidaridad con la gente que sufrió las consecuencias de haberlo perdido todo: casa, bienes y trabajo. Al experimentar en propia carne los efectos devastadores del terremoto, con la diferencia de que las Hermanas pudieron alojarse en la Comunidad de Bastia, el Consejo de la Delegación sintió la necesidad de solidarizarse, haciéndose presente en una de las zonas de mayor necesidad.Una solidaridad discernida a la luz de las Constituciones, concretamente del Capítulo I, donde se contempla la raíz del carisma de las Hijas de la Miseri-cordia: «Las Hermanas volarán a socorrer la mayor miseria.» A pesar de ser pocas, y menos las que tenían posibilidades para partir, por razones de edad o por impedírse-lo sus responsabilidades, la mayoría mostró su disponibilidad. En cualquier caso, para que la presencia de las Hijas de la Misericordia fuera una realidad, se tuvieron que limitar otros servicios. Sin embargo, gracias a la colaboración de las Hermanas, y a la aprobación de la Superiora General y su Consejo, quie-nes vieron en esta tragedia una llamada para encarnar el carisma, fue posible la solidaridad con los afectados. Al objeto de hacer efectiva su presencia, las religiosas se entrevistaron con el director de Cáritas Diocesana y con el obispo, Sergio Goretti. Estos les manifestaron la urgencia de contar con personal religioso para prestar apoyo sanitario, psicológico y moral a las víc-timas. Una necesidad extrema ya que, según les comunicaron, hasta aquel momento, ninguna Congregación se ofreció para vivir de manera perma-nente en los pueblos más afectados. Concretamente, el extenso municipio de Nocera Umbra, con un total de 72

VOLUNTARIAS (II)

L A V O Z D E L A M E M O R I A

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María Pons y Conchi García, en Salmata

Conchi, junto a una voluntaria, atienden a la señora Miquelina

de toda Italia: unas cien personas, la mayor parte jóvenes, cuya única moti-vación era la caridad Desde el primer momento, la gente las acogió entraña-blemente ya que, aunque necesitaban ayuda material, al ser paliada por las

Para las tres Hermanas que atendieron a las víctimas del terre-moto, esta misión solidaria fue una gracia, porque a pesar del sacrificio que supuso tener que reducir el número de Hermanas en alguna Comunidad, estuvieron orgullosas de haber podido responder a esta tragedia como Con-gregación de Hijas de la Misericordia.

donaciones que iban llegando, era mucho mayor la necesidad de apoyo psicológico y espiritual. Después de Laudes y del desayuno, acompañadas por un seglar, con un coche todo terre-no, y a veces a pie, recorrían las mon-tañas para socorrer los casos de mayor necesidad. De esta manera, pudieron atender a gente sencilla y ancianos, algunos de los cuales, pasados más de treinta días del terremoto, aún estaban en tiendas de campaña, sin estufas ni agua ni luz, viviendo en la miseria y en la precariedad. Cada situación exigía su atención y el despliegue de los medios necesarios para mejorarla. Transcurridos dos meses de estancia en el campo del voluntariado, con la rica experiencia de tanta gente solidaria con los que sufrían, y de haber visitado la mayor parte del territorio, pudieron conocer mejor la realidad de aquella emergencia, lo cual facilitó su inserción y que su ayuda fuera más efectiva. En Diciembre de 1997, la Iglesia Diocesana las envió a la unidad pastoral de Salmata, santuario mariano de los padres de La Salette. Aquí tam-biénvivían en una casa prefabricada, financiada por la parroquia de Lom-bardía.

De común acuerdo con Cáritas, el obis-po y la Delegada de las Franciscanas Hijas de la Misericordia, María Flexas, su tarea consistió en ser presencia y testimonio de vida consagrada, acom-pañando la unidad pastoral de esta

zona. Un lugar donde nunca se promocionó la formación laica y con una fe bastante «sui generis», atendida por sacerdotes ancia-nos, que toda su vida estuvieron solos en esos lugares. Desde que las Hermanas llega-ron allí, los párrocos las consideraron un medio capital para atender a las 500 familias disemi-nadas por el campo y la

montaña. Aquí trabajaron en el apostolado y en la asistencia social, llevando a las gentes y a los sacerdotes su estímulo y esperanza, tan necesarios en la tarea de reconstrucción de sus casas, de sus vidas y, en definitiva, de su futuro. Ante la vertebración de las familias, la mayor parte de las parro-quias no inició la Catequesis ni otras actividades pastorales. Sólo en el mes de Marzo de 1998, con la ayuda de las iglesias menos afectadas por el seísmo, comenzó a impartirse Catequesis y a organizarse Centros de Ascolto, con el fin de entrar en un proceso de renovación pastoral a través de la escucha de la Palabra de Dios.

Itinerancia franciscana

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MiseriCordiaeMiseriCordiae

Bárbara Pons, actualmente destinada en la Comunidad de Bastia, valora su experiencia junto a los afec-tados en los siguientes términos: «A pesar de la dureza del lugar y de la precariedad con que debía vivir, experimenté gran alegría compartiendo con los hermanos. Por eso, desde el primer momento, realicé esta labor desde la gratuidad, ya que era consciente de que nuestra aportación, por sencilla que fuera, era importante al existir una gran necesidad de la presencia de las religiosas. Curiosamente, a

pesar de que haya en Asís tantas Congrega-ciones, la nuestra fue una de las pocas que se ofreció para ayudar a las familias afectadas. Un gesto que el obispo Mons.Sergio Goretti agradeció y valoró públicamente.» Por su parte, Conchi García, destinada en Rapone, comenta: «Esta experiencia la viví en cuerpo y alma, gozando de cada pequeño gesto. Hacía todo lo que estaba en mi mano por promover encuentros de crecimiento de fe, animaba la Liturgia y la Catequesis. Junto con el grupo de jóvenes, preparábamos actividades y campos de ve-rano, para hacer más llevadera la tragedia. A través de esta vivencia era consciente que estaba encarnando nuestro carisma: ‘volarán a socorrer o hacer más llevadera y me-ritoria la miseria humana’ (Const.1) Fue una oportunidad privilegiada que me permitió descubrir a Dios encarnado en cada persona y situación, así como vivir con renovado empeño la frescura de nuestro carisma, gozando de la itinerancia franciscana. El hecho de poder estar junto a las víctimas casi por dos años,

pueblecitos diseminados por el campo y la montaña. En esta zona, los daños de la catástrofe se evaluaron en un 95%. A partir de ahí, la colaboración de las religiosas se hizo efectiva, con la

presencia de dos Hermanas de forma continua, llevando una vida itinerante, de un pueblo a otro, visitando, consolando, acompañando y asistiendo a las víctimas del seísmo. El 1 de Noviembre de 1997, fe-cha establecida con Cáritas diocesana, las Hermanas comenzaron su misión en los pequeños pueblos de la zona, esparcidos por la montaña y el campo. Acogiendo la propuesta de Mons. Sergio Goretti, iniciaron su tarea en el campo operativo de «Case Base», organizado por Cáritas de Perugia, en coordinación con Cáritas diocesana de Asís, puesto en marcha a los pocos días del terremoto. Su princi-pal misión fue la Pastoral de la escucha, infundiendo esperanza y animando la fe. Las dos Hermanas asignadas allí, Conchi García y María Pons, trabajaron conjun-tamente con los voluntarios que llegaron

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ACCIÓN DE MISERICORDIA EN ASÍS, ITALIA

María, Bárbara, Conchi, y María Flexas en «Case Base»

En 1997 un fuerte terremoto sa- cudió Italia Central, concre-

tamente las regiones Umbra y Le Marche. La ciudad de Asís resultó gravemente afectada. Las personas del lugar tuvieron que ser desalojadas, ha-ciéndose urgente acoger a las víctimas y la reconstrucción de la ciudad. Con este fin, secundando el llamamiento de las autoridades, acudió un gran núme-ro de voluntarios. La Congregación, respondiendo a la llamada de Cáritas de Italia, se ofreció para colaborar en dichas tareas. Concretamente, Conchi García, Bárbara Pons y María Pons, fueron las designadas para atender a los afectados de la tragedia.

Solidarias con las víctimas La catástrofe fue especial-mente grave en la Diócesis de Asís. La ciudad quedó devastada, derrum-bándose la mayoría de los edificios. La población, presa del pánico ante lo que estaba pasando, se vió obligada a abandonar la ciudad. A la confusión y el miedo reinantes, se sumó el ruido infernal de las sirenas de los servicios de emergencia y de bomberos. El Con-vento que las Hijas de la Misericordia tienen en Asís también resultó grave-mente dañado. Ante la magnitud de los hechos y las condiciones inhabitables de la casa, la Comunidad tuvo que abandonar precipitadamente el lugar. En medio de esta situación, después de dos horas de angustia, sin medios de transporte, las Hermanas llegaron al Convento de Bastia, donde las aco-gieron fraternalmente. El terremoto, que duró un instante, ocasionó un cambio radical de vida en las familias, en la sociedad y en la Iglesia. Ante la catástrofe, se desencadenó un movimiento de so-

lidaridad con la gente que sufrió las consecuencias de haberlo perdido todo: casa, bienes y trabajo. Al experimentar en propia carne los efectos devastadores del terremoto, con la diferencia de que las Hermanas pudieron alojarse en la Comunidad de Bastia, el Consejo de la Delegación sintió la necesidad de solidarizarse, haciéndose presente en una de las zonas de mayor necesidad.Una solidaridad discernida a la luz de las Constituciones, concretamente del Capítulo I, donde se contempla la raíz del carisma de las Hijas de la Miseri-cordia: «Las Hermanas volarán a socorrer la mayor miseria.» A pesar de ser pocas, y menos las que tenían posibilidades para partir, por razones de edad o por impedírse-lo sus responsabilidades, la mayoría mostró su disponibilidad. En cualquier caso, para que la presencia de las Hijas de la Misericordia fuera una realidad, se tuvieron que limitar otros servicios. Sin embargo, gracias a la colaboración de las Hermanas, y a la aprobación de la Superiora General y su Consejo, quie-nes vieron en esta tragedia una llamada para encarnar el carisma, fue posible la solidaridad con los afectados. Al objeto de hacer efectiva su presencia, las religiosas se entrevistaron con el director de Cáritas Diocesana y con el obispo, Sergio Goretti. Estos les manifestaron la urgencia de contar con personal religioso para prestar apoyo sanitario, psicológico y moral a las víc-timas. Una necesidad extrema ya que, según les comunicaron, hasta aquel momento, ninguna Congregación se ofreció para vivir de manera perma-nente en los pueblos más afectados. Concretamente, el extenso municipio de Nocera Umbra, con un total de 72

VOLUNTARIAS (II)

L A V O Z D E L A M E M O R I A

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María Pons y Conchi García, en Salmata

Conchi, junto a una voluntaria, atienden a la señora Miquelina

de toda Italia: unas cien personas, la mayor parte jóvenes, cuya única moti-vación era la caridad Desde el primer momento, la gente las acogió entraña-blemente ya que, aunque necesitaban ayuda material, al ser paliada por las

Para las tres Hermanas que atendieron a las víctimas del terre-moto, esta misión solidaria fue una gracia, porque a pesar del sacrificio que supuso tener que reducir el número de Hermanas en alguna Comunidad, estuvieron orgullosas de haber podido responder a esta tragedia como Con-gregación de Hijas de la Misericordia.

donaciones que iban llegando, era mucho mayor la necesidad de apoyo psicológico y espiritual. Después de Laudes y del desayuno, acompañadas por un seglar, con un coche todo terre-no, y a veces a pie, recorrían las mon-tañas para socorrer los casos de mayor necesidad. De esta manera, pudieron atender a gente sencilla y ancianos, algunos de los cuales, pasados más de treinta días del terremoto, aún estaban en tiendas de campaña, sin estufas ni agua ni luz, viviendo en la miseria y en la precariedad. Cada situación exigía su atención y el despliegue de los medios necesarios para mejorarla. Transcurridos dos meses de estancia en el campo del voluntariado, con la rica experiencia de tanta gente solidaria con los que sufrían, y de haber visitado la mayor parte del territorio, pudieron conocer mejor la realidad de aquella emergencia, lo cual facilitó su inserción y que su ayuda fuera más efectiva. En Diciembre de 1997, la Iglesia Diocesana las envió a la unidad pastoral de Salmata, santuario mariano de los padres de La Salette. Aquí tam-biénvivían en una casa prefabricada, financiada por la parroquia de Lom-bardía.

