1. luis tejada - la cola

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  • 7/29/2019 1. Luis Tejada - La Cola

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    La cola

    L u i s T ejada

    (1898-1924)

    Aquel griego sutil que amput la cola a su perro en un rapto de irnico

    buen humor, no adivinaba quiz en toda su magnitud el significado

    profundo, con proyecciones espirituales, que ese apndice carnoso y

    peludo tiene en relacin con la vida de los animales superiores.

    En la cola reside indudablemente el equilibrio fsico, y yo creo que

    tambin el sentido del equilibrio intelectual de los mamferos. Me dicen

    que un pobre perro sin cola es incapaz de pasar un puente estrecho;

    esto, aun cuando no fuera cierto, es verosmil y lgico. La cola es para

    el animalillo como la palanca que el bailarn lleva en la cuerda y que le

    ayuda a distribuir las fuerzas y los pesos, cuando el cuerpo va a

    inclinarse demasiado a un lado o a otro. La palanca es la cola del

    bailarn; le infunde confianza, le encuentra no s qu invisibles puntos

    de apoyo en el espacio y lo gua a lo largo de la cuerda, sin que seinterrumpa esa situacin sutilsima y matemtica que llamamos

    equilibrio.

    Ahora bien: un perro sin cola es, adems, el pequeo ser melanclico y

    chiflado por excelencia; ambulante y lleno de leves caprichos, parece

    que un eje secreto se ha roto en l, que falta a su vida una direccin

    precisa y ordenada, que su existencia ya no tiene razn de ser porque

    ha perdido su fin ideal. No me extraara que ese perro se hiciera

    misntropo y hasta que empezara a elucubrar teoras metafsicas y apreguntarse qu puede haber ms all de la vida y cul es el principio y

    el fin de las cosas. Claro: el infeliz ha perdido el sentido del equilibrio

    intelectual, se ha desorbitado, es casi un hombre.

    Y el hombre? La falta, o mejor dicho, la prdida de la cola ha

    influido en l espiritualmente? Porque es innegable que el hombre tena

    cola; cualquiera puede cerciorarse personalmente, palpando con

    discrecin los vestigios ancestrales de ese adminculo que llevaron,

    completo y movible, nuestros abuelos remotos.

  • 7/29/2019 1. Luis Tejada - La Cola

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    En el hombre actual la falta de cola es un defecto verdaderamente

    esencial, que yo no he podido resignarme a aceptar del todo; a veces en

    la calle pienso que todos los que van delante de m, la llevan

    cuidadosamente enroscada debajo de la americana, y me asalta la

    extraa presuncin de que yo soy el nico que no la tengo,

    convirtindome por eso en el ser ms desgraciado de la tierra.

    Pero en fin: sea que haya ido extinguindose lentamente o que un dioscaprichoso - como Alcibiades a su perro - la recort de un tajo en

    alguna maana inmemorial, lo cierto es que esa deficiencia ha influido

    en el hombre de una manera definitiva. Por qu entonces, afirmaba

    Pascal "que el hombre es el nico ser imperfecto" y por qu sola decir

    el doctor Garavito, que el hombre "es un animal loco"? Os ruego que

    meditis en esas dos frases, buscndoles la sutil analoga que tienen; s,

    el hombre es un animal loco e imperfecto; una ruptura primordial lo ha

    descentrado, lo ha dejado sonmbulo y errabundo dentro de la

    eternidad; lleno de apetitos inconmensurables, de extraos anhelos, detorturantes cavilaciones, el hombre tiende siempre a salirse de la rbita

    que le ha sido designada en la naturaleza. La sabidura y la perfeccin

    de los otros animales, sobre todo de los que tienen cola, est en el

    sometimiento inconsciente y maravilloso a su destino; el caballo, por

    ejemplo, nunca deseara dejar de ser caballo; tranquilo y feliz, vive

    sujeto a su sino, y no trata de salirse de la escala que le corresponde en

    la naturaleza; es perfecto. El hombre, en cambio, trata de modificarse a

    s mismo, lleno de ansias infinitas, complicando su existencia cada da

    un poco ms; solo en l se encuentra el descontento metafsico, lainconformidad trascendental; solo l no es feliz. En relacin a los otros

    animales, el hombre es como el cometa, ambulante y perdido, en

    relacin a los astros que poseen su rbita fija y la recorren ecunimes,

    sencillos, humildes, desde el principio hasta el fin de los tiempos.

    Y es que al hombre le falta una batuta, una palanca, un ndice que gue

    y sostenga su equilibrio; al hombre le falta la cola, cabo flexible y

    prodigioso que amarra la inteligencia loca a la realidad de la vida.

    (1924)

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    La Rana Dorada