De común acuerdo con Cáritas, el obis-po y la Delegada de las Franciscanas Hijas de la Misericordia, María Flexas, su tarea consistió en ser presencia y testimonio de vida consagrada, acom-pañando la unidad pastoral de esta

zona. Un lugar donde nunca se promocionó la formación laica y con una fe bastante «sui generis», atendida por sacerdotes ancia-nos, que toda su vida estuvieron solos en esos lugares. Desde que las Hermanas llega-ron allí, los párrocos las consideraron un medio capital para atender a las 500 familias disemi-nadas por el campo y la

montaña. Aquí trabajaron en el apostolado y en la asistencia social, llevando a las gentes y a los sacerdotes su estímulo y esperanza, tan necesarios en la tarea de reconstrucción de sus casas, de sus vidas y, en definitiva, de su futuro. Ante la vertebración de las familias, la mayor parte de las parro-quias no inició la Catequesis ni otras actividades pastorales. Sólo en el mes de Marzo de 1998, con la ayuda de las iglesias menos afectadas por el seísmo, comenzó a impartirse Catequesis y a organizarse Centros de Ascolto, con el fin de entrar en un proceso de renovación pastoral a través de la escucha de la Palabra de Dios.

Itinerancia franciscana

Page 14: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

MiseriCordiaeMiseriCordiae 11

C O L A B O R A C I O N E S

Emilio Velasco Triviño, m.SS.CC

HUYENDO DE LA MISERICORDIAUna lectura del libro de Jonás (II)

Segunda Escena: la tempestad (Jon.1, 4-16)

En este episodio la voz de Dios no se escucha directamente, pero su presencia se adivina detrás

de todo lo que sucede. Él es quien guía los aconteci-mientos y no está dispuesto a resignarse ante la nega-tiva de Jonás. Por eso, desencadena la tormenta que se abate sobre la nave en la que el profeta pretende escabullirse de la misión. En esta situación tan dramática para el barco y los navegantes, se subraya el contraste entre la actitud de los marineros (paganos) y la de Jonás (israelita). Veá-moslo despacio porque la cosa tiene miga.Los marineros aparecen activos y responsables. Están preocupados por la situación y hacen lo posible en lo humano -aligerando la carga- y en lo divino -invocando a sus dioses- para salir del trance. Jonás, en cambio, se muestra pasivo y duerme plácidamente en la bodega del barco como si nada ocurriese. Además, tampoco se molesta en suplicar ayuda a Yahvé, el Dios de Israel, ni siquiera cuando el capitán del barco se lo pide. Curiosamente, los paganos demuestran tener más altura humana y religiosa que el «profeta» Jonás, que se desentiende de todo mientras los demás rezan y se afanan en medio de la tempestad. La situación es confusa, pero pronto quedará cla-ro quién es el responsable de lo que está pasando. Deciden «echar a suertes» y Jonás es señalado como culpable. Comienza entonces un interrogatorio en el que los marineros lo acribillan a preguntas: «¿Por qué nos sucede esto? ¿Cuál es tu profesión? ¿De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? ¿De qué pueblo eres?». Jonás se declara hebreo y fiel yahvista, como si marcase distancias frente a quienes considera paganos y veneradores de ídolos. Pero sus palabras suenan como un auténtico sarcasmo. Sus labios confiesan que «adora a Yahvé», pero la verdad es que desea escapar de su presencia y que no se ha acordado de Él en medio del temporal. La fe que profesa no está de acuerdo con sus obras.

Los marineros, llenos de temor, parecen comprender mucho mejor que Jonás la gravedad de su actitud y no pueden entender por qué se niega a obedecer a su Dios. Pero, por más que le preguntan por los motivos de su actuación (lee: Jon 1,10), no obtienen respuesta. Jonás sigue sin revelar las razones de su re-beldía. Su terquedad llega a límites insospechados. Cuando los marineros le piden qué han de hacer para que se calme la tempestad, responde sin dudarlo que lo arrojen al mar. Jonás sabe que todo sucede por su culpa, pero no da su brazo a torcer. Antes morir aho-gado que ir a Nínive. Frente a la cerrazón de Jonás, la calidad hu-mana y religiosa de los marineros vuelve a ponerse de relieve. Lejos de tirarle al mar, tratan de remar hasta la costa. Su interés por salvar la vida de quien está ponien-do en peligro la suya propia resulta conmovedor. Pero sus esfuerzos resultan vanos. Entonces, aquellos marineros -que antes habían implorado la ayu-da de sus dioses- se ponen a «invocar al Señor», es decir, a Yahvé. Reconocen que aquella tormenta responde a los designios del Dios de Israel y le piden que no les haga perecer por culpa de Jonás. Luego, suplican que no se les responsabilice de su muerte y hasta le conceden el beneficio de la duda llamándole «inocente», a pesar de que él mismo se ha declarado culpable. Finalmente, lo arrojan al mar, que inmediatamente se aplacó. ¿Acaba aquí la historia de Jonás? ¿Quién llevará adelante su misión? La situación resulta paradójica. Muy a su pesar, Jonás ha sido un instrumento en las manos de Dios para obtener la conversión de los mari-neros. Los extranjeros se mantienen a flote. El israelita se hunde en las aguas. Es la historia del Éxodo, pero al revés. ¿Qué significa todo esto? ¿Por qué Yahvé se inclina del lado de los paganos? Sigamos leyendo y lo comprenderemos

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Y, concluye: «Personalmente, me ha servido para salir de mis pequeños egoísmos y comodidades para pensar sola-mente en los otros, en el Reino, en sembrar justicia-solidaridad y paz con el propio ejemplo de vida. Nuestra Fundadora decía: ‘no hemos venido a ser servidas sino a servir’. Fue realmente una experiencia de gran transcendencia en mi vida, como mujer y como consagrada. Y me alegro profundamente de poderla comunicar y haceros partícipes de todo lo vivido aquellos dos años, ahora y siempre hecho recuerdo vivo en mí.»

María Pons: presencia he-cha plegaria Ella fue otra Hermana afortu-nada que estuvo junto a la gente que sufrió las consecuencias del terremoto. Y lo hizo, como Bárbara y Conchi, sosteniendo con su ayuda, en lo social, pastoral y sanitario, la infinidad de ca-sos que se dieron en el transcurso de casi tres años. María fue la única que llevó esta misión hasta que se dio por finalizada su presencia en los campos de afectados. Pasada la mayor necesi-dad, aunque la misión valiosísima se podía continuar, la Delegación, por falta de personal, no pudo sostener por más tiempo la presencia de las Hermanas en Salmata.

compartiendo sus penas y esperanzas, hasta ver reconstruidas casas y familias, me aportó gozo/gracia y humildad. También, me ayu-dó a olvidarme de mí y ser para los demás. Ver tantísimos jóvenes voluntarios de toda Italia, sacrificando fuerzas-tiempo e ilusión por ayudar a aquellas gentes afectadas por la catástrofe, fue un ejemplo de solidaridad y entrega. No faltaron las dificultades, pero se vivió y compartió en un ambiente de verda-dera familiaridad. Todo cuanto viví, fue una experiencia de gracia. Algo por lo que siento un agradecimiento profundo a las Hermanas de la Delegación, por haberme dado la opor-tunidad de dedicarme a esta misión.»

A modo de homenaje póstumo a María Pons, reproducimos el Informe titulado «Final de una presencia», sobre la colaboración de las Hermanas en el terremoto, que redactó para el Archivo General de la Congregación

Al tener que dejar este servicio, queremos decir que nuestra misión ha sido muy sencilla y silenciosa, lo cual nos ha permitido llegar hasta el corazón de la gente. No es que haya sido la Pastoral de la calle, porque calles hay pocas, pero sí la Pastoral del campo y la montaña. Nuestro servicio lo hemos realizado sin ruido, y ha consistido en:1) Visitar a las familias de cada parroquia, particularmente a las que se encontra-ban con más dificultad: enfermos, sobre todo terminales, agonizantes, ancianos, discapacitados y personas con problemas familiares etc. Gracias a su acogida, pudimos orientarlos en la búsqueda de soluciones, para lo cual acudíamos a las Instituciones y Oficinas correspondientes. Al mismo tiempo, prestábamos peque-ños servicios sanitarios, distribución de alimentos y otras donaciones, sobre todo, a quienes se habían quedado sin nada.2) Organizar alguna fiesta de comunidad parroquial, pensada como momentos para retomar vida.3) Promover la formación de Cáritas Interparroquial, de manera muy sencilla , con gran apoyo de Cáritas Diocesana.4) Llevar la Comunión a los enfermos y ancianos de casi todo el terri torio.5) Colaborar en la Catequesis de Primera Comunión, Confirmación y preparación domiciliaria a varias familias para el Bautismo de sus hijos.6) Animar la Liturgia. Con los jóvenes formamos un grupo de Lectores y el Coro.7) Centro de escucha de la Palabra de Dios en las parroquias, programando con el párroco un encuen tro nocturno, cada semana, con bastante participación.8) Durante la Cuaresma, acompañamos a un párroco, anciano, para la bendición de las casas de toda la parroquia, diseminadas por la montaña.9) Cada verano realizamos un Campamento para niños, resultando algo positivo al compartir valores y amistad.10)La novedad de los jóvenes que han ido a España, con el intercambio de experiencias, con el grupo de Pastoral Juvenil, con Conchi, ha sido también muy positivo. Gracias a la sensibilidad de la gente, y a la apertura y acogida que nos han demostra do, hemos aprovechado para hablar de Jesucristo, casi a tiempo y a destiempo. Al escucharlos, descubriendo tantos problemas, grandes y menos grandes, al final de la jornada los presentábamos al Señor en nuestra oración de la tarde (Vísperas), lo mismo que en la mañana subían a Dios con toda la proble-mática de la gente, ayudándonos esta cercanía a su realidad para practicar la caridad de Cristo, ya sea con su acogida y amistad, ya sea con sus angustias y sufrimientos, descubriendo con ellos y en ellos el Cristo viviente y sufriente. Queremos agradecer a todos los que nos han permitido realizar esta ex-periencia, que por supuesto consideramos altamente positiva: al obispo y Cáritas Diocesana, al Consejo General, al Consejo Delegacional, y a la Comunidad de Bastia Se tuvo que hacer un gran sacrificio en la Comunidad para poder realizar esta experiencia, pero lo hicieron con mucho agrado. Hubiera sido una respuesta, en fidelidad creativa, a nuestro carisma de misericordia, haber podido seguir en ese lugar, no ya como emergencia, sino como presencia continuada, querida por la Delegación y por la Iglesia Diocesana. En nombre de las Hermanas que hemos participado, sor María Pons.

Final de una presencia (1-XI- 1997 a 24-IX-2000)

L A V O Z D E L A M E M O R I A

Secretaría General

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Dos Hermanas de esta Comunidad realizan la pastoral en el asentamiento humano «Susana Higuchi», en el distrito de Ventanilla. Un lugar marginal donde la gente vive en condiciones de extrema pobreza, especialmente los niños. Como Julio, cuya estremecedora historia es objeto de este escrito.

Julio P. R, de ocho años, perdió a su madre. Desde en tonces, abandonado por el padre, alcohólico, vivía con

su tía. A causa de su carácter difícil, lo trataba muy mal. Hasta el punto de echarlo de la casa, obligándole a dormir en el gallinero. Cuando estuvo con nosotras, manifestaba que las gallinas eran como sus hermanas y que las extrañaba más que a la tía y al resto de su familia.Cansado de ser maltratado, se dedicó a vivir en la calle. En sus correrías, fue a sentarse a la puerta de la parroquia. Allí lo encontró el párroco una noche. Aunque se resistía a volver con la tía, ante la insistencia del sacerdote, accedió a regresar a la casa.Una vez allí, la tía se negó a abrir la puerta. Tras identificarse, el párroco le comunicó que la denunciaría por maltratos a su sobrino Julio. La amenaza surtió efecto. La mujer les hizo pasar en seguida, y se comprometió a cuidarlo mejor. Sin embargo, la situación continuó en el mismo estado. Las señoras que conocían al niño más de cerca, sus vecinas y el cura comunicaron a Sor Micaela Socias que el niño vivía en la calle, abandonado, ya que la tía no lo quería y estaba cansada de él.Sor Micaela, al conocer este caso, se puso en contacto con la asistenta social del CEI, «Santa Rosa» para ver los modos de ayudar a este pequeño. Durante el tiempo que se presentó la denuncia y se tramitaron los papeles para conseguir un hogar o una Aldea Infantil, un mes

aproximadamente, Julio vino a vivir a nuestra casa. En ese tiempo que permaneció con nosotras, nos volcamos en atenciones para ayudarle en su conducta. Es un niño muy cariñoso, inteligente y espontáneo, pero violento debido a sus carencias afectivas. Se encariñó tanto, que no quería salir a la calle, manifestando sentirse bien con nosotras. El día que lo llevaron a la Aldea fue muy dramático, ya que se escondía porque no quería irse.Pocos días antes de Navidad de 2001, fue acogido en la Aldea Infantil «Esperanza», en Chosica, donde permane-cerá hasta la mayoría de edad. Cada primer domingo los familiares pueden visitar a los niños. Nosotras, sintiéndonos familia suya, el verano pasado fuimos todas las Hermanas a pasar un día con Julio.Este es uno de tantos casos que se encuentran a nuestro alrededor: niños huérfanos, abandonados, que pasan la vida en las calles, carentes del amor de sus padres. Salen de sus casas en busca de un destino mejor. Muchos de ellos se topan con pandillas que se dedican a robar, a generar el terror y la violencia en la ciudad; lo cual supone un peligro y un problema. Para nosotras, el caso de Julio es un signo de la misericordia de Dios al ponerlo en nuestro camino y, así, habernos dado la oportunidad de que pueda disfrutar de una familia y tener una vida digna, lleno de amor, aco-gida y respeto

La Perla-Callao

JULIO: UN NIÑO DE LA CALLE

Comunidad de La Perla

El pequeño Julio, con la Comunidad

LA VIDA EN LAS DELEGACIONES

PERÚ

-Fiesta de la Virgen del Carmen. Por primera vez, este año se ha organizado la cele-bración de esta fiesta en nuestra capilla de Sicuani. De esta forma, hemos dado a la gente la oportunidad de manifestar su devoción a la Virgen. La celebración se inició con la Misa, oficiada por Jaime Font, tor. Además, se organizaron actividades para recaudar fondos destinados a financiar al-gunas cosas que aún faltan en la capilla, como son la puerta principal de hierro, la vereda, el zócalo, etc. Después, todos

compartimos danzas tradicionales: «Bailantes de negritos» y la «Chunguinada.» Aprovechamos para expresar nuestra gratitud al equipo de Misericordiae que nos permite conocer y amar lo que se vive más allá de nuestra realidad y a unir los lazos congregacionales Comunidad de Sicuani

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QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN

SOR MARGARITA MAYRATA NICOLAU Nace en Biniali (Baleares), el 20 de Diciembre de 1912. Ingresa en la Congre-gación como Postulante, en Pina, el 27 de Abril de 1933, iniciando el Noviciado el 25 de Octubre de 1933. Emite sus Votos temporales el 26 de Octubre de 1934. Hace su Profesión Perpetua el 26 de Septiembre de 1940. Ha estado destinada en: Casa General, Porreras, Ariany, S’Horta, Cala Ratjada, Petra y Costitx. A lo largo de su vida religiosa ha realizado su misión como responsable de Comunidad, Maestra Infantil. Desde Junio de 1999 reside en la Casa de Oración y Descanso de Son Espanyol, Mallorca.

P:¿Cuándo y por qué decidió ser religiosa?R: Me cautivó el estilo de vivir y actuar de sor María Teresa, la maestra de Biniali, mi pueblo. Ella me en-caminó a la vida religiosa. La pared de nuestra casa colindaba con el Convento. A los dieciocho años hablé con ella sobre mi deseo de ser monja. A los diecinueve entré en la Congregación. Quería servir a la Iglesia allí donde me mandaran. Mi ilusión era ayudar a los pobres, visitar enfermos y enseñar para dar lo que había recibido. P: ¿Qué era lo que más le gustaba hacer?R: Yo deseaba hacer el bien a todos, a los necesita-dos. También, me gustaba mucho la enseñanza; di clase durante muchos años. Cada viernes enseñaba Religión. El rector venía a la clase para dar la lección y ensayar los cantos de la misa del domingo. Hacíamos comedias, aprendíamos bailes, íbamos de excursión. En fin, todo lo que se hace en el colegio. También, bordábamos, hacíamos mundillo (bolillos) y ganchi-llo. En una ocasión montamos una exposición y mis alumnas presentaron 16 colchas.P: ¿Qué recuerda con más cariño?R: A las niñas. Disfruté mucho con ellas dando clase. Recuerdo que en la parroquia de «San Felipe», de Po-rreras, me gustaba ir a la misa un poco antes porque explicaban las Lecturas y la Liturgia. Gozaba mucho enseñando a la gente a rezar.P: ¿Cómo llegó a ser una buena religiosa?R: Frecuentando mucho la capilla. Iba siempre que podía. Me gustaba, y me gusta, pasar mucho tiempo delante del Señor. Ahora yo quisiera hacer más cosas, pero no puedo. Me tengo que conformar con lo que hago. Si tuviera que empezar de nuevo lo haría todo igual, tanto los momentos buenos como los difíciles.

P: ¿Tiene algún recuerdo que le impactara de manera especial?R: Cuando estuve en la Casa General, en la calle Moral, estudiaba el Bachiller Superior. Tenía que empezar Magisterio, pero no pude hacerlo, ya que después de la guerra no se abrió la Universidad. Durante esos años llevaba la Comunión a la gente del barrio, en Palma. Recuerdo, especialmente, cuando cayó una bomba en casa. Yo estaba en la capilla. Al oír la sirena, bajé corriendo por la escalera. Sor María me dijo que no teníamos tiempo de ir a Plaza Quadrado. Así que nos escondimos debajo de la escalera. Al oír el estruendo, me santigüé, y no dejaba de decir: «Perdóname, Jesús mío.» Cuando salimos, descubrimos que la capilla había sido destruida. [Sor Margarita se salvó en dos ocasiones más de las bombas: de una que cayó cerca del Instituto y, de otra, cerca de los Agustinos.] Debido a los daños causados en la casa, tuvimos que irnos a vivir a Plaza Quadrado hasta que se arregló la Casa General.P: A sus noventa años, ¿qué le diría a las jóve-nes?R: Les daría buenos consejos. Que se formen correc-tamente para vivir con fidelidad la Vida Religiosa. También, les diría que hagan mucha oración. Que sean personas positivas para realizar las obras de misericor-dia, que es el fin primordial de nuestro carisma.P: ¿Qué desea para la Congregación?R: ¡Oh, muchas y buenas vocaciones! Así se lo pido a la Virgen de la Misericordia y a los Fundadores: que nos manden muchas y santas vocaciones. También, que el Señor nos ayude a ser lo que hemos de ser. Estoy muy contenta con todo lo que he realizado a lo largo de mi vida. Si pudiera, haría más todavía. No me arrepiento de nada

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PERÚ

Los días 26 al 30 de Enero, las He r mana s de l a De l eg a -

ción de Perú nos reunimos en La Perla para celebrar la Asamblea anual. El lema de nuestro encuentro: Unidas, caminemos en la esperanza. Con la Eucaristía como centro de nuestra convivencia fraterna, los dos primeros días los dedicamos a la Formación. La Hermana María del Carmen Cid, de la Congregación de religiosas de «San José de Gerona», fue la responsable de impartir los temas sobre: Liturgia de las Horas y Lectio Divina en los Fundadores. Esto nos facilitó adentrarnos en la experiencia concreta de D. Gabriel y sor Concep-ción Ribas de Pina.

Asamblea anual

«UNIDAS, CAMINEMOS EN LA ESPERANZA»

Marta Castillo, fhm

El tercer día tuvimos una jor-nada genuinamente familiar e íntima, yo diría que hasta necesitada, y por lo tanto, ansiada por todas. Fue el mo-mento de compartir abierta y fraternal-mente la experiencia vivida a raíz de los últimos hechos acaecidos en nuestra Delegación; acontecimientos que han supuesto dolor, pero que queríamos releer a la luz de la fe. Nuestra comu-nicación fue una verdadera y auténtica catarsis. Ayudadas de unos textos de la Palabra, pusimos todo en manos del Padre de la Misericordia para que nos sane las heridas y nos ayude a re-hacer nuestro presente con profunda fe y esperanza.Todo lo vivido, así lo reconocemos, forma parte de nuestra

particular historia de salvación. Fue un momento de gran transcendencia, en el que todas las Hermanas expresamos, con sinceridad y profunda convicción, nuestra lealtad, amor y gratitud hacia la Congrega-ción. Desde una clara conciencia de fraternidad, en una Iglesia necesitada de la presencia misericordiosa del Pa-dre, nos sentimos animadas a seguir extendiendo nuestra misión. Clausuramos la Asamblea con una bonita excursión a Lunahuaná, un pueblo rico en producción hortofruc-tícola y en camarones. Regresamos a las Casas con una buena dosis de compromiso y esperanza

La Secretaría delegacional nos propuso elaborar un texto en el cual quedara reflejado algo de lo que somos

y hacemos por aquí. Cometido que, por escrito, no nos resulta fácil, pero lo vamos a intentar. A modo de retazos, os comunicamos algunas de las actividades que realizamos a lo largo del curso pasado.- Colegio Estatal de Primaria y SecundariaLos profesores nos invitaron a impartir las clases de Re-ligión, y de este modo, ayudarles en su misión, debido a las peculiares características del Centro. Se trata de un colegio conflictivo, ya que asisten ciertos grupos de chicos violentos del barrio. La mayoría, con problemas afectivos, económicos y de subsistencia. Evidentemente, la propuesta de los responsables del colegio era una tarea difícil, pero la aceptamos para hacer vida nuestro carisma de misericordia en la gente que vive tantos problemas y que repercuten en sus hijos. Además, nuestra presencia en el Centro nos dio la oportunidad de visitar a sus familias, descubriendo la dura realidad en la que están inmersos. Después de ver y palpar tantas dificultades, creemos que vale la pena vivir y compartir con ellos.

-Rosario en familiaDurante el mes de Mayo, nos organizamos en grupos para rezar el rosario, cada día en una casa diferente. Esta expe-riencia nos permitió descubrir la fe de un pueblo sencillo y religioso. Aunque constatamos que muchos no sabían rezar, sentimos que la Virgen los acompañaba. Al final, nunca faltaba la invitación a tomar el «tesito» o a comer un «pancito» con mantequilla, aunque algunos no tenían ni espacio donde recibirnos ni sillas para sentarnos.

Sicuani DEJANDO HUELLAS

Charo, juniora, junto a un grupo de niños

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JUSTA LIDIA LÓPEZ JUÁREZ Nace en Uchuy Huamachuco - La Libertad (Perú), el 9 de Agosto de 1976. Ingresa en la Congregación en Abril de 1993, en la Comunidad de Huamachuco, a los dieciséis años de edad. En 1996 inicia el Noviciado en la Comunidad de Sicuani. Emite su Primera Profesión temporal en Enero de 1998, en Llacanora. En la actualidad reside en La Perla-Callao, donde realiza estudios de Teología, en el ISET «Juan XXIII», Lima. Colabora en la Catequesis de Primera Comunión y de Bautismos en el asentamiento humano «Susana Higuchi», en la parroquia «San Pablo de la Cruz»

P: ¿Cuándo sentiste la llamada del Señor?R: Mi vocación nació en mi humilde hogar. Mi pa-dre, como catequista, nos ayudaba a crecer en la vida cristiana. La llamada la sentí a los doce años, cuando terminé mis estudios de Primaria. Concretamente, a raíz de escuchar a mis papás hablar sobre la con-versación que mi padre había mantenido con sor Catalina acerca de mi posible vocación. Al parecer, le comunicó a la Hermana que tenían que esperar a que yo cumpliera los diecisiete años y fuera mayor de edad. Yo, entonces, desconocía lo que era la Vida Re-ligiosa. Me lo imaginaba por lo que contaba mi papá, que conocía a las Hermanas. Pero, la verdad es que desde aquel momento surgió en mí la inquietud de querer conocer a las religiosas. Sin embargo, como mi pueblo queda muy distante, no era posible ir a verlas. Cada vez que mi papá venía a Huamachuco, Catalina me mandaba un libro. A los dieciséis años, cuando cursaba el Tercer año de Media, se cerró el colegio de mi pueblo. Fue entonces cuando tomé la decisión de realizar la experiencia. Y así fue. Entré en Huama-chuco y terminé los dos años que me quedaban con las Hermanas. Fue un tiempo de prueba. Me costó mucho porque era la primera vez que me alejaba de mi familia. Gracias a Dios, con la ayuda de las Hermanas, fui superándome. El hecho de estudiar y participar del trabajo que realizaban las monjas, así como conocer su entrega total y su sencillez, me ayudó a decidirme por la Vida Religiosa.P: ¿Por qué optaste por la Congregación de las Franciscanas Hijas de la Misericordia?R: Sencillamente, porque en mi pueblo no había otra Congregación. Cuando participé en Confer conocí muchas Congregaciones, pero entonces yo empeza-ba a conocer y a amar a las Hijas de la Misericordia. Para mí era la mejor. Yo creo que el testimonio de las Hermanas con las que me tocó vivir entonces y

las obras que realizaban me ayudó a optar por esta Congregación.P:¿Cuál es el rasgo que más te atrae de esta familia religiosa?R: La sencillez, la entrega y el trabajo con los hermanos más olvidados y marginados de nuestro pueblo. Esto lo vi en Huamachuco. Y es, sin duda, tarea de todas porque este es nuestro carisma: aliviar las miserias de nuestros hermanos. Otro rasgo es el testimonio de las Hermanas mayores. Admiro su disponibilidad para la misión, dejándolo todo para ir donde las necesita la Congregación. También, la acogida y el valor dado a la vida fraterna. Hago mías las palabras del Fundador, que son mujeres para el pueblo.P: ¿Qué ha supuesto para ti la opción de consagrar tu vida al Señor y al servicio de los hermanos en la Congregación?R: Desde luego, dolor por el hecho de dejarlo todo para iniciar una vida distinta y nueva. Pero, al mismo tiempo, me ha proporcionado mucha riqueza, por-que me ha ayudado a crecer como persona, tanto en lo humano como en lo espiritual y en lo intelectual. También ha supuesto un gran compromiso con mi pueblo, un desafío, porque la respuesta al Señor es de cada día. El hecho de salir de mi casa me ayudó a valorar mi pueblo y a querer a mi familia. Sé que dejé una familia muy querida, pero encontré otra que me acogió con mucho cariño.P: ¿Cuáles son tus proyectos para el futuro?R: Ser feliz junto a Dios, quien me ama sin límites. También, hacer felices a las personas con quienes com-parto mi vida. Otro deseo, y así se lo pido al Señor de todo corazón, es que ame y viva como lo hizo Jesús. Por supuesto, seguir conociendo más a mi Congrega-ción para amarla, y, así, encarnar luego el carisma allí donde me encuentre

Secretaría General

QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN

Page 17: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

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BOLIVIA

Aniversario CENTRO DE EDUCACIÓN INICIAL (CEI), EL ALTO DE LA PAZ

LA VIDA EN LAS DELEGACIONES

Este mes de Marzo, concretamente el día 4, el Centro de Educación Inicial (CEI) cumple el 7º

Aniversario desde su creación. A su llegada a Bolivia, las Franciscanas Hijas de la Misericordia constataron la gran cantidad de niños pobres existentes en la zona de El Alto. Ante esta realidad, alquilaron una casa para acoger y dar alimento a un buen número de esos pequeños.Con el paso del tiempo, el local se quedó pequeño para alojar a los niños. Por este motivo, se vieron en la necesidad de construir un Centro multi funcional, financiado por Walter Gasper y su esposa, quienes hicieron posible este proyecto. El CEI se inauguró el 29 de Junio de 1995, entran-do en funcionamiento el 4 de Marzo de 1996. La dirección estuvo a cargo de las Hermanas, Manuela Villaverde, Silvia Márques y Celia Lora.Al principio, la guardería acogió a una treintena de niños, de uno a seis años. Posteriormente, Catalina Febrer asumió la dirección del Centro, quien ahora realiza la tarea de administradora. Actualmente, bajo la dirección de Mª Encarnación Concha, el Centro acoge a 400 niños aproximada-mente, en sus diferentes módulos. Sus servicios abarcan: Guardería, Comedor popular, Cursos de Reforzamiento a escolares, Biblioteca, y Rehabilita-ción para niños y jóvenes con alguna discapacidad.La Guardería cuenta con 200 niños, de uno a seis años. Gracias al programa «Manitos» se proporciona alimento a los pequeños y becas (sueldo) a las 21 educadoras que se encargan de la educación básica, la alimentación y la higiene de los escolares. El Comedor popular atiende a unas 150 personas, entre niños de edad escolar, jóvenes y adultos. Aquí se les da diariamente el almuerzo. Cuenta con 3 personas dedicadas a esta actividad.

A los Cursos de Reforzamiento escolar asisten alrede-dor de 100 niños, bajo la tutoría de 4 profesores y/o voluntarios, encargados de consolidar y mejorar sus conocimientos. La Sala de Niños Especiales presta servicio a 30 niños y jóvenes que presentan diferentes minusvalías. Están atendidos por 1 Fisioterapeuta y 3 Educadoras. Además, se cuenta con la colaboración de 2 jóvenes, en proceso de reinserción laboral, quienes realizan actividades de educación básica e higiene, manualidades, ayudando también en el comedor.Asimismo, el Centro acoge el «Club de Madres». En él se realizan actividades de Corte y Confección, Alfabeti-zación y Formación humana. Hasta hace poco, el Club lo dirigían las Hermanas, Victoria Pérez y Arminda Salazar. El funcionamiento y el mantenimiento de la obra social que realiza el CEI es posible gracias a nuestra entrega y servicio; a la Fundación «Liliane Fons» (Holanda) que asigna recursos económicos para la rehabilitación, ciru-gías y medicamentos, entre otras prestaciones, así como a las donaciones de personas conocedoras de esta acción, tanto bolivianas como extranjeras, que contribuyen con recursos humanos y económicos.Las Hermanas de la Casa de El Alto trabajan en comu-nidades eclesiales base y en grupos juveniles

Teresa Claure,fhm

Patio interior del CEI

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N U E S T R A H I S T O R I A

UNA PREDICACIÓN CUARESMAL: GESTÁNDOSE LA LUZ

A lo largo del 2003, las Hijas de la Misericordia recordaremos algunos de los acontecimientos que, con la perspectiva de 150 años de historia, calificamos como indicadores de un proyecto de

Dios a favor de los desheredados; reveladores de un peculiar carisma, y mediadores de la bondad y de la misericordia de Dios. En su momento, los celebraremos con gozo y acción de gracias. Hoy, a las puertas del tiempo de Cuaresma, destacamos la predicación cuaresmal, en Pina, de D. Gabriel Mariano Ribas de Pina, del 12 de Febrero al 29 de Marzo de 18531 . Si comentamos esta predicación, no es tanto por su contenido como por el momento en que se dio y por las circunstancias que la rodearon.La trayectoria de D. Gabriel Mariano como predicador cuaresmal abarca del año 1846 hasta 1872.2 Den-tro de estos años, se produjo un paréntesis. Concretamente, en 1852 no predicó ninguna. El motivo se debió a que desde el 2 de Julio de 1850 hasta el 31 de Enero de 1853, ocupó el cargo de ecónomo en la parroquia de Santa Eulalia. Un breve período de tiempo, pero suficiente para que la semilla que Dios depositó en su corazón, germinara y cambiara el horizonte de su vida.3

Quiero pensar que D. Gabriel centrara la predicación cuaresmal en el Misterio de la Salvación y que con su palabra interpelara a tomar conciencia de este acontecimiento esencial, así como de la necesidad de una auténtica conversión. En los temas que desarrollaba, tenía muy presente la condición humana de finitud y de muerte. Con vehemencia, intentaba poner en los corazones de sus oyentes el amor desbordante de Dios; el fin del hombre; la gravedad del pecado; la importancia de la oración, de la penitencia, del perdón, de la Palabra y de misericordia de Dios. D. Gabriel enfatizaba en este amor de Dios a lo largo de la predicación de la Semana Santa y, más concretamente, en el pasaje de la Pasión del Señor, cuya meditación es elemento peculiar de nuestra espiritualidad. Así está indicado en el Capítulo XIV de las Constituciones del Fundador, donde se hace referencia a que las Hijas de la Misericordia teníamos que medi-tar, diariamente, la Pasión de Jesús. También, la práctica del Via Crucis ocupaba un lugar destacado.Ya hemos señalado cómo en fechas próximas a la predicación de la Cuaresma en Pina, el año 1853, D. Gabriel dejó su cargo en Santa Eulalia. Entre otras razones, porque sentía la necesidad de discernir la voluntad de Dios. Salió la ciudad y se trasladó al campo. La Cuaresma le ofrecía un tiempo de reflexión y de silencio; de búsqueda y de fidelidad a un querer de Dios que to-davía no veía con claridad. El contacto con la naturaleza y con las necesidades de la gente del pueblo le inspiró una nueva esperanza, una luz que un día hizo florecer la semilla que albergaba en su interior

María Rigo, fhm

1Se trata de su séptima predicación sobre la Cuaresma. 2Sobre esta particular predicación, Cfr. Pere FULLANA. Joan LLABRES., Gabriel- Marià Ribas de Pina (1814-1873) Palma, Congregación de Religiosas Franciscanas,1997; pp. 117-119. 3Dejamos abierto el proceso del crecimiento de dicha semilla que terminará dando copiosos frutos y que en otra ocasión reemprenderemos para retomar el tema de la Cuaresma de 1853

«Tiempo para que la semilla que Dios

depositó en el cora-zón del Fundador, germinara y cam-biara el horizonte

de su vida.»

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BODAS DE PLATA DE Mª ÁNGELES LARA, CLARISA

Monasterio de «Santa Clara», Palma de Mallorca

Mi historia es una historia de amor con Jesús, su llamada ilumina mi debilidad. Su mirada divina se cruzó con mis ojos cansados. Entró en mi vida buscando mi amor, y aquí estoy con Él, en la ribera del silencio de la oración, que son las redes mejores para pescar. Queridas Hermanas, Hijas de la Miseri-cordia, Paz y Bien. Como muchas sabéis, las pruebas que he sufrido por mi vocación y mi firmeza en seguir a Jesús, me han hecho remar «Mar adentro», donde está la luz del amor y la esperanza. Lo que sucedió en mi, me resultaba muy difícil de entender. Hasta que entré en el misterio de Dios y comprendí el destino de todo. Y pensé, ¡quién me diera alas de paloma; emigraría le-jos y habitaría en el desierto! Y me sacó a un lugar espacioso y afianzó mis pies sobre roca y aseguró mis pasos. Me puso en la boca un cántico nuevo y eché raíces en un sitio glorioso. La voluntad de Dios se ve clara en mi vida. Escondida en Dios, espero el tiempo de la poda: el momento de hacer las Bodas de Plata, que es un de-seo de Dios en mí. El cántico de la tórtola se oye en los jardines del Amado: «Ven a mí, tortolilla de Dios; déjame ver tu rostro; déjame escuchar tu voz; porque es muy dulce tu voz y hermosa tu figura.» Por la gracia de Dios he querido seguir riendo entre luchas, mareas y vientos. Y ahora sigo cantando porque mis Hermanas Franciscanas, Hijas de la Misericordia fueron las primeras que pusieron en mi vida los cimientos del Evangelio. Mi gratitud para con ellas, tanto a las que están en el Cielo como a las que aún están en la tierra. Un abrazo de vuestra Hermana en san Francisco y santa Clara.

Palma, Monasterio de Santa Clara, 27 de Enero de 2003

Religiosa de nuestra Congregación, donde Profesó en 1971. Antes de hacer sus Votos Perpetuos, salió de la misma. Al sentir desde siempre la llamada de Dios a la vida contemplativa, ingresó en el Monasterio de monjas clarisas de Palma de Mallorca. El próximo 2 de Mayo celebrará sus Bodas de Plata como clarisa. Con este motivo quiere compartir con nosotras su alegría.

Mª Ángeles Lara en el Monasterio

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EFEMÉRIDES: ITINERARIO BIOGRÁFICO DE LOS FUNDADORES

1834 Día 29. En medio de una gran fiesta, desde Palma a Santa Eugè-nia, D. Gabriel traslada la imagen de Jesús Resucitado, que encargó restaurar al escultor Borrás.

1843 Día 18. El hermano del Fundador, Miguel Mariano, se encuentra en Roma para pasar la Pascua con él.

1845 Día 8. En una carta emotiva, llena de piedad y de celo, envía al Vicario de Biniali, Juan Mercadal, una reliquia de la Vera Cruz.

1861 Día 6. Gabriel Mariano solicita al obispo que continuaran en su car-go los coadjutores: Rafael Barrera, Bartolomé Coll y Lorenzo Pons.

1871 Día 11. «Decretum Laudis» y aprobación «Ad interim» de las Constituciones de las Hijas de la Misericordia.

1921 Día 11. El Ministro General de la Tercera Orden Franciscana, el P. Arnaldo Rigo, investigando en el archivo de la Sagrada Congre-gación, en Roma, encuentra en el dossier propio de las Hijas de la Misericordia el «Decretum Laudis» que había permanecido en la ig-norancia, exactamente durante 50 años.

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1831 Día 17. D. Gabriel Mariano hace su Profe-sión como Terciario Franciscano seglar, en el Convento de «San Francisco», en presencia del Visitador Fr. Juan Cabrer.

1833 Día 6. D. Gabriel recibe la tonsura clerical y obtiene la capellanía en «San Nicolás», de Por-to Pí, Patronato del Ayuntamiento de Palma, al que renuncia veinte años después.

1838 Día 5. Josefa Ribas de Pina se integra a la «Asociación del culto perpetuo del Sagrado Corazón de Jesús.»

1842 Día 8. D. Gabriel viaja a Roma con la inten-ción y el deseo de abrazar la Regla Francis-cana.

Día 22. El Fundador llega a Roma, a las nueve de la noche. Tiene 27 años.

1844 Día 19. D. Gabriel, por falta de salud, deja la Ciudad Eterna y regresa a Mallorca.

1859 Día 3. La Congregación se instala en la villa de Santanyí. D. Gabriel Mariano da el hábito a una Hermana. Al día siguiente se inician las clases. Fue la octava Fundación.

1861 Día 10. El Fundador manda imprimir las Constituciones de las Hijas de la Misericor-dia, redactadas por él. Aunque se desconoce el día exacto, con esta fecha existe un recibo de la imprenta Guasp a D. Gabriel referente a la impresión y encuadernación de 150 ejemplares de estas Constituciones.

1871 Día 17. El obispo Salvà comunica a D.Gabriel Mariano la obtención del «Decre-tum Laudis», por parte de la Sagrada Con-gregación, con algunas advertencias que la Congregación de Obispos y Regulares hizo a las Constituciones de las FHM

MES DE ABRIL

N U E S T R A H I S T O R I A

MES DE MARZO

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C E L E B R A C I O N E S

BODAS DE PLATA

El día 15 de Enero era la fecha para reunirnos en Pina un grupo de Hermanas que estábamos celebrando los 25 años de Profesión. Ya sabéis: Marta, Catalina, Elena, Celia, Teresa, Gloria y Elva.

¿Cuál era nuestra ilusión? Encontrarnos, hablar, ponernos al día de lo vivido, compartir... Lo demás (sermones) era un añadido secundario. Así lo admitíamos abiertamente. Pero vayamos por partes. Día 16. Para caldear el ambiente, excursión, con comida incluída, a Lluc. Completas y «foguerons», en Sa Pobla.Día 17. Ya fue otro cantar. Nos presentaron a Pilar Yuste, una mujer alta, guapa, joven, espontánea... y, teóloga. Tema: «Dios Padre-Madre». Y con ella empezó todo: fue como ponernos con la cara al viento y respirar, y gozar, y querer más; fue renovar nuestras entrañas al ritmo de Dios e ir leyendo la Palabra, la vida... desde nuestra mirada de mujer y sintiéndonos miradas por una entrañable Madre. Palabra, interiorización, expresión, plegaria... Ruab (espíritu) «¡Oi, oi, oi..!» , cómo decía Pilar delante de un buen plato de comidaDía 22 ¡Otra presentación! Juan Ignacio Aguirre, ofm, un vasco de aspecto austero, serio y deportista. «Problemática humana y espiritual de la mitad de la vida.» Ahí estábamos todas, con la problemática que cada cual sabía como suya y la que se iba descubriendo. ¡Menudo resultó el hermano! Un motón de folios y un tono de voz que no daba tregua, psicología y espiritualidad, firmeza

y gran humildad... Como diciéndonos: ahí va eso si queréis ser honestas en vuestra vida y con los demás. Y empezó a hablar de vivir a fondo; de qué pasa cuando aparece Dios de una manera auténtica y real, de etapas, crisis, límites, posibilidades, autenticidad, vida... Sí, ahí va eso.

Ya nos hubiéramos parado aquí, la verdad. ¿Para qué añadir más? Habíamos formado grupo y los temas habían sido lo suficientemente fuertes para remover mucho por dentro. Pero, venga, ¡a Madrid!... No sabíamos la que nos esperaba. Y en Colmenar, cerca de las montañas nevadas de la Sierra madrileña, conocimos gente nueva. Éramos un grupo de 32. Tema: «Mi vida: Historia de Salvación», organizado por el Instituto de Vida Religiosa. Fue retomar lo anterior, resituarlo y trabajarlo, con una dinámica ágil, intensa y comprometida. Momentos en los que pudimos conectar con nuestro dolor y nuestro gozo; momentos fuertes, de soledad y de sentirte hermana, momentos de perdón, de agradecimiento... Momentos de vida, momentos de Dios. Como la vida misma.Y llegó la despedida. El abrazo que nos dimos fue con más lágrimas contenidas que otra cosa. Algo nos había pasado que había permitido un encuentro no fácil y sí profundo. Cinco partieron hacia América. Me dieron unas letras para que pudiera hacer este escrito en nombre de todas. Algunas ideas, muchas experiencias y un «gracias» a todas las que lo habéis hecho posible, las Hermanas de nuestras Comunidades y las del Consejo. Han sido 25 años de Profesión, y la vida continúa

Catalina Rosselló,fhm

Pina, Mallorca

«Fueron momen-tos en los que pu-dimos conectar con nuestro dolor y nuestro gozo; momentos fuer-tes, de soledad y de sentirte herma-na, momentos de perdón, de agra-decimiento...»

«Renovar nuestras entrañas al ritmo de Dios e ir leyendo la Palabra, la vida.»

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C O N N O M B R E P R O P I O

SUPERIORAS GENERALES (IV)SOR MARÍA RIGO PROHENS: «Alma vitae»

El Cielo tiene ínsulas lumi-

nosas por don-de la Luz desti-la su lenguaje más dichoso, su Palabra más sonora. Y, así, a través de esa Claridad, desde lo Alto, las almas

experimentan la beatitud de Dios. Voz espigada en candoroso haz de estrellas que, en su fugacidad, hablan y atraen a quienes, con los ojos prendidos en la Cima, se sienten felizmente llamados. Voz fecunda y reverente que, de tanto resplandor, a la vez que ciega, enciende el corazón de los elegidos. Y, así, gozo-samente bendecidas, esas criaturas em-prenden la carrera del Reino. Y lo hacen ofreciendo su ser entero a sembrar la Luz, la Palabra, en todo cuanto hacen, son, oran, viven y esperan. Seres dichosos, como sor María Rigo, para quienes «hay cielos indecibles/ so-bre el paisaje interior». Cielos, manantia-les de estrellas semejantes a aquella Epi-fanía de Luz que una Navidad, haciendo Ejercicios en el Convento de las Hijas de la Misericordia de S’Horta, su pueblo, le indica el camino del seguimiento de Jesús. Ahora, años después, «el dulce recuerdo de las formas dormidas», que también evocara Rilke, se despereza con una nitidez asombrosa, recreándo-le, paso a paso, cómo y dónde nace su vocación: «Entré en los Ejercicios sin la menor intención de ser religiosa y salí sintiendo muy viva la llamada de Dios. Es decir, experimenté con claridad que Dios me llamaba.» Tiene entonces 17 años, y aquella deci-sión y claridad no la han abandonado nunca. Tampoco el desgarro y la triste-za que supone para ella esta opción. Como María, también ella tiene que guardar esa Voz en su corazón; es su secreto de adolescente. Aconsejada por su director espiritual, Mn. Antonio García, no comunica su opción a nadie, ni siquiera a las religiosas. Una decisión tomada por varias razones. Primera,

Vocación y Destinoporque no es mayor de edad y, tal vez por ello, sus padres podrían oponerse. Segunda, los paseos dominicales de sor María con un joven pretendiente. Una relación de cinco años, pero sin ningún futuro, porque el Señor, como a Saulo, ya la ha seducido con la Luz cegadora del Amor.

El tiempo que ha de esperar hasta abrazar su destino transcurre en S’ Horta (Felanitx, Mallorca), donde nace el 28 de Junio de 1928, en el seno de una familia -C’ an Corraler- querida en el pueblo, cristiana y muy trabajadora. Ella es la penúltima de siete hermanos (cuatro hombres y tres mujeres) Al ser la más pequeña de las niñas, su padre la trata con un cariño especial. Asiste al colegio de las Hijas de la Misericordia. Aunque es una chica como todas, des-de muy joven tiene que llevar el peso de la casa debido a que su madre no gozaba de mucha salud y necesitaba de ella. Al estar casadas ya sus dos hermanas mayores, ella tiene que asu-mir la responsabilidad. Por este motivo, desde siempre es de gran ayuda para sus hermanos. Por deseo expreso de su madre, mujer detallista y de fino gusto, aprende a bordar a mano, cosa que lle-ga a hacer con bastante perfección. Tanto sor María como sus her-manos frecuentan a menudo la iglesia. Ella es catequista y los chicos fueron pasándose el testigo de monaguillo a lo largo de mucho tiempo. En el pue-blo vive los tiempos de apogeo de la Acción Católica, beneficiándose de la formación que propician los círculos de estudio. Así transcurre su vida hasta que, a los veintidós años decide dar el paso. Aunque inicialmente piensa en las «Her-manas de la Caridad», cuando el con-fesor le pregunta por la Congregación en la que va a entrar, no le da opción: «No, tú tienes que ser Franciscana.» Una decisión que acepta con agrado y de la que ahora se siente orgullosa: «Hoy soy feliz de haber ingresado en las Franciscanas. ¡Mira por donde me vino el acierto!» Pero aún faltaba por superar el

A pesar de las dificultades iniciales, el 13 de Abril de 1950, ingresa como Postulante. Seis meses después, el día 12 de Octubre de 1950, inicia el Noviciado, con sor Catalina Martí como Formadora. Realiza su Primera Profesión el día 13 de Octubre de 1951 y, cinco años después, el 6 de Octubre de 1956, la Profesión Perpetua. En Mallorca realiza los estudios de Bachiller y Magisterio, al término de los cuales, en 1957, es destinada a Roma, donde ese año se funda la Casa de «San Cosimato». Allí estudia Teología en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino. El 4 Mayo de 1970 obtiene la Licenciatura en Ciencias Religiosas, con la Tesis: «La vida religiosa como una concreción de la vida bautismal». De regreso a Mallorca, a los pocos días después, la invade una fuerte nostalgia de la Ciudad Eterna,y

Primeros Años de Vida Religio-

escollo más difícil: comunicar la decisión a su familia. No sin cierto temor y temblor, se lo hace saber al padre quien, para sorpresa suya, acoge la noticia favora-blemente. No ocurre lo mismo con la madre que, como ella misma declara, «por muchas y justas razones», no acep-ta la decisión. Evidentemente, esto le acarrea un gran disgusto. Sin embargo, se mantiene firme en su opción. Aunque si el padre ya le había sorprendido grata-mente, la sorpresa de la madre estaba por llegar. A pesar de sus reticencias y de su oposición, al aproximarse la fecha de la partida de sor María, hace lo imposi-ble por conseguir un coche, el único que había en el pueblo, para acompañarla a Pina. Algo que, aún hoy, sor María sigue sin explicarse cómo pudo arreglárselas para hacerse con el vehículo. Unos dos años después, su hermano Juan toma el mismo camino, e ingresa en la Congregación de los «Misioneros de los Sagrados Corazones.»

Page 20: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

MiseriCordiaeMiseriCordiae 5

C A M I N A N D O . . .

CONSEJO GENERAL

En el número anterior de Misericordiae, ya informamos de la reunión que tendría

lugar en la Casa General, del 7 al 11 de Enero, cuyo objetivo sería trabajar en el Programa «Misericordia y Solidaridad», que todas ya co-nocéis. De las Hermanas asignadas por las Delegaciones, asistieron: Magdalena Moragues (Delegación de Bolivia), Joana Gonyalons (De-legación de Castilla), Margarita Sebastià (Delega-ción de Italia), y Antonia Comas (Delegación de Mallorca-Menorca) No pudieron estar presentes, Estefania Silva ( Delegación de Perú) ni Martha Cupido (Delegación de Texas-México) El trabajo que realizamos a lo largo de esos días estuvo coordinado por Paulina Aguirre, Delegada de Misiones. Partió del segundo borrador, en el que ya se habían incluido las sugerencias hechas por las Comunidades, al objeto de que el Programa sea lo más completo posible, y nos ayude a unificar criterios que respondan a las necesidades de todos los países en los que estamos presentes. Nos parece que este proyecto ayudará a la Congregación a coordinar y canalizar mejor los recursos, y a que su distribución se haga de forma equitativa; además, podrá ser una garantía para las personas a quienes servimos y un marco de actuación para los laicos que cooperan en él. Por tanto, creemos que, lejos de «atar manos» poniendo estructuras, «Misericordia y Solidaridad» nos facilitará ayudar a nuestros destinatarios, «los pobres de Yahvé». El Programa responde a la necesidad de organizar la labor que venimos realizando en los países empobrecidos, con el fin de difundir el sentido de fraternidad al que nos lanza nuestro carisma, de manera que ayudemos a los pobres a ser los promotores de su propio desarrollo y a potenciar su dignidad como seres humanos. Después de la última revisión del texto, lo haremos llegar a las Comunidades. Concluyo con una anécdota de la Madre Teresa de Calcuta cuando llegó a Melbourne para abrir una Comunidad. Al visitar el barrio donde debían establecerse sus Hermanas, entró en una casa polvorienta y oscura. Después de saludar al anciano dueño, le preguntó por qué no quitaba el polvo. Él le respondió: «Como nadie viene a visitarme no tengo razón para hacerlo.» Ante una nueva pregunta sobre por qué no encendía la luz, él volvió a contestarle lo mismo: «Nadie viene a visitarme.» Semanas más tarde, ya en otro país, la Madre Teresa recibió una carta de este mismo señor, diciéndole: «Desde que usted me visitó no se apaga la luz de la lámpara de mi corazón.» Y ese es también nuestro más sincero deseo: que quienes entren en contacto con nosotras o con nuestros colaboradores, sientan que Dios les ha visitado. Que «la semilla y la fuerza» que hemos intentado plantar, con la colaboración de todas, en la elaboración del Programa «Misericordia y Solida-ridad» ayude a extender la presencia del Reino en el mundo

Hermanas del Equipo «Misericordia y Solidaridad»

Programa «Misericordia y Solidaridad»

Paulina Aguirre, fhm

REUNIÓN DEL EQUIPO, EN PALMA

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C O N N O M B R E P R O P I O

es que los catorce años vividos en Roma dejan una huella profunda en su interior. Se siente extraña en su propia casa, y añora a las Hermanas de Italia, a quienes quiere entrañablemente. A este sentimiento se une el malestar porque prácticamente desconoce a las Herma-nas de España. Todo ello, la añoranza y el regreso son fuente de dolor y vive días marcados por la pena. Sin embargo, el tiempo, implacable e inmisericorde, la embarca de lleno en la misión que tiene reservada para ella. Después de un destino en la Comunidad de Plaza Quadrado, en el Capítulo de 1971 es elegida Vicaria Ge-neral y, en el siguiente, en 1977, segunda Consejera General, cargo que ocupa hasta el año 1983, fecha en la que deja de formar parte del Gobierno General, y es destinada a la Casa de Oración y Descanso, de Son Espanyol (Mallorca) De este tiempo guarda un emotivo recuer-do, tanto por el ambiente propio de esta Casa, donde el silencio, la serenidad y la naturaleza son protagonistas, como por su nuevo trabajo: lavar y planchar. Aquí apenas reside un año. Durante el trienio 1984-1987 es destinada al Centro «Ma-ter Misericordiae», como Superiora local. Un destino que valora positivamente, ya que la cercanía a los niños discapacita-dos le da la oportunidad de conocer de cerca la obra y ejercer la misericordia. Algo que continúa realizando desde distintos lugares y servicios. A partir de este momento, su perfil como Hija de la Misericordia, se enfoca, casi exclusivamente, hacia el estudio de las fuentes carismáticas de la Congregación. Mujer apasionada por la labor de los Fundadores, se dedica en cuerpo y alma a investigar la obra funda-cional de D. Gabriel y sor Concepción. Por eso, conscientes de su capacidad y preparación para esta misión, con buen criterio, sor Francisca Riutord y su Consejo la eximen de ciertas ocupaciones para dedicarse a este trabajo. Concretamen-te, para la transcripción y publicación de los Escritos del Fundador, labor que aún estaba por completar. Con este motivo, y a fin de que pueda tener un ambiente apropiado para el estudio y la investiga-ción, el 25 de Julio de 1987 es destinada a Valldemossa. Dos años después, en 1989 lleva a la imprenta los tomos III, IV y el V de los Escritos de D. Gabriel y el pri-mero, hasta entonces, de la Fundadora,

Con el corazón y la mente alimentados por la savia de la figura y la obra de los Fundadores, sor María llega al Gobierno General con dos in-quietudes fundamentales. La primera, como ella misma explica, «ayudar a las Hermanas a descubrir la fuente de la felicidad, que es la vivencia auténtica del misterio del Padre, contemplado en la Palabra y experimentado en nuestro interior por el don del Espíritu Santo. Es decir, ayudar al crecimiento espiritual de las Hermanas. Esto lo hice desde mi más profunda convicción de que la vida religiosa debe profesar exquisito amor a la dimensión teologal: debe cuidarla con particular esmero, debe vivirla con pasión y debe gozarla como el don más precioso.» La segunda, impulsar y animar la Formación, tal y como había sido acordado en el Capitulo para el sexenio 1989-1995. Además de éstas, como ella también manifiesta, otra inquietud cons-tante es la de «continuar la tarea de los Gobiernos anteriores de descubrir la belleza del carisma de la misericordia, así como revitalizarlo y amarlo. En su ánimo está siempre el deseo de ofrecer a las Hermanas la posibilidad de beber en las fuentes de su patrimonio espiritual, siempre ancladas en una profunda experiencia de Dios.» Con este pro-pósito, juntamente con las Consejeras Generales, proyectan un Programa de

Formación a través del Boletín, Jorna-das de Formación Permanente y otros encuentros. Asimismo, con motivo de las Bodas de Plata y Oro de las Hermanas, su Gobierno General tuvo particular interés en ofrecerles la oportunidad de unos días de Formación intensa, en Pina. En 1993, un grupo de Hermanas, a sus 25 años de vida religiosa, tuvo la ocasión de practicar los Ejercicios Espirituales de mes. Durante los años 1992-1994, y dentro de esta constante inquietud de revitalizar el carisma, sor María dirige Ejercicios Espirituales en todas las Dele-gaciones. Un total de nueve tandas, cen-tradas todas ellas en el binomio: Palabra de Dios y carisma de la misericordia en los Escritos de los Fundadores. El hecho de que las Hermanas dispongan de los textos, facilita la comprensión del caris-ma, además de despertar el interés y avivar el amor a la Congregación.

Inquietudes y proyectos princi-pales de su Gobierno

Desde el inicio de este sexe-nio, el servicio de su Gobierno estuvo probado por el auténtico signo de la Cruz. En uno de los viajes realizados a Guinea Ecuatorial, la Vicaria General, sor Juliana García-Lajara, es afectada de paludismo, enfermedad que, al ser desconocida en nuestro país, la mantu-vo gravemente enferma durante mucho tiempo. También, una de las Consejeras, sor Lucía Bennasar, presenta la renuncia por motivos de salud. En medio de este sufrimiento y de esta escasez de medios humanos, experimentan la fuerza del Señor para afrontar el sexenio, animando a las Hermanas, organizando y efec-tuando los distintas realizaciones.

- 175 Aniversario del nacimiento y bautismo del Fundador

En todas las Delegaciones, según sus posibilidades, se vive y festeja este acontecimiento en actitud de ac-ción de gracias. En Palma de Mallorca, se celebra una Eucaristía, presidida por el obispo, Teodoro Úbeda, el 4 de No-viembre de 1989. La ceremonia tiene lugar en la parroquia de Santa Eulalia de Palma, donde fue bautizado D. Gabriel Mariano.

sor Concepción de San José. Ese mismo verano, en el XIV Capítulo General, es elegida Superiora General, cargo que ocupa hasta 1995. Durante el sexenio que abarca su Gobierno, desempeña el cargo de Presidenta de la Confer Regional de Baleares y, como tal, es miembro de la Junta Directiva de Confer Nacional. Desde 1995, reside en la Comunidad de Marratxinet, donde continúa compa-ginado su labor investigadora sobre la Historia de la Congregación y los Funda-dores (concretamente, en sus sermones) con su cargo en la Casa de la Iglesia, como Delegada de Vida Religiosa.

Acontecimientos más importan-tes del Sexenio 1989-1995

Page 21: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

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A M I S H E R M A N A S

Jesús nos enseña que sólo hay una manera de que nuestra Iglesia sea «la Casa del Padre»: celebrar un culto que nos comprometa a vivir como hermanos, a practicar la justicia que Dios quiere y a encarnar su Palabra. Y para Dios, sagrado son las personas, la vida, la justicia, la paz y las semillas de su Reino que brotan en este mundo.

La palabra de Jn.3,1-21 (cuarto domingo) nos recrea con el diálogo de Jesús y Nicodemo, dos enten-didos de la ley pero con interpretaciones diferentes. Nicodemo reconoce la autoridad de Jesús basada en las obras que hace. Es un hombre abierto a la luz y, en actitud de búsqueda, desea un cambio de vida; por eso, se deja orientar por Jesús cuando le dice que tiene que nacer de nuevo. No entiende nada, pero guarda la Palabra en su corazón y, a partir de ahí, empieza a experimentar su verdadero nacimiento. Por su parte, Jesús pone de relieve que es necesario nacer de nuevo, de lo alto, de Dios, del agua y del Espíritu. Sin estas actitudes, no se le puede aceptar como el Enviado, el revelador del Padre. Y sin creer y acoger a Jesús como el Enviado, como el revelador del Padre, no se puede entrar en el Reino de Dios. En este pasaje, Jesús nos muestra a un Dios cercano al mundo y a cada persona, que toma la iniciativa de amar; que ama sin condiciones, con plenitud y lealtad, que anima y sostiene nuestra vida. De ahí que ser creyente es sentirse amado y llamado a vivir con mayor plenitud. Y es que en el acontecimiento salvífico, la iniciativa siempre procede de Dios. Por último, el texto de Jn.12, 20-23 (quinto domingo) nos introduce en la «hora», en el momento del Padre. Los acontecimientos vividos en esa «hora» son claves para interpretar todos los hechos de Jesús, porque es en la entrega de la vida donde se manifies-tan la gloria y plenitud de Dios: de su amor. La «hora» muestra la fecundidad del amor. Aquí, la amenaza de la muerte acecha a Jesús en todo momento:- Olvidándose de sí mismo, está decidido a dar la

Antonia Barrilero,fhmSuperiora General

«Ser creyente es sentirse amado y llamado a vivir con mayor plenitud. Y es que en el acontecimiento salvífico, la iniciativa siempre procede de Dios.»

«La conversión hunde sus raíces en la buena noticia de la presencia de Dios en la historia; en la historia que tengo que aceptar, de la que tengo que fiarme y por la que tengo que dejarme modela.»

vida por los demás. Jesús sabe que han pactado su muerte, pero no huye. Al contrario, la afronta como cumplimiento de la Escritura, sacralizando así el dolor como fuente de redención: «Era necesario que el Mesías padeciera.»- Es consciente de la transcendencia de su sacrificio: su muerte es un acontecimiento salvífico universal. En

otras ocasiones, Jesús ya había puesto de mani-fiesto que había

venido para salvar a las ovejas perdidas; que no era enviado para los sanos, sino para los enfermos. El cán-tico que proclamó Simeón recobra en este momento su sentido como fuerza de salvación que «atrae a todos hacia Jesús», en esa «hora» de Getsemaní. - Vive su muerte como lucha y como triunfo. Jesús tie-ne plena conciencia de ello cuando afirma: «Si el grano de trigo cae en tierra y no muere queda infecundo; en cambio, si muere, da mucho fruto.» (Jn.12, 24) De aquí se desprende que no se puede dar vida a los demás si uno no está dispuesto a desvivirse por ellos. La vida es fruto del amor y brota en la medida en que nos entregamos. En toda Cuaresma, también en esta, la Luz se presenta como horizonte gozoso. Por eso, vivirla plena y verdaderamente, es prepararse para experimentar en lo más profundo que somos criaturas luminosas,

tejidas a imagen y semejanza de Dios. Ante ese feliz destino, la llamada a la conversión se transforma en fuerza movilizadora del discernimiento y acción reno-vadora, de nuevo nacimiento. Y es que la conversión hunde sus raíces en la buena noticia de la presencia de Dios en la historia; en la historia que tengo que aceptar, de la que tengo que fiarme y por la que tengo que dejarme modelar. Ante ese feliz destino, morir como el grano en la tierra habría de ser la brújula que diariamente marque la meta de nuestras obras y de nuestro ser en el mundo como mujeres consagradas a Dios

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- Formación Con el fin de establecer las ba-ses comunes para la Formación y orga-nizarla de forma sistemática, el Consejo General se reúne con las Formadoras de la Congregación para iniciar el trabajo de elaboración de un Plan General de Formación. El encuentro tiene lugar en Pina, del 4 al 7de Septiembre de 1991. Como resultado de esta importante re-unión, a lo largo del sexenio 1989-1995 se lleva a cabo una reorganización y puesta en marcha de los Equipos de Formación en España, Bolivia y Perú.

- Consejo Plenario Del 14 al 18 de Julio de 1992, y obedeciendo a uno de los acuerdos del XIV Capítulo General, se celebra en Pina, por primera vez, el Consejo Plenario que viene a sustituir las Asambleas inter-medias entre los Capítulos.

- 150 Aniversario de la ordena-ción sacerdotal del Fundador

Se sugiere a todas las Dele-gaciones que recuerden este acon-tecimiento con gozo y alegría. La de Mallorca, lo vive con especial solemni-dad al estar reunido el Consejo General con las Superioras de España e Italia. El aniversario se celebra en la parroquia de Pina, el 24 de Septiembre de 1992. Dentro de este ambiente conmemo-rativo, tiene lugar la entrega del nuevo distintivo de las Hijas de la Misericordia, que sustituye a la Tau. Las responsables de las diferentes Comunidades reciben el nuevo emblema, de manos de la Superiora General.

- Creación de algunas Delega-ciones

Siguiendo la trayectoria del Gobierno anterior, se consolida la re-organización de la Congregación en Delegaciones. Se crean: Perú (1989), Texas-México (1990), y Mallorca y Me-norca (1993)

- Enseñanza Después de varios encuentros entre algún miembro del Gobierno General, la Delegada de Enseñanza y Hermanas dedicadas a esa tarea, y re-cogidas las aportaciones hechas, se re-dacta el Proyecto Educativo de Centros para poder presentarlo, y ser aprobado, al Capítulo General de 1995.

- Fundaciones:Comunidades de «presencia e inserción»:

Con la mirada puesta hacia los lugares más pobres y necesitados, donde hacerse presentes las Hijas de la Misericordia, se fundan las siguientes Casas: - Es Rafal (Palma de Mallorca, 1990) - Pariamarca (Perú, 1992) - Alto de La Paz ( Bolivia, 1994) - En colaboración con Cáritas, se abre una nueva presen-cia al mundo rural en Puebla del Príncipe (Ciudad Real, 1993-1994) - Rapone (Italia, 1995)

Casas de Formación de la Congregación:

Con el fin de que las Forman-das (Novicias) entren en contacto con la mayor pobreza, en 1989 se abre una

- Publicaciones: ♦En 1993 y 1995. Publicación de Los atajos de Dios y Positio super mar-tirio. Dichas ediciones se llevan a cabo conjuntamente con los «Misioneros de los Sagrados Corazones», por tratarse de las biografías de las Hermanas y Hermanos mártires de ambas Congre-gaciones. ♦1994-1995. Comienza la redacción de la biografía de Gabriel Mariano Ribas de Pina. ♦1994. Folletos Con Él. «Dos Hermanos para la Misericordia.»

La Providencia, a veces caprichosa, siempre sabia, labra con sutiles teselas la historia del Hombre. En el caso de sor María, cincela con asombrosa pulcritud su destino y su vocación como mujer de Dios. Con la misma pulcritud y finura con la que ella apren-de de su madre a bordar. De ella aprende a ser hija ella misma. Hija de la Misericordia apasionada de la espiritualidad y del legado de los Fundadores. Admira la semejanza y el mimetis-mo con los que la Providencia teje la historia. Si a sor María una Luz de lo Alto, una estrella, la llama al seguimiento. Otra epifanía de sabiduría, la que alberga el Fundador y que revela al crear la Congregación, es también destello y estrella, que marca el rumbo de sus días y de sus horas. Así, la obra fundacional de D. Gabriel se convierte en claridad para la vivencia de la fe y del Evangelio, como Superiora General y como Hija de la Miseri-cordia. Feliz, así, el destino de la persona cuya andadura vital cobra aliento y vigor en las fuentes mismas de la Vida y de la Luz. Por eso, es fácil imaginar a sor María Rigo aso-mada al Cielo, y abrazada al dorado hilo de la memoria, bordar los recuerdos de aquella feliz epifanía que la condujo al centro del Misterio: a la entraña donde amanece para el Hombre la salvación. Desde el Cielo, desde sus ínsulas luminosas

- Constituciones y Directorio Otro trabajo importante en este período es la adaptación del texto constitucional, tanto a la normativa del nuevo Derecho Canónico como a la riqueza carismática que en los años anteriores se había ido descubriendo e interiorizando. También se integra el esquema de Estatutos, para el funcio-namiento de las Delegaciones, en el Directorio actual. Fueron dos años de trabajo hasta poder presentar ambos textos al Capítulo de 1995.

- 125 Aniversario de la muerte de sor Luquesia

En 1995, la celebración de este peculiar acontecimiento reúne en oración a las Hermanas de Mallorca y Menorca en la cripta de la parroquia de Santa Cruz (Palma), cerca del lugar donde está enterrada «la primera mártir de la caridad», como la define el Fundador.

Casa en la barriada de Sicuani (Lima, Perú) - Barriada de El Alto de San Pedro (Sucre, Bolivia, 1992. Es también Casa de Pre-noviciado y acogida para las Hermanas de la Delegación) - Casa de estudios de Junioras en la barriada de Santa Elena (Cajamarca, Perú, 1993)

Casas para potenciar otras Comunidades:

Vara Gruesa-Chile (Bolivia, 1994) - México D. F (México,1993. Como respuesta al XIV Capitulo General, y por deseo expreso de las Hermanas de potenciar Texas)

Pastoral Juvenil En colaboración con Cáritas Diocesana de Cuenca, en 1990 se es-tablece en esta ciudad una residencia universitaria, con el fin de trabajar pas-toralmente con jóvenes.

[Texto elaborado con la informacíón

facilitada por sor María Rigo, fhm]

Epílogo

Isabel Martínez

Page 22: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

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A M I S H E R M A N A S

Un año más se nos concede entrar en el t iempo de la misericordia de Dios. Cuaresma es, precisamente, abrir el oído a nuestro Dios; dejar que Él nos diga, en lo más profundo del corazón, que somos objeto de su amor. Con esta actitud y con

este deseo, vamos a intentar vivirla como un tiempo privilegiado de Dios, a lo largo del cual, a través de su Palabra, Él nos irá mostrando el camino de nuestra conversión. Al adentrarnos en el núcleo de la Cuaresma, los gestos y las acciones de Jesús nos dejan perplejas; pero en esa perplejidad está grabada la voz de Dios. Con ella insinúa al Hombre el trayecto que ha de recorrer si quiere, como el Hijo, experimentar la filiación divina.En Mc.1, 12-15 (primer domingo) nos da a conocer que el discernimiento es el arma que emplea Jesús para descubrir la voluntad del Padre. Un discernimiento que realiza mediante la oración y el silencio. Por eso, el Espíritu lo lleva al desierto, al lugar de la prueba. Y es que el Espíritu que se le ha dado a Jesús en el bautismo no le separa de la Historia ni de la trama paradigmática de confusión y reprobaciones a las que tiene que enfrentarse una vez que es señalado por el Padre como el Enviado. En esa dualidad, Jesús experimenta la lucha con el mal y la ayuda de Dios mediante la paz. Jesús apuesta por el Reino, por un Dios de quien uno se puede fiar a fondo perdido. Así, desde el inicio, la causa del Reino aparece marcada por el conflicto, las tensiones y las opciones personales enraizadas en los acontecimientos históricos. Ésa es también la realidad en la que nos introduce a nosotras el Espíritu.En Mc.9, 2-12 (segundo domingo) es Dios mismo el que habla para con-firmar a Jesús en el camino que ha elegido. Un camino-Reino que resulta molesto porque rompe muchos intereses establecidos; porque habla de padecer mucho; porque no presenta al Mesías que los discípulos piensan (Mc.8, 27,33), sino el que Jesús describe en su primer anuncio de la Pasión (Mc.8, 31,33) La Transfiguración es la confirmación de Jesús por el Padre, en un mo-mento de crisis, de su filiación e identidad. Y, al reconocerlo como su Hijo Amado, revalida el camino que sigue y enseña, y lo pone como norma de vida y de seguimiento para todos: «Este es mi Hijo, a quien yo quiero. ¡Escuchadle!»En Jn.2, 13-25 (tercer domingo) nos encontramos con un texto sorprendente. El evangelista nos muestra que, con Jesús, se inaugura un tiempo nuevo en las relaciones del ser humano con Dios. Él se presenta como el lugar de encuentro de lo divino y lo humano. Nos muestra a un Dios que, con entrañas de misericordia, quiere ser adorado en el corazón del Hombre.La actuación de Jesús en el templo de Jerusalén, nos pone en guardia frente a posibles ambigüedades, ambivalencias y manipulaciones de lo cultual. Nos sitúa en la tesitura de preguntarnos: nuestras celebra-ciones, ¿son un encuentro con el Dios vivo de Jesucristo que nos impulsa a construir su Reino y buscar su justicia? Nuestras eucaristías, ¿son una escucha sincera de la buena noticia evangélica, una celebración de nuestro compromiso de fraternidad? Nuestra Iglesia, ¿es la Casa del Padre en donde se vive, se celebra y se manifiesta a todos la justicia, la verdad y la paz?

CUARESMA: TIEMPO DE LA MISERICORDIA DE DIOS

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« Cuaresma es abrir el oído a nuestro Dios; dejar que Él

nos diga, en lo más pro-fundo del corazón, que somos objeto

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A P R O P Ó S I T O D E . . .

Hace pocas semanas nuestras voces se elevaban para cantar ante el recién nacido. «Gloria a Dios en los cielos y en la tierra paz a los hombres». Contemplábamos a Jesús en el pesebre y todo parecía que estaba en paz y armonía. Pero se trataba sólo de un paréntesis, porque en el horizonte, una nube grande y negra amenazaba la Paz. Todo cuanto está aconteciendo últimamente nos hace temer que pronto, desafortunadamente muy pronto, esa Paz, deseo hondo de todo hombre de bien, corre un gran peligro. Se están alzando muchas voces para decir: «No a la guerra». Ya no se trata de quedarnos pasivos, y de decir sólo: «qué lástima». Se trata de ponernos manos a la obra, protestar, firmar, hacer lo que podamos, unir nuestra aportación, por pequeña que sea, a la de tantos otros que quieren y buscan la Paz. Y, de repente, pienso, la guerra será allí y los «ene-migos» serán ellos. Y es que si no estamos físicamente en medio, las bombas caerán sobre otros. ¿Y nosotras? Rezamos para que los líderes busquen soluciones pacíficas y, cuando empiece la contienda, que parece inminente, rezaremos por un fin rápido; pediremos por las víctimas, por los hijos, sus hermanos, familiares ( de un lado y otro) que han sido llamados a «dar su vida por la patria.» Qué frágil es la Paz. Aquella armonía, tranquilidad, serenidad, concordia, calma, sosiego que nos da Dios y que reside, y está en potencia, en lo más profundo de nuestro ser. Lo mejor de Dios; y que, a pesar de tanta resistencia, por nuestra parte, Él sigue ofreciendo: «Mi Paz os dejo, mi Paz os doy.» (Jn.14, 27) Frecuentemente, también aparece la fragilidad de la Paz en la convivencia. En esos pequeños conflictos que mantenemos diariamente; en esas actitudes que rompen la fraternidad, en la imposición del ego que nos domina que, de vez en cuando, nos parece más importante que los hermanos que nos rodean. Esa Paz que se rompe con una palabra, con una idea, o con una mirada. Y que después nos duele tanto. ¿Qué se puede hacer? Juan Pablo II, en su mensaje de Paz del 2003, habla de los: «Gestos de paz que se dan en la vida de personas que cultivan en su propio ánimo constantes actitudes de paz. Gestos de paz son posibles cuando la gente aprecia plenamente la dimensión comunitaria de la vida, que les hace percibir el significado y las consecuencias que ciertos acontecimientos tienen sobre su propia comunidad y sobre el mundo en general.» A propósito de todo esto, recuerdo una pequeña historieta. Dice así: «Paseaba un fraile por la vereda del gran jardín conventual. Allí se encontró con un pajarito amarillo -el más pequeño que puede existir- acostado patas arriba en medio de la senda. Al verlo, le preguntó: -Y tú, ¿qué haces ahí, tirado en el camino? El pajarito, respondió: -Pues mira, me han dicho que el cielo se va a caer. Estoy esperando para aguantarlo con mis patas y que no se haga daño.

LA AMENAZA DE GUERRA

-Si tú eres demasiado pequeño para tal cosa-, le replicó el fraile. -¡Ah, cada uno hace lo mejor que puede con lo que tiene!-, le contestó el pajarito amarillo.» La Paz es frágil, sí. Pero es posible si todas la procu-ramos con lo mejor que tenemos. Hagamos una apuesta firme para evitar la guerra y, cómo no, pongamos también los medios para prevenir las «guerrillas de cada día». Como nos dice Pablo en su Carta a los Tesalonicenses: «Hermanos, no os canséis de hacer el bien»

Inés estaba cruzando un río a través de un puente colgante cuando, de improviso, se rompió la soga que lo mantenía en alto. Del impacto, y al suceder todo de manera tan repentina, Inés cayó al río. A duras penas logró agarrarse a una rama, pero su cuerpo era vapuleado a merced de la corriente. Ella, desorientada, presa del pánico y de la confusión, no sabía qué hacer. Finalmente, armándose de valor, con los ojos cerrados, se concentró y oró a Dios. Con todo su ser, con toda su fuerza y con todo su deseo, le pidió que la ayudara: o bien a salvarse, o a morir dignamente. En esa actitud de oración y súplica íntima permaneció durante un tiempo. Así, hasta que empezó a sentirse serena y pacifi-cada internamente. Entonces, abrió los ojos y la vio: flotaba balanceándose entre el fluir del agua, suave, amable pero, siempre, firme. Inés se quedó mirándola. Era de madera, y toda ella estaba decorada con una artística filigrana en la que estaban grabados todos los dolores y padecimientos que hay en el mundo. Conmovida, Inés empezó a nadar hacia la barca. A medida que se acercaba, se daba cuenta que su interior era un espacio acogedor, cómodo, y dulce, como el útero de una madre, preparado para acoger, guardar, cuidar y proteger a su criatura, en definitiva, para dar vida. Cuando por fin llegó a la barca, Inés se embarcó en su seno. Allí, empezó a sentir una suave brisa. No era fría ni caliente, sino de la calidez adecuada para secar sus ropas y mantenerla caliente. Dentro de ella fue río abajo, y recorrió todo el mudo. También, desde ese lugar acogedor, invitó a las personas que encontraba en su trayecto a experimentar

un paseo en la Barca

JORNADAS DE FORMACIÓN

La barca: entraña maternal de Dios

Con motivo del 25º aniversario de Profesión religiosa cele-brado en Pina, el pasado mes de Enero, parte de la Formación impartida versó sobre la imagen de Dios contemplada desde lo femenino. En un intento de concebir a Dios como Madre, se escribió este cuento a modo de parábola.

Paulina Aguirre, fhm

Martha Cupido, fhm

OPINIÓN:

Page 23: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

MiseriCordiaeMiseriCordiae

El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron en una casa cedida por Francisco Adrover, mientras se construía el nuevo Convento en un solar donado por Miguel Jaime

Adrover. La nueva Casa se terminó el año 1863. Dadas sus reducidas dimen-siones y al carecer de aulas, las Herma-nas dieron clase en una sala cedida por

el Vicario, Antonio María Alcover. La sala del Convento se destinó para capilla, que se bendijo el 5 de Enero de 1916. Al quedarse pequeño el edificio, y ante las malas condiciones de habitabilidad, se construyó uno nuevo en un solar cedido por Juan Binimelis, siendo inaugurado el 12 de Febrero de 1928. Actualmente, es una Casa de «Oración y Descanso»

El Fundador pasaba mucho tiempo en el predio familiar de «La Torre», situado en esta localidad. Al ver las necesidad que tenían las familias de atención sanitaria y educativa, preparó la fundación del Convento, que se hizo

efectiva el 16 de Agosto de 1857. D. Gabriel y Sor Josefa Ribas pasaron a Santa Eugè-nia, con dos Hermanas. En

el oficio religioso, el Fundador dio el hábito a tres jóvenes. Al cabo de unos años, dejaron la Casa inicial, y pasaron a residir a otra. Posteriormente, el Fundador compró un te-rreno para edificar un nuevo Convento, también sufragado por él, donde se instalaron definitivamente. Las Hermanas de esta Comunidad se han dedicado a la enseñanza, al ser-vicio de los enfermos y al cuidado del templo. También, a la Catequesis de Primera Comunión y, últimamente, a los jóvenes de Confirmación. El 26 de Octubre de 1971, por disposición ministerial, dejaron la enseñanza de las niñas en edad escolar, atendiendo sólo a párvulos. Servicio que se prestó hasta 1994, al enfermar la Hermana encargada de los niños. En 1995, Francisca Llompart, organizó un grupo de Oración y Amistad. En 1993, María Puigserver, montó un pequeño taller de restauración de cuadros e imágenes. Uno de los primeros trabajos fue la restauración de las tallas de la capilla. Actualmente, la Comunidad la forman: Catalina Suñer, Francisca Llompart, Juana Roig, María Puigserver e Isabel Serrano

El pueblo de Muro, al constatar la labor que esta-ban realizando las Hermanas de Pina y de Costitx, deseando tener la misma oportunidad ante las grandes necesidades que existían entonces, solicitó al Fundador que inaugurara en la localidad una Casa de religiosas. El párroco, D. Juan García, secundó esta propuesta. La fundación tuvo lugar el 31 de Mayo de 1857. Las fundadoras, sor Lucía Sorell y sor Miguelina Bover, acompañadas por D. Gabriel Mariano, asistieron a la Misa Mayor, celebrada por el párroco. En este acto, el Fundador impuso el hábito a dos jóvenes de Manacor -Jacinta y Ángela Amer-, que pasaron a formar parte de esta Comunidad. Las cuatro religiosas residieron en el Convento de los Mínimos, habilitando alguna depen-dencia que les facilitó el Ayuntamiento. En el año 1865 se empezó a construir la Casa-Convento. Por entonces, sor Luisa Feliu, que ayudaba a los albañiles, murió aplastada por la grava en una cueva. En el año 1878 tuvo lugar la bendición de la nueva Casa, y en 1905, se bendijo la capilla. Nuevamente el pueblo participó de manera entusiasta en la ceremonia. Actualmente, las Hermanas de esta Comunidad, fieles al legado y al carisma de los Fundadores, siguen entregando su vida al servicio del pueblo, colaborando en la Pastoral de la parroquia y en la enseñanza

En 1855, el joven de Costitx, Jaime Munar, cons-ciente de la miseria que padecía su pueblo, pensó fundar un hospicio para atender a los enfermos. D. Francisco Arrom, al enterarse del proyecto, rogó al Vicario, D. Martín Más y al joven que lo suspendieran por algún tiempo, ya que cabía la posibilidad de que las religiosas que iba a fundar D.Gabriel Mariano se establecieran allí. Así fue. El Con-vento se instaló el 2 de Febrero de 1857. El mismo día, de manos del Fundador, tomaron el hábito cuatro jóvenes. Todas, junto a sor Francisca Julià, emprendieron la tarea de servicio al pueblo, atendiendo a las niñas y a los enfermos, y cuidando la parroquia. Actualmente, parte del Convento se ha cedido al Ayuntamiento y se ha habilitado como «Centro de día» Isabel Mª Bonnin, fhm

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A MIS HERMANAS:Antonia Barrilero: «Cuaresma: Tiempo de la misericordia de Dios» ......................................................3CAMINANDO:Paulina Aguirre: «Programa ‘Misericordia y Solidaridad’. Reunión del Equipo, en Palma» .............................................................5 CELEBRACIONES: Catalina Rosselló: «Bodas de Plata» .....................................................6 Mª Ángeles Lara: «Bodas de Plata. Monasterio de Santa Clara» ........7LA VIDA EN LAS DELEGACIONES:Bolivia: * Teresa Claure: «Centro de Educación Inicial, El Alto de La Paz» ........8 Perú:* Marta Castillo: «Asamblea anual» ...........................................................9 * Comunidad de Sicuani: «Dejando huellas»................................................. 9* Comunidad de La Perla: «Julio, un niño de la calle» ............................... 10COLABORACIONES:Emilio Velasco: «Huyendo de la Misericordia (II)»................................11LA VOZ DE LA MEMORIA:Secretaría General: «Acción de misericordia en Asís» ...........................12QUIÉN ES QUIÉN EN LA CONGREGACIÓN:Margarita Mayrata Nicolau ......................................................................15Justa L. López Juárez ..............................................................................16NUESTRA HISTORIA:♦María Rigo: «Una predicación cuaresmal: gestándose la luz» .................17♦Margalida Oliver: «Efemérides» ..............................................................18CON NOMBRE PROPIO:Isabel Martínez: «Sor María Rigo. Alma vitae» .......................................19A PROPÓSITO DE...Opinión. Paulina Aguirre: «La amenaza de guerra» ...............................22Jornadas. Martha Cupido: «La barca: entraña maternal de Dios» ..........22HISTORIA GRÁFICA DE LA CONGREGACIÓN: VV.AA. «Costitx. Muro. Santa Eugènia y Calonge » ...........................23

EDITA: Congregación de Hermanas Franciscanas Hijas de la MisericordiaApartado de Correos 1315

07080 Palma de Mallorca, BALEARES (ESPAÑA) Tlfs. 971.71.61.23/ 971.71.62.49 FAX 971.71.45.57 E-mail. [email protected]

DISEÑO DE CUBIERTA: Paula Dalià MartorellFOTO CUBIERTA: «Almendro en flor» (Detalle), Margarita Calafat

IMPRESIÓN: Papel Store C/ Alcántara, 14 DP 28006 MADRID Tf.91.576.13.89DEPÓSITO LEGAL 145/1984

COLABORA: Isabel Martínez Moreno

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HISTORIA GRÁFICA DE LA CONGREGACIÓN

COSTITX

MURO

CALONGE

SANTA EUGÈNIA

DELEGACIÓN DE MALLORCA-MENORCA

María Puigserver, fhm

Esperanza Gómez, fhm

Cfr. Historia de la Congregación

Page 24: 1...MiseriCordiae MiseriCordiae El Convento se fundó el 25 de Julio de 1857. Se trataba de la cuarta fundación de D. Gabriel Mariano Ri-bas de Pina. Inicialmente, las Hermanas residieron

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MURO